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Tristeza postparto
TRISTEZA POST PARTO
POR SARAH DEGENS Y ALEX STIÉVENART
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Primero de todo, es importante distinguir entre la tristeza posnatal y una depresión posparto (DPP). Una DPP suele comenzar en las primeras 12 semanas postparto, aunque el 50% de los episodios comienzan durante el embarazo y lo pueden sufrir tanto los papás como las mamás.
En la DPP los síntomas son: extrema tristeza, desesperanza, culpa, incapacidad para asumir el rol de madre/padre, fantasías o temor a hacerle daño al bebé, indiferencia, ansiedad y cansancio extremo que dificulta el cuidado de uno/a mismo/a y del/la bebé. Estos síntomas no aligeran con el paso de los días y requieren la ayuda de un profesional.
La tristeza posnatal por otro lado, la experimentan la mayoría de las mujeres y hay estudios que dicen que también un 25% de los papás. Se manifiesta con síntomas leves de depresión debidos a los cambios hormonales sumados al cansancio, la deprivación del sueño, el aislamiento y el estrés. Lo normal es que empiece los primeros días después del parto, que alcance su punto máximo alrededor la primera semana y que disminuya hacia el l final de la segunda semana después del parto.
La tristeza posnatal puede conducir a una DPP pero podemos reducir esta probabilidad si creamos un entorno seguro y de apoyo para nosotros y para el bebé. ¿Cómo hacerlo?
1. El postparto se vive mejor cuando hay como mínimo 2 cuidadores primarios compartiendo la responsabilidad del cuidado del bebé. ¿Cómo conseguirlo?
a. Informaos y preparaos en “pareja-equipo”: Empezad ya durante el embarazo a leer libros, apuntaros a clases de yoga prenatal o de preparto, buscad un grupo de lactancia o crianza. Ojo: muchas de estas actividades parece que se dirijan únicamente a las mamás y puede que los papás se sientan excluidos, perdidos o innecesarios. Pero lo más probable es que los centros se alegren de que os apunteis juntos.
b. Ten confianza en vuestras capacidades para cuidar al bebé y deja tiempo y espacio a cada cuidador para estar solo con el bebé, cuidándolo.
c. Reflexiona sobre los permisos ma/paternales y horarios laborales: Hay muchas formas de organizarlos pero sobre todo, pensad en vuestra situación particular y en vuestras necesidades. Informaos de nuevas leyes y revisad vuestros convenios antes de tomar decisiones. ¡Reivindica los derechos de ambos!
2. Las emociones son pasajeras. No nos sentimos siempre felices, ni siempre tristes. Si nos permitimos sentir la tristeza y hablar de ella, se hará más llevadera.
3. Hablad sobre lo bonito pero también sobre lo menos bonito. Tener un bebé conlleva sentimientos positivos y negativos. Es importante que hablemos de ambos para dar una imagen más realista a las futuras mamás y papás. De este modo, entre todos contribuimos a desculpabilizar a las mamás (“debería poder con todo”) y a los papás (“¿contribuyó suficiente?”).
4. Reflexionad sobre lo que es importante para lograr vuestro entorno seguro. Puede que lo que necesitéis no encaje con las expectativas de vuestro entorno o de la sociedad, pero recordad que el bebé es vuestro y sois las únicas personas que saben lo que funcionará mejor para vuestra familia.
Sarah Degens es psicóloga especializada en familias a las que ayuda a mejorar sus relaciones, a recuperar el su equilibrio después de pasar por transiciones o etapas difíciles y a reencontrar la conexión emocional que a veces se pierde. Tiene consulta en Barcelona y Sabadell.
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