SIETE AÑOS QUE TRANSFORMAN
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A las comunidades excluidas, sĂmbolo de amor y resistencia. A esos testimonios de vida que nos han inspirado y han sembrado la esperanza, una y otra vez. A esas Manos Visibles que se han levantado cada vez mĂĄs alto, que se han unido decididas a dar a conocer su valor, su capacidad y su grandeza, y que han aportado desde la periferia. A esas manos, aĂşn invisibles, que nos queda por reconocer.
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Gracias al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al Fondo Coreano para la Reducción de la Pobreza (KPR), por permitirnos compartir esta experiencia en el marco del proyecto “Programa de fortalecimiento de las capacidades de líderes jóvenes de la Región Pacífico”
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DEDICATORIA
A Patricia Álvarez (QEPD), cofundadora de Manos Visibles, quien antes de partir en 2012 dejó impregnada esta obra con su ser y el horizonte de sus sueños.
AGRADECIMIENTOS La escritura y edición de este texto estuvo a cargo de Paula Moreno (Presidente de Manos Visibles) y Enrique Patiño, escritor. Un agradecimiento especial a Diana Restrepo, Vicepresidente en estos 7 años de Manos Visibles. Así mismo, a Felipe Quintero, diseñador de Manos Visibles desde su creación, y quien se ha encargado de que la estética dignifique a los protagonistas y sea incluyente. A todas las personas que fundaron, ayudaron a pensar, trabajaron incansablemente y han hecho parte en estos 7 años del equipo de Manos Visibles. A los líderes y comunidades que nos enseñaron a creer, nos motivaron a crecer y son los propietarios de este sueño que vamos haciendo realidad juntos, día a dia. Agradecemos los aportes puntuales en los contenidos de los especialistas Ana María Blandón, David Murillo, Diana León, Esteban Palacio, Jorge Melguizo, Katheryne Hernández, Maite Rosales, Mónica Martínez, Silvana Vargas y Víctor Viveros.
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CONTENIDO HECHO A MANO Historia de vida: Devolver con generosidad lo aprendido - Aurora Vergara Historia de vida: La Diáspora transforma la realidad global - Susana Edjang Manos Visibles: organización, acción y movilización Historia de vida: La cultura que todo lo permea - Nidia Góngora CAPÍTULO I
SOBRE LAS CAPACIDADES Y LAS OPORTUNIDADES El mapa de las exclusiones Historia de vida: Construcción de paz - Kairen Gutiérrez El caso del Pacífico colombiano Historia de vida: La mirada de un Embera sobre el conocimiento - Baltazar Mecha Historia de vida: Una oportunidad para los jóvenes líderes - Diana Tróchez
CAPÍTULO II
SOBRE UNA RED DE LIDERAZGOS VISIBLES Historia de vida: Invertir en el patrimonio humano - Zoyla Salazar Historia de vida: Líder de la resiliencia - Érika Cruz Historia de vida: Una Mano Visible que tiende la mano a otros- Yesimar Álvarez
CAPÍTULO III
¿Y QUÉ SIGUE? Historia de vida: TeleSalud conecta a la población vulnerable - Alexander Durán Historia de vida: Enamórate de lo que debes conocer- Andrés Mosquera
BIBLIOGRAFÍA
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HECHO A MANO
Hace siete años creamos esta organización, inspirados por las historias valientes y esperanzadoras –llenas de entrega y trabajo– que sacaban adelante los líderes de comunidades excluidas, a pesar de sus condiciones de vulnerabilidad, pobreza, discriminación y violencia. Nos animó también la voluntad de líderes nacionales e internacionales, así como organizaciones con poder, decididas a generar una inclusión efectiva y a crear puentes en una sociedad marcada por un “ustedes y nosotros”. Gracias a su cooperación, esos “ustedes” somos “todos nosotros”. Durante estos siete años hemos vivido un proceso permanente de aprendizaje conjunto, que nos ha permitido tender puentes, abrir espacios y crear estructuras de interrelación que van más allá del mero conocimiento académico de calidad. A medida que nos fortalecíamos, nos convertimos, poco a poco, en una comunidad de saberes, intereses y propósitos compartidos, siempre dentro de una ética del reconocimiento y el respeto. Estas memorias son un balance de nuestro trabajo. Pero ante todo, un homenaje a esas manos que tienen un lenguaje propio y son símbolo de cercanía, bondad y trabajo. Manos que indican, tejen y construyen comunidad. Manos que pintan, labran, tallan, esculpen, laboran, sudan, se cierran y se abren para dejar un legado. Manos que nos han hecho testigos de cómo las acciones sencillas, las voluntades decididas y la solidaridad generan cambios cuando se cuentan con herramientas como el conocimiento cualificado y contextualizado, el potencial de transformación en un empoderamiento de pares que generan un aprendizaje de doble vía, o la responsabilidad que se asume desde individuos comprometidos y desde organizaciones e instituciones con claridad acerca del impacto, el sentido y la escala de lo que hacen. 8
“Estas manos no son tanto sobre mí, sino sobre mi país. Escogí las manos porque son instrumentos poderosos, que pueden herir o sanar, castigar o elevar... En una época de injusticias, pueden unirnos a pesar de las diferencias, reconociendo el poder del amor, la confianza y el valor de la vida”. Nelson Mandela Estas memorias son la narración de un proceso, pero también el recuento de la concreción de unas acciones. En estos siete años se ha consolidado una mirada hacia el desarrollo endógeno de territorios en condiciones de exclusión y vulnerabilidad, en un trabajo en red con una mirada a mediano y largo plazo. Una red medible que describiremos en detalle, en unos territorios particulares, como el Pacífico. Así, el balance tendrá texto y contexto, reflexiones y enfoques, voces de líderes y tutores, y un primer balance de lo que ha sido esta idea que, siete años después, es un hecho visible. Este documento no pretende ser sólo parte de la memoria institucional y colectiva, sino que además nos permitirá definir aprendizajes y lecturas para el mañana. Quisiéramos que estas líneas lo transformen a usted tanto como nos han transformado a nosotros. Agradecemos a las comunidades que hicieron suyo este proyecto y hoy se definen como Manos Visibles, a todos aquellos que desde diferentes partes del mundo han construido y han sido parte de esta historia. A usted lector, lo invitamos para que, a partir de esta lectura, sea también parte de ella. Paula Moreno, fundadora y Presidente de Manos Visibles
En sus primeros siete años, Manos Visibles se ha centrado en fortalecer las capacidades de los líderes que inciden en procesos de transformación social. Nuestro aporte ha motivado, generado y a la vez, irradiado procesos colectivos que hoy, desde diferentes sectores, son referentes de organizaciones que promueven la inclusión efectiva.
Manos Visibles que ya se cuentan por miles y constituyen el principio y el fin de esta edición conmemorativa. Por, y con esas manos, hemos trabajado sin pausa. Ahora ellos, aun con más fuerza y proyección, trabajan por un bienestar mayor para sus comunidades. Esas son las acciones que transforman.
Aquí, sus historias, sus recorridos hechos visibles en los procesos que adelanta Manos Visibles, ya que ellos son el corazón de nuestro trabajo. ¿Quiénes eran antes? ¿Quiénes son ahora? ¿Quiénes serán dentro de poco? ¿Cómo ha incidido recorrer juntos este camino? Acá están las voces de un pequeño grupo nacional e internacional de esas 9
UNA MANO VISIBLE EN LA ACADEMIA
DEVOLVER CON GENEROSIDAD LO APRENDIDO
AURORA VERGARA,
Doctora en Sociología, U. Amherst Massachussets. Directora Centro de Estudios Afrodiásporicos (CEAF) Universidad ICESI
Algo debió quedársele en el alma a Aurora Vergara de ver durante todos sus primeros años el curso caudaloso de los ríos San Juan y la quebrada San Pablo porque su ímpetu, desde niña, ha sido arrollador. Nació en Istmina, a dos horas de Quibdó, creció escuchando los rezos de las familias a la Señora de las Mercedes y observando cómo los habitantes de su municipio pasaban horas en las orillas de los ríos con bateas, almocafres y barras, las herramientas esenciales de la minería. Se habituó a ver cómo los cerros de la Mojarra dominaban la región, como si fueran trenzas elaboradas sobre el paisaje, pero lo que realmente la marcó no fue la música, ni la tranquilidad, ni la alegría, aunque sin duda es hija de todas ellas: lo que definió su vida fue la generosidad de los chocoanos. Su madre, durante varios años, fue aseadora del juzgado municipal de Istmina. A pesar de ganar el salario mínimo, prefirió durante varios años bajarse el sueldo para compartirlo con otra madre que no tenía cómo financiar la educación de sus hijos. Los ahorros del año, en realidad montones de monedas de 100 y 200 pesos que eran guardados aparte, terminaban invertidos en arepas y compartidos en diciembre con los vecinos. La generosidad en medio de las dificultades la hizo entender que debía darse a su región para revertir la situación de pobreza ancestral que la aquejaba. 10
Durante varios años más vivió en Istmina con sus tías, mientras su mamá viajaba a Cali para darles un futuro y enviarles dinero para sobrevivir. Su familia migrante la hizo querer viajar y aprender. Con una máquina de escribir que encontró su mamá y un libro para aprender a escribir en este artefacto que halló en la biblioteca, aprendió a defenderse sola y a escribir en ella a los 11 años de edad, y a hacerles trabajos y documentos a la Diócesis y a personas mayores que cursaban estudios universitarios. 170 años atrás su municipio había comenzado a existir, aunque entonces fue apenas un campamento de 200 hombres y mujeres hechos esclavos y dedicados a explotar el oro. Aurora quería cambiar ese destino propio y comunitario. Cuando se graduó en 2003 como bachiller de la Normal Superior, comenzó a estudiar en la Universidad del Valle, y el impulso que traía en el alma la llevó a esforzarse para sostenerse, caminando para ahorrarse lo del bus y dividiendo su comida o haciendo colectas para poder asistir a clases. En el cuarto semestre escuchó hablar de las becas Martin Luther King de la Embajada de los Estados Unidos. La joven se empecinó en seguir ese camino. Tanto así que obtuvo la beca y cursó el doctorado en Sociología de esta universidad en tiempo récord. Su empeño la llevó a estudiar en la mitad del tiempo para regresar pronto a Colombia y reencontrarse con su familia para además de todo, empezar a ayudar a su comunidad. Lo que había aprendido no podía ser sólo para ella, sino para todos. Así su tesis doctoral fuera la amplificación de las voces de dolor y esperanza de las mujeres víctimas y sobrevivientes de la masacre de Bojayá. Cuando volvió, esta profesora especialista en Estudios de la Diáspora africana y en Estudios Latinoamericanos y del Caribe, entendió que algo grande estaba sucediendo en su territorio. Aurora, la tercera persona del país en ganar el Premio Martin Dinsky (la mayor distinción de la red de académicos del continente LASA) por su trabajo ‘Raza, género y propiedad en Colombia: una etnografía histórica
de las luchas de los afrocolombianos por la tenencia de la tierra’, se concentró en aportar desde su conocimiento y creó el Centro de Estudios Afrodiaspóricos de la Universidad ICESI en el año 2013. Aurora es una de nuestras primeras Manos Visibles. Entró en 2011 como voluntaria, participó en el programa Alguien como yo, ha sido formadora en los programas de Juventud, Género y Gobierno, tutora en todos los talleres regionales, integró la primera cohorte de la Escuela de Innovación Comunitaria con el Community Innovation Lab de MIT y es miembro activo de AfroInnova, el programa para la Diáspora africana. Su rol como mujer, líder y académica afro ha incidido en que la Universidad ICESI tenga una política de diversidad, un hecho inédito en el país, al igual que ha generado un centro de investigación con incidencia directa en temas sociales como el conflicto, el desplazamiento o temas críticos de salud pública como el VIH. La educación y la etnoeducación le han abierto las puertas a Aurora y le han permitido alcanzar sus sueños personales: hacer de la academia su vida y devolverle a su tierra lo que ha aprendido. Ahora, como el río San Juan, se ha convertido en un caudal de conocimientos y propuestas. Su visión y perspectiva baña las orillas de su tierra. Y la transforma. A sus 29 años, Aurora ha sido la primera líder de nuestra red en ser reconocida entre los 30 líderes más importantes del país, y por su trabajo, sabemos que se encargará de no ser la última.
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MANOS VISIBLES:
ORGANIZACIÓN, ACCIÓN Y MOVILIZACIÓN Manos Visibles toma su nombre de una mirada alternativa a la teoría del filósofo escocés Adam Smith, quien argumentó que era el valor de las manos invisibles en la dinámica del mercado el que determinaba la actividad económica. Nosotros quisimos ir más allá: desde la mirada del desarrollo social e incluyente, creemos que las transformaciones o cambios sociales no se pueden dejar a hechos aleatorios, sino que deben responder a acciones programáticas. Es decir, deben generarse hechos que permitan formar y definir las estructuras que cada sociedad necesita para su bienestar, y que de paso reduzcan las inequidades y cambien los factores estructurales de atraso. En pocas palabras, que hagan visibles las manos invisibles de una sociedad inequitativa. Por eso, Manos Visibles es una organización que reconoce y fortalece liderazgos individuales y colectivos en territorios con condiciones de exclusión y violencia, para promover procesos efectivos de transformación 1. Eso hacemos: fortalecemos a los líderes para que su trabajo se replique y ayude a transformar sus territorios. En principio, nuestra acción se ha concentrado principalmente en los líderes que desde diferentes espacios y enfoques –generalmente de forma poco reconocida– trabajan en comunidades con altos niveles de pobreza y violencia. Nuestro logo lo deja en claro: representa unas manos alzadas y proactivas, que dicen: “¡Aquí estoy... opinando, 1 Ver Plan Estratégico 2016 -2020 www.manosvisibles.org
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¿Para qué nacimos y por qué existimos? La razón está implícita en nuestro nombre. aportando!”, y las cuales indican “cuente conmigo, con mi diversidad, con mi conocimiento, con mi comunidad”. Esas son nuestras manos visibles, manos diversas y actuantes, que reconocen su poder de cambiar las condiciones a través de su trabajo colectivo. Por otra parte, hemos tejido una Red de líderes nacionales e internacionales, que junto con instituciones con poder e incidencia han resultado determinantes a la hora de tejer puentes, y que se han involucrado de lleno en la formación, el acompañamiento y la proyección de estos liderazgos. En este proceso, todos hemos crecido.
Exministros, embajadores, rectores, académicos, líderes de opinión, directores de fundaciones, entre otros, nos han permitido juntar dos orillas y resignificar tanto el valor de las élites locales como de las nacionales, con el fin de reiterar que no somos diferentes unos de otros. Al mismo tiempo, hemos entendido que uno de los grandes problemas que nos siguen dividiendo como nación es que no nos encontramos para mirar en conjunto el país desde diferentes escalas y perspectivas. Ahora lo tenemos claro: el verdadero intercambio se genera cuando hay un aprendizaje de doble vía y una integración de la ciudadanía, compartida desde el poder de cada uno.
Tres pilares de nuestras acciones ACCIÓN
RECONOCER
FORTALECER CAPACIDADES
CONECTAR Y COLABORAR ESTRATÉGICAMENTE
Actores
Líderes, organizaciones y redes de comunidades excluidas
Universidades, red organizaciones y tutores de Manos Entidades amigas de Manos Visibles y organizaciones red Manos Visibles Visibles
Programas
Mapeos territoriales, convocatorias y trabajo de campo. Red de referentes
Formación formal (pregrados y maestrías) Formación no formal (Laboratorios y cursos)
Visitas, prácticas, intercambio, talleres regionales
Nuestros grupos de interés MANOS VISIBLES TERRITORIALES
MANOS VISIBLES NACIONALES E INTERNACIONALES
Líderes de comunidades excluidas que promueven un liderazgo de autoinclusión y actores de procesos colectivos. Son referentes y multiplicadores de experiencias que generen una cadena de solidaridad y cambio. Estos líderes son la suma de las diversidades y las exclusiones.
Líderes nacionales e internacionales con reconocida trayectoria y experticia en nuestras líneas estratégicas, que forman, asesoran y acompañan a las Manos Visibles territoriales. En general, generan vínculos y oportunidades en sus espacios de incidencia. Creen profundamente en la igualdad y el valor de la diversidad.
