Revista Galería No. 47 Templos de la Ciudad de Guatemala

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11 EDITORIAL 12 TEMPLOS CATÓLICOS EN LA CIUDAD DE GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN Eduardo Andrade Abularach 14 ERMITA DEL CERRO DEL CARMEN Eduardo Andrade Abularach 16 SAN MIGUEL CAPUCHINAS Eduardo Andrade Abularach 20 CATEDRAL METROPOLITANA DE SANTIAGO DE GUATEMALA Eduardo Andrade Abularach 24 SAN JUDAS TADEO Eduardo Andrade Abularach 26 LA MERCED Aníbal Chajón 30 SANTO DOMINGO Aníbal Chajón 34 SAN FRANCISCO Aníbal Chajón 38 LA RECOLECCIÓN Aníbal Chajón 42 SANTA CLARA Aníbal Chajón 44 LA ASUNCIÓN Aníbal Chajón 48 SANTUARIO EXPIATORIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Aníbal Chajón 52 CAPILLA SANTA DELFINA DE SIGNÉ Luis Gómez

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LA IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ORTODOXA ANTIOQUEÑA DE GUATEMALA Igumeni Madre Inés Ayau

62 IGLESIA EPISCOPAL DE GUATEMALA Presbítero Jorge Gómez Foronda 66 HISTORIA DE LA COMUNIDAD JUDÍA DE GUATEMALA Centro Hebreo

Ariel Altalef

73 CASA TÍBET GUATEMALA Andrés Montano 78 MEZQUITA ALDAAWA ISLÁMICA DE GUATEMALA

Abdalá Aucar

84 131 AÑOS DE FE Y OBRA EVANGÉLICA PRESBITERIANA EN GUATEMALA

Pastor Jenner Miranda

89 UNION CHURCH OF GUATEMALA

Pastor John Conner

95 LA IGLESIA LUTERANA

Pastor David Rodríguez

100 LA IGLESIA ADVENTISTA Pastor Fabián Natareno

Pastor Ever Roblero

106 LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS EN GUATEMALA

Julio Enrique Alvarado

117 TRADUCCIÓN 126 ACTIVIDADES FUNDACIÓN G&T CONTINENTAL


#47

EDITORIAL GALERÍA GUATEMALA Consejo Editorial Estuardo Cuestas Morales Mario Estuardo Montes Granai Carlos Díaz-Durán O. Carlos Enrique Zea Flores Egemberto Alvergue O. María Olga Granai de Zoller Dirección Ejecutiva Mariflor Solís Subdirección Ejecutiva Roberto Broll Edición Beatriz Quevedo Asistente Mónica Chávez de Palma Diseño Ximena Chapero Gestión Andrea Barrios de Correa Iracema Guzmán Distribución Tienda El Chayal, Artemis Edinter, Village Books, Sophos, Culinaria, de Museo, Casa de Artes, Metáfora, Joyería Del Ángel. Óscar García Elvin Martínez Traducción Alcira García-Vassaux Ana Herrerías Beatriz Quevedo Impresión Print Studio Fotografía Juan Carlos Mencos, excepto: Pág. 14-23, 26-41 y 112 Ramael Sosa Pág. 106-111 Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días En Portada: Capilla Santa Delfina de Signé © Editorial Galería Guatemala Año 16, Número 47 Guatemala 2014 Fundación G&T Continental 5a. avenida 12-38 zona 1. Centro Histórico Ciudad de Guatemala 01001 Teléfonos: 2230-5072, 2230-5076 y 2230-5078 adireccion@fundaciongytcontinental.org www.fundaciongytcontinental.org Fundación G&T Continental y su Editorial Galería Guatemala no asumen responsabilidad alguna por el contenido de los artículos aquí publicados. La información contenida en cada uno de los artículos es responsabilidad expresa del autor. Los fondos que se recauden con las donaciones recibidas por esta publicación están destinados al apoyo brindado por Fundación G&T Continental a la conservación del patrimonio cultural de Guatemala y a las actividades que con esta finalidad promueve y copatrocina.

Detalle Escalera en caracol Capilla Santa Delfina de Signé


EDITORIAL

A

lo largo de la historia, el ser humano ha estado ligado a la religiosidad, salvo por supuesto, algunas excepciones. La religión revela a la persona una fuerza superior que, entre otras cosas, explica aquellos fenómenos que están más allá de su entendimiento, lo que a su vez le brinda paz interior. Para la mayoría de las personas, la fe es fundamental en sus vidas. Desde las cavernas de la antigüedad, pasando por carpas y luego sencillos edificios de techos pajizos improvisados, la humanidad siempre ha buscado lugares especiales para expresar su fe y sus creencias. Guatemala no ha sido la excepción. Desde los primeros períodos de la civilización maya, las grandes pirámides fueron sitios de manifestación religiosa donde solo la élite sacerdotal podía acceder para tener el contacto más cercano con las deidades. Esto sucedía a la vista de todo el pueblo que desde abajo observaba los rituales que sus líderes realizaban. Con la llegada de los españoles, las prácticas religiosas cambiaron y los sitios donde se llevaban a cabo también, bajo la religión dominante de la Iglesia Católica Romana. Muchos templos católicos se construyeron sobre estructuras prehispánicas para lograr que los conquistados asimilaran la nueva religión que se les imponía, y a lo largo de todo el país se irguieron bellos templos que invitaban a los fieles practicantes a no abandonar su fe. La Ciudad de Guatemala tiene bellos templos, así como también, existen hermosos templos en el resto de la República, con los mejores ejemplos del arte religioso. Por los numerosos terremotos y traslados de la ciudad, algunos de estos elementos identitarios de la sociedad se perdieron, pero la mayoría ha permanecido, aun después de la independencia y más allá de los gobiernos republicanos liberales. No obstante, durante el último cuarto del siglo XIX, cuando Guatemala se abrió a la libertad de cultos, inició la llegada a nuestro país de expresiones de fe distintas a la ya asimilada y afincada en el conglomerado social. A más de ciento

cuarenta años después de este hecho, existe ahora una sociedad inclusiva y tolerante que propició la construcción de una variedad de templos de las más diversas expresiones religiosas. Hoy en día, nuestra ciudad alberga el rico patrimonio de su fe en los más variados diseños. Los templos embellecen los barrios donde se encuentran y han sido, para varias generaciones de capitalinos, el punto de encuentro donde se han llevado a cabo muchas manifestaciones, hoy parte de la memoria e historia de la ciudad capital. En las páginas de esta edición de Galería Guatemala, el lector tiene acceso a algunos de los templos de nuestra ciudad, de variadas religiones y denominaciones, con lo que Fundación G&T Continental espera contribuir al registro de esta importante expresión de nuestra multifacética cultura. Patentizamos nuestro agradecimiento a los líderes de las iglesias y comunidades religiosas que sin dudarlo nos abrieron sus puertas para llevar a cabo esta publicación sin precedentes en nuestro país. A todos los que con sus textos e imágenes colaboraron, también va nuestro agradecimiento. Al planear esta revista, Galería Guatemala ha querido ser lo más incluyente posible. Sin embargo, por razones de espacio es imposible incluir a todos los templos en esta edición que está circunscrita al Municipio de Guatemala. A las puertas del año 2015, cuando Guatemala será Capital Iberoamericana de la Cultura, sirva esta publicación como una contribución más para que nuestra ciudad sea reconocida por su enorme riqueza cultural manifestada de muchas maneras, en esta ocasión, por medio de los templos donde los citadinos expresan su fe.

Estuardo Cuestas Morales Presidente

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TEMPLOS CATÓLICOS en la Ciudad de Guatemala de la Asunción Eduardo Andrade Abularach

Detalle de la fachada Santuario Expiatorio al Sagrado Corazón de Jesús

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INTRODUCCIÓN Destruida la ciudad de Santiago de los Caballeros asentada en el valle de Panchoy en 1773, después de varias vicisitudes entre traslacionistas y terracionistas, se fundó por Cédula Real de Carlos III, la ciudad de La Nueva Guatemala de la Asunción en el valle de Las Vacas, conocido también como valle de La Ermita. La traza urbana la diseñó Luis Díez Navarro, con correcciones del arquitecto de la Corona, Francisco Sabatinni, inspirado en el urbanismo renacentista de La Antigua Santiago en el valle de Panchoy, e integró además el nuevo concepto neoclásico, racional por excelencia de la Ilustración. Los conjuntos monumentales religiosos, templos, conventos y monasterios surgieron majestuosos en un auge constructivo de la nueva ciudad. Desde ese período fundacional a la actualidad, estas edificaciones son referentes arquitectónicos, además de ser depositarios de la historia religiosa, constructiva y de la memoria urbana y de identidad de sus habitantes. A continuación se presenta un recorrido por cuatro momentos de esta evolución, en cuatro grandes monumentos: Ermita del Cerro del Carmen, siglo XVII, existente en el valle antes de la fundación de la ciudad; Capuchinas, como ejemplo del primer auge constructivo fundacional, fines del siglo XVIII; Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala, inicios del siglo XIX, máximo exponente del neoclásico, próxima a cumplir su bicentenario de bendición; y San Judas Tadeo, ejemplo de templos de arquitectura contemporánea del siglo XX.

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La Ermita del

CERRO DEL CARMEN Eduardo Andrade Abularach

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Fachada y vista lateral Ermita del Cerro del Carmen

e le llama Ermita por estar en la cima de un monte, o por no estar dentro del conjunto urbano de una ciudad. El valle de la Ermita debe su nombre a la existencia de este templo, construido para albergar una pequeña imagen de la Virgen del Carmen que llegó a América por encargo de Santa Teresa de Ávila por un ermitaño llamado Juan Corz. La Virgen del Carmen ha sido venerada y motivo de romerías marianas desde sus inicios. Es por ello que también se le llama valle de la Virgen. Entre 1612 y 1615 se construyó un primer rancho pajizo que fue consumido por el fuego. Ermitaño y vecinos se dieron a la obra de construir un segundo templo, más formal, cuya construcción fue concluida en el año de 1620. Tenía techo de artesón de madera y cubierta de teja. Escultura San Francisco de Asís

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Detalle Virgen del Carmen

en los terremotos de 1917-18 por lo que fueron demolidas. Es característico el ancho de sus muros, la poca altura y el blanco de sus encalados.

El bello conjunto arquitectónico que se conserva hoy data de una construcción de los años de 1744-45, en substitución de la construcción de 1620. Se desconoce el autor, siendo atribuida a un discípulo de Diego de Porres (1677-1741), Arquitecto Mayor del Reino de Guatemala, especialmente por el uso de columnas serlianas en su fachada, sello de sus obras. La iniciativa de esta obra se debe a don Juan José Morales y Alfarol, mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. El bello conjunto barroco en la cumbre está formado por la iglesia propiamente dicha, cubierta de bóveda de medio cañón y cúpula de media naranja cubriendo el presbiterio, una sacristía adjunta, (que se considera parte de la construcción anterior), un campanario independiente, casa conventual y un torreón en el centro del atrio. Todo rodeado de una tapia de circunvalación. Tuvo además cuatro “capillas posas” que se dañaron seriamente

Fue factor decisivo para el traslado de la ciudad a este valle, el 2 de enero de 1776 cuando se asentó oficialmente la ciudad de Guatemala de la Asunción, ubicándose los primeros pobladores a su alrededor. Aparte de la bella imagen de la Virgen del Carmen, con vestimenta de plata repujada, que se encuentra en un retablo barroco, recientemente restaurado, el Cerrito del Carmen alberga bellas obras de interés religioso, artístico e histórico, siendo de especial mención el primitivo retablo actualmente ubicado en la sacristía y la campana fundida en homenaje a los próceres de la independencia.

EL VALLE DE LA ERMITA DEBE SU NOMBRE A LA EXISTENCIA DE ESTE TEMPLO. Templos de la Ciudad de Guatemala

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SAN MIGUEL DE

CAPUCHINAS Eduardo Andrade Abularach

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na reflexión que llama la atención a historiadores del arte y la arquitectura referentes al traslado y fundación de la ciudad de Guatemala, es: ¿por qué si al momento del terremoto de 1773 la ciudad de Santiago se encontraba en pleno auge constructivo barroco, la Nueva Guatemala surge neoclásica? Las autoridades civiles y eclesiásticas consideraron que para la construcción de la arquitectura mayor era necesario solicitar arquitectos a la metrópoli de Madrid para ejecutar tales obras, por lo que llegaron a Guatemala profesionales que dejaron honda huella en el estilo arquitectónico neoclásico. Tal vez resintieron esta intromisión los constructores locales, pero posteriormente supieron aprovechar los nuevos conocimientos y estilos venidos de la península española.

Talla colonial Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza Página siguiente: Detalle Órgano tubular de 1831

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Entre otras razones, parte de la respuesta se encuentra también en los templos de Santa Rosa y San Miguel de Capuchinas. Estas construcciones datan del primer período fundacional, efectuadas por arquitectos locales, venidos de Santiago de Guatemala. A las monjas de clausura franciscanas capuchinas se les asignó el solar ubicado actualmente en la 10ª Calle y 10ª Avenida zona 1, para la edificación de su templo y convento. Actualmente solo se conserva el templo, habiéndose perdido el convento, entre otras causas, por la expropiación liberal de 1872 y los terremotos de 1917-18. El diseño, fechado en 1777 y la construcción, iniciada en 1779, son obra del Arquitecto Mayor Bernardo Ramírez. Se bendijo el 7 de agosto de 1789. Posee similitudes con los templos de Santiago de Guatemala, hoy La Antigua Guatemala, manifestando elementos barrocos, sobresaliendo

las pilastras almohadilladas de su fachada. Su cubierta es un techo en madera estilo mudéjar, así como el entrepiso del coro alto, siendo interesante de observar el diseño de las gradas helicoidales para acceder al mismo. En su interior descansan los restos del Arzobispo Cayetano Francos y Monroy, benefactor de esta obra. El templo lo planificó Ramírez para albergar bellos retablos e imágenes barrocas provenientes de la arruinada ciudad, las dimensiones de nichos y hornacinas corresponden exactamente a los de Capuchinas en La Antigua Guatemala. Especial mención merecen los retablos de San Antonio, la Virgen de Guadalupe, La Dolorosa y Santa Ana. El altar mayor es de estilo neoclásico, realizado en la Nueva Guatemala, siendo presidido por la patrona del templo: La Virgen del Pilar de Zaragoza. Está flanqueado por las imágenes de dos arcángeles: San Miguel, también patrono, y San Rafael.

EN SU INTERIOR DESCANSAN LOS RESTOS DEL ARZOBISPO CAYETANO FRANCOS Y MONROY.

« Fachada Iglesia San Miguel de Capuchinas Detalle Altar barroco e imagen de San Antonio de Padua

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CATEDRAL M ET R O P O L I TA N A DE SANTIAGO DE GUATEMALA

Eduardo Andrade Abularach

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s el conjunto neoclásico por excelencia de la Nueva Guatemala de la Asunción y el único que se conserva completo desde su construcción. Es sede del Arzobispado de Santiago de Guatemala. El 16 de marzo del año 2015 cumplirá el bicentenario de su bendición. Este conjunto se encuentra en el lado oriente de la Plaza Mayor, lo componen: La Catedral, el Palacio Arzobispal, el Museo de la Catedral, antiguo colegio de Infantes o de “Seises” y la casa parroquial de El Sagrario.

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Altar Mayor Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala


En el lapso de 1776 a 1815, fecha de bendición, trabajaron varios arquitectos, ingenieros y constructores, y la obra continuó incluso durante la segunda mitad del siglo XIX. El presidente Martín de Mayorga solicitó al rey un arquitecto para las obras mayores en Guatemala. El Arquitecto Real Francisco Sabatinni nombró a Marcos Ibáñez, que llegó a Guatemala en 1777 con un equipo integrado por el diseñador Antonio Bernasconi como segundo encargado de obra y el ingeniero Joaquín de Isasi. Marcos Ibáñez elaboró el diseño del proyecto de Catedral, que fue aprobado por Cédula Real el 6 de noviembre de 1779. La construcción se inició el día del patrono, el apóstol Santiago, el 25 de julio de 1782, colocando la primera piedra el Arzobispo Cayetano Francos y Monroy. Fue dirigida por Ibáñez, quien la sacó de cimientos y volvió a España en 1783. Le substituyó Antonio Bernasconi, que tenía también a su cargo las construcciones del Palacio Arzobispal, el hospital San Juan de Dios y los planos de la fuente de Carlos III de la Plaza Mayor. Falleció el 28 de octubre de 1785.

La fachada posee un bello trabajo de sillería de piedra caliza tallada, extraída de canteras de la finca El Naranjo, es de estilo compuesto así como todo su interior. Éste está formado por cinco naves, una central, dos laterales y dos que forman capillas de altares laterales. Los cruceros los forman la capilla del Sagrario, lugar visitado para adoración del Santísimo y la capilla de Nuestra Señora del Socorro, llamada “La Conquistadora”, imagen ante la cual se ofició la primera misa en estas tierras, en 1524, al fundar la ciudad de Guatemala. El piso conserva la baldosa de piedra original. Alberga en su interior, una colección de bellas obras de arte, altares y mobiliario neoclásicos, así como la mayoría de escultura y pintura, teniendo también obras barrocas. Dentro de éstas son de especial mención la colección de pinturas de la Vida de la Santísima Virgen María y el Triunfo de la Eucaristía, obras del pintor mexicano Pedro Ramírez, del siglo XVII. Una de las más bellas obras del barroco guatemalteco es la escultura de San Sebastián, atribuida a Juan de Chávez.

Temporalmente fue substituido por el constructor Sebastián Gamundi y el maestro albañil José de Arrollo. El ingeniero José de Sierra dirigió la obra aproximadamente por diez años. En 1802 interinamente trabajaron el ingeniero Porta y Pedro Garci Aguirre, sucesivamente. Desde España se nombró en 1803 a Santiago Mariano Francisco Marqui, arquitecto nacido en Madrid, de ascendencia italiana, quien dirigió la obra hasta el año de 1815, fecha de su estreno, quedando pendiente la fachada y las torres de los campanarios. La Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala solemnemente se bendijo el 16 de marzo de 1815. Santiago Marqui continuó trabajando incluso después de la independencia. En 1816 presentó los planos del Sagrario y en el Palacio Arzobispal, ya bendecido y habilitado desde 1802, continuó obras de acabados de acuerdo a los planos de había dejado Antonio Bernasconi en 1783. La fachada, torres y campanarios son obra de los ingenieros italianos Pedretti y Tonelli, se terminaron en 1865 y el frontispicio de remate en 1867, respectivamente. La cúpula original se destruyó para los terremotos de 1917-18, la actual cúpula es obra del Arquitecto Guido Albani, se terminó de construir en el año de 1924.

Detalle Virgen de la Medalla Milagrosa Siguiente página: Fachada principal Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala

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SAN JUDAS TADEO Eduardo Andrade Abularach

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a iglesia de la parroquia de San Judas Tadeo, de los padres agustinos recoletos, es un bello exponente de la arquitectura religiosa contemporánea guatemalteca, estilo racionalista, ubicada en la zona 14. El proyecto se realizó en mayo de 1966, por la firma de arquitectos Anzueto y Ogarrio, diseñado por el arquitecto Roberto Ogarrio. La obra física la realizó individualmente el arquitecto Roberto Ogarrio, iniciando la construcción el año de 1967, y se bendijo en 1969.

En el atrio se ubica una torre campanario de concreto, independiente del templo propiamente dicho. Es de planta circular, con muros de ladrillo limpio, que varían sus radios y ejes para permitir ventanales laterales que filtran tenuemente la luz en forma tangencial a la superficie de los muros. Se ingresa por un vestíbulo de bajas proporciones, separado del resto del templo por los confesionarios. En su interior, la vista se centra en el amplio presbiterio, elevado de nivel por unas pocas gradas y rematado por un muro curvo blanco, que posee el Sagrario y una imagen de Cristo Resucitado. La cubierta la forma un techo de madera y acero, con su estructura al desnudo, alrededor de un anillo de compresión. Es el mejor ejemplo que existe en Guatemala de este tipo de estructuras, quedando la arquitectura definida por la estructura misma y la sinceridad de los materiales al desnudo. Esta sinceridad de materiales constructivos, acabados arquitectónicos y sistemas estructurales, son los que la definen como arquitectura racionalista contemporánea. Referencias de este artículo en la página 112.

Cubierta de madera y acero Iglesia San Judas Tadeo

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Detalle Escultura contemporรกnea de San Judas 25 Tadeo

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LA

MERCED Aníbal Chajón

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l templo fue construido bajo la dirección de Joaquín Vásquez. La fachada y las torres fueron diseñadas por José Sierra. Comenzado en 1802 e inaugurado en 1813, sufrió daños con los terremotos de 1917 y 1918. En 1919 ya se había reparado la cubierta, a cargo de un maestro de quien solo se conserva el apellido, Ardón. La cúpula fue levantada entre 1924 y 1931 por Gustavo Novella, con aportes artísticos de Agustín Iriarte, Julio Dubois y el maestro Cancinos. Nuevamente el templo fue dañado por el terremoto de 1976 y restaurado entre 1977 y 1983, bajo la dirección de Jorge Baechli, las intervenciones continuaron hasta 1996. La fachada del edificio está tallada en piedra, con columnas de orden compuesto. Destacan un frontón semicircular con dos ángeles recostados y un relieve del Bautismo de Cristo, todo en gusto neoclásico. Las naves laterales alojan los magníficos retablos que estaban en Santiago de Guatemala. El primero, en la nave de la epístola, al ingreso, está dedicado a San Judas Tadeo, obra atribuida a José de Valladares, realizada entre 1756 y 1775, y tomada de un grabado que reproducía la pintura hecha por Juan Bautista Piazetta en el siglo XVIII. Luego, se encuentra el altar ultrabarroco dedicado a San Pedro Pascual. Después, está el retablo barroco dedicado a San Lorenzo. También está allí la escultura barroca de San Serapio, mártir mercedario. A continuación, está el altar dedicado a Santa Ifigenia. El dorador de esta magnífica obra ultrabarroca fue Agustín de Astorga, en 1766. Sigue el retablo de San Ramón Nonato, fundador de la orden, con la escultura de San José. En el transepto, destaca el retablo dedicado a Jesús Nazareno. El altar fue ampliado del original de Francisco Javier de Gálvez, de 1758. El Nazareno fue tallado por Mateo de Zúñiga, encarnado por José de la Cerda, y venerado desde 1655. Otros dos altares, hechos con fragmentos de retablos barrocos, están dedicados a Jesús Resucitado y La Piedad. El muro testero de la nave de la epístola ostenta el retablo dedicado a la Inmaculada Concepción, con una imagen de la Dormición de

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Detalle del remate de la cúpula Iglesia de La Merced


Vista del interior de la cúpula y las pechinas en el crucero de la nave principal Iglesia de La Merced

la Virgen. El crucero está ornamentado con esculturas barrocas, entre las que destaca la Asunción de la Virgen. En el presbiterio, decorado con tribunas para los niños cantores, está el altar mayor, tallado en 1958 en Barcelona. El testero de la nave del evangelio cuenta con el retablo de la Virgen de Dolores, gemelo del de Concepción. A continuación se encuentra la puerta de la sacristía, cuyo lienzo de pared está decorado con un mural que representa un cortinaje. En el extremo del transepto está el altar de la Sagrada Familia, también ampliado de un original de Francisco Javier de Gálvez, de 1758. A un lado, está el retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe. Esta pared está decorada con mural de cortinaje. La nave del evangelio cuenta con el retablo barroco de Cristo de la Agonía, escultura que también

EL TEMPLO FUE CONSTRUIDO BAJO LA DIRECCIÓN DE JOAQUÍN VÁSQUEZ. se atribuye a Mateo de Zúñiga. Continúa el altar a Santa María Cervelló, fundadora de la rama femenina de la orden y patrona de los viajes ultramarinos. Sigue el altar de San Eloy, con la escultura de Cristo Yacente, hecha por Julio Dubois en 1916. Ya bajo el coro, se encuentran los colaterales ultrabarrocos de San Nicolás de Bari y la Virgen de Chiquinquirá, devoción de Nueva Granada (actual Colombia). En los pilares del templo se encuentran pinturas de los Apóstoles, pintadas por José de Valladares, entre 1756 y 1775, fundadores de órdenes, un magnífico púlpito barroco y seis confesionarios del mismo estilo. Todas, obras maestras del arte guatemalteco.

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Fachada principal Iglesia de La Merced

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SANTO DOMINGO

BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO Aníbal Chajón

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l responsable de este edificio fue Pedro Garci Aguirre, quien lo inició en 1797 y logró su estreno en 1808. Estuvo en uso hasta 1917 y 1918, cuando los terremotos lo dañaron. Fue reparado por el francés Juan Domergue entre 1919 y 1920. Fue bendecido nuevamente en 1933. Sufrió daños con el sismo de 1942. Las reparaciones estuvieron a cargo de Rafael Pérez de León, en 1946. De España se trajeron vitrales para el templo, colocados en 1950, y el altar mayor, en 1960. Ocho años después recibió el rango de basílica, por lo que se trasladó al coro el altar mayor. El terremoto de 1976 dañó la estructura y las reparaciones terminaron en 1989. En esta intervención perdió sus retablos y se unificaron los altares como hornacinas blanqueadas. El atrio ha sido decorado con el monumento a Fray Bartolomé de las Casas, obra de Tomás Mur, hecha en 1896. La fachada es de gusto neoclásico, aunque aún presenta el movimiento de masa mural barroco. En sus hornacinas se encuentran frailes relacionados con la evangelización en Guatemala, como Domingo de Vico, Francisco Ximénez y Lope de Montoya, quien encargó la Virgen del Rosario en plata. El interior cuenta con cinco naves, dos para capillas, dos procesionales y la central. La primera capilla, al ingreso por la nave de la epístola, está dedicada a Jesús Nazareno. En el tramo bajo el coro se encuentra una pintura de la Virgen de Guadalupe. Las capillas siguientes están dedicadas al Cíngulo de Santo Tomás de Aquino, con dos arcángeles, que exaltan su castidad; la de Santa Ana, con San Joaquín y San Juan Bautista; la de San Vicente Ferrer, quien es el titular de la provincia dominica de Guatemala; sigue la de San Martín de Porres, canonizado en 1962. En el transepto se encuentra el acceso a la capilla original del Señor Sepultado, ahora dedicada al Santísimo Sacramento. El altar fue donado por la Catedral, pues era parte del altar mayor, dañado en 1917 y 1918. Sobre la

EL ATRIO HA SIDO DECORADO CON EL MONUMENTO A FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS. puerta está la pintura de la Apoteosis de Santo Tomás, realizada por Juan José Rosales. Muestra escenas de la vida del Doctor de la Iglesia. A un lado está el ingreso a la sacristía por donde se accede al camarín de la Virgen del Rosario. Varias pinturas decoran el ambiente, como Santo Domingo en Soriano, los Estigmas de San Francisco y la Entrega del Rosario. Se accede al camarín por el antiguo coro, cuya sillería aún se encuentra allí, con un facistol y dos esculturas barrocas. La imagen de la Virgen es de plata. Fue encargada por Montoya hacia 1580 y realizada por Nicolás Almayna, Lorenzo Medina y Pedro Bozarráez. Los terremotos de 1773 dañaron el cuerpo de la escultura, dejando casi intacto el rostro, los brazos y el Niño, por lo que la reparó Cornelio Lara, en 1774. Fue restaurada en 1918 por Julio Dubois y por Ramiro Irungaray en 1983. Fue coronada en 1934 y es una de las imágenes más veneradas en la ciudad. Las naves procesionales contaban con deambulatorio, decorado con esculturas como San José y Santa Cecilia. El brazo norte del transepto está decorado con la pintura de los Mártires de Sandomir, hecha por Mariano Pontaza en 1808. Bajo ella, está el ingreso a la capilla de Santo Domingo y, a un lado, la del Señor Sepultado, de centenaria devoción. La nave del evangelio da acceso a las capillas de la Virgen de Dolores, San Sebastián y Jesús del Pensamiento. Bajo el coro está la escultura del Cristo de las Ánimas y, hacia el ingreso, el Señor de la Buena Esperanza. La nave y el crucero están ornados por esculturas de santos dominicos. Altar mayor » Templo de Santo Domingo

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Fachada Templo de Santo Domingo



SAN FRANCISCO Aníbal Chajón

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l templo debió ser construido en el solar del actual Hogar Rafael Ayau, pero los frailes permutaron este predio por el actual. El diseño del templo fue de Santiago Marquí y se inició en 1800. La obra se suspendió en 1829, cuando fueron expulsados los religiosos. El sismo de 1830 cuarteó el único campanario construido, por lo que fue demolido. En 1838 se reiniciaron las obras, a cargo de Miguel Rivera Maestre, y finalizaron en 1851. En 1917 y 1918 la bóveda cayó, hundiendo el piso sobre la cripta subterránea. En 1925 se terminó el descombramiento. Tres años después se colocó una cúpula de madera y una cubierta de hierro con lámina al exterior y tela metálica cubierta de estuco en el interior. En 1934 se terminó de

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Fachada principal Iglesia de San Francisco


EN 1965 SE INAUGURÓ EL ACTUAL ALTAR MAYOR. Detalle Altar Mayor Iglesia de San Francisco

reparar la fachada. Entre 1948 y 1952 se construyó la cúpula en concreto, por Rafael Pérez de León y Enrique Riera. En 1965 se inauguró el actual altar mayor, obra del español José Nicolás Almanza. Fue seriamente afectado por el terremoto de 1976. Las reparaciones se hicieron entre 1977 y 1979, por Óscar Martínez Dighero. Es una obra neoclásica de una sola nave, en planta de cruz latina. Su fachada posee cuatro columnas de capiteles compuestos con frontón semicircular. Cuenta con las esculturas sedentes de Moisés y Elías. El interior tiene una capilla lateral, del lado de la epístola, dedicada al Señor de la Preciosísima Sangre, una escultura barroca del siglo XVIII. Bajo la hornacina de la imagen están los restos del Cristo de Trujillo, destruida por corsarios en la población hondureña en el siglo XVII. A los lados están los altares de San Benito de Palermo y Santa Teresita de Liseux. Al volver a la nave, se puede acceder a la capilla de Nuestra Señora de los Pobres, denominada así porque era la imagen venerada antes de una que obsequió la Corona, llamada de los Reyes, y la antigua recibió el nombre de los Pobres. Fue modificada en el siglo XIX. La capilla cuenta con las imágenes de San Pascual Bailón y Santo Domingo de Guzmán, así como la pintura Alegoría Eucarística, del novohispano Cristóbal de Villalpando, pintada hacia 1691. Bajo el crucero, está el púlpito, decorado con un relieve y cuyo tornavoz está rematado por la imagen de la Santa Sabiduría. En el transepto, hacia el sur, se encuentra el altar de San Francisco de Asís. En las pechinas de la cúpula están los papas de la orden franciscana. El altar mayor está inspirado en el lienzo de San Francisco abrazando al Crucificado, de Bartolomé Estaban Murillo, hecho hacia 1688, que, a su vez, se inspiró en la obra de Francisco Ribalta, de 1620. El conjunto escultórico está completado

con paneles a los lados y la apoteosis de San Francisco en la parte superior. En el brazo del evangelio del transepto está la capilla de la Inmaculada Concepción, hacia el oriente está la antigua capilla de Nuestra Señora de Loreto que, actualmente, aloja otra pintura de Villalpando. En el lado del evangelio de la nave, destaca la pintura Mártires Franciscanos de Japón de 1597, hecha probablemente para el estreno del templo, en 1851 e inspirada en la pintura existente en el templo dominico sobre mártires. Sobre este lienzo se encuentra la Alegoría de la Preciosa Sangre de Cristo, donde aparecen las figuras de la Virgen, Santo Domingo, San Francisco y San Miguel, que parece inspirada en la Apoteosis de la Orden Mercedaria que está en la sacristía de La Merced. En los altares de la nave destacan las esculturas de San Antonio de Padua, San Buenaventura y San José. En la otra capilla junto al ingreso, del lado del evangelio, está el altar de la Virgen, el Señor Sepultado y la Dolorosa. Página siguiente: Vista interior de la cúpula y el crucero de la nave Iglesia de San Francisco

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LA

RECOLECCIÓN

PARROQUIA DEL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS Aníbal Chajón

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erteneció a los franciscanos de la Propaganda Fide. En 1797, Pedro Garci Aguirre realizó los primeros planos, de tres naves y en dirección sur-norte. Al año siguiente, José Sierra y Antonio Porta iniciaron la cimentación. La obra fue detenida por enfermedad de Porta y porque Sierra abandonó la región. En 1803 se hicieron nuevos planos, criticados por la Academia de Madrid, por lo que Santiago Marquí hizo los definitivos en 1809. La expulsión de los frailes en 1829 y la crisis económica detuvieron los trabajos. Con los gobiernos conservadores de 1838 se reinició la construcción y culminó en 1845. El edificio quedó totalmente destruido por los terremotos de 1917 y 1918, que dañaron la imagen del Nazareno, que ya era muy venerada. En 1923 se inició el descombramiento. Un año después se reabrió al culto, desde el ingreso hasta el crucero y, en 1925, la municipalidad, para ampliar la 2ª Avenida, permutó un terreno con las autoridades eclesiásticas y demolió el ábside. Entre 1945 y 1948, Rafael Pérez de León y Enrique Riera reconstruyeron la cúpula, con lo que se reinauguró el templo en 1949. El sismo de 1976 volvió a dañar la estructura, pero fue reparada en 1979. Posteriormente, se ha realizado modificaciones internas, como la capilla de Jesús Nazareno. El templo es neoclásico. Por las fotografías antiguas se puede comprobar que se restauró según el proyecto inaugurado en 1845. Posee una fachada con cuatro columnas, frontón triangular y dos campanarios. La planta es de cruz latina, prácticamente igual a la de San Francisco. Columnas de fuste toscano separan los tramos de la nave, en los cuales se alojan retablos. Los altares, de madera, son también neoclásicos. Dentro de las imágenes que albergan, destaca la escultura de Santa Gertrudis Magna, tallada por un artista en la Nueva Guatemala de la Asunción, después del traslado de la iglesia. El Cristo Crucificado del altar mayor es del siglo XVIII y fue traído del templo en Panchoy. Las imágenes con Fachada principal Iglesia de La Recolección

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Cristo de las Ánimas Iglesia de la Recolección

« Nave principal Iglesia de La Recolección

mayor veneración son las que están relacionadas con la Cuaresma y Semana Santa: Virgen de Dolores, Nuestra Señora de la Soledad, San Juan y Santa María Magdalena, éstas dos talladas por Huberto Solís. Sin embargo, las que presiden todas las actividades son las de Jesús Nazareno, atribuida a Juan Ganuza, tallada en el siglo XIX, y el Señor Sepultado, del siglo XVIII. También se encuentran, en sus altares, San Antonio de Padua y San Miguel Arcángel. Posee una pintura de Carlos Jerónimo Sancho que muestra al Nazareno en 1934, en el que pueden verse las modificaciones que ha recibido la venerada imagen. En el templo destaca el entablamento que recorre todo el interior, así como en el exterior, la cúpula, que está inspirada en la de San Pedro, en Roma, con una linternilla rematada en una esfera con cruz. También se encuentra en veneración las imágenes de la Inmaculada Concepción, San Antonio y San Francisco de Asís. Existe un proyecto para construir un nuevo altar mayor ya que el actual, diseñado por fray Lázaro Lamadrid, era de carácter provisional, pero aún no se ha ejecutado. De su antiguo y extenso convento no queda más que el recuerdo. En él se estableció, durante el gobierno liberal de Justo Rufino Barrios, la Academia Militar o Escuela Politécnica en 1873, con lo que perdió para siempre su función religiosa. Además, su huerta fue convertida en parte del actual barrio de La Recolección.

LOS ALTARES, DE MADERA, SON TAMBIÉN NEOCLÁSICOS.

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Santa

CLARA Aníbal Chajón

EL ACTUAL TEMPLO DE SANTA CLARA ES UNA CONSTRUCCIÓN DE MEDIADOS DEL SIGLO XX.

Detalle de la fachada Iglesia de Santa Clara

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l actual templo de Santa Clara es una construcción de mediados del siglo XX. El edificio original ya no existe. El convento para las religiosas de la segunda orden franciscana fue construido en 1795 y ocupaba la manzana de las actuales 12 a 13 calles, sobre la 6ª Avenida. Sin embargo, los datos sobre el templo no son abundantes. Se sabe que ya estaba en funcionamiento en 1842, cuando fue investido en su interior el nuevo arzobispo Francisco de Paula García Peláez y, desde allí, fue en procesión a la Catedral. Por las fotografías que se han conservado, contaba con una sola nave, con acceso hacia la 6ª Avenida. Poseía cuatro columnas de capitel compuesto sobre las que descansaba un entablamento y, sobre éste, un segundo cuerpo muy bajo, que solo alojaba una ventana coral circular y dos paneles decorativos en ambos lados. La nave estaba dividida en seis tramos, delimitados por pilares, cubierta con bóveda. En su interior los pilares estaban ornados con columnas de fuste liso y capitel jónico. Contaba con al menos cinco altares neoclásicos, todos iguales, de columnas con capiteles jónicos, fuste liso, con entablamentos y frontones semicirculares, rematados con medallones. Como es habitual en los retablos neoclásicos, tenían una sola hornacina. El púlpito estaba en el lado de la epístola con tornavoz en forma de cúpula. El altar mayor era similar a los colaterales, solamente que con cuatro columnas de fuste estriado y que, seguramente, alojaba la imagen de Santa Clara. Una escalera de caracol, en madera, llevaba al coro alto, seguramente porque cuando se expropió el convento se clausuró el acceso desde el edificio contiguo. Los terremotos de 1917 y 1918 desplomaron la bóveda y se inició la demolición del edificio en 1918. Se utilizaron los muros originales para la reutilización del espacio, con madera. En 1936 se elevó el techo. Se continuaron los trabajos y se inauguró el nuevo templo en 1946. La fachada se finalizó hasta 1948. Esta parte fue realizada bajo la dirección de José María Sagone. Después del sismo de 1976 el edificio

fue consolidado. Una de las obras de arte religioso que se rescató tras los sismos fue el cuadro del Nazareno de Santa Clara que recibió gran veneración durante el siglo XX. Otra de sus imágenes sumamente valiosas fue la escultura de San Antonio, que fue robada y, afortunadamente, recuperada y se resguarda en el Museo Arquidiocesano. Sin embargo, en 1992 el templo fue víctima de un incendio y, como su cubierta era de madera, el fuego se propagó con facilidad. Se perdió la ya citada pintura del Nazareno, la imagen de la Virgen de Dolores y otros cuadros, como la Eucaristía de San Francisco y la Procesión Eucarística de Santa Clara. Fue reparado y en la actualidad, su cubierta tiene forma de bóveda ojival. Los altares son neogóticos, con pináculos y gabletes. El altar mayor aloja a la imagen de Santa Clara, la Virgen y San José. En un costado, en una pequeña hornacina, se rinde culto a la imagen de Jesús del Pensamiento. Se ha decorado la hornacina con aspecto neogótico. La fachada, por el contrario, posee dos columnas salomónicas en alusión al pasado barroco que tuvo la ciudad. Es un templo sencillo y con pocos fieles, pero conserva la tradición de las costumbres religiosas que perviven en el centro de la ciudad de Guatemala. Vista del interior » Iglesia de Santa Clara

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LA

ASUNCIÓN Aníbal Chajón

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n el valle de Las Vacas se encontraban numerosas estancias de ganado desde el siglo XVI. Para administrar los sacramentos a la numerosa población, en el siglo XVII, se estableció el pueblo de La Ermita, al pie de la ermita del Carmen, situada en lo alto del cerrito del mismo nombre. Por la comodidad de los viajeros que se dirigían de la antigua capital, en Panchoy, al golfo Dulce, hoy lago de Izabal, la parroquia no se instaló en la ermita, sino junto al camino y se dedicó a la Virgen de la Asunción. Por ello, el nombre del valle se transformó a La Ermita. Cuando se trasladó la capital a dicho valle, se reasentó también el pueblo kaqchikel de Jocotenango y se instaló al norte de la pequeña ciudad, colindante con la antigua parroquia. La iglesia de Jocotenango también estaba dedicada a la Asunción, por lo que se suprimió la parroquia y el antiguo edificio fue conocido como Parroquia Vieja. Así, las celebraciones de la Virgen de la Asunción se realizaron cada mes de agosto en Jocotenango. El pueblo era pequeño, lo

Talla colonial Virgen de La Asunción

Altar lateral » Iglesia de La Asunción

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ES UN TEMPLO SENCILLO, DE UNA SOLA NAVE. mismo que su iglesia, que estaba ubicada en el extremo de la calle de Jocotenango, hoy 6ª Avenida. Fue construido entre 1797 y 1804. Por las fotografías antiguas, se sabe que contaba con espadaña y, por las descripciones, que era un templo pequeño, donde estaba una imagen de la Santísima Trinidad y una de la Virgen de la Asunción. El templo fue demolido en 1874, cuando el gobierno de Justo Rufino Barrios decidió expropiar las tierras del pueblo indígena para construir un hipódromo y prolongar la 6ª Avenida hasta el sitio de carreras hípicas. Fue desmantelado de noche y madrugada, para no provocar una reacción negativa en la población. En 1881, se inauguró la Avenida del Hipódromo que principiaba donde había estado la iglesia. La imagen de la Trinidad pasó a San Sebastián, con el nombre de Padre Eterno. Aunque la feria continuó celebrándose, no había templo para la actividad religiosa. En 1935, los vecinos ya habían construido una capilla provisional, con láminas. En 1937 se organizó un comité para levantar una nueva iglesia, estaba integrado por Rodolfo Castillo Azmitia, Simeón Retolaza, Ricardo Obiols, José Guirola y Wilhelm Krebs. El diseño del templo fue de Krebs y Retolaza dirigió la construcción. El maestro de obras fue Antonio Martínez. Se trabajó lentamente y, en 1943, se bendijo el altar mayor, obra de Juan Monzón. La pintura del edificio estuvo a cargo de Julio Marroquín. Con esto se dio por finalizada. Es un templo sencillo, de una sola nave, que soportó con pocos daños el terremoto de 1976. Alberga dos esculturas de la Asunción, la principal, que estaba en Jocotenango, fue coronada por el Papa Juan Pablo II en 1983, durante su primera visita a Guatemala. Lamentablemente, años después, los ángeles que ornamentaban la escultura, fueron robados. Es una talla en madera policromada y estofada, de principios del siglo XVII. Las actividades religiosas de la iglesia son el centro de la feria de Jocotenango, que es la feria de la ciudad capital. Cada Sagrario de plata mestiza Iglesia de La Asunción

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Vista de la nave del templo Iglesia de La Asunción

año, en los alrededores del templo puede disfrutarse de juegos mecánicos, de azar y ventas de comidas y dulces tradicionales, que han marcado la historia y la identidad de los capitalinos desde hace centurias. Es un edificio historicista, pues trata de evocar una arquitectura que ya no estaba en boga en 1937. Cuenta con cuatro columnas que sostienen un balcón, con ventana al coro alto. Posee dos campanarios y el remate cuenta con dos roleos de gusto barroco.

Detalle del altar lateral Iglesia de La Asunción

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Santuario Expiatorio al

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Aníbal Chajón

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bicada en la parte más alta de la ciudad de Guatemala, ocupa el espacio de la capilla de la Santa Faz, levantada en 1896 por la familia Collado Caballeros. La capilla parece haber sido construida sobre un montículo de la antigua ciudad maya de Kaminaljuyú. Junto a la iglesia, el canónigo Salvador Castañeda instaló una escuela. Castañeda adquirió la manzana de terreno con la esperanza de levantar un santuario al Sagrado Corazón de Jesús en ese lugar. Los terremotos de 1917 y 1918 destruyeron la iglesia. En 1930 la escuela fue asignada a los sacerdotes salesianos y así, en 1934 se levantó la iglesia de Santa Cecilia, nombrada en recuerdo de la hija de los señores Collado. El centro educativo fue creciendo con numerosas donaciones. En 1961, se iniciaron los trabajos para el nuevo santuario. El diseño fue del artista salvadoreño Benjamín Cañas. La planta del edificio representa un pez, en alusión a la palabra ICTHUS, pez en griego y a la vez acróstico de Jesús Cristo Hijo de Dios Salvador, en el mismo idioma. Por dentro, el templo recuerda la barca de la Iglesia. Desde la colina del Guarda Viejo, el templo parece una barca sobre las olas,

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Detalle Imagen de San Juan Bosco


EL INGRESO CUENTA CON UN ARCO OJIVAL, EN RECUERDO DE LA UNIDAD CATÓLICA EN LA EUROPA MEDIEVAL. representadas por el voladizo lateral del edificio. El muro está cubierto con obsidiana, en recuerdo de la importancia de este cristal en el período prehispánico. El diseño fue modificado por Max Paetau, responsable de la construcción, pues no se podía edificar la cola del pez por obstruir la vía pública. En su interior, Cañas diseñó vitrales. Uno representa a Juan Bautista, bajo él se encuentra la pila bautismal. Luego sigue la alegoría de Jonás, con una ballena, usada por Jesús para representar los tres días de su muerte. Sigue la Crucifixión, un imponente lienzo vítreo que representa a Cristo muerto. De día, se ilumina por la luz del sol. De noche, la iluminación del templo permite que se vea desde fuera. Los vitrales rodean el Vía Crucis, planificado por Cañas y realizado por Juan Fuchs Holl. Se destaca porque la unidad y secuencia están marcadas por una cruz continua. Cada estación del Vía Crucis está separada por soldados romanos. El resto de las ventanas están ornamentadas con liras, en alusión a la música y a Santa Cecilia, y por las lámparas de aceite, símbolo de las mujeres prudentes y de la Luz del Mundo. El altar mayor representa la Ascensión de Jesús entre los Apóstoles. La imagen de Jesús, en madera, fue traída de España. Los apóstoles, en mármol, poseen cabezas en escayola. Junto a la pila bautismal se encuentra el pequeño cuadro de la Santa Faz. La fachada está cubierta por bloques de mármol y obsidiana. El ingreso cuenta con un arco ojival, en recuerdo de la unidad católica en la Europa medieval. Al costado sur tenía una alta cruz de hierro. En una hornacina sin cubierta se aloja la escultura en bronce del Sagrado Corazón de Jesús, realizada en Italia por Pedro Gregori. El templo fue consagrado el 14 de agosto de 1963 y la escultura fue colocada dos años después. Cuando se trajo la escultura por carretera, desde El Salvador, en los poblados la gente detenía al camión para rezar el rosario frente a la imagen. Poco antes del terremoto de 1976 y por la oxidación del hierro, se retiró la cruz y, después de 1976, se remató con la cruz actual. En su tiempo, fue un ejemplo de arquitectura innovadora. El diseño de Cañas incluyó el mobiliario, pues las bancas y confesionarios son parte armónica del conjunto. Cuenta con capillas laterales y con altares en mármol traído de España. Allí se veneran imágenes antiguas, como Jesús Nazareno.

Detalle de la entrada principal Santuario Expiatorio al Sagrado Corazón de Jesús

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Fachada principal Santuario Expiatorio al Sagrado Coraz贸n de Jes煤s

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CAPILLA

SANTA DELFINA DE SIGNÉ Luis Gómez

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ara rendir un amoroso y merecido tributo de honor a doña Delfina Córdova de Castillo, madre de los fundadores de la Cervecería Centro Americana, S. A. don Mariano y don Rafael Castillo Córdova, sus nietos tuvieron la idea de construir una capilla en la Finca El Zapote. La edificación se inició el 3 de mayo de 1936, como parte de las actividades conmemorativas del aniversario de fundación de la institución. La construcción estuvo a cargo del Maestro Simeón Retolaza. La obra fue interrumpida durante varios años y finalmente fue solemnemente inaugurada el 5 de noviembre de 1950. Recientes investigaciones han dado a luz que en el diseño y construcción de la capilla intervino el arquitecto alemán Erich Kuba Boling quien había construido en esa época, en la ciudad de Retalhuleu, la iglesia y el edificio municipal.

Fachada principal Capilla Santa Delfina de Signé

LA EDIFICACIÓN SE INICIÓ EL 3 DE MAYO DE 1936. Templos de la Ciudad de Guatemala

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El exterior de la capilla es sobrio y con una ornamentación elegante. La construcción, de una sola nave, tiene un interior de bellos acabados. Destaca un magnífico altar barroco totalmente tallado en madera, dedicado a la Virgen del Rosario, así como la escultura del Cristo de Velázquez, única en su género, tallada por el Maestro Huberto Solís Soberanis. Un dato curioso es que las campanas del campanario fueron fundidas con el mismo metal de las que un día fueran calderas de la casa de cocimientos de la primera cervecería instalada en la Finca El Zapote, allá por el año de 1890.

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Vista interior Capilla Santa Delfina de Signé

LA CONSTRUCCIÓN, DE UNA SOLA NAVE, TIENE UN INTERIOR DE BELLOS ACABADOS.


Desde 1950, Cervecería Centro Americana, S. A. ha organizado cada año la procesión de la Santísima Virgen del Rosario de la Capilla Santa Delfina de Signé. Esta procesión inicia su recorrido en horas de la tarde, en medio de alabados, cohetes y gran algarabía. Aunque en un principio la procesión tuvo un carácter privado, la familia Castillo decidió compartir esta tradición con los colaboradores de la empresa y con todas las personas que quisieran acompañarlos. Algunos vecinos de la Finca El Zapote y los trabajadores de la Cervecería, organizaban loas en honor a la Santísima Virgen, adornando las buganvillas de la entrada y regando pino. La alborada era amenizada con marimba desde las cuatro de la mañana y solía acompañarse de bailes, y como una tradición muy guatemalteca, en el desayuno se servían tamales. En la actualidad, el trayecto ha sido ampliado, abarcando más allá de los alrededores de la Finca El Zapote. Se ha tomado en cuenta las tradiciones guatemaltecas por lo que ahora participan también grupos de danza folclórica, se escenifica el baile con Moros y Gigantes al compás de una marimba, del tun y la chirimía, acompañados de bandas. También se colocan ventas de comida y postres típicos en los alrededores de esta Capilla. La Consagración y Coronación de la imagen de la Santísima Virgen del Rosario que preside el altar mayor fue aprobada por el Señor Arzobispo Metropolitano de Guatemala, Monseñor Próspero Penados del Barrio, el 5 de noviembre del año 2000. El acto de celebración estuvo a cargo de Monseñor Tomás Barrios Sánchez, con la presencia del Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Ramiro Moliner Ingles. Desde su inauguración, la capilla se puso al servicio de la comunidad católica de Guatemala para la celebración las misas dominicales, así como para la celebración de bodas, quince años, primeras comuniones y misas de acción de gracias. Altar Mayor con la imagen de la Virgen del Rosario Capilla Santa Delfina de Signé

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LA IGLESIA

CATÓLICA APOSTÓLICA ORTODOXA ANTIOQUEÑA DE GUATEMALA Igumeni Madre Inés Ayau

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finales del siglo XIX, inmigrantes cristianos ortodoxos de Tierra Santa y Líbano llegaron a Guatemala y a principios del siglo XX llegaron otros inmigrantes ortodoxos de Grecia y Rusia. Éstos se establecieron en Guatemala y mantuvieron su fe ortodoxa y sus tradiciones pero nunca conformaron una Iglesia Ortodoxa como tal. El 30 de abril de 1986 marca la fecha en que dio inicio un largo camino para establecer oficialmente la Iglesia Ortodoxa en Guatemala. Dos monjas, Madre Inés y Madre María, dejaron en esa fecha la congregación católica romana a la que pertenecían en busca de la vida monacal según la tradición antigua. Una estadía en Jerusalén las llevó a encontrarse con su búsqueda y descubrir que aquello que deseaban nunca había dejado de existir y decidieron llevarlo a cabo en Guatemala. En mayo de 1987, mientras asistían a una conferencia internacional en el Centro Ecuménico Ortodoxo en Chambesy, Suiza, recibieron la bendición del Metropolita Damaskinos Papandreou, Exarca del Patriarcado Ecuménico en Europa Occidental, para fundar un monasterio ortodoxo en Guatemala y buscar al obispo ortodoxo que las recibiría en su jurisdicción. Nave principal Iglesia Ortodoxa de la Santa Transfiguración Página siguiente: Detalle Pintura del Santuario

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En 1989, las monjas recibieron en donación 34 acres de tierra para el monasterio en una colina con orilla al Lago de Amatitlán. El trabajo de construcción se inició de inmediato haciendo un gran movimiento de tierra para hacer terrazas, al mismo tiempo que se llevó a cabo una reforestación intensiva. Durante la Fiesta de la Anunciación de 1992, Madre Ivonne ingresó a la naciente comunidad. El 1 de noviembre de ese mismo año se puso la primera piedra y el 30 de enero de 1994 las monjas se trasladaron a vivir a las primeras ermitas construidas en el monasterio. El monasterio fue recibido en el Patriarcado de Antioquía por Su Eminencia Antonio Chedraoui, Arzobispo Antioqueño de México, Venezuela, Centro América y el Caribe, y el 14 de mayo de 1994 Su Eminencia dio a Madre Inés el poder para inscribir legalmente a la Iglesia en Guatemala. El 11 de agosto del mismo año, durante la Divina Liturgia, Su Eminencia consagró como Igumeni de la comunidad monástica a Madre Inés después de ser elegida para el cargo por las otras monjas. El 2 de diciembre de 1995 se firmó el Acta de Fundación de la Iglesia Ortodoxa en Guatemala. En enero de 1996, el Gobierno de Guatemala inició negociaciones con la Iglesia Ortodoxa para entregarle el dilapidado Hogar Rafael Ayau fundado en 1857. El mismo año, las monjas visitaron el Monasterio Ortodoxo de la Santa Transfiguración y el Monasterio de Guatemala fue recibido como monasterio hijo de aquel. El 2 de febrero de 1997, Su Eminencia dedicó la capilla del Hogar Rafael Ayau a la Santa Transfiguración y consagró el primer altar, convirtiéndose así en la primera parroquia ortodoxa del país, acogiendo a todos los ortodoxos de Guatemala. El 13 de octubre del mismo año, después de grandes reparaciones y reconstrucción, se reabrió el Hogar Rafael Ayau recibiendo 115 niñas y niños que fueron trasladados de otra institución gubernamental que se encontraba en ruinas.

Momento en el que el sacerdote bendice a los fieles con el Evangeliario Iglesia Ortodoxa de la Santa Transfiguración

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Detalle Puerta norte del Iconostasio

El 2 de septiembre del año 2002 se inició la construcción de la iglesia en el monasterio y fue consagrada a la Santa Trinidad el 8 de noviembre de 2007. Ese mismo año se inició la construcción de una residencia en el monasterio para trasladar a los niños. Ésta fue bendecida el 17 de noviembre de 2013 por Su Eminencia el Arzobispo Antonio Chedraoui, quien también nombró, dos años antes, en enero de 2011, al Padre Antonio como párroco de Guatemala. En la Fiesta de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo de 2013, Madre Alexandra ingresó a la comunidad monástica. Actualmente, en las instalaciones del Centro Histórico queda la Parroquia, la residencia de los jóvenes universitarios a cargo del Padre Antonio, la Universidad Rafael Ayau (en formación) y el hospital de la Misericordia (en formación). A lo largo de estos años, desde la fundación de la Iglesia Ortodoxa en Guatemala, muchas personas y grupos han sido recibidos en la Iglesia Ortodoxa Antioqueña.

EL 2 DE DICIEMBRE DE 1995 SE FIRMÓ EL ACTA DE FUNDACIÓN DE LA IGLESIA ORTODOXA EN GUATEMALA.

Detalle Báculo

Hoy, Madre Inés es la Igumeni del Monasterio de la Santa Trinidad -Lavra Mambre- y la comunidad monástica en Guatemala tiene otras tres monjas, Madre María, Madre Ivonne y Madre Alexandra. La Parroquia de la Santa Transfiguración tiene como Párroco al Padre Antonio. Por otro lado, el Metropolita Athenagoras del Patriarcado Ecuménico se acercó a uno de estos grupos en enero de 2010 y recibió a sus líderes, el Padre Andrés y el Padre Fernando a quienes hizo Archimandritas en marzo de ese mismo año. En 2012, otro grupo fue recibido por la Iglesia Ortodoxa Siro Antioqueña y su pastor, el Padre Eduardo Aguirre, fue consagrado como su Obispo. Para más información sobre esta rama visite www.icergua.org Esta reseña da testimonio de la obra de Dios y su gloria. Para más información sobre la Parroquia de la Santa Transfiguración, visite www.hogarafaelayau.org

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IGLESIA

EPISCOPAL de Guatemala Presb铆tero Jorge G贸mez Foronda


L Fachada principal Catedral Episcopal

a Iglesia Episcopal es tan antigua como la misma Iglesia Católica de Jesucristo. Es parte de ella, solo que reformada y tan joven en Guatemala que está en proceso de desarrollo, dando a conocerse según el Espíritu de Nuestro Señor Jesucristo lo quiere y manifiesta. Abarca casi toda la República de Guatemala. No es una iglesia numerosa, pero sus fieles son constantes. Lleva un camino medio, entre evangélicos protestantes extremos y Católicos Romanos puritanos, vive los sacramentos, especialmente el Bautismo y la Santa Eucaristía. También tiene una jerarquía eclesiástica, la Biblia y el Libro de Oración Común como partes esenciales del ser Iglesia de Jesucristo.

Sacerdotisa oficiando misa Parroquia de St. James

La Iglesia Episcopal nació en Guatemala como una misión en 1867, destinada a atender al personal diplomático y a otras personas que venían por negocios de Inglaterra o de Estados Unidos, por lo que dentro del personal diplomático siempre contaban con un capellán. Esta misión se llamaba Iglesia de Cristo y fue la Diócesis de las Indias Occidentales la que tuvo la jurisdicción y cuidado de la misma en Guatemala hasta 1883, cuando se erigió la Diócesis Británica de Honduras y los miembros de la Iglesia de Guatemala pasaron al cuidado pastoral y administrativo del obispo de Belice.

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Se estableció entonces los centros de atención pastoral, según las necesidades; así nació la extensión de Nororiente en 1907 con la llegada de la United Fruit Company, y se fundaron las congregaciones de San Miguel y Todos los Ángeles para atender a los inmigrantes anglicanos de las Indias Occidentales, quienes eran mayoritariamente de raza negra, y que venían a trabajar en la plantación de banano y en la construcción del ferrocarril. La sede de la Iglesia estuvo en Virginia de 1907 a 1928. Durante este tiempo, el capellán atendía las capellanías de Quiriguá y Puerto Barios. Cuando pasó la sede a Bananera, el sacerdote designado trasladó allí su sede, destacando las figuras de los padres Frank Kelly de 1912 a 1935 y Charles Schuhefel, quienes realizaron una labor evangelizadora excelente y misionera, misma que se vio afectada por la situación política de Guatemala durante el gobierno del presidente Jorge Ubico. Desde 1935, la asistencia de capellanes para la Iglesia Anglicana en Guatemala ha sido difícil y esporádica. En Noviembre de 1956, se trasladaron las capellanías de Guatemala a la Iglesia Episcopal de Estados Unidos para su cuidado pastoral y administrativo, siendo éstas la Capellanía de San Jorge, la de San Miguel y la de Todos los Ángeles, así como también la Diócesis Británica de Honduras pasó a la

Iglesia Episcopal de Estados Unidos en 1957. Entre el período de 1960 a 1967, el primer Obispo de la Diócesis Misionera de Centro América, David Richard, entendió que el crecimiento de la iglesia Episcopal debía darse con su propia gente nativa, en su propio idioma y fue así como nació una pastoral en español, dirigida a los habitantes de estas tierras y no solo para las personas venidas de Inglaterra o Estados Unidos. La presencia de la Iglesia Episcopal de Guatemala ha sido fruto de un proceso de crecimiento misionero que ha llevado a lo que actualmente existe. Como fruto de ese mismo desarrollo eclesial, en noviembre de 1967 se creó la Diócesis Misionera de Guatemala que ha estado al cuidado pastoral de tres obispos sucedidos sucesivamente, el Reverendísimo William Carl Frey, el Excelentísimo Anselmo Carral y Reverendísimo Armando Guerra Soria, actual obispo y primado de Centro América, consagrado el 31 de enero de 1981.

EN LA CAPITAL DE GUATEMALA O ÁREA CENTRAL En 1961, con el impulso pastoral del Padre Adrián Martínez, quien realizó un trabajo pastoral dirigido a gente de clase media y universitaria, se llevaron a cabo retiros llamados turnos, con cuyos participantes después se formó la primera congregación en español, llamada Santiago Apóstol ubicada en ese entonces en la zona 10, trasladándose posteriormente a la zona 1. Las dos congregaciones, la de habla inglesa y la de habla hispana, utilizaron las mismas instalaciones en distintos horarios. En ese ínterin, la congregación de habla inglesa cambió el nombre de San Jorge a Saint James. Y, en 1969 con la ayuda de la UTO -United Thank Offering- u Ofrenda Unida de Acción de Gracias, compró el terreno de la avenida La Castellana donde se construyó el templo de la actual Catedral de Santiago Apóstol. Con el impulso misionero de algunos sacerdotes, se logró la creación de varias misiones, entre ellas la de San Juan, en el Trébol, que estuvo ubicada en la zona 12 y posteriormente se trasladó a la zona 8, y la que en la actualidad es la Parroquia San Juan Bautista en la zona 1 capitalina. Se creó también la misión Espíritu Santo, de la que nació la Misión Cristo Rey en la zona 6 de la ciudad de Guatemala, y luego la de San Pedro y San Pablo en la zona 19. Otras misiones se abrieron en municipios aledaños a la capital, tal es el caso de San José en Villa Nueva y Santo Tomás Apóstol en San Miguel Petapa. Biblia de Jerusalén Iglesia Episcopal de Guatemala

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Vitral de la Casa Tiffany & Co. Iglesia Episcopal de Guatemala

Así, la Iglesia Anglicana tiene presencia en las áreas nororiente, sur, occidente y centro de la República de Guatemala. Desde 1950, se tiene presencia en el nororiente, con las congregaciones de San Miguel y Todos los Ángeles en Mariscos, Izabal, con el proyecto “LIFE” de agricultura y educación en el Lago de Izabal. También se crearon otras áreas o centros de misión como Cocales, Guapinol, Campo 2, Campo 3 El Chapín, San Felipe, Seja, Fronteras, La Bacadilla, Puerto Barrios y en la actualidad se está presente además en Zacapa y Chiquimula.

LA IGLESIA ANGLICANA TIENE PRESENCIA EN LAS ÁREAS NORORIENTE, SUR, OCCIDENTE Y CENTRO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA.

En el área de Occidente, desde 1963, se intentó abrir una misión en Quetzaltenango. Fue hasta 1975 que el Padre Miguel Palacios logro iniciar la Misión San Marcos, y en 1980, nació la Misión de Chumanzana, Chichicastenango, con el nombre de La Transfiguración del Señor. En ese mismo periodo nació la congregación San Matías y en 1983, el padre Rosalío Ruiz estableció la congregación de San Juan Apóstol en la villa de Chichicastenango. La iglesia siguió creciendo y así, en 1995 se inauguró en Totonicapán la misión de la Natividad del Señor Jesús y en 1997, la misión del Santo Nombre del Señor. Por esa época también se extendió la misión Episcopal al sur del país y en 1990, abrieron misiones en Escuintla y Suchitepéquez, llegando a extenderse al departamento de Santa Rosa, con la congregación de Jesús de las Palmas en Cuilapa.

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HISTORIA DE LA COMUNIDAD

JUDÍA DE GUATEMALA Centro Hebreo / Ariel Altalef

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ado que los gobiernos liberales guatemaltecos favorecían a todas luces a los extranjeros que deseaban establecerse en el país, permitiéndoles desempeñarse económica, social y culturalmente, algunos de los judíos askenazíes decidieron emigrar hacia Guatemala. Sin excluir a otras muchas regiones, la mayoría de los primeros judíos alemanes arribaron a Guatemala a fines del siglo XVIII. Una vez establecidas, estas familias ayudaban a otros correligionarios o familiares a venir al país. Los judíos recién llegados se establecieron en Quetzaltenango, centro de la región suroccidental cuya actividad económica era pujante debido a la gran demanda internacional del café. Se dedicaron al comercio de telas y productos textiles varios, no solo en Quetzaltenango, sino también en Zacapa, San Marcos, Livingston y Sonsonate, en El Salvador. Desde allí, llegaban a las fincas cafetaleras, cuyos propietarios eran, en muchos casos, alemanes, a vender sus productos. Diferentes hechos provocaron el traslado definitivo de los judíos a la Ciudad de Guatemala. En 1913, ya en esta ciudad, se organizaron y fundaron la Sociedad Israelita de Guatemala, que contaba con 51 miembros. Vitrales Sinagoga Shaarei Binyamin del Centro Hebreo

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Arón Ha-Kodesh o arca para la Torá Sinagoga Shaarei Binyamin del Centro Hebreo

SINAGOGA SHAAREI BINYAMIN, CIUDAD DE GUATEMALA Los objetivos principales de esta sociedad fueron, según sus estatutos, fomentar los intereses morales, intelectuales y benéficos de los judíos residentes en Guatemala. También, prestar ayuda a los necesitados, colaborar con aquellos judíos que se encontraran en tránsito, proporcionar empleos a aquellos que lo necesitaran, cuidar de los enfermos, y adquirir un terreno para ser utilizado como cementerio para dar sepultura a los correligionarios de acuerdo a las leyes rituales judías. Además de funcionar como una entidad religiosa, la Sociedad Israelita de Guatemala cumplía con el objetivo de proporcionar un marco de referencia y apoyo tanto a los judíos establecidos como a aquellos que llegaban a establecerse en el país. Debido al ascenso del nazismo en Alemania durante 1933, la Sociedad Israelita de Guatemala inició una serie de gestiones con el objeto de ayudar a sus correligionarios y familiares que aún vivían en Alemania, a huir de las persecuciones nazis. Estas gestiones se vieron muchas veces obstaculizadas por las políticas gubernamentales dictadas por el General Jorge Ubico. Éstas llegaron a prohibir el ingreso de los judíos a Guatemala. Aun así, algunos judíos alemanes lograron establecerse en Guatemala gracias a la ayuda de los judíos ya residentes en el país.

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Planta principal Sinagoga Shaarei Binyamin del Centro Hebreo

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SOCIEDAD ISRAELITA MAGUÉN DAVID Sin excluir la presencia en Guatemala de algún judío sefardita ya hacia finales del siglo XIX, fue durante la primera y segunda décadas del siglo XX -debido a la precaria situación socioeconómica del Imperio Turco- que los judíos sefarditas comenzaron a emigrar hacia los países de América. La mayoría de estos inmigrantes provenían de ciudades como Jerusalén, Alepo, Estambul, Esmirna y El Cairo, entre otras. Los judíos de habla alemana provenían principalmente de Prusia. La mayoría se estableció en Quetzaltenango y otros se establecieron en la ciudad de Guatemala. Entre estos primeros emigrantes se encuentran las familias Weissemberg, Stahl, Fischer, Meyer, Lippman, Bilak, Engel, Zadik y Stein. Es a partir de este momento que se puede hablar de la existencia de una congregación judía sefardita en Guatemala.

A PARTIR DE 1930, INICIÓ LA CONSTRUCCIÓN DE LA PRIMERA SINAGOGA EN GUATEMALA. En el año de 1923, se formó la Sociedad Israelita Maguén David de Guatemala. Sus objetivos principales, además de constituir un marco de referencia sociocultural para la congregación sefardita, eran, según sus estatutos, la edificación de una Sinagoga y la contratación de un Rabino. Entre las familias fundadoras de la Sociedad puede mencionarse a los Pérez, Altalef, Kairé, Alcahé, Baessa y Cohen. A partir de 1930, inició la construcción de la primera Sinagoga en Guatemala con la colaboración económica de los miembros de la Sociedad y las contribuciones particulares de integrantes de las otras sociedades judías. La inauguración de la Sinagoga Maguén David tuvo lugar el 11 de agosto de 1938. Esta magnífica Sinagoga fue la primera en construirse en Guatemala y su estilo es eminentemente oriental, contando con un diseño que se adaptó de la liturgia Judía Ortodoxa Sefardí. En ese momento se creó el Comité de Damas de Sion con el objeto de organizar eventos socioculturales y de beneficencia. En 1942, se formó el primer movimiento juvenil judío, llamado Macabi. La Sociedad Israelita Maguén David actuaba como representante de la Comunidad Judía de Guatemala ante otras asociaciones judías internacionales.

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Menorá de siete brazos Sinagoga Maguén David

A partir de 1920, empezaron a llegar a Guatemala los judíos askenazíes provenientes de Polonia, Rusia y los países bálticos. Estas personas se incorporaron a las instituciones judías ya establecidas, en su mayoría a la Sociedad Israelita Maguén David. En 1941, los judíos askenazíes orientales se separaron de la Sociedad Israelita Maguén David y fundaron la Asociación Centro Hebreo. La razón de esta separación radicó en el deseo de contar con un lugar en el que pudieran manifestarse religiosa y culturalmente de acuerdo a sus costumbres. Hacia finales de la década de los años cuarenta e inicios de los cincuenta se hizo más notoria la presencia de judíos de origen sefardita, pudiéndose asegurar que eran de esta procedencia los nuevos inmigrantes que ingresaron a Guatemala. En 1952, se fundó el Comité Centro Social Israelita, y, por acuerdo de su Junta General, pasó a encargarse del desarrollo de las actividades sociales de la comunidad. Merece especial atención resaltar la alegría con la que fue recibida por la Comunidad Judía la noticia del voto favorable de Guatemala en las Naciones Unidas en pro del establecimiento del Hogar Nacional Judío (el Estado de Israel). Desde 1941, cuando fue fundada la Asociación Centro Hebreo, se construyó un templo, un colegio y un centro social. En este


Fachada e interior de la SInagoga Maguén David

mismo predio se iniciaron los trabajos para la construcción de la que sería la segunda Sinagoga que se levantaría en Guatemala en 1959. En 1969 se creó una nueva institución, la Congregación Beth El, que reunía en su seno a judíos de origen alemán y atrajo a todos aquellos de tendencia liberal. Esta organización funcionó hasta 1987, año en que, ante la iniciativa del Centro Hebreo, se logró la fusión de esa institución con Beth El, consiguiendo con esto la unión de más de las dos terceras partes de la comunidad judía en una sola congregación.

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CASA

TÍBET en Guatemala Andrés Montano

E

l Budismo es una tradición religiosa que se basa en las enseñanzas de Siddharta Gautama, quien vivió hace aproximadamente 2,600 años. Se centra en la exploración de la condición humana, enfatizando lo preciado de su existencia y la enorme cantidad de posibilidades que ésta nos brinda. Siddharta Gautama fue un ser humano ordinario que se emprendió en un camino para tratar de comprender la naturaleza del sufrimiento y la insatisfacción, su origen y la posibilidad de trascenderla. Esta búsqueda culminó cuando alcanzó un estado descrito con la palabra en sánscrito buddha, un adjetivo que literalmente quiere decir despierto o iluminado. Luego compartió con sus discípulos su metodología para que ellos también alcanzaran este mismo estado. En efecto, dentro del Budismo Tibetano se considera que muchos otros individuos también han alcanzado la iluminación y también son designados buddhas. Así, Siddharta Gautama o Buddha Shakyamuni como también es conocido, no es considerado como el único buddha, sino uno de muchos buddhas que vemos representados iconográficamente en los templos. De igual manera, Siddharta Gautama

tampoco es concebido en el Budismo como un dios y su metodología no se basa en la creencia o devoción a su persona. Por lo que podemos mejor describir el budismo como una religión no-teísta o una religión humanista. La palabra buddha es traducida al tibetano como sang guie, que expresa bien lo que este estado implica. Sang tiene la connotación de eliminar y guie tiene la connotación de expandir. Literalmente un buddha es aquel que ha eliminado todas las emociones aflictivas de su mente -como el odio, resentimiento, apego, envidia, celos, arrogancia, entre otras- y ha expandido todo lo virtuoso -como el amor, compasión, ecuanimidad, paciencia, generosidad, sabiduría y demás. La propuesta budista entonces es un gradual refinamiento de la mente para eliminar todo lo negativo y extender todo lo positivo. Este refinamiento se lleva a cabo a través de tres entrenamientos: un entrenamiento en la ética que lleva al florecimiento social, un entrenamiento en la estabilidad de la atención que lleva a un florecimiento psicológico y un entrenamiento en el cultivo de la sabiduría que lleva a un florecimiento espiritual en la persona.

Banderas de plegarias Casa Tíbet

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Relicario budista

La ética es el cimiento de todas las religiones y lo que todas las religiones tienen en común. En el Budismo, el entrenamiento en la ética se lleva a cabo a través del entendimiento de las acciones, causas y efectos: el reconocimiento que cuando hacemos el bien a otros, estamos creando las causas para experimentar bienestar en el futuro; y cuando dañamos a otros, estamos creando las causas para experimentar dificultades y problemas en el futuro. El entrenamiento en la estabilidad de la atención se alcanza a través de la meditación en donde el meditador va sistemáticamente contrarrestando la hiper-actividad mental con serenidad y tranquilidad, el déficit de atención y la distracción con estabilidad y la disipación y hundimiento mental con uni-puntualidad y claridad. Poseer una mente atenta con estabilidad, claridad y uni-puntualidad hace que seamos eficientes en las actividades cotidianas, que nos relacionemos mejor con nosotros mismos y con otros y que no nos enganchemos o no nos dejemos llevar por la fantasía, la depresión o las preocupaciones del día a día.

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El nudo infinito de la eterna continuidad

EN EL CONTEXTO BUDISTA, SABIDURÍA SIGNIFICA VER LAS COSAS COMO SON.


En el contexto budista, sabiduría significa ver las cosas como son. Sin que nos demos cuenta, nuestras actitudes, experiencias previas y prejuicios influencian activamente en cómo percibimos la realidad. Por ejemplo, cuando estamos de mal humor, vemos que todo está mal; cuando estamos de buen humor vemos que todo está bien. La realidad es la misma, pero tendemos a distorsionarla cuando tenemos odio, avaricia, celos, arrogancia, deseo y otras emociones aflictivas y caemos en el engaño de creer que esta imagen distorsionada es como la realidad existe. El entrenamiento en la sabiduría consiste en desmantelar estas imágenes distorsionadas para tener un acceso no mediado a la realidad. La concepción de la sabiduría en el Budismo temprano era significativamente distinta de las otras tradiciones religiosas con las que el Budismo co-existía en India, que ahora agrupamos bajo el término Hinduismo; por esta razón su propuesta se consideraba una religión distinta desde su inicio. Sin embargo, el Budismo no se conservó como una tradición unificada o centralizada.

Incluso cuando Buddha Shakyamuni estaba vivo, ya había controversia en relación a las distintas interpretaciones de sus enseñanzas. En el segundo concilio budista (aproximadamente 100 años después de la muerte de Buddha Shakyamuni), la comunidad budista se comenzó a dividir en distintas órdenes y escuelas de pensamiento. De allí en adelante el Budismo se esparció de una forma descentralizada. A través del tiempo se refinó en distintas escuelas de pensamiento que enfatizaban enseñanzas particulares y tenían sus propias interpretaciones. En las diferentes regiones, el Budismo se fue adaptando según las costumbres y culturas locales. Por ejemplo el Budismo en la India temprana, el Budismo en China (a donde llegó de India entre los siglos II y VIII) y el Budismo en Tíbet (a donde también llegó de India entre los siglos VIII y XII) tomó formas muy distintas.

TRADICIONES BUDISTAS EN GUATEMALA El Hinduismo y el Budismo en varias de sus denominaciones tienen presencia en Guatemala. El Hinduismo encuentra voz a través de las comunidades de Brahma Kumaris Guatemala (Mixco), de Shri Satya Sai Baba (zona 2) y de Hare Krishna. El budismo temprano de India encuentra su expresión en el grupo Vipassana Guatemala que sigue los lineamientos de S.N. Goenka (maestro laico de Birmania, ya difunto). El budismo Chino y particularmente en sus adaptaciones de Taiwan y Japón (hacia donde llega el Budismo de China) encuentra representatividad en la comunidad Taiwanesa de Guatemala y en una comunidad suelta de practicantes de Budismo Zen respectivamente. Casa Tíbet Guatemala fue la primera asociación en Guatemala dedicada exclusivamente al estudio y práctica del Budismo Tibetano. Fue fundada bajo los auspicios de Casa Tíbet México en 1995 y se institucionalizó formalmente en el 2004 con la visita de Su Santidad El Dalai Lama a Guatemala. Es la única institución de su naturaleza en Centro América que cuenta con un budólogo residente. En su programa de estudios ofrece talleres, seminarios y cursos sobre meditación y filosofía budista. Éstos se complementan con un programa contemplativo que ofrece retiros con maestros extranjeros de renombre mundial. Casa Tíbet Guatemala también colabora con líderes de otras religiones a través de UNESCO, la Mesa de Cooperación Intercultural e Inter-religiosa de Guatemala y la Red Global de Religiones a Favor de la Niñez.

Ofrenda del mandala

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Casa Tíbet Guatemala es no sectaria, es decir, es visitada y en ella se estudian textos de varias órdenes del Budismo Tibetano. Con el tiempo, practicantes de Budismo Tibetano en Guatemala fueron encontrando una especial afinidad con órdenes o maestros específicos y han ido fundando sus propios centros. Actualmente operan Camino del Diamante Guatemala (siguiendo al maestro danés Ole Nydahl) y Bodhipath Guatemala (siguiendo al maestro tibetano Shamar Rinpoche), ambos de la orden Karma Kagyu del Budismo Tibetano.

CASA TÍBET GUATEMALA COMO TEMPLO BUDISTA El término tibetano que traducimos como templo es lha khang. Literalmente quiere decir “la residencia de la deidad”. Es el lugar en donde moran las deidades budistas, es decir los buddhas, a través de representaciones simbólicas de sus cuerpos, habla y mente. En Casa Tíbet Guatemala, la mente iluminada está representada por un relicario en el altar. El habla iluminada está representada por los textos budistas en el altar y biblioteca. La literatura budista tibetana es muy amplia, consistiendo en la palabra del Buddha (más de 100 volúmenes), comentarios indios a la palabra del Buddha (más de 200 volúmenes), así como incontables comentarios tibetanos. Solo una pequeña fracción de éstos ha sido traducida al inglés y al español.

