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4 ARTISTAS / 4 VISIONES MUS EO DE ARTE Y D ISE ÑO CONT E MPORÁNE O

18 noviembre 1999 al 10 febrero 2000.

Director: Rolando Barahona -Sotela. Subdirectora Administrativa: Emelina Peréz. Departamento Educativo: Sussy Vargas. Diseño Gráfico: Adriana Artavia. Fotografía: Jaime-David Tischler / Julián Trejos. Museografía: Rolando Barahona -Sotela.

1. “PIZARRAS - INMENCIONABLES” / Priscilla pag. 7

Monge

2. “HERRAMIENTAS PARA CONSTRUIR EL TERCER MUNDO”

Joaquín Rodriguez del Paso pag. 11

Junta de Curadores MADC:

3. “SE - PERMUTA” / Karla

Ileana Alvarado. Rolando Barahona. Efraím Hernández. Franklin Hernández. José Miguel Rojas.

pag. 15

4. “MEMORIA INGRÁVIDA” / “SÍNTOMAS DE IDENTIDAD”

Jaime David - Tischler pag. 19

ANTIGUA FANAL Ave. 3, c. 11-15 Tel: (506) 257-72-02/ Fax: (506) 257-87-02 m a d c @ i c e . c o . c r / http://www.madc.ac.cr Apdo. 13391-1000 San José, Costa Rica DERECHOS RESERVADOS © MADC 2000 Impreso: Grafos S.A. Cartago, Costa Rica.

Solano

C U A T R O

E X H I B I C I O N E S

I N D I V I D U A L E S

Curaduría:

M U S E O

D E

A R T E

Y

D I S E Ñ O

P A R A L E L A S

Rolando Barahona-Sotela

C O N T E M P O R Á N E O


E x h i b i c i o n e s

I n d i v i d u a l e s

Cuestionar reflexionando Artist’s Statement

Artist’s Statement

Now there is a new heartbeat, the end of a century and the beginning of a new one, it is a period of changes, new digital technologies, Internet, cloning, genetics, exploration of new worlds, etc. ... But do all these events improve mankind? A race that makes bombs for self-destruction, wipes out animals and creates new ones in test tubes, contaminates the ozone and devastates forests, among other things. A race that at the same time has the capacity to love, to create beauty and is endowed with wisdom that has enabled man to develop more than any other creature. My question is, can we experience a permutation that converts us into beings more sensitive to the positive aspects of mankind? Can we learn from the people who are around us and who live in harmony with nature? History tells the opposite, but each one of us can make a difference.

“As a way of punishment a text is repeated ad nauseam... I use the clichés of prostitutes - loose women -, of children who hate their parents, of the female body as a pleasure ground or a battle field”. Priscilla Monge

Karla Solano

Artist’s Statement

Artist’s Statement

Fireflies are ephemeral and memory is fleeting. Each time I look less like the one I have been and I cannot remember what I shall be like. Beyond dissolved identities there is a red thread: it is my eyes hurt by a foreign body, they are naked, vulnerable, and thus produce anger. Closed eyes invoke the night: I reinvent the wish. Quiet is the time when the camera has fixed it; as if memory were a circular room, with windows from where to look out from the darkness of oblivion to light images in the improper promiscuity of a clothes drying place. Taking pictures is a pointless conjuration, a pious lie. Short-lived love in the continual time mill: just the look ...

Thousands of human beings find themselves in a fragile situation of skepticism, if not veiled pessimism. What are the resources of a third world burdened with debts and huge needs? It is made of societies based on unstable foundations, the obvious inefficiency of “means and structures”, which because of their vulnerability seem not to be working ... real metaphor of an uneasy and uncertain future. Searching for the most appropriate tools represents a feasible way. Joaquín Rodríguez del Paso 25

Jaime-David Tischler, 1999

Rolando Barahona-Sotela Curador

“La imaginación es más importante que el conocimiento”. Albert Einstein establecidos, recreando en diversas versiones lo que otras generaciones han propuesto, incluyendo a veces sesgos de academicismo pero alterando arbitrariamente las reglas estrictas que lo regían. El espectador ante este tipo de expresión es pasivo y distante. La segunda actitud innovadora es la de explorar nuevas formas de expresión, con salidas renovadoras que desmenuzan temas como el avance de la tecnología, la evolución en fricción con el individuo o las sociedades y la introspección. El espectador es integrado como parte de la propuesta, en un juego espacial que lo involucra a pesar de su resistencia y timidez, provocando como mínimo una reacción que altera su orden y lo hace pensar. Así, hasta el rechazo es gestor de reflexión.

Cuando hablamos de contemporáneo en arte, nos referimos a las expresiones visuales que con nuevos lenguajes reflejan el complejo mundo del presente, inevitablemente con referencias a un pasado, como resultado de un proceso evolutivo. Lenguajes que arman originales propuestas e inquietudes sobre un futuro desconocido en el arte, al igual que en la vida y la existencia del infinito. Es importante, antes del cierre de milenio, conocer el pensar y sentir de creadores pioneros en nuestro medio que han sobrepasado las fronteras de Costa Rica. .Es la meta que propone esta presentación conjunta de cuatro exposiciones individuales e independientes, en espacios comunicados a manera de voces en diálogo, que intercambian su visión del mundo. Cuatro mentes que se encuentran forjando activamente un proceso evolutivo, con propuestas artísticas e ingeniosas que cuestionan y punzan. Priscilla Monge, Joaquín Rodríguez del Paso, Karla Solano y Jaime David Tischler, artistas cuyo denominador común es un camino de análisis trazado fuera del encasillamiento, desglosando inquietudes que marcan un alto en el camino y nos incitan a reflexionar.

