— ¡Recuerdo que los dejé aquí! ¿Puedes ayudar a Diego a encontrar sus zapatos?
— ¿Estarán aquí?
— ¿Estarán bajo la mesa?
— ¡Ahí están!
— ¡Oye, esos son mis zapatos! — dijo Diego.
— Pero los encontré, y me gustan. — dijo Mateo.
— Pero no debemos tomar cosas sin permiso, eso es robar. — dijo Diego.
— Lo siento, no lo volveré a hacer. — dijo Mateo.
Un breve cuento para enseñarle a los más pequeños el valor de la honestidad y así aprendan a desenvolverse en un ambiente de confianza y sinceridad.