U.N. Periódico No. 21

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DIVERSIDAD OPINIÓN EXPRESIÓN

Vacas locas, epidemia del miedo

Periódico

La llamada enfermedad de las vacas locas tiene paralizada a la opinión pública en medio de lo que el profesor Olimpo Oliver denomina la guerra de la desinformación. Un diagnóstico que pretende mostrar hasta qué punto es posible una eventual propagación en Colombia. Pág. 10

Fútil fumigación feroz

La historia de las fumigaciones para erradicar los cultivos ilícitos en Colombia da cuenta de los resultados funestos de esta técnica. Juan Gabriel Tokatlián muestra la triste experiencia de nuestro país en ese campo. Pág. 15

Ejercicios sí, pero cuáles

El cuidado del cuerpo humano ha conducido a la práctica de todo tipo de ejercicios con el agravante de que éstos no son aptos para todos. El profesor Joel Rojas advierte que éstos requieren de prescripción médica. Pág. 17

Jugosa trampa a la gasolina En un descubrimiento que venían buscando ávidamente las multinacionales del petróleo, la Universidad Nacional y Ecopetrol lograron patentar una sustancia química que permitirá recuperar por lo menos 10% del rendimiento global en la producción de gasolina. Avances del rentable hallazgo. Pág. 9

Agonía de la paz en Medio Oriente

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OPINIÓN

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POLÍTICA

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ECONOMÍA

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CIENCIA Y TECNOLOGÍA

UN LADRILLO EN LA PARED EL DILEMA DE LA REFORMA EL TRANSFONDO DEL ALCA NARANJAS MÁS JUGOSAS

16 EDUCACIÓN GERARDO MOLINA, EL MAESTRO

19 CIUDAD GOTAS DE LLUVIA PELIGROSAS

22 LIBROS NOVEDADES DE FERIA

23 CULTURAS UNA MANERA DE HABITAR

BOGOTÁ, D.C., No. 21, ABRIL 15 DE 2001 PÁGINA WEB: http://unperiodico.unal.edu.co E-MAIL: unimedio@dnic.unal.edu.co ISSN 1657-0987

U.N. Periódico presenta una mirada analítica a los 25.655 homicidios que se produjeron en Colombia en el año 2000. El investigador Saúl Franco recopiló los reportes sobre muertes violentas producidos por el Centro Nacional de Referencia sobre Violencia del Instituto Nacional de Medicina Legal; del Centro de Investigaciones Criminológicas de la Policía Nacional; del Centro de Investigación en Educación Popular; y de Justicia y Paz, con el fin de confrontar e interpretar los datos. Se aproxima a la distribución de las víctimas por género, edad, región, así como por la tipología de las masacres y el perfil de los homicidios políticos, entre otros asuntos. Más allá de las cifras, el informe enfatiza en la pérdida que representa para el país cada una de estas muertes. Págs. 12, 13 y 14

FOTOGRAFÍA CORTESÍA DE PAUL HIAC, FUNDACIÓN DOS MUNDOS

La experta francesa Nadine Picaudou explora las causas por las cuales la paz sigue siendo tan esquiva en el Medio Oriente. Antecedentes y perspectivas del conflicto por el territorio entre israelíes y palestinos. Págs. 6 y 7

A sangre y fuego


Evocación del maestro Molina

Magnífico Rector Hace un decenio, precisamente un viernes santo, en la capilla ubicada en el campus, que paradójicamente ilustra muy bien el carácter no confesional de nuestra Universidad, nos reunimos en ese rito que también fue laico, como siempre quiso que fuera la academia, muchos de quienes conocimos el periplo vital del Maestro Gerardo Molina y, especialmente, quienes sabíamos la importancia de su huella en el carácter y en el rumbo de la universidad de la Nación, que indudablemente exige reconocerlo como un Rector magnífico, para emplear esta expresión en un sentido que destaca no la dignidad del cargo, sino la significación excelsa de su orientación y de su obra. Llegó a la que entonces se denominara la Facultad Nacional de Derecho, luego de su expulsión de la Universidad de Antioquia, en una de las épocas más cruciales de nuestro devenir político, cuando ya se asomaba el advenimiento de la República Liberal, que vino a refundar y a fortalecer la Universidad Nacional de Colombia, la cual, como Molina acostumbraba recordar, es la misma que hace 175 años el General Santander fundara y definiera como Universidad Central, tanto en Colombia como en nuestras hermanas de cuna e historia, Venezuela y Ecuador, y que luego de ese “enorme disparate cometido por el gobierno liberal de José Hilario López en 1850” -como él llamara a la ley expedida entonces que suprimió las universidades, so pretexto de liberalizar las profesiones hasta el punto de que no fuere necesario ningún título o grado para ejercerlas-, fue restaurada y puesta nuevamente en marcha en aquel septiembre de 1867, bajo la orientación de sus primeros rectores Ezequiel Rojas y Manuel Ancízar. El fecundo trasegar de Gerardo Molina por la vida política y académica del país nos invita a reflexionar una vez más sobre los que, como ayer, siguen siendo aspectos centrales de la vida universitaria. Si leemos las páginas del debate sobre su designación como Rector en 1944, no podemos dejar de pensar en controversias similares en otros momentos. Ahora también hay calibanes, arzobispos y dirigentes políticos que no desaprovechan ocasión para las prácticas de estigmatización de la universidad pública y de la Universidad Nacional de Colombia en particular. La obra y la acción de Gerardo Molina fueron el mejor mentís para quienes veían en él a un fanático marxista que podía lanzar a las juventudes por las alocadas rutas de la perdición; cuyas ideas socialistas eran un peligro para ellas y una amenaza para nuestra patria y la divina doctrina de Jesucristo; que vendría a establecer una educación dirigida por normas totalitarias y anticristianas. Molina confirmó lo que Luis Cano advirtiera: que era precisamente la antítesis del demagogo, que era un concienzudo y laborioso profesor universitario, un líder de la reforma y de la autonomía universitarias. Nuestro Rector tuvo claro desde el inicio de su gestión que lo esencial era que esta Universidad continuara, como hasta ahora hemos podido seguir haciéndolo, “estudiando las grandes cuestiones nacionales y ofreciendo fórmulas para resolverlas”, en su función de “orientadora de la República”. Ella debía contribuir a superar “la escasez de mano de obra intelectual” que, más que una frase disonante, era la manera de expresar la importancia de lo que hoy llaman capital humano, es decir, la formación científica que el país necesita, sin ceder a la tentación de las especializaciones descontextualizadas de los intereses colectivos, que construyen en muchas ocasiones simples técnicos desentendidos de la suerte de sus semejantes, que echan “los cimientos de la dictadura en todas sus formas”. Según sus propias palabras, no concebía la Universidad “sino como un mecanismo puesto al servicio de la Nación y de la democracia, animado del propósito de contribuir a la liberación del pueblo y a la solución justa de las cuestiones que a cada minuto estorban nuestros movimientos. Rechazamos el concepto tradicional de que la Universidad ha de tener por encargo satisfacer los anhelos egoístas de perfección intelectual que puedan sentir algunas unidades, para las cuales la alta cultura es apenas ornato, o manera de hacerse a grandes entradas o piedra inconmovible en que descansa el edificio de la injusticia económica”. La ocasión del décimo aniversario de su desaparición es propicia para rescatar la historia de nuestra Universidad, no para mirarla con nostalgia, sino para que nos sirva de estímulo y acicate en las labores y retos del presente. Para que sobre la base del reconocimiento de su significación podamos repetir con el mismo optimismo la frase de Chaplin que citó en una de sus últimas intervenciones: “Mañana cantarán los pajaritos”.

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OPINIÓN

A propósito de Davos

globalización

La vista desde el Sur Guillermo Maya Profesor Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Sede Medellín

Desde el descubrimiento de América, el mundo ha visto crecer el intercambio genético, lingüístico, de ideas y conocimiento, y el intercambio de bienes, servicios y capital. Con las premisas de que se mejora la eficiencia económica y se logra un crecimiento económico mayor, el proceso de globalización busca tanto la liberalización comercial como la financiera: un solo mercado, un solo precio. No fue a través de la liberalización económica como los países que hoy llamamos PD (Países Desarrollados) lograron su alto grado de desarrollo. Todos, sin excepción, siguieron patrones que hoy serían calificados como altamente restrictivos, imitando a Gran Bretaña. La primera globalización, entre 1870 y 1914, convirtió al Norte en industrial y exportador de capitales y al Sur en agrícola y minero e importador de capitales. La disminución de los aranceles y de los costos de transporte y comunicación fueron factores decisivos. En la segunda globalización, que comienza después de 1944, el patrón ricardiano para los países del Sur sigue vigente, aunque un grupo reducido de ellos, como los del Este asiático, que ya prácticamente son PD, China, Brasil y México exportan cerca del 90% de las manufacturas. Los factores que afectan a los países dependientes de la exportación de los bienes primarios son las bajas tasas de crecimiento del consumo en los PD, debido a las bajas elasticidades precio e ingreso de la demanda, el proteccionismo arancelario y para-arancelario de los PD, y los enormes subsidios para las actividades agrícolas y el dumping de precios practicados por los PD, que han limitado la competencia en los mercados mundiales y el crecimiento de los PED (Países en Desarrollo). Como estos últimos se han convertido en importadores netos de capital, como parte de la liberalización financiera y de capitales, que financian una creciente importación de manufacturas, e incluso hasta alimentos, convirtiendo sus cuentas corrientes en deficitarias, y en ingresos y en empleos para los PD. Además, la liberalización financiera no ha traído unas tasas de interés reales más bajas sino más altas, lo que ha conducido a una transferencia enorme de recursos del Sur hacia los centros financieros del Norte. A pesar de que en las diversas rondas de negociación del Gatt (hoy OMC) se lograron algunos avances en la disminución de los aranceles y la eliminación de algunas medidas para-arancelarias; y por otro lado, a pesar de la reducción en los costos de transporte y de comunicación, la participación de los 40 países menos desarrollados del mundo en las exportaciones mundiales es de sólo 0,4%. Hace 20 años era de 0,6%. Pero los PD tampoco lo han hecho mejor: la economía europea importa lo mismo hoy que hace 40 años, alrededor de un 7% del PIB. Una explicación para esto

último es que el proceso de regionalización, llamada por Bhagwati “enfermedad europea” que ha contaminado a todo el mundo, que rivaliza con la globalización, desvía el comercio con el resto del mundo hacia el comercio intra-regional. En 1998 el intercambio de un país con otro en la UE representaba el 70% de su comercio junto a un 38% en el Nafta y un 45% en Asia. Estos porcentajes suman cerca de la mitad del comercio mundial. En general, entre el 80% y el 85% del comercio mundial es realizado entre PD.

En 1900 el ingreso medio por persona de los países más ricos era de cinco veces el ingreso por persona de los países más pobres; en 1980 era 20 veces mayor y hoy 40 veces, con cerca del 50% de la población mundial viviendo con menos de dos dólares diarios. Por lo demás, el comercio mundial no se desarrolla bajo los lineamientos del libre comercio. El comercio más dinámico no es el de bienes complementarios, manufacturas-bienes primarios (Norte-Sur), sino el de bienes sustitutos manufacturasmanufacturas (Norte-Norte), que gozan de altas elasticidades, precio e ingreso de la demanda, rendimientos crecientes a escala y rápida innovación tecnológica. Por otro lado, a pesar de (o gracias a) la creciente dominación de las reglas del mercado, el ingreso de los PED no ha mejorado: en 1900 el ingreso medio por persona de los países más ricos era de cinco veces el ingreso por persona de los países más pobres, en 1980 era 20 veces mayor y hoy 40 veces, con cerca de la mitad de la población mundial viviendo con menos de dos dólares diarios. Las reglas de juego de la globalización, de plena libertad, imponen una competencia entre desiguales en un campo de juego sin nivelar. Aunque el capital extranjero de largo plazo puede jugar un papel positivo en el desarrollo de los PED, la única alternativa es el ahorro nacional. El capital extranjero de corto plazo significa más inestabilidad financiera y cambiaria y el riesgo de una bancarrota global. La utopía neoliberal ofrece la tierra prometida, a los ricos ahora, y a los pobres después de una larga travesía por el desierto, pero nunca alcanzable porque el modelo no se ha aplicado bien, hay demasiado Estado. Es necesario eliminar las rigideces del sistema. ¡Si apenas comenzamos!

RECTOR UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Víctor Manuel Moncayo Cruz DIRECCIÓN Marisol Cano Busquets COORDINACIÓN EDITORIAL Luzdary Ayala Villamil REDACCIÓN Equipo Periodístico Unidad de Medios de Comunicación, Unimedios: Olga Marín Arango, Yolima Suárez, María Claudia Rojas, Nelly Mendivelso, Diana Manrique, Mabel López CORRECCIÓN DE ESTILO Francisco Díaz-Granados CONCEPTO DE DISEÑO Diego Giovanni Bermúdez Aguirre (hbermudez@col-online.com) PÁGINA WEB http//:unperiodico.unal.edu.co E-MAIL unimedio@dnic.unal.edu.co TELÉFONOS 3165348, 3165000 ext. 18384 FAX 3165232 ISSN 1657-0987 DIRECCIÓN Ed. Uriel Gutiérrez, 5to piso, Transversal 38 Diagonal 40 BOGOTÁ, 15 DE ABRIL DE 2001, No 21


ILUSTRACIÓN DE ALEXANDER MARROQUÍN

“Estados Unidos sigue siendo fiel a una política casi extorsiva que pretende que los países destinatarios de sus ayudas se alineen con sus decisiones”. De esta forma el especialista en relaciones internacionales, Félix Hoyos, interpreta las reacciones del portavoz del Departamento de Estado norteamericano frente al voto de Colombia a favor de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de enviar fuerzas internacionales de paz al Medio Oriente, con el fin de garantizar la vida de los seres humanos comprometidos en la contienda entre Israel y Palestina.

OPINIÓN

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Cartas de los lectores Gabriel Restrepo Profesor Facultad de Ciencias Humanas

El título de esta columna está tomado de una canción de la obra The Wall. Una partitura y una película que ya hace parte de los clásicos del mundo moderno. Una especie de ópera contemporánea. Y no es chiste. Pues fue el evento escogido en Berlín para simbolizar la reunión de las dos alemanias. Sí: un muro físico pudo caer. Y de sus partes, los turistas hicieron devocionarios. Piedritas a mil marcos. Lugares de peregrinación. Incluso de oración como el otro muro recordatorio, el de las lamentaciones. O como los otros muros ominosos de los campos de concentración, convertidos en museos, pese a que algunos se empeñan en negar el holocausto. Y, sin embargo. Y, empero. Pueden derribarse paredes, bloques, cementos, pero la conciencia (digamos, los imaginarios), son más duros que el granito, más resistentes que el mármol, más pesados que el plomo. Su duración puede llegar a ser geológica. A veces prediluviana. Mastodóntica. Eso pasa con la educación en el mundo. Y es lo que dice la película The Wall: una educación que instruye para ser un ladrillo en la pared. Eclesial. Nacional. Económica. Da igual. Un sujetamiento, que es muy distinto a ser sujeto. Institución total, pesada, la educación no ha sido capaz aún de asimilar los pasos leves y de siete leguas de la educación no formal (la ciudad que educa, la educación popular, la educación laboral) o, menos, de la educación informal (la mediática). Pese, por ejemplo, a que la red informática haya creado una biblioteca infinita, todavía existen profesores almanaque mundial y estudiantes papel mantequilla. Y, pese a que nuestra contemporaneidad sea tan rica en prodigar fantasmas del pasado, todavía la enseñanza de la historia es como una golosa: hay que saltar de cuadrito en cuadrito para llegar a un cielo, paraíso, horizonte del presente que siempre se esquiva. No escapamos a esta falta de imaginación de la escuela. Las universidades, creyéndose el cuento de “superiores”, han dado siempre la espalda a la educación popular o a la educación básica y media. Lastradas de bártulos y de mamotretos, olvidan que el proyecto de Nación surgió en todas las latitudes de un diálogo de saberes y de un cuidado muy especial en la formación de la infancia, la niñez y la juventud.

Un ladrillo en la

pared

¿Por qué extrañar, entonces, los resultados de distintas pruebas que muestran una apatía de nuestros/as jóvenes con el sistema existente? Hace poco se divulgaron los resultados de un Estudio Internacional de Educación Cívica. Colombia participó junto a 28 países, 15 del antiguo bloque socialista, 11 del tradicional mundo capitalista y sólo dos del hemisferio sur afectado por la fatalidad: Colombia y Chile. En conocimientos, nuestros/as jóvenes ocupan con Chile el último lugar. Quiere decir, en saber cómo se hacen las leyes, qué es una democracia, qué significan los derechos humanos. En actitudes, la cosa varía: hay una predisposición hacia valores muy cruciales de la democracia: tolerancia, aceptación de género, valoración de los derechos humanos, respeto por la ecología. Por lo menos, en el enunciado, en el propósito. Y aún es de admirar que los/as jóvenes colombianos/as muestren un interés en la participación política que es inusual entre los 28 países: 63% se interesan en la política, un porcentaje sólo superado por Chipre (66%) y bien lejos de la mayoría de países ex socialistas o democráticos, que ronda por el 40%. Y, empero... Y, sin embargo... En otras actitudes, como también se revela en la prueba aplicada en Bogotá por la Secretaría de Educación, el entusiasmo de los/as jóvenes no cabe en el país actual. No confían en los políticos. Quisieran en un porcentaje alto salir del país. Creen que esto sólo se definirá a bala. Algo habrá que hacer. No para el futuro, al que con frecuencia se invita a los jóvenes. No para el pasado, al que los mayores volvemos con una nostalgia bobalicona. Es para ya. Para el presente. Jóvenes de Ciencias Humanas y del Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar se han puesto las pilas. Y nos halan las orejas. Y convocan a toda la comunidad universitaria y a los/as jóvenes de Bogotá y de otras partes a un seminario que se realizará en el campus los días 24 y 25 de mayo próximos, con el tema: “Experiencias investigativas de y para los jóvenes”. ¿Será que podremos aprender juntos?

Aplausos para las mujeres CUERNAVACA (MÉXICO).- Quiero, por este conducto, no sólo felicitar a Flor Alba Romero por el reconocimiento a su labor educativa y solidaria, sino a todas las mujeres latinoamericanas que, como ella y en el anonimato, continúan su lucha contra las violaciones a los derechos humanos y las libertades fundamentales. Víctor M. Romero M. Universidad Cuahunáhuac. Derecho pisoteado

Pese, por ejemplo, a que la red informática haya creado una biblioteca infinita, todavía existen profesores almanaque mundial y estudiantes papel mantequilla.

CARICATURA

BOGOTÁ.- Persiste la preocupación sobre la seguridad social y ahora se cierne sobre las pensiones, un derecho adquirido, pero pisoteado por la Ley 80/93. Porque al autorizar las uniones temporales y los trabajos a destajo se desencadenó una avalancha de despidos a diestra y siniestra. Siniestra ha sido la aplicación de la Ley 100/93, sobre todo con los trabajadores de la salud. La apatía de los sindicatos a tener en cuenta a los trabajadores de la salud es marcada. Las reformas a las pensiones no se deben regir por acuerdos de entrega de los dineros de los colombianos a los entes bancarios externos; hay que ponerle freno, más bien, a los desmanes de los ladrones de cuello blanco contra entes públicos como el Seguro Social. Las reformas se deben dirigir a la Ley de ajuste fiscal, a la derogación de algunos decretos lesivos de la Ley 80/93. Generar fuentes de trabajo y adecuar las fábricas para recibir más jóvenes profesionales y no cerrarle las puertas a los mayores de 35 años. La cultura del menor esfuerzo y la mayor ganancia, que la sociedad ha adquirido por herencia, no deja posibilidades de generar empresa ni ideas y en las universidades no hay facultades que enseñen tecnología e investigación, para crear conciencia de empresa, liderazgo y aplicación en la formación en investigación. Quisiera que hicieran un reportaje sobre los nefastos artículos de las leyes mencionadas y luchar por que sean modificadas por reformas legislativas. Germán Cuesta. Con correo electrónico BOGOTÁ.- Con mucho agrado he venido leyendo el periódico que ustedes elaboran. En especial, fueron muy gratos artículos como los referentes a La paz en serio, que oxigena un poco la forma de ver el “proceso” en curso, pues con otras informaciones no se aprecian panoramas tan ciertos como los que plantea el profesor Francisco Gutiérrez. Sería bueno que nuestros “grandísimos” políticos y dirigentes pensaran más en el país y, bajo un panorama global, vieran la Nación como la ve el profesor Ricardo Bonilla en su magnífico artículo Las sorpresas de Gaviria. Bien interesante, aunque ameritaría ampliarlo un poco más, es el artículo Pensiones sin par. Deseo manifestarles mis más grandes felicitaciones, tanto al equipo de investigadores del Icta por otro de los trabajos sobre soya que presentan a la comunidad universitaria, y al grupo del Instituto de Biotecnología encabezado por Dolly Montoya, Sonia Ospina, Jairo Cerón y Gustavo Buitrago, por el importante trabajo que están realizando con esa bacteria nativa que Unimedios -creo yo- llama bioplástica. Para terminar, valga la oportunidad de sugerirles muy comedidamente que anoten las direcciones, al menos las electrónicas, de los autores de los diferentes artículos. Manuel Arteaga Carvajal, e-mail: manuel@sky.net.co ¿Mucho nacionalismo? BOGOTÁ.- Deseo felicitarlos por la excelente publicación U.N. Periódico. Los artículos del domingo 18 de marzo sobre Gaviria y la agricultura estuvieron muy interesantes. El trabajo sobre biotecnología tiene mucho de nacionalismo, hay que ser más objetivos y menos emotivos. El artículo sobre soya, tiene mucha “soya” que cortar. Los procesos para la elaboración de productos de soya son milenarios a excepción del “texturizado”, el “concentrado” (70% proteína), el “aislado” (90% de proteína). Estaré esperando la próxima edición. Vatren Jurin, egresado U.N.


Las sucesivas versiones de la llamada “gran reforma política” se han promocionado bajo el supuesto de que “cualquier reforma es mejor que ninguna”. Ese supuesto es erróneo. Por una parte, la inestabilidad institucional endémica tiene costos altos. Por otra, los que promueven reajustes sin saber para qué y por qué terminan siempre como Simón el Bobito, pescando en el balde de mamá Leonor. Simplemente, carecen de la mínima claridad mental para saber dónde hay que buscar las soluciones, porque no han pensado muy bien dónde están los problemas. Uno de los muchos ejemplos del fenómeno que se pueden encontrar en la llamada comisión Alesina es su genial propuesta de disminuir la cantidad de senadores a 51. ¿Qué se espera conseguir con eso? ¿Y por qué no 49, 17 ó 6? Quizás el problema de algunas comisiones internacionales simplemente sea de mala calidad: al visitante internacional, que sólo está aquí un par de días, le sopla las conclusiones el bobito local de turno. Pero en otras propuestas hay agendas ocultas. Detrás del referendo que promovió hace algunos meses el presidente Pastrana había una clara intención antidemocrática. En la campaña presidencial que se avecina ya varios se han apresurado a desempolvar sus propuestas de Congreso unicameral y la artillería pesada de la demagogia antiparlamentaria, de inspiración fujimorista o chavista. E incluso en las construcciones técnicas sólidas -algunas pocas de ellas han circulado, afortunadamente- hay por supuesto ganadores y perdedores. Dicho en otras palabras, cambiar el sistema político es mucho más complicado que “poner en evidencia a los malos”: es alterar el balance de poder. Siendo, como es, un problema de redistribución, debe someterse a un cuidadoso escrutinio. Es mucho mejor demorarnos un poco pero tener una sola reforma, seria, profunda y bien discutida, que una multitud de ajustes incrementales, llenos de extravagancias idiosincráticas, que podrían conducir a un resquebrajamiento ulterior de nuestro ya maltrecho sistema político. Si los reformadores y los periodistas logran meterse en la cabeza esta constatación simple y relativamente fácil de entender, habremos hecho ya un avance real.

