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PUNTOS de VISTA ...

juan carlos maimone

A veces pienso en aquellos oportunistas advenedizos que cada mañana se miran en el espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Se encuentran con un padrino con bolsillos fuertes y en menos de lo pensado, está manejando en una cate-goría mayor. Claro, sin que ello signifique que están calificados o que posean el talento para hacerlo.

Atrás quedaron los días donde los que sabían de verdad desandaban las pistas del mundo buscando a los niños o jóvenes deslumbrantes para ponerlos en los entonces “Planes de Protección” que las escuderías tenían en las distintas clases del automovilismo y asistirlos a escalar y desarrollar todo lo que tenían y podían dar hasta llegar a la meta codiciada. Fernando Alonso, Lewis Hamilton o Max Verstappen por citar ejemplos me eximen de mayores comentarios.

Hoy tanto la IndyCar como la Fórmula 1, como para mencionar a las más renombradas, “venden” literalmente butacas al mejor postor sin importarles otra cosa que cubrir los gastos y engrosar sus arcas.

Es cierto que los costos han subido de manera desconsiderada y la pésima conducción de la FIA o en su momento el tío Bernie no han podido hacer peor las cosas y la categoría mayor se derrumba a pasos agigantados rumbo a su autodestrucción. Aquello que suena tan remoto como que “se equipararán los presupuestos para que todos estén en igualdad de condiciones” fue una mera masturbación mental que si balanceó, pero balanceó hacia abajo. Allá donde los costos se multiplicaron y la aparición de nuevos valores quedó tan relegada como el sentido común y la calidad del espectáculo.

Pienso que los últimos héroes de entonces fueron Vettel y Verstappen; los otros monstruos ya llevan más de diez años y son los que siguen brindando cátedra en materia de espectáculo. El resto, da lástima pululando atrás, muy atrás, para sólo plantear una pregunta: Hacia dónde va el automovilismo…?

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