PANDEMIA
PANDEMIA Historias del daño
Pandemia: historias del daño / Frank Molano Camargo... [et al.].- 1a ed.Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Madreselva, 2020. 96 p.; 17 x 11 cm. ISBN 978-987-3861-47-5 1. Pandemias. 2. Sociedad Civil. I. Molano Camargo, Frank. CDD 577.09
PANDEMIA Historias del daño Desequilibrios del colonialismo, imperialismo, capitalismo y patriarcado con la vida. Frank Molano Camargo Gisselle A. Castillo Narváez Nataly Michelle Silva Sergio Chavarriaga Johan Estiven Perdomo Felipe Hende David F. Giraldo Sánchez SEMILLERO DE INVESTIGACIÓN YALPAY Historia, territorio y política Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Editorial Madreselva, Buenos Aires, primavera 2020 www.editorialmadreselva.com.ar Publicado originalmente por OnA ediciones, Chiapas-Valencia Julio 2020 IG @onaediciones Ilustración y diseño de portada Verónica Tello Maquetación Damián Cabeza Porley Esta edición se realiza bajo una licencia de pares, compartir igual-no capitalista-atribución. Se permite la copia y distribución de estefanzine con el lucro que quieran a colectivas, organizaciones o cooperativas no jerárquicas que trabajen en la destrucción de los sistemas de dominación racista, clasista, patriarcal, colonial. Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Invitación a leer. Las pandemias, enfermedades sociales de carácter global, han acompañado la historia de la humanidad durante los seis siglos de existencia del capitalismo como sistema mundo de dominación. En este trabajo queremos ofrecer una mirada de larga duración cuyo propósito es pensar histórica y políticamente la experiencia reciente de afectación de la vida ante la enfermedad denominada Covid-19. La perspectiva que ofrecemos integra tres dimensiones. En primer lugar, una mirada sobre el capitalismo entendido como una forma de organización de la naturaleza mediante la cosificación, mercantilización e instrumentalización de los bienes naturales, la explotación de ecosistemas y la búsqueda de maximización de la ganancia y la rentabilidad a partir de ciclos de globalización que despliegan y profundizan las dinámicas de extracción, producción, circulación, consumo y desecho que caracterizan el ciclo del capitalismo. En segundo, lugar, el reconocimiento de que los actores de la historia no somos exclusivamente los seres humanos, sino que existen actores no humanos tales como los animales, las plantas, el clima y por supuesto los microorganismos 5
cuya presencia interactúa y co-evoluciona con la humanidad. En tercer lugar, una idea de enfermedad no exclusivamente como un fenómeno clínico y sanitario, sino como una construcción socio natural en la que son las condiciones de vida, habitación, trabajo, acceso a agua potable, sistemas de eliminación de excretas, acceso a servicios médicos y sanitarios. De tal suerte que, lejos de la afirmación mediática que sostiene que las pandemias son procesos democráticos en tanto afectan por igual y sin discriminación a todas las personas independientemente de su condición de clase, etnia, género y lugar de residencia, de lo que históricamente ha ocurrido es que las asimetrías sociales traducidas en desigualdades y opresiones se constituyen en factores determinantes de las condiciones de morbilidad y mortalidad de las pandemias. Así pues, desde esas tres dimensiones, el capitalismo en sus ciclos de apropiación de la naturaleza, la activa presencia de actores diversos –humanos y no humanos– y la construcción socio-natural de las enfermedades, que a continuación presentamos seis pandemias que han correspondido con momentos del proceso capitalista global, se trata de la Peste Negra en el siglo XIV, la Viruela siglo XVI al XX, el Cólera en el siglo XIX, la Malaria en el siglo XX, el VIH-Sida a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI y la Covid-19 en la actualidad. 6
LA PESTE NEGRA
La crisis del feudalismo europeo y el amanecer del capitalismo. ¿Qué se sabe de la Peste Negra? Y aún más importante ¿Qué se desconoce de ella? Mucho se ha escuchado sobre la Peste Negra, la gran tragedia del siglo XIV. La mirada antropocéntrica del pasado ha desconocido la agencia de actores importantes que han hecho parte de la construcción de las relaciones sociedad –resto de la naturaleza: los virus, bacterias y otros gérmenes. Esta agencia se hace cada vez más manifiesta en la medida en que las formas de organización y distribución de la naturaleza por parte del capitalismo crean el escenario perfecto para que estos actores intervengan y se conviertan en los protagonistas icónicos de la historia. Para abordar lo que se conoce de la Peste Negra, y generar inquietudes sobre lo que se desconoce de ella, tanto en un sentido biológico (sin ser biólogos o epidemiólogos) como social, es necesario poner en evidencia cómo, en este caso, una bacteria (organismo unicelular) desempeñó un papel clave en medio de la crisis ecológica del feudalismo europeo y en la posterior expansión global del capitalismo. Se trata de la Yersinia Pestis, bautizada así a comienzos del siglo XX en homenaje a Alexandre Yersin, un médico 9
y bacteriólogo franco-suizo, quien junto al médico y bacteriólogo japonés Kitasato Shibasaburö, lograron aislar la bacteria y descubrir los bacilos responsables de la Peste Negra. No es que la bacteria no existiera antes de la Peste Negra, en realidad esta convivía desde antes de la existencia humana en reservorios silvestres de roedores y pulgas, sin constituir amenaza letal para sus vidas. Fue justamente cuando las rutas de comercio entre Asia y Europa, principalmente la Ruta de la Seda, atravesaron ecosistemas diversos que pusieron en contacto los reservorios naturales de la Yersinia con algunos roedores y pulgas que cohabitaban con los humanos, que la bacteria encontró nuevos huéspedes que resultaron ser adicionalmente sus víctimas mortales. Además, las terribles epidemias (expansión de la enfermedad) fueron posibles por la conjunción de factores ambientales y dinámicas sociales y económicas favorables a la generalización de la infección humana.
Una bacteria también protagonista de esta historia. Antes de mirar como fue el drama social del siglo XIV europeo es pertinente mencionar las características de la enfermedad producida por Yersinia.
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La bacteria al pasar del intestino de la pulga a los roedores y humanos producía la muerte de estos huéspedes. En el caso de los humanos, la pulga portadora de la bacteria busca desesperadamente un huésped de sangre caliente que le suministre alimento. Así la picadura de la pulga generaba inicialmente inflamación de los ganglios linfáticos, denominados bubas -de ahí el nombre de peste bubónica- en esta etapa la morbilidad (posibilidad de muerte) es del 50%, pero si además afectaba el sistema respiratorio (peste neumónica) y el torrente sanguíneo (peste de tipo septicémica) la probabilidad de muerte aumentaba en 90% o incluso 100%, respectivamente. Y no era un golpe de mala suerte que una bacteria como esta causara la muerte pues la enfermedad iba acompañada, entre otros aspectos, de ampollas gangrenosas, fiebre común y bubones, hasta manchas púrpuras, hemorragias, degeneración en los músculos de algunos órganos y pérdida gangrenosa de las extremidades y, por supuesto, la muerte. Ahora bien, una pregunta interesante que se gestó alrededor de esta situación es si una bacteria como esta pudo producir una catástrofe semejante. Esto no sólo pone de manifiesto la poca importancia que se les ha atribuido históricamente a los actores no humanos, sino que cuestiona esa arrogancia antropocéntrica que, en muchos casos, y lamentablemente, sigue presente en la actualidad. No sobra decir que la ciencia, a través de la cepa encontrada en
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varios cadáveres, demostró que efectivamente la Yersinia estuvo presente y fue la causante de la mortandad. Lo anterior implica que las muertes a causa de la Peste Negra siguieron prolongándose, incluso hoy sigue siendo una amenaza, sin embargo, su momento más dramático tuvo lugar entre 1347 y 1353.
Eurocentrismo y representación de las epidemias. Hasta ahora no se ha dado respuesta a los factores que llevaron a que la gente enfermara y que cerca de 100 millones de personas murieran. De manera que se hace necesario hacer un recorrido histórico sobre las dinámicas sociales y económicas de la época, y para ello hay que revisar los diferentes discursos y teorías que se han expandido respecto a esta pandemia. En primera instancia se hace evidente que hay una representación eurocéntrica sobre las pandemias que se ha extendido históricamente, en términos generales, y que tiene que ver con el lugar de origen de estas. El historiador Frank Snowden plantea que la Peste Negra tuvo tres momentos importantes en la historia. En un primer momento, siglo V de la era común, surgió en el centro de África, avanzó hacia el norte en Egipto y luego, ingresó a Europa a través del mar Mediterráneo, epidemia conocida como la plaga de Justiniano. En un segundo momento,
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correspondiente al siglo XlV, la peste negra surgió, según Snowden, en el occidente de China, se expandió hacia el sur de Asia y entró a Europa, nuevamente a través del mar Mediterráneo e Italia. Finalmente, en un tercer momento, surgió en el extremo oriente de China y se esparció por el océano Índico, ingresó de esta manera a Europa y a África, a esta se le conoce como plaga moderna y tuvo lugar a finales del siglo XlX. Esta construcción histórica y geográfica sobre el surgimiento y difusión de la peste negra sugiere que es el mundo “incivilizado” que existe fuera de Europa es el nicho del que proceden todas las plagas; convirtiendo a Europa en la gran víctima de la historia. Y si bien es cierto que Europa resultó profundamente afectada por la Yersinia Pestis, es cuestionable asumir que todas las plagas provengan de las periferias europeas. Como lo sostiene George Sussman (2011), al comparar los registros históricos de China e India en el siglo XIV se ponen en evidencia que esas formaciones estatales registran la Peste Negra en sus territorios con posterioridad a la gran epidemia del siglo XIV europeo. Lo importante de esto es resaltar que históricamente se ha construido un relato unidireccional que es indispensable cuestionar y revaluar. Este relato estableció que la Ruta de la Seda, una red de caminos de más de ocho mil kilómetros que conectaba China y Europa desde tiempos remotos, fue la vía de introducción de la Yersinia
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a Europa. En efecto la Ruta vinculó ecosistemas, lenguas, mercaderías, culturas, leyendas y sobre todo gérmenes que circularon en doble vía desde Roma hasta Xián en China. En ese sentido, la Ruta de la Seda no solo fue un vínculo comercial y cultural, también fue el puente que unió a la Yersinia con el mundo de los humanos. Y para comprender dicha propagación es importante tener en cuenta las condiciones ambientales que existieron en la época y que permitieron que esta bacteria se transformara hasta el punto de convertirse en una enfermedad que, sin el tratamiento adecuado – que por supuesto no existía en la época-, causaba la muerte. Justamente el siglo XIV es un período en el que se pasó del denominado óptimo climático medieval, es decir, unas condiciones cálidas y propicias para la expansión de las roturaciones agrícolas y el desmonte de los bosques europeos, así como el crecimiento de la población en ciudades y zonas rurales que permitieron la expansión del feudalismo -y que pudieron poner en contacto los reservorios naturales de Yersinia con los humanos-, a la denominada pequeña edad de hielo, un periodo frío que existió hasta la segunda mitad del siglo XVIII. En otras palabras, este cambio climático afectó la agricultura feudal, generó hambrunas y rebeliones campesinas y sirvió para la difusión de la Yersinia y sus efectos en la drástica disminución de la población.
