U.N. Periódico No. 56

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Vecino contaminante

La exportación de carbón en la bahía de Santa Marta se ha convertido en un serio problema ambiental. La explotación del mineral a cielo abierto afecta, en primer lugar, a decenas de trabajadores de Invemar. Pág. 14

DOCUMENTO

Paramilitarismo y extradición, la ecuación imposible. Págs. 6 y 7 Bogotá, D.C. • No 56 • Abril 18 de 2004 • PÁGINA WEB: http://unperiodico.unal.edu.co • CORREO ELECTRÓNICO: unperiodico_bog@unal.edu.co • ISSN 1657-0987

Agua de niebla

Paz sin olvido

Fotografías de José Manuel Molina y Concepción Escobar

Con un llamado para que en los procesos de paz se privilegie a las víctimas, el representante del Alto Comisionado de la ONU, Michael Frühling, advierte en entrevista con UN Periódico, el riesgo de que se afiance la cultura de la impunidad. Págs. 8 y 9

Velo musulmán En su esfuerzo por mostrarse como el Estado laico que es, Francia se enfrenta a la paradoja de verse intolerante en el espejo de una Europa asediada en su suelo por el temor al fortalecimiento del fundamentalismo islámico. El debate apenas empieza. Págs. 2 y 3

El riesgo de escasez de agua en Colombia advertido por la ONU y asociado a la desertización de los ecosistemas no admite desestimar ninguna idea para enfrentar esta amenaza. La recolección del líquido, a partir de la niebla, se avizora en el Valle del Cauca como una alternativa para consumo humano y uso agrícola en zonas de sequía. Un buen ejemplo de cómo un clima puede subsidiar a otro. Pág. 19

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ECONOMÍA Reservas y deuda: un forcejeo sin ganador.

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CIUDAD Bicicletas para Transmilenio.

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CIENCIA Los hombres de las cavernas.

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OPINIÓN Las noticias tienen vida.


Fernando Carvallo* El Diario Oficial de Francia ha publicado en su edición del miércoles 17 de marzo de 2004 la ley que define “el marco de la aplicación del principio de laicidad (sic) a la utilización de signos religiosos que manifiesten ostensiblemente las afiliaciones religiosas de los alumnos en las escuelas públicas”. Su aparición en el Diario Oficial es el último requisito para la plena entrada en vigor de una de las leyes más concisas y discutidas de los últimos tiempos, cuyo artículo tercero establece el inicio de su vigencia a partir del próximo año escolar, es decir, septiembre 2004. Después de ser retocada por el Consejo de Estado, la ley, elaborada por el ministro de Educación, fue aprobada por amplio margen en la Cámara de Diputados y en el Senado. A diferencia de la mayoría de las leyes, esta no ha causado la tradicional división entre izquierda y derecha: todos los partidos representados en el parlamento votaron a favor, aunque registraron pequeñas minorías que se opusieron, sea por considerar que la ley limita libertades religiosas, sea, en el otro extremo, por considerar que no combate con suficiente radicalidad las amenazas que pesan sobre el laicismo de la República. Entre las fuerzas políticas extraparlamentarias, solo el líder de la extrema derecha (Jean-Marie Le Pen, del Frente Nacional) ha denunciado que el gobierno y la oposición han promovido una maniobra de distracción para escamotear “la invasión de Francia por millones de extranjeros que quieren imponernos una religión ajena a nuestra nación”. En general, la ley ha sido muy mal recibida fuera de Francia, donde algunos la interpretan como una manifestación de hostilidad a la religión musulmana. Tal es el caso del Departamento de Estado de Estados Unidos, que desde hace años incluye a Francia en su lista de países que no garantizan la plena vigencia de la libertad religiosa, en razón de la ley sobre las sectas y los juicios, que ha implicado a algunos dirigentes de la Iglesia de la Cientología. Las reacciones en el mundo musulmán han sido relativamente moderadas. La máxima autoridad de la comunidad sunita, el mufti de El Cairo, declaró que los creyentes debían respetar las leyes de los países en que residen. Más de un teólogo musulmán ha recordado que el uso femenino del velo islámico

¿Cómo afirmar el laicismo sin parecer intolerante? El secularismo en Francia, principio básico del pensamiento progresista desde la Revolución Francesa, ha conducido a que se erija la polémica ley que prohíbe el uso de símbolos religiosos en las escuelas estatales; algunos la interpretan como una medida discriminatoria. no forma parte de las recomendaciones formuladas por el Corán. Durante la ceremonia de entrega de los premios Nobel, la abogada iraní laureada con el de la Paz asistió a la ceremonia sin velo. Uno de los lugartenientes de Osama Bin Laden citó la ley francesa como ejemplo del espíritu de los “cruzados” y sugirió que sus fuerzas tomarían represalias contra Francia. El consenso francés no puede comprenderse sin dos características de la tradición republicana: la lucha por el laicismo y la universalidad del concepto de nacionali-

Una abrumadora mayoría de los diputados franceses respaldó la propuesta, fueron 494 votos a favor y 36 en contra.

En la medida están incluidos los velos islámicos, la kipá de los judíos, los crucifijos de gran tamaño y los turbantes de los seguidores de la fe sij.

dad. La primera remonta al auge de las logias masónicas y la Revolución Francesa y ha hallado su expresión más radical en la ley de 1905 que estableció la separación total entre el Estado y las iglesias. En virtud de esa ley, en Francia no existen, por ejemplo, universidades católicas. El Estado construyó uno de los servicios de educación pública y gratuita más competentes y con mejores resultados del mundo. Forjada en la lucha contra la intolerancia católica y en el recuerdo de las sangrientas guerras intercristianas, la defensa del laicismo se aplica a todas las formas de intercepción de lo religioso en el espacio público. Por las mismas razones, jamás se ha aceptado que una monja católica se niegue a ser fotografiada para los documentos de identidad con la cabeza descubierta. Desde sus primeras constituciones re-

Las transnacionales constituyen el principal factor de destrucción del medioambiente, al generar más de la mitad de los gases causantes del recalentamiento del planeta, y por ser las principales transmisoras de sistemas de producción ambientalmente insostenibles y de materiales peligrosos a los países en vía de desarrollo. Así, el 25% de las exportaciones de plaguicidas de EE.UU. a fines de los años ochenta fue de sustancias prohibidas en ese país, según afirmación contenida en el No. 70 de la revista Fuentes Estadísticas.

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publicanas, Francia ha definido la nacionalidad como la adhesión a valores compartidos y no en función de criterios étnicos o raciales. El concepto mismo de raza ha sido recientemente proscrito del derecho positivo. De ahí el énfasis en la integración y el rechazo a toda forma de comunitarismo, practicado en los países anglosajones. El núcleo de la integración es la escuela pública y gratuita. La mal llamada Ley del velo islámico tuvo sus orígenes en un problema iniciado en 1989. La justicia anuló la decisión del director de una escuela pública, que decidió expulsar a una alumna por no admitir retirarse el velo, hacer gimnasia junto a varones y asistir a cursos sobre biología y educación sexual, “incompatibles con sus creencias”. El ministro de Educación de la época, Lionel Jospin, formuló consulta al Consejo de


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Internacional Las ciudades latinoamericanas deben invertir en la calidad del medio ambiente y subrayar sus identidades para atraer más turistas, según pusieron de manifiesto especialistas españoles en el seminario “Las ciudades frente a la globalización y al desarrollo sostenible”. Según Manuel Marchena Gómez, las ciudades, inclusive aquellas que no tienen grandes atractivos naturales, deben especializarse en algún tipo de turismo para atraer visitantes.

Las encuestas de opinión indican que cerca del 70% de los franceses está de acuerdo con la prohibición.

Estado, que respondió en noviembre 1989, afirmando que existía un vacío legal. Desde entonces, los sucesivos gobiernos trataron de sortear el problema, esperando que el número de casos de niñas con velo islámico disminuyera. Lo que se produjo fue lo contrario. Mientras en todo el mundo aumentaba la intolerancia religiosa y el Medio Oriente volvió a entrar en un ciclo de violencias, en Francia se multiplicaron los casos de jóvenes y adolescentes con el velo islámico. La costumbre no tenía precedentes en las escuelas públicas de Francia y por ello no pueden alegarse tradiciones o costumbres establecidas. Peor aun, comenzaron a verse casos análogos en otras instituciones públicas, como los hospitales: algunas pacientes se negaban a ser atendidas por médicos de sexo masculino o a imponer otras exigencias ligadas a sus creencias religiosas. En esas circunstancias, el presidente Jacques Chirac decidió crear una comisión independiente de especialistas, que durante cinco meses escuchó a cientos de testigos. Presidida por el Defensor del Pueblo, Bernard Stasi, la comisión estuvo integrada por sociólogos como Alain Touraine y filósofos como Régis Debray, que en el curso de sus deliberaciones terminaron por concluir la necesidad de una ley que fijará una orientación general. La Comision Stasi redactó un largo informe en el que recomienda acentuar los esfuerzos para garantizar la integración de todas las comunidades, en particular los franceses hijos de inmigrantes, los más afectados por el desempleo, que ronda el 10% de la población activa. La Comisión recomendó también una ley que prohibiera en las escuelas públicas (no en las privadas, ni en las universidades) todos los signos religiosos, no solo los musulmanes. Una cruz ostensible o una kipá judía quedan prohibidas de la misma manera que el velo islámico. La comisión prestó especial atención a la discriminación de sexos, incompatible con la constitución francesa y el principio de la igualdad. Y escucharon el testimonio de numerosas jóvenes obligadas por sus padres o hermanos

La máxima autoridad de la comunidad sunita, el mufti de El Cairo, declaró que los creyentes debían respetar las leyes de los países en que residen.

a someterse a interpretaciones fundamentalistas de la enseñanza coránica. El texto de la ley precisa explícitamente que ninguna sanción podrá ser adoptada sin agotar todas las posibilidades del diálogo. Los legisladores son conscientes de que una niña expulsada de la escuela pública engrosará los efectivos de las escuelas confesionales, que en el caso de las musulmanes se financian con frecuencia del dinero venido de Arabia Saudita. En palabras de Bernard Stasi: “sabemos muy bien que una ley no basta para resolver un problema. Pero entre el riesgo de la pasividad y el de las malas interpretaciones de una ley, preferimos el segundo”. El filósofo Régis Debray resumió su posición en un libro: Lo que el velo nos vela. Según él, no es tan grave que haya fanáticos que buscan expresarse y ganar nuevos adeptos. “Lo grave es que la República no sepa afirmar sus propias convicciones”. *Periodista de Radio Francia Internacional y docente de la Universidad París III.

Para el filósofo Régis Debray es fundamental que la República reafirme sus convicciones.

Un golpe al multiculturalismo Fanny Ochoa Ochoa* El 9 de noviembre de 1989, en la hora en que se hundía el comunismo y el Este recuperaba su aparente libertad con el derrumbe del muro de Berlín, se discutía sobre la expulsión de tres alumnas musulmanas del Colegio de Creil, con lo que comenzaba, de manera manifiesta, una forma inconfesada de racismo contra la población, especialmente magrebí, que llevaba a un modo de fanatismo e integrismo y a un miedo velado por los sucesos en esta época en Argelia. Pese a que parecía un debate ridículo, de esta manera comenzó una nueva forma de organización de las sociedades postmodernas que perdían su sentido por la desaparición del comunismo. Lejos de una promoción social que condujo a un sentimiento de frustración, aparecieron nuevos desheredados, como los jóvenes de origen magrebí de segunda y tercera generación, aislados, objetivos de la discriminación. Y el uso del velo tomó un giro inesperado; varios grupos que combatían el racismo y el semitismo, pero ajenos a los grupos islámicos, tomaron el tema como bandera de lucha y, al pasar los años, ante la terminación del mundo bipolar y la necesaria creación de otro enemigo para Occidente, la reivindicación y movilización de la identidad islámica terminaron convirtiéndose en el nuevo enemigo. Después de estos acontecimientos, el mundo occidental ha visto pasar una serie de hechos históricos en los últimos veinte años, desde la Revolución Islámica de Irán (la lucha del pueblo palestino contra el régimen invasor, la violación de más de sesenta mil mujeres en Bosnia por los serbios como una forma de limpieza racial, el ataque a Afganistán, la invasión a Irak, etc.), y ahora el velo es el caballito de batalla del mundo occidental. Se cree que quitarle una pañoleta de la cabeza a la mujer musulmana le devolverá todos los derechos que, según ellos, fueron negados por el islam. Por eso tratan de reducir su uso como una

forma de liberación de la mujer musulmana. Este discurso en torno a la separación entre lo laico y lo religioso difiere de la opinión del mundo islámico, ya que no existe un término en árabe que sea exactamente sinónimo de la palabra secularismo y tampoco existe en el islam la distinción entre lo religioso y secular o lo sagrado y profano. Por lo tanto, para las autoridades francesas, el asunto del velo se convirtió en un problema. El jiÿâb, o velo, pasó a ser el símbolo más visible del crecimiento del islam, que se constituyó en la segunda religión de Francia, lo que convierte a la población musulmana en una fuerza organizada políticamente. Desdichadamente, el gobierno francés, y Jacques Chirac personalmente, alarmado por este crecimiento del islam en Francia, decidió ordenar la formación de una comisión para proyectar una ley que prohibiera el uso del velo islámico en las escuelas públicas y de esta manera contrarrestar el crecimiento de la ultraderecha, liderado por Le Pen, que se acogió al discurso racista y de terrorismo acuñado por Bush y se ubica en las encuestas como ganador de las elecciones que se avecinan en Francia. “El principio fundamental aquí es el de la libertad de culto y ello requiere de un trato equitativo hacia los seguidores de las diferentes culturas, creencias y grupos religiosos. Es obvio que la prohibición del uso del velo islámico en las escuelas y el prohibir a las mujeres elegir libremente una forma de cubrirse que simboliza su identidad religiosa y cultural y que constituye una parte inalienable de los derechos humanos, conforma una violación a los derechos de las mujeres, especialmente en un país donde, por siglos, seguidores de diferentes religiones, usando el velo estipulado por su religión particular, han vivido en armonía y en una coexistencia pacífica.” Zahra Mustafawi Jomeini. * Cofundadora y directora de Investigaciones del Centro Cultural Islámico.


Fotografía Guillermo Flórez Pulgarín

Bonanza estancada

Independientemente del origen de las reservas, es imperdonable que no se hayan diseñado mecanismos para aprovechar este monto extraordinario de recursos. La bonanza todavía no se ha sembrado.

El choque entre el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República va más allá del enfrentamiento que han registrado los medios. Tiene que ver con el origen del crecimiento de las reservas y cómo han sido empleadas, sin que ello se traduzca en desarrollo económico.