ENTIDADES NACIONALES E INTERNACIONALES African Salon (Estados Unidos- Inglaterra) Afro Comunicaciones AFROREGGAE (Brasil) Alcaldía de Medellín Alcaldía de Quibdó Asociación IVERCA (Mozambique) BioInnova Cámara de Comercio de Buenaventura Cámara de Comercio de Cali Cámara de Comercio de Quibdó Canalón de Timbiquí Casa Editorial El Tiempo Casa Kolacho Centro Ático / U. Javeriana Bogotá Centro Nacional de Memoría Histórica Chocquibtown COCOMACIA (Consejos Comunitarios del Atrato) Congressional Black Caucus (Estados Unidos) Corporación Cabildo Corporación Nuestra Gente Corporación Son Batá Crew Peligrosos Departamento Nacional de Función Pública Diálogo Interamericano Diócesis de Buenaventura Diócesis de Quibdó El Colombiano El Espectador Embajada de Colombia en los Estados Unidos Embajada de los Estados Unidos en Colombia Embajada de México en Colombia Fedesarrollo
Fondo para la Acción Ambiental Fundación IC Fundación Liderazgo y Democracia Fundación Suramericana Gobernación del Chocó Herencia de Timbiquí Invest in Bogotá La Silla Vacía Latin American Initiativa - Georgetown University Mano Cambiada Mercado Cultural de Medellín Mi Color Comunicaciones Ministerio de Comercio, industria y turismo Ministerio de Cultura Ministerio de Hacienda OKAY Africa OREWA (Organización Indígena del Chocó) Planeación Nacional Red Departamental de Mujeres Chocoanas Ruta N SENA Quibdó TRIBECCA Universidad de Girona - Gestión Cultural Universidad Tecnológica de Chocó Why nations fail Yuri Buenaventura
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NUESTROS SOCIOS ESTRATÉGICOS (APORTES EN ESPECIE A ESCALA EN EL DESARROLLO DE PROGRAMAS) AVIANCA Baker & MacKensie Banco de la República Centro Colombo Americano de Cali Centro Colombo Americano de Cartagena Centro Colombo Americano de Medellín Escuela Taller de Buenaventura Facultad de Economía - Universidad de Los Andes FTI Consulting Gómez & Solarte Asociados Instituto de Estudios Interculturales - Universidad Javeriana de Cali JUGA Music MIT CoLab (Estados Unidos) Museo Histórico de Cartagena SATENA Secretaria de Cultura - Alcaldía de Cali Universidad Autónoma de Occidente Universidad EAFIT Universidad ICESI Villalón Producciones
NUESTROS DONANTES ACDI VOCA AECID ( Cooperación Española) Arroz Blanquita AVINA BBVA BID ( Banco Interamericano de Desarrollo) CAF - Banco de Desarrollo de América Latina CELSIA CORDAID Departamento de Estado de los Estados Unidos ESAP Fondo Coreano para la Reducción de la Pobreza - KPR Fundación Ford Fundación Ramirez - Moreno Halloran Philantropies USAID
ECONOMÍA E INNOVACIÓN COMUNITARIA
DONANTES INDIVIDUALES Bart Van Hoof Daniel Gonzales Hernán Bravo Johanna Peters Paula Moreno Salomón Vaie Susana Edjang Tobías Olmos
CULTURA,SABERES Y CONEXIONES AFRODIÁSPORICAS
Nuestras líneas estratégicas y nuestros programas:
Cada línea le apunta a cambiar o a potencializar un elemento crítico en el avance de las comunidades con las que trabajamos.
JUVENTUD Y EDUCACIÓN
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GOBIERNO Y CIUDADANÍA
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LA DIÁSPORA ESTÁ TRANSFORMANDO LA REALIDAD GLOBAL
UNA MANO VISIBLE AFRICANA
SUSANA EDJANG,
Asesora Secretario General Naciones Unidas, Vicepresidente African 2.0, Miembro de la Junta Directiva de la Royal African Society.
Es una de las cien mujeres más influyentes del continente africano. Bastaría con ese referente para prestarle atención a una de las mayores expertas de la Diáspora en el mundo. Pero no sobra saber algo más sobre su presente. Como, por ejemplo, que Susana Edjang nació en Guinea Ecuatorial, un pequeño país de África que produce petróleo y donde se habla español; que hoy es una líder experta en desarrollo internacional y política pública global en salud, magíster en economía y especialista en temas referentes a África; que trabaja para la Oficina General de las Naciones Unidas en temas de liderazgo, desarrollo y salud, entre otras cosas. O que participó como conferencista en el lanzamiento de AfroInnova, el grupo de innovación comunitaria para la Diáspora africana que se presentó en Cali con motivo de los seis años de la corporación Manos Visibles. Susana Edjang entiende las dinámicas globales y ha reafirmado el propósito de su misión laboral. “Para mí no tiene ningún sentido hacer algo que mejore mi vida a costa de empeorar la de los demás”, afirma. Y narra su experiencia como migrante cuando salió de su país a Camerún y de ahí saltó a España, una mudanza que la obligó a adaptarse a nuevas condiciones de vida y a moverse con personas que se ayudaban, pero también, en contraposición, a conocer la absoluta falta de solidaridad. Ella entendió, en su propia piel, que la primera opción era la mejor para avanzar como comunidad. 16
Gracias a la migración pasó a ser minoría y reconoció la importancia de la Diáspora. Ahora habla de la importancia de entender que ser afro forma parte de una identidad cultural global con arraigo en África, pero que no se limita a regiones o un color de la piel, sino que se reinventa a diario en distintos contextos del mundo. Susana entiende que la transformación actual es hacia lo positivo. “El siglo 21 es un buen siglo para ser mujer afro. Mujeres y jóvenes afrodescendientes, en África y alrededor del mundo, están haciendo cosas extraordinarias y están teniendo la visibilidad que se merecen. Y lo que es más importante, se están creando vínculos entre los diferentes grupos de la Diáspora africana que hace 10 años tenían muy poca visibilidad o no existían”. De hecho, de la mano con la líder colombiana Paula Moreno, también miembro del Yale World Fellows, diseñaron en 2013, AFROINNOVA una plataforma global sobre la población Afrodescendiente, el primer proyecto con enfoque transnacional de la corporación Manos Visibles que busca movilizar acciones concretas en pro de la visibilidad, el empoderamiento de las poblaciones africanas y afrodescendientes y conectarlas estratégicamente. Como lo expresó en el lanzamiento del programa en 2016 en Quibdó: “En América hay líderes políticos, culturales, emprendedores afrodescendientes, muchos de ellos mujeres y líderes de calidad incuestionable. Es importante que sepamos quiénes son y que las visibilicemos en todos los sectores, desde la tecnología y la ciencia, hasta las artes o la salud”. Susana, quien paralelamente trabaja con diferentes ONG y organizaciones estatales en temáticas relacionadas con salud global en países como Ghana, Etiopía, Kenia, Malawi, Tanzania, España y el Reino Unido, sonríe con la calma de quien sabe que es el mejor momento para los cambios. Y remata diciendo:
“Sin duda hay múltiples desafíos, pero ya en este momento se reconoce el éxito que ha tenido nuestra comunidad”.
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NUESTRO CAMINO 2012 2013 2014 2015
2016 2017 18
DALE Cali DALE Quibdó I Fondo Juventud y Construcción de Paz BBVA Alguien como yo I Programa Gestión del Desarrollo Mujeres Afrocolombianas - Cartagena II Programa Gestión del Desarrollo Mujeres Afrocolombianas - Cartagena LiderA - Liderazgo Afrocolombiano (Washington) Escuela de Gobierno I Maestrías Gobierno Poder Pacífico I DALE Medellín Taller Regional Conexión Pacífico I y II Dale Buenaventura I Dale Quibdó II Escuela de Gobierno II Taller Regional Conexión Pacífico III Escuela de Innovación Comunitaria III Programa Gestión del Desarrollo Mujeres Afrocolombianas - Cartagena Minga Lab Maestrías Gobierno Poder Pacífico II Dale Pazcífico (Buenaventura, Quibdó y Tumaco) Laboratorio de Innovación Política Agenda Pazcífico Escuela de Gobierno III Laboratorio de Innovación Comunitaria Escuela de Economía I Taller Regional Conexión Pacífico IV Canto Pazcífico EducaPazcífico AFROINNOVA Conexión Pacífico (Prácticas) Escuela de Economía II Laboratorio de Innovación Comunitaria Escuela de Comunicaciones Minga Lab II
MANOS VISIBLES EN CIFRAS 4 millones de USD aprox. Donaciones en dinero.
5 millones de USD aprox. en donaciones en especie
1400 Manos Visibles viculadas a 400 organizaciones en 20 municipios. 6000 personas
se han postulado a nuestras convocatorias. Con un radio de acción sobre más de de forma directa.
150000 personas
70 TUTORES nacionales e internacionales. 30 ORGANIZACIONES SOCIAS NUESTRA GEOGRAFÍA Litoral Pacífico Cartagena, Cali, Medellín Diáspora Africana
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UNA MANO VISIBLE DE LA CULTURA
LA CULTURA QUE TODO LO PERMEA NIDIA GÓNGORA,
Cantaora de Canalón de Timbiquí
Nacer en Timbiquí es como nacer en el agua. No es casualidad que hasta su himno municipal diga que “Tus quebradas y ríos se juntan para hacer de ti un canto de amor”, que sus marimbas tradicionales suenen a río, a murmullo en la bahía, a manglares movidos por el constante golpeteo de las ondas del líquido omnipresente, o que sus sones más tradicionales tengan nombres tan fluidos y móviles como arrullos, jugas, currulaos, aguabajos o berejús. Allí nació Nidia Góngora. Y creció en medio de marimbas, cununos, guasás y bombos. Oyó repicar los sonidos del Pacífico en las casas vecinas, donde se construían los instrumentos a mano, y aprendió a cantar y a llevar en la sangre su música para divulgarla y cantarla. De hecho, Nidia comenzó a cantar en 2001 y ha hecho un recorrido que se recoge en el grupo Canalón de Timbiquí y en otros procesos internacionales con artistas como Quantic o Pazcífico Sinfónico. Ella ha sido la voz de grandes himnos del Pacífico como La memoria de Justino y Quítate de mi escalera, que sin circular en la radio entonan más de cien mil personas cada año en el Festival Petronio Álvarez. En efecto, no sólo eso, sino que con su grupo Canalón cambió la canción del cumpleaños de una región, que hoy solo canta y escucha en cada aniversario la canción Cumpleaños feliz, donde su voz a diario es un referente de vida, celebración y ancestralidad, con un fondo de 20
marimba, cununo y guasá; una canción festiva que es un recordatorio permanente de identidad. No fue fácil. Las mujeres en su región preservan y transmiten la música dentro de la comunidad, pero cuando deciden dedicarse a la música como proyecto de vida y vivir de ello, los hombres se arraigan al machismo y suelen hacerles oposición. Pero Nidia insistió. Para ella, la música era tan natural como la vida misma. Su apuesta era vivir de ello. Y así lo hizo. Lo que logró más adelante fue lo que convirtió a su trabajo en algo tan expansivo como las mareas del océano Pacífico: fue más allá de su propio amor por la música para convertirlo en una apuesta de territorio. Amaba la innovación (de hecho ha colaborado en proyectos como Kilates, Ondatrópica, Quantic), pero luego de ganar en 2002 tres premios en el Petronio Álvarez –incluida mejor intérprete vocal– tuvo la claridad de que era crucial conservar la tradición para que de allí, de la música de aquellas tierras bañadas por ríos y mares, surgieran las propuestas musicales capaces de transformar a su comunidad. Ella que dedicó una parte de su vida a la docencia, sabía la importancia de crear una Escuela para trascender y formar nuevas generaciones de líderes de tradición en el Pacífico. Así, se dedicó a través de la Escuela Canalón a incentivar a los niños y a fomentar el amor y la apropiación de las músicas tradicionales y autóctonas en la diáspora del Pacífico en Cali. Nidia ha sido una mano visible desde siempre, pero fue en Canto Pazcífico en su primera versión, en el proceso de fortalecimiento de la Red de Cantadoras del Pacífico Sur y cultura de paz, cuando como tutora y codirectora comenzó su trayecto, que también incluyó la inclusión de la Escuela Canalón como un proceso líder cultural que integró el MingaLab. Nidia es la cantadora joven con mayor proyección de la región, que mantiene la conexión con sus raíces, reconoce su responsabilidad social y sigue como la definen sus colegas, siendo una gran Maestra joven de la tradición.
Nidia Góngora lo deja en claro: “Canto Pazcífico es un programa de intercambio que les permite a las cantadoras participantes reconocerse y mirar hacia dentro de las potencialidades musicales y sociales”. Nidia enfatiza: “Creer en lo que cantamos, valorar lo que poseemos, apropiarnos y transmitir con amor nuestras tradiciones, que son pilares para garantizar su continuidad”. Gracias a su impulso y a la unión con otras cantadoras, los arrullos y los currulaos, que subsisten gracias a las voces femeninas como elemento primordial a la hora de contar las historias, seguirán oyéndose y cohesionando a su comunidad a través de la cultura. Y gracias a Manos Visibles, enfatiza, se ha desarrollado y ha adquirido “herramientas que me han servido
para perfeccionar la labor que vengo realizando, no solo como música, sino como líder y mujer portadora de tradición. De la mano de la corporación se ha proyectado la Escuela Canalón y se ha visibilizado el trabajo que venimos realizando. Y gracias a Manos Visibles he podido reencontrarme con el conocimiento de las cantadoras. Lo que transmiten también me ha transformado a mí ”.
Hoy, con su impulso y su Escuela Canalón, ubicada en el barrio Ciudad Córdoba, en el oriente de Cali, rescata la tradición oral y la riqueza musical del Pacífico. Nidia sabe que la cultura, como el agua que rodea Timbiquí, lo permea todo. Si se pierde aquello que hace única a su comunidad, se secaría el afluente que nutre la diferencia. Si se cuida, hará posible el futuro y preservará el presente. Cada canto hace posible que el Pacífico se oiga y se expanda. Cada voz que se suma dignifica a las cantadoras y profundiza su rol dentro del entramado social de la comunidad, y abre posibilidades para que más niños y niñas encuentren en el arte un camino y un sentido.
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CAPÍTULO I
SOBRE LAS CAPACIDADES Y LAS OPORTUNIDADES En Manos Visibles tenemos una perspectiva que nos define: el desarrollo no es lo que se hace por los otros, sino aquello que se les permite a líderes y organizaciones hacer por sí mismos. Para nosotros, el desarrollo es un proceso orgánico. Eso significa que fortalecemos aquellas capacidades que nos llevan a ganar autonomía; potenciamos las relaciones estratégicas y entendemos que si hay capacidad, al ganar poder tendremos la posibilidad de incidir en las decisiones. Por lo mismo, apostamos por la generación de acciones repetidas que, a escala, producen microcambios. Al entender el desarrollo como un proceso orgánico nos movemos en la infinidad de matices y dinámicas que corresponden a los contextos y construcciones propias de cada lugar. Además, hemos buscado, a través de nuestros programas, un cambio en las relaciones de poder. Es vital que haya una inclusión efectiva de los liderazgos en las zonas en las que trabajamos, así como una construcción comunitaria y sostenible. Todo esto forma parte de nuestro eje transversal: fortalecer las organizaciones sociales de base, representadas en los procesos individuales y colectivos de nuestros líderes. ¿Quiénes nos inspiran? Diferentes líderes intelectuales del mundo nos inspiran a la hora de reflexionar sobre las perspectivas para nuestro propio desarrollo.
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Lo hace, por una parte, Amartya Sen (2000), con su enfoque de capacidades y al poner el desarrollo como un medio que fomenta y propicia la expansión de las libertades individuales y colectivas de las sociedades. El premio Nobel de economía recuerda que una manera de garantizar ese ejercicio es mediante el fortalecimiento de las capacidades humanas. Para él, los Estados deben ser garantes de las condiciones que posibiliten en cada uno de sus integrantes las habilidades, competencias y destrezas necesarias para desarrollar su ser y, con ello, su bienestar y dignidad. Para Sen, la educación con calidad incide de manera directa en la dimensión económica y dice que hay una relación directa entre los niveles de formación versus los de bienestar, en especial cuando la formación en competencias laborales (técnica, tecnológica o universitaria) mejora la calidad de vida, gracias al incremento del ingreso, algo que se propicia cuando hay demanda de puestos con experticias, y se presentan habilidades con altos grados de especialización. Ahora bien, para Sen, es claro que se deben fortalecer las capacidades humanas, es decir, todas las habilidades, competencias y destrezas que les permiten a las personas enfrentar de manera idónea su entorno y con ello alcanzar “bienestar” y “dignidad”, y que estas responsabilidades recaen fundamentalmente sobre el Estado. Frente a ello, Nussbaum (2012) plantea que para entender mejor el concepto de las capacidades es necesario ampliar el de “dignidad”. La considera un deber que se tiene con todas las formas de vida; un reconocimiento a la importancia del entorno como uno de los propósitos del desarrollo. En ese sentido, la expansión de las libertades individuales y sociales dependerá directamente de las oportunidades que tenga el individuo para fortalecer y ejercer sus capacidades. Y por ende, para hacer un uso pleno de sus libertades. Desde este enfoque de desarrollo, la “privación de libertad” condiciona el bienestar de las personas y por supuesto, el desarrollo de las sociedades. Sen clasifica las privaciones en cinco grandes grupos: (i) las libertades políticas, (ii) los derechos humanos, (iii) las libertades sociales como la educación, salud, género, entre otras, (iv)
las económicas y, lo más importante, (v) el reconocimiento de que todas estas son conexas, dado que no termina por ser suficiente la garantía de una, alguna o la mayoría, en la medida que la ausencia de una puede desencadenar la privación indirecta de las otras. Si se considera que una de las primeras libertades es la autodeterminación de las personas y que esta depende, en gran medida, de las habilidades que les han sido entregadas, se puede entender que todos los sucesos están concatenados. Y que inician, en buena medida, desde los procesos de educación formal y no formal. Por ello, para Sen, la educación es uno de los “Funcionamientos” o aspectos esenciales para cualquier apuesta de desarrollo desde el enfoque de libertad y capacidades. El otro es la salud. Ambos apuntan a dotar a las sociedades de mejores herramientas para explicar, analizar y comprender su entorno. Con ello, es más probable que sus elecciones se basen en criterios propios. Un ejemplo de lo anterior, para el caso de la educación, se presenta cuando la sociedad puede acceder a formación con calidad y contar así con herramientas para aprovechar las oportunidades. Eso les permite no solo incidir de manera directa en la dimensión económica de su territorio, sino además mejorar sus condiciones de bienestar. Cuando no hay oferta y no se satisfacen estos funcionamientos, es obligatorio hacer una lectura crítica del Estado, ya que éste se cimienta a partir de sus estructuras mínimas y la institucionalidad. Al respecto, Acemoglu y Robinson (2012) plantean que “a pesar de que Colombia tiene una larga historia de elecciones democráticas, no tiene instituciones inclusivas. Su historia ha estado marcada por violaciones de libertades civiles, ejecuciones extrajudiciales, violencia contra los civiles y guerra civil. No es el tipo de resultados que se espera de una democracia”. Es decir, que buena parte del fortalecimiento de capacidades para el desarrollo debe estar cifrada en el fortalecimiento de ciudadanías que logren ejercer un control social de sus instituciones y que a la vez sean
en las condiciones de todas las personas, sin reconocer las estructuras de exclusión y marginalidad que tienen los diferentes territorios. Por ende, no es suficiente avanzar en temas de no discriminación, dado que la formación de capacidades supone una condición de igualdad frente a las opciones de elegibilidad y acceso a las oportunidades. Podría inferirse que si bien es deseable avanzar en la generación de condiciones de equidad que permitan la subordinación de las características de raza, etnia, género sobre las capacidades requeridas para un trabajo, igualmente se debe alternar la implementación de acciones que proporcionen en el mediano plazo estas condiciones y obligar al Estado a trascender acciones de “no permitir” para alcanzar otras más ambiciosas, como las de “intervenir”.
capaces de construir nuevas relaciones de poder. Si así sucede, el desarrollo garantiza la expansión de las libertades a los que no las tienen: los excluidos. Ese es el desarrollo que nos inspira, ese camino y no la meta. Desde esa multiplicidad de formas y maneras, tan amplias como la diversidad de nuestro país y de los territorios, actúan las manos visibles. El camino es, entonces, avanzar hacia el desarrollo de las libertades, de formas propias, orgánicas, evolutivas, auténticas y justas. Un desarrollo de transformación, visible y sostenible. Las posibilidades reales de accesibilidad dependerán en gran medida de cuáles fueron las oportunidades reales que tuvo el individuo para fortalecer sus capacidades y ponerlas en ejercicio. Tenerlas o no afecta directamente el ejercicio de la voluntad. Y con ello, la posibilidad real de construir un proyecto de vida. Así que la autodeterminación individual y colectiva de las personas y las sociedades estarán marcadas directamente por las herramientas que pudieron haber adquirido en sus procesos de educación.
