REVISTA SURIDEA No. 27

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Suridea

Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Loja Nº 27 Septiembre 2015

Alejando Carrión Gabriel Miró William Faulkner Lola y Manuel Kelver Ax

CINE POESÍA CONCURSOS ENTREVISTAS Suridea

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Suridea / Órgano informativo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja || Nº 27 – Agosto 2015 || Editor: Luis Salvador Jaramillo || Directorio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja: Presidente, Félix Paladines Paladines; Vocales principales: Adriana María Jaramillo Vélez, Jorge Mijail Valarezo Loaiza, Alicia Piedad Ochoa Valdivieso, Antonio Bayardo Cuenca Mayorga; Vocales suplentes: Aura Elisabeth Ocampo Jaramillo, Leonardo Eudaldo Chamba Herera; Secretario (e): Julio Espinoza Bustamante || Imagen de portada: fotografía de Pablo Biteto || Comunicación Social: Jeannet Coronel || Impreso en la Editorial Gustavo A. Serrano de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja || Dirección de la Editorial: Paúl Ramírez Guamán; Diseño: Gonzalo Antonio Vega; Impresión offset: Luis Ayora Quito. Distribución y canje: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja – Calle Colón 13-12 y Bernardo Valdivieso – Telefax 2571672 – Apartado Postal 11.01.141 Loja, Ecuador nucleo.loja@casadelacultura.gob.ec www.casadelaculturaloja.gob.ec

C O N T E N I D O Ser Lojano

28. Hago lo que me gusta...! Soy feliz...!

3. Nota Editorial

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Jaime Celi Correa

Alejandro Carrión

6. De Miro a William Faulkner sin pasar por otro escritor

29. El caso particular de los Revenents

10. Better Call Saul Wilson Castillo

30. Día mundial de la poesía Susana Álvarez

Wilson Castillo

L.S.Jaramillo

Los Contracantos de Kelver Ax 12 Cristobal Zapata

Adios a Manuel Molina

Lola y Manuel, ahora con más Manuel que nunca

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36. Fomento de la lectura

L.S.Jaramillo

Estalin Calle Herrera

18. Matar dos pájaros de un tiro

37. XIII Binacional de Arte Bases de Concursos: 38. * Salón de Noviembre

Numa Maldonado

39. * Premio Nacional de Poesía

20. John Baville

Entrevista rescatada Carlos Ferrer

40. Apuntes de Memorias sobre el taller de Improvisación

28.

Susana Álvarez

26. Noche americana, noche lojana

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Miguel Alvear

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22. Al revés y derecho 24. Pablo Bitteto

Poesía 32. María Meilán Castro 34. Juan Carlos Alda

José María Pérez

42. Los dos matrimonios del poeta - cuento

Alejandro Carrión

49. La verdad ignorada Carlos Ferrer

50. Acontecer cultural

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NOTA EDITORIAL Las vacaciones estudiantiles tienen en Loja una singular importancia, sobre todo en lo que se refiere a las artes. Diversas academias e instituciones ofrecen un sinnúmero de talleres, de modo que casi todos los chicos pueden acceder a cursos de pintura, canto, baile, oratoria, fotografía, música o teatro, ya que muchos de estos cursos son completamente gratuitos. La Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja, abre sus puertas de par en par a este tipo de ofertas artísticas, facilitando espacios, equipos y apoyo logístico para el desarrollo de las mismas. Si a esto se le suma el festival de teatro Loja sobre tablas, podemos concluir que en los meses vacacionales se promueve en esta ciudad un gran impulso a las artes. Por otro lado, en estos meses se gestan también dos importantísimos eventos culturales. El uno es el Encuentro Nacional de Escritores, organizado por Susana Álvarez Galarza con el auspicio de la Prefectura de Loja; y el otro es el Simposio Nacional de Escritores, a cargo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja, organizado en esta ocasión por Bernardita Maldonado, por encargo expreso de Félix Paladines, presidente de la institución. De modo que los meses de julio y agosto son tiempos de arduo trabajo, ya que en ellos se organizan y promueven estos dos eventos literarios, con miras a conseguir institucionalizarlos. El primer encuentro, que se lleva a cabo en septiembre y que en esta ocasión será de narrativa, contará en esta oportunidad con la presencia de Jorge Dávila Vázquez y Carlos Carrión, escritores que serán homenajeados en el marco del mismo Encuentro. El segundo, es el Simposio Nacional de Escritores, que se realizará a mediados de noviembre del año en curso, y que rendirá homenaje en esta oportunidad a Alejandro Carrión, escritor, poeta y periodista lojano, figura importantísima de las letras nacionales, ganador del Premio Leopoldo Alas 1969, que en ediciones anteriores fuera ganado por figuras como Vargas Llosa. Otro de los homenajeados en el II Simposio Nacional de Escritores, será Carlos Manuel Espinosa, hombre de letras y promotor cultural, primer presidente del Núcleo Provincial de Loja y figura de importancia vital en los primeros años de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Todas estas iniciativas y esfuerzos deberían ser tomadas en consideración por los estamentos gubernamentales e instituciones privadas, a fin de brindarles su apoyo, puesto que si se gana en cultura, todos salimos ganando.

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Ser lojano (Intervención ante la Asociación de Lojanos Residentes en Quito. 1979)

Yo pienso que ser lojano es, más que nada,

una especie de religión... Nosotros hemos nacido en una tierra hermosa, rica y singular, a la que el destino ha condenado a una dura existencia, cuyo signo principal ha sido el olvido, el abandono y la distancia. Patria llena de olvidos y distancias, el Ecuador dejó a Loja vivir sola consigo mismo y, al no extenderle su mano grande, le dijo que solamente su esfuerzo debía valerle. El lojano no se desesperó ni se refugió en el lamento estéril. Se hizo una coraza de confianza en sí mismo,... firmemente comenzó a trabajar su propio porvenir. Sin los recursos que debían producir su desarrollo, la tierra lojana fue una casa abierta, y sus hijos se lanzaron desde ella a una diáspora constante, extendiéndose por todos los rincones de la patria y aun yéndose por los incontables caminos del mundo. Así, no hay lugar ecuatoriano donde no haya lojanos, que lle-

garon en busca de trabajo, lo encontraron y construyeron con sus manos y su inteligencia un hogar y un porvenir. Pero, y en esto reside su singularidad y su virtud, siguieron siendo lojanos, conservaron el estilo que el aislamiento y la distancia formaron y nunca dejaron de ser como son: el mundo lejano y ajeno donde construyeron su vida les enseñó mucho, se adaptaron a él de modo de no ser extraños a su nuevo ambiente, pero en él se conservaron lojanos. Habían hecho de su origen una religión que observaban y una virtud que practicaban. La constancia, el claro sentido de la realidad, el conocer sus facultades y sus limitaciones, el saber que no hay mejor recurso que su propio esfuerzo fueron las bases de su nueva casa y los elementos de su éxito. Y esas condiciones son las que Loja [...] para sus hijos. Por eso al ponerlas en acción el lojano practica la lojanidad y por eso el ser lojano es una religión.

Tiene el ser lojano otra condición y es el pensar siempre en Loja, el estar siempre preocupado por Loja, el volver a ella de vez en cuando y el estar siempre en relación con los lojanos que viven en su medio. No es que nos aislemos de los demás ecuatorianos ni que nos refugiemos en guetos donde nos cocinemos en nuestra propia salsa. No somos esa clase de ermitaños. Vivimos en nuestro mundo, con nuestros vecinos en la mejor relación de vecindad y sabemos ser ecuatorianos útiles a la región del Ecuador donde vivimos. Pero estamos atentos a Loja, a su interés, a su derecho, a su esperanza. Y sabemos que esto es, para nosotros a la vez una obligación y un derecho. Loja es, como ninguna, una provincia compuesta de familias. Cada cantón ha aportado las suyas y de su

Alejandro Carrión suma se forma la gran colectividad lojana. Al decir nuestro nombre familiar nos situamos: por él se sabe de qué cantón procedemos, cual es nuestra historia, qué clase de personas somos, para qué valemos. Todos llevamos nuestros nombres con orgullo, así que los decimos con palabras claras y mirando a nuestros interlocutores a los ojos: yo soy Carrión, ah! sí, usted es de Loja. Yo soy Núñez: claro está, usted es de Puyango. Yo soy Apolo, sí, usted es de Celica. Yo soy Román, sí, desde luego, usted es de Macará. Yo soy Cueva, por supuesto, usted es de Cariamanga. Y yo soy Celi, claro, usted es de Catacocha. Y yo soy Ojeda, desde luego, de Gonzanamá. Y yo soy Hidrobo, sí, de Saraguro. Nuestros nombres nos ubican y de ellos nos gloriamos inocentemente, porque las grandes acciones que

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A propósito de la campaña de lectura Alejandro Carrión servir a Loja. Mi mayor orgullo es mi título de Mejor Ciudadano que me dio el I. Municipio cuando era Alcalde el Dr. Ramón Burneo por haber impulsado un gran proyecto de rentas para vialidad, que tuvo cumplido éxito... Decía que ser lojano es ser miembro de una religión. Es así: profesamos una fe, creemos en Loja, en su porvenir. Y es también un deber, el de trabajar por ella todos los días de la vida. Y es un honor, porque “soy lojano” es algo que se dice con orgullo. Y es un placer, porque, !qué gusto da el ser lojano! Y es la lojanidad algo que se hereda... El Ecuador ha crecido y con él ha crecido Loja: ya no somos el último rincón del mundo, ya la nuestra no es sólo una linda tierra para nacer, sino una hermosa tierra para vivir...

reclamamos son las que nuestros antepasados realizaron por Loja. Yo tengo orgullo de mi nombre porque don Manuel Carrión Pinzano presidió la Federación, porque don Manuel Alejandro Carrión impulsó el proyecto de la luz eléctrica, porque don Manuel Aguirre llevó a Loja el primer ingenio de azúcar, porque el doctor José Miguel Carrión presentó el proyecto creando la Universidad de Loja y presidió la primera Junta de Defensa de los Derechos de Loja. Y así como yo cuento esta historia de mi familia hecha de servicios a Loja, así todos ustedes cuentan la suya, igualmente brillante. Nuestra gloria es clara y simple y consiste en haber servido y en

La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Loja, cumpliendo con el cometido de su fundador y fiel a la tarea de incentivar, promover y difundir las manifestaciones culturales a través de las distintas artes, ha puesto en marcha una importante campaña de lectura a nivel provincial, con la finalidad de impulsar y difundir entre los jóvenes el buen

hábito de la lectura. Esta campaña lleva el nombre de Alejandro Carrión (Loja, 1915-1992) uno de los más importantes escritores ecuatorianos, para honrar los cien años de su natalicio. La campaña, que se encuentra ya en marcha, se está llevando a cabo gracias a la generosidad de personas particulares que contribuyen con dinero para la edición de los libros, los mismos que salen a la venta al precio módico de dos dólares, a fin de que los chicos y chicas de la ciudad y provincia puedan adquirirlos sin ninguna dificultad. Algunos colegios se han sumado ya con optimismo a esta campaña y se espera que en el próximo año lectivo lo hagan la mayoría, puesto que es importante contar con el apoyo de los profesores del área de Lenguaje, de los que se espera el respectivo direccionamiento y estímulo, a fin de que los libros sean leídos por los estudiantes, sin que necesariamente esta iniciativa entre a formar parte de los programas estudiantiles ya establecidos. Hasta el momento se han impreso ya tres libros: Matilde Hidalgo, una mujer total, de la autora guayaquileña Jenny Estrada; Susy y el mundo del dinero, del holandés Win Dierckxsen; y Cuentos Selectos, de Alejandro Carrión, libro que compendia una serie de cuentos propios para chicos, que son a quienes va dirigida la campaña.

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DE MIRÓ A WILLIAM FAULKNER , SIN PASAR POR OTRO ESCRITOR L. Salvador J.

William Faulkner

Gabriel Miró

Gabriel Miro (España, 1879-

1930) y William Faulkner (USA, 1897-1963) no se conocieron ni supieron el uno del otro ni estuvieron al tanto de sus trabajos, pero en todo caso existe algo que los une, si bien el primero naciera dieciocho años antes que el otro y los dos fueran de distintos continentes y escribieran en distintas lenguas. No tienen nada que ver, en efecto, sus estilos son completamente distintos, al igual que su temática, pero sin embargo hay algo que los une: el fragmentarismo, una técnica (vanguardista en ese tiempo) desarrollada por distintos caminos, ya que el multiperspectivismo de Faukner no es sino una forma de fragmentarismo.

Si se pudiera hablar de un escritor de minorías, pero de minorías completamente minoritarias, sin duda ése sería Gabriel Miró. De hecho, aún hoy casi nadie lo conoce. Pero tampoco Faulkner fue un escritor de mayorías, aunque lograra crear escuela y buena parte de su obra fuera llevada al cine. En todo caso, Faulkner es más conocido que Miró. Dueño de una sensibilidad ultra portentosa, de una receptividad mega cojonuda, con sinestesias desbordándosele por los poros en torrentes de imágenes sensoriales, Miró llevó las letras españolas a un nivel difícil de superar. Trabajó solo, no se codeó con otros escritores ni se rodeó de círculos de intelectuales, pero su técnica de inmovilidad

fragmentaria, con sensaciones dándose unas tras otras por medio de imágenes detenidas, donde él mismo está comprendido en el paisaje, sin duda tienen mucho que ver con lo que intentó conseguir William Faulkner, por medio de su gran capacidad para percibir la sabia vital de los ambientes. Tanto Miró como Faulkner eran sureños; el uno nació al sureste de España y el otro en el sur de los Estados Unidos. Miró era un señorito de clase media. Faulkner perteneció a esa rancia aristocracia del sur, caída en desgracia tras la Guerra de la Secesión. Pero en cuanto a carácter, los dos eran completamente distintos. Miró era un levantino apacible, un hombre de casa, más bueno que

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el pan, como se dice, un hombre de puertas adentro, mientras que William Faulkner tuvo siempre vocación de golfo. Miró empezó a escribir porque así se lo imponía su genio, porque no había otro modo de enjugar sus impresiones más que en cuartillas de papel, mientras que Faulkner empezó a escribir porque simplemente aquello le pareció más divertido que pintar verjas, pilotar aviones o administrar un burdel, trabajos

que había realizado hasta entonces. Pero a William Faulkner, el que le prendió la mecha de la escritura fue Sherwood Anderson, el progenitor de la narrativa norteamericana de principios del siglo XX, y a quien Faulkner, Hemingway, Steinbeck, Dos Passos y otros le deben un mogollón, y a quien jamás se le ha hecho justicia como corresponde. Fuel él, digo, Sherwood Anderson, quien inoculó en Faulkner el pernicioso virus de las letras, cuando Faulkner no hacía otra cosa que haraganear con bastante éxito por Nueva Orleans, luego de haber pasado

una temporada por Oxford. Tras conocer a Anderson, Faulkner se la pasó conversando con él tardes enteras y bebiendo bourbon todas las noches. Pero había una cosa que extrañaba a William Faulkner, y era que Anderson jamás se asomaba por las mañanas. ¿Y por qué razón? Porque por las mañanas se dedicaba a escribir. A Faulkner aquello le pareció de maravilla, divertirse en grande por las noches y dedicarse a es-

cribir por las mañanas ¡No podía ser mejor! Y entonces un buen día Faulkner desapareció también y Sherwood Anderson lo buscó sin encontrarlo, de modo que fue a su casa, temiendo que pudiese estar enojado. Cuando Faulkner salió le dijo a Anderson que no estaba enojado ni nada, sino que se había recluido porque estaba escribiendo también un libro. ¡Santo Dios!, exclamó Sherwood Anderson, y se fue. Días después, Sherwood Anderson le mandó a decir con su esposa que estaba dispuesto a pedir a su editorial que aceptase el libro de Faulkner con tal de que

éste no le pidiera leer los originales. Trato hecho, dijo Faulkner y así empezó la cosa. Esto sucedía allá por 1918. Faulkner recibiría el premio Nobel en 1949, mientras que Gabriel Miró ni siquiera fue aceptado en la Real Academia Española de la Lengua, pese a los buenos oficios de Azorín, Pío Baroja, Varela, Valle Inclán y otros grandes escritores españoles. Azorín agarró un cabreo tal que se desmembró de la Real Academia por semejante injusticia. Pero el éxito jamás fue un termómetro para medir la literatura de nadie, a menos que fuera un termómetro rectal, para dictaminar el éxito de ciertos escritores invertidos. A Miró, al menos, jamás lo hallaremos pastando entre las vacas sagradas de la literatura. Pero de Miró a Faulkner solo versa el interlineado de los genios: Gabriel Miró desmigajó una prosa espléndida en una suerte de imágenes congeladas, mientras que Faulkner consiguió el mismo efecto a través de distintas impresiones bombardeadas al mismo tiempo desde varios ángulos. Sus técnicas resultarían fundamentales en los años posteriores, no solamente en el campo literario sino en cine y en plástica, y sobre todo en el hijo ilegítimo de entrambos, el cómic. El complejo vanguardismo de Faulkner (a menudo contrapuesto con el facilismo de Hemingway), fue decisivo en la novelística contemporánea. En el caso de Miró, su literatura fue determinante para otorgar a la literatura el efecto de las artes plásticas. ¿De qué trata el arte sino de transmitir mensajes por medio de los cinco sentidos? El poderoso vigor de los cómics y de ciertas técnicas cinematográficas contemporáneas tiene mucho que ver con estos autores. Miró es un poeta deslumbrante, si bien nunca escribiera poesía, sus libros elevan la prosa poética

