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Accidente cerebrovascular
from BS239
LA RESPUESTA ESTÁ EN LOS GENES El acceso a la información genética para el cuidado de la salud supone una revolución que ofrece un nuevo enfoque en el tratamiento de muchas enfermedades, entre ellas las cardiovasculares GENÉTICA Y ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Dra. Yenelli Cedano Thomas DIAGNÓSTICO GENÉTICO Y MOLECULAR yenellicedano@gmail.com
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La mayoría de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, a pesar de que algunas de éstas son crónicas, se puede prevenir al modificar factores claves de riesgo como la nutrición, la suplementación e incorporar hábitos saludables, favoreciendo un estilo más sano y consciente.
¿Por qué es importante hablar de la genética para la prevención de enfermedades? En pocas palabras, el secreto para el bienestar está en sus genes. En años recientes se ha escuchado hablar de la “medicina personalizada”, este modelo separa a las personas en grupos diferentes cuyas decisiones médicas, prácticas e intervenciones o productos van dirigidos de una forma específica y funcional, según su predisposición y riesgo de padecer una enfermedad dictada por su información genética. La nutrigenética es la ciencia que nos ayuda a identificar qué tan eficientes somos para asimilar algunos micronutrientes esenciales y cómo algunos alimentos nos afectan (intolerancias alimentarias), y otros nos benefician. Adicional a esta información, hoy podemos identificar si somos portadores de variantes genéticas que nos dan predisposición a ciertas enfermedades cardiovasculares como enfermedad coronaria, hipertensión, fibrilación auricular, aneurisma, trombolismo y colesterol elevado.
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Identificar y prevenir Utilizando como base esta información genética es posible que el profesional de la salud pueda establecer un seguimiento puntual y específico para cada paciente donde se ven puntos claves para prevenir padecimientos a los cuales uno tiene predisposición —heredada o no— y tomar acción desde mucho antes que éstas se presenten.
El acceso a la información genética para el cuidado de la salud supone una revolución que ofrece un nuevo enfoque en el tratamiento de muchas enfermedades, como lo son las cardiovasculares.
Los avances considerables en el campo de la genética molecular aportan información valiosa para aclarar interrogantes médicas de muchos padecimientos de tipo cardiovascular y sus patrones de herencia.
Estudios de genoma completo han demostrado la asociación que existe entre polimorfismos de nucleótido simple (SNP) con padecimientos cardiovascualres y el riesgo genético porcentual que se tiene de padecerlas.
Por ejemplo, la hipertensión arterial es un importante problema de salud debido a su alta prevalencia sobre el riesgo cardiovascular general. La regulación de la presión arterial es fisiologicamente compleja pues intervienen factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Los factores genéticos desempeñan un papel fundamental pues es tres veces más probable en pacientes con antecedentes de hipertensión, cuya heredabilidad es de 30% al 50% en la población general, pero un sólo gen no dicta esa
probabilidad. Son muchos y en conjunto con otras características y medidas importantes como las deficiencias nutricionales.
Nuestro consumo regular de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y micronutrientes tiene una influencia directa en la salud, eso lo sabemos. Pero no sabemos cómo estamos asimilando estos nutrientes, cuál nos está faltando, cómo este nutriente nos genera impacto en la salud.
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Caso mexicano Una variante común en la población mexicana es la deficiencia de absorción del ácido fólico o vitamina B9 (gen MTHFR). Las personas portadoras de esta variante pueden presentar deficiencia crónica de ácido fólico, lo que ocasiona un aumento de la homocisteína, ligado a muchos tipos de enfermedades cardiovasculares y trastornos relacionados: ataques al corazón, derrame cerebral, enfermedad de la arteria coronaria, trombosis venosa profunda, coagulación excesiva y glaucoma. Por ejemplo, un paciente de 40 años con un mal manejo de grasas con sobrepeso, con deficiencia de ácido fólico y con variante genética de predisposición a enfermedad cardiovascular es un paciente que está en un riesgo alto de infarto a temprana edad. Por lo cual se le recomienda un estricto control de grasas, checar su perfil de lípidos de forma regular, estar atento al aumento de peso, incorporar alimentos altos en ácido fólico y reforzar con suplementación de metil-folato de forma regular. Adicional deberá acudir a chequeo cardiovascular cada seis meses según su estilo de vida y estado clínico actual.
En conclusión, la información genética junto con los datos clínicos del paciente brinda datos puntuales y específicos de cómo realizar una prevención personalizada. Cabe resaltar que una predisposición genética no es una sentencia que garantiza que el padecimiento se va a presentar, la información de nuestros genes se convierte en una pauta para la prevención y detección de riesgos para mejorar nuestra calidad de vida. ^ TOMAR UNA ACCIÓN temprana y conocer nuestra genética para modificar de forma positiva nuestro estilo de vida y de nuestros seres queridos es la clave para una vida saludable.