El arte contemporáneo es un reflejo del proceso generativo y degenerativo de la civilización, que en aras del avance, provoca la degradación paulatina de su hábitat. Una ambivalencia en la que todos somos cómplices y que podríamos llamar evolución involutiva. En este proceso se siente un pulso turbador que causa ecos en las propuestas de los artistas conscientes de su tiempo. En el arte actual encontramos alusiones a la literatura, el cine o la música y una fusión entre realidad y ficción con un estrecho tamiz impuesto por la mitología personal de cada artista, que se convierte en lenguaje al gestar sus ideas. Se concretan los procesos de interiorización, de exploración del tacto y todos los sentidos, de búsqueda por penetrar las cosas y comprender las emociones, de analizar el funcionamiento del cuerpo, su razón de ser y la energía que lo anima.

El poder participar de este diálogo, abre un tiempo no usual para recapacitar sobre la razón de ser del arte. Tiempo para conocer que existen dos actitudes ante el arte entre sus practicantes: la tradicional pasiva y la explorativa innovadora. La tradicional se apega a estilos y patrones 2


impregnados en pintura conformando su obra frente al público. Estos y muchos más son los hechos que siguen transformando el arte, incluyendo la acción de los cuatro “investigadores” que se han reunido bajo el mismo techo del MADC con estas muestras paralelas.

Esta nueva actitud en el arte puede ayudar a purificar nuestras sociedades enfermas al reflejar las toxinas en las emociones, los pensamientos y las relaciones, confrontando al espectador con la realidad que no quiere ver, o con las verdades enriquecedoras que ha olvidado en el mundo material y competitivo que lo envuelve.

La idea inicial del proyecto ha sido darle la oportunidad al público de unir varias maneras de sentir y vivir la vida, representadas a través del arte, en un mismo sitio, sin ser parte de una exposición colectiva, sino más bien de darle a cada artista un espacio para que deposite su obra, como aporte de su pensamiento. De ahí la denominación global del evento como "Cuatro artistas, cuatro visiones" que sienta a la mesa a individuos componentes de la comunidad artística costarricense, que sin prejuicios ni ataduras se mueven con mente de habitante de planeta comprometido, ajenos a fronteras y encasillamientos.

Es a través del arte que conseguimos procesar simbólicamente la realidad, acción que nos ofrece los elementos para ubicarnos en el caótico entorno que habita. Somos parte de una cultura de competencia, con ofertas y demandas que nos abruman en un paisaje tecnológico de constante transformación, que un artista consciente del impacto que recibe, no puede dejar de lado. El artista contemporáneo busca su identidad y la identificación de su entorno dentro de esta vorágine, que le brinde a su interioridad una reconciliación con el mundo externo de hoy.

En síntesis, todas las reflexiones aquí presentadas, vibran con diversas técnicas y materiales, pero todas omiten un grito de alerta que se transforma en una exclamación que no podemos esquivar. Ecos que tocan las fibras más profundas, si las dejamos penetrar en nuestra razón de ser y nos conducen a interrogarnos: ¿qué sentimos? ¿adónde vamos? ¿qué estamos haciendo? ¿qué debemos hacer?.

La aparición del automóvil, el cine y el aeroplano en los albores del siglo XX, repercutieron en la gestación de la historia del arte moderno, con una nueva versión de espacio y tiempo como continuidad y no como noción abstracta. Aparecen propuestas que transforman conceptos como, por ejemplo, las imágenes ilusorias de tres dimensiones en el Cubismo de Picasso y Braque; Brancusi con su escultura abstracta; Marinetti y Buccioni en Italia con el Futurismo; los objetos de Duchamp; Dada y el Surrealismo; Beuys involucrado en performance y acciones con Fluxus en los 60’s; Klein con cuerpos de modelos 3

Conceptos que se conjugan en una junta de pensadores imaginativos que en síntesis, hablan de un ayer que construyó un presente y que se disponen a saltar a un mañana de un arte contemporáneo costarricense de gran fuerza

enriching truths they have forgotten about in the material and competitive world surrounding them.

The initial idea of the project was to give the public the opportunity to link various ways of feeling and living life through art, in the same place, without being part of a collective exhibition. Each artist is given a space to expose his/her work as a contribution of his/her thinking. From there arose the title of the event: "Four Artists, Four Visions". It brings together individuals from the Costa Rican artistic community that, without any prejudices or bonds, evolve with a mind of inhabitants of the planet committed beyond borders and classifications.