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¿Cómo la gente del siglo XIV vivió la Peste Negra? Las personas del siglo XIV desconocían la existencia de los gérmenes y de los mecanismos epidemiológicos de las infecciones. Entonces ¿cómo explicaron tanta mortandad? Para responder a esta pregunta es necesario revisar la ciencia y la filosofía médica que dominaba la época: la medicina humoral y la existencia de miasmas –vapores venenosos– de Hipócrates y Galeno, conocida también como la teoría de los cuatro humores, que concibe el cuerpo humano como un pequeño microcosmos relacionado con el macrocosmos, la Tierra y el Universo. Los cuatro humores humanos: sangre (aire), bilis amarilla (fuego), bilis negra (tierra) y flema (agua) debían estar en constante equilibrio, de manera que ante el exceso de calor corporal (fiebre) se aplicaba frío y viceversa para equilibrar los humores (líquidos). Por esta razón, los estudiosos de la época consideraron que la propagación de la Peste Negra y de la mortandad fue ocasionada por la alineación de los planetas que alteraban los cuatro humores y extraían vapores nocivos de la tierra y el agua. Júpiter, al que se le atribuía una condición de calor y humedad extraía los vapores nocivos mientras que Marte –cálido y seco– se encargaba de esparcirlos generando así un ambiente de enfermedad en el aire. 15
La teoría miasmática perduró hasta el siglo XIX. Hoy se sabe que la Peste Negra atemorizó a la población europea del siglo XIV. En las ciudades se juzgó a los judíos, a los gitanos, a los extranjeros y a las mujeres acusadas de brujería de ser los causantes de la enfermedad y en la mayoría de los casos se produjeron masacres y purgas sobre estos grupos sociales. Paralelamente, también se establecieron las primeras medidas de salubridad pública para el control y el saneamiento de la población. Surgió el concepto y la práctica de cuarentena, término italiano utilizado, en un primer momento para indicar que los barcos debían permanecer 40 días sin desembarcar en los puertos. También se crearon los primeros cuerpos médicos, con trajes de cuero negro que cubrían todo el cuerpo y con mascarillas en forma de pico de ave, cuya función era tanto proteger como atemorizar para controlar a la población. Pareciera ser que el mundo humano nunca estuviera preparado para enfrentar crisis como estas, y aunque esto no sorprende ni tiene por qué molestar, sí lo hace el hecho de que el ser humano ha distribuido y administrado la naturaleza como si fuera su dueño, invadiendo y rompiendo el equilibrio de los ecosistemas, aspecto que a raíz de la unificación microbiana del mundo, de la que hablaba Emmanuel Le Roy Ladurie (1988), cambió no solo las relaciones de poder mundial en Europa y en Asia
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entre los siglos XIV y XVI, sino que llevó a que el feudalismo profundizara su crisis, de tal suerte que el poder económico y político debió re-configurarse para dar origen ya no solo al dominio territorial sino sobre todo al ajuste del territorio mediante la expansión de la ley del valor y la consiguiente mercantilización de la naturaleza que significó una nueva forma de organización de la naturaleza bajo lo se conoce desde entonces como el capitalismo. El capitalismo y la expansión de la ley del valor no significó el fin de la expansión de las enfermedades y nuevas pandemias, por el contrario, el capitalismo contribuyó a la generalización de la unificación microbiana del mundo y a nuevas pandemias que no han dejado de acompañar la historia de la humanidad desde hace seis siglos.
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Dibujo sobre la viruela en la Nueva España hecho por el fraile Bernandino de Sahagún. Dominio Público.
VIRUELA
Viruela, colonialismo. La viruela o variola-virus –Variola viene de la palabra en latín varius que significa manchado, grano o pústula– fue un virus cuya existencia se estableció a principios del siglo XX gracias a la invención del microscopio electrónico, ya que su reducido tamaño de menos de 5 milésimas de milímetro no podía ser visto por microscopios convencionales. Pero de la enfermedad se tienen registros desde la antigüedad (la data indica que desde hace más de 10.000 años se tienen registros en momias encontradas del antiguo Egipto), pertenecía a la familia de los poxvirus o virus de erupciones cutáneas, a ellos pertenecen dos subfamilias que pueden infectar a los humanos, los Orthopoxvirus (viruela) y los Molluscipoxvirus que pueden causar zoonosis, la viruela sólo podía ser transmitida por contacto directo entre grupos de humanos con una limitación espacial, que se encuentran apiñados, con respecto a su sintomatología, el virus incubaba en el cuerpo humano alrededor de 10 a 12 días, producía una fiebre alta acompañada de malestar general, como dolor de cabeza, espalda y vómito, este tiempo es donde el virus es más propenso al
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contagio, luego de dos días, empiezan a salir las primeras pústulas en la cara, brazos y piernas, al cabo del 24 horas el cuerpo está lleno de pústulas, tanto en el exterior como en su interior, como en la garganta produciendo inflamación y la dificultad para comer y hablar, las pústulas se convierten en grandes ampollas de pus, si estas lesiones cutáneas seca, hay mayor probabilidad de sobrevivir pero estas pueden generar deformaciones y ceguera, alrededor de la enfermedad se genera una serie de manifestaciones en el arte y la literatura, Jeniffer Carrell escribiría en 1908, Speckled Monster o el Monstruo Manchado, la historia de cómo se combatió contra la viruela, durante el periodo de la ilustración. Su tratamiento estaba dividido en dos grandes conceptos, el de la inoculación oriental y la vacuna europea, el concepto de inoculación oriental data desde la china antigua, donde para tratar o prevenir el virus, se introducían pequeñas muestras de piel seca (que había estado contaminada de viruela) por la nariz, de manera que el cuerpo estuviera en contacto con el virus, pero este no se encontraba en condiciones de ser mortal, así el propio cuerpo podía desarrollar defensas ante un posible contagio, por su parte la vacuna europea tiene su origen en el siglo XVIII, donde un médico aristócrata burgués, Edwuard Jenner tomó al hijo de 8 años de uno de sus campesinos, para infectarlo con la viruela vacuna (de ahí el nombre de vacuna, porque provenía de
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la vaca), tomó al niño como medio de prueba para la enfermedad como es tomada África hoy en día para las pruebas de vacunas, medicamentos y enfermedades; el niño se salva gracias al proceso de inoculación y resulta efectivo, Jenner lo presentó a la asociación médica de Londres por medio de un escrito llamado “Investigación sobre las causas y los efectos de la viruela vacuna”, pero fue rechazado debido a la influencia de la iglesia que pensaba que era contra natura insertar partes de animales en el cuerpo humano y que haría que nos convirtieran en vacas. Aunque ambas prácticas contra la viruela fueron efectivas, solo la vacuna se mantuvo, hasta hoy en día, mientras que la inoculación fue abolida en el siglo XX con los pretextos de ineficiencia y contraer males posteriores a su aplicación, mucho de esto tiene que ver cómo el capitalismo ejercer su dominio por medio de las farmacéuticas, donde estas al ser portadoras de la vacuna como mercancía, buscan prohibir las viejas prácticas sanatorias con la excusa de que no pertenecen a un mundo civilizado y mucho menos moderno, estableciendo una relación salud/enfermedad, generando una dependencia en las personas.
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Caricatura Satírica (1802) escepticismo sobre la idea de la vacuna como solución a la viruela. The cow pock. Wellcome Library.
La Pinta, la Niña y la Santa-Viruela. La expediciones europeas de siglo XVI para la búsqueda de nuevas rutas comerciales y la expansión de sus distintos imperios, llevan consigo la milenaria enfermedad de la viruela en sus barcos, así pues, durante el mencionado “intercambio colombino”, nombre que dio Colón a sus viajes, donde Europa llevaba el café, las bananas, la caña de azúcar, las propias vacas que no son propias de este continente y también las enfermedades, como la Malaria, la
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Influencia y la que nos trae a esta discusión, la Viruela; por su parte a Europa se envió alimentos como la papa, el maíz, la vainilla, el cacao, el aguacate, sin olvidar las toneladas de oro, plata, esmeraldas y demás metales preciosos, también se llevó la enfermedad de la sífilis a Europa por medio del contacto sexual con los pueblos originarios, todo esto dentro del mencionado anteriormente “intercambio colombino”, que más que un intercambio entre dos culturas, es un saqueo dado por la invasión económico-militar de Europa sobre América, donde se llevaron el oro y la plata a cambio de sangre y muerte, Gonzalo Arango, un escritor colombiano escribiría posteriormente La Salvaje Esperanza en relación con la conquista: Éramos dioses y nos volvieron esclavos. Éramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de plata. Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras. Éramos felices y nos civilizaron. Quién refrescará la memoria de la tribu. Quién revivirá nuestros dioses. Que la salvaje esperanza sea siempre tuya, querida alma inamansable.
