RELEVANTE
NATURA
Domingo 12 de septiembre del 2015
Entrevista a Julia “Butterfly” “Me adentré en el bosque y por primera vez experimenté lo que significa de verdad estar vivo. Entendí que yo formaba parte de aquello. Poco después supe que la Pacific Lumber Maxxam Corporation estaba talando esos bosques y mi confusión fue total.
Julia “Butterfly” “Me adentré en el bosque y por primera vez experimenté lo que significa de verdad estar vivo”
El legado de Luna El 10 de diciembre ya sobrepasaba los 1000 metros de altura y 2000 años de edad decidieron cortar el gran arbol para construir un centro comercial sobre el terreno, pero alguien se cruzó en el camino de Luna como era llamado el arbol que cambio sus vidas para siempre.
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NATURA
ENTREVISTA
Julia subida en uno de los brazos de Luna
Vivió dos años sobre un árbol
Activista que decidió interrumpir la tala de un árbo del 500 años viviendo sobre él Jorge Mendoza jmendoza@gmail.com
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uando Colón pisó América por primera vez, Luna (una secuoya de 60 metros de altura) tenía ya 500 años. El 10 de diciembre de 1997 cuando su tronco sobrepasaba los 1000 anillos, el destino y una motosierra se cruzaron en su cepa. Julia Butterfly Hill, una activista de 23 años, decidió interrumpir lo inevitable y encaramándose al árbol impidió la inminente tala. Pasó 738 días entre sus ramas y sin poner un solo pie en tierra obligó a la compañía maderera, tras durísimas negociaciones, a indultar el árbol y a todos sus hermanos cercanos. Luna es una de las milenarias secuoyas del bosque de la ciudad de Stanford en California. A finales de 1997 la Pacific Lumber Company irrumpió en la arboleda de 60 mil hectáreas para iniciar la deforestación de uno de los ecosistemas más importantes de la zona. Pero en su camino se topó con una tozuda mariposa. Julia Butterfly Hill nació el 18 de febrero de 1974 en Arkansas. De familia muy humilde estudió en su casa hasta los 12 años. Su padre era un predicador itinerante y su casa una caravana que compartía con sus tres hermanos. La
vida nómada y ambulante y la influencia paterna la educaron en la escasez y el pragmatismo. Cuenta en su biografía que cuando era ya una adolescente, en una de las asiduas caminatas por la naturaleza con su familia, una mariposa aterrizó en su hombro y permaneció con ella durante todo el trayecto…metáfora de la aventura de su vida sirvió también para acompañar su nombre para el resto de sus días. Pero fue con 22 años y una experiencia traumática a modo de grave accidente de tráfico lo que convirtió a Julia en la activista verde que conmocionó a un país entero. El percance dejó graves secuelas cerebrales que requirieron un lento proceso y terapia intensiva. La proporción y el valor del tiempo cambiaron para siempre en Julia que dedicaba sus largas horas de rehabilitación a la contemplación subversiva de los fastuosos bosques Californianos. La crisálida dejó paso entonces a la mariposa. Cuéntanos acerca de ti que es lo que hacias antes de ser una ecologista Tengo 27 años. Nací en Missouri y estudié en casa hasta los 12 años. Soy licenciada en Empresariales y me
doctoré en Humanidades subida al árbol donde viví de los 23 a los 25 años. Dirijo mi fundación, Cicle of Life. Soy muy espiritual. Publico “El legado de Luna (RBA), cuyos beneficios son para proteger el medio ambiente ¿Qué sucedió después del accidente? Me adentré en el bosque y p or primera vez experimenté lo que significa de verdad estar vivo. Entendí que yo formaba parte de aquello. Poco después supe que la Pacific Lumber Maxxam Corporation estaba talando esos bosques y mi confusión fue total. Rezar, pedir orientación sobre lo que debía hacer y lo tuve claro. Contacté con la asociación Earth Firs, que hace sentadas en los árboles para impedir su tala. Así llegue a “Luna”, una secuoya milenaria de 60 metros. Que se convirtió en su hogar … Sí, aunque la idea era estar sólo dos semanas, nadie llegó a sustituirme y después de haber visto desde la copa de “Luna” la destrucción de aquel bosque ya no pude bajar. ¿Cuáles fueron las principales lecciones que aprendiste con Luna? Aprendí muchas cosas de Luna y de
aquella experiencia. Entre ellas aprendí a sobrevivir a las tormentas y a las dificultades de la vida de la misma manera en que lo hace un árbol: enraizándome a la Tierra y a mis obligaciones; creciendo por medio de alargarme y estirarme hacia todo lo posible, pero siempre permaneciendo flexible (y no rígida) en mis pensamientos y acciones. Descubrí que el amor incondicional es una de las fuerzas y herramientas
“Nadie tiene derecho a robar al futuro para conseguir beneficios rápidos en el presente. Hay que saber cuándo tenemos suficiente” más grandes que tengo. Un árbol asimila nuestras toxinas y las transforma en aire puro y un clima estable. Y cuando lleva a cabo este proceso, crece. Y yo también creceré si, continuando comprometida con el amor incondicional, escojo el reto de transformar la intensidad, la negatividad y la violencia de nuestro mundo en curación, creando así una diferencia positiva. Los árboles también me han enseñado a ser paciente.