Roemer (2000) advierte que la igualdad de oportunidades ha sido entendida desde dos vías: “La primera establece que la sociedad debería hacer lo posible por “nivelar el terreno de juego” entre los individuos que compiten por un puesto, o nivelarlo previamente durante su periodo de educación y formación; de modo que todos aquellos capaces de desempeñarlo sean aceptados, llegado el caso, como aspirantes que compiten entre sí”. Expresado de otra manera, la oportunidad de fortalecer las capacidades puede darse de manera reactiva, ya sea solucionando las iniquidades del sistema o con medidas progresistas orientadas a garantizar una igualdad de condiciones para todos sus integrantes. De otra parte, “la segunda concepción, que denomino aquí ‘principio de no discriminación o de mérito’, establece que en la competencia por un puesto de trabajo deben considerarse por igual todos los aspirantes que poseen las características adecuadas para desempeñar las obligaciones que dicho puesto conlleva y, a la vez, que su elección se decida atendiendo solamente a estas características”. Esta resulta ser la falacia de ciertos modelos de desarrollo que parten de suponer igualdad
“la aplicación del principio de ‘nivelación del terreno de juego’ tiene mayor trascendencia que la del principio de no discriminación. Puede, por ejemplo, establecer que la igualdad de oportunidades requiera la igualación del gasto educativo por alumno en una región o un país”. Sólo
En palabras de Roemer,
desde estos elementos se puede hablar realmente de un proceso de expansión de libertades individuales y sociales, dado que son estos los que garantizan el concurso meritocrático y equitativo por las oportunidades. Por ello, el proceso de expansión de libertades individuales y sociales dependerá en gran medida de cuáles fueron las oportunidades reales que tuvo el individuo para fortalecer sus capacidades y ponerlas en ejercicio. Contar con esas oportunidades afecta directamente el ejercicio de la voluntad y con ello, la posibilidad real de construir su proyecto de vida.
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EL MAPA DE LAS EXCLUSIONES ¿Cuáles son las exclusiones? Puede parecer una pregunta obvia, pero a veces subyacen tan arraigadas en lo cotidiano que nos sentimos incapaces de verlas. Sí sabemos algo: están por doquier. Nos limitan. Y limitan a miles de personas, con lo cual se reduce su acceso a las oportunidades. En Manos Visibles continuamente nos preguntamos eso: dónde están, cuáles son, pero sobre todo cómo hacer para reducirlas. De esas preguntas en apariencia sencillas –pero profundas y complejas a la hora de hallarles una solución– nacimos como organización. Surgimos de ese cuestionamiento que nos llevó a indagar quiénes estaban dentro y quiénes por fuera de los estamentos donde se toman las decisiones. De quiénes dependían los cambios y por qué eran tan limitados los accesos a ellos, y por qué se limitaban los privilegios. Y además, quién estaba dispuesto a compartir su poder, quién a aprender y quién a entregar su saber a los demás. Y asimismo, quién no. De quién dependen los cambios. Y quién o quiénes los niegan. Esas preguntas en doble vía nos permitieron entender cómo funcionaba la realidad en los territorios, cuáles eran las élites tradicionales y quiénes los líderes que transforman las realidades, muchas veces en silencio. Fuimos poco a poco captando cómo se conectan esas élites nacionales con las regiones y los territorios locales para entender cuáles son los intereses que predominan y para saber también cuáles son los intereses de fondo que hacen que los territorios excluidos permanezcan excluidos. Nuestra intención era clara: no buscábamos sólo trabajar con organizaciones de base, sino ir más allá y transformar 24
tanto a las universidades como a las organizaciones élite del país para que los líderes participaran en ellas. ¿A quién le sirve continuar con ese estado de las cosas? ¿Se trata de omisiones o sucede a propósito? ¿Quién es mayoría y quién es minoría en ese contexto? Pero además, qué la acentúa y en qué momento inicia, cuáles son sus fundamentos y conceptos que la mantienen, cuáles las matrices que invisibilizan a las personas. Si había que abordar esas preguntas, surgía entonces otra mayor aún: ¿Había que comenzar a trabajar por los excluidos, por los que excluyen o por los que luchaban para reducir esa exclusión? Colombia nos incrementaba esas dudas. Además de ser uno de los países más desiguales del mundo (Cepal, 2016) y de que sus privaciones de libertades suceden en muchos escenarios y formas, las cuales además varían de acuerdo al territorio y a las dinámicas políticas, también es cierto que, paralelo a las desigualdades, muchos de los excluidos se sobreponían y a diario lo siguen haciendo. Dimos el siguiente paso: hablar con los excluidos y comenzar a dibujar el mapa de sus territorios, no en el sentido físico de la palabra sino desde sus anhelos, sus realidades y sus posibilidades. Desde su pobreza e inequidad, pero también desde su esperanza. Desde su necesidad de equidad y de expresarse, su innovación y la manera en que sufrían la violencia, y al mismo tiempo desde la construcción de paz y de convivencia. Lo afro y el riesgo de dedicarse sólo a lo afro, el post conflicto, las deudas históricas, la transformación de la educación, la cultura, el emprendimiento y las oportunidades reales soñadas, entre otros, fueron parte de los temas que recopilamos en nuestros primeros abordajes. Luego hablamos de los liderazgos y de los obstáculos que se presentaban, de los logros que se habían logrado y de las expectativas fallidas, de los líderes comunitarios, de la economía para la zona del Pacífico, de qué hacer para transformar realidades tan complejas y de qué podía ayudar a responder Manos Visibles.
“El efecto de una bomba cultural es aniquilar las creencias de la gente en sus nombres, lenguajes, en su medio ambiente, en su herencia de esfuerzo, en su unidad, en sus capacidades, y al final en ellos mismos. Esto hace que se vea el pasado como una tierra perdida, un territorio infértil sin mayores logros, que hace que la gente se quiera alejar de sí misma”.
Ngugi Wa Thiong’o
A partir de esas inquietudes, empezamos a tejer las soluciones: ¿qué hacer? Nuestras conversaciones en ese punto giraron alrededor de cómo generar ingresos, cuáles metodologías resultaban innovadoras, qué enfoques eran necesarios y qué tipo de organización interna era la apropiada para afrontar lo actual y lo futuro. Analizamos las vulnerabilidades externas e internas de Manos Visibles, lo que se necesitaría para consolidar equipos ante la temporalidad de los proyectos, qué tipo de fortalecimiento institucional propio era crucial adquirir, la consistencia y la continuidad que se requerían, así como el conocimiento del territorio y el sentido común como valor agregado. Con todo eso ajustamos las propuestas a los contextos, incluimos lo digital como herramienta real de ejecución de proyectos de alto impacto y apostamos por múltiples historias positivas para convertirlas en referentes. Priorizamos las necesidades ante las urgencias, y a partir de ese momento comenzamos a generar confianza,
transparencia, anticipación, así como formas y lenguajes diferentes para proyectos diferenciados. Nuestra apuesta no podía depender de una persona para seguir adelante sino de la exigencia de construir un proceso institucional colectivo. Decidimos convertirnos en referente para impulsar organizaciones similares y realzar el trabajo de instituciones y organizaciones que se incubaban o trabajaban ya para lograr en el futuro un verdadero desarrollo para el Pacífico y otras regiones vulnerables, con personas en máxima vulnerabilidad económica y social. El proceso compiló las visiones de ciudadanía, Estado, mercado, así como los riesgos de capturar la voz de la sociedad civil ante la necesidad de fortalecer las voces de los otros. Analizamos la falta de organización social como el mayor indicador de la pobreza, el ordenamiento territorial, la planeación regional, la internacionalización del Pacífico colombiano y la necesidad de que fuera comprendida su particularidad en los escenarios internacionales. Generar condiciones para que esas capacidades fueran posibles fue el pilar de nuestro trabajo: elevar las voces que se pronunciaban desde el activismo y la interacción, cualificarlas y conectarlas a partir de énfasis en mujeres, juventud y construcción de paz en comunidades excluidas, apropiarlas del poder y de los poderes, y enfatizar en la renovación permanente como criterio de trabajo. Esas palabras y preguntas, ese proceso de reflexión e interiorización de conceptos definieron lo que somos hoy en Manos Visibles. Gracias a todo ello fuimos capaces de quitarnos el velo de la realidad que nos impedía ver la obviedad de las exclusiones: no era una coincidencia que al ser mujeres, negras, vivir en un contexto rural del Pacífico colombiano y no tener acceso a la educación superior las oportunidades se limitaran y se redujeran prácticamente a cero.
debíamos entonces enfocarnos en ello para hacer una radiografía en la cual Manos Visibles pudiera proporcionar una perspectiva que trascendiera lo geográfico local para otorgarle una mirada transnacional.
Entendimos que en el mapa de los territorios de la exclusión hay variables étnicas que coinciden con la dimensión de la pobreza extrema. Si aumenta en territorios como el Pacífico, 25
UNA MANO VISIBLE DE LA IDENTIDAD Y LA PAZ
CONSTRUCCIÓN DE PAZ, LA APUESTA DE UNA PALENQUERA KAIREN GUTIÉRREZ, Coordinadora Programa Víctimas- Gobernación de Bolivar. Líder movimiento social afrocolombiano y palenquero.
Kairen creció con una certeza, la misma que cargan todos los habitantes del Palenque de San Basilio, en Bolívar: ella es africana. Hoy, ninguno de los 3.500 habitantes de este territorio del municipio de Mahates, ubicado a 50 kilómetros de Cartagena, sabe exactamente si sus antepasados provienen de Angola, Costa de Marfil, Nigeria, Senegal o Guinea. Eso es lo de menos. Lo que sí saben con claridad es que el oeste de África fue despojado de habitantes por los mercaderes negreros y que los primeros africanos que llegaron a nuestro continente y escaparon de la condición forzosa de la esclavitud fueron unos valientes decididos a defender la libertad. Hoy, herederos como Kairen preservan su legado a punta de tambores, peinados, cultura, lengua y defensa de sus derechos. Por su héroe, Benkos Biohó, quien los proclamó el primer pueblo libre de América, han aprendido a luchar para preservar la cultura afrocolombiana. Incluso más allá del Palenque de San Basilio, como lo hace en Cartagena esta joven aguerrida que forma parte del Movimiento Social Afro y quien lidera los Procesos de las Comunidades Negras (PCN) y la asociación de jóvenes Benkos Ku Suto. “Quiero vivir en una sociedad incluyente, digna y humana. Hay que defender nuestros procesos”, dice, para resumir su trabajo. 26
Aunque su vida ha transcurrido en Cartagena porque se mudó allí desde que tenía dos meses de nacida cuando su papá fue asesinado y su mamá asumió la responsabilidad de sus dos hijas, desde pequeña entendió que debía defender la causa de su pueblo. Mujeres como su madre, palenquera de origen, trabajaba y aún lo hace en las playas de Bocagrande, haciendo trenzas y masajes a los turistas. Las palenqueras que llevan poncheras en la cabeza cargadas de frutas se convirtieron en el símbolo de la ciudad, y aunque se les mostraba como lo más destacado de Cartagena hacia el mundo, dentro del casco histórico se les perseguía y se les restringía el acceso a los lugares públicos. Ahí entró Kairen en acción: desde la Asociación de Mujeres Afrodescendientes y del Caribe las defendió como sujetos de derechos. Ya estaba acostumbrada a defender sus ideas. De niña, no la dejaban usar trenzas. Tuvo que empezar una movilización para que entendieran que eso no violentaba ningún sistema. Eso la llevó a entender que no podía conformarse con ser una joven del común sino que había nacido para defender los derechos de las personas excluidas. Muy joven aún ayudó en la construcción del Consejo Comunitario y se empeñó en fortalecerse intelectualmente, porque sabía que el conocimiento de lo político y la profundización sobre los derechos de las comunidades negras le permitía ganar espacios para la toma de decisiones.
romper el círculo de la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los afrocolombianos. En su oficina de 15 metros cuadrados, en medio de afiches y con un intenso calor, y tras doce años de trabajo en el fortalecimiento de su cultura, Kairen sigue trabajando por su comunidad y ya ve resultados: los jóvenes no rehúyen de su cultura sino que, por el contrario, la defienden; los peinados reafirman la africanía; el color de piel ahora es motivo de orgullo y su causa de dignidad encuentra eco. La educación como eje del cambio los catapultará al verdadero cambio que busca: defender un legado que se ha preservado durante medio milenio: alcanzar la equidad y proteger la cultura con más jóvenes y líderes preparados para propiciar cambios sin perder sus raíces africanas. Ahora, trabaja en un tema que la emociona y a la vez la compromete: establecer un enfoque diferencial y étnico con las víctimas del conflicto armado. Esa labor la adelanta en la Dirección Territorial para Bolívar y San Andrés, donde se encarga de trabajar en medidas de satisfacción para las víctimas, en llevar a cabo actos simbólicos de reconciliación y perdón, y en hacer acompañamiento para una inversión adecuada de los recursos que se reciben por parte de la Unidad de Víctimas. “Es una labor comprometida y muy gratificante”, asegura, con orgullo evidente: “No sólo
Por eso considera el momento más feliz de su vida cuando en 2012 el Concejo de Cartagena aprobó la política pública para las comunidades palenqueras y logró convertir al suyo en el primer municipio con una política afro aprobada desde el Concejo Municipal.
aporto a la reconstrucción de la vida y el tejido social de las víctimas que han sufrido tanto por este conflicto armado, sino que además comparto mis experiencias como lideresa y los motivo para que puedan salir adelante y reconstruir sus vidas”.
Ahora, esta coordinadora de víctimas de Bolívar que forma parte de la primera generación de líderes de Manos Visibles en Cartagena apoya los procesos de fortalecimiento de la identidad, acude a los barrios menos favorecidos para dar charlas sobre los derechos de las comunidades negras y se la juega por la educación como la salida más clara para
Entonces hace una pausa. Sopesa la última frase. Y cuando por fin la pronuncia, reafirma un propósito de vida al que le dedica su alma y las horas más preciadas de su juventud: “Todo esto es para que el conflicto armado, que ha arrebatado la paz de tantas familias, no les arrebate ahora la esperanza”.
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EL CASO DEL PACÍFICO COLOMBIANO
El contraste se da en un contexto de baja movilidad social, aislamiento geográfico y debilidad institucional, que hacen persistente la pobreza y la desigualdad (Galvis et al, 2016).
Para entender las realidades y condiciones de vida de la región del Pacífico es necesario describirla.
Los habitantes del Pacífico convergen en un entorno que carece de oportunidades educativas y laborales. Uno de los problemas de la región es la carencia de cifras que permitan tener una fotografía más actualizada de lo que ocurre allí, lo que hace difícil evaluar si hay evolución o involución en el desarrollo, a partir de una clara correlación entre los diferentes sectores. En la tabla 1 se evidencian algunos de los indicadores más relevantes relacionados con la pobreza; mientras el promedio nacional de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se encuentra en un 28,43%, en los municipios del litoral oscila entre el 60% y el 90% (Ver mapa 1).
