CURSOS ON-LINE Material Didรกctico Base CINCO VIAS HACIA EL CONSUMO RESPONSABLE
Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), católica y de voluntarios, cuyo fin es la lucha contra el hambre, la pobreza, el subdesarrollo y las causas que lo provocan. Desde su creación en 1960, todo su trabajo se ha centrado en dos actividades complementarias: Sensibilización de la población española para que conozca y sea consciente de la realidad de los países en vías de desarrollo. Apoyo y financiación de proyectos en África, América, Asia y Oceanía para colaborar con el desarrollo de los pueblos del Sur. Está presente en todo el territorio nacional, a través de 70 Delegaciones. Sus fondos proceden de las cuotas de socios, una colecta anual en parroquias, aportaciones de colegios, empresas, donativos esporádicos y financiación de organismos públicos.
Editor: Manos Unidas. Área de Educación para el Desarrollo. Madrid. Edición Digital: Nosatec Consultores, S.L.U.. Fecha Publicación: Diciembre 2013 Autores: Colmenarejo, Rosa y Ortega Carpio, Ma Luz. Universidad Loyola Andalucía. (Grupo de Estudios de Desarrollo).
Agradecimientos: A todas las personas del Departamento de Educación para el Desarrollo de Manos Unidas que han colaborado en la preparación y revisión de este curso on-line. A los voluntarios de Manos Unidas que han contribuido con sus aportaciones al fondo fotográfico de Manos Unidas, del que hemos obtenido imágenes para este curso.
Esta publicación forma parte de un proyecto financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de “MANOS UNIDAS” y no refleja necesariamente la opinión de la AECID.
INDICE INTRODUCCIÓN ................................................................................. 4 VIA DE LA INFORMACIÓN ................................................................... 12 ¿Qué contienen, de qué están hechos? .............................................. 17 Alimentos ................................................................................... 17 ¿Cómo y dónde se han producido? ¿Cuál es su origen? ........................ 26 Ropa .......................................................................................... 26 La Campaña Ropa Limpia.............................................................. 27 VÍA DE LA CONCIENCIA: Los límites del planeta .................................... 31 Energía .......................................................................................... 35 ¿En qué empleamos tanta energía? ................................................ 37 Agua ............................................................................................. 38 Deforestación ............................................................................... 41 VIA DE LA RESPONSABILIDAD ............................................................ 44 ¿Qué problemas causan los residuos, incluso aquellos que se consideran “controlados”? ................................................................................ 46 ¿Qué problemas causan los residuos, incluso aquellos que se consideran “controlados”? ................................................................................ 47 ¿Por qué generamos tantos residuos? ................................................ 47 Ante este grave problema ¿Qué hacen los gobiernos? .......................... 48 Residuos electrónicos, un nuevo y grave problema .............................. 52 VIA DE LA DECISIÓN ......................................................................... 54 Alimentación .................................................................................. 57 En casa.......................................................................................... 58 Ropa ............................................................................................. 58 Aparatos electrónicos ...................................................................... 59 Energía .......................................................................................... 59
VIA DE LA ACCIÓN............................................................................. 64 En casa.......................................................................................... 64 Alimentación ............................................................................... 64 Productos de limpieza e Higiene personal ........................................... 65 Ropa .......................................................................................... 66 Productos electrónicos .................................................................. 66 Energía ¿Qué hacer para consumir ENERGÍA de forma responsable?...... 67 En casa ...................................................................................... 67 Movilidad .................................................................................... 68 ¿Qué puedo hacer para consumir AGUA de forma responsable? ............ 69 Acciones para contribuir a la protección de los bosques primarios ......... 70 Qué puedo hacer para generar menos residuos:
la cultura de las tres
erres, "Reducir" "Reutilizar" "Reciclar" ............................................... 71 BIBLIOGRAFÍA................................................................................... 73 Recursos en Red ............................................................................. 73 Vídeos y Películas............................................................................ 74 Otras guías de consumo responsable ................................................. 75
INTRODUCCIÓN
¿Qué buscamos cuando desenfundamos nuestra tarjeta de crédito? ¿Cuándo damos una generosa cantidad de dinero a un niño “para que compre lo que quiera”? ¿En qué estamos pensando cuando “consumimos”? Muy probablemente buscamos nuestro bienestar, algo que nos permita hacer nuestra vida más fácil, más cómoda, más atractiva. Pero ¿Qué sabemos de nuestro bienestar, de nuestras necesidades? ¿A cuántas personas afecta además de a nosotros mismos?
¿Sabías qué es el bienestar humano? El bienestar humano ha sido definido como un proceso de desarrollo personal en el que están implicadas todas las dimensiones que caracterizan al ser humano: físicas, mentales, espirituales, morales y sociales, de tal modo que los funcionamientos alcanzados en la combinación de dichas capacidades posibiliten una vida que las personas tenemos razones para valorar. El bienestar humano, en su más amplio sentido, es el objetivo fundamental de la Declaración de los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948. El Art. 29.1 de dicha declaración expresa además que dicho bienestar “sólo puede alcanzarse en comunidad, ya que sólo en comunidad puede la persona desarrollar libre y plenamente su personalidad”. El bienestar es, por tanto, un derecho universal e integrador de todos los derechos y el Desarrollo Humano es un proceso permanente de creación, mantenimiento y mejora de las condiciones de vida. El derecho al bienestar de todas las personas en todos los lugares del mundo necesita de la cooperación solidaria de las sociedades y personas con mayor grado de desarrollo. pág. 4
Una de las actividades básicas de la vida en comunidad es el intercambio de bienes y servicios, y este intercambio puede estar monetizado, o no, y ser lucrativo, o no. Sin embargo, ¿es lo mismo comprar que consumir? El sentido del intercambio de dinero por servicios necesarios puede ser diferenciado a través de otras implicaciones que van más allá de las necesidades básicas.
Las necesidades básicas están relacionadas con los requerimientos humanos de nutrición, salud, vivienda, vestuario, agua y saneamiento. El consumo, o el consumismo, sin embargo, están ligados al deseo por alcanzar un estatus social a través de objetos: coches, teléfonos móviles, ropa de marca, zapatos, etc.; a necesidades creadas por la publicidad, o a la cultura de “usar y tirar” ligada al bajo coste de algunos productos.
El consumo responsable y consciente está basado en una ética en la que los valores predominantes son la justicia y la solidaridad. Entendemos aquí la justicia como equidad, en la que a la distribución de renta se unen dimensiones como el trabajo decente, el acceso a servicios de salud y educación, oportunidades para la participación ciudadana, o el acceso a las nuevas tecnologías. Por su parte, la solidaridad implica empatía, conciencia del problema del otro. Ser solidario es hacer propia la empresa del bien común de la humanidad.
El consumo desde esta perspectiva va más allá del simple hecho de “consumir”, implica una forma de vida, un modo de entender la salud, de relacionarse, de intercambiar el tiempo, afecta a la dignidad (a la propia, pero también, esencialmente, a la de los otros), en resumidas cuentas se trata de saber valorar la vida por nosotros mismos, y no a través de los productos que consumimos.
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Para ello no es necesario sentirnos obligados a esgrimir discursos “moralizantes”, ni sentirnos culpables a cada segundo, y aún menos de hacérselo sentir a los demás. Vivimos en un mundo que se consume a sí mismo, por tanto el objetivo debe ser sentirnos bien con nosotros mismos en el mundo en el que vivimos a través de acciones y decisiones conscientes, y así llegar a ser protagonistas de nuestra propia vida. A veces nos parecerá insuficiente, pero no debemos sentirnos abrumados, cada acción consciente representa mucho para el futuro de la humanidad y el Planeta.
Con este curso, Manos Unidas pretende hacerte comprender que lo importante para ser parte de ese consumo consciente y transformador, y con ello parte de la solución a los problemas planteados por el consumo irresponsable, es pensar en aquellas cosas que puedes hacer tú, y no tanto en aquello que no está en tu mano.
Efectivamente: No puedo hacer mucho por combatir el cambio climático, pero sí puedo moverme en bicicleta o en transporte público. Puedo hacer poco por combatir las políticas de precios de las grandes superficies, pero puedo apoyar al comercio de mi barrio comprando los productos básicos en sus tiendas. Las multinacionales controlan el mercado de semillas transgénicas, y eso escapa de mi mano, pero puedo contribuir comprando únicamente productos frescos de temporada, y si proceden de nuestra propia región o país, mucho mejor.
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El consumo consciente y transformador no pretende “sustituir” productos de dudosa procedencia por otros denominados “responsables” (alimentos ecológicos, de comercio justo, con madera de origen certificado, etc.), en realidad supone una actitud ante la vida, una forma de conservar y mantener lo que tenemos, de cuidarlo, de compartir lo que no necesitamos, o buscar formas compartidas de utilizar lo que necesitamos.
¿Pero esto es suficiente? Si los cambios se quedan en uno mismo, si se limitan a los aspectos materiales nos valdrán en todo caso para tranquilizar nuestra conciencia de consumidores y poco más. Esto que no significa, sin embargo que no debamos intentarlo. En “Historia del cambio1” Annie Leonard nos invita a reivindicar nuestra condición de ciudadanía activa: “Da la impresión de que hay un complot para reducirnos a la categoría de consumidores. Se diría que somos lo que consumimos y que hemos dejado de ejercer como ciudadanos. Nos olvidamos de que los grandes avance sociales en la historia se han producido precisamente por la presión de los ciudadanos, forzando los cambios políticos que en última instancia han permitido cambiar el sistema”. Hoy en día, es más fácil que nunca trabajar unidos, las nuevas tecnologías nos lo permiten. Por último, todos y cada uno de nosotros somos necesarios para este cambio, sólo así, será posible el cambio real que nos permita ser ciudadanía activa y comprometida con el cambio real, y no meros consumidores-espectadores. ¿Por dónde empezar? Analizando nuestros hábitos de consumo, hasta qué punto están condicionados por nuestro entorno cultural, familiar, social. Cuáles de estos hábitos corresponden a necesidades reales, cuáles a necesidades “ficticias”. Tomando conciencia de que nuestros “hábitos” influyen en el entorno material pero también en nuestras relaciones y modelos educativos.
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Historia del cambio” (2012) película dentro del proyecto “Historia de las cosas”, de Annie Leonard http://www.youtube.com/watch?v=Lut7cJMbsNk
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Tomando una postura activa que permita reducir la brecha que hay entre cómo vivo y cómo me gustaría hacerlo. Y, finalmente, tomando las riendas de nuestra propia vida y nuestras propias capacidades. Pasar de ser un sujeto pasivo (espectador) a ser protagonista activo que escribe su propio guión y toma decisiones conscientes e informadas (agente).
La educación para el desarrollo es una de las herramientas a nuestra disposición para “tomar conciencia” de las injusticias que se cometen a través de prácticas de consumo irresponsable. A través de lo que se ha denominado “pensar, sentir y actuar” se constituye la “concienciación” en su sentido social.
No se pretende una reacción sólo emotiva y personal, sino que busca un pensamiento crítico que permita acceder a un conocimiento del problema y que ello permita llegar a reflexión sobre lo que nos indigna o emociona, como fórmula para establecer una acción social coherente. La “concienciación” es considerada una práctica ciudadana, comprometida, solidaria, y activa. La propia doctrina social de la Iglesia ve la necesidad de establecer un marco de actuación cuando señala en la Encíclica Caritas in Veritate: “El mercado está sujeto a los principios de la llamada justicia conmutativa, que regula precisamente la relación entre dar y recibir entre iguales. Pero la doctrina social de la Iglesia no ha dejado nunca de subrayar la importancia de la justicia distributiva y de la justicia social para la economía de mercado, no sólo porque está dentro de un contexto social y político más amplio, sino también por la trama de relaciones en que se desenvuelve.
