DISEÑO SOCIALMENTE RESPONSABLE Ideología y participación Gloria Stella Barrera Jurado y Ana Cielo Quiñones Aguilar
Con el reto de concretar acciones de transformación social dando prioridad a la reflexión sobre los problemas más importantes del país, y con el propósito de trazar nuevos caminos y derroteros en la formación y ejercicio del diseño en nuestro contexto, este texto representa una postura ética y conceptual a partir de la construcción de la construcción de conocimiento derivado de la investigación en el campo de la responsabilidad social en el diseño, que busca trascender y generar un compromiso en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Este libro contiene un planteamiento teórico que se define como Diseño Socialmente Responsable, el cual reúne fundamentos, características y métodos en el marco del diseño participativo, y contempla la aplicación de algunos indicadores que se consideran fundamentales tanto para la planificación como para la autoevaluación en cada una de las etapas de desarrollo de los proyectos de diseño que han sido construidos de manera interrelacionada y compleja al integrar los factores socio-ambientales, socio-culturales y socio-económicos. Esta apuesta de diseño se presenta como una propuesta transformadora que contribuye a cambiar los órdenes sociales a partir de utopías como fuerzas movilizadoras que posibiliten designios académicos y profesionales, comprometidos con los problemas más relevantes de nuestro país, así como respuestas creativas, viables y emancipadoras.
Capítulo 3 Responsabilidad social universitaria Responsabilidad social en la Pontificia Universidad Javeriana Gerardo Remolina Vargas, S.J. (1999, 9) afirma que la universidad tiene coma uno de sus objetivos primordiales ser "factor de desarrollo, orientación crítica y transformación de la sociedad en que vive". También manifiesta al respecto que la Universidad Javeriana en su documento Misión, fundamenta que "la universidad debe insertarse en la realidad nacional estudiando, de manera operativa e interdisciplinaria, los grandes problemas que vive el país, produciendo conocimientos relevantes sobre estos temas y presentando estrategias y alternativas para que de una manera seria y responsable se logre la transformación de la sociedad" (PUJ, 1999, 22). Según Remolina, tres son los presupuestos
principales para que la universidad actúe con responsabilidad social: En primer lugar, la universidad es un bien social, no es un bien privado, por lo tanto debe actuar teniendo como meta el bien de la sociedad y debe darle cuenta a ésta de sus acciones. En segunda instancia, la universidad tiene una función política, "entendiendo ésta en el sentido más auténtico de la palabra, es decir, come el arte de ordenar los poderes sociales para la obtención del bien común" (Remolina, 1999, 9). En tercer lugar, debe actuar desde la academia, la labor es el conocimiento y desde allí debe contribuir en la construcción de una sociedad mejor. Igualmente, Remolina afirma que la universidad debe tener una contribución específica para responder con planteamientos concretos a la sociedad en que vive, puesto que "la universidad y sus unidades no pueden ser ajenas a su contorno; deben no sale situarse, sino orientarse hacia él y de alguna manera dejarse conformar por sus necesidades y urgencias". La universidad también debe tener una acción política, proyectando sus prácticas hacia la transformación de la sociedad, para esto debe reconocer la realidad en la que vive para generar diagnósticos de manera concreta. La universidad debe definir su modelo de intervención en la sociedad para actuar de manera coherente, ordenada y sistemática para pasar del saber, al saber hacer. La responsabilidad social debe entenderse como un deber al interior de las instituciones y organizaciones, no solo desde las presiones exteriores. "El ser humano por su misma índole es social y debe conformar el tejido de sus relaciones en forma de convivencia junta y equitativa, de modo que viva y se desarrolle en un ambiente de convivencia y de calidad de vida verdaderamente humana" (Remolina, 2000,12). Igualmente, Remolina específica que lo social debe entenderse como un "plus" o valor agregado que debe sobrepasar la actividad fundamental de cada institución o organización, y que debe tener una incidencia dentro de la sociedad. En el texto Políticos e indicadores de responsabilidad social universitaria en AUSJAL, Peter-Hans Kolvenbach S.J., elaboró un documento base en el que presenta los antecedentes y un marco tentativo con criterios, políticas, acciones mínimas e indicadores de responsabilidad social para implementar en las universidades jesuíticas en
América Latina. En este documento presenta una definición con el fin de afianzar la responsabilidad social universitaria, la cual se ha de entender como "la habilidad y efectividad de la universidad para responder a las necesidades de transformación de la sociedad donde está inmersa, mediante el ejercicio de sus funciones sustantivas: docencia, investigación y extensión. Estas funciones deben estar animadas por la búsqueda de la promoción de la justicia, la solidaridad y la equidad social, mediante la construcción de respuestas exitosas para atender los retos que implica promover el desarrollo" (Kolvenbach, 2005, 3). Igualmente, plantea unos criterios como orientaciones generales de responsabilidad social universitaria: en primera instancia asegura que ésta es asunto de todos, como un elemento de identidad y de coherencia institucional, también que estas iniciativas deben contribuir a la transformación de las realidades regionales, nacionales y locales. Así mismo, afirma que se deben encontrar nuevos caminos de investigación y formación de manera interdisciplinaria que potencialicen un trabajo entre universidades. Kolvenbach presenta los aspectos que considera importantes para tener en cuenta coma punto de referencia del tema, definidos en el “I Encuentro de Responsabilidad Social de AUSJAL". Dicho aspectos son: 1. La experiencia vivencial del servicio social universitario, marcada por el contacto directo con las comunidades, con los pobres y con los más vulnerables.
2. El conocimiento de la historia contemporánea del país, con especial énfasis en la comprensión causal de la poca generación de oportunidades y bienestar para las grandes mayorías, la exclusión y los problemas de gobernabilidad. Se debe enfatizar acción local con visión universal.
3. La alta capacidad técnica y profesional de los estudios de cada carrera, conscientes de que no basta con la buena voluntad, y de que el moralismo, sin competencia y excelencia académica, puede traer males mayores. Se debe profundizar en la capacidad de diseñar soluciones exitosas.
