Informe Justicia Coyuntura 16 UN: 7 3 2 Paul Wolfowitz en el Banco dos años de gestión Cinco falacias y algunas muestran significativos avances.
certezas acerca de verdad, justicia y reparación.
Mundial: “¿un zorro a cargo del gallinero?”.
Editorial
El profesor Marco Palacios renunció a la Rectoría de la Universidad Nacional.
Página web: http//unperiodico.unal.edu.co Correo electrónico: unperiodico_bog@unal.edu.co Bogotá D.C. Nº 73, domingo 10 de abril de 2005
Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987
Claustro del antiguo Colegio Universitario de los Agustinos.
Guillermo Flórez.
UN en el corazón
de la ciudad
Hallazgos de la ciencia colombiana El Instituto de Inmunología muestra avances de la vacuna contra la malaria, así como terapias y diagnósticos en enfermedades autoinmunes y tumorales.
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Con la donación del inmueble
donde funcionara a mediados del siglo XVIII el claustro del Colegio de los Agustinos, la Universidad Nacional hace presencia en el centro histórico de Bogotá. La apertura del Alma máter a la ciudad, forma parte de un plan institucional, que busca descentralizar su presencia física y revitalizar espacios de encuentros académicos y culturales. El Instituto Jorge Eliécer Gaitán y la Hemeroteca Nacional están incluidos en el proyecto.
El legado político del Papa El periodista y escritor Neal Ascherson muestra la ambigüedad del Sumo Pontífice frente a la democracia y su visión de la libertad como un medio para conseguir un fin.
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Editorial
La Nacional en la ruta del siglo XXI Bogotá D.C. 5 de abril de 2005 Doctora CECILIA MARÍA VÉLEZ WHITE Ministra de Educación Nacional y Señores Miembros del Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Colombia La Ciudad
■ Domingo 10 de abril de 2005
Estimada señora Ministra y Señores Consejeros, Por situaciones personales que exigen toda mi atención y que escapan a mi voluntad de servicio, me veo obligado a presentar renuncia irrevocable del cargo de Rector de la Universidad Nacional de Colombia, que desempeño desde el 10 de abril de 2003. Es apenas natural que esta determinación lleve a la percepción de que se cierra un ciclo del proceso de reforma académica que propuse desde el momento en que acepté postular mi nombre a la rectoría en febrero de 2003. Percepción acertada, no tanto por el hecho de mi renuncia, como por la reciente aprobación por el Consejo Superior Universitario de la reforma del Estatuto General que echa los cimientos institucionales de la propuesta de transformación académica de esta rectoría. Por supuesto que estamos lejos de alcanzar la meta deseada. Tratándose de una transformación considerable en una organización tan compleja como es la UN, habrá que trabajar mancomunadamente durante varios años para realizarla en integridad. Permítanme hacer un somero comentario de este bienio al frente de la dirección universitaria que comienzo con un dato básico: gobernó un equipo de dirección, guiado por las normas vigentes e inspirado en los ideales de servicio a la educación pública colombiana. Por eso, al retirarme expreso mi gratitud a todos los profesores y funcionarios con cuyo
concurso abnegado, calidad profesional y visión de futuro, pudimos formular un plan de cambios de diferente escala, y, comenzar a ejecutarlos. En febrero de 2003 acepté la invitación de un nutrido grupo de docentes a presentarme como aspirante a la rectoría. Conceptuaban ellos que la UN iba cuesta abajo. Sofocada por una pesada capa retórica de “la universidad bastión contra el Estado”, se deslizaba hacia un reinado de prácticas electoreras y de amiguismo. Al coincidir con este preocupante diagnóstico ofrecí mi contribución para reorientar la institución. Con tal fin debía reabrirse el proceso de reforma académica de los años de 1960 que ganó ímpetu en 1985-1995. Hoy, vuelve el entusiasmo reformista y nuestra propuesta, en sus distintos componentes y aspectos, marcha a paso firme. Retornar a ese proceso ha significado dos años de intenso y fructífero debate dentro de la Universidad y también fuera de ella puesto que el tema empieza a despertar interés de la ciudadanía. En este lapso hemos terminado una fase de la tarea que se impuso esta rectoría: trazar un nuevo rumbo a la UN. No fue fácil. Hubimos de asegurar la estabilidad institucional ante el empeño de hacer ingobernable la UN por parte de grupos comprometidos con las prácticas y dogmas anteriores. Asunto complicado por cuanto algunos de estos grupos propiciaron vías de hecho ejecutadas a la sombra de acciones judiciales que crearon un clima de inseguridad jurídica, superado por sendas sentencias de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado a fines del 2003 que, en sustancia, ratificaron la legalidad de mi nombramiento. De este modo pudimos culminar la etapa de preparar y formular los principios de la reforma. Asegurado el orden interno, conseguimos iniciar un amplio proceso de socialización de nuestra propuesta de reforma, no sólo desde la rectoría sino desde las Facultades y unidades académicas. La reforma es trascendental para el porvenir de la educación colombiana. Per-