Encontraron los conquistadores en su momento una cultura muy diferente a la que estaban acostumbrados, Bartolomé de las Casas los detallaba como gentes muy obedientes y serviles, pacíficas y quietas, muy delicadas en lo que se refiere a su físico, no portaban la misma capacidad física para el trabajo y no soportaban la enfermedad, así era la narrativa 25
colonial sobre los cuerpos de los pueblos originarios, que en principios son considerados no humanos, tratados como animales, y forzados a trabajar hasta su muerte, a partir de esta causa se da la catástrofe demográfica del siglo XVI, donde la población originaria sufre una disminución circunstancial en su población, por ejemplo el imperio inca a lo largo del siglo XVI queda reducido a la tercera parte en comparación con el siglo XV, igual sucede con los pueblos del México central, donde su población se reduce drásticamente entre los periodos de 1518 y 1623.
Recuperado de commons.wikimedia.org/wiki/ File:Demomex-1518-1623.png
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Recuperado de demografiaperuana.blogspot.com/ 2010/09/la-caidademografica_21.html
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A partir de esta pérdida de mano de obra de los pueblos originarios, se da el secuestro de pueblos africanos para traerlos al nuevo a reemplazar a los ya diezmados pueblos originarios, apoyados en el concepto de que las negritudes tenían cuerpos dispuestos para el trabajo y resistían mejor las indignas condiciones en las que los mantenían los colonizadores; pero otra de las razones por las que la población originaria pereció y es la gran tesis de este capítulo, son las enfermedades, como describimos anteriormente, el nuevo mundo era un territorio limpio de enfermedades como la viruela o la influencia, a esto se le llamó una debilidad biológica de la naturaleza corporal, debido a que este nuevo mundo se encontraba aislado desde su propio espacio y no se generaron los mismos intercambios que se produjeron en Europa, Asia y África como con los mercados de la seda o los mercados de especias, que permitieron el contacto con las diferentes enfermedades y así su marcado biológico, Enrique Serrano afirma que esta debilidad biológica natural condena a estas sociedades colonias hacia su destrucción. Por otro lado Germán Colmenares, durante su estudio de Encomienda y Población en la provincia de Pamplona, Norte de Santander, en los periodos de 1549-1650, encuentra que si bien la población originaria tuvo una disminución significativa gracias a la viruela, esta tiene unas características particulares frente a su desarrollo en estas comunidades, la viruela
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afectó en su mayoría a la población indígena masculina adulta, adentrándonos en este dato, Colmenares encuentra que el hacinamiento de los indígenas en las minas donde eran forzados a trabajar fue el factor determinante de la epidemia del virus, esto debió a que la viruela se transmite en aglomeradas poblaciones, gracias a su efecto racimo; distinto de ciertas comunidades indígenas, que se encontraban dispersas y difícilmente susceptibles al virus, en torno a esto encontramos que la razón de la mortandad de los pueblos originarios, se debió a las condiciones sociales a las que eran forzados a agruparse para trabajar en las minas y generar tributos, fue la propia empresa de la conquista la que facilitó la propagación de la enfermedad en el territorio y posterior a ello, el genocidio de los pueblos originarios, a medida que se agotó la población la intensificación de la explotación incrementó y con ella, la muerte. La viruela también fue usada como un medio político y militar, frente a las comunidades que oponían resistencia a la colonización, recordemos que las propias comunidades originarias estaban en diferentes guerras civiles, cuando sitiaron el imperio inca en Cuzco, se contagia la viruela por medio de los europeos, a pesar de que los sitiadores se encontraban en minoría respecto a la población indígena, al ellos estar en contacto con la enfermedad, se propagó acabando con la mayoría de los indígenas del Cuzco, permitiendo así la fácil imposición de los
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colonizadores, he implantado meta relatos, como que la viruela era un castigo del dios judeocristiano por medio de una figura como la virgen que expande el virus para matar a los indígenas por no aceptar la colonización, la viruela fue explicada como un castigo de dios que no afectaba a los colonizadores.
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La viruela y la destrucción de las comunidades amerindias (2016) del libro “Plagas y pueblos” de Wiliam Hardy McNeill. Recuperado de http://www.nocierreslosojos.com/ virueladestruccion-comunidades-amerindias/
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CÓLERA Y COLONIALIDAD
La Pandemia azul. Cólera y colonialidad, una bacteria y una forma de poder sin aparente conexión alguna; contienen tras la búsqueda detallada de su movimiento y rastro histórico una fuerte relación entre los intereses de varios imperios, la gula de sus capitales y la producción de pandemias a nivel global. Encontrar este fino hilo que interconecta, visibiliza y evidencia el funcionamiento y relación entre estos sistemas y bacterias es la pretensión y objetivo de este breve texto, así como mostrar las consecuencias de su interacción en la modificación amplia de varias sociedades. El cólera, esta enfermedad intestinal aguda que produce diarrea, vómitos, temblores y fiebre en quien la contrae; azotó fuertemente la población mundial entre el siglo XIX y hasta mitades del siglo XX, siendo este, un periodo de gran intensidad y en donde seis grandes pandemias atravesaron los continentes. La Vibrio Cholerae, esta bacteria unicelular que produce en el cuerpo humano los síntomas antes mencionados, es endémica del delta del Ganges y la desembocadura del río Brahmaputra, en lo que hoy es la India y el actual Pakistán. Suele habitar aguas cálidas y como toda bacteria, cumple una función ecosistémica: mineralizar las aguas para garantizar 35
la vida y el equilibrio natural. Sin embargo, cuando es extraída de su ambiente y trasladada a otro sin el suficiente oxígeno, lucha por reproducir el sistema del que fue extraída, liberando toxinas para que las células produzcan agua, deshidratando así los cuerpos portadores. Suele contraerse en el contacto con aguas contaminadas de materia fecal y estar asociada a condiciones sociales de insalubridad: falta de alcantarillado, agua potable y cercanía con aguas servidas, por lo general relacionadas a la pobreza. Estos hallazgos y precisiones sobre los medios de contagio, se hallan en las labores de científicos europeos por entender y mitigar la enfermedad que les azotaba en aquel entonces. Jaime Ferrán, quien encontró una cura asociada al suero y la hidratación de los cuerpos; Jhon Snow, médico inglés con desarrollos en la cartografía del contagio y la ubicación de focos en bombas de agua contaminadas gracias al análisis que círculos concéntricos en barrios pobres de Londres; Filippo Pacinni, quien aisló el Vibrio Cholerae para su análisis en ese tránsito histórico de la teoría miasmática a la teoría bacteriana, entre algunos otros. Robert Koch, perteneciente a la escuela bacteriológica alemana, aisló de igual manera la bacteria haciendo uso del microscopio; con la ventaja de pertenecer a la gran escuela y compañía colonial de la época, condición que le acarreó mayor reconocimiento y legitimidad que a Pacinni.
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Este hecho es uno de muchos que demuestran cómo el desarrollo de la bacteriología estará atado a la necesidad de los imperios por extraer materias primas y mantener las condiciones de salud en las colonias sometidas. Como lo relata Patrick Chakrabarti en su libro “Medicina e Imperio 1600-1960”, la ciencia médica imperialista y el colonialismo fueron también el conocimiento y dominio de los gérmenes del mundo no europeo para viabilizar la labor civilizatoria del capital. Pero esta labor colonial sería un cuchillo de doble filo, la intromisión de los imperios coloniales en territorios tropicales como la India, permitirían que los actores humanos se encargaran de trasladar el Vibrio Cholerae, sacándola de su sistema endémico al resto del mundo por medio del transporte marítimo y los puertos de cada nación. Este suceso haría proclamar a Manuel Lería Ladoire aquella idea de que “El capitalismo creó una unificación bacteriana del mundo”. Es bien conocida aquella disputa entre el imperio francés y el imperio inglés por allá en el año 1600 a raíz de quedarse con la joya de la corona, el triunfo británico permitió que su compañía hacia las indias orientales trasladar tanto tropas militares como mercancía ida y vuelta con la bacteria viajando de huésped en huésped, siguiendo el rastro de la guerra, el extractivismo y la esclavitud, para concentrarse en las periferias industriales europeas e igualmente pobres de los nodos industriales que configuraba el capital. 37
Es la colonia británica quien permite sacar el cólera del delta del Ganges, en medio de su sueño civilizatorio y fuerza imperial-colonial-extractivista. Esta certeza de superioridad entremezclada con el paternalismo de la racionalidad eurocéntrica asumiría en los dominadores un imaginario de responsabilidad frente a la labor de salvar al mundo del salvajismo y el subdesarrollo, escondiendo la barbarie extractivista bajo el trueque de enseñar la virtud de la limpieza, el victimismo heroico inglés de expulsarse de la nación para llevar jabón de pera a las esquinas oscuras de la tierra, allí donde aún no llegaba su idea de civilización. Pero además de contarse así mismos esta historia para legitimar su extracción y dominio colonial en la India, los diferentes aparatos culturales de la época escondían las causas reales del contagio, sus vehículos de transmisión, maquillaban en sus relatos la responsabilidad de las fuerzas militares al traer la infección en los puertos, infantilizaron y tergiversaron la cultura hindú presentándola como infértil, peligrosa, sucia, miserable, inmoral y enferma, necesitada de ser dominada para cumplir con la tan añorada rentabilidad y utilidad del imaginario capitalista de civilización, además de asociar el rostro azul sintomático de la deshidratación colérica con la figura de pobladores indios tratando de entrar en Londres para propagar la enfermedad. Estos mecanismos pueden leerse en obras de la época,
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como la célebre “Muerte en Venecia” de Thomas Mann o en las pancartas del símbolo patriótico británico, Jhon Bull. Muestra de que la amenaza se encontraba en el transporte colonial y no en el pueblo indio, en 1896 el bacteriólogo Ernest Hanbury Hankin descubre la lógica ecosistémica por la cual los hindúes que se bañan en el delta del Ganges, en medio de rituales sagrados y consagraciones a sus deidades, no enfermaban de cólera a pesar de estar en contacto con el sistema epicentro y origen de la bacteria. Al analizar los virus bacteriógrafos en el permafrost del Himalaya (de donde nace el Ganges), que con el deshielo transitan por las aguas del río e interactúan con la bacteria, descubre que la dialéctica el uno con el otro anula la enfermedad, hallazgo que se utiliza hasta el día de hoy a manera de control biológico con virus bacteriógrafos. Eximiendo así el clima y territorio indio de ser el causante de la enfermedad y acuñando la causa al transporte colonial y la extracción de la bacteria de su sistema endémico por medio de los tentáculos y rutas mercantiles de la labor imperial.