It is through art that we manage to symbolically process the reality, by offering us elements to situate ourselves in the chaotic environment. We are part of a culture of competitiveness with supply and demand overwhelming us in a constantly changing technological landscape and an artist aware of the impact he/she receives may not ignore that. The contemporary artist within this whirlpool searches a proper identity and specification of his/her environment, which reconciles him/her with today’s world. The advent of automobile, cinema and airplane in the turn of the 20th century, had repercussions in the nurturing of modern art history, with a new version of space and time as a continuity and not as an abstract notion. Proposals appeared transforming concepts such as three dimensional illusory pictures in Picasso’s and Braque’s Cubism, in the abstract sculptures of Brancusi, Marinetti’s and Buccioni’s Futurism in Italy, in the objects of Duchamp, with Dada and Surrealism; Beuys’ involved in performance and actions with Fluxus in the 60’s and Klein with model bodies soaked with paint and constituting his artwork in front of the public. These and many others are the facts that keep transforming art, such as the action of the four “researchers” who have gathered together under the same roof of the MADC with their parallel samples.

To sum up, all the reflections presented herein refer to different techniques and materials. Nevertheless, all of them also express a cry of alert turning into an exclamation we cannot dodge. They echo into our most inner fibers, should we let them penetrate our reason for being and induce us to ask ourselves these questions: what do we feel, where are we going to, what are we doing, what must we do. These concepts are combined with a team of imaginative thinkers who in short, talk of a past that built a present and are on the point of leaping into the future of a Costa Rican contemporary art of great force going beyond physical and mental barriers. It is a tiny contribution for a new century that will be built upon the shaky bases of mankind in crisis.

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Caminos al andar

To question in the act of reflection Rolando Barahona-Sotela Curator.

“Imagination is more important than knowledge”. Albert Einstein The second innovating attitude is that of exploring new forms of expression, with renovating productions that minutely analyze themes such as the technological advance, the evolution in conflict with the individual or societies and introspection. The spectator is integrated as part of the artwork, in a spatial game involving him/her despite his/her resistance and timidity, provoking at least a reaction that alters his/her order and makes him/her reflect. So, even rejection nurtures reflection.

When we talk about contemporary in art, we refer to the visual expressions that with new language forms reflect the complex world of today, inevitably with references to a past, as a result of an evolutionary process. They are languages that put together original proposals and qualms concerning an unknown future in art, as well as in life and the existence of the infinite. It is important, before the close of the millennium, to know the thinking and feeling of pioneer creators among us who have crossed the borders of Costa Rica. That is the aim of this joint presentation of four individual and independent proposals of artists linked in spaces by means of voices exchanging their vision of the world in a dialogue. They are four minds that are actively shaping an evolutionary process, with artistic and inventive proposals that question and prick. Priscilla Monge, Joaquín Rodríguez del Paso, Karla Solano and Jaime David Tischler are artists whose common denominator is a road of analysis out of classification, rambling about qualms that put a halt on the way and force us to ponder.

Contemporary art is a reflection of the generative and degenerative process of civilization, which, for the sake of progress, causes the gradual degradation of its habitat. It is an ambivalence in which we are all accomplices and that we could call involute evolution. In this process a disturbing pulse is felt that is echoed in the proposals of the artists conscious of their time. In the present art we find allusions to literature, cinema or music and a fusion between reality and fiction with a fine sift imposed by the personal mythology of each artist, which turns into a language when they nurture their ideas. The processes of internalization, exploration of touch and all the senses, of searching how to penetrate things and to understand emotions, of analyzing how the body works, its reason for being and the energy animating it are made real. This innovative attitude in art may help to cleanse our ailing societies by mirroring the toxins in the emotions, thoughts and relations. It confronts the spectators with the reality they do not want to see, or with the

Being able to participate in this dialogue leads onto an exceptional time to reflect upon the reason for being of art. It is a time to know that two attitudes exist in relation to art among its creators: the passive traditional and the innovative exploratory. The traditional one remains glued to established styles and patterns, recreating in various versions what other generations have set forth, including at times compromises of classicism but arbitrarily modifying the strict rules that used to steer it. The spectator in front of this type of expression is passive and distant. 23

Desde hace algunos años, se ha venido percibiendo en la plástica costarricense la emergencia de propuestas reflexivas y cuestionadoras que incorporan multitud de lenguajes como la fotografía, la instalación e incluso la escritura misma -entre otros- usados con gran flexibilidad en sus relaciones o vínculos visuales y espaciales, y a la vez muy eficaces en sus propuestas de significación. De ese nivel alcanzado en las generaciones más jóvenes de la plástica costarricense da cuenta la exposición 4 artistas - 4 visiones, y que incluye las propuestas de Priscilla Monge, Joaquín Rodríguez del Paso, Karla Solano y Jaime-David Tischler. Estos artistas, que en palabras del curador de la muestra -Rolando Barahona- tendrían como denominador común el poseer un camino trazado, ubican sus creaciones en una relación más bien conflictiva consigo mismos y con su contexto. Así, aunque la curaduría de la muestra no propone lecturas relacionales o integradoras, tal vez puede encontrarse algunas convergencias en el uso del contraste, que atraviesa no solo las posibles vinculaciones entre las obras, sino a cada una en su interior.