La ortodoxia financiera

Jorge Iván González* En los últimos 15 años, el monto de las reservas muestra una tendencia claramente ascendente. En enero de 1990, el volumen era de unos US$3,8 mil millones; a mediados de 1997, el país tenía US$10,3 mil millones y, de acuerdo con cifras recientes del Banco de la República, las reservas oscilan alrededor de los US$11,2 mil millones. En los últimos meses las reservas han aumentado porque el Banco de la República compró dólares, tratando de evitar una mayor revaluación del peso, pero esta política no ha sido exitosa. Antes de los años noventa, el control de cambios era un mecanismo expedito que permitía regular la entrada y la salida de divisas en función de las necesidades del país. Hoy en día es una herejía insinuar que, bajo ciertas condiciones y en determinadas coyunturas, el control de cambios puede ser un instrumento muy eficaz para evitar la revaluación. De todas maneras, la cantidad de reservas es significativa. La bonanza de mediados de los años noventa no ha terminado, las reservas siguen creciendo, a pesar de la recesión que experimentó la economía a finales de la década. El boom de las reservas no ha sido utilizado de manera adecuada. Esta enorme riqueza no se ha reflejado en más altos niveles de desarrollo, ni ha contribuido a crear las condiciones propicias para que el crecimiento económico sea sostenido. Hay dos razones por las cuales no se han puesto en práctica los mecanismos que permitan convertir esta riqueza en

bien-estar: la primera es el contexto especulativo en el que se desenvuelve la economía, la segunda tiene que ver con la ortodoxia financiera. El contexto especulativo En el capítulo 12 de la Teoría General, Keynes diferencia entre especulación y espíritu de empresa. La especulación se caracteriza por el afán de prever la “sicología” de los mercados financiero y bursátil, el espíritu de empresa se refleja en el deseo de obtener ganancia a través de la oferta de bienes y servicios. En Colombia, desde comienzos de los años noventa se crearon condiciones favorables para el predominio de la especulación. El crecimiento de las reservas no ha estado asociado a los procesos productivos propios del espíritu de empresa: a la par que crecían las reservas, se agudizaba el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, y mientras las reservas aumentaban, las importaciones tenían una dinámica superior a la de las exportaciones. Si el espíritu de empresa hubiera sido el rasgo predominante, las mayores reservas deberían haber estado acompañadas de un fortalecimiento de las exportaciones frente a las importaciones. Ello no sucedió. Los dólares venían al país porque las tasas de interés internas eran considerablemente superiores a las del mercado internacional. En los últimos años, las tasas de interés han bajado, aunque continúan siendo

Es equivocado interpretar la bonanza de los años noventa como resultado de un mejoramiento de la competitividad y de un fortalecimiento de la capacidad exportadora.

altas, comparadas con los estándares internacionales. Las reservas siguen creciendo porque la deuda externa pública sube y, además, porque con el aumento que han tenido las remesas que envían los colombianos del exterior también llegan dólares provenientes del narcotráfico. En 1999 la deuda externa del gobierno central nacional era de $22 billones. El año pasado la cifra superaba los $54 billones. La contratación de deuda externa cuando se tiene un monto alto de reservas es un mal negocio, ya que los intereses que se pagan por los créditos son mayores que la rentabilidad que obtiene el Banco de la República cuando pone sus reservas en los mercados internacionales. Hay indicios de que la economía todavía no sale de la lógica especulativa en que estuvo durante los años noventa. La actividad exportadora no se consolida y la revaluación del peso frente al dólar vuelve a incentivar las importaciones. Además de las remesas, continúan entrando los dólares del narcotráfico. El gobierno descarta esta últi-

El mayor mercado de los productos de la biotecnología está en el área farmacéutica. Absalón Machado señala en su libro De la estructura agraria al sistema agroindustrial que, en 1996, las diez más grandes compañías multinacionales del ramo de la innovación terapéutica tuvieron ventas por US$91 billones, que equivalen a 36% del mercado global.

Economía 4

ma hipótesis, porque aceptarla significaría reconocer que la lucha contra los cultivos de coca no ha tenido éxito. Si el área cultivada en Bolivia y Perú no ha crecido, y si el consumo de cocaína en Estados Unidos se satisface normalmente, no puede descartarse la hipótesis de que una parte del flujo de dólares sigue teniendo sus raíces en el narcotráfico.

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En meses recientes, el Banco de la República ha argumentado que el país necesita unos US$10 mil millones de reservas. Las razones técnicas que se han aducido para justificar esta cifra no son claras. Son muy ambiguas. En opinión del emisor, un monto elevado de reservas le da tranquilidad a los bancos internacionales y mejora la posición de Colombia en los mercados de capitales. Esta lógica podría aceptarse, si la conservación de un monto elevado de reservas no tuviera ningún costo. Ello no es así. El volumen exagerado de reservas incentiva las dinámicas especulativas, sin que esta riqueza contribuya a dinamizar el sector real de la economía. Con argumentos técnicos similares a los del Banco de la República, el nivel óptimo de reservas podría ser de unos US$7 mil millones. Parte de las reservas adicionales pueden utilizarse para prepagar deuda externa. Al reducir la carga de la deuda externa, el gobierno tendría mayor margen de maniobra y podría destinar los recursos liberados al fortalecimiento de la producción y de la demanda interna. Esta es apenas una manera de utilizar las reservas para incentivar la recuperación de la economía. La pregunta de fondo es ¿por qué, si el país continúa gozando de una enorme bonanza, no logra canalizar estos recursos en favor del desarrollo económico? Estos dineros deberían salir del circuito especulativo. Es fundamental que incentiven el espíritu de empresa y contribuyan a fortalecer la industria y el empleo. * Director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia.


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Política María Emma Wills*

Las propuestas

del presidente Democracia y popularidad no necesariamente son asuntos recíprocos, en especial si en nombre de una mayor eficiencia estatal se sacrifican derechos ciudadanos. Sin embargo, las reformas institucionales propuestas por el primer mandatario colombiano presentan esa dualidad.

Finalmente, las democracias se diferencian de otro tipo de regímenes porque en ellas el pluralismo político encuentra garantías. Distintas expresiones partidistas compiten regularmente por los cargos directivos dentro de reglas de juego estables. Solo así los perdedores de hoy tienen la certeza de que pueden, si aprenden las destrezas exigidas para acumular fuerzas dentro del juego, ser los vencedores del mañana, y es esa certeza la que los convierte en jugadores leales. Las iniciativas uribistas Con el fin de promover eficiencia institucional, Álvaro Uribe fundió, entre otros, los ministerios de Justicia y Gobierno. En esa misma tónica, en algunos momentos ha dudado de la conveniencia de que exista la Fotografía Archivo

El presidente Álvaro Uribe, desde el inicio de su gobierno, ha afirmado que las iniciativas que impulsa aspiran a fortalecer la autoridad estatal. Para conseguirlo, él y sus asesores proponen una doble estrategia. Por un lado, impulsan modificaciones institucionales que pretenden devolverle congruencia y eficacia a la labor del Estado y, por otro, afianzan vínculos directos y personales entre el presidente de la República y los colombianos rasos con el fin de alcanzar altos grados de respaldo ciudadano a las instituciones. El fortalecimiento estatal es, a pesar de un discurso antiestatal muy popular, una meta loable que puede conducir al fortalecimiento democrático. Un régimen democrático requiere de instituciones fuertes que sepan, por ejemplo, recaudar impuestos, no solo de la población en general, sino también (y quizás por sobre todo) de los más poderosos. Por esta razón, entre democracia y conjunto estatal no hay necesariamente una relación de suma cero en la que a mayor fortalecimiento estatal se producen menores grados de democracia. También ha habido situaciones de fortalecimiento estatal que culminan en regímenes totalitarios, autoritarios o populistas. Para que ambos propósitos vayan de la mano se requiere que exista claridad en cuanto a los mínimos que constituyen el fundamento de una democracia. En Colombia, a veces pareciera que para que reine la democracia solo se requieren altos índices de popularidad de las autoridades de turno. Aunque la popularidad de los dirigentes es un valor agregado para gobernar con eficacia, esta dimensión no es un requisito indispensable para distinguir una democracia de otro tipo de regímenes. Históricamente, jefes de Estado con muy poco respaldo gobiernan respetando las reglas del juego democrático. Su falta de popularidad se traduce en fiascos electorales, pero no en descalabros democráticos. Un régimen democrático, más que popularidad de los gobernantes de turno, exige respeto por instituciones despersonalizadas y reglas de juego imparciales. Por ejemplo, en un régimen democrático el poder se encuentra difuminado en una serie de instituciones que por lo demás cumplen entre sí funciones de control político. Por eso existe la separación de poderes y la rendición de cuentas interinstitucional. Pero, además, un régimen democrático se distingue de otro tipo de formas del ejercicio político porque en él el ámbito público se diferencia del privado-íntimo. En esta última esfera, a diferencia de lo que ocurre en los regímenes totalitarios, los ciudadanos libremente optan por distintas definiciones de buen vivir, y las instituciones respaldan esa libertad, garantizando un conjunto de derechos civiles y políticos.

La brecha salarial entre trabajadores calificados y no calificados no es el único dato preocupante en el mercado laboral latinoamericano. Más de 210 millones de personas representan en un día laborable normal la oferta de mano de obra en América Latina. A esta oferta se unen cada año cinco millones de trabajadores, una tasa de crecimiento anual del 2,5%, entre las más elevadas del mundo.

El Estatuto Antiterrorista suspende los derechos civiles en nombre de la eficacia en la inteligencia militar.

Corte Constitucional y ha buscado recortar los alcances de la tutela. También ha propuesto reformas al legislativo -un Congreso unicameral estuvo en la agenda del Ejecutivo-. Estas iniciativas pueden en conjunto debilitar la separación de poderes. En cuanto a la distinción entre las esferas pública y privada y los derechos civiles y políticos, el Estatuto Antiterrorista los suspende en nombre de la eficacia de la inteligencia militar. El Estado, durante cuatro años prorrogables, puede intervenir comunicaciones, hacer registros y realizar detenciones sin orden judicial. Las Fuerzas Militares, bajo la tutela de la Fiscalía Nacional, además pueden cumplir funciones de policía judicial. En el terreno de las reglas del juego partidista está la propuesta de la reelección presidencial. Puede que sea conveniente que un presidente con alto respaldo popular tenga el derecho de presentarse para ser reelegido. El problema es que la iniciativa en este caso tiene nombre propio. Y, como ya se dijo, la democracia se sostiene en el mediano plazo no en lealtades hacia un hombre-gobierno, sino en afinidades sólidas con reglas de juego e instituciones. Es la posibilidad de distinguir entre estos dos niveles lo que permite disentir de un gobierno y simultáneamente seguir adhiriendo a unas reglas de juego democráticas. A pesar de que el Ejecutivo invoque, para promover estas reformas, la búsqueda de mayores grados de eficacia y autoridad estatal, puede que el conjunto genere los efectos contrarios. Un Estado, para ser poderoso, no solo requiere capacidades administrativas, sino también afinidades ciudadanas. Y estas últimas se pueden perder cuando ciertas herramientas dan lugar a abusos y arbitrariedades y no existen las instituciones de control para sancionarlos. Que la popularidad del presidente crezca no garantiza que las instituciones colombianas se estén fortaleciendo en el mediano plazo o que estén encaminándose hacia una revitalización democrática. * Investigadora del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri) de la Universidad Nacional de Colombia.


Alfredo Molano* Desde una reflexión histórica es necesario resaltar cuatro aspectos frente al paramilitarismo en Colombia: Uno, por qué durante el gobierno de Álvaro Uribe salta la posibilidad de la negociación con este grupo. Dos, cuál es la negociación. Tres, qué obstáculos está teniendo el proceso. Y cuatro, qué va a pasar con la contradicción en la que están metidos el gobierno y los paramilitares. Hay una larga tradición de utilización de organizaciones paramilitares en la historia nacional. Había una relación patrimonial entre los comandantes, la política y, por otro lado, los soldados; quien más peones ponía más grados tenía en la guerra. Esta tradición se mantiene prácticamente en todas las guerras civiles del siglo XIX, incluyendo la de Independencia, hasta La Violencia, hechas bajo ese modelo, de carácter económico y militar con los subordinados. La Guerra de los Mil Días marca una diferencia con el pasado, porque surgen guerrillas autónomas del poder hacendatario y del poder militar. Rafael Uribe Uribe, a quien nosotros tanto elogiamos, era un personaje tal vez un poco ambiguo, pues desautorizó al movimiento guerrillero en Santander y Tolima, que hubiera podido reemplazar a los conservadores. Esas guerrillas ya comienzan a mostrar cierta independencia y a crear un nuevo modelo de participación militar y político, y esos dos esquemas –el patrimonial y el de las guerrillas–, se evidencian de manera más clara durante La Violencia. Los Chulavitas, Los Pájaros y demás grupos fueron organizados por directorios políticos, por hacendados y por comerciantes para defender sus intereses y una identidad política determinada. Las características en ese período debemos tenerlas muy presentes, porque son claves para entender el problema del paramilitarismo actual. La lealtad partidista y la actividad criminal de estos grupos tenía como contraprestación la tierra, que se le quitaba a las víctimas; así se alimentó todo ese holocausto. Sin embargo, a partir de los años sesenta, los vínculos patrimoniales con la guerra son reemplazados bajo el esquema de la Guerra Fría, y Estados Unidos entra directamente a fomentar la relación ejérci-

Monólogo de una impunidad anunciada La falta de reglas claras en el proceso de negociación que adelanta el gobierno con los paramilitares ha generado un debate nacional. Retomando el proceso histórico que da cuenta de la consolidación de estos grupos ilegales en Colombia y sus consecuencias en la guerra que libra el país, la Cátedra Camilo Torres Restrepo de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional reunió al sociólogo Alfredo Molano y al defensor de los derechos humanos Alirio Uribe, en un diálogo moderado por la politóloga y coordinadora del seminario, Lilia Solano. Apartes de este encuentro fueron seleccionados por UN Periódico para esta edición.

to-grupos paramilitares. Esa guerra sucia la hacían grupos paramilitares y guerrillas en Colombia, y después, a partir de 1968, los Guardias Nacionales, amparados en la Ley 48. Los vínculos de estos nuevos grupos paramilitares, civiles armados, con el gobierno, quien los financiaba, fueron muy estrechos. Hoy el paramilitarismo no solo cambia “lealtad” por tierras, sino que encuentra un nuevo factor: el narcotráfico, un asunto que sigue en el fondo del problema. En los años ochenta y noventa, los negocios que se hicieron entre Gonzalo Rodríguez Gacha y todos estos matones, con el ejército, la policía y los gobiernos consistían en golpear a la guerrilla a cambio de tolerar el narcotráfico; por eso “Gacha” se tomó la tarea de acabar con la Unión Patriótica. Pero no golpean la insurgencia como estructura militar, sino a las bases sociales de la guerrilla, al movimiento civil inconforme, a la gente que está insatisfecha, indefensa, frágil, que crea movimientos políticos. Es ahí donde golpean.

La abolición de la pena de muerte en la legislación o en la práctica en más de la mitad de los países del mundo ha preparado el terreno a los estados restantes, que continúan violando el derecho a la vida. Las estadísticas publicadas por Amnistía Internacional revelan que China, Irán, Estados Unidos y Vietnam llevaron a cabo el 84% de las 1.146 ejecuciones de que se tuvo noticia en 2003.

