3 minute read

Trabajar con las claves

Trabajar con las claves

A continuación te proponemos dos estrategias eficaces y muy fáciles para conseguir una recuperación fácil y correcta:

Advertisement

- Asociar los nuevos conceptos con otros que son familiares. - Asociar los nuevos conceptos entre sí construyendo una historia creativa.

La primera evidencia histórica sobre un sistema eficaz para recordar, se sitúa hace unos 2500 años, época en la que Simónides (famoso poeta griego) desarrolló una técnica dirigida a la memorización de discursos por los oradores. El procedimiento consiste en elaborar una imagen de un escenario familiar y generar imágenes específicas de los objetos o eventos que se pretende recordar, situándolas en determinados lugares del escenario. Así, para memorizar una lista de palabras (palabras clave), se elaboran imágenes de las mismas y se sitúan en lugares bien conocidos de un trayecto habitual o en puntos determinados de un lugar muy familiar como puede ser el propio domicilio. Después, para recuperar la información bastaría con que se volviese a recorrer mentalmente el trayecto viendo los contenidos que se situaron en cada lugar.

Tenemos que hacer una exposición oral de un tema en la clase y no podemos auxiliamos de apuntes. Supongamos que las palabras clave de esta exposición son: Ganado, máquina, tejidos, empleo, comercios y consumidores. Decidimos usar esta estrategia y asociadas a un lugar que nos es familiar, como puede ser el interior de nuestra casa. Para preservar el orden de las palabras clave de la exposición, también habremos establecido un orden en los distintos puntos de referencia del interior. Suponiendo que nos encontramos en la puerta y permitimos que nuestra mirada vaya recorriéndolo siguiendo el sentido de las manecillas del reloj, desde nuestra izquierda a nuestra derecha, necesariamente quedará establecida una sucesión ordenada de puntos de referencia. Por ejemplo: Puerta de la cocina, sofá, estantería, lámpara de pie, televisor, vitrina, mesa del comedor, cuadro, etcétera. Ahora solamente hay que colocar cada imagen de las palabras clave en los lugares de referencia: en la puerta de la cocina vemos una oveja (ganado), sobre el sofá vemos una máquina que transforma la lana en hilo, en la estantería sólo hay piezas de tela (tejidos), etcétera.

Otro sistema que se utiliza con mucho éxito cuando se' trata de recordar una serie de conceptos desligados entre sí es el de la historia creativa: con las palabras clave se construye una historia que establezca una relación lógica entre los conceptos que hay que recordar. Por ejemplo, en la narración anterior, los conceptos sediento, máquina de refrescos, monedas, golpear y frustración, son fáciles de recordar por- que siguen una secuencia racional integrada en una historia. Aprovechando esta ventaja de la narración, podemos construir narraciones simples que integren las palabras que nos interese recordar.

57

Debemos recordar los nombres de los elementos que componen el oído: Pabellón auricular, conducto auditivo, tímpano, martillo, yunque, estribo, ventana oval, vestíbulo, conductos semicirculares, codea, conducto auditivo interno, etcétera. Imagina por un momento que un enanito quiere hacer una exploración por tu oído; llega al pabellón auricular de tu oreja y después de deslizarse por los pliegues externos haciéndote cosquillas, se introduce por el conducto auditivo, donde comienza a resultarte un poco molesto, y avanza hasta que se topa con el tímpano; con sus manos abre una pequeña grieta (aquí no hace falta que te imagines que duele) y se introduce en el oído medio; allí se sorprende porque cree que ha entrado en una herrería, pues se encuentra con un martillo, un yunque y un estribo. De ahí accede al oído interno por medio de la ventana oval, perdiéndose en un laberinto donde hay un vestíbulo y unos conductos semicirculares que lo llevan a la cóc!ea; en ella da unas vueltas y va a parar al conducto auditivo interno, viéndose obligado a descansar a causa de lo mareado que se encuentra...

Recuperación de la información

Por lógica, cuando nos enfrentamos al repaso no es necesario volver a leer todo el material, como hacen muchos estudiantes que no conocen los sistemas de trabajo que se han ido exponiendo.

Lo propio es realizar en nuestra mente el ejercicio de recuperación de la información que deseamos, auxiliados por las palabras clave que nos suministrarán el resto de información que a ellas se encuentra unida.

Una vez efectuada esta operación, se comprobará, consultando el texto, cuán buena ha sido la recuperación que hemos hecho. Si se nos ha pasado por alto algún detalle, volveremos a poner atención reforzando la asociación del detalle olvidado con los que se recuerdan con seguridad. En el siguiente repaso se podrá comprobar que la corrección quedó solucionada.

58

This article is from: