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De fabricar bebidas espirituosas a contener cultura contemporánea

De fabricar bebidas espirituosas…

ARCHIVO MADC | 2013-2019

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A mediados del siglo XIX, y con el propósito principal de fomentar la industria cañera y resguardar la salud pública ante el consumo de licores dañinos por su alto contenido de impurezas y elementos tóxicos, el Estado costarricense decidió encargarse de la producción de licores. Así, el 02 de setiembre de 1850, mediante Decreto Ejecutivo Nº99 y por iniciativa del entonces Presidente de la República, Juan Rafael Mora Porras, se dispuso concentrar y colocar en manos del Estado la destilación de alcohol etílico y producción de bebidas alcohólicas para consumo nacional, con carácter de monopolio del Estado. El artículo número 4 del Decreto estipulaba que “se concentra la destilación de licores del país en el edificio de los almacenes de esta capital, que comenzará a tener efecto desde el 1º de enero del año entrante de 1851, por medio de contratistas; mas si no hubiere estos, por cuenta del erario público.”

El 25 de setiembre de 1850 se promulgó el reglamento de la destilación de licores en el país, y se estableció el monopolio estatal, que prohibía la destilación de aguardiente por cuenta de particulares, en cualquier otro lugar que no fuera el edificio destinado para este fin. El establecimiento del monopolio estatal de licores obedeció a diversas razones, entre ellas: destacan salvaguardar la salud de la población, amenazada y dañada por el consumo de bebidas alcohólicas de alta toxicidad y que era movida por la empresa privada; fomentar y ayudar a la empresa cañera, fuente de materia prima para la producción de alcohol y sus derivados; proporcionar ingresos al Fisco, mediante los impuestos con que se gravarían las bebidas alcohólicas y eliminar la fuga de divisas al no tener que importar licores.

La Fábrica Nacional de Aguardientes (actual Fábrica Nacional de Licores, conocida como FANAL) se empezó a construir en 1853 y con ello nació una de las industrias más grandes del país. Todos los equipos de destilación existentes en la época, hasta entonces propiedad de particulares, se centralizaron en unas bodegas situadas donde actualmente se encuentra el Edificio Metálico (Escuela Buenaventura Corrales).

Entre 1853 y 1856, de la mano del ingeniero Franz Kurtze, se levantaron el pabellón oeste, las torres de destilación, la casona para la residencia de los administradores y el edificio-bodega de añejamiento del ron. En la obra se empleó piedra caliza traída de Pavas, unida con una mezcla de cal y arena. La estructura de los techos fue de madera de cedro y pochote, con cubiertas de teja. Se tardó cerca de tres años en las obras, en parte por el atraso que estas sufrieron con la guerra de 1856 (Fernández, 2016).

De reminiscencias coloniales en la distribución de los espacios internos y en la sencillez de su fachada, esta solo

se altera por el pórtico de estética neoclásica construido en granito, e inspirado –al decir de Luis Ferrero– en el portal principal del Mercado de Vinos de París, en los fosos de la calle de San Bernardo.

En los años siguientes, durante el Gobierno de José María Montealegre, se terminaron las tapias, construidas con ladrillo, al igual que otras instalaciones que se agregaron luego. La última de esas obras, concluida casi un siglo después (1943), sería el portalón neocolonial de la entrada sureste de la Fábrica, obra del arquitecto Teodorico Quirós; a la que complementa el reloj de sol en piedra de mollejón, realizado por los artistas Néstor Zeledón Varela y Juan Manuel Sánchez (Fernández, 2016).

El 24 de agosto de 1856 se inauguró la planta de destilación de la Fábrica Nacional de Aguardientes, con la presencia del Presidente de la República y del arzobispo de San José, Anselmo Llorente La Fuente. El área total destinada a la fábrica fue de aproximadamente 14.000 m², de los cuales 11.000 estuvieron ocupados por edificaciones y 2.900 por caminos y jardines.

Un siglo después, mediante el Decreto Ejecutivo Nº353 del 19 de enero de 1949, emitido por la Junta Fundadora de la Segunda República, la FANAL se constituyó como una entidad con personería jurídica propia y plena capacidad legal para adquirir derechos y contraer obligaciones. Fue regida por una junta directiva, compuesta de cinco miembros propietarios cuyo presidente fue el Ministro de Economía o su delegado, y los demás miembros los designaba el Poder Ejecutivo; procurando una representación de los sectores económico-sociales directamente vinculados con las actividades de las empresas. El 10 de junio de este mismo año, mediante el Decreto Ejecutivo Nº567, esta institución pasó a ser adscrita al Consejo Nacional de Producción (CNP), nombrándosele un Administrador General.

También, se consideró la necesidad de reubicar la Fábrica fuera de San José, ya que se previó el inminente y potencial peligro que representaba el manejo de materias inflamables para la población, en el centro de la capital. El sitio debía ubicarse cercano a las materias primas, como la melaza y el agua, y también ser de fácil acceso a la capital.

En primera instancia, hubo un ofrecimiento del gobierno local del cantón de Grecia (Alajuela) para que la FANAL fuera instalada dentro de su jurisdicción. Posteriormente, en la Administración del Presidente Daniel Oduber Quirós, mediante la promulgación de la Ley N.º 5603, el 04 de noviembre de 1974, se aprobó la iniciativa adoptada por el CNP de trasladar la FANAL a Grecia. A la vez, se autorizó al Concejo Municipal de Grecia para que solicitara un préstamo ante cualquier banco del Sistema Bancario Nacional, para adquirir mediante compra directa los inmuebles requeridos, hasta por un área máxima de veinte hectáreas en total, y traspasara los terrenos necesarios al CNP, con el fin de destinarlos a la instalación de la fábrica.

