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AUMENTO DE LA COMPETITIVIDAD Y CAPITAL HUMANO DE LOS GOBIERNOS LOCALES DE LA REGIÓN DEL BIOBÍO

“Hay un antes y después de la pandemia, en las ayudas sociales es donde se ha visualizado un cambio y ha habido un gran aumento y requerimiento por parte de la comunidad más vulnerable, y es por eso que la dirección de desarrollo comunitario se ha visto con mayor sobrecarga respecto de este tipo de solicitudes que van desde habitabilidad, ayuda económica y de subsidios en general. Un factor es la pandemia, también el estallido social, los cuales produjeron un aumento de personas con vulnerabilidad.”

(Funcionario Municipal)

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Por otro lado, debemos considerar que los municipios o gobiernos locales son la institución estatal y descentralizada más cercana a las personas, lo que a su vez impone una serie de desafíos, en tanto, recae sobre estos muchas de las demandas que se señalaban con anterioridad debiendo responder y orientar incluso cuando no está dentro de las atribuciones o responsabilidades de la administración municipal. Así, se declara por parte de los participantes en este diagnóstico que existe la necesidad de gestionar de manera más eficiente la cantidad creciente de requerimientos. Con este propósito, se deben desarrollar habilidades socioemocionales y comunicativas pertinentes para dar respuesta a las diferentes exigencias que impone este escenario. Este fenómeno se ha visto acrecentado por las condiciones que ha impuesto la pandemia sanitaria del COVID-19 –que si bien ha menguado en sus limitaciones y restricciones para el desarrollo de actividades económicas– ha impactado especialmente en los sectores con mayores índices de vulnerabilidad. El aumento esperable de la pobreza y la pauperización de las condiciones de vida, ha llevado a que las municipalidades, en muchos casos, han requerido suplir necesidades materiales básicas de la población, tales como alimento, acceso a servicios básicos, entre otros. Esto es además especialmente relevante en comunas alejadas de las dos grandes ciudades que posee la región –a saber, Concepción y Los Ángeles– al ser territorios en donde existe menor presencia de oficinas del Gobierno central y de oferentes privados que puedan dar respuesta oportuna a las necesidades. Todo esto incide en que los municipios sean uno de los organismos que, en una tendencia contraria a la creciente deslegitimación de las instituciones públicas tradicionales del país, han logrado revertir esta tendencia y se posicionan como una institución que comienza a cerrar la brecha de la confianza, tal como se observa en el siguiente gráfico.

Figura 13: Confianza en Chile sobre Municipios

“Creo que como sociedad se ha tendido a esperar soluciones inmediatas, cuestionando de sobremanera el aparataje público. También hay que ok asumir que existen malas prácticas y grandes tiempos de espera, pero finalmente la gente quiere que todo sea inmediato y eso no se puede realizar.”

(Director Municipal)

Por tanto, la responsabilidad que recae sobre el cuerpo de municipios en la región no es menor, considerando también la necesidad de reconstrucción de la cohesión social (uno de los riesgos más importantes identificados para el desarrollo de la región y el país). Frente a esto, existen condiciones no del todo favorables para el desarrollo regular de las actividades que con anterioridad al 2020 se venían desarrollando normalmente: los cuerpos de funcionarios denotan un degaste, la economía se contrae crecientemente, el clima político dificulta la estabilidad y conciliación ciudadana, la seguridad pública se ve amenazada por un aumento significativo en las tasas de victimización, entre otros aspectos. Específicamente a lo que respecta al presupuesto que disponen los municipios para dar vida a sus programas, durante los últimos periodos han tenido que tomar difíciles y lamentables decisiones, priorizando para responder a urgencias más esenciales para la comunidad –incluso vitales¬–, tal como se señala en el diagnóstico de la Asociación Chilena de Municipalidades, a nivel nacional:

Figura 14: Priorización Presupuestaria de Municipalidades en Contexto de Pandemia

Congelamiento de Programas Detención de Construcción de Infraestructura Pública

Fuente: Asociación Chilena de Municipalidades, 2021

Figura 15: Principales Problemas de Gestión Social Municipal en Contexto de Pandemia

