Edafología Mallorquina

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Edafología

Los suelos baleares son en su mayoría de naturaleza calcárea y régimen xérico. Dicho régimen se asocia a zonas de clima mediterráneo, caracterizadas por un intenso déficit hídrico estival y un pico de precipitaciones en otoño. Durante el otoño el nivel de evapotranspiración disminuye, lo que lleva a que el agua recibida durante este pico de precipitaciones permanezca en el suelo por bastante tiempo. El grado de evolución de los suelos baleares no suele ser demasiado alto, con lo que la influencia de la roca madre en sus características es patente. La textura predominante es franco-arcillosa, con una presencia abundante de materiales gruesos, como gravas y pequeñas piedras. El pH suele situarse en valores levemente básicos, entre 7 y 8, mientras que los niveles de materia orgánica suelen oscilar entre el 3,5 y el 4%. Los tipos más comunes de suelo de las Islas Baleares son los pardos calizos, sobre material consolidado o no. En ocasiones pueden formarse costras superficiales que dificultan en gran medida el enraizamiento; en este caso, nos encontraremos ante un suelo de tipo pardo con horizonte de costra caliza. Las costras se forman por un proceso de lixiviado del carbonato cálcico (CaCO3). Los suelos de Menorca suelen presentar un grado de estructura algo mayor, con un predominio de materiales calizos, acompañados por areniscas y pizarras. En Ibiza son frecuentes los suelos de carácter arcilloso y costra superficial, cuyos materiales más frecuentes son calizas, margas y dolomitas. En el caso de Formentera, los suelos son de carácter arenoso o arcilloso, y de origen postorogénico.

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Climatología Merced a sus características típicamente mediterráneas, el clima balear puede clasificarse como mediterráneo subhúmedo, con unas temperaturas por lo general suaves durante todo el año y un alto grado de insolación. Las precipitaciones se sitúan entre los 350 y los 600 mm, desigualmente repartidos a lo largo del año. Suele darse una marcada sequía durante los meses estivales. En verano, el anticiclón de las Azores deja notar su influencia, llevando a un importante y rápido aumento de la temperatura en la superficie del mar. Más tarde, a principios del otoño, la combinación de las primeras masas de aire frío y estas altas temperaturas da lugar a episodios de gota fría. Así, buena parte de las precipitaciones se concentran durante el otoño y a lo largo de unos pocos días, debido a fenómenos estacionales como la citada gota fría o la borrasca de Liguria. En general las precipitaciones presentan una distribución geográfica bastante regular, en la que Menorca y el norte de Mallorca muestran una pluviosidad algo mayor que los territorios situados más al sur. Con sus 1.200-1.500 mm anuales, la Sierra de Tramuntana, es la zona más lluviosa de las Islas; esto se debe al gradiente altitudinal, que determina que las zonas a mayor altitud tienden a recibir un mayor volumen de precipitaciones. El influjo del mar determina la suavidad de las temperaturas baleares, que se sitúan en torno a los 1618 ºC de media anual para casi toda la Comunidad (exceptuando las áreas más montañosas). La media de las temperaturas máximas puede rondar los 30ºC en verano, mientras que las mínimas en invierno varían entre valores medios en torno a los 10ºC en Ibiza o los 5ºC de Mallorca. La amplitud térmica es moderada, en gran medida por la influencia marítima, que impide que se alcancen valores extremos; se sitúa entre los 12 y los 14ºC para todas las islas. Las heladas son infrecuentes. Los vientos predominantes durante el invierno en Mallorca y Menorca son de componente norte. Entre ellos destaca el Mistral o la Tramuntana, un viento seco e intenso que suaviza la sensación térmica en verano pero que puede rebasar los 100 kilómetros por hora en invierno. En verano se deja notar la influencia de brisas procedentes del sur, como es el caso del Llebeig, el Mitjorn o el Xaloc. Es en esta época del año cuando los Embats, de origen marítimo, se dirigen hacia Mallorca y ayudan a suavizar sus temperaturas diurnas. En el caso de Ibiza, los vientos principales vienen del oeste y sudoeste en verano y del este en verano.

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