El terreno adquirido se ubica frente a la autopista Bernardo Soto, en la comunidad de Rincón de Salas, distrito de Puente de Piedra. Sin embargo, en ese terreno se descubrió el más importante asentamiento aborigen conocido hasta la fecha en el cantón de Grecia, lo que generó un atraso en la construcción de las obras, por unas excavaciones que realizó el Museo Nacional entre los años 1977 y 1980. Finalmente, el 28 de agosto de 1981 (Administración Rodrigo Carazo Odio) fue inaugurada la nueva planta de la FANAL, la cual trasladó paulatinamente toda la operación hasta completar el proceso en 1996.

La FANAL se ha dado a la tarea de producir caña de azúcar y sus derivados, alcohol (para uso industrial, medicinal, doméstico y como materia prima en la elaboración de licor), aguas perfumadas y lociones, licores corrientes, superiores e intermedios, vinos, vinagres, agua destilada, gas carbónico para fábricas de refrescos y aguas gaseosas. En la actualidad, ha recibido el mérito de ser catalogada como una de las mejores de Latinoamérica, ya que cuenta en sus instalaciones con una maquinaria moderna y de avanzada tecnología, así como personal especializado y profesional, un amplio laboratorio, sofisticadas plantas destiladoras, envasado de productos y un potencial recurso hídrico de óptima calidad.

La FANAL inició fabricando y comercializando un aguardiente de gran pureza, una bebida alcohólica que poco a poco se fue arraigando en la idiosincrasia del costarricense y cuya materia prima principal es la melaza de la caña de azúcar. Esta bebida utiliza, para su producción, un alcohol etílico certificado y agua de alta pureza, con garantía en un 100% de su potabilidad, lo que ha asegurado tanto la calidad del producto como su legitimidad. En Costa Rica, esta bebida lleva el nombre de guaro.

Hoy, la FANAL apoya, fomenta y fortalece la industria cañera, la cual, ha asumido un papel preponderante en el bienestar económico y social del país; principalmente en la distribución del ingreso, en la generación de empleo y en la promoción del desarrollo sostenible de las comunidades por medio de la compra de melaza a los pequeños productores de caña del país.

… a contener cultura contemporánea

Durante el gobierno de Luis Alberto Monge Álvarez (1982- 1986) el entonces Ministro de Cultura, Hernán González Gutiérrez, presentó la idea de convertir la antigua FANAL en una sede cultural; sin embargo, por motivos presupuestarios no se pudo concretar esa iniciativa. Aún a mediados de 1992 se mantuvieron funcionando en el antiguo recinto, las secciones de lavado de recipientes, envasado de licores y confección de licores finos; además, de los tanques para el almacenamiento de alcohol.

En agosto de 1993 se albergaron las oficinas administrativas del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes (actual Ministerio de Cultura y Juventud, MCJ) en la sede de la Antigua FANAL, después de una serie de adecuaciones y remodelaciones al espacio. En noviembre de ese mismo año, mediante Decreto Ejecutivo N o 22626, bajo la presidencia de Rafael Ángel Calderón Fournier y como Ministra de Cultura, Aída Fishman, el edificio fue declarado de interés histórico-arquitectónico. Esta declaratoria prohibió su futura demolición o remodelación parcial o total sin la autorización previa del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del MCJ, quien velaría por su conservación. Pocos meses después se inauguraron las demás áreas que completaron el Centro Nacional de Cultura (CENAC) y que hoy está conformado por el Teatro de la Danza, el Teatro 1887, un anfiteatro al aire libre, la Compañía Nacional de Danza, el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo y otros espacios para la producción, el quehacer y el disfrute de la cultura. Según diversos historiadores, actualmente se considera que la Antigua FANAL es la primera instalación industrial de Costa Rica y, a la vez, el edificio más antiguo de San José.

* Este texto está basado en bibliografía documental, cronologías y reseñas biográficas de varios autores, algunos de ellos desconocidos o no ubicados. El MADC no pretende adjudicarse ni la autoría ni los derechos correspondientes, sino más bien, compartir la información histórica de la sede arquitectónica donde se emplaza. ___

Bibliografía

Alvarado, F. (2006). FANAL. Archivo Nacional, Costa Rica. Recuperado de http://www.archivonacional.go.cr/isad-g/FANAL.doc

Ávalos Hoffman, X. (2015). Centro Nacional de la Cultura (CENAC) del MCJ. Recuperado de https://si.cultura.cr/infraestructura/centronacional-de-la-cultura-cenac-del-mcj.html

Fábrica Nacional de Licores. (s.f.). Historia. Recuperado de http://www. fanal.co.cr/historia

Fernández, A. (2016). Los muros cuentan. Crónicas sobre arquitectura josefina. Editorial Costa Rica, San José, Costa Rica.

Ministerio de Cultura y Juventud. (2011). Historia del edificio. Recuperado de http://www.mcj.go.cr/ministerio/cenac.aspx

Proyecto de Ley. Modificación del Capítulo IX de la Ley Nº 2035, Ley orgánica del Consejo Nacional de Producción, para conceder personalidad jurídica instrumental a la Fábrica Nacional de Licores. Expediente Ley Nº 18.202 (2001).

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