EL PRESTIGIOSO CIRUJANO PLÁSTICO DR. MORALES

Mexico Americano, nací en Galveston, Texas. Mi madre es de México y mi padre era de primera generación en Estados Unidos, nacido en Galveston. Mi madre es la segunda mayor de seis y mi padre era el menor de 13. Yo soy el mayor de tres hermanos. Crecí en un pequeño pueblo llamado Santa Fe. Mis padres estuvieron casados durante 45 años antes del fallecimiento de mi padre en 2021. Lamentablemente, desde una edad temprana, su familia y otras personas le dijeron a mi madre que no sería nada. Afortunadamente, se negó a aceptar eso y se graduó de la universidad, se convirtió en enfermera, luego en enfermera practicante y finalmente obtuvo un doctorado. Ahora está jubilada de una carrera de 30 años en medicina. A ella le debo mi persistencia y tenacidad.

Mi padre también creció con pocas expectativas de su capacidad para triunfar. No tuvo un padre que lo criara y fue educado esencialmente por su madre y sus hermanos mayores. Su familia le dijo desde muy joven que solo sería un excavador de zanjas. Afortunadamente, fue bendecido con talento artístico que lo ayudó a impulsarse y desarrollar más plenamente su potencial. Cuando era niño, era muy ingenioso, creativo y trabajador, rasgos necesarios para sobrevivir en un entorno de recursos limitados. Una de sus salidas creativas fue dibujar en la escuela. Un día, al visitar a la enfermera de la escuela, ella notó sus dibujos, y le habló de un trabajo en el Hospital Shriners Burns para Niños de Galveston. Estaban buscando un asistente con talento artístico. Esto lo llevó a entrevistarse con el escultor médico (que fabrica prendas de presión de silicona reconstructiva y prótesis para niños quemados) y, a la temprana edad de 17 años, fue elegido para ser su asistente. ¡Era su primer y único trabajo! Cuando su jefe se jubiló poco después, mi padre asumió el car- go de Escultor Médico. Durante su carrera, fue uno de los pocos en el mundo que hizo lo que él hizo. ¡Trabajó con cada niño que pasó por ese hospital durante 40 años! Cada niño pasaría por su departamento para la terapia de silicona. Es difícil apreciar completamente el impacto que tuvo en el cuidado de estos niños. Amaba su trabajo. Estaba obsesionado con hacer lo mejor para los niños y ayudarlos con su recuperación después de la cirugía.

Crecí admirando y soñando con hacer lo que hacía mi padre. Vi que amaba su trabajo. Vi su orgullo por lo que hacía y cómo realmente ayudó a la gente. Fue así como yo quise eso para mí futura carrera. Estoy agradecido de haber heredado sus talentos artísticos. Crecí dibujando, esculpiendo y pintando desde muy temprana edad y, por supuesto, mi padre me animaba todo el tiempo. Le rogaba que me permitiera pasar días en su oficina en el verano. Crecí viéndolo esculpir prótesis asombrosas y realistas para estos niños. Veía a los cirujanos plásticos visitar al padre todos los días para trabajar con él en la prótesis que necesitaban para los niños. Me sentaba en la oficina tratando de emular la prótesis de mi padre, esculpiendo orejas, narices y ojos. Los cirujanos plásticos me decían “¡Algún día serás cirujano plástico!” Le decía a mi papá: “¡Solo quiero hacer lo que tú haces, papá!”. Pero él me decía: “Tú vas a ser mejor que yo. ¡Tú serás un doctor!”

Es increíble reflexionar sobre la diferencia entre lo que le dijeron a él cuando era niño y lo que me dijo a mí cuando yo era niño. Con su motivación, ese fue mi enfoque desde la infancia. Quería ser médico no solo para que mi papá estuviera orgulloso de mí, sino también para hacer lo que él hacía, mejorar la vida de las personas y esculpir partes del cuerpo al más alto nivel, como cirujano plástico. Ese era mi sueño.