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El cólera y su función social en los nodos de la urbe industrial europea. Pero la avaricia del capital no sólo hace mella en las colonias dominadas, tiene una doble función civilizatoria: hacia el exterior con la India y en las periferias internas de las ciudades en los Estados imperiales con los pobres y semi-proletarios que el sistema acumulador en avance no paraba de expulsar. Cuando el cólera arriba desde los puertos a las distintas urbes europeas, encuentra sociedades marcadas por profundas desigualdades sociales, transitando un siglo lleno de insurrecciones populares de todo tipo, siguiendo la ruta de las comunidades urbanas marginadas sin acceso a agua potable, alcantarillado o servicios médicos, el clima propicio para la propagación virulenta de una bacteria que salta de intestino e intestino intentando replicar el río Ganges de donde las garras de la colonia la extirparon. Los gobiernos europeos aplican drásticas cuarentenas a la población general, no había distinciones de ningún tipo y las periferias empobrecidas se veían arrinconadas a resistir la pandemia por un lado, pero al hambre y la falta de alimento por el otro. Los muertos por cólera eran robados para experimentar científicamente, propagando un clima social que conjugaba la desatención, el miedo a los médicos y 40
las protestas constantes de los pobres más golpeados, reproduciendo nuevamente desde las estrategias de gobierno, aquel imaginario de que estos sectores al margen del sistema de producción, profundamente empobrecido y golpeado, eran gente peligrosa, masas por controlar y civilizar. En parte cierto, en parte exagerado en función de sus intereses. Una de las principales formas de gobierno es producida por el reformador higienista inglés Edwin Chadwick, quien pone en marcha toda una serie de políticas de saneamiento moral y material para una ciudad atestada de pobres y enfermedades. La propuesta fundamental giraba alrededor de la idea de que la medicina y el cuidado del cuerpo no es un asunto público, sino privado; de acceso a quien pueda pagarlo. Mientras que su noción de salud pública tiene que ver con la administración de la pobreza: para este los pobres sufren estas condiciones y calamidades pues han optado por elegir este camino, así que la mejor forma de solucionarlo es llevarlos a la disciplina por medio del trabajo como garantía de reforma moral y espiritual. Estas políticas incluyen barrenderos y lavadores de calles, políticas para no arrojar basuras y propagar evitar focos de contagio, así como limpieza de ríos y reformas urbanas profundas. Esta división entre el cuidado del cuerpo como un acceso de privilegio y la salud pública como una anulación en el ocio para la población general,
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se mantiene hasta hoy, en una clara exacerbación y perfeccionamiento neoliberal en las formas para organizar la sociedad. Aunado al análisis de las demás pandemias; es evidente que no podemos evitar hilar aquella idea de higienismo como medio para consolidar formas de control social. Las consecuencias imperiales y coloniales que transportan bacterias alrededor del mundo y propician este tipo de políticas para la gestión de masas; transforman ampliamente el rediseño de varias ciudades como Londres, Nápoles e incluso ciudades en Norte América. Es conocida y recordada la labor del senador francés George Eugéne Haussmann en la ambiciosa renovación de París junto con Napoleón III. Integrar la modernidad implicaba expulsar a los pobres del centro urbano de la ciudad para instalar amplios pasajes comerciales por donde circule el capital, evitando las resurrecciones urbanas y ampliando la ciudad con grandes bulevares por donde transite la brisa fresca y se complementa con mega-alcantarillas subterráneas en donde las aguas servidas no se mezclen con los acueductos, obsesionando a muchos urbanistas con los peligros del estado sanitario de la ciudad bajo la idea de que cambiando la infraestructura podrían cambiar también a la población y sus temperamentos. Es crucial entender la escalada de valores que llevaron a organizar sociedades alrededor de lógicas que violaron y siguen violando el equilibrio
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ecosistémico de la naturaleza. Ambición, avaricia, paternalismo, arribismo, voracidad y competencia son todas nociones que desprende esta hiedra capitalista y colonial que extendió sus tentáculos durante todo el siglo XIX y XX por el mundo, con el fin de engullir y destruir los recursos naturales para engordar como imperios. Esta etapa de la bestia marcó una aparente idea de progreso para muchas naciones, pero también fortaleció un sistema monstruo que nos sobrepasa, con coronas antropocéntricas, patriarcales, y ahora neoliberales a las que buscamos de todas las formas posibles, poder resistir. Los tentáculos ya no son tan evidentes, pero aún encuentran la forma de deslizarse recordando viejas maniobras, para atacar con sigilo y empujarnos cada vez más hacia una crisis ambiental, un abismo oscuro que en el camino hace de bacterias endémicas peligros mortales, de la supuesta idea de crecimiento ilimitado, catástrofes naturales; de la economía una excusa para seguir destruyendo y violando la tierra que nos alimenta. Forjamos el capitalismo y este nos está acabando, puede que este texto nos dote de algunas herramientas para entenderlo y equilibrarlo, acabarlo, o proponer otro orden que pregone más la vida.
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MALARIA
Tiempos de imperialismo. En este capítulo se abordará una reflexión sobre la Malaria, pandemia que no cesa de azotar la humanidad, relacionándola con uno de los modos en que el capitalismo se ha desarrollado alrededor del control de la erradicación o no erradicación de la enfermedad. Se abordarán temas referentes a lo que se sabe hasta hoy respecto a la Malaria en un aspecto general, la materialidad de la enfermedad, su manera de expresión, sus síntomas, posteriormente, una mirada histórica de manera general donde se tratará una relación entre Malaria y sociedad, ya que a través de ella se comprenderán los procesos de colonización y ejercicio de poder, para concluir se abordará una mirada sobre el imperialismo y su relación con la enfermedad hasta el siglo XX. La mirada general sobre la cual se concibe la Malaria es la de una dolencia, malestar y condición que siempre ha sufrido lo que se denomina como el sur global, pero cabe advertir que esta no es una condición solo de la actualidad, pues no ha sido así siempre. Se entiende que al norte global no se le asocia con una enfermedad de este tipo, es, hasta hace muy pocas décadas que la Malaria fue también una 47
condición a la que se sometían los países europeos, incluso a Estados Unidos, esta situación hasta que lograron erradicarla. Justamente en esa lucha contra la malaria se da una erradicación de la enfermedad en lo que se llama el norte global, pero no de la misma manera en el sur global, esto sucede gracias a relaciones de poder, economía, relación entre capitalismo y naturaleza, etc. que hacen posible que la Malaria sea una condición de la vida de los pueblos de esta zona del mundo y no sea simplemente un determinismo social dado por la pobreza en la que están sumidos estos pueblos. Durante diferentes momentos de la historia de la sociedad en el siglo XX la Malaria ha conseguido llegar a diferentes latitudes, la expansión de la enfermedad a principios de siglo, ocupaba gran parte del globo, toda Europa la poseía, así como gran parte de Norteamérica, África, Asia. A partir de 1946 la enfermedad se va reduciendo y siendo erradicada de toda Europa y los Estados Unidos, hasta el punto que a la actualidad se ve la Malaria como condición de vida de los pueblos ubicados en gran parte de Suramérica y Centroamérica, gran parte de África (donde es endémica), parte de la melanesia, sur de Asia; ello genera dudas sobre ¿qué hace que la enfermedad fuera erradicada de los países del norte global? Y de la misma manera ¿qué hace que sea una característica de la salubridad de los países del sur global?, a estas relaciones que se han
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trazado entre capitalismo y naturaleza es y que han sido construcciones históricas que se dan en tiempos imperialistas, creando una condición de notoriedad respecto a la relación de desarrollo y subdesarrollo, norte y sur global, esto en esencia es a lo que se referirá el presente texto. La Malaria, debido a su presencia e impacto, ha gozado de mucha importancia para el campo académico, pues cuenta con una red internacional de historiadores, epidemiólogos, médicos, investigadores, biólogos, ecologistas, etc. Que abordan la enfermedad, siendo el 25 de abril el día mundial de la Malaria. De esta red de historiadores de destaca Frank Snowden, el cual escribe la obra “La conquista de la Malaria”, “Epidemias y sociedad. Desde la peste negra hasta el presente”, “El desafío global de la Malaria”. Así como la obra de Karen Masterson titulada “The Malaria Project” donde cuenta cómo el proyecto malaria fue utilizado por los Estados Unidos en su lucha dentro de las guerras del pacífico para evitar que sus tropas fueran infectadas con la enfermedad, esto contra las potencias del eje para mantener un poder sobre ellas. En la época miasmática de la ciencia médica se les atribuyó la enfermedad a los malos aires desprendidos de las zonas pantanosas, por lo que en Europa del siglo XVI a la enfermedad se le denominaba paludismo, que viene del latín: paluster, que significa pantano.
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Posteriormente Italia que será muy afectada por la Malaria, en el siglo XIX, transforma el nombre de la enfermedad a Malaria, que traduciría, mal aire. Ya que es una herencia del miasmatismo, que les atribuyen la enfermedad a los malos aires, ya que pensaban que los pantanos y sus malos olores tenían la propiedad de enfermar, de ahí que particularmente en Bogotá, Colombia, la sabana estaba compuesta por una red de humedales que fueron secados en función del temor de las enfermedades traídas por esos malos aires, además de la habilitación de suelos, todo esto pese a que Bogotá se encontraba en una condición climática favorecida, que dificultaba contraer enfermedades como la Malaria, esto en una denominada guerra contra el agua.
