Museo de arte y diseño contemporáneo / J u e g o s y R i to s / A d o l f o S i l i é z a r / madc 2013
ISBN
Esta publicación fue realizada para la exposición “Juegos y Ritos” de Adolfo Siliézar, exhibida en Sala 1 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo; San José, Costa Rica. Del 25 de abril al 29 de junio del 2013. Dirección MADC: Fiorella Resenterra. Curaduría y coordinación editorial: María José Chavarría. Autores de los textos: María José Chavarría, Ileana Alvarado y Antonieta Sibaja Hidalgo.
íNDICE
5-6 Entre juegos y ritos María José Chavarría 8 - 27 Obras 29 - 30 El valor de la materia Ileana Alvarado 32 - 35 Translations 36 - 37 Actividades Educativas Antonieta Sibaja Hidalgo 38 - 39 Curriculum del artista 40 Créditos
4
Entre juegos y ritos María José Chavarría
Presentación
Entre juegos y ritos
Uno de los objetivos principales que el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) intenta cubrir con su programa expositivo, es el de revisar la producción para exponer de manera individual la obra de diferentes artistas. Esto tanto a nivel nacional como en los demás países de la región centroamericana.
La muestra “Juegos y ritos” recopila entonces un porcentaje importante de la obra del artista Adolfo Siliézar. La herencia del dibujo, la tradición de las artes gráficas y el grabado, se hacen presentes en su trabajo desde la tridimensionalidad, como acompañantes que mantienen un diálogo persistente.
El Museo ha apostado durante mucho tiempo, por la visibilización de la producción de artistas de las nuevas generaciones; y a la vez en ser una entidad visionaria en donde se da pie a la experimentación y a la incorporación de nuevos lenguajes.
La utilización de materiales de desecho, de madera vieja y de elementos olvidados impregnados de memoria, es la base esencial para sus ensamblajes. La carga simbólica de lo matérico, convive al mismo tiempo con el poder del fuego, un elemento fundamental en el proceso de concepción de sus obras.
Paralelamente a esta línea de acción, el MADC también ha contemplado la responsabilidad de hacer visible de manera expositiva, el trabajo de artistas de generaciones anteriores que son los que de una u otra manera, han abierto camino en el paso del arte moderno al arte contemporáneo. Muchos de estos artistas se han aventurado a hacer nuevas propuestas, ya sea desde el ámbito conceptual algunos, y otros más desde el aspecto formal. En este sentido la obra del artista costarricense Adolfo Siliézar, viene a ser una especie de puente o como él mismo lo menciona: “a desarrollarse en medio de una transición” entre generaciones en el ambiente artístico nacional. El cuestionar los lineamientos tradicionales de la técnica y los límites de la escultura, es uno de los rasgos más característicos de una parte de su producción. Es en esta ocasión, su obra tridimensional y en madera, sus ensamblajes quemados, la que precisamente al Museo más le ha interesado y ha seleccionado para esta exhibición.
Reminiscencias del poder. 1996
Esta especie de ritual purificador, permite un ciclo de construcción-destrucción que es vital para una búsqueda continua de dualidades. El placer con el dolor y la fragilidad de lo monumental, son constantes que confluyen en esa búsqueda de la sorpresa de lo irreconocible; del azar y el ardor, como agentes transformadores. Tanto a nivel técnico como a nivel temático, la tradición de la imaginería religiosa es un componente fundamental para poder comprender la producción de Siliézar; su abuelo era imaginero, por que el contacto con la madera y con las figuras talladas es algo cotidiano en su historia de vida. Es precisamente por lo que su obra se compone de una carga importante de la herencia figurativa e icónica. Asimismo, el trabajo de construcción y de la talla de juguetes de madera, viene a ser otra de las vertientes que desembocan en un imaginario consciente utilizado por el artista. La policromía, tradicionalmente presente en estas formas de trabajar la madera, queda en un segundo plano frente a la potencia del fuego.
5
Sus siluetas carbonizadas, introducen distintas reflexiones en donde temáticas como el control y el poder se hacen presentes. A la vez, la conciencia de pertenencia hacia lo geográfico y la inconformidad y angustia por las estructuras impuestas, son componentes que se fusionan en estos vestigios del carbón. Dentro de esta idea podemos encontrar obras como “Reminiscencias del poder” (1996), que es precisamente, una de las obras que es parte de la colección permanente del MADC. En las obras de Siliézar, el drama humano, no solo el de los grandes conflictos, sino también de los episodios simples y cotidianos, se entremezcla con una evocación por la infancia. Algunas de sus obras, la mayoría de estas sin título1 y en pequeño formato, remiten a este punto. 6
El juego también, como una especie de rito, dialoga con figuras de poder e insignias conmemorativas. Personajes que como arquetipos se tornan recurrentes en este imaginario personal. En este sentido, podemos encontrar piezas como “Patriarca” (s/f), “Caudillo” (2012) o también “Visiones del adelantado” (s/f). Aquí, las experiencias vividas por generaciones de artistas, amigos y ciudadanos, en países latinoamericanos con una época social convulsa, como lo son las décadas de los años sesentas, setentas y ochentas, dejan vestigios dentro de su trabajo. El peso de la memoria, de la herencia y del paso del conocimiento son también algunas de las ideas que se filtran dentro esta telaraña de inquietudes. Es aquí donde obras como “Crónicas del laberinto” (2002 - 2013) -esa biblioteca gigante de libros pesados y hechos cenizas por el fuego- se 1 Pág. 8, Ensamble de madera quemada, 40 x 30 cm, Colección privada, 2007 y también en la pág. 11, Ensamble de madera quemada, 30 x 80 cm, Colección Teor/éTica, 2004.