Francisco Gutiérrez S. Profesor Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Iepri

Reformar o no

reformar

Habida cuenta de la heterogeneidad de la reforma política que cursa en el Congreso, de su pobreza técnica y de la cantidad de problemas que va a causar (solucionará algunos), sería mucho mejor demorarnos un poco pero tener una sola reforma, seria, profunda y bien discutida.

Cómo salirse del ciclo

La cuadratura del círculo

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política

ILUSTRACIÓN DE DANIEL PADILLA

Las omisiones de la reforma, producto de una combinación de falta de conocimiento y sesgo, son tan importantes como su propio contenido.

mentan que el voto preferencial desinstitucionaliza a los partidos y le abre las puertas a las personalidades provindenciales autoritarias (está el precedente de Perú). Otros, con razones interesantes, han tratado de mostrar que en el caso colombiano tendría efectos más bien positivos. Algo similar sucede con el voto obligatorio, que algunos culebreros querían vender como la panacea anticlientelista. En uno y otro caso es mejor reconocer que no sabemos todavía cuál es la mejor alternativa. Omisiones vitales A veces (sólo a veces) se aplica rigurosamente el principio de Sherlock Holmes: lo importante es que el perro no ladró. Las omisiones de la reforma política, producto de una combinación de falta de conocimiento y sesgo, son tan importantes como su propio contenido. Destaco las dos principales. La primera tiene que ver con la representatividad del sistema. En Colombia las preferencias políticas están bien representadas; la proporcionalidad es bastante buena en comparación con América Latina y la mayoría de los países europeos. En cambio, hay un serio problema regional. Al menos dos investigadores con metodologías bien distintas (Archer y yo) llegaron a la misma conclusión: hay una severa sobrerrepresentación de los intereses agrarios y ga-

La actual reforma contiene: a) cosas buenas; b) cosas discutibles; c) omisiones enormes; d) cosas malas; e) extravagancias. Entre estas últimas se cuenta su intento de reglamentación de la disciplina de los partidos en el Congreso: si una persona vota contra su bancada, tiene que sustentar (¿frente a un tribunal?) su discrepancia. Lo que nos faltaba: la judicialización de las diferencias de opinión. Habida cuenta de la heterogeneidad de la reforma, de su pobreza técnica y de la cantidad de problemas que va a causar (solucionará algunos, me apresuro a admitir), tendrá que ser seguida por otra. Máxime si tenemos en cuenta que estamos en medio de un proceso de paz y que las fuerzas partícipes de tal proceso tienen sus opiniones y demandas. Y así, en medio de tanteos y del costosísimo método del ensayo y error (del “chamboneo”, como alguna vez dijera un ex presidente) nos vamos metiendo en el tiovivo del paroxismo reformista, con ganancias marginales decrecientes y cada vez mayor frustración. En el caso electoral (hay otros temas en los que se genera idéntica dinámica) la manera de salirse del ciclo es clara. Ilustración sistemática de la opinión pública, diseños técnicos cuidadosos, debates con y entre técnicos, actores políticos y opinión pública (en un ambiente NO histerizado), identificación clara y responsable de los problemas importantes que se quiere solucionar. ¿Será mucho pedirle a estos improvisados “ingenieros institucionales”? 1 Ver Dennis C. Mueller, Perspectives on public choice. A handbook, Cambridge University Press, Cambridge,1997.

“Colombia posee la tasa promedio de participación electoral más ILUSTRACIÓN DE VÍCTOR BARRERA

Los problemas actuales del sistema político colombiano están relacionados con, aunque no causados por, los cambios de la Constitución de 1991. La Constitución abrió el sistema político, permitiendo altos niveles de proporcionalidad y logrando incorporar las minorías a los cuerpos colegiados. Éste es un progreso real e importante. Al mismo tiempo, y debido a los mismos diseños que permitieron los avances, estimuló el particularismo, la fragmentación de los partidos y la dispersión electoral. Todo reformador mínimamente serio debe pues plantearse la siguiente pregunta: ¿cómo atacar la fragmentación sin producir un cierre del sistema? O si acepta que alguna cantidad de cierre es necesaria, entonces: ¿cuánto cierre se está dispuesto a pagar para comprar un poco menos de fragmentación? Ninguna de estas preguntas es fácil, pero el proyecto de reforma política que actualmente cursa en el Congreso simplemente las escamotea. Merece, por tanto, que se hunda. Por ejemplo, la investigación electoral comparativa1 ha establecido que el sistema de cifra repartidora castiga mucho más a las minorías en relación con los partidos grandes que el actual sistema electoral colombiano. La diferencia es bien significativa. ¿Sabe esto la opinión pública? ¿Conocen esto los propios parlamentarios que están a punto de tomar la decisión? Apostaría a que no. Una dificultad adicional reside en que hay otras preguntas cruciales cuya respuesta simplemente no conocemos. Por supuesto, a un consultor irresponsable o a una opinión pública histerizada (conscientemente, además, por empresarios del pánico moral) las confesiones de ignorancia les parecen muy incómodas. Pero éstas a veces constituyen un principio de sensatez vital. Por ejemplo, algunos estudiosos argu-

naderos en el Congreso (esto no se nota en términos de preferencias partidistas, porque tanto los ganaderos costeños como los votantes urbanos han sido mayoritariamente liberales). Tal sobrerrepresentación es tanto más grave si se recuerda que Colombia es un país predominantemente urbano sumido en una guerra agraria. Un problema absolutamente fundamental para el futuro de Colombia es ajustar la representación territorial al censo. Esto se puede hacer manipulando el tamaño de los distritos electorales, lo que de paso permitiría atacar la dispersión sin castigar tan severamente a las tercerías. A propósito, que yo sepa el tema no se ha tocado ni una sola vez en los sucesivos debates sobre reforma política. La segunda tiene que ver con la oposición. La historia electoral de los últimos cuarenta años apunta de manera concluyente en una dirección: los opositores obtienen buenas posibilidades de avance allí donde existen garantías mínimas. El problema real es que a los candidatos de la oposición y los movimientos sociales los matan. Las pasadas versiones de la reforma política hablaban de un pomposo “estatuto de la oposición”, sin dedicar un párrafo a la cuestión central, de bulto, que no se encuentra en las reglamentaciones electorales. ¿Por qué no le piden a Gustavo Bell, esa maravilla invertebrada, que en lugar de dedicar todo su tiempo a lavar la imagen del gobierno cite a una comisión independiente (con observadores internacionales) que estudie las causas que permitieron el asesinato masivo de diversas formas de oposición? ¿Por qué pudieron masacrar a la UP en medio de la más completa impunidad? ¿Al Epl? ¿Por qué ha podido haber una sangría continua de sindicalistas (que continúa tan campante)? Hay causas institucionales y sociales. Si el gobierno quiere de verdad hacer una buena reforma política, que cite a una comisión sobre garantías a la oposición en Colombia, pídale recomendaciones y adóptelas. Esto, de paso, podría tener un impacto positivo sobre el proceso de paz.

baja de América Latina, ha llegado a una personalización de la política que fomenta problemas como el clientelismo, y sus partidos son verdaderas subculturas con diferenciación ideológica muy reducida. En una escala de uno a diez, el país tiene una polarización política de dos, es decir, no hay un juego real y la izquierda no es significativa”. Es la apreciación del investigador Manuel Alcántara, del Instituto de Estudios Políticos de Iberoamérica y Portugal de la Universidad de Salamanca.


debe ser replanteada. De acuerdo con la opinión del senador Rafael Orduz, del Partido Visionario, el Congreso debe exigir una verdadera corresponsabilidad internacional en la lucha frente a todos los eslabones del negocio y respaldar propuestas como la de los gobernadores del sur colombiano (Cauca, Tolima y Nariño), que propenden por los planes regionales de desarrollo, esquemas eficaces de reforma agraria y erradicación manual de cultivos ilícitos.

Equipo periodístico Unimedios

La agenda de los académicos colombianos está saturada. Las invitaciones de organizaciones no gubernamentales y de instituciones universitarias de Alemania, Francia, España, Inglaterra y, particularmente, de Estados Unidos no cesan. Los convocan a escribir y a participar en foros y conferencias internacionales. El conflicto colombiano aparece como el centro de debates y de diversas reflexiones que buscan encontrar una salida viable a nuestra situación de violencia. Paradójicamente, tal como lo advierte el investigador del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri), Gonzalo Sánchez, el complejo panorama de nuestro país nos está volviendo foco de atención internacional. Colombia: The forgotten war (la guerra olvidada) es el título de la primera edición de la revista Latin American Perspectives, aparecida este año. Esta reconocida publicación, que desde hace por lo menos 20 años no le dedicaba un número a temas colombianos, incluye capítulos como “Instituciones, militares y derechos humanos en Colombia”, escrito por William Avilés; “Reflexiones sobre leyes y violencia en Colombia”, del investigador del Iepri, Francisco Gutiérrez; “El discurso democrático y el conflicto en Colombia”, por Miguel Gamboa. La revista internacional Journal of Politics, Culture and Society, de 2000, también con un número monográfico sobre los problemas de la violencia en Colombia, incluye artículos especiales de 10 estudiosos de la crisis colombiana, desde perspectivas económicas, sociales, políticas e históricas. Gonzalo Sánchez, Salomón Kalmanovitz, Daniel Pécaut, Álvaro Camacho Guizado, Mauricio Romero, Alicia Puyana y Nora Segura figuran entre la lista de colaboradores. Cada uno, desde sus distintos campos de investigación, escribe sobre política y violencia, desplazamiento, economía y tráfico de drogas, y agricultura, entre otros temas. Más recientemente, el libro Violence in Colombia, 1990-2000, editado por Charles Bergquist, Ricardo Peñaranda y Gonzalo Sánchez, da cuenta del creciente interés editorial e investigativo por la situación nacional.

ILUSTRACIÓN DE VÍCTOR BARRERA

La estrategia antinarcóticos del controvertido Plan Colombia

Colombia, en primera fila del internacional

escenario

Además de los artículos cotidianos de prensa, la situación de violencia que vive el país lo ha convertido en centro de estudio y análisis. Un somero vistazo a algunos de los trabajos que se vienen desarrollando en el exterior.

política

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torno a republicanismos, nacionalismos y populismos como mitos políticos y Estado. Según los organizadores del proyecto, hoy en día Colombia y Venezuela aparecen como dos de los países “más problemáticos y conflictivos del conjunto latinoamericano”. De igual manera, sólo en lo que va transcurrido del año se han realizado al menos tres encuentros en los que el centro de debate ha sido la violencia en Colombia. A finales de febrero, la Asociación de Estudiantes Colombianistas, del Centro para Estudios Latinoamericanos, realizaron en Stanford la conferencia “Colombia, un diálogo en medio de la tormenta”. El evento, al cual fueron invitados analistas, negociadores y periodistas, intentaba mostrar la creciente urgencia de buscarle salidas a la complicada situación que afecta no sólo a la población y al gobierno nacional sino también a vecinos regionales y a otros miembros de la comunidad internacional. La invitación se le formuló, entre otros colombianos, a Jesús Martín Barbero, Rafael Pardo, Carlos Eduardo Jaramillo y Carlos Nasi.

Tanto académicos como líderes sindicales, ex funcionarios y activistas de ONG en derechos humanos son los invitados preferenciales a foros y demás encuentros para debatir la situación colombiana. Más recientemente, en marzo, en la Universidad de Notre Dame, se cumplió el panel “Democracia, derechos humanos y paz en Colombia”. Fueron invitados, entre otros investigadores, Ana María Bejarano y Eduardo Pizarro; Luis Eduardo Garzón, de la CUT; Álvaro Camacho, de Uniandes; Daniel García-Peña, ex comisionado de paz; Gustavo Gallón, de la Comisión Colombiana de Juristas e Iván Orozco de la Universidad Nacional. El 23 de marzo, en la Universidad de WinsconsinMadison también tuvo lugar la conferencia “Nuevas aproximaciones al conflicto social en Colombia”.

Desde otros enfoques Los que vienen Para el profesor Sánchez lo valioso de este afán de conocer más en profundidad las causas y las eventuales soluciones a la violencia que vive el país es que se intenta mirar el conflicto más allá del problema del narcotráfico y de la producción de drogas ilícitas. A través de las invitaciones a foros y a todo tipo de encuentros de intelectuales, así como a escribir artículos, ensayos y obras completas, se advierte el interés por escudriñar en torno a las posibles causas de la guerra. Son análisis que abarcan desde los orígenes más remotos de la violencia en Colombia, hasta los problemas colaterales que ha venido generando el conflicto: el papel de los diversos actores armados, los antecedentes, el desplazamiento forzado, la crisis económica, etc. Se advierte el propósito de elaborar el diagnóstico más completo tras una estrategia efectiva para ponerle fin a una guerra que se ha ido degradando a límites tan críticos que hoy muestran al país como una amenaza por la internacionalización del conflicto. Por eso, quizás, cualquier iniciativa como la del Plan Colombia, auspiciada por Estados Unidos, es objeto de cuidadosos análisis críticos. Precisamente, otro de los números dedicados a Colombia, el de la revista Nacla, Report on The Americas, tiene un enfoque cuestionador frente a la estrategia militar del llamado Plan Colombia. En artículos como “Repitiendo los errores del pasado”, “¿Guerra biológica en Colombia?” y “Peace, elusive” (La

ILUSTRACIÓN DE JUAN DE LA ROSA

paz esquiva), se revisan los efectos que pueden tener las estrategias militares en el manejo de un proceso de paz tan frágil como el actual. Bandits, peasants and politics, es otra publicación que evidencia el interés norteamericano por la violencia colombiana. Escrita por Gonzalo Sánchez y Donny Meertens, recopila la historia de nuestra guerra desde 1945. Es una investigación que recoge los distintos focos de violencia con sus dimensiones sociales y su evolución. Centro de debates Además del cúmulo de publicaciones especializadas, los conocedores de la situación nacional, tanto académicos como líderes sindicales y personas que han estado vinculadas al gobierno, son los invitados preferenciales a foros y demás encuentros para debatir la situación colombiana. En un esfuerzo de cooperación interinstitucional, por ejemplo, las universidades de Marne-la Vallèe, de Francia; Simón Bolívar, de Venezuela y Nacional de Colombia trabajan en un proyecto de intercambio académico que pretende articular investigaciones de estos tres países e Inglaterra en

Y están pendientes en la agenda otros eventos, entre los que se destaca uno que justamente será instalado esta semana: el panel del Centro para Estudios Latinoamericanos que se realizará en la Universidad de California, en Berkeley. La convocatoria a expertos colombianos fue para Ana María Bejarano; a disertar sobre conflicto armado, relaciones Estados Unidos-Colombia y narcodiplomacia se convocó a Juan Gabriel Tokatlián; Roberto Steiner, director del Cede, de la Universidad de los Andes, fue invitado a hablar sobre Economía; Eduardo Pizarro, del Iepri, sobre proceso de paz; y el ex ministro Mauricio Cárdenas acerca del Plan Colombia. Para mediados de mayo próximo, el recientemente creado Instituto Hemisférico de las Américas, en Davis, California, tiene previsto un foro. Y también se ha anunciado para el 1 y 4 de agosto, en la Universidad de Illinois, en Toronto, Canadá, el XII Congreso de Colombianistas, una nueva mirada al conflicto. Muy seguramente vendrán más eventos de esta naturaleza, todos con objetivo común en torno a Colombia: mostrar con rigor académico la complejidad de la situación que vive nuestro país para tratar de entenderla y salirse de diagnósticos y estrategias tradicionales que de alguna manera evidencian una mirada demasiado simplista a la hora de plantear soluciones.


Agonía de la paz en riente Medi

OO

Los conflictos eternos que han llevado al fracaso los procesos de paz entre israelíes y palestinos alejan nuevamente las posibilidades de convivencia pacífica en ese territorio, donde la violencia está adquiriendo un carácter endémico.

ILUSTRACIÓN DE EDIN RIVERA

Nadine Picaudou*

do lugar, al abordar las causas del fracaso de ese proceso. Finalmente, es necesario dar una mirada en el lado palestino, para examinar el carácter precario de la Autoridad Palestina y de sus estrategias en la zona de control autónomo.

Especial para U.N. Periódico*

El año de 1993 marca el comienzo de uno de los procesos de paz del Medio Oriente; hoy este proceso agoniza con los acontecimientos de los últimos meses: la Intifada y el levantamiento de Al Aksa, nombre de las mezquitas de Jerusalén, los atentados y los bombardeos. Comencemos por reconocer que se ha llegado a un punto en el que el número de muertos ha crecido en ambos bandos, aun cuando las 300 víctimas palestinas superan ampliamente a las algunas decenas de víctimas israelíes, las cuales también aumentan a medida que transcurren los días. La violencia está adquiriendo un carácter endémico, y si entramos en la prospectiva, mi percepción es que esta situación no tiene visos de cambiar y que no se ve ninguna salida clara. Existe una ambigüedad cuando se habla de proceso de paz en el Medio Oriente, cuyo origen se remonta a 1991 o a 1993. Esta diferencia proviene de que las negociaciones de paz comenzaron a celebrarse en Madrid, España, durante el otoño de 1991 con el auspicio de las grandes potencias. El proceso de Madrid fracasó muy rápido; por ello se abrió una nueva vía secreta de negociaciones, la cual condujo a la firma, en septiembre de 1993, de un acuerdo que se denomina de Oslo, por el lugar donde se desarrollaron las negociaciones, o de Washington, sitio donde se firmó. El presidente Clinton y los Estados Unidos recuperaron durante la marcha el asunto de Oslo, que era una iniciativa europea y específicamente noruega. El punto de partida se sitúa entonces en 1991 o en 1993. La agonía del proceso de paz en Oslo se puede analizar a partir de tres grandes ejes: en primer lugar, el desarrollo mismo del proceso; en segun-

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internacional

La primera pregunta es: ¿por qué los israelíes entraron en el proceso de Oslo? La primera razón, porque necesitaban “cancelar la hipoteca palestina” para poder firmar la paz con los estados árabes vecinos. Pero, ¿qué significa cancelar la hipoteca palestina? Se puede responder mediante un doble análisis. En primer lugar, Israel y las grandes potencias pensaban que el principal peligro para Israel provenía de los estados árabes en vez de los palestinos. Es el complejo del “cerco” o el síndrome de “la fortaleza sitiada”. Es una consecuencia tanto de la fundación del estado de Israel como de la herencia de las primeras décadas de su existencia, del gobierno Ben Gurion específicamente. La segunda parte del análisis apunta a que para hacer la paz con los estados árabes es preferible cancelar primero la hipoteca palestina. Es decir, permitir a los estados árabes firmar la paz con Israel, si los palestinos mismos lo hicieran. En caso de que los palestinos negociaran con Israel, los estados árabes podrían imitarlos sin el menor reato de conciencia. La estrategia funcionó, ya que Jordania tomó muy rápido esta vía en 1994, cuando firmó la paz con Israel en octubre. Siria es el principal obstáculo que aún queda, pues todavía no ha firmado la paz, aunque estuvo a punto de hacerlo.

Amnistía Internacional considera que así como la República ILUSTRACIÓN DE VÍCTOR BARRERA

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Las claves del proceso de paz

La segunda motivación israelí que explica su participación en el proceso de Oslo tiene en cambio su origen en el lado palestino. Se trata de terminar de una vez por todas con la que se conoce hoy como la primera Intifada, que comenzó en diciembre de 1987 y que alcanzó su máximo nivel entre 1988 y 1989. Su debilidad empezó a advertirse desde 1990, bajo los efectos de la represión israelí, pero también debido a una fatiga interna del movimiento. Los israelíes temían que se desarrollaran nuevas Intifadas islámicas aún más radicales, responsables de atentados suicidas en el territorio mismo de Israel. Como no había solución militar para la Intifada y la situación era insostenible ante la opinión pública israelí el proceso de paz se presenta como una vía para ponerles fin. Otro punto crucial lo constituye el principio que fundamenta la idea de reconocer a los palestinos no una soberanía, sino una autonomía para la administración de la vida diaria bajo la dirección de una autoridad propia, que es la Autoridad Palestina. Se basa en una distinción fundamental que hacen las autoridades israelíes entre los hombres y el territorio o mejor entre los hombres y la tierra, más que el territorio. Desde 1993, Israel no tenía otra idea distinta a la de desembarazarse de la población civil palestina. Pero con la condición de no perder o de perder lo menos posible el control sobre la mayor parte del territorio, esto es, controlar las fronteras así como los recursos económicos y especialmente los del subsuelo. Porque uno de los recursos más preciosos, que es el agua, se encuentra en el subsuelo. El 80% del agua subterránea de Cisjordania es utilizada por Israel. En Gaza no hay agua y para empeorar las cosas aguas salobres remontan a la superficie y salinizan el suelo. En las negociaciones no se trataba sólo de hacer a un lado a los palestinos, sino también de imponer a la Autoridad Palestina, bajo la presión de Israel, la misión de vigilar y detener las redes islámicas que organizaban los atentados. Esta misión se cumplió bastante bien desde 1993-1994. Pero el éxito no fue completo, ya que hubo atentados islámicos que la Autoridad Palestina no pudo o no quiso impedir. De cualquier manera, ésta, encabezada por Yasser Arafat, cumplió su cometido. Según los mismos opositores palestinos la misma se convirtió en alguna medida en el agente de seguridad de Israel en Cisjordania y en Gaza. De esta manera Israel pensaba resolver lo que yo identifico como su principal dilema: el Estado

Popular China se ha interesado tanto en ingresar a la Organización Mundial del Comercio, debería también preocuparse por el respeto a los derechos humanos, pues, según lo advierte la organización, éstos son violados desde 1950, cuando bajo el estandarte del comunismo se ocupó la zona del Tibet, con un costo en vidas de 1,2 millones de tibetanos, desestabilización de recursos alimenticios, confiscación de propiedades, ejecuciones masivas de opositores y un analfabetismo del 80%, entre otros.


diferencias culturales, por ello no se justifica la destrucción de los íconos para imponer la organización de las sociedades. Sin embargo, esa conducta es más frecuente de lo que se piensa. En Europa o en Colombia, por ejemplo, este fenómeno se presenta constantemente”, señala Víctor González, arqueólogo del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, tras la demolición de imágenes budistas en Afganistán por parte del grupo fundamentalista Talibán para evitar que éstas fueran adoradas.