Ciencia imperialista. El colonialismo da origen a la teoría de los microbios, donde la Malaria llegará a ser estudiada por un biólogo francés llamado Alfhonse Laveran, el cual descubre el Plasmodium, posteriormente Sir Ronald Ross descubre que el Plasmodium tiene un transmisor, el cual sería el mosquito Anopheles. Estas investigaciones fueron realizadas a inicios del siglo XX, en medio de la expansión colonialista, dentro de las tropas de los ejércitos coloniales que ocupaban África y Asia, lo cual generaba una preocupación en las 50
potencias coloniales ya que sus tropas enfermaban de manera rápida. El impacto de la malaria durante el periodo victoriano del imperio británico en el siglo XIX fue muy importante en cuanto a la creación literaria, lo que aclara Jessica Howell en su libro “Malaria. Ficción del imperio victoriano”, donde asocia que el miedo provocado por la enfermedad da origen a la novela escrita por Bram Stoker, “Drácula”. Todo ello gracias a la relación del mosquito Anopheles con su transmisión del Plasmodium, pues este necesita de los glóbulos rojos para prosperar, esta relación genera una asociación entre Drácula y la idea de la Malaria. Es acá donde se abordará el Plasmodium, como actor no humano; este es estudiado por las ciencias de la malariología, que es una red interdisciplinar de profesionales de la salud, infectología, ecologismo, Historia. De ahí se sabe que el Plasmodium es un protozoario del reino Protista, porta la maquinaria de la fotosíntesis y su reproducción es de manera sexual y asexual, durante el transcurso de su vida se transforma en no menos de siete formas y para su supervivencia debe parasitar, para que su transmisión se hiciera posible tuvo que entrar en contacto con huevos de mosquito para así poder vivir. Su complejidad se da en que su forma cambiante a los no menos de siete tipos de Plasmodium, hace que una vacuna sea demasiado difícil de lograr. El entorno para su supervivencia es vivir dentro de la sangre
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animal, esto también logra complejizar mucho más su estructura. El mosquito Anopheles es un gran aliado en la transmisión de la Malaria, en especial la hembra que es la que logra con su picadura el contagio, cuando el Plasmodium se incuba en los intestinos del mosquito, los que produce que la próxima generación de Anopheles lleve consigo el parásito en una relación casi de control por parte del parásito con el mosquito, en tanto que el mosquito debe buscar alimentarse de sangre que a su vez también necesita el Plasmodium para su reproducción. Donde se extiende a todo ser vivo e incluso parásita en lagartos y serpientes, esto hace que su versatilidad y complejidad, como se mencionaba, impida que se logre satisfactoriamente una vacuna que lo contrarreste. La transmisión de la Malaria además de la picadura de mosquito también se puede dar In útero, es decir, transferirse de madre a hijo dentro del vientre. Esto hace que la mitad de la población mundial esté en riesgo de contraer la enfermedad, siendo la víctima principal de la mortalidad, los niños, que son cerca del 70% de la totalidad de muertes anuales a causa de la Malaria, ya que no poseen un sistema inmunológico capaz de dar frente a la enfermedad y que en su mayoría la situación de pobreza acentúa esa condición.
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Según Médicos sin fronteras y la Organización mundial de la salud (OMS) en el 2018 se detectaron cerca de 228 millones de casos de Malaria en el mundo y aproximadamente 405.000 muertes que en su mayoría se ubican en el África subsahariana. En esa lucha contra la Malaria se presentan muchas alternativas, como la quinina, el DDT, proyecto secreto 523, etc. Lo que genera una guerra en contra de la enfermedad, esto para lograr erradicarla especialmente del norte global, estableciendo una relación de poder donde se naturaliza la presencia de la enfermedad en los pueblos subyugados. Esta guerra química inicia con la búsqueda de una vacuna sintética que hasta la actualidad no ha llegado a pesar de todos los estudios respecto a la enfermedad. Se produjeron una serie de políticas estatales dentro de los países con el reto de mostrar superioridad por sobre sus contrincantes, como lo son los casos de la Italia fascista, los EEUU, la Alemania Nazi, China; lo que en su carrera desesperada por el poder y el avanzar de la guerra, el tener la cura de la Malaria los posicionaría de manera ventajosa respecto a sus enemigos, además de esto erradicar la enfermedad de sus territorios y posicionarse también dentro del modelo de desarrollo-subdesarrollo. De esta manera la Malaria dejó de ser un problema del norte global y pasó a ser una característica de los pueblos sureños, esto en el marco del desarrollo y a causa de que la industria farmacéutica se dedicara
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a mercados mucho más rentable, lo que ocupa la ciencia en un ámbito de segregación, pues no ocupa sus investigaciones a los territorios del sur global ya que estos no contarían con los recursos para pagar los tratamientos y el capital se vería afectado, ya que sería una investigación costosa. Uno de los puntos importantes en los estudios de la Malaria son los casos de la extracción animal, particularmente en Colombia se presenta el caso de Manuel Elkin Patarroyo, quien ha tenido múltiples cuestiones por su práctica experimental en el mono Musmuqui, ya que su trabajo se ha convertido en una amenaza para esta especie, pues posee alrededor de 20.000 monos para sus estudios, donde una buena parte de ellos mueren en los laboratorios y los que son liberados contiene rastros de Malaria. Lo que ocasionó que en 2012 cerraron su laboratorio, para que después la corte constitucional colombiana le permitiera seguir con sus investigaciones en monos. En relación con ello, es similar el actuar de las farmacéuticas norteamericanas con la compra de fauna africana.
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VIH-SIDA
Neoliberalismo y patriarcado. La metáfora consiste en dar a una cosa el nombre de otra. Aristóteles. La crisis del sida pone en evidencia un mundo… en el que todo lo que puede circular, circula, y donde todo problema es, o está destinado a ser, mundial. (...) El sida es uno de los precursores distópicos de la aldea global, ese futuro ya está aquí y siempre ante nuestros ojos, que nadie sabe cómo rehusar. Susan Sontag. La humanidad ha luchado históricamente con ese imperceptible pero concomitante némesis: los virus. Estos han puesto y siguen poniendo en jaque a las poblaciones pues no han aprendido mayor cosa de su historia. Por ello, hace mención Sontag, que la humanidad y su arraigado pensar metafórico han errado al concebir la imagen del cuerpo como una fortaleza –arquitectónicamente hablando– pues además
de tener una larga genealogía pre-científica, sostiene a la propia enfermedad como metáfora de la mortalidad, de la fragilidad y vulnerabilidad humanas, poniendo de nuevo a la 57
humanidad en su sitio, el de ser otro organismo más en la naturaleza (2003).
Así, esta pandemia producida por el virus VIH se abordó desde el capitalismo como factor principal en la degradación de los ecosistemas, y a su vez, en la generación de esta y otras enfermedades, pues al configurar, explotar y ordenar arbitrariamente la naturaleza: primero, cambió las dinámicas de un necesario equilibrio entre la sociedad-naturaleza; y segundo, muy relacionada, se adentró en el nicho de estos virus, la naturaleza; lo que causó sus mutaciones, sus propagaciones y las salidas de sus incubaciones. Dicho desequilibrio produjo esta pandemia contemporánea del VIH, la cual, mediante las relaciones socio-afectivas y consecuentemente nuestra vida sexual –medio predilecto de transmisión– configuró gravemente la vida de la humanidad. Pues según la OMS “El VIH/SIDA sigue siendo uno de los más graves problemas de salud pública del mundo, especialmente en los países de ingresos bajos o medianos” (2017). Y como enfermedad aún no comprendida en su totalidad, desencadenó una metaforización a gran escala, y a su vez, una mayor estigmatización y sufrimiento de las personas contagiadas. El cual afectó en mayor medida a poblaciones pobres, mujeres y la comunidad LGTBIQ+.
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Del VIS al VIH: Un espectro de enfermedades. El origen de este virus de inmunodeficiencia humana adquirida –según diversas hipótesis de biólogos e historiadores- se remontó en el África central, cuyos protagonistas son de procedencia no-humana, es decir, dicha transmisión se dio por la relación entre humanos y animales. Esta especie animal fue los Mangabey, un tipo de monos, los cuales, poseían un virus de inmunodeficiencia simia VIS-SIV – siendo en esta especie no letal- que posteriormente se pasó a los chimpancés y éstos, bajo una transformación del virus se transmitió a los humanos. Este paso a la humanidad se produjo a raíz de la comercialización en que se veía inmerso El Congo, pues se percibió un exacerbado saqueo de su naturaleza, y a su vez, unas paupérrimas condiciones de calidad de vida e higiene en que se hallaba la región. Este virus es un retrovirus de la subfamilia lentivirus –cuya duración de incubación y desarrollo en el organismo infectado es muy extensa,puede durar hasta años–, el cual, posee algunas peculiaridades que hacen de la infección una enfermedad especial. Algunas de ellas son: la primera reside en la conversión de su ARN (ácido ribonucleico) en ADN (ácido desoxirribonucleico); la segunda, es la
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asociación de enfermedades oportunistas o dicho por otros, la implicancia de un espectro de infecciones; y tercero, la eliminación e inactivación del sistema inmunológico como central objetivo; estas características acomplejaron la situación, lo que impidió el desarrollo de alguna cura que lo erradique. Esta primera característica es de uso sustancial en el debilitamiento del sistema inmune, pues al transmitir su información genética a los linfocitos o células CD4 gracias a una enzima, comienza la expansión masiva de este virus, evadiendo así cualquier respuesta inmune, pues la destrucción del sistema inmunológico es inminente. O explicado de mejor forma por Sontag (2003): El virus desnudo del sida convierte su ARN en... ADN, la molécula que gobierna la vida. La molécula penetra entonces el núcleo de la célula, se inserta en un cromosoma y toma bajo su control una parte de la maquinaria celular, a la que ordena que produzca más virus del sida. Finalmente, avasallada por su extraño producto, llega un momento en que la célula se hincha y muere, liberando una marejada de nuevos virus que atacan otras células… (pp.50).