debo pensar en el suicidio”, “no debo odiar a mis padres”, etc. En aparente obediencia y cumplimiento de un castigo, la autora se entrega a ese ejercicio de obsesiva repetición; sin embargo, asoman en los borrones, tachaduras y en los rasgos a veces ilegibles de la letra que se resiste a seguir la copia, el índice de una discreta rebelión. Y es que en las obras de Priscilla, encontramos con frecuencia esa ambigüedad, que se expresa aquí en una postura a la vez sumisa e impenitente, pues bajo la privación se ponen al descubierto fenómenos conocidos que, no obstante, resultan “inmencionables”. Se trata entonces de exhibir el tabú, poniéndolo en contradicción con su naturaleza oculta. En ese sentido, se advierten modos de represión y autocensura que remiten a imposiciones ejercidas socialmente, así como a las formas en que cada sujeto las incorpora en tanto especie de inviolable código de conducta. Por otra parte, esas pizarras parecen tener entre sus referentes a instituciones como la educación y la religión, con sus métodos y mandamientos respectivos. De ahí que los cuestionamientos de Priscilla, y su ambigua rebelión, lúdica y discreta al mismo tiempo, apunten no tanto a una violencia directa, sino a la que se ejerce sutil y cotidianamente para que la internalicemos desde nosotros mismos.

Pizarras inmencionables En la primera sala, Priscilla Monge expone grandes “Pizarras inmencionables’, donde, en cada una se repite hasta el agotamiento una prohibición: “no debo ponerme histérica”, “no debo tener sexo con críticos de arte”, “no debo creer”, “no debo oler”, “no debo comprar más zapatos”, “no

Herramientas para construir el tercer mundo 4


Se-permuta

Por su parte, Joaquín Rodríguez del Paso, bajo el título “Herramientas para construir el Tercer Mundo”, propone la imagen de un presente y porvenir inciertos, junto a frágiles posibilidades de transformarlo. Serruchos de vidrio, martillos de porcelana, escaleras y andamios de estereofón, constituyen los elementos de una construcción imposible; la absurda fragilidad de esas herramientas las hace portadoras de un esfuerzo inútil. No obstante, junto al pesimismo se incorpora implícitamente una visión esperanzada, pues si bien el uso de tales instrumentos puede resultar estéril, por otro lado ello da cuenta de una persistencia encomiable. Ese contraste se advierte, además, en las miradas -inquisidoras, tristes o sonrientes- de niños pobres que el artista retrató y que son proyectadas al fondo de la instalación. Por otra parte, la sustitución de la madera y el metal por el vidrio o la porcelana, le niega a esos objetos de uso su funcionalidad misma. De algún modo, este proceder es cercano al que opera el arte sobre los objetos, divorciándolos de sus relaciones y desempeños vitales. Es lo que, desde diversas perspectivas, han puesto en discurso artistas como Marcel Duchamp, o el mucho más cercano y exhibido en Costa Rica, Win Delvoye. Por tal riqueza de dimensiones, esta obra de admirable limpieza y austeridad en su factura, trasciende la referencia exclusiva al Tercer Mundo que propone el título, ya que las sugestivas ideas sobre una aparente imposibilidad pero obstinado empeño, remiten a cualquier latitud donde los problemas sociales se convierten en individuales a través de las pequeñas o grandes tragedias de cada cual.

En la tercera sala, la obra “Se-permuta” de Karla Solano, discurre sobre la posibilidad de la vida desde las transformaciones que son provocadas por el hombre. De ahí que las tres instalaciones que componen la propuesta se realicen sobre los contrastes entre lo natural, lo biológico y lo tecnológico. Por un lado, la membrana rasgada, la sutura, la cicatriz; por el otro, la codificación numérica, las tecnologías digitales, la impersonalidad. Hay en todo ello la impresión de un nacimiento, pero devenido de una dudosa simbiosis. De ahí la insistencia en procesos de gestación de vida a través de formas contrastantes: los ultrasonidos, las fotografías de embarazadas, los grandes capullos. Así, en ese contexto de alusiones a vidas en formación, Karla parece insertar, entre el escepticismo y la esperanza, una pregunta sobre la posibilidad de un efectivo mejoramiento humano. Y la apuesta parece estar sugerida en la obra por la presencia - apenas perceptible- de algunos insectos que mantienen relaciones armónicas con la naturaleza y, de algún modo, aleccionan sobre la posibilidad de una interacción humana que no sea inevitablemente (auto)destructiva.

Memoria ingrávida y Síntoma de identidad Finalmente, destaca la propuesta de Jaime-David Tischler, 5

Testimonio de artista

JAIME-DAVID TISCHLER 1960, San José, Costa Rica Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica en 1984. Lleva a cabo estudios de fotografía en diversas escuelas de Estados Unidos y España. Realiza su primer exposición individual en España en 1994. En los años siguientes expone individualmente en Costa Rica, Italia, Escocia, Grecia, Estados Unidos y España; a la vez participa en diversas muestras colectivas. Actualmente reside en San José y combina su proceso individual de creación con la investigación y la enseñanza. En 1998 funda la Escuela de Fotografía Memorándum, creando un espacio para la enseñanza y la exhibición de la fotografía en el país. En 1999 gana el primer lugar en el concurso “El espacio público en la Costa Rica de finales del siglo XX”.