no puede renunciar a una reivindicación de principio sobre la totalidad del territorio que se encuentra entre el mar y el río Jordán. Es él, más el territorio que llega hasta el Jordán. Las cuestiones demográficas son otra clave para entender lo que está en juego en el proceso de paz. En Israel-Palestina, es decir, entre el Mediterráneo y el Jordán, hay aproximadamente seis millones de judíos frente unos cuatro millones de palestinos. Las proyecciones demográficas afirman que en el año 2010 habrá una pequeña mayoría palestina. La tasa promedio de fecundidad de los judíos (israelíes y colonos de los territorios en conjunto) es de 2,67 hijos por mujer. Del lado palestino la tasa promedio de fecundidad (de Israel y de los territorios en conjunto) es de 5,64, el doble de la de los judíos. Esto significa que los israelíes están conscientes de que la demografía árabe es una bomba de tiempo, que constituye su principal preocupación. Seguridad, obsesión de Israel Israel confunde dos palabras: la paz y la seguridad. La única motivación, y tal vez la única obsesión de los diferentes grupos de dirigentes israelíes, es garantizar la seguridad para su pueblo. Para este propósito es necesario normalizar las relaciones con los estados árabes. Para acabar con el cerco e integrarse económicamente, además, en el Medio Oriente, donde hay unos enormes intereses económicos en juego, se requiere desactivar la amenaza palestina de una u otra manera. El medio que se encontró fue conceder una cierta autonomía en enclaves geográficamente limitados a los palestinos. Así se podría firmar la paz con los países árabes y los palestinos quedarían encerrados en sus propias áreas, bajo el mando de sus propias autoridades que organizarían su propia policía para impedir los atentados contra Israel. Esto parece una caricatura. Creo que éste es el verdadero espíritu de Oslo para el lado israelí. A mi juicio, Israel obtuvo una victoria extraordinaria por el simple hecho de entrar en el proceso de Oslo: el reconocimiento de su legitimidad por parte de los palestinos. Porque la relación israel-árabe y la israel-palestina distan mucho de tener las mismas prioridades. Los árabes pueden ofrecer, efectivamente, la seguridad a los israelíes. Pueden ofrecer cooperación económica, técnica, cultural. Los palestinos, por su parte, sólo pueden ofrecer dos cosas: la seguridad y el reconocimiento de la legitimidad de hecho del Estado que se denomina Israel. Entonces, y de hecho, los palestinos quemaron su última carta al firmar los acuerdos de Oslo, como lo señalaron los opositores palestinos al proceso. Era la última carta que podían jugar, dada la desigualdad en la relación de poder militar y político. Era la carta de “te reconoceré, si quiero”. Y de hecho, ellos reconocieron a Israel. La otra carta que aún podrían tener sería manipular la seguridad. Es tal vez lo que están haciendo ahora: poner en peligro la seguridad de Israel. Dadas estas condiciones, ¿por qué la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, aceptó entrar en el proceso en ese momento? La primera razón es que no quedaba otra alternativa. La OLP se fundó sobre una estrategia de lucha armada que se inició desde el exterior de Palestina, en los campos de refugiados situados en Jordania y en partes de Siria. Es un movimiento que tenía una debilidad intrínseca desde el principio: no poder luchar en su propio territorio, a pesar de contar con el apoyo de una base social palestina constituida por el medio de los refugiados del exterior. La segunda razón es que no quedaban alternativas posibles porque el comienzo de la década del 90 coincidió con los momentos de mayor debilidad de la OLP. Recuerden que la OLP cometió un crimen

imperdonable, según lo percibió la opinión internacional: alinearse con Irak cuando Sadam Hussein invadió y anexó a Kuwait. Ya no tenía alternativas a ningún nivel. Por otra parte, la Intifada se estaba debilitando, a comienzos de los 90. Era necesario hacer algo, sobre todo cuando la colonización avanzaba y algunos dirigentes de la OLP decían que en poco tiempo ya no habría nada que negociar. “Negociemos entonces, mientras quede algo de territorio por negociar”. En el fondo, la OLP no tenía otra opción, aunque una buena parte de la clase política palestina rechaza el proceso de Oslo. La otra razón por la cual la OLP aceptó, independiente de que no le quedaran otras opciones, es que ella estimaba haber obtenido una concesión mayor de los israelíes en 1993: el reconocimiento de la OLP por parte de Israel, y esto no es cualquier cosa. Los israelíes reconocieron dos cosas en Oslo: a la OLP, una organización que hasta entonces era calificada como “terrorista” en los medios y en los discursos oficiales israelíes. En un giro de 180 grados, Israel legitima a la OLP, afirmando que es una organización representativa con la cual se puede discutir. ¿Por qué fracasó el proceso de Oslo? Este proceso tenía una debilidad mayor, consentida por las dos partes: se acordó aplazar la discusión de todos los asuntos críticos hasta el final del período de transición de cinco años, el cual debería haber terminado en mayo de 1999. El proceso no abordó ninguno de estos temas en sus primeros cinco años. Todo se dejó para las negociaciones finales que definirían el estatuto. Pero hay cinco cuestiones críticas: las fronteras, el control de los recursos y en especial del agua, el futuro de las colonias y el regreso de los refugiados. Existe una gran diversidad dentro de los refugiados. No todos son pobres que viven en carpas. Se encuentra desde el albañil hasta el gran burgués. Hay 3.700.000 que reclaman el derecho a regresar.

Hay cinco cuestiones críticas: las fronteras, el control de los recursos, en especial del agua, el futuro de las colonias y el regreso de los refugiados. El otro asunto es el estatuto de la ciudad de Jerusalén. No se habló de éste en Oslo, porque se argumentó que era una condición necesaria para no bloquear desde el principio las negociaciones. Si se hubiera comenzado por discutir esos asuntos nunca se habría llegado a un acuerdo. Entonces se estableció ponerse de acuerdo en lo que era posible, es decir, en nada. Los acuerdos de Oslo son en realidad una declaración de principios, un cascarón vacío. Creo que las razones profundas del fracaso de Oslo son dos, pero la primera es la más importante. Entre 1993 y el presente la colonización y la expansión de las colonias israelíes nunca se detuvieron. Y en siete años el número de colonos se dobló, pasando de cien mil a doscientos mil. Los Territorios, como se les llama en Israel, son una especie de barrera de seguridad hacia el oriente y los colonos son los guardias avanzados de su seguridad; son también el mayor obstáculo para la continuidad territorial de una hipotética entidad territorial palestina. Otro gran problema de la colonización es el cerco a Jerusalén. Existe un cinturón de colonias que encierran al gran Jerusalén y que también responden a una estrategia de cerco deliberada. Vale re-

ILUSTRACIÓN DE ALEXANDER MARROQUÍN

“Hay un valor en los objetos arqueológicos que sobrepasa las

internacional

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cordar que los israelíes consideran anexado el gran Jerusalén y esta franja de colonias, las cuales tienen el mismo estatuto desde 1980. La comunidad internacional nunca reconoció esta anexión. Pero los israelíes lo consideran de hecho como anexado y como su capital eterna. Como consecuencia de Oslo los palestinos renunciaron a una segunda cosa. Aceptaron incluir al conjunto de Cisjordania y Gaza, que fueron ocupados militarmente por el ejército israelí en 1967, en la categoría de territorios por negociar. En las negociaciones que se llevaron a cabo, incluidas las de Camp David en julio del año pasado, uno de los puntos clave fue Jerusalén y el conjunto de los Territorios. Los palestinos dicen: “exigimos la aplicación de la resolución 242”. Además se aferran al derecho internacional cuando piden el retiro de los territorios. Los israelíes contestan: “negociémoslos”. Éste es un aspecto crucial sobre el cual no es fácil ponerse de acuerdo. El apartheid palestino Otra razón del fracaso de Oslo está asociada con el hecho de que desde julio de 1994, la fecha de entrada en vigencia de la autonomía, los enclaves palestinos viven un tipo de apartheid de hecho. No está institucionalizado, como ocurría en Sudáfrica, pero se le parece bastante por sus efectos sobre la vida diaria. Los israelíes han establecido un verdadero cordón sanitario alrededor de los enclaves. Hay 57 retenes militares bien contados alrededor de los mismos, en el conjunto de Cisjordania y Gaza. Se necesita un permiso especial para pasar por ellos, para salir de un enclave e ir a otras zonas. Entrar en Israel es imposible y por consiguiente no se puede ir a Jerusalén.

Igualmente, las condiciones se han deteriorado. El desempleo creció en Cisjordania y Gaza reunidas, pasó de un 18%, antes de Oslo, a casi un 40% hoy en día. La última encuesta lo sitúa en el 38,5%. Existe sin embargo una gran disparidad entre Cisjordania y Gaza. Diversas estimaciones indican que la tasa de desempleo en Gaza sería de un 60% como mínimo. Eso significa que la situación económica no ha cesado de empeorar, porque los enclaves quedan bloqueados, como se dice allá, al mínimo incidente. Lo mismo sucede durante las fiestas religiosas judías. Los días de bloqueo aumentan sin cesar, paralelamente con la Intifada. Se produce por tanto un estrangulamiento económico tan severo, que uno se pregunta cómo fue que la situación no explotó antes. No obstante, la situación es más compleja, porque la gente no se levanta cuando está en la miseria. Además, la revolución no se hace sin organización, sin líderes, sin estrategias. Eso enmaraña más las cosas. Existe un deterioro apreciable de la situación económica desde el comienzo del proceso de Oslo. En conjunto, la opinión pública palestina que apoyaba y sigue apoyando el proceso de Oslo está a favor de la idea de la paz, están a favor de algún tipo de organización con los israelíes, pero su expectativa con respecto a los resultados del proceso de paz también ha venido aumentando. ¿Cuál es esa paz que ha hecho que hoy se viva peor que ayer? * Nadine Picaudou es historiadora de la Université de Marne la Vallée y especialista en el conflicto de Medio Oriente. * Adaptación para U.N. Periódico de la conferencia dictada en la Embajada de Francia en Bogotá. Traducción: Vilma Correa de Laverde. Edición: Luzdary Ayala y Diana Rojas.


La mayoría de gobiernos latinoamericanos, incluido el de Colombia, apoya el Área de Libre Comercio para las Américas -Alca-, en la medida en que la considera acorde con sus “modelos exportadores”. Sin embargo, tienen razón quienes dicen que ésta conlleva una estrategia norteamericana para enfrentar la competencia del bloque europeo y asiático.

El

trasfondo del Alca

Orlando Gutiérrez Rozo Profesor Facultad de Ciencias Económicas

El marco de la cumbre Las perspectivas económicas en las cuales se enmarca esta cumbre no podrían ser peores: evidentes signos recesivos en la economía estadounidense, mercados bursátiles afectados por la sobrevalorización y auge especulativo, crecimiento de la deuda externa e interna, déficit generalizado en las cuentas corrientes de la balanza de pagos en la región, estimativos de la producción a la baja para casi todos los países, inestabilidades macroeconómicas, aumento del desempleo y agravamiento de la pobreza latinoamericana. Un cuadro general que resulta tanto del modelo aperturista y librecambista como de las contradicciones propias del funcionamiento capitalista.

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economía

ILUSTRACIÓN DE JUAN TORNEROS

La estrategia del Alca dista mucho de ser un verdadero proyecto de integración. Se trata solamente de crear una gran zona de libre comercio desde Alaska hasta la Patagonia.

ILUSTRACIÓN DE RUBÉN DARÍO ROMERO

Para finalizar la tercera semana del presente mes se tiene prevista la Cumbre de la Américas en Quebec (Canadá) -con la antesala de la reunión preparatoria en la convulsionada Buenos Aires-, la cual reunirá a los 34 gobernantes del continente americano con el objetivo de poner en marcha el Área de Libre Comercio de las Américas -Alca- a partir de 2005. El procedimiento “negociador” es algo complejo en su estructura, pero bastante simple en su filosofía. En efecto, se han constituido doce grupos de trabajo que se ocupan desde lo relacionado con accesos al mercado, productos agrícolas, servicios e inversiones, hasta políticas de competencia, propiedad intelectual y reglas para solucionar controversias, entre otros aspectos. Todo ello guiado por un Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) dotado de facultades para establecer el carácter y conformación general del Acuerdo, cuya premisa se reduce a liberalizar la circulación de mercancías y capitales. Pese a que desde la Cumbre de Santiago de Chile en 1998 se constituyó un Comité Tripartito conformado por el BID, la Cepal y la OEA e igualmente se estableció un plan de acción para garantizar un proceso de integración económica, la estrategia del Alca dista mucho de ser un verdadero proyecto de integración. Se trata solamente de crear una gran zona de libre comercio desde Alaska hasta la Patagonia, en Chile, donde ni siquiera se contemplan las etapas posteriores postuladas en la propia teoría ortodoxa de la integración económica. Es claro que un acuerdo de esta naturaleza, liderado por los intereses de los Estados Unidos, no puede plantear la libre circulación de personas o trabajadores, en la medida en que ello reñiría con su política excluyente y discriminatoria en materia de migración.

En estas circunstancias América Latina ha venido profundizando severos programas de ajuste acordados con el FMI y agravados con el contagio de la crisis asiática desde 1997. Éstos se han centrado en la contención del gasto público y en reformas estructurales que implican más privatizaciones, destrucción de puestos de trabajo, modificaciones tributarias y seguridad social. Las reformas macroeconómicas que de aquí se derivan han originado una no despreciable contracción de la demanda interna en toda la región, así como condiciones laborales en creciente deterioro. Igualmente, varios países han adoptado regímenes de dolarización de hecho o de derecho, lo cual contribuye a la creación de una plataforma monetaria que encaja con los intereses de la liberalización comercial norteamericana. Sin duda, gran parte de las políticas de ajuste señaladas y del programa de libre comercio para las américas se ha inspirado en el Consenso de Washington, con el cual el gobierno de Estados Unidos pretende dirigir el capitalismo global de este nuevo siglo. La liberalización financiera es parte fundamental de esta estrategia y su impacto desestabilizador no incluye ni el análisis de las políticas específicas en la perspectiva del Alca. Exportaciones y bajos salarios A través de las políticas de ajuste y de las reformas macroeconómicas en Latinomérica se ha logrado una reducción de los costos laborales, expresados en la caída de los salarios, en empobrecimiento de los trabajadores y en el aumento del desempleo. Simultáneamente, la libre movilización de capital posibilita los procesos de deslocalización de empresas desde los países de mayor desarrollo industrial

hasta los países de menor nivel de industrialización para aprovechar los bajos salarios. Esto lo ilustra no sólo el desplazamiento de actividades productivas desde la Unión Europea hacia Europa Oriental, sino también lo que en la misma dirección viene ocurriendo entre Estados Unidos y México, ya no solamente en la frontera sino extendido a toda la economía azteca. En este sentido, la expresión del desarrollo de las ventajas comparativas de que habla la teoría del comercio internacional se reduce al desarrollo del empobrecimiento. La sobreoferta de trabajo que dejan las privatizaciones y el ajuste con sus consecuentes reducciones en los costos laborales está en la base de la estrategia de relocalización y subcontratación de procesos industriales y aun de actividades relacionadas con la generación de servicios. La mayoría de gobiernos latinoamericanos -y Colombia no es la excepción- apoya e impulsa el proyecto Alca, en la medida en que lo considera acorde con su “modelo exportador”. Así, se espera un auge del comercio exterior como consecuencia no solamente de la liberalización comercial, sino también de un incremento en las inversiones locales y estadounidenses en sectores exportadores. Sin embargo, los reducidos niveles salariales conllevan la contracción de la demanda interna, la cual imposibilita que los trabajadores puedan consumir lo que producen y se termina por incrementar las exportaciones hacia Estados Unidos, sin generar aumentos sustanciales en el consumo y el bienestar de la población. Por lo demás, una economía volcada a las exportaciones desconoce la importancia de dirigir la producción hacia sus propios mercados, dejando el desarrollo a las fluctuaciones del comercio internacional y orientando la actividad productiva a las ventas externas en detrimento de las necesidades de la Nación. De otra parte, es sabido que el comercio mundial es controlado por las empresas multinacionales en un tercio del total de las transacciones comerciales internacionales y que el comercio intrafirma (intercambios entre filiales o entre éstas y las casas matrices) representa otro porcentaje similar. En la liberalización que se propone en el Alca están los intereses de las transnacionales estadounidenses, que buscan la localización en el sur de ciertas actividades productivas para obtener altos beneficios creados sobre la pauperización de las remuneraciones del trabajo en la región. Le cabe sobrada razón a quienes dicen que el Alca es un proyecto norteamericano para enfrentar la competencia del bloque europeo y asiático (se trata de liberalizar el comercio y las inversiones para hacer más expedita la relocalización reduciendo sus costos de producción. El elevamiento de la competitividad de las transnacionales norteamericanas y de sus exportaciones para confrontar a sus rivales de otros continentes, se pretende alcanzar sobre los bajos salarios de sus “socios” del sur). En un contexto como éste, se justifican las protestas de los diversos grupos que en esta ocasión se oponen al Alca y que han sido denominados por la gran prensa como “los antiglobalización”. La declaración final del Forum Social Mundial de Porto Alegre señala la convicción de luchar por un “nuevo mundo posible, donde el ser humano y la naturaleza son el centro de las preocupaciones”. Este otro mundo posible ha de suponer también una propuesta de integración económica más comprometida con el desarrollo y menos al servicio del libre comercio.

La crisis cafetera tiene en serias dificultades a 550 mil familias productoras del país. En 1989 una carga de café costaba $640.683 y el cultivador podía utilizar sus ganancias en la compra de 1.245 kilos de fertilizantes o pagar 60 jornales o abastecerse de 75 kilos de carne para su alimentación. Para enero de 2001, cuando el precio de la carga bajó a $300 mil, ese mismo cultivador puede comprar 500 kilos de fertilizante o pagar 32 jornales o abastecerse de 43 kilos de carne. Situación alarmante si se advierte que cerca del 80% de la población rural vive bajo la línea de pobreza.


contra la acción depredadora del gusano cogollero, investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional se proponen dar a conocer un biopesticida para controlar esta plaga que arrasa cultivos de maíz, sorgo, soya y algodón. Una de las principales virtudes del producto es su compatibilidad con el medio ambiente, ya que tarda en degradarse 20 días, mientras los insecticidas usados hasta ahora demoran más de 100 años en ese proceso.

María Claudia Rojas R. Periodista Unimedios

El 3 de marzo de 1995 el profesor Pierre Jacobs, director del Centro para la Química de Superficies y Catálisis de la Universidad Católica de Leuven, Bélgica, le preguntó a Alexander Trujillo si ya había pensado en patentar el compuesto verde obtenido en Colombia después de dos años de múltiples pruebas. Aunque este estudiante de doctorado en Química de la Universidad Nacional no pudo contestarle afirmativamente, fue uno de los momentos más importantes de su vida, porque dos días después de haber llegado estaba confirmando la hipótesis para resolver un problema que la industria petrolera ya creía imposible de solucionar. La respuesta a la inquietud del profesor Jacobs llegó seis años después: el título de la patente tramitada en Estados Unidos y entregada el 5 de marzo pasado a nombre de la Universidad Nacional y Ecopetrol, certificaba que, a pesar de los 50 resultados y las 800 soluciones químicas patentadas en el mundo hasta ahora, el conocimiento hallado tras el esfuerzo conjunto entre la academia y la industria criollas había dado frutos inmejorables. Atenuar el efecto nocivo del vanadio, metal que en el proceso más común de producción de gasolina provoca la pérdida del 7% de su rendimiento global, era un caso perdido para las multinacionales. Hacia 1992, año en que el Instituto Colombiano del Petróleo (ICP) hiciera la invitación al profesor Alfredo Oviedo, director del Centro de Catálisis Heterogénea de la U.N., el afán por descubrir una solución había declinado notablemente; de las 45 patentes sobre el tema tramitadas entre 1980 y 1988 sólo se habían registrado cuatro nuevas después de esa fecha. Acercarse a semejantes gajes del conocimiento petrolero, dominado por las compañías de hidrocarburos, no podía ser menos que un desafío para la academia. “Significó cimentar un mapa conceptual a partir de la trayectoria hecha por aquéllas y determinar los puntos oscuros, lo que habían dejado por fuera, los huecos. Entonces empezamos a meternos por ahí”, cuenta Trujillo. De amarillo a verde El Fluid Catalitic Cracking (FCC), la principal fuente de elaboración de gasolina, permite que las moléculas grandes del petróleo se rompan en otras más pequeñas. Este proceso es facilitado por la acción de un catalizador que induce la ruptura, pero la carga de vanadio con la cual viene el crudo lo ataca y disminuye su eficiencia. Antes de esta investigación se creía que el vanadio dañaba el catalizador en forma de ácido vanádico por lo que se esperaba que agregando una fórmula alcalina, ésta reaccionaría con aquél. Sin embargo, como dentro del proceso se generan mayores cantidades de ácido sulfúrico que de ácido vanádico, la sustancia alcalina terminaba reaccionando con el primero y no con el segundo. “Encontramos que éste era un punto débil de las explicaciones existentes. Entonces decidimos que no combatiríamos el vanadio en forma de ácido sino de óxido, es decir, la combinación de ese metal que logra destruir el componente activo del catalizador, la zeolita Y”, explica Alexander Trujillo, hoy docente y director de la Oficina de Posgrados del Departamento de Química. Según la literatura científica, de cada mil partes por millón de vanadio sobre el catalizador se pierde el 2,3% en volumen de gasolina y si una planta de FCC funciona con tres mil partes por millón, significa perder un 7% del combustible que se podría

ILUSTRACIÓN DE VÍCTOR BARRERA

Gracias a la identificación de un microorganismo de mayor actividad

Jugosa trampa a la

gasolina

Se acaba de generar para la Universidad Nacional de Colombia y Ecopetrol la patente de un conocimiento que la industria de hidrocarburos en el mundo ha buscado por décadas; con él se atenúa el efecto nocivo del vanadio, metal que en el proceso de producción más importante de gasolina provoca pérdidas hasta del 7% en su rendimiento total.