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Otro ejemplo lo revela el MAS (Muerte a Secuestradores), que reunió a paramilitares, narcotraficantes y al establecimiento en un negocio que perseguía detener el secuestro a cambio de tolerar el narcotráfico. En otras palabras, protegerse de las guerrillas con dos objetivos: quitarles la base política y apropiarse de la tierra. Ese esquema caracteriza el conflicto en el Magdalena Medio, Puerto Boyacá, Puerto Berrío, Córdoba, Urabá, la Sierra Nevada, Barrancabermeja, los Llanos Orientales. El proceso histórico y geográfico en Colombia señala una línea divisoria, débil y brumosa, que divide al país en dos grandes zonas. El norte es más paramilitar, más ganadero, más caballista; y el oriente, más andino, más campesino, con más influencia de la guerrilla. Esa línea divisoria sugiere un enfrentamiento regular entre las dos Colombias. ¿Por qué hay negociaciones con el gobierno de Álvaro Uribe? Creo que los paramilitares y los narcotraficantes han tenido una identidad


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Fotografías Archivo

Alirio Uribe** como Sabas Pretel de La Vega, defendían la con él que no han tenido con otros presicreación legal de cooperativas de vigilancia dentes. Yo la llamo “cultura caballista”, y Desde hace tiempo tenemos claro que rural. Para la Corte Constitucional la meditiene que ver con los intereses de los ganaen Colombia el paramilitarismo fue una da resultó inconstitucional. deros, con la desocupación de tierras, con estrategia del mismo Estado, una creaque “yo soy el que ordeno, mando e imponDurante todas estas décadas, desde el ción legal. Fue auspiciado por las propias año 82, con el primer informe de la Comigo”; tiene características muy autoritarias, leyes de los Estados Unidos que avalaron sión Interamericana de Derechos Humade tosquedad y “ordinariés”. La identidad la creación de grupos ilegales armados en nos y múltiples informes internacionales que hay en buena parte del país con Uridiferentes contextos de América Latina y de Naciones Unidas y de la OEA, se ha be no es ideológica, se relaciona con sus en otros continentes, en la medida en que exigido al Estado desmontar el paramilimodales, palabras, lenguaje y actitud. Eso no atentaron contra los intereses norte- tarismo. Sin embargo, el gobierno actual le dio confianza a los paramilitares y a los americanos. narcotraficantes para conversar. no asumió este proceso y persiste, por el En el caso colombiano, desde antes de contrario, en legalizar esta estructura que, Pero hay otros elementos. La guerra a los años sesenta estos grupos han sido uti- envuelta en el ideal de conseguir la paz, es muerte que desde el comienzo Uribe le delizados para defender el statu quo. Nacieron una estrategia de guerra. A su servicio ha claró a la insurgencia le da seguridad a los circunscribiendo la génesis de las guerri- puesto la institucionalidad del Estado, sus paramilitares, que buscan acuerdos polítillas. Luego, normas de Estado de Sitio, que políticas y programas de gobierno y el miscos para legalizar su capital, los bienes que se convirtieron en legislación permanente, mo plan de desarrollo. le han quitado a la gente y las remesas del como la Ley 48 de 1968, que creó los Guarnarcotráfico. Saben que el poder político es Para el gobierno, el proceso de paz signidias Nacionales, dieron facultades a los mi- fica reincorporar a los grupos ilegales. Por un complemento del poder militar, que les litares para armar civiles que apoyaran sus eso expide el Decreto 128 de 2003, con el facilitaría conquistar la impunidad. operaciones contrainsurgentes. La misma cual han sido amnistiadas más de cinco mil No cabe duda de que hubo acuerdos tendencia de siempre: involucrar a la po- personas. Esta invitación a dejar las armas previos entre los paramilitares y el gobierblación civil en el conflicto. no, que desembocaron en la llamada ley dentro de un supuesto proceso de reconDesde esa fecha hasta hoy se han da- ciliación más bien los vincula institucionalde alternatividad, frente a la cual hay una do diferentes desarrollos y tratamientos al mente a la guerra, es decir, a que colaboren reserva de Mancuso, quien ha dicho: “no fenómeno del paramilitarismo. Incluso, en con el Estado, convirtiéndose en informanpagamos un solo día de cárcel”. Y tiene ra1989, cuando sus creadores sintieron que tes. Algunos de estos reincorporados reales zón, ¿los paramilitares cómo van a somedichas organizaciones se habían salido de y otros de pan coger, ex guerrilleros o ex terse a prisión cuando lo que han hecho son favores al estableciparamilitares, son los que miento? Por eso, en ese ahora integran estructuras punto no hay posibilidad legalizadas de vigilancia, de concesión. como el caso de Metroseguridad en Medellín. Sobre los paramilitares recae una espada muy peEn una entrevista resada, la de la extradición, ciente, el presidente Uribe que no es fácil negociar. hablaba de más de cinco Un tema de injerencia de millones de colombianos los Estados Unidos. En activos en las redes de incaso de que John Kerry, formantes para combatir a quien se asume como el terrorismo, lo cual ha partidario de los deregenerado un clima de deschos humanos, gane las confianza y de polarización, elecciones, las dificultaque contradice el espíritu des aumentan, pues no del plan de desarrollo de habría garantías, ni imeste gobierno. Basta con punidad. mirar la figura de los solda¿Cuál va a ser la reacdos campesinos para darse ción del paramilitarismo? cuenta cómo se sigue comSeguramente volverán a prometiendo a la comuniutilizar la violencia des- Hace tres semanas, el embajador norteamericano William Braucher Wood expresó la preocupación de su dad con la estrategia antimedida, con la que con- gobierno ante la falta de transparencia en el proceso de negociación con los paramilitares. subversiva, no solo a trasiguieron estatus político vés de las armas, sino con para hacer sus propias la habilidad de protegerse así misma y a sus manos las declararon ilegales, después exigencias. de un fallo de la Corte Suprema de Justi- sus allegados acusando otros. Pero tener cia. Ese año, el presidente Virgilio Barco un grupo de personas armadas para decriminalizó la actividad paramilitar, que fender intereses económicos y políticos es incluía a sus auspiciadores, promotores y un proyecto demasiado peligroso para el financiadores. Durante el gobierno de Er- mismo Estado, que ha renunciado al monesto Samper, de nuevo se le dio piso le- nopolio de las armas a través del paramigal a través de las cooperativas Convivir, litarismo. Debido a que el Decreto 128 de 2003, lideradas por el entonces gobernador de Antioquia y hoy presidente Álvaro Uribe. que consagró estímulos a la deserción de Mientras defensores de derechos huma- miembros de grupos armados ilegales, no nos atacábamos esta figura jurídica, otros, satisface del todo a los grupos paramilita-

res -pues le sirve solo al “paraquito” o al guerrillero desconocido-, y no es viable para solucionar el problema de muchos mandos medios o para sacar de la cárcel a muchos condenados por magnicidios, se propone la Ley de Alternatividad Penal. Luego de que fracasara la primera versión de este proyecto de ley, el gobierno la reestructuró, agregándole el tema del acuerdo humanitario para hacerla más vendible. Además, la maquilló, adicionándole a la mera indemnización económica los conceptos de víctima, reparación, rehabilitación moral y garantía de no repetición. Se habla de penas de detención colectiva, de extinción de dominio y de perdón. Pero eso no le quita la esencia al proyecto. En Colombia no hay proceso de paz, ni diálogo, ni negociación. Tampoco los paramililtares tienen proyecto de país, ni se deben a sus representantes en el Congreso, a las instancias del gobierno o a las alcaldías. Han operado como testaferros para cometer crímenes y atropellos a nombre del Estado, que ahora busca librar su responsabilidad. Lo que existe hoy es un acto de contrición de quienes los han patrocinado. Sin embargo, hay problemas: los bienes y la extradición. Ya estamos viendo los muertos y la guerra interna entre sectores mafiosos paramilitares. Para Estados Unidos la extradición no es negociable. Cada vez presiona más al gobierno colombiano, con lo cual se está entrabando el proceso. En cuanto al tema de los derechos humanos, se habla de una baja en las cifras del desplazamiento forzado debida a la supuesta tregua pactada entre el gobierno y los paramilitares. La realidad es que estos indicadores obedecen más al confinamiento de las comunidades, la consolidación de territorios bajo el control de las AUC y las estrategias de resistencia adoptadas por la población civil. Esta gente se ha convertido en un problema para el Estado, que al parecer ya no los necesita; tampoco los Estados Unidos. Por eso va a ser difícil acuñar una ley que se acomode a estándares nacionales e internacionales de verdad y justicia. Lo que viene entonces es un proceso de depuración caracterizada por retaliaciones. Ahí tenemos los ejemplos de La Terraza, el Bloque Metro y los choques entre el Bloque Centauros y la AUC. Todo un fenómeno de depuración. Por eso este proceso no puede tener verdad. La ley de alternatividad penal se ha planteado como un punto final, y tampoco es así. Si lo fuera, se enfrentará a instancias internacionales como la Corte Penal. * Sociólogo y escritor. ** Presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.


Nelly Mendivelso y María Claudia Rojas R.*

Las herencias de la impunidad

UNP: ¿Cuál es su criterio frente a la desmovilización masiva de los grupos paramilitares, que comenzó con el grupo Cacique Nutibara en Medellín? MF: Es muy deseable buscar diálogos y negociaciones con grupos armados ilegales -llámense guerrilleros, autodeMichael Frühling. fensas y paramilitares-, para superar el conflicto interno. Pero no cualquier tipo de negociación: es importante que la agenda la encabece el tema de los Derechos Humanos, el DIH y los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación. Hemos planteado al gobierno cómo se podrían confeccionar opciones jurídicas en el proceso de negociación con los grupos armados ilegales: por ejemplo, constituir una comisión extrajudicial de esclarecimiento. En cuanto al derecho a la justicia, hemos dicho que debe asegurarse que quienes han cometido crímenes atroces pasen un tiempo razonable privados de su libertad, en una segunda fase se les dé libertad domiciliaria y, en una tercera, tengan libertad condicionada. Otra de nuestras recomendaciones es crear un fondo compensatorio para las víctimas y sus familiares, que se debe alimentar de los recursos provenientes de una efectiva ley de extinción de dominio.

Entrevista 8

Fotografía Guillermo Flórez Pulgarín

UN Periódico: Después del 11 de septiembre el término terrorismo se resignificó en el mundo, pero en Colombia su uso indiscriminado no permite saber de qué se está hablando. ¿Las Naciones Unidas, como organismo multilateral, tienen una definición universalmente aceptada? Michael Frühling: No existe todavía una definición consensuada, sino aproximaciones elaboradas dentro del sistema de las Naciones Unidas. Más o menos la definición es acciones violentas que se cometen para sembrar zozobra entre la población civil. Los actos de terrorismo se pueden llevar a cabo dentro del conflicto armado o fuera de él. Para el Alto Comisionado llamar a todo terrorismo no ayuda a entenderlo, por el contrario, tiende a esconder más de lo que explica. Resumir lo que pasa en Colombia bajo la etiqueta de terrorismo deshace el beneficio que significa la aplicación del Derecho Internacional Humanitario (DIH), el cual cobija acciones realizadas por la fuerza militar legítima del Estado o por los grupos armados ilegales.

Mientras el país conviva con la impunidad, la reconciliación será una utopía y la deshonra de los derechos humanos, su crimen más atroz. Michael Frühling, director de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ratifica la degradación del conflicto interno armado.

UNP: En ese sentido, ¿cómo reparar a los desplazados? MF: Algunos paramilitares poseen grandes extensiones de tierra y, eventualmente, van a tener que dejárselas al fondo compensatorio. En un proceso de superación del conflicto armado estas tierras deben pasar a manos del Estado para recompensar a quienes les fueron quitadas.

UNP: ¿Cuál es la opinión de las Naciones Unidas frente a la política de seguridad democrática del presidente Uribe? MF: Tiene propósitos que son buenos, por ejemplo, garantizar la seguridad por igual a todos los ciudadanos, pero en la aplicación de la política de seguridad no se han tomado las acciones para que así sea. Las detenciones y los allanamientos masivos, con fundamentos muy débiles, muestran que no hay seguridad por igual para todos. Un elemento positivo ha sido dotar a todos los municipios con estaciones de policía, porque debe ser el Estado el que tenga presencia en todos los rincones del país. No obstante, debe estar acompañada de instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General y la Fiscalía. UNP: ¿Cuáles son los criterios del Alto Comisionado frente al estatuto antiterrorista? MF: Lo que se ha llamado estatuto antiterrorista no es cualq uier ley, hay que tener cuidado de llamarlo solo estatuto antiterrorista. El gobierno y el Congreso, al reformar la Constitución, el 10 de diciemBogotá D.C. • Abril 18 de 2004

bre de 2003, tomaron una decisión que no es compatible con los instrumentos internacionales de Derechos Humanos que Colombia ha suscrito. Por un lado, se le dan facultades de policía judicial a los militares y, por el otro, se da la posibilidad a órganos administrativos del Estado de llevar a cabo, sin orden previa judicial, interceptación de comunicaciones privadas, detenciones y allanamientos, para la prevención de actos de terrorismo. Si es necesario, por qué no aumentar la capacidad de policía judicial reforzando esta facultad en la Policía Nacional, la Fiscalía, el DAS y, en algunos casos, la Procuraduría, que son los organismos entrenados para esta labor, y no los militares, que tienen otras importantes tareas. Esa mezcla no se debe dar. Si se trata de actos de terrorismo, si hay flagrancia, se puede actuar sin orden previa, de lo contrario las instituciones oficiales deben contar con una or-

den judicial como lo establece un Estado de Derecho. Ni por razones de principio ni por razones prácticas era aconsejable hacer este cambio en la Constitución. UNP: En Colombia se habla de una alta impunidad. Según las observaciones de Naciones Unidas, qué factores inciden en este panorama? MF: Hay una serie de malas prácticas y costumbres, desde hace décadas, de no ejercer los principios del Estado de Derecho, sino de promover y llegar a tener una cultura de la impunidad con altos grados de aceptación. Siempre las herencias tienen un peso sobre el presente. Para contrarrestar este fenómeno se necesitan medidas integrales: por parte de la Fiscalía General, del ejecutivo, del Congreso, de la rama judicial. También se requieren reformas a las leyes para que en un país tan legalista como Colombia no haya demasiadas complicaciones innecesarias -judicialmente hablando-, que favorezcan la impunidad para los malos de la película. UNP: ¿Qué se puede decir de la relación entre paramilitares y miembros del Estado? MF: Siguen existiendo vínculos indebidos entre servidores públicos y miembros de grupos de autodefensas y paramilitares; eso es inaceptable para cualquier Estado de Derecho. Aunque el gobierno colombiano hace esfuerzos para contrarrestar esos nexos, todavía son insuficientes. UNP: ¿Qué criterio le merece la participación de los medios de comunicación en el tema de los derechos humanos en Colombia? MF: En la medida en que se implementen las recomendaciones de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas,

El conflicto armado registró un incremento de la violencia selectiva en contra de las autoridades tradicionales indígenas y los líderes afrocolombianos.


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Fotografía Guillermo Flórez Pulgarín

se va a notar una mejoría en la situación de derechos humanos en Colombia, aunque siga la guerra. En nuestra opinión, los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad para contribuir a ello. Hago la reflexión muy respetuosamente, en el sentido de que no siempre los medios de comunicación logran evitar la superficialidad y el sensacionalismo, y los casos donde se da superficialidad, falta de análisis, falta de contexto no ayudan a mejorar la situación de los derechos humanos.

Entrevista

Acuerdos útiles

Eulises Torres*

Periodistas Unimedios. Las recomendaciones del informe presentado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas fueron tema de reflexión con investigadores del Instituto de Estudios Políticos (Iepri) de la Universidad Nacional.