Efímeras luciérnagas, memoria tránsfuga. Cada vez me parezco menos al que he sido y no puedo recordar al que seré. Tras las identidades disueltas un hilo rojo: mi mirada herida por un cuerpo ajeno, desnuda, vulnerable y por ello, generadora de ira. Los ojos cerrados invocan la noche: reinvento el deseo. Quieto el tiempo donde la cámara lo ha detenido; como si la memoria fuera una estancia circular, ventanas por donde asomarse- desde la oscuridad del olvido- hacia imágenes ingrávidas en la impúdica promiscuidad de un tendedero. Fotografiar es un conjuro inútil, una mentira piadosa. El amor efímero en el molino incesante del tiempo: la mirada sola... Jaime-David Tischler, 1999 22


“Memoria ingrávida” y “Síntomas de identidad” 1999 Jaime-David Tischler Instalación In-situ fotografías en blanco y negro, virados mútiples en selenio, ferricianuro y al oro, gomas bicromatadas, ventanas de demolición, bandejas de hierro negro, audio, agua y mesa. 12.90 x 6.90 metros

perspectivas; todo en ella parece dispuesto y calculado para producir un efecto pues, al tiempo que invita al libre desplazamiento, dispone una óptima recepción desde cualquier sitio. Como si se tratara de una fotografía, Tischler resuelve en esta su primera instalación los efectos de luces y sombras con sorprendente maestría.

“Memoria Ingrávida y Síntoma de Identidad”, que involucra en el espacio tridimensional, fotografías, objetos, sonidos y al espectador mismo, en una experiencia de intensa repercusión sensorial y referencias múltiples. La primera parte de la instalación exhibe retratos del artista desde su niñez a la actualidad, sumergidos en bandejas de hierro, que recuerdan por su forma a las que usa la fotografía para el revelado. Sin embargo, las fotos aquí no están revelándose, sino que más bien se trata de lo contrario: la imagen se va disolviendo con el agua, con el tiempo. En ese sentido, el hierro de las bandejas, al parecer funciona como referencia a un proceso de oxidación que es también signo de temporalidad. Por otro lado, además de su propia imagen, el autor utiliza fotografías de otros cuerpos -casi siempre desnudosque cuelga de hilos transparentes al centro de un círculo de ventanas. Así, escribe Tischler: “Quito el tiempo donde la cámara lo ha detenido; como si la memoria fuera una estancia circular, ventanas por donde asomarse -desde la oscuridad del olvido- hacia imágenes ingrávidas en la impúdica promiscuidad de un tendedero”. Y ciertamente, esas fotografías, esos cuerpos pendientes e inestables, establecen relaciones diversas, casuales y efímeras. Del otro lado de la escena, nosotros -espectadores- asistimos como mirones a través de la ventana; tal vez como alusión al lugar en que se suele situar el fotógrafo tras la lente. Pero ocurre que la ventana puede convertirse en puerta y, de pronto, cualquiera se puede encontrar en medio de ese círculo de relaciones. De ahí que, tanto en lo conceptual como en lo visual, la propuesta del autor posea una extraordinaria riqueza de

Algunas confluencias 4 artistas- 4 visiones, más allá de ser obras y propuestas diferenciadas, coinciden en su calidad conceptual y artística en general. Y, además, acaso por la posibilidad de desarrollar varios lenguajes a la vez, así como por la multitud de referencias y dimensiones que permite, estos artistas apuestan al uso de la instalación. Quizás por eso, también, más que inventar nuevos objetos, rehacen los ya existentes, poniéndolos a funcionar en un contexto específico y permitiéndoles a los espectadores desplazarse a su antojo y descubrir por sí mismos múltiples perspectivas. Es notable, por lo demás, la insistencia en discursar desde sus respectivas intimidades sobre dilemas que, no obstante, poseen significación más allá de lo individual. Así, Priscilla se autocensura con un “no debo” desde la 6


PIZARRAS - INMENCIONABLES P r i s c i l l a M o n g e

SALA I-A MADC

Máximo al mínimo; sonrisa que punza; deseo que castra; abrazo que muerde, viola o hace volar la autoestima, todos actos sutilmente insinuados con humor a lo largo del consistente proceso artístico de Priscilla Monge. Una artista que revela la energía negativa encapsulada mentalmente, cuando por la incomprensión, la intransigencia, la rebeldía y la rigidez de las leyes de intercambio social, explotan y salen a la luz como actos de violencia y agresión. La agresión doméstica es palpable en su video Lecciones de maquillaje, 1998. Objetos que renuncian a su función utilitaria, como un taladro cuya broca es una inspirada balletista, Bailarina, 1995, o su serie de maltratos e injurias personificados en boomerangs que siempre regresan al agresor.

a establecer poderes, con armas emocionales que “desarman” y sacuden el piso de sus practicantes. Podría decirse que como en la Terapia Gestalt, Monge actúa de espejo receptor de las desviaciones en la comunicación entre personas, e induce a una toma de conciencia de lo tóxico que guardamos cotidianamente. El efecto podría inducir a una toma de conciencia en el espectador y al inicio de un proceso de crecimiento del potencial humano hacia lo real y lo espontáneo.