Avalokiteśhvara, el Buddha de la Compasión

El cuerpo iluminado está representado en Casa Tíbet Guatemala a través de estatuas y pinturas tradicionales tibetanas llamadas thangkhas. Todo elemento iconográfico en la representación de las deidades budistas tiene un significado. Por ejemplo, las orejas largas representan su capacidad de escuchar, los ojos entrecerrados representan su capacidad de ver a todos con ecuanimidad, y así sucesivamente. Hay deidades budistas que representan cualidades virtuosas específicas. Por ejemplo, Avalokiteśhvara, muy popular en el Tíbet con Su Santidad El Dalai Lama, considerado como su emanación, simboliza la compasión. Mañjuśhri

simboliza la sabiduría con su espada que corta la ignorancia.

EL TÉRMINO TIBETANO QUE TRADUCIMOS COMO TEMPLO ES LHA KHANG.

El altar budista también incluye ofrendas que invitan al Buddha para que se haga presente y bendiga la sala de meditación. Estas ofrendas representan lo que en India le ofreceríamos tradicionalmente a un huésped de honor cuando entra a nuestra casa. Las ofrendas están dispuestas en siete cuencos. Los primeros dos cuencos con agua representan el agua que le daríamos a nuestro huésped para que beba y para que se lave. Los siguientes cinco cuencos son ofrendas de flores, incienso, una candela (luz), agua perfumada y comida. Finalmente está una concha que representa los sonidos o la música. La luz representa la sabiduría que elimina la oscuridad de la ignorancia y el resto representa ofrendas de los varios sentidos sensoriales. Los buddhas no necesitan ofrendas. Hacer ofrendas es una práctica que el budista hace para cultivar la generosidad y la gratitud. Lo que hace un templo sagrado ultimadamente no es la presencia de implementos ritualísticos o de iconografía religiosa. Es la motivación espiritual y el tipo de actividades que en éste se realizan lo que hace que para los asistentes el templo sea concebido como un oasis espiritual conducente al cultivo de la sabiduría, la contemplación y el recogimiento. El salón de meditación de Casa Tíbet Guatemala se utiliza para seguir las tres fases recomendadas por el Buddha para asimilar sus enseñanzas: escuchar, contemplar y meditar. Escuchar significa recibir transmisiones y las explicaciones de un maestro calificado. Contemplar es llegar a entender intelectualmente los consejos a través del estudio, memorización, discusión, reflexión y resolución de dudas. En la meditación, el entendimiento pasa de ser intelectual a volverse de corazón e intuitivo. Para más información visite nuestro sitio www.casatibet.org.gt o visítennos en Facebook fb.com/groups/casatibet.

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MEZQUITA

ALDAAWA ISLÁMICA

DE GUATEMALA Abdalá Aucar

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA COMUNIDAD MUSULMANA EN GUATEMALA En Guatemala, a inicios del siglo XX, comenzó la migración árabe a nuestro país. Era la época del Imperio Otomano, que abarcaba la mayoría de países del Oriente Medio y el norte de Egipto. Estos inmigrantes fueron llamados turcos, puesto que ingresaban a Guatemala con pasaporte de dicho país, pero que no necesariamente tenían dicho origen. Esa primera migración tuvo como objetivo principal el comercio. Llegaron tanto cristianos ortodoxos como musulmanes, pero muchos de ellos no exteriorizaron sus creencias hacia la sociedad, sino que se reunían de manera privada y esporádica para continuar con sus creencias. Detalle de manto Traje regional del Imán

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Sheij Tuhami de Egipto Actual Imán de la Mezquita

Fue en la década de los años ochenta del siglo XX, durante el gobierno de Vinicio Cerezo, que surgió el interés y la necesidad de congregarse y que empezaron a sentarse las bases de la actual Comunidad Musulmana de Guatemala. A mediados de los años noventa aumentó su número de integrantes, surgió la necesidad de expandirse y se construyó la primera y única mezquita en la Ciudad de Guatemala. Actualmente, la mayoría de los miembros de la comunidad son de origen palestino, seguido por otras nacionalidades como egipcios, jordanos, sirios, libaneses, bengalíes, pakistaníes, guatemaltecos y visitantes o viajeros.

LA MEZQUITA ALDAAWA

ALDAAWA SIGNIFICA “LUGAR DE LA PREDICACIÓN”.

La Mezquita surgió a partir del crecimiento de un Musala, considerado como una sala de paz, un centro de convergencia social y cultural y donde se puede hacer la oración. Cuando llegó a un punto en que fue insuficiente para la comunidad, se decidió llevar a cabo la construcción de la Mezquita, la primera en Guatemala y cuyo nombre es Aldaawa, que significa el lugar de la predicación.

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Fachada Mezquita Aldaawa Islámica

La Mezquita de la ciudad de Guatemala es de creencia sunnita, que viene de la palabra sunna o tradición, por lo que sigue el rito con toda su regla. Los sunnitas conforman actualmente más del 85% de la población mundial de musulmanes. La arquitectura está conformada por varias partes, la Kibla está dirigida hacia La Meca, ciudad más sagrada del Islamismo, cuenta con elementos característicos como arcos, una cúpula y el minarete, que en realidad es una columna. En el caso de Guatemala es solo un elemento decorativo, pero en algunos lugares éste tiene escaleras y desde ahí se hace la llamada al Adhan, a las oraciones que se llevan a cabo dentro del recinto. En el interior no cuenta con detalles iconográficos porque en el Islam está prohibido todo tipo de representación gráfica tanto de Dios como del Profeta Muhammad, por lo que la decoración en algunas partes de sus paredes son fragmentos del Corán o partes de una sura u oración. El área principal se llama Mimbar. Desde esta posición el Sheij o líder dirige las oraciones y da el sermón. Hay una mezquita en Omeya, Siria, de la cual muchas otras han tomado el patrón; ésta a su vez tiene mucha influencia de la mezquita de La Meca. La de Sulamimán, en Turquía, es otra de las que inspiró el templo de Guatemala. La Mezquita de Guatemala cuenta con 4 niveles, en el primer piso se encuentra la recepción y mezquita de mujeres, así

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Página del Corán

como el área de ablución (limpieza). En la segunda planta se encuentra el Mimbar, la mezquita de varones y biblioteca, los dos niveles restantes son para uso habitacional del Sheij, cocina, salones para charlas, y áreas para huéspedes y otras estancias que se utilizan también durante el mes de Ramadán o ayuno de los 30 días. La razón de colocar a hombres y mujeres por separado es con la única intención de evitar distractores, purificar los sentidos y lograr una efectiva comunicación con Dios. Previo a entrar a la mezquita hay que lavarse las manos, la cara, los brazos, la nariz, las orejas, la cabeza y los pies, eso es para estar lo más puro posible a fin de lograr una comunicación con Dios. Para ser parte de la comunidad, solo se debe tener el deseo en el corazón. La comunidad fue nombrada Embajadora de la Paz en agosto de 2008, cuando se le concedió el cambio de la Rosa de la Paz en el Palacio Nacional de la Cultura.


Sheij Amr Imán visitante

UN POCO SOBRE EL ISLAM Dentro del Islam no existe la coacción, Dios es quien conoce a todos y su misericordia es para todos. Cada quien fue hecho con un objetivo: la adoración a Dios. Todos somos representantes de Dios en la tierra, para que la creación le sirva a él. Hasta la fecha han llegado miles de profetas, desde Adán hasta Mohamed. Ellos son quienes nos vinculan con Dios, al traernos su mensaje. Algunos de ellos trajeron ley además de mensaje, otros, solo han traído el mensaje. Thawid o monoteísmo, es la base en que se asienta el Islam. Existen tres lugares que son considerados los más sagrados del Islam: La Meca, Medina y Al Aqsa, en Jerusalén, sitio ubicado frente a la Mezquita de Omar.

Página siguiente: Detalle de la biblioteca Mezquita Aldaawa Islámica de Guatemala

Las bases fundamentales del Islam son, creencia en Dios, en los ángeles, los libros sagrados, el destino y el día del juicio final. Cuenta además con cinco pilares que sostienen la fe: primer pilar, declaración de fe Shahada, cuando se acepta; segundo pilar, la oración, son cinco diarias obligatorias (mañana, mediodía, tarde, atardecer y noche) y voluntarias, las que se quieran; tercer pilar, el ayuno de Ramadán; cuarto pilar, la caridad (limosna del 2.5% de las ganancias de cada año); y el quinto pilar, peregrinación a La Meca o Hajj, al menos una vez en la vida.

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131 AÑOS DE FE Y OBRA EVANGÉLICA

PRESBITERIANA EN GUATEMALA Pastor Jenner Miranda

L

a llegada del Evangelio a través de la fe presbiteriana marcó un suceso que todavía toca nuestros corazones para agradecer a Dios por el desarrollo y los beneficios que este magno acontecimiento ha suscitado en nuestro país.

Como las generaciones actuales, somos testigos y protagonistas de este singular momento histórico que nos hace recordar que desde hace 131 años la fe evangélica presbiteriana ha venido proclamando el Evangelio de Jesucristo como el Señor y Salvador del mundo. Éste ha sido el mensaje permanente que desde el inicio de nuestra fe nos ha impulsado a un compromiso continuo con el Dios de la historia y su Palabra revelada. Quiero hacer un llamado a quienes por diversas circunstancias se han distraído de la historia y han olvidado el accionar del Espíritu Santo a través de muchos siervos y siervas presbiterianos como Juan Clark Hill y Dallie Hart Hill -fundadores en la capital- y Eduardo Haymaker, así como todos los hombres y mujeres nacionales, especialmente los primeros cristianos como los hermanos García, Cornelio y Trinidad, primeros bautizados en la fe presbiteriana, que a pesar de los peligros y sinsabores mantuvieron encendida la llama del Evangelio de Jesucristo.

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Detalle de la fachada Iglesia Presbiteriana

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131 años de fe y obra presbiteriana invitan a toda la iglesia nacional a reconocer el proyecto de Dios en la historia de nuestra fe. Dios se ha movido en nuestra historia y lo seguirá haciendo, por eso debemos volver con pasión a todos aquellos principios de fe que han dinamizado nuestra misión. Somos los pioneros de la fe evangélica en Guatemala y tenemos una identidad reformada que no debe detenerse. Que se escuche en nuestro país: Sola fide, sola gratia, sola scriptura (solo la fe, solo la gracia y solo la escritura) son los medios que Dios ha empleado en la restauración humana, los que a veces olvidamos y que han sido los estandartes reformados. La Iglesia Presbiteriana reconoce su origen, como todas las confesiones cristianas, en la Iglesia Cristiana del siglo I, la que a su vez tiene su origen en el pueblo escogido de Israel. Sin embargo, técnicamente debemos remitirnos al período de la Reforma Protestante, en el siglo XVI. La mayoría de nosotros tenemos al menos un conocimiento básico sobre la Reforma del siglo XVI, y especialmente sobre la figura de Martín Lutero. La chispa que Lutero encendió en lo que hoy es Alemania, se entendió por casi toda Europa. Cabe mencionar como precursores de esta reforma a Juan Wycliff en Inglaterra, Juan Hus en Bohemia y Jerónimo Savonarola en Italia, como mártires que dejaron honda huella. Sin embargo, para nosotros no es tan conocida la historia de otro gran reformador de la iglesia: Juan Calvino, nacido en Noyón, Francia. Fue un intelectual humanista que estudió teología y leyes y como otros humanistas, fue convencido por las ideas protestantes. Cuando en 1534 Francisco I de Francia comenzó a perseguir a los protestantes, Calvino se exilió en Basilea. Allí escribió la primera edición de su obra más famosa. Calvino no tenía intención de ser un pastor, ya que aspiraba a ser un teólogo y escritor. Sin embargo, a instancias de Guillermo Farel, aceptó pastorear a la iglesia de Ginebra que acababa de declararse protestante. Además de ser pastor, tuvo una gran influencia en la vida de la ciudad ginebrina. Aún las autoridades civiles le llegaron a tener gran respeto, al punto que le consultaban para casi todas las decisiones difíciles que tenían que tomar. Con el tiempo, a la iglesia reformada en Escocia se le dio el nombre de “Presbiteriana”, debido a que cambió el gobierno jerárquico por el modelo de presbíteros, palabra griega que significa ancianos. La Iglesia Presbiteriana escocesa tuvo gran influencia sobre la Iglesia Anglicana, pero sobre todo sobre grupos disidentes de la misma.

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Vista interior Iglesia Presbiteriana

SE LE DIO EL NOMBRE DE “PRESBITERIANA”, DEBIDO A QUE CAMBIÓ EL GOBIERNO JERÁRQUICO POR EL MODELO DE PRESBÍTEROS.


El protestantismo llegó aliado con la corriente liberal, que favorecía el cambio y era profundamente anticatólica romana. De esa manera, al triunfar la Revolución Liberal en 1871, se decretó la libertad de cultos en 1873 y vinieron los primeros misioneros presbiterianos en 1882. Fueron Juan Clark Hill en 1882 y posteriormente Eduardo Haymaker, que estuvo en Guatemala de 1887 a1947, los primeros misioneros que llegaron al país. En sus inicios, el trabajo de la Iglesia Presbiteriana fue fundar una iglesia, colegios industriales -donde hubo preparación técnica- y una escuela de enfermería. En esa época, los sermones fueron en inglés, pero luego de ocho años se comenzaron a dar también en español. En ese tiempo hubo mucha persecución, apedreo de los templos y discriminación de los feligreses en sus comunidades. Sin embargo, eso cesó cuando la gente se dio cuenta que además del mensaje religioso, se daba educación y salud para la población.

EL TEMPLO

Muchos de estos grupos emigraron hacia Norteamérica, llevando, junto a otros emigrantes de origen escocés e irlandés, el presbiterianismo. Los presbiterianos fueron muy influyentes en la conformación de los Estados Unidos de Norteamérica. Un ejemplo de ello es la guerra de emancipación de dicha nación conocida como “La Revolución Presbiteriana”. El siglo XIX, que fue la época de expansión de las potencias protestantes, fue también el tiempo del gran avance de las misiones protestantes. La iglesia, de alguna manera, aprovechó las puertas que el neocolonialismo abría. Aunque en teoría América Latina se había independizado y ya no era una colonia, quedó bajo influencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Las puertas se abrieron para las misiones. El catolicismo en Guatemala había sido impuesto y no se había dado oportunidad a alternativas. Por eso cuando los misioneros comenzaron a llegar, muchos se convirtieron al protestantismo.

La arquitectura de la Iglesia Presbiteriana Central es austera y de líneas simples, contando con una torre en cuya base se encuentra el acceso principal a la misma. En su parte superior está rematada con una serie de picos que dirigen la mirada al cielo, como una influencia de un posible estilo neogótico, pero con la simpleza del protestantismo norteamericano. El templo fue seriamente dañado en los terremotos de 191718 y se reconstruyó siguiendo su diseño original, que es el que existe hasta nuestros días. Cuentan los miembros de la iglesia que la actual estructura se reforzó con partes de acero de un barco, lo cual puede comprobarse en ciertas áreas del segundo nivel y en el área del coro. Cuenta con un altar, también austero, en maderas labradas y el techo original de madera se sustituyó por uno más moderno en épocas más recientes, quedando solo vestigios del original, también en el área del coro. Una parte importante del mobiliario corresponde a las épocas iniciales de la iglesia, lo que le da un gran valor histórico al mismo. El templo ocupa parte del terreno de lo que originalmente fuera el Convento de Concepcionistas de la Nueva Guatemala, que fue expropiado de la Iglesia Católica durante el gobierno de Justo Rufino Barrios.

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THE UNION CHURCH

OF GUATEMALA Pastor John Conner

P

or más de 60 años, la bella capilla Blane y la torre Pierce de la Union Church of Guatemala, con sus cuatro palmeras reales frente al edificio, han embellecido la Plazuela España de la Ciudad de Guatemala. Detrás de su fachada hay una historia que precede su construcción por 70 años, llevándonos de vuelta a la época política bajo la presidencia de Justo Rufino Barrios. Mucho antes de que los muy reconocidos ingenieros y arquitectos de la firma guatemalteca Prado Vélez-Jacobsthal trabajaran en los planos de este edificio, la iglesia para una congregación de habla inglesa ya había iniciado su labor en Guatemala. A la insistente petición de Doña Francis Claves, el Presidente Barrios invitó y escoltó su ingreso a Guatemala al primer misionero protestante John C. Hill, de la Junta Presbiteriana de Misiones Extranjeras de los Estados Unidos. Fue el Señor Hill quien en 1883 logró, en seis meses, que se estableciera la primera congregación protestante de habla inglesa, la primera escuela protestante y la primera congregación protestante de habla hispana en Guatemala. Detalle de la torre Unión Church of Guatemala Página anterior: Conjunto arquitectónico Unión Church of Guatemala

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Detalle Capiteles de las columnas Unión Church of Guatemala

Estos tres proyectos son las raíces que dieron origen a la Union Church of Guatemala, el anterior Colegio Americano y la Iglesia Presbiteriana Central. En agosto de 1882, el Presidente Justo Rufino Barrios viajó a Nueva York para firmar el tratado de la Frontera con México. Mientras estuvo allí, contactó a la Junta Presbiteriana de Misiones Extranjeras y coordinó su regreso a Guatemala acompañado de John C. Hill. De esta manera, el 2 de noviembre de 1882, el Presidente Barrios llegó al Puerto Santo Tomás y con él, John C. Hill, quienes se dirigían a la Capital. Las semillas del Ministerio Protestante florecieron pronto en la fértil tierra de Guatemala, dieron paso a muchas misiones protestantes que entraron al país y se multiplicaron hasta la condición presente, en que la comunidad evangélica comprende alrededor del 30% de la población Guatemalteca. La congregación de habla inglesa continuó su desempeño reuniéndose en el edificio de la iglesia Central Presbiteriana en la zona 1 de la Capital. Este grupo, multinacional y de habla inglesa, ha sido la comunidad en Guatemala para gente de América, Gran Bretaña, Holanda, Suiza, Bélgica, Austria, Alemania, Australia, Nueva Zelanda, India, y otras naciones. En 1943, esta congregación ya incorporada en Guatemala, fue legalmente reconocida como The Union Church of Guatemala. En 1946, la iglesia hizo el llamado a su primer pastor de tiempo completo. Bajo el liderazgo del Pastor Dr. Charles T. Holman la iglesia inició la búsqueda de una propiedad para construir su propio edificio. Hubo preferencia en el área de la zona 9 ya que allí se encontraba una propiedad muy deseada que pertenecía a

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Vista del interior Union Church of Guatemala


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Vitral Union Church of Guatemala

la Señora Martha Klein de Calvo y que colindaba con la Plazuela España. La iglesia compró esta propiedad en 1947. The Union Church, quizás la más apreciada y adecuada iglesia protestante de habla inglesa, está localizada entre la Calle Montúfar y la Plazuela España en el Distrito Tívoli de la Ciudad de Guatemala. Con su estilo del Renacimiento Colonial Español, fue diseñado por Harry L. Pierce de Los Angeles, California, un distinguido arquitecto eclesiástico de origen americano. Los ingenieros y arquitectos que la construyeron pertenecían a la firma guatemalteca Prado Vélez-Jacobsthal. En el edificio predomina una firme y bella torre; en el interior se encuentra un patio que añade encanto a los diferentes salones que le rodean. El señor Gus Jacobsthal diseñó cada parte del interior de la capilla Blane, incluyendo su amueblado, las puertas, bancas, púlpitos, la pila bautismal, la mesa central para la Santa Cena, inclusive el diseño en las columnas dentro del templo, especialmente elaboradas para la Union Church. El 24 de septiembre de 1949 fue la ceremonia de inauguración, y la dedicación del edificio fue el 27 de mayo de 1951.

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El hermoso vitral circular que embellece el presbiterio de la capilla Blane ilustra la terrible noche en que el Señor Jesucristo se somete a la voluntad del Padre para ser crucificado. Esta pieza artística es un regalo del Dr. Charles y su señora, Belle Holman, en memoria de su hijo, Charles M. Holman, quien pereció en la Segunda Guerra Mundial. El salón social ha sido nombrado Holman Hall en memoria del doctor y su esposa. Este salón ha acogido innumerables bodas, eventos de la comunidad y de la iglesia, ya que el salón cuenta con un teatro y un gran espacio.

EL 24 DE SEPTIEMBRE DE 1949 FUE LA CEREMONIA DE INAUGURACIÓN.


El terrible terremoto de 1976 causó serios daños en la capilla Blane, dejó grietas muy graves y debilitó el techo. Se hicieron reparaciones de acuerdo al diseño original y se edificó una estructura más segura y firme, conservando su elegancia y su función. Aunque las instalaciones han mantenido su estilo y diseño original, la función de cada espacio ha variado con el paso de los años. El edificio cuenta con salones adecuados para las oficinas de la iglesia, clases para estudio, biblioteca, salones para reuniones y conferencias, inclusive un apartamento como rectoría del pastor. La Union Church ha sido el sitio soñado para innumerables bodas y sigue siendo el templo favorito de muchas parejas en Guatemala. La capilla Blane es quizás más hermosa y acogedora en Noche Buena, iluminada solamente por cientos de candelas, conmemorando el nacimiento de Jesucristo. La suave e intermitente luz de las velas hace resaltar las majestuosas columnas y el valioso techo, con la música de los himnos resonando en sus altas paredes.

Himnarios, biblias y folletos Union Church of Guatemala

La Union Church of Guatemala es un hermoso regalo para Guatemala y su gente. Dedicando sus servicios para la comunidad de habla inglesa, actualmente la mitad de la congregación la conforma personas de habla hispana que prefieren adorar a Nuestro Señor en inglés.

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LA IGLESIA

LUTERANA Pastor David Rodríguez

E

l luteranismo es un movimiento religioso cristiano protestante fundado institucionalmente por el monje agustino alemán Martín Lutero (1483-1546). El 31 de octubre de 1517 se considera como el día de nacimiento de esta rama del cristianismo, fecha cuando se colocaron las 95 tesis sobre la eficacia de las indulgencias en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos en Wittenberg, Alemania. La Iglesia Luterana forma parte de las iglesias cristianas litúrgicas.

ortodoxa respecto a los méritos personales aplicables a la salvación, la mediación de los santos y la veneración de las imágenes.

ESENCIA DEL LUTERANISMO

Según Lutero, todos los creyentes tienen acceso a Dios, sin necesidad de intermediarios.

• • •

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Cree en el Dios uno y trino (Santa Trinidad). Cree que Dios no juzga a los hombres por sus obras buenas, sino por su fe sola (sola fides). Denuncia la venta de indulgencias y la obtención de los perdones a cambio de bienes, así como la venta de cargos eclesiásticos. Rechaza la primacía y autoridad romana del papado como institución divina. Rechaza la tradición dogmática de la existencia del purgatorio. Otorga libre acceso a las Escrituras. Cree en el sacerdocio universal de todos los creyentes.

El pensamiento de Lutero se basa en el concepto de la justificación por la fe que negaba cualquier teoría romana u Detalle interior Iglesia Luterana

Lutero desarrolló la doctrina de la autoridad de las Sagradas Escrituras en donde afirma que las Escrituras son la autoridad para temas espirituales y que pueden ser leídas y entendidas por todos los creyentes y que cada uno puede examinarlas con la ayuda del Espíritu Santo.

EL LUTERANISMO EN GUATEMALA En el proceso de la formación cultural, étnica y económica del pueblo guatemalteco, no debe pasarse por alto la contribución de las inmigraciones europeas que llegaron al país durante los primeros gobiernos liberales que se instauraron a partir del año de 1871. Entre estos inmigrantes, sin duda los alemanes ocupan el primer lugar por su influencia en el desarrollo de las distintas zonas cafetaleras del territorio guatemalteco. Sus familias, que llegaron por centenares, empezaron a criar y a educar a sus hijos dentro de los moldes de su propia cultura, para luego ir integrándose poco a poco a la vida del país.

Página siguiente: Fachada Iglesia Luterana

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Vistas interiores Iglesia Luterana

Entre las familias de inmigrantes europeos muchas pertenecían a la Iglesia Luterana. En el año 1907 se trató de organizar la primera congregación luterana en Guatemala. Después de la Primera Guerra Mundial, a partir de 1929, se fundó la congregación La Epifanía (de habla alemana); esa congregación fue atendida por pastores que venían de Alemania. Con motivo de la Segunda Guerra Mundial, tal congregación cesó sus actividades. Al terminar la Segunda Guerra, algunos luteranos de descendencia europea, que residían en Guatemala, así como dos grupos de guatemaltecos en Zacapa y Puerto Barrios se dirigieron a la Iglesia Luterana Sínodo de Missouri en E.E.U.U. en solicitud de cuidado pastoral. El Sínodo de Missouri respondió a estas invitaciones para restablecer la congregación en la capital y para explorar las posibilidades y la necesidad de iniciar el trabajo misional en Zacapa y Puerto Barrios. Fue así como el 1 de Octubre de 1946 llegaron a Guatemala H. Mayer y F. Pankow. Su visita dio como resultado que la Iglesia Luterana entrara a estos nuevos campos. En la capital de Guatemala, los pastores sirvieron en

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ENTRE LAS FAMILIAS DE INMIGRANTES EUROPEOS MUCHAS PERTENECÍAN A LA IGLESIA LUTERANA.


un principio atendiendo los oficios en tres idiomas: alemán, español e inglés. Entre los años 1948 y 1963 la congregación de idioma español comenzó a llamarse Cristo Rey y se sintió la necesidad de un espacio más amplio para sus actividades. En un terreno ubicado en la 4ª Calle y 3ª Avenida de Tívoli en la zona 9, el domingo del 445 aniversario de la Reforma de la Iglesia, el 28 de Octubre de 1962, tuvo lugar el oficio de la primera palada.