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a fronteras no superadas en español, para muchos superiores a las logradas por Proust y Flaubert en Francés. A Miró hay que leerlo con visera, dijo alguna vez Ortega y Gasset, refiriéndose a su prosa refulgente. Para Faulkner, en cambio, la meta era la poesía, si bien jamás escribiera poesía sino solo novelas y cuentos. Faulkner decía que los escritores recurren al cuento tras haber fracasado con la poesía, y a la novela tras haber fracasado con el cuento. En cambio Miró, siendo un poeta, solo escribió novelas cortas y largas, pero no tanto con la intención de novelar sino más bien de transmitir sensaciones por medio de su prosa. Para Miró lo importante era sentir, de modo que el hilo conductor de sus tramas bien podía pasar a un segundo plano. Con Miró, el lector huele con los ojos, oye con el gusto, acaricia los sonidos y paladea los colores al mismo tiempo que palpa las horas que transcurren en un caudal inagotable de sinestesias. En Años y Leguas, la obra maestra del fragmentarismo mironiano, las historias se interrumpen constantemente para dar paso a las sensaciones, dejando al lector el trabajo de reanudar el hilo conductor de cada trama. También Faulkner difiere la inmediatez de sus historias metiendo a varios protagonistas dentro de una mis-

ma voz o muchas voces dentro de un solo personaje, creando un efecto multiperspectivista, como si se hubiera dejado una grabadora encendida en algún sitio, registrando voces, pensamientos y sonidos en saltos cronológicos que solo se entienden con el pasar de las páginas. Para Faulkner el fragmentarismo consiste en las distintas perspectivas de un solo hecho, como por ejemplo en El sonido y la furia, mientras que para Miró el fragmentarismo consiste en la detención de las imágenes que obliga al lector a captar esencialmente la escena, como testigo de aquello mismo que sucede. Tanto Miró como Faulkner poseen una hondísima penetración sicológica, que transfieren a sus personajes, solo que Miró necesita de un renglón o de un diálogo fugaz para desnudar el alma de cualquiera, mientras que Faulkner logra lo mismo a través de varios planos en un bombardeo simultáneo de percepciones. Miró pasa velozmente por los personajes, tras diseccionarlos con diálogos de bisturí, mientras que Faulkner consigue fotografiarlos mediante extensos párrafos elaborados con maestría. Pero tanto los personajes mironianos como los faulknerianos deambulan todos en la búsqueda de un sueño, sin jamás llegar a conquistarlo. Miró da pinceladas certeras usando un vocabulario extensísimo, incluso echa mano de palabras en desuso que podrían fijarlo como costumbrista, no siéndolo en absoluto, ya que traspasa las técnicas del naturalismo. Faulkner es sobrio, elegantemente exacto. Miró tuvo pocos seguidores, mientras que Faulkner es el trasgo ladino que está detrás del boom latinoamericano (García Márquez, Vargas Llosa, Onetti y compañía le están en deuda, si bien sea Vargas Llosa quien más lo ha reconocido, mientras que García Márquez siempre peroró su admiración por Hemingway

más allá de lo que su credibilidad lo impondría). A Borges no le impresionaba Miró, para nada, pero sí tradujo un cuento de Faulkner, si bien Borges jamás reconociera otra influencia que la de Kipling, Bloy, Chesterton y Stevenson. Faulkner es el padre de la movilidad narrativa. Miró recorta imágenes estáticas y es el entorno el que habla más que nadie. Si uno ve los cómics actuales, todos son fragmentaristas: historias contadas desde distintos ángulos, que luego se ensamblan como rompecabezas; cuadros que se detienen resaltando una emoción concreta; velocidad de imágenes; inmovilidad de imágenes; diálogos precisos que dicen mucho con pocas palabras; varios planos al mismo tiempo; textos híbridos, donde los géneros se fusionan causando desconcierto, como algo roto que es presentado por fragmentos. Barthes decía que era preferible la incoherencia al orden que la deforma. El cubismo tiene mucho que ver con todo esto. Tanto Miró como Faulkner se adelantaron a su tiempo; el primero, con su pluma ultra sensible, capaz de captar la vida de cada cosa, y el segundo con una prosa capaz de registrar voces múltiples. Veamos dos fragmentos de Miró, tomados de Años y Leguas. El primero, la faena de un bandolero rural, el Destralet de Evo (el Diestro de Evo), y el segundo, un recuerdo de infancia: una casa grande en la que vive una niña rubia, tuberculosa, que viste siempre de negro, casada con un

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hombrón (don Alejandro) que la cuadruplica en edad: 1. Destralet de Evo, su catadura y sus fechorías son ágiles, buidas, resbaladizas como su apodo. Invisible y súbito. Vista de ave flaca; oído y olfato de chacal. Mata sin que se le sienta. Toma encargos de muertes. Para encomendárselas no le dirán: «Mata a ése», sino: «Asústalo». Y es un susto fugacísimo, y en el lugar elegido de la persona señalada. —A Bautista, un susto en el gargüero. Bautista es mercader de cosechas. Las amontona en la entrada de su casa; las vende en buena hora. Cuelga el candil de la viga. Bajo, pone la mesa. Se sienta a cenar Bautista con su mujer. Empuña la catalana, levanta la boca, le cae el tallo de vino espeso, y le entra la luz, el vino y la bala de Destralet en medio del galillo. En la calle, de esquina en esquina, y después, en el campo, de tronco en tronco, se va derritiendo una sombra plegadiza. 2. […] Se le apareció una espalda vestida de luto y una trenza rubia, lisa, como una luz que se enfriase. Dejaba en la boca y en los ojos de los vecinos una intención cuya perversidad le resaltó ahora: —¡Aunque lleve todavía trenza…, Dios sabe…! Se transparentaba el temblor de la vida de esa criatura. Y a su lado, siempre aquel hombre, agitanado y ecuestre, de ojos llameantes y duros, de manos vigorosas, que crujían como si llevase guantes de hierro, de sienes ya como la hoja del olivo. Tenía una mueca de dolor enfurecido. Las mujeres murmuraban: —Pronto será ya viejo; y ella, ella, si no fuese por él sería un crío, y como está enferma parece aún menor. Su piel de una blancura de flores frágiles. Belleza quebradiza; el cabello de sol trenzado. Siempre de negro. En sus ojos, de un azul de lucecitas verdes, estaba él, y la encerrada con él. Los dos solos en aquella casa de las afueras, con el mar exaltando de

noche su silencio. Salía cogida de la mano de don Alejandro, que no la dejaba de mirar; luego su brazo se la ceñía vibrantemente a la cintura de virgen… Un vecino baldado siempre decía: —¡La deshará! Desde la Purísima (navidad) ya no salió. Día de Reyes, muy temprano, fue su entierro. Detrás del coche iba ese hombre solo. Sus botas de jinete semejaban chafar la carcasa del mundo. Apareció la cabeza del tullido por una vidriera del cancel: —¿Ataúd blanco? ¡Esa gente se piensa que nosotros…! No había ya más gente que don Alejandro y el ataúd. Y aquella noche el caballero se acostó en su cama, todavía con las ropas estrujadas de la muerta; las recogió, se las subió; se las envolvió, y contemplándose en el espejo de ella se disparó una pistola en el paladar. La calle solitaria tenía un rojo encendido de crepúsculo de vendaval. Apareció la cabeza flácida del baldado, acechándole y riéndose: —¡No llame; no están; mire la puerta sellada por el juez! ¡No la toque! Los dos han caído el mismo día; él ha ido deshaciéndola. ¡Y yo aquí, sintiéndolo todo, clavado en mi estera! ¡No llame!

Y finalmente, dos pequeños fragmentos de Faulkner:

pisadas dijeron: “¡Mañana! ¡Mañana!”. Ave María, deam gratiam... torre de marfil, rosa del Líbano. (Tomado de El sacerdote) 2. Hubo momentos en los que el whisky parecía evaporarse, y otros en los que se renovaba para evaporarse una vez más, pero la calle no acababa nunca. Desde aquella noche, los miles de calles se alargaron hasta no ser más que una, con sus esquinas imperceptibles, con cambios de decorado rotos de cuando en cuando por trayectos en coche que él solicitaba, por trayectos furtivos en ferrocarril, en camiones, en carretas de campesinos donde, a los veinte, a los veinticinco, a los treinta años, se sentaba en el pescante (...) La calle pasó a través de los estados de Oklahoma y de Missouri, descendió hacia el sur, hasta México, y luego subió de nuevo al norte, a Chicago y a Detroit, antes de descender una vez más y detenerse al fin en el estado de Mississippi. La calle tuvo una longitud de quince años (...) Y siempre, más tarde o más temprano, la calle acababa atravesando ciudades, barrios idénticos y casi intercambiables, de nombres olvidados, donde, bajo la oscura bóveda, equívoca y simbólica, de la medianoche, se acostaba con mujeres que pagaba cuando tenía dinero (...) Una tarde, la calle se transformó en una carretera rural del estado de Mississippi. (Tomado de Luz de agosto)

1. Dejó la calle Canal; dejó los parpadeantes anuncios eléctricos que habrían de llenar y vaciar el crepúsculo, inexistentes a sus ojos y por lo tanto sin luz, lo mismo que los árboles son verdes únicamente cuando son mirados. Las luces llamearon y soñaron en la calle húmeda, los ágiles cuerpos de las chicas dieron forma a su apresuramiento hacia la comida y la diversión y el amor; todo quedaba a su espalda ahora; delante de él, a lo lejos, la aguja de una iglesia se alzaba como una plegaria articulada y detenida contra la noche. Y sus

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BETTER CALL SAUL (EL SUEÑO CONTINÚA)

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iempre me negué a una segunda revisión de Breaking Bad. Sabía que no sería lo mismo. La experiencia estética alcanzada era irrepetible. Eso es lo único que uno tiene que asumir conscientemente por amor a la serie, el hecho de que -aunque nos duela- sólo tiene una revisión. Recordé con especial afecto el capítulo en donde Walt se encuentra en su laboratorio y se obsesiona por la presencia subrepticia de una mosca. Había que eliminarla, en ese hecho aparentemente superfluo se podría resumir en particular el capítulo; sin embargo, en esa inmensa sencillez y aparente simplicidad, se revelaba toda la magia de Breaking Bad de forma decisiva. Entonces, la vida y su irreparable línea temporal nos condenaban a una vida sin nuestra amada serie, hasta que por obra del destino Mr. Vince Gilligan (su creador) nos devolvía las esperanzas. Saul

Wilson Castillo

Goodman, el carismático abogado de la serie, cuya delgada línea moral parecía tan difusa a la vez que estrecha, fue el personaje escogido para hacer la antesala de la todopoderosa Breaking Bad. Lo cierto es que muchos dudaban que dicha precuela de la serie (también llamada spin-off) funcionara igual de bien, lo cierto es que los seguidores creían que se convertiría en una hija bastarda, en un remedo, entonces había dudas e incertidumbres hasta que surgió una luz. Better Call Saul (terminada ya su primera temporada) tiene sin lugar a dudas un alma propia, si bien en líneas generales la estética se asemeja a Breaking Bad, la serie que nos ocupa crea su propio camino, urde su propia historia que mantiene una conexión desde el primer hasta el último capítulo. El humor negro se cuece ahora con más calma y compararla con su similar es

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que es el resultado del medio inmediato, pero he aquí la cuestión fundamental que plantea Better Call Saul, el hecho concreto de que si dicho medio, sociedad o sistema es corrupto; por fuerza de razón, quien lo transgreda se volverá necesariamente en un héroe. Qué bien estudiado se lo tiene Vince Gilligan.

como tratar de decir que Canon es mejor que Nikon, las dos son insuperables pero cada cual con su singularidad, con su carácter y fortalezas. El personaje de Saul Goodman es complejo y plantea el arquetipo eterno entre el bien y el mal, que no se mantiene en un blanco y negro, sino que es más bien gris, como gris es la existencia. Es decir, el famoso camino medio por el que ha de procurar transitar el ser humano, que no nace criminal -desde la óptica de la criminalística moderna-, sino

Los personajes secundarios existen con igual fuerza que el protagonista en la serie y escuchar, -por ejemplo-, los gritos de batalla de Tuco Rodríguez, captar su particular código deontológico, su fuerza y especialísima forma de ser y existir es inmejorable. La historia paralela de Mike, -que es otro ejemplo-, es insuperable, casi irrepetible y de aquí se empatan muchos hilos secretos de Breaking Bad, de hecho el visionario creador de la serie empata con aciertos, pasajes de las dos series como la historia que le cuenta Saul Goodman a Walter White, en donde narra cómo hizo alguna vez para acostarse con una mujer mintiéndole conscientemente que era un afamado mánager de un gran artista de cine. Resumiendo, Better Call Saul ofrecerá a los nostálgicos y ávidos fanáticos de Breaking Bad un respiro y una vuelta a la vida, pero también otorgará a una pléyade de nuevos seguidores una historia total y contundente, mágica y sencilla,-en apariencia-, porque lo que deja claro la serie al culminarse su primera temporada es que, la grandeza le espera precisamente por su sincera genialidad. Lo dicho: ¡imprescindible!

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Los contracantos de Kelver Ax Por Cristóbal Zapata

Lo primero que uno estaría tentado a decir, a

la hora de comentar este poemario de Kelver Ax es que no parece estar escrito sobre la página, sino más bien sobre la pantalla de un ordenador, de una Tablet o de un smart phone, es decir ya no es el resultado de un trabajo manual que despliega el papel y el lápiz como útiles de la escritura sino que es más bien el fruto de la interacción o del intercambio con la tecnología informática y cibernética; me refiero por supuesto no solo a un uso fáctico de las herramientas digitales, sino que el poeta integra sus códigos como soporte textual y conceptual de su programa poético, o mejor aún: mitopoético. Ya el título, Pop-up, como muy comedidamente se encarga de empezar señalando el poeta, “denomina a las ventanas que emergen automáticamente (sin que el usuario lo solicite)” y su objetivo generalmente es “mostrar un aviso publicitario de manera intrusiva”. En esta definición de glosario electrónico, el libro empieza a perfilar su sentido, pues una posible definición del poema podría ser la de un artefacto verbal que irrumpe en el horizonte del lector, “produciendo –según la definición de arte propuesta por Ticio Escobar– una interferencia en la significación ordinaria de las cosas” y una de cuyas consecuencias es la de “intensificar nuestra experiencia del mundo”. Así las tres entradas o anuncios que conforman este poemario son términos muy conocidos del argot informático: “Loading…” (con los respectivos puntos suspensivos), que conforma el cuerpo central del libro, pues es su médula, todo aquello que el poeta descarga a partir de

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sus conciencia, de su subjetividad, de su memoria, “Low battery”, que funciona como una suerte de epílogo, donde el poeta finge un diálogo en/con Bluetooth (dispositivo que posibilita la transmisión de voz y datos por redes inalámbricas), y al fin nos encontramos con un recuadro negro, como una suerte de micropantalla, sobre el que leemos la locución “Out battery” donde parece haber sucedido ese black-outpropio de “las experiencias místicas, alcohólicas o sicotrópicas”, como ha dicho Juan José Rodinás, pero que en principio nos remite al apagón, al final del trayecto, cuando el poeta una vez que ha liberado su voz, actuando simultáneamente como testigo de cargo y de descargo de sí mismo, ha quedado descargado, ha agotado su ergon(es decir, aquella energía fruto del trabajo interior, hacia adentro, como lo entendían los griegos). Tres son también los grandes temas que alcanzo a aislar o identificar en el corpus electro-acústico de Pop-up: la revisión crítica –antes que recuperación nostálgica– de la memoria familiar (particularmente de la madre y la infancia), la crítica de la poesía y del estatus del poeta –tal cual lo anotó ya Andrés Villalba en su comentario del libro–, y finalmente –y de un modo más soterrado u oblicuo–, el motivo de la muerte. Veamos brevemente cómo se acerca a estos temas. Pero antes hay que que tener presente el tenor antilírico, antisentimental del conjunto, una tonalidad característica de las poesía transtextual en la que se inscribe la propuesta de Kelver Ax. Ese tono adquiere la cualidad de un contracanto, de una

pseudo o contra-epopeya cuando se ocupa de su memoria, no en vano en algún texto invoca la figura de Calíope, que es precisamente la musa de la poesía épica. Escuchemos el texto inaugural: a sus 5 años ◊ mi madre bautizó un ternero del abuelo con mi nombre ◊ después de adornarlo con sus amigas ◊ lo llevaron al parque ◊ a la escuela ◊ al estadio ◊ a la iglesia ◊ todo porque presentía mi nacimiento ◊ me llamaría kelver ◊ y golpearía la piedra para reconstruirla ◊ mi padre ◊ también niño ◊ refutó por mi nombre ◊ así se llaman los reptiles dijo ◊ llorando mi madre sacó de su petaquita algunas fotos deterioradas donde sus ancestros aparecían dispersos y distraídos ◊ todos como reptiles ◊ mis padres decidieron que mi nombre sería noche es decir kleber ◊ y no kelver porque el sentido de los padres está en contradecir a sus hijos ◊◊◊◊◊◊◊◊◊◊◊◊◊ Como podemos ver en el génesis el libro lo que se narra con un tono irónico, socarrón es la genealogía del nombre, diríamos que en el principio del libro y de la vida del autor está el verbo, el logos, es decir, la palabra en cuanto “razonamiento”, “argumentación”, “habla” o “discurso”. De modo que mientras cuenta con ese gesto prosaico la accidentada historia de su nombre, el poeta está elaborando por debajo una reflexión sobre el lenguaje, sobre la arbitrariedad del signo lingüístico, sobre su capacidad para designar el mundo. En otro momento retomará esta asociación con los

Breve bibliografía Kelver Ax (Kleber Ajila Vacacela), nació en Loja, 1985. Artista plástico y poeta. Estudió Artes plásticas en la Universidad Nacional de Loja, en donde fue mejor egresado. Ha publicado CU4D3RN0 D3 4R3NA, Loja 2012 y Pop-up (Cascahuesos editores, Perú 2014). Participó en la FIL Quito 2012 y ha sido invitado a la FIL Guayaquil Julio 2015, al Vi festival de poesía, Lima Perú, octubre 2015 y al Latino Poets en New York 2015. Textos suyos aparecen en varias antologías y revistas nacionales e internacionales.