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En efecto, si el mercado se rige únicamente por el principio de la equivalencia del valor de los bienes que se intercambian, no llega a producir la cohesión social que necesita para su buen funcionamiento. Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica. Hoy, precisamente esta confianza ha fallado, y esta pérdida de confianza es algo realmente grave” (p. 35). Y más adelante nos indica: “La interrelación mundial ha hecho surgir un nuevo poder político, el de los consumidores y sus asociaciones. Es un fenómeno en el que se debe profundizar, pues contiene elementos positivos que hay que fomentar, como también excesos que se han de evitar. Es bueno que las personas se den cuenta de que comprar es siempre un acto moral, y no sólo económico. El consumidor tiene una responsabilidad social específica, que se añade a la responsabilidad social de la empresa. Los consumidores deben ser constantemente educados para el papel que ejercen diariamente y que pueden desempeñar respetando los principios morales, sin que disminuya la racionalidad económica intrínseca en el acto de comprar. También en el campo de las compras, precisamente en momentos como los que se están viviendo, en los que el poder adquisitivo puede verse reducido y se deberá consumir con mayor sobriedad, es necesario abrir otras vías como, por ejemplo, formas de cooperación para las adquisiciones, como ocurre con las cooperativas de consumo, que existen desde el s. XIX, gracias también a la iniciativa de los católicos. Además, es conveniente favorecer formas nuevas de comercialización de productos provenientes de áreas deprimidas del planeta para garantizar una retribución decente a los productores, a condición de que se trate de un mercado transparente, que los productores reciban no sólo mayores márgenes de ganancia sino también mayor formación, profesionalidad y tecnología y, finalmente, que dichas experiencias de economía para el desarrollo no estén condicionadas por visiones ideológicas partidistas. Es de desear un papel más incisivo de los consumidores como factor de democracia económica, siempre que ellos mismos no estén manipulados por asociaciones escasamente representativas” (p. 66).
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Para lograr estos objetivos, hemos organizado el curso como un camino en el que confluyen cinco vías hacia el Consumo Responsable: En primer lugar abordaremos la vía de la información, en ella nos cuestionaremos qué es lo que realmente sabemos de los productos que consumimos, la información que subyace en algunos datos de las etiquetas en particular aquella relacionada con las condiciones en las que se ha fabricado el producto, o su origen. A continuación nos ocuparemos de la vía de la conciencia, vivimos en un planeta cuyos límites son reales, por tanto no es posible comprender la producción y con ella el consumo como un proceso lineal ilimitado. Los límites los establece la misma naturaleza y su capacidad para la regeneración de recursos como el agua, la energía o los bosques. Mediante la vía de la responsabilidad abordamos el problema de las consecuencias que tienen determinados hábitos de consumo, en particular aquellos que se refieren a los residuos, la contaminación o la basura. El curso se cierra con dos vías que nos interpelan como consumidores, en la vía de la decisión analizaremos los medios de los que disponemos para elegir y, finalmente, la vía de la acción nos muestra múltiples propuestas para la práctica del consumo responsable.
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Los objetivos de la Educación para un Consumo Responsable 2 1.
Conocer nuestras responsabilidades como consumidores.
2. Conocer algunos de los medios de comunicación social y nuevas tecnologías, su importancia en la sociedad actual como agentes transmisores de información y su poder de inducción y seducción. 3. Entender y rechazar “el consumismo” como actitud solidaria con los que tienen menos. 4. Desarrollar hábitos para ejercitar nuestros derechos y deberes como consumidores. 5. Potenciar hábitos de “alimentación equilibrada”. 6. Desarrollar habilidades sociales permanentes como consumidores, usuarios y usuarias. 7. Utilizar los medios de comunicación social partiendo del análisis del mensaje que pretenden dar. 8. Adoptar una actitud crítica ante determinada información. 9. Sensibilizar y concienciar sobre los problemas de los países “empobrecidos”. 10.
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Vincular la educación para el consumo a otros ejes transversales con los que se relaciona e interactúa como: educación para la salud, educación medioambiental, educación no sexista, etc.
Tomados de Teresa Corrales (2006)
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VIA DE LA INFORMACIÓN
¿Qué sabemos realmente de los productos que consumimos? ¿Cuáles son las consecuencias de nuestras compras tanto para nosotros mismos como para los demás?
Si tomamos una etiqueta de un producto cualquiera encontraremos alguna información relevante. Si es un alimento expresará su composición, el fabricante, el lote de fabricación y la fecha de caducidad. Si es un juguete dónde se ha fabricado, si cumple con las directivas europeas y la edad mínima que deben tener sus destinatarios. Si es ropa, el lugar de fabricación, composición y unas recomendaciones para su cuidado. Hay, sin embargo, mucha información que no aparece en estas etiquetas. Por ejemplo, si se han empleado especies transgénicas en la elaboración de los alimentos, las condiciones laborales de los trabajadores de las fábricas de juguetes o de ropa, o si la ropa ha sido fabricada mediante un proceso o procesos altamente contaminantes y/o contiene elementos tóxicos y que por tanto pueden afectar a nuestra salud.
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El consumo responsable podría ser definido como una serie de reglas sociales, que en su mayor parte han emergido de organizaciones civiles o no gubernamentales, que tienen por objeto contrarrestar los efectos perniciosos para el bien común de la humanidad que tiene la implantación del “mercado global”.
La escala de estas reglas sociales parte de lo local, de lo cotidiano, pero se ha ido extendiendo a escala mundial a través de organizaciones no gubernamentales e instituciones internacionales. Así forman parte de la filosofía del consumo responsable desde asociaciones de consumidores, cooperativas de productores, organizaciones como Greenpeace International o la red de Consumo Responsable, hasta organismos dependientes de la ONU, como FAO, o de la Unión Europea, que tratan de establecer marcos normativos de obligado cumplimiento a las naciones. http://www.fao.org/
Al referirnos al consumo responsable estamos haciendo una llamada hacia las consecuencias que tiene la presencia de un determinado producto en el mercado. Estas consecuencias pueden ser resumidas en tres: Impacto social (derechos humanos, condiciones de trabajo dignas, derechos de los niños/as). Impacto económico (relación calidad/ precio). Impacto ambiental (huella ecológica).
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En el pequeño espacio de confluencia (intersección) de estos impactos podríamos decir que se encuentra el equilibrio del denominado “consumo responsable”. Teniendo en cuenta las consecuencias de cualquier acto de consumo, podríamos afirmar que el consumo responsable es, a su vez, ético, ecológico y solidario. El impacto social del consumo afecta esencialmente a la protección de los derechos de los trabajadores, tanto laborales como de acceso a un sistema eficiente de salud. Se trata en definitiva de considerar las condiciones en las que los productos que llegan al mercado han sido fabricados o producidos.
¿Sabías qué es... el trabajo decente? Según reconoce la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su declaración de 2008 sobre “Justicia social para una globalización equitativa”, el trabajo decente es la respuesta eficaz a los desafíos de la globalización. Una globalización equitativa que reconoce lo siguiente como fórmula para evitar los efectos negativos de la globalización: 1.
2.
3. 4.
5.
Los valores fundamentales de libertad, dignidad humana, justicia social, seguridad y no discriminación son esenciales para un desarrollo y una eficacia sostenibles en materia económica y social. El diálogo social y la colaboración entre los gobiernos y las organizaciones representativas de trabajadores y de empleadores tanto en el plano nacional como en el internacional resultan ahora aún más pertinentes para lograr soluciones y fortalecer la cohesión social y el Estado de derecho, entre otros medios, mediante las normas internacionales del trabajo. La importancia de la relación de trabajo debería reconocerse como un medio para ofrecer protección jurídica a los trabajadores. Las empresas productivas, rentables y sostenibles, junto con una economía social sólida y un sector público viable, son fundamentales para un desarrollo económico que genere oportunidades de empleo sostenibles. La Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social (1977) revisada, que aborda la creciente función de esos actores en la consecución de los objetivos de la Organización, es especialmente pertinente.
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La deslocalización es una de las principales causas de la merma de derechos laborales y sociales tanto en los países en vías de desarrollo como en los desarrollados. Recordemos que la alta tasa de desempleo alcanzada es una de las más graves consecuencias de la deslocalización de empresas que ha tenido lugar en los últimos veinte años. El impacto económico que el consumo tiene en el desarrollo del bienestar y la calidad de vida de las sociedades es indiscutible. La cuestión que planteamos aquí es si es posible elegir por nosotros mismos el tipo de bienestar que deseamos para nosotros y nuestras familias o si nos es impuesto por el mercado a través de la publicidad y sus generosas “ofertas”. Comprar “barato” es una nueva forma de alimentar la compra compulsiva de productos que raramente necesitamos. Es urgente reconocer que cuidarnos y cuidar de nuestra familia pasa también por cuidar el entorno social y medioambiental del que formamos parte.
¿Soy un consumidor responsable? Cinco cuestiones rápidas3 a. ¿Qué compro?: ¿Compro lo que realmente necesito? ¿Tengo claro que lo más “barato” siempre esconde alguna trampa? Elegir entonces primero los que hayan sido producidos con el menor coste ambiental y social posible, es decir, con un proceso menos contaminante, lo más cerca de casa posible, los más reutilizables, los menos sobre empaquetados, los más duraderos. Pero también atendiendo a las condiciones en las que trabajan y viven las personas que han producido lo adquirido. b. ¿Cuánto compro?: Comprar con sentido común significa no acumular ropa, alimentos, juguetes, libros etc. que no necesitamos y no vamos a utilizar más que una o dos veces. Significa no dejarnos seducir por el lenguaje publicitario de las “sensacionales” y “únicas” ofertas que nos empujan a comprar más cantidad de lo que necesitamos.
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Tomadas de Araceli Caballero (2009) Protozoos insumisos: consumo y ciudadanía responsable.
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c. ¿Dónde compro?: ¿Grandes superficies o comercio de barrio? En las primeras intentan seducirnos con irresistibles ofertas que esconden un coste social y ambiental raramente incorporado en el cálculo del precio final o bien supone la incorporación de otros productos a nuestra cesta de la compra que en principio no compraríamos, porque en muchos casos no necesitamos. En muchos casos, además, los paquetes “familiares” enmascaran precios elevados. Si compramos cerca de nuestra propia casa nos ahorraremos tiempo y gasolina, y además contribuiremos a mantener el comercio de barrio que es lo que mantiene vivas las relaciones sociales en las ciudades. Mantenía Jane Jacobs que “gente necesita gente”, y que el comercio de barrio era la forma más efectiva de mantener las calles con gente paseando y que con ello se conseguían calles seguras y confiables. d. ¿Cuándo compro?: la mejor forma de evitar el consumismo compulsivo es hacer la tradicional “lista de la compra” y comprar únicamente lo previsto en dicha lista. Esto es habitual hacerlo con la comida y productos que necesitamos para el cuidado del hogar, pero raro cuando hay que comprar ropa, zapatos, muebles, electrodomésticos, etc. e.
¿A quién le compro?: A quién compramos, quién se beneficia de nuestra compra. Es una pregunta aparentemente sencilla, y realmente complicada de responder, pero estamos seguras de que tras la realización de este curso os será más fácil enfrentaros a algunas situaciones en las que todas nos vemos habitualmente: comprar barato a cualquier precio no es responsable y es un ejercicio de dudosa moral cívica.
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¿Qué contienen, de qué están hechos? Alimentos
El mercado alimentario también se ha vuelto global, por ello los productos que circulan llevan un alto consumo incorporado de energía y materiales (transporte, procesado, logística, etc.). Cada alimento que hoy encontramos en nuestra mesa esconde tras de sí una larga historia, en la que se multiplican consumos de energía y materiales, emisiones o desequilibradas formas de intercambio económico, convirtiendo la alimentación en un proceso complejo repleto de cargas ambientales y sociales.
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Sabías qué es un CarrotMob (el flash-mob de la zanahoria) El carrotMob (https://carrotmob.org/) es una iniciativa ciudadana que surge en San Francisco (Estados Unidos) con la intención de practicar un activismo ecologista “colaborativo”. Su objeto es colaborar económicamente con pequeñas o grandes empresas para que adopten medidas de responsabilidad ambiental. Alguien propone un proyecto y cuantifica el número de personas que han de participar para lograr el objetivo. Después, a través de las redes sociales, se lanza una convocatoria para que acuda el mayor número de personas posible que visitan la tienda, el restaurante, haciendo compras, cantando, bailando para atraer a más clientes. Es una forma de activismo ecologista que busca la cooperación más que la confrontación ¡haciéndolo divertido!.
Las sucesivas crisis relacionadas con la alimentación que han surgido en los últimos años, desde la conocida como enfermedad de las vacas locas, la gripe aviar, la fiebre aftosa, las dioxinas en la carne de pollo, han provocado un creciente interés por opciones certificadas sobre la composición de los alimentos. En algunos casos son los propios clientes quienes quieren saber más sobre los alimentos que compran, en otros casos de forma organizada presionan a las grandes superficies para que tomen medidas eficientes. Por ejemplo, la cadena británica de supermercados CO-OP ha prohibido el uso de más de 20 plaguicidas comunes que se utilizan en la producción de alimentos a partir de una encuesta que realizó entre sus clientes y en la que quedó en evidencia la creciente preocupación de éstos (el 70% de las más de 1000 personas entrevistadas) por la presencia de residuos químicos en los alimentos frescos. En España, un país que ha seguido tradicionalmente saludables hábitos alimenticios mediterráneos se va adoptando paulatinamente, en un mal llamado proceso de “modernización”, un modelo que destruye la biodiversidad, que despilfarra bienes tan escasos como el agua o el suelo para producir alimentos y materias primas con un balance energético en muchos casos negativo y rentabilidades económicas muy bajas.
