02_créditos
Esta publicación se realizó como memoria de la exposición D’aquí: Ensayo para la construcción de una colección de diseño la cual se llevó a cabo en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica, del 03 de octubre al 23 de noviembre, 2013 en las Salas 02, 03 y 04. D’aquí: Ensayo para la construcción de una colección de diseño Coordinación y curaduría: Fiorella Resenterra • Valeria Rodríguez Díaz • Daniel Soto Morúa Comité asesor: Manfred Araya • Paco Cervilla • Eduardo Chang • María José Chavarría • Claudio Corrales Alfredo Enciso • Andrés Fernández • Donald Granados • María Enriqueta Guardia • Marco Guevara • José Alberto Hernández Silvia Kruse • María José Núñez • Hugo Pineda • Rocío Quilis • Luis Fernando Quirós • Adriana Ramírez • Karina Salguero Moya Mayela Solano • Carlos Villalobos (†) Investigación y textos: Fiorella Resenterra • Valeria Rodríguez Díaz • Daniel Soto Morúa Colaboraron: Juan Manuel Betancourt • Alfredo Enciso • Andrés Fernández • Proyecto de Talleres Artístico Culturales con Personas Portadoras de Tradición, del Programa Cultura y Educación, de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud • Rocío Quilis • Luis Fernando Quirós • Adriana Ramírez • Karina Salguero Moya • Henry Vargas Museografía: Fiorella Resenterra • Valeria Rodríguez Díaz • Daniel Soto Morúa Diseño gráfico: Valeria Rodríguez Díaz • Daniel Soto Morúa Ilustraciones e infografías: Manfred Araya • Claudio Corrales • María José Da Luz • Gabo Atelier (Gabriel González) Holalola (Priscilla Aguirre y Walter Calienno) • Juan Gabriel Madrigal • Valeria Rodríguez Díaz • José Pablo Román Daniel Soto Morúa Fotografías: Adriana Artavia • Victoria Cabezas • Pablo Cambronero • Carlos Céspedes • Alfredo Enciso María Laura Méndez • Valeria Rodríguez • Daniel Soto Morúa • Jose Tenorio
02 06 12 13 14 14 15 16 16 17 18 19 20 21 21 21 22 22 23 24 26 26 28 28 29 30 31 31 31 32 33 34
Créditos de la muestra Textos MADC: D13 - D’aquí Los objetos, un ejercicio de diseño Sala_02 Huevera Anafre Vasos de casco y media luna Vajilla de loza o peltre Café Chorreador de café Cómo hacer café chorreado Chorreador 2.0 - Plex Studio Chorreador Nuevas costumbres Luz de Piedra Maíz Metate Moledor de granos Prensa Nuevas costumbres - Luz de Piedra Comal Rejilla Un embalaje sostenible - el tamal Olla tradicional y recetas Cacao Molinillo Cuchara tradicional Pataconera Los patacones Sala _03 Alcancía de cerdo Ladrillo Bolsas de agua Juegos tradicionales Revista colectiva Ilustraciones - Pupila Estudio
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Corredores Mecedora Mandarina- Ideamateria Barco de papel - Ktú Mecedora Jérwö - Buáwa Banca encuentro - Rodolfo Morales Maceta y macetero Escobas (redonda y plana) Cabuya Textiles boruca Weekender bag - Autóctono Jaba Chonete / patrón del chonete Machete y vaina Garabato Carreta La luna sobre Sarchí- Las Bordadoras Botas Zapatos Splitt Espuma para buses - Ghiselle Jiménez Carritos ambulantes Raspahielo - vasito de copos Mismas caritas - Alfonso Vega “Pocho” De la moda lo que te incomoda La Nigüenta Sala_04 Proyecto Mr. Masking Proyecto Guachi Proyecto Pollo Texto: “D´aquí” Introspección para reconocernos” Activades educativas Referencias Créditos MADC Agradecimientos
4_Sala 03
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“Los objetos son extensiones del cuerpo y del espíritu de sus usuarios y, por ello, desempeñan funciones importantes de representación de la identidad.” Fátima Pombo, 2007 El deseo de las mañanas
Sala 03, MADC. Fotografía: MADC (Adriana Artavia)
06_Texto
“En nuestra vida
los objetos
son mucho más que meras posesiones materiales. Nos hacen sentir orgullosos, no porque hagamos ostentación de nuestra riqueza o nivel social, sino por el sentido que dan a nuestra vida.” Donald Norman, 2005 El diseño emocional. Por qué nos gustan (o no) los objetos cotidianos
D’13 - D’aquí
Ensayo para la construcción de una colección de diseño
En esta oportunidad, D’13 presenta el proyecto “D’aquí: Ensayo para la construcción de una colección de diseño”, con el objetivo de articular dos ejes: por un lado, repensar la estructura y pertinencia de la Colección de Diseño del MADC en la actualidad y, por otro, revisar las posibilidades del diseño como práctica profesional y cultural de alta incidencia en las sociedades contemporáneas. Ambos por medio del estudio, colecta y exposición de objetos de diseño local y de uso habitual de los costarricenses. El primer eje surge de la inquietud por gestionar de forma responsable el patrimonio que tutela el Museo, una colección heterogénea de obras de arte y diseño contemporáneo que supera las 700 piezas. Específicamente, la Colección de Diseño es el único acervo de esa naturaleza de carácter patrimonial y público del país, un compendio diverso y modesto que tiene el potencial de convertirse en un laboratorio de estudio y referencia. En esa línea, el proyecto pretende -en colaboración con la Junta Nacional de Curadorescuestionar qué objetos de diseño deberían conformar la Colección, definir porqué es importante adquirirlos, conservarlos, estudiarlos, exponerlos y difundirlos; además, establecer cuál es su vínculo con el MADC y la comunidad local e internacional. La segunda arista es situar al diseño no como un proceso cosmético o un artículo de lujo, sino como una práctica cultural diversa y de gran repercusión dentro de los imaginarios colectivos, un instrumento de representación social, así como una herramienta para crear los espacios, objetos, procesos y condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo sostenible. Así, la exhibición de objetos reta a los diseñadores costarricenses -como posibles agentes de cambio-, a que contemplen y reflexionen en su ejercicio profesional la formulación de soluciones creativas y proyectos de investigación, a partir de la valoración y revisión de lo cultural local/global.
Como resultado de la combinación de estas aproximaciones transversales -y gracias a la colaboración de la comunidad de amigos del MADC en Facebook y a un comité asesor multidisciplinario invitado- el Museo expone esta muestra como un plan piloto, un ejercicio de reconocimiento de algunos objetos de diseño, con los cuales los costarricenses nos sentimos vinculados, identificados o representados y que,por sus características formales, funcionales y simbólicas conllevan un potencial valor patrimonial. Quizá, algunos de ellos no fueron diseñados o construidos originalmente en Costa Rica, pero de una u otra manera, han sido apropiados, resemantizados o reutilizados según las necesidades locales. En otros casos, más allá del objeto de diseño, se resaltan las prácticas culturales vinculadas a la utilización de los mismos, o bien, los materiales específicos que se han empleado para su construcción. Paralelamente, se presentan algunos ejemplos de diseñadores contemporáneos, quienes han realizado una propuesta novedosa -la relectura formal o funcional- de objetos tradicionales como las mecedoras, los banquitos de madera, el chorreador de café, la carreta típica, entre otros. Finalmente, dentro del guión expositivo se incorporan tres proyectos de investigación -muy diferentes entre sí- que abordan el tema de la tipografía, lo icónico y lo vernáculo del diseño gráfico costarricense; Proyecto Pollo de Juan Manuel Betancourt, Proyecto Guachi de Julián Mora y Mr. Masking de Alfredo Enciso. Lejos de pretender ser una investigación profunda de los contextos de cada uno de los objetos, la exhibición es una apuesta arriesgada por aproximarse -mediante una revisión panorámica- al estudio de los objetos cotidianos como acervos de diversidad. En la medida en que el Museo se convierta en un contenedor de objetos significantes, portadores de representación, valores e identidad, este adquirirá un puesto importante en la tarea de formar. Resulta necesario acercar nuevos públicos, que se sientan integrados en los espacios a través de guiones interactivos y lecturas abiertas, invitarlos a que contemplen las colecciones, comparen los objetos que se presentan -tanto entre ellos como con los de su diario vivir-, dejarlos que interpreten según su criterio y finalmente que comprendan los mensajes que se quieren emitir. El hecho de actuar como un auténtico soporte de la memoria de un país que está (re)construyendo su identidad es un paso significativo en el avance social. Fiorella Resenterra - Valeria Rodríguez - Daniel Soto Museo de Arte y Diseño Contemporáneo San José, agosto, 2013
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El Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), a través de su programa Diseño 13 (D’13), busca estimular, investigar y difundir el diseño local como patrimonio cultural y como industria creativa. En este sentido, D’13 es un espacio dinámico, diverso y abierto, que busca reflexionar sobre diferentes temas de interés. Abarca conversatorios, capacitaciones, investigación, exhibiciones y proyectos de diversa índole; gestionados totalmente por el Museo o en conjunto con otras iniciativas públicas y privadas.
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un ejercicio de diseño Hablar de objetos es hablar de la cotidianidad misma. Los objetos articulan de forma invisible un universo de significaciones, son un registro -a veces imperceptiblede la relación del hombre con su entorno, con aquello que le es familiar, próximo. Llonch y Santacana (20121) mencionan que “el valor que atribuimos a un objeto es a veces muy subjetivo” (p. 15), por lo que, si se quisiera establecer la relevancia de alguno para la sociedad, sería pertinente llevar a cabo una valoración desde distintas perspectivas. Se deben reconocer los objetos por sus atributos funcionales (ergonomía, seguridad, calidad ecológica, durabilidad, capacidad de estímulo emocional, etc.), formales (estilo, composición, forma, ritmo, color, texturas y ornamentación) y simbólicos; además considerar una serie de factores que aseguren su pertinencia en la construcción de un imaginario material. Un objeto puede trascender lo tangible mediante nuevos usos particulares y propios o bien, resemantizaciones. El lugar de origen o su apropiación resulta fundamental para enfatizar lo autóctono y regional, la relación con los conocimientos y modos de uso arraigados en la vida de las comunidades, la conexión que tenga con celebraciones, rituales y prácticas de la vida social, así como su contribución para el desarrollo de formas de expresión cultural tales como manifestaciones literarias, musicales, gastronómicas, artesanales, visuales, escénicas y lúdicas. Por lo tanto, el valor histórico, científico, religioso, cultural y político que pueda tener un objeto, significa un aporte relevante para el estudio y representación de la etnografía local, regional y nacional. Es a través de la adquisición, apropiación y uso de los objetos (de nuestros objetos) que existe una posibilidad de reconocerse, diferenciarse -e incluso- de representarse 1 Llonch, N. & Santacana, J. (2012). Manual de didáctica del objeto del museo. Asturias: Ediciones Trea.
como individuo o en el marco de una colectividad. En palabras de Krippendorff, “lo que una cosa es para alguien se corresponde a la suma total de sus contextos imaginables”(Krippendorff, 1989, p.132). Los objetos son por lo tanto, una expresión de la diversidad humana en donde se concretan especificidades territoriales, temporales, simbólicas y su vínculo entre lo local y lo global. Si hace 100 años una familia promedio tenía en sus hogares un aproximado de 500 objetos (utensilios, electrodomésticos, muebles, otros); hoy en día, esa cifra supera los 3000 (equipo electrónico, software, menaje, otros) (Cooper y Press, 2012, p.233); muchos de los cuales son el resultado de un ejercicio de diseño. Son el producto de un proceso creativo que atiende a las necesidades experienciales, físicas, psíquicas y cotidianas de los individuos y la industria. “La palabra diseño deriva de designio, intención, que a su vez procede de la palabra seña” (Zimmerman, 20114); sin embargo, su uso y abuso se ha ampliado y en la actualidad se utiliza tanto para explicar un proceso, como para señalar la forma de una cosa, una experiencia o para referirse a un resultado. Este uso indistinto se debe en parte a que proyectar, planear, crear y probar son actividades propias del diseño y componentes de todo acto humano; no obstante, no todo es DISEÑO. Algunos autores describen la aparición de la imprenta de Gutenberg en 14555 como un antecedente decisivo en la disciplina del diseño, gracias a las posibilidades que ofreció esta tecnología para reproducir textos e imágenes en serie. Años más tarde, con la Revolución Industrial, el diseño adquirió protagonismo debido a la necesidad de diferenciar los productos hechos en masa. 2 Krippendorff, K. (1989). On the Essential Contexts of Artifacts or on the Proposition That ‘Design Is Making Sense (of Things). Design Issues 5, 2. 3 Cooper, R. & Press, M. (2003). El diseño como experiencia. El papel del diseño y los diseñadores en el sigo XXI. Barcelona: Gustavo Gili. 4 Zimmerman,Y. (2011). El diseño como concepto universal. Reflexiones sobre la vida de una palabra. (Versión de Universidad de la Costa). Recuperado de www.cuc.edu.mx/v87Xd98fc23/index.php?app=core&module=attach&section =attach&attach_id=22008 5 En 1455 que se culminó la impresión de la primera Biblia de 42 líneas.
El profesional en este campo requiere de formación y criterios específicos que le permiten generar proyectos formales, funcionales, eficientes y seriados a la medida de las necesidades, del usuario, del medio ambiente y de toda la cadena productiva. Además, debe contemplar que una vez que acabe la vida útil del producto, este pueda ser reciclado o desechado sin generar un impacto negativo en el ambiente. El diseño como concepto ha sido erróneamente reducido al esfuerzo por embellecer la apariencia externa de las cosas o bien vinculado al lujo. Por el contrario, Munari explica que el lujo no es un problema de diseño ya que este puede ser el resultado negativo de utilizar materiales costosos que no mejoran la funcionalidad; en otras palabras, del triunfo de la apariencia sobre la función (Munari, 1981, 36). Además, en un buen diseño lo formal no es protagónico sino que constituye un factor entre muchos otros como lo son el productivo, el constructivo, el económico y quizás también el factor simbólico (Maldonado 1958, citado en Dagmar, 2003, p.67). Ana Calvera, coincide en este tema y amplía; 6 IDEM 7 Maldonado, T. (1958). Nuevos desarrollos en la industria y en la formación del diseñador de productos. En Dagmar, R. (Ed.), El diseño de productos no es arte. El aporte de Tomás Maldonado al surgimiento de un nuevo perfil profesional (p.6). Stuttgart: HFG-Archiv /Ulmer Museum.
“… El diseño no es una actividad final, arte-finalista, ni se ocupa de dar forma y apariencia estética -eso era estilismo en buena teoría del diseño-, sino un proceso complejo que participa en la decisión de un producto desde su misma esencia, desde el planteamiento inicial.”(Calvera, 2007, p.198) En la actualidad, el diseño se manifiesta de manera simbólica en la construcción de sentido, identidad y pertenencia. Tiene la capacidad de mediar conocimiento, así como contribuir a la elaboración de experiencias emocionales, sensoriales e intelectuales de los individuos. Además, como industria creativa, se ha convertido en un aspecto central de la economía mundial y los diseñadores en verdaderos agentes de cambio. Alrededor del orbe se continúan gestando proyectos para estimular, fortalecer y validar la innovación y la creatividad desde el enfoque del diseño con el propósito de alcanzar el desarrollo sostenible.
Fiorella Resenterra Valeria Rodríguez Díaz Daniel Soto Morúa San José, agosto, 2013
8 Calvera, A. (Ed.). (2007). De lo bello de las cosas. Materiales para una estética del diseño. Barcelona: Gustavo Gili.
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En esa misma época, en 1919, se fundó la Bauhaus en Weimar,Alemania, escuela en la cual se sentaron las bases de la especialidad del diseño -específicamente del gráfico e industrial- muchas de las cuales continúan vigentes. Actualmente, el diseño es una práctica transdisciplinar, compleja y diversa en la que se conjugan aristas culturales, tecnológicas y económicas. También se puede entender como un elemento de innovación en los productos, en el mercado, en los procesos y la organización. Es a la vez, una disciplina que tiene el potencial de generar ingresos, empleo, promover la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano.