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reptiles, esta filiación familiar con el mundo de los batracios, con la imagen de la matriz asociada a lo cenagoso, al barro, al fango (difícil no pensar en “la madre-cloaca” de Sábato): cuando era anfibio vivía en un sarcófago el cual por entonces era mi madre quien a su vez vivía en un enorme pantano que por entonces era su madre Y en uno de los pasajes estelares del libro y de su historia familiar, dice: nací el día en que cumplí 150 años de estar muerto con todas las probabilidades prácticamente agotadas después que múltiples mujeres se negaron a ser progenitoras hasta que un día cuando junto a la vacas pastaba un coleóptero llamado sol se posó en una flor dorada que no era flor sino niña que no era niña sino un charco lleno de renacuajos yo le dije si quería ser mi madre claro por qué no dijo el coleóptero mientras emprendía el vuelo

dijimos ya, es de orden metapoético y entraña un cuestionamiento sobre el poeta como entidad hasta cierto punto sujeta a sospecha, motivo al que dedica algunos de sus más punzantes e inquietantes aforismos: “la palabra transita en bosques mientras son quemados”; “para qué escribir si el tachón supera al poema”; “a la poesía hay que matarla para evitar que muera”, y el más feliz y brillante de todos: “no llames a las cosas por su nombre/ nunca vendrán”, una frase que instaura por sí sola un ars poética, pues comenta el papel de la poesía como un acto simultáneo de desnominación y de rebautización del mundo, exactamente lo que hace el poeta cuando decide llamarse “kelver” en contra del designio paterno (que lo ha llamado “kleber”), restituyendo para así el nombre original, el nombre dado por la madre; dando a la madre la razón, la palabra. Finalmente está el tema de la muerte que en Kelver aparece también desde el comienzo de los tiempos, desde la vida intrauterina, prenatal del poeta. Recordemos que “cuando era anfibio / vivía en un sarcófago”, y que nació cuando cumplía “150 años de estar muerto”. Pero su forma de nombrar la muerte es sobre todo metonímica, a través de dos vocablos semánticamente coligados que se repiten en varias ocasiones a lo largo del libro: “esqueleto”, y “huesos”, palabras actúan dentro del poema como el memento mori, como las calaveras en las vanitas o bodegones barrocos, donde funcionan

El poeta reescribe su biografía desde un devenir animal, desde un devenir insignificante. Estamos ante una actitud completamente desidealizada del origen donde el líquido amniótico se ha mutado en un charco turbio. Esta percepción desublimada del mundo es propia de las escrituras recientes, y tiene la función de soslayar el riesgo o la tentación de la sensiblería. Pues cómo volver a escribir sobre la madre, como refrendar el pacto edípico con quien constituye “el primer universo” –según reza la dedicatoria de este libro–, sino desde una suerte de rebajamiento o reconversión simbólica por las que la madre lejos de ser el objeto de una idolatría fofa adquiere la dimensión de un elemento vital en el concierto cósmico: un charco pero vivo, un microcosmos donde se gesta la existencia animal. El otro tema recurrente en este libro, como

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como un recuerdo de nuestra condición efímera y mortal. Alz lavaba su esqueleto en la corriente del río Enipeo y lo tendía a secar sobre rocas … mi esqueleto camina en contra mío mata y se alimenta de los caballos que domestico … Enterrar y desenterrar huesos AHÍ LA HISTORIA COMPLETA DE LA HUMANIDAD Al fin y al cabo para este poeta “escribir es algo así como morir”, y este ingrediente moral, esta meditación trascendente y metafísica, inusual entre sus compañeros de ruta y de generación, es uno de los elementos que da este libro una singularidad y un matiz especial en el contexto de la actual poesía ecuatoriana y latinoamericana. El otro es su rapport íntimo con un mundo remoto y ya casi en extinción que es el orbe rural –del que proceden algunos elementos claves de su imaginería. Pero cuidado: Kelver Ax revisita el pago, la geografía natal sin hacer neocostumbrismo: no escribe “a orillas del Zamora” (como reza el pasillo insignia de la lojanidad), sino desde los bordes del río Enipeo. Es decir confiere al río natal una dimensión mítica, universal.

Por último Kelver Ax, a diferencia de sus coetáneos que suelen extraviarse en la locuacidad y la palabrería, ha optado por formas expresivas más concisas y eficaces, como el aforismo y el epigrama, lo cual no solo da cuenta de su sabia sencillez sino de esa lúcida desconfianza en el poder totalizador del lenguaje que está en el fondo de su poesía, y que ha acompañado a todos los grandes cultores de las formas breves y fragmentarias, llámense Heráclito, Sócrates, Meister Eckhart, Nietzsche, Wittgenstein, Cioran o ese entrañable aforista ítalo-argentino casi desconocido que fue Antonio Porchia, a quien Kelver nombra y tributa en uno de sus textos. Que nadie se engañe por el título, Pop-up no es la elevación ni la apología de un mundo o una cultura popular precisamente, se erige más bien como una interrupción, como una perturbación en la interfaz de nuestra comunicación. Y ahí reside su pertinencia, su carácter de libro necesario. Y algo que dijo Kelver Ax en una reciente entrevista para Suridea. Supongo que la condición de seres humanos dota a cada persona de una posibilidad hacia la percepción poética y por ende el disfrute poético, que no es un acto aislado ni de privilegio. Todos somos capaces de tomar un papel y escribir, la diferencia estaría en que el poeta trata de llevar a la creación poética hacia un estado motil, y trabaja –como muchos lo creen- a partir de las posibilidades que el lenguaje le brinda, no es un logro del poeta, sino del lenguaje, lo cual no es nada sencillo conseguir. La visión y la percepción poética –aunque presente en todosno juega un papel preponderante, existe, pero solo para el poeta es utilitario. Esto lo dijo Kelver Ax al preguntársele quién o qué cosa era un poeta. Cuando se le preguntó qué estaba pasando con la poesía lojana, dijo: Somos testigos del surgimiento de varios proyectos artísticos tanto en lo plástico como en lo literario y otros campos de las artes, se empiezan a dar recitales de poesía con cierta continuidad y esto es súper bueno ya que permite sacar a la luz trabajos inéditos y posiblemente de calidad, es lo que se necesita para crear renovación. Los resultados no los veremos de forma inmediata, pero el estadio es alentador, y tengo fe. Por ahora las voces importantes de la poesía lojana de ya no tan nuevas generaciones sigue siendo la de Ana Minga o Walter Jimbo.

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ADIÓS A MANUEL MOLINA Lole y

Manuel, ahora con más Manuel que nunca L. Salvador J.

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« l flamenco es un carril, si te desvías un poco, estás afuera.» Esto lo dijo Paco de Lucía hace unos años. El flamenco, raíz pura como el blues, no tolera entre sus filas sino voces legítimas, pero para ello hay que nacer

dentro y no fuera, y, si es posible, con el mismo color de piel e incluso con los mismos genes, de lo contrario éstos terminan traicionándote y luego todos acaban viéndote la cola fuelle. Esto le pasaba a Janis Joplin; era tan blanca como una yuca lavada, pero intentaba cantar blues con mucho empeño y a cada instante se le veía el rabo pálido de una blanquita hippie con más buena

voluntad que otra cosa. Las raíces puras no admiten embarazos extrauterinos. «Para cantar por bulerías, hay que ser de pura sangre, es un don que da la vida, que no se aprende, se nace con esa sabiduría», esto lo decía, por supuesto, Manuel Molina, fallecido en la madrugada del martes 19 de mayo, en su casa de San Juan de Aznalfarache. Manuel Molina (Ceuta 1948 Sevilla 2015) poeta y músico flamenco, genio libre y espíritu independiente, fue un gitano

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que a los veinte años salió dando brincos de potro por fuera del redil tribal y se involucró con roqueros experimentales y ahí lo tuvimos a principios de los setenta con el grupo Smash, intentando fusionar rock con flamenco, escuchando con devoción a Led Zeppelin y procurando emparentarse con Pink Floyd, luego de empaparse hasta la coronilla de los Beatles. Pero un buen día sus genes se le sublevaron y le hicieron regresar con su guitarra a la cueva donde aguardaban sus ancestros. Fue allí cuando se topó con una joven gitana, tan bella como talentosa (además de tímida e ingenua), Lole Montoya (Sevilla, 1954), hija del bailaor Juan Montoya y de Antonia Rodríguez, la Negra, cantaora calé de la más regia estirpe de gitanos argelinos. Nació entonces el dueto más famoso del flamenco: Lole y Manuel. Su unión le dio vuelta a esa música como un calcetín de algodón: no sin razón se dice que el flamenco tiene dos edades: antes de Lole y Manuel y después de ellos. Ni siquiera ese otro semidiós gitano, Camarón de la Isla, amigo cercano de la pareja y amo y emperador del cante jondo, pudo crear esa línea limítrofe. Empezaron cantando por bulerías y alcanzaron un éxito mediático sin precedentes en la historia del flamenco, con lo que sin duda tuvo mucho que ver la fresca y prodigiosa

voz de Lole, tan espontánea y lozana como su rostro gitano, pero también la guitarra de Manuel Molina y sus poemas de un aire fresco, para ventilar siglos de temas arcaicos y letras constreñidos de un flamenco guardado en arcones apolillados. Pero todo ello sin abandonar su tronco puro ni salirse un milímetro de su carril. La incorporación de instrumentos electrónicos —estamos a principios de los setenta, Manuel acababa de regresar de sus experimentos roqueros— de ningún modo significó una traición a la esencia visceral hispanoárabe, a la que Lole se pegaría con mayor devoción en los años posteriores. De aquellos años son los temas más famosos de la pareja: Verde aceituna, Tangos del almendro, Cabalgando, Bulerías de la luna, etcétera, echando mano a destajo de todo lo que se les pusiera al alcance con tal de hundir con más fuerza sus raíces gitanas en la vertiente arabesca, provocando una música de potente enjundia que atrajo hacia sí a un público que hasta entonces no había mostrado ningún interés por el flamenco. Lole y Manuel, Paco de Lucía y Camarón de la Isla, fueron los responsables del remozamiento de esta música, quitándole siglos de ropajes empolvados; portavoces de un arte auténtico, a menudo desvirtuado por plebeyos como The Gipsy Kings y algunos otros advenedi-

zos, que para el público inexperto pasan por genuinos cultores del flamenco. Lole, con su voz de vertiente cristalina, y Manuel con su guitarra enhiesta (casi vertical, pegada a la oreja izquierda: una extrañísima forma de tocar flamenco) no encontraron muros que resistieran a su cante. La pareja se casó en 1972 y en los años siguientes fueron apareciendo álbumes antológicos como Nuevo día, Romero verde y Al alba con alegría, que batieron récords de ventas. Les siguieron otros álbumes, acompañados de músicos famosos. Pero la unión sentimental de la pareja duraría solo seis años y su disolución significaría también la desintegración del famoso dueto. Cada quien siguió por su camino; volverían a juntarse eventualmente para esporádicas presentaciones con agotamiento de taquillas. Manuel Molina, hijo de un modesto guitarrista llamado El Encajero, conoció desde chico los tablaos y por ello mismo, ya de grande, supo abrir las ventanas al aire fresco. No obstante su mentalidad siempre abierta («Líbreme Dios de los muertos verticales»), fue sin embargo un celosísimo defensor de la ortodoxia y siempre se opuso a los que no tenían «ni putísima idea» (palabras suyas) del flamenco, al potabilizarlo con profanaciones comerciales.

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Manuel continuó cantando en solitario con su voz áspera de gitano pobre, hasta que le detectaron cáncer de pulmón. Estaba ya muy avanzado. No quiso someterse a tratamientos por no perder su melena y porque ya era tarde para ello, de modo que se retiró a morir en su casa, como todo buen gitano. De espíritu siempre autónomo, odió cruzar dos veces el mismo charco, y si ahora estaba en una cosa, era seguro que mañana lo encontraríamos en otra; nuevos proyectos, nuevas voces, nuevos arreglos, sin dejar de ser un purista. Cuando a inicios de los setenta el dueto hacía sus primeras incursiones, más de uno imaginó que se trataba de un nuevo tipo de música, siendo así que no hacían otra cosa que despertar las potencialidades del flamenco. Ahora que Manuel no está, la pareja suena más que nunca. LSJ

JAROS Á P

DE

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JAROS D Á P

Numa Maldonado

Mi primo Antuco, con memoria más feliz, recuerda detalles de ese lejano acto de presentación del libro de cuentos, de la autoría de Orozco, realizado por nuestro común amigo, el doctor Merizalde (permítaseme utilizar nombres ficticios para evitar susceptibilidades), jurisconsulto, académico de fuste y poeta y escritor laureado. El auditorio Pablo Palacio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja, estaba repleto y en los pasillos internos había gente amontonada. El público incluía a numerosas alumnas del colegio donde enseñaba la licenciada Crimilda, hermana de Orozco, quien les había ofertado el libro a precio barato pero con el carácter de compra obligatoria. Después de las palabras protocolarias del Presidente de la Casa de la Cultura, se esperaba con expectativa la intervención de fondo, enfocada al análisis y presentación de la obra lanzada. Antes de seguir, debo hacer una ligera digresión. Según recuerda mi primo Antuco, esa tarde de julio, hubo dos lanzamientos: el de la obra literaria de Orozco y el lanzamiento de Anselmo desde el tercer piso, sobre un montón de arena de la planta baja del corredor interno, que en buena hora amortiguó el golpe y evitó la tragedia. Anselmo, como se supo después, se cayó al apoyarse en un pasamano endeble del corredor superior del edificio anfitrión, donde hacían obras de mantenimiento... Orozco, de porte erguido, pelo negro rebelde, frente estrecha y ojos vivarachos, fue siempre un aficionado a la escritura, a leer cuentos costumbristas, novelas de Corin Tellado y a recitar poesías imitando el estilo del Indio Duarte. Como estudiante de jurisprudencia, conoció y hasta hizo buenas migas con su profesor de Derecho Civil, el doctor Merizalde. Por eso, cuando pudo comple-

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tar el primer libro de poemas y, lo que es más difícil en nuestro medio, publicarlo, logró también convencer a su maestro para que le hiciera la correspondiente presentación.

justicia, seré implacable, para ti y el resto de escritores que se atreva a pedirme presentaciones de libros sin méritos. El doctor Merizalde recordaba, como buen conocedor de la materia, con inquietud, conmiseración e indignación y hasta repulsa, las múltiples ocasiones que había asistido a actos similares, en los cuales, una mayoría de improvisados presentadores exaltaba hasta el infinito, como si se tratara de joyas literarias clásicas, de premios novel o bestseller, obras que, para un imparcial –ajeno a la costumbre hipócrita bastante generalizada de mentir para quedar bien, adular o autoengañarse- no eran más que escritos cursis sin mayor valor literario… Luego de consumado el evento, eso sí, el autor del libro brindaba una esplendida mesa con abundante y buena bebida, y música hasta tarde. Tradición que confirmaba la conocida sentencia popular de: a mal grado (académico) o pésimo libro, buena fiesta.