FOTOGRAFÍA DE GUILLERMO FLÓREZ P.

generar con ese mismo petróleo. Colombia, por ejemplo, produce en promedio 70 mil barriles diarios de gasolina y los que deja de originar por este problema representan algo más de 38 millones de dólares anuales; en el mundo ese porcentaje representa billonarias pérdidas, por lo que detrás del vanadio hay mucho interés. Pese a los resultados, hoy ya reconocidos por la comunidad científica internacional, llegar a una solución para evitar que el vanadio dañara la zeolita Y desanimó en varias oportunidades a este investigador, quien llegó a pensar lo mismo que sus pares: el problema es indescifrable. “Estoy frente a la poderosa experiencia de la Chevron, la Exxon, la Philips, la British Pretroleum Company o a la del mayor productor de catalizadores, la Grace Davinson”. ¿Qué tenemos para competirles? fue lo que le comentó en alguna ocasión a un amigo, ya a punto de claudicar. Días y noches de ensayos infructuosos alcanzaron a formular soluciones que terminaban descartándose porque resultaban más graves que la enfermedad. “Varios compuestos llegaron a controlar los efectos del vanadio, pero finalmente no aguantaban las condiciones de temperatura, ambientes oxidantes y altas concentraciones de vapor de agua que requiere el FCC para funcionar”. Aunque lo controlaban, desencadenaban otras consecuencias indeseables para sus efectos sobre la capacidad de producción. Probando entonces con una solución física que, como una esponja, fuera capaz de absorber el vanadio, Alexander Trujillo empezó a jugar con una vieja ley química que dice que “parecido disuelve parecido”. Fue cuando encontró que una de las propiedades del vanadio era formar polímeros inorgánicos, por lo que entre los

Probar mezclas en un pequeño mortero fue por mucho tiempo la única actividad para llegar a la solución, que Alexander Trujillo espera ver convertida en fórmula comercial.

excelencia

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elementos de la tabla periódica fue descartando varios con esta misma cualidad hasta encontrar el que se ajustó mejor a las necesidades de la investigación. Con esa pista preparó una solución, elaboró un precipitado que dejó reposar, filtró, lavó y calcinó a 700ºC. Al siguiente día la solución inmutablemente amarilla, pese a las múltiples pruebas a las que había sido sometida, amaneció verde: ¡había tenido una reacción química! Después de dos años “el compuesto verde” fue el primer indicio de que el vanadio se podía atrapar y convertir en un compuesto más estable e inofensivo para el catalizador. Hombres de poca fe Con el apoyo de Colciencias, Alexander Trujillo viajó a Bélgica para recurrir a las técnicas instrumentales a las que no pudo tener acceso en Colombia. Después de escribirle a varias empresas petroleras, por fin Pierre Jacobs, uno de los científicos que más sabe de zeolitas, lo aceptó como investigador libre. En su laboratorio no sólo aprendió mucho sobre el catalizador, también durante ese invierno en Europa validó una nueva reacción química y descubrió un compuesto que no había sido registrado, como aporte real a la ciencia. “Yo esperaba que el vanadio se disolviera en mis compuestos y resultó que éstos reaccionaron con él, lo que era mucho mejor”. “Siendo pesimistas, nuestra propuesta aumentaría la producción de gasolina en un 2%, pero podría llegar al 5%, sin crear mayores problemas al proceso”. Mientras las trampas comerciales logran un 20% de protección del proceso al ataque del vanadio, a escala de laboratorio se observó que la solución de Ecopetrol y la Universidad Nacional lo hace en un 60%. Por su parte, Ecopetrol cobrará el mayor protagonismo en la segunda fase de la investigación al escalar los resultados del laboratorio a una planta piloto. “Para que sea un producto comercial se necesita llevar el modelo formulado por los investigadores a un plano más cercano a la realidad”, aclara Uriel Navarro, coautor de la patente y funcionario del ICP. Pero a veces esta historia rebasa los límites de nuestra fe. Paradójicamente, tan difícil como la parte científica ha sido el hecho de que se confíe en los

Patente de la trampa de vanadio, otorgada a la Universidad Nacional y Ecopetrol.

Mientras las trampas comerciales logran un 20% de protección del proceso al ataque del vanadio, a escala de laboratorio se observó que la solución de Ecopetrol y la Universidad Nacional lo hace en un 60%.

hallazgos. “Si la solución fuera tan buena ya la habría inventado la industria en otro lado” se escuchó en algún momento. “La moraleja de esta experiencia para los colombianos es que debemos apropiarnos del conocimiento que producimos o, de lo contrario, estamos condenados al atraso. En este caso la industria ha creído en la Universidad: se trata de un trabajo académico a partir de un problema industrial”, concluye el maestro Oviedo, director de la tesis doctoral. Como es de suponer, las empresas que conocen la investigación han expresado su interés por obtener la licencia de este conocimiento, para ponerle rápidamente la trampa a la gasolina.


A pesar de haber sido noticia de primera plana aún no se han dado elementos suficientes para entender lo que realmente sucede con la llamada enfermedad de las vacas locas y qué probabilidades existen de que este mal llegue a Colombia.

La enfermedad de las vacas locas

Epidemia

del miedo y feria de la desinformación

Olimpo Oliver E. Pilar Donado Profesores Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

Cuando al público en general se le enfrenta con información acerca de enfermedades y epidemias las reacciones iniciales son de incredulidad, desasosiego y miedo. En el caso de la encefalopatía espongiforme bovina, conocida popularmente como enfermedad de las vacas locas, y de la posible implicación en su transmisión a las personas, esto se ha hecho patente. El fenómeno de información se ha visto agravado por la forma como la noticia, que ha ocupado las primeras planas de periódicos, noticiarios de radio y televisión, así como espacios enteros en la Internet, ha sido expuesta al público en Colombia. Una presentación de noticias signada por la superficialidad, el desconocimiento y en cierta medida por un sensacionalismo que en nada favorece a la claridad del problema y a la necesidad de entender lo que sucede. Es de suprema importancia que los medios de comunicación se encarguen no sólo de informar sino de educar, con el objeto de que los ciudadanos puedan entender las implicaciones de los problemas y así favorecer la búsqueda de soluciones. La encefalopatía espongiforme bovina es una enfermedad fatal del cerebro en la que ocurre una degeneración y destrucción de las células nerviosas, dándole una apariencia espongiforme (se vuelve como una esponja porosa y llena de huecos, tal como se ve al microscopio) al cerebro de los bovinos. La enfermedad apareció en Inglaterra en 1986 y fue reportada por primera vez en la literatura científica en 1987. Los granjeros y médicos veterinarios ingleses le dieron el nombre de “vaca loca” por lo inusual de los síntomas clínicos. La enfermedad se ha presentado con mayor frecuencia en bovinos hembras de leche, que mostraban signos muy parecidos a una enfermedad neurodegenerativa que afectaba las ovejas, llamada en inglés Scrapie, enfermedad perteneciente al grupo de las encefalopatías espongiformes subagudas transmisibles (Eest). En este grupo de enfermedades se encuentran las que afectan a humanos y animales. La más reconocida de las que afecta a los humanos es el Kuru, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), síndrome de Gerstmann-Strauslerr-Scheinker, insomnio maligno. La enfermedad se caracteriza por cambios muy evidentes del comportamiento de los bovinos. Se vuelven muy nerviosos, no desean pasar por las puertas, no se dejan ordeñar, patean todo el tiempo, tienen dificultades locomotoras, se vuelven agresivos hacia los humanos y hasta con sus mismos congéneres, bajan la producción de leche, pierden peso progresivamente y, finalmente, mueren en un lapso de una semana a seis meses en promedio. En cuanto al origen de la enfermedad, la hipótesis más aceptada hasta el momento considera que ésta se originó a partir de Scrapie, enfermedad que ya tenía antecedentes en Inglaterra por más de 200 años y que se presentaba en las ove-

ILUSTRACIÓN DE DANIEL PADILLA

Ojalá los organismos gubernamentales y el país tomen medidas para impedir un posible desastre que con nuestra inoperancia, nuestro retraso científicotecnológico y un Estado que nunca se ha preocupado verdaderamente por el agro harían imposible controlar.

jas. Al final de los años setenta e inicio de los ochenta bajaron los precios del cebo y también disminuyó su demanda, lo que llevó a reducir los tiempos de cocción, las temperaturas y el uso de disolventes en las carnes y huesos utilizados para preparar la harina de carne y de hueso incluidas en los alimentos de los animales. El incremento en la población de ovinos y la posible inclusión de animales con Scrapie en la cadena alimentaria, mediante la alimentación de las vacas, posibilitaron que sobreviviera el agente causal de Scrapie y tal vez pudieron llegar a afectar a los bovinos. Esto se conoce como la habilidad del agente patógeno de pasar la barrera de especie. Se piensa que una vez pasó la barrera de especie, a su vez los bovinos afectados inicialmente entraron en la cadena alimentaria y permitieron que se contagiaran otros animales. Pero no sólo parece que afectó a bovinos. También se observaron casos en antílopes en zoológicos y en gatos domésticos. Igualmente existe la sospecha de que afectó a perros de jauría. Esto confirmaba cada vez más varios aspectos importantes: el ser transmisible, un posible origen común, que la transmisión ocurría por vía oral, aunque se ha determinado la posibilidad de transmisión de la madre al hijo verticalmente, siendo poco probable la transmisión horizontal o por contacto. Así mismo, se aportaban evidencias de que el agente causal era capaz de cruzar la barrera de especies. Esta

situación alertó sobre la posibilidad de que pudiera ser transmitida al ser humano, es decir, que fuera una enfermedad zoonótica. La enfermedad ha afectado un sinnúmero de bovinos en Gran Bretaña; también en otros países europeos y en escaso número en países de Asia, y un solo caso en las américas (en una vaca importada al Canadá desde Inglaterra). El total de animales reportados con la enfermedad en el mundo, de acuerdo con estadísticas de la OIE (Office International des Eepizooties, de la Organización Mundial de Sanidad Animal), es de 181.888 bovinos, hasta el 31 de diciembre de 2000. Esto ha implicado grandes pérdidas económicas, para Inglaterra inicialmente y luego para otros países de Europa. Las pérdidas no sólo han sido por la muerte y decomiso de los animales, sino también porque se han cerrado las exportaciones desde estos países y se viene generalizando la desconfianza del consumidor, llevando a la caída marcada del consumo de carne bovina en la comunidad europea. Hoy esta enfermedad es una de las barreras para-arancelarias más grande en el comercio mundial de bovinos. Sin embargo, uno de los aspectos más importantes del mal es el hecho de estar conectado con la aparición de personas afectadas con una nueva variante de la enfermedad de ECJ, que causó la primera muerte de un ser humano en 1995 y que para 1996 se llegó a considerar que se debía a una asociación -muy importante- entre la variante de la ECJ y la enfermedad de las vacas locas. La ECJ es una enfermedad esporádica que ocurre en personas de edad avanzada, usualmente por encima de los 60 años; a pesar de ser una encefalopatía espongiforme las lesiones son diferentes de las de la EEB. Pero la nueva variante en humanos, que ocurre en personas jóvenes por debajo de los 50 años, es la que principalmente presenta lesiones indistinguibles de la EEB. Hasta el día de hoy se han presentado aproximadamente 80 casos mortales confirmados de esta nueva variante. En cuanto a la causa de estas Eest, aún no se conoce exactamente. Pero la hipótesis más aceptada y que le permitió obtener el premio Nobel a Stanley Prusiner es la del Prion, que quiere decir “partícula infecciosa proteinácea con capacidad de replicarse”, conocida como PrPsc (el sc es debido al Scrapie). Se cree que esta proteína modificada es capaz de inducir la modificación de la proteína que normalmente existe en los tejidos (PrP) y que así causa alteraciones en el tejido nervioso, pues una vez lo invade destruye las neuronas y deja el cerebro como una esponja. Se sabe que en

¡Prográmese por la red! ABRIL 15 DE 2001, NÚMERO 21

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AGRO

Entérese de las actividades culturales y académicas que brinda al público la Universidad Nacional visitando el web site de U.N. PROGRAMA

http://unprograma.unal.edu.co


ILUSTRACIÓN DE ALEXANDER MARROQUÍN

Los agricultores colombianos se hallan en desventaja con sus cultivos frente a los colegas del sector pecuario, pues a menudo carecen de información real sobre plagas o enfermedades que amenazan su inversión y las fórmulas más idóneas para proteger sus cosechas. Esta situación, puesta en evidencia por el profesor Enrique Torres, de la Facultad de Agronomía, plantea los grandes retos de las universidades, que se debatirán en el seminario “Construyendo la investigación agraria en Colombia”, organizado por la U. Nacional y el Sena, en Medellín, a partir del próximo 25 de abril.

el caso de la EEB sólo hay una cepa de proteína infecciosa. Esta hipótesis sobre el agente causal ha cambiado los paradigmas respecto a los agentes de la enfermedad y con toda suerte de reacciones entre los científicos. Por otra parte, está determinado que el agente proteináceo es altamente resistente. Es mejor prevenir ¿Cómo nos afecta esto en Colombia? En el país no existe evidencia de su presencia, pero de acuerdo con el criterio de la OIE en este momento no existe un país en el mundo que pueda ser declarado libre de la enfermedad. Desde el punto de vista de factores de riesgo es baja la probabilidad de que ocurra en el país, puesto que en las harinas para concentrados no se incluye ovejas, el uso de concentrados es reducido y se da fundamentalmente en el ganado de leche, y la prevalencia de Scrapie parece ser muy baja en ovejas (sólo se han reportado uno o dos casos). Sin embargo, el riesgo está latente, dado que a pesar de la prohibición de usar harinas de origen animal en los concentrados para animales, éstas pueden llegar al país por triangulaciones o por contrabando y ser incluidas o haber sido incluidas en la alimentación animal. Es una factibilidad demostrada por los ILUSTRACIÓN DE VÍCTOR BARRERA sucesos actuales de otra epidemia, no relacionada con la enfermedad de las vacas locas: caso de la fiebre aftosa, que llegó a Inglaterra por el contrabando de carne devastando toda la ganadería de ese país y amenazando la producción mundial. Frente a esta eventualidad, un país responsable debe tomar las medidas necesarias para salvaguardar la ganadería nacional y fundamentalmente la salud de sus ciudadanos. Para esto es necesario que nuestro país cuente con un sistema de vigilancia epidemiológica de un desarrollo y eficiencia de nivel internacional, lo que no está ocurriendo dada la desintitucionalización del sector agropecuario a raíz de las reformas neoliberales. Esta crisis, que se inició en Inglaterra y Europa pero que es de carácter mundial, hace necesaria una serie de reflexiones importantes, como la estrecha relación de la salud de los animales y su impacto sobre la salud de los seres humanos, la necesidad de producir alimentos inocuos (sanos, no expuestos a agentes patógenos o tóxicos), la necesidad de tener instituciones fuertes de salud pública y de control de la salud animal, la necesidad de desarrollo científico-investigativo y tecnológico en la salud humana y animal, el que las enfermedades animales y vegetales son de las grandes barreras para-arancelarias, y la gran importancia que tiene la enfermedad en la producción animal. Ojalá los organismos gubernamentales y el país tomen las medidas necesarias para impedir un posible desastre que con nuestra inoperancia, nuestro retraso científico-tecnológico, nuestra indisciplina y un Estado que nunca se ha preocupado verdaderamente por el agro harían imposible controlar. Prevengamos su aparición en nuestro país.

CIENCIa Y TECNOLogía

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Para sacarle más jugo a la

naranja

Un aporte para disminuir la contaminación ambiental ocasionada por los residuos del procesamiento de la naranja Valencia, al tiempo que se produce una alternativa alimenticia.

“El objetivo del proyecto es obtener el jugo de naranja sin que se generen desechos y, a la vez, darle un valor agregado a tales desechos. Los residuos de naranja tienen de un 6% a un 7% de proteínas; con el microorganismo que crece a expensas de las fuentes de carbono de ese material aumenta su contenido proteico a 20% ó 22%. Esto permite utilizarlo como materia prima para concentrados de animales, anota la profesora Medina. Tratamiento para consumo

Luz Enit Arias Restrepo Periodista Sede Medellín

El objetivo es obtener el jugo de naranja sin que se generen desechos y, a la vez, darle un valor agregado a ese producto.

Las propiedades nutritivas, vitamínicas y terapéuticas de la naranja, sumadas a sus agradables características sensoriales, la convierten en una de las frutas más apetecidas. Esto ha contribuido a incrementar la producción industrial de su jugo, tanto en Colombia como en el mundo. Sin embargo, el 50% de la fruta tratada para la extracción industrial del zumo de naranja se convierte en desecho. Ante el aumento de la población y el agotamiento de recursos naturales, diferentes países vienen estudiando materias primas no convencionales, como el desecho de naranja, para producir alimentos. Una de las formas de conseguirlo es mediante la acción de microorganismos, tales como bacterias, hongos filamentosos y levaduras, que tienen un alto contenido de proteínas y crecen rápidamente, en un área relativamente pequeña, usando desechos que contengan carbohidratos como fuente de nutrientes. Los hongos filamentosos, usados para obtener proteina unicelular, son conocidos por producir una gran cantidad de enzimas y ser capaces de metabolizar mezclas complejas de compuestos orgánicos que existen en la mayoría de desechos agrícolas y agroindustriales. Además, contienen un alto valor proteínico similar al de alimentos tradicionales como la soya, el pescado, los huevos o la carne. En el Estudio preliminar sobre obtención de biomasa a partir de los desechos de la naranja, la ingeniera química Victoria Isabel Medina, de la Facultad de Minas, y la química farmacéutica Carmen Lucrecia Hernández, de la Facultad de Ciencias de la sede Medellín, analizaron las características de un microhongo autóctono y bastante estudiado, llamado Aspergillus niger, que por su fácil manejo, buen contenido proteínico y nula toxicidad sirve para procesar desechos de naranja. Con esta investigación pretenden aportar una solución a la contaminación ocasionada por los residuos del procesamiento de la naranja Valencia, tansformándolo en un desecho útil con posibilidades de utilización nutricional o de uso tecnológico. Residuos alimenticios En Colombia, los residuos de naranja se desperdician o en algunos casos se aprovechan como materia prima con un bajo contenido proteico, en la producción de concentrados para animales. Por esta razón, la profesora Medina realiza en el laboratorio de micotoxinas una investigación sobre Enriquecimiento proteico de los residuos del procesamiento de la naranja, utilizando para el crecimiento del microhongo la naranja Valencia, una de las variedades más aprovechadas en las industrias mundiales por su fácil adaptación a distintas condiciones climáticas, su acidez (lo que permite un jugo con buen sabor) y su poca semilla. Además, los desechos que se generan en su procesamiento tienen un bajo pH y una composición adecuada para el crecimiento de hongos y levaduras.

Uno de los inconvenientes que presenta la proteína unicelular para su introducción como alimento para el hombre es el alto contenido de ácidos nucleicos, puesto que su producto final en el metabolismo es el ácido úrico. Este último es poco soluble en la sangre y orina y su exceso de concentración produce precipitación en los tejidos, articulaciones, vejiga y riñones, con repercusiones negativas para la salud (gota úrica, cálculos biliares, cálculos de riñón). En el caso de los animales, la situación es distinta. En los que son utilizados como fuente proteínica para el hombre (carneros, cerdos y vacas) el sistema metabólico posee la enzima urato-oxidasa, que permite la degradación del ácido úrico a alantoína, un metabolito sin riesgos fácilmente excretable. En consecuencia, la utilización de la proteína unicelular como complemento alimenticio de éstos no presenta riesgos. Beneficio para la industria Actualmente existen plantas industriales para producir proteína unicelular en países tales como Inglaterra, Estados Unidos, Finlandia, la antigua Unión Soviética, Alemania, Cuba, Suecia y Suiza. El destino de la proteína unicelular depende de las necesidades de cada país. Generalmente se pretende sustituir la soya o harina de soya. En la mayoría de países socialistas es un concentrado proteico importante para la formulación de alimentos balanceados para animales, mientras que en Estados Unidos la producción se destina casi exclusivamente al campo de aditivos y saborizantes, potenciadores de sabor (sopas, cereales, consomés y salsas, entre otros) y como extendedores de productos cárnicos. En el ámbito experimental se ha investigado la producción de aislados proteicos de microorganismos, con el propósito de obtener proteínas de alto nivel nutricional para sustituir parcialmente cereales, soya, leche, huevos y otros; y en la elaboración de helados, quesos, mayonesas, salchichas, margarinas, panes, etc. En Colombia apenas se han realizado algunas investigaciones en este campo. “Después de esta etapa se pretende trabajar con profesores de la Facultad de Ciencias Agropecuarias en la implementación de este subproducto enriquecido proteínicamente en la alimentación de cerdos”. Si la sociedad desea convertirse en una comunidad sostenible, en la cual se garantice no sólo la competitividad de sus industrias sino también la provisión del bienestar material para las futuras generaciones, se requiere un enfoque innovador que identifique nuevos procesos en el uso de materias primas. El aprovechamiento de desechos de naranja para aumentar el valor proteínico de los concentrados animales es una opción que beneficiaría a la industria alimentaria y agrícola del país porque mejoraría la rentabilidad del proceso; además, contribuye a atenuar los problemas de contaminación ambiental.


A sangre y fuego En el actual ciclo de violencia ya duplicamos el total de muertes producido en La Violencia pasada.

Hombres jóvenes: las principales víctimas

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lenta lo están llevando estos dos grupos, conviene señalar también la participación cada vez mayor de niños y niñas como víctimas de los homicidios en el país. En 1999, por ejemplo, fueron asesinados en el país 101 niños menores de cinco años y 286 niños entre los cinco y los 14 años. En 1994 la cuarta parte de los niños antioqueños entre diez y 14 años que fallecieron tuvieron como causa de muerte el homicidio. El asesinato de niños, adolescentes y adultos jóvenes tiene graves consecuencias para el país en todos los campos, en especial en lo afectivo, reproductivo, económico y cultural. El mapa de la muerte Tampoco en la geografía del país existen ya refugios que escapen a la crueldad de las muertes violentas. Lugares y regiones en donde hasta hace poco la gente se moría de todo, menos de homicidio, hoy se van tiñendo de rojo y suman a sus muertos de causas naturales una lista cada vez más larga de víctimas de las violencias que padecemos. Pero también en las regiones la distribución de los homicidios es muy desigual. En el pequeño y

Número anual de homicidios en Colombia 1975-2000 30.000 • 25.000 • 20.000 • 15.000 • 10.000 •

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Los cuatro departamentos en donde se registra el mayor número de homicidios políticos son, en su orden: Norte de Santander, 335 (14%); Santander, 309 (13%); Antioquia, 296 (12%); y Valle 243 (10%). Resulta entonces que la mitad de los homicidios políticos de Colombia se cometen en cuatro de los 32 departamentos del país, justamente aquellos en donde se vive la más intensa confrontación político-militar.

1985

U.N. ESPECIAL

IN

ED

Gráfica 1

1983

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grupos de mujeres los homicidios ya son la primera causa de muerte. En Antioquia, por ejemplo, más de la mitad (54%) de las adolescentes entre 15 y 19 años que murieron en 1994 fueron víctimas de homicidio. La cuestión es que la cantidad de hombres asesinados en el país es tan exagerada -23.857 durante el año 2000-, que en términos generales disminuye la importancia relativa del asesinato de las mujeres. Es esencial aclarar que, en cuestión de homicidios, no se trata en Colombia de una violencia de género: no se asesina a los hombres por ser hombres, sino por ser los principales actores de las relaciones sociales que más generan homicidio en el país y por encontrarse, en consecuencia, con mayor frecuencia en los distintos escenarios de esta modalidad de violencia. Por edad es también muy desigual la distribución de las muertes por homicidio en Colombia. De cada tres personas asesinadas actualmente en el país dos tienen entre 15 y 34 años. Esto indica que con los homicidios estamos perdiendo en particular a los adolescentes y a los adultos jóvenes. Reconociendo que el peso mayor de la mortalidad vio-

1981

Nadie escapa ni está inmune a la actual violencia homicida colombiana. Han muerto obispos y parlamentarios, monjas y prostitutas, guerrilleros, soldados y paramilitares, niñas y ancianos, líderes e indigentes, indígenas y campesinos, colombianos y extranjeros. El riesgo básico y común es estar aquí, en Colombia. Pero el riesgo no es igual. Se distribuye de manera muy diferente según varios factores, el primero de los cuales es el género. Como se lee en la Gráfica 2, el 93% de las víctimas de homicidios en Colombia el año pasado fueron hombres y el restante 7% mujeres, cifras exactamente iguales a las del año inmediatamente anterior, 1999. Es decir que en el país por cada mujer asesinada se asesina a 13 hombres. Lo anterior no permite concluir que las mujeres no sean víctimas importantes de la violencia colombiana actual. Que en un año en un país se mate 1.798 mujeres, un promedio diario de cinco -como ocurrió aquí en el año 2000-, es un escándalo, mayor aún cuando se aprecia que en algunas regiones y en ciertos

ERA

E ND

Una mirada analítica a los 25.655 homicidios que padecimos en Colombia en el año 2000. “Aprender a leer en letras de sangre es un imperativo de quienes vivimos en el país, en particular de quienes nos dedicamos a tratar de entender los códigos cifrados de las violencias”, afirma el autor de este revelador trabajo.