mitirá a la Universidad erigirse en modelo universitario en el país. La reforma revive la responsabilidad social con los colombianos frente al siglo XXI. Al inspirarse en los ideales de democracia social consagrados en nuestra Constitución, ofrece la titulación en programas universitarios de alta calidad al mayor número posible de jóvenes colombianos. Para aumentar la cobertura real (número de graduados) y mejorar sustancialmente la calidad conforme a estándares mundiales, la UN debe continuar las tareas de transformar el modelo pedagógico, adoptar formas colectivas de construcción y modificación de los programas curriculares, impulsar decididamente los programas de investigación pertinente y de punta, acoger con creatividad las herramientas de la informática y la comunicación y reorganizar los respectivos procedimientos administrativos. De una reforma de tal amplitud cabe esperar que la formación académica conduzca a una formación profesional en las competencias respectivas de manera más rápida, intensiva y racional y que, al mismo tiempo, se incremente el porcentaje de la población estudiantil graduada en el tiempo reglamentario. Obtener un título profesional de alta calidad será mucho más alcanzable de lo que pretendió una sociedad con rezagos feudales y señoriales que bloqueó a la mayoría de la población sus aspiraciones legítimas de educación profesional. Para este fin, mistificó los grados universitarios y trató de hacerlos inaccesibles, prolongándolos y llenándolos de requisitos arcaicos con exceso de clases, contenidos repetidos, rigidez en los planes de estudio y en los requisitos de grado. En segundo lugar, la Reforma parte de un hecho social fehaciente: la velocidad de creación de conocimiento restringe la validez social y profesional de los títulos universitarios que será más y más limitada en el tiempo. Se ha hecho muy claro que la educación es un forjarse a lo largo de la vida. De allí la pertinencia de la investigación y del desarrollo de
los programas de educación continua y de los postgrados de alto nivel, en particular, de los doctorados. Con las reformas estatutarias aprobadas se garantiza un soporte institucional formidable a la propuesta reformista. Ahora estamos mejor preparados para comprender y practicar el principio según el cual la universidad es para aprender a aprender. En la rendición de cuentas que he preparado describo pormenorizadamente los logros y dificultades y señalo lo que, a mi juicio, aún queda pendiente. Pero debo mencionar que en los próximos meses se resolverá la compra de la Clínica Santa Rosa, base del Hospital Universitario, (que nunca ha sido concebido como una alternativa a la reapertura del San Juan de Dios) y se presentará ante el Consejo Académico el proyecto para un programa de periodismo, dos de los puntos centrales de mi agenda como aspirante a la rectoría hace dos años. Para mostrar la recuperación de la buena salud de la UN en el período de mi gestión menciono, por vía de ejemplo, estos datos: • Aumento de la cobertura real: en el año 2002 la Universidad graduó en el nivel profesional, maestrías y doctorados a 4.200 estudiantes y en el 2004 a 6.651. Esto es un aumento de 2.451. • Esfuerzo investigativo: el número de grupos de investigación reconocidos por Colciencias se incrementó de 97 en Julio del 2003 a 227 en Octubre del 2004. • Esfuerzo presupuestal en investigación: en 200102 la inversión en investigación fue de $17.240 millones de pesos (el 18% de la inversión total de la Universidad) y en 2004-05 de $30.000 millones (el 23% de la inversión total de la Universidad) • El Concurso de méritos para docentes llamado 2017 (el año en que la UN cumplirá su sesquicentenario) ya fue abierto para 300 cargos, con ámbito nacional e internacional. Fue abierto el 28 de marzo y cerrará el 23 de mayo. Hasta ayer se habían presentado 973 solicitudes, de las cuales 70 candidatos
con doctorado, 300 con otros posgrados y 57 extranjeros. • Más participación: gracias al voto electrónico y al incentivo de un umbral mínimo la participación estudiantil en los procesos de elección de representantes al Consejo Superior Universitario realizados los días 19, 20 y 21 de octubre de 2004 alcanzó el 35.2% sobre el total de la población estudiantil contra un 10.8% en la elección de noviembre del 2002. • Innovación académico-administrativa: adopción del sistema de créditos y su incorporación a los sistemas informáticos y simplificación de los requisitos de grado El logro de resultados tan positivos como estos fue posible por el apoyo y confianza del Consejo Superior Universitario y del Consejo Académico; por la responsabilidad institucional asumida por el profesorado y por la paciencia y mesura de los estudiantes quines, con sus familias, han advertido la pertinencia social y las bondades académicas de la reforma propuesta. Todo esto sin desmedro del espíritu crítico que ha caracterizado a la comunidad académica. Para mí no habrá honor más alto que haber servido con desinterés y probidad desde esta rectoría, primero en el cuatrienio de 1984 a 1988 y durante los dos últimos años. La UN es una de las instituciones con mayor potencial de rendimiento social y convivencia que tenemos los colombianos. En estos dos años hemos erigido los marcos institucionales y de nuevo hemos sembrado en la comunidad universitaria la idea de reformarse por sí misma conforme a su responsabilidad social y en concordancia con las aspiraciones democráticas de los colombianos. Reciban un saludo muy cordial.
MARCO PALACIOS Rector
Director: Marco Palacios � Comité editorial: Egberto Bermúdez Cujar � Luis Eduardo Hoyos Jaramillo � Carlos Patiño Villa � Rocío Londoño Botero � Clara Helena Sánchez Botero � Fabio González Benítez � Jorge Cossio � Juan Carlos Chica. � Coordinadores Editoriales: Zoraida Rueda, Leonardo Villa � Coordinadores periodísticos: Eduardo López Hooker, María C. Rojas � Coordinador gráfico: Andrés Leonardo Cuéllar V. � Corrector: Fernando Carretero P. � Diseño e impresión: Impresiones Periódicas S. A. Página Web: http://unperiodico.unal.edu.co Versión Internet: UNDigital Correo electrónico: unperiodico_bog@unal.edu.co Teléfonos: 316 5348 - 316 5000 extensión: 18384 / Fax: 3165232 Edificio Uriel Gutiérrez Transv. 38 Nº 40-01, piso 5º. ISNN1657-0987
Coyuntura El halcón conservador Paul Wolfowitz acaba de ser nombrado
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presidente del Banco Mundial, se lamenta Alex Wilks quien cree que un proceso democrático debería decidir quién gobierna el mundo.