Imaginamos que los argumentos esgrimidos por Orozco debieron ser lo suficientemente sustentados, porque en esa época el doctor Merizalde tenía fama de buen presentador de obras literarias, precisamente por la erudición en la materia que abordaba y los sensatos, acertados y bondadosos consejos sobre el arte del bien escribir que daba a escritores bisoños, como Orozco. Como quien dice, tener un presentador de una obra literaria de la talla del doctor Merizalde constituía, sin lugar a dudas, un gran honor para el autor del libro y su familia. Por eso también era asediado, día y noche, valiéndose de muchas argucias, de ruegos, clamores, por favor doctor no sea malito, háganos este gran honor, Dios lo ha de bendecir…, adulos y hasta coimas, que, llegado el caso, el doctor Merizalde las había rechazado furibundo. De ahí que, el doctor Merizalde, para zafarse de esa incómoda fama de exquisito y afamado presentador de libros, que él no la había buscado, trataba de encontrar una forma honorable de jubilarse de esta actividad para vivir en paz literaria. La ocasión llegó, no sé si por obra y gracia de la Ley de la Atracción, por pura suerte o por milagro de la Virgen del Cisne, cuando Orozco, otra vez orondo, se le acercó y melosa y confianzudamente le solicitó: -

Querido Luchito, mi respetado maestro y amigo, le vengo a pedir con todo comedimiento, que se digne hacer una breve presentación de mi última obra que felizmente acabo de publicar el día hoy. Se la entrego calientita…

-

Otra joya literaria, de su autoría, ¿me supongo?

-

Usté verá, mi doctor…

Cuando la presentadora del evento anunció la esperada intervención, el doctor Merizalde subió decidido al podio, saludó a las autoridades y al público, e inició su corta pero enjundiosa intervención con las siguientes palabras: -

A renglón seguido puntualizó los graves errores del libro de Orozco en cuanto a redacción y estilo, sintaxis, ortografía, queísmos, dequeísmos, catalanismos, pleonasmos, discordancias, plagios… Terminó su alocución recordando a las glorias literarias de Loja como Héctor Manuel Carrión, Pablo Palacio, Alejandro Carrión, Manuel Agustín Aguirre, Ángel Felicísimo Rojas, Carlos Eduardo Jaramillo, Alfredo Jaramillo, Carlos Carrión … verdaderos maestros en el arte del bien escribir y ejemplo a seguir…

El doctor Merizalde hojeó rápidamente el libro, en buena hora de pocas páginas y, cuando, luego de encontrar las primeras incoherencias idiomáticas, iba a responder enojado negando el petitorio, de pronto la mente se le iluminó y, con voz consentidora, dijo: JAROS

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UN

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Dicho lo cual el doctor Merizalde se escapó apresurado, sin que nadie lo detenga y, con su ejemplo, poco a poco, todos los asistentes, con miradas socarronas y sonrisas furtivas.

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Es la última vez que accedo a esta solicitud. Y si veo que no has escuchado las recomendaciones que te di cuando presenté tus poemas, en esta ocasión, en honor a la

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-

Señores: Se conoce tres clases de libros: buenos, aceptables o regulares y malos. Este libro, que hoy tengo el honor de presentar, pertenece a la última categoría…

El doctor Merizalde había logrado su objetivo: matar dos pájaros de un tiro: escapar por siempre del incómodo oficio de presentador de malos libros y dejar sentado la loable forma de asumir un comportamiento crítico constructivo, por consiguiente ético, en este tipo de eventos literarios que generalmente se los malbarata.

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John Banville: “¿Quién de nosotros aprende de los errores?” Entrevista rescatada Carlos Ferrer

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n El secreto de Christine (Alfaguara, 2007), el escritor irlandés de novela negra John Banville (Premio Booker 2005, Premio Irish Book 2006, Premio Franz Kafka 2011, Premio Austríaco de Literatura Europea 2013 y Premio Príncipe de Asturias 2014) se reinventa con el pseudónimo de Benjamin Black. El protagonista es Quirke, un forense dipsómano y descentrado que va implicándose, primero de manera casual y después con total decisión, en una magnética trama criminal, que hará que conozca las alcantarillas de la alta sociedad inglesa y se enfrente a su propia familia y a su pasado, sepultado bajo el alcohol. El último libro de Benjamin Black es La rubia de ojos negros (Alfaguara, 2014), en el que revive a Philip Marlowe

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en las calles de Bay City en la década de los cincuenta para buscar a un tal Nico Peterson. Mientras, esperamos la publicación de la última novela de John Banville, The blue guitar. -¿Puede explicar su decisión de firmar el libro con el pseudónimo de Benjamin Black? Usé el pseudónimo para señalar a mis lectores que estaba tomando una nueva dirección, embarcándome en un experimento. Temí que, si publicaba este libro tan directo con mi nombre, la gente podría pensar que se trataba de una elaborada y posmoderna broma de tipo borgiano. -¿Hasta qué punto lo considera un trabajo personal? No me lo había planteado así hasta ahora. No es tan personal como El mar. Los personajes me son más lejanos, pero eso es parte del interés del experimento. -Hay algunas diferencias de técnica narrativa que se materializan en un ritmo de escritura mucho más rápido. No imaginaba que podría escribir tan rápido hasta que me convertí en Benjamín Black. John Banville se considera afortunado si escribe 200 o 300 palabras en un día, pero Benjamin Black puede redactar 2.000 o 3.000. Para mí es un misterio. -¿Cómo se concibió la trama de El secreto de Christine Falls? El proyecto comenzó como un

guión televisivo. Se me encargó escribir una miniserie, pero cuando acabé, los responsables de la televisión no encontraron financiación. Como odio que lo escrito se pierda, decidí convertir el guión en una novela criminal. -Quirke es un extraño para él mismo, que intenta mantenerse alejado de su pasado. ¿Está también Benjamin Black interesado en el tema de la identidad? No, no creo que se haya de dar mucho significado existencial al libro. Quirke tiene sus secretos oscuros porque quería que todos los personajes mostrasen cierta corrupción moral y el hecho de que Quirke sea un extraño para él mismo hace más interesante escribir sobre él, espero que también leerlo. -Un mundo que enseña su costado oscuro, siniestro, poderosas oligarquías… ¿Quiere

conectar con la tradición de crítica social de cierta novela criminal? No estoy interesado en la crítica social, no como novelista. Mi trabajo es escribir libros tan satisfactorios, convincentes y bien escritos como pueda, y la interpretación es cosa de otros. Si algún espíritu sobrevuela el libro es el de G. Simenon, cuyas obras son tan tristes como la obra más triste de Beckett. -Todo el proceso narrativo no solo resuelve una intriga, sino que plantea un proceso de aceptación de la personalidad del protagonista. ¿Qué le ofrece el futuro al hipócrita de Quirke? Quirke ha aprendido poco de la lección de su oscura aventura, pero ¿quién aprende de sus errores?

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Al revés y derecho Susana Álvarez Galarza

El libro “Al Revés y Derecho”, del escritor

cuencano Eugenio Crespo Reyes, es el libro de la esencialidad humana, el vaso comunicante entre la escritura y el hombre Cuando hablo del hombre al hombre siento que me interrogo y en verdad me avergüenzo

Parte básicamente de su yo que experimenta su propia existencia, poesía provista de una mirada personalísima en la que expresa las interrogantes sobre el hombre existencial. Su peculiaridad consiste en interrogarse sobre la respuesta al absurdo de la existencia del hombre que resulta al tomar conciencia de la esencia humana que está rodeada por la nada en una sociedad moldeadora y esclavizadora. El conflicto existencial se mantiene en la búsqueda permanente de cada día en el ir y venir de la humanidad, sin encontrar el responsable social que universaliza el conflicto. A través de la lectura del libro se advierte que Eugenio Crespo en su obra de poesía existencial se involucra con la semiótica de la cuerda del equilibrio Y vamos por las calles como si fuera una cuerda buscando el equilibrio

Estrategia que asume el poeta para demostrar la circunstancia que conlleva a la sensación de angustia. La visión realística humana de imaginería filosófica que se acerca a un sentimiento genérico de equilibrio como signo del hombre en una sociedad dura, impenetrable. Hurgamos en la intimidad del cosquillaje la expresión convulsa y dolorosa para alumbarlo.

Otros versos: Como si quisiera transferirlo su pasado este hombre inventa un milagro.

Al dar una tregua al grito éste se volvió silencio entonces supe mi nombre y me llamé para que nadie me nombrara. Siempre que intento aprehender el día éste anochece.

Volver a caer y quizá levantarnos o caer sin habernos levantado.

El yo poético se encuentra monologando en voz alta, tras el cual espera encontrar el “vacío”, el “silencio” en la conciencia de saberse una existencia. El símbolo del vacío-silencio representa la capacidad de comprender la existencia finita y la sobrevivencia emocional, física e intelectual para encontrar sentido a la vida o intentar a partir de ella encontrar la propia. En la poesía de Eugenio Crespo, hallamos constantes como símbolos de su estructura versal. Se complace en reiterar silencio, vacío, miedo, tiempo, soledad. Su yo poético simbolizado en la imagen circular de estos elementos que se hallan desposeídos de esencia humana por lo que se provoca una crisis existencial, aquí el desencanto se expresa a través el sufrimiento que desencadena en reflexiones que a la vez constituyen un factor clave para adentrarnos en su poesía. Al referirnos al símbolo del tiempo, este revela una

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posición existencial, una conciencia correspondiente al hombre, frente al cosmos y frente a su ser, está implícita una metafísica o sea una concepción global y coherente de la realidad. El tiempo es circular sin principio ni fin, la inquietante intelección del tiempo, es una sintonía del hombre con el cosmos. La capacidad representativa del mundo y consigo mismo es lo que le hace humano y le da la característica esencial de su temporalidad en la vida. El símbolo del silencio que recorre sus versos nos lleva a sentir hondamente la reflexión de Clarice Lispector cuando dice: “Hay un gran silencio dentro de mí, y ese silencio ha sido la fuente de mis palabras y del silencio ha venido lo que es más precioso que todo: el propio silencio. En Eugenio Crespo el silencio infiere noción de soledad, poesía que encuentra equilibrio en las tensiones que liberan sus símbolos silencio-soledad. Refleja la condición humana y la crudeza de la vida con sus reflexiones filosóficas que intentan explicar y afrontar desde su endeble y temporal humanidad. El ser humano solo con su soledad y la conciencia de saberse existencia. Yo alcancé el borde de mis huellas y desde ahí pude ver la inmensidad de mi naufragio

Los temas de la poesía existencial giran en torno a sentimientos de angustia ante la propia existencia. Es evidente la fragilidad del hombre quien busca un refugio que le libere del dolor. La desventura, el tedio y otras vivencias que se experimentan en lo cotidiano, en la tribulación del hombre, se manifiesta en este género.

es una sombra de sí mismo”. Es el instante de revelación, hay una expresión humanizada al mundo exterior sobre su yo poético en su propio “ojo” que retoma el equilibrio hasta llegar a una irracional metáfora post vanguardista “el tiempo por la cintura del cristal”, menciona “el temblor del instante”. Se encuentra en el vaivén de la espuma que retorna a la arena. Poesía de percepción y pensamiento sobre la vida como íntima respuesta al planteamiento del primer verso, la nueva visión es el deslumbramiento de la verdad que sostienen sus juicios y esta satisfecho “algo más todavía”. El poeta Eugenio Crespo ha marcado la pauta en Ecuador de la innovación en la poesía, al trascender en el ámbito existencial. Su obra está a la altura de sus contemporáneos más celebrados Antonio Gamoneda, Juan Gelman, Alejandra Pizarnik. Al revés y Derecho suscita nuevas lecturas, hace falta auténticos lectores que se apropian de las creaciones generosas a fin de llevarlas a caminos del mundo artístico. En el país no existen políticas culturales. Cada habitante pondera la tecnología en el mutuo desencuentro con escritores y artistas, por esto y otras razones se cree que la poesía existencial es de culto, sea porque aún es incómodo comprenderla, los iniciados encuentran un desapego por la carencia de lecturas anteriores que nos conducen a los actuales movimientos estéticos. La poesía de Eugenio Crespo es para todas las latitudes, el concepto de hombre subyace en la vida cotidiana como parte de lo complejo de la existencia y el mundo.

Eugenio Crespo nos dice: Todo pasa tan rápido el temblor del instante la celebración del aquí y ahora el milagro de la tegua el tiempo por la cintura de cristal la fe en la ansiedad de las bocas la verticalidad de las palabras las sumas a las restas el ojo en el ojo de la memoria la cordura del equilibrio la espuma del retorno a la arena algo más todavía.

Hay un manejo evidente de la Teoría del Contraste, imágenes de ida y vuelta en poesía vertical. El escritor mexicano Roberto Juárez, dice: “La palabra

Eugenio Crespo en la presentación de su libro Al revés y derecho

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Pablo Bitetto “Cada fotografía cuenta una historia, tiene un mensaje que comunicar o una emoción que la atraviesa”.

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ablo Bitetto, de origen argentino. Nacido el 13 de Agosto de 1984 en Lanús, Gran Buenos Aires. Reside actualmente en Loja, Ecuador. Realizó la carrera de Fotógrafo Profesional en la Asociación de Fotógrafos Profesionales de la República Argentina (AFPRA). Luego, en la misma institución, llevó a cabo el curso de Iluminación en estudio y posteriormente, en Toma 8 Estudio, el curso de Post-producción Digital a cargo de Adrián Markis. A través de la fotografía busca desenfocar la mirada de lo estético de una imagen para adentrarse en la esencia que ésta tiene. Cada fotografía cuenta una historia, tiene un mensaje que comunicar o una emoción que la atraviesa.

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Un retrato devuelve la imagen

real de una persona, con sus sentimientos impresos en su modo de mirar y su pasado grabado en las arrugas de su piel. Un paisaje cobija una cultura, una forma de vivir, un progreso, la evolución de una historia. Detengámonos en cada fotografía no sólo para observar, sino también para percibir las sensaciones, aromas, sonidos y emociones que ella tiene para regalarnos. Fotografía en Loja En enero del 2014, Pablo llega a Loja con la propuesta de crear un espacio donde enseñar fotografía. Unos meses después de su llegada da inicio a este proyecto y abre “Nesta” Escuela de Fotografía. En la escuela se dictan cursos de Fotografía inicial, Post-producción e Iluminación en estudio fotográfico.

Además de esto, Pablo impartió cursos en la Casa de la Cultura de Loja y realizó trabajos de Fotografía Social y Publicitarias en diversos lugares de la ciudad. Desde hace varios meses, participa como invitado en las Exposiciones Fotográficas que realiza el FotoClub Loja. Éstas se llevan a cabo todos los últimos Jueves de cada mes en San Sebastián.

Vivimos en una era visual, donde la fotografía ocupa un lugar muy activo. Pablo cree que es importante que quien estudie este arte pueda también generar una mirada crítica sobre las imágenes y usar este canal no sólo como medio de expresión sino también de comunicación.

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NOCHE AMERICANA, NOCHE LOJANA Miguel Alvear Artista Visual y Cineasta ecuatoriano

Esta semana la gente ha salido a las calles para expresar su rechazo o su apoyo al régimen. Han salido con banderas negras o verdes, y han salido con teléfonos celulares. Las redes sociales bullen. La fotografía ya es de todos. “La invasión de los necios”, dice Humberto Eco. Cualquier persona es ahora un reportero gráfico, un comentarista, juez, filósofo, humorista. Reporteros de nuestra vida cotidiana, de nuestro “estado” de ánimo, de lo que pienso, de lo que veo, de lo que como, en un escenario público donde las jerarquías van marcadas por el número de “likes”. Esta semana me indigestado los ojos. A más de las características y monótonas imágenes de egoísmo, banalidad, moralina, consejos para llevar vidas sanas, platos de comida, bebés, auto promoción, las redes sociales han pasado atiborradas de imágenes “políticas” y pronunciamientos categóricos. Las imágenes intentan ser contundentes, enfáticas, imágenes que a más de decir “yo estuve allí, yo vi esto”, condenan y sentencian. Las imágenes son una prueba irrefutable (piensa el aficionado en su ingenuidad) de que aquello en realidad ha sucedido así. Viéndolas por cientos, todas se parecen sin importar mucho de qué bando sea la persona que publica. En medio del hastío político-visual, recibo en mi casilla de e-mail una serie de fotografías digitales de larga exposición, del artista y gestor Wilson Castillo, de Loja. En una primera mirada no sé muy bien qué pensar. Son imágenes nocturnas, imágenes de árboles, fachadas, máquinas, cielos, sin seres humanos en primer plano. No son fotos turísticas ni personales, no hay un yo que grite por detrás “estoy aquí!”, ni tampoco registran grandes acontecimientos o instantes perfectos. En una segunda mirada entiendo que aquello que se fotografía, el objeto/sujeto, tampoco es lo importante. Wilson no está fotografiando objetos. Está permitiendo que la luz, o mejor dicho, la incandescencia de la luminaria pública de Loja, irra-

die. Mediante tomas de larga exposición, Wilson permite que la luz artificial, en sus diversas temperaturas de color, pinte aquello que toca. Cuando el cine era en blanco y negro, las escenas nocturnas

se filmaban de día con un filtro rojo para engañar al ojo y simular las sombras de la noche. A esto se llamó la noche americana. Estas imágenes deshabitadas de la lejana noche lojana serían lo contrario: prolongadas capturas de luz para que la noche

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Fotografía: Wilson Castillo

Larga exposición se convierta en día. Un día extraño como una realidad paralela. Mientras las redes bullen, la calle se llena de banderas, la luz sigue allí, pintando. Gracias Wilson por descentrarme la mirada y sobre todo gracias por quedarte en Loja.

