Capitulo 3. La carga mental del trabajo. 1 Conceptos. La OMS, (Organización Mundial de la Salud), define la salud, como un estado de equilibrio físico, psíquico y social y no solamente como ausencia de enfermedad.
1.1
Factores psicosociales.
Con la implantación tecnológica en los centros de trabajo, se han producido una serie de consecuencias para la salud de los trabajadores no sólo de orden técnico, sino también, de origen psicosocial que son más difíciles de abordar e identificar y que comportan repercusiones sobre la salud y el bienestar de los trabajadores y también sobre la organización: absentismo, rendimiento, desmotivación, etc.
El concepto de factores psicosociales, es muy complejo, se refiere a condiciones de trabajo, organización del trabajo, contenido y realización de las tareas y su interacción con las características individuales, actitudes, necesidades, etc. Cuando hablamos de factores psicosociales, abarcamos conceptos tales como carga de trabajo, fatiga mental, estrés, insatisfacción laboral, etc.
2 La carga mental del trabajo. El avance tecnológico de los últimos años, ha influido de forma decisiva en la carga de trabajo, disminuyendo la física y aumentando la carga mental, ya que el trabajador tiene que vigilar las señales que le emite la máquina, conocer su significado y accionar los mandos correspondientes. Se trata pues, cada vez más, de un tratamiento de la información, de percibir e interpretar correctamente las señales del puesto de trabajo. Estas señales, se reciben a través de los sentidos y son múltiples y variadas según el trabajo que se realiza. Esta sería la fase de detección de información, por ejemplo: el mecánico "oye" si un motor funciona bien o no. A continuación, el cerebro interpreta esta información y la respuesta más adecuada. Cuando este proceso se realiza conscientemente y con continuidad aparece la carga mental.
La carga mental está determinada por la cantidad y el tipo de información que hay que manejar en el puesto de trabajo. Podemos definirla, como la cantidad de esfuerzo deliberado que debemos realizar para conseguir un resultado concreto.
Los factores que influyen en la carga mental son: el tipo de tarea y el tiempo. También han de tenerse en cuenta otros factores como son los relativos a la organización y al individuo. 1
Del tipo de tarea que se realiza, depende la cantidad y dificultad y de la información que se recibe.
Otro factor que influye en la carga mental es la cantidad de tiempo que se tiene para elaborar la respuesta, es decir, el ritmo de trabajo. Si éste viene impuesto por un agente externo a nosotros como puede ser la velocidad de la máquina, el trabajo en cadena, el esfuerzo que hay que elaborar para conseguir la respuesta adecuada, es mayor que en el caso de que nos marquemos nosotros el ritmo.
La cantidad de tiempo que hay que mantener la atención, referido en este caso a la posibilidad de hacer pausas o de rotar a otro tipo de tarea, cuando el trabajo exige un mantenimiento constante de la atención, para que sea posible la recuperación de la fatiga.
Otros factores determinantes en la carga mental, son los relativos a la organización en la que desarrollamos nuestro trabajo: ruido, iluminación, temperatura, horario, etc.
Asimismo, no podemos olvidar el referirnos al individuo. La capacidad de respuesta de las personas es muy variable en función de una serie de características individuales como son la edad, las aptitudes, las actitudes, el estado de fatiga, la personalidad, el nivel de aprendizaje, etc.
Para que exista un equilibrio y no se produzca una carga mental excesiva, el trabajo ha de requerir un esfuerzo proporcional a la capacidad de respuesta. Tan nocivos serán los requerimientos superiores a la capacidad del individuo, como el que no haya que realizar ningún esfuerzo mental.
2.1
Evaluación de la Carga Mental.
En el caso de la carga mental, todo es más subjetivo y más complicado de medir, pero así y todo, existen distintos indicadores que nos llevan a criterios fijos de evaluación. La carga mental se da cuando las exigencias de la tarea son superiores a las capacidades del trabajador, para evaluarlo debemos de tener en cuenta: Los factores de carga inherentes a la tarea; y las consecuencias sobre el individuo.