1979

Hace ya rato que el país se nos está desangrando. A lo largo de los últimos 25 años del siglo pasado fuimos escalando cifras cada vez mayores de violencia homicida, como se evidencia en la Gráfica 1, cuidadosamente elaborada con base en los datos más confiables. Y si bien no hemos vuelto a alcanzar los promedios anuales de 28 mil homicidios registrados durante el gobierno del presidente César Gaviria, posiblemente los peores en la historia del país, seguimos con un promedio aproximado de 25 mil asesinatos anuales, demasiado alto para un país que apenas supera los 40 millones de habitantes. Y mientras más atrás se mire, peor es la imagen. Nunca sabremos con certeza cuántos muertos produjo la violencia pasada, la de los cuarenta a los sesenta. Los estimativos varían entre doscientos y trescientos mil. Pues bien, si ubicamos el actual ciclo de violencia en la última cuarta parte del siglo pasado, época para la cual ya disponemos además de estadísticas relativamente confiables, el resultado es alarmante: 459.601 homicidios en Colombia entre 1975 y el año 2000. Es decir, en el actual ciclo de violencia ya duplicamos el total de muertes producido en La Violencia. El crecimiento en cifras absolutas se confirma también utilizando tasas, que es el mecanismo estadístico para controlar el efecto de las variaciones en el total de la población. Pues bien, en 1975 hubo en Colombia 24 homicidios por cada cien mil habitantes. Un cuarto de siglo después, en el año 2000, la tasa fue de 61 homicidios por cada cien mil habitantes. Y no sólo las cifras son peores. Las actuales modalidades de las masacres, la utilización de macetas, cilindros de gas y sierras eléctricas, la decapitación de las víctimas, la indefensión de las mujeres y niños asesinados, y el incendio de viviendas humildes y de pueblos enteros nada tienen que envidiar en crueldad a la destrucción, el corte de franela y las demás degradaciones del período conocido como La Violencia. Tampoco quedamos bien librados en el espejo espacial. Seguimos produciendo un poco más del 20% de los homicidios registrados cada año en toda América, desde Canadá hasta Argentina. Y en términos de tasas ocupamos un solitario primer lugar. Mientras la tasa mundial promedio anual es de cinco homicidios por cada cien mil habitantes y en América Latina es de 35, la nuestra el año pasado fue de 61, una tasa no registrada en la actualidad en ningún otro país del mundo.

1977

Profesor Facultad de Odontología

1975

Saúl Franco*

Fuentes: Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Inmlycf). Centro Nacional de Referencia Sobre Violencia (Cnrv). Dane. Franco, S, El Quinto: No Matar,


Gráfica 2

Distribución por sexo de las víctimas de homicidios en Colombia año 2000

93%

7%

Fuentes: Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Centro Nacional de Referencia Sobre Violencia (Cnrv).

tranquilo municipio de Garagoa (Boyacá), por ejemplo, sólo hubo tres homicidios el año pasado y en San Andrés sólo se registraron seis. Mientras tanto las seis ciudades con el mayor número de homicidios -Medellín (3.311), Bogotá (2.428), Cali (2.209), Cúcuta (935), Pereira (651) y Barranquilla (539)acumularon el 40% del total de homicidios del país. Hay entonces una concentración muy grande de este tipo de muertes violentas en ciertos municipios y regiones. Concentración que muestra nuevos aspectos y dimensiones al relacionar el número de homicidios con la población de cada municipio y cada departamento. En el Cuadro 1 se presentan los municipios que tuvieron tasas superiores a 200 el año pasado. Como puede observarse, Apartadó, en el Urabá antioqueño, registra la mayor tasa entre todos los municipios del país. Le sigue Barrancabermeja, que padeció cuatro veces más homicidios que el promedio nacional y en donde la violencia política ha desbordado cualquier estimativo y nivel de intensidad. Vienen luego seis municipios -Barbosa, Puerto Berrío, Santafé de Antioquia y Chigorodó en Antioquia, Granada en el Meta y Tulúa en el Vallecuyas altas tasas de homicidio están confirmando la naturaleza e indicando la dinámica de la actual violencia. Conviene destacar que varios de estos ocho municipios vienen figurando desde hace algunos años en los primeros lugares de la mortalidad homicida en el país, confirmando también no sólo la persistencia sino también el deterioro de la situación de violencia que padecemos. Por departamentos también es muy desigual la distribución de los homicidios. Ninguno está exento del flagelo, pues hasta San Andrés y Providencia y el Vichada entran en los registros del fenómeno. Pero las diferencias son abismales y permiten avanzar no sólo en el mapeo sino también en la explicación del gravísimo problema. Cinco de los ocho municipios anteriormente reconocidos con las mayores tasas de homicidio pertenecen a Antioquia, uno a Santander, otro al Meta y otro al Valle. Obviamente en los cuatro departamentos es muy grave la situación. Pero el caso de Antioquia merece especial atención tanto por la persistente magnitud de la violencia homicida como por las claves que da su historia reciente y su situación actual para entender el problema a nivel nacional. Sólo Antioquia concentra más de la cuarta parte (28%) del total nacional y en el Valle sucede uno de cada cinco homicidios del país.

En la Gráfica 3 aparecen los cinco departamentos con las más altas tasas en el 2000. Como era de esperarse, la lista la encabezan Antioquia y el Valle, seguidos por Risaralda, Caldas y Guaviare. En conjunto estos cinco departamentos dan cuenta de un poco más de la mitad (53%) del total de asesinatos. Tanto los elementos comunes entre estos departamentos como sus diversidades contribuyen a explicar la complejidad y heterogeneidad de las violencias actuales, como se enunciará más adelante. Conviene señalar que cuando los datos que fundamentan esta clasificación, tomados de la información suministrada por el Centro Nacional de Referencia sobre Violencia -Cnrv- del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, se confrontan con los aportados por el Centro de Investigaciones Criminológicas -CIC- de la Policía Nacional, aparecen todavía algunas inconsistencias y se producen algunos cambios significativos. Por ejemplo, en el total de homicidios correspondientes al año 2000 el CIC reporta 885 casos más que el Cnrv. Las tasas departamentales también presentan variaciones, que llegan a ser muy significativas en especial en los casos de Putumayo y Norte de Santander, en donde las fuentes de la Policía Nacional parecen tener mejor cobertura. Según los datos del CIC, el Departamento de Norte de Santander pasaría a ocupar el segundo lugar en las tasas departamentales de homicidios. Tanto para la investigación y el conocimiento del problema como para su enfrentamiento, es urgente superar este tipo de dificultades y llegar lo antes posible a un Sistema Unificado de Información sobre Violencia, tal como está empezando a lograrse en Bogotá. Masacres: el imperio del miedo El mapa de las masacres (entendidas como el asesinato colectivo de cuatro o más personas en condiciones de indefensión) aporta nuevos elementos para entender la dinámica actual de la violencia colombiana. Según la fuente ya citada de la Policía Nacional, en el año 2000 se registraron en el país un total de 236 masacres que produjeron 1.403 víctimas fatales. El sólo carácter casi cotidiano de las masacres que se desprende de estas cifras es otro indicador incuestionable de la gravedad de la situación y de la degradación del conflicto. Gravedad y degradación que se evidencian aún más cuando se describen los niveles de crueldad con que se cometen muchos de los horrores escondidos detrás de los números de las masacres. Nuevamente Antioquia aparece como el epicentro de la violencia nacional. En su territorio, que incluye por supuesto el área metropolitana de Medellín y la región de Urabá, aunque rigurosamente habría que separar el Urabá chocoano, se registró la tercera parte tanto de los casos como de las víctimas del total nacional de masacres del 2000. Si a las masacres de Antioquia se le suman las del Valle y el Cesar, que son los otros dos departamentos más afectados por esta modalidad de violencia fatal, se obtiene justamente la mitad tanto de las masacres como de sus víctimas. Vienen luego Santander y Bolívar en el mapa de horror de las masacres. Y es interesante destacar al respecto que en Bogotá sólo se registraron cinco de las 236 masacres en estudio.

De cada tres personas asesinadas actualmente en el país, dos tienen entre 15 y 34 años. Esto indica que con los homicidios estamos perdiendo en particular a los adolescentes y a los adultos jóvenes.

Seguimos produciendo un poco más del 20% de los homicidios registrados cada año en toda América, desde Canadá hasta Argentina y en términos de tasas ocupamos un solitario primer lugar.

Según el Centro de Investigaciones Criminológicas de la Policía Nacional, en el año 2000 se registraron en el país un total dÅe 236 masacres que produjeron un total de 1.403 víctimas fatales.

Al analizar los autores de las masacres hay dos hechos que llaman mucho la atención. El primero es que se trata de un acontecimiento esencialmente ligado al paramilitarismo. Casi la mitad (45%) de los casos, que produjeron exactamente la mitad de las víctimas, fueron cometidos por las denominadas “autodefensas” que tuvieron sus principales escenarios de acción en Antioquia y el Cesar. El segundo hecho sobresaliente al respecto es que en el 40% de las masacres se desconocen sus autores. Quedan entonces porcentajes relativamente bajos para los otros actores armados: 12% para las Farc y 3% para el Eln. El altísimo porcentaje de masacres cuyos autores logran quedar desconocidos está demostrando tanto el imperio del miedo que las distintas organizaciones armadas han logrado imponer en sus dominios o territorios en disputa, como el alarmante nivel de impunidad existente en el país y que es al mismo tiempo producto y estímulo a la escalada de violencia que padecemos. La lucha a sangre y fuego de los actores armados por el control político y territorial, ligado generalmente al dominio de áreas estratégicas en términos de recursos naturales, de producción, procesamiento y mercadeo de narcóticos y de tráfico de armas, se evidencia en este mapa de las masacres y sus agentes. Si a las condiciones anteriores se le agregan las agudas situaciones de inequidad en la distribución de la riqueza, del poder y de la información, la intolerancia generalizada en las relaciones interpersonales y sociales, la impunidad ya anotada, el desbordamiento de las diferentes formas delincuenciales y las ausencias o debilidades en la presencia del Estado, en particular sus políticas y prioridades inadecuadas y el nivel de corrupción dominante, se estaría muy cerca de plantear los fundamentos y la racionalidad interna ya no sólo de las masacres sino del conjunto del problema homicida y de la convergencia de violencias que padecemos. Las armas homicidas De conformidad con los datos de Medicina Legal, sigue habiendo un franco predominio de las armas de fuego (85%) como instrumentos de muerte. Le siguen, a enorme distancia, las armas cortopunzantes (10%) y resta un 5% para otras modalidades, como puede apreciarse en la Gráfica 4. Con un importante componente de conflicto armado, con un amplio y complejo mercado para el tráfico de armas y con grupos delincuenciales organizados y no organizados que disponen de recursos e insumos suficientes, resulta lógico el predominio de las armas de fuego en la mortalidad homicida. No obstante, al analizar el tipo de armas en ciertas regiones específicas, se observan algunos hechos que pueden aportar nuevos elementos para la comprensión del fenómeno. En Barrancabermeja, por ejemplo, que registra la segunda tasa más alta de homicidios en el país, como se anotó, la casi totalidad de los casos (96%) se dio con armas de fuego. En Bogotá, en cambio, con una tasa de 38 homicidios por cada cien mil habitantes –moderada, dentro del contexto nacional- el porcentaje con armas de fuego desciende al 72%, mientras el de los cometidos con armas cortopunzantes asciende al 23%. A manera

Cuadro 1

Municipios con tasa de homicidio superior a 200 en Colombia año 2000 Municipio

Apartadó (Antioquia) Barrancabermeja (Santander) Barbosa (Antioquia) Granada (Meta) Puerto Berrío (Antioquia) Chigorodó (Antioquia) Tuluá (Valle) Fuentes: Instituo Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Inmlycf). Centro Nacional de Referencia Sobre la Violencia (Cnrv). Dane.

Nº homicidios

246 480 87 93 85 114 361

Tasa de homicidios por cien mil habitantes

269 243 234 231 226 211 200


de preguntas pueden plantearse, entre otras, dos hipótesis interpretativas. ¿Tendrá la violencia bogotana un mayor componente delincuencial -robos, asalto callejero, riñas de amigos y vecinos, conflictos pasionales- y sus protagonistas se encontrarán por tanto menos bien dotados de armamento? ¿Tendrá la violencia de Barrancabermeja un componente político mayor y, en consecuencia, sus actores estarán mejor organizados y armados? Ya sean válidas o no éstas u otras hipótesis, conviene reafirmar que nada en la violencia es intrascendente y cada hecho, cada circunstancia, cada pista puede ser clave y merece atención para llegar a la comprensión requerida para el adecuado enfrentamiento del problema. Los escasos porcentajes de las armas cortopunzantes y de otro tipo de instrumentos para cometer los homicidios no deben llevar a subvalorarlos o a caer en interpretaciones ligeras. Pueden estar expresando también la escalada de niveles de crueldad peores aún que los producidos por las armas de fuego. El recurso al desmembramiento, las amputaciones, la decapitación y hasta el desollamiento de las víctimas requieren el uso de armas cortopunzanates y cortocontundentes y en lugar de indicar pobreza o subdesarrollo de los agresores puede indicar solvencia tecnológica, disponibilidad financiera y, sobre todo, niveles de intolerancia al borde de la sicopatología y de la barbarie.

Departamentos con más altas tasas de homicidio en Colombia año 2000 140 •

132 120 • Tasa por cien mil habitantes

A sangre y fuego

Gráfica 3

110 100 •

94

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14

U.N. ESPECIAL

90

60 •

Detrás de tanta sangre

40 • 20 • 0•

Antioquia

Valle

Risaralda

Caldas

Guaviare

Departamentos Fuentes: Instituo Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Inmlycf). Centro Nacional de Referencia Sobre la Violencia (Cnrv). Dane.

El enorme peso de los homicidios políticos Puede definirse un homicidio político como aquel cuya motivación principal es la participación real o supuesta de la víctima en una determinada línea de pensamiento y/o de organización política diferentes o contrarias a las del agresor. No siempre es fácil establecer con claridad las fronteras del homicidio político. Para algunos, todo homicidio tiene un trasfondo político-social. Con frecuencia las razones políticas se entremezclan con otro tipo de razones, o se oculta la motivación política detrás de pretextos aparentes de otra naturaleza. Y la cortina de silencio impuesta por el miedo sigue dejando ocultos muchos homicidios y demás hechos violentos de motivación política. Se comprende entonces claramente que, como aún no hemos llegado a un sistema unificado para el registro de homicidios en general, sean mayores las dificultades para lograr acuerdos en torno al concepto y al registro de los homicidios políticos. A pesar de lo anterior, varias organizaciones e instituciones vienen trabajando en esclarecer y diferenciar los hechos de violencia política y, en particular, los homicidios políticos, dentro del conjunto y el contexto de la violencia general y la mortalidad por homicidios en el país. El Cinep y Justicia y Paz, entre ellas, han consolidado una valiosa y cuidadosa base de datos cuyas publicaciones periódicas contribuyen de manera significativa a estos objetivos. A ella se deben los datos de violencia política correspondientes al año 2000 utilizados a continuación. Por descontado que la gran masa de homicidios (90%) está expresando el predominio de la violencia social y de las demás formas y motiva-

91

80 •

nos. La gama de sectores se extiende a empleados y comerciantes e incluye también empresarios y hacendados. Y si bien cuantitativamente es poco representativo, es preocupante por su significado el número de indígenas asesinados el año pasado por razones políticas: un total de 17. Es también importante precisar que varios de estos asesinatos políticos han tenido lugar dentro de hechos violatorios tanto de los Derechos Humanos como del Derecho Internacional Humanitario y en los cuales, a más de los sectores sociales ya enunciados, merece destacarse la inclusión en el listado de víctimas profesionales, varios de ellos vinculados a los sectores de la salud, educación y justicia. Se reafirma, al tiempo, tanto la generalización del conflicto y la violencia en todos los niveles de relación y acción colectivos como su selectividad contra personas y sectores estratégicos de la vida social.

El altísimo porcentaje de masacres cuyos autores logran quedar desconocidos está demostrando tanto el imperio del miedo que las distintas organizaciones armadas han impuesto en sus dominios o territorios en disputa como el alarmante nivel de impunidad existente en el país.

ciones de todas las violencias, sin olvidar las múltiples expresiones delincuenciales. En la génesis de este altísimo porcentaje de homicidios se combinan y potencian los diferentes contextos explicativos enunciados al comentar las masacres y el mapa general de homicidios. Algunos analistas han subvalorado el peso de los homicidios políticos dentro del conjunto de los homicidios totales del país debido a lo que consideran una baja participación porcentual. Se estima, en general, que entre un 10% y un 15% de los homicidios totales tienen su contexto explicativo en el conflicto armado colombiano y en las demás formas de confrontación política. El porcentaje ha variado en el actual ciclo de violencia y llegó a significar hasta el 20% justamente en 1988, cuando se padecía la guerra de exterminio de la Unión Patriótica, se consolidaba el paramilitarismo y se medían las fuerzas de control local en la primera elección popular de alcaldes. Pero en política, como en muchas otras cosas, lo esencial no es el cuánto sino el qué y el por qué. El asesinato de un solo líder puede tener un efecto socio-político y aún económico mayor que el de muchos otros asesinatos. La muerte violenta de un líder indígena, por ejemplo, puede tener un impacto relativo mayor que la de algunos líderes de otras comunidades o colectivos. Según la fuente citada, por ejemplo, 2.431 de los 25.655 homicidios registrados por Medicina Legal el año pasado pueden calificarse como homicidios políticos. En términos cuantitativos se mantiene entonces el 10%, pero al mirar quiénes son las víctimas y a qué regiones y grupos pertenecen puede ponderarse su importancia y valorarse mejor su significado. Los cuatro departamentos en donde se registra el mayor número de homicidios políticos son, en su orden: Norte de Santander, 335 (14%); Santander, 309 (13%); Antioquia, 296 (12%); y Valle 243 (10%). Resulta entonces que la mitad de los homicidios políticos de Colombia se cometen en cuatro de los 32 departamentos del país. Y son justamente cuatro de los departamentos en donde se vive la más intensa confrontación político-militar. Llama mucho la atención que en más de la mitad de los 2.431 homicidios políticos en cuestión no haya sido posible identificar el sector social al cual pertenecían las víctimas. A la precariedad de la información sobre muchos eventos importantes se suma en este caso -al igual que en el ya señalado de las masacres- la falta de interés en el esclarecimiento de ciertos hechos y los efectos del miedo y la intimidación. En los casos en los cuales fue posible identificar el origen de las víctimas pudo establecerse el predominio de campesi-

Es obvio que el derramamiento de tanta sangre es literalmente el saldo rojo de varios de los desequilibrios, problemas y conflictos señalados en estas páginas y en muchos otros análisis y documentos sobre el tema. Y aprender a leer en letras de sangre es un imperativo de quienes vivimos en el país, en particular de quienes nos dedicamos a tratar de entender los códigos cifrados de las violencias. Pero, agudizando el esfuerzo comprensivo, puede leerse también que la convergencia de tantas crisis y un tal exceso de sangre pueden estar manifestando el agotamiento no de un ciclo social corto o de un modelo político-económico particular, sino de una forma total de ser, vivir y relacionarse y la inminente (pero lenta y dolorosa) emergencia de un nuevo modo de ser individual y colectivo y de los consiguientes nuevos ordenamientos sociales, económicos y políticos fundamentados en escalas de valores, normas y significados también nuevos. Descubrir las claves de esa nueva sociedad que parece pedir una oportunidad detrás y después de tanto dolor y tanta sangre, y sumar energías y recursos hacia su configuración e implementación puede ser al mismo tiempo el mayor reto y la única justificación histórica de esta orgía de dolor y sangre que seguimos padeciendo. * MD. Ph. D., integrante del Grupo de Investigación en Violencia del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Iepri.

Gráfica 4

Distribución de homicidios por tipo de arma en Colombia año 2000

85%

10% 5% Arma de fuego

Arma cortopunzante

Otros

Fuentes: Instituo Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Inmlycf). Centro Nacional de Referencia Sobre la Violencia (Cnrv).


sólidos. De acuerdo con el Inventario Nacional del Sector de Agua Potable y Saneamiento del Ministerio de Desarrollo el aporte varía dependiendo del nivel socioeconómico. Los residuos provenientes de grupos sociales de bajos ingresos contienen materia orgánica superior al 55% y para los estratos altos este porcentaje se ubica cerca al 50%, mientras la composición de residuos de cartón y papel se estima entre el 11% para los últimos y el 6% para los primeros.

ILUSTRACIÓN DE PILAR BERRÍO

En Colombia se producen cerca de 19 mil toneladas de residuos

Cultivos ilícitos en Colombia

Juan Gabriel Tokatlian Especial para U.N. Periódico Buenos Aires

Fútil feroz

El tema de la fumigación de cultivos ilícitos ha estado en el centro de la estrategia internacional antidrogas de Estados Unidos por lustros, y es un componente esencial del denominado Plan Colombia que ha comenzado a ejecutarse en enero de 2001. Para comprender este hecho es importante esclarecer dos aspectos básicos: la base conceptual en la que se fundamenta la estrategia de Washington a favor de la erradicación química de plantaciones ilegales en Colombia y los resultados que hasta hoy ha tenido esa política. Para responder el primer punto es preciso detenernos en la racionalidad, y no en la retórica, de Estados Unidos. En este tema Washington se orienta por cuatro supuestos: primero, asume que la demanda depende de la oferta, por lo tanto, busca reprimir los centros de cultivo, producción, procesamiento y tráfico de narcóticos. Segundo, asume que un tratamiento punitivo en los polos de provisión de drogas es más efectivo en términos de efectos (metas y logros) y de recursos (asistencia y presupuesto). Para el balance costo/beneficio de Washington resulta más ventajoso concentrar los esfuerzos antinarcóticos en los núcleos de oferta. Tercero, asume que los efectos de una mayor erradicación de cultivos ilícitos serán múltiples para los países productores. Entre otros, subraya la reducción del precio del cultivo ilícito en las zonas de producción, la disminución del poder de los traficantes, y la contención de la violencia generada por el narcotráfico. Y cuarto, asume que los efectos de una mayor erradicación de cultivos ilícitos serán de tres tipos para los países consumidores: menor disponibilidad, mayor precio y menos potencial de pureza de las drogas.

fumigación Una nueva erradicación química de cultivos ilícitos no promete resolver la esencia del negocio de las drogas. Como ha ocurrido hasta ahora, los costos más altos de la prohibición los seguirán pagando los colombianos y los dividendos de la lucrativa empresa seguirán lavándose en los bancos de Estados Unidos, el Caribe, Suiza y Mónaco, entre otros.