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Sala 03, MADC Visitantes recorren los espacios del Museo durante el último Art City Tour del año
Fotografía: MADC (Adriana Artavia)
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SAla_02 Huevera Anafre Vasos de casco y media luna Vajilla de loza o peltre Café Chorreador de café Cómo hacer café chorreado Chorreador 2.0 - Plex Studio Chorreador Nuevas costumbres- Luz de Piedra Maíz Metate Moledor de granos Prensa Nuevas costumbres - Luz de Piedra Comal Rejilla Un embalaje sostenible - el tamal Olla tradicional y recetas Cacao Molinillo Cuchara tradicional Pataconera Los patacones
Fotografía: MADC (Adriana Artavia)
Huevera
Materiales: plástico (clasificación específica varía según fabricante) Lugar de fabricación: Costa Rica Fotografía (1): MADC (Valeria Rodríguez) Dimensiones: 9x20x20 cm
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Fotografía (2): Victoria Cabezas Título: Rincón en cocina Técnica: Ampliación digital de negativo en color Dimensiones: 48x34 cm Año: 1985
(2) Esta estructura fue diseñada para transportar y almacenar de manera temporal los huevos. El plástico con el que se fabrica permite proteger el contenido (absorbe cierta cantidad de energía en un posible impacto) y propicia el ahorro de desperdicios que producen las cajas de cartón de las hueveras. (1)
Anafre
Materiales: varilla de hierro, ladrillos recubiertos de cemento chorreado y pintados con ocre y lata galvanizada pintada con spray Lugar de fabricación: Costa Rica Dimensiones: 25x25x25 cm Fotografía: MADC (Daniel Soto) Es uno de los sustitutos del fogón; sin embargo, ha sido reemplazado por la plantilla eléctrica y la de gas. En muchas casas aún funciona como equipo de emergencia para cuando no se dispone de energía eléctrica. Posee una altura no mayor a 30 cm y el funcionamiento es muy sencillo. Adentro contiene ladrillos de barro para que no se reviente ni resquebraje cuando se calienta.
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Asimismo, su nombre se utiliza para referirse de manera jocosa y despectiva a algún objeto muy viejo: “ese carro es peor que un anafre”, o “ese anafre que anda manejando”. Este objeto fue elaborado por Ramón Leitón, hijo del famoso fabricante de anafres del mismo nombre, habitante de la Colonia 15 de Setiembre y retocado en el taller del MADC.
Vasos de casco y media luna Materiales: vidrio Lugar de fabricación: Costa Rica (Cartago, originalmente), México y China (actualidad) Dimensiones: 6Ø cm (altura variable) Fotografía: MADC (Daniel Soto)
Vasos de casco Se les llama “vasos de casco” a aquellos que tienen el dibujo de una herradura de caballo en su reverso y poseen la particularidad de ser hechos utilizando un solo molde. En Costa Rica se fabricaron durante 38 años aproximadamente; sin embargo, se han descontinuado por otro tipo de ofertas mejoradas en el mercado. Algunas personas creen que los vasos de casco funcionan como una especie de amuleto por lo que los colocan en altares religiosos para pedir por una intención o plegaria (Zeledón, 20001). Vasos de media luna De igual forma, los de “media luna” tienen esta figura en la base y su nombre se debe a la marca que los fabrica. Es frecuente encontrarlos en sodas, bares, cantinas y restaurantes por lo que conforman parte de la cristalería popular.
1 Zeledón, E. (2000). Leyendas costarricenses. Heredia: Editorial de la Universidad Nacional.
Vajilla de peltre o loza
Materiales: metal (aluminio o peltre*) recubierto de loza** Lugar de fabricación: Inglaterra (originalmente), China, México y Perú (actualidad) Dimensiones: variables Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
Actualmente, la vajilla de loza que se utiliza en Costa Rica se produce en el extranjero, los colores más comunes son blanco con decorados florales y frutales, o azul con puntos blancos. A pesar de que no funciona en el microondas, esta vajilla permite la cocción de los alimentos sin pegarse y rápidamente a baja temperatura, por lo que ahorra energía. Su superficie no es tóxica (mientras no esté pelada), no se quema, no absorbe olores y es de fácil limpieza. Aunque no se pueden reciclar, es común reutilizar estos objetos como floreros, macetas y adornos. * Peltre: aleación de cobre, plomo y estaño, de acabado brillante similar a la plata pero más económico. ** Loza: esmalte inorgánico vítreo cocinado al horno.
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De origen inglés, los utensilios de loza son comúnmente utilizados en todo Iberoamérica. El proceso de enlozado consiste en pulir una pieza de metal y luego esmaltarla (vitrificarla) al horno para protegerla y que no se oxide. Este método de fabricación es sencillo, económico y si el objeto se trata con cuidado, puede tener un ciclo de uso prolongado. La utilización de este material se remonta a la época romana en la cual se construían acueductos de peltre.
Café Grano de oro Aproximadamente, en el año 575 d.C. se descubrió el grano de café en la zona de Abisinia (actual Etiopía, África), pero no fue sino hasta 1720-1723 que los colonos franceses lo llevaron a la isla Martinica en las Antillas, y de ahí se expandió a Latinoamérica (ICAFE, 20111). El origen de la palabra palabra proviene del vocablo árabe “kahwah” (cauá) el cual llegó a América a través del vocablo turco “kahweh” (cavé). Posteriormente, conservó su raíz y se transformó en la palabra café (Vega, 20052). Según Vega3, el café llegó a Costa Rica a finales del siglo XVIII y se difundió en Cartago, donde se utilizó en jardines y macetas. Fue cerca de 1809 que se sembró el primer cafetal en San José (ubicado a 100 metros norte de la Catedral Metropolitana en el cruce de la Avenida Central con calle cero, frente a la actual Librería Universal) y tuvo por dueño al sacerdote Félix Velarde (primer cura párroco de Escazú). Luego de la Independencia (1821) el café se posicionó como el producto que generaría el desarrollo económico y social de Costa Rica (primer país en establecer la industria cafetalera en la región centroamericana), de ahí la denominación “grano de oro”. Según el Instituto de Café de Costa Rica4, para 1840 participaban en la exportación de café entre 5.000 y 10.000 carretas, las cuales obligaron al Gobierno a establecer un reglamento de regulación para alivianar el tráfico. En la vida cotidiana de los costarricenses, la tradición del café trascendió lo gastronómico y hoy es un fenómeno de vinculación social.
Chorreador de café
Materiales: madera (por lo general nacional) y bolsa de tela (algodón, franela o manta) con alambre Dimensiones: 25x14x12 cm Lugar de fabricación: Costa Rica Taza Yodo Marca: Arteria ® Diseño: Carlos Mena - Eugenie Murillo Dimensiones: 10x8Ø cm Año: 2011 El chorreador es un dispositivo diseñado para que, al vertir agua caliente sobre café molido, caiga en un recipiente externo una bebida de gran sabor, lista para consumir. De acuerdo a sus acabados o tipo de fabricación, se puede categorizar como producto industrial o artesanal; no obstante, lo significativo del mismo es su sencilla usabilidad y alto significado cultural para los costarricenses. Asimismo, su diseño y uso de pocos materiales lo convierten en un objeto amigable con el ambiente -ya que una vez hervida el agua- no requiere electricidad, es reciclable y al ser muy duradero, propicia el ahorro de recursos. 1 Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE). (2011). Más de 200 años de historia… Recuperado de www.cafedecostarica.com/esp/historia.html 2 Vega, P. (2005). Historia del consumo del café en Costa Rica. (1840 – 1940). San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica 3 IDEM 4 Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE). (2011). Más de 200 años de historia… Recuperado de www.cafedecostarica.com/esp/historia.html
* A este tipo de chorreador se le llama “viajero”, pues sus partes se pliegan para cerrarlo y poder transportarlo con facilidad.
Café chorreado
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Infografía: Manfred Araya ¿Cómo hacer café “chorreado”? Fuente: Daniel Soto Morúa Año: 2013
• Seleccione un café de molienda media para obtener un balance entre la fibra (broza) y la bebida. • Para obtener un mejor sabor, es preferible moler los granos de café antes de hacer cada preparación.
• Caliente agua en un recipiente, pero que no exceda los 95ºC ya que esto rompe los aceites del café y varía su sabor ideal.
• Vierta la cantidad de café molido que va a preparar (preferiblemente 15 gr. por taza de agua) y déjelo reposar de 2 a 4 minutos.
• Coloque la bolsa de tela en el chorreador -preferiblemente húmeda- y debajo la taza para servir el café preparado.
• Transcurrido el reposo, vierta despacio y con suaves movimientos circulares, la mezcla en la con el fin de que el proceso sea uniforme.
• Beba mientras esté caliente. • Se puede agregar al gusto canela en astilla mientras se prepara la bebida (paso 3), o bien, clavo de olor (paso1).
Chorreador 2.0
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Marca: Plex Studio Diseño: Mario Ramírez Producción: David Meléndez Materiales del producto: plástico ABS, acero inoxidable calibre 20 Materiales del empaque: cartón corrugado Dimensiones: 30x11x20 cm Año: 2007 Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
Plex Studio es la empresa que diseñó esta reinterpretación del chorreador de café, la cual busca evidenciar el desarrollo tecnológico e industrial del país sin dejar de lado la esencia cultural que lo caracteriza. Para producir este objeto industrialmente deben intervenir seis personas en el proceso, y para que el mismo sea rentable deben elaborarse al menos mil unidades. Tiene una vida útil de mínimo cinco años, -aunque con los cuidados respectivos puede prolongarse- y posee la ventaja que al eliminarse, los materiales son 100% reciclables, por lo que su calidad ecológica es muy alta.
Plex Studio es una empresa joven fundada en 2010, ubicada en San José que se dedica -entre otros serviciosal desarrollo de productos de diseño industrial nuevos y tradicionales. El proceso metodológico forma parte esencial de su día a día, allí se investiga, desarrollan conceptos, modelos 3D, prototipos y dibujos técnicos hasta llegar a la producción final.
Chorreador Nuevas costumbres, set de desayuno
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Serie: “Stagno-Meléndez-Letelier” Diseño: Pietro Stagno y Luz Letelier Ebanista: Carlos Meléndez Materiales del producto: madera ensamblada, no adherida Dimensiones: 30x17Øx23 cm Año: 2012 Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
Este chorreador es una creación de Pietro Stagno y Luz Letelier en colaboración con el ebanista Carlos Meléndez y es parte de un conjunto de tres piezas llamado “Nuevas costumbres, set de desayuno” (prensa para tortillas, chorreador y huevera). En una entrevista realizada por Luis Fernando Quirós1, ambos diseñadores comentaron que el desayuno es un momento importante en la cultura costarricense (se toma el café, se come gallopinto, tortillas, se leen noticias, etc.) por lo que decidieron plantear este objeto para ese espacio cotidiano.
1 Quirós, L. (2012, 09 de noviembre). Luz Letelier y Pietro Stagno: Diseño de Productos. Experimenta Magazine. Recuperado de www.experimenta.es/blog/ tags/luz-letelier
Con ese fin, se valieron de la experiencia de Meléndez y utilizaron la tecnología CNC (Control Numérico por Computadora (ver página 38), la cual permite precisión y eficiencia en la producción,mediante comandos programados a través de un software. El resultado, objetos funcionales, fáciles de transportar y económicamente accesibles que promueven el rescate de las prácticas tradicionales. Letelier y Stagno son arquitectos y juntos conforman la firma Luz de Piedra, un estudio de arquitectura tropical contemporánea que desarrolla proyectos de diseño comprometidos con la sostenibilidad.
Maíz Un universo de objetos de diseño La presencia en influencia del maíz en las culturas latinoamericanas ha sido altamente significativa y se remonta a 7.000 años a.C. aproximadamente. En varios sectores de la economía mudial, es el cereal que ha tenido mayor protragonismo durante el siglo XX y en los inicios del XXI. Actualmente, en los países industrializados se utiliza para la alimentación del ganado (forraje), como materia prima para la fabricación de alimentos procesados y recientemente, para la producción de etanol industrial (aunque desde tiempos ancestrales se fermenta para elaborar chicha y chicheme, bebidas alcohólicas). En América Latina y, cada vez más en países africanos, un gran porcentaje del maíz se destina al consumo humano y ha sido un factor alimenticio de sobrevivencia (Serratos, 20091). En Costa Rica, por su parte, el significado del maíz ha sido importante, se cuenta que fue Sibö, principal divinidad de la mitología talamanqueña, quien trajo las semillas de debajo de donde nace el sol y las sembró en SuLáyibi, donde brotaron como bribris y de ahí descendieron todos los clanes (Fonseca, 2003, 1952).
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Por estas razones, no es de extrañar la cantidad y diversidad de objetos funcionales que se han creado a su alrededor; algunos, al igual que las recetas, provienen de la época precolombina y han tenido pocas o nulas variantes, como el caso del metate; otros se han convertido en complejas herramientas industriales.
Metate
Materiales: piedra volcánica Infografía (1,2,5): MADC (Daniel Soto) Infografía (3,4): José Pablo Román Investigación: Daniel Soto Colabora: Henry Vargas El metate es parte del legado precolombino y es -sin dudauno de los utensilios más representativos y significativos de la cultura indígena. Su palabra proviene del náhuatl metatl y su origen está en el Valle de Tehuacán, Puebla, México, hacia 4000 a.C (Sedó, 2008, p.1563). Es una pieza que marcó significativamente el desarrollo de la gastronomía costarricense y que aún se utiliza con frecuencia; especialmente en aquellas zonas en las que la tradición indígena aún tiene presencia, como los sitios de influencia chorotega, en San Vicente y Guaitil de Nicoya, por citar algunos. A pesar de no ser considerado un diseño industrial, es remarcable su forma simple, empleo de recursos mínimos, alta funcionalidad y durabilidad. 1 Serratos, J. A. (2009). El origen y la diversidad del maíz en el continente americano. Recuperado de www.greenpeace.org/mexico/Global/mexico/report/2009/3/el-origeny-la-diversidad-del.pdf 2 Fonseca, O. (2003). Historia antigua de Costa Rica. Surgimiento y caracterización de la primera civilización.San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica. 3 Sedó, P. (2008). Glosario de cocina popular costarricense. Descripción general de alimentos, equipos, utensilios, técnicas de preparación y frases populares. San José: Universidad de Costa Rica.
1. Metate Es una piedra volcánica rectangular apoyada en tres o cuatro pies, en la cual se muelen ciertos alimentos con una herramienta llamada metapil o mano de metate (2). 3. Piedra volcánica Este material puede tener un ciclo de vida milenario según sea su frecuencia de uso, limpieza y cuido. 4. Diseño ergonómico El diseño de tres patas es estable y ayuda a que la labor de moler sea más fácil ya que la tercera para se coloca frente al cuerpo y así se pueden apoyar las rodillas por debajo del metate. 5.Ornamentación La riqueza geométrica y las perforaciones de gran complejidad destacan en el área centroamericana. Imagen: Detalle de la cabeza de un felino tallado en un metate trípode zoomorfo. Período 300-700 d.C. Subregión Guanacaste.
Moledor de granos
Materiales: hierro fundido y madera Lugar de fabricación: Colombia Dimensiones: 40x30x20 cm Fotografía: MADC (Daniel Soto)
Este dispositivo funciona para facilitar la labor de la molienda, orientando hacia abajo el alimento que se está procesando. Por sus materiales es muy durable e higiénico, ya que está cubierto por estaño puro y es desarmable, lo que permite lavar sus partes individualmente. El moledor de granos agiliza la preparación de la masa de maíz y puede sustituir el tradicional metate de piedra. La presente es una versión de funcionamiento manual, pero existen otras variantes industriales más complejas. Este objeto en particular, es marca Corona y fue elaborado en Medellín (Colombia) y comprado en el Mercado Central de Heredia.