Existen diversos métodos objetivos para la evaluación global de las condiciones de trabajo e incluyen un apartado dedicado a la carga mental. El objetivo de estos métodos, es valorar aquellos factores que se dan en el puesto de trabajo y que pueden influir en la salud del trabajador, de tal forma, que sepamos sobre cuál de ellos hay que actuar para mejorar las condiciones de trabajo. Estos métodos, tienen en cuenta fundamentalmente si hay que mantener un nivel de atención elevada y si además es durante toda la jornada. También tienen en cuenta otros factores que pueden influir sobre la carga mental, por ejemplo, el ritmo de trabajo, los períodos predeterminados de las pausas por agentes externos, como el trabajo en cadena. También se valoran, las 2
repercusiones que pueden tener los errores sobre las personas o la producción, (accidentes, averías, piezas defectuosas...), ya que representan un factor más de presión. Uno de los métodos más utilizados para evaluar la carga mental, es el método LEST, (Laboratorio de Economía y Sociología del Trabajo), que evalúa la carga mental a partir de cuatro indicadores.
Indicadores del método LEST para evaluar la Carga Mental del trabajo
Los indicadores de carga mental que utilizan los distintos métodos de evaluación, se han determinado basándose en las alteraciones fisiológicas, psicológicas y del comportamiento resultante de la fatiga. El método ideal, será aquél en el que se correlacionen las repercusiones sobre el individuo, con la determinación de una serie de condiciones de trabajo, de forma tal, que pudiera establecerse una relación de causa-efecto, que permitiera determinar cuáles son los factores concretos, que deben de revisarse para alcanzar una mejoría de la situación de trabajo.
3 La fatiga.
En relación con el concepto de carga de trabajo, se encuentra el concepto de fatiga que se da como un desequilibrio entre las exigencias del trabajo y las capacidades individuales. Es la consecuencia de una carga de trabajo excesiva. Para su estudio, podemos distinguir entre fatiga física y fatiga mental o nerviosa.
La producción de fatiga, no es atribuible sólo a la superación de unos máximos de consumo de energía, sino también depende del trabajo muscular. La potencia muscular máxima puede ser desarrollada entre los veinticinco y treinta y cinco años. Distinguimos dos tipos de esfuerzos musculares: esfuerzo muscular estático y esfuerzo muscular dinámico. También ha de considerarse el esfuerzo muscular local. ⇒ Tipos de esfuerzos musculares.
Un esfuerzo muscular estático, es aquél en el que los músculos mantienen su contracción: la irrigación sanguínea está contenida y provoca dolor. 3
El dinámico, es el más visible y en él hay una contracción y relajación muscular alternativa,
activando la irrigación sanguínea de los músculos. El trabajo igualmente puede exigir: un esfuerzo muscular local: por ejemplo, el trabajo del brazo,
para accionar una manivela, o un esfuerzo muscular general: por ejemplo, el trabajo del conjunto del cuerpo para empujar un carro. Podemos definir la fatiga física, como la disminución de la capacidad física del individuo, después de haber realizado un trabajo, durante un período de tiempo determinado. Las consecuencias de la fatiga, son una disminución del rendimiento, cansancio, movimientos más torpes e inseguros y sensación de insatisfacción y malestar. La fatiga, puede responder a múltiples factores dependientes del individuo, de las condiciones de trabajo y del entorno laboral. A- POR LA FORMA DE MANIFESTARSE EN EL TIEMPO, pueden presentarse diferentes formas de fatiga, la fatiga aguda y la fatiga crónica. ⇒
La fatiga aguda: es aquélla, que surge después de un trabajo de cierta intensidad o de una cierta duración y que es eliminada mediante el reposo.
⇒
La fatiga crónica: es un tipo de fatiga, cuyos síntomas persisten incluso fuera del trabajo y no cede tras el reposo. Presenta la siguiente sintomatología: impresión de laxitud, algias dorsales, cefaleas, agujetas, desinterés, falta de concentración, hipersomnolencia.
La actividad física, no se evalúa únicamente en función de la intensidad de los esfuerzos musculares, sino también en función de la duración de éstos y su repetición. Además, hay que tener en cuenta que las capacidades de un individuo varían con el tiempo y cambian según:
El estado de fatiga del trabajador, (fluctuando a lo largo de la jornada).
El turno, de día o de noche.