ARQUITECTURA DEL EDIFICIO El diseño del edificio se basó en una idea generatriz o inspiración que conocemos como El Tabernáculo del Desierto, que hoy llamaríamos simplemente la Carpa o la Tienda, el lugar de adoración durante la peregrinación en el desierto. La idea central es que somos peregrinos, estamos de paso en este mundo y nuestro lugar definitivo es con Dios. El término tabernáculo en el Antiguo Testamento se refiere a un conjunto de 10 cortinas con querubines bordados, de lino fino y cosidas por los bordes en telas moradas, azules y rojas bordadas cuidadosamente, que al colocarlas según instrucciones de Dios mismo, alrededor de una estructura de madera de acacia para soportarlas, formaban lo que se conocía entre los judíos como la morada o casa de Dios. (Éxodo 26 RV) El resultado de explorar esa idea generatriz dio lugar al hermoso templo que hoy también consideramos el Santuario erigido para adorarle y alabarle. En enero de 1964, el proyecto fue presentado al Consejo Parroquial de la Iglesia Luterana Cristo Rey por la firma Holzheu, Anzueto y Ogarrio, Arquitectos Asociados, así como la oferta de construcción de la firma Castillo Contoux, que construyó el edificio bajo la supervisión del Ingeniero Mauricio Castillo, en el terreno de la zona 9. “… erigirán un santuario para mí y habitaré entre ustedes.” (Éxodo 25.8 VI) La estructura del templo se construyó usando para su cubierta la tecnología desarrollada por Félix Candela en México de membranas laminares de concreto armado y que conocemos como cáscaras de concreto o cascarones, soportadas en el edificio por columnas de concreto. Para la cubierta del atrio de la iglesia, oficinas y sanitarios se usó una estructura del mismo tipo, muy económica y resistente, formada por una membrana de concreto cuadrada, soportada por una columna central que por su geometría es llamada paraboloide hiperbólico o paraguas. En el interior del templo se puede ver la importancia que se le dio al altar, al área de reclinatorios, al coro, y a las doce hojas de las puertas de madera fina que se identifican con los escudos de los apóstoles. El 22 de Mayo de 1966 tuvo lugar el oficio de dedicación del nuevo y hermoso templo.

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La Iglesia

ADVENTISTA Pastor Fabián Natareno / Pastor Ever Roblero

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n enero de 1908, un breve artículo apareció en las páginas de las revistas adventistas Adventist Review y Sabbath Herald en los Estados Unidos de América, lugar donde nació la Iglesia Adventista. Decía: “Estoy seguro de que ha llegado el momento para nosotros de entrar en Guatemala con el mensaje”. Esto lo escribió E.L Cardey, empleado de la Misión Adventista, después de su primera visita al país para realizar un estudio sobre la posibilidad de introducir el mensaje en este lugar. Meses más tarde llegó la gloriosa noticia: “Oportunidad en un nuevo país ha sido concedida, República de Guatemala”. Y con esas palabras comenzó la historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en esta hermosa tierra. Hoy en día, es una fuerza positiva en la sociedad guatemalteca y los miembros de esta institución religiosa están activos en la vida comunitaria. Ese año, fue enviado un pastor a Puerto Barrios, Izabal. Allí presentó el mensaje bíblico por tres meses a muchas personas. Esto produjo resultados positivos, ya que las primeras 35 personas decidieron unirse y aceptar las enseñanzas constituidas en la Biblia. Este grupo fue el núcleo de la primera Iglesia Adventista en Guatemala. Ellos continuaron la predicación con ayuda de pastores enviados del extranjero y muy pronto se construyó en ese lugar el primer templo hecho de madera. Pocos años después, un miembro de esta entidad se trasladó a la ciudad capital y comenzó a compartir su fe con otras personas. Muy pronto se organizó un pequeño grupo, reuniéndose cerca del Hospital General San Juan de Dios, el que llegó a constituir la primera Iglesia Adventista en la Ciudad de Guatemala. Al día de hoy, todavía pervive ese hermoso edificio que representa su templo principal y desde donde se expandió el mensaje al resto del país.

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Fachada principal Iglesia Adventista de la zona 15


Actualmente, constatamos la presencia adventista con sus diferentes instituciones eclesiásticas, en salubridad y educación, en todos los departamentos de Guatemala. Contamos con una feligresía de 248,228 miembros, distribuidos en 818 templos que representan el crecimiento activo y el avance de la expansión de esta verdad.

CONTAMOS CON UNA FELIGRESÍA DE 248,228 MIEMBROS.

Multiplicando nuestros esfuerzos, avanzamos paso a paso, compartiendo la verdad presente establecida en las escrituras, esperando con gozo el regreso de nuestro Señor Jesucristo, quien hace dos mil años prometió que volvería. Nuestro nombre contiene lo que somos y lo que creemos: “Esperamos su segunda venida y guardamos los 10 mandamientos”. “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Apocalipsis 14:12

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EL TEMPLO ASD DE LA ZONA 15, VISTA HERMOSA II En el año 1975, se construyó las oficinas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Zona 15, Vista Hermosa II. La Iglesia Mundial envió varios misioneros a servir para ayudar a la expansión del mensaje en todo el territorio de Centroamérica. Se vio entonces la necesidad de construir una iglesia para la comunidad adventista en este sector que también facilitara a nuestros pastores extranjeros congregarse en un templo que estuviera ubicado cerca de su espacio. Se contactó a varios profesionales y arquitectos de origen estadounidense, los que crearon los planos para este templo. Los recursos eran limitados. Sin embargo, uniendo esfuerzos y con fondos locales así como con donaciones del extranjero, se avanzó con la construcción. El terremoto de 1976 paralizó la obra, retomándose nuevamente en el año 1977. El templo abrió sus puertas en 1978. En el año 2011, se realizaron remodelaciones menores, sin embargo, conserva su infraestructura original. Por más de tres décadas, este templo ha servido como lugar de adoración para miembros y simpatizantes de la Iglesia Adventista de la sociedad guatemalteca y extranjera. En la actualidad, la feligresía la conforma, en su mayoría, guatemaltecos, pero también centroamericanos, suramericanos, norteamericanos, asiáticos, hindúes, y personas de otras nacionalidades. Es un privilegio recibir a cada persona que vive en este país y que está interesada en estudiar la Biblia.

Vista de la nave y altar principal Iglesia Adventista de la zona 15

Vitral » Iglesia Adventista de la zona 15

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LA IGLESIA CENTRAL Entre 1921 y 1922 se construyó la primera Iglesia Adventista en la Ciudad de Guatemala, en la 2ª avenida 10-44, zona 1. Este edificio albergó a la comunidad adventista por muchos años.

Guatemala. Su monumentalidad es impresionante, ya que es poco común que exista en el casco antiguo de la ciudad un templo con una arquitectura tan llamativa.

En 1966, por la antigüedad del edificio, se percataron de la necesidad de remodelar el mismo. Se presentó la disyuntiva sobre optar por la reparación o la reconstrucción. Pero el Señor tenía nuevos planes. Mientras se implementaba un proyecto de recaudación de fondos, orando juntos, se encontró un nuevo terreno, donde se haría una nueva obra arquitectónica que se convertiría en el templo en el que actualmente se adora al Señor.

Es el templo adventista más grande con que se cuenta en la ciudad capital y su construcción es muy singular. Ha sido la casa de culto por casi 50 años, albergando a muchas personas que han sido parte de esta Iglesia. Agradecemos al Señor por cada persona que ofrendó y dio lo mejor para erigir esta casa de culto conmemorando el nombre de Dios.

Transcurrieron 18 años en los que se trabajó arduamente, con los pocos fondos que se podían conseguir, y no fue sino hasta el 4 de febrero de 1984 que se pudo concluir la obra con su dedicación. Esta dentro del Centro Histórico de la Ciudad de

“Mía es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. Hageo 2:8.

ENTRE LOS AÑOS 1921 Y 1922 SE CONSTRUYÓ LA PRIMERA IGLESIA ADVENTISTA EN LA CIUDAD DE GUATEMALA.

Fachada Iglesia Adventista Central

Vista de la nave » principal y altar Iglesia Adventista Central

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LA IGLESIA DE

JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

Julio Enrique Alvarado

EN GUATEMALA

Fuente bautismal Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

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L

a historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Guatemala tuvo sus comienzos en 1942 cuando John F. O´Donnal, un miembro de la Iglesia, llegó a Guatemala para iniciar un programa de cultivo de caucho. Llegó a Guatemala el 21 de mayo de ese año. Se había graduado de la Universidad de Arizona y vino a trabajar para una compañía norteamericana que inició la industria del caucho en Centroamérica. John O’Donnal fue la persona perfecta para guiar el desarrollo de este producto en Guatemala y hasta el día de hoy se continúa produciendo en el país. En septiembre de 1942 conoció a María del Carmen Gálvez y se casaron en enero de 1943 y así empezó la familia O´Donnal. John y Carmen, ahora fallecidos, tuvieron 4 hijos, 26 nietos, 66 bisnietos y 2 tataranietos.

Cuarto para ordenaciones Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

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Con la familia O´Donnal también empezó la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Guatemala. Desde su llegada, John O´Donnal pidió a la Iglesia que mandara misioneros. En 1947, Centroamérica fue anexada a la Misión Mexicana. Robert Miller, Earl Hansen, Seth Matice y David Lingard, los cuatro primeros misioneros, llegaron a la Ciudad de Guatemala en 1947 y un año más tarde, ya se habían establecido pequeñas congregaciones. El 7 de septiembre de ese año, en la parte alta de Vista Hermosa, Arwell L. Pierce, entonces presidente de la misión mexicana junto a su consejero H. Clarke Fails y los cuatro misioneros, estuvieron presentes cuando se inauguró en el país la predicación del evangelio restaurado con una oración especial. Ese mismo día se llevó a cabo la primera reunión de la Iglesia a la que asistió una familia ajena al grupo de misioneros. Ya para agosto de 1948 había 66 miembros de la Iglesia en la Ciudad de Guatemala. El 30 de noviembre de 1952 se organizó la primera congregación en Guatemala. Ese mismo año se creó la Misión Centroamericana que fue dividida en 1965 para crear la Misión Guatemala-El Salvador. Luego, en 1976, se dividió otra vez para crear la primera misión guatemalteca. Hoy en día hay siete misiones en el país y más de 1,700 misioneros. En 1966, la Iglesia fue reconocida oficialmente por el gobierno y le fue concedida la personería jurídica. Para entonces, la Iglesia había crecido a 10,000 miembros. Los miembros de la Iglesia en Guatemala se concentraron en realizar las ordenanzas o ceremonias del templo. Al no contar con uno cerca, los miembros hicieron grandes sacrificios para viajar a través de México hasta los Estados Unidos, muchas veces en medio de condiciones precarias para recibir esas ordenanzas en el Templo de Mesa en Arizona. Motivo de gran regocijo fue para los miembros de la Iglesia cuando se dedicó el templo de la Ciudad de Guatemala en 1984, éste fue el primer templo edificado en Centroamérica. El primer presidente del templo fue John O’Donnal. En el año 2010, se terminó y dedicó el segundo templo en el país, en la ciudad de Quetzaltenango. Hoy día hay 42 estacas, equivalente a diócesis, 435 congregaciones o parroquias y más de 240,000 miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Guatemala y un total de 647,000 en Centroamérica.

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SUS TEMPLOS Para los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el templo es la casa del Señor, el lugar más sagrado de la tierra. El templo es un lugar santo apartado del mundo exterior, en tanto que las capillas (centros de reuniones) están ocupadas con actividades semanales y los servicios de adoración dominical. En el templo se llevan a cabo ordenanzas sagradas del evangelio de Jesucristo. Es por ello que los Santos de los Últimos Días ven el templo como un centro espiritual donde cada persona puede sentir una cercanía especial hacia Dios. Debido a que el templo es un lugar único, para su construcción solo se utilizan los más finos materiales y la mejor mano de obra. Una vez que el templo se dedica, los miembros de la Iglesia se visten de blanco al entrar para simbolizar la pureza, la limpieza y el estar apartados de las cosas del mundo. Quienes entran en el templo encuentran la apacible serenidad que el Salvador prometió a sus seguidores en el Nuevo Testamento: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”. (Juan 14:27) La mayoría de nosotros se ha preguntado en algún momento acerca del propósito de la vida. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Por qué estamos en la tierra? ¿A dónde vamos después de esta vida? En el templo recibimos respuestas a esas preguntas tan profundas; aprendemos que la vida en la tierra es parte de una jornada eterna que comenzamos mucho antes de nacer, cuando vivíamos con Dios como sus hijos espirituales. Hemos venido a la tierra para ser probados y para demostrar si obedecemos o no los mandamientos de Dios. Con ese fin, los miembros de la Iglesia van al templo para hacer promesas sagradas de honradez y de castidad, así como de servir a Dios y a los demás. Estos compromisos se convierten en anclas de estabilidad en la vida diaria y en senderos que conducen hacia las eternas bendiciones de Dios. Todos los hijos de Dios tendrán la oportunidad de oír y aceptar el evangelio de Jesucristo en esta vida o en la venidera; por lo tanto, la gracia de Jesucristo se extiende a todos y promete la vida eterna en nuestro hogar celestial a todos los que acepten su gracia mediante la obediencia fiel. Templo de la Ciudad de Guatemala Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Templos de la Ciudad de Guatemala

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En el templo se une a las familias en las más sagradas de todas las relaciones, como esposo y esposa y como padres e hijos, de una manera que el tiempo no puede limitar ni la muerte puede poner fin. Por medio de la autoridad del sacerdocio de Dios se efectúan matrimonios que perduran por esta vida y por toda la eternidad. Los hijos son “sellados” a los padres, formando así familias eternas. Para compartir esas bendiciones con nuestros antepasados fallecidos, efectuamos las ordenanzas del templo a favor de ellos.

Salón Celestial Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Comprender la naturaleza eterna de la familia hace que sea más fácil sobrellevar las pruebas de la vida, incluso la muerte de nuestros seres queridos. Jesús dijo: “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos”. (Mateo 16:19) Con la promesa de vida eterna y de lazos perdurables con nuestros seres queridos, los templos son una manifestación terrenal de que, en verdad, Dios es amor. El templo es el único lugar donde pueden efectuarse ordenanzas sagradas como el bautismo y el matrimonio eterno a favor de personas que han fallecido. Esas ordenanzas constituyen un elemento importante en el plan eterno que Dios tiene para sus hijos. El apóstol Pablo se refirió a esta importante obra redentora por los muertos cuando preguntó: “De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?” (1 Corintios 15:29)

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EL TEMPLO ES UN LUGAR DE ADORACIÓN QUE ESTÁ DEDICADO AL SEÑOR.


Vista interior Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Por esa razón, los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se interesan tanto en la investigación genealógica. La Iglesia emplea diversos métodos modernos de investigación para poner información genealógica a disposición de la gente. Valiéndose de esa información, los miembros pueden buscar el nombre y los datos de sus antepasados y encargarse de que se efectúen las ordenanzas del templo por ellos. Naturalmente, es decisión de las personas que han pasado a la vida venidera aceptar o no las ordenanzas del Evangelio. Si las aceptan, se habrá realizado la obra por ellas y se habrán creado lazos familiares eternos. El templo es un lugar de adoración que está dedicado al Señor. Todo lo que se lleva a cabo en su interior -las ordenanzas, la instrucción, las promesas y la oración- se hace en el nombre de Jesucristo, porque nuestro Salvador y su sacrificio expiatorio hacen posible toda esperanza y bendición del templo.

Por ejemplo, en el bautisterio se efectúan bautismos en el nombre de Jesucristo a favor de personas que han fallecido, para que si ellas aceptan, reciban todas las bendiciones de la expiación de Cristo. Tanto las pinturas como los murales del templo reflejan la vida y las enseñanzas del Salvador. El salón celestial simboliza nuestro hogar eterno en el Reino de Dios y nos recuerda las recompensas de una devoción fiel. La invitación del Señor es para todos: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10)

Templos de la Ciudad de Guatemala

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REFERENCIAS

TEMPLOS CATÓLICOS EN LA CIUDAD DE GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, EDUARDO ANDRADE ABULARACH 1. Block de Ogarrio, Wilma (2014). Entrevista personal. 2. Chinchilla Aguilar, Ernesto (1965). Historia del arte en Guatemala: arquitectura, pintura y escultura. 2ª. edición, Ed. José de Pineda Ibarra. 3. Colmenares, José Luis (2010). Catedral Metropolitana, Relicario de Fe en Guatemala. Tomo I. Ed. Kolash 4. Colmenares, José Luis (2010). Catedral Metropolitana, Relicario de Fe en Guatemala. Tomo II. Ed. Kolash 5. Frison, Bruno (2006). Juan Corz. Venerable desconocido. Ediciones San Pablo-Guatemala. 6. Frison, Bruno (2008) Cerrito del Carmen. Pasado y Presente. Ediciones San Pablo-Guatemala.

Detalle Lámpara de plata. Manuel de Jesús Ballinas y Gálvez, 1796. Santa Iglesia Catedral Metropolitana




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EL DE SILENCIO

NETO 2 0

A Ñ O S

D E S P U É S

Proyección especial del filme guatemalteco El Silencio de Neto y entrega del primer Premio de Cine Centroamericano y del Caribe “Justo Chang” Para celebrar el XX Aniversario de El Silencio de Neto, su director y productor, Luis Argueta, hará entrega por primera vez del Premio de Cine Centroamericano y del Caribe “Justo Chang”, a un(a) cineasta escogido(a) por un jurado internacional el 16 de octubre de 2014 en la sala Efraín Recinos del Teatro Nacional del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. “Este premio es una forma de honrar la memoria de Justo Chang, quien enseñó a muchos guatemaltecos a creer en el sueño de hacer cine en nuestro país,” dice Argueta. Pronto se convocará al premio y se anunciarán las bases del concurso. Para mayor información, puede comunicarse vía correo electrónico a luisarguetaa@gmail.com

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Se dice fácil, pero que una película guatemalteca sobreviva intacta y aún más revalorizada, a lo largo de 20 años es algo inédito en nuestro cine. Edgar Barillas, Historiador


ENGLISH TRANSLATION EDITORIAL From page 11

Throughout history, mankind has been linked to religion, save for some exceptions, of course. Religion reveals a superior force that, among other things, explains phenomena that goes beyond understanding, what in turn, provides inner peace. For most people, faith is fundamental in their lives. From the caverns of antiquity, passing through tents and then simple buildings with improvised straw roofs, human beings have always searched for special venues to manifest their faith and beliefs. Guatemala has not been the exception. Since the early periods of the Maya civilization, the great pyramids were sites of religious manifestations where only the elite class of the priests could accede in order to have the closest contact with the gods. This took place in front of the whole town, who observed from below the rituals performed by their leaders. With the arrival of the Spaniards, religious practice changed, as did the venues where it took place, all under the dominant religion of the Roman Catholic Church. Many Catholic temples were built above preHispanic structures as to force the indigenous people to assimilate the new religion imposed on them. Also, throughout the country, beautiful temples were built inviting practicing Catholics not to abandon their faith. Guatemala City has beautiful temples, as does the rest of the Republic, with the best examples of religious art. Due to the many earthquakes and moves of the city, some identity elements of society were lost, but most have prevailed, even after the independence and beyond liberal republican governments. Notwithstanding, during the last quarter of the Nineteenth Century, when Guatemala opened to the liberty of cult, began the arrival of many different faith expressions to a country with an assimilated and established faith. More than 140 years after this event, we have a more inclusive and tolerant society, that promoted the construction of a variety of temples of the most diverse religious expressions. Today, our city hosts the rich heritage of its faith in the most varied designs. Temples enhance the neighborhoods where they are located and have been, for many generations of dwellers, the meeting point where many manifestations have taken place and are today the memory and history of the capital city. In the pages of this edition of Galería Guatemala, the reader has access to some of the temples in our city, of varied religions and denominations. With this, G&T Continental Foundation hopes to contribute to the documentation of the important expression of our multifaceted culture. We would like to state our gratitude to the church and religious community leaders who opened their doors for the publication of his magazine, without precedents in the country. We also wish to thank all who collaborated with their articles and photographs. Since the planning stages of this magazine, Galería Guatemala was committed to being as inclusive as possible. However, due to limited space, it was impossible to include all temples in this edition circumscribed to Guatemala City. Guatemala will be the Iberian-American Capital of Culture 2015. May this publication be one more contribution as to the recognition of our city for its enormous cultural wealth, manifested in many forms, in this occasion, through the temples where people express their faith. Estuardo Cuestas Morales President Fundación G&T Continental

TEMPLES IN THE CITY OF GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN From page 12 / Eduardo Andrade Abularach

Introduction After the city of Santiago de los Caballeros, founded in 1773 in the valley of Panchoy, was destroyed, following many vicissitudes among those who favored moving the city and those who preferred remaining, the city of La Nueva Guatemala de la Asunción was established by royal decree of King Charles III of Spain in the valley of Las Vacas, also known as La Ermita. Its design was carried out by Luis Diez Navarro, with corrections by royal architect Francisco Sabatinni who drew inspiration from “La Antigua Santiago” in Panchoy but integrated the new neoclassic concept of rationality par excellence of the Illustration. Monumental religious groups, temples, convents, and monasteries emerged majestically during the building boom that brought the new city to life. From that founding period to the present, these buildings have been architectural reference points in addition to being strongholds of religious and engineering history, as well as guardians of the urban memory and identity of the city’s inhabitants. What follows is a descriptive walk through four moments of that evolution, in four great monuments: the 17th century Ermita (hermitage) of Cerro del Carmen which has existed in the valley since before the city was founded; Capuchinas, an example of the first building boom during the city’s establishment at the end of the 18th century; the Metropolitan Cathedral of Santiago de Guatemala, built in the early 19th century and a major exponent of neoclassic style, soon to celebrate its bicentennial; and San Judas Tadeo, a temple exemplifying contemporary 20th century architecture.

LA ERMITA DEL CERRO DEL CARMEN From page 14 / Eduardo Andrade Abularach

It is called Ermita or Hermitage because it is atop a hill or because it is not within the urban grouping of a city. The valley of “la Ermita” owes its name to the existence of this temple, built to shelter a small image of the Virgin of El Carmen which was carried to America by order of St. Theresa of Ávila by a hermit by the name of Juan Corz. The Virgin of El Carmen has been venerated and has been the object of pilgrimages devoted to the Virgin Mary since its beginnings. For this reason, the valley is also known as the Valley of the Virgin. Between 1612 and 1615 the first straw hut was built, later consumed by fire. The Hermit and settlers set to the task of building another more formal temple, with wooden beams and a clay tile roof, which was finished in 1620. The beautiful architectural ensemble which stands today dates back to 1744-45, having replaced the 1620 structure. The architect is unknown, but it is thought that construction was supervised by a disciple of Diego de Porres (1677-1741) Chief Architect of the Kingdom of Guatemala, particularly because of the use of “serliana” columns for the facade, characteristic of his work. This structure was finished thanks to the initiative of don Juan José Morales y Alfarol, Head Official of the Brotherhood of Our Lady of El Carmen. The beautiful baroque ensemble on the hill is formed by the church itself, covered by a half-canon vault and a half-orange cupola over the presbytery; an adjoining sacristy (considered part of the previous building); an independent belfry; the convent house; and a small tower in the atrium center. An adobe circumvallation wall surrounds the entire architectural group. Additionally, there were four “capillas posas” or corner chapels, seriously damaged by the 1917-18 earthquakes and thus demolished. It has characteristic wide, stout, whitewashed walls. It was a decisive factor in the city’s

transfer to this valley on January 2 of 1776, when the city of Guatemala de la Asunción was officially settled, with the first inhabitants living in its vicinity. Aside from the beautiful image of the Virgin of El Carmen, with embossed silver vestments, placed on a recently restored baroque altarpiece, Cerrito del Carmen shelters lovely pieces of religious, artistic, and historical interest, being of special interest a primitive altarpiece located in the sacristy, as well as the bell smelted in honor of Guatemala’s forefathers of independence.

SAN MIGUEL DE CAPUCHINAS

From page 16 / Eduardo Andrade Abularach The following consideration comes to the mind of art and architectural historians regarding the movement and establishment of Guatemala City: If the city of Santiago was undergoing a complete baroque building boom at the time of the 1773 earthquake, why did la Nueva Guatemala emerge as neoclassic? Civilian and ecclesiastic authorities considered that, in order to fulfill the major architectural needs they required, they would have to call upon architects from Madrid. Therefore, Guatemala welcomed professionals that left a lasting mark on the neoclassic architectural style. Perhaps local builders resented such intromission. However, they later took advantage of the new knowledge and styles from the Spanish peninsula. Among other reasons, part of the answer is found in the temples of Santa Rosa and San Miguel de Capuchinas. These constructions date back to the first establishment period and were carried out by local architects who came from Santiago de Guatemala. The Capuchine Franciscan cloistered nuns were assigned the lot currently located on 10th Calle (street) and 10th Avenida of Zone 1, for construction of their temple and convent. Presently, only the church remains, after the convent was lost, among other reasons, to the Liberal expropriation of 1872 and the 1917-18 earthquakes. The design, dated since 1777, and construction since 1779, were the work of Chief Architect Bernardo Ramírez. The structure was blessed on August 7 of 1789. It resembles the temples of Santiago de Guatemala, today La Antigua Guatemala, expressing baroque elements such as the pillow-shaped pilasters of its facade. It has a mudéjar-style wooden roof, as well as a mezzanine for the high choir, with an interesting helicoidal staircase leading up to this area. Its interior shelters the remains of Archbishop Cayetano Francos y Monroy, benefactor of this construction. The temple was planned by Ramírez to shelter the beautiful baroque altarpieces and images from the ruined city; the dimensions of niches and vaulted niches correspond exactly to those at Capuchinas in La Antigua Guatemala. Particularly noteworthy are the altarpieces dedicated to St. Anthony, the Virgin of Guadalupe, the Virgin of Sorrows, and St. Ann. The high altar is neoclassic, made in la Nueva Guatemala and is presided over by the temple’s patroness, the Virgin of El Pilar of Zaragoza. It is flanked by images of two archangels: St. Michael, also a patron, and St. Raphael.

THE METROPOLITAN CATHEDRAL OF SANTIAGO DE GUATEMALA From page 20 / Eduardo Andrade Abularach

The Metropolitan Cathedral of Santiago de Guatemala is, par excellence, the neoclassic ensemble of Nueva Guatemala de la Asunción and the only one completely preserved since its construction. It was the seat of the Santiago de Guatemala Archdiocese. The 16th of March, 2015, will be the bicentennial of its blessing. This ensemble is on the east side of the Plaza Mayor and comprises: the Cathedral, Archdiocese Palace, Cathedral Museum, the old School of Infants, or “sixes,” and the Sacrarium parish house.