Limitados de Programas del Gobierno Central de Ayuda a Vecinos de Demanda de Servicios Sociales Municipales

Fuente: Asociación Chilena de Municipalidades, 2021

De esta forma entendemos que se configura un escenario de alta dependencia y demanda de la población con los municipios, y a la vez una menor capacidad para gestionar estas demandas y, por consecuencia, existe una fricción inevitable con la ciudadanía cada vez que se requieren dar “malas noticias”. En el testimonio de quienes han sido participantes de este diagnóstico, en muchos casos esto recae en reacciones de frustración, con hechos disruptivos que merman el clima propio del lugar de trabajo, y más profundamente, la relación que posee la administración municipal con la ciudadanía. A esto se

“Tener un poco de psicología para tratar a las personas, que le den la confianza a las personas cuando las atiendan. Ser amable con las personas, empática, porque acá llegamos con problemas y a veces nos vamos con más problemas.”

(Dirigente Comunal) le suma la importante disminución de las condiciones de salud mental que ha sufrido el país a propósito de la crisis sanitaria y social vivida desde hace ya más de dos años: en cifras de la encuesta IPSOS (2021), en Chile un 60% de la población cree que la salud mental es uno de los principales problemas de salud en el país, siendo el segundo en el mundo en términos de amplitud de esta respuesta. Por tanto, en la comunicación con la ciudadanía –interacción no solo inevitable, sino que esencial para el desarrollo de sus funciones– se requiere fortalecer las capacidades que tengan para comunicar tanto buenos como malos mensajes, de tal forma de establecer un diálogo productivo y realista con las condiciones y posibilidades actuales del país.

Pensamiento analítico e innovación

Resolución de problemas complejos

Gestión de personas y colaboradores

Pensamiento crítico y análisis

Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad

Creatividad, Originalidad e Iniciativa

Liderazgo e influencia social Inteligencia emocional

Aprendizaje activo y autoaprendizaje

Uso de tecnologías, monitoreo y control

Atención a los detalles Orientación al Servicio

• Liderazgo e Influencia Social: Capacidad para influir en la satisfacción y calidad de vida de los ciudadanos y vecinos. La dependencia funcional propia de la relación de municipio-comunidad lleva a que las comunicaciones externas de la municipalidad generen efectos concretos en sus territorios. Se debe gestionar de manera suficiente para impactar positivamente.

• Resiliencia, Tolerancia al Estrés y Flexibilidad: Capacidad para responder a las comunicaciones de frustración y descontento de los ciudadanos y vecinos. Las respuestas negativas que han tenido que dar las municipalidades no solo generan frustración y molestia en los vecinos, sino que también en los mismos funcionarios.

• Inteligencia Emocional: Capacidad para identificar las emociones de los ciudadanos y vecinos. En orden de poder comunicar efectivamente, se requiere comprender el contexto y clima social concreto, que en muchos casos puede ser complejo, variado, y responder a diferentes intereses.

• Gestión de Personas y Colaboradores: Capacidad para promover entornos de trabajo orientados al servicio de ciudadanos y vecinos. La socialización interna de eventos propios que viven los funcionarios en los entornos laborales tensos genera resonancia en los grupos de trabajo, debiendo de aprovecharse para lograr mantener un clima sano e higiénico.

• Orientación al Servicio: Capacidad para empatizar con las necesidades de los ciudadanos y vecinos. La vocación propia del sector público requiere que sus funcionarios se orienten hacia las necesidades de sus comunidades, sin contraponer de manera antagonista el bienestar propio e interno de su unidad de trabajo.

Los resultados esperados que pudieran generar impacto para la mejora de la competitividad están en la línea de generar mejor comunicación vertical y horizontal con los diferentes grupos de interés que debe atender la administración municipal, generando así mayor validez y legitimación en sus acciones.