¿Cómo era su vida allí arriba? Vivía en una plataforma mínima cubierta por una lona. Tenía un pequeño hornillo, un cubo con una bolsa hermética para hacer mis necesidades y una esponja con la que recogía el agua de lluvia o nieve para lavarme.Para consolarme pensaba en las familias de Stanford que a causa de la tala del bosque se inundaron y se quedaron sin casa. Sí, la Pacific Lumber comenzó a talar árboles a mi alrededor. Aparecieron helicópteros, quemaron los bosques durante seis días, el humo destrozó mis ojos y mi garganta, y me llené de ampollas. Luego montaron guardias día y noche para que no me pudieran suministrar comida. Acabe amargada, chillando, dando golpes, al borde de la locura. Sabía que aquella furia me destruiría. Así que recé y medité. Debía hallar dentro de mí el sentimiento de amor incondicional, inclusive hacia aquellos que querían destruir. ¿Te sentiste de algún modo portavoz de los árboles? Los árboles necesitaban a alguien con quien comunicarse de modo que las demás personas pudieran entenderlos. Por otra parte, lo que al final permitió
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tros miedos. Hay que quedarse quieto y escuchar, mirar hacia la oscuridad interior u aprendí a conocer a “Luna”, iba sin arnés y descalza; me movía por el árbol con soltura. Conocía cada insecto y cada rincón. ¿Cuál fue el momento más mágico? Al alcanzar la cimade “Luna” me puse de pie y estiré los brazos hacia el cielo. La fuerza del árbol me atravesaba. Estaba en un equilibrio perfecto, era una con la creación. ¿Y cuándo apareció la prensa? A los seis meses de mi sentada me convertí en un personaje público: Venían a hacerme entrevistas al árbol y me visitaron todo tipo de celebridades. Era abrumador. Ayunar y rezar. Cuando uno purifica su cuerpo también limpia su mente. Dio resultado. Apareció un activista forestal que me ayudó a organizar la oficina de prensa. El árbol se llenó de tecnología y llegué hasta a hablar en directo con el Senado. ¿El universo siempre le envía lo que pide? No siempre nos envía lo que queremos, pero si lo que necesitamos, y a veces algo más para que vayamos haciéndonos fuertes. Procuré comportarme sin apego a lo que estaba llevando a cabo; si no, los vaivenes de las emociones me habrían agotado.
obtener la victoria sobre los madereros fue tratarles como seres humanos. Las soluciones tienen que abarcar nuestra humanidad; de otro modo no funcionan. ¿De verdad eres así?… Entonces, ¿qué estas haciendo en un árbol? Aquella conversación rompió algunas barreras y dejaron de insultarme. Pero con el tiempo hasta Herat Firs se me puso en contra: no había pedido permiso a nadie para quedarme en “Luna”. Aguanieve, granizo, viento huracanado y síntomas de congelación. Las tormentas eran tan estruendosas y tenía tanto frío que no conseguía dormir y empecé a derrumbarme. Sabía que iba a morir si continuaba allí. Estuve a punto, estaba desquiciada Pero entonces me pareció oír la voz de “’Luna” que me decía: “Julia, piensa en los árboles bajo la tormenta; jamás permanecen rígidos, se dejan mecer por el viento. Déjate llevar y sobrevivirás”. Dejé que el viento me arrastrara por la plataforma, que todo a mi alrededor se desgarrara. Relajé mis músculos, lloré y grité: “¡Llévate mi vida si quieres!”. ¿Ya nada le importaba? Cuando cesó la tormenta me di cuenta de que al desprenderme de todo apego, incluido el apego a mí misma, nadie tenía ya poder sobre mí. No iba a volver a vivir con miedo. La transformación sólo se produce cuando podemos encarar nuestros apegos y nues-
¿Qué hiciste tras tu acto de resistencia allí con Luna? Cuando bajé, me llevaron a Nueva York para que me entrevistaran en el Today Show (un popular programa matutino de la televisión norteamericana) y en las revistas más prestigiosas, participé en conferencias… y empecé a interpelar a quienes me escuchaban.