Infracciones de los actores armados El informe presentado el pasado mes de marzo por la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señala que muchas de las infracciones cometidas por los grupos armados constituyen crímenes de guerra, que podrían constituirse en crímenes de lesa humanidad. Las guerrillas Según el documento, durante 2003 las guerrillas y en particular las Farc-EP han continuado con su estrategia de aterrorizar a poblaciones civiles con frecuentes actos terroristas. Estas prácticas han victimizado a centenares de civiles, entre ellos niños, adolescentes y mujeres. Personas fueron utilizadas para transportar artefactos explosivos y perdieron la vida en la detonación, como ocurrió el 17 de abril en Fortul (Arauca), donde un niño de 8 años murió cuando la bicicleta que conducía hizo explosión cerca de un puesto de control militar. Las Farc-EP y el Eln han recurrido a la práctica de homicidios selectivos contra funcionarios locales, líderes sociales, maestros y candidatos, así como contra personas acusadas por ellos de pertenecer a la red de informantes del Estado o de colaborar con los grupos paramilitares. Estos grupos continuaron con el uso prohibido de minas antipersonales. Siguieron reclutando, algunas veces de manera forzada, a menores de edad. Han reiterado la toma de rehenes con fines de extorsión económica o de presión política y no han accedido a liberar sin condiciones a las personas secuestradas. En algunos casos dieron muerte a los rehenes en su poder. Los paramilitares El informe subraya la falta de acatamiento del compromiso de un cese de hostilidades, como presupuesto del proceso de diálogo entre el gobierno nacional y el grupo más grande de paramilitares. Se registraron varias masacres en Antioquia, Santander, Sucre y Tolima. Continuaron con la práctica de homicidios selectivos, y optaron por dar muerte a sus víctimas después

de detenerlas, torturarlas y desaparecerlas, en una estrategia de terror hacia la población civil, asunto que llama la atención en momentos de compromiso político de desmovilización y cese de hostilidades. Tan solo en Barrancabermeja hubo 45 notificaciones de desapariciones forzadas. La Oficina del Alto Comisionado recibió denuncias sobre descubrimientos de fosas comunes y de cadáveres con evidentes signos de torturas y mutilaciones. Las víctimas generalmente son acusadas de tener vínculos con la insurgencia; líderes sociales y funcionarios públicos que se oponen a los procesos de expansión y consolidación social, económica y política de los grupos paramilitares; rivales en el control de negocios ilícitos (narcotráfico, robo de combustibles) y víctimas de acciones de limpieza social. La Oficina observó un incremento en las confrontaciones entre diferentes grupos paramilitares que provocaron un gran número de víctimas fatales. En varias de las infracciones al DIH, los paramilitares recibieron el apoyo o hubo connivencia o complicidad de servidores públicos. Fuerza pública En las regiones donde el Ejército mostró su nueva ofensiva, se denunció que, en ocasiones, fue responsable de infracciones al DIH por irrespeto al principio de distinción. El Alto Comisionado continuó recibiendo, en forma creciente, denuncias de violaciones de derechos humanos con responsabilidad directa de los servidores públicos, en particular de la fuerza pública, en ocasiones conjuntamente con la Fiscalía. De la información provista por la Procuraduría General de la Nación puede inferirse un aumento de investigaciones disciplinarias por hechos ocurridos durante 2003, particularmente relacionados con actos de tortura, desaparición forzada, privación ilegal de la libertad y allanamiento irregular. Muchas de las violaciones, por su carácter grave, masivo o sistemático, constituyen crímenes de lesa humanidad, y son susceptibles de ser juzgadas por la Corte Penal Internacional.

Como un acto propio de la soberanía estatal, el gobierno de Colombia celebra en 1997 un Acuerdo con la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, para que se establezca en nuestro país una agencia de ese experto, dependiente del Secretario General. En resumidas cuentas, los mandatos que debe cumplir el funcionario internacional en Colombia son “...observar, sistemática y analíticamente, la situación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en todo el país. (...) ofrecer asesoría en estos temas tanto al Gobierno colombiano como a las autoridades del Estado y a la sociedad civil (...) ofrecer cooperación técnica al Gobierno, a las autoridades del Estado, a las instituciones que manejan el tema y a la sociedad civil interesada (...) informar, difundir y promocionar los derechos Humanos y el derecho internacional humanitario entre los colombiano ...”. Vistas así las cosas -no admiten hesitación alguna-, cuál es el papel que debe cumplir el señor Michael Frühling, actual representante para Colombia. Resulta al menos paradójico que en Colombia algunos funcionarios que se han apoltronado en el poder quieran por todos los medios disputar en forma no institucional lo que el experto manifieste en cumplimiento de sus mandatos, que, reitero, han sido definidos por Acuerdo. Vistas las intervenciones del enviado internacional, se destaca su amplia intención por cumplir cada uno de los postulados o mandatos que le han sido impartidos. Su ánimo no es otro que el de cooperar con pequeños aportes a la superación de un gran problema, teniendo en varias oportunidades actitudes valerosas, algunas de ellas “pisando callos”, como se dice en nuestro coloquial mundo. Pero más allá de las mezquinas intervenciones de algunos funcionarios con ínfulas de poder (puesto que no creo que el señor presidente invite a un delegado de la ONU para, por otras vías, incitarlo a que abandone el país o morigere -léase acomode- sus visiones) el papel del señor Frühling o de quien haga sus veces es constructivo, y enriquecedor, especialmente en lo que toca a la función del Derecho Internacional Público a la hora de fortalecer dos de sus más queridas especies: el Derecho Internacional Humanitario (DIH), y los Derechos Humanos. Véase

lo que significan los derechos humanos y las recomendaciones internacionales. Al valorar esta insustituible relación, se vitaliza el cumplimiento de las obligaciones del Estado que tienen origen en instrumentos ecuménicos. En lo concreto, las recomendaciones que se hacen a los Estados después de estudios y valoraciones de toda índole, liadas al buen juicio y a la imparcialidad, tienden a ser el objeto de las críticas infundadas de los personajes a los que me he venido refiriendo. Esas recomendaciones son, como ha dicho acertadamente la Defensoría del Pueblo, producto “... del seguimiento que la comunidad internacional efectúa sobre el grado de cumplimiento de los compromisos del Estado en materia de derechos humanos...”. Entendidas en mejor forma, sirven a los Estados para ajustarse, para reacomodar su comportamiento cuando han existido desviaciones sobre lo que suele decirse son los inalienables compromisos que se adquieren para beneficio de todos. La Corte Constitucional, en su sentencia T-568 de 1999, ha precisado el valor y la fuerza especial que a las recomendaciones debe dársele: “... interpretación que de los tratados de derechos humanos hacen los órganos e instrumentos a cuyo cargo está proteger y promover esos derechos ...”. Tales recomendaciones deben ser acogidas y, por lo tanto, aplicadas por todos, pero especialmente por aquellos hacia quienes van dirigidas, normalmente todas las autoridades del Estado. Deben servir como faro, luz y guía, y traducirse en hechos concretos, por vía de proyectos de ley, y servir como fuente de interpretación autorizada a todos aquellos que tienen que ver con la defensa de los derechos humanos, en un escenario real. El papel del Estado colombiano debería ir entonces más centrado a entender lo que significa la cooperación internacional, y no ver tanta letra menuda en las recomendaciones y observaciones que emiten los delegados de organismos internacionales, amen de otros tantos organismos especializados, sobre todo con aquellos a los que estamos unidos a través de tratados, convenciones, acuerdos. * Profesor Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Colombia.


Otra reforma pensional, ¿a dónde quieren llegar? Julio Roberto Gómez*

*Secretario General de la Confederacón General de Trabajadores Democráticos (CGTD).

Sociedad 10

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Diana Murillo Garzón* El sistema de pensiones colombiano necesita ciertamente una reforma pronta, concienzuda y de alta aceptabilidad por parte de todos. En primer lugar, porque las reservas de las principales entidades están agotadas y su cubrimiento traería aún más perjuicios a las finanzas del gobierno. En segundo lugar, porque socialmente muchos sectores han visto el detrimento de su calidad de vida. Evidentemente, en el país existió un profundo desequilibrio entre la recaudación y la distribución de los ingresos por jubilación. Por un lado, el régimen de prima media administrado por el Seguro Social no se desarrolló convergentemente con su implementación (la tasa de cotización se mantuvo constante, a pesar de haberse planteado su escalonamiento gradual en el tiempo). Por el otro, los regímenes exceptuados recibieron beneficios muy por encima de los aportes y, en la mayoría de los casos, sin un soporte acorde con la razón de su exclusión. Es decir, nos encontramos frente a la incapacidad de fondear reservas y a la urgencia de reestructuración para prevenir un mayor descalabro fiscal. Sin embargo, marginar los pilares fundamentales de cualquier sistema, como la maximización de la cobertura real, la garantía de equidad y el sostenimiento de la calidad de vida, conduce a una aguda tensión social. Según un estudio elaborado por la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), organismo que asesora a diversos países, la reforma debe encontrar el modelo más eficiente para financiar los pasivos actuariales, de manera que cumpla con las siguientes cinco metas: aceptabilidad social, sostenibilidad financiera, factibilidad política, coherencia con las realidades económicas y las de mercado de trabajo y gestión orientada en primer término al usuario. Desafortunadamente, la factibilidad política por lo general limita el desarrollo de las cuatro restantes, primordialmente por su carácter cortoplacista. Lo anterior, evidente en el conflicto de intereses, ha dejado rezagados a lo largo de décadas los problemas de fondo que se enfrentan: el desafío intergeneracional

a largo plazo, representado por un número cada vez mayor de ancianos con relación a los contribuyentes, no solo a causa del desempleo, sino del incremento en la expectativa de vida; la eficiencia en la recaudación y gestión, ya que cuando, de un modo u otro, llegan las contribuciones, se invierten con baja rentabilidad o poca productividad, y, finalmente, el riesgo político de repartir culpas y responsabilidades a fin de promover un sistema creíble. Tal es el caso del impacto generado por la Ley 100 de 1993, que dejó en competencia más que en complementariedad el régimen de prima media y el de capitalización individual, pues mientras Fotografía Guillermo Flórez Pulgarín

Pero cuando todo parecía indicar que había concluido esta etapa, el gobierno propicia otra pesadilla a los trabajadores y la población con un nuevo proyecto de ley que, de aprobarse, convierte en una verdadera odisea acceder a una pensión de jubilación. El proyecto acaba los regímenes especiales, permite pensiones inferiores a un salario mínimo legal, liquida las conquistas sobre pensiones en la negociación colectiva, acaba el sistema de prima media con prestación definida y elimina la mesada 14. Conviene, en consecuencia, exponer algunas reflexiones encaminadas a equilibrar un debate inaplazable poniendo sobre el tapete consideraciones no contempladas hasta ahora por las mayorías parlamentarias afectas al Gobierno. 1. Para empezar, mientras en el país no exista una clara conciencia de que el sistema pensional está íntimamente ligado a una política de empleo, jamás vamos a salir de la crisis, ya que una cosa es un sistema pensional con una tasa de desempleo del 22% y otra cosa muy distinta sería si la tasa de desocupación fuera del 3% o del 5%. 2. En Colombia, en sana lógica, no deben existir pensiones superiores a 20 salarios mínimos legales, ni en el sector público ni en el sector privado, por razones de equidad y justicia. 3. Trabajadores y empresarios deben cotizar a la seguridad social sobre la totalidad de sus ingresos para que la solidaridad sea un elemento central, esto quiere decir que así como quien gana el Salario Mínimo Legal Vigente cotiza por todo su salario, quienes devengan 30, 50, 80 ó 120 millones de pesos al mes también deben cotizar en salud, pensión y riesgos profesionales por lo que realmente devengan. 4. El sistema de prima media demostró su viabilidad, razón de más para que se mantenga, se desarrolle y se perfeccione impidiendo que los pobres subsidien a los ricos, aunque con las anteriores observaciones esto quedaría solucionado. 5.Debe existir un fondo único de pensiones de carácter mixto que nos permita no solo un manejo transparente de los recursos, sino, además, un monitoreo permanente para hacer los ajustes que se vayan requiriendo. Fotografía Guillermo Flórez Pulgarín

Desde hace mucho tiempo las reformas del mercado laboral están en el centro de las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional y en el marco de la aplicación de las políticas de ajuste estructural (PAE) y del llamado Consenso de Washington. También desde entonces, la Confederación General de Trabajadores Democráticos (CGTD), la CLAT y la CMT han afirmado que tales políticas están en contra de los intereses de los trabajadores. En este sentido, y con respecto a la nueva reforma pensional, es claro que la crisis que acusa el sistema pensional en Colombia tiene sus orígenes en situaciones de carácter estructural en las que los trabajadores no tenemos ninguna clase de responsabilidad. Cuando en 1993 el Congreso de la República adoptó la Ley 100, no quisieron los legisladores tener en cuenta los requerimientos del movimiento sindical, respecto a introducir en la ley elementos de fondo que impidieran un colapso del sistema hacia el futuro, tomando como principios rectores del nuevo modelo de seguridad los valores de universalidad, solidaridad e integralidad. De hecho, la Ley 100 de 1993 elevó de 500 a 1.000 semanas los tiempos mínimos de cotización para acceder a una pensión de jubilación, aumentó las edades a partir del 2014 en dos años para hombres y mujeres, e incrementó las cotizaciones del 8% al 12,5%, llegando al extremo de convertir por ley a la salud en un “negocio” rentable, que ha hecho colapsar toda la red hospitalaria de nuestro país, profundizando los esquemas de medicina prepagada, recortando los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la salud, todo esto con la argumentación de aumentar la cobertura. Luego vinieron los decretos reglamentarios que volvieron el sistema un galimatías incomprensible, y en el año 2002, comienza un nuevo calvario para los actuales y futuros pensionados, con la expedición de la Ley 797 que en materia pensional ”perfeccionó” la obra neoliberal del año 1993. La Ley 100, al debilitar el sistema de prima media, con prestación definida, privilegió el ahorro individual.

¿Qué tipo de reforma pensional necesita Colombia?

Hacia dónde se dirigen.

el primero cobijaba el 98% de los pensionados, en 2001, el segundo se quedaba con el 2% restante. Por lo tanto, plantear una reforma simplista como la reducción de beneficios y el aumento de contribuciones, dejando de lado o tocando parcialmente los retos estructurales de cada régimen y su mutua relación, nos conduciría a un alivio coyuntural y, en algunos años (no muchos), al enfrentamiento de un nuevo debate para reformar el sistema pensional de los colombianos. * Estudiante de Economía, Universidad Nacional de Colombia.


