Noviembre 2015
#MGC13ed
RAZONES PARA GESTIÓN CULTURAL
Transparencia en Cultura: Aproximación 2.0 Carme Rodríguez
EDITORIAL
Previa, y transversalmente, a la capacidad resolutivva que suele ser el único indicativo de actividad profesional, se debe encontrar un ejercicio de reflexión y conocimiento, que permita encauzar el trabajo con el mayor tino y la máxima eficiciencia.
Estimados amigos: Desarrollar la actividad profesional dentro de un ámbito suele estar identificada con la capacidad resolutiva, la cual es un pertinente indicador. Si bien, en la #ActualidadCultural, un área compleja donde el éxito de los proyectos no es un resultado unívoco y en la valoración de la profesionalidad hay que tener en cuenta factores como el criterio mantenido y la predisposición a plantearse interrogantes. Este es el motivo que nos impulsa a, una vez al mes, rescatar del pasado reciente textos que
estimulen las #RazonesPara #GestiónCultural. En el marco del inicio de la decimotercera edición del Máster en Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid, y con la constatación por parte del profesorado y profesionales de la Gestión Cultural formados en nuestras aulas, queremos centrar la mirada en una de las áreas intuitivamente menos representativas del plan formativo, pero sin duda como el resto, de interés estructural. Se trata
del ámbito jurídico que compete a la Cultura. Un profesional de la Gestión Cultural debe ser capaz de tener respuestas para las dudas que se planteen, encontrar soluciones a los problemas que diagnostique y plantear las interrogantes oportunas para ir más allá de lo hasta ahora hecho, para crecer. Para todo ello, una consistente concepción de la realidad jurídica es fundamental. Aprovechando la reciente celebración del Foro Internacional para la Cultura Libre 2015, hemos querido poner el foco sobre un interesante artículo que aborda la problemática de la transparencia en el sector Cultural. Una necesidad que viene marcada por la demanda de una mayor fiscalización del uso de los recursos públicos y de
Jaime Cubas
Coordinador de Contenidos Máster Gestión Cultural
una demanda de acceso funcional a la información para así poder mejorar la igualdad de oportunidades. El texto de Carme Rodríguez, además de por la pertinencia y oportunismo temática, destaca por ofrecer un punto de partida para abordar la cuestión por cuenta propia tirando de las distintas fuentes documentales mencionadas. Además, demuestra la potencia del trabajo en comunidad al estar enriquecido con las glosas de profesionales de la Gestión Cultural como Pilar Gonzalo y Pepe Zapata. Porque es posible mantener y crecer culturalmente, porque otra Cultura es posible, con el compromiso de todos y con los profesionales guiando la senda.
TRANSPARENCIA EN CULTURA: APROXIMACIÓN 2.0 “Esta mañana estaba centrada en otro tema cuando se me fueron los ojos hacia Twitter, inevitable, y volví a leer otra vez algo sobre una cuestión que hablé hace algunas semanas con Pilar Gonzalo [...], y que justo al día siguiente consulté con mis compañeros de trabajo ya que me vinieron muchas dudas. Así que con ‘deberes’ pendientes y ganas de aportar mi granito de arena, aquí dejo estos pequeños apuntes, [...]: sobre transparencia 2.0 en la administración pública y en el sector cultural”
- Carme Rodríguez
La administración pública es el ente público por excelencia de la organización de nuestra sociedad, la armadura de una sociedad a la que debería proteger y tutelar, así como rendir cuentas de todas las gestiones que realiza para el beneficio de todos sus ciudadanos ya, que en un principio y bajo las directrices de un sistema democrático, son sus propios ciudadanos quienes eligen a quienes les representan en unas instituciones públicas que al mismo tiempo construyen toda la estructura de la administración pública. Si seguimos este principio básico, es de recibo pensar que cualquier ciudadano puede
querer estar al día de todas las gestiones y decisiones que se toman en su nombre, es decir, que la administración pública estaría obligada a ser transparente y facilitar la información que requiriera el ciudadano. Esa es la teoría. Sumemos a esa teoría que dichas prácticas se llevan a cabo por canales de publicación obligatoria como boletines oficiales del Estado, boletines autonómicos como el DOGC, boletines de provincia, actas de plenarios, etc… Sumémosle también la actual coyuntura de crisis económica, el descrédito de algunos organismos (ex: Senado, Diputaciones, Consells comarcals…), las políticas de recortes, los casos de corrupción y obtendremos
como resultado una crisis de credibilidad de las instituciones.
