El Proceso de Admisión Es una situación de comunicación, de persuasion y de convencimiento. El trabajo no sólo consiste en dar la información que se solicita, sino en “cerrar una matrícula. Las instituciones educacionales, ya sean colegios, institutos o universidades, seguramente están trabajando sus procesos de admisión 2013. Por eso es importante que me refiera a este tema porque es muy importante distinguir entre QUE se va a hacer (que es un proceso interno de la institución) y COMO se va a hacer (que es la forma en se va a conectar el mercado) y este segundo aspecto es el más importante: cómo se va a relacionar la institución con los postulantes.
El Proceso de Admisión es la etapa final de las estrategias de marketing y publicidad realizadas por la institución educacional durante un período. Es el instante donde se produce la relación directa entre el mercado objetivo y la organización académica. Es el momento en que éste resuelve iniciar un contacto personal ya sea personalmente o por teléfono. El potencial postulante o sus padres, que han estado todo el año recibiendo información de las organizaciones académicas, tiene que tomar una decisión.
En esta etapa, la misión final corresponde al Departamento de Admisión para informar, persuadir y convencer al postulante para que se quede en la institución. El trabajo no sólo consiste en darle la información que solicita sino en “cerrar” una matrícula. Que esa persona, de cuerpo presente o telefónicamente, quede plenamente convencido que esa institución es la mejor opción de todas. Cumplir con las expectativas que asegure lealtad a la marca educacional, es la misión. La orientación al servicio no tiene ningún sentido, y ni siquiera sirve para diferenciarse, a menos que esté definido en relación a las necesidades del postulante. Un aspecto fundamental en un plan estratégico de una organización educacional es la Comunicación Estratégica, tanto la que se realiza internamente en la organización como externamente ante la opinión pública. Se hace mención especial a este aspecto porque en el Marketing de Servicios, en la Relación y Contacto y en todo tipo de acción de Admisión siempre se va a estar comunicando. Todo lo que realiza una Institución educacional comunica. En la Comunicación Estratégica, generalmente, se sabe lo que se debe decir, pero se desconoce como formularlo eficientemente. El verdadero trabajo de la comunicación personal, que realiza el personal de admisión, comienza con la búsqueda de las formas correctas y precisas de entregar el mensaje al receptor o receptores y de encodificar correctamente los contenidos que se desean transmitir.
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Es necesario que quiénes se comunican (el personal de admisión de la institución educacional) conozcan algunos de los mecanismos psicológicos del interlocutor (los postulantes) como son sus creencias, valores y experiencias cotidianas y que ellos utilizan para entender lo que se le dice y tomar una decisión con respecto a lo que se espera que haga. Las personas no generan respuestas a la comunicación a menos que esperen que esas respuestas sean recompensadas. El postulante ya ha entrado a la institución académica. Fue decidido a pedir información personalmente entre una serie de alternativas y opciones académicas similares y que están de acuerdo a sus necesidades estudiantiles. Depende de esa persona, la “señorita de admisión” que se quede o se vaya a la competencia. En otras palabras, está en manos del equipo de admisión el cierre final: la matrícula, como punto de término a la estrategia de marketing y publicidad que fue generada, hace varios meses, para que el potencial alumno vaya a la institución a pedir más información. En muchas instituciones educativas suponen que entregar un folleto y explicar los atributos de la organización es cumplir con el Proceso de Admisión. Es el primer error. Siempre el proceso de admisión es una situación de comunicación, de persuasión, de convencimiento al postulante quién se dio el trabajo de ir personalmente a la institución académica. Es el momento de atenderlo como corresponde.
No existe equipo de admisión sin un conocimiento básico de psicología del comportamiento y sin capacidad de comunicación. El primer requisito es contar con personal que atienda con capacidades empáticas. La empatía es la capacidad que permitirá a las personas que trabajan en admisión imaginar los problemas e inquietudes de los postulantes desde múltiples y variadas perspectivas. Es fundamental la capacidad de escuchar, de la persona que atiende, al postulante, atentamente, construir una solución sobre sus ideas sin juzgarlas y tratar de ir más allá de lo explícito, intentando captar sus pensamientos, sentimientos y creencias. Tomar conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de quién postula. La persona que trabaja en admisión debe tener esta capacidad muy desarrollada para ver cosas que otros no pueden ver y usar esa comprensión para inspirar a quedarse en la institución.
Si tiene dudas o consultas no dude en comunicarse por e- mail. Siempre un contacto es importante.
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