Diseño: Pietro Stagno y Luz Letelier Ebanista: Carlos Meléndez Materiales del producto: madera ensamblada, no adherida Dimensiones: 12x16Ø cm Año: 2012 Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez) La tradición de hacer tortillas requiere destreza y práctica. Después de preparar la masa se coloca una pequeña cantidad en las palmas de las manos y se realiza un movimiento continuo para darle una forma redondeada y uniforme; de ahí se deriva el nombre “tortillas palmeadas”. Esta tarea no es sencilla, razón por la cual se diseñó este dispositivo, que requiere de una lámina de papel encerado o una bolsa de plástico doblada a la mitad (tocando por dentro ambas caras) para que el contenido no se adhiera a la superficie. La historia de la prensa de tortillas se remonta a finales del siglo XIX cuando se comenzaron a fabricar en México las primeras tortilladoras mecánicas de hierro llamadas “de aplastón”. En la actualidad existen modelos industriales mucho más grandes y con diseños similares pero más sofisticados, que son capaces de producir millones de tortillas al día (Bowman, s.f.1).Esta versión de la prensa es parte del conjunto llamado Nuevas costumbres, set de desayuno de Pietro Stagno y Luz Letelier con la colaboración del ebanista Carlos Meléndez.
1 Bowman, B. (s.f.). Mexican Tortilla Press.The Gourmet Sleuth,The Gourmet Food and Cooking Resource. Recuperado de www.gourmetsleuth.com/Articles/ Unique-Cooking-Tools-641/tortilla-press.aspx
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Prensa Nuevas costumbres, set de desayuno
Comal
Rejilla
El comal es una pieza tradicional propia de México y de América Central. Su nombre es de origen náhuatl y proviene de la palabra comalli. En principio, era elaborado de barro cocido y se colocaba encima del fuego sobre tres o cuatro piedras para darle soporte. Allí se preparaban platillos tradicionales, en particular, las tortillas de maíz.
La rejilla se utiliza para (re) calentar o asar tortillas, pero no para cocerlas. Son muy funcionales ya que permiten que el fuego las caliente sin que el vapor de agua las suavice en exceso. El material con que está hecha facilita la rápida cocción; sin embargo, al no contar con un mango aislante, se requiere del uso de un guante de cocina.
En la actualidad se fabrica industrialmente con láminas de aluminio o hierro -en vez de arcilla- ya que permite seriarse industrialmente. Antes de usarlo por primera vez, es recomendable curarlo* con algún tipo de grasa animal o vegetal para que los alimentos no se peguen mientras se cocina. Además, posee una sutil depresión circular en la parte central, que sirve para contener el aceite en caso de preparar alimentos fritos.
Similar a una parrilla pero menos compleja, este objeto es económico, duradero, fácil de construir y limpiar. En otros países latinoamericanos también se utiliza para calentar arepas y pupusas. La fabricación de este tipo de objetos ayuda al desarrollo económico de la población, pues muchos se realizan en talleres ubicados en zonas de problemática social.
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Materiales: depende de la fabricación puede ser de 1. hierro, 2. aluminio pulido o 3. aluminio colado Lugar de fabricación: Costa Rica y Nicaragua Dimensiones: 22Ø cm Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
En la tradición popular nacional, se dice que los duendes tiran los comales por la casa para asustar a los que viven allí con el estruendo del metal (Zeledón, 20001). Muchos de los comales que hoy se venden en los comercios costarricenses son de origen nicaragüense, alrededor de 2.000 familias recolectan y reciclan la materia prima para dar forma a 2.4 millones de ollas, comales y cucharones al año (Arce, 20122). * Curar: proceso que se aplica a un recipiente de barro o hierro antes de utilizarlo para cocinar con el objetivo de que su superficie se vuelva antiadherente. Para ello, se debe untar la superficie con manteca o aceite y luego calentarlo a temperatura alta. Cuando se enfría debe lavarse y luego puede usarse normalmente. Si se quisiera “curar” los trastos para que no se les adhiera el hollín del fogón, se debe cubrir la superficie de estos con jabón en barra y luego calentarlos un poco. 1 Zeledón, E. (2000). Leyendas costarricenses. Heredia: Editorial de la Universidad Nacional. 2 Arce, S. (2012, 17 de setiembre).Artesanos nicas venden ollas y comales a Costa Rica. La Nación. Recuperado de www.nacion.com/archivo/Artesanos-venden-comales-CostaRica_0_1293670677.html
Materiales: alambre de hierro galvanizado* Lugar de fabricación: Costa Rica (San José) Dimensiones: 7x22Ø cm Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
* Galvanizado: La galvanización es un proceso a través del cual el zinc es adherido metalúrgicamente al acero, proporcionando a este un revestimiento anti-corrosivo.
Un embalaje sostenible - el tamal
Infografía: Eduardo Chang Año: 2013 ¿Sabes que en países como Estados Unidos se descarta el 93% de los materiales utilizados antes de la fabricación final de un producto, y que el 80% que llega a los consumidores se convierte en basura antes de las seis semanas?1 Esto resulta insostenible. Es urgente encontrar nuevas soluciones de diseño que minimicen de manera permanente el impacto de los residuos que generan nuestras prácticas de consumo. En ese sentido, el empaque del tamal puede ser un modelo a seguir para los diseñadores y la industria. De tradición precolombina, es un embalaje 100% biodegradable que ofrece características muy singulares para este alimento; permite contenerlo durante el proceso de cocción garantizando la conservación de su humedad, potencia el sabor, es un medio óptimo de transporte, envoltorio para recalentar y también funciona como plato. En otras palabras, utiliza mínimos recursos, causa poco o nulo impacto ambiental y ofrece una máxima funcionalidad. 1 Cooper, R. & Press, M. (2003). El diseño como experiencia. El papel del diseño y los diseñadores en el sigo XXI. Barcelona: Gustavo Gili.. España: Editorial Gustavo Gili, p. 100-101
El nombre del tamal proviene del náhuatl tamalli y su receta puede variar según cada región. Por lo general, consiste en una preparación a base de maíz aliñada con manteca, caldo de carne, olores y con diferentes rellenos que van desde solo el pipián (masa de maíz aliñada y teñida con achiote), arroz teñido con achiote, carne (cerdo, pollo o ambos), algunas verduras o incluso ingredientes no criollos (Ross, 2010: 412). Esta preparación se envuelve en hojas de bijagua (tradición precolombina), plátano, maíz u otras soasadas (asadas ligeramente). Cada unidad se amarra en pares, formando lo que se denomina “piña”. La práctica cultural costarricense consta en prepararlos en familia y compartirlos para comer.
2 Ross, M. (2010). Entre el comal y la olla, fundamentos de gastronomía costarricense. San José, Costa Rica: Editorial de la Universidad Estatal a Distancia.
Olla tradicional
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(cc. olla de hierro, olla de fierro, perol) Materiales: depende de la fabricación puede ser de 1. hierro, 2. aluminio pulido o 3. aluminio colado Lugar de fabricación: Costa Rica y Nicaragua Dimensiones: variables Fotografía (1): Pablo Cambronero Título: Suretka. Año: 2013 Fotografía (2): MADC (Valeria Rodríguez)
(1) La olla y el comal comparten características matéricas similares; ambos son ideales para cocinar alimentos rápidamente sin que se adhieran a la superficie. Aunque no tenga teflón, entre más se utilice, más antiadherente se convierte. Antes de usarla por primera vez, es recomendable “curarla” (ver página 22) con algún tipo de grasa animal o vegetal para que los alimentos no se peguen mientras se cocina. Algunas cocineras expertas acostumbran a limpiarlas con una esponja de fibras metálicas -conocida como brillo- para que se pula de manera uniforme la superficie. Sus grandes orejas o asas permiten sostener y trasladar la olla con mayor facilidad e incluso, si fuera muy pesada, entre dos personas. En Guanacaste existe una olla conocida como caldero, totalmente de hierro, tiene unas patitas que le da soporte y se utiliza para preparar carne al vaho y tamales.
(2)
Recetas olla tradicional
Ilustraciones (selección): María José Da Luz Año: 2013
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De varios tamaños y formas, la olla tradicional ha sido el instrumento idóneo para elaborar tamales, rondón, olla de carne, chiverre, chicheme, chicha entre muchos otros platos y bebidas criollas.
Cacao “Cuando uno la bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse.” Hernán Cortéz, conquistador español
El árbol de cacao procede originalmente del área sur de México y Centroamérica. Los aportes nutricionales que posee el fruto son impresionantes, aunque el residuo pulverizado se puede convertir en chocolate, postre por excelencia a nivel mundial pero con un alto contenido calórico en azúcar y grasa. El cacao es considerado como la bebida sagrada de Mesoamérica, principalmente de la cultura de los mayas, que se extendió hasta el norte de Costa Rica. Fue uno de los productos más preciados por los indígenas, quienes lo utilizaban como bebida en ceremonias, ritos de guerra, funerarios o fiestas de cosecha (Sedó, 2008 p.941). Sólo los más altos dignatarios lo bebían y lo combinaban con especias diversas y hasta con chile. Además, fue utilizado como moneda para adquirir artículos. Para los españoles también significó una bebida digna de las clases sociales más elevadas.
Molinillo
Materiales: madera y alambre galvanizado Lugar de fabricación: Costa Rica Fotografías: MADC (Valeria Rodríguez) Es un batidor de madera, labrado a mano, cuya cabeza contiene suficientes hendiduras y anillos móviles que sirven de agitadores, es el instrumento tradicional para batir el chocolate y hacerlo espumoso. Fue inventado por los españoles durante el período colonial en el siglo XVIII y llegó a Costa Rica y al resto del mundo procedente de México (Fernández, 1985, p. 442). Previamente a su invención se acostumbraba crear la espuma del chocolate caliente vaciando el contenido de un recipiente a otro en repetidas ocasiones. El molinillo también se puede usar para revolver miel, refrescos y bebidas calientes como el atole. En la actualidad existen diversos modelos, desde los más sencillos hechos a partir de una rama de madera hasta los versiones eléctricas industriales.
1 Sedó, P. (2008). Glosario de cocina popular costarricense. Descripción general de alimentos, equipos, utensilios, técnicas de preparación y frases populares. San José: Universidad de Costa Rica. 2 Fernández, A. (1985.) La cocina mexicana y sus recetas. Distrito Federal: Panorama Editorial
Molinillo casero Materiales: madera Lugar de fabricación: Costa Rica (Buenos Aires, Puntarenas) Dimensiones: 36x1Ø cm Enmarcado dentro de la categoría de diseño pre-racional (decisiones basadas en la intuición, instinto y gusto1), era muy común antes de que saliera al mercado el molinillo tradicional. Consiste en utilizar una pequeña rama de madera de naranjo, jocote o alguna de tipo dura, la cual se pela y pule hasta lograr un mango liso con un extremo con varias extensiones. Este objeto fue elaborado por los indígenas boruca de manera artesanal.
Molinillo tradicional Materiales: madera y alambre galvanizado Lugar de fabricación: Costa Rica. México Dimensiones: 34x1Ø cm Este diseño moderno está compuesto por un mango de madera y un batidor de alambre. Actualmente se ha sustituido por otros de aluminio, máquinas eléctricas para espumar leche o batidores eléctricos.
Molinillo torneado Materiales: madera casco de venado Lugar de fabricación: Costa Rica (Esparza, Puntarenas) Dimensiones: 35x3Ø cm Elaborado de manera artesanal (con torno, cuchilla y lija) por Noel Salas, quien tiene 27 años de trabajar con trozos de madera sobrante para reutilizarla de algún modo. Él mismo simplificó y adaptó el diseño mexicano, produciendo este de cinco astas y con terminación circular para que sea más funcional, bata mejor el cacao y tenga buen agarre en el recipiente.
1 Tzonis, A. (1977). Hacia un entorn o no opresivo. Madrid: Hermann Blume Ediciones, p. 23.
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Ilustración: Juan Gabriel Madrigal Título: La niña del cacao Año: 2013
Cuchara tradicional Materiales: madera Lugar de fabricación: Costa Rica Dimensiones: variables Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
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Se cree que este instrumento básico de la gastronomía costarricense fue introducido por las cocineras negras durante la época colonial; por lo tanto, es parte de la herencia africana y no española como algunos creen. Marjorie Ross (2001, p. 591) asegura que “la cuchara de madera se hizo reina de las cocinas coloniales, y era un instrumento no usado por los españoles e introducido por los esclavos negros, que se hizo indispensable, lo mismo que el hábito ancestral de las cocineras africanas de cocinar ‘al gusto’, agregando pizcas de diversos ingredientes conforme se cocían los alimentos” . Tal vez por ello se originó la frase “tener buena cuchara”, refiriéndose a la buena calidad del platillo. Igualmente la expresión popular “meter la cuchar en lo que no le importa” y “andar de cucharilla”, o sea, de “metiche”, entrometerse en asuntos ajenos, como sucedía con los españoles hacia los negros. Para la elaboración de dulces caseros y artesanales muchos prefieren utilizar las que estén hechas de madera del árbol de naranja, pues aportan un ligero sabor.
Pataconera
Materiales: madera o hierro Lugar de fabricación: Costa Rica Dimensiones: 14x20x9 cm Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez) Esta variación de la prensa para hacer tortillas se utiliza solamente para hacer patacones; sin embargo, muchas personas prefieren hacerlos aplastando el plátano con un vaso de vidrio, un plato de madera o el mismo puño de la mano. A diferencia de las tortillas, los patacones no se amasan con anterioridad, pero se fríen ligeramente antes de pasar por este dispositivo. La particularidad que posee la pataconera es el hundimiento que tiene en una de sus caras internas para facilitar la “forma de canasta” que tiene el producto final, el cual se suele rellenar con frijoles molidos y queso, pico de gallo y guacamole.
1 Ross, M. (2010). Entre el comal y la olla. Fundamentos de gastronomía costarricense. San José: Editorial Universidad Estatal a Distancia.
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Ilustración: Priscilla Aguirre
¿Sabés de dónde proviene la palabra patacón? El patacón (majado, tostón, frito) es una comida meramente latina y caribeña, la cual consiste en trozos aplanados y fritos de plátano verde. El origen etimológico de la palabra se desconoce, pero se cree que se relaciona con la numismática gracias a su parecido -color y forma plana e irregular- con algunas monedas antiguas. En el caso de Portugal se le llamó tostón (ver figura 1) a una moneda de plata (Pérez, 20111). En ese mismo país y en sus dependencias en la India, China e Indonesia, en Brasil y en los Países Bajos Hispanos, se les llamó a las monedas acuñadas patacas, pataçoes, patacos y patagones. Por otra parte, en el S. XV aparecieron en España pesos fuertes, de plata y otras denominaciones similares llamadas “patacones” (Ansó, 20022).
La riqueza comercial que se dio entre las Indias e Hispanoamérica fue tan abundante que se dejaron pasar por alto el tráfico ilegal y la falsificación de monedas; momento en el cual surgieron diversas denominaciones numismáticas (Pérez, 2011 p.773); esto puede explicar la variación del nombre entre países. Un dato curioso es que en 1879, se acuñó y llamó -por primera y exclusiva vez- un “Patacón de Oro” como obsequio al General. Julio A. Roca presidente de Argentina.
Figura 1. Moneda portuguesa: tostado (tostón) Sebastián 1 (1557-1578)4 1 Pérez, H. (2011). Moneda y medios de pago en las Islas Canarias durante los siglos XVI- XVII. AB Initio, 1, p. 69-91. Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/ descarga/articulo/3702349.pdf. 2 Ansó, F. (2002). El Patacón. Conferencia dictada en lasXXI Jornadas Nacionales de Numismática y Medallística, Centro Numismático de Buenos Aires, agosto, Argentina.