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Un modelo que no aporta rentas suficientes para los agricultores y que, basado en la destrucción de empleo como medio de alcanzar ciertos niveles de productividad, es causa del abandono continuado de la actividad agraria y del despoblamiento de las zonas rurales. Esta nueva forma de alimentarse es especialmente destructiva e insostenible medioambientalmente pero también socialmente. La producción intensiva de alimentos es causa de vertidos masivos de sustancias contaminantes que proceden tanto de abonos como de productos fitosanitarios. Son precisamente estos últimos los que dejan un rastro de residuos en los alimentos que “ayudan” a producir y que suponen un riesgo considerable para la salud de los consumidores. Pueden causar enfermedades agudas, subcrónicas o crónicas, se las relaciona con patologías cancerígenas, mutágenas, teratogénicas o alteraciones de la reproducción, alteraciones del sistema inmunitario, endocrino, renal y hepático, neurotóxicas, potenciación de y por efectos de otros tóxicos y otros efectos retardados. Algo similar puede decirse del uso de sustancias como hormonas, antibióticos y piensos cárnicos en la ganadería. Éstas se relacionan, además, con escándalos alimentarios tan conocidos como el mal de las vacas locas, la crisis de los pollos con dioxinas, etc. A todo ello hay que añadir el empleo de más de mil aditivos para la manipulación, transformación y conservación de los alimentos que suelen ir a parar a nuestro organismo. Muchos de estos aditivos pueden producir también efectos adversos para la salud.4
Sabías cómo han variado los hábitos alimenticios en España Los hábitos dietéticos de los españoles se han ido alejando cada vez más de la dieta mediterránea. España consumía en 2001-3 una media diaria per capita de 3 405 kcal. brutas, habiéndose incrementado en un 27,4 % desde los años sesenta. Una dieta que ha supuesto el abandono de los buenos hábitos mediterráneos y la adquisición de otros que son responsables de que 41% de la población tenga sobrepeso.
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Raigón, D. (2007), “Alimentos ecológicos, calidad y salud”, Sevilla, Agricultura y Pesca.
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Consejería de
La base de la dieta tradicional, los hidratos de carbono, han perdido peso en beneficio de las grasas. En los años sesenta la ingesta de hidratos de carbono estaba dentro de las recomendaciones de la OMS, esto entre el 55 y el 75% de las calorías. Sin embargo, la comida no contiene en la actualidad la cantidad suficiente (54,9%) y el ritmo de la disminución es preocupante. En contrapartida, el consumo de grasas ha aumentado de una manera considerable. En los años sesenta estaba también dentro de lo recomendado por el organismo internacional (entre el 15 y el 30% de las calorías ingeridas), pero en la actualidad supera el 40%, siendo España el país europeo en que más rápidamente ha crecido ese porcentaje. Las grasas pasaron de 72 gramos por persona y día a 154. La carne, la leche y los demás derivados lácteos son los principales responsables directos de ese aumento, pero no los únicos. El consumo de grasas “ocultas” (entre ellas las grasas “trans”) se ha disparado también con las patatas fritas, la bollería y repostería industriales, originando de paso serios problemas de salud. El consumo de carne se ha cuadruplicado sobradamente, desde los 25 kg por persona y año de la década de los sesenta a los 118 actuales, siendo la carne de cerdo la que más ha crecido (de 8 a 65 kg por persona y año). El consumo de leche pasó de 87 a 170 gr persona y día y el de huevos de 9,4 a 14,2. También creció el consumo de aceite de oliva, este aspecto claro está positivo, pasando de 8,2 a 11,7 kg anuales. Una de las preocupaciones principales de los consumidores son los cultivos con semillas transgénicas, procedentes de la ingeniería genética y por tanto no naturales. Estos cultivos han sido empleados habitualmente como una “promesa” para acabar con el hambre en el mundo en aras de una mayor productividad. Greenpeace y otras organizaciones no gubernamentales y académicas, han demostrado con informes científicos que los logros alcanzados en el desarrollo de estas semillas son aún de muy dudosa efectividad. Los cultivos basados en semillas transgénicas se basan en la resistencia de éstas a potentes herbicidas e insecticidas, lo que permite a la planta seguir creciendo y dar el producto esperado.
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Sin embargo, el empleo de estos productos fitosanitarios tiene un efecto demoledor en el medio ambiente que rodea a dichos cultivos, la drástica reducción de biodiversidad en los cultivos intensivos ya era una realidad pero con el uso indiscriminado de transgénicos ésta se ha multiplicado. Los efectos son aún más perniciosos si atendemos a las consecuencias que tiene consumir productos que han sido sometidos a tratamientos químicos tan severos. Los informes son demoledores, no sólo porque los cultivos de transgénicos arrasan el medio en el que se encuentran sino porque sus productos finales están generalmente contaminados químicamente con restos de los fitosanitarios empleados durante su cultivo. Otro asunto fundamental en la alimentación es el problema de la sobre explotación de los recursos pesqueros. Greenpeace España trabaja actualmente en tres áreas diferenciadas que afectan a la pesca dentro de la campaña de Océanos: la política pesquera comunitaria, la conservación de los bancos de atún, la pesca sostenible y el consumo de pescado en supermercados. La creciente demanda de pescado ha llevado a la industria pesquera a emplear métodos de captura poco selectivos y muy destructivos. Se captura más pescado en menos tiempo sin tener en cuenta los impactos sobre los ecosistemas y sobre las comunidades locales que dependen de esos recursos. La pesca ilegal agrava aún más esta situación. Los consumidores tienen derecho a saber qué llega a sus platos, de dónde viene, cómo se captura, de qué especie se trata y también a tener la certeza de que el pescado que compran es legal. En España, el 70% del pescado fresco, congelado y en conserva se adquiere en las grandes superficies, por lo que éstas tienen un papel clave en contribuir a aumentar y mejorar la sostenibilidad del sector pesquero y de su oferta de productos. Greenpeace trabaja con las seis principales superficies comerciales en nuestro país para que dejen de ser cómplices de la destrucción y desarrollen una política de compra sostenible de productos pesqueros siguiendo unos principios básicos.
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Una de las preocupaciones principales de los consumidores son los cultivos con semillas transgénicas, procedentes de la ingeniería genética y por tanto no naturales. Estos cultivos han sido empleados habitualmente como una “promesa” para acabar con el hambre en el mundo en aras de una mayor productividad.
Greenpeace y otras organizaciones no gubernamentales y académicas, han demostrado con informes científicos que los logros alcanzados en el desarrollo de estas semillas son aún de muy dudosa efectividad.
Los cultivos basados en semillas transgénicas se basan en la resistencia de éstas a potentes herbicidas e insecticidas, lo que permite a la planta seguir creciendo y dar el producto esperado. Sin embargo, el empleo de estos productos fitosanitarios tiene un efecto demoledor en el medio ambiente que rodea a dichos cultivos, la drástica reducción de biodiversidad en los cultivos intensivos ya era una realidad pero con el uso indiscriminado de transgénicos ésta se ha multiplicado. Los efectos son aún más perniciosos si atendemos a las consecuencias que tiene consumir productos que han sido sometidos a tratamientos químicos tan severos. Los informes son demoledores, no sólo porque los cultivos de transgénicos arrasan el medio en el que se encuentran sino porque sus productos finales están generalmente contaminados químicamente con restos de los fitosanitarios empleados durante su cultivo.5
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http://www.greenpeace.org/espana/es/Blog/las-falsas-promesas-de-los-cultivostransgnic/blog/45687/ “Impacto de los transgénicos” http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamosen/Transgenicos/Transgenicos/Problemas-de-los-transgenicos/
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Otro asunto fundamental en la alimentación es el problema de la sobre explotación de los recursos pesqueros. Greenpeace España trabaja actualmente en tres áreas diferenciadas que afectan a la pesca dentro de la campaña de Océanos: la política pesquera comunitaria la conservación de los bancos de atún la pesca sostenible y el consumo de pescado en supermercados.
La creciente demanda de pescado ha llevado a la industria pesquera a emplear métodos de captura poco selectivos y muy destructivos. Se captura más pescado en menos tiempo sin tener en cuenta los impactos sobre los ecosistemas y sobre las comunidades locales que dependen de esos recursos. La pesca ilegal agrava aún más esta situación. Los consumidores tienen derecho a saber qué llega a sus platos, de dónde viene, cómo se captura, de qué especie se trata y también a tener la certeza de que el pescado que compran es legal. En España, el 70% del pescado fresco, congelado y en conserva se adquiere en las grandes superficies, por lo que éstas tienen un papel clave en contribuir a aumentar y mejorar la sostenibilidad del sector pesquero y de su oferta de productos. Greenpeace trabaja con las seis principales superficies comerciales en nuestro país para que dejen de ser cómplices de la destrucción y desarrollen una política de compra sostenible de productos pesqueros siguiendo unos principios básicos.6
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http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Defensa-de-los-oceanos/Consumoy-supermercados/Ranking-de-supermercados-2011/
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Sabías qué es la alimentación ECOLÓGICA7 La alimentación ecológica puede convertirse en la base de una alimentación sana y nutritiva. Los alimentos ecológicos suelen estar libres de sustancias contaminantes como los fitosanitarios y muchos de los aditivos usados para la preparación, manipulación y conservación de los alimentos. El Reglamento 834/20007 y su antecesor, el 2092/1991 definen la producción ecológica como aquellas que no utiliza en la producción y transformación de alimentos productos químicos de síntesis. Por esa razón, los alimentos ecológicos están libres de sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud. Los estudios disponibles sobre las características de los productos ecológicos destacan, además, sus cualidades nutricionales. Habitualmente este aspecto se plantea en términos comparativos con la producción convencional, es decir, si los alimentos ecológicos son más nutritivos que los convencionales. No existen estudios con la suficiente profundidad temporal y amplitud respecto a los productos analizados como para firmar rotundamente que los alimentos ecológicos son más nutritivos que los convencionales. Sin embargo, los estudios disponibles apuntan en esa dirección. Efectivamente, en un informe reciente (Benbrook et al., 2008) que revisa toda la literatura disponible, se llega a la conclusión de que los alimentos ecológicos de origen vegetal son, en promedio, más nutritivos que los convencionales. En ese trabajo se han revisado todos los estudios habidos hasta 2007 y se han considerado únicamente aquellos trabajos que permiten una comparación rigurosa con los convencionales. Con esta selección los autores han podido realizar una valoración comparativa de 11 nutrientes. En el 61% de los casos, los alimentos ecológicos fueron más nutritivos que los convencionales y en el 37% ocurrió lo contrario; en el 2 % restante no hubo diferencias.Los alimentos ecológicos tienen mayor riqueza en polifenoles y antioxidantes que los convencionales en un 75% de los casos.
7
Tomado de M. González de Molina (2011)
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Se considera, en ese sentido, que un aumento del consumo de estos nutrientes es bueno, habida cuenta de que la ingesta media de estas sustancias está por debajo de la mitad de de los niveles recomendados. Los alimentos ecológicos tenían, además, cantidades superiores al 10% respecto de los convencionales en cinco nutrientes significativos. En la misma dirección van las evidencias recogidas por Raigón (2007) para el caso de España. Además la agricultura ecológica está asociada en la actualidad a tipos de dietas más equilibradas, con una presencia mayor de los hidratos de carbono y menor de grasas, más frutas y verduras y menos carnes y productos lácteos. Para saber más quizá te interese el informe de la ONU sobre “Agro-ecología y Derecho a la alimentación” (2010): http://www.agroecologia.net/recursos/documentos/doc-de-interes/informeagroecologia-olivier.pdf
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¿Cómo y dónde se han producido? ¿Cuál es su origen?
Ropa
¿Qué hay detrás de un “Made in China” o un “Made in Bangladesh”? Es en la industria textil y del material deportivo dónde se han puesto más de manifiesto unos indecentes márgenes entre lo que los trabajadores reciben por su trabajo y lo que las grandes marcas globales de ropa cobran por sus productos.
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Para ahondar aún más en la inmoralidad de este sistema de deslocalización de la fabricación de textiles, la ropa se vende a precios ridículos en las grandes superficies, un precio que no refleja los costes externos, sociales y ambientales que ha supuesto su fabricación y puesta en el mercado.