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LOS AÑOS Y LOS DAÑOS Las enfermedades no transmisibles son responsables de 7 de cada 10 muertes en personas mayores de 70 años, es necesario cambiar hábitos y contrarrestar los factores de riesgo a lo largo de la vida ENT Y TERCERA EDAD
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Dra. Ana Danira Martínez Ayala MÉDICO GERONTÓLOGA dra.danirama@gmail.com
El envejecimiento poblacional representa la transición demográfica más importante en la actualidad. Hoy en día, en todo el mundo se vive más tiempo, y por primera vez en la historia la mayoría de la población tenemos una esperanza de vida superior a seis décadas.
Durante esos años de vida adicionales ganados se tiene la dicha de poder emprender nuevas actividades, seguir aprendiendo y continuar siendo productivos; sin embargo, el alcance de las oportunidades y contribuciones, según la Organización Mundial de la Salud, dependerá en gran medida de una variable: la salud.
Si bien, la vejez no es sinónimo de enfermedad, la longevidad trae como consecuencia la manifestación de los daños acumulados a lo largo de los años, siendo entonces las enfermedades no transmisibles (ENT) -afecciones cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades crónicas respiratorias y la diabetesefecto del proceso de envejecimiento, donde intervienen múltiples factores vinculados a los estilos de vida que han predominado en la persona.
Por ello, la mayoría de los casos se manifiestan en esta etapa del ciclo vital, debutando o diagnosticándose en estas edades, pero generalmente siendo resultado de todo lo experimentado en los años previos. Las ENT son responsables de siete de cada diez muertes entre los mayores de 70 años.
Múltiples factores Aun considerando las variaciones genéticas y la influencia de las enfermedades heredo-familiares, cada vez es más comprobable que las condiciones de la vivienda, las características ambientales, el estado socioeconómico y los estilos de vida es lo que más influye en la salud y calidad vital de los pacientes con ENT. Todos estos elementos comienzan su influencia desde una etapa temprana. Los entornos y hábitos en los que se vive durante la niñez y juventud tienen efecto a largo plazo en la forma de envejecer. Y desde luego, el nivel educativo y el acceso a los servicios de salud repercuten en el seguimiento y apego al tratamiento necesario.
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Es alarmante conocer que cerca del 50% de las personas en América Latina y el Caribe carecen de recursos para atender sus necesidades diarias. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud para 2012, una de cada tres personas no tiene jubilación, pensión o empleo pagado, y dos de cada tres adultos mayores no cuentan con seguro médico, por lo que dependen de las clínicas de salud pública para recibir atención. Esto, claro está, impacta fuertemente en la salud, sobre todo en el cuidado crónico que ameritan las ENT.
Los principales factores de riesgo de las ENT están relacionados con una mala alimentación, sedentarismo, obesidad, estrés constante, consumo de tabaco y alcohol y exposición a agentes contaminantes, por lo cual dichas enfermedades pueden prevenirse o retrasar sus complicaciones mediante cambios de conducta, tales como consumir una dieta balanceada rica en alimentos nutritivos y realizar ejercicio físico a lo largo de la vida.
“La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada”. -Arthur Schopenhauer
El mantenimiento de esas prácticas en la senectud es también importante para preservar la función cognitiva y revertir la fragilidad. Gozar de una buena salud ayuda a los adultos mayores a asegurar su independencia y autonomía, y tiene un impacto crucial en el bienestar y en la percepción de la satisfacción con la vida.
Detección precoz Asimismo, a la par de la prevención, la detección oportuna de estas enfermedades es clave para brindar la vigilancia, medicamentos y/o intervenciones adecuadas.
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Dentro de ello cabe la realización de los tamizajes anuales de glucemia, presión arterial sistémica, niveles de colesterol y triglicéridos en sangre; medición de peso, talla y perímetro de cintura, realización de mastografía y prueba de Papanicolaou (citología cervical) en mujeres, y tacto rectal y antígeno prostático, en varones.
7 de cada 10 personas mayores de 70 años mueren a causa de las ENT.
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Por otro lado, la importancia de los cuidados paliativos es también una extensión eminente cuando hablamos de ENT ya que, en muchas ocasiones, en las etapas terminales de las enfermedades como el cáncer, la prioridad será procurar una despedida digna, sin dolor y lo más amena posible, evitando procedimientos innecesarios y el ensañamiento terapéutico.