3 Pérez, H. (2011). Moneda y medios de pago en las Islas Canarias durante los siglos XVI- XVII. AB Initio, 1, p. 69-91. Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/ descarga/articulo/3702349.pdf. 4 IDEM. (Imagen obtenida de www.coinarchives .com)
SALA_03 Alcancía de cerdo Ladrillo Bolsas de agua Juegos tradicionales Revista colectiva Ilustraciones - Pupila Estudio Corredores Mecedora Mandarina- Ideamateria Barco de papel - Ktú Mecedora Jérwö - Buáwa Banca encuentro - Rodolfo Morales Maceta y macetero Escobas (redonda y plana) Cabuya Textiles boruca Weekender bag - Autóctono Jaba Chonete / patrón del chonete Machete y vaina Garabato Carreta La luna sobre Sarchí- Las Bordadoras Botas Zapatos Splitt Espuma para buses - Ghiselle Jiménez Carritos ambulantes Raspahielo - vasito de copos Mismas caritas - Alfonso Vega “Pocho” De la moda lo que te incomoda La Nigüenta
Fotografía: MADC (Adriana Artavia)
Alcancía de chancho
Materiales: arcilla y pintura en spray Lugar de fabricación: Costa Rica (San José) Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez) Las alcancías de barro1 (arcilla) en forma de cerdo son usuales de encontrar en las calles, rotondas y mercados costarricenses. Su historia se remonta al S.XIV. en la Isla de Java, Indonesia. Sin embargo, la historia más conocida se relaciona con la Edad Media en Europa, donde los bancos no existían y las personas acostumbraban a guardar sus monedas y ahorros en jarros hechos a base de un barro color naranja, llamados “pygg”. En el idioma inglés, pig significa cerdo, es así como se dio una evolución entre la palabra pygg jars (jarros hechos de barro pygg) a pig jars (jarros-cerdo) y posteriormente a piggy bank (alcancía de cerdo). En la actualidad, en algunos países europeos se considera de buena suerte regalar una alcancía de cerdo, ya que atrae el dinero y la fortuna.
Los ladrillos se utilizan frecuentemente en las casas costarricenses, al pie de las puertas, para evitar que el viento las cierre. En Navidad, por ejemplo, se envuelven en llamativos papeles de regalo o en papel de aluminio. Más que un objeto de diseño, el uso de estos se considera una práctica común en la cual por lo general se desvirtua su valor primigenio para satisfacer una nueva necesidad. En Costa Rica existe esta y muchísimas otras prácticas que buscan resolver los problemas cotidianos funcionales de una manera improvisada, sencilla y económica.
Bolsa de agua
Materiales: bolsas de plástico y agua Lugar de fabricación: Costa Rica Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez) Al igual que el ladrillo, este no es un objeto de diseño, sino un remedio casero (práctica cultural) que cumple una necesidad inmediata. Las bolsas de agua son un ícono recurrente en sodas, restaurantes y casas de nuestro país para espantar las moscas. Aunque científicamente no se ha probado, se cree que el agua dentro de la bolsa transparente funciona como un tipo de lente que aumenta el efecto de los movimientos cercanos y ahuyenta a estos insectos.Con el mismo objetivo, los costarricenses utilizan trozos de frutas, embudos, pegamentos, especias, hierbas, aceites y un sinfín de prácticas que se han mantenido en el tiempo gracias a la tradición oral. 1 The Accidental Invention:The Origin Of Piggy Banks. Financial. (2002, 4 de junio).The Financial Brand. Recuperado de http://thefinancialbrand.com/24204/ history-of-piggy-banks/
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Ladrillo
Materiales: arcilla roja cocida Lugar de fabricación: Costa Rica Fotografía: MADC (Daniel Soto)
Juegos tradicionales “Siempre que el niño juega está aprendiendo algo. Jugar y aprender son inseparables. La característica básica del juego es la acción, tomada en su concepto más amplio, no reduciéndolo al aspecto físico únicamente, sino involucrando la actividad mental y efectiva que el juego conlleva.” Hilda Urpí1 Los juegos tradicionales son una manifestación de la diversidad cultural. Al ser transmitidos de generación en generación y tener la capacidad de fomentar el sentimiento identitario y de continuidad pueden ser considerados como parte del patrimonio cultural intangible de una región. Lejos de ser tecnológicamente complejos, estos juegos se valen de elementos encontrados en el ambiente (ramas, piedras, semillas, flores, etc.) o del propio cuerpo para llevarse a cabo; también requieren de objetos caseros como hilos, tablas, textiles y materiales reciclados, lo que los hace de muy bajo costo. Es precisamente esta última característica la que permite que todos los niños -sin importar la clase socioeconómica- puedan disfrutar, aprender y jugar en condiciones similares, elaborando sus propios juguetes sin necesidad de la industria, por lo que el diseño pre racional puede tomar importancia. Por otro lado, los juegos incentivan a los niños a trabajar en equipo, a descubrir cosas nuevas y tener curiosidad ante acontecimientos cotidianos. En nuestro país, muchos de los juegos tradicionales son de herencia española, pero han sido apropiados o resemantizados según las necesidades locales; tal es el caso de los “chumicos” - bolitas de color negro, obtenidas de la semilla de una enredadera- los cuales se utilizan en vez de las bolinchas o canicas para jugar. A pesar de ser muchos y muy variados los juegos tradicionales, en este apartado se incluyó exclusivamente la extinta Revista Colectiva; una iniciativa nacional que en su décima edición rindió tributo a esos juegos con los que los costarricenses nos sentimos identificados. Este ejemplar fue donado a la Colección de Diseño del MADC en el 2011. En la siguiente sección (páginas 34 y 35), se incluyeron tres ilustraciones de Pupila Estudio en torno a los juegos tradicionales.
1 Urpí en López, C., Morera, R. & Rodríguez, M. (s.f.). Juegos tradicionales. San José, Costa Rica: Oficina de Publicaciones de la Universidad de Costa Rica.
Revista Colectiva
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Edición No.10 Colección MADC Editor y diseñador de portada: Juan Manuel Betancourt Diseño gráfico: Juan Manuel Betancourt, Isabel Herrero, Elider Elizondo Traducción: Anaceli Giménez Web master: Samuel Terán Colaboradores: Luis Velásquez, Cecy Meade, Dave Gamez, Alfredo Enciso, Laura Giraudo, Laura Scott, Genaro Quiroga, Perro Loco, Andrea Touma, Jimena Bolaños, Jonathan Rodríguez, Super DD, Paco Cervilla, Ernesto Bolaños, Mariana Gil, Edgar González, David Carvajal Fotografía (1) : MADC ( Valeria Rodríguez)
(1)
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Juegos tradicionales
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Proyecto: Pupila Estudio Ilustración: Marcelo Jiménez Lettering: Matti Vandersee Textos: Marcelo Jiménez, Burno Campos y Alfredo Enciso Año: 2013
Mecedora de sondaleza Materiales: hierro y sondaleza (hilo de plástico) Características: su diseño y materiales permiten mantenerla a la intemperie, pues pueden exponerse al sol y a la lluvia sin dañarse
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Torno
Mecedora de madera torneada Materiales: madera y tejidos Características: para su construcción se utiliza una herramienta llamada torno, la cual fue una de las primeras máquinas creadas por el hombre y su uso se remonta al 850 a.C.
corredores Mobiliario y prácticas culturales desde el corredor Los corredores son espacios que han marcado las prácticas sociales y culturales de los costarricenses. En ellos se entremezcla lo público y lo privado; su diseño abierto y cercano a la calle permite dialogar con los caminantes pasajeros, pero a la vez, por ser cubierto, ayuda a protegerse de la lluvia y resguardar los bienes. En la vida rural también han sido protagónicos, ya que permiten vigilar el patio y la huerta y, a la vez, tener cercanía con los espacios de la faena campesina, allí también se ubican el pilón, el escaño (banca larga de madera) y el horno. En los corredores es posible encontrar un repertorio de diseños de bancas, mecedoras, sillas y hamacas; todas hechas con materiales que -en mayor o menor medidasoportan las variaciones del clima tropical y que permiten cómodamente participar de la vida social. Esta herencia española se remonta a la Conquista, pues las casas con patios y corredores eran comunes en Castilla y Andalucía, territorios vinculados directamente con la
América de ese tiempo, quienes poseían arquitectura de influencia musulmana. Juan Bernal Ponce1 (1993) explica que: “el modelo de vivienda español mediterráneo que llegó a costas caribeñas y centroamericanas sufrió drásticas transformaciones. El concepto de casa que trajeron los españoles era mediterráneo; era una vivienda introvertida hacia el patio interior (...) diseñada para ámbitos desérticos, donde el habitante buscaba refugio contra la vastedad y el horizonte. En la casa se encerraba mirando el pequeño patio interior. En el ambiente rural costarricense este esquema introvertido se invierte, y el corredor en vez de rodear el patio interior, rodea exteriormente la casa. El corredor interior se vuelve exterior. La vida en el rancho rural exige un contacto con el patio, la huerta, la troja; (...) se conecta con el entorno por medio del corredor. En el rancho campesino, el corredor frontal provisto de bancas está cerca de la tranquera, así permite el diálogo con los transeúntes. En un clima donde la lluvia cae la mayor parte del año, se precisa de espacios cubiertos pero ventilados”.
1 Ponce, B. (1993). Algunas características de la arquitectura costarricense. Conferencia dictada en el marco del Primer ciclo de conferencias y mesas redondas sobre cultura costarricense organizado por PROCAI, noviembre, Costa Rica.
Bancos Materiales: madera sin tratar y clavos de hierro Características: liviano, altamente funcional y seguro (sus cuatro patas poseen una leve inclinación hacia fuera para garantizar la estabilidad). Se encuentra en pulperías, sodas, cantinas, turnos y casas
Slla Adirondack Izquierda: versión sarchiseña Derecha: perfil de la silla original Materiales: madera Características: muy cómoda, el diseño original fue una creación del estadounidense Thomas Lee en 1903 Infografía: MADC (Valeria Rodríguez y Daniel Soto) Año: 2013 Corredor 1. Pasadizo o pasillo, pieza de paso de una edificación. Esta casa tiene un corredor larguísimo. 2. Galería que está dispuesta alrededor de un patio de algunas casas, o bordea la casa entera o parcialmente, ya sea por los laterales, por el frente o por atrás.
Mecedora 1. Silla de brazos que por lo común tiene un respaldar cuidadosamente diseñado -labrado, tejido, calado o repujadoy cuyos pies descansan sobre dos arcos, en la cual puede mecerse quien se sienta. 2.También conocida en Costa Rica como poltrona, aunque el nombre hace referencia a un sillón bajo y amplio diseñado en Francia en el siglo XVIII.
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Mecedora de cuero Materiales: madera y cuero (puede ser decorado mediante pirograbado) Características: respaldar alto para mayor ergonomía, estructura plegable
Mecedora Mandarina
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Marca: Ideamateria Diseño: Luis Carlos Velázquez Materiales del producto: cartón corrugado de fabricación local y maquinado CNC* Dimensiones: 54x120x48 cm Año: 2013 Fotografía: MADC (Daniel Soto)
Según Velázquez, la mecedora Mandarina nace de la combinación de los conceptos de la silla larga (chaise lounge) y de la mecedora tradicional. Para él es “un objeto para recostarse a leer por las tardes de fin de semana o para una siesta después de un día agitado”. Es ergonómica y su uso genera un movimiento de balanceo que permite al usuario obtener una experiencia relajante y lúdica. Se produce en serie por medio del sistema de diseño y manufactura asistido por computadora (CAD**-CAM***). Es responsable con el ambiente, pues los materiales con que está fabricada son 100% reciclables y compostables. Además, se prescinde totalmente de adhesivos o recubrimientos tóxicos y se ensambla cuidadosamente a mano para garantizar un acabado de calidad involucrando el mínimo de energía en el proceso. Actualmente, esta pieza se distribuye en el mercado costarricense, en puntos de venta de diseño local.
Ideamateria, fundada en 2009, es la marca del ingeniero en diseño industrial Luis Carlos Velázquez. Bajo esta firma, se produce mobiliario con un ciclo de vida responsable con el ambiente -desde su producción hasta el reciclaje o reintegración-, ya que se realiza con un mínimo de desechos, mismos que son reciclables en su totalidad. *CNC: Control Numérico por Computadora. Es un sistema de automatización de máquinas-herramientas (MH) que son operadas mediante comandos programados a través de un software, y permite controlar una pieza en todo momento del proceso de fabricación (posición, desplazamiento, velocidad, coordenadas, corte y demás). Este tipo de sistema ha favorecido el aumento de producción en el mercado, debido al bajo costo económico y la fidelidad de precisión, rapidez, flexibilidad y calidad de los resultados. ** CAD: Computer Aided Design. Diseño asistido por computadora. ***CAM: Computer Aided Manufacture. Manufactura asistida por computadora.
Barco de papel
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Vista frontal
Marca: KTÚ Diseño: Catherine Román Materiales del producto: varilla lisa de construcción, pintura y hilo de sondaleza Dimensiones: 62x201x50 cm Año: 2013 Vistas octogonales : Catherine Román Fotografía: MADC (Daniel Soto)
Esta silla pertenece a la colección “Origen”, en la cual se toma como punto de partida la sondaleza y se fusiona la práctica del origami con la aplicación de la geometría, para el desarrollo de objetos funcionales. Para Román, “la geometría es sagrada y en sus formas se definen la magia y encanto de toda creación”. La estructura de este producto se basa en los pliegues de un barco de papel. Vista de perfil
Vista de planta
KTÚ es la marca de Catherine Román, quien se dedica a diseñar mobiliario y accesorios para el espacio interno y externo. Ella realiza productos mediante la experimentación con técnicas como el tejido en crochet, el telar, macramé, la reinterpretación de materiales residuales y de uso cotidiano, entre otros.
Mecedora Jérwö
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Marca: Búawa Diseño: Judith Lizano y Daniel Zamora Materiales del producto: carrucha de cable eléctrico usada y piezas de madera de pino rescatadas y tratadas contra la acción de los rayos del sol, la humedad y las plagas biológicas Dimensiones: 100x72x100 cm Año: 2013 Fotografía: MADC (Daniel Soto)
Jérwö significa descanso en lengua cabécar. Su diseño surge a partir de un estudio antropométrico en el cual se ajustan las diferentes dimensiones de la carrucha para adaptarla al usuario; de esta forma, se incorporan inclinaciones y alturas de sus principales elementos como el asiento, el respaldo y los reposabrazos. Surge de la necesidad de dar una nueva vida a materiales y objetos que normalmente son desechados. En este caso, las características mecánicas estructurales de la carrucha original se conservan dado que la tensión de sus varillas
se complementan con la compresión de sus piezas de madera transversales, lo que le brinda seguridad. Los materiales requieren poco mantenimiento, son duraderos y biodegradables.
Buáwa es una empresa de diseño creada en 2013 por los arquitectos Judith Lizano y Daniel Zamora que ofrece soluciones amigables con el ambiente. Esta iniciativa busca rescatar y transformar materiales, objetos y espacios en desuso o desechados, por medio del diseño, dándoles un nuevo valor estético y utilitario.
Banca Encuentro
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Diseño: Rodolfo Morales Diseño de textil: Luz Alfaro Materiales del producto: madera de pino certificada, esponjas recicladas, sacos sintéticos, retazos de tela Dimensiones: 46x150x35 cm Año: 2013 Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
Rodolfo Morales lleva más de tres décadas de diseñar y producir mobiliario. Originario de Sagrada Familia (San José), conoció en ese barrio a los Marín, una familia que por tres generaciones ha elaborado desde ataúdes hasta aplanchadores, mesas y banquitos de madera. “Llueva o no llueva” los Marín sacan a la venta hasta cuatro carretones de productos al día, sin embargo, fueron los banquitos los que sedujeron a Morales a reinterpretar su diseño; después de todo, para él son “por excelencia, el objeto cotidiano que todo el mundo usa”.