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“Hago lo que me gusta: soy artista…! Soy feliz…!” Jaime E. Celi Correa

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a manifestación plástica de Tania Sáez Pezo mantiene su ritmo vital. Se alimenta de su ideario humanista sazonado con todo aquello que le es inherente a la naturaleza humana. Su lucha existencial es interior a sí misma y la libra en los dominios de su individualidad única, irrepetible, irreversible e insustituible. En el catálogo de la muestra “Mujeres en el Arte”, mayo 2015, sentencia: “No dejaré de ser como soy. No sacrificaré mi autoestima. Y no cambiaré mi personalidad, solo para dejar de estar sola. Soy valiosa, soy libre, soy mujer. soy trabajadora, soy fuerte. Tomo mis propias decisiones. Hago lo que me gusta: ¡soy artista…! ¡Soy feliz…!” A través da la actividad plástica de Tania surge, brota, se manifiesta un pensamiento que fluye, como elemento telúrico, por sus venas, por sus poros, recorriendo y vitalizando la piel de su mirada, el rostro de sus anhelos, el ropaje de sus emociones. Para Tania, pintar es dejarse llevar por el impulso vital de la cotidianidad, hasta derramarse existencialmente en el detalle tangible de cada situación o circunstancia, objeto de su inspiración.

Su lenguaje plástico es un ensayo conceptual nunca acabado, sino, por el contrario, infinitamente inconcluso, temerario, irreverente y direccionado, con la fe del riesgo, sin cálculos ni reparos, a la dimensión inabarcable de lo humano. Qué de lo espacio temporal, que no sea exclusivamente lo humano, podrá alcanzar lo trascendente, es decir aquel intangible sublime que constituye la real ontologicidad humana, por la que bien vale la pena luchar, esforzarse e inclusive angustiarse, pero sin darle cabida a la desesperación ni al absurdo. ¡Qué bien que lo hace…¡ Tania, con la versatilidad y sensibilidad de su pincel, se involucra en la aventura de escudriñar en el sofisticado mundo del valor. Ha superado la duda y solo busca y anhela desentrañar lo divino de lo humano, para compartirlo con el observador inquieto, crítico, atento y bien intencionado. Comunicarse es proponerle, sugerirle, encaminarlo al receptor a que dé la respuesta involucrada en el propósito del emisor. Tania lo sabe y es en esa dirección que enfoca su quehacer plástico. Es un quehacer irrenunciablemente personal inspirado en su mundo individual donde impera la intencionalidad, la conciencia y la libertad. Para Tania, pintar es un acto humano. De ello deriva la responsabilidad frente a su obra. Tania sabe que los compromisos son ineludibles y también lo son las responsabilidades que devienen del “hago lo que me gusta: soy artista…! Soy feliz…! Loja, junio de 2015.

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N haríaZombienvenidos:

El caso particular de Les Revenants Wilson R. Castillo T. Crítico de Cine

Desde la aparición de The Wal-

king Dead, los seguidores del género imaginamos que sería una serie icónica, lo que no advertimos en ese momento era lo mediático que se volvería el asunto. Este hecho no afectó ni afecta en lo más mínimo la calidad de la serie, pero queda un poco de amor zombie propio, y es que en definitiva persiste la cuestión de que personas ajenas a toda la estética apocalíptica zombie se hayan inmiscuido por acá, sin conocer nada de la historia de los muertos vivientes, no sólo del maestro George A. Romero, sino desde la mismísima génesis del estilo, con títulos imprescindibles como: White Zombie o I walked with a zombie. Y cuando les hablas de esto, te quedan viendo fijamente al rostro en un inútil intento de entender la situación. ¿La solución? Conservar la serie, pero a su vez buscar algo distinto al mainstream para mantener ese amor propio antes citado y guardar cierta posición. En esa búsqueda ya había encontrado la brutal y violenta serie titulada Dead Set, sátira y endemoniadamente rápida, caminando entre la crítica social y la más bárbara masacre en vivo. Serie aclamada por cierto en la actualidad y convertida en obra de culto. En todo caso, mi vocación de explorador de nuevas experiencias estéticas me llevó indefectiblemente a Europa para satisfacer mis ansias y es allí donde la encontré. Les Revenants es un poema refinado tan íntimo y sorpresivo que quedará en la historia como una de las grandes series de la TV de todos los tiempos. El título de la serie puede traducirse como Los Retornados y se inscribirse dentro del canon del

género zombie. Pero, ¿qué hace diferente a esta serie francesa de sus similares? Bueno, casi todo. Europa siempre ha tenido una tradición importante dentro de los grandes temas del cine o la TV y actúa como una vuelta de tuerca a lo establecido. Sin perder la esencia y las líneas directrices generales, Les Revenants reinventa el tema y plantea una historia que describe en cada capítulo a un personaje bajo el desarrollo de la idea total. Es decir, cada capítulo nos muestra la historia de un personaje manteniendo un hilo conductor, lo que satisface en cierta medida porque se van evacuando dudas con cada entrega. Cada capítulo aporta no sólo inteligibilidad para comprender la trama, sino que deja al espectador en vilo y con ansias de conocer más de un hecho fundamental. El planteamiento es sencillo, los zombies no vuelven sedientos de carne y vísceras humanas. Ellos regresan tal como se fueron, sin recuerdos de lo que sucedió, pero con el dolor latente de sus seres queridos, sumado al tiempo que avanzó inexorable desde que partieron y es justamente este encuentro el que plantea la primera inquietud, el de cómo volvieron a la vida y porqué lo hicieron. Los seres que se quedaron mantuvieron su dolor y la similitud latente entre ésta y la historia de la humanidad, hace recordar a quien volvió de entre los muertos y caminó entre los vivos. Todos los apartados cinematográficos están cuidadísimos, en especial la fotografía que sonará incesantemente a Twin Peaks de David Lynch por la forma que retrata los escenarios, cada uno con su carácter y sentido dentro de la trama, quiero decir que ninguno se encuentra en la serie por azar sino

que cumple una función y lo dicho anteriormente, es captado por la dirección de fotografía de manera que muchos planos que se encuentran en la serie merecerían un estudio, tan solo para que no pasen por alto por el ojo que no está acostumbrado a ver más allá de unas primeras líneas. Un especial énfasis al trabajo actoral, sublime, inconmensurable. El casting de actores parece haberse hecho mucho antes de que la idea brote, de que el universo se alineó para darle vida, me atrevo a pensar que todo estaba allí desde siempre para que suceda. Los eventos paranormales están a la orden del día pero con un matiz tan creíble que le da a la serie: cuerpo, peso y alma. Canal Plus de Francia ha dejado su huella para la historia que no se escapa del clásico remake americano que ya se encuentra en marcha. El espacio no me permite comentarle nada adicional, lo último que puedo sugerirle es hacerse con esta serie y ser parte de esta historia. ¡Buen regreso!

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Día mundial de la

poesía Susana Álvarez Galarza

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a poesía, cántico universal del ser humano, la que comprende al mundo y es expresada en palabras iluminadas de imaginación e ingeniosa creatividad. La UNESCO eleva a la humanidad la proclamación del 21 de marzo de cada año como el Día Mundial de la Poesía. Con satisfacción y entusiasmo hemos acogido esta iniciativa de realizar una acción mundial a favor de la poesía, impulsando movimientos estéticos poéticos nacionales, regionales e internacionales que respondan a imperiosas necesidades artísticas del mundo contemporáneo. El homenaje, un tributo a la palabra poética, fortalece la cultura de cada país. En Europa constituye un verdadero festival de la palabra, poetas de reconocimiento internacional expresan sus versos en grandes auditorios, dan a conocer su voz profunda. En París, Berlín, Bilbao, Ámsterdam, las ciudades más conocidas; en Latinoamérica sobresalen Bogotá, México, La Habana, y La Plata. Las lecturas múltiples de poemas se toman las calles, los parques, los cafetines como en Quito. En este recinto cultural el poder de la poesía representa el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, expresión tradicional de la poesía libanesa que hermana la tolerancia y el dialogo para resolver conflictos y reforzar la cohesión social. La palabra poética, sueltamente feliz, comunica vida de todo cuanto observa y toca, aporta instrumentos expresivos que ayudan a transmitir un conjunto de estremecimientos psíquicos inefables, aptos para transparentar al hombre y su época a través del fenómeno poético; a veces un poema puede resultar más verdadero que la vida misma, su sistema expresivo, su red de elementos actuantes de tan compleja dinámica, desentraña

la objetividad del espíritu del poeta. La cosmovisión de la poesía y sus relaciones son mutables así como su concepto. En Bécker el sentimiento es un anhelo, en una de sus rimas el sentido poético de la realidad es representada en el orden sentimental. ¿Qué es poesía? Y tú me lo preguntas ¡Poesía eres tú! Es un concepto poético del siglo XIX con el romanticismo excelso que desapareció con la aparición del Simbolismo, Modernismo, Vanguardias. Pablo Neruda por ejemplo poetiza un sentimiento de angustia relacionado con una visión desintegradora del mundo y la vida. La poesía no varía; es el hombre y las circunstancias las que definen su carácter poético. Sucede algo similar con los fundadores de la nueva poesía latinoamericana: Cesar Vallejo, Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Lezama Lima, a más de Neruda. Anterior a las Vanguardias mencionadas, que prevalecen hasta la década de 1970, es el simbolismo con sus precursores. Estefane Mallarme, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire y Verlaine revolucionan los conceptos y la construcción versal; se entiende que la célula germinal del verso es la metáfora; asoma la poesía contemporánea, desaparece la imagen tradicional a cambio de la “irracionalidad” de la imagen visionaria, de tal manera que uno de los poetas malditos de París, Estefane Mallarme, conceptúa que la poesía es la insinuación de imágenes que se ciernen y se evaporan siempre; llega a asegurar que mencionar el objeto es destruir las tres cuartas partes del placer que consiste en la adivinación gradual de su propia naturaleza. Con estas nuevas categorías

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versales manejamos actualmente la construcción poética contemporánea; por tanto la poesía no se construye con significados sino con significantes. Por otra parte, este día tiene un propósito: promover la enseñanza de la poesía, fomentar la tradición oral de los recitales poéticos, que a más de provocar un deleite estético son bien recibidos por el público, son verdaderos evaluadores de los movimientos culturales del genero poético en el que se reafirma la identidad. Quito cada año tiene un evento eurolatino-ecuatoriano, auspiciado por las aerolíneas europeas y americanas y múltiples entidades promotoras culturales: Poesía en Paralelo Cero. Manabí, la Flor de Septiembre, auspiciada cada año la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Manabí, y que invita a los poetas de todo el país. Cuenca es un escenario permanente de poesía, ensayo, narrativa, cine. Ambato tiene los Juegos Florales Nacionales, para mencionar algo. Loja hace meses tuvo el Parlamento Nacional de la Poesía que concentró la presencia de personajes que construyen la actual poética ecuatoriana como Efraín Jara Idrovo, el mayor poeta en genero lirico, Alfredo Jaramillo Andrade, poeta de acentos sociales profundos, Fernando Cazón Vera, Carmen Váscones, Edgar Castellanos, Elsi Santillán, Simón Zabala, etc. ¿Qué paso con Loja? ¿Estamos a nivel de los bardos mencionados, o la nuestra es una poesía anquilosada y trasnochada de un siglo o medio siglo atrás? Sin embargo se manifestó una excelente poesía femenina. Pero esto no sucede con la narrativa lojana, que está en primer plano en el contexto nacional con Carlos Carrión y Luis Salvador Jaramillo. Es necesario presentar estrategias para las generaciones de poetas que nos sucederán, a fin de que se involucren en el contexto nacional, manteniendo viva la poesía como una de las expresiones más elevadas de la lengua y la cultura. El impulso poético debe tener participación activa de instituciones públicas y privadas pertinentes (escuelas, colegios, ayuntamientos, comunidades poéticas, museos, editoriales, medios de comunicación, autoridades locales, etc.) Gracias a la vida que Loja y nuestra patria es una estancia de paz, donde la palabra es fres-

ca y colmada de humanidad. Gracias al Doctor José Bolívar Castillo, Alcalde de la ciudad, por su aporte invalorable a la celebración del Día Mundial de la Poesía, armonizado con los presagios del gran Benjamín Carrión que decía coloreemos de poesía nuestra Patria. Gracias por permitirme evocar la presencia de esta juventud querida con la invitación a que reflexionemos que los mundos artificiales de las pantallas planas y artilugios electrónicos, hacen que niños y jóvenes vivan los resguardos de flores cibernéticas de floración digital, a espaldas de la seductora belleza y la virtud estética de las flores terrestres. Recuperemos el supremo ideal artístico de la poesía que gobierna en la plenitud de la palabra perdurable por siempre. Recomendaciones: 1. La enseñanza de la literatura en el género poético de los establecimientos secundarios debe fundamentarse en la nueva imagen poética que no corresponde a la Preceptiva Literaria alejada de la construcción versal contemporánea. 2. Las autoridades deben crear y fomentar la existencia de Talleres Literarios a fin de leer y aprender hacer poesía con preceptos actuales y vigentes. 3. Promover la publicación de libros de poesía con previa selección por un Consejo Editorial reconocido. 4. Realizar eventos nacionales e internacionales a fin de integrar a la ciudad y sus poetas al contexto nacional y latinoamericano. 5. Se debe promover concursos de poesía con lo que la creatividad trascienda y refleje lo universal de la experiencia humana. 6. Sugerir al Ilustre Cabildo de Loja por medio del Sr. Alcalde Dr. José Bolívar Castillo quien ha inaugurado el día de hoy la celebración del DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA se institucionalice el evento cultural con una semana académica de participaciones poéticas de los diferentes centros culturales y educativos de la ciudad. Nos sentimos felices en plenitud por el acierto de integrar a Loja a un evento cultural mundial al que le damos la bienvenida.

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M

María aría Meilán Castro

QUÉ IMPORTA

que no quisieras creerme, que me enterraras las uñas hasta rasgarme el alma, cada vez que me arriesgué a descorrer el pesado telón sobre el que bordaste esa imagen que eclipsa tu realidad: luz, yo sé que eres luz semilla de una excelsa constelación que ilumina mi existencia con sus destellos íntimos. Luz, sí, esa gran luz que me renueva cada amanecer cuando mis párpados se abren a la gran incógnita del día. Reseña bibliográfica María Meilán Castro nació en Lugo, España. Poeta y escritora. Entre sus publicaciones destacan la colección “Magic Woman”, Ed. Terapión 1996 (Valencia), su poemario “Las letras no bastan”, en 2004, Ed. Torremozas (Madrid) y la antología “, en 2009 Compobell (Murcia). Actualmente vive en la Costa Mediterránea y su novela “Vislumbres” está a punto de ver la luz.

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AHORA QUE TE VAS, Ahora que quiero que te vayas, llévate en tus pisadas mi sueño de eternos presentes, ese sueño que mi nostalgia inventó para no enloquecer en la espiral de desamor. Ahora que te vas, ahora que quiero que te vayas, llévate mi amor, libre ya de ataduras, y esa ternura infinita con la que mis manos han acariciado tu fragilidad. Ahora que te vas, ahora que quiero que te vayas, cierra la puerta sin hacer ruido y a mí, déjame yacer desnuda acurrucada entre los pliegues de las sábanas impregnadas de humedades, de olores, de sabores, de entrega Ahora que te vas, amor, ahora que no sé si quiero que te vayas, ahora que ya te has ido.

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Juan Carlos Alda Todo sucede por desidia de un mítico amuleto que fomenta la mendicidad entre sus pretendidos y pretenciosos hermanos. (Inédito)

Se desploma inmaduro de la rama el futuro. (Inédito)

SOLO espero sorprenderme. (Inédito)

Los sedientos papeles absorben arquitecturas halógenas

que la lengua no acierta a articular.

LA RUSA PIDE MÁS MAYONESA (Apuntes a pie de mantel durante una merienda de verano)

La ensaladilla asalta las glorietas. Desarraigadas masas de fécula agitan gallardetes empapados de sangre. Exigen más bonito.

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Pollino mundo: marchas

tras una zanahoria que no alcanzas,

reza una pancarta.

Qué pocos huevos tiene la mayoría aplastante son guisantes que, aferrados al cordón umbilical de las aceitunas, gritan ante la carga del acero: ¡Que no se corte la mayonesa a bayoneta calada!

Me asomo y veo torres con pestañas de plástico y pupilas. Todo cuadrado.

(Inédito) ………………………………………………………….. Sobre el orfeón de los motores, sobre el grave son-ido de alien-tos hali-tóxicos izo estas letras en sus mástiles, entre la metralla de vesículas biliares que rebota en el cascarón al que sólo quebrará la eclosión de la yema florecida, la yema del nuevo mañana.

(Del poemario El verso, en formación de combate, desintegra el discurso dominante. Amargord Ediciones, 2014)

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FOMENTO DE LA

LECTURA

Estalin Calle, como docente de Lengua y Litera-

tura del colegio Marcos Ochoa de Ciano, se propuso potenciar el comportamiento lector en los estudiantes, y para ello creó un proyecto piloto, el cual presentó al Distrito 11D04 en el año académico 2014-2015, de gran beneficio para nuestros educandos. Dicha iniciativa fue aprobada como proyecto de innovación pedagógica, para ser puesta a consideración de toda la jurisdicción educativa.