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Ciudad Michel es un holandés de 26 años que utiliza cada día una parte de los 20.000 kilómetros de ciclorrutas construidas en su país, antes de llegar a la estación del metro más cercana e ir rumbo a su trabajo. Él es uno de los 16 millones de habitantes de los Países Bajos que con esta combinación de transporte, alternativo y masivo, ha conseguido movilizarse más rápido y mejorar su calidad de vida. Como este rubio, el comerciante José Estupiñán también ha hallado en su “caballito de acero” un excelente aliado al momento de trasladarse en la ciudad, pero a pesar de que desde hace pocos años transita con más comodidad que antes, gracias a los 290 kilómetros de ciclorrutas existentes en Bogotá, piensa que falta facilitarle el camino a los usuarios de bicicletas en la ciudad, para estimular su uso consuetudinario. Estos dos hombres no se conocen, pero tendrán en los próximos meses algo en común, pues los novedosos sistemas de cicloestaciones o parqueaderos para bicicletas consolidados en Europa, Estados Unidos y Canadá sirvieron como modelo a un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia para recomendar la construcción de por lo menos 14 de estas al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Según el “Estudio de prefactibilidad de la red de cicloestaciones de la ciudad de Bogotá”, realizado por el Programa de Investigación en Tránsito y Transporte (PIT), perteneciente a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional, los lugares para el estacionamiento de bicicletas deben ser cubiertos, con capacidad para parquear entre 100 y 200, según la demanda, vigilados y dotados de servicios de mantenimiento, baños, casilleros, teléfonos y cajeros automáticos. Así serán las dos primeras que empezarán a construirse en Patio de las Américas, al suroccidente de la ciudad, y en la Avenida 19 con carrera 3, en el centro. Las cicloestaciones funcionarán como enlace entre Transmilenio y la Red de Ciclo rutas, los proyectos de transporte masivo capitalino más representativos de los últimos años. “Aunque ambos sistemas nacieron casi al mismo tiempo, se han desarrollado de forma independiente”, dice el ingeniero William Castro. Una situación que se debe corregir, pues la conexión entre las distintas formas de movilización permitirá hacia el futuro poner en práctica un sistema integrado de transporte. En todos los lugares evaluados hasta el momento existe un alto tránsito de personas para quienes el uso de la bicicleta ahorra tiempo y ayuda al bolsillo, pero se convierte en un problema cuando llegan a hacer el trasbordo. “El

Fotografía Guillermo Flórez Pulgarín

Diana Manrique*

Unas 130 mil personas, en su mayoría de estrato uno y dos, realizan cerca de 168 mil viajes al día en las ciclorrutas capitalinas.

La seguridad será una de los principales ventajas de las cicloestaciones.

Estaciones para caballitos de acero Las cicloestaciones que se empezarán a construir este año serán espacios cubiertos, con capacidad para parquear entre 100 y 200 bicicletas, vigilados y dotados de diferentes servicios, como baños, casilleros, teléfonos y cajeros automáticos. objetivo es ofrecer parqueo, pues el sistema Transmilenio no cuenta con cicloestacionamientos asociados que permitan integrar ambas redes”, comenta por su parte la urbanista Beatriz Martínez. Los pocos parqueaderos de bicicletas que existen son espacios ubicados al aire libre, sin ningún mecanismo de seguridad, como sucede en el Parque Renacimiento y en el Portal de la Calle 80, donde, además, un aviso exime a la empresa Transmilenio de cualquier responsabilidad por su pérdida o daño. Estímulo de ciclousos Hasta el momento, unas 130 mil personas, en su mayoría de estrato uno y dos,

realizan cerca de 168 mil viajes al día en las ciclorrutas capitalinas. La localidad que más viajes genera es Kennedy, con 1.620; seguida por Suba, con 1.448, y Engativá, con 1.040. A los ciclousuarios de estas localidades, asegura Claudia Carrizosa, subgerente de Urbanismo del IDU, es a quienes más beneficiarán los Puntos de Encuentro, como los ha llamado la actual administración. “El propósito es consolidar un transporte intermodal con los barrios, donde el sistema masivo se encargue de solucionar los viajes a distancias relativamente largas, y la bicicleta, de cubrir los viajes cortos, pudiendo incluso reemplazar al vehículo particular”.

Bogotá necesita consolidar un sistema de transporte urbano sostenible que incluya no solo Transmilenio, sino taxis, buses y bicicletas, e incluso los traslados a pie, ya que, según Martínez, “cuando una administración le apuesta como política a un solo modo de transporte, este puede colapsar”. Los ciclistas conocen las ventajas, pero a las administraciones se les ha olvidado que la infraestructura por sí misma no crea el hábito de utilizar los medios de transporte. “En el caso de las ciclorrutas, se han invertido 46 millones de dólares, pero no se han formulado políticas para que la población acceda a la bicicleta, como recursos económicos o incentivos, además de campañas de educación”. En este sentido, las cicloestaciones entrarán a formar parte de ese novedoso símbolo de calidad de vida que la bicicleta ha ido consolidando en los bogotanos. * Periodista Unimedios.




Fotografía Luis Alfonso Parra

Paula Andrea Grisales Naranjo* Mientras el sol está en lo más alto, Tomy, un french poodle samario, escarba la tierra húmeda de un jardín para enfriar la barriga, única parte de su cuerpo libre de crespos blancos. Mientras tanto, los humanos buscan la sombra, el agua se bebe en grandes cantidades y los rostros chorrean litros de sudor. El ambiente se calienta hasta alcanzar 33º centígrados. Como regalo invisible y refrescante, pasa la brisa característica de Santa Marta, que devuelve el aliento a los exhaustos habitantes, hace ondear cadenciosamente las palmeras, la ropa, el cabello, y el paisaje toma ritmo propio. Esa brisa es la misma mágica corriente de aire que durante seis meses del año, desde hace una década, deposita sobre instalaciones, personas y equipos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) grandes cantidades de polvo de carbón provenientes de su vecino: el muelle 7 del puerto marítimo de la Sociedad Portuaria de Santa Marta, sede de la empresa Carbosan, lo que supone para los habitantes del instituto problemas que van más allá de las apariencias. Todo empieza por la nariz Distinto a Tomy, que husmea los rincones de una casa en el centro de Santa Marta, Toyoto se la pasaba olfateando cada centímetro de asfalto de Invemar, cada rincón, cada poste, cada planta; y allí vivió durante cuatro años desde que lo adoptaron. Era un perro de raza común, amarillo, muy juguetón. Uno de los que más pendiente estaba de él era el jefe de aseo, Marcos Castro. “Empezó a sufrir mucosidad y terminó por aparecerle en la nariz una especie de quiste, una protuberancia. Cada rato hacíamos un ‘Toyotón’ o colecta para que lo atendieran, pero hubo un momento en que no se pudo hacer más y eso nos obligó a practicarle la eutanasia. El veterinario determinó que era consecuencia del carbón”. Y aunque más de 100 personas que trabajan allí no han desarrollado enfermedades graves en sus pulmones, “es posible que los efectos acumulativos de la inhalación del polvillo de carbón tengan consecuencias en el largo plazo”, advierte el biólogo marino Francisco Arias Isaza, director de Invemar. En 1999, el Instituto de Segu-

El objetivo de Carbosan es llegar a exportar desde su muelle 2.8 millones de toneladas de carbón y abrir un puerto adicional.

Bajo un halo de partículas de carbón viven los investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), que se ven afectados por las labores comerciales de sus vecinos, la Sociedad Portuaria de Santa Marta. Ambos encuentran en el mar su razón de ser, pero los separa el mineral.

Brisa de

carbón

ros Sociales, en su programa de neumoconiosis, realizó diagnósticos a 15 trabajadores y ninguno de ellos presentó esta enfermedad. Sin embargo, un estudio hecho por Almanza y Pinilla sobre el tamaño de las partículas encontró que en Invemar se depositan fracciones de carbón de 6 y 17 micrómetros, y que en los recintos cerrados penetran algunas de hasta 9 micrómetros. El peligro está en que las de menos de 10 ingresan a las vías respiratorias. Quién es quién Hoy en día, este instituto de investigaciones del mar es considerado el más avanzado en Latinoamérica, y de él se benefi-

cian universidades con programas en biología o química, como la Nacional de Colombia, que tiene allí al Centro de Estudios de Ciencias del Mar (Cecimar); también están la Tadeo Lozano, del Valle, Antioquia, Javeriana, Los Andes. Y universidades de otros países: Estados Unidos (de Miami y Lousiana); Alemania (de Gissen y Bremen); Holanda (el ITC); Bélgica (la Libre); Francia (de Nantes, Burdeos, París IV); España (de Canarias); y Reino Unido (de Hull). Invemar está ubicado en el costado nororiental de la bahía de Santa Marta, sobre Punta Betín, un cerro de roca pura. Allí, entre cactus, trupillos y almendros de playa, desde hace 40 años se adelantan estudios

Los US $15.000 millones de dólares anuales que tiene la Nasa asignados para su presupuesto parecen insuficientes a la hora de cuidar sus transbordadores. De los cinco “taxis espaciales” que tenía a su cuidado la agencia, quedan tres: el Endeavour, el Discovery y el Atlantis; los otros dos eran el Challenger y el Columbia, que desaparecieron en 1986 y en 2003, respectivamente.

Medio Ambiente 14

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sobre nuestros casi inexplorados 900 mil kilómetros cuadrados de mar Pacífico y Atlántico. A su lado, desde hace 10 años, está operando Carbosan, que en el muelle 7 presta el servicio de puerto a dos clientes: Carbones Colombianos del Cerrejón y Carboandes. Hasta él llega desde la Guajira y el Cesar el carbón que es exportado a Europa y Estados Unidos. Como la actividad resultaba problemática en términos ambientales, desde hace tres años se han hecho varias transformaciones en sus procesos de trabajo; sin embargo, las personas, objetos e instalaciones de Invemar se mantienen cubiertos por una estela de partículas de carbón, cuyas consecuencias más graves se han dejado ver en los costos de la limpieza y, lo más importante, en los procesos y equipos investigativos. Asunto en combustión El batallón de diminutas partículas abrasivas se filtra dentro del delicado material instrumental, compuesto por espectroscopios, microscopios y equipos de alta precisión para análisis químicos. “Un espectrofótometro de luz ultravioleta visible maneja espejos y lámparas, y registra las intensidades de luz; si los lentes se cubren de carbón, es necesario traer especialistas de Cali, Bogotá o Medellín para desarmarlos y limpiarlos”, explica Francisco Arias Isaza. En una entidad normal, sin polvo de carbón, la operación se hace cada año; en Invemar, cada tres meses. Aunque la Sociedad Portuaria les envía cuadrillas de limpieza, se invierte mucho dinero en mantener limpio el instituto. “Ellos han querido contribuir en esto; se intentó, por ejemplo, un sistema de protección con rejillas para los aires acondicionados, pero no está funcionando, porque el volumen de material que estamos recibiendo es tan alto que desborda su capacidad. Es una situación de crisis”. En 1998 se tenía presupuestado invertir cerca de $77 millones en el mantenimiento de computadores, impresoras, equipos ópticos, especializados, de buceo y de transporte, pintura, aire central y de ventana; pero realmente se gastaron cerca de $123 millones, es decir, $46 millones adicionales que habrían podido ser invertidos en adquisición de equipos de investigación, contratación de personal o financiación de nuevos proyectos.


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Bogotá D.C. • Abril 18 de 2004 Fotografía Luis Alfonso Parra

Las montañas negras Hasta el 31 de marzo, Carbosan tenía plazo para cambiar su tecnología a una más limpia, que fuera menos contaminante, pues desde hace tres años el Ministerio del Medio Ambiente le hizo unos requerimientos que, según Juanita del Castillo, directora jurídica de la empresa, se están cumpliendo todos. Tradicionalmente, en la carga y descarga a los buques, se hacía con retroescabadoras y se efectuaban tres El verdor de manejos del mineral: vacia- carbón. do de los camiones, transporte al patio, de 19.675 metros cuadrados (lugar donde se almacena) y apilamiento en distintos puntos. Hoy, Carbosan, que exporta cada año de 1.8 a 2 millones de toneladas de mineral, tiene dos estaciones volcadoras sobre las cuales se ubican los camiones, que son alzados hasta que cae el mineral en unas tolvas o embudos. Allí se riega con agua y un sellante que minimiza las emisiones. Luego pasa a través de bandas transportadoras cubiertas, y finalmente desemboca en un apilador que va formando montañas negras, de hasta 15 metros de altura. Este apilador tiene la virtud de ir subiendo a medida que crece el pico, de manera que el carbón no cae desde una gran altura. El cambio tecnológico costó 24 mil millones de pesos. Sin embargo, el personal de Invemar se quejan de que parte del tiempo el nuevo sistema no está en operación y por lo tanto se hace uso de las técnicas antiguas.

la vegetación es opacado

Medio Ambiente “La idea es emparejar las pilas y tratar de que queden lo más planas posible, para optimizar el espacio del patio, y porque la acción de la brisa es menos fuerte sobre las mesetas”, pero las enormes cumbres de ébano se mantienen.

Juntos, ¿pero no revueltos? Aunque, como asegura Juanita del Catillo, de Carbosan, las relaciones de vecindad entre ambas entidades se han manejado desde el diálogo y la camaradería, el director de Invemar asegura que las actividades parecen ser incompatibles, y vislumbra dos soluciones: por el “que la Sociedad Portuaria cambie de sitio de manejo de carbón (nosotros no afectamos a la sociedad portuaria), o que lo haga Invemar, pero en ambos casos no es sencillo”. Para Carbosan la mudanza no sería posible. “La medida extrema sería que el instituto se traslade o que nosotros desaparezcamos”, dice del Castillo. La Sociedad Portuaria, que siempre ha mostrado una actitud conciliadora, como corresponde a los buenos vecinos, está pensando incluso en levantar una barrera que independice al instituto. “Pero eso todavía está en evaluación, porque se está estudiando qué características debe tener para que resista la brisa, que en ocasiones supera los 100 kilómetros por hora”, concluye del Castillo. Y así, en este vecindario a orillas del mar, donde la brisa se pasea por la superficie de las cosas, refrescando a unos y llevando carbón a otros, queda abierto el debate que conduzca a una solución. *Periodista Unimedios. Fotografía Néstor Campos.

Estudiantes de maestría y doctorado realizan sus investigaciones en los laboratorios de Invemar.


Equipo Periodístico de Unimedios En la tradición ticuna existen solo 20 números: diez de los dedos de las manos y diez de los dedos de los pies. Sin embargo, eso no les impide hacer cálculos complicados, expresados en sus tejidos de acuerdo con el número de hilos y la forma de anudarlos, en diferentes diseños de compleja equivalencia matemática. Estos hacen parte de los conocimientos que Métare, personaje mítico análogo al Prometeo griego y al Bochica muisca, enseñó a los ticuna y gracias a los cuales son reconocidos como excelsos artesanos. Para averiguar en detalle cómo es su universo matemático, Aldo Parra, estudiante de la carrera de Matemática, de la Universidad Nacional, abordó este tema en su tesis de grado “Acercamiento a la etnomatemática”, dirigida por la profesora Myriam Acevedo.

Nudos de saber En Macedonia, los ticuna tejen mochilas, hamacas y, sobre todo, collares y pulseras con la fibra de una planta llamada chambira (Astrocaryum chambira), que es transformada por ellos hasta convertirla en hilos de colores, teñidos haciendo uso de otras plantas. En su elaboración son visibles los diseños, que fueron traducidos a algoritmos por Aldo. Esto, gracias a que las variables para realizar los tejidos -número de fibras, anudado y si utilizan o no puntilla para sostener las fibras- coinciden con las características de los algoritmos: precisión: es decir, se indica un orden exacto en la ejecución de cada tarea; determinismo: si se repite el proceso dos o más veces con los mismos hilos de entrada, se debe obtener el mismo resultado; y finitud: porque se termina en algún momento y se usa una cantidad exacta de elementos. Después, se pasó a identificar las variables al realizar los tejidos, como número de fibras, tipo de nudo y si posee o no una urdimbre.

Entre los ticunas los tipos de tejido son transmitidos oralmente.

La traducción de 24 tipos representativos de tejidos al lenguaje matemático se hizo con el propósito de preservar para la posteridad estos patrones. “Eso quiere decir que si los ticuna los dejan de ejecutar, o los olvidan por dedicarse a otras labores comerciales, ese saber estará preservado en el documento”. Docencia intercultural Al colegio Francisco de Orellana, donde se educan los niños ticuna de Macedonia y otros resguardos vecinos, llegaron Aldo Parra y Magda González para prestar una

Islandia va camino a convertirse en el primer país del mundo con un nuevo modelo energético renovable basado en el hidrógeno, gracias al aprovechamiento de sus abundantes recursos geotérmicos e hidroeléctricos que le permitirán producir combustible más limpio y barato en los próximos 50 años.