Está conformada por cuatro departamentos (Valle del Cauca, Nariño, Chocó y Cauca), en los cuales hay un total de 179 municipios. De ellos, 31 corresponden a Chocó, 42 al Valle del Cauca, 64 a Nariño y los otros 42 al Cauca. La región limita al occidente con el litoral Pacífico, y al oriente –entre los departamentos de Nariño y Valle– con la cordillera Occidental. En la lectura de la región, Manos Visibles se ha concentrado en este litoral Pacífico porque allí se conjugan condiciones particulares en materia de pobreza, conflicto y territorialidad. Para Manos Visibles, los municipios del litoral Pacífico son el foco de nuestra acción, ya que son mayoritariamente habitados por comunidades afrodescendientes e indígenas, con la mayoría de su territorio bajo la modalidad de titulación colectiva, además de ser la zona donde con mayor énfasis se concentra la pobreza, la violencia y la desigualdad. Haremos un análisis de los principales indicadores socioeconómicos que dan cuenta de las brechas existentes entre el litoral Pacífico y el resto del país: indicadores de pobreza, vulnerabilidad, salud, servicios públicos y educación. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), el Pacífico es la región del país con los indicadores más bajos en acceso a la educación, participación en el PIB general de la Nación, con los niveles de analfabetismo más altos y una de las regiones donde se presenta mayor trabajo informal. Esta situación contrasta con su potencial cultural, ambiental y social.
En términos de vulnerabilidades, el litoral muestra unos indicadores rezagados de la realidad nacional. En este sentido, muestra un índice de victimización entre un 17% y un 57% más alto que el promedio nacional. Este hecho se atribuye a que es una zona de alta concentración de la violencia como consecuencia del conflicto armado que ha vivido el país. Los mapas 1 y 2 muestran un panorama de los desafíos que enfrenta el litoral. Por ejemplo, La tasa de mortalidad infantil del litoral Pacífico colombiano corresponde a 34,7%, lo cual triplica la tasa de mortalidad de la Región Andina que es 13,7% (DANE-DNP, 2005). Las cifras entregadas por el DANE en Colombia indican que las causas más comunes de muerte en niños menores de 5 años responden a enfermedades respiratorias, malformaciones genéticas, maltrato, infecciones diarreicas y desnutrición. En el caso de la región del Pacífico, los problemas de salud están asociados a la falta de agua potable causada por la contaminación de los ríos debido a la actividad minera, a la insuficiencia y a la mala calidad del alcantarillado, a la deficiente eliminación de
basura. Además, de las condiciones de vivienda que son deplorables. A su vez, departamentos como el Chocó, Cauca y Nariño presentan los indicadores de salud más bajos según Planeación Nacional (DNP, 2014). Al mismo tiempo, el porcentaje de habitantes sin cobertura útil de vacunación y riesgo para enfermedades inmunoprevenibles para el litoral es de 41,0%, siendo este el más alto a nivel nacional2. Los indicadores de salud y servicios tienen factores determinantes asociados a las condiciones socioeconómicas y geográficas de la región. De acuerdo con el IPM (Índice de Pobreza Multidimensional), la alta incidencia de la pobreza en el litoral se explica por factores asociados a capital humano y saneamiento básico (Galvis et al, 2016). En 2013, la tasa de mortalidad en el litoral fue más del doble de la del país, con altos porcentajes en Chocó y Antioquia (en municipios pertenecientes a la región Pacífica). La cobertura de acueducto en Chocó alcanza sólo una cuarta parte del promedio nacional; mientas que la cobertura en servicios de aseo varía por departamento, y resulta ser, en la mayoría de los casos, inferior al promedio nacional. Las exclusiones sociales y económicas están ligadas a las exclusiones educativas. Si las primeras no están cubiertas, se convierten en las principales barreras para el acceso y permanencia de los estudiantes en las instituciones educativas. Ello se debe a la baja satisfacción de las necesidades básicas, que obligan a los estudiantes a cambiar sus prioridades de estudio para poder subsistir. Los indicadores de la educación muestran lo anterior. Los años promedio de educación difieren sustancialmente del promedio nacional: mientras el promedio nacional es de ocho años, en el litoral se queda entre dos y tres años menos. Por otro lado, la asistencia escolar es baja en Nariño y Chocó (Ver mapa 2).
2 Por subregiones, la cobertura con todas las vacunas muestra diferencias; la más notable se establece entre la subregión de Orinoquia-Amazonía, con la mayor cobertura: 89,1%, mientras que la subregión del Litoral Pacífico presenta la más baja: solo el 59,0%. La diferencia de rango entre estas dos subregiones es de 30,1% (Ministerio de la Protección Social, 2007)
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MAPA I
EL PACÍFICO COLOMBIANO EN CIFRAS BOJAYÁ
NBI 96,03 % (DANE, 2011) IPM: 83,332 % (DANE, 2005)
QUIBDÓ
NBI 89,47 % (DANE, 2011) La ciudad capital con el nivel de desempleo más alto del país 23, 1% (DANE, 2013) 0,588 % de la población total en condición de pobreza (DANE, 2012) IPM: 72,10 % (DANE, 2015)
GUAPI
NBI 87,41 % (DANE, 2011) IPM: 83,32 % (DANE, 2015)
BUENAVENTURA
NBI 35,85% (DANE, 2011) 17,10 Millones de toneladas de carga (2015) – 4 terminales marítimas. En la actualidad existen seis (6) sociedades portuarias registradas (CCBUN, 2016). 163. 785 personas desempleadas (63,7%) El 98,55% de la población en condición de pobreza, 13,46% en pobreza extrema, indigencia (2010) (CCBUN, 2010)
TUMACO
NBI 35,85 % (DANE, 2011) IPM: 84,49 %
LAS CIFRAS NACIONALES
Necesidades Básicas Insatisfechas: 27,78 % (DANE, 2012) Tasa de desempleo: 8,90 % (DANE, 2015) % de la población bajo la Línea de Pobreza: 27,08 (DANE, 2005) Coeficiente de GINI: 0,522 (DANE, 2015) Ingreso per cápita promedio: 500531 (DANE, 2012)* *Pesos colombianos en precios corrientes.
CHOCÓ
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) 79,19 % (DANE, 2011) Tasa de desempleo 11 % (DANE, 2015) Índice de Pobreza Multidimensional (IPM): 46,03% (DANE, 2005) PIB Per cápita (PPA): 5700 COP (DANE, 2009) Coeficiente de GINI: 0,598 (DANE, 2005) % de la población bajo la Línea de Pobreza: 27,08% (DANE, 2005) Actividad económica: Minas y canteras (19,6%) Agropecuarios (15,3%) (MINCIT, 2016) Ingreso per cápita promedio: 227493 (DANE, 2012)*
VALLE DEL CAUCA
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) 15,68 % (DANE, 2011) Tasa de desempleo 11% (DANE, 2015) Índice de pobreza multidimensional: 66,53% (DANE, 2005) PIB per cápita (PPA): 10231 COP (DANE, 2009) % de la población bajo la Línea de Pobreza: 21,5% (DANE, 2005) Coeficiente de GINI: 0,497(DANE, 2005) Actividad económica: Servicios financieros (26,2) Industria manufacturera (14,7%) ((MINCIT, 2016) Ingreso per cápita promedio: 543277 (DANE, 2012)*
CAUCA
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) 46,62 % (DANE, 2011) Tasa de desempleo 10,10 % (DANE, 2015) Índice de Pobreza Multidimensional: 76,80% (DANE, 2005) PIB per cápita (PPA): 5013 COP (DANE, 2009) % de la población bajo la Línea de Pobreza: 51,6 % (DANE, 2005) Coeficiente de GINI 0,524(DANE, 2005) Actividad económica: Construcción (15,0%) Agropecuarios (10,0%)( MINCIT, 2016) Ingreso per cápita promedio: 234521 (DANE, 2012)*
NARIÑO
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI): 43,79% (DANE, 2011) Tasa de desempleo 9,2% (DANE, 2015) Índice de pobreza multidimensional: 90.01% (DANE, 2005) PIB Per cápita (PPA): 4229 COP (DANE, 2009) % de la población bajo la Línea de Pobreza: 40 % (DANE, 2005) Coeficiente de GINI: 0,53 (DANE, 2005) Actividad económica: Agropecuarias (14,1%) Construcción (11,6%) (MINCIT, 2016) Ingreso per cápita promedio: 266031 (DANE, 2012)*
1 PB (PPA): La paridad del poder adquisitivo (PPA) es la suma final de cantidades de bienes y servicios producidos en un país, al valor monetario de un país de referencia. 2 Coeficiente de GINI: Medida de la desigualdad .
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Sumado a lo anterior, las tasas de desempleo aumentaron siendo Chocó y Valle del Cauca los departamentos con los niveles más altos con un 11% para el 2015, seguidos de Cauca con 10,1% y el departamento de Nariño con 9,2% con respecto al 8,90% del promedio nacional (DANE,2015). En esa misma relación, el empleo informal aumentó considerablemente, siendo el promedio nacional de 48,9% mientras que San Andrés de Tumaco cuenta con un 97,47% seguido por Quibdó con un 94,73 % y Buenaventura con el 94,36 %. (DANE, 2015). Fuertemente ligadas a las problemáticas del desempleo están las altas cifras de pobreza. Si bien es cierto que el mercado laboral constituye el principal ámbito de satisfacción de las necesidades esenciales y que el déficit en materia de trabajo digno implica una fuerte erosión de las capacidades de desarrollo humano y una limitación para la constitución, el Pacífico nuevamente presenta los mayores índices de pobreza, encabezando la lista el departamento del Chocó con 68 %, le sigue el departamento del Cauca con 62,1 %, Nariño 50,8 % y 26,9% para el Valle del Cauca. Cifras que triplican el valor nacional de 27,08 %. Estas cifras reafirman la visión de la Contraloría General cuando se refiere a que “Uno de los principales problemas de Colombia es la gran cantidad de población que vive en condiciones de extrema pobreza y miseria. El actual modelo de desarrollo económico en los últimos años ha contribuido a agravar este problema y a profundizar la brecha entre ricos y pobres, “(Contraloría General de la República, 2002). Estos mapas resumen muchos elementos de los desafíos y retos del país. Analicemos ahora qué sucede en cada municipio.
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“De donde vengo yo, todo el mundo… Todo el mundo… Menos nosotros”.
Chocquibtown
MAPA II
LA EDUCACIÓN EN EL PACÍFICO COLOMBIANO
CHOCÓ
IES: 6 IES Privadas (55%) - 5 IES oficiales (45%) (MEN, 2015) El Chocó presenta una tasa de cobertura del 22,08% a nivel de pregrado la cual es muy inferior a la tasa nacional que corresponde al 46,15% Asistencia escolar (5-24 Años): 24,210%(DANE, 2005) Años promedio en educación: 7,489 (DANE,2005) Pruebas saber: 216,85 Puntos (DANE, 2016) Estudiantes Pilos Paga: 20 (0%) (MEN, 2015) Alfabetismo: 25,331 % (DANE,2005)
QUIBDÓ
VALLE DEL CAUCA
IES: 1 IES Privada- 1 IES Publica (MEN, 2015) Asistencia escolar (5-24 Años): 13,80% (DANE, 2005) Años promedio en educación: 9,20% (DANE, 2005) Pruebas saber: 44,11 puntos (DANE, 2013) Estudiantes Pilos Paga: 19,26 % (MEN,2015) Analfabetismo: 28,25%(DANE,2005)
IES: 32 IES Privadas (64%) -18 IES oficiales (36%) (MEN, 2015) Asistencia escolar (5-24 Años): 30,773 % (DANE, 2005) Años promedio en educación: 9,52(DANE, 2005) Pruebas saber: 219,70 puntos (DANE, 2016) Estudiantes Pilos Paga: 903 (7%) (MEN, 2015) Alfabetismo: 12,318% (DANE,2005)
BUENAVENTURA
IES: 2 IES privadas – 5 IES publicas (MEN, 2015) Buenaventura presenta una tasa de cobertura académica del 15%, se encuentra por debajo de la media departamental y nacional. Asistencia escolar (5-24 Años): 67,39% (DANE,2005) Años promedio en educación: 8,29% (DANE, 2005) Pruebas saber: 44,94 puntos (DANE, 2013) Estudiantes Pilos Paga: 21,5 (MEN, 2015) Analfabetismo: 25,182% (DANE, 2005)
CAUCA
TUMACO
NARIÑO
IES: 12 IES Privadas (67%) – 6 IES Oficiales (33%) (MEN, 2015) Cauca presenta una tasa de cobertura del 28 % ubicándose significativamente por debajo de la tasa nacional que corresponde al 46 % Asistencia escolar (5-24 Años): 27,422 % (DANE, 2005) Años promedio en educación: 7,489(DANE, 2005) Pruebas saber: 224,81 Puntos (DANE, 2016) Estudiantes Pilos Paga: 217 (2%) (MEN, 2015) Alfabetismo: 25,331 % (DANE, 2005)
IES: 13 IES privadas (68%) – 6 IES oficiales (32%) (MEN, 2015) Asistencia escolar (5-24 Años): 26,918 % (DANE,2005) Años promedio en educación: 7,532(DANE, 2005) Pruebas saber: 205,85 Puntos (DANE, 2016) Estudiantes Pilos Paga: 725 (6%) (MEN,2015) Alfabetismo: 25,993 % (DANE,2005)
IES: 2 IES publicas Tumaco presenta una tasa de cobertura educativa del 6,8% ubicándose por debajo de la tasa nacional que corresponde al 46 %. Asistencia escolar (5-24 Años): 55,17% (DANE, 2005) Años promedio en educación: 7,05% (DANE,2005) Pruebas saber: 43,19 Puntos (DANE, 2013) Estudiantes Pilos Paga: 12,58% (MEN, 2015) Analfabetismo: 35,24% (DANE, 2005)
Las cifras nacionales en el sector educativo. Ciudades/Categorías
Nacional
IES Programa ser pilo paga: De 30.000 becarios del programa hasta la fecha, de la región del Pacífico soló 250 jóvenes han sido beneficiarios.
81 universidades 40% oficiales 60% son privadas (MEN,2014)
Asistencia escolar (5-24 Años)
63,18% (DANE,2005)
Datos: Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico – CEDE
Años promedio en educación
8,88% (DANE, 2005)
Pruebas saber
254, 52 Puntos (DANE, 2016
Estudiantes pilos paga
30.000 Beneficiarios (MEN, 2017)
Tasa de analfabetismo
89,19% (DANE, 2005)
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UNA MANO VISIBLE DE LA INNOVACIÓN
TELESALUD PARA CONECTAR A LA POBLACIÓN VULNERABLE ALEXANDER DURÁN,
Secretario de Salud, Alcaldía de Santiago de Cali.
Cuando alguien toma un puesto de salud como el del barrio Siloé y lo convierte en poco tiempo en un hospital, no cabe duda alguna de que tiene visión. Y eso es, sin duda, lo que caracteriza a Alexánder Durán Peñafiel, actual secretario de Salud de Cali, un médico especializado en gerencia de Servicios de Salud de la Universidad Libre. “Romper el imaginario de lo que es la prestación en los servicios de salud para la población vulnerable es la única manera de hacer diferencia”, señala Alexánder, quien se ha desempeñado como gerente de la Empresa Social del Estado de Ladera, y para quien las grandes intervenciones y las apuestas de ciudad que transforman a las comunidades y rompen con los esquemas mentales, generan profundos cambios. “En Cali generamos una dinámica de conversatorios de salud, que nacieron de la innovación comunitaria. Oímos a la comunidad y eso nos ha hecho más asertivos. Ahora entendemos qué quieren, y disminuimos esa sensación de vulnerabilidad. Telesalud, por ejemplo, es una forma de disminuir esa sensación de vulnerabilidad”, agrega el funcionario. Este tipo de apuestas son las que motivan al caleño exgerente de la Red de Salud del norte de la ciudad. Durán Peñafiel además transformó el Hospital Cañaveralejo en 32
un Hospital Verde, lo que lo llevó a ganar el Premio de Comfenalco en categoría de Gran Empresa de Mejores Prácticas Medioambientales del Valle del Cauca, y a ser finalista de los Premios BiBo de El Espectador en la misma categoría. Por si fuera poco, la Red Ladera, que dirigió, implementó la unidad de TeleSalud para el suroccidente colombiano, que incluía la atención a pacientes de las zonas rurales de Cali, así como de Buenaventura y Timbiquí.
“Poco a poco me convencí de que la gente es el activo más importante. Esa fue mi mayor ganancia personal. Si hay gente convencida, aunque no haya nada en su territorio, ya lo tiene todo”, insiste, con la claridad de que el Estado no es la fuerza más poderosa en una región, sino sus ciudadanos.
Este cirujano y especialista también de la Universidad del Valle en auditoría en servicios de salud, además de MBA de la Universidad Icesi, fue elegido para formar parte de la Escuela de Innovación comunitaria Poder Pacífico –un proyecto impulsado por el MIT Community Innovators Lab (CoLab) y la Corporación Manos Visibles con el apoyo de la Fundación Ford para apoyar las iniciativas que transforman realidades en el Pacífico colombiano– por su proyecto de TeleSalud. Hijo de padre negro y madre indígena, Alexánder Durán es hoy una Mano Visible de tiempo completo. De raíces caucanas y padre de dos hijos, creó este programa para generar consultas de medicina interna, sicología, ginecoobstetricia, pediatría, telerrehabilitación, entre otras, para cerca de 40.000 habitantes de 39 IPS en un principio, pero con la idea clara de expandirlo a departamentos como Cauca, Nariño y Chocó. Su visión es aprovechar la tecnología para evitar las travesías de miles de pacientes vulnerables hasta Cali para conocer su diagnóstico o asistir a un control. Esa misma visión lo tiene hoy en su cargo como Secretario
de Salud de la Alcaldía de Cali. Y desde el que, como líder, avanza para que otros también lo hagan. Pero tiene dos claridades más. La primera, es que “falta que la comunidad se entrene para que sea más asertiva en los espacios con el Estado. La gente desperdicia esos momentos de participación comunitaria. Entra en banalidades y no va a lo estratégico. Si bien hay que entrenar a los líderes, la gente del común puede cambiar el derrotero de una zona”. Por eso, precisamente, apuesta por la innovación comunitaria. La herramienta que, precisamente, Alexánder Durán aplica a diario.
“Esta les permite a las comunidades trazar su propio derrotero, encontrar solución a sus problemáticas y obtener resultados. Es una herramienta potente que les lleva bienestar a los territorios”.
¿CÓMO ESTÁ LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL TERRITORIO?
Los indicadores globales de la región dejan claro lo evidente: hay brechas enormes en la mayoría de las áreas vitales. Y estas brechas impiden un desarrollo incluyente, sostenible y equitativo. El Ministerio de Educación Nacional reporta que para el Pacífico la tasa de cobertura educativa es del 18,5% con una diferencia del 21,7% de la cobertura nacional. San Andrés de Tumaco presenta el mayor índice con 60% de analfabetismo, seguido por Quibdó con 30% y el Distrito Especial de Buenaventura con 25%. En este sentido, existe en el Pacífico una alta exclusión a nivel de educación superior. Una de las apuestas de Manos Visibles en estos siete años ha sido mejorar la oferta de educación superior, particularmente en materia de postgrados, y generar puentes para aumentar el desempeño de las instituciones educativas en las pruebas de Estado con el fin de ampliar el acceso a la universidad. ¿Cómo está, en profundidad, la oferta de educación superior en la región? Intentaremos así entender el énfasis de Manos Visibles en esta apuesta por una inclusión educativa efectiva. En los cuatro departamentos del Pacífico colombiano, según el análisis de Manos Visibles y los datos del Ministerio de Educación, existen en promedio 100 instituciones de educación superior en sus distintas categorías. De ellas, un promedio del 15% al 20% cubre el litoral Pacífico. De estas instituciones, la mayoría son privadas. Lo que deja, básicamente, a cinco instituciones públicas como prestadoras de servicios educativos en el litoral: la Universidad del Valle sede Buenaventura, la Universidad del Pacífico, la Universidad Tecnológica del Chocó, la Universidad de Nariño y la Universidad Nacional sede Tumaco.
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UNA MANO VISIBLE DE LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL
LA MIRADA DE UN EMBERA SOBRE EL CONOCIMIENTO BALTAZAR MECHA, Coordinador Educación Indígena Universidad Tecnológica del Chocó
Baltazar trabaja con las palabras. En realidad, trabajar es algo demasiado formal para lo que hace. Lo suyo consiste más bien en investigarlas, amarlas y cuidarlas. Amor puro hacia un legado que sabe valiosísimo. En cada una de las palabras y de las conexiones de la lengua Embera que investiga, hay una historia que vale la pena ser preservada. Por eso mismo construye el Diccionario de la lengua Embera y la primera Gramática de la lengua Embera. ¿Pero por qué preservar ese mundo contenido en una tradición oral? La respuesta parece obvia, pero él responde con una sabiduría que no deja duda acerca de la importancia de su labor. “Hay un elemento fundamental en la lengua Embera. Algo que es prácticamente como el disco duro del cerebro de los hablantes que no se puede entender si no se conoce la semántica de la lengua, y es que en cada palabra hay un significado oculto. Solo los que la hablan o la han estudiado lingüística lo logran entender. Por ejemplo, la palabra “hablar”: si uno lo mira por encima, es sólo hablar. Pero si la segmentamos, hallamos un significado espiritual que quiere decir “entregar la palabra”. En su etimología contiene las palabras “maíz” y “locativo”, que quiere decir “vamos al maizal”. En resumen, hablar para los Embera significa generar vida, dar semillas, reproducir; cuando se habla, se reproduce y se siembra en el corazón de los hablantes”. 34
Nació en 1967 en el resguardo Catrú, en el Alto Baudó, un lugar que muy pocos colombianos ubicarían en un mapa, donde la etnia Embera aún conserva su territorio, pero en la cual los enfrentamientos entre grupos armados ilegales llevaron a la comunidad a desplazarse masivamente en 2015 cuando cerca de 4.000 indígenas salieron por amenazas y miedo de la zona. Allí vivió hasta los 12 años, y se habría quedado de por vida en su tierra si no fuera porque la educación no iba más allá de la primaria. Sus papás creían en el poder de la educación para transformar la vida de su hijo. Fue por ellos que a esa edad abandonó la escuela rural mixta indígena de Catrú y viajó a Quibdó. Cuando terminó su bachillerato se vinculó al programa de educación indígena Orewa, del cual todavía hoy es asesor pedagógico y político. Volver a su pueblo se hizo más complejo, pero esa misma dinámica le indicó lo que ya sabía por influencia de su familia y por experiencia propia: que en la educación estaba el poder de darle un rumbo nuevo a su vida y a la de otros. Estudió Teología y en 2014 se graduó de Antropología, se convirtió en especialista en gerencia de servicios sociales, cursó estudios en lingüística y accedió a la maestría en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Eafit, lo que lo llevó a convertirse en el primer líder indígena en conseguir este honor. La maestría formaba parte del programa Poder Pacífico de Manos Visibles. Radicado en Quibdó, este líder indígena decidió prepararse para cambiar la situación de su pueblo. Además de finalizar un doctorado en ciencias de la Educación y ser docente e investigador de la Universidad Tecnológica del Chocó y de la Claretiana, su mayor aporte es por la educación superior étnica y cultural de los pueblos indígenas. Esa es la apuesta de su vida. Baltazar no sólo es coautor de la propuesta del Sistema Educativo Indígena para Pueblos indígenas de Colombia, sino que realiza aportes
para la construcción de la Política Educativa Intercultural Multilingüe en Quibdó, así como en la elaboración del programa de educación indígena en la Universidad Tecnológica del Chocó. “Haber cursado la maestría en Eafit, acompañado por Manos Visibles, es una responsabilidad social que uno tiene con el pueblo, no solo indígena, sino con todo el país. He llevado a 416 compañeros indígenas para que tengan formación en distintas áreas del conocimiento en la Universidad Tecnológica. Han estudiado todo tipo de carreras, siempre bajo las cuatro áreas del conocimiento propias de los indígenas. Lo que he estamos haciendo es poderoso: convertir las ideas de los pueblos que habitan en Chocó en políticas públicas”. Entre esas, por ejemplo, la creación de la política pública intercultural y bilingüe que acepta la cultura y la lengua indígena, que lleva a capacitar profesores y a que en menos de tres años contará con 450 profesionales indígenas que aspirarán luego a cursar una maestría. “La gran transformación se da a través
de la educación. Estos conocimientos aprendidos se los estoy devolviendo a la comunidad”.
Queda mucho por hacer, insiste. “En Colombia hubo 110 lenguas indígenas, de las cuales desaparecieron 45. Quedan 65 lenguas indígenas vivas, de las cuales hay 3 o 4 lenguas en peligro de extinción, y el Chocó no se escapa de esa situación. Una de esas políticas públicas busca formar en lengua nativa a los maestros y capacitar a los mayores para que ellos puedan orientar y hablar su lengua en la comunidad”. “Apenas estamos comenzando. Ahora peleamos ideológicamente mientras otros bandos pelean con ‘otros artefactos’. Por eso esperamos tanto el cese del conflicto y el fin de la ilegalidad que tanto nos hace daño: para aportar definitivamente a esas comunidades que merecen ser visibilizadas”, remata esta Mano Visible que construye desde la diferencia.
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¿CÓMO ESTÁ EL TEMA EDUCATIVO EN EL DEPARTAMENTO DEL CHOCÓ? La mayor cantidad de municipios priorizados en nuestra acción están en Chocó, ya que todos sus municipios se consideran del litoral Pacífico. De igual forma, es el departamento con los niveles de pobreza más altos en el país. Por tanto, resulta prioritario hacer un análisis detallado a nivel departamental del mismo. De acuerdo con las últimas cifras generadas por el Ministerio de Educación Superior (MEN) “Educación superior 2014 - Síntesis Estadística por Departamento”, el Chocó presenta una tasa de cobertura del 22,08% a nivel de pregrado, la cual es muy inferior a la tasa nacional, que corresponde al 46,15%. Este resultado es generado por la falta de cobertura en los municipios diferentes a Quibdó, la cual es del 1,58% frente a una tasa de cobertura del 88,52% de la capital del departamento. Esta situación indica que por fuera del sistema educativo está quedando el 78% de la población joven del departamento, que corresponde a 42.700 personas aproximadamente. Los datos de matrícula de pregrado reflejan que el 92% de la población joven de este segmento está cubierta por la oferta de entidades oficiales, frente a un 8% que cubre la oferta privada. Chocó cuenta con once instituciones, de las cuales cuatro son acreditadas. Sin embargo, estas están domiciliadas en otros departamentos. Adicionalmente, de las once instituciones que hoy tienen oferta académica en Quibdó, sólo dos de ellas 36
tienen como domicilio principal la ciudad de Quibdó (ver Tabla 4). Estas son la Universidad Tecnológica del Chocó y la Fundación Universitaria Claretiana. La oferta de programas se encuentra principalmente en Arquitectura, Licenciatura en educación, Contaduría, Administración de empresas, Trabajo social, Derecho, Enfermería, Gestión de Ingenierías agroforestales, Ingeniería civil, Ingeniería ambiental, Telecomunicaciones, Tecnología en Gestión minera, Tecnología en gestión turística y Técnico profesional en minería sostenible. Una primera conclusión es que los jóvenes del Chocó acceden de forma marginal a la educación superior y la mayoría de los que se matriculan lo hacen en instituciones educativas públicas, no acreditadas, como la Universidad Tecnológica del Chocó. El hecho de que la principal institución de educación superior del departamento no esté acreditada es un limitante de la competitividad y calidad de vida de sus habitantes.
Por otra parte, si se mira a nivel de postgrado, de acuerdo al MEN, la formación de posgrado corresponde a un 0,14%, es decir, es casi nula. Los profesionales que deciden estudiar posgrados migran hacia otras regiones para realizar sus estudios de especialización, maestría y doctorado. Respecto a la oferta de programas de posgrado, las opciones son pocas. La Universidad Tecnológica del Chocó no está acreditada, pero cuenta con la mayor cobertura; ofrece dos programas de especialización (en Informática educativa y en Atención y educación social a la familia) y tres programas de maestría (Ciencias de la educación, Didáctica del inglés y Ciencias Biológicas). Vale la pena resaltar que hay una estrecha relación entre la alta oferta de programas de pregrado relacionados con licenciaturas y los programas de posgrado relacionados con las ciencias de la educación.
¿CÓMO ESTÁ EL TEMA EDUCATIVO EN EL MUNICIPIO DE BUENAVENTURA? Buenaventura es el principal puerto de carga del país. Por su peso demográfico, también es considerada la capital del litoral Pacífico. Si bien es la segunda ciudad del departamento del Valle, su importancia no se refleja en su calidad educativa. El Valle presenta la mayor tasa de cobertura entre los departamentos del Pacífico (un 37,91% a nivel de pregrado), aunque sigue siendo inferior a la tasa nacional, que corresponde al 46,15%. Su capital, Cali, cuenta con una cobertura del 53%, por encima de la media nacional. En contraste, la segunda ciudad en importancia, Buenaventura, presenta una cobertura de apenas el 15%. Según los datos del SNIES, dentro del Valle del Cauca existen 50 instituciones educativas que ofertan programas académicos. La gran presencia de instituciones públicas y privadas permite una oferta muy variada de programas en todos los niveles, más allá de que existan alternativas para el nivel de ingresos de los habitantes de la región. En el Valle hay nueve entidades acreditadas. Sin embargo, en municipios como Buenaventura existe presencia de la Universidad del Valle sede Pacífico, Universidad del Pacífico, Universidad Antonio Nariño, Universidad del Quindío, Corporación Universitaria Minuto de Dios Uniminuto, de las cuales ninguna cuenta con acreditación.
En formación de postgrado, si bien el Valle del Cauca representa el 6% de las matrículas nacionales, la realidad es que en Buenaventura las universidades públicas (Universidad del Valle sede Buenaventura y Universidad del Pacífico sede Buenaventura) no ofrecen programas en posgrados, lo cual implica que las personas deben desplazarse a otras ciudades si quieren proseguir sus estudios.
Vale la pena resaltar que estas instituciones educativas no ofrecen programas de Economía, Ciencias políticas, Relaciones internacionales o Ingeniería de sistemas, lo cual contrasta con las características propias de este municipio, sus necesidades y potenciales capacidades económicas.
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¿CÓMO ESTÁ EL TEMA EDUCATIVO EN EL MUNICIPIO DE TUMACO? Tumaco ubicado en el departamento de Nariño, también hace parte de las tres ciudades principales del Litoral. Es un punto estratégico fronterizo y un centro neurálgico en materia de la construcción de paz del país. Nariño presenta una tasa de cobertura educativa del 22%, lo que lo ubica por debajo de la tasa nacional, que corresponde al 46%. Este resultado es generado por las bajas tasas de estudiantes en los municipios diferentes a la capital. Es el caso de Tumaco, donde la cobertura alcanza tan sólo el 6,18%, aunque los municipios del resto del departamento tienen índices casi inexistentes: apenas un 0,85%. Muchos de ellos pertenecen a la costa nariñense, como El Charco, La Tola, Mosquera, Olaya Herrera, Santa Bárbara Iscuandé, Francisco Pizarro, Barbacoas, Roberto Payán, Magüi Payán y Ricaurte. En cuanto a la cobertura en pregrado, Nariño presenta la segunda tasa más baja después del Chocó: en este departamento, el 88% de su población joven se encuentra por fuera del sistema educativo. Eso, en cifras escuetas, corresponde a 122.000 personas, en su gran mayoría ubicadas en la zona rural y costera. De acuerdo con estos datos obtenidos en el SNIES, en el departamento existen ofertas educativas de Educación Superior de 19 instituciones educativas, de las cuales el 70% están enfocadas a la oferta educativa de pregrado. De estas instituciones, seis tienen domicilio en el departamento. Entre ellas, dos universidades oficiales cuentan con una amplia oferta: la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD, ubicadas en los municipios de Pasto (y Tumaco bajo la modalidad a distancia), en cuyas sedes se puede 38
encontrar oferta de Administración de la salud, Ingeniería, Licenciatura, Filosofía, Sicología, Sociología, Comunicación social y Artes visuales; y la Universidad de Nariño, con una oferta académica en Artes, Ciencias agrícolas, Ciencias de la salud, Economía, Administración, Ciencias humanas, Ciencias exactas y naturales, Pecuarias, Derecho, Educación e Ingenierías. Si bien en el departamento existe esta oferta amplia de programas de pregrado, en su mayoría está dada por instituciones educativas privadas, las cuales, por su costo, limitan el acceso de la población rural y costera. La mayoría de las instituciones acreditadas no están domiciliadas en el departamento y tienen concentrada su oferta académica en programas de posgrado. Respecto a la formación de posgrado dentro del departamento, la matricula actual corresponde al 1% de matrícula nacional, así como el aporte de profesionales formados en áreas de posgrado es de 1.173. Respecto a la oferta de programas, estos están enfocados principalmente en Artes, Ciencias agrícolas, Ciencias de la salud, Economía, Administración, Ciencias humanas, Ciencias exactas y naturales, Pecuarias, Derecho, Educación e Ingenierías. Los programas se centran, en su mayoría, en temas agroforestales, Ciencias agrarias, biológicas y pecuarias. Otras alternativas de Educación Superior Dentro de la región también existe una oferta importante de formación para el trabajo. La ofrece el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) a través de sus programas de formación gratuita técnicos, tecnológicos y complementarios, enfocados en el desarrollo económico, tecnológico y social del país. El SENA, a través de su regional Pacífico, hace presencia en todos los departamentos de la región y cuenta con sedes en Quibdó, Buenaventura, Tumaco y Guapi. Sus programas varían, pero ofrecen, entre otras, formación
en Sistemas, Peluquería, Sector agrícola, Pesca, Hotelería y Construcción, entre otros. De igual forma, las Escuelas Taller3 buscan salvaguardar el patrimonio cultural de la región. También cuentan con sedes y programas en oficios en Buenaventura, Tumaco y Quibdó. Como dato curioso, sus tres directores han liderado nuestros programas de formación de postgrado en Gobierno así como la Escuela de Gobierno. El énfasis de los programas de las Escuelas ha sido el siguiente: Buenaventura: (i) Construcción, con énfasis en construcción con madera; (ii) Carpintería, con énfasis en construcción y mantenimiento de instrumentos musicales; (iii) Cocina, con énfasis en gastronomía tradicional. Tumaco: (i) Construcción; (ii) Carpintería; (iii) Cocina, con énfasis en gastronomía tradicional. Conclusiones Trazar el mapa de las exclusiones en el Pacífico plantea desafíos al ser tanta su complejidad. No solo influyen en ello las matrices de carencia y falta de calidad en la prestación de servicios, sino la creciente presencia de actores ilegales y la coaptación del Estado por organizaciones criminales. Todo esto hace que las brechas, en vez de reducirse de forma decidida y permanente, se incrementen. Así lo indican los índices de pobreza multidimensional para el litoral Pacífico. La gran y dolorosa contradicción es que mientras el país reduce sus niveles de pobreza, en el Pacífico se profundizan. Otra particularidad alarmante es que mientras el litoral tiene una población joven, la tendencia en el resto del país es hacia el envejecimiento. Sin embargo, como lo muestra el análisis, no existe una infraestructura institucional que contribuya a que la mayoría de niños y jóvenes del litoral hagan parte del sistema educativo, reciban una formación de calidad y contribuyan de forma más significativa a su comunidad. 3 Tomado de la página de Programa Escuela Taller: http://www.programaescuelastallercolombia.com
Manos Visibles ha leído estas realidades sobre los mapas de vulnerabilidad y violencia. Es más, realizamos una serie de informes en nuestros inicios sobre juventud y construcción de paz en Cali y Cartagena. Posteriormente, con el inicio del programa Poder Pacífico, pusimos nuestro foco en el litoral Pacífico, donde realizamos análisis con expertos nacionales en cuatro talleres llamados Conexión Pacífico, que permitieron reunir en cada versión a más de 300 líderes de la región con expertos nacionales e internacionales. Allí hicimos una radiografía más precisa, no sólo de las cifras, sino de los aspectos que perpetúan la vulnerabilidad. Por ejemplo, en el caso de las maestrías Poder Pacífico en Gobierno, realizadas con la Universidad ICESI y EAFIT, y las cuales alcanzaron una II generación en 2015, se demostró la necesidad de adelantar programas de posgrado con universidades acreditadas. También quedó claro cómo los posgrados de calidad ayudan a nivelar y mejorar las falencias para muchos profesionales egresados de universidades no acreditadas. Para Manos Visibles, el pasado, el presente y el futuro están marcados por las lecturas de las exclusiones y la realización de acciones estratégicas que ayuden a reducir esas brechas. En materia educativa, programas como las Maestrías en Gobierno, la Escuela de Economía y EducaPazcífico son la evidencia de ello. En el siguiente capítulo haremos la transición de la conceptualización y lectura de la realidad general territorial en la región que concentra más Manos Visibles a hablar de sus características.