7C. Brechas de Competencias para

la Participación Comunitaria y Convocatoria Ciudadana

Un tercer eje de trabajo, relacionado a su vez con la relación funcional de interacción entre municipio-comunidad, es la capacidad para gestionar la participación de los territorios para lograr representatividad, retroalimentación y canalización de las necesidades actuales bajo los medios de convocatoria ciudadana formales –tales como el Consejo de la Sociedad Civil¬– e informales –tales como asambleas, convocatorias y mesas de trabajo–. Esta capacidad de convocatoria se ha venido mermando desde hace años de la mano con la desconfianza y deslegitimación de las instituciones estatales y privadas, con un bajo interés de las personas en participar en instancias comunitarias y colectivas. De hecho, según datos del Servicio Electoral, la tasa de participación en elecciones de representación popular (Presidente, Parlamentarios, Concejales y Alcaldes) se mantuvo desde el año 1990 hasta el 2010 entre el 90% a 86%

“Tener un poco de psicología para tratar a las personas, que le den la confianza a las personas cuando las atiendan. Ser amable con las personas, empática, porque acá llegamos con problemas y a veces nos vamos con más problemas.”

(Dirigente Comunal) del padrón electoral, disminuyendo a tasas entre 50% a 35% durante la última década. Esta brecha se incrementó de manera más dramática a propósito de las restricciones de movilidad, aumento del riesgo para la salud y disminución de aforos para reuniones presenciales a propósito de la pandemia, que recién a octubre de 2022 levanta por completo sus restricciones. En palabras de los participantes en este diagnóstico, una parte importante de los programas de desarrollo comunitario ha debido de suspenderse durante los últimos 2 años en el contexto sanitario, tal como lo señala el siguiente gráfico levantado por la Asociación Chilena de Municipalidades.

Diagnóstico de Competencias para la Competitividad y el Desarrollo del Capital Humano: Región del Biobío

Fuente: Asociación Chilena de Municipalidades, 2021

La relevancia de este eje de trabajo es que su correcta incorporación en las competencias que posee el cuerpo de funcionarios municipales se relaciona con el capital social que se genera entre la administración municipal y la comunidad. Esto permite realizar los ajustes pertinentes a los planes y programas, y retroalimentación constante de su accionar. Además, tiene incidencia directa sobre los niveles de satisfacción, identificación, confianza, pertinencia territorial, legitimación, entre otros aspectos. Además, se debe fortalecer la capacidad que poseen los municipios para convocar, liderar e interactuar con los grupos y asociaciones ciudadanas, tanto formales –juntas de vecinos, clubes deportivos, asociaciones gremiales y culturales– y no formales –grupos políticos, activistas, agrupaciones espontáneas– para de esta forma canalizar las diferentes demandas, necesidades, opiniones, perspectivas e intereses que poseen cada uno de ellos.

“En los trece años que tengo no he visto un cambio tan radical por los temas sociales que pudieron haberse producido si, por los cambios impulsados por el mismo gobierno central en términos de tener una mejor oferta de servicios. Desde la sociedad, con el desarrollo de las redes sociales la gente hoy en día es mucho más opinóloga, a veces sin fundamentos respecto a los procesos internos del municipio. La tecnología ha influido, la gente tiene mayor acceso a las redes…”

(Director Municipal)

Un indicador que permite aproximarnos hacia la relevancia de las organizaciones no formales que se han instalado como parte de la agenda pública, es la dificultad que poseen los municipios para establecer los COSOC en cada una de las comunas de la Región del Biobío, computando solo la mitad de estos constituidos en el año 2021, e incluso, en palabras de los propios participantes de este diagnóstico, una vez constituidos resulta sumamente dificultoso alcanzar la cantidad mínima de personas para su funcionamiento regular, sostenido y productivo en el tiempo.

Fuente: Elaboración propia en base a datos SINIM, 2021

Por tanto, se observa como necesario retomar los vínculos formales y válidos que canalicen las necesidades y demandas de la ciudadanía local. Los valores democráticos de nuestro país y Región del Biobío requieren mayores instancias de desarrollo ciudadano, construyendo así, tal como se menciona anteriormente, un capital social para el desarrollo competitivo. Además, esto se observa como uno de los principales riesgos percibidos relevantes para el desarrollo del país bajo la premisa de la “erosión de la cohesión social”, donde los clivajes propios de la sociedad se podrían acrecentar a propósito de una crisis social, económica y política: al mismo tiempo que los niveles de desigualdad y pobreza podrían aumentar, también se genera una polarización política que impide la participación de las agrupaciones que no están alineadas bajo el

Diagnóstico de Competencias para la Competitividad y el Desarrollo del Capital Humano: Región del Biobío

“Se necesita fortalecer las capacidades para el área de trabajo con la comunidad, que la comunidad priorice lo que quiere y creo que falta esa capacidad de trabajar con todos y no encapsularse en el trabajo del municipio...”

