Razones para Gestión Cultural - Diciembre 2015

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Diciembre 2015

#MGC13ed

RAZONES PARA GESTIÓN CULTURAL

Cui Prodest: Contra el canon de préstamo en bibliotecas D. Manuel Gil



EDITORIAL

Pocos objetos aglutinan tantas facetas de la Cultura e involucran la actividad de los profesionales como el libro. El conocimiento de su universo resulta pues fundamental para la Gestión Cultural.

Estimados amigos: En estos tiempos donde se debate sobre el cómo y los cuantos de la transición a la Cultura Digital sale a relucir la esencia de la escritura como primigenio hito en la gestación cultural, e inevitablemente las miradas derivan hacia ese objeto fruto del ingenio maguntino y la traslación de la técnica vitivinícola. El libro. Pocos objetos en sí poseen tanta relevancia en la transformación de la historia de la civilización. Y pocos objetos aglutinan tantos oficios y tareas

de la Cultura a su alrededor: edición, diseño, corrección, archivo, comercialización, distribución, difusión,... . El Libro es industria y artesanía; es un poliedro de la Gestión Cultural. Es por ello que en el Máster en Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid se le reserva un papel primordial dentro del módulo que coordina Emilio Torné. El recién terminado congreso Litterae, centrado en su decimonovena edición el vínculo recíproco entre Cultura y


Diseño, que organiza la asociación homónima, y que acoge este propio Máster, supone el culmen de este apartado dentro de nuestro programa de estudios. En él nuestros alumnos han podido conocer de primera mano y por boca de los principales especialistas nacionales las cuestiones capitales que atañen a este área de la Cultura, y por ende, al universo del libro. Dado nuestro afán transdisciplinar en la formación en Gestión Cultural es lo que nos ha llevado a rescatar del pasado reciente un interesante artículo de Manuel Gil, docente en nuestro programa, sobre el polémico canon del préstamo en la bibliotecas.

Emilio Torné

Oportuna y pertinentemente Manuel Gil aborda esta controvertida cuestión desde varios flancos: la legitimidad legal y ética, la conveniencia y el impacto mercantil, la funcionalidad de las instituciones culturales. Añade, además, una lista de referencias muy útiles para desarrollar el criterio propio y construir una postura personal contrastada en los pareces de profesionales como Julián Marquina y organizaciones como ANABAD.

Coordinador Módulo Diseño y Edición Máster Gestión Cultural UC3M


CUI PRODEST: CONTRA EL CANON DE PRÉSTAMO EN BIBLIOTECAS

Las bibliotecas son una inversión y no un gasto, negar esta consideración entra, a mi juicio, en la categoría de la imbecilidad más absoluta. Como ciudadano y autor, soy de los que piensan que un país se mide por su cultura, por sus bibliotecas y sus librerías, es por ello que cuando este verano leí la publicación el 1 de agosto en el BOE del Real Decreto 624/2014, de 18 de julio, por el que se desarrolla el derecho de remuneración a los autores por los préstamos de sus obras realizados en determinados establecimientos accesibles al público, no daba crédito a lo que leía. Pensé que los rigores térmicos del Mediterráneo

me confundían. Este canon se estableció en el año 2007 ante la obligación de adecuarnos a una directiva comunitaria (Directiva 2006/115/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo). Como soy de los que piensan que no todo lo que viene de Europa es bueno per sé, sino más bien lo contrario, debo señalar que el origen de este asunto proviene de 1992. Algunos países nórdicos estaban seriamente preocupados por las importaciones de libros de lengua inglesa, lo que les llevó, en un intento de proteger la creación intelectual autóctona, a plantear la necesidad de una tasa compensatoria de sus autores


nacionales. Veían con claridad que su propia lengua y su industria editorial corría muchos riesgos. Pero no olvidemos que ni esos países, ni sus sistemas bibliotecarios, nivel de población, renta, cultura, tasas de lectores, etc, son ni remotamente parecidos a los países del sur, ni los sistemas bibliotecarios son comparables, y mucho menos al español. Para aquellos editores y libreros que quieran ver la historia de este canon pongo al final el enlace a un texto explicativo magnífico. “LA SITUACIÓN DE DETERIORO DE TODO EL SISTEMA BIBLIOTECARIO ESPAÑOL EN ESTOS AÑOS HA SIDO BRUTAL”.

El canon entrará en vigor a partir de enero de 2016, mediante una fórmula que computa el número de inscritos en el sistema de bibliotecas (a razón de 0,05 euros) y el número de préstamos (a razón de 0,004 euros), pero ya desde este año y hasta 2016 se deberá comenzar a pagar a razón de 0,16 por cada libro o publicación adquirida. La recaudación será efectuada por las entidades de gestión de derechos, es decir, Cedro. El tema es que este canon nunca fue pagado, el Ministerio abonó desde 2009 lo estipulado para las bibliotecas Públicas del Estado. Desconozco si el

Estado abonó todos los años hasta ahora o algún año directamente tampoco pagó.

La situación de deterioro de todo el sistema bibliotecario español en estos años ha sido brutal. Entre 2008 y 2012 la reducción presupuestaria en las bibliotecas públicas de España (las cuales suponen el 62,9% de todas las bibliotecas) fue del 35,9% y tuvieron una disminución del 43,6% en las adquisiciones de las colecciones. Me centro en las adquisiciones, pero también ha afectado a todo el conjunto de infraestructuras y servicios, incluyendo personal, con una reducción media de empleados de una persona por cada cinco de la plantilla. Los datos que ofrece el Observatorio de la Cultura muestran que el presupuesto disponible para dotar de nuevos títulos a las 52 bibliotecas del Estado sufrió entre 2008 y 2012 una caída en la inversión de más del 60%. El asunto es que el sistema bibliotecario español está hoy en una situación ciertamente preocupante, por lo que este canon no solo es injusto sino que supone un ataque directo a un servicio púbico ya muy deteriorado.