Me adentré en el bosque y por primera vez experimenté lo que significa de verdad estar vivo Durante años, cuando la gente me preguntaba qué podía hacer para promover el cambio, respondía: “¿Cuál es tu árbol?”, como una especie de metáfora para preguntar por el objetivo y la pasión de sus vidas. De hecho, esta misma pregunta se convirtió en el nombre de una asociación que contribuí a crear en 2007 en Texas: What’s Your Tree? El objetivo de dicha asociación es ayudar a que las personas encuentren el compromiso y la pasión de su larga vida. ¿Cuáles son tus principales actividades y compromisos en la actualidad? En estos días la mayor parte de mi trabajo se basa en respaldar a aquellos grupos que trabajan en siertas cuestiones relacionadas con los temas que me preocupan: les ofrezco preparación y asesoramiento, les ayudo a recaudar fondos y también a que obtengan el apoyo de la comunidad donde ejercen su labor y de los medios de co-
municación. Soy fundadora y asesora de The Engage Network [La Red de la Implicación], What’s Your Tree [Cuál es tu Árbol], Women’s Earth Alliance [Alianza de Mujeres por la Tierra], Generation Waking Up [La Generación que Despierta], y he ayudado a muchas asociaciones más. También doy charlas y dirijo talleres para motivar a la gente a que marquen la diferencia en sus vidas y en el mundo; durante siete años participé en una media de 250 eventos al año. Además, hago coaching a personas individuales para ayudarlas a superar sus retos personales y laborales. Cuéntenos el gran secreto Aprendí de primera mano que todo está interconectado, desde los organismos del suelo que llevan los nutrientes a “Luna” hasta las estrellas a millones de años luz, y todo lo que hay entre ambos extremos. —¿Cuáles fueron las principales lecciones que aprendiste con Luna? —Aprendí muchas cosas de Luna y de aquella experiencia. Entre ellas aprendí a sobrevivir a las tormentas y a las dificultades de la vida de la misma manera en que lo hace un árbol: enraizándome a la Tierra y a mis obligaciones; creciendo por medio de alargarme y estirarme hacia todo lo posible, pero siempre permaneciendo flexible (y no rígida) en mis pensamientos y acciones. Descubrí que el amor incondicional es una de las fuerzas y herramientas más grandes que tengo. Un árbol asimila nuestras toxinas y las transforma en aire puro y un clima estable. Y cuando lleva a cabo este proceso, crece. Y yo también creceré si, continuando comprometida con el amor incondicional, escojo el reto de transformar la intensidad, la negatividad y la violencia de nuestro mundo en curación, creando así una diferencia positiva. Los árboles también me han enseñado a ser paciente. ¿Ahora en que estás emprendiendo? —En estos días la mayor parte de mi trabajo se basa en respaldar a aquellos grupos que trabajan en cuestiones relacionadas con los temas que me preocupan: les ofrezco preparación y asesoramiento, les ayudo a recaudar fondos y también a que obtengan el apoyo de la comunidad donde ejercen su labor y de los medios de comunicación. Soy fundadora y asesora de The Engage Network [La Red de la Implicación], What’s Your Tree [Cuál es tu Árbol], Women’s Earth Alliance [Alianza de Mujeres por la Tierra], Generation Waking Up [La Generación que Despierta], y he ayudado a muchas asociaciones más. También doy charlas y dirijo talleres para motivar a la gente a que marquen la diferencia en sus vidas y en el mundo; durante siete años participé en una media de 250 eventos al año. Además, hago coaching a personas individuales para ayudarlas a superar sus retos personales y laborales. Los árboles necesitaban a alguien con quien comunicarse de modo que las demás personas pudieran enten-