Desde el 2003 la Unión Europea promueve políticas de uso y reutilización de la información de carácter público cuyo objetivo es facilitar al máximo al ciudadano el acceso a los datos públicos y ganar en transparencia, por lo que las últimas tecnologías e internet eran el canal más propicio para ese fin: nació el open data de los gobiernos. Desde entonces bastantes organismos públicos de aquí se han ido poniendo las pilas a diferentes velocidades: el Gobierno Vasco con su gobierno abierto fue el pionero dentro del Estado español, luego le siguió la Generalitat de Catalunya y la lista se va ampliando. Se ha empezado, pero todavía queda mucho por hacer, desde colgar las actas de plenos municipales hasta los números de grandes empresas públicas, pero esta actuación ya se ha convertido en ese paso inevitable y obligatorio de cualquier institución pública para ganarse la confianza social.
Y AHORA HABLEMOS DE CULTURA.
Pues sí, todavía queda mucho por hacer, y muchísimo, por no decir casi todo, en el sector cultural. Si dejamos de lado todo lo relacionado con contenidos puramente culturales con los cuales se está trabajando desde hace mucho desde el mundo open data para fomentar el conocimiento libre (léase Wikipedia, laboratorios… u otros más tutelados por la propia UE como Europeana), casi nada se ha tratado y
puesto al fácil alcance del ciudadano como es todo lo relacionado con la gestión dentro del mismo sector, es decir, desde la publicación on line de procesos y valoraciones sobre concesiones de subvenciones, presupuestos detallados, planes estratégicos, planes de usos, rendición de cuentas, promociones laborales, precios públicos y ese largo etcétera que ayudan a conocer mejor las entrañas de cualquier institución cultural y que permitirían en muchos casos entender el por qué de muchas decisiones o la aplicación de determinadas medidas, o su mala gestión.
Así encontré un capítulo del imprescindible libro ‘Decálogo’ que publicó el colectivo 10penkult , una iniciativa dirigida por Tabakalera en Donosti el año pasado, que habla sobre la transparencia institucional y la transparencia en las instituciones culturales, así como ceder el uso a terceros de esos datos. Y rebuscando entre artículos también encontré una interesante referencia en El Cultural sobre la futura ley de transparencia y los museos que rinden cuentas. Así que, como bien se puede suponer, con tanta poca experiencia ejecutada existen pocos ejemplos de buenas prácticas en transparencia en red sobre gestión cultural. Aquí podemos ver algunas: 1. Artium es uno de los pocos ejemplos en transparencia que existen, como ya me había vaticinado mi amiga Pilar Gonzalo. En un interesante estudio que publicó la Fundación Compromiso y transparencia sobre este asunto en la web de los museos españoles de 2010. 2. Del Ajuntament de Sant Cugat de Barcelona en la publicación de los presupuestos consolidados por partidas, también del Dep. de Cultura.
3. Del ICUB - Institut de Cultura del Ajuntament de Barcelona- en la publicación de los precios públicos sobre las actividades y servicios de todos los equipamientos culturales de la ciudad de Barcelona. Y PARA ACABAR
Una última reflexión que quisiera lanzar: a parte de la obligatoriedad, y condición sine qua non de aplicar la transparencia en la administración pública, también creo indispensable aplicar los mismos criterios a cualquier institución que recibe dinero público. Del mismo modo, ¿no sería gratificante que las instituciones de carácter privado que, aunque no sean de gestión pública? Estas se deben a sus públicos, mecenas y sociedad en general, lo que viene a ser una parte importante de la RSC o responsabilidad social empresarial, aplicable, evidentemente a cualquier otro sector que sienta ese deber ético hacia la sociedad de la que es también parte integrante… Pero sobre eso ya habrá tiempo de escribir. Espero que bien pronto se pueda ir alargando esta lista, una necesidad para nuestros ciudadanos y una obligación para nuestras instituciones culturales.
Si conoces más casos, adelante divúlgalos para que todos podamos tomar nota y aprender. Gracias por la reflexión, Pilar, ¡y salud, cultura y transparencia para tod@s! APORTACIONES COMUNITARIAS
El otrora Dircom del Mercat de les Flors de Barcelona, Pepe Zapata, aporta esta información: “Hay más transparencia en la rendición de cuentas de lo que parece, pero menos de lo que debería”, y envía un ejemplo de transparencia desde su institución. Gràcies, Pepe! - Gracias a @toneta, en lo referente a medios audiovisuales, otro sector importante en el ámbito de la Cultura, pude conocer la iniciativa TV3 y Catalunya Ràdio són teves.
Carme Rodríguez / @carmemix Historiadora y postgraduada en diseño y comunicación, es gestora cultural especializada en comunicación y tecnologías. Participa en proyectos colectivos relacionados con patrimonio y políticas culturales.
Esta plataforma en defensa del servei públic de ràdio i televisió de Catalunya, es un espacio de opinión de los propios profesionales de la casa, otro gran ejemplo por la transparencia en la gestión y realización de contenidos de interés público, también en lo que a administración pública se refiere.
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Coordinador de contenidos Jaime Cubas Edición y maquetación Marina Mateo Imágenes de portada y artículo Marina Mateo Textos Miniapuntes de transparencia y opacidad 2.0 en el sector cultural público lestraperlista.wordpress.com