a lxs amigxs <3
‘‘Se
escriben, son hechos escritos. Pero son hechos. Quedan ahí, siempre disponibles para nuestros afanes de exorcismos, nuestras fiebres catárticas, pero no. Nada de eso. Escribir no salva del hecho. Sobre lo que pasó se pueden escribir biblias enteras, que los viejos traumas no se superan. Por lo general, yo los refuerzo.’’ Camila Sosa Villada
1 A esta ciudad de ojos cansados La acecha el hambre La procesión de gente se hunde en el smog Todavía intento medir La velocidad de mi ansiedad Que está siempre por colisionar con los colectivos Porque no quiero frenar Quiero que mi vida valga lo que la de los perros de la calle Que mi libertad se parezca a los músculos del kalil corriendo Y no a la correa que lo ata cuando vamos a pasear.
2 Procesiones de gente Caminan al lado del mar de cemento gris Siempre en procesión Resuenan las campanas de la catedral, ella si estaba Al lado del océano No como mi ciudad El poema de Miyó Vestrini que decía ‘’solamente cerca del mar’’ Tantos afectos Y la ausencia De los cuerpos Y el final, que camina por los escollos Que solo pisan los pájaros Y hablo de lo imposible Para no atarme a la inmovilidad de la nostalgia
3 Las botellas vacías Los vasos sucios Una pila de banquetas Las servilletas arrugadas Migas Lxs gatxs como animales carroñeros sobre la mesa El mantel floreado Las velas de cumpleaños apagadas Utileria que predice y determina el final Hablar es quedarse solx El fantasma de los abrazos De los besos De la desnudez Paseandose por el final de la fiesta
4 La monstruosidad Se insinúa con sutileza
5 Hay una extrañeza Que ya no me perturba Pero queda el resonar de las campanas de la catedral que quedaba cerca del mar Y de la gente caminando en procesión No siempre cerca del mar porque mi barrio en realidad queda bastante lejos del mar La luz cenital entra por las puertas que dan a la vereda Se abren en un acuerdo colectivo al atardecer Y las siluetas junto a los quehaceres vespertinos se calcan en ventanas con rejas anchas Que quieren ser más decoración que cárcel La paz es un sentimiento aterrador Quizás lo cuide más esta vez.
6 La autoritaria voz paternal que me explicaba la importancia de la misa dominical resuenan en mis oídos Yo me vengaba inventándole identidades a los 23 peluches, 2 barbies y una imitación que duermen en la habitación de mi infancia mientras mi hermana se re-bautizaba a si misma a los dos años con su nuevo nombre que todavía conserva Toda la vida ha sido aprender a nombrar lo inhóspito del correr del tiempo Para burlarlo. Toda la vida ha sido repetir vacuas oraciones Hasta significar el mantra Toda la vida ha sido escribir versos intangibles Toda la vida ha sido jugar al agnosticismo de los mensajes que llegan por Whatsapp Toda la vida ha sido esperar que toquen a la puerta
7 Seguirán las estruendosas campanas mezclándose en mis recuerdos Seguiré confundiendo el deseo con el pasado Me acostumbre a salir corriendo a decirle ‘’te amo’’ a los chicos que amaba Cuando amaba a los chicos y a nunca saber lo que sería que alguien corra a decirme que me ama. Como un homeless que vuelve de una gran ciudad A un pueblo no menos hostil.
8 Relación entre La cantidad de campanarios que equivalen Al sonido de una bomba termobárica En la franja de Gasa La cantidad de tormentas de verano en las que el perro, lxs gatxs, mi hermana y yo Vamos en procesión a dormir a la cama de mamá El ilusorio miedo de que nos parta un rayo Contra el inminente miedo de un cuerpo a una reacción química Que lx resume a muerte Por combustión Por asfixia Sin cama materna donde atrincherarse.
9 Nos han sentenciado A la atrocidad
10 He fotografiado tres veces aviones que dejan estelas blancas en el cielo Y tres veces hemos hablado del fin del mundo.
11 Odio el gesto De lXs que estrechan la mano con los guantes puestos Había comenzado el final Y me hablaban de algo que yo quería ignorar en una fiesta de fin de año. Odio el gesto de apagar la luz Para entrelazar la desnudez de los cuerpos Apagar la luz es como estrechar la mano con los guantes puestos Odio esos rituales nefastos Las manos que se estrechan Las manos que apagan las luces Las fiestas de fin de año Las fiestas de cumpleaños Y el gesto De hablar ajenxs De bailar ajenxs y de poseernos impropixs, en la oscuridad.