Monge desmenuza sin complicaciones los “rodeos” en las relaciones sociales, incluyendo los pensamientos de represalia y resentimiento que pocos se atreven a expresar, y menos aún a realizar. Al enfrentar su obra, las apariencias engañan a primera vista, porque al detenernos y “observar”, descubrimos una denuncia, un doble sentido doloroso o un gesto de terror, cuya esencia corrosiva se enmascara con una amable apariencia. No sólo explora tabúes, clichés, prejuicios, abusos, supersticiones y pensamientos morbosos o agresivos, valiéndose de un inocente bordado, una paleta de azúcar, un objeto para deporte, un pantalón “confeccionado” con toallas sanitarias que habla de los mitos sociales de la sangre, pero además la acción y el efecto de agredir bajo velos de aparente prudencia. Actos contrarios al derecho de otros como regla del juego de la agresividad pasiva, tan generalizado en la tendencia del individuo 7

Esta vez, la artista nos introduce en un recinto tapizado de pizarras negras, con textos censurados por las prácticas sociales de poca claridad y hasta de hipocresía, escritos a mano con tiza blanca como “no debo creer” o “no debo odiar a mis padres”, repetidos hasta la saciedad como castigo escolar, aparecen tachones y borrones que sugieren resistencia, cuya lectura incita a recapacitar sobre adicciones interpersonales, deseos y reacciones reprimidas ante situaciones, que por cortesía social son inmencionables, y por exigencia mantenidas bajo control. Así, la artista acribilla al visitante con un ataque masivo de frases agresivas, morbosas o irrespetuosas que emergen en la mente de todo individuo. Juegos de palabras habitualmente castradas como efecto de las restricciones sociales que amansan y censuran la espontaneidad del individuo. Para Monge, el saltarse los formalismos es ya una tradición dentro de sus propuestas, que suavemente pero sin enfado, dan portillo abierto a lo irónico y a lo pernicioso que hemos recreado secretamente y retenido para regocijo privado.

“Memoria ingrávida” y “Síntomas de identidad” 1999 Jaime-David Tischler Instalación In-situ fotografías en blanco y negro, virados mútiples en selenio, ferricianuro y al oro, gomas bicromatadas,ventanas de demolición, bandejas de hierro negro, audio, agua y mesa. 12.90 x 6.90 metros

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MEMORIA INGRÁVIDA Y SÍNTOMAS DE IDENTIDAD J a i m e

D a v i d

T i s c h l e r

SALA I-D MADC

Obra Ganadora: Premio Nacional de Artes Plásticas “Aquileo J. Echeverría”, 2000

La revaloración de la posición del individuo en la historia cambia desde que Nietzsche, en la segunda mitad del siglo IXX con apasionada invectiva, acomete para trasmutar los valores de la cultura europea, exaltando la aristocracia natural y la individualidad vital donde “el bien supremo es la vida misma”. Las teorías freudianas descubren importantes valores en la estructura y dinámica de la vida psíquica del individuo y lo coloca en el centro de los acontecimientos. En este nuevo panorama el arte comienza a involucrarse con “lo personal”.

los transforma en eternos. Esto es precisamente lo que Tischler logra en su búsqueda por eternizar el momento gestado por los impulsos vitales, o al menos un vestigio material que oprima el gatillo de la memoria que gravita en los archivos de nuestra mente. El artista pareciera recalcar el derecho de poseer por siempre lo vivido, al unísono con el deleite de recrear la energía que alimenta la esperanza de generar nuevos momentos, o tal vez, en un deseo por olvidar lo inolvidable, para trascender a otra etapa de su mente inquieta de explorador.

En Costa Rica, Tischler puede considerarse el audaz iniciador de una nueva visión en la fotografía contemporánea que sin enfado expone su memoria del mundo personal. En series fotográficas como “BAJAR AL CIELO” reflexiona sobre la añoranza vivida fuera de su tierra, y en “PIES DE BARRO” habla del lenguaje corrosivo del barro y su idealización falsa del desnudo masculino y la esencia de nuestro libre albedrío. “En la desintegración resultante de la imagen encontré una representación metafórica sobre la pérdida de identidad implícita en los poros mismos de la pasión”. Así, abre sus puertas privadas y expone sus momentos de intimidad, sus vivencias y su deambular por los caminos de la transformación, el deseo erótico, el espacio íntimo y la memoria que abarca el recuerdo de todo lo deseado o lo frustrado.

Ventanas multiformes envuelven en círculo a una cascada de imágenes, a manera de barrera simbólica entre lo íntimo y lo comunal. Una serie de elementos que cortan el acceso al espacio interior, delegando a cada espectador la opción de interactuar, curiosear e interpretar libremente. Las sombras de las fotografías suspendidas en constante movimiento, se mezclan con las reflexiones del visitante que se esfuman con la distancia. Los viejos cristales enmarcados en madera golpeada y despintada por el tiempo, crean un ámbito vibrante que aumenta su fuerza con la reproducción continua en tres tiempos de mensajes personales grabados. Una convocatoria de tres voces que se traslapan como un eco que martilla los sentidos.

Se dice que la existencia está compuesta por pequeños momentos, como un collar de vivencias efímeras que componen nuestra expedición por la vida, capaces de trascender los límites del tiempo con la utilización de una cámara que

Rolando Barahona 19

“Pizarras-inmencionables” 1999 Priscilla Monge Tiza blanca sobre acrílico 34 x 3.10 metros

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Testimonio de artista

PRISCILLA MONGE 1968, San José, Costa Rica

“A manera de castigo se repite un texto hasta el cansancio...utilizo los clichés alrededor del artista como visionario y loco, de las mujeres como histéricas glotonas compra lo todo, de las prostitutas como perdidas, de los hijos que odian a sus padres, del cuerpo femenino como campo de goce o de batalla”.