(Director Municipal) mismo discurso ideológico, además de la brecha generacional que se percibe entre las autoridades municipales con grupos activistas de fuerte composición juvenil. Esto se observa principalmente preocupante en las comunas con menores niveles de competitividad, ya que, si bien existe cohesión social de manera interna, se mantienen desinteresados de la institucionalidad de la región y país y por ende se mantienen desconectados de los procesos regionales y nacionales, creando un círculo vicioso de baja competitividad en comparación con otras comunas. Para ejemplificarlo, utilizamos como medio de contrastación la participación electoral masiva más reciente, que es el Plebiscito del año 2020, presentado en la tabla a continuación.

Participación Electoral según Competitividad Comunal

Fuente: Elaboración Propia en base a Datos de Servicio Electoral y Universidad Autónoma, 2020

Las crisis de cohesión social, participación y de confianzas son así uno de los más grandes riesgos para el correcto y sano funcionamiento de la administración municipal, en tanto su principal propósito y mandato es atender a las necesidades de la comunidad local, a través de elecciones de carácter popular y democrático para sus más altas autoridades.

“Cambios culturales, hoy tenemos acceso a la cultura, estábamos acostumbrados a que los eventos eran rancheras y nada más, y hoy en día con el tema del celular se ha perdido la comunicación como era antes, que era a través de radio, ahora es más directa por lo tanto hay un desarrollo importante para nuestra comuna. La gente se ha empoderado.”

(Alcalde)

Junto con esto, para promover un espacio de desarrollo sostenible las decisiones deben estar acompañadas de alta legitimidad, de tal forma de estar conectado y en la línea con la época que viven y futuros desafíos de gobernabilidad. Considerando este escenario y las tendencias futuras del sector público, se propone el desarrollo de las siguientes líneas de competencias:

Pensamiento analítico e innovación

Pensamiento crítico y análisis

Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad e

Liderazgo Aprendizaje activo y autoaprendizaje control

• Uso de tecnologías, monitoreo y control: Capacidad para identificar grupos de interés a través de medios tecnológicos no tradicionales. Es sabido que la comunicación y coordinación se ha trasladado a otras vías, por lo que su identificación temprana puede ser crucial para canalizar estas voces.

• Gestión de Personas y Colaboradores: Capacidad para promover un lugar de trabajo abierto a la comunidad. Las personas que trabajan bajo estrés –como lo es bajo el escenario actual– tienen la tendencia a tener comportamientos más centrados en su individualidad, por lo que se requiere reforzar este elemento central para el éxito de un proyecto comunitario.

• Pensamiento analítico e innovación: Capacidad para interpretar los cambios y tendencias sociales de la comunidad. Frente a los cambios rápidos –e incluso inesperados– se requiere una preparativa abierta y analítica para lograr hacer sentido con las épocas diferentes que se viven y se vivirán.

Los resultados esperados que pudieran generar impacto para la mejora de la competitividad están en la línea del involucramiento activo de los grupos de interés que permitirán el desarrollo de políticas más pertinentes, significativas y válidas para los territorios, fortaleciendo la cohesión social.

7D. Brechas de Competencias para la Autorregulación y Promoción del Bienestar Mental

La salud mental es uno de los temas más importantes en la sociedad actual, esto es especialmente cierto para los funcionarios municipales en su lugar de trabajo. Cuando consideramos salud mental incluimos tanto el estado mental y como el bienestar mental del individuo, por tanto, no debemos considerarlo como un trastorno psicológico o psiquiátrico.

“Habilidades blandas es un tema que hay que mejorar muchísimo, la gente acude a la municipalidad con altos niveles de estrés y creo que el personal no está preparado ante estos episodios, ya que el funcionario reacciona poniéndose a la par con el usuario, y no corresponde”.

