nes en tus manos tu porvenir. Ha pasado un trimestre escolar y has recibido las notas que acredi- tan tu trabajo y tu esfuerzo. ¿Estás contento del trimestre que ha termi- nado? Si lo estás, tu porvenir se está fraguando de acuerdo con lo que Dios quiere de ti. Pero si tus notas han sido malas, sobre todo, si tú tienes la culpa de que hayan sido malas, estás destruyendo la obra que llevas en y sin darte cuenta te habrás labrado tu felicidad. * — ç,t 1 T