¿Quiénes son? ¿Cuál es su potencial? ¿En qué radica el poder de sus manos transformadoras?
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UNA MANO VISIBLE JOVEN
UNA OPORTUNIDAD PARA LOS JÓVENES LÍDERES DIANA TRÓCHEZ,
Estudiante de Sociología en la Universidad Icesi
En 2012, Diana Sofía Tróchez tenía 18 años y vivía en el barrio Alfonso Bonilla Aragón de Cali, donde trabajaba como voluntaria por otros jóvenes a través de la Corporación Juan Bosco. Su trabajo desinteresado en el distrito de Aguablanca por los demás miembros de su comunidad, de la mano de profesionales y religiosos desde los 15 años, primero como monitora y luego en intervención social y como líder de grupo, le permitió ganarse una beca de Manos Visibles para estudiar en la Icesi, otorgada a aquellos líderes comunitarios que ayudaban a otros en condiciones de vulnerabilidad. A Diana la noticia le cambió la vida. Esta becaria del Fondo Juventud y Construcción de Paz BBVA –que apostó por esta experiencia en Medellín y Cali con la Universidad Icesi y la Universidad EAFIT– eligió la carrera de Sociología porque durante su trabajo social había entendido que el acompañamiento que había realizado a más de 500 jóvenes y 25 grupos infantiles y juveniles, especialmente en fortalecimiento académico con niños de 6 a 11 años, había contribuido a la construcción de sujetos de derechos. Y ella, en ese proceso, se había convertido en interlocutora de la comunidad con entidades públicas y privadas. Hoy, es una líder que se proyecta con bases sólidas para afrontar los retos de una sociedad. “Pertenecer a este programa me ha permitido adquirir una formación en valores que da sentido e integralidad a mi vida. Ahora 40
tengo una visión diferente sobre cómo afrontar la vida, los roles que puedo asumir como mujer desde el trabajo comunitario y la transformación de realidades”, dice.
un acompañamiento a los jóvenes de este municipio en la construcción de paz. “Quiero trabajar por mi gente”, agrega.
Además de pasar a ser una líder visible para su comunidad, se siente ahora capaz de asumir retos y capacitada para responder a las dudas de quienes hacen parte de su territorio. Su actual búsqueda es cómo conectar lo aprendido y la teoría con la realidad de su entorno.
En junio de 2017, será la primera becaria en recibir su título profesional como socióloga, como ella lo soñaba y lo consignaba hace seis años en su aplicación, tras explicar porque quería ser profesional:
Participa en voluntariados, propone temáticas sociales para sus trabajos y da a conocer la realidad de su barrio. No en vano su trabajo de grado está enfocado en conocer los factores socioculturales y psicológicos que llevan a las mujeres del distrito de Aguablanca a pertenecer a pandillas. En sus palabras, Diana afirma que: “Dar a conocer qué pasa y cómo podemos transformar y cambiar es, de por sí, un aporte para mi comunidad”. Pero lo más importante es lo que le ha dejado esta beca y la oportunidad de estudiar en la Icesi. Ella lo resume bien: “Tengo las herramientas para emprender un nuevo recorrido, el laboral. Ahora aspiro a darle el mejor uso para cosechar nuevos triunfos y seguir trabajando en pro de las personas de mí país”. Manos Visibles, para ella, le permitió acceder a la educación superior, una oportunidad en la que en múltiples ocasiones ocupó los primeros lugares de su carrera en la lista de los mejores estudiantes le dio “un acompañamiento en el proceso profesional y personal, me brindó apertura a temas comunitarios que tienen que ver con liderazgo, empoderamiento y género, y me impulsó a trabajar en red y por el país”, añade. La mejor prueba de ello es que de las tres posibilidades de prácticas profesionales que le salieron en ciudades como Cali o Bogotá, eligió irse a Cértegui, un pueblo pequeño del Chocó, cerca de Istmina, para trabajar con la comunidad y de la mano con el PNUD para hacer en la región un diagnóstico sobre infraestructura educativa y
“…Siempre nos estudian y analizan personas que no están ni han vivido con nosotros. Ellos dicen quiénes somos, cómo nos relacionamos y qué esperamos... Y si usted lee de manera equivocada la realidad de un grupo pequeño, cuando lo extiende a una ciudad, a un departamento o a un país, muestra realidades distorsionadas que afectan el desarrollo integral de muchos. La política o la economía dependen de cómo se interpretan las sociedades. Necesitamos nuevas lecturas con y desde nosotros, que en muchos casos, somos los otros”.
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CAPÍTULO 2
UNA RED DE LIDERAZGOS VISIBLES Cuando cerramos el año 2016, en Manos Visibles contábamos con una red de líderes que sumaba más de 1.200 personas. La proyección para 2017 es alcanzar las 1.500. Si pensamos en 2020, nuestra meta es llegar y superar las 2.000. Esas cifras hablan de cómo estamos afectando positivamente la región, más aún cuando los líderes que integran nuestra red han participado en uno o varios de nuestros programas4. Para este estudio de capacidades se realizó una muestra representativa de 600 líderes pertenecientes a la red de Manos Visibles. A todos ellos se les aplicó una encuesta en el último trimestre 2016. Este análisis resume los resultados que los hemos dividido en cuatro categorías: (i)Caracterización de la red; (ii) Formación; (iii) Liderazgo comunitario (iv) Proceso formativo en Manos Visibles. Caracterización general de la red En términos generales, está compuesta por un 51,8% de hombres y un 48,2% de mujeres, cuya condición civil en su mayoría es soltera (47%), seguida por casados (26%) y unión libre (23%). (VER GRÁFICA 26 -27) En cuanto a los rangos de edad predominantes, la mayoría de la población es adulta joven, definida en el rango de los 29 a los 40 años, con un 48,7%; seguida con el 26% de la población adulta en el rango de los 41 a los 58 años; y no muy distante de los jóvenes, definidos en el rango de los 17 a los 28 años, con el 23%. Sólo un 2,2% es mayor de 58 años. Eso deja algo en claro: liderazgos identificados como jóvenes suman poco más del 71% del total de los integrantes de la red. (VER GRÁFICA 28)E
4 En este estudio, solo analizaremos la red de líderes, no la red de tutores ni de instituciones.
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En cuanto autorreconocimiento a grupos étnicos, la muestra indica que el 93% de ellos lo hace. La cifra más alta le pertenece a la comunidad afrocolombiana, con un 87,7%. Así como la región de residencia de mayor tendencia es la pacífica con 87,4%, seguida de manera distante por la andina, con un 7,63% (VER GRÁFICA 29 -30) Del total de la muestra, el 74% de la red de Manos Visibles está en Quibdó, Buenaventura, Cali y Tumaco, seguido por Medellín y Cartagena, cada una con un 4%. A su vez, estos son los municipios donde se desarrollan los programas de Manos Visibles. El 9% restante está distribuido entre diversos lugares, incluyendo Bogotá, Popayán, Timbiquí y Pasto, así como tres lugares en el extranjero: Estados Unidos, Ecuador y España. (VER TABLA 10)
Nivel de formación La red de encuestados de Manos Visibles cuenta con un nivel avanzado de formación educativa en comparación con el resto del país: el 37% ha alcanzado un título profesional y el 42% ha obtenido especialización o maestría. (VER GRÁFICA 31- 32 -33)
Ahora bien, analizado el nivel de educación por nodos, se encuentra que los que cuentan con mayor formación en pregrado son Medellín (51%) y Tumaco (43%), así como los que cuentan con mayores estudios de posgrado son Buenaventura (50%), Quibdó (50%) y Santiago de Cali (43%). Es de resaltar que, para el caso de Buenaventura y Quibdó, la red se benefició con la primera cohorte de graduados de la Maestría Poder Pacífico, que graduó 60 líderes de los dos municipios. Áreas de formación En cuanto a las áreas de conocimiento, se encontró que hay tres predominantes que representan el 85%: las Ciencias sociales, el Derecho y las Ciencias políticas (44%), por un lado; la Economía, la Administración, la Contaduría y afines (30%), por el otro; y la Ingeniería, la Arquitectura, el Urbanismo y afines (10%), en un tercer renglón (VER TABLA 11)
“La red de Manos Visibles, en particular el Poder Pacífico, es una élite. Es decir, un grupo de personas que puede modificar los modos de sentir, pensar y actuar de grandes segmentos de la población” Bernardo Toro,
AVINA y tutor de Manos Visibles
Gráfica 26
Gráfica 27
Sexo
0,58%
0,2%
2,69%
0,19%
Soltero(a)
Femenino 48,1%
Masculino
51,7%
LGBTI
Gráfica 28
Estado Civil Unión Libre
23,46% 47,12%
Casado(a)
25,96%
Divorciado(a) Viudo(a)
Gráfica 29
Distribución por grupo étnico Vacío
0,19%
Rom
0,19%
Raizales
0,19%
Blanco
0,39%
Palenquero
0,77%
Pueblos indígenas
2,12%
Otro
2,89%
Mes>zo
5,78%
Región de residencia 3,91% 7,63%
0,78%
0,20%
Pacífico Andina Caribe
87,48%
Afrocolombiano o Afrodescendiente Gráfica 31
Gráfica 30
Exterior Amazónica
87,67%
0,00% 10,00% 20,00% 30,00% 40,00% 50,00% 60,00% 70,00% 80,00% 90,00% 100,00% Gráfica 32
Gráfica 33
7% 2%
0%
Nivel de Educación hombres Red MV Ninguno
39%
Bachiller
14%
Técnico o Tecnólogo Título Profesional
38%
Especialización o Maestría Doctorado
Tabla 10
Participación por nodos Quibdó Buenaventura Cali Tumaco Medellín
Cartagena Otros
% 28% 24% 20% 12% 4% 4% 9%
Tabla 11 Nivel de Formación por Nodo Nivel Especialización o Maestría Título Profesional
Buenaventura
Cartagena
Medellín
Quibdó
Cali
Tumaco
Total general
50%
32%
29%
48%
43%
33%
44%
36% 11%
37% 26%
50% 17%
38% 9%
33% 12%
43% 15%
38% 12%
Bachiller
2%
5%
4%
4%
10%
8%
5%
Doctorado
1%
0%
0%
2%
2%
0%
1%
Técnico o Tecnólogo
43
En el caso del nivel de la especialización o maestría, las tres principales áreas del conocimiento aumentan su participación total en un 8% con respecto al valor general. Sin embargo, la Ingeniería, la Arquitectura, el Urbanismo y afines es reemplazado en un tercer lugar por las Ciencias de la educación, con 5,7% de participación. (VER TABLA 14)
De las áreas del conocimiento en la formación técnica y tecnológica sobresalen nuevamente Economía, Administración, Contaduría y Afines (31,9%); Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y afines (19%), seguidas de Ciencias de la salud (14,3%) y Ciencias sociales, Derecho y Ciencias políticas, Matemáticas y Ciencias naturales, con (11,9%). (VER TABLA 15)
Dentro de los niveles de formación más representativos se observa que el área del conocimiento con mayor participación es Ciencias Sociales, Derecho y Ciencias Políticas. No obstante, al revisar esta información para cada nodo, Tumaco muestra una mayor participación del área del conocimiento de Economía, Administración, Contaduría y Afines (39,7%). (VER TABLA 16) Es importante resaltar que los integrantes de la Red de Manos Visibles registraron 76 instituciones educativas en las que obtuvieron su título técnico o tecnológico; 94 de ellos, su título profesional y 71, sus posgrados (especialización, maestría y doctorado), cuyos centros de formación se ubican en 21 ciudades, principalmente en Quibdó, Santiago de Cali y Buenaventura. (VER GRÁFICA 34)
Entre las instituciones con mayor número de egresados en formación técnica o tecnológica se encuentra el Sena (38%), la Universidad del Valle (5%) y la Universidad del Quindío (3%). Particularmente, en la formación universitaria, las que cuentan con la mayor cantidad de estudiantes son la Universidad Tecnológica del Chocó (22%), Universidad del Valle (14%) y Universidad Santiago de Cali (7%) gracias a lo cual los municipios de Quibdó y Cali son los principales centros de formación de líderes. 44
Por el lado de la especialización o maestría, las instituciones educativas se ubican en 17 ciudades de Colombia, principalmente en Cali, Bogotá, Medellín y Quibdó. Además, 16 personas cursaron su especialización o maestría fuera de Colombia (España, Estados Unidos, Ecuador y Cuba), de estas las universidades más representativas son ICESI (10%), Universidad Libre de Colombia (9%) y EAFIT (8%). De lo anterior es importante resaltar que el 81% de los profesionales que obtuvieron una maestría en ICESI o EAFIT lo hicieron a través del programa de Maestría en Gobierno y Políticas Públicas gestionado por Manos Visibles. (VER GRÁFICA 35 -36)
Finalmente, tres de las nueve personas de la red hicieron o aún cursan doctorado en la Universidad Externado. Las seis personas restantes escogieron universidades diferentes, que incluyen tres en el exterior. Para evaluar los esfuerzos que debieron realizar los integrantes de la Red para avanzar en el fortalecimiento de sus capacidades, se estableció la siguiente precedencia, según el nivel educativo evaluado.
2. Técnico o tecnólogo 3. Especialización o Maestría
1. Bachillerato 2. Título profesional
4. Doctorado
Tabla 14
Gráfica 34
Áreas del conocimiento Ciencias sociales, Derecho y Ciencias políticas Economía, Administración, Contaduría y afines Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y afines Ciencias de la educación Matemáticas y Ciencias naturales Idiomas Artes Gráficas, Publicidad y Medios digitales Ciencias de la salud Artes Agronomía, Veterinaria y afines
% 44% 30% 10% 6% 3% 2% 2% 2% 1% 0%
Tabla 14
Área del conocimiento especialización o maestría Ciencias Sociales, Derecho y Ciencias políticas Economía, Administración, Contaduría y afines Ciencias de la educación Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y afines Artes Gráficas, Publicidad y Medios digitales Ciencias de la salud Matemáticas y Ciencias naturales
%
56.8% 30.0% 5.7% 4.4% 2.2% 0.4% 0.4%
Gráfica 35
Tabla 15
Área del conocimiento técnico o tecnólogo Economía, Administración, Contaduría y Afines Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y Afines Ciencias de la Salud Ciencias Sociales, Derecho y Ciencias Políticas Matemáticas y Ciencias Naturales Idiomas Ciencias de la Educación
% 31,0% 19,0% 14,3% 11,9% 11,9% 7,1% 4,8%
Gráfica 36
Tabla 16 Área del conocimiento por nodo Área Ciencias Sociales, Derecho y Ciencias Políticas Economía, Administración, Contaduría y Afines Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y Afines
Quibdó
Cali
Tumaco
Total general
Buenaventura
Cartagena
Medellín
45,9%
45,5%
50,0%
45,7%
42,3%
30,9%
43,7%
30,2%
18,2%
17,9%
22,9%
35,4%
39,7%
28,9%
8,1%
4,5%
14,3%
12,9%
10,0%
14,7%
11,0%
Ciencias de la Educación Matemáticas y Ciencias Naturales
8,1%
22,7%
7,1%
4,8%
3,1%
7,4%
6,3%
1,7%
0,0%
7,1%
5,7%
0,8%
1,5%
3,0%
Idiomas
0,6%
9,1%
0,0%
4,3%
0,0%
1,5%
2,1%
Ciencias de la Salud Artes Gráficas, Publicidad y Medios Digitales
2,3%
0,0%
3,6%
1,0%
4,6%
1,5%
2,2%
0,6%
0,0%
0,0%
1,9%
3,8%
1,5%
1,7%
Artes Agronomía, Veterinaria y Afines
1,7%
0,0%
0,0%
0,5%
0,0%
1,5%
0,8%
0,6%
0,0%
0,0%
0,5%
0,0%
0,0%
0,3%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
Total general
45
Características de empleabilidad Los datos indican que hay un 9% de integrantes de la red que están en situación de desempleo. Esta información por nodos señala que Medellín presenta mayor desempleo (21,7%), seguido por Cartagena (15,8%) y Tumaco (10%), cuyos valores están incluso por encima del promedio de la red (9,0%) y del nacional (8,3%) (DANE Oct-2016). Un caso contrario se da en Buenaventura (7,4%), Quibdó (5,8%) y Cali (5%), con tasas menores a los de la red y a la tasa nacional. Desempleo por nodo Medellín Cartagena Tumaco Buenaventura Quibdó Santiago de Cali
% 21,7% 15,8% 10,0% 7,4% 5,8% 5,0%
Al realizar el análisis de desempleo por sexo, llama la atención cómo las mujeres tienen menor porcentaje que los hombres. Mientras que ellas están por debajo del promedio general de la red (9,0%) y del promedio nacional publicado por el DANE (Oct-2016: 8,3%), el género masculino se encuentra por encima de estos dos valores. Desempleo por sexo Mujeres Hombres
% 7,9% 10,2%
Del total de los líderes que están laborando, el 74% de los hombres y el 77,8% de las mujeres cuentan con vinculación formal. Levemente, los hombres logran mejores condiciones contractuales
46
El 81% cuenta con vinculación formal y un 19% es de tipo informal. Desde los nodos, los que presentan mayor nivel de vinculación formal son Buenaventura (88%), Quibdó (76%), Cali (75%), y Tumaco (73%); Cartagena (61%) y Medellín (63%) son los de menor logro y directamente proporcional resulta que es allí donde se presentó un mayor número de personas vinculadas por contratos informales, con el 39% y 38% respectivamente. (VER GRÁFICA 39) En cuanto a la experiencia de los integrantes de la red, un 28% la tiene en rango de 1 a 5 años, seguida por un 24% de entre 5 a 10 años, y un 23% que sugiere más de 15 años.