4. El sentido de lo público, como espacio de trascendencia para el quehacer profesional de manera que los profesionales exitosos los sean también para la exitosa construcción de lo público. Análisis de los planteamientos de Responsabilidad y Pertinencia Social en los documentos curriculares de la Carrera de Diseño Industrial de la Pontificia Universidad Javeriana "La responsabilidad del diseñador (...), su buen juicio social y moral tiene que
entrar en juego mucho antes de que empiece a diseñar, porque tiene que juzgar, apriorísticamente, además si los productos que se le pide que diseñe o rediseñe merecen su atención o no. En otras palabras, si su diseño estará a favor o en contra del bien social." (Papanek, 1971, 57) A continuación, retomamos y analizamos críticamente los conceptos de responsabilidad y pertinencia social en los documentos curriculares de la Carrera de Diseño Industrial de la Pontificia Universidad Javeriana desde su fundación hasta la actualidad. A partir de ello observamos una dimensión de la Responsabilidad Social Universitaria y la relevancia del tema en la fundamentación de la formación profesional de los diseñadores industriales javerianos. … Años dos mil El documento Síntesis del Curricula. Carrera de Diseño Industrial (2000) se presenta coma una síntesis del documento de renovación curricular de la Facultad de Arquitectura y Diseño de 1993. Cabe resaltar que, a diferencia del anterior, se introduce una modificación significativa en el perfil del Diseñador Industrial Javeriano, que se concibe como: Un visionario capaz de gestar, organizar y liderar proyectos de Diseño Industrial que busquen mejorar la calidad de vida de la comunidad a la que sirve. Estará formado pan buscar su realización personal y para buscar la excelencia académica, con fundamento en la ciencia, la cultura y la tecnología, desde una postura crítica, con responsabilidad social, con visión ética y con un alto nivel de creatividad. Igualmente, su formación lo potencializa para participar en equipos interdisciplinarios e interprofesionales y para proyectar soluciones de Diseño Industrial contemplando factores tecnológicos, ergonómico, estéticos, semióticos, teóricos-históricos y de gestión que transformar la concepción y el uso de los objetos y sistemas de objetos y sus relaciones con los seres humanos, con el fin de lograr su armónico y óptima equilibrio en concordancia con las necesidades de la sociedad y con su hábitat. (Carrera de Diseño Industrial, 2000, 11) Observamos que este planteamiento busca la formación de un diseñador gestor y líder capaz de asumir un compromiso con las necesidades prioritarias de la sociedad, con el fin de buscar mejorar la calidad de vida; es decir, ya no se orienta exclusivamente al ámbito del mercado sino que se orienta a abordar las necesidades de la sociedad en general. Así mismo, se resalta la dimensión del ser, su realización como profesional y como persona, a partir
de su acción profesional para con los demás a partir de asumir una postura crítica, socialmente responsable y ética. Esto la proyecta como un actor social de cambia y transformación social, dentro de parámetros de búsqueda de bienestar integral. También apreciamos que se reformulan los objetivos para el primer ciclo de formación, a partir de lo cual se da una orientación precisa hacia la aplicación y desarrollo creativo de los fundamentos de diseño en problemas de diseño, marcando un cambio en las dinámicas y estrategias pedagógicas. Así mismo, el objetivo para el ciclo de formación profesional se replantea y orienta al desarrollo de las capacidades del estudiante para "desarrollar proyectos de diseño industrial, desde el momento en que se detecta una demanda generada por un problema o una necesidad, hasta proponer y presentar las respuestas proyectuales que consideren la ejecución del proyecto, el uso, la fruición, el consumo y la disposición final; para ello tendrá en cuenta los factures culturales, ambientales, históricos, ergonómicos, semióticos, de gestión tecnológicos y de producción de la respuesta proyectual" (Carrera de Diseño Industrial, 2000,16). A diferencia del concepto de proyecto propuesto en el documento de 1993, este planteamiento cobija un espectro más amplio y complejo de relaciones que no solamente se orienta a concretar las respuestas proyectuales, sino que implícitamente aborda un concepto de responsabilidad social al plantear que se debe considerar el uso, fruición, consumo y disposición final, es decir todas las dimensiones de la respuesta proyectual en la interacción con el ser humano y el ambiente. Al igual que en la propuesta de 1993, se plantea que los problemas para abordar en los proyectos a desarrollar en este ciclo deben derivar de la Misión de La Pontificia Universidad Javeriana, y desde el ámbito del diseño industrial se propone asumir las siguientes temáticas: las necesidades básicas insatisfechas, la producción industrial y el contexto cultural, el desarrollo industrial y el desarrollo tecnológico y finalmente la competitividad del diseño industrial colombiano. Para el ciclo de práctica y ejercitación pre-profesional, se plantea el desarrollo de las capacidades del estudiante para "identificar y promover la intervención del diseño industrial en el ámbito empresarial, mediante su participación, desde una postura crítica, en el desarrollo de proyectos de diseño industrial orientados a la solución de problemas de la comunidad a la que sirve" (Carrera de Diseño Industrial, 2000, 17). A diferencia del documento de 1993 en que se planteaba como objetivo para este ciclo la ejercitación del estudiante y la verificación de sus competencias, aquí observamos
que se busca desarrollar en el estudiante una mayor proactividad como dinamizador y promotor del diseño industrial en las empresas, y su idónea articulación con las comunidades o población a las cuales se orientan los proyectos. En este sentido, consideramos que hay un planteamiento que busca dar respuestas coherentes y responsables con las empresas y con las comunidades. De conformidad con lo expuesto anteriormente, se estructura en el documento el plan de estudios que reúne cada una de las asignaturas con su descripción y objetivos. La “Carpeta guía de la Carrera de Diseño Industrial: segundo y tercer ciclo” (2000) se presenta como documento con los objetivos, contenidos y ejercicios planteados para cada uno de los programas de segundo ciclo, en la cual también se estructuraba un marco de referencia sobre los conceptos a abordar de conformidad con las problemáticas referidas a la Misión de la Universidad. Es así como dentro de un proceso continuo, en el año 2000 la carrera de Diseño Industrial vio la necesidad de establecer un acuerdo sobre los fundamentos del diseño industrial a nivel integral, que se centró en definir sus componentes y las etapas de un proceso