¿Banco de los Estados Unidos o
Banco Mundial?
Alex Wilks*
Con un hombre de confianza de Bush en el Banco Mundial, crecen
organismo. La mayoría de las personas se escandalizarían si tuvieran que votar y no vieran sino un nombre impreso en la papeleta. Pero este es precisamente lo que rige el proceso de selección de la organización para el desarrollo más poderosa del mundo, el Banco Mundial. Al nombrar Bush a Wolfowitz, los 183 países del mundo miembros del Banco están en la misma situación que los frustrados votantes descritos arriba: se supone que votaron por Wolfowitz. Tal vez consciente de que tanto el proceso como el candidato son difíciles de justificar, el presidente Bush llamó a los otros líderes del G7 para presionar, con éxito, la aceptación de su candidato. No solo los inconformes radicales estuvieron en desacuerdo con esta escogencia. El Financial Times dijo que nombrar a Wolfowitz en el Banco Mundial era poner al “zorro a cargo del gallinero”, y el ministro de desarrollo alemán, Heidemarie Wiexzorek-Zeul, dijo con ironía que el entusiasmo en “la vieja Europa no había sido exactamente avasallador”.
Oponiéndose a Wolfowitz Wolfowitz tiene sobre sus hombros una pesada carga política. Es uno de los arquitectos de la polémica corriente neoconservadora que recomienda los ataques preventivos contra otras naciones. Como subsecretario de defensa de los Estados Unidos fue uno de los más encarnizados partidarios de la guerra contra Irak. Y ante el Congreso
hizo proyecciones incorrectas sobre el número de tropas que se necesitarían y los costos de la reconstrucción. No es claro que sus declaraciones públicas fueran o no afectadas por su ideología. Pero como presidente del Banco Mundial a menudo tendrá que hacer pronósticos económicos y cálculos de financiación. ¿Cómo puede el mundo tener confianza en él? Dos miembros del parlamento británico, David Drew (laborista) y Andrew George (liberal demócrata) presentaron una moción sosteniendo: “Siendo uno de los arquitectos de la invasión a Irak, es particularmente inepto para negociar con los países más pobres del mundo; no tiene ningún antecedente que demuestre que comprende a esos países”. Mi organización, la European Network on Debt and Development (Eurodad–Red Europea de Deuda y Desarrollo) presentó una carta pública de protesta expresando la preocupación de que bajo Wolfowitz, el flujo de ayuda del Banco Mundial va a depender de las prioridades del gobierno de Estados Unidos. Más de 1.300 grupos de la sociedad civil e individuos la firmaron en menos de 48 horas después del anuncio de su nombramiento. Entre ellos, había grupos muy conocidos como Action Aid International y Friends of the Earth International, fuera de pequeñas asociaciones en más de 60 países.
Preocupaciones reales Durante la Guerra Fría, el Banco Mundial fue usado
los temores por el endurecimiento de las políticas del
para premiar a aliados de los Estados Unidos como Indonesia (bajo Suharto), donde Wolfowitz fue embajador entre 1986 y 1989, y Zaire (bajo Mobuto) donde existían pocas o ninguna posibilidad de que los préstamos se usaran para ayudar a los ciudadanos más pobres. Hoy, éstos y muchos otros países siguen pagando estas deudas.
Foto AFP Shawn Thew - STR.
La experiencia de Irak no es un buen presagio para los enfoques de las políticas económicas de Wolfowitz. Mohammed Al-Sayed Said del Al-Ahram Centre For Political and Strategic Studies (Centro de Estudios Estratégicos) de Egipto dijo esperar que Wolfowitz imprimiera en el Banco, “una filosofía ultraderechista basada en
Nusantara, director de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuando Wolfowitz fue embajador en Indonesia, “nunca mostró interés por los asuntos de democratización o de respeto a los derechos humanos”. Los gobiernos europeos y otros aceptaron el nombramiento de Wolfowitz, con la condición de nombrar al vi-
Wolfowitz tiene sobre sus hombros una pesada carga política. Es uno de los arquitectos de la polémica corriente neoconservadora que recomienda los ataques preventivos contra otras naciones. imponer una política básicamente monetarista de pleno mercado libre carente de una adecuada preocupación por la pobreza”.
Rompiendo con el pasado
Paul Wolfowitz, presidente
Banco Mundial
Una gran preocupación es que el Banco Mundial dirigido por Wolfowitz trate de conceder nuevamente ayuda según el metro de los Estados Unidos para los “buenos” y los “malos” países. Algunos funcionarios del Banco han expresado el temor de que tendrá una pérdida drástica de credibilidad. Y el ex economista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, ha predicho que sus misiones en todos los países serán recibidas con protestas callejeras.