La inquietud lo llevó a investigar acerca de la riqueza de los tejidos elaborados en la Fortuna de San Carlos, donde conoció a Luz Alfaro, una mujer con un gusto innato por el color, que elabora tejidos por tradición familiar. Para este diseño, Morales realizó un patrón de espuma reciclada, mismo que Alfaro transformó en la base estructural del tejido a partir del uso de retazos de sacos sintéticos cosidos a máquina. Es un diseño muy funcional que conjuga exitosamente el valor de lo identitario, la tradición y la innovación.
Maceta y macetero
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Maceta 1. Del italiano mazzeto, mazo de flores 2. Recipiente que suele tener un agujero en la parte inferior y que, lleno de tierra, sirve para criar plantas. 3. Objeto decorativo que embellece con plantas un espacio. Variación: maceta colgante (especie de red que se utiliza para colgar plantas del techo) Función: provee al espacio de oxígeno producido por las plantas. Además, separa ambientes, funciona para guiar en senderos y marcar límites según su disposición. Materiales: idealmente, de arcilla o cemento. Los de plástico no son recomendables porque al calentarse rápidamente por la exposición al sol, pueden provocar un crecimiento antinatural de la planta Lugar de fabricación: Costa Rica Macetero 1. Mueble o soporte ornamental para colocar macetas de plantas Función: soporte protector que impide el contacto directo con el suelo, no permite el derramamiento de agua. Materiales: hierro o hierro galvanizado Lugar de fabricación: Costa Rica
Escobas de millo o palma Materiales: madera, millo o hojas de palma Lugar de fabricación: Costa Rica
Su etimología deriva del latín scopa (hebras de alguna planta usadas para barrer). Es un objeto que tiene mucho tiempo de existir y ha sufrido un importante proceso de evolución en su diseño; pasó de ser un manojo de ramas de fibras naturales atadas a un bastón de madera, a ser un objeto producido con materiales sintéticos de alta tecnología. De hecho, en la actualidad la mayoría se hacen mediante máquinas industriales; por un lado, los cepillos son de plástico, y por otro, los bastones de madera se producen en máquinas roscadoras (similares a un torno). Escoba redonda de palma Este diseño fue superado desde inicios del siglo XX ya que se comprobó que recogen en menor medida la suciedad del suelo que las escobas planas.A pesar de este hecho, aún se continúan fabricando y utilizando por su valor cultural y artesanal. Escoba plana de millo A pesar de la industrialización no han desaparecido por su alta capacidad de recoger polvo.Además, son amigables con el ambiente pues se pueden reutilizar o desechar fácilmente. Popularmente se conoce como escobas de millo a todas aquellas hechas a partir de fibras naturales.
Cabuya*
Materiales: Cabuya (género Furcraea) Investigación: Adriana Ramírez- Rocío Quillis Colabora: Proyecto de Talleres artístico culturales con Personas Portadoras de Tradición, del Programa Cultura y Educación, de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud. Infografía: MADC (Valeria Rodríguez- Daniel Soto)
Cabuya
El Guarco Cartago
Origen: El Guarco de Cartago
Se utiliza un telar de pedales**
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Algunos productos elaborados con telar
felpudos
Los diversos usos del tejido de la cabuya La cabuya es una planta del género Furcraea de la cual se extrae una fibra que se procesa de manera artesanal o industrial para diferentes fines. Su uso se remonta a la época precolombina y se extiende a diferentes zonas del país. Algunos grupos indígenas aún la utilizan para elaborar artesanías tejidas a mano. En la industria se utiliza para la elaboración de sacos para café, ya que preserva el aroma del grano. Técnica del telar En Cartago, especialmente en la región de El Guarco, se desarrolló un tipo de tejido que se obtiene mediante un telar de piso con pedales que separa las capas de urdimbre. Se le llama urdimbre al conjunto de hilos que se colocan en el telar paralelamente unos a otros para formar una tela.Para formar la trama, se separan las capas de urdimbre y se pasa el hilo con la lanzadera y se soca con el cuchillo de palo. Los diseños de este tejido se definen por la ubicación de los colores en la urdimbre, ya que en este tejido la trama queda oculta.
alforjas
Tipo de coloración Actualmente se utilizan anilinas (tintes químicos). Usos Tradicionalmente se ha usado para la confección de bolsas de mercado, alforjas y hamacas. En la actualidad, son pocos los que elaboran productos artesanales. En el caso del Guarco en la provincia de Cartago el maestro artesano Juan Olivado Camacho, ha dedicado los últimos años ha enseñar la técnica: la siembra y extracción de la cabuya, el hilado de la fibra y elaboración del tejido, por medio del Proyecto de Talleres artístico culturales con Personas Portadoras de Tradición, del Programa Cultura y Educación, de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud. * Caso de estudio: El Guarco de Cartago. ** Telar de pedales: reproducción en miniatura del telar de cabuya, propiedad del Programa “La Cabuya Cuenta” del Proyecto de Talleres artístico culturales con Personas Portadoras de Tradición, del Programa Cultura y Educación, de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud.
Textiles boruca
Materiales: Tradicional: algodón (blanco sin teñir) y tocolote (algodón color café teñido naturalmente) Actual: pabilo (algodón hilado industrialmente) Lugar de fabricación: Costa Rica (Buenos Aires, Puntarenas) Investigación: Adriana Ramírez Fotografías: Carlos Céspedes
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Los tejidos indígenas borucas tienen la particularidad que se realizan en un telar de cintura, el cual consiste en dos palos horizontales que sostienen la urdimbre (conjunto de hilos que se colocan en el telar paralelamente unos a otros para formar una tela). La urdimbre se coloca de manera circular, rasgo distintivo de Boruca.
El hilado se hace a mano con una herramienta llamada huso.
Técnica 1. El algodón se hila a mano con una herramienta llamada huso. 2. Se tiñen los hilos. 3. Se monta la urdimbre en el urdidor, marco en el cual se ordenan los hilos. 4. Se procede a tejer en el telar de cintura; para ello, un extremo se ata a un poste fijo y el otro se amarra a la cintura de la tejedora, siendo esta parte integral del telar y la que pone la tensión a la urdimbre. La colocación de los diferentes colores define los diseños a lo largo del tejido; además, la tejedora realiza a lo ancho del tejido brocados o puntadas decorativas que solo son visibles por el frente. Tipo de coloración Tradicionalmente se conocen dos tipos de tintes naturales: los vegetales (yuquilla, sacatinta, achiote, etc.) y los animales (caracol múrice). En la actualidad se utilizan tintes naturales en algodón hilado a mano, o tintes naturales y tintes químicos comerciales en pabilo. Usos Tradicionalmente se han elabordo faldas tejidas para mujeres, taparrabos y fajones. En la actualidad se desarrollan nuevas aplicaciones según las necesidades, como bolsos, cojines, caminos de mesa, alfombras, entre otros. Recientemente, el diseñador álvaro Núñez, de la marca Autóctono, ha utilizado los textiles borucas en sus propuestas de diseño de modas. Sobre los boruca Los boruca (brunca, borunca, brunka o brunkajk) son un pueblo indígena de Costa Rica quienes viven en su mayoría en el territorio de Buenos Aires de Puntarenas (Región Brunca). Son conocidos por sus artesanías y en mayor medida por los tejidos de algodón, jícaras y máscaras pintadas en madera de balsa y cedro, utilizadas en la ceremonia anual de la “Fiesta de los diablitos boruca”. En Costa Rica hay aproximadamente 5.555 indígenas boruca, según el X Censo Nacional de Población y VI de Vivienda 20111. 1 Instituto Nacional de Estadística y Censos. X Censo Nacional de Población y VI de Vivienda. Censo de población y vivienda, 2011. Costa Rica. Recuperado de www.inec. go.cr/anda4/index.php/catalog/113
La coloración se puede realizar con tintes naturales (vegetales o animales) o con tintes químicos comerciales.
Los diferentes colores y puntadas definen los diseños del tejido.
Álvaro Núñez se reúne con las mujeres borucas para coordinar el diseño de sus productos.
Bolso Weekender bag billetera - cinturón
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Marca: Autóctono Diseño: Álvaro Núñez Diseño textil: mujeres boruca Materiales del producto: cuero bovino, textiles 100% algodón (provenientes de Buenos Aires de Puntarenas y realizados a mano por mujeres boruca) Año: 2013 Fotografía: Carlos Céspedes
Autóctono es una marca que se caracteriza por ser ética y socialmente responsable. Su fundador, el diseñador de moda Álvaro Núñez, promueve desde hace ocho años el respeto y la valoración del patrimonio cultural de los indígenas, por medio de la difusión y promoción del universo textil de los boruca y el comercio justo.
proceso creativo y vela porque sus productos textiles sean remunerados de manera adecuada, razón por la cual, son ellas mismas quienes determinan su costo. En esta línea de productos para hombre y mujer se mezclan la tradición ancestral de las mujeres boruca y la metodología creativa de Núñez.
En su ejercicio profesional, fomenta el desarrollo sostenible, ya que crea oportunidades laborales para las artesanas de la comunidad; trabaja directamente con ellas sin intermediarios, las hace partícipes de todo el
En el 2013, Autóctono recibió por parte del Ministerio de Economía, Industria y Comercio el galardón PYME en la categoría “Identidad cultural”.
Jaba
Diseño: diversas poblaciones indígenas del país Materiales: dos bejucos: bejuco del hombre (Heteropsis oblongifolium) y Dunawö (Fevillea cordifolia) (Trujillo, 2004)1 Origen: Talamanca y Buenos Aires de Puntarenas Dimensiones: variables Colección: canasta de jaba propiedad del Proyecto Talleres artístico culturales con Personas Portadoras de Tradición, del Programa Cultura y Educación, de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud Infografía y fotografía: MADC (Valeria Rodríguez - Daniel Soto)
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Según Vázquez2, la canasta de jaba es utilizada por diversas poblaciones indígenas del país, principalmente para recolectar productos agrícolas. Para los bribris se considera de gran valor ya que refleja su cosmovisión en un tiempo primigenio. Asimismo, un punto remarcable de este objeto funcional es su construcción geométrica, muy característico de esta población indígena. El diseño matemático de la jaba permite que sea ergonómica, ya que la base triangular se acomoda fácilmente a la espalda cuando se carga amarrada con una faja. Además, es sumamente ligera, por lo que resulta cómoda de transportar.
Estructura Superior: círculo. Inferior: triángulo equilátero (3 lados iguales y ángulos de 60º).
Base El tejido se realiza de tal manera que se pueden visualizar la formación de triángulos equiláteros proporcionales.
Zoom Al acercarse se puede apreciar la estructura de la base inferior.
Vista lateral Después de armar la base, se procede a tejer en ángulos de 45º. De forma transversal y proporcional a la estructura se entrecruzan líneas horizontales.
Lista para usar Finalmente se le incoporan fajas para transportarla con mayor facilidad. La base triangular se ajusta ergonómicamente a la espalda.
1. Trujillo, L. (2004). Plantas útiles de las fincas cacaoteras de indígenas Bribri y Cabécar de Talamanca, Costa Rica.Tesis M. Sc. CATIE.Turrialba, Costa Rica. 2.Vázquez, A. (2013). Interpretación matemática de la canasta, indígena Bribri de Costa Rica. Revista Científica, Edición especial, 374-377. ISSN 0124 2253.
45°
Chonete
Materiales: lona (100% algodón) Lugar de fabricación: Costa Rica (Pérez Zeledón, San José) Dimensiones: variables patrón del chonete Diseño de patrón: Gabo Atelier (Gabriel González) Año: 2013
Corte Costura Sobrecostura
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Doblez
Ala del chonete x 4 piezas 32 x 16 cm c/u
Parte superior x 6 piezas 12 x 8 cm c/u
Vivo 4 x 92 cm
Similar a un sombrero de pesca, el chonete posee un diseño sencillo, muy humilde comparado con los que usaban la gente adinerada en el siglo XIX (por lo general de felpa u otro material fino), por ello, aún se relaciona con campesinos y personas de escasos recursos económicos. Antes se usaba sobre todo para ir a trabajar al campo, aunque en la actualidad la gente lo utiliza también para ir a la playa y como referente de la identidad costarricense en actividades institucionales y patrióticas: ferias, fiestas y celebraciones. En las llanuras
de Guanacaste la versión del chonete tiene una ala más grande, para proteger mejor del sol. La tela es ideal para climas tropicales puesto que el algodón es muy fresco, al mismo tiempo es duradero y de buena calidad. En el lenguaje popular existen las expresiones “ponerse el chonete” y “enchonetarse”, las que aluden a sentirse orgulloso de las costumbres y tradiciones de nuestro país. También es recurrente la expresión “darle un chonetazo a una lora” para describir algo fácil de hacer.
Machete - vaina
Materiales del machete: hoja de hierro, mango de madera o plástico Materiales de la vaina: cuero bovino y plástico Dimensiones: variables Lugar de fabricación: Costa Rica Fotografía: Pablo Cambronero Título: Guayabo de Mora Año: 2010
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De los muchos instrumentos que trajeron los españoles durante la Colonia para labrar la tierra, solo el machete se usó con gran frecuencia en Costa Rica hasta mantenerse en la actualidad. Según Constantino Láscaris y Guillermo Malavassi (1975, p.17)1, “en España el machete quedó exclusivamente como arma complementaria del fusil, -en el ejército-, para el ataque a la bayoneta”. A diferencia, en Costa Rica los bosques se talaron con machete y así se logró limpiar los terrenos para urbanizar. También, se utilizó para la poda de los cañales y del cafeto, por lo que -en conjunto con la carreta- fue protagónico para fecundar la tierra desde el siglo XVII y en menor medida en la actualidad. El buen filo de la hoja es muy importante, por lo que por seguridad se acompaña de la vaina , ese embalaje que no solo protege, sino que embellece el instrumento con decoraciones en cuero, plástico de colores llamativos y pirograbados.
1 Láscaris, C. & Malavassi, G. (1975). La carreta costarricense. San José: Departamento de Publicaciones del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.
Machete, vaina y garabato
Garabato
Materiales: madera de cafeto o guayabo* Lugar de fabricación: Costa Rica Investigación, texto e infografías: Andrés Fernández1 Fotografía: Isaac Zúñiga Título: “Rodrigo Garita, La Palma, Piedras Negras de Mora”Año: 2013
codo y medio
jeme
una pulgada
Figura 3. Medidas antropométricas: el garabato debe tener proporciones adecuadas. B
C
A
A) Codo = 48-53 cm B) Jeme = 12-17 cm C) Pulgada = 2.5 cm Figura 4. Unidades de longitud devenidas del antebrazo y de la mano humanas presentes en el garabato *Guayabo. m. Árbol de América, de la familia de las Mirtáceas, que crece hasta cinco o seis metros de altura, con tronco torcido y ramoso, hojas elípticas, puntiagudas, ásperas y gruesas, flores blancas, olorosas, axilares, de muchos pétalos redondeados, y cuyo fruto es la guayaba (DRAE).