Templos de la Ciudad de Guatemala

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Between 1776 and 1815, when it was blessed, several architects, engineers, and builders worked on it, and the construction continued into the second half of the XIXth century. President Martín de Mayorga asked the King of Spain for an architect to carry out major works in Guatemala. Royal Architect Francisco Sabatinni assigned Marcos Ibáñez who arrived in Guatemala in 1777 along with a team integrated by the designer Antonio Bernasconi as second in charge, and engineer Joaquín de Isasi. Marcos Ibáñes worked the design of the Cathedral, approved by Royal Charter the 6th of November, 1779. Construction began the 25th of July, 1782, on the feast day of patron saint James the Apostle, with Archbishop Cayetano Francos y Monroy setting the cornerstone. It was directed by Ibáñez who lifted it from its foundation and returned to Spain in 1783. He was replaced by Antonio Bernasconi, who was also in charge of the Archdiocese Palace, the San Juan de Dios Hospital, and design of the Carlos III Fountain. He died on October 28, 1785. Bernasconi was temporarily replaced by builder Sebastián Gamundi and master builder José de Arrollo. Engineer José de Sierra directed construction work approximately ten years. In 1802, engineer Porta and Pedro Garci Aguirre worked on interim basis, successively. In 1803, the court of Spain assigned Santiago Mariano Francisco Marqui, an architect born in Madrid of Italian descent. He directed the work until 1815, date of its inauguration; construction of the façade and belfries remained pending. The Santiago de Guatemala Metropolitan Cathedral was solemnly blessed the 16th of March, 1815. Santiago Marqui continued working even after Guatemalan Independence. In 1816 he submitted plans for the Sacrarium and Archdiocese Palace, blessed and operating since 1802, and continued the finishing touches according to details left by Antonio Bernasconi in 1783. Work of the facade, towers, and belfry was supervised by Italian engineers Pedetti and Tonelli, who completed their work in 1865, and the top of the frontispiece in 1867, respectively. The original dome was destroyed by the 1917-18 earthquakes; the current dome is the work of architect Guido Albani, who finished it in 1924. The façade has beautiful carved limestone seating stalls, made from material brought from finca El Naranjo. It is of a composed style, as is the entire interior. It contains five naves, one central, two lateral, and two forming the side chapels. The transepts are formed by the Sacrarium Chapel -a highly frequented shrine for adoring the Blessed Sacrament, and Our Lady of Succor Chapel called “The Conqueror.” In 1524, upon founding the City of Guatemala, the very first mass in this land was officiated before this image. The original stone tile is preserved. A beautiful art collection of altars and neoclassic furnishings, as well as sculptures, paintings and baroque works is treasured there. Noteworthy are the painting collection of the “Life of the Blessed Virgin Mary” and the “Triumph of the Eucharist,” by XVIIth century Mexican artist Pedro Ramírez. One of the most beautiful Guatemalan baroque works of art is the sculpture of Saint Sebastian, attributed to Juan de Chávez.

SAN JUDAS TADEO

From page 24 / Eduardo Andrade Abularach The parish church of Saint Jude Thaddeus, of the Augustinian Recollect Fathers, is a beautiful exponent of contemporary Guatemalan religious architecture of rationalist style, located in zone 14 of the city. The project was carried out in May, 1966, by architectural firm Anzueto y Ogarrio; it was designed by architect Roberto Ogarrio, who, beginning in 1967, personally directed the construction, and the church was blessed in 1969. Independently from the temple itself, a concrete belfry is located in the atrium. It has a round floor plan, with clean brick walls varying in radius and axis to allow lateral picture windows filtering dim light in a tangential angle on the wall surface.

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The church is entered through a low lobby, separated from the temple by the confessionals. Inside, the sight is centered on the wide presbytery elevated by a few steps and surmounted by a white wall hosting the Sacrarium and an image of Christ Resurrected. A wood and steel ceiling with naked structure around a compression ring covers the area. In Guatemala, this structure constitutes the best example of its type, architecture being defined by the structure itself and the honesty of material visible to the naked eye. This authenticity of construction, finished architectural and structural systems, defines contemporary rationalist architecture.

LA MERCED

From page 26 / Aníbal Chajón This temple was built under supervision of Joaquín Vásquez. The facade and towers were designed by José Sierra. Begun in 1802 and inaugurated in 1813, it suffered damage from the earthquakes of 1917 and 1918. In 1919, its roof had already been repaired under direction of someone of whom only the last name, Ardón, is recorded. The cupola was erected between 1924 and 1931 by Gustavo Novella, with artistic contributions by Agustín Iriarte, Julio Dubois, and maestro Cancinos. Once again, the temple was damaged by the 1976 earthquake and restored between 1977 and 1983, under direction of Jorge Baechli, with interventions continuing until 1996. The edifice facade is sculpted in stone, with composed-order columns. There is an outstanding semicircular pediment with two reclining angels and a relief of Christ’s baptism, all in neoclassic style. The lateral naves shelter magnificent altarpieces which had been in Santiago de Guatemala. The first, in the epistle nave, in the entrance, is dedicated to St. Jude Thadeus, a piece attributed to José de Valladares, carried out between 1756 and 1775 and taken from an engraving that reproduced the painting done by Juan Bautista Piazetta in the XVIIIth century. Next, one finds the ultrabaroque altar dedicated to St. Peter Pascual. Then, there is the baroque altarpiece dedicated to St. Lawrence. A baroque statue of St. Serapius, Mercedary martyr, is also there. Continuing along the entry is the altar dedicated to St. Iphygenia. This magnificent ultrabaroque masterpiece was embossed in gold by Agustín Astorga in 1766. Farther along, one finds the altarpiece of St. Ramón Nonato, founder of the order, with the sculpture of St. Joseph. In the transept, there is an outstanding altarpiece of Jesus the Nazarene. The altar was made larger than its original by Francisco Javier de Gálvez in 1758. The Nazarene was carved by Mateo de Zúñiga, with flesh-colored enhancements by José de la Cerda; it has been venerated since 1655. Two other altars, made from fragments of baroque altarpieces are dedicated to Jesus Resurrected and The Pietá. The front wall of the epistle nave boasts an altarpiece dedicated to the Immaculate Conception, with an image of the Dormant Virgin. The cross section is ornamented with baroque sculptures, among which there is an outstanding Virgin of the Assumption. In the presbytery, decorated with choir galleries, one finds the high altar, carved in Barcelona in 1958. The front wall of the gospel nave holds an altarpiece of the Virgin of Sorrows, twin to the image of the Conception. Next is the sacristy door, the wall canvas of which is decorated with a mural representing a curtain. At the extreme end of the transept is the altar of the Holy Family, also enlarged from its 1758 original done by Francisco Javier de Gálvez. To one side is the altarpiece dedicated to the Virgin of Guadalupe. This wall is decorated with a curtain mural. The gospel nave shelters the baroque altarpiece of Christ in Agony, a sculpture also attributed to Mateo de Zúñiga. Farther ahead is the altar of St. Mary Cervelló, founder of the order for women and patroness of sea voyages. The altar of St. Eloy proceeds, with a sculpture of Jesus Recumbent, carved by Julio Dubois in 1916. Below the choir are the ultrabaroque lateral images of St. Nicholas Bari and the Virgin of Chiquinquirá, venerated in Nueva Granada, currently Colombia. Temple pillars hold paintings of the apostles, founders of the orders, carried out by José de Valladares between 1756 and 1775, a magnificent baroque pulpit, and six confessionals in the same style, all masterpieces of Guatemalan art.

SANTO DOMINGO

From page 30 / Aníbal Chajón Pedro Garci Aguirre was responsible for building this edifice beginning in 1797, inaugurating it in 1808. It was in use until 1917 and 1918 when it was damaged by earthquakes. It was repaired by Frenchman Juan Domergue between 1919 and 1920. It was blessed again in 1933. It suffered earthquake damage in 1942, after which it was repaired by Rafael Pérez de León in 1946. Stained glass windows were brought from Spain and placed in 1950; the high altar was placed in 1960. Eight years later, the church was authorized as a basilica after which the high altar was moved to the choir. The 1976 earthquake damaged the structure and repairs ended in 1989. During this intervention the church lost its altarpieces and the altars were unified as whitened vaulted niches. The atrium has been decorated with the monument to Fray Bartolomé de las Casas, a piece by Tomás Mur done in 1896. The facade is in neoclassic style, although it still presents baroque mural movement. Its niches support friars related to evangelization in Guatemala, such as Domingo de Vico, Francisco Ximénez, and Lope de Montoya who ordered the silver Virgin of the Rosary. The interior presents five naves, two for chapels, two for processions, and the central nave. The first chapel, entering along the epistle nave, is dedicated to Jesus the Nazarene. In the space under the choir, there is a painting of the Virgin of Guadalupe. The next chapels are dedicated to the cingulum of St. Thomas Aquinus, with two archangels exalting his chastity; St. Ann chapel, with St. Joachim and St. John the Baptist; the St. Vincent Ferrer chapel, honoring the Dominican provincial title holder for Guatemala; the chapel in honor of St. Martin of Porres, canonized in 1962. Access to the original chapel of the Entombed Christ, now dedicated to the Holy Sacrament, is in the transept. The altar was donated by the Cathedral, since it was part of the high altar, damaged in 1917 and 1918. Over the door hangs the painting of the Apotheosis of St. Thomas, created by Juan José Rosales. It presents scenes of the life of this Doctor of the Church. To one side is entry to the sacristy through which one enters the chamber of the Virgin of the Rosary. Various paintings decorate the area: St. Dominic in Soriano, the Stigmata of St. Francis, and the Rosary being Handed Over. Access to the chamber is through the former choir, with its chamber chairs, along with a lectern and two baroque sculptures. The Virgin’s image is in silver. It was ordered by Montoya in 1580 and carried out by Nicolás Almayna, Lorenzo Medina, and Pedro Bozarráez. The 1773 earthquake damaged the sculpture body, leaving almost intact the face, arms, and the Baby Jesus, requiring repair by Cornelio Lara in 1774. It was restored in 1918 by Julio Dubois, then again by Ramiro Irungaray in 1983. The image was crowned in 1934 and is one of the most venerated in the city. The processional naves presented an apse aisle, decorated with sculptures such as St. Joseph and St. Cecilia. The transept’s north wing is decorated with the painting of the Martyrs of Sandomir, created by Mariano Pontaza in 1808. Below it is the entry to the chapel of St. Dominic and, to one side, the chapel of the Entombed Christ, venerated for hundreds of years. The Gospel nave accedes to the chapels of the Virgin of Sorrows, St. Sebastian, and the Pensive Christ. Below the choir is a sculpture of the Christ of Souls and, approaching the entry, the Lord of Good Hope. The nave and cross section are adorned with sculptures of Dominican saints.

SAN FRANCISCO

From page 34 / Aníbal Chajón This temple must have been built in the ancestral home of what today is Hogar Rafael Ayau, but the friars exchanged this lot for the current spot. Santiago Marqui designed the temple and construction began in 1800. Work was suspended in 1829 when all religious orders were expelled. The 1830 earthquake split the only existing belfry, leading to its demolition. In 1838, construction was begun again by Miguel Rivera Maestre and ended in 1851. In 1917 and 1918, the church vault caved in, sinking the floor over the underground crypt. In 1925 all debris was removed. Three years later a wood cupola and an exterior laminated iron cover with stucco-covered interior metal sheeting were placed on the structure. In 1934 repairs on the facade were completed. Between 1948


and 1952, the cupola was built in concrete by Rafael Pérez de León and Enrique Riera. In 1965 the present high altar, created by Spaniard José Nicolás Almanza, was inaugurated. This structure was seriously damaged by the 1976 earthquake. Repairs were carried out between 1977 and 1979 by Oscar Martínez Dighero. It a neoclassic work, with only one nave positioned like a Latin cross. The facade has four composed capital columns with semicircular frontispiece. It presents seated sculptures of Moses and Elijah. The interior presents a side chapel, on the epistle side, dedicated to Our Lord of the Precious Blood, an XVIIIth century baroque sculpture. Below the image’s niche are the remains of the Trujillo Christ, destroyed by corsairs in that Honduran settlement during the XVIIth century. On each side are the altars of St. Benito de Palma and St. Theresa of Liseux. Returning to the nave, there is access to the chapel of Our Lady of the Poor, so named because this was the image venerated before an image presented by the Crown, known as the Virgin of Kings. It was modified in the XIXth century. The chapel shelters images of St. Pascual Bailón and St. Dominic of Guzmán, as well as the painting Eucharistic Allegory painted in 1691 by Cristóbal Villalpando of Nueva España. Below the cross section is the pulpit, decorated with a relief the sounding board of which is finished with an image of Holy Wisdom. In the transept, facing south, is the altar of St. Francis of Assisi. In the cupola pendentives are the popes of the Franciscan order. The high altar draws its inspiration from the canvas of St. Francis embracing the Crucifix, created by Bartolomé Esteban de Murillo in 1688, who was inspired by the 1620 piece done by Francisco Ribalta. The sculpture ensemble is completed by panels on each side, with the apotheosis of St. Francis at the top. On the gospel side of the transept is the chapel of the Immaculate Conception; eastward is the old chapel of Our Lady of Loreto which currently shelters a painting by Villalpando. On the gospel side of the nave there is an outstanding painting of Franciscan Martyrs of Japan in 1597, probably created for the temple opening in 1851 and inspired from the existing painting in the Dominican temple related to martyrs. On this canvas is the Allegory of the Precious Blood of Christ, with figures of the Virgin, St. Dominic, St. Francis, and St. Michael, apparently inspired from the Apotheosis of the Mercedary Order which is in the sacristy at La Merced. On the nave altars there are sculptures of St. Anthony of Padua, St. Bonaventure, and St. Joseph. In the other chapel, next to the entry, on the gospel side, is the altar of the Virgin, Entombed Christ, and Virgin of Sorrows.

LA RECOLECCIÓN

From page 38 / Aníbal Chajón This temple belonged to the Franciscan order of Propaganda Fide. In 1797, Pedro Garci Aguirre drew the first floor plans of three naves, in a south-north direction. The following year, José Sierra and Antonio Porta began the foundation. Work was halted due to illness of Porta and because Sierra abandoned the region. In 1803, new plans were drafted but were criticized by the Madrid Academy, after which Santiago Marqui made final ones in 1809. Expulsion of the friars in 1829 and economic crisis brought the work to a standstill. With the conservative governments of 1838 construction began again and ended in 1845. The building was totally destroyed by earthquakes in 1917 and 1918 which also damaged the venerated image of the Nazarene. In 1923 debris was removed and, a year later, cult was reinitiated from the entry to the cross section. In 1925, in order to broaden 2ª Avenida, City Hall exchanged a lot with church authorities and demolished the apse. Between 1945 and 1948, Rafael Pérez de León and Enrique Riera rebuilt the cupola and the temple was reinaugurated in 1949. The 1976 earthquake damaged the structure once again, but it was repaired in 1979. Later, internal modifications were carried out in the chapel of the Nazarene. The temple is neoclassic. Old photographs reveal that it was restored according to the project inaugurated in 1845. It presents a facade with four columns, a triangular pediment, and two belfries. The design resembles a Latin cross, practically the same as St. Francis’s. Tuscan shaft columns separate the nave alignments where altarpieces are sheltered. The wood altars are also

neoclassic. Among the images it shelters there is the sculpture of St. Gertrudis Magna, carved by an artist of Nueva Guatemala de la Asunción, after the church was moved. The Crucified Christ of the high altar is from the XVIIIth century and was brought from the temple in Panchoy. The most venerated images related to Lent and Holy Week are: the Virgin of Sorrows, Our Lady of Solitude, St. John, and Mary Magdalene, the last two sculpted by Huberto Solís. However, those presiding over religious activities are Jesus Nazarene, attributed to Juan Ganuza, carved in the XIXth century, and the Entombed Christ, from the XVIIIth century. Also on these altars are St. Anthony of Padua and St. Michael the Archangel. There is a 1934 painting by Carlos Jerónimo Sancho presenting the Nazarene in which one can see the modifications applied to this venerated image. In the temple there is an outstanding entablature which runs along the interior and exterior; the cupola is inspired by the one in St. Peter’s in Rome, with a small lantern finished off by a sphere with a cross. Also venerated are images of the Immaculate Conception, St. Anthony, and St. Francis of Assisi. There is a project, not yet executed, to build a new high altar being that the current one, designed by friar Lázaro Lamadrid, was provisional. During the government of Justo Rufino Barrios the Military Academy was established here, stripping the building of its religious function forever. Furthermore, the garden was converted into the present neighborhood of La Recolección.

SANTA CLARA

From page 42 / Aníbal Chajón Today’s temple of Santa Clara is a mid-XXth century structure. The original building no longer exists. The convent for the second order Franciscan nuns was built in 1795 and occupied the block where 12 and 13 calles are located on 6ª Avenida. However, there is not much data regarding the temple. It is known that it was functioning in 1842 when archbishop Francisco de Paula García Peláez was invested within its halls, departing from there in procession to the Cathedral. Old photographs reveal that there was one nave with access toward 6ª Avenida. It had four composed capital columns on which there was an entablature and, upon this structure, a second very low body presenting a circular coral window and two decorative panels on both sides. The nave was divided in six sections, defined by pillars and covered by a vault. Inside, pillars were adorned with smooth shaft columns with Ionic capitals. There were at least five neoclassic altars, all the same, with Ionic capital columns, smooth shaft, entablatures and semicircular pediments, with medallion finishings. As is common in neoclassic altarpieces, they had only one vaulted niche. The pulpit was on the epistle side with a sounding board in the shape of a cupola. The high altar was similar to the side altars, only with four striated shaft columns which surely sheltered the image of St. Claire. A wooden spiral staircase led to the high choir, surely because, when the convent was expropriated, access was closed to the building next door. The 1917 and 1918 earthquakes destroyed the vault and demolition of the building commenced in 1918. The original walls were used with wood to reutilize the space. In 1936, the roof went up. Work continued until the church was inaugurated in 1946. The facade was finished in 1948. This part was carried out under direction of José María Sagone. After the 1976 earthquake the building was consolidated. One of its religious works of art rescued after the quakes was the Santa Clara picture of the Nazarene, highly venerated during the XXth century. Other very valuable images were the sculpture of St. Anthony, stolen and fortunately recuperated, now kept at the Archdiocene Museum. However, the church fell victim to a fire and, since it had a wooden roof, the fire spread easily. The previously mentioned painting of the Nazarene was lost, the Virgin of Sorrows, and other paintings such as the Eucharist of St. Francis and the Eucharistic Procession of St. Claire. The building was repaired and presently its roof is in the shape of an ojival vault. The altars are neogothic with pinnacles and gables. The high altar shelters the image of St. Claire, the Virgin, and St. Joseph. To the side, in a small vaulted niche, cult is rendered to Christ the Thinker. The niche is decorated in neogothic style. On the other hand, the facade presents

two Salomonic columns alluding to the city’s baroque past. This is a simple church with few worshipers, yet it preserves the tradition of religious customs that survive in Guatemala City’s downtown area.

LA ASUNCIÓN

From page 44 / Aníbal Chajón In the valley of Las Vacas (the Cows), since the XVIth century, there were numerous cattle farms. In order to administer the sacraments to all the population during the XVIIth century, the town of La Ermita (the Hermitage) was established, at the foot of the hermitage of El Carmen, located at the summit of the small hill of the same name. For the comfort of travelers heading from the old capital, in Panchoy, to Golfo Dulce, today lake Izabal, the parish was not installed at the hermitage, rather on the roadside and was dedicated to the Virgin of the Assumption. For this reason, the valley’s name became La Ermita. When the capital was moved to this valley, the Kaqchikel town of Jocotenango was also resettled there, north of the small city, neighboring the old parish. The church of Jocotenango was also dedicated to the Assumption, so the parish was eliminated and the old building became known as Parroqia Vieja (Old Parish). That is why celebrations honoring the Virgin of the Assumption were commemorated every month of August in Jocotenango. The town was small, as was its church, located at the end of calle de (street of) Jocotenango, today’s 6ª Avenida. The church was built between 1797 and 1804. Old photographs reveal that it had a belfry and, according to descriptions, it was a small temple with images of the Holy Trinity and the Virgin of the Assumption. The temple was demolished in 1874, when the government of Justo Rufino Barrios decided to expropriate indigenous lands to build a race track and prolong 6a Avenida as far as this race course. It was dismantled at night and dawn, so as not to provoke a negative reaction from the population. In 1881, Avenida del Hipódromo was inaugurated, beginning where the church had been. The image of the Trinity was handed over to the church of San Sebastián, with the name of Eternal Father. Although the fair continued, there was no church for religious activities. In 1935, residents had already built a provisional chapel, with laminated sheets. In 1937, the following neighbors organized a building committee: Rodolfo Castillo Azmitia, Simeón Retolaza, Ricardo Obiols, José Guirola, and William Krebs. Krebs designed the temple and Retolaza supervised construction. Antonio Martínez was construction manager. Work went slowly and, in 1943, the high altar, carried out by Juan Monzón, was blessed. Julio Marroquín supervised painting the building. With this, work ended. The temple is simple, with only one nave which suffered little damage in the 1976 earthquake. It shelters two sculptures of the Assumption. The principal image, which had been in Jocotenango, was crowned by Pope John Paul II in 1983, during his first visit to Guatemala. Unfortunately, years later, the angels decorating the sculpture were stolen. It is an XVIIth century image, carved in polychromed and burnished wood. The church’s religious activities center around the Jocotenango fair, celebrated by the capital city. Each year, around the temple, people can enjoy mechanical rides, play games, and buy traditional food and candies which have characterized the history and identity of capital city inhabitants for centuries. It is a historical building, since it evokes architecture no longer in vogue in 1937. It has four columns that support a balcony, with a window opening to the choir. It has two bell towers and the pediment crest presents two baroque volutes.

SANTUARIO EXPIATORIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS From page 48 / Aníbal Chajón

Located on the highest point in Guatemala City, this church occupies the space formerly allotted for the chapel of Santa Faz (Holy Visage), erected in 1896 by the Collado Caballeros family. The chapel seems to have been built on a hill of the ancient Maya city of Kaminaljuyú. Next to the school, canon Salvador Castañeda installed a school. Castañeda acquired a city block of land with hopes of building a sanctuary on that place dedicated to the Sacred Heart of Jesus.

Templos de la Ciudad de Guatemala

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The 1917 and 1918 earthquakes destroyed the church. In 1930, the school was handed over to the Salesian priests and, thus, in 1934, the church to St. Cecilia was erected, named in honor of the daughter of the Collado family. The educational center grew with numerous donations. In 1961, work began on the new sanctuary. The design was carried out by Salvadoran artist Benjamín Cañas. The building floor plans represent a fish, allusive to the word ICTHUS, Greek for fish, at the same time the acrostic for Jesus Christ, Son of God the Savior in that language. Inside, the temple alludes to the Church as a ship. From the hill of Guarda Viejo, the temple resembles a ship on the waves, represented by the building’s lateral corbel. The wall is covered in obsidian, recalling the importance of this stone in prehispanic times. The design was modified by Max Paetau, responsible for the construction, since the fish tail could not be built because it obstructed public transit. Inside, Cañas designed stained glass windows. One represents John the Baptist where the baptismal font is located below. Then there is an allegory of Jonah, with a whale, used by Jesus to represent the three days of his death. The Crucifixion follows, an important glass depiction of Christ’s death. During the day, it is illuminated by sunlight. At night, lighting from the temple allows exterior appreciation. The windows surround the Stations of the Cross, planned by Cañas and carried out by Juan Fuchs Holl. There is a notable unity and sequence characterized by a continuous cross. Each station of the Vía Crucis is separated by a Roman soldier. The remaining windows are ornamented by lyres, alluding to music and St. Cecilia, and by oil lamps, symbol of prudent women and the “Light of the World.” The high altar represents the Ascension of Jesus among the Apostles. The image of Jesus, in wood, was brought from Spain. The apostles, in marble, possess scagliola (stucco) heads. Next to the baptismal font, there is a small painting of the Holy Visage. The facade is covered in marble and obsidian blocks. The entry has an ojival arch, a reminder of Catholic unity in medieval Europe. On the south side, there was a tall iron cross. In one of the uncovered niches, there is a bronze statue of the Sacred Heart of Jesus, made in Italy by Pedro Gregori. The temple was consecrated on August 14, 1963 and the sculpture was placed two years later. When the sculpture was brought overland, from El Salvador, townspeople would stop the truck to pray the rosary before the image. Before the 1976 earthquake and due to rusting of the iron, the cross was removed and, after 1976, the current cross was placed. In its time, this church was an example of innovative architecture. Cañas’ design included furnishings, so the pews and confessionals harmonize with the entire design. It has side chapels, with marble altars imported from Spain. Ancient images such as Jesus the Nazarene are venerated here.

CHAPEL OF SANTA DELFINA DE SIGNÉ From page 52 / Luis Gómez

To render a loving and deserving tribute honoring the mother of the founders, doña Delfina Córdova de Castillo, her grandsons don Mariano and don Rafael Castillo Córdova had the idea of building a chapel in Finca El Zapote. Building construction began the 3rd of May, 1936, as part of Cervecería Centro America, S.A. Foundation’s 15th anniversary commemorative activities. Maestro Simeón Retolaza was in charge of construction. It was interrupted over several years, but finally the chapel was solemnly inaugurated the 5th of November, 1950. Recent investigations indicate that, in the chapel design and construction, German architect Erich Kuba Boling took part. Around that time, he had built the Cathedral and the municipal building in Retalhuleu. The chapel exterior is sober with elegant ornamentation. Its construction, of one only nave, has beautiful interior finish. A magnificent baroque altar totally carved in wood dedicated to the Virgin of the Rosary is an imposing structure, as is a sculpture of Christ by Velásquez, unique in its genre, carved by Maestro Huberto Solís Soberanis. It is curious to note that the bells were smelted with the same metal of what once was the cauldron of the first beer plant installed in Finca El Zapote, back around 1890. Each year since 1950, Cervecería Centro Americana, S. A. organizes the procession of the chapel’s Most Holy Virgin of the Rosary, which begins its trajectory late in the afternoon in the midst of praises, fireworks, and great rejoicing. Although at the beginning the procession was private, the Castillo family decided to share the tradition with company contributors and all the people who wanted to accompany them. Some neighbors of Finca El Zapote, as well as Cervecería workers, used to organize high praises in honor of the Holy Mother, decorating the bougainvillea at the entrance and spreading pitch pine in the path. Daybreak was livened up by marimba music beginning at four in the morning, usually accompanied by dancing and, following a very Guatemalan tradition, tamales were served for breakfast. Currently, the trajectory has been broadened, encompassing areas farther away from Finca El Zapote. Guatemalan traditions have been taken into consideration, so now, folklore dance groups participate, the Moors and Giants dance is dramatized along with marimba, Tun, and Chirimía music, as well as band accompaniment. The Consecration and Crowning of the image of the Holy Virgin of the Rosary which presides over the high altar was approved by Guatemala’s Metropolitan Archbishop, Monsignor Próspero Penados del Barrio, on the 5th of November, 2000. Monsignor Tomás Barrios Sánchez was in charge of the celebration with the presence of the Apostolic Papal Nuncio, Monsignor Ramiro Moliner Ingles. Since its opening, the chapel has been placed at the service of the Guatemalan Catholic community for Sunday masses, as well as for weddings, first communions, and masses in gratitude for certain favors.