En años recientes, el Banco renunció, bajo presión, a su apoyo a políticas equitativas de liberalización y privatización. Ha sido, sin embargo, renuente a implementar esta política, y el hecho de que haya reconocido sus errores pasados y dicho que va a escuchar a los gobiernos nacionales y a los grupos de la sociedad civil, ha abierto el espacio para que algunos países negocien con más flexibilidad. Si Wolfowitz restituye un enfoque de comando y control desde Washington, nadie recibirá esto bien. El interés en la democratización de Wolfowitz no es tan sólido o consistente como nos quiere hacer creer. Según Abdul Hakim Garuda
cepresidente del Banco. Aunque el presidente tiene un gran peso en la institución, la junta puede bloquear malas políticas, proyectos e iniciativas. Y los grupos de la sociedad civil de todo el mundo redoblarán sus esfuerzos por desafiar y frenar al Banco desde afuera. La próxima vez que se busque un presidente para el Banco Mundial, los gobiernos del mundo deben insistir en un proceso de selección por lo menos tan abierto y transparente como el que acaba de anunciar Kofi Annan para el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. El actual procedimiento que, como ha dicho Jesse Jackson, “margina a la mayor parte del mundo”, es absurdo e indigno para una organización que sostiene representar la democracia y la igualdad. Publicado por la Universidad Nacional de Colombia con propósitos pedagógicos y bajo licencia académica de openDemocracy. Traducción de Nicolás Suescún.
■ Domingo 10 de abril de 2005
* Coordinador de la European Network on Debt and Development (Eurodad) y coeditor de WorldBankPresident.org.
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Internacional
Juan Pablo II
y la democracia Fotos Archivo.
Durante su larga vida, el papa polaco, Karol Wojtyla, estuvo en la vanguardia de la lucha por la
libertad. Pero, ¿cuál fue la posición sobre la democracia de esta imponente figura durante sus 26 años en el Vaticano? El distinguido escritor Neal Ascherson analiza su ambiguo legado.
Neal Ascherson*
■ Domingo 10 de abril de 2005
* Periodista y escritor. Durante muchos años fue corresponsal extranjero del Observer (de Londres). Entre sus libros se cuentan The Struggles for Poland (Las luchas por Polonia, 1988), Black Sea (Mar Negro, 1966), y Stone voices: the search for Scotland (Voces de piedra: la búsqueda de Escocia, 2003).
A los oficiales de los ejércitos les enseñan dos formas de comandar una brigada o una división en el campo de batalla. Una es el “control directivo”, que quiere decir establecer órdenes generales y prioridades absolutamente claras para que los oficiales de rango inferior las lleven a cabo. La otra es el “comando orden”. A este se le llama a veces “comandar desde el frente”, o, más ofensivamente, una obsesiva interferencia en los detalles. En la práctica del comando orden el general ejerce un control minuto a minuto para asegurarse de que sus órdenes se lleven a cabo con precisión, y en cualquier momento puede súbitamente anular las órdenes dadas por un subordinado. La iglesia católica se parece a un ejército en muchas formas. Pocos papas tienen, sin embargo, las cualidades de un oficial superior. La tradición es que no aclaren sus órdenes generales y que tampoco interfieran con los prelados que, en el ámbito operacional, están tratando de que el espectáculo siga de gira. El papa Juan Pablo II, al contrario, era un guerrero comandante. Inició su largo pontificado en 1978 con dos percepciones, que requerían una acción ofensiva. La
Diplomático de una fe en crisis,
de la Cuba castrista.
primera era que la iglesia se encontraba en medio de un desastre organizativo que, de permitir que la disciplina se deteriorara aun más, entraría en una etapa de desintegración final. La segunda era que el mundo estaba en guerra. Se trataba de un conflicto de dos frentes contra el materialismo: un frente contra el marxismo ateo y el otro contra la fuerza atomizadora y desmoralizadora del capitalismo de mercado libre. Ningún papa en la historia reciente había acometido su tarea con igual energía y entusiasmo. Pero como la mayoría de los generales, Karol Wojtyla no era un alumno modelo de colegio militar. Al principio, sobre todo, practicó algo el control directivo, pero no tardó en verse incitado a protagonizar una serie de episodios de órdenes comando que horrorizaron
Juan Pablo II, animó con su presencia el dormido espíritu confesional a los intelectuales católicos. El desacuerdo fue tratado como herejía, ya fuera el de teólogos individuales o el de órdenes enteras. A la inversa, promovió y favoreció a algunos grupos laicos de verdad horripilantes o a rústicos taumaturgos (el Opus Dei o el padre Pío) que no representaban ninguna amenaza para la estructura de mando. La respuesta de Juan Pablo al diluvio de revelaciones sobre el abuso sexual de niños por el clero católico fue nada típicamente débil, quizás porque ya estaba viejo y enfermo cuando empezó a salir a la luz la verdadera dimensión de este horror. Su campaña para restaurar la autoridad y la disciplina de la iglesia fue ciertamente espectacular. Pero no es claro que lograra más que la resignada obediencia de miles en la jerarquía que esperaban por dentro a un nuevo
pontífice menos autoritario. Igualmente transitorio, es posible predecirlo, resultará ser su tremendo esfuerzo por mantener la línea tradicional sobre los asuntos “sexuales”: el divorcio, el aborto, la contracepción, el celibato del clero y la ordenación de mujeres. Hablaba con pasión sobre los pobres del mundo y su explotación por los ricos. Pero su rígido conservatismo respecto a la contracepción en la época del VIH/sida, y su supresión de cualquier indicio de “teología de la liberación”, sugieren que su comprensión de la realidad en los continentes pobres a menudo era débil.