FOTOGRAFÍA DE ARCHIVO

de coca, 181 hectáreas de amapola y 18 hectáreas de marihuana. El actual gobierno destruyó aproximadamente 90 mil hectáreas de coca entre 1999 y 2000. Finalmente, desde 2000 Washington ha venido presionando a Bogotá para aplicar un peligroso hongo, el fusarium oxysporum, en el proceso de erradicación forzosa en Colombia. Resultados paupérrimos A pesar de estos esfuerzos, los efectos de la represión química de los cultivos ilícitos han sido paupérrimos. En efecto, en 1981 Colombia tenía 25 mil hectáreas plantadas de marihuana y coca. En marzo de 2001 el informe anual del departamento de Estado de Estados Unidos sobre drogas -International Narcotics Report-, indicó que en Colombia existían 138 mil hectáreas cultivadas, sólo de coca. En 1990 la producción de heroína era insignificante; en 1996 el país ya producía 63 toneladas métricas, y hoy Colombia ha superado a México como principal abastecedor hemisférico de heroína. Mientras en 1998 la producción colombiana de cocaína fue de 435 toneladas métricas, en 1999 alcanzaba las 520 toneladas métricas y en 2000 llegó a 580 toneladas métricas. En los ochenta Colombia tenía una clase criminal emergente; hoy

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vive las consecuencias de una narcocriminalidad acaudalada, violenta y desafiante. Pero la situación colombiana no es excepcional y extravagante. A pesar de años de erradicación forzada y química de plantaciones ilícitas en el mundo, el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas para el Control de Drogas y la Prevención del Crimen -Global Illicit Drug Trends 2000- el cultivo de coca pasó de 240 mil hectáreas en 1987 a 270 mil hectáreas en 1999, y el de amapola, de 211 mil en 1988 a 217 mil en 1999. Mientras tanto, en la década del noventa, 120 países comunicaron la existencia de cultivos de cannabis en sus territorios. En 1999, la producción global de heroína llegó a 580 toneladas métricas, la de cocaína a aproximadamente mil y la de marihuana fue cercana a las 30 mil toneladas. El consumo sigue en alza A esta situación se agregan las cifras de los principales mercados de consumo. En 1981, en Estados Unidos el precio por gramo de la cocaína fue de US$ 191 y la pureza de 40%, mientras en 1999 el precio llegó a US$ 44 y la pureza a 70%. En 1981, el precio por gramo de heroína fue de US$ 1.200 y la pureza de 5%, mientras en 1999 el precio llegó a US$ 318 y la pureza a 25%. En Europa, paralelamente, en 1999 el precio del gramo de cocaína fue de US$ 90 dólares y el de heroína, de US$ 98. En 2000, se consiguieron en Estados Unidos y Europa más drogas, de mejor calidad y a menor precio. En términos de demanda, la situación europea muestra signos preocupantes de ascenso, al tiempo que en Estados Unidos no ha mostrado avances definitivos ya que aún hay casi 14 millones de consumidores. En ese país, la tasa de crecimiento de los consumidores jóvenes de cocaína muestra un alza alarmante desde 1997. Y el consumo de marihuana entre los jóvenes, que había bajado a finales de los ochenta, se incrementó notablemente entre 1992-95 y continúa alto en la actualidad.

En términos de demanda, la situación europea muestra signos preocupantes de ascenso, al tiempo que Estados Unidos no ha mostrado avances definitivos ya que aún hay casi 14 millones de consumidores.

Las experiencias Con base en estos supuestos es pertinente evaluar entonces los resultados de la política basada en esta racionalidad. En ese sentido cabe señalar que Colombia experimentó la fumigación de cultivos ilícitos con paraquat a finales de la administración del presidente Julio César Turbay (19781982). Colombia aceleró la fumigación masiva durante la administración del presidente Belisario Betancur (1982-1986), aplicando el glifosato para la marihuana y usando el garlon-4 para la coca. Colombia continuó la erradicación química y forzada de marihuana y coca durante la administración del presidente Virgilio Barco (1986-1990). Colombia reforzó la fumigación de marihuana y coca e inició la destrucción con glifosato de la amapola durante la administración del presidente César Gaviria (1990-1994). Colombia batió todos las marcas históricas nacionales e internacionales en materia de erradicación química y manual de cultivos ilícitos durante la administración del presidente Ernesto Samper (1994-1998) y ensayó herbicidas más tóxicos como el imazapyr y el tebuthiuron. Sólo en 1998, el gobierno Samper (hasta agosto) y la administración del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) fumigaron 66.083 hectáreas de coca y 2.931 hectáreas de amapola, y destruyeron de modo manual 3.126 hectáreas

sociedad

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La fumigación manual y aérea de los cultivos ilícitos ha traído problemas de salud para las comunidades y el medio ambiente.

Concomitantemente, en Estados Unidos en 1990 el total de arrestos vinculados al fenómeno de las drogas (consumo, venta, distribución, manufactura, etc.) fue de 1.089.500, mientras que en 1996 creció a 1.128.647. En 1990, el total de prisioneros federales encarcelados por delitos ligados al fenómeno de los narcóticos fue de 53.5%, mientras en 1995 se elevó a 59.9%. Hoy Estados Unidos tiene, en comparación con los países más industrializados del mundo, la mayor población de personas encarceladas por delitos relacionados con el fenómeno de las drogas. En síntesis, Colombia ya fumigó suficientemente su territorio con sustancias nocivas para la salud de su población y la preservación de su medio ambiente, mientras la demanda de drogas de los ciudadanos en Estados Unidos sigue en auge y el consumo de narcóticos en Europa crece. Una nueva erradicación química promete ser más de lo mismo: una victoria pírrica que no resuelve la esencia del negocio de las drogas. Las consecuencias serán también las mismas; los costos más altos de la prohibición los seguirán pagando los colombianos y los dividendos de la lucrativa empresa seguirán lavándose en los bancos de Estados Unidos, el Caribe, Suiza y Mónaco, entre otros.


Gerardo Molina,

Maestro

Marta Elena Bravo de Hermelin* Profesora Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Sede Medellín

En estos aciagos tiempos de penurias especialmente morales, nos saltan con frecuencia a la mente las preguntas: qué caminos seguir, quiénes nos los pueden mostrar, quiénes son los que están pensando el país y comprometiéndose con él para sacarlo de los trágicos abismos en los que se encuentra atrapado. Estas preguntas son más acuciosas para los profesores que por vocación, profesión y obligación debemos estar en búsqueda permanente, en apertura de caminos intelectuales y morales. Es aquí donde la figura del maestro se convierte aún más en un referente necesario. Es su oficio la construcción de conocimiento, de pensamiento y la asunción de compromisos éticos al analizar, cuestionar, orientar e impulsar a emprender tareas. Gerardo Molina en su vida personal, política e intelectual fue un Maestro cuyo pensamiento debe estar presente siempre y sobre todo en nuestra universidad. Indudablemente, a este maestro le “cupo el país en la cabeza”. Su reto como político, intelectual y ciudadano fue pensarlo, estudiarlo, investigarlo y, en su recorrido vital, buscarle soluciones. Más allá de su valioso trabajo intelectual, propuso salidas desde el Congreso, el profesorado, las rectorías de la Universidad Nacional y de la Universidad Libre. No cesó en su labor para aunar pensamiento y acción, dentro de su presupuesto ético político: la valoración y defensa de la libertad y de la democracia. Diez años después de su muerte seguimos pensando en él como un verdadero maestro en su ejercicio político, académico y personal. Por ello, en estos confusos momentos, cuando los nubarrones nos llevan a la desesperación, vale la pena recordar su ejemplo, retomar sus enseñanzas y difundir el ejercicio de la libertad y la democracia como el patrimonio social al cual deben acceder todos los colombianos en la construcción de nuestra dignidad como Nación. La Universidad Nacional creó una orden que lleva su nombre para resaltar a los profesores que se han destacado por su compromiso con los fines de la institución. Los docentes que por generosidad de la institución tenemos el honor de pertenecer a ella, somos conscientes de que nuestra labor no se limita a presentar cada año al Consejo Superior de la Universidad los candidatos que creemos merecedores de la distinción. Es nuestro deber impulsar un trabajo que permita reafirmar el papel de la Universidad como líder académico y como referente necesario en la consolidación y el compromiso con un pensamiento y una acción, para construir un país digno en el ejercicio de la libertad y la democracia. Esto pasa por un conocimiento profundo de él y por la propuesta de un proyecto ético que haga posible vislumbrar caminos y soluciones en la defensa y creación de derechos, oportunidades y respeto para todos sus ciudadanos. La figura de Gerardo Molina nos invita a seguir sus enseñanzas: “entiendo la Universidad como el cuerpo asesor de la patria y como la correa de transmisión entre la inteligencia y el pueblo. Respetando y aplaudiendo lo realizado hasta ahora, estimo que ha llegado el instante de que la Universidad se vuelque sobre el país, de que ajuste su ritmo al de la Nación, en un afán poderoso de contribuir a que Colombia afirme su hegemonía sobre su propio destino”. Éste es Gerardo Molina, Maestro. Sus palabras siempre actuales son luces que nos dejan mirar horizontes más esperanzadores. * Orden “Gerardo Molina” 1996

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educación

El poder de las El 29 de marzo en curso se cumplieron diez años del fallecimiento de Gerardo Molina. U.N. Periódico registra este aniversario con la evocación de las importantes y diversas actividades cumplidas por el Maestro en la Universidad. Humberto Mora Osejo Profesor emérito Universidad Nacional

Estudiante, profesor y rector del Alma Mater, la vida de Gerardo Molina se ligó a su destino en forma fecunda y perdurable. Como senador participó activamente en la discusión del proyecto de ley que la unificó e hizo posible reformarla para adoptarla, bajo el signo de las ideas que orientaron su fundación como primer centro investigativo y docente del país, a la realidad contemporánea. Como profesor de la Facultad de Derecho, enseñó a la juventud a conocer la realidad del país y las innovaciones jurídicas del mundo. Como rector en el lapso comprendido entre 1944 y 1948- hizo de la Universidad Nacional la enseña cultural, científica, crítica y analítica, tolerante y formativa, que comprometió a la juventud en las grandes transformaciones nacionales. Su serena actitud académica conjuró todos los sectarismos. Identificó a la Universidad con el ambiente sosegado y ponderado, reflexivo y culto, apto para el cultivo de las ciencias, el despertar de las vocaciones y el debate de las ideas. En este orden de ideas, el doctor Gerardo Molina propuso y logró, con el concurso de destacados profesores, la fundación de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional para que fuera, fiel al propósito de sus fundadores de 1867, el centro de investigación científico del país encargado de descubrir y evaluar sus recursos y de mantener permanente vinculación con el mundo científico. Sabía que sin investigación científica nacional no es posible superar el subdesarrollo, entendido como un círculo vicioso de carácter estructural que padecemos, y que la preservación del medio ambiente -el magno problema de nuestro tiempo y de las futuras generaciones- requiere investigación y conocimiento de nuestra propia realidad y soluciones autóctonas. El doctor Gerardo Molina comprendía que a la Universidad Nacional le correspondía, como a los demás centros nacionales de investigación, el cumplimiento de este propósito nacional. De este modo entendía que el poder de las ideas, originado en la Universidad, y la capacidad de acción del Estado, son complementarios. De acuerdo con su concepción ecuménica de la Universidad, el doctor Gerardo Molina también auspició la fundación de los Institutos de Economía y Filosofía y Letras -originalmente adscritos a la Facultad de Derecho- de la Universidad Nacional. El primero para que fuera el centro científico de investigación de los problemas económicos y de formación de los economistas, en un momento histórico en que la Economía -sobre todo a causa de la crisis de 1929 y de la Segunda Guerra Mundial- definía su objeto y su método, claramente diferenciados de los de las demás ciencias sociales, y cuando los conceptos macroeconómicos adquirían carácter universal y eran elementos indispensables de los planes

ideas

y políticas de los diferentes Estados. El Instituto de Economía pronto se convertiría en la actual Facultad de Economía de la Universidad Nacional. El Instituto de Filosofía y Letras se proponía llevar a la Universidad Nacional el interés por la cultural universal sin ninguna exclusión. Se enseñó la Historia de la Filosofía y los temas específicos que la comprenden, con especial énfasis en la filosofía moderna y contemporánea. Las lenguas clásicas -latín y griego- y las modernas -francés, inglés y alemán- también hicieron parte del pensum, para que fueran instrumentos indispensables del conocimiento directo -mediante lectura de los textos originales en su propio idiomadel pensamiento filosófico. Los temas relativos a la cultura, en sus diferentes manifestaciones, completaban el programa que en conjunto tenía un claro y profundo sentido humanista. El Instituto de Filosofía y Letras devino en parte integrante de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional. El doctor Gerardo Molina tenía la convicción de que la Universidad debía estar abierta a todas la corrientes de pensamiento. Practicó y prohijó el libre examen y desechó el confesionalismo. Defendió la libertad de cátedra y de pensamiento y -leal a sus convicciones- propugnó porque la Universidad fuera la vanguardia orientadora de todas la innovaciones. Desde muy joven participó activamente en los acontecimientos nacionales. Ferviente partidario de las libertades públicas, defendió la democracia económica y social como su necesario e ineludible complemento. Preocupado, como ninguno, por la violencia que se ensaña contra la población civil, era un convencido de la necesidad de reformar la estructura de la sociedad para poner remedio a la miseria de numerosos sectores de la población y a la creciente desigualdad social. Estimaba que la solución de los grandes conflictos que la afectan es requisito necesario para el advenimiento y la consolidación de la paz. Pensaba, con grande y persistente convicción, que la democracia tenía por objeto esencial hacer posible que las mayorías nacionales asumieran la dirección del Estado y que éste, además de garantizar el diario y pacífico discurrir de la sociedad, debía intervenir para hacer prevalecer el interés general. Sus obras -Proceso y destino de la libertad; Las ideas liberales en Colombia; Las ideas socialistas en Colombia, y Breviario de las ideas políticas- son el resultado de sus investigaciones. Ellas -como sus discursos y reportajes- también son la expresión de sus profundas convicciones, que expuso, con claridad de maestro, en la cátedra universitaria. La Universidad Nacional, en homenaje a la memoria del doctor Gerardo Molina creó -mediante Acuerdo 089 de 1991, modificado por el Acuerdo 023 de 1998, del Consejo Superior- la “Orden Gerardo Molina”, integrada por profesores que con su desempeño hayan “contribuido excepcionalmente al desarrollo de la Universidad y de las funciones que le son propias”. De este modo la Universidad, mediante la “Orden Gerardo Molina”, honra la memoria de su ilustre profesor y rector. Además, para los profesores recipiendarios de este honor, ella constituye un obligante estímulo para que propendan, con el ejemplo del profesor Molina y la entusiasta colaboración de toda la comunidad universitaria, por la grandeza de la Universidad Nacional de Colombia.

Espere las próximas ediciones de U.N. Periódico: Domingos 20 de mayo, 17 de junio, 15 de julio, 19 de agosto, 16 de septiembre a nivel nacional para suscriptores de El Tiempo o venta en almacenes de cadena en Bogotá. Por suscripción directa llamando al 3165348 ó 3165458 Reserve con anticipación sus espacios publicitarios Tel: 3165348, 3165000 ext. 18384 Fax: 3165232 E-mail: unimedio@dnic.unal.edu.co Universidad Nacional de Colombia Edificio Uriel Gutiérrez, transversal 38 diagonal 40, 5to. piso

Periódico


ocasiona la pérdida de los dientes, “tiene origen en componentes cerebrales de orden límbico y no sólo de tipo mecánico odontológico como se ha creído hasta ahora”. Mediante registros encefalográficos a más de 20 pacientes, un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional comprobó que se trata de un “síndrome convulsivo”, por lo que los tratamientos usados por los odontólogos con placas miorrelajantes no curan a los pacientes. Al contrario, progresan las lesiones en el periodonto y la articulación mandibular.

Luzdary Ayala V. Periodista Unimedios

....Y uno, y dos...y uno, y dos... El médico Walter Rodríguez, salta y mueve los brazos para semejar las llamadas rutinas de aeróbicos y pesas que tanto les preocupan a él y al biólogo Joel Rojas, del Centro de Fisiología del Ejercicio de la Facultad de Medicina, por lo que está ocurriendo en los gimnasios: mujeres y hombres de todas las edades y condiciones físicas repitiendo los mismos ejercicios, sin más objetivo que adelgazar, ganar masa muscular o exhibir alguna moda. Ingresar a un grupo para hacer ejercicio sólo por el ejercicio, “es como si un médico decidiera poner en fila india a todos sus pacientes y les aplicara la misma dosis de una inyección antes de conocer la condición de cada uno de ellos”, advierte. Es cierto que hay que cuidar el cuerpo, lo cual implica mantenerlo en movimiento, pero que éste sea racionalmente dosificado, suministrarle una nutrición adecuada y controlar los niveles de estrés. Todas las razones para derrotar la falta de actividad física son de peso. Una de las más recientes investigaciones del Colegio Americano de Medicina Deportiva, Camd, y un reporte del Instituto Americano de Salud correlacionan a 17 enfermedades graves con la falta de actividad física. Entre ellas figuran la diabetes tipo II, la hipertensión de reposo, la disminución de capacidad cardíaca, la osteoporosis y todas las relacionadas con alteraciones de los lípidos sanguíneos. Físico de gladiadores En los comienzos de la humanidad el ejercicio físico era inherente a los procesos vitales de desarrollo, es decir, constituía un componente natural del mismo ser humano, no había mayor problema con su práctica cotidiana. Las mismas condiciones de vida de aquellos nómadas exigían esfuerzos físicos permanentes, era su manera de sobrevivir. Después, los griegos promovieron la disciplina del cuidado del cuerpo con sus 13 siglos de historia olímpica, hasta cuando el emperador Teodosio suspendió estas justas. Eran los únicos momentos en que las polis se unían olvidando sus diferencias y la guerra. Incluso a las mujeres embarazadas se les recomendaba la práctica de ejercicios físicos para garantizar que sus frutos fueran soldados recios. A finales del siglo XIX volvieron los Juegos Olímpicos y con ellos el interés mundial por las prácticas deportivas, aunque más como espectáculo que como hábito saludable. Sin embargo, el profesor Rojas apunta que, de manera contradictoria, al lado de la masiva asistencia a estos eventos, las cifras del sedentarismo y la inmovilidad han ido creciendo, especialmente desde la última mitad del siglo XX.

salud

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¿Aeróbicos yo? La falta de asistencia médica especializada y de profesionales graduados en Ciencias del Deporte, a la hora de practicar ejercicios, puede hacer que el remedio contra la falta de actividad física resulte peor que la enfermedad. La Facultad de Medicina está diseñando una especialización para suplir esa carencia. za, trotadoras, bicicletas, escaladoras, etc), generando una aparente sensación de cambio. Con ellas se acentúa todo un comercio de productos alrededor de los gimnasios, desde el piso más adecuado para estas instalaciones, pasando por la más variada gama de prendas de vestir, fajas térmicas que convierten grasa en agua y sudor, cremas milagrosas, anabólicos y toda suerte de medicamentos y soluciones hidratantes. En Colombia el boom de los gimnasios apareció sin mayor asesoría médica para los usuarios de estos centros, en los que aún se intenta vender más figura que salud, según la mirada crítica de los académicos, pues desde entonces son muy escasos los especialistas e instructores de verdadera formación universitaria que tienen conocimientos especializados en Medicina Deportiva, en Teoría del Entrenamiento, en Nutrición para el Ejercicio y en las ciencias que fundamentan esta práctica. De ahí que surjan distorsiones hasta en los conceptos, reflejadas en lo que el médico Rodríguez llama un “metalenguaje”, una serie de términos no científicos como?: estar en la fase alta de volumen, tonificación, flacideces, bandas reductoras... Con fórmula médica

¡Llegaron los aeróbicos! La necesidad de promover la actividad física llevó a países como Estados Unidos a pensar en espacios que motivaran a la gente a moverse, aprovechando la tecnología y adaptándose a la urbanización de las ciudades. Irrumpieron entonces los gimnasios, en los años sesenta, y apareció un texto clásico sobre el concepto de los aeróbicos escrito por el profesor David Cooper. Más adelante, el mundo conoció a la actriz Jane Fonda como la más estética y rítmica invitación a modelar el cuerpo. Al recordar esto, el profesor Rodríguez, con la preocupación de un médico, sólo veía en ese cambio cultural una moda marginada del diagnóstico profesional antes de empezar a practicar algún ejercicio. Más recientemente, en los ochenta, irrumpieron en los gimnasios las máquinas (de fuer-

ILUSTRACIÓN DE ANDRÉS BORJA

El bruxismo, una enfermedad que desgasta, fractura y hasta

La aparición de múltiples lesiones y traumas en usuarios de gimnasios y el avance en la investigación científica mundial sobre los efectos del ejercicio hacen ver la necesidad de formar a nivel universitario a especialistas en los diferentes tópicos de prevención, planificación y ejecución de los programas de ejercicio. Esta inquietud surgió en 1954 en los Estados Unidos cuando se fundó el Camd, cuyo carácter era multidisciplinario. En tal sentido, se recuerda que en 1998 el Camd, por consenso, manifestó la necesidad de prescribir el ejercicio dosificándolo por grupos de edad y niveles de condición física. Esto significa que cuando una persona va a ingresar a un gimnasio se debe realizar una juiciosa y especializada historia clínica y exámenes paraclínicos, valoración nutricional, evaluación biomecánica y pruebas de rendimiento físico.

El establecimiento del programa de ejercicios personalizado no se podrá desarrollar antes de 15 días, durante los cuales se realizan las pruebas y ajustes de cargas e intensidades del esfuerzo físico, así como su periodización y planificación a lo largo de todo el ciclo anual o semestral. Actualmente en Colombia existen las especializaciones de Medicina Deportiva en la Universidad del Valle y la Escuela de Medicina de El Bosque. Sin embargo, según el médico Rodríguez, “subsisten cursillos que van desde dos días de duración hasta dos meses”.

FOTOGRAFÍA DE MABEL AYURE

Todos los ejercicios, incluidos los clclopaseos, requieren prescripción médica.

Una de las más recientes investigaciones del Colegio Americano de Medicina Deportiva identifica 17 enfermedades graves que están directamente relacionadas con la falta de actividad física programada.

Desde su punto de vista profesional, la ausencia de este proceso en los gimnasios lleva a que el usuario de tales establecimientos sólo termine comprando el alquiler de unas máquinas, pero no las condiciones óptimas de salud, que debiera ser el objetivo prioritario del ejercicio.Nada más riesgoso que las rutinas elaboradas como recetas de ejercicios sin una seria evaluación médico-deportiva previa, o que los aeróbicos masivos y ciclopaseos practicados tan sólo los fines de semana. Por eso, tanto el profesor Joel Rojas como Walter Rodríguez trabajan actualmente en el diseño de un posgrado que contempla la especialización en Control del Entrenamiento Físico y su Relación con la Salud. Se trata, reiteran, de formar verdaderos especialistas en el tema que atiendan al numeroso grupo poblacional de usuarios del ejercicio, a quienes requieren practicarlo por necesidades terapéuticas, a los que aún no saben de su importancia y a los que lo detestan. Su conclusión es clara: “quien recomienda a otro cómo hacer el ejercicio sin hacerle una evaluación previa, con seguridad no sabe nada de lo que es realmente el ejercicio”. De manera que mientras se cuenta con los especialistas más calificados en el tema, lo mejor es que la persona se asesore de alguno de los pocos profesionales conocedores que existen en esta disciplina científica o de su médico. No olvide que el ejercicio es vital.


El pabellón que devuelve

Un grupo de especialistas integrado por 100 estudiantes y 27 docentes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional se encarga de devolverle la sonrisa a niños y jóvenes de Bogotá, en el Pabellón Barranquilla del Hospital de la Misericordia. FOTOGRAFÍA DE GUILLERMO FLÓREZ P.