Es por esto, que es aceptada la interrelación entre estas características que hacen del virus uno de los más letales, sobrepasando al cáncer; y por consecuente, en gran medida es acertada la siguiente afirmación: “los infectados no fallecen por el VIH, sino por enfermedades ‘oportunistas’ e infecciones 60
asociadas al virus”, es decir, la causa de la muerte de los infectados no es propiamente por el virus, sino de infecciones oportunistas o cánceres vinculados al virus, que al no haber un correcto funcionamiento del sistema inmune o al haberlo inactivo, se propicia las condiciones para que una caterva de enfermedades que normalmente no sean letales, ataquen y ganen la batalla. Y es así como el organismo queda totalmente desprotegido y a merced de esas enfermedades. Una importante incomprensión que se dio y que cabe aclarar sobre el VIH/SIDA reside en la cuestión de sus medios de transmisión. Pues a raíz de esta incógnita se proliferó metáforas e historias que desinformaban a la gente sobre esta cuestión, algunas de ellas eran: la transmisión por el aire, el sudor, la saliva, entre otras. Ahora bien, ¿cuáles son en verdad esos medios de transmisión?, pues, según una publicación de la ONU: El VIH está presente en los fluidos corporales de una persona que ha contraído la infección (sangre, semen, fluidos vaginales o leche materna). Transmitido a través de diversos modos: cualquier tipo de relaciones sexuales sin protección; el uso de agujas no esterilizadas por las personas que consumen drogas intravenosas; la aplicación de productos sanguíneos no controlados en los centros de salud; y además, la transmisión por parte de las madres a sus hijos durante el embarazo, el parto o el amamantamiento (2018).
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A partir de esta, otra incomprensión que es usual es la diferencia entre la portación del virus VIH y el padecimiento del SIDA, pues, claramente éstas son dos cosas diferentes. La primera es la infección del virus de inmunodeficiencia humana a cualquier persona, es decir, solamente se trata del ingreso y la permanencia del virus; y la segunda, es una etapa de esa infección, es una fase muy avanzada del desarrollo del virus en el organismo, en donde el sistema inmune ya está muy debilitado, casi destruido. Entrando allí en acción las enfermedades vinculadas al VIH como por ejemplo la tuberculosis –de mayor incidencia en las muertes del África y demás países, según la OMS –, neumonías, herpes, candidiasis, virus del papiloma humano, entre muchas otras infecciones que hacen parte del espectro de enfermedades del VIH. Por ello, la vital importancia de los tratamientos antirretrovirales, pues se logra evitar su desarrollo del virus, y se ralentiza o para la etapa del SIDA. Asimismo existen dos tipos de virus de inmunodeficiencia adquirida, el tipo 1 (VIH 1) que es mucho más agresivo e invasivo, siendo el de mayor infección; y el tipo 2 (VIH 2), concentrado mayoritariamente en África, que actúa mucho más lento y es de carácter más recesivo. Si bien es cierto que este virus no tiene una cura, y que ha producido muchos problemas a los virólogos, epidemiólogos y en general a la medicina actual, se ha descubierto una forma de combatirla, de retrasarla, de impedir y
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disminuir su riesgo de transmisión, hasta tal punto que el paciente pueda gozar con normalidad su sexualidad. Esta solución reside en los anteriormente mencionados: los tratamientos antirretrovirales; los cuales, son el uso diario de una combinación de medicamentos que reducen la concentración del virus en el cuerpo, protegiendo así al sistema inmunológico, evitando el riesgo de transmisión y por ende, el avance de la infección al SIDA. No obstante, hay un gran porcentaje de la población que no los recibe, pues son de alto costo y no es rentable para los sistemas sanitarios neoliberales, suscitando un aumento desenfrenado en los índices de contagiados y de su mortalidad. Ahora bien: ¿por qué o más bien, qué factores propiciaron la transmisión y proliferación de esta enfermedad a nivel global? Pues, de forma sucinta se señala tanto al Imperialismo como el Patriarcado como principales causantes de la difusión del virus. Esto debido a que el primero como forma del capitalismo, explotó y ordenó la naturaleza de forma arbitraria según sus intereses; configurando así las dinámicas sociales, políticas, económicas, culturales, de salud y salubridad de las comunidades africanas, lo que propició la consolidación del primer nicho ecológico: El Congo.
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Y el segundo factor, en tanto dos puntos íntimamente relacionados: por un lado, la configuración de las dinámicas socio-afectivas y culturales de las mujeres, que llevó el patriarcado; y por el otro, la vulnerabilidad biológica, social y epidemiológica que sobrelleva el sexo femenino. Algunos ejemplos son: la restricción de prácticas sexuales seguras y satisfactorias para las mujeres a razón de sus contratos sexuales desfavorables por la asimetría etaria entre parejas heterosexuales; el fenómeno social de la prostitución; las inequidades en materia educativas y laborales; la asimetría patógena que reseña una mayor portación del virus en hombres y a su vez, una mayor vulnerabilidad en las mujeres a su contagio, esto visto en los resultados que demostraban mayor carga viral en el semen que en fluidos vaginales, y en una mayor área de infección en la práctica sexual de las mujeres (paredes vaginales); el abuso sexual y/o diferentes violencias ocasionadas por los hombres hacia las mujeres, entre otras más.
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Evolución del VIH. De InfoSIDA.
Imperialismo y nichos ecológicos. Hay una íntima y cercana relación entre el imperialismo y los nichos ecológicos, pues el primero incidió en la creación del segundo, es decir, cómo se formó El Congo como primer nicho a través del Imperialismo; y cómo se dieron las condiciones propicias para la creación del primer nicho del VIH, y posteriormente, el de los otros dos nichos, como lugares álgidos de difusión, transmisión y transformación del virus VIH/SIDA. Estos nichos ecológicos del virus VIH son tres: la región de El Congo (belga y francés), Haití
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(Centroamérica) y por último, Estados Unidos, específicamente las ciudades de New York y San Francisco. Por ello, es de importancia la no separación de los viajes del virus y los cambios en las dinámicas imperialistas, pues estas últimas ordenaron la naturaleza bajo la lógica del capital, en donde lo importante residió en la recolección de materias primas que destruyeron los ecosistemas; y por ende, las lógicas del equilibrio cultura/naturaleza. Y en aras de una mayor claridad, precisaré algunos términos aquí usados como capitalismo, imperialismo y nicho ecológico. En primera medida, el capitalismo se entendió como aquél sistema socioeconómico, político y cultural que se rige bajo tres lineamientos: primero, la propiedad privada en general, y la de los medios de producción en particular; segundo, la organización y el desarrollo según la lógica del capital y las corporaciones; y tercero, el libre mercado, el cual dejó por fuera o minimizó al máximo el papel del Estado en la economía. En donde primó la plusvalía (la ganancia neta sobre la producción) apropiada por unos pocos; además de la explotación incontrolada y exacerbada de los recursos naturales y humanos, en pro del funcionamiento del sistema de producción en masas. El Imperialismo como proceso de dominación política, económica y militar con fuertes connotaciones nacionalistas, el cual, se observó en la colonización y repartición en un primer término del
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continente americano, y posteriormente el africano, lugar de la génesis de esta pandemia. Y por último, el término más importante en la interrelación, nicho ecológico, éste es un lugar central en la configuración natural del virus, pues es la relación entre la cultura y la naturaleza. En donde además de la incubación y relación del virus con demás organismos, se presenta su difusión y mutación, lo que permitió la proliferación de diferentes enfermedades, entre ellas la tratada aquí de inmunodeficiencia adquirida. Inicialmente, los países capitalistas bajo la necesidad de fuentes de materia prima y riqueza, y de otras rutas y centros de comercio, se vieron obligados a realizar expediciones a ese nuevo continente que traería progreso y desarrollo al mundo europeo; Todo ello, bajo las lógicas imperialistas se realiza una repartición del territorio africano entre las grandes potencias europeas: Gran Bretaña, Francia, Portugal, Bélgica, España, entre otros; cuya colonización apropia, ordena, y explota la naturaleza del África con base en las órdenes del capital –como se mencionaba anteriormente-. Seguidamente se explicarán cada uno de los nichos de forma sintética y concreta: primero, El Congo; segundo, Haití; y tercero, EE.UU.
El Congo. Primeras décadas del siglo XX. A raíz de dos factores: primero, la gran riqueza del centro africano fue foco de la destrucción de la natu67
raleza. Continuamente padecieron la gran explotación y opresión de su gente como de sus recursos; y segundo, la cuenca del Río Congo era un gran complejo comunicativo y comercial -tanto la parte francesa como belga-, conllevando fenómenos de prostitución, esclavización e insalubridad. Lo anterior produjo una proliferación de enfermedades como la peste del sueño, gripes, la sífilis –traída por los europeos- y el contagio de este nuevo virus, el de inmunodeficiencia adquirida y por ende, su exponencial infección en la población.
Haití décadas del 1960’ y 70’. Este nicho estuvo conectado directamente con la región del Congo, pues, a partir de la “independencia” y consolidación del país República Democrática del Congo en 1960, este último necesitó un amplio capital humano profesional de habla francesa para su reconstrucción y progreso. Por ende, mucha gente de Haití viajó al Congo, cuya razón principal era escapar del régimen dictatorial de Duvalier. Posteriormente sucedió lo inexorable, el contagio del VIH, que tras el regreso vacacional o definitivo de algunas de estas personas fueron ampliando el contagio, principalmente a familiares y seres allegados.
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EE.UU-New York desde 1980. Este es considerado como el nicho de expansión global de la enfermedad, pues, es desde este país que se expande tanto a Europa como hacia el resto del mundo. Sobre este nicho se tienen dos hipótesis sobre las formas de viaje del virus: la primera, como eslabón o consumidor del turismo homosexual ofertado y promovido por la dictadura haitiana; y la segunda, la compra de sangre barata al cártel de sangre haitiano, en tiempos de la Guerra de Vietnam. Ambas son correctas –según investigaciones, léase “The Origins of AIDS” de Jacques Pepin; y “Environmental histories of the First World War” de Richard Tucker y et. Al.-, pues se ha demostrado que tienen su correlación en el establecimiento del último nicho ecológico del VIH/SIDA. No obstante, hubo otros factores que incidieron en el exponencial incremento de infectados del virus de inmunodeficiencia adquirida en los EE.UU, tales como: por un lado, el neoliberalismo y el debilitamiento de los sistemas de salud, quien los redujo y privatizó en su gran mayoría, reduciendo los programas de educación anticonsumo y de salud; y por otro, la controversial “guerra contra las drogas” del gobierno estadounidense. Este último factor se vio en las ciudades de New York y San Francisco, pues, la mayor población
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de consumidores residía allí. Y es así como por antonomasia, los protagonistas del incremento en el índice de infectados del virus de inmunodeficiencia adquirida residió en los consumidores de diferentes drogas psicoactivas a través de la inyección: uno de los mayores ejemplos fueron los consumidores de heroína, a razón de una escasez de jeringas, y por ende, de su uso múltiple por parte de los consumidores. Es así como una gran población convirtió a los EE.UU en un nicho ecológico, y subsiguientemente, como el medio de la globalización de la enfermedad de inmunodeficiencia adquirida.