Ciencia 16

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asesoría en el área de matemáticas. “El interés que tienen los padres en enviar a sus hijos a la escuela es que esos conocimientos adquiridos les sirvan para desenvolverse mejor en ‘el mundo de los blancos’. Si los ticuna, por ejemplo, no manejan nuestras matemáticas, difícilmente podrán mañana hacer cálculos para solicitar al gobierno municipal dinero para un puente u obras que les beneficien”. Estos niños, que aprenden a nadar desde los tres años y son capaces de atravesar en pequeñas canoas el río Amazonas, el más caudaloso del mundo y cuentan con destrezas físicas y motrices que los dotan de grandes capacidades de aprendizaje. Sin embargo, “la escuela no logra aprovechar lo suficiente estas maravillosas características de su entorno ni la buena condición social y anímica”. Para remediarlo, con la ayuda de Aldo, Magda y los profesores diseñaron un plan de estudios en matemática, como parte del Proyecto Educativo Institucional de la escuela, que servirá para que los saberes que se les imparten en cada grado los hagan tan competentes como los estudiantes de otras escuelas. Fotografía Aldo Parra

Universal o particular ¿Tienen validez universal los conceptos matemáticos que se enseñan en las universidades o cada cultura desarrolla una vía particular para la que no rigen los conceptos occidentales? Según la investigación desarrollada por Aldo, el hombre siempre hace uso de la matemática, sin importar la cultura, y aunque contar, medir, ordenar, clasificar e inferir no sean concebidos por un pueblo como hechos matemáticos, el ser humano siempre los realiza, aunque estos varían de acuerdo con las necesidades de cada cultura. Durante los cuatro meses que permaneció con los miembros del Resguardo Indígena de Macedonia, ubicado a 60 kilómetros de Leticia, por la ribera del río Amazonas, encontró la manera en que los números se relacionan con el cuerpo:

“Cinco significa ‘los (dedos) que hay en una mano’; cuando se supera esa cantidad, se hace uso de la otra mano; el número seis sería ‘los que hay en una mano y uno de la otra’. Se repite el mismo esquema cuando se supera la decena, y se involucra al pie; por ejemplo, 13 sería ‘dos manos y tres del pie’”, explica Aldo. Pero ¿qué ocurre cuando necesitan contar más de 20 elementos? Se colocan las cosas en un canasto o panero. En cada uno caben 20 objetos o más, “por lo que se presume que un conjunto de 25 frutas puede ser contado como un panero con frutas y no como un panero y una mano”.

Fotografía Aldo Parra

Con la matemática entre los dedos

Desafiando la tendencia general, el estudiante Aldo Parra dejó a una comunidad ticuna el plan de estudios en matemáticas que les permitirá a sus miembros tramitar mejor sus demandas en “el mundo de los blancos”.

En esta manilla se expresa uno de los 24 clases de tejido traducidos a algoritmos.


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Ciencia Yino Castellanos*

Cada espeleotema puede tardar entre 100 y 600 años en crecer un milímetro.

La creación de un catálogo general de las cuevas y cavernas del país es un primer paso para mirar con otros ojos las entrañas de esta tierra.

ta la situación de La Danta, que, debido al uso inadecuado de la minería, con el fin de obtener mármol (hay más de 38 minas artesanales sobre su techo), ha perdido una de sus secciones y no presenta vida sino en el sector más profundo. Tampoco El Cóndor se escapa a la explotación indiscriminada de los 350 metros que conforman sus tres grandes salones. El grupo prepara un estudio más ambicioso de cinco cavernas en Boyacá: las cuevas de Santa Sofía. En el trabajo previo se encontraron datos que hablan de la ignorancia en el uso de estos lugares: uno de ellos fue convertido en discoteca y en la Caverna de la Fábrica la gente rompe los espeleotemas, pues los considera milagrosos. Difícil labor la que le espera a la Sociedad Espeleológica Colombiana, que cuenta con el apoyo de la División de Investigación sede Bogotá (DIB). * Periodista Unimedios.

Colombia, subterránea y sorprendente los ecosistemas subterráneos, como vehículos de semillas, polinizadores y controladores de plagas. Como señala la bióloga Yaneth Muñoz: “La interacción de estos lugares con el entorno es intensa, gracias, entre otras cosas, al vuelo de los guácharos y a la elaboración del guano”. Este fertilizante, producto de la mezcla de excreciones y desechos de los animales, es importante en el renglón agrícola de países como México, pero en Colombia apenas si se reconoce su valor.

Se estiman en más de mil los ecosistemas subterráneos La Danta y El Cóndor que tienen Un paso para la conformación de una Sociedad Espeleológica Colombiana que cabida en sea capaz de crear un inventario preciso el subsuelo de las cuevas y cavernas del país lo cons- criollo.

tituyó la tesis de grado de Sandra Bahamón, estudiante de la carrera de Geología. El trabajo consistió en la caracterización geológica de las cavernas La Danta y El Cóndor, ubicadas en los municipios de Sonsón y Puerto Triunfo, en Antioquia, y es prácticamente inédito en Colombia, ya que no se tienen registrados más de cinco casos de estudio de la composición de la roca, la identificación de los espeleotemas

Fotografías Grupo de Geomorfología y Estudios Fluviales.

Pocos habitantes del municipio de Santa Sofía, en el departamento de Boyacá, saben que el hueco de la Romera era llamado de la Ramera, porque, según la leyenda, allí arrojaban a las mujeres sospechosas de infidelidad; si salían sanas y salvas a Monguí, era gracias a que la virgen María iluminaba sus pasos. Relatos que el folclor vivifica para volver a las cavernas, y retornar al lugar donde la humanidad dejó sus primeras huellas, y sentir ligeramente la presencia del tiempo en cada una de las voces que habitan la oscuridad de estos parajes. Y es debido a esta sensación, unida a la curiosidad que despierta la exploración científica de los laberintos subterráneos del país, que el grupo de Geomorfología y Procesos Fluviales del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional emprendió la difícil tarea de crear un catálogo general de la riqueza espeleológica del territorio colombiano, como un primer paso para llamar la atención sobre la urgencia de preservar este patrimonio. Trabajo no les va a faltar, dadas las condiciones geológicas colombianas, que favorecen la formación de huecos en la roca caliza, en especial por la acción del agua, que lentamente va horadando las barreras naturales que encuentra, labrando en su camino formas múltiples: cuevas, cavernas, grietas, simas y demás tipos de oquedades, que si bien no son las únicas, pues también hay cavernas que se forman por presión sobre el terreno, e incluso hay cuevas glaciales, sí son las más comunes en territorio colombiano. De esta manera, se estiman en más de mil los ecosistemas subterráneos que pueden tener cabida en el subsuelo criollo, concentrados en la zona cárstica del país (cordilleras Central y Oriental), de los cuales no hay reportados más de 200, es decir, nombrados y ubicados, pero sin caracterización geológica. Si bien la espeleología colombiana apenas da sus primeros pasos, los esfuerzos de entidades como la Fundación Natura y los institutos Humboldt y de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, así como investigadores independientes, se han aproximado a la bioespelogía para estudiar la interacción de los seres vivos que habitan en las cavernas y su relación con el entorno. Producto de estos trabajos, se ha logrado identificar buena parte de la fauna que habita estos inhóspitos parajes: los artrópodos, los extraños amblipigios (invertebrados, cuyo primer trabajo de estudio en el país se adelantó recién en 1986), los famosos guácharos (la única ave cavernícola del mundo, cuyo radio de vuelo es de 100 kilómetros) y, por supuesto, los murciélagos, mamíferos importantes en la vida de

(conformaciones que crecen en el interior de las cavernas) y otras actividades técnico-científicas que pueden llevar entre uno y cinco años. Pero, ¿por qué es importante estudiarlas? Es una cuestión vital, afirma el geólogo Manuel Moreno, quién enfatiza en los beneficios que le podría traer al país un registro pormenorizado de sus cuevas y cavernas: el aprovechamiento de las aguas subterráneas y del guano y su uso como archivo geológico. También, claro, por el desarrollo de una industria turística bien planificada, que tenga en cuenta las condiciones médicas más favorables en la práctica de la espeleología extrema: conocimiento de la profundidad y extensión de las cavernas, para evitar problemas de ausencia de oxígeno y prever que la concentración del guano pueda producir ectoplasmosis, un tipo de afección plumonar. Otra tarea de la sociedad sería el monitoreo de las cavernas para que no se repi-

La célebre caverna del Manantial, en Río Claro, Antioquia.


Viajes profundos al mundo natural

Luis Eduardo Mora-Osejo, uno de los científicos más sobresalientes del siglo XX, y sin duda el más eminente botánico colombiano, dejó un inmenso conocimiento sobre la historia vegetal del país. El maestro murió el 11 de marzo, en Bogotá, a los 72 años.

Fotografía Favio González.

El páramo y los estudiantes, dos de sus grandes pasiones.

Favio González* Luis Eduardo Mora-Osejo nació en Túquerres (Nariño) el 7 de diciembre de 1931. Luego de los estudios básicos en su tierra natal, decidió cambiar el paisaje de los volcanes nariñenses por el de Monserrate y Guadalupe, y se trasladó en 1950 a Bogotá para iniciar su carrera en Ciencias Naturales en la Universidad Nacional de Colombia. Con él trajo su capacidad crítica, dedicación y habilidad para observar la naturaleza de manera integral, especialmente las plantas andinas. En 1954, viajó a Alemania para iniciar el doctorado en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, que albergaba entonces a renombrados botánicos cuya tradición académica se remonta a Wilhelm Hoffmeister (1824-1877), Karl von Goebel (1855-1932) y Wilhelm Troll (1897-1978), que marcaron hitos en la Scientia Amabilis. Fue, sin embargo, Wilhelm Troll quien influyó con mayor impacto en Mora-Osejo, legándole el empirismo y la facultad

para reconocer los arquetipos en las plantas, es decir, su arquitectura fundamental, mediante el empleo de la tipología o morfología comparativa. En 1959, Mora-Osejo obtuvo su título con la distinción Magna cum laude, luego de una disertación sobre la morfología comparada, la ontogenia y las adaptaciones de varios miembros de la familia del papiro. El mismo año regresó y se vinculó a la Universidad Nacional de Colombia, donde comenzó a transformar los objetivos y los métodos de investigación y de docencia en biología. En 1968, obtuvo una beca posdoctoral para estudiar la familia Gunneraceae en la Universidad de Harvard y en el Instituto Smithsoniano. Más recientemente (1986), recibió una segunda beca posdoctoral, destinada a estudiar la relación simbiótica entre Nostoc y Gunnera, trabajo que realizó en la Universidad de Heidelberg.

Mora-Osejo describió por lo menos 31 especies de plantas nuevas para la ciencia

Al calor del páramo El destacado botánico nariñense reconoció y criticó la falta de modelos satis-

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factorios que explicasen por qué, cómo y cuándo las plantas tropicales crecen, diversifican, se adaptan y se reproducen. Con ese propósito fundamental, propuso la teoría según la cual se pueden reconocer unidades de crecimiento y floración. En su libro Estudios morfológicos, autoecológicos y sistemáticos en Angiospermas (1987) planteó tres modelos fundamentales para ellas con base en un conocimiento profundo de plantas tropicales. Con su obra, entró a formar parte de una serie de botánicos sobresalientes del siglo XX, entre los que se cuentan Theodoro Eckhard, Stefan Vogel, Werner Rauh, Focko Weberling, Wolfgang Hagemann y H.A. Froebe, todos discípulos de Troll. Su transcurrir investigativo y docente en la Universidad Nacional se basó en dos programas a largo plazo forjados por él y por sus colegas y discípulos: Flora de Colombia, y Estudios Ecológicos Comparativos en el Páramo y el Bosque Altoandino. Este último fue un proyecto de investigación colombo-alemán que produjo varios libros y numerosas tesis, como los dos volúmenes Estudios ecológicos del Páramo y del Bosque Altoandino-Cordillera Oriental de Colombia (1994) y Contribuciones al estudio comparativo de la conductancia y de la transpiración foliar de especies de plantas del páramo (2001). En ellos integró de manera objetiva, crítica y original la sistemática, la morfología, la anatomía, la ecología y la fisiología de plantas. Uno de los descubrimientos importantes allí publicados consiste en lo que él llamó “transpiración pulsátil en plantas de páramo”. Mora-Osejo describió por lo menos 31 especies de plantas nuevas para la ciencia, entre Cyperaceae, Gunneraceae e Isoetaceae. Fue el primer científico colombiano en llevar a cabo un análisis filogenético de un grupo de plantas (el género Oreobolus, Cyperaceae). También realizó investigaciones en la morfología comparada de Hypericaceae, Melastomataceae, Rapateaceae y varias monocotiledóneas arboriformes.

Durante su extenso trabajo de campo recorrió el país y aprehendió su historia natural de manera integral. Prueba de ello son sus colecciones botánicas depositadas en el Herbario Nacional Colombiano. También se destaca su paso por la Universidad de Nariño, donde fue decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas (1961-1965) y rector (1971-1972). Tanto allí como en la Nacional dejó en claro sus ideales en defensa de la educación pública y de un sistema universitario público, autónomo y descentralizado según las necesidades y las fortalezas regionales. De ahí su participación en la estructuración académica de una carrera de biología tropical andina en la Universidad de Caldas. Fue miembro de la Sociedad Linneana de Londres, una de sus distinciones internacionales más importantes, al tiempo que representó a la comunidad científica colombiana, entre otros cargos, como miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 1970, presidente de la misma entre 19822002 e integrante del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. En ese sentido, escribió importantes documentos a favor de la ciencia en el Tercer Mundo y de la globalización del conocimiento. Mora-Osejo estudió las plantas de la misma forma que trató a las personas, con amor, ternura, dedicación y respeto. Su familia y sus discípulos lo saben muy bien, pues supo convertir las salidas de campo en viajes profundos al mundo natural. Y la avidez por aprender buscaba refugio aún bajo los impermeables en medio del páramo para consignar en libretas de campo cada una de las observaciones que pasaban desapercibidas para todos, excepto para él. Enseñó con su ejemplo personal y sus investigaciones originales, más que con el uso de imposiciones o experiencias foráneas. Sus propuestas novedosas acerca de los modelos arquitecturales en los brotes floríferos fueron aún enriquecidas por estudios en otras áreas. Así lo demuestra la tesis del profesor Antonio Sanabria, del Departamento de Farmacia, quien halló una correlación entre la morfología y la fitoquímica en la tribu Eupatorieae (Asteraceae). Deja en prensa lo que serán dos de sus obras más queridas y esperadas, un texto de morfología de plantas tropicales, y la monografía de la familia Gunneraceae para la flora neotrópica. Así que aún póstumamente nos seguirá enseñando por muchos años más. * Profesor Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia.


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Tecnología La potencialidad de un sistema de recolección de agua a partir de la niebla pronostica para las zonas de sequía en el Valle del Cauca un “clima” favorable para solventar la escasez del líquido para consumo humano y labores agropecuarias.

José Manuel Molina y Concepción Escobar

La permanencia de la neblina y la ubicación topográfica son determinantes para enredar el agua.