Estalin Calle Herrera. Mgs. Literatura Infantil y Juvenil y en Pedagogía miento lector, y luego, de segundo a séptimo grado, en Básica Superior y en Bachillerato.

Para cada nivel existen temas seleccionados en base a la edad psicológica del educando y a sus propios intereses. Así por El proyecto comprende la socialización obligatoria a los doejemplo, para Inicial están los cuentos más centes de Inicial, Básica y del área de Lengua y Literatura bellos (La Sirenita, La Cenicienta), a más en los tres cantones que conforman el distrito, para lo cual de una cuarentena de autores nacionales. se organizó un cronograma en cada uno de ellos, de forma Para Básica Superior, los clásicos de cienpedagógica, el mismo que se ejecutó antes de iniciar el año cia ficción como Viaje al centro de la tielectivo 2015-2016 del régimen costa. rra, mitos, cuentos y leyendas de autores La población beneficiaria comprende 224 instituciolojanos, a más de poesía romántines entre básica y Bachillerato distribuidas en ca. Mientras que para BachilleraEl proyecto comlos tres cantones, con una to tenemos novelas como El antiprende la mediapoblación estudiantil de faz de los Bristol, de Luis Salvador ción pedagógica a 10.830 y con 393 doJaramillo, y otras más, verdaderas docentes sobre el centes que laboran en novelas para adolescentes fundamento cienlos diferentes niveles. El Todos estos temas han sido selectífico y pragmático distrito está compuescionados sobre la base de la oben la utilización de to por 13 circuitos, a servación directa de los alumnos y estrategias de mequienes se ha socializadel fundamento científico de grando sobre estrategias de diación lectora des investigadores en literatura mediación lectora, con infantil y juvenil, en lo nacional e la finalidad de poiberoamericano. En lo nacional, tenciar el hábicomo el destacado PhD Galo Guerrero, to lector en sus eduel doctor Francisco Delgado, Iván Egüez, candos. Leonor Bravo, Hernán Rodríguez; y de autores latinoamericanos y europeos, como El proyecto comprenSilvia Kohan, Manuel Peña, Meriti, Obide la mediación pelions, entre otros. dagógica a docentes sobre el fundamento Por tanto, esta será la oportunidad para científico y pragmádesarrollar el comportamiento lector como tico en la utilización proyecto piloto en nuestro circuito y disde estrategias de metrito, con el objetivo de lograr el gusto y diación lectora a fin afecto por la lectura a temprana edad, lo de que los docentes que ayudará a mejorar el interaprendizaje fomenten e incentiven en nuestros niños y jóvenes, en todas sus desde la educación etapas estudiantiles. inicial el comporta-

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Sala de Exposiciones E. Kingman CCE-L

La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Loja, en su afán de promover y difundir las diferentes manifestaciones artísticas culturales, viene brindando su apoyo a la Asociación de Artistas Plásticos y Visuales de Loja, en las Muestras Binacionales de Artes planificadas por este gremio desde hace más de una década.

Sala de Exposiciones Ángel Rubén Garrido CCE-L

Museo de la Cultura Lojana

“Es el arte y los artistas que salen al encuentro del espectador, para fomentar la reflexión y la sensibilidad humana en los diferentes sectores de la sociedad”

La XIII Muestra Binacional de Dibujo y Pintura Ecuador-Perú 2015, se exhibe del 3 al 26 de septiembre en las salas de exposiciones: E. Kingman y Ángel Rubén Garrido de la Casa de la Cultura, núcleo de Loja; así como en las galerías del Museo de la Cultura Lojana, Prefectura de Loja y Museo Puerta de la Ciudad que acogen cuadros trabajados por artistas ecuatorianos y peruanos cuyas técnicas plasmadas en temáticas como Tropologías, Erotismo en el arte contemporáneo, Atávicos, Abstraccionismo y Cronistas de la cotidianidad, fortalecen el objetivo de unir las fronteras a través del arte plástico. Dentro del marco de la Binacional, se inauguró la muestra retrospectiva en homenaje post morten al artista plástico Delicio Toledo en el INPC.

Museo Puerta de la Ciudad Galería de la Prefectura de Loja

Instituto Nacional de Patrimonio Culñtural - Loja

Invitamos a visitar la Galería virtual de la CCE-L en: www.casadelaculturaloja.gob.ec

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BASES 1.

CONVOCATORIA

La Casa de La Cultura Núcleo de Loja y su Sección Académica de Artes Plásticas convocan al XIX Salón de Noviembre 2015 Guillermo Herrera Sánchez, modalidad dibujo, a los artistas de Loja, Zamora y El Oro así como a extranjeros radicados por más de dos años en las mencionadas provincias. La presente edición ha considerado al dibujo como expresión plástica, para lo cual se admitirán obras dibujísticas en blanco y negro y monocromías con técnicas de lápiz, carboncillo, tinta china, estilográfica o tinta corriente. 2. OBJETIVOS a) Convocar a certámenes que permitan crear espacios de índole cultural e intelectual, donde los artistas plásticos de la Región 7 del Ecuador, visibilicen su creatividad, aptitudes y habilidades a través de la expresión plástica. b) Promover la participación masiva de los artistas plásticos en todas las ediciones y modalidades propuestas en el Salón Guillermo Herrera Sánchez, que anualmente organiza la Casa de la Cultura Núcleo de Loja y su Sección Acádemica de Artes Plásticas y Visuales. c) Fomentar en la colectividad el conocimiento de las artes plásticas a través de eventos complementarios como: exposiciones paralelas, conversatorios, ruedas de prensa, catálogos, etc. 3. PARTICIPACIÓN a) Podrán participar los artistas de Loja, Zamora y el Oro, así como los ecuatorianos y extranjeros residentes por lo menos los dos últimos años en la Región 7 del Ecuador. b) Los interesados deberán inscribirse y entregar sus obras en el Teatro de Artes Segundo Cueva Celi de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Loja (Bernardo Valdivieso y Rocafuerte- 4to. Piso, oficina Artes Plásticas) hasta las 18:00 del viernes 23 de octubre de 2015. Al momento de la inscripción, se consignarán los siguientes documentos: - Formulario de inscripción descargar de: webs (www.casadelacultura.gob.ec o www. casadelaculturaloja.gob.ec) - Una foto tamaño postal por cada obra.

- Fotocopia de la cédula de identidad - Currículum vitae en el que consten: nom-

bres y apellidos del autor, número de cédula de identidad, dirección domiciliaria, número telefónico, correo electrónico, estudios, expo siciones individuales y colectivas más rele vantes y premios obtenidos (en caso de ha berlos). - Exclusivamente para los participantes extran jeros (certificado de residencia que confirme su permanencia por dos o más años en las pro vincias de la Región 7). - Toda la información requerida incluidos tex tos e imágenes (alta resolución) formato PDF debe estar respaldada en un CD que será receptado en la inscripción.

c)

Cada autor podrá participar con una o dos obras inéditas que no hayan sido presentadas ni parcial ni totalmente en exposiciones, salones o concursos en el ámbito local, nacional o internacional. d) Las dimensiones de las obras podrán variar desde 50 x 60cm como mínimo hasta 150 x 200cm como máximo. Los dípticos, trípticos y polípticos serán considerados como unidad y no podrán exceder los formatos especificados. e) Las obras deben ser museables y estar en condiciones de ser exhibidas al público. Al reverso de cada obra se hará constar una ficha con el título, dimensiones, técnica y año de creación. Además deberá acompañarse de un referente conceptual que no supere una carilla en formato A4, con el fin de apoyar a su lectura y de constituirse en elemento museográfico en la exposición final. f) Las obras procedentes de las provincias de El Oro y Zamora Chinchipe deben estar debidamente embaladas para su protección. g) La modalidad de la presente edición es dibujo en soporte bidimensional, por tanto, las técnicas a emplearse deberán remitirse al género propuesto quedando descartado el uso de soportes impresos, digitales y/o collage. 4. TEMÁTICA El tema para la presente edición de dibujo es de libre elección. 6. JURADO a) El Salón contará con un jurado de selección y uno de premiación que estarán integrados por personalidades de

trayectoria artística e intelectual. b) El jurado de selección se reunirá el lunes 26 de octubre de 2015 para optar por las obras que serán parte del Salón. c) El jurado de premiación se reunirá el miércoles 4 de noviembre de 2015 para emitir su veredicto el cual será inapelable. Actuará como secretaria del jurado de premiación la artista. Lcda. Mgs. Patricia Tapia, miembro del directorio de la Sección Académica de Artes Plásticas de la CCENúcleo de Loja. 7. PREMIOS a) Se otorgarán los siguientes premios económicos, más el certificado que los acredite como ganadores: PRIMER PREMIO 2.000 DÓLARES AMERICANOS SEGUNDO PREMIO 1.000 DÓLARES AMERICANOS b) El jurado de premiación concederá tres menciones honoríficas sin orden de jerarquía. Se conferirán, además, certificados a todos los participantes y a las personas e instituciones que colaboren en la organización y desarrollo del certamen. c) Las obras ganadoras del XIX Salón de Noviembre pasarán a formar parte del patrimonio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja. d) El acto inaugural, la lectura del veredicto y la premiación del XIX Salón de Noviembre Guillermo Herrera Sánchez, se desarrollará el viernes 6 de noviembre de 2015 en la Sala de Exposiciones Eduardo Kingman (Bernardo Valdivieso, entre 10 de Agosto y Rocafuerte). Las obras permanecerán en exhibición hasta el día 27 de noviembre de 2015. e) Las obras podrán ser retiradas por sus autores o representantes debidamente acreditados a partir del 15 de diciembre de 2015 hasta el 15 de enero de 2016. Transcurridos los plazos mencionados, los organizadores no se responsabilizan por las obras presentadas. f) En caso de contravenir lo establecido en estas bases, el participante será descalificado del certamen. Cualquier asunto no contemplado en el presente documento será resuelto por los organizadores. Loja, agosto de 2015.

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La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Loja, convoca al

Premio Nacional de

Poesía

Alejandro Carrión

1. Podrán concursar todos los poetas ecuatorianos radicados en el país, mayores de 18 años de edad.

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A S E S

2. El premio único estará dotado de mil quinientos dólares americanos (1.500,00 USD) para el ganador, además de la impresión del número de ejemplares que decida la entidad auspiciante, de los cuales se entregará el 40% al autor. El ganador se compromete a asistir al acto de premiación que tendrá lugar en Loja y que será comunicado con la debida anticipación. El ganador conservará los derechos de autor de su obra, quedando bajo su responsabilidad la inscripción de la misma en el Registro de Propiedad Intelectual. 3. El premio se fallará en febrero de 2016 y podrá ser declarado desierto. 4. Los originales deberán ser rigurosamente inéditos en su totalidad, incluido Internet, con una extensión mínima de 600 versos y máxima de 800. Los trabajos deberán ser presentados a doble espacio, por triplicado, en hojas de tamaño DIN A4, debidamente anilladas. No se admitirán trabajos enviados por correo electrónico. 5. Tanto la temática como la versificación serán libres.

dirección, teléfono, copia de la cédula de ciudadanía, así como una copia digital en CD del poemario presentado. Las obras deberán remitirse a: Concurso Alejandro Carrión Casa de la Cultura Benjamín Carrión, Núcleo de Loja. Colón 13-12 y Bernardo Valdivieso (Oficina de Relaciones Públicas; 2º piso). Loja – Ecuador 7. El plazo de admisión se cerrará el martes 5 de enero de 2016 a las 16:00H (cuatro pm). Los trabajos enviados por correo deberán llegar como máximo hasta la fecha de cierre señalada, caso contrario no entrarán en el concurso. No se devolverán los trabajos que no se premien, que serán destruidos luego del fallo.

8. El jurado estará compuesto por relevantes personalidades de las letras y su fallo será inapelable. Por ningún concepto los participantes entrarán en contacto con el jurado, ni la entidad auspiciante mantendrá correspondencia con los autores de las obras presentadas. La presentación a este concurso implica la total aceptación de las bases establecidas. Cualquier aspecto no especificado en las mismas será resuelto por la entidad auspiciante.

6. Las obras se presentarán bajo seudónimo, acompañadas de un sobre cerrado (plica), en cuyo exterior conste el título de la obra y en su interior el nombre del autor,

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Lic. José María Pérez Músico, pianista y docente argentino.

Apuntes y Memorias sobre el Taller de Improvisación Musical en el Conservatorio Superior de Loja

Actua

lmente la improvisación, tanto en su carácter de disciplina artística como de herramienta pedagógica, ocupa un lugar prácticamente ausente en la formación musical académica. Esto ocurre en detrimento de una formación completa. Generalmente se asocia a la improvisación exclusivamente con la música popular, principalmente el jazz, y se ignora que su práctica era común en la época de la que procede el repertorio académico convencional (períodos barroco, clásico y romántico). Lo cierto es que en la historia de la música europea académica, la improvisación supo ocupar un lugar importante en la actividad de los músicos (se sabe por ejemplo que solían improvisar preludios, tocatas y cadencias); sin embargo esto no se refleja en las pedagogías que se instalan a mediados del siglo XIX. Las metodologías y prácticas pedagógicas que se proponen a mediados de ese siglo son la base de las pedagogías institucionalizadas actualmente, y la improvisación no es parte de ellas. Si bien la temática de la improvisación es abordada nuevamente durante el siglo XX por diversos innovadores de la pedagogía musical, que proponen una reivindicación de su importancia y que diseñan modelos pedagógicos para su aplicación (por ejemplo M. Schaffer y Violeta

de Gainza), lo cierto es que la práctica ya ha quedado afuera del modelo convencional. Además, de forma un poco paradójica, la aparición a mediados y fines del siglo XX de academias de música popular que sí involucran algunas modalidades de esta práctica, profundiza el distanciamiento de las instituciones de música académica tradicional de la práctica de la improvisación; e incluso aún cuando en éstas aparece alguna materia optativa o complementaria relacionada con la improvisación, siempre tiene un enfoque desde y hacia la música popular. Cada instrumento, por su construcción y tradición, cuenta con una serie de maneras convencionales de producir sonoridades, denominadas “técnicas”. Estas técnicas tienen a su vez una metodología de estudio y un repertorio que las despliega. El hecho es que en la pedagogía tradicional, se prioriza la rápida incorporación de estas técnicas con el fin de poder abarcar el repertorio, lo cual no siempre es posible en los tiempos que se plantean. Además, no hay lugar para la exploración de las sonoridades posibles por fuera de éstas, ni de los mecanismos alternativos de producción de sonoridades que pudieran surgir. En general, las técnicas tradicionales se ejercitan sobre fragmentos del repertorio que le es propio, o sobre ejercicios

técnicos desarrollados específicamente, con el mismo lenguaje y la misma propuesta estética. De esta manera, toda una dimensión del estudio del sonido, del instrumento y de sus mecanismos posibles, y por añadidura, de otros discursos sonoros, se ve reducida a una sola propuesta que es hegemónica y que por sus propias reglas de transmisión, no habilita a la exploración y la síntesis personal. Por otro lado, el modelo convencional de educación musical no tiene la misma efectividad en todos los estudiantes, siendo muy frecuentes entre ellos el miedo al error y la crispación al tocar, así como dolores musculares e incluso lesiones que pueden llevar a que se deba dejar de tocar. En este modelo, se prioriza la pulcritud técnica y se transmiten criterios interpretativos y estilísticos canónicos; queda en segundo plano o mejor dicho, subordinada a estos elementos, la posibilidad de explorar y desa-

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rrollar el manejo de los elementos sonoros y sintácticos en sí mismos, de manera directa. Por estos motivos, incorporar las herramientas de improvisación y juego, lejos de entorpecer o distraer al estudiante de la necesaria claridad de su interpretación, le posibilita para incorporar en su propio cuerpo y su sensibilidad, el registro y la síntesis del sentido, contenido y mecanismo de lo que está interpretando. Durante los días 20, 21 y 22 de enero de este año, se llevó adelante el “Taller de Improvisación Musical Colectiva”, en el Teatro de la CCE-Loja (ex teatro El Dorado) , en jornadas de 3 horas. El taller se realizó gracias a la colaboración del Lic. Iván Salazar y al apoyo de la CCELoja, el Conservatorio Superior “Salvador Bustamante Celi” y el Colectivo Loja Sobre Ta b l a s . Pa r ti c i paron del taller nueve estudiantes del Conservatorio Superior: tres pianistas, dos cantantes, un percusionista, un trompetista, un saxofonista y un clarinetista. El magnífico piano de la sala demostró su versatilidad recibiendo varios intérpretes a la vez, que pudieron explorar su teclado, su arpa y su resonancia. Se trabajaron algunas modalidades de improvisación libre y con consignas. Los ejes principales que se desarrollaron fueron la exploración de lo sonoro y las dinámicas de interacción grupales.