VIH, Homofobia y Patriarcado. En este apartado hago alusión a una máxima expresada por Aristóteles: «La metáfora consiste en dar a una cosa el nombre de otra» (En Poética, 1457 b); pues no encontré forma mejor de explicar la siguiente idea: el cómo se denominó y posteriormente desenvolvió esta pandemia a través de dinámicas de la homofobia y el patriarcado. Ello a razón de que históricamente no definimos las cosas como son, sino buscamos metáforas o eufemismos para evitar así definirlas, y esta enfermedad no iba a ser la excepción. Y es ahí en donde entran en juego las metáforas militares que tomaron tanto auge en el siglo XX, las cuales, contribu-
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yen a estigmatizar ciertas enfermedades y, por ende, a quienes están enfermos, suscitando una suerte de vergüenza (Sontag, 2003:47). Dos claros ejemplos de ello son: la denominación de la enfermedad de inmunodeficiencia adquirida como “la enfermedad gay” pues en la sociedad homofóbica del siglo XX al decir de Sontag con el cáncer y la tuberculosis, también aparecían igualmente ficciones sobre la responsabilidad y sobre la predisposición caracterológica a la enfermedad: la homosexualidad; o, actualmente, otro ejemplo de ello es la mención de algunos gobernantes y/o personas “influyentes” e ingenuas que se refieren a la covid-19 como una simple gripe o “ gripecita”, cuya mortalidad de ambas se perciben directamente en las poblaciones más pobres de los países. No obstante, en la pandemia aquí tratada hablaremos de dos poblaciones gravemente asestadas y acribilladas por el VIH, las cuales son la comunidad LGTBI y las Mujeres del sur global. Ahora bien, cabe un interrogante precisar: ¿cómo se desenvolvió la pandemia a través de dinámicas como la homofobia y el patriarcado? La respuesta es algo compleja, pues además del contexto sociocultural en que se gestó esta pandemia, el cual fue algo conservador y misógino; hubo también incidencia en la propagación del virus por parte del mundo globalizado que actualmente ya se veía; pues asimismo, esa interdependencia de relaciones comu-
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nicativas, económicas y socioculturales del mundo produjo los nichos ecológicos. Sin embargo, en este acápite nos centramos en el contexto sociocultural. Pues aún a mediados del siglo XX se encontraba marcado por la heteronormalización (concebir la normalidad de la realidad bajo las líneas de las relaciones heterosexuales) y por ende, sus sociedades -sobre todo las occidentales- impregnadas en un patriarcado reacio como factor determinante en la moralidad de sus sociedades, reflejados tanto en el pensar como en el actuar de las personas. Esta concepción de la realidad desde el punto de vista patriarcal denotó un rotundo rechazo y aversión hacia la comunidad homosexual y, una dominación y control sobre la mujer. Situándose así las relaciones heterosexuales como las únicas dinámicas socio-afectivas aceptadas y respetadas socioculturalmente, y a su vez, otorgó al hombre el poder sobre lo familiar, lo social y lo político; y todo aquello por fuera de dicho canon era terriblemente estigmatizado, discriminado, y perseguido. Así, en estas sociedades, se aborreció y segregó tanto a la comunidad homosexual por supuestos no respaldados científicamente, sino moralmente. Uno de ellos fue la gran cantidad de infectados de VIH de esta población, hasta el punto que se llegó a considerar el VIH como la “enfermedad gay”, recrudeciendo aún más su estigmatización.
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Pues, aunque el turismo homosexual presente en los países de Centroamérica (Haití), fue una forma de viaje del virus hacia los EE.UU, no se pudo englobar ni sostener científicamente que la enfermedad era específicamente de dicha población; sino, con el paso del tiempo y casos de infección, se observó que heterosexuales en todo el mundo también las padecían. Además se percibió que la totalidad de las personas contagiadas un gran porcentaje, casi la mitad eran mujeres y uno más reducido eran niños; todo ello ayudó a esclarecer y determinar que esta enfermedad era más que la mal denominada “enfermedad gay”, y la estableció como una pandemia global de la pobreza. Por ende, en esta pandemia cuyo desarrollo fue en el norte global hubo una reducción considerada en el índice de infectados, no obstante, se dio un incremento preocupante en el sur global -según organismos de la ONU-, uno de esos ejemplos es el país de Colombia, en donde se triplicó la población de contagiados desde el 2012 al 2018, teniendo en el 2012 treinta y siete mil casos, a pasar al 2018 casi a cien mil. Sobrando decir que ese incremento en el sur global, fue producto de ausencia de programas de prevención y de educación sexual por parte de los gobiernos, carencia y/o costes elevados de los preservativos, sistemas de salud deficientes e irrisorios, y por lo tanto una atención de salud precaria; caso contrario que se dio en los países del norte global.
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Lo anterior debido a las políticas neoliberales que se estaban adoptando en Latinoamérica y demás regiones del sur global. Y en ese orden, retomamos otra población de alta preocupación, pues su incidencia en el índice de contagios es alarmante en el sur global: la mujer. Esta población fue direccionada desde el complejo patriarcal siguió de forma dominante de las sociedades del siglo XX, pues la tradición de la mujer fue concebida única y exclusivamente en las labores del hogar y como sostén de la familia, en tanto la crianza de los hijos y satisfacción de sus esposos. Por consiguiente, las mujeres ocupaban una posición desfavorable: tanto socioafectiva y sexualmente, como laboral, educativa y socialmente. Conduciendo así a las mujeres a una mayor vulnerabilidad biológica frente a la infección del virus VIH. Pues, aunque esta pandemia afectó y sigue siendo mayormente de hombres, pues protagonizaron tanto el índice de infectados como el mayor contenido de carga viral en su líquido seminal -según estadísticas de los gobiernos e instituciones internacionales-; últimamente se ha visto un incremento inquietante en el índice de infección femenino del sur global en los primeros años del siglo XXI, pues según la ONUSIDA (2019): Cada semana, alrededor de 6.000 mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contraen la infección por el VIH. –En África subsahariana, cuatro de cada cinco nuevas
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infecciones en adolescentes con edades entre 15 y 19 años son mujeres. Las jóvenes con edades entre 15 y 24 años tienen el doble de probabilidad de vivir con el VIH que los varones. Más de un tercio (35%) de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida. - En algunas regiones, las mujeres que son víctimas de la violencia son 1,5 veces más proclives a contraer la infección por el VIH que las mujeres que no han sufrido dicha violencia. Es por ello, que se afirma que hay una relación interdependiente entre las políticas neoliberales, el VIH y condiciones de sexo, pues su resultado directo fue el acrecentamiento del índice de contagiados en las mujeres. Esto en tanto que las políticas neoliberales debilitan y privatizan los sistemas de salud, y aún peor, los convierte en un servicio más del mercado, segregando a una gran población que no tiene los medios para adquirirlos. De esta forma gran parte de la población contagiada del sur global no pudo adquirir un tratamiento antirretroviral y por ende, llevó una vida maltratada y una violenta muerte. Esa misma población que no posee el acceso a los sistemas sanitarios -por lo general, son de las zonas populares de las ciudades y de las zonas más rurales-, tampoco gozan de una oportuna educación sexual, ni condiciones laborales dignas.
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Asimismo, se refleja en ese gran complejo sociocultural patriarcal las desventajas de la mujer. Pues es allí, en ese contexto socioeconómico y cultural en que la vulnerabilidad biológica de la mujer entra en juego y se hace latente, producto de la infravaloración de la mujer en los núcleos sociales; algunas razones son: una mayor zona de contagio (paredes vaginales) y de su interrelación con su situación poco favorable en las prácticas sexuales y/o de las violencias (violaciones) padecidas, llevadas a cabo por los hombres -en muchas ocasiones, en contexto de conflictos étnicos, armados internos, guerras y familiares- pues la mayor carga viral se encuentra en el líquido seminal; además de estas, otra es la diferenciación etaria de las parejas afectivas y/o sexuales de las mujeres, pues esta diferencia es traducida -en muchas ocasiones- en mayores encuentros sexuales y posibles contagios de ITS en los hombres, que posiblemente sean transmitidos a la mujer. En síntesis, se rescata las patologías como un factor histórico que ha atravesado la humanidad. Un ejemplo claro es el VIH/SIDA como pandemia contemporánea, la cual fue producto directo de las explotaciones y arbitrariedades del capitalismo e imperialismo, que al adentrarse cada vez más en la naturaleza, socavó los territorios naturales y liberó las incubaciones del virus, lo que suscitó su mutación y paso al humano. Obstruyendo así el necesario
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equilibrio entre naturaleza y sociedad. Además, se tuvo en cuenta la relación directa del VIH, las condiciones de sexo y el macrosistema: pues, en tanto dos sentidos, el primero, reside en la vulnerabilidad de un sexo, el femenino, y su lucha con ciertas adversidades en las prácticas sexuales; y el segundo, la configuración de las dinámicas socio-culturales y económicas, cuya intensidad ha sido perpetrada por el sistema capitalista. Viéndose esta enfermedad como una pandemia global de la pobreza, que ha sido agudizada por las propuestas y gestiones neoliberales, transformando así negativamente su naturaleza, su prevención, su atención y su propagación. Teniendo un estremecedor aumento en el índice de los infectados en los países del sur global, y una apatía e ignorancia por parte de los entes institucionales de dichos países. Así, se convierte también en una cuestión de clase, pues quienes pueden adquirir los tratamientos antirretrovirales son aquellos que compran una vida más digna, aquellos que pueden morir de una forma más humana.