posiciona junto una pieza de menor tamaño como “Crónica urbana” (2012), como evidencias de este interés. De igual manera, la reminiscencia de los retablos religiosos y en evocaciones de relicarios, se empatan con la presencia de lo ceremonial. En esta línea obras como “Heme aquí en el año del señor” (1996) y “Juegos en el sueño” (2004), repasan los conceptos planteados anteriormente. Al mismo tiempo, piezas como “Ensayos de resurrección” (1994) o algunas obras de formato más pequeño y sin título2 acentúan la reincidencia en el tema. Existe así una gran carga a nivel simbólico y autobiográfico, en donde los recuerdos de un adoctrinamiento en la niñez y juventud, y de los conflictos que de esto emergen, hacen que esta veta religiosa aparezca de manera constante dentro de la producción del artista. Esa evocación al pasado y la necesidad de repasar experiencias vividas, se amalgaman con la desintegración del recuerdo y la materialidad que el ardor del fuego permite. Esa lucha continua entre la presencia y la ausencia, refuerza el carácter cíclico y binario, que se encuentra entretejido en la obra de Siliézar. Lo que estos procesos de transformación van dejando a su paso, abre preguntas sobre lo que pudo haber sido y no fue, sobre la fragilidad de la vida y el patetismo de lo bello. María José Chavarría Curadora MADC San José, junio 2013 2 Pág. 14, Ensamble de madera quemada, 80 x 60 cm, Colección privada, s/f.
Vista parcial Sala 1
7
8
Sin t铆tulo
Ensamble de madera quemada 40 x 30 cm Colecci贸n privada 2007
Untitled
Assemblage of burnt wood 40 x 30 cm Private collection 2007
9
Sin título
Ensamble de madera quemada 125 x 100 cm Colección Teor/ética 1992
Untitled
Assemblage of burnt wood 125 x 100 cm Teor/ética collection 1992
10
Sin título
Ensamble de madera quemada 45 x 25 cm Colección Teor/ética 2004
Untitled
Assemblage of burnt wood 45 x 25 cm Teor/ética collection 2004
11
Sin título
Ensamble de madera quemada 30 x 80 cm Colección Teor/ética 2004
Untitled
Assemblage of burnt wood 30 x 80 cm Teor/ética collection 2004
12
Sin t铆tulo
Ensamble de madera quemada y figuras talladas 40 x 30 cm Colecci贸n privada s/f
Untitled
Assemblage of burnt wood and carved figures 40 x 30 cm Private collection undated
13
Reminiscencias del poder Ensamble y escultura de madera quemada 200 x 170 x 50 cm Colecci贸n MADC 1996
Reminiscences of Power Assemblage and sculpture of burnt wood 200 x 170 x 50 cm MADC collection 1996
14
Sin t铆tulo
Ensamble de madera quemada 80 x 60 cm Colecci贸n privada s/f
Untitled
Assemblage of burnt wood 80 x 60 cm Private collection undated
15
Ensayos de resurrecci贸n
Ensamble de madera quemada y pintura al 贸leo 125 x 100 cm Colecci贸n privada 1994
Essays on Resurrection
Assemblage of burnt wood and oil painting 125 x 100 cm Private collection 1994
16
Crónica urbana
Talla en madera y libro quemado 15 x 40 x 60 cm Colección del artista 2012
Urban Chronicle
Wood carving and burnt book 15 x 40 x 60 cm Artist’s collection 2012
17
Crónicas del laberinto
Ensamble de madera y libros quemados 750 x 250 x 35 cm Colección del artista 2002 - 2013
Chronicles of the Labyrinth
Assemblage of burnt wood and books 750 x 250 x 35 cm Artist’s collection 2002 - 2013
18
Sin t铆tulo
Ensamble de madera y libro quemados 40 x 60 cm Colecci贸n privada 2005
Untitled
Assemblage of burnt wood and books 40 x 60 cm Private collection 2005
19
Visiones del adelantado
Ensamble de madera, figura tallada quemadas 160 x 100 cm Colecci贸n privada s/f
Visions of the Progressive
Wood assemblage, burnt carved figures 160 x 100 cm Private collection undated
20
Eleg铆a
Ensamble de madera quemada y figuras talladas 125 x 160 cm Colecci贸n Caja Costarricense del Seguro Social s/f
Elegy
Burnt wood and carved figure assemblage 125 x 160 cm Collection of the Costa Rican Social Security System undated
21
Patriarca
Ensamble de madera quemada 128 x 160 x 30 cm Colecci贸n Museo de Arte Costarricense s/f
Patriarch
Burnt wood assemblage 128 x 160 x 30 cm Collection of Museum of Costa Rican Art undated
22
Caudillo
Talla en madera y ensambles 150 x 270 x 200 cm Colección del artista 2012
Warlord
Wood carving and assemblages 150 x 270 x 200 cm Artist’s collection 2012
23
Sin t铆tulo
Figura tallada en madera y quemada 24 x 18 cm Colecci贸n privada 1998
Untitled
Burnt wood carving figure 24 x 18 cm Private collection 1998
24
A ver si cambia…
Madera quemada tela y acrílico 150 x 280 cm Colección del artista 1992
Let’s see if it changes... Burnt wood canvas and acrylic 150 x 280 cm Artist’s collection 1992
25
Paren! Que nos queremos bajar Madera quemada sobre tela 250 x 100 cm Colecci贸n MADC 2002
Stop! We want to get off Burnt wood on canvas 250 x 100 cm MADC collection 2002
Ecce Homo
Ensamble de madera quemada sobretela 250 x 100 cm Colecci贸n Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura s/f
Ecce Homo
Burnt wood on canvas assemblage 250 x 100 cm Costa Rican Science and Culture Centre collection undated
26
Heme aquí en el año del señor…
Ensamble de madera quemada 200 x 180 cm Colección Caja Costarricense de Seguro Social 1996
Here I am in the year of our Lord...