El legado de Luna
Erika Melo jmerlo@gmail.com
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a vida en el árbol fue muy dura y cambió por completo a Julia. La idea era estar dos semanas hasta el relevo de un compañero. Pero éste nunca se produjo. Un pequeño equipo le suministraba con cuerdas y poleas los víveres necesarios para la travesía, incluyendo unos pequeños paneles solares para cargar el móvil con el que organizaba las entrevistas, captar adeptos para la causa o incluso hablar en directo con el senado norteamericano. Su pequeño hogar, a 50 metros de altura, consistía en una plataforma de 3 metros cuadrados cubierta por una lona impermeable, un pequeño hornillo, un cubo con una bolsa hermética para hacer sus necesidades y una esponja con la que recogía el agua de lluvia o nieve para lavarse. -“[…] Sí, la Pacific Lumber comenzó entonces a talar árboles a mi alrededor. Aparecieron helicópteros que me echaban chorros de muchas aguas. Quemaron los bosques durante seis días, el humo destrozó mis ojos y mi garganta, y me llené de ampollas. Luego montaron guardias día y noche para que no me pudieran suministrar comida. Acabe amargada, chil lando, dando golpes, al borde de la locura. […] Para consolarme pensaba en las familias
de Stanford que a causa de la tala del bosque se inundaron y se quedaron sin casa,equipo le suministraba con cuerdas y poleas los víveres necesarios para la travesía, incluyendo unos pequeños paneles solares. A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno fascista. Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo David Seymour quien le consigue un trabajo como reportero gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular. en uno de sus trabajos con la revista, logro mezclarse con unos obreros que verían un discurso de León Trotsky en Copenhague. Él fue el único fotógrafo de la revista que había conseguido retratar al exiliado ruso, y las fotos, se hicieron famosas por retratar el intenso carisma de Trotsky. Entre 1932 y 1936, tratando de escapar del nazismo, Endre Friedmann, establecido como en Francia, conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro (nacida Gerta Pohorylle) que acabaría siendo su compañera. Para tratar de aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamerica tintamente dicho seudónimo.
Documental : La salvación de Luna Diego Furtado dfurtado@gmail.com En diciembre de 1999 Julia descendio de Luna en una gran ceremonia y desde entonces ella continua con una dieta de alimentos crudos y raices, también escribio un libro donde narra sus experencias arriba de Luna el arbol que le dio hogar y valor durante 2 años. Una gran historia y un gran ejemplo para todos, una frase que siempre Julia hace es que el cambio esta en nosotros mismos y en nuestras ganas de querer realmente hacer un cambio. A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno fascista. Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo
David Seymour quien le consigue un trabajo como reportero gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular. en uno de sus trabajos con la revista, logro mezclarse con unos obreros que verían un discurso de León Trotsky en Copenhague. Él fue el único fotógrafo de la revista que había conseguido retratar al exiliado ruso, y las fotos, se hicieron famosas por retratar el intenso carisma de Trotsky. Conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro (nacida Gerta Pohorylle) que acabaría siendo su compañera. Para tratar de aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se inventan el nombre de un seudonimo.