¿DE CUÁNTO DINTERO ESTAMOS HABLANDO?

Aunque he hecho algunos números, el problema no es de cantidad, es de concepto, puestos a cuantificar, y en este punto admito que pueda estar terriblemente equivocado, por lo que admitiré con humildad que este dato me lo pueda corregir cualquiera de mis amigos bibliotecarios/as, podría alcanzar los 759.376 euros al año. ¿Cómo llego a esa cifra? Con los datos de 2012, multiplicando los usuarios inscritos (11.765.408 por el ratio de 0,05 que fija la Ley) y sumando el número de préstamos (42.776.531 por el ratio de 0,004 también fijado por la Ley). ¿Y aquí surge ya una reflexión? ¿Este canon supondrá ya una merma en las paupérrimas adquisiciones? Como lo que nos dicen es que este dinero es para compensar a los autores he hecho también una comprobación. Cedro tiene al día de hoy 22.235 socios, de los cuales 20.309 son autores y 1.926 editoriales. Si la proyección de ingresos que establezco fuese repartida con un criterio igualitario ara todos el reparto quedaría cómo muestro: ESTIMACIÓN DE INGRESO

759.376

Socios CEDRO Autores Editoriales Ingresos por autor Ingresos autor y editoriales

22.235 20.309 1.926 37,39 € 34,15 €

Un autor recibiría entre 34 y 37 euros, una retribución económica absolutamente simbólica que dudo mucho suponga un cambio en la microeconomía del autor. Siempre y cuando el reparto sea el mismo para todos los inscritos. “A MI JUICIO, LA VORACIDAD RECUDATORIA DE LAS ENTIDADES DE GESTIÓN ES DESDE HACE YA MUCHO TIEMPO SOCIALMENTE INDESEABLE”.

El texto habla de que Cedro repartirá el dinero recaudado con un criterio objetivo, proporcional y de público conocimiento. Esto me hace presuponer que Cedro retendrá un porcentaje propio. El problema, como autor que soy, es que el derecho a percibir la remuneración es irrenunciable, las entidades de gestión cobrarán sí o sí, con independencia de tu planteamiento. A mi juicio, la voracidad recaudatoria de las entidades de gestión es desde hace ya mucho tiempo socialmente indeseable. ¿Por qué estar radicalmente en contra de esta tasa? • Cuando una biblioteca adquiere un libro está garantizando el acceso de los usuarios a ese documento hoy y para siempre. • Cuando una biblioteca compra un


libro ya está abonando derechos de autor (normalmente el 10% del PVP). • La desaparición de fondo de las librerías conlleva que libros con una cierta antigüedad en su edición sólo puedan ser leídos en bibliotecas. • La descatalogación continuada de fondos determina que el acceso a esos fondos solo pueda ser garantizado por el sistema bibliotecario. • Es un repago añadido en una penosa y maltrecha situación de las adquisiciones bibliotecarias. • El pago de la tasa repercutirá en menor presupuesto disponible para adquisiciones. • Sobreentiendo que el canon de préstamo también se aplicará al libro electrónico. • Obliga a las bibliotecas a pagar por cumplir un servicio que el artículo 13, punto 4, apartado C de la Ley 10/22.007 de la Lectura, del Libro y de las Bibliotecas les confiere. • Si alguien piensa que un libro prestado es un libro no vendido es que vive en otra galaxia. • El préstamo de un libro en una biblioteca no es una transacción comercial. • Cuando la edición habla de la piratería remite siempre a que el libro está en las bibliotecas. • Las bibliotecas han sido y son aliados naturales de la edición. • La defensa de un servicio público

esencial para la ciudadanía exige apoyar su mejora y no incentivar su deterioro. • La compensación a los autores es una engañifa por parte de las entidades de gestión.

¿Y EL MUNDO DE LA EDICIÓN QUÉ DICE?

De momento nada de nada. Tan solo he visto a Valentín Pérez (Editorial Minobitia) salir y manifestar su opinión muy disconforme con el canon. Creo justificado, en defensa de la superviven cia de este servicio público, que las editoriales apoyen la retirada del canon. Digo esto también referido a los libreros. Todos los que leen habitualmente este blog saben que he defendido con vehemencia el que se establezca un plan nacional de dotaciones que pase por las librerías. Y como es natural también creo llegado el momento de que los autores muevan ficha. Apoyar los derechos de propiedad intelectual no debe suponer volvernos locos. A mi juicio, frente a una ley injusta, la desobediencia civil es obligada. No hay que pagar, a ver si las entidades de gestión envían un cobrador a la puerta de las bibliotecas. De ser así, el esperpento nacional ganaría mucho.


A continuaci贸n, una serie de links de los profesionales del sistema bibliotecario para que editores y libreros puedan forjarse una opini贸n propia sobre el asunto:

@JulianMarquina

D. Manuel Gil

Consultor editorial



Universidad Carlos III de Madrid Campus Puerta de Toledo Ronda de Toledo nº 1, Madrid.

Tel (+34) 91 624 58 41 Fax (+34) 91 624 86 23 mgc@postgrado.uc3m.es

Coordinador de contenidos Jaime Cubas Edición y maquetación Marina Mateo Imágenes de portada y artículo Marina Mateo Textos Cui prodest: contra el canon de préstamo en bibliotecas antinomiaslibro.wordpress.com 01/09/2014


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