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COVID-19
Covid-19 y capitalismo financiero. ¿Cuál es la relación entre la covid-19, el capitalismo como organización de la naturaleza y la contaminación? En este apartado se tratará de abordar está compleja pregunta, la enfermedad de la Covid-19 surgió en un momento de la globalización capitalista, que se denominó el capital financiero internacional. La reflexión giró en las bases que dan origen a la enfermedad en relación con el capitalismo financiero, siguiendo con la tesis general del texto el capitalismo, en este caso el financiero, organizó la naturaleza de manera agresiva. Se tuvo en cuenta a la autora Vandana Shiva (2019), con tres de sus planteamientos. El primero “El planeta se enfrenta en estos momentos a tres grandes crisis: la extinción de especies, el cambio climático y la catástrofe de las enfermedades crónicas”. Estas grandes crisis, están relacionadas y es sobre lo que se hablará en este apartado. También plantea “Una economía global basada en la ilusión de crecimiento ilimitado (...) se traduce en una ilimitada transgresión de los límites de planeta, de los ecosistemas y de las especies”. Ella se refiere al “sueño” del capitalismo, el ilimitado crecimiento económico da como resultado la transgresión de las 81
capacidades de los ecosistemas del planeta. Por último, “las nuevas enfermedades se producen al invadir los bosques y violar la integridad de las especies”. Todos estos elementos atravesaron la reflexión.
Capitalismo financiero. Es una forma de organización de la naturaleza que intensifica la mercantilización de la vida social y biológica. Está intensificación, sin comparación en la historia, trae el agotamiento acelerado de bienes naturales como una forma de hacer frente a las crisis financieras. Con cada crisis, como la del 2008, se incrementó el saqueo de la naturaleza. En segundo lugar, el capitalismo financiero, funciona con el saqueo de los bienes naturales, tiene horizontes de inversión cortos de la fuerza de trabajo o de los ecosistemas, en este sentido escapo de la regulación ambiental a largo plazo porque depende del mercado de valores. En por esto que los Estados realizan débiles regulaciones ambientales para no dejar escapar la inversión de capital. Hay una financiarización y mercantilización de todo, hasta la contaminación, esta se ha financiado, se convirtió en una mercancía. Ejemplo, en el mercado de valores, las empresas que han reducido sus emisiones de carbono, venden su cupo de contaminación.
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Siguiendo con estos ejemplos, fue posible observar que la expansión de las diferentes formas de ganadería o diferentes crías de animales, implicó la desecación de humedales y destrucción de ecosistemas para su sostenimiento. Esto trae problemas para los animales que viven con escasa movilidad y malos tratos, además los virus que viajan con las aves o mamíferos pueden pasar a los seres humanos.
Pandemias en tiempo de globalización y capital financiero. En los últimos años de la historia de las pandemias, la gripe española que dejó 40 a 50 millones de fallecidos, entre 1918 y 1919, la gripe asiática en 1957 y 1958, dejó un millón de muertes en china, la gripe de Hong Kong en 1968 dejó otro millón de fallecido, el Sida que ha dejado 25 a 35 millones de muertes, no había sido registrado desde los 90 una serie de epidemias como las que vive el siglo XXI. En orden cronológico de las pandemias del capitalismo financiero: 2002- Mil casos de polio en la India. 2003- El SARS, fallecieron 700 personas e infectó a 8 mil en dos meses. 2005- La gripe Aviaria H5N1.
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2009-2010 La gripe A (H1N1) murieron alrededor de 18 mil personas en el mundo. 2010- Brote de cólera en Haití fallecieron 8 mil y afectó a medio millón de personas. 2014- El Ébola murieron 4,5 mil personas. 2012-2015 El síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente medio, mató a más de 500 personas y afectó a mil personas. 2014- Sika afectó a casi toda Latinoamérica. 2020 El Covid-19.
¿Qué conecta todas estas enfermedades? Hay siete tipos de coronavirus que infectan a los seres humanos, cuatro de ellos (HCoV-229E, HCoV-OC43, HCo-V-NL63 y HCoV-HKU1) son comunes y se encuentran en el resfriado común, se estima que una alta porción de la población ha desarrollado defensas frente a ellos. Y los tres restantes tipos de coronavirus han causado brotes de enfermedades graves en humanos fueron el SArsCoV (2002-2003), MERSCoV (2012-actualidad) y el SARS-CoV-2 2019, se desconoce hasta cuándo estará presente.
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¿Cómo operan estos virus? Está clase de virus logra ingresar al sistema inmunológico, parece ser un resfriado común pero luego debilita al cuerpo y desarrolla nuevas enfermedades. Hay cuatro tipo de coronavirus, los dos primeros el alpha coronavirus y el beta coronavirus, están presentes en los animales como el ganado bovino y porcino, animales de compañía, murciélagos, pueden pasar a los seres humanos. Los síntomas del coronavirus son similares a los de la gripe común, este virus actúa de 14 a 20 días, genera en el cuerpo una tormenta de citoquinas que ataca al coronavirus pero que igual debilita al organismo. En relación con la tesis propuesta de la organización capitalista de la naturaleza contemporánea en tiempos del capital financiero y la globalización con las nuevas pandemias, se tomará a Tai-Jin Kim, bioingeniero, profesor- investigador de la Universidad de Suwon en Corea del sur. Su modelo de explicación permitió ver la relación entre las dinámicas ambientales globales y las nuevas pandemias. Dice que los nuevos repositorios de virus están en las zonas polares, en especial, la Antártida con el calentamiento global, se empezó a emerger virus y bacterias que permanecieron congelados. Él plantea la relación entre la naturaleza, la sociedad, el sistema solar (los ciclos de las manchas solares) cada 85
once años hay una baja en la actividad solar e implica la activación de las mutaciones de bacterias y virus en los polos producto de una mayor radiación de los rayos ultravioletas. Esos virus mutantes viajaron a través de la crin del reino animal marino, los pingüinos y las ballenas jorobadas, arrastró esos virus y por las heces los pingüinos lanzó a las aves migratorias o los viajes de las ballenas a lagos donde los delfines tienen su alimentación. En los lagos que están conectados con los sistemas de acueductos- los suministros de agua de los humanos, más una alta concentración de CO2 hicieron posible las conexiones víricas, tienen que haber todas estas condiciones para el surgimiento de los nuevos virus.
¿Cómo ocurre esta mutación? Está asociado al ciclo solar, las emisiones solares no son permanentes, hay un ciclo de 11 años, en estos hay un sitio de máxima intensidad y luego se reduce, en la parte baja ocurre la mutación de los virus y bacterias y su transferencia a otras especies. Pero hay otras condiciones como las emisiones del CO2 producto del capitalismo. Ejemplos: ciclo 23-baja intensidad Sars 20022003, máxima H1N1 2009; ciclo 24-baja MERS 2012-2014, máxima Ébola 2012; ciclo 25 baja Sars
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COV-2 2019-2020 máxima hasta 2025. Cuando es muy alta la intensidad, la tierra produjo mayor cantidad de ozono en la estratosfera, cuando baja la intensidad de las manchas solares bajó la cantidad de ozono, así ingresan los rayos violetas y si encuentran condiciones en las que el CO2 ha roto la capa de ozono, esto resulta en la mutación. Se resaltó lo preocupante de las muertes de las ballenas también por coronavirus y la contaminación de los océanos, murieron de neumonía. Sus carnes son comidas por aves migratorias o murciélagos.
¿Por qué Wuhan? China se convirtió en centro de producción internacional de las multinacionales, es el país con mayor nivel de emisión de CO2. Wuhan es la capital de la provincia de Hubei, reciente industrialización, tiene 300 multinacionales del mundo, todo lo que venden en Walmart viene de allá, tiene aproximadamente 12 millones de habitantes, es un nodo del capitalismo. Wuhan está en el cruce de dos grandes ríos asiáticos, el río Yangtze y el río Hanjiang. Ambos han sido parte de una gran intervención humana. El río Yangtze es uno de los ríos más afectados del planeta, es un corredor de toda la producción industrial, es el río más degradado del mundo, además tiene una pésima calidad del aire, todo esto
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da un nicho favorable para el surgimiento del virus. El agua que consumen proveniente del lago del Este está contaminada por los polvos del desierto y por la afectación del río Yangtze. Wuhan fue un gran centro del tráfico aéreo del Centro de China. Siguiendo con la explicación de Tai-Jin Kim, las ballenas infectaron a las aves migratorias, llegaron al lago del Este que surte a Wuhan en el período de mínima radiaciones solares, hubo un salto vírico, hasta el mercado sea por las aves migratorias o los delfines. Todo esto muestra que Wuhan tenía las condiciones ambientales, sociales y económicas para el surgimiento del virus.
¿Qué sigue? En las dinámicas de la naturaleza y el capitalismo financiero como forma de organizarla, el virus no tiene en cuenta las clases sociales pero no todos están en las mismas condiciones, el 60% de los trabajadores en el planeta tiene trabajos informales, 2 mil millones de personas carecen de protecciones sociales, derechos de los trabajadores y condiciones de trabajo dignas, surge la pregunta por el aislamiento social en un mundo con tantas desigualdades producto del capitalismo financiero, el destruye las dinámicas de la naturaleza, afectando a los seres humanos, los animales las redes y ecosistemas de este planeta.
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REFERENCIAS. Nature, Culture and Imperialism: Essays on the Environmental History of South Asia. David Arnold y Ramachandra Guha. Delhi: Oxford University Press (1995). Epidemics and Society: From the Black Death to the Present. Frank Snowden. New haven: Yale University Press (2019). El amor en los tiempos del cólera. Gabriel García Márquez. Penguin Ediciones (1985). Was the Black Death in India and China? George D. Sussman. CUNY Academic Works (2011). Capitalism in the Web of Life. Ecology and Accumulation of Capital. London - New York. Jason Moore. Verso Books (2015). Medicine and Empire 1600-1960. Patrick Chakrabarti. United Kingdom: Palgrave Macmillan (2014). Cholera revolts: a class struggle we may not like. Samuel Cohn. Journal Social History. Volume 42. pp. 162-180 (2017). La enfermedad y sus metáforas. Susan Sontag. Buenos Aires: Taurus Pensamiento. pp.43-85 (2003). La Muerte en Venecia. Thomas Mann. Ed. Edhasa (2013). One Earth,One Humanity Vs. The 1%. Vandana Shiva. Oakland: Pm Press (2019). 91
Índice
LA PESTE NEGRA
7
CÓLERA Y COLONIALIDAD
33
MALARIA
45
VIH-SIDA
55
COVID-19
79