Edad, (el envejecimiento aumenta los problemas de esfuerzos musculares).
Temperatura ambiente,, (el calor aumenta la penosidad del esfuerzo físico).
4 La fatiga mental. La principal consecuencia de la carga mental sobre la persona, es la aparición de la fatiga mental cuando la cantidad de esfuerzo que se requiere, excede de la posibilidad de respuesta del individuo. Ésta, se traduce en una serie de disfunciones físicas y psíquicas, acompañadas de una sensación subjetiva de fatiga y una disminución del rendimiento. Nos podemos encontrar con varios tipos de fatiga: ⇒
Fatiga aguda. Aparece como una reacción homeostática del organismo, para adaptarse al medio. El organismo, buscará el reposo como medio de recuperación del equilibrio. El reposo en el trabajo, se puede obtener, aparte de suprimiendo la actividad, mediante el cambio de la misma, o sea, mediante
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la rotación de tareas, ubicando al operario en otro puesto con menos requerimientos. Por tanto, a través del descanso cotidiano, sueño, pausas, nos recuperamos. El principal síntoma de este tipo de fatiga, es una reducción del rendimiento de la actividad y un aumento de los errores, esto se debe, entre otros factores a :
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una disminución de la atención.
una lentitud de pensamiento.
una disminución de la motivación.
Fatiga crónica. Aparece, cuando existe un desequilibrio prolongado entre la capacidad del organismo y el esfuerzo que debe realizar, para dar respuesta a las necesidades del ambiente. En esta ocasión, los descansos normales no son suficientes para eliminarla. Sus principales síntomas, que no sólo se sienten durante o después del trabajo, sino que pueden ser permanentes, son los siguientes:
Inestabilidad emocional: irritabilidad y ansiedad, estados depresivos.
Alteraciones del sueño.
Alteraciones psicosomáticas: mareos, alteraciones cardíacas, problemas digestivos.
En relación a la organización, estos trastornos, producen absentismo y a nivel familiar falta de compresión, de tolerancia, agresividad incontrolada, preocupaciones excesivas etc.. ⇒
Fatiga psíquica. Está producida, por una mezcla de sentimientos más o menos intensos de abandono de sí mismo, (no puedo más) y de rechazo, (nunca lo conseguiré). En caso de llegar a la forma crónica, podrá convertirse en irreversible. Igual que el resto de las fatigas mencionadas, ésta ejerce también la función de alerta y/o salvaguardia ante situaciones adversas. Ante una situación de fatiga psíquica, aparecen dos fenómenos: caída de atención y bloqueo. El bloqueo, se produce en tareas muy repetitivas y se manifiesta por una pérdida de facultades para escoger la respuesta acertada ante una serie de estímulos que se presentan al azar y desordenadamente. La duración y frecuencia de los bloqueos, aumenta con la fatiga, y si en estas circunstancias en que el sujeto tiene disminuidas sus aptitudes, continúa actuando, lo más probable es que responda al azar y por tanto cometa un error - accidente.
5 Teoría de la fatiga industrial. Toda agresión, (entendida como estímulo), interna o externa, tiene una respuesta biológica. Esta respuesta es un "esfuerzo". Si corresponde al tono y grado de agresión es eficaz y una suma de respuestas eficaces es lo que llamamos "entrenamiento" y la de respuestas ineficaces "FATIGA". La fatiga industrial crónica, es la consecuencia de una suma de múltiples agresiones de carácter menor, pero que unidas, superan la capacidad de respuesta biológica, haciendo el esfuerzo ineficaz. Existen diversos factores agresivos que actúan en la vida del hombre aumentando el nivel de fatiga.
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6 Prevención de la fatiga mental. Las acciones encaminadas a la prevención de la fatiga mental deben de facilitar el tratamiento de la información y organizar el trabajo de forma que permita la recuperación de la fatiga. Las acciones que se deben desarrollar se centrarán en:
En cuanto al tiempo de trabajo, es muy importante tener en cuenta la distribución de las pausas. Cuando una tarea tiene una elevada carga mental, y por tanto requiere un esfuerzo proporcional y además es continuo, es necesario la introducción de pausas cortas y frecuentes para permitir la recuperación de la fatiga y evitar que pueda convertirse en crónica.
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