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Árboles fuente de vida en la tierra
Un árbol puede vivir miles de años, para crecer absorve todo el CO2 por todos esos años Manuel Zosa mzosagmail.com
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os árboles son la fuente de vida del planeta, respiran CO2 (dióxido de carbono, el que exhalamos los humanos luego de inhalar aire) para vivir y producen O2 (oxígeno). Además dan sombra disminuyendo la temperatura del planeta, manteniendo la humedad y el agua, dan frutas, cómida, y alimentan a los animales y tambien a los humanos (tambien animales). Los humanos en la respiración primero inhalamos oxígeno (O2), luego exhalamos CO2 (dióxido de carbono). Por eso se dice que los bosques son los pulmones del mundo, porque producen el oxígeno que necesitamos apartir del CO2. Un árbol puede vivir miles de años, para crecer absorve todo el CO2 por todos esos años, para producir las hojas cada año ocupan CO2 y agua (que la extraen del suelo, para dar vida en la tierra). Estos árboles forman bosques, los bosques se llaman primarios cuando no han sido alterados por el hombre o secundarios cuando ya han sido deforestados y vuelto a crecer como en el caso de bosques luego de actividades mineras. Las inmobiliarias provocan incendios para acabar con todos los árboles en una zona luego poder comprar esas tierras, construir casas y edificios sin problemas. Los terratenientes ven que los árboles quemados no se queman del todo, por lo que cortan los troncos y los venden al exterior para que trabajen esa madera, y luego venderles a las inmobiliarias ese terreno, ya que así deforestado pueden construir “sin dañar el medio ambiente”. Hace unos meses yo estaba viendo CNN en español y decian que en California quienes quemaban sus casas
eran los propios dueños por los problemas económicos, esto es ilógico, no es obra de simples pelones, es obra de empresas multinacionles. Estos pirómanos profesionales son contratados por las inmobiliarias estudian los vientos y comienzan el incendio en una zona donde nadie lo detecte, luego se hace grande el incendio y lo dejan así hasta que quema la zona donde se contruirá en un futuro. Luego le hechan la culpa a los asesinos en serie porque es un rasgo propio de ellos, lo que pasa es que lógicamente son contratados por estas empresas. Algo así como cuando exterminan a los africanos con sida para quedarse con sus tierras. No es de extrallar que si alguien llama por teléfono a los bomberos justo cuando recién comienza el incendio nunca contesten el teléfono, lo mas se-
guro es que llegarán después, cuando el incendio ya va avanzado (cuando se logró el objetivo de las empresas interesadas) los bomberos se dignan a aparecer a apagarlo. Y si se atreven a apagarlos estas transnacionales son capaces de arruinarles todo el equipo a los bomberos en venganza. Estas empresas con una sola quema matan centenares de árboles que tardaron miles de años en crecer, tambien a los animales en estos bosques y luego toda la sangre de ellos llega en forma de humo a las ciudades arruinando la salud de las personas mandando miles de niños a los hospitales por enfermedades respiratorias, muchos de los cuales mueren. n árbol frutal es cualquier árbol productor de frutas, estructuras formadas por el óvulo maduro de una flor que contiene una o más semillas.
Sin embargo, ya que todas las plantas con flores producen frutos, el término usado en horticultura designa a los árboles que proveen frutas como alimento del ser humano. Esta designación incluye también a los árboles que producen núculas (nueces), los llamados frutos secos. Aunque es botánicamente incorrecto, también suelen considerarse como árboles frutales los árboles que producen unas coberturas carnosas en ciertas semillas, llamadas arilo (falsos frutos). La disciplina científica y el cultivo de las frutas se denomina pomología, y se centra principalmente en el desarrollo de las técnicas de cultivo y los estudios fisiológicos en árboles frutales. Todas las plantas crecen mejor donde las condiciones son favorables. Los árboles frutales ocupan los niveles medio y superior del huerto y la mayoría
prefieren luz solar directa. Los cultivos pueden ser sembrados debajo o entre los frutales para maximizar la producción del huerto (ver cartilla tecnológica 12). Los árboles pueden crecer en un rango amplio de suelos pues pueden encontrar agua y nutrientes a mayor profundidad. La mayoría de los árboles frutales no toleran suelos muy húmedos (a excepción del banano). En suelos húmedos es necesario cavar un canal de desagüe para evitar el daño de los frutales. Los árboles jóvenes crecerán más rápido si están protegidos contra vientos fuertes de montaña o salados del mar, evitando que las flores y los frutos puedan ser arrancados de los árboles. De todas maneras, los árboles frutales, como el tamarindo y el coco, pueden ser sembrados creando cercas vivas para la protección de otros cultivos. Estos pirómanos profesionales son contratados por las inmobiliarias estudian los vientos y comienzan el incendio en una zona donde nadie lo detecte, luego se hace grande el incendio y lo dejan así hasta que quema la zona donde se contruirá en un futuro. Luego le hechan la culpa a los asesinos en serie porque es un rasgo propio de ellos, lo que pasa es que lógicamente son contratados por estas empresas. Algo así como cuando exterminan a los africanos con sida para quedarse con sus tierras. No es de extrallar que si alguien llama por teléfono a los bomberos justo cuando recién comienza el incendio nunca contesten el teléfono, lo mas seguro es que llegarán después, cuando el incendio ya va avanzado (cuando se logró el objetivo de las empresas interesadas) los bomberos se dignan a aparecer a apagarlo. Y si se atreven a apagarlos estas transnacionales son capaces de arruinarles todo el equipo a los bomberos en venganza. salud de las personas mandando miles de niños a los hospitales.