Vive y trabaja en Gent, Bélgica y San José, Costa Rica Su primera exposición la realiza en 1995 en la Galería Jacobo Karpio en San José, Costa Rica. Desde 1993 realiza numerosas exposiciones individuales y colectivas en Brasil, Cuba, México, Francia, España, República Dominicana, Chile, Venuezuela y Costa Rica entre otros. Obras suyas forman parte de colecciones en Museos y privadas. Entre ellos, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en España y Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica.

Priscilla Monge

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“Se Permuta” 1999 Karla Solano Radiografías, insectos, pergamino, audio, video, diapositivas. 11 x 6.30 metros


KARLA SOLANO 1971, San José, Costa Rica

Testimonio de artista Un nuevo latido; el fin de un siglo e inicio de otro; época de cambios, novedosas tecnologías digitales, internet, clonación, genética, exploración de nuevos mundos, etc.... Pero hacen estos sucesos mejor al hombre? Una raza que construye bombas para autodestruirse, extingue animales y crea nuevos en tubos de ensayo, contamina el ozono y tala los bosques, entre otras cosas. Una raza al mismo tiempo con la capacidad de dar amor, de crear belleza y con una sabiduría que le ha permitido desarrollarse más que cualquier otro ser. Mi cuestionamiento es ¿Podemos tener una permutación que nos convierta en entes más sensibles a las cosas positivas que tiene el hombre? ¿Podemos aprender de los seres que nos rodean y que viven en armonía con la naturaleza? La historia dice lo contrario, pero cada uno puede hace la diferencia.

Ha llevado a cabo estudios de diseño publicitario en la Universidad Veritas, Costa Rica y de fotografía en la Universidad de Costa Rica. Su obra ha formado parte de exposiciones colectivas en Costa Rica, Venezuela, Estados Unidos, Italia, Francia y Holanda desde 1993. La artista ha sido premiada como diseñadora y fotógrafa en algunas certámenes en Costa Rica desde 1993. En 1999 es parte de los proyectos “On (e) Line” Intercambio de artistas del mundo y “Art work nature”, con la GATE Foundation, La Halla, Holanda. Algunas de sus obras forman parte de colecciones públicas como el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo en Costa Rica y el Museo de Arte Costarricense.

Karla Solano

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“Pizarras-inmencionables” 1999 Priscilla Monge Tiza blanca sobre acrílico 34 x 3.10 metros


HERRAMIENTAS PARA CONSTRUIR EL TERCER MUNDO J o a q u í n R o d r í g u e z d e l P a s o

SALA I-B MADC

competir con las grandes potencias sin tener las herramientas financieras ni la organización social para lograr las metas.

Centrado en la crítica de la lente eurocentrista que se utiliza para catalogar y juzgar América, en su proceso toca el tema de la neocolonización y cuestiona a la vez los valores tradicionales de la pintura internándose en ella para jugar con imágenes ilusorias cargadas de ironía y censura. También en su serie de “flores” toca temas de sexualidad, amor, odio, competencia e incomunicación. Acude a medios diversos como el dibujo, la instalación, la fotografía o el video para montar sus comentarios críticos ante sus semejantes, como reproches desde el arte, a los desequilibrios de la sociedad y al arte mismo. El tema es no callar y apuntar sin tapujos lo que considera equivocado o tergiversado.

Ojos inquisidores de infantes indefensos se asoman inocentes por entre las endebles estructuras, reafirmando lo vulnerable del crudo y olvidado mundo que habitan. Miradas tristes que delatan corazones doblegados por el frío y la ignorancia, nos recuerdan que al igual que la porcelana o el vidrio que reemplazan el metal en martillos y serruchos, se resquebrajan con la presión y abuso del poderoso. Las estructuras de espuma acrílica refuerzan la metáfora de un porvenir con poca esperanza para el oprimido que es olvidado o menospreciado, al igual que los países en pujanza por desarrollarse. Ojos mal nutridos que parecieran clamar por un poco de alegría, estabilidad y educación adecuada que con el tiempo podrían vestirse de resentimiento y agresividad, pero que aún mantienen el brillo de la esperanza.

En esta muestra construye una atmósfera nítida y armoniosa con objetos de esencia utilitaria que por sus calidades endebles no les es permitido cumplir su cometido. Propone una situación de escepticismo, cuando no de velado pesimismo, al utilizar el recurso de sustituir los materiales originales de determinadas herramientas para trabajo constructivo pesado como martillos, serruchos y diversas estructuras de soporte y estabilidad, como andamios y escaleras, convirtiéndolas en objetos simbólicos de fragilidad e inoperancia. Formas de estudiada estética, pero inservibles, con imagen externa y proporción originales que pierden su razón de ser. La obvia inoperancia de estas herramientas escenográficas hablan de inutilidad, vulnerabilidad y riesgo, que al no funcionar, conforman una metáfora sobre un futuro incierto y peligroso en el lento proceso evolutivo de las comunidades del tercer mundo, carentes de adecuada estructuración política, social y financiera.