¿Cómo podemos saber que lo que pagamos por una prenda es justo? ¿y responsable?
Vamos a conocer algunas campañas exitosas de sensibilización y denuncia lanzadas desde la sociedad civil que han conseguido, si no acabar con el problema, al menos incomodar las conciencias de las grandes marcas y obligarlas a tener en cuenta ciertos factores como las condiciones de trabajo o los riesgos de actuar con total impunidad contra el medioambiente.
La Campaña Ropa Limpia
Lleva 25 años denunciando las condiciones laborales en el sector textil. El origen de esta campaña se remonta a 1989 en el que una manifestación frente a unos grandes almacenes en Holanda para denunciar las deplorables condiciones laborales existentes en Filipinas (donde se confeccionaba la ropa) creció hasta convertirse en una campaña llamada Campaña Ropa Limpia (CRL). La campaña, que se centraba en la mejora de las condiciones laborales en el sector textil y de material deportivo mundial, ahora está activa en 14 países europeos, colabora con campañas similares en los EEUU, Canadá y Australia... y también colabora con más de 250 organizaciones de trabajadores de todo el mundo. Las CRL europeas son coaliciones de ONGs, sindicatos y organizaciones de personas consumidoras. Trabajan de forma autónoma a nivel nacional y se unen para trabajar conjuntamente a nivel europeo. La red europea de la campaña se encuentra respaldada por una red mayor que funciona a nivel internacional y que incluye sindicatos, ONGs e individuos en los países donde se confeccionan las prendas (Asia, África, Europa del este y América central). En el Estado Español desde 1997 la campaña es coordinada por SETEM.
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La campaña tiene como objetivo central el mejorar las condiciones laborales dentro de la industria textil y de material deportivo y dar más poder a las personas trabajadoras de la industria de la confección y para conseguirlo la Campaña Ropa Limpia suele dirigir sus acciones hacia cuatro públicos objetivos: Las Los Las Las
personas consumidoras gobiernos de los países productores administraciones públicas de los países importadores empresas textiles
Dirigir sus acciones hacia estos públicos tiene varias finalidades: Concienciar y movilizar a las personas consumidoras para que conozcan las condiciones en las que se produce la ropa que viste. En este contexto, sensibilizan sobre la importancia de un consumo responsable. Exigir a los gobiernos de los países productores que hagan respetar los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y a las administraciones públicas de los países importadores para que incluyan cláusulas sociales en sus compras. Presionar a las empresas textiles para que se responsabilicen y se aseguren de que sus productos se fabrican en condiciones laborales dignas: para que sus prácticas sean más transparentes y éticas, para que redacten y publiquen códigos de conducta en contra de la explotación laboral y para que controlen la implantación eficaz de esos códigos. La Campaña Ropa Limpia, además, exige mejoras estructurales y también presiona a las empresas para que actúen en casos individuales de violación de los derechos laborales. DETOX es una campaña que ha logrado poner en evidencia a las grandes marcas de ropa que contaminan cursos de agua dulce o subterránea en el proceso de fabricación de sus productos. A ello se suma además la contaminación de la ropa que vestimos debido a la alta toxicidad de los productos que se emplean para su tratamiento o estampado. En julio de 2011 se lanzó la campaña en todo el mundo y en ella se exponían los vínculos que existen entre el sector textil y la contaminación del agua en China. En la investigación aparecieron grandes marcas internacionales.
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Tras meses de campaña, Nike, Adidas, Puma, H&M, C&A, Li-Ning y Marks & Spencer aceptaron el reto de Detox En noviembre de 2012, Greenpeace saca a la luz un análisis en varios países del mundo que revela cómo un buen número de marcas de ropa conocidas internacionalmente venden prendas que contienen sustancias químicas peligrosas. ZARA (principal marca de moda del mundo), Mango, Esprit, Levi's y Benetton son algunas de las marcas más famosas que, tras comprobar cómo Greenpeace les ponía en el punto de mira de sus reclamaciones, se han comprometido a eliminar todas las sustancias químicas peligrosas en 2020. Para garantizar un futuro libre de tóxicos, las empresas deben eliminar las fuentes de contaminación en origen, y de forma prioritaria, el uso de once sustancias químicas prioritarias. Un ejemplo sobre la fuerza que pueden llegar a tener este tipo de campañas de denuncia puede ser el caso “Captured by Cotton” (2011).
Este informe elaborado por la ONG India Committee of the Netherlands, impulsora de la campaña “Clean Clothes” contra la explotación vinculada al comercio textil, y el Centre for Research on Multinational Corporations, una organización independiente sin ánimo de lucro holandesa, consiguió “sacar los colores” a algunos de los gigantes mundiales de la moda, que comercian con una red de trabajo esclavo localizada en el estado indio de Tamil Nadu, donde se concentran 24 fábricas textiles con una capacidad de producción de seis millones de prendas de ropa interior al día y otros seis millones de pantalones, faldas y vestidos al mes.
La denuncia de las condiciones de contratación, pago diferido del salario a la finalización del contrato de tres años, y limitación de movimientos de niñas y jóvenes de entre 14 y 20 años, obligó a estas corporaciones a contratar costosas auditorías internacionales que “limpiasen” las bochornosas condiciones en las que se producen sus “valiosos” productos de marca.
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Aún queda mucho por hacer. El 24 de abril de 2013 un edificio de nueve pisos de un complejo textil en Bangladesh, en el que se producía ropa para marcas internacionales, se derrumbó, causando la muerte a más de 1.127 personas y más de 2.500 heridos, muchos de ellos muy graves, en lo que sin duda es el accidente industrial más importante de la historia. Este accidente permitió que fuera noticia, al menos durante unas semanas las trágicas condiciones laborales en las que se produce la ropa que habitualmente utilizamos. El Papa Francisco no dudó en denominar a esta situación como de esclavitud en su homilía con motivo del 1 de mayo, al indicar “Me impresionó un titular del día de la tragedia de Bangladesh: ‘Vivir con 38 euros al mes’ ...... Esto es lo que pagaban a los que murieron... ¡Eso se llama trabajo esclavo!” “…Y hoy, en este mundo no hay esclavitud que pueda hacerse con el regalo más hermoso que Dios ha dado al hombre: la capacidad de crear, de trabajar, de ser los creadores de nuestra propia dignidad ¿Cuántos hermanos y hermanas de todo el mundo se encuentran en esta situación debido a estas actitudes económicas?”8
8
http://en.radiovaticana.va/news/2013/05/01/pope:_dignity_for_the_dhaka_workers,_dignity _for_the_jobless/en1-687977
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VÍA DE LA CONCIENCIA: LOS LÍMITES DEL PLANETA
«No
hay
naturaleza
capaz
de
alimentar
a
un
shopping center del tamaño del planeta» Eduardo Galeano.
En el capítulo anterior nos hemos referido esencialmente a los Impactos Social y Económico del consumo. Abordaremos ahora por qué el Impacto Ambiental del consumo es también fundamental para hacer el consumo más responsable.
Estamos acostumbrados a escuchar la expresión “vive por encima de sus posibilidades”, referida a aquella persona que consume por encima de la riqueza que produce o posee. Aplicar esta expresión a nuestra relación con el planeta podría ayudarnos a comprender los efectos que un consumo descontrolado de los recursos tiene sobre la capacidad regeneradora de éstos.
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El daño que le hacemos a nuestro entorno, cercano o lejano, tiene unas consecuencias que repercuten no sólo en la salud de dicho entorno sino en el nuestro propio y en el de las generaciones futuras. Para profundizar en la comprensión de los límites del planeta en el que convivimos, es importante conocer dos conceptos: la huella ecológica y la capacidad de carga.
La HUELLA ECOLÓGICA es un indicador de impacto ambiental que permite evaluar cómo nuestros hábitos de consumo y de vida afectan al medio ambiente. En otras palabras, es el rastro que nuestro modo de vida deja en nuestro entorno. Técnicamente, la huella ecológica se determina por la superficie necesaria para producir los recursos consumidos por una población concreta y gestionar los residuos generados por dicha población considerando que se va a consumir de ese modo de forma indefinida.
Dado que está basado en lo que realmente consumimos, para la determinación de este indicador se miden las siguientes actividades cotidianas:
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Alimentación: se mide la superficie, terrestre y acuática, que son necesarias para la producción de alimentos, ya sean vegetales o animales (cultivo, ganado, pesca), incluyendo igualmente los costos energéticos asociados a su producción. Vivienda y Servicios: superficies demandadas por el sector doméstico y servicios, sea en forma de energía o terrenos ocupados. Movilidad y Transporte: Superficies asociadas al consumo energético y terrenos ocupados por infraestructuras de comunicación y transporte. Se incluyen las áreas de vegetación necesarias para la absorción del CO2 resultante del uso de combustibles fósiles. Bienes de Consumo: Superficies necesarias para la producción de bienes de consumo, sea en forma de energía y materias primas para su producción, o bien, terrenos directamente ocupados por la actividad industrial. Cuando la Huella Ecológica supera la Capacidad de Carga se dice que el sistema ha entrado en déficit ecológico, lo que implica que no es sostenible en el tiempo.
La capacidad de carga se refiere a las superficies disponibles, entendidas como sistemas ecológicos complejos, (cultivos, pastos, bosques, mar y terreno urbanizado) que una determinada comunidad humana dispone dentro de su territorio para su supervivencia. Se expresa en hectáreas por habitante (Ha/hab).
El planeta Tierra superó durante los años 80, por primera vez, su Capacidad de Carga, esto significa que desde entonces el ritmo de consumo global precisa más de un planeta Tierra para cumplir la demanda de superficie de cultivos, energía, agua, etc. Tomar conciencia de los límites del planeta es el primer paso para comprender el sentido tan trascendental que tiene la palabra sostenibilidad. Acuñada en un número especial de la revista The Ecologist, “Blueprint for Survival” (1971), la sostenibilidad se refiere precisamente a ese delicado y necesario equilibrio que una especie debe mantener entre los recursos disponibles en su entorno y la capacidad de éstos para renovarse. En 1984, el informe Brundtland, después publicado como “Nuestro futuro común”, fue presentado ante la asamblea general de Naciones Unidas y aprobado de forma unánime.
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En este informe se definió un sistema sostenible como aquel que permite satisfacer las necesidades de la actual generación sin sacrificar la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades9.
En el curso sobre Cambio Climático, Pobreza y Desarrollo hemos abordado buena parte de estos efectos. Los niveles de consumo actuales exigen al planeta un aporte de materias primas a las cadenas de producción que está teniendo unas consecuencias que se van agravando con el tiempo. En primer lugar la sobreexplotación está llevando al agotamiento de los recursos pesqueros, madereros, mineros, la tierra fértil o las reservas de agua dulce. Pero además, las reservas de recursos energéticos no renovables como el petróleo, el carbón y el gas, tienen, como su propio nombre indica, unos límites. Por ejemplo, las previsiones más optimistas dicen que las reservas mundiales de petróleo se agotarán en un período inferior a 50 años. Un problema ligado al consumo irresponsable de energía es el Cambio Climático, o calentamiento global10.
9
Lectura complementaria. Mayor Zaragoza, Federico “Los límites del crecimiento”: http://www.fceco.uner.edu.ar/archivos/LIMITES%20AL%20CRECIMIENTO%202.pdf
10
El reciente informe (2013) realizado por el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), creado por Naciones Unidas, afirma en sus conclusiones que el hombre es el principal actor del cambio climático y advierten de que los daños causados hasta ahora por las emisiones —subida del nivel del mar, acidificación de los mares o el derretimiento de los glaciares— se mantendrán durante siglos si los Gobiernos no se conciencian de que el calentamiento es real y muy grave.
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Energía
“Compro,
luego
existo”
Si hemos llegado a ser porque consumimos, como denunció la artista Bárbara Kruger en 1987, con su obra I shop therefore I am (“Compro, luego existo”), es en el análisis de consumo de energía donde esto se hace más evidente. La demanda de energía ha ido incrementándose paulatinamente según avanzaba el “desarrollo económico” de los países hasta llegar a unos límites insostenibles para el planeta. Esto es así, en primer lugar porque el consumo de energía está basado en un uso ineficiente de combustibles fósiles no renovables, cuyas reservas se encuentran además concentradas en unas regiones muy localizadas del mundo, con la inestabilidad geopolítica que su extracción y explotación supone. Es decir, el consumo de energía procedente de combustibles fósiles ha generado y genera guerras, violencia y desigualdades en los países donde se encuentran sus yacimientos. Pero además, es un modelo excesivamente “caro” y no equitativo, de hecho, existen más de dos mil millones de personas sin un suministro de energía fiable, frente a una minoría que consume las tres cuartas partes de los recursos energéticos totales. Por otro lado, la mayor parte de los problemas ambientales que padece el planeta pueden considerarse como consecuencia directa de la producción y el consumo de energía.