proyectual, basado en lo que se consideraba el quehacer del diseñador industrial. Por ello, como punto de partida se conceptualizan, argumentan y definen estos aspectos que son bases para la reflexión crítica y responsable en el ámbito académico para aquel momento histórico, y guía para el desarrollo de los programas de segundo y tercer ciclo de formación académica en la carrera de diseño industrial. En este orden de ideas, se define el diseño industrial como "la disciplina que concibe objetos con carácter industrial, mediante la identificación, innovación y establecimiento de relaciones eficientes y responsables entre el ser humano, el ambiente y el objeto, en un contexto determinado, con el propósito de satisfacer necesidades humanas o deseos" (Carrera de Diseño Industrial, 2000a, 2). Esta definición marca una directriz que opta por establecer relaciones responsables, además de eficientes, orienta su razón de ser hacia un propósito definido: la satisfacción de las necesidades y deseos humanos. Asimismo, expresa que la relación del diseño industrial con la sociedad debe garantizar el desarrollo de las futuras generaciones en armonía con la naturaleza. Se definen, por lo tanto, como componentes según el documento de la Carpeta guía: segundo y tercer ciclo (Carrera de Diseño Industrial, 2000a, 2): Los objetos, que deben ser entendidos como las respuestas tangibles o intangibles, producidas con criterio de producción industrial, como parte de un proceso de diseño industrial. Se considera que esta
visión debe abordar el ciclo de vida de los productos. El ambiente, que es definido como el entorno en que es posible el desarrollo de la vida, y medio ambiente come el "entorno en que opera una organización que incluye: aire, agua, suelo, recursos naturales, flora, fauna, sores humanos y su interrelación" (tomado de la Norma ISO 14000. International Standart Organization, 1996). El ser humano, es decir, se hace referencia a que las necesidades humanas son el punto de partida para el diseño industrial; por lo tanto, se debe tener en cuenta el ser humano a nivel físico, psíquico y cultural y sus dimensiones: intelectual, estética, afectiva, física y ética. El contexto, entendido como aquel que compromete una sociedad humana enmarcada por dimensiones espaciales y temporales. En este sentido, define que las relaciones de la sociedad humana en dichas dimensiones, determinan su historia y su cultura. Posteriormente, el texto identifica la estructura del proceso de diseño industrial como aquel en el que se deben considerar varios componentes a partir de los cuales se puede establecer un satisfactor de una necesidad, la solución a un problema o el mejoramiento de una situación. Propone que éstos deben ser entendidos como parte de un sistema a partir del cual el diseñador industrial debe establecer un método para el desarrollo de su actividad proyectual. Se conceptualiza que los componentes del proceso de diseño industrial son: las necesidades humanas, la actividad proyectual, la respuesta proyectual, la ejecución del proyecto, el objeto, el consumo y uso, disposición final y el conocimiento construido. Este último es definido como resultado de un ejercicio que se fundamenta en la valoración del proceso de diseño industrial, en el que se analizan si las relaciones de los componentes (ser humano, objeto, ambiente) fueron eficientes teniendo en cuenta el ciclo de vida del objeto. El documento desarrolla ampliamente un manual para los proyectos de diseño industrial en segundo ciclo o ciclo de formación profesional que, observamos, tenía el propósito de orientar a los directores de los proyectos, profesores de los seminarios taller y a los estudiantes, acerca de las actividades a adelantar durante el desarrollo del semestre académico, así como dar una guía precisa sobre los procedimientos generales, métodos de trabajo, contenidos y ejercicios que se planteaban para el desarrollo y cumplimiento de los objetivos propuestos a partir de los cuales deberán estructurarse los programas académicos para cada una de las asignaturas. Así mismo, el documento reúne una conceptualización sobre los temas de referencia a abordar durante este
período tales como: calidad, calidad de diseño, calidad de vida, cultura, desarrollo sostenible, innovación tecnológica, técnica y tecnología, desarrollo tecnológico, diseño utilitario, identidad corporativa, necesidades humanas, entre otros. También, los objetivos, contenidos y ejercicios a desarrollar para cada semestre. Finalmente el documento da una directriz precisa sobre los objetivos y contenidos para el tercer ciclo de la Carrera de Diseño Industrial, denominado ciclo de práctica y ejercitación pre-profesional. Al respecto, de manera específica para el décimo semestre correspondiente al desarrollo del trabajo de grado, se define que este debe ser entendido como el trabajo final que un estudiante desarrolla y debe sustentar de forma autónoma para optar al título de Diseñador Industrial de la Pontificia Universidad Javeriana. Además, debe permitir al estudiante orientar todo lo aprendido durante la carrera para que de manera responsable y autónoma, de respuesta a sus intereses en el marco de la Misión de la Universidad, y proyecte su inmediato ejercicio profesional de acuerdo con sus habilidades y conocimientos. El Documento Curricula Gula 5 Carrera de Diseño Industrial (2005) se estructura en cuatro capítulos: el primero de ellos desarrolla la intencionalidad formativa, en que se aborda la justificación del programa, los objetivos de formación y los perfiles de ingreso, egreso y a nivel ocupacional. El segundo, asume principios epistemológicos sobre la investigación formativa, y específicamente una argumentación sobre la orientación en la formación de diseñadores industriales en la investigación exploratoria dentro de la cual se integra el proyecto de Diseño Industrial, un ámbito de reflexión en torno a la investigación pan la acción práctica a partir de las prácticas sociales, en las prácticas pre-profesionales, en el programa de empresas emprendedoras y en el desarrollo de proyectos especiales, así mismo en el trabajo de grado. El tercer capítulo plantea todo lo relativo a las prácticas pedagógicas y su implementación. Finalmente, el cuarto capítulo reúne el conjunto de asignaturas a cursar. Como punto de partida, el texto del primer capítulo define el diseño industrial como una "profesión creativa y proyectiva cuyo objetivo principal es establecer las cualidades y atributos multifacéticos de los objetos, procesos, servicios y sus sistemas en todos sus ciclos de vida, satisfaciendo necesidades de un grupo humano, mejorando su forma de vida". (Carrera de Diseño Industrial, 2005,1) 1
Definition propuesta por los Disenadores Industrie.les Roberto Cuervo y Fernando Ramirez, a partir de los plantearnientos de definition del ICSID.