Burnt wood assemblage 200 x 180 cm Collection of the Costa Rican Social Security System 1996
27
Juegos en el sue帽o
Figuras talladas, ensamble de madera quemada y libro quemado 150 x 80 cm Colecci贸n privada 2004
Dream Games
Carved figures, burnt wood and burnt book assemblage 150 x 80 cm Private collection 2004
28
El valor de la materia Ileana Alvarado
En 1978 Adolfo Siliézar presentó su primera exposición de dibujo en el Café del Teatro Nacional. Ese fue el primer encuentro que muchos tuvimos con la obra del artista, que posteriormente inauguraría, en agosto de 1985, otra muestra también de dibujo titulada: “Siliézar dibujos”. Esta segunda exhibición en el Teatro evidenciaba gran madurez por la expresividad de las obras y en ella estaban ya presentes algunos motivos que se mantienen aún en su trabajo, como la figura humana y los juguetes. Los dibujos de Siliézar, de tendencia expresionista y gran fuerza expresiva, venían a enriquecer un medio artístico donde sobresalía el trabajo de varios dibujantes, también interesados en la figura humana, entre ellos Fernando Carballo y Fernando Castro. Como lo menciona Roberto Cabrera en su texto para el catálogo de la muestra: “Siliézar irrumpe hoy con una nueva fuerza iconográfica que puede parecer a muchos poco encantadora porque urga en la carne de su imaginería anterior. Hoy sus personajes se abren en canal para mostrar el interior surcado de costillares, tendones, elementos musculares y viscerales que se presentan como radiografías de una realidad en blanco y negro, que no desea ser maquillada por colores brillantes al óleo o transparencias acuareladas que cubran la nueva significación de corte realista que es evidente en la obra de muchos de nuestros grafistas actuales.” La energía presente en estos dibujos era el fruto de la unión entre la iconografía atormentada y el trazo, y se constituyó en el primer campo de experimentación del artista. Aunque éste no abandonó nunca el dibujo, que continúa siendo hoy la base de su trabajo, dejó de ser su medio de expresión final en 1992, al iniciar su experimentación tridimensional en ensamblaje con la obra “Retorno a mi entorno”. Esta nueva investigación lo ubica en el arte de vanguardia de la época junto a otras sensibilidades que como el valoraron en demasía el trabajo artesanal y la riqueza propia
Vista parcial Sala 1 y detalle de “Elegía” (s/f)
de los materiales, de esta manera su propuesta se hermana en Costa Rica a la presente en obras tales como “La familia cosquillitas” de Juan Luis Rodríguez Sibaja, quien además fue su maestro. Cabe mencionar, sin embargo, que la pasión por la madera estaba presente ya desde su infancia, e impresa en su memoria familiar a través de los recuerdos de su abuelo escultor, a quien veía tallar este noble material y hacer surgir de él imágenes de santos. Esta relación entre el escultor y la materia que se resiste a ser transformada, hasta finalmente ceder ante la gubia, se convirtió en el punto de partida de esta nueva exploración tridimensional que culminaba cuando la obra era expuesta al poder transformador del fuego, y con ello emergía la dualidad construcción/destrucción, control/ descontrol y vida/muerte. El proceso de trabajo de Siliézar se inicia por tanto artesanalmente con la talla de fragmentos de madera, que luego son ensamblados con cuidado, cual fino carpintero, y finalmente, en una acción que tiene mucho de acto ritualizado, se introducen en el fuego y se observa como se modifican las formas y como emergen los colores ocultos, adquiriendo el trabajo una nueva vida, con otros significados, tonos y texturas. De esta manera durante el proceso final de creación de su obra, el artista se vuelve espectador y toma de nuevo control cuando detiene el poder destructor del fuego al sentirse satisfecho con el resultado o cuando la obra que había creado desaparece ante sus ojos. Es importante mencionar que este trabajo de Siliézar continúa en la ruta del arte de tendencia constructivista del siglo XX seguido por artistas de la talla de Joaquín Torres García y Louise Nevelson, entre otros, que además Siliézar reconoce lo influyeron. De esta manera el artista construye con fragmentos de marcos de ventanas de antiguas casas u otras partes ya talladas, espacios que se convierten en el marco de escenas donde personajes sutilmente esbozados se dejan ver o aparentan asomarse.