A partir de ahí, fueron surgiendo otros ejes de trabajo como la cuestión del orden-desorden, el aspecto expresivo de lo sonoro, el valor del silencio, la posibilidades de improvisar discursos con elementos de la sintaxis convencional como temas y motivos, la dimensión ritual del momento musical, entre otros. A lo largo del taller se pudo observar cómo las habilidades y destrezas de los participantes se agudizaron; se volvían más sensibles para percibir lo que estaba sonando y para elegir cómo integrarse a esa situación; sus habilidades para interactuar, para “entrar” o esperar, para generar cambios en lo que está pasando; todas estas destrezas se profundizaron. Las consignas iniciales, de un carácter exploratorio, promovían una actitud de juego por parte de los participantes; quizás sin un gran compromiso expresivo/musical, entendido esto como una intención de comunicar ideas musicales o emotivas. Sin embargo, a lo largo del taller se fue orientando al grupo a profundizar en el aspecto expresivo de lo que hacían, logrando una mayor y mejor concentración durante las improvisaciones y un mayor compromiso con el resultado grupal, con el desarrollo del discurso y con la interacción colectiva. Ocurrían distintos momentos musicales en las improvisaciones, cada uno con su impronta, y éstos se fueron volviendo cada vez más claros y variados; se intuía más de un sentido en lo que sonaba, diversidad de personalidades e intenciones. Los estudiantes valoraron mucho la experiencia; sentían que habían encontrado un espacio donde podían expresarse libremente, sin miedo al error ni a la crítica. Además, habían encontrado que podían jugar con su instrumento, con los sonidos y con su

voz. La convicción de no imponer un ordenamiento previo para lo que va a sonar se sostiene a través de la propuesta de consignas y reglas de juegos que habiliten posibles formas de ordenamiento que estarán a cargo de los participantes, que ellos pueden proponer desde su ejecución. Estas consignas son ejercicios orientados a poder desplegar una atención cada vez más amplia y abarcativa, que no se pierda en el caos aparente y la incertidumbre de la búsqueda. Se proponen ámbitos de juego y se propone sostener la atención en determinados elementos para desarrollarlos. La atención se vuelve sobre los detalles, los timbres y texturas, las intensidades, las intenciones expresivas, la expresividad propia de cada sonido; es una escucha activa que interpreta lo que suena y propone en la acción. Incorporar estas herramientas les permite elegir con confianza en la improvisación libre y animarse a proponer, ya que conocen sus materiales. En la improvisación, la escucha se vuelve una escucha involucrada. Los detalles se vuelven significativos, propositivos, así como lo azaroso, lo inesperado, lo involuntario, el error. El mismo concepto de error se diluye y pierde fuerza en la medida en que lo involuntario y lo indeseado se inscribe en el ámbito de lo posible como un elemento más del juego, como un desafío cargado de posibilidades inesperadas. Se dialoga con lo real más que con lo ideal, con lo que está siendo más que con lo que debería o podría ser, ya que es justamente en lo que está siendo donde se halla el germen de lo que puede ser, de lo que puede devenir de un discurso musical improvisado; es desde donde se abren los caminos posibles, las alternativas.

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ni mo os

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s o L do

Alejandro Carrión

CUENTO

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sto es lo que él me contó:

“Cuando entré, el General se mostró bastante desabrido. Su ceño era duro: justo el ceño que se espera de un General. Yo vacilaba un poco: un ceño así no alienta al cristiano en esos trances. Y como el tiempo transcurría y el General no es propiamente una compañía deseable... largué el toro:

—En realidad, General, yo he venido a pedirle la mano de su hija Amelia...

El General se volvió hacia la cortina que separaba la salita del comedor, y con la voz de trueno con que mandaba las paradas in illo tempore, gritó: —¡Amelia, trae el vino!

Amelia entró muy ruborizada, trayendo un charol de plata con tres copas de vino: una muy grande, para mí; dos pequeñas, para el General, que no puede beber mucho a causa de la presión arterial, y para ella... porque una señorita tampoco debe beber mucho.

Y así fui aceptado.

A poco, el General salió, dejándonos solos. Tú sabes, ¡qué negrita tan linda! Como ya era mía —el General acababa de concedérmela— hice uso de mis derechos. Por primera vez fuimos dichosos. Luego, comenzó la lidia.

El General, la Generala y Amelia querían que el matrimonio tuviese lugar exactamente sesenta días después: dentro de treinta, ella se graduaría de bachiller, los otros treinta se emplearían en arreglar la fiesta: invitaciones, trajes, ensayos, ceremonias, en fin. Luego, la luna de miel.

Eso era lo que ellos querían.

Yo, en cambio, pensaba que mejor era esperar a graduarme. Podía rendir mi grado de Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales dentro de... digamos, en términos de letra de cambio, ciento ochenta días: los indispensables para denunciar la tesis, escribirla, sacarla en limpio, mandarla a encuadernar, presentarla, conseguir que la aprueben, rendir el grado oral, celebrar el éxito: sí, ciento ochenta días. Como puede ocurrir algo inesperado, superviniente, independiente de la voluntad, pongamos veinte días más: doscientos días justos. Así, estaría

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L os d o cubierta mi segunda jornada hacia el matrimonio.

La primera era la que ya había cubierto, desde que conocí a la negrita hasta que el General pidió el vino.

La tercera y definitiva se cubriría, digamos, cuatrocientos días después del grado de Licenciado.

Yo, tan pronto tuviese la Licenciatura, denunciaría mi tesis para el Doctorado en Leyes. La escribiría. La sacaría en limpio. La mandaría a encuadernar. La presentaría. Designarían el Tribunal. La estudiarían esos sabios. La aprobarían: eso, ¡ni dudarlo! Convocarían al Tribunal para el grado oral. Me lo recibirían. Lo celebraríamos. Luego, cien días más hasta rendir ante la Corte Superior de Justicia el grado de incorporación al foro de la Provincia de Pichincha. Total: quinientos días. Y en seguida, sobre la marcha, sin tomar aliento, digamos en sesenta días más, me casaría con Amelia. Según el plan del General y su tribu, sesenta días.

Según mi plan, seiscientos sesenta días. Un poquito más de dos años. ¿Qué prisa había?

Amelia, la negrita linda, tenía dieciocho años. ¡Una flor! Pasando dos años y medio, tendría veinte años y medio. ¡Una flor! Yo tenía veintitrés años. Pasando dos años y medio, tendría veinticinco años y medio. Me parecía la edad justa. Mientras esa edad llegaba, estudiaría. Si estuviera ya casado, no estudiaría. Me dedicaría a buscar la vida, alimentar el joven hogar y reproducirme. Las funciones de padre de familia no dejarían tiempo para las tesis universitarias, para los grados... y no adquiriría esa profesión que era el porvenir de Amelia, el mío y el de los niños con los que íbamos a perpetuar el linaje de los Moreno, linaje de poetas líricos y de juristas sapientes y honestos, y el de los Río Rosas,

linaje de guerreros invencibles.

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Al casarnos Amelia y yo, se unirían, una vez más, las armas y las letras. Se ponía uno a pensar en el discurso de Don Quijote a los cabreros... en Garcilaso... ¡y en Alfredo de Vigny! Yo escribí a mi casa consultando.

Una carta a mamá, otra a mi hermano Fernando.

La respuesta de mamá, era una sola lamentación. Le parecía todo un solemne disparate. Para ella, viuda de un ilustre abogado, los militares, las esposas de los militares, las hijas de los militares, eran lo peor del mundo. Para colmo de la desgracia, ese General, el padre de Amelia, había sido uno de los secuaces de Alfaro: era, pues, un réprobo, un enemigo declarado de nuestra Santa Religión. Todo anunciaba desgracia. Para comprometerme, no había consultado, como era mi deber, con ella, mi madre. Lo había hecho a destiempo, cuando ya estaba comprometido. Eso era augurio de malos tiempos en el porvenir. Dios no bendice a los que no confían en la experiencia de la madre, el único ser que es verdaderamente sincero. El único que ama de verdad. El único que es del todo desinteresado. El único que lo único que quiere es la felicidad de sus hijos. Lo que ella pensaba era simple: que yo viese la forma de irme deslizando... deslizando... hasta reconquistar la libertad. Lo conveniente era que, ante todo, me graduase. Luego, que comenzara a ejercer la profesión, que asentara los pies en el suelo, y que cuando ya tuviese una clientela y una situación sólida... entonces, bueno, que me casara. Pero sólo entonces. Para esposa, la que convenía, según su convicción de madre, era una chiquilla de Cuenca, de mi tierra, una niña de familia antigua, católica y conocida, criada según las tradiciones sanas y simples, nobles y cristianas de la hermosa ciudad cuna de mi linaje... Las quiteñas no son buenas esposas. Al contrario: son casquivanas,

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del Poeta impositivas, exigentes, egoístas, piensan solamente en modas, tés, canastas, espectáculos, saraos y en ir a los balnearios donde se pavonean prácticamente desnudas. No dan de mamar a los niños, ven amas de cría y los chicos, amamantados por indias, con semejante leche, se ponen feos y tontos. Por otra parte... ¡las hijas de los militares! ¡Si hasta guarichas les dicen! No, nada de eso. El deshacer un compromiso es cosa de todos los días en Cuenca, no se diga en Quito. Su consejo, no su orden, su consejo, su ruego, el pedido de una madre, era ese: deshacer el compromiso, esperar... Los treinta y tres años, la edad de Cristo, esa era la adecuada para el sacrificio, porque... ¿qué otra cosa que el sacrificio más grande es el matrimonio? La muchacha debe tener veintitrés: a esa edad la maternidad no les pesa a las mujeres, sino que les sienta admirablemente, las redondea, las pone bellas... y a esa edad es cuando más y mejor leche se tiene y en eso también hay que pensar... La contestación de Fernando vino en un sobre de oficio al reventar, que pesaba sus cuatro o seis onzas. Tenía ocho pliegos escritos por ambos lados. Las cubría una sola exclamación, incesantemente repetida: “¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo! ¡Qué pendejo!...”, y así hasta llenar los ocho pliegos tamaño oficio. Y todo escrito con una letra finita. Calculé que; la indecente exclamación estaba repetida cinco mil trescientas veces. Naturalmente, a Amelia le dije que mi familia estaba entusiasmada, que me pedían que me casara en seguida. Quieren tu retrato. Sin conocerte, te adoran. ¡Así es como yo te he pintado! Ella me dijo:

—¡Muéstrame esas cartas! ¡Me muero de gana de leerlas! ¡Quiero que las lea mi mamá!

Yo quedé en llevárselas el día siguiente. Me olvidé y me olvidé. ¡Qué cabeza la mía! Al fin, ella fue a mi cuarto, a buscarlas. Entonces, fuimos nuevamente dichosos. Pero no le pude mostrar las cartas, porque se me habían ido en el bolsillo del traje plomo, que mandé a planchar donde el sastre. Fuimos donde el sastre: se había ido a comer, la tienda estaba cerrada. ¡Si supiésemos dónde comía! ¿En su casa? ¿Dónde viviría? —Un día de éstos te las llevo, pierde cuidado. Ella me dio dos fotografías, con dedicatoria. “Para mi mamita Dolores, con el afecto de su hija, f) Amelia”. “Para mi hermano Fernando, con el cariño fraternal de, f) Amelia”. Remití las fotos por el primer correo. Me las devolvieron en el siguiente. “No tengo ningún deseo de conocer a esa señorita, que nunca será mi nuera”, decía mamá. “No me mandes adefesios”, decía siempre galante, mi hermano.

Le dije que la habían encontrado encantadora, que escribían larguísimo sobre lo que les gustaba, que me mandaban fotos para ella y que todo se me había olvidado en mi cuarto. De modo que ella, para que le diera esas maravillas, fue a mi cuarto y pudimos ser nuevamente dichosos. Pero no encontré las cartas ni las fotografías: doña Individua, la que me arregla la ropa, sin duda se las había llevado, para mostrárselas a una hija que tenía. ¡Es una vieja tan alharaquienta! —Un día de estos te las llevo, ¡pierde cuidado! La cosa salía de lo más bien.

Al fin, el General me llamó. Encontré instalada la Gran Asamblea de la Tribu. El General, los tres generalitos, Amelia, las dos generalitas, la Generala. Completamente

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L os d o completa.

El General me dijo, simple y llanamente, que a él se le daba un pepino lo que yo pudiese pensar y planear. Mis razones podían ser buenas, pero para él y los suyos no valían un pepino, y punto. Nos casaríamos exactamente dentro de sesenta días, a contar de la fecha. O sea que desde la copa de vino habían pasado treinta días. En total, noventa días después de la copa de vino. Dijo el General que si yo no colaboraba, le daba lo mismo. Lo único que yo tenía que hacer era alquilar un chaqué y venir la mañana del día señalado. No, no importaba que no tuviese plata. Él había señalado diez mil sucres para el viaje de bodas, suma que alcanzaba de sobra. En el departamento bajo de la casa, que ya había pedido a los inquilinos, y que iban a remozarlo, allí viviríamos. Me mantendría hasta que me graduase y tuviese clientela. Si nacía algún fruto de mis amores con Amelia, como él lo esperaba, lo criarían sin que me cueste un cobre. Su retiro alcanzaba, a Dios gracias. Una boca más no es gran cosa. Sobraban muebles, además, en su casa. Ya estaban sacando del desván la antigua sala, iban a quedar muy bien con una mano de gato, no valía la pena de que yo me

preocupe.

Y, con voz de trueno:

—¡Amelia, trae el vino!

Entre copa y copa de vino, mi porvenir estaba asegurado.

Yo volví a mi cuarto pensando que tal vez la cosa no estaba tan bien como le parecía al General. ¿Es justo que un militar retirado, así sea General de Caballería, disponga de la vida de un joven poeta de vanguardia, futuro jurista, miembro militante del glorioso Partido Socialista Ecuatoriano? Espera, propiamente, la cuestión. Por otra parte no me urgía ser dichoso con la negrita —realmente linda— pues ya lo había sido varias veces. Ya vería el General cuánto se equivocaba.

Y dejé correr el tiempo... Amelia se graduó de bachiller con todo éxito. Era tan linda como inteligente. Lo celebramos. Para premiarla, le permití ser dichosa conmigo una vez más. El General dispuso las cosas así: el domingo, por la mañana, a las diez, la ceremonia civil. A las doce, la eclesiástica en la iglesia de Santa Clara de San Millán. A la una y media partiríamos el pastel de bodas, ella lanzaría las ligas y el ramo a las amigas solteras, nos

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cambiaríamos de ropa y saldríamos con el tiempo justo para tomar el avión de las cuatro y media rumbo a Cali. Y allí, en el Hotel Alférez Real, con el clima tan calientito, daría comienzo nuestra luna de miel. Escogimos los padrinos, visitamos a los parientes para invitarlos personalmente, mamá y Fernando se excusaron de asistir por enfermedad, yo mostré cartas de ellos muy efusivas, escritas y firmadas personalmente por mí, y les buscamos sustitutos: unos tíos lejanos e indiferentes que vivían en la capital. Salieron las elegantes invitaciones y ella se mandó hacer un precioso traje de novia que le sentaba de manera admirable. Yo alquilé un chaqué que parecía hecho a mi medida. Es increíble lo bien que me sienta la ropa de etiqueta. Si no fuera por mis convicciones socialistas, contrarias a la vida soporífera y trivial de los diplomáticos, ingresaría al servicio exterior y me pasaría los días vestido de chaqué. Hubo un ensayo: actuamos con espléndida naturalidad. Parecía que teníamos antigua práctica en casarnos: tal era la seguridad con que ella y yo nos comportábamos. Comenzaron a llegar los regalos. La víspera

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del Poeta del gran día estuve en la casa del General y vi, con el asombro del caso, un cuarto lleno de maravillas. Suspiré: da pena ver cosas lindas que nunca serán nuestras. Me acostó temprano, porque al día siguiente tenía que madrugar. El domingo a las seis en punto, en un frío amanecer, con una maletita de mano, me introduje en un bus que salió para Baños, provincia del Tungurahua. Todo el día le dimos a la matraca y ya cerca de las seis de la tarde llegamos. Cogí un cuarto en un hotelucho cerca de la Piscina del Cangrejo y me fui a un estanquillo, donde pesqué una inmensa borrachera con aguardiente puro de Baños. Al día siguiente me dediqué a visitar las cataratas: El Agoyán, Inés María, Río Verde... ¡Nuestra naturaleza es tan hermosa! ¡Son tan profundas las meditaciones que surgen ante uno de esos prodigiosos saltos de agua! Se piensa en la perennidad de la vida y en la fugacidad del hombre... ¡Eso sí que es filosofía, hermano! Quince días anduve entre esas breñas. Después me fui a Cuenca, a visitar a mamá: ella y Fernando me recibieron alborozados. Supe allí algo de lo que había acontecido en Quito,

porque habían llegado telegramas preguntando por mí y cartas de amigos de la familia y parientes relatando la catástrofe, la devolución de los regalos, todo eso. A los dos meses completos volví a la capital y hube de pagar un montón de plata por el alquiler del chaqué, que se me quedó olvidado en el cuarto”.

Y esto es lo que yo presencié: Un día en que me desplazaba majestuosamente por el desierto a lo largo del Seminario, frente a la Alameda, un autito paró a raya junto a la vereda. Una linda mano salió y una linda voz me ordenó: —¡Manuelito! ¡Entra!

¡Ven!