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La principal consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero generados por este desmesurado consumo de recursos energéticos no renovables es el calentamiento global y todos los impactos ambientales y sociales derivados del mismo. Actualmente existe un amplio consenso científico sobre las consecuencias que el denominado Cambio Climático tendrá, o está teniendo ya, sobre la vida en el planeta: aumentará e intensificará catástrofes como inundaciones, desertificación, deshielos y aumento del nivel de los océanos. Además, la alteración de los patrones climáticos traerá una crisis en la producción de alimentos. Estos efectos están relacionados directamente con el incremento de las enfermedades, las desigualdades y la generación de pobreza.
¿Sabías que....? España es el país que más utiliza el vehículo privado en trayectos menores de 3 Km11 De todos los países de la Unión Europea, España es el país que más utiliza el vehículo privado en trayectos menores de 3 Km. Esto se agrava si observamos que, en muchas ocasiones, el uso del vehículo es individual (una sola persona por vehículo). La población, además de haberse habituado a usar el coche para trayectos cortos que bien podrían hacerse a pie, en bici o en transporte público, cada vez compra más coches y le da al vehículo un uso individual. No es extraño conocer familias en las que hay más de un coche. Algunas familias españolas llegan a tener un coche por cada miembro de la misma. Si hay más coches, la contaminación aumenta, también aumenta el ruido y las saturaciones en las carreteras y ciudades, restando calidad de vida a los peatones y también a los/ as propios/as conductores/as. La comodidad del vehículo a motor puede desembocar en una mengua de comodidad en nuestra vida cotidiana si tenemos en cuenta que para tener una buena calidad de vida, la salud ambiental es imprescindible y el continuo incremento del transporte privado no hace otra cosa que sumar toneladas de emisiones de Gases de Efecto Invernadero y, por tanto, contribuir al agravamiento de los efectos del Cambio Climático.
11
(Tomado de Cruz Roja Española (2009) ConSumo Cuidado, Guía de Consumo responsable)
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¿En qué empleamos tanta energía? En movilidad12: el transporte es el primer sector consumidor de energía en España, representando actualmente un 42% del consumo total nacional. El 20% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en España proceden del sector transporte. De esta cantidad, la mayor parte, un 80% que vienen a representar 75 millones de toneladas de CO2 proceden del uso de vehículos privados. Los medios de transporte que más energía consumen (y, por ello, son más contaminantes) son el coche, el avión y el tren de alta velocidad (AVE). La velocidad tiene un coste energético y ambiental muy alto. En España, se espera que el parque de automóviles siga creciendo en la próxima década, sin embargo los consumos específicos de los vehículos se reducirán significativamente a raíz de las mejoras tecnológicas y por las especificaciones de obligado cumplimiento para la protección del Medio Ambiente. El ministerio de Industria y Energía estima que en 2020 de los 25 millones de automóviles, al menos un 10% serán sustituidos por vehículos eléctricos o híbridos, lo que supondrá un ahorro en la importación de unos 1,2 millones de productos derivados del petróleo. En Industria: Las previsiones apuntan hacia una descenso en el consumo de energía por parte de la industria, esencialmente por la mejora en la eficiencia y por la estabilización de la capacidad de producción en los sectores de mayor consumo energético. En el sector Residencial y Servicios: Los hogares cada vez son más dependientes energéticamente, aunque se fomenten la eficiencia y el ahorro, el equipamiento en electrodomésticos y climatización hacen que el consumo en este sector haya crecido significativamente en la última década y se espere un mantenimiento de su crecimiento.
12
Pueden encontrarse gráficas de distribución del consumo de energía en el documento Planificación Indicativa de la Energía 2012-2020, Ministerio de Industria, Energía y Turismo del Gobierno de España: http://www.minetur.gob.es/energia/esES/Novedades/Documents/Planificacion_indicativa_2012-2020.pdf
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Agua
El agua es importante, tan importante que Ismail Seragelgin, del Banco Mundial, ya afirmó en 1995: “Una gran cantidad de guerras en este siglo se originaron por el petróleo, pero las del próximo siglo serán por el agua.”
Annie Leonard y su proyecto “La historia de las cosas”13 nos ha mostrado, entre otras, la historia del agua embotellada. Una historia sobre la transformación de un derecho humano en un negocio rentable. El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.
13
Vídeo “La historia del agua embotellada” (2010):
http://storyofstuff.org/blog/movies/story-of-bottled-water/ (con subtítulos en español)
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En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptó la Observación General nº 15 sobre el derecho al agua. El artículo I.1 establece que "El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna". La Observación nº 15 también define el derecho al agua como el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico. El acceso al agua ha llegado a ser reconocido como “derecho humano” no sólo porque es vital para la existencia y desarrollo de cualquier organismo vivo, sino porque además está en la base del bienestar social y del desarrollo económico de cualquier región. El agua es, sin embargo, un bien escaso que es preciso reconocer y cuidar como tal.
Promover el Consumo Responsable de Agua forma parte de lo que hemos llamado esta vía de la concienciación. El 97% del agua de la Tierra pertenece a los océanos y mares, no es apta para el consumo humano. Menos del 1% del agua del planeta está disponible para beber y emplearla en otros usos como la agricultura o la fabricación de bienes y servicios, presente en ríos, lagos y acuíferos.
El PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) advierte que el aumento actual de la demanda de agua a nivel planetario es insostenible. En la actualidad, el agua explotable económicamente se ha visto agotada en ciertas zonas del planeta. Se prevé que para el año 2025, dos terceras partes de la población mundial se enfrentarán a una grave escasez de agua.
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Así, mientras en algunos lugares mujeres y niños deben acarrear agua, apenas 20 litros diarios, desde la fuente de abastecimiento más cercana, que puede encontrarse a más de 5 horas del hogar, en los países industrializados, el consumo de agua potable de un hogar urbano medio utiliza 640 litros de agua por día14. El acceso al agua es una evidente causa de desigualdad e inequidad. El valor económico del agua dulce, y de los ecosistemas asociados a ella, está en el punto de mira de muchas empresas que buscan un acceso a un recurso tan “barato” como materia prima, como “imprescindible” para los consumidores. El agua, un bien común que no debería ser nunca explotado de forma privada, está en peligro. No sólo porque sus fuentes están sobreexplotadas, sino porque el mundo industrializado o en vías de industrialización contamina de forma constante los suministros de agua, los ríos y los mares, poniendo en peligro el equilibrio ecológico15. La contaminación implica que la calidad del agua se ve afectada y sus necesarias propiedades para la vida disminuidas. Estudios recientes de la Unión Europea han mostrado como el agua potable en el Reino Unido contenía niveles de herbicidas, nitratos, fosfatos, plomo, u otras sustancias químicas industriales.
14
Para conocer más puedes visitar el “Portal del Agua” de la UNESCO
http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/environment/water La página web “Agua Dulce” (en español) http://www.agua-dulce.org 15
Para conocer de cerca este problema se recomienda ver el video “Ciudades textiles en la sombra de la contaminación” (2013), parte de la campaña DETOX de Greenpeace Internacional: http://www.greenpeace.org/espana/es/Multimedia/Videos1/Ciudades-textilesen-la-sombra-de-la-contaminacion-/
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Deforestación
Los bosques primarios son ecosistemas amenazados donde residen dos terceras partes de la biodiversidad terrestre y muchas culturas y pueblos indígenas.
En 2011, Greenpeace lanzaba una sorprendente exclusiva... ¡Ken y Barbie rompían su noviazgo! ¿Sabes por qué? Porque Barbie (Mattel, la empresa que fabrica estos muñecos) había comenzado a utilizar celulosa procedente de los bosques primarios de Indonesia, destruyendo este delicado ecosistema para fabricar algo tan efímero como una caja de muñecas16.
16
Ken rompe con Barbie (2011), campaña de Greenpeace para parar la deforestación de los bosques primarios en Indonesia: http://www.youtube.com/watch?v=kO_zpLUOEMg
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Los bosques de Indonesia tienen otro enemigo bien conocido por nosotros, Nestlé, fabricante de KIT-KAT emplea aceite de palma para su fabricación. Este aceite procede de las plantaciones de palma que están sustituyendo al bosque. Los mal denominados biocombustibles son otro enemigo declarado de los bosques y de las personas que viven en su área de influencia, no sólo porque buscando tierras fértiles destruyen los bosques, sino porque utilizan superficie agrícola destinada a la producción de alimentos para la producción de combustibles. Actualmente Indonesia es el tercer país emisor de gases de efecto invernadero por deforestación. Los bosques primarios son ecosistemas amenazados donde residen dos terceras partes de la biodiversidad terrestre y muchas culturas y pueblos indígenas. Según la ONU, la superficie de los bosques primarios del planeta ha disminuido en más de 40 millones de hectáreas, un área equiparable al tamaño de Alemania y Dinamarca juntas, desde 2000. Para luchar contra el cambio climático es necesario poner fin a la deforestación mundial antes de 2020.
¿Para qué sirven los bosques? Los bosques representan uno de los principales sumideros mundiales de carbono. Almacenan unas 289 Giga toneladas (Gton) de carbono en árboles y otra vegetación. A nivel mundial, se estima que las reservas de carbono en la biomasa forestal descendieron en 0,5 Gton al año en el período 20002010, principalmente debido a la reducción de la superficie forestal total.
La deforestación es efecto de distintas causas a diferente escala: desde la agricultura de los pequeños agricultores (con uso del fuego) hasta las políticas de las instituciones económicas internacionales como el Banco Mundial, pasando por la falta de gobernanza de los gobiernos y las actividades de las grandes empresas y terratenientes. En prácticamente todas las regiones del planeta, la expansión de la frontera agrícola es una causa de la disminución de bosques, sea para cultivar (soja, caña de azúcar, palma de aceite, etc.) o sembrar pasto (para la obtención de carne y cuero). La extracción comercial de madera desempeñaba un papel importante, sobre todo en los primeros momentos, y afecta primeramente a bosques primarios con riqueza en especies de madera comerciales. Y la actividad maderera se realiza muy frecuentemente de manera ilegal (tala ilegal) en gran parte de las zonas tropicales.
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La expansión de la ganadería, tanto para consumo interno como para la exportación, es importante en América Latina, pero no tanto en regiones como Asia o África. Sin embargo en África la recolección de leña es clave, siendo la biomasa forestal el principal combustible en este continente. La minería, especialmente la búsqueda y explotación de petróleo, la construcción de infraestructuras, etc. provocan deforestación. La pobreza contribuye a la deforestación. Sequías, procesos de desertificación, conflictos bélicos, etc. producen movimientos de población hacia zonas forestales, incrementando la presión sobre los recursos forestales.
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VIA DE LA RESPONSABILIDAD
Los residuos y la basura también forman parte del consumo.
En 1997, el oceanógrafo Charles Moore descubrió, navegando por una ruta poco transitada del Pacífico, una gigantesca mancha de basura.
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La “sopa de plástico” ha multiplicado su superficie por 100 entre 1999 y 2010, impulsado por las 6 millones de toneladas de residuos que caen al mar cada año, según publicó el Instituto Scripps de Oceanografía, en Estados Unidos.
Se considera residuo a cualquier tipo de material que esté generado por la actividad humana y que está destinado a ser desechado. En España, la ley 10/ 1998 considera los siguientes tipos de residuos: Residuos sólidos urbanos. Son los generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios y los que por su naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades. Residuos sólidos urbanos. También lo son los procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas. Animales domésticos muertos, así como muebles, enseres y vehículos abandonados. Residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria. Residuos industriales: Dentro de los residuos que genera la industria es conveniente diferenciar entre: Inertes: escombros y materiales similares, en general, no peligrosos para el medio ambiente, aunque algunos procedentes de la minería pueden contener elementos tóxicos. Similares a residuos sólidos urbanos: restos de comedores, oficinas, etc. Residuos peligrosos: por su composición química u otras características requieren tratamiento especial.