(Alcalde)

Además, las complejidad de la salud mental vienen en todas las formas y tamaños: en un extremo del espectro están las preocupaciones cotidianas del trabajo y la vida familiar o afectiva, mientras que en el otro extremo están las enfermedades mentales diagnosticables, como la depresión o la esquizofrenia. Hoy en día muchas personas están expuestas a varios niveles de estrés y no saben cómo manejarlo, lo que puede provocar problemas de salud mental. Esto puede tener un impacto significativo en sus vidas, incluyendo los aspectos más personales y la productividad en el trabajo, por lo que es un fenómeno tanto individual como colectivo (de grupos).

Diagnóstico de Competencias para la Competitividad y el Desarrollo del Capital Humano: Región del Biobío

En una organización esto se expresa como el ausentismo laboral o como una incapacidad para cumplir bien las funciones, lo que merma de manera significativa la capacidad que tenga una organización (en este caso un municipio) para cumplir con todos sus procesos.

“Mejorar la atención, existe un círculo vicioso en donde el funcionario atiende mal porque el usuario llega con prepotencia, pero este usuario llega así porque anteriormente lo habían atendido mal. Entonces creo que falta mejorar el cómo atender a las personas y el trato que se le entrega a los usuarios.”

(Funcionario Municipal)

Al tener relación con la intimidad de la persona, la protección de esta información está asegurada por las respectivas normativas, por lo que resulta inviable establecer el ausentismo laboral de cada de las comunas. Sin embargo, es posible establecer su relevancia para la competitividad en las comunas de la Región del Biobío dada su frecuencia en las entrevistas, además de tener desde el año 2008 el primer puesto en licencias otorgadas. Al año 2021, casi 1 de cada 3 licencias médicas expedidas son por trastornos mentales, lo cual lleva a considerar este fenómeno como relevante a nivel nacional y transversal a las áreas económicas.

Trastornos Mentales Enfermedades Osteomusculares

COVID-19

Enfermedades Respiratorias

Traumatismos, Envenenamientos y Otros Enfermedades Infecciosas

Enfermedades del Sistema Digestivo Licencia Médica Preventiva Parental Enfermedades Cardiovasculares

Tumores y Cánceres

Enfermedades del Sistema Genito Urinario Afecciones del Embarazo, Parto y Puerperio

Fuente: Elaboración propia en base a datos SUSESO, 2021

Jiménez y Olhaberry (2021) identifican que a nivel de políticas públicas, Chile continúa presentando un significativo déficit en su financiamiento de salud mental si se le compara con el promedio mundial. El presupuesto fiscal destinado a la salud mental apenas supera el 2% del total del presupuesto en Salud, cifra que está muy por debajo del 5% que se propuso como meta en el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría de los períodos 2000-2010 y 2015-2025, cifra de acuerdo con el promedio mundial. A su vez, la cobertura de atención en salud mental en Chile alcanza aproximadamente a no más de un 20% de la población, mientras que en países de medianos ingresos la cobertura llega a un 50%. Todo esto resulta mucho más preocupante si consideramos que en las comunas de baja competitividad es donde se encuentra una menor presencia de infraestructura de atención de salud.

Por tanto, una mala salud mental no solo genera problemas para quien lo sufre, sino que genera problemas que afectan a las familias y comunidades, generando incluso problemas de carácter social y económico para los países. Frente a esta realidad es menester que los países construyan robustas Políticas Públicas de Salud Mental a fin de revertir los efectos que genera la enfermedad.

“Habilidades blandas es un tema que hay que mejorar muchísimo, la gente acude a la municipalidad con altos niveles de estrés y creo que el personal no está preparado ante estos episodios, ya que el funcionario reacciona poniéndose a la par con el usuario, y no corresponde.” (Alcalde)

La llegada de la pandemia del COVID-19, trajo consigo un sin número de problemas para la salud física de las personas y que en casos graves llevo incluso a la muerte. Pero también, trajo consigo una serie de problemas sociales vinculados a actividades básicas del diario vivir, visibilizando con esto sentimientos negativos, tales como: el miedo, la desesperanza, la tristeza y la sensación de abandono en las personas, situaciones que generaron como derivada el aumento de los casos reportados asociados a enfermedades mentales (Labrin, 2020).

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