El papa y la democracia Mucho se ha dicho y repetido sobre su supuesto “fracaso en comprender” el carácter de la sociedad libe-
ral occidental. En realidad, entendía la dinámica social de Europa occidental o Norteamérica, pero le disgustaba lo que allí veía. A cambio, sentían aversión hacia él, y a veces lo detestaban los reformadores dentro o fuera de la iglesia que también se escandalizaban ante el materialismo de sus propias sociedades pero que solo podían ver su rechazo a la liberalización de la iglesia como un autoritarismo brutal y reaccionario. En su primera visita a los Estados Unidos, Juan Pablo II se enfrentó a una generalizada e impresionante campaña para que reconsiderara la ordenación de mujeres. La campaña produjo evidencias (no sé qué tan sólidas) proponiendo que una mayoría de los católicos estadounidenses estaban a favor de este cambio. Al papa no lo impresionaron para nada estas razones. Un columnista insinuó, después, que había sido la primera figura mundial en sugerirle al público estadounidense que los deseos de la mayoría no siempre implicaban su satisfacción. Esto nos trae a la cuestión de su actitud ante la democracia. Estaba a favor de ella, por lo menos en cuanto una mejora ante lo que había vivido. Tenía reservas sobre el comportamiento de los políticos profesionales elegidos y los partidos políticos, pero estas eran dudas compartidas por todos los demócratas inteligentes. Además, ese actuar era enormemente superior al de los políticos no elegidos en los estados de partido único. Aunque ciertamente no creía que la vox populi era la vox Dei. Las personas pedían cosas que no debían tener o acusaban falsamente a los inocentes; y atribuir la infalibilidad a una forma particular de go-
El papa y Polonia Aquí la procedencia polaca es de suma importancia para comprender la mente de Wojtyla. Fue criado dentro de una tradición conservadora y nacionalista, todavía inmersa en la mitología cautivante de la larga lucha de Polonia por recuperar la independencia. En el centro de esta ideología se hallaba la mitología decimonónica del “mesianismo”. Polonia era presentada como la reencarnación colectiva de Jesucristo, destinada a ser crucificada, a descender a la tumba y a la resurrección en la gloria para redimir a las naciones por su sacrificio. Huellas inconfundibles de este mesianismo nacional recurren en los espléndidos ciclos de sermones de Wojtyla (mucho mejor escritos que sus dramas y poesía de segunda). Y esta influencia lo marcó con una síntesis peculiarmente polaca del patriotismo y la teología. Para Karol Wojtyla, la creación humana de Dios estaba compuesta por tres círculos concéntricos: el individuo, la familia y la nación: cada uno obra de Dios, y cada uno sagrado. El tirano que levantaba su espada
Internacional
26 años de pontificado, en
los que visitó 129 países, le permitieron a Karol Wojtila, convertirse en una figura emblemática del mundo espiritual contemporáneo. contra la nación cristiana era tan blasfemo como cuando la levantaba contra una familia cristiana o una mujer o un hombre cristianos. Era por eso que en sus peregrinaciones se arrodillaba para besar piadosamente la tierra al llegar a una nueva nación. Su primera visita a Polonia como papa, en 1979, abrió un fatal boquete en la credibilidad del régimen comunista. Solidaridad surgió al año siguiente y, aunque fue temporalmente aplastada en 1981, pronto fue claro que el boquete bajo agua se estaba extendiendo a todos los demás regímenes del “imperio exterior” soviético. (Según una leyenda cariñosamente cultivada, en septiembre de 1980, cuando parecía inminente una invasión soviética, el Papa le habría advertido al líder soviético, Leonid Brezhnev, que si Polonia era atacada trasladaría el papado y el Vaticano a Cracovia. Hasta este momento, no hay prueba alguna de la veracidad de esta historia). La “peregrinación” de 1979 fue el primer evento en un proceso que terminó diez años después en Varsovia y Praga, y con la caída del muro de Berlín. Pero entre las palabras que iniciaron el proceso no estaba “democracia”. Dichas ante un millón de personas junto a la tumba del Soldado Desconocido, eran de este tenor: “La exclusión de Cristo de la historia de la humanidad es un acto contra el ser humano (…) No se puede comprender al hombre fuera de la comunidad constituida por la nación (…) Por tanto, sin Cristo es imposible comprender la historia de la nación polaca, esta gran comunidad milenaria tan profundamente decisiva para mí y para cada uno de ustedes (…) Sin Cristo es imposible comprender esta ciudad, Varsovia, la capital de
Polonia, que en 1944 emprendió desigual batalla contra el agresor, batalla en la que fue abandonada por los poderes aliados”. El papa Juan Pablo II veía la democracia casi en la misma forma como veía la libertad: como un medio para un fin. Estaba hablando sobre la libertad, no sobre la democracia. Aquella incluía la libertad nacional de la represión extranjera o manejada desde el extranjero; una libertad cultural en la que “Polonia pudiera ser Polonia”; y una libertad espiritual de la débil pretensión de ateísmo del régimen. Y sucedió que esa libertad fue establecida al año siguiente con la forma más radical de democracia: una revolución sindical basada en el control de la producción por los trabajadores a través de comités elegidos de autogerencia. Esto no le molestó a Wojtyla en lo más mínimo, porque el sindicato Solidaridad desde el principio celebró con misas diarias su lucha por los derechos de los trabajadores.