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Figuran en la lista de residuos peligrosos, aprobada en el Real Decreto 952/1997, así como los recipientes y envases que los hayan contenido. También lo son los calificados como peligrosos por la normativa comunitaria y los que puedan aprobar el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa europea o en convenios internacionales de los que España forme parte. Residuos agrarios: proceden de la agricultura, la ganadería, la pesca, las explotaciones forestales o la industria alimenticia. Residuos médicos y de laboratorios: restos del trabajo clínico o de investigación. Residuos radiactivos: materiales que emiten radiactividad. Según la Agencia Europea de Medioambiente, la mayor parte de los residuos urbanos de la UE llega a los vertederos (45%). Aunque la cantidad de residuos urbanos que se reciclan o se destinan a compostaje alcance el 37%, o que se incineran con recuperación de energía y que suponen un 18%, la cantidad global de residuos continua siendo demasiado elevada: cada ciudadano europeo se deshace de una media de 520 kg de residuos domésticos al año. Esto significa que en torno a una tercera parte de los recursos usados se convierten en residuos y emisiones. Las previsiones no son optimistas, las proyecciones para 2020 indican que el uso de recursos en la UE seguirá aumentando y con ello la generación de residuos.
¿Qué problemas causan los residuos, incluso aquellos que se consideran “controlados”?
Ocupan espacio: Los vertederos, controlados o incontrolados, son el destino de la mayor parte de los residuos urbanos. Los vertederos son lugares degradados medioambientalmente por la ocupación de plásticos y otros materiales no biodegradables. Contaminan el suelo: Liberación de contenido tóxico (es el caso de pilas, fluorescentes, medicinas, material electrónico...). Producción de lixiviados (líquidos) contaminantes por fermentación de la materia orgánica.
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Contaminan el agua: lixiviados y tóxicos llegan también a las aguas de los cauces cercanos alcanzando incluso la capa freática. Contaminan el aire: la descomposición anaerobia (sin oxígeno) de la fracción orgánica de la basura produce gas metano (CH4), un potente gas de efecto invernadero. Los vertederos también liberan CO2 a la atmósfera. Mal olor: La fermentación de la materia orgánica produce malos olores que el viento desplaza incluso hasta lugares lejanos al vertedero.
¿Qué problemas causan los residuos, incluso aquellos que se consideran “controlados”?
Riesgo sanitario: El contacto directo con los residuos puede producir la transmisión de enfermedades, ello se puede ver reforzado a través de vectores como animales que se alimentan de la basura. Degradación del paisaje: La acumulación de residuos genera un impacto visual que provoca el desplazamiento de actividades habituales de ocio y recreo.
¿Por qué generamos tantos residuos? Las principales fuerzas impulsoras del consumo europeo de recursos son el crecimiento económico, los avances tecnológicos y los patrones variables de consumo y producción. Uno de los objetivos fijados desde la UE es “mejorar la eficacia de los recursos para reducir el uso generalizado de los recursos naturales no renovables y el correspondiente impacto medioambiental del uso de materias primas, utilizando recursos naturales renovables en un porcentaje que no supere su capacidad de regeneración” (Estrategia de la UE para un desarrollo sostenible renovada de 2006). Esto dependerá en parte de los gobiernos, sus políticas y de las políticas de las empresas pero, sobre todo, en el grado de sensibilización que tengan las sociedades en relación al tema medioambiental (esta sensibilización se debería reflejar en dichas políticas). Es aquí donde la educación para un Consumo Responsable juega un papel fundamental. pág. 47
El elevado consumo de recursos en Europa ejerce presiones sobre el medio ambiente tanto europeo como de otras regiones del mundo. Entre estas presiones se incluyen el agotamiento de recursos no renovables, el uso intensivo de los recursos renovables, el transporte, las altas emisiones al agua, al aire y al suelo derivadas de la minería, así como la producción, el consumo y la generación de residuos. La vivienda, los alimentos y la movilidad son los que mayor cuota tienen en el uso de recursos y las presiones sobre el medio ambiente. Los hábitos de consumo que nos impone la sociedad en la que convivimos es la principal causa de la producción creciente de residuos sólidos urbanos. En primer lugar, por el exceso de envoltorios, paquetes, bandejas, plásticos, etc. que hacen que en muchos casos nuestro carro de la compra esté transportando a casa más peso en materiales que se transformarán en residuos que productos necesarios en sí. La imposición de una cultura de “usar y tirar”: productos baratos en lugares donde no se pagan sueldos dignos a los trabajadores, no se respetan normas de seguridad e higiene en el trabajo, se utilizan materiales de baja calidad. Los productos que venden en “los chinos” responden a este patrón, todo es barato, aunque dure menos. Ello fuerza la compra de un nuevo producto, con el consiguiente coste económico, social y medioambiental. Del mismo modo la producción y consumo de productos “mini”, con envoltorios individuales, promueve la proliferación de paquetes y envases, envoltorios inútiles que contribuyen a incrementar el volumen de residuos.
Ante este grave problema ¿Qué hacen los gobiernos? Las medidas políticas y legislativas deben ser reflejo de los intereses de la ciudadanía y, a su vez, ésta, las empresas, asociaciones y otras entidades, deben regirse por la legislación como marco de actuación a nivel regional o nacional.
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El protocolo de Kioto, los Objetivos del Desarrollo del Milenio y otros acuerdos, convenios o tratados internacionales recogen en sus textos puntos comunes de planteamiento y actuación de diferentes países en torno a la política medioambiental adecuada para afrontar los grandes problemas actuales de la humanidad como el Cambio Climático. La Agenda 21, el Manual de Procedimientos Ambientales firmado por más de 150 países en la histórica reunión de Río de Janeiro conocida como ECO RIO 92, en su capítulo sobre residuos (cap. 21) afirma que “un enfoque preventivo de la gestión de residuos centrado en la transformación del estilo de vida y de las modalidades de producción y consumo ofrece las mayores posibilidades de invertir el sentido de las tendencias actuales.” El Gobierno de España aprobó en diciembre de 2008 el Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015 donde se persigue como objetivo principal “reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se marcan como dos de los factores responsables del cambio climático.” A nivel local, ayuntamientos o las mancomunidades, son responsables de elaborar ordenanzas municipales para la gestión de residuos urbanos, en la que se definan los requisitos básicos del modelo de gestión.
No estás solo: ¿Qué hacen las organizaciones internacionales? Con la aprobación en 1948 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Organización de las Naciones Unidas estableció por primera vez un referente mundial para el reconocimiento de la libertad y la dignidad de las personas. Los derechos concernidos por dicha declaración incluyen derechos tanto civiles y políticos como los de carácter económico, social y cultural. Por eso existe un estrecho vínculo entre el ejercicio efectivo de los derechos humanos y el progreso de las personas y de los pueblos, lo que se denomina Desarrollo Humano. Respecto al “consumo responsable” y su vinculación con formas no equitativas de globalización, los organismos internacionales, tanto los vinculados a la ONU como otros, trabajan sobre áreas como el trabajo decente, el trabajo infantil o formas de regular la producción ecológica.
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a)
Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Tomado de “La OIT y la lucha por la justicia social” (1919-2009) La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente . En 1946, la OIT pasa a ser un “organismo especializado” dentro de la organización mundial de las Naciones Unidas (ONU). En 1969 obtuvo el Premio Nobel de la Paz. A diferencia de los movimientos revolucionarios de la época, apostó por reunir a trabajadores, empleadores y gobiernos a nivel internacional, no para confrontarlos, sino para unirlos en la búsqueda de unas normas, unas políticas y unos comportamientos comunes que pudieran ser beneficiosos para todos. La Organización concedía a esos actores económicos el mismo poder de decisión que a los estados, e introducía nuevas fórmulas de tratado internacional para sus fines sociales, unidas a nuevos medios de aplicarlos. En términos ideológicos se basó en las principales corrientes políticas democráticas europeas de la época, en concreto, la socialdemocracia, la democracia cristiana y el liberalismo social, y actores de todas estas corrientes participaron en su labor y en su desarrollo. b) Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) UNICEF fue creado en 1946 por la asamblea general de las Naciones Unidas, y desde 1953 es un organismo permanente. UNICEF se guía por lo estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño: “Trabajamos en favor de la igualdad de quienes son objeto de discriminación, en particular niñas y mujeres. Obramos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo para el Milenio y el progreso que augura la Carta de la Naciones Unidas. Tratamos de promover la paz y la seguridad. Intentamos que todos rindan cuentas por las promesas efectuadas a los niños y niñas.” Anualmente publica el informe “Estado Mundial de la Infancia”. UNICEF calcula que alrededor de 150 millones de niños de 5 a 14 años de los países en desarrollo, alrededor del 16% de todos los niños de este grupo de edad, están involucrados en el trabajo infantil. (UNICEF, Estado Mundial de la Infancia 2011, UNICEF).
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c) Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Organización Mundial del Comercio (OMC) Estas tres organizaciones forman parte del sistema de Naciones Unidas, si bien dada su independencia financiera y organizativa funcionan de un modo autónomo. De hecho, como firmantes del denominado “Consenso de Washington”, defienden la idea de que “el libre mercado por sí sólo es la mejor receta para impulsar el desarrollo, por lo que la intervención del estado en la economía debe reducirse al mínimo para que las empresas privadas puedan actuar con la mayor libertad posible”. Para lograr este objetivo han ido imponiendo programas de ajuste estructural aplicados por cerca de un centenar de países del Sur y en transición (antiguo bloque del Este), y actualmente en países de la Unión Europea como Grecia, Portugal, Italia, Irlanda o España, contribuyendo así a la extensión de las políticas neoliberales por todo el mundo. En este proyecto han contado además con la inestimable ayuda de la OMC, creada en la Ronda Uruguay (1986-94). Por eso sus reglas reflejan el auténtico alcance de la Globalización neoliberal: la construcción de un terreno de juego todavía más favorable para las grandes empresas multinacionales, bancos y fondos de inversión. d) Unión Europea Los Objetivos de Desarrollo del Milenio han sido una herramienta poderosa para atajar la pobreza mundial, no obstante su meta es 2015 y los organismos internacionales ya se están planteando un futuro post2015. Paralelamente, en la conferencia Río+20, se lanzó una iniciativa para elaborar Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ante el final de los ODM hay voces que plantean que los esfuerzos por combatir la pobreza deben ir de la mano del desarrollo sostenible, entre estas voces se encuentra la Comisión Europea que en marzo de 2013 en el documento: “Una vida digna para todos: Acabar con la pobreza y dar al mundo un futuro sostenible” planteó que se debe abordar de forma conjunta y con objetivos y estrategias compartidas: la erradicación de la pobreza, los cambios en el consumo y los patrones de producción no sostenibles, así como la protección y la gestión de los recursos naturales, pues de ello depende la economía y el desarrollo social. La Unión Europea es consciente que el aumento de los niveles de consumo repercute en los principales problemas medioambientales, como el cambio climático, la contaminación del aire y del agua, la utilización del suelo y los residuos.
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Por este motivo está integrando en el conjunto de sus políticas la eficiencia en el uso de los recursos, con el fin de disociar el crecimiento económico de la utilización de los recursos, y así se promueven políticas europeas que incitan a hacer más con menos, obtener más valor con menos insumos, utilizar los recursos de forma sostenible y reducir al mínimo su impacto sobre el medio ambiente. Algunos datos son clarificadores, por ejemplo, sólo los residuos de alimentos de la UE, que actualmente se estiman en unos 90 millones de toneladas al año, podrían reducirse un 60 % a través de una gestión más eficiente de los recursos. Por otra parte combatir el cambio climático supone adoptar nuevos modelos energéticos y disminuir de forma drástica nuestra dependencia de combustibles fósiles, que actualmente se cifra en un 80%, puesto que ellos durante su combustión, emiten CO2, el principal gas con efecto invernadero. En este sentido el consumo responsable está siendo incorporado en la agenda política de la Unión Europea, promoviendo políticas sostenibles y favoreciendo medidas que faciliten a la ciudadanía de la Unión Europea el consumo responsable. Una reciente iniciativa es la campaña de la Comisión Europea "El mundo que quieres, con el clima que quieres": que quiere para impulsar la acción por el clima y una economía baja en carbono. , a través de esta iniciativa los ciudadanos de la UE pueden conocer múltiples iniciativas para que frenar el cambio climático.
Residuos electrónicos, un nuevo y grave problema En 1997 la vida media de los aparatos electrónicos era de seis años, en 2005 esta vida se había reducido drásticamente a dos. Los teléfonos móviles tienen un ciclo de vida menor a dos años, de hecho cada año nos ofrecen una oferta irresistible para cambiar a un modelo de teléfono con más y más prestaciones (si no nos lo regalan...). Las ventas de ordenadores se incrementaron en el año 2004 casi un 12%, pero las de móviles se incrementaron en un 30%, y esta cifra no deja de crecer.