Proporción, esto es, disposición, conformidad o correspondencia debida de las partes de una cosa con el todo o entre cosas relacionadas entre sí2; en este caso particular, entre las dos partes del garabato y las medidas de altura, largo del brazo y otras medidas derivadas de la mano del futuro usuario. Así, en condiciones óptimas -entiéndase, cuando el instrumento es hecho ex profesolas dimensiones del objeto variarán de acuerdo con las medidas corporales del destinatario, pero mantendrán inalteradas sus proporciones (figura 3). Tal y como ilustra la figura 3, las unidades de medida que puede determinarse que privan en el garabato típico en nuestros campos, son enteramente antropométricas, como que derivadas del antebrazo y de la mano promedio (figura 4), y que en términos de su uso práctico y cotidiano están, por tanto, asociadas a la altura de su usuario. Por esa razón, también puede afirmarse que toda vez que el garabato muestra ser el producto de un conjunto de conocimientos prácticos aplicados para adaptarse a las capacidades y limitaciones físicas de una persona, es además ergonómico. Desarrollado en el ambiente rural, este diseño se clasifica como pre-racional, aquel en que las decisiones de diseño se basan en gran medida en la intuición, el instinto, el gusto o casualidad por carecer de un marco conceptual sistemático. Las regularidades que caracterizan a los productos de este tipo de diseño, son el resultado de un proceso de selección, eliminación y memorización en gran medida mecánica, de las opciones más ventajosas a partir de las experiencias del pasado (Alexander Tzonis, 1977, p. 233). 1 Fernández, A. (2013). El garabato: uso cotidiano y tradicional en Costa Rica. (Artículo inédito). Costa Rica. 2 Diccionario de la Real Academia Española. (Vigésima segunda edición). Recuperado de http://lema.rae.es/ drae/?val=proporción. 3 Tzonis, A. (1977). Hacia un entorno no opresivo. Madrid: Hermann Blume Ediciones
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Figura 1. Campesino con machete y garabato. Figura 2. Labor de chapia con machete y garabato.
Es el instrumento de trabajo del campesino de distintas áreas rurales de Costa Rica, y que consiste en un palo o pieza de madera -tradicionalmente de guayabo-, mucho más larga que gruesa, generalmente cilíndrica y fácil de manejar, que forma gancho en un extremo y es usado por el labriego para auxiliarse en la deshierba del campo o chapia, llevándolo en la mano izquierda, mientras con la derecha manipula el machete (figuras 1 y 2). Usualmente, tal pieza se obtiene durante el desrame o poda del árbol de la guayaba, una vez identificadas en ella las características formales básicas ya descritas. No obstante, entre esas características, más que medidas propiamente dichas, la pieza destinada a garabato debe poseer unas proporciones determinadas.
Carreta
Materiales: madera y hierro Maderas más comunes: mango, aguacate, caoba, cedro, cenízaro, laurel, guapinol, guayacán, tamarindo, marañón, otras Origen de la carreta costarricense: Inicios del siglo XVII, durante el período colonial Dimensiones: variables Infografía: MADC (Daniel Soto) La carreta fue traída por los españoles y sufrió múltiples transformaciones para adaptarse a la geografía local. Fue protagónica en la conquista de toda América ya que fue ideal para ingresar en los terrenos maltrechos. Posteriormente, entró en desuso por la aparición de los jeeps, pues estos no necesitan camino de asfalto para rodar (Láscaris y Malavasi, 19751) . Fue declarada símbolo nacional en la década de los años 80.
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Tipos de carreta según su función Cafetalera, coyolera, leñera, para caña de azúcar, maderera, arenera.
Carreta pequeña, útil para trabajos menores y jalar poca carga.
Declaración patrimonial El 25 de noviembre de 2005 se proclamó la Tradición del Boyeo y la Carreta como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Cromatismo y ornamentación Varía según zona; Cartago, Aserrí, Desamparados, San Ramón, Puriscal, San Isidro del General, Escazú y Sarchí.
Combinación cromática utilizada en Sarchí
Imagen corporativa La carreta -sobre todo en su versión sarchiseña- se ha convertido en el hilo conductor de la imagen corporativa de muchas empresas y como tal se continúa vinculando con la marca país.
1Láscaris, C. & Malavassi, G. (1975). La carreta costarricense. San José: Departamento de Publicaciones del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.
Algunos tipos de rueda Rueda de cuño No es apta para terrenos tropicales ya que el barro se deposita entre las cuñas y atasca la carreta o dificulta la tracción. 1. Bocina Se sujeta con tornillos de hierro. 2. Cuñas En una misma rueda se pueden utilizar diversos tipos de madera Debe estar compuesta por 16 cuñas (palas, rayos o cuchillas). Rueda enteriza o maciza Diseñada a mediados del siglo XIX para los terrenos tropicales. 1. Bocina Labrada de la misma pieza de madera. 2. Aro Platina de hierro que va alrededor de la circunferencia, protege la madera y brinda resistencia.
Imagen corporativa Identificador visual de LACSA De 1946 a 1992 esta fue la imagen que utilizó Líneas Aéreas Costarricenses (LACSA). Identificador visual del ICT Imagen del Instituto Costarricense de Turismo(ICT) entre 1970 y 1990. Identificador visual del MCJ La nueva imagen del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) se lanzó en el 2011.
1. 2.
1.
2.
La luna sobre Sarchí
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Marca: Las Bordadoras Diseño: María del Mar Gómez Colaboran: activamente 20 bordadoras Materiales del producto: tela de algodón, lino, hilo 100% algodón, etiquetas de manta Técnica: Bordado a mano e impresión por transfer artesanal Materiales del empaque: cartulina Kimberly Dimensiones: 45x45 cm Año: 2013
La colección “La Luna sobre Sarchí” rinde tributo a la carreta típica, Patrimonio de la Humanidad. A partir de una relectura formal y funcional, se presenta la iconografía de la carreta sarchiseña pero sin más color que el de la luz de luna. Mediante esta reinterpretación se producen almohadones, caminos de mesa y sachets perfumados; todos hechos por mujeres, jefas de hogar, provenientes de comunidades costarricenses rurales alejadas. Desde un enfoque ecológicamente responsable, los productos se realizan con materiales de alta calidad para prolongar su ciclo de vida útil, el empaque es reciclable y cumple la doble función de embalaje y brochure. Por otro lado, se procura reducir el impacto ambiental por medio de la minimización de las emisiones derivadas del transporte, los insumos se envían desde San José hasta Naranjo por encomienda y, una vez por semana,
las señoras bordadoras se reúnen para distribuirlos y trabajarlos desde su hogar. En conjunto, producen hasta 70 piezas seriadas semanales, las cuales se distribuyen en Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Estados Unidos, Suecia, Inglaterra y Australia. María del Mar Gómez es la cabeza detrás de Las Bordadoras, proyecto fundado en 2012 que busca rescatar la práctica del bordado a mano desde un enfoque socialmente responsable. La iniciativa responde a la necesidad de generar empleos a jefas de hogar dignamente remunerados, sin la necesidad que salgan de sus casas. Lo anterior es significativo especialmente si se considera que en muchos sitios rurales es costoso viajar varias horas para acceder a las fuentes de empleo tradicionales y el cuido de los niños implica -de igual forma- un esfuerzo muy alto.
Botas
Zapatos Splitt
Las botas marca Colibrí tienen una tradición en Costa Rica que supera los 50 años, por lo que las personas se refieren a cualquier “bota de hule” o “bota de agua” bajo este nombre, aunque la marca difiera. La bota Colibrí se distribuye en todo el territorio nacional y se exporta a Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
En los años 40 del siglo XX se diseñaron estos zapatos a petición del entonces presidente de la República José María Figueres Ferrer, con el objetivo de ofrecer al pueblo una opción para calzarse. La Bilbaína S.A., mejor conocida como Bilsa, tiene 77 años de trabajar en Costa Rica. Tomás Artiñano, actual dueño y gerente, asegura que “a don Pepe lo que le molestaba era ver a Costa Rica descalza y este zapato fue el que calzó a este país y a Centroamérica”.
Marca: La Bilbaína S.A. (Bilsa) Materiales: 80% de cuero natural bobino (gamuza) y caucho vulcanizado* (hule natural) importado de Guatemala, 20% hilos, remaches y plantilla Lugar de fabricación: Costa Rica (Zapote, San José) Dimensiones: variables Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
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Marca: Colibrí Materiales: caucho vulcanizado* (hule natural) Lugar de fabricación: Costa Rica (Barrio Cuba, San José) Dimensiones: variables Fotografía: MADC (Valeria Rodríguez)
El diseño de la suela proporciona agarre en cualquier tipo de terreno, por lo que convierte a esta bota en la ideal para trabajar en el campo y en terrenos difíciles.
* La vulcanización es un proceso mediante el cual se calienta el hule natural en presencia de azufre, y vuelve al material en uno más estable, flexible, resistente, durable y lo convierte en termoestable, o sea, que no se funde con el calor. Por lo tanto, aporta a la ergonomía del zapato.
Son conocidos como zapatos “Figueres”, “Figuerillos”, “Güirrizo” y otros más, dependiendo de la zona del país. Su utilidad fue efectiva para la zafra de la caña y para las colectas de café; sin embargo, en los últimos dos años se han popularizado en la gente joven debido al bajo valor económico, ergonomía y estilo tradicional; aunque no necesariamente el zapato original, sino una copia del diseño con nombre de marca “Figueres”, provenientes de China y Colombia, hechos de materiales sintéticos y con suela de PVC que los hace más duros. La actual demanda de los Splitt ha estado muy influenciada por el turismo y se han realizado variantes en color y forma, con estilos más contemporáneos.
Espuma
Producción: Ghiselle Jiménez Materiales del producto: espuma de poliuretano y pintura en spray Materiales del empaque: tela (cordura) Lugar de fabricación: Costa Rica (Desamparados, San José)
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Investigación: Alfredo Enciso Texto: Valeria Rodríguez - Daniel Soto Dimensiones: variables (30x40 cm ó 25x35 cm) Fotografías: Alfredo Enciso- Valeria Rodríguez Año: 2013
Para llegar a su casa, Jiménez debe pasar diariamente frente a una concurrida parada de buses en Desamparados. Precisamente, fue en uno de sus recorridos cotidianos que descubrió una oportunidad de negocio: fabricar los contenedores que resguardan el dinero de los pasajeros y su respectivo empaque para ser transportado. Aunque la idea original no fue suya, afirma que realizarlas requiere de paciencia y pericia; además se deben conocer los distintos tipos de materiales que ofrece el mercado para seleccionar asertivamente los más duraderos. Para realizar cada encargo, Jiménez utiliza plantillas que después corta con bisturí. Las decoraciones las realiza a petición de sus clientes, entre las cuales figuran motivos de fútbol, paisajes abstractos, de montaña y playa, entre otros. Se producen en dos medidas y son ideales
porque son muy estables y el material no permite que ni las monedas ni los billetes se deslicen. Los grandes orificios (o sopas como se les conocen) facilitan depositar “el menudo” eficazmente. Algunos modelos tienen una pequeña abertura en uno de los costados para guardar billetes; otros vienen totalmente forrados para prolongar su vida útil. Cada modelo puede durar hasta seis meses y es costeado por los propios choferes, no por las compañías autobuseras. El empaque es de cordura (tela impermeable) y a un costado tiene un compartimento translúcido en el cual figura el código de cada conductor. Además, posee otras divisiones para colocar lapiceros, papeles y otros. Una vez que finaliza la jornada, cada chofer retira su espuma y empaque del autobús y se dirige a la empresa para “cerrar cuentas”.
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Carritos ambulantes Fotografía (arriba): Pablo Cambronero Título: Tortugero Año: 2010 Fotografías (abajo) (5): Jose Tenorio Título: s/t Año: 2013
Los carritos ambulantes se utilizan como herramientas de trabajo desplazables o rodantes para vender pan, verduras, alimentos o recolectar objetos para vender nuevamente. Los materiales con que se construyen por lo general son simples, económicos y resistentes a la lluvia y al sol. Su diseño podría relacionarse con variantes más cómodas y simplificadas de la carreta o el carromato*. Estas unidades son recurrentes en muchos países del mundo, por lo que su origen no es fácil de determinar. En Costa Rica, algunas decoraciones llamativas se relacionan con las mismas de la carreta; el novelista José León Sánchez1 (citado en Láscaris y Malavassi, 1975, p. 45-46) afirma que: “el carrito del mendigo era típico de lo que existía antes. Así eran todas las carretas. Pero luego contrataron a unos italianos para los trabajos del ferrocarril al Atlántico y 1Láscaris, C. y Malavassi, G. (1975). La carreta costarricense. San José, Costa Rica: Departamento de Publicaciones del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.
cuando ellos terminaron sus labores de canteros se fueron a vivir al Paraíso de Cartago donde fundaron una colonia y empezaron a pintar las carretas a colores como lo hacían antes en Sicilia con sus carromatos del pan, del verdulero, hasta que poco a poco la carreta pintada de colores se fue regando por todos los caminos de la patria”. En la actualidad, en nuestro país existen diversos modelos (más o menos) sofisticados que se ajustan a las necesidades de los comerciantes. Quizás, los más frecuentes de observar son los de copos, jugos (naranja y pipas), verduras y los que transportan hieleras llenas de pescados y mariscos. *Carromato: carro grande de madera con dos ruedas, cubierto con un toldo de tela o material sencillo; suele tener bolsas de cuerda para recibir la carga y es tirado por uno o más animales.
Raspahielo - vasito de copos
(1)
Los copos y granizados son un alimento elaborado especialmente durante el verano, hecho a base de hielo raspado al que se le agrega sirope (almíbar con colorante rojo y esencia de vainilla). También se le puede agregar leche condensada y en polvo, o cambiar el sirope por zarzaparrilla u otro sabor. Hace no mucho, era común utilizar un envase cónico de papel encerado, de ahí el nombre copo; sin embargo, ha sido sustituido en la actualidad por los vasos desechables; estos son los denominados granizados. Hay una versión que incluye helado llamada “Churchill” y es típica de Puntarenas. Se dice que este nombre se le dio durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el político británico Sir Winston Churchill estaba en el apogeo de su popularidad. Según algunos puntarenenses, quien le dio el nombre y lo ofreció a la venta por primera vez fue un inmigrante alajuelense llamado Guillermo Quesada (Ross, 2010, p.177)1.
1 Ross, M. (2010). Entre el comal y la olla, fundamentos de gastronomía costarricense. San José, Costa Rica: Editorial de la Universidad Estatal a Distancia.
Línea de corte Línea de doblez Engomado
Borde: Doblar hacia fuera Pestaña: Doblar hacia dentro
12,4 cm
Doblez circular
(2)
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Materiales raspahielo: hierro fundido Dimensiones: 20x15x15 cm Lugar de fabricación: Costa Rica Ilustración (1): Holalola Costa Rica (Priscilla Aguirre) Título: Los ricos copos Año: 2013 Troquel (2): MADC (Daniel Soto)
Artesanía + diseño
Mismas caritas Artesanía: Alfonso Vega “Pocho” Diseño de marca: Sebastián Vásquez Asesoría y capacitación en diseño: Diseño con Identidad (Ana Barrientos y Adriana Ramírez) Materiales del producto: modelado en barro con cubierta de fibra de vidrio y pintura acrílica Materiales del empaque: bolsa y caja de cartoncillo Dimensiones: 20x10x10 cm Año: 2011 - 2013 Fotografía: MADC (Daniel Soto)
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Mismas caritas es un proyecto que combina armoniosamente la artesanía con el diseño y promueve el rescate del patrimonio costarricense. Además, por sus características formales y conceptuales tiene altas posibilidades de industrializarse y mercadearse a nivel nacional e internacional. Alfonso Vega “Pocho” es autodidacta y se dedica al oficio de mascarero desde hace más de 30 años. Impulsado por el Programa de Mejora Artesanal (PMA) 2011-2012*1 y gracias a la asesoría en diseño de Ana Barrientos, desarrolló un Producto Nuevo Artesanal (PNA), con el cual convirtió la tradición familiar de realizar los enormes personajes de las mascaradas en pequeños productos a partir de un estudio de las proporciones humanas. Finalmente, con la colaboración del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), el diseñador Sebastián Vásquez desarrolló el diseño de marca (logotipia, tipografía, color) y empaque, dimensiones que terminaron de transformar esta iniciativa en un producto completo.
1 Programa de Mejora Artesanal: Café Britt Costa Rica - Programa de responsabilidad Social / Instituto Tecnológico de Costa Rica- Escuela de Ingeniería en Diseño Industrial / Ministerio de Economía, Industria y Comercio- Dirección General de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (DYGEPYME).