mano es un ser libre y razonable. Él o ella es un sujeto consciente y responsable. Él o ella puede y debe, con el poder de su pensamiento personal, llegar a conocer la verdad. Él o ella puede y debe escoger y decidir”. No hay nada nuevo en esta visión de los derechos y la libertad, que la teología católica había desarrollado siglos antes de que el presidente Carter introdujera el inventario de los derechos humanos en las relaciones internacionales, o antes de que el consumismo adoptara un lenguaje litigante de los derechos sugiriendo que todo el mundo tenía derecho a ser bello e inmortal. A pesar de todo, el impacto del énfasis de Wojtyla en los derechos y la libertad le debió algo al momento. Fue escogido como papa solo tres años después de que el gobierno de Carter erigiera los derechos humanos en uno de los temas básicos del “proceso de Helsinki”, que trató de superar los peligros y los perjuicios de la Guerra Fría. Este impacto fue más fuerte en los países oprimidos y más débiles del “mundo libre”. Karol Wojtyla tuvo el don de darle a cada miembro de una multitud –a menudo súbditos de regímenes que durante años los habían tratado como gránulos en la formación de un compuesto social– un sentido de ser reconocido como un único e irremplazable individuo. Esta súbita revelación de valor y dignidad era sobrecogedora; al seguir algunas de estas peregrinaciones, a menudo vi cómo se manifestaba con lágrimas y un impulso a abrazarse. ¿Se trataba solamente de un truco de orador, del don de hacer que cada oyente pensara que le hablaba solo a él o a ella? Creo que era algo más. Este papa, que alguna vez había trabajado con sus manos y cuyo obispado incluía a Auschwitz, comprendía la desesperada necesidad humana de ser comprendidos como personas. Este es el derecho al respeto, incluso al
amor propio, un derecho que sigue al derecho a la vida. ¿Es este amor propio, transformado en respeto mutuo, una condición previa de la democracia? A menudo ha resultado ser una condición previa de la libertad. Como hemos visto en las revoluciones “suaves” desde Praga hasta Kiev y Kirguistán, la libertad se obtiene hoy en día más con una obstinada confianza en sí mismos de los rebeldes que con sangre y barricadas. ¿Pero la democracia? Yo sostendría que el papa Juan Pablo II veía la democracia –plural y/o abierta– casi en la misma forma
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Hablaba fuerte sobre los pobres del mundo y su explotación. Pero su rígido conservatismo y su supresión de cualquier indicio de “teología de la liberación”, sugieren que su comprensión de los pobres era débil. como veía la libertad: como un medio para un fin. Apreciaba la libre escogencia como la expresión de un ser moral, no de un consumidor o de un elector, y dudo de que propiciara el amor propio para crear votantes más respetables. Su fin, del que libertad y tal vez la libertad eran medios, era mucho más sencillo y mucho más viejo: conservar abierta la posibilidad del libre albedrío, la alternativa de escoger a Dios. El hombre, Karol Wojtyla, era, después de todo, papa. Publicado por la Universidad Nacional de Colombia con propósitos pedagógicos y bajo licencia académica de openDemocracy. Traducción de Nicolás Suescún.
El papa y la libertad Pero en el fondo veía la libertad más como un medio que como un fin. Porque el punto teológico de la libertad era que liberaba el derecho del individuo a ser respetado como individuo, y a restaurar el derecho de hombres y mujeres de escoger el paso correcto a seguir: “Un ser hu-
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bierno era una idolatría (a no ser, claro está, que se tratara del trono de San Pedro). En pocas palabras, aunque su estilo como papa era altamente autoritario, esto no lo llevó a apoyar las políticas autoritarias. Uno de sus más cercanos amigos, con el que parece haber pasado muchas tardes agradables era el difunto Sandro Pertini, presidente de Italia, viejo socialista y luchador partisano antifascista. Karol Wojtyla ciertamente apreciaba la pompa histórica, y en su visita a Canterbury en 1982, quedó enormemente impresionado por el esplendor y el ceremonial real con el que lo recibió la iglesia de Inglaterra. Pero no tenía nada de esa repulsiva añoranza del viejo catolicismo por las sociedades jerárquicas “ordenadas” en las que los aristócratas y los funcionarios protegían a los inocentes campesinos contra los socialistas y los judíos. Al contrario de algunos de sus predecesores, era inmune a los dictadores devotos y –para gran alarma de la burocracia vaticana– le preocupaban intensamente el judaísmo, el pueblo judío y la desastrosa historia del antisemitismo de la iglesia. Karol Wojtyla se llamaba a sí mismo “peregrino”. Viajó incesantemente, incluso cuando su constitución de alpinista se había finalmente quebrantado, y se enfrentó a incontables multitudes, a menudo de millones, en casi todos los países de la tierra. Pero cuando las contemplaba preguntándose qué deseaban, “democracia” tal vez no era la primera palabra que se le ocurría. Pensaba en los seres humanos, o por lo menos en sus requisitos sociales, en términos de derechos y, sobre todo, en términos de “libertad”. Después de haber asegurado sus derechos y su libertad, el pan y la democracia probablemente podían ser los siguientes puntos en la agenda. Pero este segundo par de puntos no eran realmente asuntos del reino de Dios y de su representante en la tierra; los primeros claro está que lo eran.
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Insvestigación Con un mejoramiento al 95% en la capacidad protectiva de la nueva versión de la
vacuna contra la malaria, probada en el mono Aotus, el Instituto de Inmunología de Colombia empezará a probar su efectividad en humanos. Otros hallazgos dirigidos al control del cáncer de útero y enfermedades infectocontagiosas dan cuenta de los desarrollos científicos del centro de investigación en los últimos 10 años.