29
Entre los elementos altamente significativos que se presentan en estos espacios, es importante mencionar dos: los juguetes tradicionales y las cuerdas. De su infancia Siliézar toma los muñecos y caballos articulados, que hicieron las delicias de muchos niños; estos personajes cobran dos significados que se asocian: uno que alude a la nostalgia, sobre todo de la niñez y el otro que remite a la fragilidad de la vida, el dejar de ser, desaparecer o ser manipulado. Otro elemento reiterativo en un buen número de trabajos es la cuerda. Ésta tiene dos funciones, la primera servir como elemento de enlace entre las partes, para así dar unidad, como sucede por ejemplo en “Elegía” y por otro lado crear una especie de malla que encierra a los ‘personajes’, lo que se observa en varias obras sin título, de los años 2004 y 2005. Sin duda alguna este elemento enriquece la lectura ya que se abre a significados tales como impotencia, incomunicación o los sueños imposibles de realizar, en fin plantea fronteras infranqueables; la obra sin título del 2004 que pertenece a Teor/ética, ejemplifica muy bien esta barrera impuesta por las cuerdas, ya que en ésta, dentro de una solución formal de retablo de iglesia, un jinete sobre su caballo, acompañado de dos personajes, uno a cada lado, y todos ellos articulados, está encerrado por el entramado de las cuerdas, aunque el personaje ‘intente saltar con su caballo’, nunca lo conseguirá. 30
Ligado al concepto anterior el artista elaboró para la exposición del MADC la obra “Crónica de un laberinto” trabajo asociado a una instalación realizada para la “I Confrontación en el Arte 2002-2003”, que era la obra conmovedora de una biblioteca quemada. En “Crónica de un laberinto” el concepto cobra aún más fuerza, ahora son dos estantes unidos por cuerdas y éstas penetran también la zona de los libros. De forma poética la obra evoca con sutileza la nostalgia sentida ante aquello que desaparece frente a nuestros ojos: el conocimiento y la compañía que dan los libros. En esta obra el vacío se convierte en un elemento significativo que enriquece ostensiblemente el concepto, tanto gracias a la separación de los estantes, tan solo unidos por las cuerdas que cuelgan; como también por los espacios que genera la falta de libros, lo que genera la idea de que muchos de estos ya no existen y que los que quedan están a punto de desaparecer. El artista, que ya antes de estas propuestas había experimentado los resultados estéticos que se obtenían al quemar los libros, al hablar de estos trabajos dice que “aluden a muchas cosas contradictorias, desde el ataque al
saber, la intolerancia… no era un mensaje tan dirigido, lo que pretendía era sembrar la inquietud”. Sin duda alguna la obra cumple el objetivo y provoca lecturas múltiples; además cabe mencionar que entre éstas, y en especial por la época en que vivimos, un trabajo como éste cobra especial importancia dado el papel que ha comenzado a jugar el libro digital ante el libro físico. Aunque ya se mencionaron algunas de las influencias relevantes para Siliézar es fundamental no dejar por fuera el arte religioso. Algunos de sus ensamblajes recuerdan los retablos de madera de las iglesias, con sus espacios compartimentados, donde se ubican diferentes escenas sagradas o santos, algunos de los cuales son esculturas talladas en madera. Esta es una influencia determinante ya que el artista fue criado en una familia católica y practicante, donde las imágenes tenían un papel de importancia, tanto las elaboradas por el abuelo escultor como las adquiridas de otra forma. Algunas obras, como por ejemplo el ensamblaje sin título del 2005, donde se representa a un personaje a caballo, con el pecho abierto y el corazón expuesto, que parece querer lanzarse contra las cuerdas, recuerda la figura de un santo en un nicho de iglesia, mas aún al encontrarse acompañado de un ser alado. Hay que mencionar sin embargo que no todas las figuras aladas pueden asumirse como ángeles cristianos, ya que el artista se inspiró en la representación de deidades precolombinas como el caso de Zotz (deidad con atributos de murciélago en la cultura Maya) con lo que generó algunas imágenes ambiguas ya que a veces parece sugerir la representación de un hombre con los brazos abiertos y otras la de un hombre alado. Es así que la obra de Adolfo Siliézar, afín al arte povera, se torna dentro del contexto del arte costarricense de fines de la segunda mitad del siglo XX y en el XXI, como un trabajo importante gestado a partir del estudio de las fuentes del arte de su época, de su interés personal por los juguetes tradicionales, así como también por el arte colonial y el precolombino, y que gracias a una fina sensibilidad ante la materia y la creación logró crear una obra de sello personal donde concepto, forma y materia se hermanan. Ileana Alvarado V. San José, 2013
Vista parcial Sala 1
31
Between Games and Rituals María José Chavarría
Presentation One of the goals the Museum of Contemporary Art and Design (MADC) endeavours to include in its exhibition programme is that of reviewing different artists individually, both at the national and Central American regional level. The Museum has, for a long time, supported showcasing works produced by new generations of artists, and has directed its efforts at becoming a visionary entity that encourages experimentation and the incorporation of new artistic languages.