¿De la moda, lo que te incomoda? Ilustración (1): Holalola Costa Rica (Priscilla Aguirre) Título: Aguaceros de la tarde Año: 2013 Vivimos en un país tropical, caliente, húmedo y donde llueve gran parte del año. A pesar de estas condiciones climáticas particulares, la ropa que utilizamos por lo general es importada y diseñada en su mayoría para climas extremos (verano, otoño, primavera, invierno).
Los diseñadores de moda y la industria textil costarricense tienen el reto de generar soluciones -funcionales y estéticas- a la medida de nuestras necesidades.Talvez algún día, esos nuevos diseños se infiltren de tal manera en la cotidianidad, que sintamos igual arraigo por una camisa costarricense como lo hacemos con el chorreador de café.
(1)
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El impermeable, los sombreros para el invierno y el verano, zapatos contra agua, camisas y abrigos fabricados con telas aptas para el cambio de temperatura, deberían ser parte de nuestro diseño de moda cotidiano. No obstante, continuamos utilizando diseños descontextualizados que nos traen incomodidad y hasta algún resfrío.
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En Sala 03 del MADC se habilitó una pared para que los visitantes compartieran su opinión acerca de otros objetos de diseño que pudieron ser parte de la muestra.
Fotografía: MADC (Adriana Artavia)
La Nigüenta
Materiales: molde de yeso pintado a mano con spray y pincel Lugar de fabricación: Costa Rica (San José) Dimensiones: variables Fotografía: MADC (Adriana Artavia) Es un amuleto de la buena suerte que funciona para atraer dinero y amor. Su nombre proviene de la nigua, insecto propio de los suelos húmedos y sucios; este penetra la planta de los pies del ser humano para chupar la sangre, por lo que es necesaria su extracción.
El mito de la Nigüenta está vinculado con El Espinario o el Niño de la Espina, una escultura griega del siglo I a.C que representa a un adolescente desnudo, que igualmente sentado inspecciona su pie descalzo tratando de extraer una espina adherida en su talón. Según Max Ulloa, hijo de Francisco Ulloa Báez -fundador del taller de imaginería artística ubicado en Moraviafue cerca de 1950 cuando se posicionó la Nigüenta en el Mercado Central de San José. La gran aceptación del personaje hizo que pasara de estampa a un adorno de bulto de yeso, gracias a un molde que el mismo señor Ulloa (padre) realizó acompañado de elementos vinculados con la buena suerte, como el número 13, un trébol de cuatro hojas y una herradura. Con el transcurrir del tiempo y para satisfacer a todo tipo de clientes, se empezó a pintar con diferentes tonos de piel y cabello, manteniendo los elementos relacionados con la buena suerte, como sus lazos rojos (Montero, 20082).
1 Sedó, P. (Comp.). (2012). Historias de mi terruño, La Nigüenta.Tradiciones de Costa Rica. Recuperado de http://accionsocial.ucr.ac.cr/web/tradiciones-de-costa-rica/leyendas-e-historia;jsessio nid=5497DB1C7FA0EAEFCFF7A134706956D4?p_p_id=101_INSTANCE_RwU1&p_p_lifecycle=0&p_p_ state=normal&p_p_mode=view&p_p_col_id=column-3&p_p_col_count=1&_101_INSTANCE_RwU1_ struts_action=%2Fasset_publisher%2Fview_content&_101_INSTANCE_RwU1_urlTitle=la-niguenta&_101_ INSTANCE_RwU1_type=content&redirect=%2Fweb%2Ftradiciones-de-costa-rica%2Fleyendas-e-historia
2 Montero, M. (2008, 18 de mayo). La vida secreta de la Nigüenta. La Nación. Recuperado de wvw.nacion.com/proa/2008/mayo/18/proa1535664.html
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Según Sedó1, en los años treinta y cuarenta del siglo XX, los zapatos eran una prenda casi exclusiva de gente acomodada económicamente, por lo que ver a una bella niña de piel blanca, hija de adinerados hacendados pero con niguas en los pies era un hecho aislado; tenía que tener suerte aquel quien pudiese ver a un rico sin zapatos. La particularidad del cuento se asocia con la atracción de la buena suerte.
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Proyecto Mr. Masking Proyecto Guachi Guachinyou Proyecto Pollo
FotografĂa: MADC (Adriana Artavia)
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Proyecto Mr. Masking
Concepto: Alfredo Enciso, Pupila Estudio Textos: Karina Salguero Moya Fotografías: Jose Tenorio Rotulación: Gerardo Picado Año: 2013
Hace algunos años, Alfredo Enciso -diseñador gráfico y socio de Pupila Estudio- consiguió un trabajo que lo obligaba a viajar todos los días en el bus de SabanaCementerio (desde San Pedro de Montes de Oca hacia San Antonio de Belén). Fue precisamente en esa época cuando empezó a fijarse -y obsesionarse- con una tipografía particular que se encontraba en algunos de los rótulos de los bares, pulperías, talleres mecánicos, sodas y bazares de la Avenida 10. En 2009, con la ayuda de su hermana Carol, Enciso inició un proceso de documentación de estos rótulos del centro de San José y los barrios del sur. Simultáneamente, arrancó su búsqueda por encontrar al (o los) creador
(es) de estos rótulos. Finalmente, en el 2012, conformó un equipo de trabajo con Karina Salguero, Jose Tenorio y Cynthia Bonilla, con el objetivo de encontrar a “don Gerardo”, el presunto tipógrafo responsable del cual sólo conocían su nombre. Salguero encontró el teléfono, Alfredo llamó y, don Gerardo, al principio un poco asustado, accedió a colaborar con la propuesta gracias a la complicidad de su hermana Ileana. Es así como dio inicio el proyecto de documentación de la obra de Gerardo Picado, “Mr. Masking”, el cual continúa con la creación de un libro biográfico que muestra su trabajo en tipografía. Un tributo al que ellos consideran el primer tipógrafo costarricense.
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Mr. Masking “Yo nací en el centro de Catedral. Mi mamá era josefina. Mi papá era de Cartago. Vivimos en Calle Fallas, San Cayetano, Barrio La Cruz. Mi papá murió hace 30 años, lo atropelló un carro. Estudié en el Liceo de Costa Rica, hasta 3er año. Me gustaban mucho las artes plásticas. Me daba clases doña Flora Amighetti. La hija de don Paco. Me dio mucho conocimiento, aprendí de técnica y de arte, pero lo más importante: me enseñó la perspectiva. Soy rotulador. Veo con las manos. Yo mismo pienso cómo lo hago y no entiendo”.Gerardo Picado vive de lo que pinta. Piensa que el color, el tamaño y los efectos lo definen todo. Su técnica de rotulación utiliza como material base la esponja, la pintura, la cuchilla y el Masking tape. La ondulación de líneas que ha desarrollado en su práctica le dejó el pseudónimo de Mr. Masking.
El oficio de rotulador es antiguo -manual-, inicia la tradición de la publicidad, la señalética y la definición visual de poblaciones. El suyo es un diseño gráfico con esponja y sin la tecla de “borrar” en caso de emergencia. La cinta engomada -geométrica-, encuentra circunferencias una vez que Mr. Masking va pensando -con sus dedos–, el movimiento, la intención y dónde va a situar el gancho de atención. Usa una cuchilla con la que proyecta las letras. Dice que es fácil. Es una forma de vida: una memoria instalada en las manos. Esa misma técnica con cinta adhesiva le permitió desarrollar un protocolo gráfico que se presenta en este escenario de diseño como tipografía costarricense. “La tipografía de Mr. Masking”. Entre su iconografía
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comprende el alfabeto completo, los números, signos ortográficos y efectos de movimiento. La precisión del trabajo de don Gerardo ha estampado todos los barrios josefinos más tradicionales. Existe en nuestro imaginario urbano. Todos hemos visto el trabajo de Mr. Making como parte del paisaje, sin saber que esas letras, de alguna manera nos miran, o aluden a lo que somos, cuando somos públicos. Karina Salguero-Moya
Autor: Gerardo Picado Título: Alfabeto Técnica: pintura de aceite sobre pared - intervención en Sala 3 Dimensiones: 150 x 370 cm Año: 2013
Proyecto Guachi*
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Conceptualización: Julián Mora Materiales: tiquetes de papel y cartón de desecho Año: 2003 - 2013 Ilustración: Claudio Corrales Título: Guachinyou Dimensiones: variables Año: 2013
Julián Mora es arquitecto y lleva casi 10 años coleccionando los tiquetes que -en señal de tratoentregan los cuidacarros o “guachis” a sus clientes; detrás de cada uno hay una calle, una historia y un rostro familiar. Esta actividad que ha “secuestrado” las calles se ha convertido en el sustento de cientos de familias, la pesadilla de muchos conductores e, innegablemente, un fenómeno sociocultural que se ha hecho presente en muchas ciudades latinoamericanas. A pesar de que no se ha contado con un método sistemático de recolección, Mora afirma que “los tiquetes se reciben, no
se buscan”; provienen de diferentes sitios de la Gran Área Metropolitana y en ellos se evidencian procesos -más o menos- sofisticados (o improvisados) de producción; desde los elaborados a mano en papeles y cartón de desecho, otros fotocopiados y sellados hasta recibos impresos en litografía y serigrafía. Tipografías, ilustraciones, iconografía y garabatos se utilizan desenfadada e ingenuamente en este repertorio de diseños urbanos. * Guachi / cuidacarros: término que se ha convertido en el anglicismo guachimán o guachi (abreviado), proveniente del vocablo watchman, hombre que vigila o está atento.
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Selección de imágenes, colección Julián Mora * Colección Andrés Cañas
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“Al subir a un autobús para salir de San José -por ejemplo en la parada de la Coca-Cola- es muy llamativo ver cómo algún pasajero se sube con su bolsita plástica cargada de pollo comprada minutos antes en algún “Pollo de bombillo”, para degustar en el camino y dejar bien perfumado el bus durante gran parte del trayecto… bueno, es parte del sabooor.” Juan Manuel Betancourt
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Proyecto pollo
Conceptualización: Juan Manuel Betancourt Técnica: registro fotográfico Fotografías (selección): Juan Manuel Betancourt Año: 2005 - 2013 Página en Facebook: Proyecto Pollo El venezolano y nacionalizado costarricense, Juan Manuel Betancourt, se llevó una gran sorpresa cuando llegó a este país hace diez años y observó la continua presencia iconográfica del pollo en la señalización urbana y rural; leit motiv en comercios nacionales. Desde 2005 inició un proceso de documentación de la diversidad de rótulos de pollos y los datos exactos de su localización.
El pollo y el paisaje costarricense. La imagen del pollo ha calado de tal forma el paisaje que se ha vuelto invisible o imperceptible para muchos costarricenses. Aunque no se puede considerar señalética sí comparte ciertos parámetros básicos como orientar, organizar e identificar. En este caso, su caracter decorativo fue lo que impulsó a Betancourt a documentar sobre el tema.
Posteriormente, se sumaron distintos colaboradores que comparten con Betancourt el entusiasmo por registrar este fenómeno sociocultural. Hasta la fecha se han incorporado alrededor de 200 fotografías desde distintos lugares de Costa Rica.
*Señalética: Rama del diseño gráfico que se ocupa del estudio de los sistemas de signos y símbolos visuales que cumplen la función de guiar, orientar u organizar a las personas en espacios y situaciones determinadas. Uno de los aspectos básicos es que debe ser visible pero no llamativa, o sea, no formar parte de la decoración del contexto en el que esté ubicada, pasar desapercibida pero responder de inmediato a necesidades de ubicación e información del usuario.
“D´aquí” Introspección para reconocernos En octubre 2013 el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) abrió una exhibición la cual proyecta un singular título referido a lo nuestro: “D´aquí: ensayo para la construcción de una colección de diseño”. La muestra, en tres salas del Museo, nos refiere a lo que tenemos en casa, en sitios de trabajo, recreo o en la ciudad, expresión de lo local que motiva a comprender el significado de colectar, en este caso, diseño; además, se exhiben interesantes propuestas de diseñadores locales quienes proyectan un conjunto de objetos con materiales actuales, funciones similares, pero que aportan ese signo rememorativo de nuestros días de repensar lo propio para obtener un producto con identidad y que nos proyecte como nación y personas creativas.