Ismael Roldán Valencia*
Manuel Elkin Patarroyo en los ensayos
* Profesor emérito de la Universidad Nacional de Colombia.
El Instituto de Inmunología de Colombia, asociado a la Universidad Nacional y dirigido por el profesor Manuel Elkin Patarroyo, ha pasado de ser el paradigma de la investigación científica colombiana a ser objeto de cuestionamientos. ¿Dónde están los resultados de tantos años de investigación?, se preguntan unos. ¿En dónde quedó la tan publicitada vacuna contra la malaria?, cuestionan otros. ¿Se justifica la inversión que el país ha hecho en el Instituto?, interrogan algunos. En los últimos diez años el Instituto se ha dedicado a perfeccionar la metodología para la producción de vacunas químicamente fabricadas. La vacuna sintética contra la malaria, producida por el Plasmodium falciparum, fue creada por el Instituto hace 18 años. Sin embargo se encontró limitada en la respuesta inicial de protección contra el parásito, pues las pruebas de campo que mostraron un éxito parcial hallaron luego que aquél aún era fuerte y resistente a la vacuna. Hasta hoy, en el mundo, ninguno de los grupos de investigación sobre la malaria ha obtenido una vacuna que supere a la colombiana. Incluso, para la desarrollada mediante ingeniería genética por la farmacéutica Glaxo Smith-Kline (GSK), financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates y ampliamente publicitada el año pasado por el médico español Pedro Alonso, ya quedó demostrada su baja (29,9%) y corta (2-3 meses) capacidad protectiva. Lo comprobó P.G. Smith, director del Departamento de
clínicos de la vacuna SPf-66 en Tanzania a finales de la década del 80.
Cortesía Instituto de Inmunología de Colombia.
El Instituto de Inmunología
Paradigma
ciencia colombiana de la
fue descifrado hace casi tres años–, también se conoce mejor su funcionamiento, su capacidad de adaptarse a los embates externos y su comportamiento en general. La vacuna obtenida hace 18 años, llamada SPF66 ó vacuna Colombia, llegó a proteger, entre 35% y 55%
los últimos cinco años. Hace falta determinar si es replicable en seres humanos. Pero ciertamente es alentadora la respuesta del sistema inmune del mono Aotus, con gran semejanza al del humano según estudios genómicos de ambos, lo que permite esperar resultados de protección similares o casi idénticos.
■ Domingo 10 de abril de 2005
El Instituto avanza en el control y diagnóstico del virus del papiloma humano (VPH) causante del cáncer de cérvix o útero, el más prevalente en la población femenina del país. La nueva herramienta ha sido probada en cerca de 10.000 mujeres. Epidemiología de la London School of Hygiene and Tropical Medicine. (P.G. Smith, P.J. Milligan, The Lancet, vol. 635, pp. 472-473, febrero 5 de 2005). La dificultad para doblegar las resistencias del parásito llevó al Instituto a la búsqueda de un nuevo método que lo forzara a mostrar sus verdaderas defensas para poderlas derrotar. Hoy, se puede decir que son prometedoras las últimas pruebas realizadas en el laboratorio y en la estación de primates de Leticia (Amazonas) con el mico nocturno Aotus nancymaae, empleado como modelo biológico experimental. ¿En qué se fundamenta esta afirmación? Actualmente se comprende de manera más completa la biología molecular del parásito –su genoma
Molécula L1 del virus del
cáncer de cérvix.
Papiloma Humano (VPH), inductor del
durante un periodo mínimo de dos años, a miles de personas mayores de un año que la recibieron después de los numerosos estudios clínicos realizados en Colombia, Venezuela, Ecuador y Tanzania. La nueva versión apunta a un 95% de protección en los monos que la han recibido en
Pese a que esta labor está dando frutos, también ha estado llena de dificultades por la pérdida de los equipos en el embargo y cierre de su sede en el Hospital San Juan de Dios hace cuatro años, y al recorte dramático del presupuesto (más del 50%) que, entre otras consecuencias,
afectó de manera alarmante, la planta de científicos, de los cuales quedan solamente 48 de los 105 vinculados hace dos años. Muchos de ellos emigraron definitivamente a Europa y Estados Unidos, lo que significa una pérdida económica e intelectual irreparable para el país, evidencia las inocultables fallas estructurales del apoyo a la investigación científica y cuestiona el sentido mismo de hacer ciencia en Colombia.
Nuevos hallazgos Los hallazgos, durante estos últimos 10 años, han permitido perfeccionar la vacuna contra la malaria, y abren posibilidades de nuevas vacunas para el control de otras enfermedades infecto-contagiosas (tuberculosis, leishmaniasis y hepatitis C, entre otras) y tumorales. También se han formulado métodos diagnósticos simples, baratos y altamente específicos, aplicables para el mundo en desarrollo. Dentro de estos nuevos métodos químicos, el Instituto avanza en el control y diagnóstico del virus del papiloma humano (VPH) causante del cáncer de cérvix o útero, el más prevalente en las mujeres colombianas. Con este método, 500 mil mujeres en el mundo podrán salvarse de esta devastadora enfermedad. Los resultados están publicados en el órgano oficial de la Unión Inter-
nacional contra el Cáncer, International Journal of Cancer, y en el Journal of Medicinal Chemistry en su edición diciembre de 2003. La nueva herramienta de diagnóstico para el VPH tiene gran sensibilidad y especificidad para la detección de la infección, y ha sido probada en los últimos dos años en cerca de 10.000 mujeres en colaboración con el Instituto de Cancerología, la Liga contra el Cáncer de Bogotá, del Amazonas y otras instituciones. Todo el trabajo está respaldado por 10 patentes mundiales sobre sus hallazgos y por 260 artículos publicados en revistas científicas como Nature, Lancet, Angewante Chemie, Biochemistry, Journal of Medicinal Chemistry, Vaccine, Journal of Structural Biology y Proteins entre otras, todas ellas con un altísimo reconocimiento internacional.