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Para no saturar el mercado solo queda una solución: transformar en basura estos aparatos basándose en su obsolescencia y que esto ocurra lo más rápido posible17. La consecuencia inmediata de esta situación es que la cantidad de productos electrónicos desechados a escala mundial se ha incrementado de 20 a 50 millones de toneladas anuales. ¿Bajo qué alfombra puede esconderse una basura tan voluminosa, prácticamente no reciclable e imposible de biodegradarse? La respuesta es la exportación a países de África y Asia. Allí los trabajadores, que desmantelan estos residuos, en muchos casos niños y niñas, viven expuestos a un cóctel de sustancias químicas tóxicas18. En 2010, Greenpeace realizó el “Ranking verde de electrónicos” con la intención de informar sobre el comportamiento de las empresas líderes en ordenadores, móviles, televisores y videoconsolas respecto a sus políticas y prácticas globales para la eliminación de productos químicos peligrosos, la responsabilidad que asumen sobre sus productos una vez que éstos han sido desechados por los consumidores y su compromiso con el Cambio Climático. El ranking se ha realizado de acuerdo con la información pública disponible de las empresas.
17
Para comprender este grave problema es muy interesante el documental dirigido por Cosima Dannoritzer y producido por TVE “Comprar, tirar, comprar”: http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/documental-comprar-tirarcomprar/1382261/.
18
Ensayo fotográfico “Vivir de la chatarra”, de Robert Knoth (2010): http://www.greenpeace.org/espana/es/Multimedia/Historias-en-diapositivas/Pakistan/
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VIA DE LA DECISIÓN
¿Cómo elegir de forma responsable? Pistas para elegir mejor.
Actualmente contamos con una poderosa herramienta de información para ayudarnos a tomar decisiones responsables en nuestras compras. Navegando por Internet es posible encontrar una guía sobre prácticamente cualquier cosa. En este capítulo te proporcionamos algunas pistas para que conozcas ciertas claves que te permitan acceder a aquello que necesitas en el momento en el que lo necesites.
Sabías qué es el COMERCIO JUSTO La red mundial de Comercio Justo, FINE, define el comercio justo como “una asociación comercial basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones en el comercio y garantizando los derechos de las y los productores y trabajadores excluidos, particularmente en el sur”. El comercio justo desafía las normas de los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, o la Organización Mundial de Comercio, una reglas que favorecen el comercio como fuente de riqueza para unos pocos países, en general situados en el Norte, mientras esa misma actividad comercial genera pobreza, dependencia y degradación de las condiciones de vida para una parte mayoritaria de la población, en general de países del Sur.
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Como mantiene el equipo de sensibilización de Kidenda en el Diccionario de Educación para el Desarrollo, la obra que seguimos en este curso para la aclaración y la descripción de los conceptos fundamentales, es importante comprender las diferencias que existen entre una ONGD, organización no gubernamental para el desarrollo, que se dedica básicamente a la cooperación para la transformación en países en vías de desarrollo y la concienciación social en los países del norte, mientras que las organizaciones de comercio justo, habitualmente constituidas como fundaciones, establecen relaciones de compra-venta de igual a igual. El comercio justo parte de la premisa del reconocimiento de las relaciones no equitativas, injustas, y en muchos casos depredadoras que se dan entre las personas productoras de los países del sur, y con los recursos naturales de estos países, y las organizaciones que comercializan en el norte. Por ello, el principal objetivo del comercio justo es garantizar a las personas productoras de los países del sur una compensación justa por su trabajo. El comercio justo se plantea como alternativa al modelo actual, demostrando que es posible un funcionamiento distinto del mercado, por eso los autores de la entrada del Diccionario de Educación para el Desarrollo lo consideran como Educación para el Desarrollo, pues una de las labores de las organizaciones de comercio justo es trabajar para que el mercado sea cada vez más equitativo, denunciando situaciones de injusticia, trabajando con los gobiernos para modificar aquellas políticas que claramente desfavorecen al sur y concienciando a las y los consumidores para que compren con conocimiento y de un modo responsable. No se trabaja con la premisa de un comercio alternativo, sino que su pretensión es que todo comercio sea justo y cumpla unos principios de justicia. La solución que propone el comercio justo para lograr el cumplimiento de su objetivo consiste en distribuir los productos comprados directamente a las y los campesinos y artesanos, de manera que sean ellos quienes se beneficien de los precios pagados. Unos precios justos establecidos por los productores. Los principios que regulan el comercio justo son los siguientes: 1. El salario de los trabajadores y trabajadoras debe ser digno. 2. El grupo productor debe asegurar y promover la igualdad entre hombres y mujeres. 3. El grupo productor debe buscar el desarrollo del conjunto de la población.
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4. El grupo productor debe tener un funcionamiento democrático. 5. La producción debe respetar el entorno social y natural. 6. El producto debe ser de calidad. El origen de las organizaciones de comercio justo se puede situar en Holanda a finales de los años 60. Algunas organizaciones que ya estaban presentes en los países del sur con proyectos de cooperación y desarrollo, promovieron la organización de cooperativas por las y los propios campesinos y artesanos que les permitieron ser ellos mismos los responsables y beneficiarios de la producción y comercialización de sus propios productos. Simultáneamente en Holanda se fundó una cooperativa de importación para introducir en el país estos productos, fruto de un comercio alternativo: Oxfam. Actualmente el objetivo de las organizaciones de comercio justo es consolidar y aumentar las redes de comercio y solidaridad, recogiendo y creando más organizaciones y cooperativas tanto en el Norte como en el Sur, de tal modo que el comercio justo deje de ser una opción minoritaria y se vaya incorporando en los hábitos de consumo de la población. Otra de las funciones actuales de las organizaciones de comercio justo es la denuncia de prácticas comerciales abusivas con los países del sur, buscando la cancelación de las barreras arancelarias y los sistemas de preferenciales o de compensación. El objetivo final es que las grandes empresas asuman criterios de comercio justo.
Sabías qué es la BANCA ÉTICA La Banca Ética es una propuesta de intermediación financiera que persigue la transformación social. Por ello sus labores de captación de capital, inversión y préstamo se realizan desde una perspectiva de ética al servicio de la justicia. En el diccionario de Educación para el Desarrollo, Carlos Askunce señala entre sus objetivos:
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Financiar actividades económicas que comporten un impacto social positivo y transformador. Es decir, apoyar empresas, actividades y proyectos sociales, ecológicos, culturales y solidarios, favoreciendo el desarrollo humano tanto en las sociedades del Norte como del Sur, poniendo el dinero a disposición de las personas excluidas y de las personas que trabajan con ellas. Ofrecer instrumentos de ahorro e inversión responsables. Poniendo a disposición de la ciudadanía la posibilidad de apoyar con sus ahorros ese tipo de actividades, decidiendo responsablemente el uso que de éstos hace la entidad financiera y excluyendo cualquier inversión en actividades o empresas que colaboren con el mantenimiento de la injusticia y el deterioro de nuestro mundo, como el tráfico de armas, la explotación laboral o el deterioro o destrucción del medio ambiente. La transformación del modelo económico neoliberal hacia un modelo económico solidario precisa del desarrollo de instrumentos financieros éticos y solidarios. En ello han visto muchos autores la necesidad de rescatar el valor social del dinero, poniéndolo a disposición de la transformación y del desarrollo de la comunidad, haciendo compatible la rentabilidad económica con el beneficio humano, social y ambiental.
Alimentación Puedes consultar las “millas” que ha recorrido un alimento antes de llegar a tus manos a través de www.sustainweb.org/foodmiles. Cuanto mayor sea esta distancia, menos sostenibles y responsables serán dichos alimentos. Si quieres saber más sobre seguridad alimentaria y aditivos, puedes consultar: www.consumaseguridad.com y www.sinfronteras.org/naturalmente/ Para no consumir productos transgénicos consulta la “Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos”: http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/transgenic os/Guia_Roja_Verde_Alimentos_Transgenicos_Actualizada.pdf pág. 57
Para no consumir pescado procedente de empresas que utilizan prácticas de pesca irresponsable, puedes consultar el “Ranking de Supermercados comprometidos con la sostenibilidad de la pesca”: http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Defensa-delos-oceanos/Consumo-y-supermercados/Ranking-de-supermercados2011/ o “Guía del Atún 2013”: http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Defensa-delos-oceanos/Atun/Guia-de-Atun-2013/.
En casa Cuando compres productos de limpieza, cosméticos y productos de higiene personal, asegúrate de que no contienen productos químicos que puedan poner en peligro tu salud. Puedes consultar los riesgos de utilizar algunos de estos productos en la “Guía para Comprar sin Tóxicos”, editada por Greenpeace: http://www.prenatal.tv/lecturas/GreenpeaceGuiaSinToxicos.pdf
Ropa Para conocer mejor los productos tóxicos que pueden contener las prendas de ropa de las grandes marcas, te interesa leer “Puntadas tóxicas: el oscuro secreto de la moda” (2012): http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/contamina cion/detox.pdf. Visita las páginas web de las organizaciones de Comercio Justo para saber más sobre cómo orientar tus compras de ropa. IDEAS: http://www.ideas.coop/. OXFAM:http://www.intermonoxfam.org/es/que-hacemos/comerciojusto ECOPEQUE, una iniciativa para intercambiar o comprar de segunda mano ropa y artículos para los bebés y los niñ@s: http://ecopeque.es/category/tienda-ecopeque/.
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Aparatos electrónicos Para saber qué empresas fabricantes de productos electrónicos están comprometidas con el consumo responsable: Ranking verde de electrónicos (2009): http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/cambio_climatico /ranking-verde-de-electronicos.pdf.
Energía Energy-Star: Es un programa de etiquetado de eficiencia energética global voluntario para las empresas iniciado por el gobierno de los Estados Unidos en 1992 y adoptado por la Unión Europea recientemente. Ideado inicialmente para identificar y promover los productos que hacían un uso eficiente de la energía y contribuían con ello a reducir las emisiones de CO2, se ha extendido su empleo en nuevas edificaciones, y desde junio de 2013, también obligatorio para la venta y alquiler de edificaciones antiguas; a equipamientos de calefacción y aire acondicionado residencial y oficinas, iluminación, aparatos electrónicos, etc. En España, desde Junio de 2013, se está implantando un nuevo certificado energético. http://www.minetur.gob.es/energia/desarrollo/EficienciaEnergetica/C ertificacionEnergetica/Paginas/certificacion.aspx. Green Light es un programa voluntario que comenzó en febrero de 2000, www.eu-greenlight.org, en el cual organizaciones públicas y privadas se comprometieron con la Comisión Europea para mejorar su sistema de iluminación y el diseño de nuevas instalaciones. Los objetivos del programa son: Reducir –en toda Europa– la energía que se emplea en iluminación. Minimizar la contaminación y el calentamiento global.
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Mejorar las condiciones iluminación más eficiente.
de
trabajo
a
través
de
una
La web del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de España. Contiene información actualizada sobre los consumos de combustibles de los vehículos que se pueden encontrar en el mercado: www.idae.es
¿Sabías que.... tienes derechos como consumidor/a?19 Derecho a la protección de la salud y la seguridad Los productos y servicios que se nos ofrecen no deben entrañar riesgos para nuestra salud. En caso de que los entrañaran, el fabricante nos debería alertar al respecto (de todas formas, hay que tener presente que en muchos casos nadie conoce a ciencia cierta los efectos de determinados productos sobre la salud, como es el caso de muchos aditivos alimentarios). En el caso de la ropa, por ejemplo, se nos debe informar si un determinado tejido puede provocar rozaduras o alergias en la piel (como los botones recubiertos de níquel). Algunos tejidos pueden contener pequeñas cantidades de metales pesados. Derecho a la protección de intereses económicos y sociales Los consumidores/as tenemos derecho a que se protejan nuestros intereses económicos. No debemos ser engañados/as mediante promociones o publicidades engañosas. Por ejemplo, si se nos dice que una prenda es impermeable, debe serlo realmente. Al comprar, tenemos derecho a recibir un recibo o justificante y, en su caso, un contrato de garantía, redactado con claridad, donde consten los mecanismos establecidos para reclamaciones o devoluciones.
19
Tomado de Cruz Roja Española (2009) ConSumo Cuidado, Guía de Consumo responsable.