THE GUATEMALAN CATHOLIC APOSTOLIC ORTHODOX ANTIOCH CHURCH

In 1989, the nuns received 34 acres of land on a hill at the shores of Lake Amatitlán as a donation for the monastery. Construction work began immediately with the earthmoving process to build terraces and reforest the area. In 1992, during the Feast of the Annunciation, Madre Ivonne joined the community. The 1st of November that same year, the first cornerstone was placed and the 30th of January, 1994, the nuns moved into the first hermitage built at the monastery. The monastery was received into the Antioch Patriarchy by His Eminence Antonio Chedraoui, Antioch Archbishop of Mexico, Venezuela, Central America and the Caribbean. The 14th of May, 1994, His Eminence gave Madre Inés the power to legally register the Church in Guatemala. The 11th of August that same year, during the Divine Liturgy, after being elected to the post by the nuns, His Eminence consecrated Madre Inés as Igumeni of the monastic community. The 2nd of December, 1995, the founding charter of the Orthodox Church in Guatemala was signed. In January, 1996, the Government of Guatemala began negotiations with the Orthodox Church to hand over the squandered Hogar Rafael Ayau, founded in 1857. That same year, the nuns visited the Orthodox Monastery of the Holy Transfiguration and the Monastery of Guatemala was received as auxiliary monastery to the former. On February 2, 1997, His Eminence dedicated Hogar Rafael Ayau chapel to the Holy Transfiguration and consecrated the main altar, thus, converting the chapel into the first Orthodox parish in the country and embracing the orthodox community of Guatemala. On October 13th of the same year, after intense repairs and reconstruction, Hogar Rafael Ayau reopened and received 115 girls and boys who were transferred from a ramshackle governmental institution. On September 2, 2002, construction of the monastery church began. The church was consecrated to the Holy Trinity on November 8, 2007. That same year construction of a children’s residence in the monastery began, and the installation was blessed by His Eminence Archbishop Antonio Chedraoui on the 17th of November, 2013. Two years before, he had designated Padre Antonio as Parish Priest of Guatemala. During the Feast of the Nativity of Our Lord Jesus Christ 2013, Madre Alexandra was incorporated to the monastic community. Currently, the Parish is located in the Historic Center of the city, as is the university student residence with Padre Antonio in charge; Rafael Ayau University and the Mercy Hospital are both in process of consolidation. Throughout these years, since the foundation of the Orthodox Church in Guatemala, many people and groups have been welcomed into the Orthodox Antioch Church.

Toward the end of the XIXth century, Christian Orthodox immigrants from the Holy Land and Lebanon arrived in Guatemala and, in the early XXth century, other Orthodox immigrants from Greece and Russia. They settled in Guatemala and maintained their Orthodox faith and their traditions but never established an Orthodox Church.

Today, Madre Inés is the Igumeni of Holy Trinity Monastery -Lavra Mambre- and the monastic community in Guatemala has three nuns, Madre María, Madre Ivonne, and Madre Alexandra. Padre Antonio is still Parish Priest. In January 2010, the Ecumenical Patriachy Metropolita Athenagoras approached one of these groups and their leaders, Padre Andrés and Padre Fernando whom he designated as archimandrites on March that same year. In 2012, another community was received by the Siriac Orthodox Antioch Church and its Parish Priest, Padre Eduardo Aguirre was consecrated Bishop. For more information about this branch visit www.icergua.org .

April 30th, 1986, marks the date in which the long journey began to officially establish the Orthodox Church in Guatemala. On that date, two nuns, Madre

This brief profile bears witness to the work of God and His glory. For more information about the Holy Transfiguration Parish church, visit www.hogarafaelayau.org

From page 56 / Igumeni Madre Inés Ayau

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Inés and Madre María, left the Roman Catholic congregation to which they belonged, pursuing the monastic life of ancient tradition. A sojourn to Jerusalem brought their search to an end. They discovered that, what they so desired had not been lost, and decided to bring this inspiration back to Guatemala. In May, 1987, while participating in an International Conference at the Orthodox Ecumenical Center in Chambesy, Switzerland, they received the blessing of Metropolita Damaskinos Papandreou Exarca from the West Europe Ecumenical Patriarchy to establish an Orthodox monastery in Guatemala and to search for the orthodox bishop who would receive them in his jurisdiction.


THE EPISCOPAL CHURCH OF GUATEMALA

From pg. 62 / Priest Jorge Gómez Foronda The Episcopal Church is as ancient as the Catholic Church of Jesus Christ. It is part of it, only reformed and, so young in Guatemala, that it is in process of development, letting itself known according to the wishes and revelations of the Holy Spirit of Our Lord Jesus Christ. It encompasses almost the entire Republic of Guatemala. The Church does not have a large congregation, but its members are persevering. It remains in the middle, between extreme Protestants and puritan Roman Catholics; it lives the sacraments, particularly Baptism and the Holy Eucharist; it also has an ecclesiastic hierarchy, the Bible and the Common Book of Prayers as essential parts of being the Church of Jesus Christ. In 1867, the Episcopal Church was born as a mission in Guatemala, destined to attend to diplomatic personnel and business men coming from England or the United States; thus, there were always a chaplain among the diplomatic personnel. This mission was called Church of Christ and, until 1883, the Diocese of Western Indies had the jurisdiction and care of Guatemala; then, the British Diocese of Honduras was established and the members of the Church of Guatemala came under the pastoral and administrative care of the Belize Bishop. Pastoral centers of attention were established as needed; so, in 1907, with the arrival of the United Fruit Company the northwest extension was born, establishing San Miguel and Todos los Angeles congregations attending Anglican immigrants from the Western Indies, who were mainly black and were coming to work in banana plantations and the construction of railways. From 1907 to 1928, the seat of the Church was in Virginia; during those years, the chaplain attended the chaplaincy of Quiriguá and Puerto Barrios. When the seat was moved to Bananera, the designated priest moved there, where the figures of Father Frank Kelly from 1912 to 1935 and Charles Schuhefel stand out for carrying out an excellent and missionary evangelization which was affected by the political situation of Guatemala during the government of President Jorge Ubico. Since then, attendance of chaplains for the Anglican Church in Guatemala has been difficult and sporadic. In November, 1956, chaplaincy of Guatemala was moved to the Episcopal Church of the United States for its pastoral and administrative care, being these the Chaplaincy of San Jorge, San Miguel and Todos los Angeles, and, in 1957, the British Diocese of Honduras was moved to the Episcopal Church of the United Sates. Between 1960 and 1967, the first Bishop of the Missionary Diocese of Central America, David Richard, understood that growth of the Episcopal Church should be carried out by native people in their own language. Thus, a Spanish pastoral was born, addressed to inhabitants of this land and not limited to foreigners visiting from England or the United Sates. Presence of the Episcopal Church of Guatemala has been the result of a growing missionary process taking it to its current state. That same ecclesiastic development brought about, in 1967, the creation of the Missionary Diocese of Guatemala which has been under pastoral care of three bishops succeeded successively, the Most Reverend William Carl Frey, His Worship Anselmo Carral, and the Most Reverend Armando Guerra Soria, current Bishop and Primate of Central America, consecrated on January 31st, 1981.

Capital City of Guatemala or Central Area In 1961, with the pastoral impulse of Father Adrián Martínez, who carried out a pastoral work addressed to people of the middle class, retreats called turnos were celebrated, whose participants, afterwards, formed the first congregation in Spanish, called Santiago Apóstol, located back then in zone 10, later moved to zone 1. Both congregations, the English as well as the Spanish speaking, used the same building at different schedules. Meanwhile, the English congregation changed its name from San Jorge to Saint James. And, in 1969, with the support of UTO -United Thank Offering- was able to buy a piece of land on Avenida La Castellana to build the temple of the current Cathedral of Santiago Apóstol.

With the missionary impulse of some priests, the creation of several missions was possible, among them, San Juan in the Trébol sector in zone 12, later moved to zone 8, and the current Parish of San Juan Bautista in zone 1 in the capital city. The Holy Spirit Mission was created, from which the Cristo Rey Mission was born, and later, San Pedro and San Pablo in Zone 19. Other missions were established in townships near the capital city, as is the case of San José in Villa Nueva and Santo Tomás Apóstol in San Miguel Petapa. Thus, the Anglican Church has presence in the northeast, south, west and center of the Republic of Guatemala. Since 1950 it has had presence in the northwest with the congregation of San Miguel and Todos los Angeles in Marisco, Izabal, with the “LIFE” project of agriculture and education in Lake Izabal. Other areas or mission centers were created as well, such as Cocales, Guapinol, Campo 2, Campo 3 El Chapín, San Felipe, Seja, Fronteras, La Bacadilla, Puerto Barrios and, currently, we are present in Zacapa and Chiquimula. With respect to the Western area, since 1963, efforts were made to start a mission in Quetzaltenango. It was not until 1975 that Father Miguel Palacios was able to start the San Marcos Mission, and in 1980, the Chumanzaba Mission in Chichicastenango was born with the name of La Transfiguración del Señor. During that same period the San Matías congregation was born and in 1983, Father Rosalío Ruiz established the San Juan Apóstol congregation on the road to Chichicastenango. The church continued growing and in 1995, the Misión de la Natividad del Señor Jesús was inaugurated in Totonicapán, and in 1997, the Misión del Santo Nombre del Señor. The episcopal mission also spread southward and, in 1990, missions were opened in Escuintla and Suchitepéquez, reaching the department of Santa Rosa with the congregation of Jesús de las Palmas in Cuilapa.

HISTORY OF THE JEWISH COMMUNITY OF GUATEMALA From page 66 / Centro Hebreo & Ariel Altalef

Given that liberal governments in Guatemala clearly favored foreigners who wished to establish in the country, allowing them to perform their economic, social and cultural activities, some Ashkenazi Jews decided to immigrate to Guatemala. Besides many other regions, most of the first German Jews arrived in Guatemala by the end of the Eighteenth Century. Once they were established, these families helped other brethren and family members immigrate as well. These established themselves in Quetzaltenango, center of the Southwestern region, whose economic activity was vigorous due to a great international demand of coffee. They worked in the trade of cloth and other textile products, not only in Quetzaltenango but also in Zacapa, San Marcos, Livingston and Sonsonate in El Salvador. From there, they traveled to coffee plantations whose owners were, in many cases, German, to sell their products. The ultimate move of these Jews to Guatemala City was due to various factors. In 1913, already in this city, they organized themselves and founded the Israelite Society of Guatemala, with 51 members.

Shaarei Binyamin Synagogue, Guatemala City According to its statutes, this society’s main objective was to promote moral, intellectual and beneficial interests of those Jews who resided in Guatemala. Also, to help those in need, to collaborate with Jews in transit, to provide job opportunities to those who needed them, to take care of the sick, and to acquire a plot of land to be used as a cemetery in order to bury their brethren according to Jewish ritual laws. Besides being a religious entity, the Israelite Society of Guatemala fulfilled the objective of providing a reference frame and support to already established Jews as well as to those who recently arrived in the country. Due to the advancement of Nazism in Germany during 1933, the Israelite Society of Guatemala initiated a

series of negotiations in order to help their brethren and family members who still lived in Germany to flee Nazi persecution. These negotiations found many obstacles because of the government policies dictated by General Jorge Ubico. These went so far as to forbid the entry of Jews in Guatemala. Even so, some German Jews were able to establish themselves in the country thanks to the help of Jews already residing in Guatemala.

Magen David Israelite Society Without excluding the presence of some Sephardi Jews in Guatemala already towards the end of the Nineteenth Century, it was during the first and second decades of the Twentieth Century -due to the precarious socioeconomic situation of the Turkish Empire- that Sephardi Jews began to immigrate to America. Most of these immigrants came from cities like Jerusalem, Aleppo, Istanbul, Smyrna and Cairo, among others. German speaking Jews came mostly from Prussia. Most established themselves in Quetzaltenango and others in Guatemala City. Among these first immigrants were the Weissemberg, Stahl, Fisher, Meyer, Lippman, Bilak, Engel, Zadik and Stein families. Only after this immigration wave, may the existence of a Sephardi Jewish congregation in Guatemala be mentioned. The Magen David Israelite Society was formed in 1923. According to its statutes, its main objectives were to constitute a sociocultural reference frame for the Sephardi congregation, to build a Synagogue and to hire a Rabi. Among the founding families of the Society were the Perez, Altalef, Kairé, Alcahé, Baessa and Cohen. In 1930, the construction of this Synagogue began with the economic contribution of the Society members and of other Jewish societies’ members. The inauguration of the Magen David Synagogue took place on August 11, 1938. This magnificent Synagogue was the first to be built in Guatemala. It is of Oriental style and adapted from the Sephardi Orthodox Jewish liturgy. The Sion Lady’s Committee was then created with the purpose of organizing sociocultural and beneficial events. In 1942, the first Jewish youth movement, named Macabi, was created. The Magen David Israelite Society acted as representative of the Jewish Community of Guatemala before other international Jewish associations. After 1920, the Ashkenazi Jews from Poland, Russia and the Baltic countries began to arrive in Guatemala. They incorporated themselves into the Jewish institutions already established, mostly into the Magen David Israelite Society. In 1941, the Oriental Ashkenazi Jews separated from the Magen David Israelite Society and founded the Hebrew Center Association. This separation was due to the fact that they longed for a place where they could manifest their religion and culture according to their tradition. Towards the end of the 40s and the beginning of the 50s, the presence of Jews of Sephardi origin became more noticeable, assuring the fact that the new immigrants were of that particular tradition. In 1952, the Israelite Social Center Committee, and its General Board became in charge of the community’s social activities development. It is noteworthy to mention the joy of the Jewish Community when the news of the favorable vote of Guatemala in the United Nations for the establishment of the National Home of the Jewish People (State of Israel) was known. Since 1941, when the Hebrew Center Association was founded, they built a temple, a school and a social center. In the same plot of land, the construction of the second Synagogue began, which was finished in 1959. A new institution, the Beth El Congregation, was created in 1969. It united all Jews of German origin as well as those of liberal tendencies. This organization worked until 1987 when, due to the initiative of the Hebrew Center, these two entities merged, achieving the union of two thirds of the Jewish community in one congregation.

Templos de la Ciudad de Guatemala

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CASA TIBET IN GUATEMALA From page 73 / Andrés Montano

Buddhism is a religious tradition based on the teachings of Siddharta Gautama, who lived approximately 2,600 years ago. It is centered in exploring the human condition emphasizing its precious existence and the enormous amount of possibilities it affords us. Siddharta Gautama was an ordinary human being who set forth on a journey trying to understand the nature of suffering and dissatisfaction, its origins and the possibility of transcending these conditions. This search ended when he reached a state described by the Sanskrit word Buddha, an adjective literally meaning “awake” or “illuminated.” Afterwards, he shared his method with his disciples so that they could reach that state. In fact, within Tibetan Buddhism, many individuals have also reached illumination and they are designated Buddhas as well. Thus, Siddharta Gautama, also known as Buddha Shakyamuni, is not considered the only Buddha, but one of many Buddha’s ichnographically represented in temples. Likewise, in Buddhism, Siddharta Gautama is not conceived as a god and Buddhist methods are not based on belief or devotion to him. Therefore, we can better describe Buddhism as a non-theistic religion or a humanistic religion. The word Buddha in Tibetan is translated as sang guie, which expresses well what this state implies. Sang has the connotation of eliminating and guie that of expanding. Literally a Buddha is he who has eliminated all afflicting emotions from his mind -such as hate, resentment, attachment, envy, jealousy, arrogance, among others- and has expanded all that is virtuous -as is love, compassion, equanimity, patience, generosity, wisdom, etc. Then, the Buddhist proposition is a gradual refinement of the mind to eliminate all that is negative and to expand on the positive. This refinement takes place through three training processes: training in ethics taking one to social blossoming, training in attention stability taking one to psychological blossoming, and training in wisdom cultivation taking one to spiritual blossoming. Ethics lays the foundation of all religions and everything that religions have in common. In Buddhism, ethics training takes one through the understanding of actions, cause and effect: recognizing that upon doing well to others we create cause to experiment wellbeing in the future; and, upon hurting others, we create causes to experiment difficulties and problems in the future. Training in attention stability is reached through meditation where the person systematically counteracts mental hyper-activity with serenity and tranquility, attention deficit and distraction with stability, and dissipation and mental sinking with uni-punctuality and clarity. Having an attentive, stable, and clear mind with uni-punctuality makes us efficient in our daily activities, we develop better interpersonal relations, and do not allow ourselves to get hooked or to be taken by fantasy, depression, or everyday concerns. In the Buddhist context, wisdom means seeing things as they are. Our attitude, previous experiences, and prejudice, actively influence our perception of reality without us realizing it. For example, when we are upset, we see everything in a bad light; when we are in a good mood, everything is fine. Reality is just the same, but we tend to distort it when feeling hatred, greed, arrogance, desire, and other afflictive emotions, falling then in the deception of believing that this distorted image is existing reality. Training in wisdom consists in dismantling these distorted images in order to have non-mediated access to reality. In early Buddhism, the conception of wisdom was significantly different from other religious traditions co-existing in India, which now are gathered under the term Hinduism; thus, Buddhism was a proposition considered different from its beginnings. However, Buddhism was not maintained as a unified or centralized tradition; even when Buddha Shakyamuni was alive, there was controversy in relation to different interpretations given to his teachings. In the second Buddhist council (approximately 100 years after Buddha Shakyamuni died), the Buddhist community began to split up in various orders and schools of thought. From then on, Buddhism scattered

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in a centralized manner. With time, it refined itself in several schools of thought that emphasized particular teachings and had their own interpretations. In the different regions, Buddhism went on adapting itself to the local customs and culture. For example, Buddhism in early India, Buddhism in China (where it arrived from India between the II and VIII centuries) and Buddhism in Tibet (where it arrived from India between the VIII and XII centuries) took on different forms.

Buddhist traditions in Guatemala Hinduism and Buddhism in various denominations are present in Guatemala. Hinduism finds voice through Brahma Kumaris Guatemala (Mixco), Shri Satya Sai Baba (zone 2), and Hare Krishna. India’s early Buddhism finds its expression in Grupo Vipassana Guatemala which follows S.N. Goenka guidelines (a lay teacher from Burma, now deceased). Chinese Buddhism and particularly in its Taiwan and Japan adaptations (where China’s Buddhism was assimilated) finds representation in the Guatemala Taiwanese community and in a free community of practicing Zen Buddhism. Casa Tibet Guatemala was the first association exclusively dedicated to the study and practice of Tibetan Buddhism. It was founded in 1995 under the patronage of Casa Tibet México and was officially institutionalized in 2004 with the visit of His Holiness Dalai Lamma to Guatemala. In Central America it is the only institution of this nature with a resident buddhologist, offering workshops, seminars, and courses on meditation and Buddhist philosophy in its study programs, which are complemented with a contemplative program offering retreats with foreign teachers known internationally. Casa Tibet Guatemala also contributes with leaders of other religions through UNESCO, the Inter-cultural and Inter-religious Cooperation Group of Guatemala, and the Global Network of Religions for Children. Casa Tibet Guatemala is non-sectarian, that is, it welcomes visitors who study texts of various Tibetan Buddhism orders. With time, practicing Tibetan Buddhists in Guatemala gradually found a special affinity with orders or specific teachers and have been founding their own centers. Currently several of them are operating: Camino del Diamante Guatemala (following the Danish teacher Ole Nydahl) and Bodhipath Guatemala (following the Tibetan teacher Shamar Rinpoche), both from the Tibetan Buddhism order of Karma Kagyu.

Casa Tibet Guatemala as a Buddhist Temple The Tibetan term we translate as temple is lha khang, literally meaning “deity’s residence”. The place where Buddhist deities -that is, Buddhas- dwell, through the symbolic representations of their bodies, speech and mind. In Casa Tibet Guatemala, the illuminated mind is represented by a reliquary in the altar. Illuminated Speech is represented by the Buddhist texts on the altar and in the library. Tibetan Buddhist literature is quite broad, consisting of Buddha’s word (more than 100 volumes), Indian commentaries to Buddha’s word (more than 200 volumes), as well as innumerable Tibetan commentaries. Only a small fraction has been translated to Spanish and English. In Casa Tibet Guatemala the illuminated body is represented through traditional Tibetan statues and paintings called thangkhas. Every iconographic element of Buddhist deities has a meaning; for example, elongated earlobes represent listening capacity, squinting eyes represent the capacity to see everyone with equanimity, and so forth. There are Buddhist deities representing specific virtuous qualities; for example, Avalokiteśhvara, very popular in Tibet with His Holiness Dalai Lama, considered his emanation, symbol of compassion; Mañjuśhri symbolizing wisdom with its sword cutting through ignorance. The Buddhist altar also contains offerings inviting Buddha to be present and to bless the meditation hall. These offerings represent traditional offerings for a guest of honor entering our home in India. They are arranged in seven bowls. The first two bowls with water representing the water we would bring to our guest to drink and wash himself. The next five bowls are offerings of flowers, incense, a candle (light),

perfumed water, and food. Finally, there is a shell representing sound or music. The light represents wisdom which eliminates the darkness of ignorance, and the remaining offerings represent various sensorial senses. Buddhas do not need offerings. Offerings are Buddhist’s practice to cultivate generosity and gratitude. The presence of ritual implements or religious iconography does not make a temple sacred, but spiritual motivation and the type of activities leading to cultivation of wisdom, contemplation, and retreat celebrated there, make it a spiritual oasis for its community members. Casa Tibet Guatemala meditation hall is used to follow Buddha’s three recommended phases in order to assimilate his teachings: to listen, to contemplate, and to mediate. To listen means to receive transmissions and explanations from a qualified teacher. To contemplate is to intellectually understand advice through study, memorization, discussion, reflection, and resolution of doubts. In meditation, understanding transcends intellectual capability to become wholehearted and intuitive comprehension. For more information visit our site site www.casatibet. org.gt or fb.com/groups/casatibet in Facebook.

ALDAAWA ISLAMIC MOSQUE OF GUATEMALA From page 78 / Abdalá Aucar

History of the Islamic Community in Guatemala At the beginning of the XXth century, an Arabian migration began in Guatemala. Those were the times of the Ottoman Empire which encompassed most of the Middle East and Northern Egypt. Those immigrants were called turcos, as their passports were from that country, but they did not necessarily come originally from Turkey. Commerce was the main objective of that first migration. Orthodox Christians as well as Moslems arrived, but many of them did not express their belief to society; they gathered privately and sporadically to continue their faith. It was during the ‘80s of the XXth century that, during the government of Vinicio Cerezo, interest emerged as well as the need to congregate. So, bases started being established for the current Islamic Community of Guatemala. During the mid-90s the number of members increased, causing a need to expand installations; thus, the first and only mosque in the City of Guatemala was built. Currently, the majority of members of the community are of Palestine origin, followed by other nationalities such as Egyptian, Jordanian, Syrian, Lebanese, Bengal, Pakistani, Guatemalan, and visitors or travelers.

The Aldaawa Mosque The Musala is considered a hall of peace, a center of social and cultural convergence and where prayers can be spoken; as it became insufficient due to community growth, the construction of the Mosque was resolved, the first one in Guatemala, with the name Aldaawa, meaning place of meditation. The Mosque of Guatemala City is of sunnita belief, originating from the word sunna or tradition and follows the rite with all its rules. Currently, Sunnitas make up more than 85% of the Islamic world population. The Mosque architecture is made up of several parts. The Kibla is directed towards Mecca, the most sacred city of Islam. It contains characteristic elements such as arches, a dome, and a minaret, which in reality is a column. In the case of Guatemala, it is only a decorative element, but, in some places, there is a staircase where the Adhan call is made for prayers celebrated in the precinct. There are no iconographic details in its interior because all kinds of graphic representations of God as well as the Prophet Muhammad are prohibited in Islam. Therefore, decoration on some walls are quotations from the Quran or sura -prayer sections. The main area is called Mimbar. From this position the sheij or leader addresses prayers and the sermon.


There is a Mosque in Omeya, Siria, from which many other mosques have taken their pattern; it was influenced by the Mecca Mosque. The Sulamimán Mosque in Turkey, is another mosque which inspired the Guatemala Temple. The Mosque of Guatemala has four levels. The first contains the reception area, the women’s mosque, and the ablution area (cleansing). On the second level is the Mimbar, the men’s mosque and the library. The two remaining levels are for living needs of the Sheij, kitchen, receiving rooms, guest areas, and other rooms used for the Ramadan month or 30-day fasting. The reason for placing men and women apart is with the only intention of avoiding distractions, purifying our senses, and reaching effective communication with God. Before entering the Mosque, hands, face, arms, nose, ears, head and feet must be cleansed, this, in order to be as pure as possible to achieve communication with God. To be part of the community, a sole heartfelt desire is enough. In August, 2008, the community was named Ambassador of Peace, as it was honored by changing the Rose of Peace in the National Palace of Culture.

A Little about Islam Coercion does not exist in Islam, God knows everyone and His mercy is for all. Each person was made with one purpose: to worship God. We all are representatives of God on earth, in order that creation may serve Him. To date millions of prophets have come, from Adam to Mohamed. By bringing us their message, they are our link to God. Some of them brought laws as well, others only the message. Thawid or monotheism is the cornerstone of Islam. The three most sacred places of Islam are: Mecca, Medina, and Al Aqsa in Jerusalem, a site located in front of the Omar Mosque. Islam is founded on: belief in God, in angels, the sacred books, destiny, and judgment day. There are five pillars sustaining the faith: the first one, when declaration of the faith is accepted, Shahada; second pillar, prayer, five daily obligatory times (morning, mid-day, afternoon, evening, and night ) and as many voluntarily; third pillar, Ramadan fasting; fourth pillar, charity (alms of 2.5% of yearly profits); and, the fifth pillar, pilgrimage to Mecca or Hajj, at least once a year.