Un envejecimiento saludable es el resultado de haber recorrido un sendero de vida saludable, lo que somos y cómo estamos en nuestra vejez será la consecuencia del aprecio, el respeto y la valía con la que cuidamos de nosotros en nuestra juventud. ¡Siempre es un buen momento para comenzar! ^
Dra. Ana Danira Martínez Ayala, Médico Gerontóloga Cédula profesional: 031076, Reg. SSA. 10381/16
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Perspectivas de un paradigma emergente INTERCULTURALIDAD EN SALUD
El reconocimiento de la diversidad, desde el modelo de la interculturalidad, puede tener como resultado una sinergia en favor de los pacientes y de la comunidad médica
Mtro. Tonatiuh Castro Silva MAESTRO EN CIENCIAS SOCIALES castrosilvatonatiuh@gmail.com
La idea de una genuina condición de bienestar en el mundo actual se enmarca en un viraje de las ciencias humanas que aspira a un escenario intercultural, es decir, de relaciones equitativas y respetuosas entre las diversas culturas. El reconocimiento de la diversidad como sinergia que conduzca a una mayor armonía social, involucra a todos los ámbitos de la organización social, y con ello, también a la ciencia médica, no sólo por un precepto ético, sino en vista de una mayor efectividad de sus labores. Estando definido el panorama de la salud pública por factores circunstanciales en términos sociales, y no sólo por patologías transmisibles, la cultura aparece como un factor de consideración primordial.
Aspectos históricos de la Interculturalidad en Salud en México Si bien el paradigma de la interculturalidad –que proviene de los ámbitos educativo y comunicológico– es reciente, en nuestro país cuenta con antecedentes históricos desde, al menos, el periodo colonial. El Hospital Real de San José de los Naturales, ubicado en la Ciudad de México, fue un centro asistencial fundado a mediados del siglo XVI por la orden franciscana, que atendía exclusivamente a la población originaria.
Era uno de los más avanzados del virreinato, con actividad clínica, realización de autopsias, y era también un centro de docencia e investigación. El hospital integró la ciencia europea con los saberes locales, permitiendo la intervención de médicos y parteras de las comunidades y el uso de plantas medicinales y, por otro lado, dispuso que su personal debía conocer la cultura y hábitos de los pueblos originarios que atendía. Los alimentos del hospital eran tradicionales (basados en el maíz), se disponía de temazcales, y se recurría a baños termales localizados en la periferia de la ciudad, generando una sinergia en favor de los pacientes y de la comunidad médica. Una vez que México se conformó como un Estado nacional, y en particular al adquirir su administración pública un sentido liberal y positivista, la valoración de lo tradicional en cuanto a su incorporación a la medicina moderna fue restringida.
El propósito de inclusión de los saberes y prácticas ancestrales, que tiene en el presente un carácter normativo en los sistemas de salud de México, se deriva de la aparición de corrientes relativamente recientes, ubicadas en las últimas décadas del siglo XX: la antropología médica, la epidemiología sociocultural y la enfermería transcultural, entre otras.
Hacia un modelo Intercultural en Salud Existen condicionantes de la salud que, al tener un carácter social, son independientes o no definidas por la capacidad científica, tecnológica o de recursos de las instituciones médicas y de sus profesionales.
Una de tales condicionantes es la cultura, que puede propiciar un conjunto de factores de notable incidencia en la generación de enfermedades no transmisibles.
En cuanto a la correlación del estilo de vida con la condición socioeconómica, en los sectores de clase media o alta se iden
¿SABÍA QUÉ…?
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tifican en este sentido: inactividad física o sedentarismo, susceptibilidad de acuerdo con la edad –como derivación del primer factor–, dieta guiada por el consumismo (abundante en grasas saturadas, como las grasas de origen animal, por ejemplo), entre otros factores.
La pobreza está vinculada también con el llamado “estilo de vida”, correlación que tiene distintas y hasta opuestas apreciaciones, expresando algunas de ellas clasismo u aporofobia, pero que por otra parte ciertamente conducen a advertir las “enfermedades de la pobreza”. Más allá de las diversas interpretaciones acerca de sus causas, la pobreza incide en la prevención o en la generación de la enfermedad, así como en la verificación o ausencia de cuidados y tratamientos de la enfermedad.
México es uno de los países con mayor diversidad cultural, lingüística y geográfica en el mundo, y el Estado de Sonora lo es también en relación con el país, y es el de mayor diversidad en el norte de la república, con siete etnias originarias, alrededor de 60 lenguas ancestrales, una quinta parte de la población nacida en otros estados, y presencia extranjera permanente.
