Concédeme, oh Cristo, en mi memoria hallar misericordia en mi pecado, recuérdeme hijo pródigo abrazado, en casa retornado de la escoria. Recuerde tu paciencia, tu justicia, medite mi bajeza, iba crecido; concédeme sentirme agradecido ahora que tu mano me acaricia. Busqué la posesión, ser admirado, chupar, gozar, tener; sin más provecho; queriendo acaparar me he vaciado. Concédeme curar el daño hecho; como en ti por mi dolor sea reparado. Reténme aquí, cobíjame a tu pecho. Luis Miguel Castro. Roma, 2017.