32
In conjunction with this course of action, the Museum has also taken on the responsibility of showcasing the work of artists from previous generations who have, to some extent or another, opened the way for the transition from modern to contemporary art. Many of these artists have ventured to make new proposals, some on a conceptual level, and others based on formal aspects. In this sense the work of the artist Adolfo Siliezar constitutes a bridge of sorts or as he himself describes it: “develops in the midst of a transition” between generations within the Costa Rican art scene. The questioning of the traditional methods used in this medium and testing the boundaries of sculpture are some of the most characteristic features of one part of his production. On this occasion, it is precisely his three-dimensional work and wood pieces that have been of most interest to the Museum for this exhibition. Between Games and Rituals Thus, the exhibition “Games and Rituals” brings together a significant part of the work of Adolfo Siliezar. The legacy of drawing, and the tradition of graphic arts and engraving are ever-present in his three-dimensional work, like chaperones in persistent dialogue. The use of waste materials, old timber and forgotten
elements impregnated with memories constitute the essential foundation for his assemblages. The symbolic charge of the material elements coexists alongside the power of fire, a fundamental aspect of how his works are conceived. This ritual cleansing of sorts allows for a construction/ destruction cycle that is vital to an ongoing search for dualities. Pleasure together with pain, and the fragility of the monumental are constants that converge in the search for the surprise element of the unrecognizable; randomness and fire act as agents of change. Both at the technical and thematic level, the tradition of religious imagery is a key component to understanding Siliezar’s creations. This is precisely the reason why his work is deeply charged with a figurative and iconic legacy. Similarly, the carving of wooden toys became another of the aspects that led to this conscious imagery being employed by the artist. The use of colour, traditionally present in these woodworking techniques, takes a backseat to the power of fire. The charred silhouettes introduce different approaches addressing issues such as control and power. Likewise, the awareness of geographical belonging and the nonconformity and angst resulting from imposed structures are components that merge together in these vestiges of coal. This concept is embodied in works such as “Reminiscences of Power”, from the MADC collection. In the works of Siliezar, the human drama, not only of major conflicts but also of everyday occurrences, is interspersed with evocations of childhood. Some of his small format untitled works1 refer to this aspect. Games, too, as a form of ritual are in dialogue with power figures and commemorative insignia. The characters become recurring archetypes of his personal imagery as in pieces such as “Patriarch”, “Warlord” or even “Visions of the 1 Page 8, Assemblage of burnt wood, 40 x 30 cm, Private Collection, 2007. Page 11, Burnt wood assemblage, 30 x 80 cm, Teor/ética collection, 2004.
Progressive”. Here the experiences of generations of artists, friends and citizens of Latin American countries during socially turbulent times, such as the sixties, seventies and eighties, leave their mark on his work. The burden of memory, legacy and the passing on of knowledge are also some of the ideas that seep into this web of concerns. It is here that works such as “Chronicles of the Labyrinth” – the giant library of heavy books burnt to ashes by fire –are positioned alongside smaller pieces such as “Urban Chronicle” in order to demonstrate these interests. Likewise, the reminiscence of religious altarpieces equals the presence of ceremonial elements. Along these lines, works such as “Here I am in the year of our Lord” and “Dream Games” review this concept. At the same time, works such as “Resurrection Rehearsals” or smaller format and untitled pieces2 accentuate this leitmotif. Here the work is heavily charged with autobiographical elements, in which the memories of indoctrination in childhood and youth, and of the resulting conflicts, mean this religious theme appears time and again within the artist’s production. This evocation of the past and the need to review life experiences are amalgamated with the disintegration of memory and materiality allowed for by the burning of fire. The continual struggle between presence and absence reinforces the cyclical and binary nature that is interwoven throughout the work of Adolfo Siliezar. The works these transformational processes leave behind raise questions about what could have been and was not, about the fragility of life and the pathos of beauty. María José Chavarría MADC curator San José, June 2013