Vida con cuentagotas Ronald Arana Flórez* Doce mallas de polipropileno de un metro cuadrado cada una se extienden misteriosas sobre la verde alfombra boscosa de Los Arenales, en un territorio de 500 hectáreas. Se trata de una de las zonas geográficas más altas y secas de Roldanillo (Valle del Cauca), sobre la Cordillera Occidental. Como allí, experimentos en cuatro lugares más, ubicados entre los 1.300 y los 1.850 metros sobre el nivel del mar, demuestran las bondades de una tecnología que captura agua de la niebla para abastecimiento humano y agropecuario. Cuando anochece, literalmente, el viento escurre agua, que gota a gota desciende por el entramado sintético de los colectores. Así se empieza a colectar agua en el norte del departamento. El proyecto, liderado por el Departamento de Ingeniería de la Universidad Na-

cional de Colombia, sede Palmira, resulta de alta pertinencia en momentos en que, según recientes investigaciones del Instituto de Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se señala que para 2015 tal vez no existan nevados y en 2016 la crisis hídrica del país alcanzará el 60% de las cabeceras municipales. Diagnóstico que coincide con la alerta que la Organización de las Naciones Unidas lanzó este año sobre el alto riesgo de escasez de agua en Colombia, dados los efectos devastadores de la quema de vegetación, la fumigación de cultivos ilícitos y el uso indiscriminado de pesticidas. Trampas vaporosas Las mallas de polipropileno con alta resistencia calorífica permiten capturar la bruma, al interceptar perpendicularmente el viento. “Cuando la humedad atmosférica es alta (partículas de vapor de agua en estado creciente) se encuentra muy cerca-

na a la saturación, por lo que la idea de la malla es atrapar las gotitas suspendidas, de tal forma que, una vez las partículas chicas choquen contra ella, y una próxima lo haga un milisegundo después, la gota crezca tanto que empiece a escurrir”, explica el director del proyecto, José Manuel Molina Tabares. El proceso siguiente es transportarla por una canaleta a un reservorio donde se almacena diariamente. La eficiencia del proceso de recolección se mejora si la cantidad de las microgotas suspendidas en el aire es alta, el viento corre a grandes velocidades y el material sintético cuenta con fibras densas y delgadas para la interceptación y condensación de la neblina. La producción de niebla se mide por días, principalmente entre las cinco de la tarde y las siete de la mañana, y puede fluctuar de acuerdo con la época del año y el día específico del mes. “Nosotros hemos logrado producciones que van desde 500 hasta casi 9.000 centímetros cúbicos por día, aunque los promedios indican que estamos produciendo entre tres y cuatro litros de agua diarios por metro cuadrado de malla”, cuenta el profesor Molina, magíster en Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Si se tiene en cuenta que el promedio de consumo de subsistencia de agua por persona en el mundo es de 20 litros por día -y preocupa que en Colombia esa tasa oscile entre 40 y 50-, el hecho de obtener tres litros por metro cuadrado de colector de agua a bajos costos (300 litros por colector operacional de 100 metros cuadrados) significa abastecer a pequeños agri-

Hemos logrado producciones de agua que van desde 500 hasta casi 9.000 centímetros cúbicos día, por metro cuadrado de malla.

cultores de la zona a mediano plazo, y a pequeños y medianos centros urbanos, a largo plazo. De momento, la tecnología está diseñada para aplicar en regiones de ladera con actividad agropecuaria, donde con frecuencia ocurren sequías hidrológicas prolongadas, porque los cordones de vientos secos que allí se dan desplazan las lluvias a otros lados. La implementación de un experimento de captación de neblina cuesta alrededor de $250.000 por cada malla con mediciones de humedad relativa y temperatura mediante sensores y dataloger. Cuestión de vida Aunque la malla es importada de Chile, país pionero en este tipo de tecnologías, la colección de neblina, es una alternativa viable, si se compara con lo costosas que resultan propuestas como abrir pozos profundos o extraer agua de los océanos, desalinizarla y transportarla a las ciudades. Dado que estas zonas aun están libres de fenómenos como las lluvias ácidas, la calidad del líquido colectado es tan buena que no requiere tratamiento y es apta para el consumo humano. “Hace 30 años el agua era abundante en el norte del Valle, los campesinos no teníamos por qué preocuparnos a la hora de regar los sembrados y darle agua a los animales. No obstante, hoy la historia es distinta”. Por eso, para Gerardo López, labrador por más de 20 años, es primordial aprender a qué hora aparece y desaparece la niebla. * Periodista Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira.

Máximos y mínimos de recolección de agua


Centroamérica y el Caribe: una mirada Centroamérica y el Caribe Occidental. Coyunturas, crisis y conflictos 1503-1984. Gerhard Sandner, Universidad Nacional de Colombia, Sede San Andrés – Instituto de Estudios Caribeños, Bogotá, Unibiblos, 2003, 418 págs. El profesor Gerhard Sandner (nacido en 1929, en Namibia), autor de este libro, estuvo vinculado al Departamento de Geografía de la Universidad de Hamburgo desde 1965, hasta su retiro en 1994. Durante su vida activa, sus intereses giraron en torno a la historiografía de la geografía alemana, los conflictos del derecho marítimo y los estudios insulares del espacio Caribe. En los muchos años dedicados a los estudios regionales de Centroamérica y el Caribe Occidental, Sandner se convenció de la necesidad de comprender esta región a través de un enfoque integrado, más allá de las divisiones geográficas tradicionales, de las segmentación por disciplinas y de las diferentes escalas. En procura de articular las visiones geográficas con otras históricas y de las ciencias sociales, tanto como de las políticas, alcanzó nuevos y profundos puntos de vista acerca de los motivos, las formas de acción y las consecuencias detrás de las coyunturas, las crisis y los conflictos, y emprendió su estudio abordándolo en su secuencia histórica. El ojo crítico del investigador revela la imposibilidad de entender Centroamérica, en particular su vertiente Caribe, sin considerar al tiempo los procesos formativos y de cambio en el Caribe Occidental, y, de la misma manera, de

comprender la evolución histórica de este último sin considerar el istmo. Así, asume la tarea de integrar las interacciones, interdependencias y relaciones a lo largo de la historia de la región y logra evidenciar sus huellas en aspectos tales como: 1. las operaciones de los piratas y los filibusteros; 2. la expansión británica -en permanente pugna con la española- hacia Belice, las Islas de la Bahía en Honduras y la Mosquitia; 3. los asentamientos británicos y franceses en varios lugares de la costa centroamericana; 4. las migraciones y la diáspora afrocaribe, que dejaron profundas redes de comunicación y parentesco, tanto como estructuras socio-culturales y materiales, y 5. las estrategias políticas norteamericanas. Esta obra deja claro que la ausencia de una división político-administrativa más o menos fija o estable en la región fue solo el reflejo de la situación periférica de Centroamérica y del Caribe, siempre lejos de los centros de poder y del control estatal -territorial, de tal forma que sin la presencia efectiva de Estados y gobiernos la región quedó a merced de las coyunturas, crisis y conflictos ajenos. Sandner propone entonces estudiar un objeto tan complejo desde tres perspectivas: 1. la continuidad histórica, definiendo períodos por forma y acción; 2. el espacio y su trasformación, tal como ha sido definido por el hombre, sus poderes, intereses, y quiénes han sido víctimas de tales manejos; y 3. los conflictos, analizados desde los orígenes de sus procesos y cambios, tanto en su alcance espacial y regional, como en las diferentes escalas: de la región, de la comunidad y del asentamiento humano. Este último aspecto es clave en la estructuración del trabajo, y Sandner no deja de hacer énfasis en la importancia de analizar cada situación en su escala correspondiente para ser entendida plenamente. Jaime Polanía, investigador sede San Andrés.

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“La poesía es la salud del lenguaje” El vuelo inmóvil, Oración del impuro y Suenan timbres, obras desconocidas de tres poetas nacionales, inician la colección de poesía de la Universidad Nacional de Colombia que será presentada en la 17 Feria Internacional del Libro de Bogotá.

La Universidad Nacional de Colombia inicia una nueva colección de poesía. Su propósito es cubrir tres frentes editoriales. Uno dedicado a libros inéditos de poetas nacionales conocidos, desconocidos o medianamente conocidos. Otro, a la suma poética de escritores de trayectoria significativa, que se deja rastrear en varios libros. Un tercero, que incluye textos recobrados, importantes en la obra de un autor consagrado o que son emblemáticos de una época; libros que, parafraseando a Jorge Zalamea, resultan a veces ignorados y olvidados, no obstante su valor estético. En las tres instancias, los editores de esta nueva colección de poesía guardan la esperanza de que, al decir de María Zambrano, haya palabras que, aunque “puede olvidarse quién las dijo, quede actuando, vivo y duradero, su sentido”. Los tres primeros títulos, que serán presentados en la 17 Feria Internacional del Libro de Bogotá, conforman un trípode para iniciar una mirada a la poesía colombiana. Se trata de tres libros de diversas estéticas y de muy distintas procedencias. El vuelo inmóvil, en el capítulo de libros inéditos, es obra del poeta nortesantandereano Jorge Cadavid (Pamplona, 1962), ganador del IX Concurso Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus. Oración del impuro reúne la obra del bolivarense Rómulo Bustos (Santa Catalina de Alejandría, 1954). En la línea de obras recobradas, se publicará Suenan timbres, el

libro del quindiano Luis Vidales (Calarcá, 1904; Bogotá, 1990), un volumen que fue publicado por primera vez en 1926. Cada libro incluye un ensayo sobre el poeta y su obra. Ramón Cote Baraibar escribió el texto para el libro de Cadavid, Roberto Burgos Cantor para el de ustos, Alberto Rodríguez Tosca para el de Vidales. Los tres libros anteceden a títulos de autores como Carlos Obregón, Robinsón Quintero y Óscar Delgado, entre otros. A propósito de la obra inédita de Cadavid, dice Cote Baraibar: “Con el vuelo inmóvil se reafirma una corriente muy pocas veces transitada de la poesía colombiana (...) en la que lo esencial, la desaparición voluntaria de la anécdota y la fina elaboración mental se combinan con la cálida, pero siempre sostenida, imagen sensorial. Una poesía en la que la inteligencia se vuelve emocionante, una poesía del silencio, panteísta, que favorece las metamorfosis, es decir, el cambio en el transcurso del tiempo, que se alimenta de observaciones científicas, en definitiva, una poesía que así como supo salir victoriosa de las trampas del haikú también ha sabido escapar de un estatismo conceptual para mantener y aspirar a una claridad, alejándose de las tentaciones de la abstracción o del hermetismo”. Nace así esta colección de poesía, en un momento en que se privilegian otros géneros. Recordando a Henry David Thoreau, “la poesía es la salud del lenguaje”.


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Cultura Sandra Gómez Galindo* No importa que hayan sido declarados Patrimonio de la Humanidad, candidatizados como sitios sagrados por la ONU, que reciban miles de visitantes anuales o que estén cargados de respuestas que ayuden a entender el pasado, el presente y el futuro de la humanidad. No importa porque los bienes culturales, los mismos que fortalecen la identidad de los pueblos, no dejan de ser mercancía, al menos para esa larga cadena que conforma su comercio ilícito. Un 80% de todos los sitios arqueológicos conocidos en la península de Yucatán ha sido saqueado. En Colombia se han reportado 17 robos de las estatuas de San Agustín en los últimos 15 años. En la década del ochenta salieron del país varias piezas, algunas de más de 700 kilos de peso, que las autoridades aún no se explican cómo pudieron ser sacadas. Lo cierto es que algunas fueron encontradas en una elegante mansión francesa y otras en la calle del Cartucho de Bogotá. Este panorama se repite a lo largo de América Latina casi sin excepción, motivo suficiente para que 60 expertos de América y Europa crearan la Lista Roja de Bienes Culturales Latinoamericanos en Peligro, publicada por el Consejo Internacional de Museos (Icom). En ella se identifican 25 categorías de objetos pertenecientes al patrimonio cultural precolombino y colonial, que son saqueados con mayor frecuencia y puestos a la venta en catálogos de subastas o en el mercado negro. Colecciones ejemplares Aunque en Colombia las leyes que protegen el patrimonio cultural datan de 1939, solo hasta la expedición del Decreto 833 de 2002 existe una reglamentación que garantiza su aplicación. En términos generales, la tenencia de bienes arqueológicos por particulares es perfectamente legal siempre y cuando estén registrados ante la autoridad nacional, lo que, por un lado, garantiza que no salgan del país y, por otro, que no se comercie con ellos, pues pertenecen a la nación y esta condición es inalienable, imprescriptible e inembargable. La pasión del doctor Hugo Sotomayor por estudiar las enfermedades genéticas prehispánicas lo fue acercando a piezas arqueológicas con apariencia poco seductora, incluso para quienes las extrajeron de su contexto histórico. Después de 20 años, tiene bajo su custodia cerca de 30 objetos que han alimentado sus investigaciones y la curiosidad de diferentes públicos. El doctor Sotomayor pasó de ser un propietario ilícito a ser un legal y orgullo- so Tenedor de Patrimonio Nacional. Por ello sabe que está comprometido a no intervenirlas, no sacarlas del país sin autoriza-

En busca del patrimonio encontrado Aunque desde la década del treinta las leyes protegen el patrimonio cultural colombiano, solo desde 2002 dejó de ser letra muerta. Son muchos los matices que siguen marcando el tráfico ilegal. Una reflexión a propósito de la Lista Roja. ción, no comercializarlas, no pedir al Estado dinero por gastos de mantenimiento y dar aviso a las autoridades en caso de cambiar de domicilio. “Legalizar la colección aumentó mi autoestima, al sentir que estoy ayudando a construir país, y eso me hace diferente al guaquero y al europeo que se lleva nuestro patrimonio”. Tráfico ilegal Aunque la legislación es clara, lucrarse de la compra y venta de bienes culturales sigue siendo una práctica que socialmente no es percibida como delito. Desde la Conquista son muchas las familias y comunidades que por generaciones han vivido de “buscar tesoros escondidos”. Para el antropólogo Carlos Sánchez, de la Universidad Nacional, estudioso de la cultura San Agustín, el problema del tráfico tiene sus matices. No solo es la abundancia de guaqueros -que los hay, y de dedicación exclusiva-, también está la situación económica de los campesinos, que los lleva a saquear los montículos funerarios. Es una cuestión de supervivencia: es muy difícil intentar que los lugareños se apropien del patrimonio, cuando tienen necesidades básicas que satisfacer. Además, están los problemas de orden público; en Isnos hay campos minados, los investigadores trabajan con dificultades por la poca movilidad y el limitado presupuesto desvanece las posibilidades de nuevos hallazgos. En su opinión, habría que trabajar mucho más en educación, fortalecimiento de la ley, trabajo malcomunado Estado-comunidad e inversión en investigación. “No es posible que pasen cosas como la del galeón San José; toda la cartografía básica, los documentos oficiales, las coordenadas de barcos y galeones, que deberían reposar en el Archivo General de la Nación, se encuentran en manos de un particular, que además se niega a entregarlos”, dice.