Profesionales con sentido social Conscientes de la responsabilidad en el manejo y prevención de las enfermedades orales, la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional prepara a sus estudiantes desde los primeros semestres con un enfoque social, pues el objetivo es desdibujar la idea de que ésta es una profesión exclusivamente técnico-instrumental: “que ellos sepan que se están enfrentando a una población con muchos problemas, donde la práctica médica no es solamente decirle al paciente: “siéntese y abra la boca”, asegura Naranjo. “En la medida que los padres de familia entiendan que la salud oral es una cuestión de amor propio y transmitan esa idea a sus hijos desde muy pequeños vamos a tener unos adultos adaptados a la consulta, sin miedos y sin mitos”, concluye María Claudia Naranjo. Aunque en todas las personas es importante el cuidado de la cavidad bucal, la población infantil y adolescente es el objetivo principal de quienes están en el Pabellón Barranquilla, dado que de una buena actitud y cuidado en el manejo de las enfermedades bucales depende que en el futuro puedan erradicarse infecciones controlables como la caries.

sonrisas

Diana Manrique Periodista Unimedios

Cerca del 90% de los colombianos sufre de caries, una infección bucal que afecta especialmente a la población infantil. Sin la atención adecuada esta enfermedad ocasiona la pérdida total o parcial de los dientes y en circunstancias extremas puede incluso causar la muerte. Ésta es sólo una de las 18 enfermedades odontológicas más frecuentes con las que acuden a diario niños y jóvenes, hasta los 17 años, al Pabellón Barranquilla, donde funciona el Departamento de Salud Oral de la Fundación Hospital de la Misericordia, en Bogotá, para ser tratados por estudiantes de pre y posgrado, así como por docentes especialistas de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional. Lejos de ser un problema exclusivamente económico, la falta de atención de las personas al cuidado de la cavidad oral (la boca en su conjunto) tiene también un aspecto social, lo cual hace que la odontología se entienda como un proceso integral donde el paciente es observado desde múltiples aspectos, cambiando de esta manera la idea de la práctica médica de hace 50 años donde la relación paciente-odontólogo no iba más allá del saludo y la despedida. Uno de los principales objetivos de los 100 estudiantes y los 27 docentes de la Facultad de Odontología que trabajan en el Pabellón Barranquilla, donde nació hace 24 años la odontología hospitalaria en Colombia y en la Universidad Nacional, es el servicio con calidad. De allí que además de ofrecer tarifas un 30% más económicas que en las Empresas Promotoras de Salud (EPS), el Instituto de Seguros Sociales (ISS) y el Seguro Obligatorio de Accidente de Tránsito (Soat), es el único lugar en la ciudad donde los padres de familia de bajos recursos cuentan con un servicio de urgencias odontológicas 24 horas, los 365 días del año. Pool de especialistas “Nuestra credibilidad es tan grande, comenta María Claudia Naranjo -profesora de la Facultad de Odontología y Directora del Pabellón Barranquilla-, que aunque los padres estén afiliados a otros sistemas de salud, donde el servicio odontológico no les cuesta nada o es subsidiado, traen a sus hijos aquí como pacientes particulares, pues reconocen la experiencia de estos años en la atención docente asistencial, donde siempre hay un profesor especialista supervisando el trabajando de los estudiantes.” Además de prestar servicios de atención a pacientes jóvenes con problemas considerados “comunes” como la caries y la inflamación en las encías y la boca, entre otros, también se tratan casos

con el fin de elaborar una historia clínica completa donde el paciente no sea visto simplemente como un conjunto de dientes para tratar, sino como una persona cuya atención odontológica y ambiente social son únicos y específicos”.

Otros servicios

Los padres pueden acompañar a sus hijos durante las sesiones, cuando éstos son muy pequeños.

En la medida que los padres de familia entiendan que la salud oral es una cuestión de amor propio y transmitan esa idea a sus hijos desde muy pequeños vamos a tener unos adultos adaptados a la consulta, sin miedos y sin mitos.

como el de Martín, un niño de nueve años que sufre leucemia desde hace tres y cuyo tratamiento odontológico requiere de un cuidado especial. Precisamente para dar una mayor cobertura a estas enfermedades cada vez más frecuentes y de alta complejidad en la población infantil, la Facultad de Odontología ha creado clínicas especializadas como la del Paciente Médicamente Comprometido, es decir aquel que sufre de VIH/Sida y cáncer, y está internado en el Hospital; la Clínica del Labio y Paladar Fisurado; la Clínica de Cirugía Oral y Maxilofacial; la Clínica del Paciente Discapacitado, o sea aquel que padece de parálisis cerebral, sordera, ceguera, autismo o epilepsia. Así mismo, se conformó recientemente la Clínica del Trauma Dentoalveolar, el cual es provocado por caídas, golpes o accidentes de tránsito. La mayoría de los niños y adolescentes que llegan a estas clínicas requieren de una atención especializada, por lo que ya existen grupos interdisciplinarios conformados por sicólogos, trabajadores sociales, otorrinolaringólogos y cirujanos maxilofaciales, entre otros. “Todo esto, comenta Naranjo,

• Además de los servicios odontológicos dirigidos a la población infantil, la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional cuenta también con programas de atención para adultos (hombres y mujeres), así como para adultos mayores (odontogeriatría) y personas con enfermedades como VIH/Sida y cáncer, los cuales se adelantan en los hospitales: Cancerológico, Carlos Lleras Restrepo, La Victoria, San Carlos, San Juan de Dios y Localidad Cuarta. • El año pasado el Grupo U.N. por Colombia, integrado por estudiantes de pregrado y docentes de la Facultad de Odontología, inició talleres y charlas sobre la prevención de la enfermedad y promoción de la salud oral dentro de la comunidad indígena Wayú, en diferentes rancherías correspondientes a los municipios de Manaure y Uribia, localizados en la media y alta Guajira, respectivamente. • Las tarifas para los procedimientos clínicos efectuados por los estudiantes de pre y posgrado de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional, en los hospitales y centros de salud donde existen convenios, no han sido incrementadas para este año. La inscripción y carné cuestan $1.000 pesos y la consulta por primera vez $6.000 pesos. Todo esto con un sólo propósito: prestar un mejor servicio a la comunidad.

D I V E R S ID A D O P I N I O N E X P R E S I O N

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servicios

Periódico

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de intercambio, pasa a descubrir el valor comercial del espacio y trastorna todos los conceptos de equilibrio, de bienestar y de convivencia, para cultivar sólo programas a fin de obtener beneficios. Esta mirada de Carlos Alberto Torres, a propósito de la transformación urbana en los últimos 50 años, habla de una ciudad que ha optado por la separación y la especialización como nuevos criterios de desarrollo.

ILUSTRACIÓN DE RUBÉN DARÍO ROMERO

La ciudad colombiana, nacida como lugar de encuentro y

ciudad

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desempeña un papel muy importante la modificación de los medios de transporte, así como el mantenimiento de un programa de control de estas emisiones en general, y en particular de las emanadas por los vehículos que transitan en la ciudad, tal como fue implementado en Bogotá durante el año anterior. En lo personal se puede contribuir a la disminución de estos contaminantes eliminando o reduciendo el consumo de energías fósiles (por ejemplo, caminando o utilizando la bicicleta como medio de transporte sustitutivo, lo cual es benéfico para la salud) e incrementando el de aquellas que se consideran renovables.

FOTOGRAFÍA DE GUILLERMO FLÓREZ P.

Gotas de

lluvia

peligrosas

El hombre tiene la culpa

La lluvia ácida, un problema de contaminación atmosférica que afecta en especial a las grandes ciudades, alcanza niveles preocupantes en Bogotá, especialmente en la zona oriental, donde se concentra la mayor parte de la población.

La acidez adicional en la lluvia procede principalmente de la reacción del dióxido de azufre y/o del óxido de nitrógeno con el agua contenida en el aire, formando ácidos fuertes, como ácido sulfúrico y/o ácido nítrico. Los sulfuros de dimetilo y, ulteriormente, el azufre gaseoso, son producidos por las algas en las capas superficiales del mar y se constituyen en la principal fuente de las pequeñas cantidades de azufre que las plantas necesitan como nutrientes del suelo. Otras fuentes naturales de emisión de estos gases son los volcanes, el rocío de mar, las raíces de las plantas y el plancton.

Gloria León Aristizábal* Profesora Facultad de Ciencias

El término de lluvia ácida usualmente se utiliza para toda deposición de componentes ácidos en la lluvia, en el granizo, en la niebla o en la nieve. El agua destilada, la cual no contiene dióxido de carbono, tiene un pH de siete, es decir, neutro, como la leche. Líquidos con pH menor de siete son ácidos, como el limón o el vinagre, y aquéllos con pH mayor de siete son alcalinos, como el amoniaco. La lluvia limpia o sin contaminantes es ligeramente ácida, ya que su pH ronda los cinco puntos, debido a que el dióxido de carbono y el agua reaccionan conjuntamente en el aire para formar ácido carbónico, un ácido débil. Por lo tanto, las lluvias son naturalmente ácidas, con un pH aproximado de 5,6. La lluvia ácida producida por la contaminación tiene un pH de cuatro, es decir, 40 veces más ácida que la lluvia natural, ya que en la escala del pH los valores más bajos indican una acidez más fuerte. La lluvia ácida tiene un alto efecto corrosivo sobre los metales y un poder erosivo sobre las piedras, lo cual lleva al deterioro de las construcciones y los monumentos. Los más afectados son aquellos objetos y estructuras de materiales fácilmente degradables, como la piedra arenisca y la caliza. Éste es un problema de las grandes urbes como París, México, Barcelona, Berlín o Roma. Bogotá es otra de las ciudades que no ha podido evadir los efectos de la contaminación atmosférica. Medidas fisicoquímicas de la lluvia caída sobre la ciudad revelan que la precipitación tiene un alto nivel de acidez, con un pH del orden de cinco sobre la zona oriental de la ciudad, justamente donde se encuentra asentada la mayor parte de la población, mientras que hacia el occidente es menos ácida, con un pH de 5,5. Es de anotar que en casos extremos de contaminación, como pueden ser las llamadas horas pico, esta medida ha alcanzado un pH de cuatro, convirtiendo la lluvia en un ácido fuerte. La distribución irregular de la lluvia ácida se origina por el tipo de circulación local de los vientos. Este deterioro ambiental puede continuar o hacerse más nocivo si no se hace un control riguroso de las emisiones de óxidos de nitrógeno, uno de los mayores contaminantes producidos en la ciudad, principalmente por el parque automotor.

Una de las soluciones al fenómeno de la lluvia ácida: modificar los medios de transporte y mantener un programa de control de emisiones.

La capacidad destructiva de la lluvia ácida consiste en la acidificación del agua y de los suelos, y repercute directamente en la cantidad y calidad de los diferentes ecosistemas. El cambio de acidez de los recursos hídricos afecta sustancialmente a los sistemas acuáticos y en particular a los peces, pues altera los procesos de desove y reproducción, lo cual implica una merma de su población. Otro problema de esta lluvia se relaciona con la movilización de metales tóxicos, como el aluminio, el cual se constituye en otro factor que propicia la mortandad de los peces. La lluvia ácida limpia parte de los nutrientes contenidos en el suelo, particularmente el calcio, el potasio y el magnesio, cambiando de esta manera su composición. A través de este proceso, el aluminio, elemento tóxico, es liberado y puede ser absorbido por las raíces de los árboles hasta destruirlos. El dióxido de azufre que no se convierte en ácido sulfúrico y que subsiguientemente se deposita en el suelo, cierra los estomas de las hojas impidiendo el proceso de la fotosíntesis. El óxido de nitrógeno y el ácido nítrico pueden forzar el crecimiento a pesar de que no son nutrientes. La lluvia ácida es otro contaminante atmosférico del cual no se escapan los seres humanos, ya que los metales tóxicos y otras sustancias químicas se introducen en la cadena alimenticia. Los daños causados por la lluvia ácida pueden evitarse con medidas que permitan disminuir las emisiones de contaminantes acidificantes, aplicando técnicas que lleven a un uso más eficiente de la energía o con la implementación de medios tecnológicos para la sustitución de la energía fósil por fuentes de energía renovables. En este proceso

La lluvia ácida tiene un alto efecto corrosivo sobre los metales y un poder erosivo sobre las piedras, lo cual lleva al deterioro de las construcciones y los monumentos. Las actividades del hombre, en particular las relacionadas con la producción y uso de la energía, resultan ser el principal origen del problema de la lluvia ácida, porque a través de la combustión del carbón y el petróleo, como también de la fundición industrial de metales, se inyectan a la atmósfera grandes cantidades de óxidos de nitrógeno y de azufre, que pueden ser transportados por las corrientes atmosféricas a cientos de kilómetros de su origen, dejando de ser un problema de carácter local. Cuando el dióxido de azufre llega a la atmósfera, primero toma la forma de iones de sulfato y posteriormente se une a los átomos de hidrógeno para convertirse en ácido sulfúrico y después depositarse en el suelo. La oxidación ocurre en su mayoría en las nubes y especialmente en el aire altamente contaminado, donde otros componentes como el amoníaco y el ozono ayudan a catalizar la reacción y convierten más dióxido de azufre en ácido sulfúrico. Sin embargo, no todo el dióxido de azufre llega a ser ácido sulfúrico. Una parte queda suspendida en la atmósfera para depositarse luego en la superficie de la tierra. Al igual que éste, los óxidos de nitrógeno se mantienen suspendidos en la atmósfera y se oxidan en las nubes para formar ácido nítrico. Estas reacciones también son catalizadas cuando están presentes el hierro, el manganeso, el peróxido de hidrógeno y el amoníaco. * Investigadora científica, Ideam.


Llamado

Desde 1986 el Programa de Admisión Especial de la Nacional le ha dado acceso a la Universidad a cerca de 1.200 bachilleres de municipios pobres, 400 indígenas y más de dos mil mejores bachilleres del país, quienes regresan a sus territorios para devolver el conocimiento adquirido. (Nariño), quien en las reuniones que periódicamente realiza el Programa de Admisión Especial para llevar un registro del desempeño y adaptación de los estudiantes a la Universidad se conoció con Guaical y se enamoró del proyecto de Los Pastos. Desde entonces decidió aplicar la filosofía a la recuperación cultural con la creación de un currículo a través del cual los indígenas puedan frenar la aculturación.

de la tierra

Otra sería la historia

Mabel López Periodista Unimedios

Hace miles de años dos guerreros indígenas que llegaron a Nariño provenientes de oriente y occidente en busca de nuevas tierras por conquistar se encontraron por azar en un mismo camino. Chispas y Guangas lucharon incansablemente por defender la zona recién descubierta, pero la igualdad de sus fuerzas, en lugar de desencadenar el destierro del vencido, produjo una extraña metamorfosis en los corpulentos hombres, quienes se convirtieron en dos serpientes gigantes que se entrelazarían para siempre, dando origen a lo que desde entonces se conoce como la comunidad de Los Pastos. Esa mítica historia de tenacidad, centrada en el propósito de defender lo propio, se repite de nuevo en Los Pastos gracias a un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional que ingresó al claustro a través del Programa de Admisión Especial (Paes) por su condición de indígenas o mejores bachilleres de municipios pobres. Los jóvenes intentan fortalecer las costumbres de su gente con un programa de etnoeducación que se aplicará en los 20 resguardos de la comunidad para devolver a la región el conocimiento adquirido en su paso por la Ciudad Universitaria, en respuesta a la filosofía con la que la academia los acogió años atrás. Los 20 muchachos de las diversas carreras, reunidos en la Asociación de Estudiantes de la Comunidad de Los Pastos, han realizado talleres con los pobladores de la zona indígena y sus autoridades en lo atinente a la Ley 100 de seguridad social y salud, los derechos constitucionales de los aborígenes y la formación universitaria. No obstante, al darse cuenta de que tienen su propia forma de ver, entender y comprender el mundo y que la educación es el motor para fortalecer su autonomía, se han propuesto evitar que elementos de su cultura como el calendario pasto o Sol de la piedra de Machines desaparezcan, tal como sucedió con su lengua, de la que ni siquiera los taitas se acuerdan. En busca de la cultura perdida El programa de etnoeducación fue diseñado pensando en hacer reflexionar a los maestros indígenas sobre las falencias de la educación, pues años atrás habían sido capacitados para impartir una instrucción que recuperara la cultura pasto, pero sólo tres instituciones educativas lo estaban haciendo realmente, pese a que el 80% de los habitantes de los 15 municipios que abarcan la zona étnica, que va desde Ipiales hasta El Sande, son aborígenes. Por ello el pasado 16 de enero, en el Colegio Agropecuario Etnopedagógico de Cumbe del resguardo El Gran Cumbal, los estudiantes de la Nacional se dieron cita con los profesores, logrando una asistencia de 200 personas. Realizaron talleres con las zonas de Guachucal, Cumbal, Ipiales y Túquerres, en las que se agrupan administrativamente todos los resguardos pastos, para evaluar y proponer alternativas de organización y proyección de la etnoeducación en esta comuni-

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jóvenes

De no ser por el Programa de Admisión Especial seguramente otra sería la historia de los 3.600 muchachos que han ingresado a la Universidad desde 1991, fecha en que se recibió al primer grupo. “No se trata de un reto fácil, pues los drásticos cambios de ambiente, el alto nivel académico y tener que sortear problemas cotidianos como el transporte, la vivienda, la alimentación y la falta de dinero los afectan mucho, pero afortunadamente son contratiempos que logran superar e incluso hay experiencias exitosas en las que se gradúan en el tiempo justo y con tesis meritorias o laureadas”, señala Martha Lilia Mayorga, directora del Paes. Por eso, los que recién entran a la Universidad están decididos a aprovecharla para aportar al crecimiento de sus municipios. Tal y como lo hicieron años atrás en San Cayetano Luis Rodríguez y Helena Bello, egresados de Derecho y Zootecnia, quienes gestionaban proyectos sociales a través del concejo municipal del que hacían parte; o como Gerson Corso, un artista que le ha brindado varios triunfos a Enciso (Santander) en salones regionales y concursos como el Nacional de Pintura del Banco Ganadero. Los mejores bachilleres en la U. N.

FOTOGRAFÍA DE MABEL AYURE

En su paso por la academia los estudiantes vinculados al Paes aprenden el verdadero valor de su tierra.

dad. “De allí salieron propuestas y compromisos, pero el logro más importante fue la creación de una Junta Coordinadora del Programa”, señala Marcela Estrada, estudiante de tercer semestre de Contaduría. Encuentro con las raíces

Los jóvenes bachilleres de las zonas más apartadas de Colombia tienen la oportunidad de acceder a la educación superior a través de un programa que pone a su alcance los formularios y les otorga algunos privilegios en el proceso de admisión.

Volver a la comunidad a fortalecer los proyectos o reencausarlos les permite a los estudiantes estar al tanto de las problemáticas de su pueblo para así mismo sugerir soluciones. No obstante, el proceso tiene sus peros. “Como siempre, hay unas personas que nos reciben bien y otras mal. Crean una rivalidad porque creen que nosotros vamos a imponerles lo que aprendimos y a veces no hay apoyo de las autoridades”, comenta Óscar Bastidas de Ingeniería Mecánica. Pero, según José Eduardo Guaical, alumno de Derecho, aunque haya dificultades, este proceso les ha dejado a los estudiantes pastos una ganancia incomparable: el encontrarse con su cultura y entender que en este momento no están llamados a rechazar del todo el mundo occidental, si no que, como el Chispas y el Guangas, deben cohabitar para fortalecerse como cultura e impedir que los derechos que la Constitución les otorga sean una trampa que les reste autonomía. Un ejemplo de esa cohabitación es Renán Moriano, filósofo del municipio pobre de Linares

En 1990, además de los convenios existentes, el Programa de Admisión Especial sumó la modalidad de mejores bachilleres del país, que tenía como objetivo permitir el ingreso a la educación superior a un grupo de estudiantes de excelencia que se vincularan al desarrollo de la ciencia y la investigación en la Universidad. Desde entonces cada semestre se escogen los 100 mejores colegios de Colombia, situados en su mayoría en las principales capitales, a los que se envían formularios gratuitos para que los estudiantes con el mejor puntaje en el examen del Icfes puedan presentarse. Según Mayorga, el nivel académico de estos adolescentes es tan alto que muchos de ellos incluso ocupan el primer puesto en el examen de admisión, lideran proyectos de investigación y sus tesis pueden llegar a clasificar dentro de las primeras en los concursos de tesis que convoca la Vicerrectoría Académica. La mayoría no vive en el país, pues una vez culminan sus carreras se dirigen al exterior para continuar formándose en las distintas áreas del saber. Así lo hizo Juan Urbina, físico que se graduó hace tres años con la tesis Primer estudio con orientación específica sobre caos en el país, que a su vez le sirvió para ganar premios en los concursos Mejores Trabajos de Grado y “Otto de Greiff”. Actualmente está haciendo un doctorado en física en Alemania. Un caso similar es el de María Lemus y Carolina Matheus, graduadas de Biología que cursan estudios de doctorado en Estados Unidos. Ellos componen una extensa lista, complementada por Juanita Bagés de Artes, Mónica Arbeláez de Derecho y Martha Sade de Antropología, entre muchos otros.

Los mejores conciertos del Departamento de Música de la Universidad Nacional de Colombia, se transmitirán en directo, desde el Centro de Convenciones “Alfonso López Pumarejo”, el último miércoles de cada mes a partir de las 6:00 p.m.

Conciertos en vivo en una radio viva


representaron $292 mil millones de pesos en 1998. Según el estudio Impacto económico del sector cultural en la Comunidad Andina publicado en el libro Industrias Culturales de la Facultad de Ciencias Humanas, el mercado exportador más importante en ese año fue el del libro, con $204 mil millones. Comparativamente, representó cerca de la mitad del sector textil ($446 mil millones) y más o menos el doble de las exportaciones de calzado ($72 mil millones).