12 quisiera hablar de los puertos que quedan cerca del mar pero en mi ciudad solo hay terminales
13 Hablamos en una plaza De campos minados donde van a jugar lxs niñxs Y terminan muriendo en el estallido El precio de desarme es estúpidamente alto Hablamos también de armas químicas que emiten de forma invisible el mismo calor del sol Hay manos con guantes estrechándose Cotizando el valor de nuestras vidas
14 Yo no creo en los fantasmas Pero hoy bailé en la misma fiesta que uno Mi corazón es Una mansión embrujada.
15 No sabremos responder cuando nos pregunten Cuándo fue que declararon inhabitable al mundo
16 No conozco su olor Ni los ladrillos que salvaguardan su barro No he caminado por sus pasillos La conozco como la conocen lxs que están del otro lado Lxs del lado extradiegético Lxs afortunadxs de esta fortuita disposición casi hereditaria que separa con muros la historia de la humanidad es la historia de separar con muros la historia de la humanidad es la historia de la crueldad y la villa crece sobre esos muros que la separan como la hierba mala, crece y crece también para el cielo como casitas de legos encastrados, una arriba de la otra no conozco la villa ni he mirado a los ojos a lxs pibxs que la habitan No podría, porque nos separa un muro Azaroso donde nadie más es responsable de nacer del lado de acá o de allá, que el odioso gesto de pacto de quienes con sus manos enguantadas avalan la construcción de un monoblock siniestro que no llama base a lo que asesina lo llama marginalidad.
17 Nos darán duro como a las cucarachas La muerte estará esperando en la plaza de la esquina No habrá alto al fuego Mirar el suelo después de la lluvia Aprender a caminar sin pisar a los caracoles
18 ahora tenemos rutas asfaltadas calles adoquinadas plazas re-restauradas y ruines veredas que mecen colchones donde duermen las bases del mundo Aplastadxs por la indiferencia
19 barrios sitiados por kilométricas paredes irreverentes y monoblocks que burlan ésta sísmica ciudad agravada por las toneladas de agua que inyectarán al suelo para saquear su petróleo cuando griten fuego y nadie los pare y el fuego se oxide en la atmósfera Sus plantaciones de edificios arquetípicos de la atrocidad Su mar de cemento gris Junto a los guantes de sus manos Arderán.
20 Manía De llevarme a la boca cosas prendidas fuego El tabaco El sexo La bomba molotov que ponen en mis manos Para ver cuánto aguanto. Todo está en el momento previo a estallar.
21 Ya se habrá extinguido Será una estructura vestigial eso que se reposaba en mi pecho Y me carcomía la felicidad No recordaré los nombres, ni los rostros, y en cambio no será triste. Será el botín Nuestra victoria Que es todos los días no llevarnos el caño a la sien.
22 Es tiempo del cuchillo en los dientes Les he declarado la guerra a sus manos a sus gestos La muerte es merecedora de la paz Es tiempo de la sangre caliente en el pecho Contra sus glaciares-corazones Yo he perdido casi todas las batallas pero que el armisticio lo firme Dios, si es que se anima a venir.
23 A veces no hace falta el arma en la cabeza Ninguna de las veces hubo armas. Tampoco hubo calle desierta Solo había una cama La primer noche, ya no había música Había jugado a perder la inocencia Pero con la inocencia de lxs que todavía juegan Entró a la habitación y me dio la orden Que otros repetirían La primer noche, ya era de día La fiesta seguía Las paredes se caían encima mío y no me miraban El mundo nunca se detuvo la parálisis siempre fue mía
24 La noche El olor El tacto El forcejeo El semen Mi corazón roto Mi cabeza y mis piernas Profanadas Las tres duchas diarias Los surcos de mis ojos mojados, durante seis meses La ropa interior de ese día En el tacho de la basura. Y el silencio de los labios apretados para contener las nauseas 25 Ahora que el silencio sea para lxs muertxs Y para lxs que esconden la mano, después de tocar la herida.
26 La suerte de la tranquilidad anticipa el caos Puedo caminar esta ciudad entera con los ojos cerrados. Está por llover y las hormigas coloradas han salido a comerse las raíces de las plantas sitiando La puerta de mi casa.
27 En el aniversario virtual de la nostalgia Facebook me mostró un álbum donde fotografié a mis amigxs hoy veo nuestras miradas famélicas como si alguien hubiera entrado en puntillas a nuestras casas para llevarse nuestra inocencia.
28 La miseria que camina por las veredas se trepa en estas paredes empapeladas con flores Se come el arroz blanco con el que llegamos a fin de mes Se fuma rancias colillas de cigarrillos Nos tira de las ojeras con las que miramos titilantes pantallas Que nos recuerdan que no hemos pagado el internet
29 la inmovilidad el la violencia que me ata a la melancolía la obscenidad con la que recuerdo hordas de gente caminando al lado del mar la ansiedad con la que rogaba al dios en que cree mi papá que las campanas de la catedral dejen de sonar la arrogancia con la que miro el agua que inunda el baño de mi casa donde todo parece destinado a romperse el olor a mierda del patio que nadie va a limpiar la velocidad que no puedo calcular de la angustia con la que miro al mundo en el espejo y la mirada que me devuelve el reflejo.
30 y allá afuera también se levanta una procesión de gente que tiene todo el fuego de las estufas que este invierno no prendimos (está caro el gas) en la sangre que recorre sus cuerpos. Las candentes miradas de lxs amigxs es Toda la victoria Lo que no somos Por miedo Por subjetivación Todo lo que tuvimos que hacer ruinas Para dejar de ser Predecible variable sensible al margen de error de una cadena de montaje ultimo modelo que hace maquinas de la indeferencia afectiva toda la victoria es nuestra.