A este respecto, la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura reconoce que, pese a la convención de la Unesco suscrita por más de 90 países, el hecho de que estados como Dinamarca no la hayan ratificado dificulta la restitución de piezas, al exigir documentación como la fecha específica de su salida ilegal. María Isabel Gómez, coordinadora de la campaña contra el tráfico ilícito, señala como un primer logro la cooperación estratégica con instancias como Fiscalía, Procuraduría, DAS, Policía que, junto con 13 instituciones más y los convenios internacionales, van cerrando poco a poco este mercado negro. El mayor valor de las listas rojas y las cartillas corresponde al dicho popular de “soldado advertido no muere en guerra”. Ningún coleccionista, negociante o guaquero puede argüir desconocimiento. Estas son campañas públicas de largo plazo dirigidas incluso a quienes siguen sin entender que, por ejemplo, el turismo es un valor agregado y no la razón de ser de los bienes arqueológicos. Seguir trabajando en el respeto a los bienes culturales asegurará que en el futuro estos no se conviertan en un patrimonio extinguido del que solo queda una lista roja. * Periodista Unimedios.


Editorial

Esta es la nomenclatura que, en diciembre de 2003, el Departamento Administrativo de Catastro Distrital de Bogotá asignó al campus de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, casi setenta años después de que tal predio fuera destinado, por la Revolución en Marcha del presidente Alfonso López Pumarejo, a la sede del alma máter para que liderara la transformación educativa que el país requería para entrar con alguna pertinencia en la modernidad -también en el capitalismo- y dejara atrás el sometimiento a la tradición aldeana que la había dominado desde el siglo XIX. Aunque tardía, estamos celebrando tal inscripción, porque puede estar marcando el rompimiento definitivo con una enorme paradoja: la extrañeza de las relaciones entre la capital del país y la Universidad, uno de los estandartes simbólicos y materiales de la configuración de aquella en el mayor centro urbano colombiano y de los más significativos de América Latina. En efecto, cuando Leopoldo Rother y Fritz Karsen trazaron los primeros esquemas urbanísticos y arquitectónicos de lo que luego se convertiría en uno de los más bellos centros de educación del continente, Bogotá tenía menos de 400 mil habitantes y no había construido ni 500 hectáreas, todas recostados en las laderas de sus Cerros Orientales. Sesenta años después de que la llamada Ciudad Blanca empezó a erigirse como un centro de exposición de las mejores expresiones de la arquitectura que se iba produciendo en el país y a convertirse en la casa de estudios por antonomasia de la educación superior de nuestra apuesta de sociedad y, con ello, a transformarse en el principal motor del crecimiento urbano hacia el occidente de la urbe capitalina, los bogotanos y bogotanas no solo llegaron a contarse en siete millones, sino que edificaron más de 38.000 hectáreas, para llegar a los bordes del río Bogotá y subirse a las montañas que la limitaban en el sur. Sin embargo, a pesar de que esa gigantesca movilización de gente, de materiales y de recursos, y de que la trascendental transformación social, política y cultural que significó el paso de la aldea de los años treinta a la metrópoli del siglo XXI sucedieron justo en los alrededores del campus universitario -hasta dejarlo ubicado en el centro geourbanístico del asen-

AK 30 # 45-03 La sede se va a dotar de un Plan Ambiental que articule su territorio con la estructura ecológica principal de la ciudad y de la Sabana.

tamiento metropolitano-, la Universidad permaneció silenciosamente ajena a ese fragor ciclópeo e intelectual y se encerró en un ensimismamiento que le impidió, entre otras cosas, jugar un papel protagónico y determinante en la cualificación de la existencia física y espiritual, individual y colectiva de los mayores constructores de ciudad que tiene el país. Hasta los años noventa la Universidad vivía encerrada en sus lucubraciones intelectuales y apenas salía a la calle, en manifestaciones abruptas, a veces dramáticas, a dar pábulo para que los sectores más conservadores siguieran estigmatizándola y, con ello, excluyéndola del enorme fenómeno que iba a liderar la entrada definitiva del país en el mundo metropolitano. Incluso, ya en los inicios del siglo XXI, desde una interpretación limitada y provinciana de la autonomía universitaria, se siguió pretendiendo ignorar el extraordinario avance normativo ciudadano que había hecho el país en 1997 (con la Ley 388, de Ordenamiento Territorial) y el paso hacia delante que, de manera singular, había dado Bogotá con la formulación en el año 2000 del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y se aplazó temerariamente el abordaje de la formulación del Plan de Regularización y Manejo (PRM) que tal normativa le imponía a todas las instituciones para legalizar la ubicación urbanística de sus predios en el plano oficinal de la ciudad y para que se hicieran responsables de los impactos de su funcionamiento en el entorno ciudadano. Ahora pensamos que con el PRM, que implementa la sede Bogotá bajo la coordinación de profesores y estudiantes de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, la Universidad no solo se ubica de manera legítima en el territorio urbano, sino que puede legalizar la existencia de las 123 edificaciones que estructuran el campus -17 de las cuales son bienes de interés cultural- y, además, de manera consecuente, estructurar un soporte fundamental de la innovación que se ha propuesto la Univer-

sidad, pues aborda la cualificación del entorno espacial del desempeño educativo, la cual hace parte constitutiva de la propuesta académica que está haciendo al sistema de educación superior del país, para que se ubique con solvencia en el contexto de las sociedades contemporáneas. Con esta actitud, la Universidad se abre a la ciudad y de paso atiende un llamado que la ciudadanía bogotana ha hecho desde la última década del siglo pasado, es decir, desde cuando accedió a la mayoría de edad urbana. En ese despertar comenzó a potenciar su necesidad de hacer uso de la Universidad, a la cual empezó a ver como un componente sine qua non del proyecto de sociedad que ha venido formando desde entonces. En ese contexto, la sede se va a dotar de un Plan Ambiental que articule su territorio con la estructura ecológica principal de la ciudad y de la Sabana; de un Plan de Ordenamiento y Regulación de usos del suelo y de racionalización de su edificación; así como la organización y embellecimiento de su espacio público: plazoletas, senderos, ciclorrutas, cafeterías, jardines y áreas deportivas. En esa dirección, ya estamos terminando la iluminación del campus para potenciar y cualificar su utilización nocturna y ampliar los horarios de las bibliotecas. De esta manera, el Plan sirve para cualificar el disfrute del tiempo libre y para potenciar la oferta de actividades culturales, con lo cual el campus de la Universidad y sus 30.000 habitantes cotidianos ganamos en capacidad anfitriona para recibir a la ciudadanía bogotana, que cada vez más encuentra en ella un refugio cultural. En este escenario, ni el Plan de Regularización y Manejo ni la placa que ahora ya podemos colocar en nuestra entrada de la calle 45 son, pues, meras cuestiones formales, constituyen la materialización fehaciente de una articulación que para el bien de la cultura, de la política y de la modernidad colombianas ha debido consolidarse hace muchos años.

DIRECTOR: Marco Palacios COORDINACIÓN EDITORIAL: Ma. Claudia Rojas Ronderos DISEÑO E IMPRESIÓN: Impresiones Periódicas S.A. PÁGINA WEB: http://unperiodico.unal.edu.co CORREO ELECTRÓNICO: unperiodico_bog@unal.edu.co

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TELÉFONOS: 316 5348 - 316 5000 ext 18384 FAX: 316 5232 ISSN: 1657-0987 DIRECCIÓN: Edif. Uriel Gutiérrez. Transversal 38 No 40-01, 5 piso.


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Opinión

¿Tienen vida propia las noticias? Jairo Gómez* La noticia, esencia del periodismo, no se puede morir. Si ello llegara a ocurrir, como decían en el Uruguay, en épocas de dictadura, en los años setenta: “apague y vámonos”. Claro, de qué democracia hablaríamos. Sencillamente, los periodistas no existirían y los Cronistas de Indias infructuosamente habrían contado lo que nos contaron. Las noticias tienen vida propia. La tiene, por ejemplo, la masacre de Guaitarilla (Nariño), donde murieron siete policías y cuatro civiles a manos de un comando del Ejército. El responsable de que ese hecho no termine en “el cementerio de las noticias” es, justamente, el periodismo. Pero con sano criterio, resulta preocupante que la investigación del caso quede exclusivamente en manos del Estado -que debe y tiene que hacerla- y el periodismo no asuma la responsabilidad de hacer la suya. El Ministerio de Defensa han dicho que cinco días no son suficientes para esclarecer los hechos, y hoy la respuesta es que lo sucedido es complejo y “requiere de una averiguación más profunda”. Preocupa entonces que los periodistas sigan allí, expectantes, sin investigación propia. Con actitudes como esta se confirma una situación muy preocupante: que muchas noticias, después de haber provocado interés, estupor, pánico o desinformación , simplemente desaparecen. ¿Cómo muere una noticia? La pregunta se la hacía el columnista estadounidense Jim Hoagland, quien además escribió en un artículo sobre el tema: “el periodismo es la única forma narrativa en la que es posible omitir el final. Una historia no termina cuando quien está escuchando no insiste en saber cómo va a terminar”. Pero, infortunadamente, esto suele suceder en Colombia con innumerables noticias que hoy, por cuenta del olvido deliberado o no, o por falta de espacio en los medios, se decide sepultar en el “cementerio de las noticias”, bajo la creencia falsa de que al radioescucha, lector o televidente ya no le interesan los resultados finales de las historias. Desde el periodismo se critica a la justicia y nos damos cuenta, tardíamente, que, de este lado, las noticias

también prescriben, en muchos casos intencionalmente. La tarea del periodista no consiste en satisfacer o llenar las curiosidades del público, consiste en informar desde el principio hasta el final. Pero es inquietante cuando esa responsabilidad se delega en las fuentes, sobre todo en un país cuyo conflicto nos desborda a diario. Ayer Guaitarilla, hoy Cajamarca, donde murieron cinco humildes campesinos por cuenta del Ejército, al confundirlos con un escuadrón de la guerrilla. Para colmo de males, esto ocurre sin entrar en vigencia el Estatuto Antiterrorista. Las noticias anteriores terminarán llamándose “historias cíclicas”, esas que el ensayista y periodista italiano Furio Colombo identifica como “aquellas que reaparecen a intervalos más o menos regulares, casi intactas, y narradas de nuevo, como si no hubieran existido en el pasado precedente”; Pueblo Rico, Antioquia, por ejemplo. Desde algunas redacciones la resistencia a profundizar en las noticias toma muchas formas. Hay resistencia activa, pasiva, consciente e inconsciente. Hay sabotaje y subterfugio. Sin embargo, en esa coyuntura debe salir a flote el periodismo independiente y comprometido con los valores democráticos de una sociedad. El secreto del éxito en cualquier proceso, sistema o estrategia periodística, desde la perspectiva de los medios, es la puesta en práctica de una información veraz e irremediablemente transparente, lejos de manipulaciones y actitudes amañadas. Y allí es donde entra en juego la gente, máximo juez, que tarde o temprano castiga o catapulta al periodismo. Para la muestra un botón: en España, Aznar y sus ministros intentaron ocultar información -11 M- y en las urnas los castigaron. La noticia tiene vida propia, es inherente a ella, pero cuando llega a manos de quienes están en la obligación de difundirla -los periodistas- pierde autonomía y su vida entra a depender de la seriedad con que se divulgue, para que su historia trascienda y el público conozca el final. * Director Unidad de Medios de Comunicación (Unimedios) de la Universidad Nacional de Colombia.

Caricatura


Según uno de los Upanishads (libros sagrados del hinduismo), el cosmos se formó a partir de las vibraciones que surgían de la nada. Los sonidos se fueron tornando palabras, pensamiento y, más adelante, escritura. El cosmos es una gran música que se expresa en las más variadas formas del pensar. Dos mil seiscientos años después, el científico colombiano Rodolfo Llinás parecería inspirarse en el mito. Con otros recursos, demostraba a los asistentes al concierto “La música, lenguaje básico del cerebro”, que tal creencia de alguna manera funciona, pues los cien mil millones de neuronas que habitan el cerebro humano se expresan rítmicamente, sin cesar, a intervalos de tiempo que dan cuenta de su actividad eléctrica. Cuando el tálamo ordena estos “ruidos” internos, provenientes de la corteza cerebral, primero fragmentados y luego secuenciados temporalmente, la realidad exterior cobra sentido, de la misma manera que los sonidos aislados producidos por un instrumento se transforman en una melodía gracias a que tiempos, frecuencias y tonos se ordenan en la mente del intérprete y, en

Constituida en un gran cerebro, la Orquesta Filarmónica de Bogotá le sirvió al científico colombiano Rodolfo Llinás para mostrar cómo se relacionan la música, el lenguaje y el pensamiento.

forma coordinada, dadas las señales del director, con el resto de la orquesta en una gran pieza musical. De esta manera, el diálogo entre tálamo (director) y corteza (músicos) permite al cerebro crear modelos virtuales de la realidad exterior basado en una “gramática musical”, cuya frecuencia, ritmo y tiempo están en la base del movimiento, y este,

Todo el tiempo los cien mil millones de neuronas que habitan el cerebro humano se expresan rítmicamente.

Fotografía Nelson Nieto

Equipo periodístico de Unimedios

Silencio. Neuronas en concierto El investigador bogotano prepara lo que será su experimento cerebro-musical.

a su vez, en la evolución del pensamiento y de las emociones. Cuando “la actividad musical” de las neuronas es alterada con otros ritmos, ya sea por enfermedades como Parkinson, o por el uso de fármacos, se producen disonancias que se traducen sintomáticamente en el paciente. Y es que el cerebro, en palabras del propio Llinás, “es un órgano musical que trabaja con oscilaciones de aire, ‘sonidos’, organizados por el tálamo, que es el gran director de orquesta. La realidad está hecha de pedazos de tiempo, como la música, una sola cosa a la vez, esperando la entrada que le da el gran maestro”. En consecuencia, la actividad consistió en un ejercicio pedagógico en el que las neuronas dejaron ver su vocación innata de concertistas, que la evolución biológica y cultural ha pulido, hasta alcanzar la gran complejidad de cada una de las funciones del cerebro, como parte del gran concierto del pensamiento: “la música es una interpretación que el cerebro hace de las vibraciones del aire”, concluye el científico colombiano.

Fotografía Nelson Nieto

El lenguaje del alma De la misma manera que los niños aprenden un idioma sin necesidad de estudiar

previamente su gramática, el ritmo interior del cerebro nos permite sintonizarnos con una melodía y emocionarnos sin saber nada de teoría musical, porque en ambos casos se trata del desarrollo de sonidos que no requieren “traducción” por parte de la cabeza. “La música, que solo existe en el cerebro, es producida por él sin necesidad de códigos; entra directamente”. Además, anota Llinás, “las raíces del lenguaje y de la música son las mismas”. Quizá por esto la música sea reconocida como el lenguaje universal. Sin olvidar que es posible afinar el talento musical, especialmente a temprana edad, cuando las estructuras cerebrales son más flexibles. Como observa Édgar Puentes, director del Programa de Conciertos Didácticos de la Filarmónica, lo importante del experimento es tener un contexto que le permita a la persona vincular un concepto a hechos físicos. De esta manera, las emociones, pensamientos y lenguajes, producto de la formidable plasticidad funcional del cerebro, que como en una coreografía preparada y ensayada por él se hospedan en la música, con la venia de la naturaleza, aparecieron en el Auditorio León de Greiff, para desconcertar a los asistentes.

Ciencia y música, productos de la armonía cerebral, bajo la batuta de Llinás.

Bogotá, D.C. • No 56 • Abril 18 de 2004 • PÁGINA WEB: http://unperiodico.unal.edu.co • CORREO ELECTRÓNICO: unperiodico_bog@unal.edu.co • ISSN 1657-0987


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