Rubén Darío Flórez Profesor Facultad de Ciencias Humanas

Su casa puede dejar en la mente la imagen de una fábula donde conviven las cosas más opuestas: hay un tren de tiniebla que en la estación ya se va por el mundo, el cuadro está en el pasillo de entrada. Lo pintó su amigo, de aquellos artistas de los años cuando ella estudió en la Universidad Nacional. Pero al fondo de la casa, casi no se ven muebles, hay una hamaca blanquísima. Si por alguna razón del cuerpo o de la vanidad el invitado va hasta el baño, allí encontrará imágenes de Freud, experto en descifrar sueños. Pero ella cree en las corazonadas. En los cuartos no hay cortinas, velos o persianas. La casa se llena de las luces y sombras de Bogotá. Amalia Lu Posso Figueroa vive en un apartamento de un edificio pegado a los cerros, con el ruido de la cañada que se ve desde la sala, inundando la casa. Amalia Lu tiene 53 años y escribe cuentos que traen los dejos tiernos del habla chocoana. Tenías 13 años cuando abandonaste el Chocó. ¿Qué son para ti el agua y el Chocó? No abandoné el Chocó y nunca lo he abandonado. Salí transitoriamente a los 13 años. El Chocó es el agua, los ríos; hay una cantidad de palabras de sus regiones que terminan en do. Do es agua: Opogodó, Mungidó, Domingodó. Ahora está sonando el agua. Me gusta el sitio donde vivo y habito, donde estoy llena de amor, porque está y suena la quebrada; lo más lindo del agua es el ritmo. Ha vuelto el recuerdo a través de la escritura. ¿Cómo te decidiste a hacer unos cuentos que hablan con la lengua de esa región? Era un recuerdo que estaba intacto. Tuve la fortuna de estar con mis nanas negras. Mamá era enfermera, trabajaba con mi tío Julio Figueroa en el Hospital de Quibdó, y era el único y ella la única enfermera. Mi mamá me dejaba al cuidado de las nanas y les decía: “lo importante es que entretengan a la niña, lo demás puede esperar”. Empezaba una magistral representación de teatro. Porque la raza es tan especial, tan cálida, que te trasmite todo tocándote. La proxemia funciona en ese toque y trasmisión de ritmo que es el origen de la vida. Te cantan, te cuentan todas las historias del mundo y bailan. Fueron siete años con esas mujeres todo el día oyendo algo que tanto tiempo después aún está intacto. Recuerdo los nombres, los sabores de las frutas, los colores de las cosas, los aromas, las calles, la gente. Todo el recuerdo estaba allí, guardadito, intacto y afloró. En esto juega un papel importante mamá, Maya Figueroa, la primera persona que lee, que oye las historias que escribo sobre el Chocó. A veces me corrige: “pero cómo vas a decir eso si es mentira” y le digo: es que yo no soy historiadora. El amor, la lluvia, el ritmo, eso viene del Chocó. ¿Cómo es ese recuerdo del amor que tiene una niña a los 13 años? No sé por qué hiciste esa pregunta, porque tú de mí no sabes nada, debes ser brujo y creían que la bruja era yo. He tenido poquitos amores. Imagínate, qué va a pensar la gente, cómo hace una escritora que escribe cosas tan sensuales y no ha tenido sino tres amores en la vida. El primero fue a los 13 años; hubo conmoción en mi casa porque era como 20 años mayor que yo, pero fue un tipo fantástico que me preparó para todas las cosas de la vida, no sólo para el amor, también para el desamor. Tengo cuentos bellísimos sobre ese recuerdo. Llegaste a una Bogotá diferente del Chocó, de Quibdó, ¿cómo fue esa ruptura? Vine a un colegio muy fino, mamá quería que aprendiéramos buenos modales, cosas de glamour

ILUSTRACIÓN DE JUAN DE LA ROSA

Las exportaciones del sector cultural en Colombia

Amalia Lu, do, do, Chigorodó,

Quibdó Amalia Lu Posso Figueroa escribe cuentos que traen los dejos tiernos de la gente chocoana. Habla orgullosa, descubriendo la sensualidad en todo, de política, de la etnia afrocolombiana, porque Amalia nació en Quibdó, es de Bogotá y vive con los recuerdos de su infancia en la Costa Pacífica.

perfil

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Me vestía con la moda de entonces: minifalda, medias de colores, flores en la cabeza, una cantidad de colores y formas geométricas, vainas loquísimas. Cuando lo he contado, la gente dice que tengo una capacidad especial para hablar de las cosas simples. Yo quería ser pintora. ¿Qué quedó de los sueños y las utopías políticas de aquellos años? Cantidades de cosas. Aunque ahora hago otras, soy otra; pero a mí me formó la militancia política en la U. No es que ahora sea seria y esas fueran locuras de juventud, no, fueron cosas que me enseñaron el respeto por los seres humanos... Pero estábamos hablando del amor. Empecemos a hablar del tercer amor, a propósito de la música, una chocoana que le gusta Chopin. ¿Cuál ha sido la relación tuya con la música? El tercer amor en mi vida, precisamente, fue la música culta, porque soy de la cultura del tambor y cuando llegué a ese colegio nos ponían a oír unas cosas en piano y paraban de pronto y preguntaban en qué movimiento paró y cómo se llama. El segundo amor fue la música del sur, Argentina, Chile, y el tercer amor fue esta música que me hería el oído; aprendí a quererla, sin olvidar mi amor por el tambor, al tiempo que lo amaba a él. Fue el hombre más importante de mi vida porque reivindicó mi inteligencia y me enseñó a volar, porque era una fachada célebre, porque me dio nuestros dos hijos, Valentina y Yohier Akerman Posso. Hablemos de algún acontecimiento que haya dejado una huella profunda. Después de haber viajado, de todas las experiencias intensas que he vivido, creo que el acontecimiento de mi vida no fue haber nacido en el Chocó sino haber vivido allá hasta los 13 años; todo estaba intacto y sale ahora en unos cuentos, y eso aflora cuando cae sobre la marquesina el agua, suena como si estuviéramos bajo un techo del Chocó.

FOTOGRAFÍA DE GUILLERMO FLÓREZ P.

que tuve que olvidar cuando entré a la Universidad Nacional. Cuando llegué a ese colegio era una niña que venía de la libertad del río, del agua, del aguacero, y cuando llegué aquí la piel se me empezó a descaspar como culebra. Venía con la mejor ropita que había hecho la mejor modista con las mejores telas que había, por supuesto, en Quibdó y las niñas tenían las ropas de Europa y los vestidos de Estados Unidos y yo con una ropita de Quibdó. El primer día estábamos en el comedor y sirvieron fruta, una que yo no conocía: melón, lo sirvieron con tenedor y cuchillo; yo decía: qué es esto, fruta en plato con tenedor y cuchillo: hombre, si allá la fruta está en el árbol vos la bajás del árbol... La Universidad Nacional te marcó, viviste los años setenta, época de grandes proyectos. ¿Qué fue la Nacional para ti? Entré antes de los años setenta y tengo 53 años: pocas mujeres pueden decir eso. En 1966 era la ebullición, el derecho a pensar. En un programa me preguntaron si me había sentido discriminada por los hombres; para nada. Primero, los hombres son deliciosos ¡ah! y segundo, compartíamos con ellos el derecho a la palabra, las luchas por las causas justas. La Nacional me marca en el desarrollo de todas las cosas inteligentes. Llego y conozco a Marta Traba, que dirigía el primer Museo de Arte Moderno que hubo en el país, en la U.N. Ella me formó como guía; en ese tiempo nos montaban en los camiones de Colcultura, con escenario (se les bajaba la rampa y quedaban como un teatro) y nos íbamos a los barrios populares con cuadros del Pop Art, con las locuras de Andy Warhol.

Vean vé, mis nanas negras, es el libro de cuentos de Amalia Lu Posso, próximo a ser publicado.

“Después de todas las experiencias intensas que he vivido, creo que el acontecimiento de mi vida no fue haber nacido en el Chocó sino haber vivido allá hasta los 13 años; todo estaba intacto y sale ahora en unos cuentos...”

El mapa del Chocó está contigo. ¿Es una potencia afectiva? El sabor para los tres amores de mi vida ha sido el del Chocó; me han amado mucho, me aman todavía. El primer cuento sale de una foto, estoy atravesando el Atrato con mi abuela Ninfa, me lleva cargada en una canoa, estoy saliendo... Quibdó está atrás y voy a la playa que es el centro de arena que surge en el río Atrato en el verano, en el intenso verano. Curiosamente no está entre los otros cuentos porque después todo desembocó en las nanas y el erotismo. ¿Tienes a Freud en el baño? (Carcajadas) La foto de mi tercer amor está allí. Tengo a Freud al lado de Picasso y de Frida y al lado de daguerrotipos de mujeres voluptuosas. El baño es un sitio donde estás desnudo y si estás desnudo hay espejos; en otra parte hay espejos pero no estás desnudo. El baño es un sitio para la sensualidad y el erotismo. Para mí el erotismo es la esencia de muchas cosas. Creo que las personas satisfechas sexualmente pueden ser mejores en todo, necesitamos más gente satisfecha sexualmente para tener mejores políticos. En nuestro país hay cierta sensación de pesimismo. ¿Con cuál país sueñas? Con este país riendo, amando, viviendo, fuera de toda la sangre, de toda la rabia, de todo el odio que se ha despertado. Creo que en lugar de estar hablando tanta carreta de la paz, de tantos intelectuales pontificando sobre la paz, cuando es una cosa que todo el mundo siente, hay que hacerla ya, ya, ya. Es una tarea que tenemos que hacer entre todos; pasó el tiempo de hablar de paz, necesitamos vivir en paz.


Libro estelar

Mundos extraordinarios Astronomía para todos, José Gregorio Portilla B. (editor), Universidad Nacional de Colombia (Observatorio Astronómico Nacional), Unibiblos, Bogotá, 2000, 214 págs.

Reúne esta obra algunas de las conferencias que han dictado los profesores en el curso que el Observatorio Astronómico Nacional realiza desde hace cinco años con el título de Astronomía para todos. Así, éste es un texto que, como el curso, pretende difundir “a un nivel no técnico, la astronomía en sectores de la población interesados en esta ciencia”. En doce capítulos el libro trata los aspectos más significativos de esta ciencia y, además, aborda conocimientos básicos que permiten comprenderla y disfrutarla. 1. Apuntes para la historia del zodiaco; 2. La esfera celeste y coordenadas astronómicas; 3. La medida del tiempo; 4. Instrumentos astronómicos; 5. El movimiento de los cuerpos celestes; 6. Eclipses; 7. Astrofísica; 8. Evolución estelar; 9. La galaxia Vía Láctea; 10. Galaxias; 11. Agujeros negros; y 12. Nuestra visión del universo. Fernando Otero Cubillos dice que “las sesiones de observación se iniciaron como una actividad lúdica y relajante de los profesores del Observatorio y de un pequeño grupo de aficionados amigos del mismo. En un principio no eran más de diez personas, pero con el tiempo corrió el rumor de que los viernes por la noche se podía entrar al Observatorio y el grupo de visitantes fue creciendo paulatinamente”.

Hipótesis reveladoras Economía, crimen y conflicto, Astrid Martínez Ortiz (editora), Universidad Nacional de Colombia (Facultad de Ciencias Económicas), Universidad de Alcalá y Banco Santander Central Hispano, Bogotá, 2001, 445 págs.

Este interesante libro “es el resultado de la convocatoria realizada por las facultades de economía de las universidades Alcalá de Henares y Nacional de Colombia, con el auspicio del Banco Santander Central Hispano, en el marco de la Cátedra Colombia, a comienzos del 2000”. Es, por lo tanto, una excelente memoria en la que participan economistas colombianos sobre el tema “Violencia, conflicto político y perspectivas de paz”, y su propósito fundamental es el de reconocer y valorar las causas del drama que vive el país. Cada uno de los artículos que componen esta obra es un ejercicio que conduce a reflexionar sobre el papel protagónico que debe ejercer la sociedad en la búsqueda de alternativas, las cuales deberían discutirse en las mesas de negociación y en el diseño de las políticas económicas que requiere el país para salir adelante. Algunos de los temas son: Economía, crimen y conflicto; Economía y violencia en Colombia; Agencias de protección privada y resolución asimétrica del conflicto: ¿institucionalidad de preferencias masoquistas en Colombia?; El gasto en defensa, justicia y seguridad; Rendimientos crecientes y la evolución del crimen violento: el caso colombiano; El secuestro en Colombia: una aproximación económica en un marco de teoría de juegos; La economía colombiana tras 25 años de narcotráfico; Determinantes del crimen violento en un país altamente violento: el caso de Colombia; El diálogo economía-sociología en la interpretación de las violencias colombianas; La violencia y el municipio colombiano; Descentralización y violencia en Colombia; Campesinado y pobreza rural; Globalización: reconstitución del Estado y Sociedad Civil en América Latina, entre otros.

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libros

Notas sobre el control biológico de plagas, Alejandro Madrigal Cardeño, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín (Facultad de Ciencias), Medellín, 2001, 228 págs.

Fractales para profanos, Gustavo Rubiano, Universidad Nacional de Colombia (Facultad de Ciencias), Unibiblos, Bogotá, 2000, 116 págs.

Este libro es un recorrido por unos espacios muy singulares de la ciencia. Fractales para profanos es la introducción para conocer un fractal. Según el autor, posee diferentes definiciones, pero tiene “como base las siguientes nociones: auto-similaridad y dimensión. Una cualidad adicional la constituye la simplicidad de las funciones que se involucran para generar estructuras extraordinarias complejas y hermosas”. Es una experiencia que permite entrar en un lenguaje nuevo, que describe formas complejas, con las cuales se ha podido llegar “a una nueva geometría” para “acceder al mundo real”. Ese mundo nos permite “visualizar en una pantalla de computador un algoritmo que consta de funciones del plano en el plano; más concretamente, de transformaciones afines del plano”. Otro término fundamental en esta tesis es caos, y los dos, fractal y caos, se han involucrado “en todos los aspectos de la actividad humana, científica o no”. Uno de los grandes logros que ha traído la geometría fractal “es la amplia gama de objetos y sistemas que es capaz de describir”: horizontes con montañas, nubes, patrones de cascadas, copos de nieve, ramificaciones vegetales, arterias, venas, bronquios, partículas jet de la física de altas energías, fracturas de metales, cráteres lunares, estructuras galácticas, fluctuaciones de la bolsa de valores, modelos de crecimiento poblacional. En seis capítulos el autor expone esta novedosa y hermosa tesis: 1. El concepto de fractal; 2. El conjunto de Mandelbrot; 3. Dinámica de poblaciones; 4. L-sistemas; 5. Sistemas iterados de funciones, y 6. Arte y fractales.

Raíces y rutas culturales Cultura y región, Jesús Martín Barbero, Fabio López de la Roche y Ángela Robledo (editores), Universidad Nacional de Colombia (Facultad de Ciencias Humanas, Centro de Estudios Sociales) y Ministerio de Cultura, Bogotá, 2000, 402 págs.

Este libro aborda un tema de especial importancia en estos tiempos de la globalización y de la apertura: la relación que existe en el país entre las regiones y la cultura: “A Colombia se la llamó país de regiones debido a la fortaleza de identidades como la paisa, la opita o la costeña. Esas identidades no sólo mostraban arraigos persistentes en sus ámbitos de origen, sino en aquellos que acogían a los emigrantes. Emigración o inmigración eran cuestiones de búsqueda personal o de empresa familiar”, dice Jaime Arocha en el Preámbulo. En cuatro grandes títulos recoge esta obra las ponencias presentadas en el cuarto coloquio que se celebró en Medellín, en la Universidad Nacional de Colombia, en el marco del Programa Internacional Interdisciplinario de Estudios Culturales sobre América Latina, que se efectuó en octubre de 1999. Los temas generales son: 1. Paragoge; 2. Universidad y estudios culturales; 3. Las regiones, y 4. Lo urbano. Alrededor de estos apartados las ponencias presentadas construyen un panorama que permite aproximarse a la construcción de “un mapa de la investigación cultural regional en Colombia”, que de seguro será de mucha utilidad. Con él se proponen, desde varias disciplinas, interesantes miradas de un país que requiere de un “sentido de unidad nacional en la diferencia y la diversidad de trayectorias”.

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Alternativas sanas

Dice Alejandro Madrigal Cardeño en la Introducción que este manual se constituye en “una importante ayuda y complemento para los cursos de control biológico en pregrado y posgrado”. Por lo tanto, queremos señalar su utilidad en estos tiempos en que la crisis ambiental y los problemas ecológicos parecen ser el tema de todos los días, porque afectan el desarrollo de una comunidad y del hombre en particular. Así, este trabajo permite reconocer algunos significativos aportes de la ciencia para un manejo más responsable del sector agropecuario, lo cual, entre otras, nos llevará a mejorar sustancialmente la producción y los factores de calidad de vida que de allí surgen. Algunos de los temas son: 1. Control biológico de plagas –generalidades; 2. Hechos importantes en la historia del control biológico; 3. Ecología en el manejo de plagas; 4. Control biológico de plagas, biodiversidad y manejo integrado de plagas; 5. Ecosistemas homogéneos y ecosistemas heterogéneos y su influencia en la variación de las poblaciones de insectos; 6. Generalidades sobre predadores de insectos y ácaros; 7. Generalidades sobre Hymenoptera parasitioides; 8. Generalidades sobre Diptera parasitoides; 8. Mecanismos de defensa de los insectos contra sus enemigos naturales; 9. Técnicas para la evaluación de la acción de los predadores; 10. Hongos, bacterias y virus en control de insectos; 11. Nemátodos entomopatógenos. Y, al final, un Glosario.

Otras redes Cerebro, arte y creatividad, Patricia Montañés (editora), Universidad Nacional de Colombia (Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Psicología), Bogotá, 2001, 242 págs.

Reúne este libro las conferencias del Seminario Cerebro, Arte y Creatividad realizado en mayo de 2000 en la Universidad Nacional de Colombia, y al que habían convocado, entre otros, el Programa de Educación Continuada de la Facultad de Ciencias Humanas. Es un valioso testimonio para quienes quieren considerar la estrecha relación existente entre el arte y la ciencia: “la ciencia busca descubrir los procesos detrás de las apariencias. Tanto el arte como la ciencia argumentan buscar la verdad y ambos se seducen por la belleza”. Veamos los temas generales y algunos de sus ensayos: 1. Neuroanatomía y psicología de la percepción estética: “Hacia una anatomía de la percepción estética”, de Edwin Ruiz; “Percepción estética: una relación entre arte y psicología”, de Rosalía Montealegre y “Psicología y percepción del arte”, de Hernando Morales; 2. Cerebro y pintura: “Cerebro y actividad pictórica” y “Arte, envejecimiento y creatividad”, de Patricia Montañés; “Patología cerebral y liberación de competencias artísticas”, de Diana L. Matallana; 3. Cerebro y música: “La prodigiosa memoria de Toscanini”, de Patricia Montañés; 4. Cerebro y literatura: “El olvido como enfermedad: leyendo a Gabriel García Márquez”, de Diana Matallana; “Esbozo de un poeta colombiano: Raúl Gómez Jattin, 19451997”, de Eugenia Guzmán; 5. La radiología en el arte: “Estudios radiológicos en el arte”, de Hernando Morales y “El alma del violín”, de Aníbal J. Morillo; 6. Psicoanálisis, arte y creatividad: “Para leer escuchando: a propósito de las relaciones entre el psicoanálisis y la literatura”, de Belén del Rocío Moreno, entre otros.

La Universidad Nacional de Colombia estará presente en la XIV Feria Internacional del Libro que se realizará del 27 de abril al 7 de mayo, con toda la producción académica y editorial de los últimos años (stand 249-pabellón 3). Mayor información en los teléfonos 316 5290, 316 5000 Ext. 19645, 19646, 19649. Fax 316 5357. Librería, teléfono 368 1297.


entre 1998 y 1999 por Carolina Caycedo, Luisa Clavijo, Adriana García y Federico Guzmán, quienes asumieron que el arte es un proceso de transformación social que no puede ser impuesto. Se trata de convertir la situación estética en una experiencia que incida en la vida cotidiana. Lo importante no es producir sensaciones en el espectador, sino invitarlo a que participe en una actividad conjunta, pues parte del supuesto de que la calle, más que la tradición artística, puede aportarle nuevas ideas.

Piedad Casas* Especial para U.N. Periódico

Cuando seis meses atrás visité por primera vez el edificio de posgrados de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, vino a mi memoria un texto de Heidegger: “Espacio significa a su vez confinar alguna cosa dentro de límites precisos, significa algo ordenado. En consecuencia, los espacios reciben su esencia de los lugares. En la relación entre lugar y espacio está incluido el hombre, ya que la relación del hombre con los lugares, con los espacios, reside en el habitar. Tal relación entre hombre y espacio es el habitar en el sentido más esencial del concepto, el fundamento del ser. Habitar es el modo según el cual los mortales están en la tierra. Sólo cuando seamos capaces de habitar podremos construir”. Al recorrer la edificación, cada uno de los espacios concebidos por el arquitecto Rogelio Salmona se constituye en una invitación a reflexionar sobre la manera de habitarlos, y si habitar etimológicamente significa ocupar un lugar, vivir en él, la pregunta es: ¿cómo lograrlo?, ¿cómo pasar de la admiración por la arquitectura monumental y por el pensamiento creador que le dio origen, a una relación como la definida por Heidegger? ¿Y qué pasa con ese hombre, ya sea maestro o alumno, mediador de la relación entre lugar y espacio, que vemos detenerse, entretenerse y quedarse en el lugar, es decir, morar y permanecer allí? Es posible que busque permanecer en esta morada, donde el conocimiento y el humanismo justifican la razón por la cual llega diariamente. De la misma manera que tantos otros, hice mi ritual de paso, donde en el tránsito mismo por el

ILUSTRACIÓN DE PILAR BERRÍO

La experiencia del Museo de la Calle fue impulsada en Colombia

Una manera de

culturas

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habitar

El pensamiento creativo de Lydia Azout refleja su modo de habitar la tierra, a la vez que penetra los espacios del edificio de posgrados de Ciencias Humanas. Selección relevante de 25 años de trabajo artístico representado en 18 obras que se exponen en ese espacio hasta junio próximo. espacio en actitud observadora busqué construir nuevos significados, con nuevos significantes, pero tal vez confundida (porque todo pareciera estar definido, completo) simplemente lo recorrí con admiración y en busca de identificaciones, de huellas, pero quedé en deuda. La relación activa entre hombre, lugar y espacio apenas se iniciaba y un lugar como éste, por su misma naturaleza, no podía ser excluyente de toda relación participativa. Supe entonces que la construcción no estaría completa sin la incidencia de sus visitantes, y que como toda arquitectura, para existir realmente necesitaba de habitantes. Meses después, acepté con mucho interés la invitación para realizar la curaduría de la exposición retrospectiva de la obra de la escultora colombiana Lydia Azout, en el marco del evento “Las Mujeres en la Universidad Nacional”. Era ésta la oportunidad de ser parte de sus habitantes. Y en el proceso de curaduría la reflexión ya estaba dada, Azout y su obra en medio de la relación lugar y espacio. Es decir, el pensamiento creativo de esta artista reflejando su modo de habitar la tierra y a la vez habitando los espacios de la edificación. Fue desde este concepto como hice la selección relevante de 25 años de trabajo artístico, representados en 18 obras que de manera armoniosa hoy ocupan este lugar. Para lograrlo, cada una de las propuestas de años anteriores fueron releídas en un diálogo entre escultora y curadora con la intención clara de establecer relaciones esenciales con la propuesta arquitectónica. Es así como los Espacios controlados (1983) encontraron su lugar en la entrada del edificio y la Permutación y trazo I (1996) abre el recorrido a los diferentes lugares. Los Guardianes de la Tierra 5 y 7 (1998, 1999), cumplen con su concepto original de vigías permanentes de la fuerza intrínseca de las cuatro direcciones. Y en medio del círculo de agua las Fuerzas femeninas (1997), acompañadas por los Soles 20 y 35 (1993,1994) en una analogía a la vida. Las Fuerzas rítmicas (1987), caligrafías en pie-

El pensamiento de la artista se refleja en los espacios del edificio de Posgrados, de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional.

dra, testimonio de los primeros trazos de la artista y finalmente en el patio central, la construcción de un Centro Ceremonial, instalación imaginada por Azout al conocer el lugar. Compuesta por seis obras de diferentes épocas, que transforman un sitio en un lugar habitado por sus símbolos y significados. La Llave mística (1997) que abre El vínculo y permite acceder a la compleja red del universo. Merkabah (1995), el carruaje que lleva a la sabiduría y los tres Guardianes solares (2001), adquieren un nuevo significado y conforman un nuevo universo de creación. Esta exposición retrospectiva tiene un propósito distinto al de buscar exaltar la vida y la obra del artista. Es una codificación selectiva de las señales relevantes de la creación de Lydia Azout, para combinarlas en un lugar y en un espacio preciso que permita, tanto a ella como a todos los que habiten el lugar, detectar un sistema oculto de conexiones entre las cosas. El juego de las analogías y las comparaciones nos permite, ciertamente, ampliar el horizonte y ver de una manera nueva, impregnada del espíritu creativo. * Curadora de la exposición.

FOTOGRAFÍAS CORTESÍA DE FERNANDO BALLESTEROS


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Otra manera de leer el país

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