Tiempo de experiencia laboral 6% 19%
28%
23% 24%
Entre 1 y 5 años Entre 5 y 10 años Más de 15 años Entre 10 y 15 años Menos de un año
En términos generales, los nodos que presentan mayores años de experiencia entre sus integrantes son Cartagena (33%), Cali (29%) y Buenaventura (27%). Los de menor experiencia laboral entre sus integrantes son Medellín (17%) y Quibdó (9%). (VER TABLA 42)
La distribución de la experiencia laboral entre hombres y mujeres es similar; la mayoría la tiene entre 1 y 10 años. Para el caso de los hombres, sólo un 3% reporta tener experiencia inferior a un año mientras que las mujeres alcanzan el 8%, cifras bajas para ambos casos. Igualmente la experiencia entre los dos sexos es muy simétrica, dado que el 41% de las mujeres y el 42% de los hombres reportan tener una experiencia superior a los 10 años.
Respecto de los ingresos, en términos generales se encontró que el 25% de ellos manifestó tener un ingreso que oscila entre uno y dos SMMLV, seguido por un 23% que reporta tenerlo entre dos y cuatro SMMLV, y un 18% entre 4 y 5 SMMLV. Ya muy distante se ubica un 10%, con ingresos entre 5 y 8 SMMLV. Igualmente se advierte que hay un 10% que cuenta con ingresos inferiores al SMMLV y peor aún, un 9% que no cuenta con ingresos. (VER GRÁFICA 43)
La media de ingresos analizada desde los nodos y agregada en variables bajo, medio y alto arrojó que el 52% de los integrantes de la red tienen un poder adquisitivo medio ($1.500.001 a $5.000.000), seguido de ingresos bajos en un 43% (menor a $1.500.000). Solamente el 5% de ellos alcanza un poder adquisitivo alto (mayor a $5.000.000). Santiago de Cali aparece como el nodo con mayor ingreso (9%). Buenaventura, Medellín y Quibdó registran un 4% del total de personas con ingresos altos, mientras que Medellín y Tumaco no presentan personas en esta categoría. De otro lado, Quibdó presenta el mayor porcentaje de personas con ingreso medio (56%), seguido por Buenaventura (54%), Tumaco (52%) y Cali (47%). Asimismo, Cartagena (63%) y Medellín (52%) son los nodos que presentan el mayor porcentaje de personas con ingresos bajos, con menos de $1.500.000 al mes.
Gráfica 39
Tabla 42
(VER GRÁFICA 44)
Experiencia laboral por nodos (años) Buenaventura Cartagena Medellín Quibdó Menos de uno 2% 6% 17% 9% Entre 1 y 5 28% 22% 30% 26% Entre 5 y 10 23% 17% 35% 26% Entre 10 y 15 20% 22% 13% 18% Más de 15 27% 33% 4% 20% Total general 100% 100% 100% 100%
Cali Tumaco Total general 5% 5% 6% 25% 22% 26% 21% 28% 25% 21% 24% 20% 29% 21% 24% 100% 100% 100%
Gráfica 43
Gráfica 44
Ingresos mensuales por Nodo 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%
63% 54%
56%
52%
42%
43%
37%
4% Buenaventura
0% Cartagena
43%
39%
4%
4%
Medellín
Quibdó Bajo
Medio
48%
47%
52%
43%
9% 0% San@ago de Cali
Tumaco
52%
5% Total general
Alto
47
En cuanto a los ingresos mensuales por sexo, estos son relativos, dependiendo de los rangos; en el caso de los hombres, estos alcanzan mejores ingresos en los rangos de 1 SMMLV, de $690 a $1.500, de $3.501 a $5.000 y mas de $9.001; mientras las mujeres están en el rango de $1.501 a $2.700 y de $2.701 a $3.500. Llama la atención cómo el reporte de No tienen ingresos es superior en la mujer. Para el rango de $5.001 a $9.000 los porcentajes son exactamente iguales.
Ahora bien, si el ingreso se analiza desde cada uno de los niveles de formación, se obtiene que la mayoría de los bachilleres (35%), técnicos y tecnólogos (40%) y profesionales (34,4%) están en el rango de 690 a 1.500. En cuanto a los bachilleres, estos reportaron ingresos hasta el nivel de 1.500 a 2.700 (15%). De los técnicos y tecnológos se puede decir que el 67% de ellos logra ingresos por debajo del $1.500.000. Sólo el 1% reporta ingresos de hasta 3.500 a 5.000. Con respecto a los profesionales, poco más del 43% obtiene ingresos entre $1.500.000 y los $5.000.000 y tan sólo un 1% indica que alcanza entradas entre 5 y 9 millones. Igualmente llama la atención cómo el 9% de este grupo alcanza ingresos por debajo de un salario mínimo, así como un 12% indica no contar con ningún tipo de ingresos. Para el 58% de las personas que reportaron estudios de especialización o maestría, sus ingresos oscilan entre el $1.5000.000 y $3.500.000 mientras que apenas un 25% gana entre $3.500.000 y $9.000.000. De otra parte, un 2% de este grupo advierte que gana por debajo de un Gráfica 47
48
salario mínimo y otro 3% señala que no tiene devengación alguna. Finalmente, del grupo de líderes que tiene estudios de posgrados, un 11% de ellos alcanza ingresos superiores a los $9.000.000, así como un 66% lo hace entre cifras de $2.500.000 y $9.000.000. Sólo un 11% indica que sus entradas están entre $690.000 y $1.500.000. Es decir que para las personas que integran la Red de Líderes el estudio sí es una garantía para mejorar su calidad de vida desde las posibilidades que da el gozar de mejores ingresos para la satisfacción de las necesidades que cada uno de ellos tenga. (VER GRÁFICA 47) Vale la pena advertir que las condiciones de trabajo van de la mano de la calidad de la remuneración: se encontró que el 91,8% de las personas con tipos de empleo informal reciben ingresos que no superan el $1.500.000. Cifra inversamente proporcional a la de aquellas que reportaron contar con empleo formal, cuya principal tendencia alcanza el rango de $1.500.000 a $2.700.000 (28,1%), seguido muy de cerca por la variable $2.700.000 a $3.500.000 (23%).
Alrededor del 41% de la red se ha desplazado a diferentes ciudades para completar sus estudios técnicos o tecnológicos, un valor que se incrementa para el logro de estudios de pregrado (88%), el cual decrece en estudios de posgrados centrados en especialización y maestría (61%) y vuelve a incrementarse en formación doctoral (89%). Esta es una realidad que aplica para los integrantes de la Red y en general para todos los habitantes de la región, debido a que en los diferentes territorios del Pacífico se cuenta con una baja oferta de educación con calidad en sus diferentes niveles. (VER TABLA 37) Las ciudades que presentaron mayor recepción de líderes de la red para continuar avanzando en sus estudios a nivel técnico o tecnológico fueron Cali (39%), seguida de manera distante por Buenaventura, Quibdó y Medellín, con el (9%) respectivamente, y Popayán con un (8%). En el caso de la titulación profesional las personas se desplazaron principalmente a Cali (31%) y Quibdó (21%), y ya con menor cuantía a Pasto (8%), así como a Medellín y Buenaventura, en un 7%. (VER TABLA 37-38) Estas cifras de desplazamiento recuerdan que la mayor cifra de movilidad estudiantil en Colombia la tiene la región oriental, aunque se entiende que la oferta institucional para niveles de formación técnica, tecnológica y superior es muy baja.
Gráfica 37
Tabla 38
Tabla 37
Desplazamiento técnico o tecnólogo Santiago de Cali Buenaventura Medellín Quibdó Popayán Bogotá D.C. Santander de Quilichao Tumaco Otros
% 23% 9% 9% 9% 8% 6% 6% 5% 25%
Desplazamiento título profesional Santiago de Cali Quibdó Pasto Medellín Buenaventura Bogotá D.C. Otros
% 31% 21% 8% 7% 7% 6% 20%
Para los estudios de posgrados en especialización o maestría, los principales lugares a los que los encuestados se desplazaron fueron Cali (23%), Bogotá (20%) y Medellín (15%). De igual modo se aprecia que ciudades como Buenaventura o Quibdó no aparecen: dicha situación está directamente relacionada con la débil oferta educativa en cantidad y calidad en materia de educación superior, lo que obliga a las personas a trasladarse a otros centros urbanos para avanzar en sus niveles de formación.
49
UNA MANO VISIBLE EMPRESARIA
INVERTIR EN EL PATRIMONIO HUMANO ZOYLA SALAZAR,
Gerente Financiera de Arroz Blanquita
Detrás de cada grano de arroz hay cientos de personas cuidando el proceso. Es más, detrás de cada cultivo que consume un colombiano, hay una cadena de seres humanos que dedican sus vidas a producirlo. Pero pocas veces se piensa en ellos y menos aún, se les valora. Eso lo tiene claro Zoyla Salazar Bermúdez. Ella ha entendido que una empresa no es grande realmente si descuida su patrimonio humano. Y es consciente de que los 3.470 empleados de Arroz Blanquita, entre trabajadores de planta y agricultores, deben contar con mejores condiciones, tanto económicas como sociales. Desde la compañía en la que trabaja como Gerente Financiera hace lo posible para potenciar a los agricultores como fuerza de trabajo competitiva. ¿Cómo? Según las políticas de responsabilidad social de su empresa, el principal aporte debe venir de la educación. Que todos estudien y cuenten con un título como bachilleres, además del financiamiento para adquirir un computador personal para su hogar, eleva sus capacidades y permitirles convertirse en sujetos de derechos. Arroz Blanquita, además, ha permitido que los agricultores accedan a créditos y puedan adquirir maquinarias como tractores, sistemas de bombeo, sistemas de manejo para fumigación y abono que reduzcan el uso de químicos que impactan en la salud humana. Esta empresa ha sido la 50
única de la región del Pacífico en apoyar los esfuerzos de Manos Visibles en procesos como Canto Pazcífico o la Escuela de Economía del Pacífico. Esta economista especialista en finanzas, con más de 20 años de experiencia, ha participado y aportado en los últimos seis años al sector empresarial arrocero desde su sede en Jamundí, Valle, y ahora aporta al desarrollo de propuestas que promueven oportunidades de vida para poblaciones vulnerables en Chocó, Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Su idea es clara: garantizar condiciones de productividad y conservación en el territorio. Esa expansión de su mirada como líder proviene, en parte, de su trabajo con la Red Manos Visibles, en la cual realizó la Escuela de Innovación Comunitaria con el Community Innovation Lab de MIT, ha sido tutora en dos de los talleres regionales, y ahora es docente en la Escuela de Economía “Poder Pacífico”. No solo Zoyla, sino también Arroz Blanquita, son hoy aliadas estratégicas de la Corporación, al vincularse en los diferentes programas que se preocupan por las comunidades y la preservación de la cultura. “Arroz Blanquita es un pilar de apoyo para las comunidades”, dice esta mujer amante de la naturaleza, inspirada por lo orgánico y respetuosa con el entorno. “No se trata sólo de producir y comercializar, sino también de hacer de la nuestra una actividad sostenible y beneficiosa para aquellos que tiene una relación directa, como campesinos, productores y organizaciones comunitarias”, agrega. “Si todas las empresas fueran similares en su filosofía, se lograría un país más equitativo, sin importar la raza, la condición social o la económica”.
El suyo es un liderazgo que entiende que hace
“Eso significa, entre otras cosas, construir pequeñas vías y puentes que conectan la producción de los campesinos con su entorno, la tecnificación del campo, brindar capacitaciones o financiar maquinaria. Sin embargo, el mayor aporte está en la capacitación”, insiste
parte de un todo.
Zoyla.
51
LIDERAZGO COMUNITARIO Una de las grandes características de la Red de Líderes de Manos Visibles corresponde a que la mayoría de sus integrantes están vinculados a procesos comunitarios en los territorios, tanto así que el 84% ha hecho parte de organizaciones comunitarias de base en los municipios de la región Pacífica. Esto ha permitido que los líderes tengan una trayectoria en el conocimiento de las principales problemáticas de la región y hayan contribuido desde las organizaciones a trabajar en alguna necesidad de su comunidad. (VER GRÁFICA 50) Si bien los líderes de la Red Poder Pacífico han fortalecido sus competencias y han desarrollado una carrera académica o profesional, el análisis denota que aún siguen vinculados a procesos de trabajo comunitario. (VER GRÁFICA 51)
Este trabajo de los líderes en los principales nodos de la red tienen un enfoque poblacional, etario, de género y ocupacional. (VER GRÁFICA 52) De acuerdo a los tipos de organizaciones en las que trabajan los líderes, en términos poblacionales el 20% de los líderes trabaja con comunidades negras, afrocolombianas y palenqueras en todos los nodos de la red, así como en la zona rural con consejos comunitarios o en la zona urbana con organizaciones de base, principalmente en los nodos de Buenaventura, Cali, Quibdó y Tumaco. El 3% trabaja con comunidades indígenas, ubicadas en resguardos de los departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. El 1% trabaja con comunidades campesinas. El 14% de los líderes de la red está enfocado en el trabajo con organizaciones juveniles; esto tiene una gran relación con los programas que Manos Visibles ha implementado con esta población.
52
El 10% de los líderes de la red trabaja especialmente con mujeres de todos los sectores sociales, ubicadas en la zona urbana y rural de los nodos donde trabaja la red. Vale la pena resaltar el trabajo de los líderes con mujeres víctimas del conflicto armado, víctimas de violencia intrafamiliar y población con enfermedades de transmisión sexual, además de población LGBTI. El trabajo con víctimas, desplazados y población vulnerable por discapacidad, habitantes de la calle y en condición de pobreza extrema, independiente de la edad, el género y la pertinencia étnica, es realizado por el 7% de los líderes de la red en todos los nodos. El 6% trabaja con grupos de personas que se dedican a una ocupación o actividad específica. En este grupo se encuentran mujeres parteras, sanadoras, madres comunitarias, artistas y gestores culturales, marineros, defensores de derechos humanos, agricultores, pescadores, recolectoras de conchas del manglar, estudiantes y egresados de educación media y superior. Finalmente, un aspecto central de los líderes de la Red es su vinculación a organizaciones comunitarias y sociales que trabajan con organizaciones pares, ya sean consejos comunitarios de comunidades negras, resguardos indígenas, juntas de acción comunal, organizaciones de base, redes de mujeres o de jóvenes. Esta capacidad de trabajar en red les permite a las organizaciones intercambiar conocimientos y experiencias que fortalecen el trabajo de cada organización y la capacidad de acción colectiva en el territorio. Participación por programas A lo largo de los siete años que lleva la Corporación Manos Visibles construyendo la Red de Líderes Poder Pacífico, ha ofertado 14 programas de formación en sus cuatro líneas estratégicas de diversos niveles, que han ido desde escuelas, laboratorios de innovación hasta maestrías.
