Veo veo… ¿Qué ves? Hoy, los museos se han convertido en contextos abiertos que buscan llamar la atención de las personas y relacionarse con ellos de maneras menos tradicionales. Los museos miran al público y necesitan su participación activa, actúan como lugares de diálogo entre sociedades, que mezclan conocimiento, esparcimiento, recreación y cultura. Son espacios vivos de encuentro que reúnen los intereses de múltiples y diversos públicos, donde los objetos cobran otra dimensión desde el momento en que se interrelacionan con el espectador. El Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) no es la excepción, es una institución que cumple varias funciones: colecta, conservación, exposición, investigación, difusión y estímulo de las artes visuales y el diseño contemporáneo nacional, centroamericano e internacional, con énfasis en las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI. Entre las diferentes líneas estratégicas del MADC se encuentra la educación. Se busca brindar un servicio educativo con una oferta de actividades de mediación tendientes a la inclusividad entre obras de arte, objetos de diseño y los diversos públicos. Esto con el fin de facilitar la mejor experiencia a los mismos y acercar cada vez más a diferentes grupos de personas. Entre la aldea mágica y el mall ¿Cómo encontrar un museo? Sabemos que los museos existen, sin embargo, ¿qué tanto los visitamos? Tengo varios años trabajando en educación no formal en el MADC y siempre que llega un grupo se les pregunta si ya conocen el museo, además, qué otros museos conocen y qué esperan encontrar aquí. La respuesta de la mayoría se refiere a esta como su primera visita, algunas personas dicen conocer otros museos, otras ninguno. ¿Por qué es tan difícil que las personas se acerquen a estos espacios? Los museos parecen estar presentes en nuestro imaginario, pero si nos preguntan en la calle dónde se encuentran y qué hay en ellos, ¿cuál sería mi respuesta? Una consideración a tomar en cuenta es valorar la importancia de los museos y averiguar sobre la existencia de alguno en mi comunidad. De encontrar alguno, consultar qué es lo que se exhibe y si me identifico con ello. En algunas ocasiones ubicamos más fácilmente un banco, un mall, o un restaurante antes que un museo, ¿cómo encontrarlos? ¿Qué tan cerca de una aldea mágica o de un mall se encuentran los museos en mi vida cotidiana? Este libro busca, en primera instancia, acercar a los públicos a visitar los museos como espacios de aprendizaje y disfrute. Su
4
portada es clara, un mapa de ubicación del MADC, ya que si nos preguntan de dónde obtuvimos esta publicación, sería más fácil responder y no tendremos excusa para olvidar el camino de regreso al mismo. Tocar con los ojos, mirar con las manos… “El niño es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve (ya que no posee aún capacidad de discriminación).” Sartori, 1889 Veo veo… ¿qué ves? es una canción parte de un juego diseñado para aprender a mirar, que se utiliza con los niños en sus primeros años de vida. “Mi primera visita al MADC” plantea justamente eso, favorecer el encuentro con el arte contemporáneo de personas a edad temprana, que se constituye como primera infancia. Este período de la vida que llega hasta los seis años de edad, establece las bases del futuro desarrollo humano; es una etapa que debe proveer de estimulación a través del juego y el disfrute para obtener múltiples aprendizajes. De esta forma, las experiencias positivas que hayan adquirido los niños, van a favorecer su deseo de aprender a lo largo de su vida. Los adultos tenemos una expectativa sobre los niños que formamos y las decisiones que se tomen van a marcar a estas personas para toda su vida. Por tanto, ¿qué tipo de adultos queremos formar? ¿Qué información queremos que consuman? ¿Qué lugares queremos que recuerden? y ¿por qué? ¿Queremos que las personas que formemos posean hábitos que nosotros como adultos no hemos fomentado? En este texto se parte de preguntas que son valiosas en la medida que nos hagan reflexionar sobre el papel que jugamos en la vida de los niños, aunque quizá sean demasiadas interrogantes para un texto tan corto. Es de nuestro interés pensar sobre las experiencias que les estamos facilitando a las nuevas generaciones. Queremos que aprendan a mirar a su manera, que encuentren su manera de mirar. ¿Cómo adultos sabemos mirar? ¿Sabemos enseñar a mirar? El libro contiene una historia del recorrido que realizan dos personajes, un niño y una niña que visitan el MADC por primera vez. Ellos recorren los espacios y se sumergen en las obras, cada una como una aventura distinta en su universo de juego. Se quiere mostrar que el visitante a un museo se construye no solo como espectador sino como actor, como parte de la propia obra. Además, el libro posee una parte en blanco, para que se complete con la percepción del visitante al Museo.