Posteriormente, tomando como referencia los planteamientos del ICSID, expresa que es el factor central de la humanización innovativa de las tecnologías y el factor crucial del intercambio económico y cultural. Así mismo, expresa que las soluciones que plantea deben estar contextualizadas dentro del marco productivo, tecnológico, distributivo y comercial teniendo en cuenta el cuidado del medio ambiente, el consumo de los recursos, su incidencia en el entorno, su calidad e impacto en el mercado, aporte e identidad cultural, fomentando la renovación para el presente y futuro de las sociedades donde se desempeña. Observamos que hay un planteamiento más amplio del concepto de Diseño Industrial al considerar que ya no solamente el objetivo del ejercicio de esta profesión es establecer las cualidades y atributos multifacéticos de los objetos, sino que se considera que su espectro de intervención debe abordar los procesos, servicios y sus sistemas en todos sus ciclos de vida. Se orienta, asimismo, como en el planteamiento desarrollado en el 2000, a la satisfacción de las necesidades del grupo humano, aunque ya no se menciona el concepto de calidad de vida, sino que opta por el de mejorar las formal de vida de estos grupos humanos. En cuanto a las soluciones, plantea imperativamente el hecho de que deben obedecer a un contexto específico en el que es necesario tener en cuenta el cuidado del medio ambiente. Esto plantea un ejercicio responsable con el contexto a nivel integral, que propende por una opción de desarrollo sustentable. Así mismo, plantea que las soluciones deben tener en cuenta su calidad e impacto en el mercado, concepto que introduce de manera exclusiva dejando de lado a la sociedad en general o los grupos humanos que no son considerados mercado pero que tienen numerosas necesidades. Además, propone que estas soluciones deben considerar la dimensión de identidad cultural con el fin de fomentar la renovación para el presente y futuro de las sociedades donde se desarrolla. El documento realiza una recopilación de información y análisis sobre el contexto latinoamericano (específicamente el colombiano) del Diseño Industrial, en el que se mencionan casos como los de Argentina, Brasil, México y Chile, en donde, desde los años sesentas, se han creado muchas escuelas para la formación de diseñadores industriales. Se comenta que la formación en estos contextos se ha desarrollado, en algunos casos, muy articulada al área tecnológica; y, en otros, dirigida hacia el campo artístico afectado principalmente por la artesanía. Se hace también una reflexión crítica entorno al
desarrollo de diseño en Latinoamérica, en el que se expresa que los modelos extranjeros, tanto académicos como estéticos, se han venido reproduciendo a causa de una falta de desarrollo investigativo propio. Esta carencia se considera que ha impedido un desarrollo tecnológico propio y que plantea un desafío, pues expresa que implementar la investigación permitiría "la generación de una perspectiva propia y local muy ligada al contexto cultural y productivo latinoamericano" (Carrera de Diseño Industrial, 2005, 3). Asimismo, expresa que el diseño industrial en Latinoamérica empieza a identificar sus límites e identidades, aprovechando la memoria cultural propia en el campo de los recursos, procesos, materiales y de los valores sensibles como comunidad". Además, se analizan, para el caso colombiano, las circunstancias que dieron origen y han permitido una evolución de la profesión; sin embargo, se argumenta el escaso desarrollo del conocimiento particular y pertinente al diseño industrial, el cual no se ha desarrollado a nivel de las instituciones estatales, privadas y académicas y, por lo tanto, la profesión ha tenido una escasa repercusión cultural y una incipiente credibilidad por parte de la sociedad. Se expresa también que el diseño industrial no ha podido ser utilizado como un instrumento de transformación; sin embargo, se observa que la sociedad ha empezado a adquirir conciencia de su importancia. Se argumenta la necesidad de compromiso de las instancias académicas con la producción de conocimiento específico para nuestro contexto, que se plantea deberá ser desarrollado por medio de un plan sistemático de investigación que aborde los efectos sobre la cultura y el ambiente. Se propone que, en el medio académico, el campo de estudio del diseño industrial deberá estar siempre dirigido a la valoración integral de los objetos de uso .y concebirlos coma soporte transmisor y generador de la cultura del uso, una cultura del objeto y una cultura del proyecto. Con relación al contexto mundial del diseño industrial se retoman los conceptos y planteamientos del documento de renovación curricular del año 1993. Así mismo, se retoman los elementos determinantes del currículo (el ser humano, el conocimiento y la nación, Colombia) y su fundamentación general desde el punto de vista epistemológico y del conocimiento, desde la concepción antropológica y ética del ser humano integral, y desde la concepción educativa y pedagógica para el compromiso que formula la carrera de Diseño Industrial, y que deriva argumentalmente en la misma propuesta sobre la formación integral del Diseñador Industrial Javeriano que se estructura en el documento de síntesis del
currículo del año 2000. Se formulan los objetivos de formación en tres dimensiones: hacia el estudiante, coma proceso y coma contribución al desarrollo del Diseño Industrial a nivel nacional. En cuanto al estudiante, plantea que se busca desarrollar en él la capacidad de comprender y aplicar los fundamentos del Diseño Industrial que contemplan factores metodológicos, culturales, ambientales, ergonómicos, tecnológicos, estéticos, semióticos, económicos y políticos. También, que desarrollar proyectos de Diseño Industrial desde el momento en que se detecte la demanda generada por un problema o necesidad, hasta proponer y presentar las respuestas proyectuales que consideren la ejecución del proyecto, el uso y el consumo, y que proyectar respuestas de Diseño Industrial pertinentes e innovadoras de acuerdo a la realidad en que actúan, siendo conocedor y responsable del impacto de éstas. Asimismo, plantea que aplicar conocimientos y habilidades de comunicación y argumentación, mediante el manejo de diversos lenguajes y medios, y que padre proyectar su desempeño como futuro diseñador industrial, consolidando una postura crítica frente a problemas específicos de competencia del diseño industrial, en diversos escenarios de nuestra sociedad, con disposición y preparación pare el trabajo interdisciplinario. Como proceso, plantea que se busca preparar al estudiante con respecto a la realidad del desarrollo de respuestas proyectuales de diseño industrial, por medio de la confrontación de estas en el ámbito empresarial, académico y productivo. Como escuela de formación, propone la reflexión crítica con el fin de aportar conceptual y metodológicamente a la construcción y consolidación del Diseño Industrial en el país. De esta forma, se concibe el perfil del Diseñador Industrial Javeriano como: Un profesional creativo y proyectivo, cuyo objetivo principal es el de establecer las múltiples cualidades y atributos de los objetos, procesos, servicios y sus sistemas; en todos sus ciclos de vida, satisfaciendo las necesidades de un grupo humano determinado, mejorando su forma de vida. El Diseñador industrial tiene como factor central de su actividad la humanización innovativa de las tecnologías y el crucial intercambio económico y cultural. Las soluciones que plantea un Diseñador Industrial estén contextualizadas dentro del marco productivo, tecnológico, distributivo y comercial, teniendo en cuenta el cuidado del medio ambiente, el consumo de los recursos, su incidencia en el entorno, su calidad e impacto en el mercado, aportando identidad cultural, fomentando la renovación para el presente y futuro de las sociedades donde se desempeña. (Carrera de Diseño Industrial. 2005, 13)