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El equipo curatorial formado por Fiorella Resenterra (directora del MADC), Valeria Rodríguez y Daniel Soto, crearon un entorno de aprendizaje significativo, en tanto los objetos expuestos son componentes activos de la cotidianidad y del paisaje objetual en el cual vivencia nuestra manera de ser, de gestar pensamiento y argumentar lo vivido para responder en última instancia a las preguntas centrales de ¿quiénes somos? ¿qué, dónde y cómo lo hacemos? y quizás ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos? Activadores emocionales Afirmar qué es de aquí -como acota el título de esta muestra-, conlleva el compromiso fundamental de interpretar la cultura como suma de lo evocado en nuestra memoria individual y colectiva, lo material utilizado o que se tiene experiencia cotidiano de ello; atañe a la identidad en tanto lo evocado cohesiona a la sociedad, no son datos aislados sino un sistema de pensamiento interpretado en los objetos cotidianos que afinan otras formas del paisaje circundante y el cual habitamos, del cual nos servimos y vivenciamos a diario. Hay que decir que muchos de estos objetos expuestos, documentados y argumentados dentro de dicho sistema de pensamiento que compone esta importante muestra del MADC, quizás hasta no fueran fabricados en el país -por ejemplo “la vajilla de loza”, o las ollas y comales de aluminio de gran utilidad popular, y las encontramos en turnos y festividades comunales-, las vienen a comercializar por las calles de las localidades nuestros vecinos nicaragüenses, pero la amplia escala de utilidad local y sus materiales arraigaron conformando híbridos con nuevos matices e influencian de otras maneras nuestras conductas y, por ende, provocan fuerte vinculación social. Algo similar sucede con los banquitos que venden por las calles de la capital y localidades del Valle Central los hermanos Marín del populoso barrio josefino de Sagrada Familia, quienes por décadas, desde tiempos del abuelo de la actual generación, los fabricaban con protoherramientas de ebanistería y maderas locales: “a hacha y cuchillo”, hoy, en un taller mejor equipado, fabrican en escala seriada cientos de estos objetos que conforman ese paisaje objetual en el cual nos insertamos, e incluso, cambian sus usos pues también funcionan como bases para colocar maceteros u otros objetos. Me encanta ver esos carretones repletos de banquitos, bancos, aplanchadores y mesitas, recorriendo las vías, en una especie de acumulación sin orden ni sentido pero que les funciona a ellos para transportar y para venderlos;
idea que aprovechó el diseñador Rodolfo Morales en la muestra “Arte de Sentarse” en la Galería Nacional en Junio pasado cuando introdujo uno de estos carretones y varias acumulaciones en las salas de esa galería. La propuesta del MADC conjuga -en menor o mayor grado y en cada situación-, la experiencia tenida con lo expuesto. Lo que encontramos en el espacio expositivo y en las paredes del Museo posee ese gesto tan familiar que nos atrevemos a afirmar que es nuestro. Se vivencia una especie de “catexia”, cuando se carga de emociones al objeto del deseo o que se quiere para sí, o porque atañe a la añoranza, al extrañamiento, y por ello se guarda para siempre, protege, cataloga, documenta, argumenta, como el fundamento para validarlo, inscribirlo en los registros de pertenencia. Al visitar el espacio museístico y encontrar aquel objeto, cerciorarse que posee raigambre e interés cultural, nos empodera como espectadores, por ello hablamos de emoción: exaltación al reconocernos en esos signos de identidad. Repaso por las salas del MADC, la Sala 2 Entre otros objetos encontramos una huevera de plástico, se exhibe acompañada de una fotografía de la artista Victoria Cabezas, de un rincón del aposento llamado “cocina” en la mayoría de los hogares costarricenses, en la foto aparecen este y otros utensilios observables en la muestra, enuncian lo que es de acá, como los “vasos de casco y media luna” de vidrio, o un hermoso “anafre” u hornilla de carbón para cocción de alimentos -en el ayer ya algo lejano eran hechos de lata o contenedor para la “manteca” que se vendía en las pulperías o “tarro de aceite” (ya esas formas de comerció desaparecieron). El ambiente de este particular espacio arroja imágenes evocativas de las casas de antaño y una cultura de caracteres muy rurales: el fuego, el humo, el aroma cuando se quemaba la leña de maderas nativas como la del guajiniquil o guabo (nombre científico: Inga, familia botánica: Mimosaceae), materias cercanas y tolerantes con la naturaleza, hoy se rememoran para que al visitar la exposición, las sinestesias perceptivas por la capacidad humana de revivir las experiencias de un tiempo enciendan las emociones. Al fondo de esta sala, se exponen diversos artefactos para la preparación de tortillas proveniente de esa milenaria cultura del maíz de nuestros pueblos autóctonos tan rica en diversidad de matices vernáculos. Se exhibe la olla de aluminio de fabricación semi-industrial -ya comentada-, utilizada para cocer el maíz, los frijoles, los tamales, la “olla de carne”, eran subidas en cuatro piedras por entre las cuales empujaban los tizones de madera para su cocción. Aparecen la cuchara de madera, el “molinillo” de madera o metal para batir el cacao -incluso se muestra uno natural hecho con la articulación de una ramita de un árbol-, la prensa de madera para hacer tortillas y la rejilla para calentarlas, la pataconera, las bolsas de agua para distraer las moscas, el chorreador de café en sus formas habituales; encontramos además una interesante propuesta portátil hecha en acero inoxidable por Plex Studio, que titulan “Chorreador 2.0” -del viajero, en tanto sus partes son desmontables y lavables. La Sala 3 En ese particular espacio expositivo de la sala se observa el chanchito o alcancía, el macetero, dos tipologías de las escobas tradicionales para barrer los rústicos pavimentos
Posee contextos específicos como son los modos del sentarse en el país: las poltronas, los bancos y banquillos, las mecedoras, además de diversas tipologías de textiles apropiados a esas formas del descanso popular, pero también atañen a otros productos y usos tales como las alforjas de cuerda de cabuya, los felpudos tejidos con subproductos de la industria textil y del comercio. También aparece el “Weekender bag”, billetera y cinturón diseñados y fabricados por Álvaro Núñez, resistentes y de la más fina confección. Las Bordadoras nos presentan su serie “La Luna sobre Sarchí”, perfectamente tramadas para evocar en el espectador la ancestral manera de obtener tejidos para el uso de la casa. En esta zona de la muestra salta a la vista la reinvención del tradicional banquito de madera rediseñado por el mueblero Rodolfo Morales -también ya comentado-, cubierto con un singular tejido de doña Luz Alvarado, oriunda de la Fortuna de San Carlos. La mecedora Jérwö, de Búawa conformado por Judith Lizano y Daniel Zamora, es construida con una de esas enormes carruchas para transportar el cable eléctrico, muy bien articulada para servir como mueble de descanso. También se exhibe la mecedora de hilos y alambrón de hierro, titulado asiento “Barco de papel” de KTÚ, diseñadora Catherine Román, que cautiva, quizás por su fina concepción minimalista. Además, se aprecia la mecedora “Mandarina” del diseñador industrial Luis Carlos Velázquez, de corte láser en cartón corrugado, él asume el signo intrínseco en la forma curva que exacerba la sensualidad además del profundo goce estético. En esa misma sala se exhiben las cestas “jaba” colectados en el Caribe Sur, fabricadas con cañas y bejucos por los artesanos de Bribri allá en Baja Talamanca. Se expone un conjunto que refiere a las labores del campo: el “chonete”, el “machete” y el “garabato”, con dos pares de zapatos de esos usados en las nobles labores cotidianas de nuestros campesinos. Al fondo de esta sala, se presentan fotografías sobre el carrito del vendedor ambulante, con un objeto para llenar los vasitos de papel de los “copos”, la espuma para colocar monedas en los autobuses y, de repente, brota el imaginario vernáculo sobre lo lúdico, como el trompo de madera hechos de ron-ron u otras maderas duras o semiduras, y las mascaradas que nos sumen en la algarabía de las festividades populares justo cuando detona el “tri-qui traque” y se escucha alegre “farafarachín…” entonado por una “cimarrona” de pueblo. En esas formas del juego popular se cita los juegos de “canicas y bolinchas”,“el trompo”, así como “juegos de salón” que nunca faltan en las tardes veraniegas de intensa cohesión social en las barriadas populares. La Sala 4 Invita a apreciar los simbolismos colectivos de la comunicación de masas representados por la gráfica popular, aparecen los rótulos de pared de tiendas, bares, verdulerías, carnicerías, restaurantes, pulperías, e incluso, la fotografía de un camioncito intervenido por esa astucia populachera
que los convierte en obras de arte pop rodantes. En las gradas de acceso a esta sala se exhibe un alfabeto de fuente tipográfica sintetizada y derivada de la rotulística tradicional costarricense. Se muestra el estilo “Mister Masking” de don Gerardo Picado, quien aplica todo un sistema de rotulación sirviéndose de la cinta adhesiva, que da paso a una forma de vida, de ganarse el sustento familiar, pero sobre todo aportar rasgos a la generación de nuestra diversidad cultural. Aparece una instalación con los recibos que emiten los “guachis” -personas que se dedican a cuidar autos en las calles de la ciudad-, y en una chispeante gráfica conjuga los decires de la jerga popular, provocadores de sentimientos de identificación con los valores del pueblo y de quienes obtienen el sustento diario en ese tramado urbano que denota crisis, pero donde también se advierte la sabiduría de sobrellevarla. Ejercicio teórico investigativo Visitar “D´aquí: ensayo para la construcción de una colección de diseño”, es vivenciar un tiempo de intensidad que nos requiere desconectarnos de todo lo demás, abre un lapso para realizar conexiones, evocar el poder que tienen los objetos y materiales para sustentar el arraigo de un producto, ahí las técnicas y tecnologías vernáculas poseen una voz, así mismo la astucia de cómo resolver determinadas soluciones, también tienen su propio acento. Es decir: debemos ir una y otra vez pues siempre el espectador tendrá la oportunidad de descubrir un algo nuevo que, en la primera ojeada, no lo ancló, por lo tanto pasó desapercibido. Los especialistas del Museo repasaron la teoría de la comunicación, del diseño como sujeto de producción cultural, de la percepción sensorial y lo emocional como un bagaje insustituible en la acción del diseñador, quien es un importante actor social y cultural en esta compleja sociedad contemporánea. Tremendo ejercicio el experimentado por el equipo: investigar para colectar, observar para exhibir, resguardar para argumentar aquellos valores que de simples o burdos objetos pasan, en adelante, a asumir una escala de valores dentro de lo patrimonial y que estimula en la colectividad vínculos sociales y como se dijo, culturales. Todo ello es una noble y responsable tarea que se merece premiar; de alguna manera, la relaciono con otra gran muestra expuesta en esos espacios del MADC: “Construcciones / Invenciones: De la Suiza Centroamericana al país más feliz del mundo”, curada por María José Chavarría e inaugurada en febrero de este mismo año. Para cumplir con esos fines y principios que apunta la misión de un museo, los estudiosos del MADC convocaron a una colecta de ideas y objetos a través de redes sociales, apoyaron sus decisiones en un equipo de asesores externos a la institución. Méritos también por la acción museográfica y educativa al transparentar -como estrategia de lo mostrado-, una trama de datos técnicos, culturales, sociales y históricos, tan necesarios al tratar de elaborar el sentido: que la exhibición eduque, sorprenda al espectador quien emerge del complejo museístico con la suma convicción de valorar lo suyo. Luis Fernando Quirós 05 de octubre, 2013
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de las casas de antaño, la plana, hecha de millo u hojas de hierbas, y la redonda con un trenzado de hojas de palma. Todo este inventario objetual de la muestra, entre otros motivantes, catapultan el sentimiento buscado por el equipo curatorial, de hacernos sentir en nuestro “charco”, en el más amplio estímulo de lo propio.
Actividades educativas En ambos talleres se llevó a cabo un proceso de diálogo en torno a los objetos y sus componentes fundamentales (forma, función, materiales, estructura, etc.) con el objetivo de innovar y plantear nuevos usos. Posteriormente, se seleccionaron y reinterpretaron algunos objetos propuestos por los alumnos y se ejecutaron modelos, maquetas y diversas pruebas.
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Talleres En el marco de la exposición D’aquí: Ensayo para la construcción de una colección de diseño se realizaron dos talleres con estudiantes entre 15 y 17 años del Colegio Calasanz y del Colegio Samuel Sáenz sobre el estudio y reinterpretación de los objetos de diseño de uso cotidiano. Ambos fueron impartidos por las especialistas María Laura Méndez y Marie Aurore Stiker Metral.
Proceso Imágenes del proceso creativo de ambos talleres. Fotografías: MADC (Antonieta Sibaja).
Algunos resultados Sillas hechas a base de cera, chorreadores de café que funcionan como lámparas, zapatos impermeables y matamoscas que sirven para hacer burbujas, fueron algunos de los resultados a los que llegaron los estudiantes. Fotografías: María Laura Méndez (1-3) y MADC ( Adriana Artavia (4)).
Pidaelgato + D’aquí Pidaelgato son conversatorios de diseño del MADC.Nació en 2012 como una iniciativa de carácter experimental y alternativa ante la necesidad de contar con espacios para la reflexión y el aprendizaje sobre diseño. También, como un escenario donde profesionales, estudiantes y amantes del diseño puedan, de forma colaborativa, intercambiar conocimientos y experiencias. Cada sesión se efectúa simultáneamente en dos formatos, en la Videoteca del Museo con los participantes e invitados y en el Facebook y página web oficial; lo que permite a personas
alrededor del mundo participar, aportar ideas, opiniones y sugerencias. Para la exposición D’aquí: Ensayo para la construcción de una colección de diseño, se realizaron dos sesiones; una previa a la exposición (11 de julio, 2013) que se planteó con la intención de dialogar en torno al concepto “diseño”; cuáles son sus alcances, limitaciones, características, qué es y qué no es diseño, entre otras aristas. Para esta sesión fueron invitados los diseñadores Hugo Pineda (diseñador gráfico y museógrafo), Eduardo Chang (artista y diseñador gráfico), María José Nuñez (diseñadora de producto) y Oscar Ruiz-Schmidt (diseñador de moda). El 17 de octubre, 2013 se gestionó una segunda sesión muy especial dedicada al “Diseño con identidad” en la cual se hicieron presentes los diseñadores Rodolfo Morales, Daniel Lizano, Judith Zamora, María del Mar Gómez y Álvaro Núñez, todos participantes de la exposición “D’aquí”. Ellos compartieron con el público sus puntos de vista en torno al diseño costarricense, la importancia de valorar lo cultural-local y cómo pueden los diseñadores -como agentes de cambio- contribuir al desarrollo sostenible del país desde sus propias prácticas.
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ENTREVISTAS Alfaro, L. Entrevista realizada el 21 de agosto de 2013 en San José (San José, Costa Rica). Entrevistadora:Valeria Rodríguez. Artiñano,T. & Hernández, L. Entrevista realizada el 03 de agosto de 2013 en Zapote (San José, Costa Rica). Entrevistador: Claudio Corrales.Transcriptor: Daniel Soto. Jiménez, G. Entrevista realizada el 13 de setiembre de 2013 en Desamparados (San José, Costa Rica). Entrevistadora: Valeria Rodríguez. Morales, R. Entrevista realizada el 21 de agosto de 2013 en San José (San José, Costa Rica). Entrevistadora:Valeria Rodríguez. Vega, A. Entrevista realizada el 23 de agosto de 2013 en San Ramón (Alajuela, Costa Rica). Entrevistador: Daniel Soto.
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Ciclo de cine (Pelis+diseño) Como parte de la exposición se realizaron dos ciclos de cine: uno en la Videoteca del MADC y otro en el Museo Regional de San Ramón, Sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica; ambos abordaron desde distintas perspectivas el papel protagónico del diseño en nuestra cotidianidad. Asimismo, buscaron evidenciar los complejos procesos creativos por los que los diseñadores deben pasar para formular soluciones funcionales, estéticas y a la medida de la necesidad. Finalmente, procuraron exponer al diseño como una práctica cultural diversa de alta incidencia en las sociedades contemporáneas.
72_créditos
Sala 02, MADC
Equipo MADC 2013 Dirección: Fiorella Resenterra • Administración: Susana Cascante • Curadora jefe: María José Chavarría • Curador en diseño, coordinador comunicación y diseño web: Marco Guevara • Asistente de dirección y coordinación de actividades: Valeria Rodríguez Diseño gráfico y fotografía: Adriana Artavia • Área educativa: Antonieta Sibaja • Contabilidad: Jessica Vindas • Jefe de custodios, montaje y registro de colección: Fabricio Meza • Recepción y secretaría de dirección: Nuria Chavarría • Encargado de taller: Jhonny Paniagua • Custodios y montaje: Sandra Lezcano, Luis Diego Fallas, Wilberth Segura, Arturo González, Alexander Fernández • Servicios Generales: Fernando Calderón Junta Administrativa MADC 2013 Presidente: Sra.Tamara Baum • Vicepresidente: Sra. Karina Salguero • Secretaria: Sra. Lorna Chacón • Vocal 1: Sr. Jurgen Ureña Vocal 2: Sra Marta Rosa Cardoso Junta Fundación Pro MADC 2013 Presidente: Sra. Karina Salguero • Secretaria: Sra. Adriana Gómez • Tesorera: Gisela Salazar • Vocal 1: Sr. Jurgen Ureña Vocal 2: Sra. Michelle Giustiniani Reyes Agradecimientos especiales Amigos del Facebook del MADC • Luz Alfaro • Manfred Araya • Arteria® (Eugenie Murillo y Carlos Mena) • Autóctono (Álvaro Núñez) • Juan Manuel Betancourt • Buáwa (Judith Lizano y Daniel Zamora) • Victoria Cabezas • Pablo Cambronero Carlos Céspedes • Eduardo Chang • Alexander Corrales • Claudio Corrales • María José Da Luz • Diseño con Identidad (Ana Barrientos y Adriana Ramírez) • DISTINCOMER (Dennis Barrantes) • Alfredo Enciso • Andrés Fernández Gabo Atelier (Gabriel González) • Nidia González • Holalola (Priscilla Aguirre y Walter Calienno) • Ideamateria (Luis Carlos Velázquez) • Ghiselle Jiménez • La Bilbaína (Leonardo Hernández y Tomás Artiñano) • Las Bordadoras (María del Mar Gómez) • Luz de Piedra (Luz Letelier y Pietro Stagno) • Juan Gabriel Madrigal • María Laura Méndez • Álvaro Mora Julián Mora • Rodolfo Morales • Gerardo Picado • Plex Studio (Mario Ramírez y David Meléndez) • Pupila Estudio Esteban Quesada • Rocío Quilis • Luis Fernando Quirós • Catherine Román • José Pablo Román • Karina Salguero Moya Oscar Ruiz Schmidt • Vanessa Soto • Marie Aurore Stiker Metral • Tala • Jose Tenorio • Hannia Ugalde • Henry Vargas Alfonso Vega “Pocho” • A todo el equipo del Museo, al comité asesor, a los trameros del Mercado Central de San José y del Mercado Central de Heredia que nos brindaron información y a todas la personas que colaboraron con este proyecto Museo de Arte y Diseño Contemporáneo Ministerio de Cultura y Juventud. Ubicado en el Centro Nacional de Cultura. Avenida 3, calles 11 y 15, San José, Costa Rica. info@madc.cr. www.madc.cr. Teléfonos (506) 22579370, (506) 22223489. Fax (506) 22578702. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS MADC 2013.