2 Page 14, Burnt wood assemblage, 80 x 60 cm, Private Collection, s/f.
33
The Importance of Matter Ileana Alvarado
In 1978 Adolfo Siliezar presented his first drawing exhibition at the National Theatre Cafe. That was the first encounter many of us had with the work of this artist, who later, in August 1985, inaugurated another drawing show entitled “Siliezar drawings.” The pieces in this second exhibition at the Theatre demonstrated a very mature mode of expression and certain leitmotivs that are still present in his work, such as the human figure and toys, were already manifest. Siliezar’s expressionist and highly expressive drawings were to enrich an art scene marked by the exceptional work of several artists also interested in the human figure, including Fernando Carballo and Fernando Castro. As Roberto Cabrera commented in his text for the exhibition catalogue:
34
“Siliezar today bursts onto the scene with a new iconographic force that may appear not particularly endearing to many as it delves into the flesh of his previous imagery. Today his characters rip themselves open, exposing their inner world furrowed with ribs, sinews, muscles and visceral elements, like x-rays in a black and white reality that does not wish to be disguised by the brightly-coloured oils or transparent layers of watercolour that cover the new realist trends evident in the work of many of our contemporary graphic artists.” The energy present in these works was the fruit born of the union between the tormented iconography and the lines of the drawing, and became the artist’s first field of experimentation. Although he never abandoned drawing, which remains to this day the basis of his work, it stopped being his final medium in 1992, when he began three-dimensional experiments with assemblages in “Returning Home.” This new research placed him among the avant-garde art scene of the time alongside other sensibilities that, like his, greatly valued handcrafted work and the innate richness of the materials. Thus, his proposal is linked in Costa Rica to the present through works such as “The Tickles Family” by Juan Luis Rodriguez Sibaja, who was also his teacher. It is worth noting, however, that this passion for wood was present since his childhood, and imprinted in his family
memory through recollections of his grandfather, a sculptor whom he saw carve images of saints that he made emerge from this noble material. This relationship between the sculptor and the matter that refuses to be transformed, until it finally yields to the gouge, became the starting point of this new three-dimensional exploration that culminated when the work was exposed to the transformational power of fire, thus giving rise to the dualities of construction/destruction, control/chaos and life/death. Siliezar’s work process, therefore, begins with the handcrafted carving of wood fragments, which are then carefully assembled, like fine carpentry, and finally, in what seems almost like a ritualized act, they are placed in the fire and observed as the forms are modified and hidden colours emerge, giving new life to the work, with other meanings, tones and textures. Thus, during the final process of creating his work, the artist becomes a spectator and resumes control when he detains the destructive power of the fire at the point where he is satisfied with the result or when the work that he created disappears before his very eyes. It is worth pointing out that Siliezar’s work continues along the path of the constructivist art trend of the twentieth century followed by artists such as Joaquin Torres Garcia and Louise Nevelson, among others, who Siliezar acknowledges as having influenced him. The artist thus uses fragments of window frames of old houses or other elements that have already been carved to construct spaces that become the frames of scenes in which subtly outlined characters can be glimpsed or appear to emerge. It is important to mention two of the highly significant elements that occur in these spaces: traditional toys and strings. Siliezar uses the dolls and articulated horses of his childhood that were the delight of many children; these characters have two associated meanings: one refers to nostalgia, especially regarding childhood, and the other refers to the fragility of life, no longer being, disappearing or being manipulated. Another recurring element in a significant number of works is string. It has two functions, the first is to
serve as link between the different components, so as to give unity, as is the case for example in “Elegy” and, on the other hand, it creates a mesh of sorts that encloses the ‘characters’, as can be seen in several untitled works from 2004 and 2005. Without a doubt this element enriches the reading since it opens itself up to meanings such as helplessness, a lack of communication or dreams that are impossible to fulfil. In short, it poses insurmountable boundaries; the 2004 untitled work belonging to Teor/etica is a perfect example of this barrier imposed by the strings since, in this case, within a formal solution of a church altarpiece, a rider on horseback, accompanied by two characters, one on each side and all linked, is enclosed by the web of strings and even though the character ‘tries to jump along with his horse’ he will never be able to do so. In connection with the above concept, the artist produced “Chronicle of a Labyrinth” for the MADC exhibition, related to an installation for the “First Confrontation in Art 2002-2003”, which was a moving piece of a burnt library. In “Chronicle of a Labyrinth” the concept is even more powerful, here there are two shelves linked by strings which also penetrate the area of the books. The work poetically and subtly evokes the nostalgia felt in the face of that which disappears before our very eyes: the knowledge and company that books afford us. In this work the void becomes a significant factor that enhances the concept considerably, both by separating the shelves, attached only by the hanging strings, as well as the spaces generated by the lack of books, which creates the idea that many of these no longer exist and that those remaining are about to disappear. The artist, who even before these proposals had experienced the aesthetic results obtained by burning books, on speaking of this work says that “it refers to many contradictory things, from the obsession with learning, intolerance ... it was not intended as a specific message, the idea was for it to be disturbing”. The work certainly achieves its objective, creating multiple readings; in addition, it is worth mentioning that among these, and especially nowadays, a work such as
this is particularly significant given the role that digital books have begun to play in the face of physical books. Although some of Siliezar’s significant influences have already been mentioned, it is essential not to leave out religious art. Some of his assemblages are reminiscent of the wooden altarpieces in churches, with their compartmentalized spaces, housing different sacred or holy scenes, some of which are wood carvings. This is a decisive influence since the artist was raised in a family of practicing Catholics where images, both those developed by the sculptor grandfather or acquired otherwise, played an important role. Certain works, such as the untitled assemblage of 2005, representing a character on horseback with an open chest and exposed heart, which seems to want to throw itself against the strings, recalls the figure of a saint in the niche of a church, even more so since it is accompanied by a winged figure. It worth noting, however, that not all winged figures need be considered Christian angels, since the artist was inspired by pre-Columbian deities such as Zotz (a deity with the attributes of a bat in Mayan culture) and thus some of the images he created are ambiguous since at times they appear to suggest the representation of a man with open arms and at other times that of a winged man. Thus, the work of Adolfo Siliezar, akin to arte povera, constitutes, in the context of Costa Rican art in the late second half of the twentieth century and the twenty-first, an important body of work based on the study of the references of the art of his time, his personal interest in traditional toys, as well as colonial and pre-Columbian art, and, as a result of his fine sensibility towards matter and the creative act, succeeded in producing work with a personal seal that pairs concept, form and matter. Ileana Alvarado V. San José, 2013
35
Actividades educativas Antonieta Sibaja Hidalgo
El MADC tiene un programa permanente de actividades educativas en relación a las exposiciones, entre las cuales se encuentran: talleres, visitas guiadas, ciclos de charlas y conferencias, ciclos de cine, entre otros. A lo largo de la exposición Juegos y ritos se realizaron talleres tomando en cuenta criterios de accesibilidad universal. Los participantes trabajaron estimulando sus sentidos con sonidos, olores, texturas, imágenes y sabores, que permitieron relacionar las obras con los elementos de los cuales están compuestas y su significación. Se trabajó con las obras carbonizadas y se introdujo a distintas reflexiones acerca del fuego como elemento presente en los ritos y la huella que perpetua. Además, la representación de la figura humana asociada al juego, el control y el poder, fue abordada desde la técnica del ensamblaje, que refleja el trabajo de Siliézar.