Nuestro reto como educadores en museos, es el de enseñar a ver y hacer con la cabeza, no solo con las manos; al tocar con los ojos y mirar con las manos. Por tanto, es de nuestro interés diseñar y poner en práctica acciones educativas en esta línea, a raíz del impacto que las imágenes tienen en la vida de las personas. El objetivo del Departamento Educativo es contribuir a un cambio social a través de la sensibilización de los más pequeños con el arte, como parte integral en sus vidas. La educación nos compete a todas las personas, ya que todos somos consumidores de información y aprendemos del entorno. El papel de los adultos consiste en brindar a las personas de más corta edad, herramientas para descubrir ese universo del arte y sus significados, por medio de la utilización del libro y de la visita a los museos. En términos generales, los adultos pueden tener varios roles al ser observadores, participantes y compañeros en el descubrimiento del arte y sus diversas manifestaciones.
Se quiere recalcar la importancia de fomentar la conciencia entre padres, encargados de cuido y docentes del desarrollo y aprendizaje de los niños, al aprovechar al máximo las actividades e interacciones cotidianas. Asimismo, brindar herramientas para respaldar sus relaciones con ellos y fortalecer su amor propio. Los adultos deben animar el desarrollo de disposiciones positivas para aprender, teniendo en cuenta que son los primeros mediadores entre los niños, el mundo y sus significados. Contexto Actualmente, vivimos en una época donde la información circula de manera inmediata en distintas direcciones, y los avances tecnológicos adquieren gran importancia en medio de la era de la globalización. Por tanto, el ámbito educativo debe proveer propuestas que contrarresten el individualismo y deseo de consumo, que más bien nos ayude a detenernos y pensar de manera más crítica. Es por ello que se debe trabajar en el fortalecimiento de la educación, como instrumento básico para superar desigualdades y pobreza, en pro de la igualdad de oportunidades.
Mi primera visita al
En el libro se utiliza una metodología orientada a favorecer un conocimiento personal e inductivo, con el fin de que sean los niños quienes poco a poco vayan realizando el recorrido, adentrándose en las obras y desentrañando sus significados, a través de los distintos elementos que se encuentran en las ilustraciones. Las obras en las que este recorrido se detiene forman parte de la Colección del MADC, y constituyen, por tanto, una oportunidad de acercarse al patrimonio material que alberga y forma parte de la identidad de la institución. La propuesta se apoya en la observación como mecanismo de construcción de ideas e hila la historia a partir de las imágenes del libro. Además, esta publicación intenta acercar al niño a vivir la historia. Aquí es importante la educación psicomotriz, que tiene como propósito la adquisición y desarrollo de la capacidad de percepción del espacio y tiempo, partiendo de la toma de conciencia y control del propio cuerpo. El espacio y el ambiente del museo es el lugar que motiva e invita a crear y descubrir contenidos, estimula la exploración y el desarrollo de la imaginación como principio de aprendizaje, y como punto de partida para interpretar las obras de la Colección del Museo. Del mismo modo, es muy valioso el registro de la experiencia de la visita al Museo y rellenar las páginas en blanco como representación del pensamiento de los participantes. La documentación de la visita funciona como herramienta para hacer conscientes a los padres de familia o encargados de cuido, de las experiencias de los niños. A la vez, permite a los docentes entender de manera más amplia a sus estudiantes y evaluar su propio trabajo como facilitadores y mediadores de la información.
Los espacios de educación no formal se convierten en herramientas de trabajo ante esa desigualdad, que son creadas como incluyentes a los distintos públicos. El aporte de esta área en los museos permite enseñar a mirar más allá de lo evidente y desarrollar cuestionamientos a partir de la lectura de lo que exponen: objetos, videos, audios, entre otras. El acercamiento temprano a los espacios museísticos y sus programas educativos puede hacer la diferencia en los futuros adultos, que crecerán cargados de estímulos. Se intenta, desde el quehacer de este museo, formar una nueva generación que piense en los demás como parte de sí mismo. Aún nos hace falta mucho por hacer y la comunicación de la existencia de estos espacios y sus programas educativos es una tarea por completar.
Bibliografía Sartori, G. (1998). Homo videns: La sociedad teledirigida. Taurus: Buenos Aires.