En México, el propósito intercultural tiene un carácter imperativo y legal, es decir, se encuentra dispuesto por convenios internacionales, artículos constitucionales (1º y 4º), por la Ley General de Salud, el Reglamento Interior de la Secretaría de Salud, los recientes programas sectoriales de Salud, así como por diversas leyes federales, generales y locales, en varias entidades federativas. El protocolo convenido consiste en las fases: respeto (trato con dignidad, con reconocimiento del “otro”, que puede contar con un modelo distinto de percibir la realidad), diálogo horizontal (donde el que se cree ubicado en un “nivel inferior”, logre una relación de igualdad con el que se cree de “un nivel superior”), comprensión mutua (donde se desarrolle la empatía como la capacidad de aplicar el relativismo cultural, el evaluar las creencias o prácticas de acuerdo con el contexto cultural del que provienen) y, finalmente, la sinergia (el resultado de la potenciación de varios elementos que, al articularse, producen un resultado mucho mayor que la suma del efecto de los mismos actuando de manera aislada). Tres aristas a considerar Más allá del modelo oficial –procurando más que un procedimiento acertado–, una visión profunda de lo que conlleva considerar el paradigma de Interculturalidad en Salud nos revela el hecho de que la dicotomía salud/enfermedad, aun cuando típicamente es ubicada en el ámbito de la condición individual, trae consigo la problemática presente en el aspecto macro-social, invariablemente condicionado por el contexto cultural del que forman parte las personas y las comunidades. Así, se encuentran implicados tres ámbitos de la vida social: diversidad cultural, estructura social y salud.
En el rubro de la diversidad cultural debe advertirse la coexistencia de etnias o pueblos originarios, con culturas regionales, integradas por personas no-indígenas o mestizas, así como sectores poblacionales “flotantes”, o de origen migrante. Dentro de la estructura social identificamos: la interacción entre lo que en sociología se nombra “acción individual” (las capacidades de La salud se atribuye al ámbito individual, no obstante, se encuentra condicionada por el contexto cultural. la voluntad personal y de toma de decisiones) y la estructura social (parentesco, organización política e institucional, modelo económico), la anomia o desestructuración social, y las condicionantes socioestructurales de la salud.
En el ámbito de la salud en sí, tiene primacía la ciencia médica, pero se consideran además, los modelos, saberes y formas de atención y prevención de carácter tradicional y/o complementario. Desde una perspectiva socioantropológica, los modelos, saberes y formas de atención y prevención de padecimientos, no se deben restringir a los de tipo biomédico, sino que deben abarcar todos los conocimientos y prácticas para prevenir, tratar, aliviar o curar un padecimiento determinado. EL HOSPITAL REAL DE San José de los Naturales de la Ciudad de México, fue un centro asistencial del siglo XVI, que atendía exclusivamente a la población originaria; era uno de los más avanzados del virreinato, con actividad clínica, docente y de investigación, integró la ciencia europea con los saberes locales.
El perfil epidemiológico, considerado como una relación de múltiples perfiles específicos de quienes conforman una comunidad, en relación con la salud, está integrado por: dependientes de farmacia y vendedores de remedios; parteras y curanderas; terapeutas no biomédicos, acupunturistas y naturistas; enfermeras, bio-epidemiólogos, médicos de instituciones públicas, clínicos biomédicos y médicos privados, entre otros agentes.
Nuestra realidad requiere de una perspectiva epidemiológica incluyente que advierta las profusas dimensiones de nuestra vulnerabilidad como consecuencia de nuestro contexto socioambiental y pluricultural, pero además, y ante ello, la riqueza de conocimientos y recursos que la sinergia intercultural nos puede proveer para lograr un auténtico bienestar. ^ Mtro. Tonatiuh Castro Silva, Sociólogo, Maestro en Ciencias Sociales, Doctorante en Derechos Humanos, Investigador en Secretaría de Cultura-DGCPIU ATENCIÓN INTERCULTURAL Respeto: trato con dignidad y reconocimiento del “otro” en su propio entendimiento de la realidad. Diálogo horizontal: que logre una relación de igualdad. Comprensión mutua: que implique empatía al evaluar las creencias o prácticas de acuerdo con el contexto cultural del que provienen. Sinergia: resultado mucho mayor que la suma del efecto de elementos actuando de manera aislada.
Hospital San José Hermosillo
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Con más de 12 años de historia, Hospital San José de Hermosillo cuenta con infraestructura de vanguardia dotada de la más alta tecnología y, lo más importante, el mejor equipo humano al servicio de la salud de los sonorenses.
Su misión es brindar atención médica integral a la sociedad, cumpliendo estándares de calidad y seguridad en sus ya bien conocidos servicios: hospitalización, radiología e imagen, maternidad, laboratorio, check up y cardiología.
Este 2020 marca un nuevo hito para el hospital con la inauguración del Centro de Alta Especialidad Integral en Oncología de Hospital San José Hermosillo que ofrecerá procedimientos de vanguardia para la detección y tratamiento del cáncer, así como un cuerpo de trabajo integrado por reconocidos especialistas. ^ CONTACTO
Blvd. Morelos #340 Colonia Bachoco Conmutador: (662) 109-0500 Urgencias: (662) 109-0511 Admisión y caja: (662) 109-0538 Hospital San José Hermosillo
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Hospital San José Hermosillo
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