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Pérdida de bosques tropicales puede llevar a una reducción de entre el 10 y 20 % en las lluvias
Un reciente estudio publicado en la revista Nature encontró que existe una relación entre el aumento de la deforestación de los bosques tropicales y la reducción de las precipitaciones.
Por cada punto porcentual de incremento en la deforestación, las reducciones en las lluvias de la Amazonía pueden variar entre 0.11 y 0.35 milímetros por mes.
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Antonio José Paz Cardona
Mongabay
Latam
Diversas investigaciones han demostrado que los bosques tropicales juegan un papel importante en la regulación del clima local, regional y global a través de su impacto en los ciclos de energía, agua y carbono. La presencia o ausencia de lluvias, por ejemplo, depende de la situación en que se encuentren los bosques tropicales, pues de su evapotranspiración —el agua que ellos “transpiran”— contribuye hasta con el 41 % de la precipitación media en la Amazonía y hasta con el 50 % en el Congo. Así que al aumentar la deforestación, disminuyen las lluvias.
Un artículo publicado a principios de marzo de 2023 en la revista Nature analizó cómo la deforestación de los bosques tropicales tiene consecuencias en la cantidad de lluvia que recibe una región. Los investigadores analizaron la pérdida de cobertura forestal y los datos de lluvias en los bosques tropicales entre 2003 y
2017, encontrando una reducción en las precipitaciones en las zonas deforestadas y entre los 5 y los 200 kilómetros alrededor de esas áreas. Las reducciones en las lluvias fueron mayores a medida que se analizaban espacios más alejados de los bosques.
“Está claro que se necesitan políticas globales para frenar y detener la deforestación. Debe haber incentivos significativos para que las personas y las comunidades conserven los bosques restantes y desincentiven la tala”, asegura Callum Smith, autor principal del artículo La deforestación tropical provoca grandes reducciones en las precipitaciones observadas y candidato a doctor en la Escuela de la Tierra y el Ambiente de la Universidad de Leeds en el Reino Unido.
Aumenta la deforestación y disminuyen las lluvias
Los investigadores de la Universidad de Leeds utilizaron imágenes satelitales para identificar los cambios de cobertura vegetal en los bosques entre 2003 y 2017, así como 18 bases de datos sobre precipitaciones: 10 con información proveniente de satélites, cuatro de estaciones de monitoreo dentro de los bosques y cuatro que se obtuvieron al reanalizar y aplicar un mismo modelo climático tanto a los datos satelitales como a los de estaciones de monitoreo. Si bien se tuvieron en cuenta todos los bosques tropicales del mundo, la investigación hizo especial énfasis en las selvas de la Amazonía, el Congo y el sudeste asiático.
Entre las principales conclusiones del estudio está que la pérdida de bosques provocó reducciones importantes en las lluvias a escalas superiores a 50 kilómetros de distancia con respecto a las zonas deforestadas. “Las mayores disminuciones en la precipitación ocurrieron a 200 kilómetros, la escala más grande que exploramos, para la cual 1 punto porcentual de pérdida de bosque redujo la precipitación en 0,25 ± 0,1 mm por mes”, indica el artículo. Esta conclusión se sustenta principalmente en los análisis de información de satélites. Los autores destacan que los resultados de los reanálisis y los datos de las estaciones de monitoreo dentro de los bosques, no apuntan en la misma dirección en cuanto a la fuerte relación entre la deforestación de los bosques tropicales y la reducción de las lluvias. Es decir, en esos dos escenarios las lluvias no observan fuertes variaciones debido a la deforestación. Sin embargo, los autores dejan en claro que “atribuimos esos resultados a escasas mediciones in situ”.
En entrevista con Mongabay Latam, Smith explica que esta falta de información es una gran carencia, pues tener datos in situ siempre será un gran aporte. “Podemos usarlos para verificar lo que observan los satélites y para restringir mejor los modelos climáticos que usan estos datos para proyectar el clima futuro. En las regiones forestales remotas hay tan pocas estaciones de medición que la variabilidad espacial de la lluvia no se puede captar bien”. Sin embargo, comenta que la información satelital también es confiable, ya que los datos de precipitación in situ solo pueden informar sobre las lluvias en la ubicación exacta de la estación.
Por cada punto porcentual de incremento en la deforestación, las reducciones en las lluvias a 200 kilómetros de las zonas deforestadas oscilaron entre 0.12 y 0.82 milímetros por mes en el sudeste asiático, entre 0.11 y 0.35 milímetros por mes en la Amazonía, y entre 0.02 y 0.40 milímetros por mes en el Congo. Los investigadores encontraron que la pérdida de bosques en el sudeste asiático provoca mayores reducciones en las lluvias que las observadas en la Amazonía y el Congo.
El periodo de análisis también incluyó el fuerte fenómeno de El Niño que se vivió entre 2015 y 2016. “Sobre la Amazonía y el sudeste asiático vemos una reducción más fuerte en las lluvias sobre las regiones que experimentaron pérdida de bosques durante los años de El Niño”, se- ñalaron los científicos. Además, los investigadores se refirieron al cambio climático e indicaron que este puede provocar un aumento de las sequías en muchas regiones tropicales, lo que puede verse agravado aún más si la deforestación continúa. Smith destaca que importantes reducciones en las lluvias pueden causarse por cantidades relativamente pequeñas de pérdida de bosques. Esta es una conclusión importante, ya que el artículo también destaca que los resultados del análisis “deben verse como una estimación conservadora de la posible respuesta de las precipitaciones a la deforestación futura [proyectada a 2100 en los análisis]” y que la deforestación puede generar cambios en las lluvias, a niveles locales y regionales, que pueden igualar o superar las predichas en el estudio debido a qué tan intenso sea el efecto del cambio climático.
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