Estructuralismo
E
l estructuralismo es un enfoque de las ciencias humanas que creció hasta convertirse en uno de los métodos más utilizados para analizar el lenguaje, la cultura y la sociedad en la segunda mitad del siglo XX.
Tiene sus raíces en la lingüística de Ferdinand de
Saussure (1857-1913). Su
nacimiento real tuvo lugar en 1955, cuando el
filósofo Claude Lévi-
Strauss(1908-) (influido por Saussure pero también por lingüistas estadounidenses y los formalistas rusos) publicó
los antropólogos y en el
Journal of
American Folklore un artículo titulado ‘El estudio estructural del mito’, un texto donde afirmaba que el mito, “como el resto del lenguaje, está
formado por
unidades constituyentes” que deben ser identificadas, aisladas y relacionadas con una amplia red de significados.
En términos amplios y básicos el estructuralismo busca las estructuras a través de las cuales se produce el significado dentro de una cultura. De acuerdo con esta teoría, el significado es producido y reproducido a través de varias prácticas, fenómenos y actividades que sirven como sistemas de significación (estudiando cosas tan diversas como la preparación de la comida y rituales para servirla, ritos religiosos, juegos, textos literarios y no literarios, formas de entretenimiento, etc.). Cuando el estructuralismo se utiliza para examinar la literatura, un estructuralista crítico examinará la estructura de una narración más que su contenido para de esta forma comparar y hallar vínculos y estructuras similares en obras pertenecientes a épocas y culturas diferentes. Con el estructuralismo se dio el florecimiento de todas las ciencias, la historia adquirió un nuevo sentido desde que el hombre transformó de manera radical y sistemática los antiguos esquemas que se traían desde tiempos atrás, donde cada cultura manejaba a su manera conceptos y formas de comportarse en cuanto se le exigía étnicamente. Actualmente el estructuralismo sigue planteando al
hombre como un ser
potencial, y a la vez objeto de conocimiento, a partir del cual se sigue dando el despliegue de las ciencias, ya que es el único
que cuestiona y modifica las
estructuras. Así mismo, se abrió campo a lo que son hoy las investigaciones sociológicas, en las cuales el punto de reflexión es todavía la vida social
y la manera como los
individuos aportan progresivamente al desarrollo de ésta. Para
el
discurso
estructuralista
el
desarrollo del ser humano está regulado por
constantes
que
sustentan
y
determinan su actuar y su vivir. Siendo esto así, el hombre es una construcción más que un constructor y el mundo en su
devenir es más presencia objetiva que magia e ilusión. Nuestra psyche es la consecuencia de nuestras disposiciones fisiológicas en interacción permanente con la realidad que trabajamos y que elaboramos con la palabra. Esta capacidad nuestra, auténticamente humana, se manifiesta en la elaborada construcción de sentidos, en la organización de nuestros contextos y de nuestro vivir solidario, aún en el caso de los grupos humanos de cultura material poco desarrollada y de estadio social arcaico y salvaje. El estructuralismo es una práctica, una actividad, enmarcada en la ciencia no como técnica, sino como trabajo analítico, como examen riguroso de procesos y problemas, fenómenos y situaciones que ameritan esclarecimiento y ser catalogados y sistematizados organizadamente en el quehacer humano y su contemplación teórica. Surge como respuesta al natural desgaste de metafísicas discapacitadas para responder a las interrogantes del hombre contemporáneo y su mundo tecnologizado y autoconsciente. El estructuralismo parte de la premisa del valor semiótico de los procesos sociales. Esto
a
modo
de
constatación, sosteniendo ciencia
no
que
la
es
un
discurso arbitrario que se construye de modo animista o mágico, sino que
responde
con
lógica verdad a la real constitución
del
mundo. Si esto es así, el científico tiene como herramienta básica su capacidad analítica y crítica, así como su imaginación para reconstruir mental y textualmente dicha realidad.
Este valor de las relaciones, de las combinaciones y de los límites paradigmáticos es uno de los principales elementos que otorgan rigor científico al discurso estructuralista. Si la lengua es el elemento que cohesiona las sociedades humanas, de ello podríamos deducir, como hace el estructuralismo, que es en su estructura profunda donde podríamos rastrear el elemento innato, propiamente humano que nos distingue de la bestia. Esa conexión de palabra y pensamiento, de soporte y significado y yendo más allá, de texto y sentido, es aquello que nos reafirma como seres libres, dignos y verdaderos en nuestra diversidad de experiencias, orígenes y destinos.
Bibliografía: Periódico humanidad.wordpress.com. - Los orígenes del estructuralismo, el aporte de Claude Lévi-Strauss y la antropología estructural El susurro del lenguaje, Roland Barthes