Observamos que este perfil evidencia un reconocimiento del carácter e identificación de la profesión a nivel de su dimensión proyectual, en que se define su praxis en términos de determinar las cualidades y atributos a nivel integral de los objetos, procesos, servicios o sus sistemas. En este sentido, hay una ampliación del discurso epistemológico de la profesión que trasciende al ámbito de los servicios y considera todas las implicaciones que plantea el ciclo de vida, con ello se evidencia un mayor compromiso eco-sistémico; y como enfoque permanente se analiza que la intencionalidad final sigue con una clara orientación hacia la satisfacción de las necesidades de los grupos humanos, mejorando su forma de vida. También, apreciamos que se asumen las conceptualizaciones desarrolladas en el ICSID, centrándose la actividad proyectual en la humanización de las tecnologías; es decir, su razón de ser se plantea por excelencia de carácter humanístico, buscando con ello dar respuesta al ser humano a nivel integral, considerando asimismo fundamental su sentido económico y cultural, el desarrollo de respuestas proyectuales dentro de un marco contextual determinado, en el que se considera la preservación ambiental, la calidad y el impacto en el mercado. En este sentido consideramos que no solamente debería orientarse exclusivamente al mercado, sino retomar las necesidades de la sociedad en general. Además, se plantea que los conocimientos, capacidades y destrezas del egresado diseñador javeriano, se expresaran en la competencia disciplinar, y hará de él un profesional con sólida fundamentación conceptual y proyectual y con capacidad para identificar y comprender problemáticas que puedan ser abordadas y resueltas con métodos y soluciones de diseño. Se considera que deberá asumir posturas críticas respecto a los requerimientos del proyecto con el fin de ofrecer propuestas de solución en concordancia con los valores culturales. A nivel de competencia comunicativa, se plantea que el egresado tendrá aptitudes y destrezas para la expresión conceptual, verbal, escrita, gráfica y tridimensional, y tendrá habilidad para argumentar proyectos de diseño. A nivel de competencia ética, se propone que están en capacidad de identificar, conocer y asumir responsablemente las implicaciones éticas, económicas, sociales, culturales, políticas y ambientales de sus propuestas de diseño. Se considera también que será un profesional con la aptitud para el trabajo interdisciplinario, con actitud crítica basada en valores humanos, sociales, culturales, democráticos; responsable con su país y
los contextos donde se desempeña. En el segundo capítulo se aborda una conceptualización y orientación precisa sobre el sentido y aplicación de la investigación formativa en la carrera de diseño industrial, que se plantea debe ser exploratoria en el primer ciclo, y en el segundo ciclo debe desarrollarse en las áreas de proyectación. También se plantea ámbitos de investigación formativa en la asignatura seminario trabajo de grado, en los talleres verticales. Y dentro del marco de la investigación para la transformación en la acción practica se plantean y fundamentan las prácticas sociales, pre-profesionales, el programa de empresas emprendedoras, los proyectos especiales orientados al sector empresarial y los trabajos de grado. En el capítulo sobre prácticas pedagógicas se establece el rol del docente como guía y orientador y del estudiante como "activo en su proceso de formación y acompañado por el docente va desarrollando capacidades que permiten la construcción de conocimiento, la coordinación e implementación de contenidos de otras disciplinas, mediante el desarrollo de propuestas proyectuales" (Carrera de Diseño Industrial, 2005, 21). La organización del plan de estudios de la carrera de Diseño Industrial para este momento histórico, define dos ciclos de formación. En el primer ciclo, privilegia la formación básica, para "formar habilidades y conocimientos básicos en el campo tecnológico, comunicativo, estético, formal y metodológico"; y en el segundo ciclo, el desarrollo de las capacidades en el estudiante para "plantear, estructurar, desarrollar, argumentar y evaluar proyectos de diseño" (Carrera de Diseño Industrial, 2005, 21). Conceptualización y propuesta para un diseño socialmente responsable Definición de Diseño Socialmente Responsable Entendemos el concepto de diseño socialmente responsable como la capacidad para abordar problemas fundamentales y prioritarios de la sociedad a nivel integral, no solamente los derivados de las exigencias marcadas por las dinámicas del mercado, a partir de lo cual se plantean formulaciones de proyectos de diseño que consideran los intereses de todas las personas involucradas en las problemáticas planteadas, que asumen un compromiso con la sociedad y la naturaleza, que se responsabilizan por las consecuencias de las decisiones, acciones y resultados a nivel social, económico y ambiental, y
que concretan estrategias de transformación social en la búsqueda de bienestar integral. Del planteamiento anterior se deriva que las iniciativas de diseño socialmente responsable, deben estar relacionadas con búsquedas que generen beneficios en el ámbito económico, el mejoramiento de la interacción social y la conservación y manejo adecuado del ambiente, compuesto integralmente por naturaleza y sociedad. A nivel de resultados, podemos entender que comprende las respuestas proyectuales creativas y pertinentes y los productos que genera el Diseñador con las comunidades o poblaciones objetivo y actores involucrados en las cadenas productivas o de servicios, con el objetivo de lograr transformaciones que contribuyan en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Esta propuesta también se relaciona con qué estamos diseñando, cómo la hacemos, como gestionamos estos proyectos. Igualmente, con la conciencia acerca de los efectos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales que generan las propuestas, desde la perspectiva de su producción, use y desuso. Este tipo de enfoque debe optar por la integración voluntaria de los diseñadores que tengan una apuesta de diseño con responsabilidad social. Características del Diseño Socialmente Responsable Algunos principios que se pueden identificar dentro del marco del diseño socialmente responsable, son: Toda actitud de respeto y servicio que tenga por objetivo el desarrollo integral de la persona humana. El compromiso para el desarrollo integral de comunidades específicas. Promoción de proyectos, programas y planes que promuevan una convivencia justa en nuestras sociedades. Acciones que tengan como objetivo la reducción de violencia y el respeto a la vida. Construcción de una sociedad incluyente desde las perspectivas de clase, etnia y género. Acciones que propicien el respeto de los Derechos Humanos. Compromiso con una justicia social basada en el reconocimiento y la correcta distribución de bienes. Construcción de consensos básicos de valores que fundamenten actitudes de construcción. social. Garantía en la participación o el consenso ante las decisiones que afecten a las comunidades. Acciones que generen autonomía2 de las 2