36
Para el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, se intervinieron las paredes de la Sala 1.1 con los resultados de actividades realizadas con estudiantes de la Escuela Buenaventura Corrales y el Liceo Experimental Bilingüe de Turrialba. En ellas se profundizó sobre las temáticas y lenguajes artísticos presentes en las obras expuestas, al mismo tiempo que se promovió la innovación y proyección de sus capacidades. Además, se fomentó la importancia del visitante a los museos, el disfrute y se instó a la valoración crítica de los objetos presentes en las salas, para un mayor aprovechamiento de la visita y su posterior aplicación en visitas a otros museos, galerías, etc. Se trabajó con grupos de profesores del MEP, estudiantes de la institución Centeno Guell, Preescolar Montessori, Colegio Europeo, UNA, UCR e INA.
Educational Activities Antonieta Hidalgo Sibaja
The MADC has an ongoing programme of educational activities relating to its exhibitions, which include workshops, guided tours, lectures and conferences, and film festivals, among others. Throughout the course of the “Games and Rituals” exhibition workshops were held taking into account universal accessibility criteria. The participants worked on stimulating their senses with sounds, smells, textures, images and flavours, allowing the pieces to be related to the elements they are composed of and their significance. The charred works were explored and various considerations related to fire as an element that is present in rituals, and the traces left behind, were introduced. Moreover, the representation of the human figure in connection with games, control and power was approached in regard to the assemblage technique, which reflects the work of Siliezar.
For May 18 –International Museum Day –the walls of Hall 1.1 were intervened with the results of activities carried out by the students of the Buenaventura Corrales School and the Bilingual Experimental High-School of Turrialba. The themes and artistic languages present in the works on exhibition were explored and, at the same time, the students were encouraged to innovate and project their skills. Furthermore, the Museum promoted the importance of visitors to museums and the enjoyment of these visits, urging the critical appraisal of the objects on display with a view to making the best possible use of the visit and applying it to subsequent visits to other museums, galleries, etc. The Museum worked in conjunction with groups of teachers from the Ministry of Education, students from the Centeno Guell Institute, the Montessori Preschool, the European College, the Universidad Nacional (UNA), the University of Costa Rica (UCR) and the National Learning Institute (INA).
37
Taller con jóvenes de la Institución Centeno Güell. Workshop with young people aged 13-15 from the Centeno Guell Institute.
Taller impartido por el artista a estudiantes de la Universidad de Costa Rica. Workshop led by the artist for students from the University of Costa Rica. Taller en relación al 18 de mayo, Día Internacional de los Museos con estudiantes de la Escuela Buenaventura Corrales. Workshop related to the May 18 International Museum Day with students from the Buenaventura Corrales School.
CV
Adolfo Siliézar Solano Nace en Costa Rica en 1952.
Formación académica Entre 1967 - 1975 recibe formación en Dibujo y Pintura en la Casa del Artista, Guadalupe, Costa Rica. En 1978 cursa estudios en Fotografía, en el Centro Cultural Costarricense Norteamericano. Entre 1979-1982 asiste a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. En 1980 recibe cursos de Xilografía, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. Para 1982, estudia grabado en la Escuela de Artes Plásticas de la UCR.
38
2004 Cuidado ¡Pinta! o (De) construcciones pictóricas. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica. Echando las cartas. Fundación Ars Teor /éTica, San José, Costa Rica.
Exposiciones colectivas
2002 - 2003 I Confrontación en el Arte, Museo de los Niños y Coleccionismos Contemporáneos - Público / Privado. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica.
2012 Construcciones / Invenciones - MADC Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica.
2001 Arquetipos - Expresiones multiculturales en pequeño formato. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, C.R.
Libroarte. II Feria Internacional del Libro de Artista. Galería Alternativa, San José, Costa Rica.
2000 VII Bienal de la Habana Cuba, artista seleccionado representando a Costa Rica.
2011 Objetos de arte, objetos de luz, II. Museo de los Niños, Galería Nacional, San José, Costa Rica. 2010 Centro Cultural de España, Gatos. Expo-Colectiva, Homenaje a la obra de Francisco Amiguetti “Conflicto entre el niño y el gato”. 2009 MADC 94/09: Diálogos y correspondencias. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica. 2007 Colección MADC - Senderos Múltiples Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica. 2006 XL-xs. Grandes y pequeños Formatos de la Colección MADC. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica. 2005 Pintura, gráfica objetos - Selecciones de una colección - Fundación Ars Teor /ética, San José, Costa Rica.