El artista tira la interrogante de cuando se van a encontrar las herramientas adecuadas y fuertes para mitigar las iniquidades en cuanto a clase, género, educación y una vida digna para todos sin excepción antes que el hambre y la impotencia generen mayor rebeldía, reclamo y delincuencia en la lucha insistente por sobrevivir en un túnel que se angosta con la marcha. Rolando Barahona Curador

Sociedades endeudadas tratando de construir un sistema de autosoporte con obstáculos como la pobreza, los desastres naturales, la desigualdad y el reto de 11

“Herramientas para construir el tercer mundo” 1999 Joaquín Rodríguez del Paso Instalación In-situ Estereofón, madera, vidrio y diapositivas 11 x 6.30 metros

“Se Permuta” 1999 Karla Solano Radiografías, insectos, pergamino, audio, video y proyección de imágenes 11 x 6.30 metros


S E - P E R M U T A K a r l a S o l a n o

SALA I-C MADC

naturaleza. La meta es buscar un híbrido más sensible a lo constructivo, a lo regenerativo, a la esencia noble de la existencia, el balance y la armonía.

El interés por el magnetismo mágico del cuerpo de los seres vivos se remonta al inicio de la humanidad. Hoy día el debate es la urgencia por descubrir los secretos para manipular el tiempo y la forma corpórea, al igual que la psicología busca liberar los conflictos y ansiedades. Artistas como John Copland o Robert Davis, continúan descubriendo nuevos matices en el proceso regenerativo del cuerpo, o como Karla Solano, que convierte tanto su masa corpórea, como la de otros semejantes, en lienzos de memoria abiertos a la experimentación en los poros, fisuras, marcas y estructuraciones bajo la cobertura que identifica su razón de existencia.

La artista juega con la satisfacción estética derivada de la metáfora, la imagen y las técnicas mixtas, que al unirse nos dan el potencial emotivo de las diversas matrices de la percepción, provocando colisión, fusión o confrontación en una experiencia estética. Matrices que entran en juego y generan emociones participativas en el espectador, según lo describe el búlgaro Arthur Koestler cuando habla del acto de crear. Con soltura e inventiva, Solano crea y juega con imágenes de su piel que capta indiscretamente, volteando sin timidez alguna, el lente hacia su propia desnudez. Acude a unir imágenes de osamentas humanas y animales en negativo o tipo rayos x, para conformar híbridos que propone con cualidades constructivas de ambos. Estos seres inventados las pone a dialogar entre sí, intercalados con insectos disecados y objetos como aretes o prensas.

La obra sensual y exploratoria de Solano cargada de la vibración que emerge del cuerpo vivo y fecundo, recuerda al poeta Paul Valéry “la cosa más profunda en el hombre es la piel”. Una exhaustiva exploración de los tejidos con imágenes que superan el hecho corporal. Un análisis que evoca la fuerte energía bajo piel, semejante a la escondida bajo las protuberancias y cavidades de la voluptuosa y energética tierra que habitamos. Obras plasmadas en pieles de animales como en la serie “El ciclo de la vida” 1998, en cuyo testimonio la artista dice “Una piel, un sentimiento y un recuerdo; unidos por puntadas en el hilo de la vida”.

Impregna de vibración y ritmo las imágenes que toma de su propio cuerpo descubierto, proyectándolas sobre superficies de papel traslúcido intencionalmente arrugado, con el fin de generar una dinámica de accidentes bruscos de contraste y distorsión. Una obra que nos detiene a pensar sobre la urgencia de rescatar la espiritualidad en las sociedades y vencer los instintos individuales de competencia destructiva.

En una instalación compuesta por grandes elementos colgantes, que nos recuerdan capullos o nítidos nidos traslúcidos, Solano nos presenta su inquietud constante por los enigmas de la genética. Con imágenes de torsos y cabezas por sobrepuestas apoya el deseo de que los humanos encuentren una solución a sus instintos destructivos y egoístas, proponiendo como alternativa la permutación del humano con diversos seres vivos como aves y otras especies nobles por 15

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Testimonio de artista

JOAQUIN RODRIGUEZ DEL PASO Costa Rica, 1961

Miles de seres humanos en una frágil situación de escepticismo, cuando no de velado pesimismo. ¿Qué recursos tiene un tercer mundo cargado de deudas y enormes necesidades? Sociedades apoyadas en cimientos inestables, la obvia inoperancia de “medios y estructuras” que por su vulnerabilidad parecen no funcionar... metáfora de un futuro difícil e incierto. Buscar las herramientas más adecuadas es un camino factible.

Entre 1983-87 realiza estudios en la Universidad de Costa Rica y entre 1988-1991 realiza una Maestría en Diseño Industrial en el Instituto Pratt de New York. Realiza su primer exposición individual en 1987 en el desaparecido espacio Jorge de Bravo en San José, Costa Rica. Desde entonces ha realizado múltiples exposiciones en: Taiwán, Holanda, Ecuador, Brasil, Cuba, Dinamarca, Perú, Portugal, España, Alemania, Estados Unidos, Venezuela, República Dominicana y Costa Rica. En 1999 presenta su trabajo en el Taipei Fine Arts Museum de Taiwán y con la Gate Foundation, Amsterdam, Holanda. Sus obras se encuentran en diversas colecciones en Francia, Taiwán y Costa Rica.

Joaquín Rodríguez del Paso.

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“Herramientas para construir el tercer mundo” 1999 Joaquín Rodríguez del Paso Instalación In-situ Estereofón, madera, vidrio y diapositivas 11 x 6.30 metros

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