Para Cornelius Castoriadis, la autonomía es la libertad efectiva; la autonomía de la colectividad que
personas y de las diferentes comunidades. Participación en la búsqueda de formación de ciudadanos cívicos. Protección medioambiental. Disminución de consumo de recursos, disminución de desechos y emisiones contaminantes, reducción de gastos energéticos, eliminación de residuos. Propiciar la sostenibilidad de las acciones emprendidas. Acciones que promuevan la autonomía tecnológica. Generación de prácticas comerciales respetuosas. Desarrollo de acciones que se caractericen por su transparencia. Resultados que beneficien a la empresa y a todos los stakeholders. Método para un Diseño Socialmente Responsable Como marco de referencia para el desarrollo de los proyectos de diseño socialmente responsable, se plantea abordar los aspectos conceptuales de los Derechos Humanos, especialmente los de segunda generación que corresponden a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC)3. Los DESC implican un deber positivo en los procesos socioeconómicos que deben ser intervenidos para asegurar la justicia social y condiciones equitativas entre las personas. Estos derechos se encuentran establecidos en el documento Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales (2001), entre los artículos 7 y 15. Este pacto enuncia que "los Estados partes se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en el se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra Índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social", y particularmente que toda persona tiene derecho: Al trabajo, el cual incluye la oportunidad de obtener los medios para llevar una vida digna y decorosa.
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solo puede realizarse mediante la auto institución y el autogobierno explícitos. Para 61 es imposible la autonomía de los individuos sin la autonomía de la colectividad, por ello debe haber participación en les tomes de decisiones que intervengan profundamente en la organización de la vida social. Existen los derechos denominados de primera generación que son los Derechos Civiles y Políticos, los de segunda generación que corresponden a los Derechos Económicos Sociales y Culturales, y los de tercera generación que son los denominados Derechos de la Solidaridad.
A la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social. A la educación, orientada al plena desarrollo de la personalidad. A la seguridad social, que la proteja contra las consecuencias de la vejez y de la incapacidad que la imposibilite física o mentalmente. A un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados. A participar de la vida cultural y artística de la comunidad y gozar de los beneficios del progreso científico y tecnológico. A vivir en un medio ambiente sano y a contar con servicios básicos. Con respecto a estos derechos, los diseñadores industriales podemos encontrar aquí una posible categorización de diseño con responsabilidad social para dar respuestas proyectuales pertinentes; en consecuencia, podemos diseñar desde los derechos humanos. Con relación a la forma de diseñar, es importante propiciar dinámicas de diseño participativo. Es fundamental anotar que la participación es un proceso mediante el cual las personas a las que se dingo el proyecto, pueden "pasar gradualmente, de una pasividad casi completa al control de su propio proceso. Lo que determina realmente la participación, es el grado de decisión que éstas tienen en el proceso" (Geilfus, 2001, 10). Dentro de este enfoque se plantea, por lo tanto, la interacción del diseñador con las comunidades o grupos humanos directamente implicados, en aras de construir participativamente todas las etapas del proyecto de diseño: interpretación del contexto, formulación del proyecto, desarrollo de la respuesta de diseño, implementación y evaluación de los resultados y productos. Esta forma de hacer diseño tiene varios beneficios, pues permite mayor garantía de resolver los problemas más significativos de los grupos humanos, se generan procesos importantes de apropiación de los proyectos, y además los ciudadanos entran en un ámbito de formación cívica al poder entrar a realizar procesos de cooperación y vigilancia para que los proyectos cumplan con los reales objetivos. Las acciones de rendición de cuentas del equipo de diseño participativo ante la comunidad o población objetivo deben realizarse en todas las etapas del proyecto con el fin de garantizar acciones acertadas y transparentes y garantizar los ajustes necesarios para el mejoramiento continuo de los proyectos. Indicadores para un Diseño Socialmente Responsable
Con el propósito de facilitar el desarrollo de proyectos de diseño socialmente responsables, se plantean unos indicadores que pueden ser utilizados como instrumento de doble vía, tanto en la planificación como en la autoevaluación constante. Estos indicadores han sido construidos de manera interrelacionada y compleja al integrar los factores socio-ambientales, socio-culturales y socio-económicos para cada etapa del proyecto de diseño con el fin de considerar una perspectiva holística y multidimensional. Edgar Morin, en el texto Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, plantea la necesidad del desarrollo de un conocimiento pertinente, para ello propone promover un conocimiento que permita abordar los problemas fundamentales de la sociedad de manera integral, ya que el conocimiento fragmentado no nos permite entender las totalidades, ni complejidades de la realidad. En este sentido, propone tenor en cuenta los aspectos multidimensionales del conocimiento con el objetivo de buscar soluciones a las preguntas esenciales. Al respecto, expresa que hay las disciplines dividen el conocimiento en sectores; sin embargo, cada especialidad aporta diferentes saberes que pueden dialogar. En el trabajo transdisciplinario no basta el pensamiento simple, se hace necesario el pensamiento complejo, encontrando nuevas relaciones, vinculaciones y soluciones distintas. En este orden de ideas, se retoman a continuación algunas conceptualizaciones elaboradas por intelectuales contemporáneos sobre ambiente, cultura y economía, con el fin de comprender sus ámbitos de interconexión, sus relaciones y, finalmente, su interacción con las diversas etapas del proyecto de diseño. A partir de ello se plantea el desarrollo de indicadores para alcanzar un diseño socialmente responsable. Francisco González Ladrón de Guevara, en su texto Desarrollo sostenible y comprensión de la problemática ambiental (2005), plantea una reflexión sobre la forma en que se ha entendido el concepto de ambiente, ya que generalmente: Se ha utilizado para señalar el entorno biofísico que rodea o sirve de escenario a la actividad humana, y es usado como medio, elemento o insumo para satisfacer las necesidades humanas que de hecho son culturales e históricas. Por lo tanto los llamados problemas ambientales se han ubicado por fuera de la actividad social, Esta visión corresponde a una escisión entre naturaleza y sociedad propia de la cosmovisión de la modernidad, que divide analíticamente los elementos constitutivos del mundo y sirve de base al modelo de desarrollo actual, sustentado en la visión mecanicista de la naturaleza,