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Derecho a una información correcta Tenemos derecho a conocer suficientemente las características esenciales de los productos o servicios que adquirimos: origen, composición, precio, condiciones de pago, fecha de producción y de consumo, y advertencias sobre riesgos previsibles. Derecho a la educación y formación en materia de consumo Para que podamos ejercer nuestros derechos es imprescindible que los conozcamos. Así podremos elegir más libremente, gastar nuestro dinero más racionalmente, prevenir riesgos derivados de usos inadecuados y saber cómo actuar en caso de sentirnos defraudados/as. Una buena educación como consumidores también nos tiene que permitir adecuar nuestro comportamiento a una utilización racional de los recursos naturales y al respeto por el medioambiente. Derecho de representación, consulta y participación Las Asociaciones de Consumidores(as) y Usuarios(as), sin ánimo de lucro, tienen como finalidad la formación y educación de sus asociados/as y su defensa ante la industria, la Administración Pública y los Tribunales de Justicia. La ley establece cómo se deben constituir estas asociaciones, que juegan un papel muy importante en la sociedad: el Estado debe escuchar su opinión al elaborar leyes que afecten directamente a las personas consumidoras y usuarias, a través del Consejo de Consumidores(as) y Usuarios(as). Derecho a protección en situaciones de inferioridad En tanto que personas consumidoras, podemos encontrarnos en situaciones de inferioridad, subordinación e incluso indefensión. Las orientaciones dirigidas a determinadas zonas geográficas o a grupos sociales más afectados o las campañas de control de calidad y de análisis de reclamaciones o quejas. Derecho a la indemnización o reparación de los daños o perjuicios sufridos Tenemos derecho a ser indemnizados por los daños y perjuicios causados por el consumo de un bien defectuoso. Todas las personas que intervienen en las diferentes fases de producción y venta del producto son responsables de su naturaleza, idoneidad y estado de conservación, de forma que son responsables también de los daños que nos pueda causar por una negligencia.
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¿Cómo ejercer estos derechos? Hojas de reclamaciones Muchos establecimientos deben tener a su disposición una Hoja de Reclamaciones a través de la cual formular nuestras quejas en el propio establecimiento. En caso de que el establecimiento o en la empresa no satisfaga nuestra reclamación es posible acudir a alguno o a varios de las siguientes organizaciones: - Organizaciones de protección del consumidor y consumidora. - Asociaciones de carácter privado. Existen organizaciones de este tipo de ámbito estatal y regional. - Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC). De carácter municipal y gratuito, estas oficinas tratan de solucionar problemas cotidianos y concretos que afectan a la vecindad en materia de consumo. La mayoría de los municipios españoles disponen de una OMIC. Servicio de Consumo de las Comunidades Autónomas Tienen las siguientes funciones: Crear un registro de asociaciones de consumidores(as) y asignarles subvenciones públicas. Proponer y promocionar actuaciones dirigidas a la protección y formación del/a consumidor/a, prestándoles asesoramiento. Asistir técnicamente a la acción administrativa municipal y a las asociaciones. Elaborar disposiciones en defensa del/a consumidor/a. Tramitar denuncias y reclamaciones. Controlar y prevenir fraudes, ejerciendo la potestad sancionadora.
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Sistema Arbitral de Consumo Es un mecanismo extrajudicial para atender y resolver las reclamaciones de las personas consumidoras o usuarias. Se encomienda a una Junta Arbitral la resolución de una controversia. Resuelve en un máximo de cuatro meses desde que es designada la Junta Arbitral. Evita tener que recurrir a la vía judicial ordinaria, y no existe límite máximo o mínimo de la cuantía reclamada. Jurisdicción Civil Ordinaria Podemos acudir a los Tribunales de Justicia si una determinada actuación puede ser considerada como un delito.
http://www.consumo-inc.gob.es/guiaCons/derecho/home.htm
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VIA DE LA ACCIÓN
Propuestas para la práctica del Consumo Responsable
En casa Alimentación
Evita alimentos modificados genéticamente hasta que se conozca su impacto sobre la salud de las personas. Procura no consumir carne producida con métodos de cría intensiva (carne de pollo, huevos, vacuno, cerdo). Consume alimentos de temporada, aquellos que se producen fuera de estación tienen un coste medioambiental muy elevado. Evita consumir productos procedentes de países lejanos. Busca e identifica productos que se produzcan en tu ciudad o región. Exige a los supermercados y grandes superficies un etiquetado veraz sobre el origen y los contenidos reales de los productos que venden. Especialmente en aquello que aún se vende “a granel” como el pescado, la fruta y verdura o la carne.
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Evita los suplementos dietéticos, y si realmente los necesitas busca aquellos que sean naturales y no contengan químicos. Atención a los aditivos nutricionales identificados con la letra E, son potenciadores del sabor y el color de los alimentos. Contacta con asociaciones de consumidores o cooperativas de productos ecológicos que te permitan acceder a ellos de una forma económica. Organiza un huerto urbano. Transmite tus conocimientos de formas de vida y alimentación mediterráneas a las generaciones más jóvenes.
Productos de limpieza e Higiene personal No compres productos de limpieza supongan una amenaza para medioambiente.
que el
Atención a las medicinas, cuando termines un tratamiento lleva el resto a una farmacia. Ellos saben qué hacer con estas medicinas. No tires a la basura, ni por el desagüe, medicinas. Son altamente contaminantes. Siempre que te sea posible utiliza productos ecológicos o productos naturales, y utiliza la cantidad mínima. Compra productos en los que se asegure en su etiqueta que no han utilizado animales para ser testados. Utiliza métodos tradicionales para el tratamiento y el control de plagas y enfermedades en las plantas o en el jardín, ¡Consulta a la abuela, al abuelo, o a la vecina antes de comprar un producto fitosanitario! La limpieza “en seco” que hacen en la tintorería emplea productos químicos altamente contaminantes que además se
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quedan en la ropa y pasan a través de la piel a tu organismo. No compres ropa que precise este tipo de limpieza.
Ropa Exige a las grandes marcas compromisos de respeto al medioambiente y a las condiciones de trabajo de las personas que fabrican sus productos. Asóciate o apoya a alguna ONG que realice campañas efectivas. Localiza tiendas de Comercio Justo, también existen on-line, donde comprar ropa realizada con algodón ecológico o fabricada en condiciones dignas.
Productos electrónicos Apoya a las empresas responsables, que fabrican productos respetuosos con el medio ambiente. Para ello puede serte de gran utilidad el Ranking Verde de Electrónicos. Piensa dos veces antes de comprar, o aceptar como regalo, un nuevo aparato. ¿Realmente lo necesitas? ¿Qué te va a aportar? ¿Justifica eso que deseches el actual? En caso de tener que cambiar un aparato electrónico, exige al fabricante que se haga responsable del aparato desechado. ¡No lo tires a la basura, contiene sustancias altamente contaminantes!
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Energía ¿Qué puedo hacer para consumir ENERGÍA de forma responsable?
En casa ¡No olvides apagar realmente la TV! La pequeña lucecita (stand-by) gasta una cuarta parte de energía de la que el televisor emplea cuando está encendido. Revisa otros electrodomésticos que utilizan esta misma forma de “punto muerto”. Utiliza bombillas de bajo consumo o fluorescentes. ¡Apaga la luz de las habitaciones que no se estén utilizando y enseña a tu familia a hacerlo! (Es una forma de ser considerados con el medio ambiente pero también una forma de ahorrar) Utiliza ropa adecuada a la estación: abrígate en invierno y usa ropa ligera en verano. ¿No es absurdo estar en manga corta en invierno o con chaqueta en verano porque la calefacción o el aire acondicionado están calentando o enfriando en exceso? Regula la temperatura del agua de la ducha, evita calentar el agua en exceso si luego tienes que mezclarla con agua fría. Elige aparatos eléctricos que se conecten a la red. Baterías y pilas son altamente contaminantes, especialmente las pilas botón. Si tienes que usar pilas, elige aquellas que sean recargables. Cuida que puertas y ventanas cierren de forma eficiente y hermética. Las corrientes de aire no controladas hacen que la demanda de energía de calefacción o aire acondicionado se incremente drásticamente. Compra aparatos electrónicos con la etiqueta de eficiencia energética más alta. ¡Son una inversión rentable y responsable!
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Movilidad Para distancias cortas, o largas si tu forma física que te lo permite, camina, patina o usa la bicicleta, en lugar de usar el coche. La bicicleta es el medio de transporte más eficiente. ¡el 80% de la energía empleada se utiliza eficazmente! Y además nos mantiene en forma. Comparte el automóvil para las distancias largas. ¿Conoces iniciativas de Car-Sharing? La red está repleta de ellas. Utiliza el transporte público, trenes y autobuses son las opciones de transporte más sostenibles, ya que transportan un mayor número de personas, contaminan menos y utilizan menos energía por pasajero. Conduce de forma responsable: una conducción agresiva, acelerar en los semáforos en verde para frenar bruscamente en el siguiente semáforo por ejemplo, demanda un consumo de combustible mayor además de generar más contaminación. Apaga el motor si tienes que esperar más de 130 segundos, y adapta la marcha a la velocidad, sin dejar que el motor se revolucione de forma innecesaria. Antes de decidirte a comprar un coche, plantéate si realmente lo necesitas. La compra de un vehículo para uso privado es una importante inversión que no siempre calibramos en su justa medida. Quizá sea interesante alquilar un vehículo sólo cuando lo necesites realmente. En caso de que te decidas a comprar, infórmate de los vehículos más eficientes y del mantenimiento que precisan.
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¿Qué puedo hacer para consumir AGUA de forma responsable? Ducharme en vez de bañarme. Un baño consume el doble de agua que una ducha. Comprar modelos de lavavajillas y lavadoras eficientes energéticamente y de bajo consumo de agua (A). Estos modelos pueden llegar a consumir hasta un 60% menos de agua. Lavar la ropa sólo cuando esté realmente sucia: airea, dobla con cuidado para que no se arrugue... Esto también hará que te dure más como nueva. No emplees el inodoro como papelera: no arrojes dentro de él papeles, tampones, compresas, pañales... Todo puede acabar en el mar. Piensa en ello la próxima vez que visites una playa. No tires por el desagüe productos químicos como aguarrás, disolventes, o aceite usado. Contaminan una importante cantidad de agua y una vez que se han incorporado a la corriente son irrecuperables. Evitar el uso de césped en el jardín y utiliza especies vegetales que estén adaptadas a las condiciones climáticas del lugar en el que vivas.
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Acciones para contribuir a la protección de los bosques primarios Rechaza productos de APP Asia Pulp & Paper (marcas de papel de oficina denominadas Office Print, Votocopy, Golden Star Premium, Exceedo). Elimina el consumo innecesario y excesivo de papel. Rechaza la fibra virgen, elige el papel reciclado postconsumo y procesado sin cloro. Si el papel es de fibra virgen, averigua su procedencia. Busca siempre productos con Certificación Forestal Sostenible FSC. Rechaza la soja modificada genéticamente y los productos de animales alimentados con ella. Observa los etiquetados: Atención si hay ingredientes de aceites vegetales, especialmente si es aceite de palma.
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Qué puedo hacer para generar menos residuos: la cultura de las tres erres, "Reducir" "Reutilizar" "Reciclar" Reducir el consumo significa reducir el nivel de residuos derivados de ese consumo. La solución está en reflexionar antes de comprar algo que realmente no nos es imprescindible, puede sustituirse por otro producto del que ya disponemos o, simplemente, comprar la cantidad justa que necesitamos, por mucho que nos ofrezcan más cantidad por el mismo precio. Es importante destacar la reducción hasta llegar, a la erradicación, de productos contaminantes en la lista de la compra.
tóxicos
o
altamente
Reutilizar. Al reutilizar se ofrecen nuevas posibilidades de uso a un producto o material. Reutilizar tiene que ver con el uso compartido, con establecer relaciones sociales que nos permitan dar salida a muchas cosas que para nosotros quizá ya no tengan utilidad pero que aún están en perfecto estado de uso para que otra persona las emplee. Reciclar. Los materiales o algunas de sus partes pueden ser utilizados para la fabricación de otros nuevos. Pero esto sólo puede conseguirse si desde los hogares se separan selectivamente los residuos generados: papel y cartón, residuos orgánicos, envases ligeros, vidrio, pilas, aceites usados, sustancias tóxicas, maderas, etc. El reciclaje ahorra mucha más energía que la que puede producir la incineración y, a su vez, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
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La familia de las “erres” crece:
Rechaza los embalajes innecesarios y fomenta el uso de los productos no sobre envasados. Retorna las botellas y envases rellenables siempre que puedas; compra envases retornables siempre que puedas. Reutiliza y rellena tanto como puedas. Artículos como sobres, botellas, bolsas... son fácilmente reutilizables. Establece redes para intercambiar ropa, o llévala a un centro de beneficencia. Repara antes de desechar las cosas. Recicla el papel y el cartón, los residuos de envases (latas, plásticos y envases tipo brik) y las botellas colaborando con el modelo de recogida selectiva local.
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