131 YEARS OF PRESBYTERIAN EVANGELIC FAITH AND WORK IN GUATEMALA From page 84 / Jenner Miranda

The arrival of the Gospel through the Presbyterian faith marked an event that still touches our hearts in thanks to God for the development and benefits this grand moment brought to our country. As today’s generation, we are witnesses and protagonists of this singular historic moment which reminds us that 131 years ago, the Presbyterian Evangelic Faith in Guatemala proclaimed Jesus Christ as Lord and Savior of this world. Since the beginning of our faith, this has been the permanent message that has motivated a continuous commitment with the God of history and his revealed Word. I wish to call onto those who for different reasons have been distracted of the history and have forgotten the work of the Holy Spirit through many Presbyterian serfs like John Clark Hill and Dallie Hart Hill –founders in the capital city- and Eduard Haymaker. Also, there were local men and women, especially the first Presbyterian Christians, the García siblings Cornelio and Trinidad, who were the first to be baptized in the Presbyterian faith and who, despite danger and obstacles, maintained the flame of Jesus Christ’s Gospel aglow. 131 years of Presbyterian faith and work invite all of

the national church to recognize God’s project in the history of our faith. God has moved us in our history and will continue to do so. This is why we must passionately return to all those principles of faith that have moved our mission. We are the pioneers of the Evangelic Faith in Guatemala and we have a reformed identity that should not cease. Let it be heard in Guatemala: “Sola fide, sola gratia, sola scriptura” (only faith, only grace and only scripture) are the means which God has used in the restoration of the human race, which we have sometimes forgotten and which have been the Reformation pennants. The Presbyterian Church recognizes its origin, as all Christian religions, in the Cristian Church of the First Century, which in turn has its origin in the chosen people of Israel. However, we must technically go back to the Protestant Reformation period in the Sixteenth Century. Most of us have at least a basic knowledge about the Reformation of the Sixteenth Century, especially about the figure of Martin Luther. The spark that Luther ignited in what today is Germany, was understood in most of Europe. Precursors of this movement were John Wycliff in England, Jan Hus in Bohemia and Girolamo Savonarola in Italy, martyrs who left behind a profound mark. Notwithstanding, the history of another great Church reformer, John Calvin, is not well known. Born in France as Jean Cauvin, he was a humanist intellectual who studied Theology and Law and, as other humanists, was convinced by Protestant ideals. When in 1534 Francis I of France began to persecute Protestants, Calvin exiled himself in Basel, Switzerland. There, he wrote the first edition of his most famous work. Calvin had no intention of becoming a pastor, as he aspired to be a theologian and writer. However, Guillaume Farel convinced him to be pastor to the Church of Geneva which had just declared itself Protestant. Besides being the pastor, he had a great influence in the people of Geneva. Even civil officials had great respect for him, consulting Calvin many difficult decisions to be made. In time, the Reformed Church of Scotland transformed its name to Presbyterian because it changed the hierarchical administration it had to a model run by presbyters, Greek word meaning elders. The Presbyterian Church of Scotland had a great influence on the Anglican Church, mostly on dissident groups. Many of these immigrated to North America, taking with other Scottish and Irish immigrants, Presbyterianism. Presbyterians were very important in the conformation of the United States of America. An example of this is the Emancipation War, known as the Presbyterian Revolution. The Nineteenth Century was an expansion period for the great Protestant countries, and also it was the time for an important advancement of the Protestant mission, which took advantage of the door opened by Neocolonialism. In theory, Latin America had gained its independence and was no longer a Colony, but fell under the influence of the United States of America. Doors were opened for the missions. Catholicism had been imposed in Guatemala, leaving no options. This is why, when missionaries began to arrive in the country, many turned to Protestantism, which had arrived with the liberal movement which in turn, favored change and was profoundly anti-Roman Catholic. After the Liberal Revolution triumphed in 1871, liberty of cult was decreed in 1873 and the first Presbyterian missionary, John Clark Hill arrived in 1882. Later, in 1887, Eduard Haymaker arrived and stayed until 1947. At the beginning, the work of the Presbyterian Church was to establish a church, various industrial schools that imparted technical skills, and a nursing school. During this period, the sermons were in English but eight years later they were given in Spanish as well.

During that time, there was severe persecution, people stoned the temples and followers were discriminated in their communities. However, all this ceased when the population realized that the Church not only imparted the religious message, but also delivered education and health for all.

The temple The architectural design of the Central Presbyterian Church is austere and of simple lines. It has one tower with its access at the base. At the top, it ends in a series of pinnacles that direct the gaze towards heaven, possibly of a Neo-Gothic Style, but with the simplicity of North American Protestantism. The temple was seriously damaged during the 191718 earthquakes and was later restored following its original design to what still stands today. Some members say that this structure was reinforced with steel from a ship, which can be seen in some places of the second floor and the choir area. It has an altar, also austere, made of tilled wood. The wooden ceiling was recently substituted by a modern one, leaving only vestiges of the original one, even in the area of the choir. Most of the furniture in the temple is from the initial period, which gives it great historical value. The temple was built in the plot of land which belonged to the Convent of the Conception Order and which was expropriated from the Catholic Church during the government of Justo Rufino Barrios.

THE UNION CHURCH OF GUATEMALA From page 89 / Pastor John Conner

For more than sixty years, beautiful Blane Chapel and the Pierce Tower of the Union Church of Guatemala, along with the four royal palm trees at the frontage, have embellished Plazuela España of Guatemala City. Behind its facade, there is a history of some 70 years preceding its construction, taking us back to the political times of President Justo Rufino Barrios. Long before the well-known Guatemalan firm of engineers and architects Prado Vélez-Jacobsthal worked on building plans, the church for an English speaking congregation had already begun its work in Guatemala. Following insistent requests by Mrs. Francis Claves, President Barrios invited and escorted John C. Hill upon his entrance to Guatemala as the first Protestant Missionary of the Presbyterian Board of the United States Foreign Missions. It was Mr. Hill who, in 1883, in only six months, succeeded in establishing the first English speaking protestant congregation, the first protestant school, and the first Spanish speaking protestant congregation in Guatemala. These three projects are the roots of origin for the Union Church of Guatemala, for the old Colegio Americano, and for the Central Presbyterian Church. In August, 1882, President Justo Rufino Barrios traveled to New York to sign a boundary treaty with Mexico. During that trip, he contacted the Presbyterian Board of Foreign Missions and coordinated his return to Guatemala with John C. Hill. This is how, the 2nd of November, 1882, President Barrios arrived with John C. Hill at Puerto Santo Tomás heading towards the capital city. Soon, the seed of the Protestant Ministry blossomed in Guatemala’s fertile soil, making way for many protestant missions entering the country which multiplied to present times, when the evangelical community encompasses around 30% of Guatemala’s population. The English speaking congregation continued its task, gathering at the Central Presbyterian church in zone 1 of the capital city. This multinational English speaking group has been the community for people of North America, Great Britain, Holland, Switzerland, Germany, Australia, New Zealand, India, and other nations. In 1943, upon being incorporated in Guatemala, the congregation was legally recognized as The Union

Templos de la Ciudad de Guatemala

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Church of Guatemala. In 1946, the Church requested its first full time Pastor; and, under the leadership of Pastor Dr. Charles T. Holman, the church began searching for a property to build its own church. Preference centered on Zone 9, a very attractive property of Mrs. Martha Klein de Calvo, adjoining Plazuela España; the church bought this piece of land in 1947. The Union Church, perhaps the most appreciated and adequate English speaking protestant church, is located between Calle Montúfar and Plazuela España in Tivoli District of Guatemala City. With a Spanish Colonial Renaissance style, it was designed by Harry L. Pierce of Los Angeles, California, a distinguished ecclesiastic architect of American origin. Building engineers and architects belonged to the Guatemalan firm Prado Vélez-Jacobsthal. In the building, the solid and beautiful tower stands out; in its interior, a patio adds enchantment to the different halls that surround it. Mr. Gus Jacobsthal designed each space of the Blane Chapel interior, including the furniture, doors, pews, pulpit, baptismal font, the central table for the Holy Supper, even the interior column design, made specifically for the Union Church. On September 24th, 1949, the inauguration ceremony took place and, on May 27th, 1951, building dedication was celebrated. The beautiful circular stained glass window embellishing the presbytery in Blane Chapel illustrates the terrible night in which the Lord Jesus Christ was subjected to the Father’s Will to be crucified. This artistic piece was a gift by Dr. Charles and his wife, Belle Holman, in memory of their son, Charles M. Holman, who died in the Second World War. The social hall was named Holman Hall in memory of Dr. and Mrs. Holman. This hall has fostered innumerable weddings, community, and church events, making the most of its large space which includes a theater. The terrible 1976 earthquake seriously damaged Blane Chapel, leaving critical cracks which debilitated the roof. Repairs were made according to the original design and a more stable and secure structure was built, preserving its elegance and function. Although the installations have maintained their original style and design, functions of every space have changed over the years. The building has adequate rooms for church offices, classrooms for studying, library, meetings and conference rooms, including a Pastor’s apartment for the Rectory. The Union Church has been a dream come true for innumerable weddings and continues being the favorite temple for many couples in Guatemala. Blane Chapel is, perhaps, more beautiful and inviting for Christmas, lit up with hundreds of candles commemorating the birth of Jesus Christ. The soft, intermittent candle light emphasizes the majestic columns and rich ceiling, with hymn music resounding within the high walls. The Union Church of Guatemala is a beautiful gift for Guatemala and its people. Dedicating its services to the English speaking community; currently, half of the congregation encompasses Hispanic people, who prefer honoring God in English.

THE LUTHERAN CHURCH

From page 95 / Pastor David Rodríguez Lutheranism is a Christian Protestant religious movement institutionally established by German Augustine monk Martin Luther (1483-1546). October 31st, 1517 is the date considered the birth of this branch of Christianity, when the 95 theses on efficacy of indulgences were nailed to the door of All Saints Church in Wittenberg, Germany. The Lutheran Church constitutes part of the Christian liturgical churches. Essence of the Lutheran faith Belief in one God within the Holy Trinity. Belief that God does not judge men for their good deeds, rather for their faith alone (sola fides). Denouncement against sale of indulgences and obtainment of forgiveness in exchange for goods, as well as against sale of ecclesiastic positions.

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Rejection of primacy and Roman authority of the Papacy as a divine institution. Rejection of the dogma of the existence of Purgatory. Free access to the Scriptures. Belief in universal priesthood of all believers. Lutheran thought is based on the concept of justification of faith which denied any Roman or Orthodox theory regarding personal merits applicable to salvation, mediation of the Saints, and veneration of images. Luther developed the doctrine of authority of the Sacred Scriptures in which he affirmed that the Scriptures exercise authority in reference to spiritual topics and that they may be read and understood by all believers, and that each person may study them with the aid of the Holy Spirit. According to Luther, all believers have access to God, without calling upon intermediaries.

Lutheranism in Guatemala Guatemala’s cultural, ethnic, and economic development cannot be regarded without taking into consideration the contribution made by European immigrants who came to the country during the first Liberal governments established as of 1871. Among them, undoubtedly German immigrants played the most important part for the influence they exercised in Guatemala’s different coffee regions. Their families, hundreds of them, began to raise and educate their children within the framework of their own culture, after which they were gradually incorporated into the nation’s activities. Among these European families of immigrants, many belonged to the Lutheran Church. In 1907, attempts were made to organize the first Lutheran congregation in Guatemala. After the First World War, beginning in 1929, the German-speaking congregation of “The Epiphany” was established; that congregation has been assisted by pastors from Germany. Due to the Second World War, this group ceased its activities. Following this war, some Lutherans of European descent, residing in Guatemala, along with two Guatemalan groups in Zacapa and Puerto Barrios, addressed the Synod Lutheran Church in Missouri, U.S.A., requesting pastoral accompaniment. The Missouri Synod responded to these invitations to re-establish the congregation in the capital city and to explore the possibilities and need to initiate missionary work in Zacapa and Puerto Barrios. So it was that H. Mayer and F. Pankow arrived in Guatemala on October 1st., 1946. Their visit resulted in the Lutheran Church exploring these new areas. In Guatemala City, the pastors initially served by officiating services in three languages: German, Spanish, and English. Between 1948 and 1963, the Spanish-speaking congregation began to call itself “Christ the King” and the need was felt for more ample space for their activities. On a piece of property located at 4ª Calle and 3a Avenida of Tivoli in Zone 9, on the Sunday celebrating the 445th anniversary of the Reformation, services of the first word were officiated, on October 28, 1962.

Architecture The church’s design was based on an essential idea or inspiration that we know as The Tabernacle of the Desert which today we would simply call the Carp or Tent, the place of adoration during the pilgrimage through the desert. The central idea is that we are pilgrims, passing through this world and that our definitive place of rest lies with God. The term tabernacle, in the Old Testament, refers to a group of fine linen curtains, embroidered with cherubim and sewn along the borders with carefully embroidered purple, blue, and red cloth which, placed according to instructions by God himself, around an acacia wood structure for support, formed what was known among the Jews as the haven or house of God (Exodus 26 RV). Exploration of that generating idea gave way to the beautiful temple which currently is considered also as the Sanctuary erected to adore and praise God.

In January, 1964, the Project was presented to the Parish Council of Christ The King Church by the architectural firm of Holzheu, Anzueto, and Ogarrio along with a building bid by the Castillo Contoux construction firm which built the edifice under supervision of engineer Mauricio Castillo, on the lot in Zone 9. “…they shall build a sanctuary for Me and I shall dwell among you” (Exodus 25.8 VI). The temple structure was built using for its covering technology developed by Félix Candela in Mexico consisting of Enforced Concrete laminated membranes and which we know as concrete masks or shells, supported in the structure by concrete columns. To cover the church atrium, offices, and bathrooms, the same type structure was applied. It is very economical, resistant, formed by a square concrete membrane, supported by a central column which, due to its geometry, is known as hyperbolic paraboloid or umbrella. Inside the Temple, observers become aware of the importance given to the altar, kneeling stools, choir, and the twelve fine wooden doors identified with the shields of the apostles. The dedication ceremony of the new and beautiful temple took place on May 22, 1966.

ADVENTIST CHURCH

From page 100 / Pastor Fabián Natareno & Pastor Ever Roblero In January 1908, a brief article appeared in the Adventist Review and the Sabbath Herald magazines in the United States of America, the place of birth of the Adventist Church. It said: “I am sure that the time has come for us to take the message to Guatemala.” This was written by E. L. Cardey, Adventist Church employee, after his first visit to the country to study the possibility of introducing here the message. A few months later, the glorious news came: “Opportunity in a new country: Republic of Guatemala.” And with these words, the history of the Adventist Church of the Seventh Day began in this beautiful land. Today, it is a positive force in Guatemalan Society and the members of this religious institution are active in its community life. That same year, a pastor was sent to Puerto Barrios, Izabal. There, he presented the biblical message for three months to many persons. This had positive effects as the first 35 persons decided to join the church and accept the teachings of the Bible. This group was the core of the first Adventist Church in Guatemala. It continued preaching with the help of pastors sent from abroad. Soon, the first temple, made of wood, was built. A few years later, a member of this institution moved to the capital city and began to share his faith with others. Soon, a small group was organized, gathering near the General Hospital in zone 1, and thus constituting the first Adventist Church of Guatemala City. Today, this beautiful building still stands, representing its main


temple from where the message expanded to the rest of the country. Now, we can attest to the Adventist presence with its different ecclesiastic institutions in the health and education fields, in all Guatemalan departments. We have a membership of 248,228 persons distributed among 818 temples that represent its active growth and the expansion of the truth. By multiplying our efforts, we advance step by step, sharing the truth as established in the scriptures, waiting with joy the return of Our Lord Jesus Christ, who 2,000 years ago promised he would come to us again. Our name contains what we are and what we believe in: “We await His second coming and we keep His 10 commandments. “Here is the patience of the Saints, of those who keep God’s commandments and the Faith of Jesus.” Apocalypses 14:12

The SDA Temple in zone 15 In 1975, the office of the Adventist Church of the Seventh Day was built in zone 15, Vista Hermosa II. The World Church sent several missionaries to serve the expansion of the message in all of the Central American territory. Then, the need to build a church to serve the Adventist community of the zone was felt. It would also ease the congregation of foreign pastors who lived nearby. This was when the church officials contacted American professionals and architects, who created the blue prints of the existing temple. The resources were limited. However, with joint forces and local funds, as well as foreign donations, the construction advanced. The 1976 earthquake interrupted the work, which began again in 1977. The temple opened its doors in 1978. In 2011, it underwent minor remodeling, conserving its original infrastructure. For more than three decades, this temple has served as an adoration place for Guatemalan and foreign members and Adventist Church followers. Today, its membership is mainly Guatemalan, but there are also members from Central and South America, Asia, India, and other countries. It is a privilege to receive each and every person who lives in this country and who is interested in studying the Bible.

Central Church Between the years of 1921 and 1922, the First Adventist Church in Guatemala City was built on 2nd Avenue, 10-44 zone 1. This building was home to the Adventist community for many years. In 1966, because the building was getting old, some officials thought that it needed remodeling. They were faced with two options, either to repair the building or rebuild it. However, the Lord had other plans. While the fund raising project was being implemented, and the congregation was praying for the completion of the task, a plot of land was found, where a new architectural work would become the temple where today the Lord is adored. After 18 years of hard work, with little funds, it was on February 4, 1984 that the temple was concluded and dedicated. It is located within the Historical District of Guatemala City and is monumentality impressive, as it is not common to find down town a temple of such grand architectural features. It is the largest Adventist temple in the Capital City and its construction is particular. It has been the home of adoration for almost 50 years, hosting many people who have been part of the Church. We are thankful to the Lord for every person who gave his or her offering and who gave the best in order to erect this house of adoration commemorating the name of God. “Mine is the silver and mine is the gold, says Jehova of the hosts.” Hageo 2:8

THE CHURCH OF JESUS CHRIST OF LATTER-DAY SAINTS IN GUATEMALA

From page 106 / Julio Enrique Alvarado

The history of the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints in Guatemala saw its beginning in 1942, when John F. O’Donnal, a member of the Church, came to Guatemala to begin a program for rubber farming. He arrived on May 21st of that year. He had graduated from the University of Arizona and came to work for a North American company that began the rubber industry in Central America. John O’Donnal was perfect to lead development of this product in Guatemala and, even today, rubber continues to be produced in the country. In September, 1942, he met María del Carmen Gálvez whom he married in January of 1943 and with whom he began the O’Donnal family. John and Carmen, now deceased, had four children, 26 grandchildren, 66 great grandchildren, and two great great grandchildren. With the O’Donnal family, the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints also began. From the moment he arrived, John O’Donnal requested that the Church send missionaries. In 1947, Central America was annexed to the Mexican Mission. Robert Miller, Earl Hansen, Seth Matice, and David Lingard, the first four missionaries, came to Guatemala City in 1947 and, a year later, had already established small congregations. On September 7th of that year, in upper Vista Hermosa, Arwell L. Pierce, acting president of the Mexican mission, along with his counselor H. Clarke Fails and four missionaries, were present when predication of the restored gospel was inaugurated in the country, with a special prayer. That very day, the first Church meeting took place, with one family in attendance, aside from the group of missionaries. By August of 1948, there were already 66 members of the Church in Guatemala City. On November 30th, 1952, the first Guatemalan congregation was organized. That same year, the Central American Mission was created, after which it was divided to create the Guatemala-El Salvador Mission. Then, in 1976, it was divided again to create the Guatemalan Mission. Currently, there are seven missions in the country and over 1,700 missionaries. In 1966, the Church was recognized officially by the government and was granted legal status. By then, the Church had grown to 10,000 members. Members of the Church in Guatemala concentrated on carrying out the ordinances or ceremonies of the temple. As there was no temple nearby, members underwent great sacrifices to travel through Mexico to the United States, many times amid precarious conditions, in order to receive those ordinances at the Mesa Temple in Arizona. There was great rejoicing among Church members when the temple, the first built in Central America, was dedicated in Guatemala City in 1984. The temple’s first president was John O’Donnal. In 2010, the country’s second temple was finished and dedicated in the city of Quetzaltenango. Presently, there are 42 posts, equivalent to dioceses, 435 congregations or parishes, and over 240,000 members of the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints in Guatemala, and a total of 647,000 in Central America.

Temples For members of the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints, the temple is the house of the Lord, the most sacred place on Earth. The temple is a holy place, secluded from the exterior world, while chapels (meeting centers) are occupied with weekly activities and Sunday church services. Sacred ordinances of the gospel of Jesus Christ are carried out in the temple. For this reason, Latter Day Saints see the temple as a spiritual center where each person can feel special proximity to God. Since the temple is a unique spot, for its construction, only the finest materials and best manual labor are used.

Once it is dedicated, Church members dress in white to enter, symbolizing purity, cleanliness, and separateness from worldly things. Those who enter the temple find peaceful serenity that the Lord promised his followers in the New Testament: “Peace I leave you, my peace I give you; I do not grant it as does the world. May your heart not be disturbed nor be fearful” (John 14:27). Most of us have asked ourselves at some time about the purpose of life. Who are we? Where do we come from? Why are we on Earth? Where are we going after this life? In the temple we receive answers to all of these profound questions; we learn that life on Earth is part of an eternal journey that we began long before birth, when we lived with God as his spiritual children. We have lived on Earth to be tested and to demonstrate obedience or disobedience of God’s commandments. For this purpose, Church members go to the temple to make sacred vows of honesty and chastity, as well as to serve God and others. These commitments become anchors of stability in daily life and along the paths that lead to God’s eternal blessings. All children of God shall have the opportunity to hear and accept the gospel of Jesus Christ in this life or the next. Therefore, God’s grace extends to all and promises eternal life in our heavenly home to all who accept his grace through faithful obedience. In the temple, families are united in the most sacred of relationships, as husband and wife, parents and children, in such a way that neither time nor death can end. Through authority of God’s priesthood, marriages are carried out for life and all eternity. Children are “sealed” to their parents, thus forming eternal families. In order to share these blessings with our departed ancestors, we carry out temple ordinances in their favor. Understanding the eternal nature of the family makes it easier to face life’s challenges, even death of our loved ones. Jesus said: “And I shall give you the keys to the kingdom of Heaven, and all that binds you on Earth shall be binding in Heaven” (Matthew 16:19). With the promise of eternal life and the lasting bonds of our loved ones, temples are an earthly expression that, truly, God is love. The temple is the only place where sacred ordinances such as baptism and eternal marriage in favor of the departed can take place. These ordinances constitute an important element in God’s eternal plan for his children. The apostle Paul referred to this important redeeming work for the dead when he asked: “Otherwise, what will those who are baptized in the name of the departed do, if in no way the dead are resurrected? Why, then, is there baptism for the departed?” (1 Corinthians 15:29). For that reason, members of the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints are so interested in genealogical research. The Church employs diverse modern research methods to provide genealogical information to people. Using that information, members can search for the name and information of their ancestors and take responsibility for carrying out temple ordinances for them. Naturally, it is up to those people who have passed on to coming life whether or not to accept Gospel ordinances. If they accept, then the work has been carried out for them and eternal family bonds will have been created. The temple is a place of adoration dedicated to the Lord. Everything that takes place inside -ordinances, instruction, vows, and prayer- is done in the name of Jesus Christ, because our Savior and his expiatory sacrifice make possible all hope and blessings of the temple. For example, baptisms are carried out in the baptistry in the name of Jesus Christ in favor of the deceased so that, if they accept, they may receive all the blessing of Christ’s atonement. Not only the paintings but also the temple murals reflect the life and teachings of the Savior. The heavenly foyer symbolizes our eternal home in God’s kingdom and reminds us of the rewards of faithful devotion. The Lord’s invitation is for all: “I have come so that you may have life and abundance” (John 10:10).

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FUNDACIÓN G&T CONTINENTAL ACTIVIDADES REALIZADAS DE ENERO A ABRIL 2014

ENERO Exposición ARTE Y BANCA, como un homenaje a las instituciones financieras que han sido determinantes en el desarrollo del arte y la cultura a través de la historia. Se presentó parte de la pinacoteca del Grupo Financiero G&T Continental en la Galería del Centro de Fundación G&T Continental y en el Centro Cultural Municipal. Fotografía de Ramael Sosa, con su muestra Solemnidad en el Centro Histórico. El Cronista de la Ciudad, licenciado Miguel Álvarez complementó la muestra con una amena charla en la Galería Guatemala del Banco G&T Continental.

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FEBRERO Presentación del libro Descubra la Felicidad de Mildred Bolaños. La licenciada Silvia del Águila comentó la publicación en la Galería del Centro de Fundación G&T Continental.

Visita del Arquitecto Mayor de la Ciudad, don Jorge Montes Córdova, miembro de la Junta Directiva de Fundación G&T Continental a la nueva sede. Lo acompañaron la señora María Sara Aguirre, el maestro Luis Díaz y el arquitecto José María Magaña.

Inauguración de la sede de la AMG-ICOM Guatemala. Fundación G&T Continental cedió un espacio dentro de su sede para la Asociación de Museos y el Comité ICOM Guatemala.

MARZO Festival Cultural y Exposición D’arte 2014, a beneficio de las obras sociales del Club Rotario Guatemala Metrópoli. Durante todo el mes se realizaron conversatorios con varios de los artistas participantes en la Galería del Centro de Fundación G&T Continental.

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Inauguración de la exposición De Corazón. Participaron varios artistas que intervinieron ventanas y escaparates artesanales en la Galería Guatemala del Banco G&T Continental.

Visita de S.M. la Reina Sofía de España a la tienda El Chayal, dentro del Museo Nacional de Arqueología y Etnología. La tienda El Chayal forma parte de Fundación G&T Continental.

ABRIL Conferencia Los Motivos del Arte Rupestre en Rusia y sus Análogos en el Nuevo Mundo, en colaboración con el Centro de Estudios Mayas Yuri Knórosov. La doctora Elena Ostrirova comparó la iconografía de los vestigios antiguos, encontrando similitudes y diferencias entre las pinturas de ambas civilizaciones.

Inauguración de la exposición Mariposas del maestro Manolo Gallardo Mansylla. Se presentó su obra pictórica más reciente en la Galería del Centro de Fundación G&T Continental.

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