que pasa a ser un stock de mercancías, que dependiendo de su escasez son susceptibles o no, de ser valorizadas. (González, 2005, 1) En contraposición a estos conceptos, propone "entender el ambiente como una construcción social e histórica" (2005, 2), planteamiento que permitiría diluir el rompimiento entre naturaleza y sociedad, al considerar que: La cultura es un resultado de la evolución biológica de la especie humana y constituye una estrategia adaptativa que garantiza su supervivencia. En este sentido, cambia radicalmente la comprensión de los problemas ambientales, siendo estos generados por las formas particulares en que aria sociedad determinada, desarrolla sus procesos: tecnológicos, organizacionales, económicos, cognoscitivos y políticos. En esta forma, los efectos de esos procesos se manifiestan en la alteración del sistema biofísico del planeta y de los ecosistemas en particular. Así, los problemas ambientales solo se resuelven en la medida en que se produzcan cambios estructurales en los procesos sociales señalados. (González, 2005, 2) Con respecto al concepto de cultura, se retoman los planteamientos de Olmos y Santilldn, que proponen entender la cultura como "una forma integral de vida creada histórica y socialmente por una comunidad a partir de su particular manera de resolver, desde lo físico, emocional y mental y las relaciones que mantiene con la naturaleza, consigo misma, con otras comunidades y con lo que considera sagrado, con el propuesto de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia" (Olmos-Santillan, 2000, 38). Dentro de los parámetros de esta propuesta se considera fundamental abordar la evolución de las declaraciones y conceptos elaborados por la UNESCO. Entre estos, la definición de cultura aprobada en el ámbito de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales, Mondiacult (1982) que define "la cultura puede considerarse como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. La cultura engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias" (UNESCO, 1982, 1). En este mismo evento se acordó asegurar un desarrollo equilibrado a partir de integrar los factores culturales en las estrategias, lo cual movilizó el surgimiento del Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural (1988-1997) donde se active) la participación de la comunidad internacional entorno a cuatro objetivos fundamentales: reconocer la dimensión
cultural del desarrollo, afirmar y enriquecer las identidades culturales, aumentar la participación en la vida cultural, y fomentar la cooperación cultural internacional. Finalmente, se consideran los planteamientos que ha propuesto recientemente Mounir Bouchenaki (2005), quien expresa que: La diversidad cultural y el diálogo intercultural ocupan ya un lugar clave en la agenda política internacional. Más que nunca, la defensa de la paz se ha vuelto indisociable del reconocimiento de las culturas. Hay problemas nuevos que afrontar la mundialización representa un auténtico reto a la diversidad, a causa de los riesgos de uniformización y empobrecimiento inherentes a la creciente mercantilización de la oferta cultural. Pero también surgen oportunidades inéditas: con la aparición de las nuevas tecnologías, vivimos en un mundo más informado, alas interactivo, más abierto al otro. (Bouchenaki, 2005, 1) En este orden de ideas, es fundamental considerar el impacto de las tecnologías de la información y comunicación en la cultura, así como los fenómenos de globalización donde la cultura y el reconocimiento de la diversidad se constituyen en dimensiones y factores de paz y conciliación. Con respecto al concepto de economía, se retoma el término de "Economía Social" al considerar los avances teóricos que en este campo se han desarrollado, y que plantean superar las visiones tradicionales de la Economía y de la Economía Política. Este enfoque argumenta "que el mercado capitalista debe ser superado porque es alienante en sí mismo y máxime por estar dominado por el poder de los grupos monopólicos, que manipulan los valores, necesidades y formas de socialización a través de su control de la comunicación social". Así mismo, plantea que "el Estado centralizado debe ser superado, porque sustrae poder de la sociedad y asume la representación de un bien común nacional, actuando como delegado quo, en ausencia de una democracia sustantiva, fácilmente cae en la tentación de obedecer a los intereses de los grupos económicos más concentrados, haciendo gobernable un sistema injusto y socialmente ineficiente" (Coraggio, 2002, 1). La Economía Social considera que se debe evitar la separación entre economía y sociedad, con el fin de superar las dinámicas excluyentes y alienantes. Así mismo, plantea desarrollar una socio-economía en que los agentes económicos no son separados de sus identidades sociales, tampoco de su historia y de su vinculación en el mundo simbólico e institucional que denominamos cultura. La Economía Social aborda la cultura como:
Espacio de acción constituido por individuos, familias, comunidades y colectivos de diverso tipo que se mueven dentro de instituciones decantadas por la practica o acordadas como arreglos voluntarios, que actúan haciendo transacciones entre la utilidad material y valores de solidaridad y cooperación, limitando (no necesariamente anulando) la competencia. Se trata de poner límites sociales al mercado capitalista y, si es posible, construir mercados donde los precios y las relaciones resultan de una matriz social que pretende la integración de todos con un esfuerzo y unos resultados distribuidos de manera mas (Coraggio, 2002, 1) La Economía Social propone que el desarrollo de las comunidades debe ser favorecido por la acción colectiva en ámbitos locales que pueden ser regulados por la sociedad, así como los conflictos de intereses y la competencia al establecer relaciones interpersonales donde puedan afianzarse vínculos productivos y reproductivos de cooperación. Dentro de esta visión, se plantea que la lógica de las organizaciones o empresas debe ser "contribuir a asegurar la reproducción con calidad creciente de la vida de sus miembros y sus comunidades de pertenencia o, por extensión, de toda la humanidad. Su gobierno interno se basa en la deliberación entre miembros que tienen cada uno un voto, pero admite la división del trabajo, sistemas de representación y control de las responsabilidades" (Coraggio, 2002, 2). Es importante resaltar en estos planteamientos el alcance social en términos de la concepción de una propuesta para todos en la que se busca la inclusión de los pobres al movilizar las capacidades humanas y propiciar vínculos sociales que conlleven a una apuesta por los Derechos Humanos, particularmente los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. A partir de los anteriores planteamientos ideológicos y conceptuales, presentamos una propuesta de indicadores relacionados para un Diseño con Responsabilidad Social, a partir de la integración factores socio-ambientales, socio-culturales y socio-económicos que sirvan de elementos de orientación en los procesos de planificación y autoevaluación constante del proyecto, de manera que estos se integren en cada una de las etapas del proceso proyectual. Interpretación del contexto. Formulación del proyecto. Desarrollo de la respuesta de diseño. Implementación y evaluación de los resultados y productos.