1999 La envoltura del Alma / The Wrap of the Soul. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica. 1996 - 1997 Xilografía, Litografía, Grabado en metal y dibujo. Academia de San Carlos, ENAP-UNAM, México DF, México. 1994 VI Bienal L&S de pintura costarricense, Centro Costarricense de Ciencia y Cultura, San José, Costa Rica. XI Bienal Internacional de Arte Valparaiso, artista seleccionado representando a Costa Rica. 1992 Museo del Jade, Instituto Nacional de Seguros, San José, Costa Rica y la V Bienal L&S de pintura, San José, Costa Rica. 1990 IV Bienal de pintura L&S, Museos del Banco Central, San José, Costa Rica.
1986 Bienal de la Habana Cuba, artista seleccionado representando a Costa Rica.
1993 Galería García Monge, San José, Costa Rica. Galería de la Asociación de Pintores.
1982 Salón Anual de Dibujo Tomás Povedano, San José, Costa Rica.
Escultores (APEC), San José, Costa Rica.
Exposiciones individuales
1978 - 1990 Expone trabajos en dibujo en espacios como Alianza Francesa y el Teatro Nacional, San José, Costa Rica.
2012 “Retrospectiva” Galería EMAI, Santa Ana.
Premios
2011 Una Década de grabado en Madera. Casa del Artista, San José, Costa Rica.
1995 Primer premio concurso de Escultores Emergentes. Festival Nacional de las Artes, San José, Costa Rica.
2009 “Fragmentos y Obsesiones” Pinturas, Museo del Niño, Galería Nacional.
1994 Mención de honor, salón de la excelencia VI Bienal Lachner & Sáenz de pintura, Costa Rica.
2007 Fuego de purificación y renovación, un nuevo valor cromático. Casa del Artista, San José, Costa Rica.
1989- Tercer Lugar, concurso afiches, Instituto Goethe. San José, Costa Rica.
2002 “Del Homo: Variaciones” ensamble madera sobre tela, Museo de los Niños, San José, Costa Rica.
1983- Primer lugar, concurso del verso ilustrado Rubén Darío.
1997 Centro Cultural de México, San José, Costa Rica. 1996 Alianza Francesa, San José, Costa Rica. 1995 Galería Enrique Echandi, San José, Costa Rica. Segunda Exposición de la Colección Permanente y Préstamos Recientes - Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica. Costa Rica en las bienales internacionales de 1994 - Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica.
1982- Medalla de plata, Salón de dibujos Tomás Povedano, Museos del Banco Central. Becas 1996 - 1997 Beca de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Academia San Carlos, Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Autónoma de México. 1989 - 1990 Beca para asistir a la Escuela de Beaux Arts en Lorient, Francia.
39
Equipo MADC 2013: Dirección: Fiorella Resenterra | Administración: Andrés Arias | Curadora Jefe: María José Chavarría
| Curador en diseño, coordinador comunicación y diseño web: Marco Guevara | Asistente de dirección y coordinación de actividades: Valeria Rodríguez | Diseño gráfico y fotografía: Adriana Artavia | Área educativa: Antonieta Sibaja | Contabilidad: Lilliana Conejo | Jefe de custodios, montaje y registro de colección: Fabricio Meza | Recepción: Nuria Chavarría | Encargado de taller: Jhonny Paniagua | Custodios y montaje: Sandra Lezcano, Luis Diego Fallas, Wilberth Segura, Arturo González, Alexander Fernández | Servicios Generales: Fernando Calderón.
40
Junta Administrativa MADC 2013: Presidente: Sra. Lorna Chacón | Vicepresidente: Sr. Emilio Ramos | Secretaria: Sra. Karina Salguero | Vocal 1: Sr. Esteban Calvo | Vocal 2: Sr. Jurgen Ureña. Junta Fundación Pro MADC 2013: Presidente: Sra. Cynthia Monge | Secretaria: Sra. Luisana París | Tesorera: Sra. Gisela Salazar | Vocal 1: Sra. Karina Salguero | Vocal 2: Sr. Jurgen Ureña.
Créditos de esta publicación: Curaduría y conceptualización del catálogo: María José Chavarría | Textos:
María José Chavarría, Ileana Alvarado, Antonieta Sibaja | Diseño gráfico: Adriana Artavia | Fotografía: Adriana Artavia | Traducciones: Natasha Mac Iver.
Agradecimientos del artista: Agradezco profundamente a los coleccionistas por su colaboración al prestar sus obras, al personal del MADC, en especial a su curadora María José Chavarría, a Antonieta Sibaja, a su directora Fiorella Resenterra y al equipo de trabajo del Museo.
MUSEO DE ARTE Y DISEÑO CONTEMPORÁNEO. Ministerio de Cultura y Juventud. Ubicado en el Centro Nacional de Cultura. Avenida 3, calles 11 y 15, San José, Costa Rica. info@madc.cr | www.madc.cr | Teléfonos (506) 2257-9370, (506) 22223489. Fax (506) 2257-8702, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS MADC 2013.