Los programas que han contado con mayor participación de los líderes que hicieron de la muestra son las escuelas de Alto Gobierno (36%), seguida por las dos cohortes de las maestrías (26,2%) y un poco distante, Conexión Pacífico (18,8%) y DALE (15,2%). (VER GRÁFICA 53) La anterior oferta ha estado conectada con las fortalezas y retos que se identifican desde los territorios. Para el caso de las fortalezas, la muestra advirtió cómo la cultura (75,8%) es el componente más importante para el desarrollo de los territorios, seguido muy de lejos por la ubicación geográfica (12,9%) y la biodiversidad (6,3%). Es decir que el territorio como elemento vivo es su principal activo; no obstante, se dejan por fuera de toda consideración las capacidades colectivas, la educación, la calidad humana, entre otras. (VER GRÁFICA 54)
Las fortalezas identificadas en la gráfica anterior terminan validando los retos por afrontar, dado que entre los principales desafíos –o tal vez el mayor– es la educación (80,8%), con un valor muy por encima de males históricos, como la poca presencia y apoyo por parte del Estado, el escaso acceso a tecnología y comunicación, las altas tasas de corrupción, la débil estructura económica representada por el poco desarrollo de la industria, las brechas económicas que dificultan la equidad, la debilidad en la infraestructura tanto para el desarrollo humano como económico, la baja oferta laboral y finalmente, las condiciones de oferta institucional que garantice una buena salud. Después de los dos dígitos de educación, solamente la salud (5,2%), la oferta laboral (1,5%) y el apoyo por parte del Estado (1,5%), lograron alcanzar un dígito. Se hace así evidente la necesidad sentida de cualificación por parte de las comunidades, dado que puede convertirse en una herramienta transversal que a mediano y largo plazo pueda hacer frente a las necesidades y retos que enfrentan los territorios. (VER GRÁFICA 55)
Gráfica 50
Gráfica 52
Gráfica 54
Gráfica 51
Gráfica 53
Gráfica 55
53
UNA MANO VISIBLE DE LA EQUIDAD DE GÉNERO
LÍDER DE LA RESILIENCIA ÉRIKA CRUZ,
Gestora de igualdad para las mujeres Alcaldía de Medellín
Durante sus primeros años de vida, sus noches fueron cobijadas por el miedo. Creció en medio de sobresaltos y aunque no pudo acostumbrarse a ello, sí se habituó a guarecerse en casa temprano para evitar las balas, a escuchar las vendettas entre grupos armados y a la tensión por las muertes y los enfrentamientos continuos. Érika Cruz Palacio nació en Medellín y vivió en la Comuna 13, una de las dieciséis que conforman Medellín, pero cuyo mal prestigio la llevó a ser considerada por los diarios como el sitio más violento del país para vivir durante la época del narcotráfico y las pandillas. Pero así como la violencia vulnera a la mayoría, a otros los hace resilientes y capaces de reinventarse. Como Érika. “Aprendí a enfrentar los estragos de la violencia, pero hoy hago parte de un grupo de jóvenes que luchamos por nuestros sueños en un contexto adverso y desfavorable”. Hoy, la violencia se arrodilla ante la cultura y ante líderes que reinventan este territorio urbano. Como ella. Estructurada y comprometida a cambiar su historia gracias a la educación, Érika, una trabajadora social graduada de la Universidad de Antioquia, se ha planteado como prioridad finalizar la Maestría en Gobierno Poder Pacífico en la Universidad Eafit, que comparte con líderes de la Red Poder Pacífico de diferentes municipios de Chocó y con líderes por la inclusión de su ciudad. Erika busca lograr incidencia en los escenarios políticos locales. Mientras 54
tanto, como la líder que es, trabaja en la comuna 13 con niños, niñas y adolescentes sobre el tema étnico, y genera con ellos una acción articulada a largo plazo con la intención de causar un mayor impacto en la comunidad. A Érika, la educación le ha cambiado la vida. Fue becaria Martin Luther King y participante del programa Dale Medellín, enfocado en gestión del desarrollo para jóvenes líderes comunitarios, una propuesta diseñada para que mujeres jóvenes agentes de transformación sirvieran como multiplicadoras ante las comunidades en las que residen. Este programa, adelantado por la Corporación Manos Visibles con el apoyo de Cordaid, la Fundación Avina, FTI Consulting, el Centro Colombo Americano de Medellín y el Museo Casa de la Memoria, le permitió dar el salto que soñaba y llegar al programa de maestría en Gobierno con énfasis en Construcción de Paz de la Universidad EAFIT. A sus 21 años, ya Érika hacía parte de la organización étnica Los Palenkes, en Medellín, donde trabajaba por su cuenta con comunidades afro, basada en su propia experiencia de discriminación durante su infancia. La formación universitaria la sensibilizó más frente a este tema y se propuso ser parte del cambio. Desde entonces se ha desempeñado como gestora de igualdad en la Secretaría de las Mujeres de Medellín, desde donde ha adelantado estrategias para el empoderamiento y defensa de los derechos de las mujeres. Esta afrocolombiana líder, que ha sido docente en el curso de “comunidades negras: territorio, ruralidad y colonialidad” en la facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, que ha trabajado en la Unidad de Discapacidad de Medellín en el proyecto “habilitación-rehabilitación funcional para niños, niñas y adolescentes con discapacidad intelectual”, ha encontrado en su quehacer profesional la oportunidad real para lograr cambios y compartir su conocimiento con la comunidad.
Su principal apuesta, ahora, es el tema étnico. Luego de su beca Martin Luther King, que le permitió comparar su realidad con la de otros contextos, decidió impactar socialmente en su comunidad para ayudar a la transformación del Pacífico y de su diáspora, así como el reconocimiento al papel de la mujer como principal afectada de la guerra, pero también como el mayor motor en la construcción de la paz en el país. Para ello, tiene claro que debe seguir preparándose y abriéndoles el camino a otras mujeres para que lo afro y lo rural formen parte de los currículos de educación y así poder participar en los escenarios políticos de toma de decisiones. Su paso por los diferentes programas de Manos Visibles ha sido clave en su proceso de formación profesional y liderazgo: “Me permitió hacer parte del programa DALE (Desarrollo Autónomo y Liderazgo Efectivo), que agenció mis capacidades como mujer líder y me permite ahora devolver los conocimientos adquiridos a mi comunidad, a través de talleres de fortalecimiento étnico con niños y niñas afrodescendientes en la Comuna 13 de la ciudad”.
“Para mí ser una mano visible significa una oportunidad para construir en red con otras personas que vienen generando procesos increíbles de transformación en sus territorios, y significa trabajar cada día por transformar las relaciones de poder y opresión que nos habitan y vivir para dar”, agrega.
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CAPÍTULO 3
¿Y QUÉ SIGUE?
5. Manos Visibles tiene, además de estos focos generales, dos focos específicos: uno poblacional, relacionado con lo étnico, en particular lo afro, y otro territorial, relacionado con la región del Pacífico colombiano.
¿Qué queremos llegar a ser en 2020? Un espacio intermediario donde confluyen, de manera colaborativa, los más relevantes agentes de cambio tanto locales como globales, para generar transformaciones efectivas en contextos de exclusión.
Nuestras capacidades Manos Visibles ha venido construyendo su trabajo desde 2010, basada en las siguientes capacidades institucionales, de sus directivos y de su equipo de profesionales:
Nuestros focos En Manos Visibles tenemos 5 focos: 1. Formación y fortalecimiento de capacidad instalada individual y colectiva, como estrategia fundamental para enfrentar con mejores personas y organizaciones sociales los problemas históricos de Colombia: inequidad, violencias y falta de oportunidades. 2. Conexión nacional e internacional entre territorios y organizaciones para propiciar diálogos de conocimiento y reconocimiento entre diferentes realidades del país y entre organizaciones y personas del país con organizaciones y personas de otras naciones. 3. Afianzamiento de las organizaciones comunitarias. Estamos convencidos de que las sociedades avanzan cuando hay una clara balanza de pesos y contrapesos entre gobiernos y sociedad, para así superar años en lo que lo público en Colombia, y en especial en los territorios donde Manos Visibles trabaja, ha sido sinónimo de desconfianza, mala calidad, clientelismo, politiquería y corrupción. 4. Construcción de paz y convivencia, con el convencimiento de que desde los territorios más excluidos pueden encontrarse y construirse respuestas concretas que nos permitan superar los años de horrores y dolores en Colombia.
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• Asesores y tutores de la más alta calidad. • Red de relaciones institucionales nacionales e internacionales. • Conocimiento de los territorios, que permite el diseño y adaptación de proyectos pertinentes y oportunos. • Innovación en la gestión y en la acción. • Convocatoria y movilización de personas y organizaciones que ya se identifican con nuestro enfoque.
Así que ante la pregunta: ¿Y qué sigue? Seguir fortaleciendo y dinamizando una red, con una ética compartida que permita transformar los imaginarios de las comunidades excluidas y renovar las élites locales y nacionales. Una red de liderazgos que con competencias técnicas y vocación de servicio, más allá de la retórica, sea un liderazgo de la acción colectiva, orgánica y organizada, que permita generar transformaciones sostenibles y medibles a mediano y largo plazo, desde, con y para sus comunidades. Para esto, Manos Visibles debe fortalecerse como organización puente, con el fin de generar mayor conocimiento, profundizar en la agenda de sus aliados, abrir más espacios, acompañar, proteger y hacer más visibles a sus manos visibles.
UNA MANO VISIBLE POLÍTIC0
UNA MANO QUE TIENDE LA MANO A OTROS YESIMAR ÁLVAREZ, Concejal de Quibdó
Nacer en Bojayá significa cargar con un destino de dolor. Y sin embargo, nacer allí significa, a la vez, contar con una templanza para cambiar la historia propia y comunitaria de un municipio que decidió reinventarse a sí mismo. Yesimar Álvarez Romaña nació hace 28 años justo en ese municipio al norte de Quibdó (Chocó), donde de niño se movió entre los ríos Bojayá, Pichicora, Murrí, Opogadó y Napipí, pero donde también, a muy corta edad, supo qué era la violencia por la rivalidad de los grupos armados que se disputaban la supremacía de su territorio. Su padrastro murió en medio de esas retaliaciones y él abandonó su pueblo con su familia para vivir en Quibdó. Lo que nunca abandonó fue su fortaleza ni su sonrisa, dos legados de su pueblo que lo hacen fuerte, y que él potenció con su inmensa generosidad hacia los demás. Hoy es concejal de Quibdó y no ha cambiado ni su generosidad ni su sonrisa. Sin embargo, su historia no se puede contar sin saber primero lo que hizo para llegar a este cargo y cómo logró obtener 852 votos limpios por el partido Mira, sin ningún tipo de ofrecimiento o soborno electoral. Al inicio, pareció un sueño imposible: su entusiasmo y candor lo habían llevado a tomar la decisión de presentarse como candidato electoral al Concejo de Quibdó. Hasta ahí, todo parecía normal, así como previsible su derrota. Lo que lo hizo diferente a Yesimar fue su compromiso con la ciudadanía, que lo llevó a caminar un año entero la zona
norte y entre los barrios más deprimidos de Quibdó hasta hacerse conocido y relevante, a levantar derechos de petición para las personas que no conocían los recursos jurídicos para exigir tarifas justas en la prestación de los servicios públicos o a sentarse con decenas de personas, una tras otra, para sensibilizarlas a votar en las elecciones de 2015 (cuando él apenas tenía 26 años) sin recibir dinero a cambio y tan sólo movidos por la necesidad de apostar por fin por un cambio en su ciudad. Los electores terminaron poco a poco convencidos por el carisma de este joven cuando vieron en él el optimismo y la certeza de que cumpliría. Porque además, no prometía, sino que defendía todo el tiempo sus causas: el tema de la salud y la falta de atención a los usuarios de las EPS fue una de sus banderas, así como su empeño por gestionar lavaderos comunitarios para barrios afectados por la falta de agua, su preocupación por las personas en condición de discapacidad y la forma en que tramitó sillas de ruedas para ellas, o su apuesta por generar recursos a más de treinta mujeres cabeza de familia. Con esa pujanza, Yesimar alcanzó la tercera mayor votación de Quibdó. Ahora, este abogado de la Universidad Tecnológica del Chocó y administrador público de la ESAP, se ha capacitado en Innovación política y comunitaria a través de la Escuela de Gobierno y el Laboratorio de Innovación Política de la plataforma Poder Pacífico de Manos Visibles; ha sido participante de Dale Pazcífico –el proceso de formación para jóvenes líderes de la región– y es líder de la Red Juvenil de Mujeres Chocoanas que hace parte del MingaLab. Pero más allá de los títulos, lo que define a Yesimar es que es un ser humano con un don de gentes y un dinamismo capaz de movilizar a los habitantes del departamento a defender sus raíces y a trabajar por cambiar su realidad.
Entre 2007 y 2009 fue consejero de Juventud de Quibdó y pasó a ser presidente de la JAC del barrio los Álamos, donde realizó jornadas de limpieza y educación ambiental, y tuvo claro que desde la base se generan las grandes transformaciones. En 2008 fue candidato a la JAL en Quibdó. Cuatro años más tarde ya era el director de la secretaría de Comités de Barrio y subdirector técnico del departamento. Hoy, además de concejal, integra varias organizaciones juveniles, coordina la Red Juvenil de Mujeres Chocoanas y es el líder en Chocó de la corporación Manos Visibles. Desde su visión de líder aporta a la comunidad y entiende la responsabilidad tanto individual como colectiva de lo que hace. Sus ideas renovadoras apuestan por la transformación del Pacífico. Ganador de un Victory Award de la Universidad de Georgetown en la categoría de Líder emergente en la política a nivel global, su trabajo de sensibilización continúa a diario. Desde sus principios de solidaridad y honestidad, sigue defendiendo a los chocoanos. Porque para
“ser una Mano Visible es un compromiso que tengo con el Chocó; es actuar y pensar diferente, actuar con principios y valores, ser honesto y servir al prójimo”.
él,
Lo ha venido haciendo desde que tenía 16 años cuando se dio a conocer por sus ideas sociales. Ya en 2004 había ocupado con su colegio el primer lugar en un concurso de Colciencias sobre la producción casera de hortalizas. 57
UNA MANO VISIBLE QUE ENAMORA Y EMPRENDE
ENAMÓRATE DE LO QUE DEBES CONOCER ANDRÉS MOSQUERA,
Creador de Enamórate del Chocó, Buenaventura y Pacífico
Cuando Andrés Mosquera se graduó del colegio Antonio María Claret de Quibdó, tenía claro que su corazón lo movía hacia el arte y su talento también. Pero su sueño no parecía fácil de cumplir: Quibdó no le ofrecía la posibilidad de seguir ese camino. El que quiere, lo logra, se dijo. Así que a los 17 años dejó la capital chocoana y viajó a Medellín para iniciar una carrera en diseño gráfico. Había elegido estudiar en el Instituto de Bellas Artes de la capital antioqueña. Sin embargo no había llegado al valle de Aburrá para quedarse. Su idea siempre, desde el primer instante, fue volver. Retornar a su Chocó para sembrar allí su arte. Y eso hizo. Aprendió diseño gráfico, aunque en el camino descubrió su vocación artística hacia la pintura y la fotografía. Andrés sabía que la educación era la única manera de cambiar su vida, pero había visto que casi todos se inclinaban hacia la pedagogía o el derecho, y dejaban la cultura de lado. Por eso decidió convertirse en un líder a través del arte en el Chocó. De hecho, durante toda su carrera sólo pensó en Chocó. No conocía más y era su referente. Así que planteó su proyecto a partir de eso que tanto extrañaba: los atardeceres, los paisajes y la comida chocoana. De esta manera así nació Waosolo, su primer proyecto para mostrar a un Chocó mágico y diverso.
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“La intención es cambiar ideas y conceptos. Cuando vi que en Medellín tanta gente tenía una mala imagen de lo que yo vivía a diario y me hacía feliz, ese rechazo se convirtió en una fuente de cambio. Así, antes de que las personas entren a juzgar, pueden tener un primer contacto virtual gráfico con la realidad”. La iniciativa surgió de manera casi espontánea: buscó imágenes en internet de su región y encontró cosas negativas, fotos de baja calidad y resolución y casi nada de historia, gente, naturaleza, gastronomía o cultura de su departamento. Pronto comenzó a viajar, acompañado por una mochila, grabadora y cámara. Su propósito, además de pasear, era capturar lo más bello de su región, desde pueblos como Cértegui hasta la gente, paisajes, plazas de mercado, objetos, festividades y monumentos de Quibdó, o de municipios como Unguía, Bahía Solano, Istmina, Condoto, Opogodó, Tutunendo, Nuquí, Utría o Yuto, entre muchos otros. Waosolo pasó a ser la colorida página www. enamoratedelchoco.co, a través de la cual este artista divulga lo más bello de su departamento, cuenta las historias de su región, ha colgado más de 5.000 fotografías y dispara el amor por su territorio a través de las redes sociales. Un líder así es, por supuesto, una Mano Visible. Su proyecto fue seleccionado para la Escuela de Innovación Comunitaria con el MIT y priorizado para el MingaLab y seguro será el eje de la Escuela de Comunicaciones “Poder Pacífico”. Su plataforma es un espacio equipado con herramientas para la conceptualización y el trabajo digital y, a la vez, una plataforma de colaboración y acción colectiva, así como de aprendizaje estratégico. A través del MingaLab, el proceso de fortalecimiento de organizaciones de Manos Visibles, Andrés inspiró y promovió Enamórate de Buenaventura y Enamórate del Pacífico. Ambas ideas, como la original, enamoran de verdad.
Por ahora, Mosquera dicta talleres de arte y literatura para expandir su legado a niños y niñas acerca de las posibilidades del arte y de la riqueza de su departamento. Y cada vez que puede, toma su maleta y sale a hacer lo que mejor sabe: apreciar el color de la vida chocoana, retratarla y darla a conocer. Como lo dice la música de Chocquibtown que se escucha a penas se abre su página, él se ha encargado de mostrarnos que en el Chocó y en el Pacífico tenemos un lindo cielo, que nos muestra a través de su mirada de dignidad, profundidad y belleza. Un lindo cielo que así muchos traten de ocultar o invisibilizar, ahí está y él todos los días a través de las redes, sus proyectos y su red de fotógrafos comunitarios, nos permite ver.
“Enamórate del Chocó es la afirmación de que las iniciativas de cambio se pueden hacer posibles sin necesidad de recursos económicos o apoyos políticos. Solo con ganas, pasión, fuerza, motivación y querer lo que se hace. Este no es solo un proyecto mío, sino que lo entrego. Mis capacidades las doy para el servicio de todos. Soy la herramienta del proyecto para que de acá a 5 o 10 años, otras personas influenciadas por él lo fortalezcan”.
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