Indicadores para Diseño Socialmente Responsable Conteste: “Si”, “No” o “No aplica”, a cada una de las categorías. INTERPRETACIÓN DEL CONTEXTO
1. Analiza el ambiente, compuesto por naturaleza y sociedad, como una construcción histórica y social. 2. Analiza los aspectos y factores sociales, culturales, económicos, productivos, políticos y biofísicos que inciden o se relacionan con las problemáticas a intervenir. FROMULACIÓN DEL PROYECTO
3. Hace una reflexión analítica y crítica en torno al tema que plantea. 4. Analiza y aborda problemas fundamentales y prioritarios a nivel social, cultural, económico, tecnológico, productivo y ambiental. 5. Aborda un enfoque interdisciplinario para la comprensión y análisis de la problemática. 6. Asume como marco de referencia los Derechos Humanos. 7. Reflexiona sobre la importancia e intereses para la sociedad, la población objetivo, empresa, los trabajadores, proveedores de abordar las problemáticas y desarrollar el proyecto. 8. Reconoce la diversidad cultural. 9. Contempla una cultura de valores cívicos como la participación, el diálogo, la tolerancia y el respeto. 10. Contempla en su planteamiento la promoción del empleo femenino, la igualdad de sexo, o la ayuda a negocios minoritarios. 11. Tiene en cuenta los valores de la cultura y personas para las cuales se enfoca el proyecto. 12. Plantea aspectos de salud y seguridad en el trabajo. 13. Construye un marco teórico coherente y pertinente con la formulación del problema. 14. Considera normas y aspectos legales que inciden o pueden incidir en su proyecto. 15. Conoce las regulaciones y consideraciones ambientales pertinentes al proyecto. 16. Plantea objetivos que tienen en cuenta todo actor social involucrado y que incide en el proyecto. 17. Argumenta el método que propone para resolver la problemática planteada. 18. Planifica relaciones estratégicas con entidades e instituciones del Estado, comunitarias, ONG, etc. 19. Planifica la gestión integral para el desarrollo del proyecto. 20. Planifica un manejo ético y responsable de la información. DESARROLLO DE LA RESPUESTA DE DISEÑO
22. Hay coherencia entre los objetivos, la propuesta teórica planteada y la respuesta proyectual. 23. La respuesta de Diseño considera el bienestar para la sociedad, la población objetivo, la empresa, los
trabajadores, proveedores, etc. 24. La respuesta de diseño se fundamenta en valores de las personas para las cuales se diseña. 25. Se resuelven de manera integral los aspectos ambientales, sociales, culturales, políticos, económicos, productivos, comerciales, técnicos, tecnológicos pertinentes relacionados en el proyecto. 26. Aplica normas y aspectos legales relacionados con la respuesta de diseño. 27. El desarrollo de la respuesta proyectual evidencia un proceso de comunicación adecuado entre los actores sociales involucrados en el proyecto (población objetivo, Diseñador, proveedor, productor, etc.). 28. La respuesta de diseño es ambientalmente aceptable y sostenible. 29. La respuesta de Diseño es económicamente sostenible. 30. Se considera y asume responsabilidad por los riesgos y los efectos en el desarrollo del proyecto y en la respuesta proyectual. IMPLEMENTACIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS Y PRODUCTOS
31. El Diseño propuesto se implemento en la población objetivo y en la cadena productiva o de servicios. 32. Se verifica la respuesta proyectual con relación a las necesidades humanas a satisfacer. 33. Se asume un compromiso de mejora continua del producto o servicio diseñados. 34. Se realizan reuniones con la comunidad o grupo humano con el que se diseña, para realizar seguimientos, evaluaciones y ajustes de los productos o servicios que se proponen. 35. Los resultados aportan bienestar a las poblaciones objetivo y sociedad en general. 36. Genera bienes y servicios sostenibles. 37. Cuenta con prácticas de competencia justa en el mercado. 38. Cuenta con un precio justo, proporcional al servicio que presta. 39. Utiliza técnicas honestas de venta. 40. Cuenta con una estrategia de servicio de atención posventa. 41. La promoción y publicidad se basan en beneficios reales de los productos. 42. Contribuye en la educación ambiental. 43. Efectuó análisis del impacto ambiental. 44. Se responsabiliza de los daños ambientales y disposición final de los productos o servicios. 45. Considera la rendición de cuentas a nivel integral por sus acciones y efectos a la sociedad.