—¿Cómo Amelita?

estás,

Era Amelia, desdeñada novia poeta.

la del

La vi, a tiempo que arrancaba el vehículo llevándome, y la aprobé. Estaba realmente bonita y muy bien vestida. Con su cerquillo cubriéndole la frente, sus grandes ojos, la piel morenita tostada, su cara redonda de pómulos salientes, sus labios de flor, su traje ajustado y sus lindas formas llenitas. Sí, una chica realmente linda. ¡Suerte la del poeta! Yo no habría tenido valor para

dejarla plantada. Me dijo:

—¿Sabes? ¡Me reconcilié con el loco de Ramón! — ¡Te reconciliaste!

—Y siempre nos vamos a casar... —¡Se van a casar!

—Pero, claro, como Ramón no se arriesga a volver por casa, después de lo que hizo, y hace bien, porque si papá y los ñaños lo descubren allí, le rompen el bautismo, pues... verás: yo me voy a salir con él. —¡Te vas a salir con él!

—Lo hemos arreglado así: mañana, a las ocho de la noche, yo voy donde Salvador Hernández, nuestro buen amigo. Él y Madita están sobreaviso. Vas tú, de testigo. Va también Rosendo Espinosa. Va la Beatriz Fierro. Ya le hemos hablado al Jefe Político. ¡Y nos casamos! —Todo está muy bien combinado, pero... ¿estás segura de que va a ir el novio?

—¡Claro! Ya se le acabaron las vacilaciones. Malo contó todo: su mamá y su hermano, un antisocial llamado Fernando, tuvieron la culpa de todo. Ellos lo tiranizaban y lo obligaron

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L os d o a hacer lo que hizo. Ya superó el conflicto interior. ¡Todos estos días, cerca de un mes, nos hemos estado viendo en secreto, en su cuarto! ¡Hemos sido tan dichosos! ¡Ahora sí que nos casamos, cholito! —¿Sólo por lo civil?

—No seas loco. Esa noche, es decir mañana de noche, nos casamos por lo civil. Luego vuelvo a casa y los convenzo... para hacer el matrimonio eclesiástico en mi hogar, como Dios manda. ¡No me voy a quedar con mi lindo traje de novia sin estrenar! Y si hubieras visto los regalos que hubo que devolver... ¡daba una pena! A lo mejor ni los han vendido y me los vuelven a mandar. Y, a propósito: no vi el tuyo. —Pero esta vez sí que lo vas a ver. —En eso quedamos.

Yo me fui muy preocupado. Me parecía que esta vez tampoco iba a salir bien la cosa.

El día fatal fui al lindo departamento de Salvador. Se había casado poco antes con Madita, una morenucha de enormes ojos, “ojos de huevo frito”, como decía Satán Morelos, un amigo poco romántico, y ya me encontré allí a Amella y a Beatriz. Poco después llegó Rosendo. La gente estaba ostensiblemente nerviosa. Hernández nos daba copitas: vino a las chiquillas, a nosotros coñac. Hablábamos de esto y aquello y en todos existía, obsesiva, una preocupación: ¿vendría Ramón? ¿y si no viene? Parecía imposible que se escurriese nuevamente, pero conociéndolo... podía ocurrir... ¡Podía! Ese era nuestro temor. Ese era también el temor de Amelia. —¿Y el Político?

—Ya mismo viene.

Y vino. Era un señor de calva reluciente, que entró acompañado de un bicho raro, que llevaba un gran libro. Era el Jefe Político del Cantón con su Secretario.

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—¿Cuáles son los novios? —preguntó antes de sentarse.

—El novio salió un ratito (le mentimos). Ya mismo viene. Esta señorita es la novia. —¿Mayor de edad?

—Tengo dieciocho cumplidos.

—Según eso... yo tendría que pagar una multa de quinientos sucres por casarla sin permiso escrito de su papá. ¿Tiene los quinientos?

—Sí, claro, los tengo... —y Amella sacó de su cartera cinco billetes morados y se los enseñó, volviéndolos a guardar.

Yo me quedé admirado. ¡Paga quinientos sucres por Ramón! ¡Hay quien pague quinientos sucres por Ramón! Yo no daría ni un centavo. ¡Cuán locas son las mujeres! ¿Qué le hallará al poeta, para que corra así tras él? ¡Y es linda esta negrita! —Si es así, no hay inconveniente... ¿Los testigos?

—Todos los que aquí estamos servimos, ¿no le parece? —Sí, claro, están muy bien. —¿Una copita?

—Mil gracias, señor Hernández.

—Madita: sírvele también al señor Secretario. —Sírvase... señor...

—Legarda, para servirla. —Señor Legardita.

Legardita levantó la copa e hizo un brindis: —¡Que vivan los novios!

A las once la botella de coñac había fenecido y la nerviosidad llegaba a su cumbre.

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del Poeta El Jefe Político, acostumbrado a todas estas cosas, no expresó sorpresa alguna. Apenas insinuó:

—Parece que se ha quedado la ceremonia para mañana...

—Espere un diez: yo creo que ya mismo llega —dijo Madita, en un postrer esfuerzo.

Y me besó.

Luego se sentó en una butaca y comenzó a llorar bajito. Apenas se le movían un poquito los hombros. Hernández, con el pretexto de dejar al Político y a don Legardita, salió y al volver trajo dos botijas. Madita dijo:

Yo me lancé al teléfono. No dejé de investigar uno solo de los escondrijos conocidos del tipo, accesibles telefónicamente. No se le halló ni la sombra.

—Querida: voy a telefonear a tu casa que te quedas a pasar la noche conmigo... ¡Y emborrachémonos, qué diablo!

Amelia comenzó a llorar. Lo hacía muy lindamente: sollozaba bajito, sin que se descomponga su linda cara. Era muy valiente, pero al despedirse el Jefe Político se le llenaron de lágrimas los ojos y ya no se pudo contener.

—¿No les dije que el morlaco se iba para Baños también esta vez?

—Yo creo que nuevamente se ha ido a Baños —dijo Rosendo.

Yo tampoco me pude contener. Yo soy un caballero muy sentimental. La llamé a un lado y le dije, conmovido, con el alma en la mano:

—Si quieres, cásate conmigo. ¡No puedo consentir que te desprecien así, querida! Ella me abrazó estrechamente, dejó caer su cabecita en mi hombro, permaneció así un rato en silencio y yo pude sentir su calorcito. Luego, me dijo: —¡Gracias,

gracias,

hermanito! ¡Aprecio tu gentileza! Pero ni yo soy tu novia ni tú eres mi novio. ¡Gracias, querido!

Se avisó también a casa de la Beatriz.

Y nos emborrachamos a fondo, hasta las patas, hasta la anestesia. Cuando desperté, ya Amelia se había ido. Era Rosendo, que en cierto melancólico sentido se sabía triunfante.

No, no era a Baños: esta vez se había ido a Playas y en un tren de ganado. Mugían los terneros, mugían las vacas y el poeta sentía que su libertad, recién reconquistada, era hermosa como el amanecer. Amelia no pudo resistir su desengaño: se fue a los Estados Unidos cuatro días después... y allá se casó con un gringo. Jamás volvió al país. Nunca la volvimos a ver. Así defendió de graves peligros su libertad el poeta de “Lirios y estrellas”. Hoy tiene sesenta años y es soltero. Su cabello está blanco. Cuando recuerda esos días y sus emociones y riesgos, según él dice, “de nuevo se siente joven”. ¡Qué hermoso es luchar por la libertad! Es decir, eso es lo que él piensa. En cambio Amelia, que era hermosa y fina, luchaba por perder la libertad. Tomado de Muerte en su isla

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Reseña octubre

Arte y Letras Miguel del Arco.

Misántropo.

Ediciones Antígon a. 12 euros. 112 pág.

L

a verdad ignorada Carlos Ferrer

La versión libre de El misán-

tropo de Moliére, filmada por Miguel del Arco, es un drama que avanza al compás de los contratiempos del espíritu de Alcestes. El misántropo enamorado pugna contra las miserias, las mentiras y la hipocresía, la frivolidad, la ausencia de moral, que se hallan en los que le rodean. El protagonista condena las falsas cortesías y pone la virtud, la integridad, la rectitud por encima de todo y es que es un verdugo de sí mismo por culpa de esa exigencia moral, admirable pero enfermiza, que le condena a la soledad. Su carácter firme y fuerte, que es el detonante de su comicidad, le impide ser complaciente con los demás. Alcestes es un héroe trágico por su condición de enfrentamiento con los otros, un héroe desde la inteligencia y mediante una postura casi extrema que le convierte en constante perdedor. Alcestes quiere vivir en la verdad, que la honestidad y la sinceridad reinen, despejar los interrogantes embarazosos, pero la mentira lleva ventaja y el término medio no tiene cabida. Molière, apodado Mascarille, fue el maestro de la farsa y está considerado como un hábil comediante, puesto que mostró a los espectado-

Esta versión aligera el original de Molière y le da un barniz de modernidad, así como mantiene esa punzante crítica a una sociedad con sus excesos y ridiculeces

res del s. XV cómo eran, con sus dramas cotidianos, sin dejar de divertirlos. La eficacia de los resortes cómicos era la base del éxito de su sátira. Su misántropo recibió los elogios de Racine y Boileau, pero la indiferencia del público de la época (1666). Miguel del Arco es uno de los hombres de teatro de más prestigio desde sus primeros pasos en 2009 y su Misántropo ha encandilado a público y crítica. La versión de Del Arco, ubicada en la salida trasera de una discoteca, aligera el original (sobre todo las preguntas retóricas) y le da un barniz de modernidad, así como mantiene esa punzante crítica a una sociedad con sus excesos y ridiculeces y a un tiempo superficial e interesada, capaz de amparar, como se alude en el primer acto, la frivolidad del mercado del arte. El devenir de la fiesta lleva a Alcestes, en un delirio furioso, a consumir una raya de droga y ese contradictorio

en uno más, en un banal ser social. Alcestes es víctima de los juegos y caprichos de su enamorada Celimena, quien desencadena el desenlace por su comportamiento trivial e indecoroso. La verdad por encima de todo tiene un precio, que solo Alcestes está predispuesto a pagar, la soledad. Al marchar-

gesto lo equipara, aunque sea solo un momento, al resto de invitados y lo convierte, por unos segundos,

se Alcestes, la puerta queda abierta. Y es el lector el que determinará si sigue aún hoy abierta.

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Concurso Binacional de Pintura Infantil Sueños y Colores El concurso tuvo gran acogida. Participaron 70 pequeños artistas de Ecuador y Perú, además, se propició la integración de niños con capacidades diferentes de 5 a 18 años, ellos supieron expresar un mensaje de cuidado a la naturaleza, de unidad familiar y de identidad cultural, a través del lenguaje pictórico sencillo y original con técnicas, trazos y arcoíris de colores que iluminaron las paredes de la Sala de Exposiciones Kingman.

En homenaje al Día del Niño

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Lunes, 1 de junio /2015 Dibujo y Pintura Infantil Binacional Sueños y Colores

Martes 2 y miércoles 3 de junio /2015 *Interpretación de Música Clásica

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Concier to al Mérito Ar tístico: jueves 11 de junio* 19:30h

Alicia Ochoa Valdivieso, vocal principal del Directorio

Teatro de Artes Segundo Cueva Celi

(Bernardo Valdivieso y Rocafuerte)

Acontecer se refirió a este concurso en los siguientes términos: … El concurso Infantil Sueños y Colores fue organizado para estimular el talento pictórico de la niñez en este año tiene connotación binacional porque la Casa de la Cultura quiere continuar fortaleciendo el proceso de la paz mediante la cultura; porque estamos profundamente convencidos que la paz es algo más que ausencia de la guerra, tiene que ver con la superación, reducción y evitación de todo tipo de violencia y con nuestra capacidad y habilidad para transformar los conflictos en oportunidades de comunicación, cambio, adaptación e intercambio, superación permanente para continuar construyendo la Patria que soñó nuestro libertador Bolívar…

‘La pintura es una poesía que se ve sin oírla’

Los triunfadores de este concurso fueron: Primera categoría de 5 a 8 años

Segunda categoría de 9 a 13 años

Primer lugar: Diego Sebastián Ochoa Ordóñez de la Escuela José Ingenieros Nº1. Segundo lugar: Wilson Israel Faicán Córdova de la Unidad Educativa Comil-5. Tercer lugar: Ana Sofía Palacios Bailón representante del Centro de Formación Artística de Loja.

Andreina Elizabeth Aguilar Díaz, alumna de la Escuela Ciudad de Loja, primer lugar. Segundo lugar: Bryan Alejandro Flores Chicaiza de la unidad educativa Miguel Ángel Suárez. Tercer lugar: Isaac Xavier Cartuche Delgado del centro educativo Eduviges Portalet.

Tercera categoría Niños con Capacidades diferentes Primer puesto: Alex Damián Quille Soto del Centro de Educación Especial Ciudad de Loja Nº2. Segundo lugar: Alejandro Patricio Yauri Zhapa del Centro de Educación Especial Ciudad de Loja Nº 1; y, el tercer premio fue para Luis Alexander Alulima Cabrera del Centro Educación Especial Ciudad de Loja Nº1.

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C ultural

Concurso Infantil de Interpretación de Música Clásica Edgar Palacios

La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Loja

Un concurso con excelencia musical que reflejó por qué Loja es considerada la capital Introduccion musical del Ecuador, pues, 30 niños de edades entre 5 y 12 años interpretaron piezas musicales con instrumentos La Casa de la Cultura Ecuatoriana que van desde delicada melodía de la flauta traversa y pasa por Benjamín Carrión, Núcleo la de Loja, con el fin de promover, potenciar y difundir el talento artísticodel de lospiano niños de la los acordes y la rítmica interpretación del xilófono, violín, ciudad y con el objetivo de concientizar sobre los beneficios que la música y otros… corno francés, guitarra y específicamente la ejecución de

CONCURSO DE INTERPRETACION DE MUSICA CLASICA EDGAR PALACIOS

instrumentos musicales producen dentro de la formación integral de los seres humanos llevará a cabo el I Concurso de Interpretación de Música Clásica Edgar Palacios. Se toma el género de la música clásica como fuente de la que se deriva todo el resto de estilos musicales.

Bases 1. Podrán participar todos los niños que interpreten música clásica en la ciudad. Deberán presentar una carta de recomendación de su respectivo profesor, indicando el talento y especiales aptitudes de su (s) alumnos. 2. Se considerarán las siguientes categorías: Primera Categoría: Niños hasta 6 años. Segunda Categoría: 6 hasta 9 años. Tercera Categoría: 9 hasta 12 años, a la fecha del concurso, en todas las categorías.

FECHA: Martes 2 - Miércoles 3 de junio HORA: 9:00 LUGAR: Teatro de Artes Segundo Cueva Celi DIRECCION: Bernardo Valdivieso y Rocafuerte

El jurado calificador estuvo integrado por los maestros: Elina Félix Manzano (Guayaquil) y Luis Cueva Dávila (Loja) quienes de Artístico acuerdo a las Concierto bases deal Mérito la convocatoria estaFECHA: Jueves 11 de junio a las 19:30

3. Ejecutarán dos canciones de estilo libre: barroco, clásico, romántico, contemporáneo o latinoamericano, y transcripciones a elección. 4. El tiempo de ejecución en las dos categorías iniciales será hasta 5 minutos y en la última hasta 8 minutos. 5. Los participantes enviarán junto al formulario de inscripción anexo, la copia legible y clara de las partituras a ejecutar incluidas las del acompañamiento si fuera del caso, así como la partida de nacimiento o cédula y una foto tamaño carné a colores.

6. Los instrumentistas que requieran de acompañamiento deberán proveerse del mismo. 7. Podrán participar hasta dos alumnos en cada categoría por Institución Educativa. 8. Intervendrán como jurado reconocidas personalidades del ámbito artístico-musical. La decisión del jurado será inapelable. 9. La fecha límite de las inscripciones será el martes 26 de mayo del presente año. 10. Los niños triunfadores participarán en el Concierto al Mérito Artístico, en el Teatro de la Institución. 11. La primera ronda del Concurso se llevará a cabo el martes 2 y miércoles 3 de junio de 2015 a partir de las 9:00 en el Teatro de Artes Segundo Cueva Celi de la Institución y el Concierto al Mérito Artístico será el jueves 11 de junio a las 19:30 en el mismo Teatro, ubicado en las calles Bernardo Valdivieso, entre Rocafuerte y 10 de Agosto. 12. Los triunfadores así como todos los concursantes se harán acreedores a diplomas de participación otorgados por la Casa de la Cultura, Núcleo de Loja.

blecieron los siguientes ganadores: Angélica María Saraguro Coronel (teclado), fue la triunfadora de la primera categoría de hasta 6 años la triunfadora, representó al Centro de Formación Artística de Loja y a la Academia de Piano adscrita a la CCE-Loja. Segunda categoría de 6 a 9 años, el ganador fue Isaac Escobar Placencia por el Centro de Formación Artística de Loja y a la Academia de Piano adscrita a la CCE-Loja. El segundo lugar Ana Victoria Espinosa Monteros (flauta) en representación del Conservatorio de Música Salvador Bustamante Celi. Tercer lugar se asignó a Danna Valquiria Guzmán Arrobo (corno francés), por el Sistema Integrado Filarmónico SINFÍN de la UTPL.

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