Escuela de científicos No menos importante es la formación. Desde su creación, el Instituto ha educado 650 profesionales (médicos, químicos, biólogos, microbiólogos, bacteriólogos) en investigación científica. Al terminar este año, el Instituto contará con 30 doctores y 12 magísteres en química, farmacología y microbiología, que graduará en asocio con las universidades Nacional de Colombia, Javeriana y del País Vasco en España. Más temprano que tarde surgirá la razón que asiste al Instituto de Inmunología para perseverar en el largo, difícil e incomprendido campo de la investigación científica. El Instituto cree firmemente que el país debe impulsar su propia ciencia, como lo hacen los países avanzados, para afianzar su propio desarrollo científico, tecnológico, económico y social. También es cierto que no se descubren vacunas todos los días; las últimas –la hepatitis B y la meningitis– fueron desarrolladas hace más de 25 años. Las respuestas a los cuestionamientos planteados al principio, les permiten a los colombianos brindar su apoyo al Instituto de Inmunología que es, ha sido y será, paradigma de la ciencia colombiana para bienestar de la humanidad.
Mayor información sobre la producción científica del Instituto de Inmunología de Colombia en: http://www.fidic.org.co, o en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov.
Justicia
Cinco mitos sobre verdad,
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justicia y reparación *Consultora para temas de Justicia Transicional.
Como si se tratase de una arma letal, los principios de verdad, justicia y reparación son frecuentemente tratados desde posturas irracionales y apasionadas, a favor o en contra, olvidando por completo que constituyen tres pilares universales fundamentales para la garantía de los derechos humanos. No fueron “inventados” para entorpecer el proceso de paz local. Surgen de la experiencia histórica de los pueblos de la tierra y respetarlos es una obligación frente a toda la humanidad. Su inalienabilidad debería estar fuera de debate y sin embargo, se han sembrado serias dudas en cuanto a la legitimidad y la importancia del rol que desempeñan en la resolución integral del conflicto armado. Por esta razón, quisiera discutir cinco concepciones erradas que surgen comúnmente en los foros sobre el tema, todo ello con un ánimo constructivo, siempre en favor de los que más agudamente padecen la guerra.
Mitos mentirosos 1. La verdad, la justicia y la reparación son negociables. Totalmente falso. Lo que es negociable, dentro de unos parámetros muy estrictos, son las fórmulas de arreglo adecuadas al caso que garanticen la sostenibilidad de los acuerdos. Generalmente, las fórmulas finales se componen de un número amplio de remedios que en conjunto buscan responder a las necesidades de las víctimas al tiempo que robustecer el sistema judicial. En Sudáfrica, por ejemplo y en aras de conocer la verdad, se otorgaron amnistías condicionales e individuales a cambio de confesiones pormenorizadas con aporte de pruebas, que permitieron iniciar juicios contra perpetradores de crímenes graves y desmontar el complejo sistema del apartheid. Menos de un 10% de los aplicantes recibieron este beneficio. 2. Demasiada verdad solo profundizaría la guerra. Falso. Sin embargo, es el mito más común de todos. Quienes salen con tales argumentos están usualmente litigando en causa propia. Lo que demuestra la práctica es que un conflicto empieza a resolverse cuando la nación entera toma conciencia
Prejuicios sobre la utilidad de estos tres pilares para la garantía de los derechos humanos, han diferido la solución al conflicto armado colombiano. La autora de este artículo los desmiente como aporte hacia una mirada constructora de la paz.
cuanto sólo opera en el caso de “crímenes de guerra”, pero no contra otros de competencia de la Corte como los “crímenes contra la humanidad” (secuestros, desapariciones, masacres, etcétera). Si pasados siete años y un día (suponiendo que el Estado no levantó la restricción antes y que no hubo proceso de paz), la Corte podrá conocer igualmente lo que ha sucedido dentro de esos siete años pasados. 5. El Estado debe forzar a las víctimas a conceder el perdón. Falso. El perdón es un acto subjetivo que no puede ser ni forzado ni ordenado por un acto de Estado. Sin embargo, es recomendable que dentro de las fórmulas de paz se establezcan mecanismos que promuevan la reconciliación y la reparación material y simbólica, tan ampliamente como sea posible.
Fórmulas audaces El equilibrio entre verdad, justicia y reparación es
la guerra.
de lo que ha sucedido, hace un diagnóstico profundo y concienzudo de su propia situación, y se moviliza para encontrar respuestas eficaces y definitivas. Cuando la violencia se ha extendido por un periodo demasiado amplio, las sociedades empiezan a desarrollar un cierto “acostumbramiento” producto de su necesidad de adaptarse, y aceptan la atrocidad y el horror como un fenómeno social igual a otros. Un diagnóstico justo, exhaustivo y con vocación reconciliadora es vital para sacar a estas sociedades del estado de shock en el que les ha sumido la violencia. La coherencia depende de la integridad de la memoria. Una nación que desconoce su pasado traumático, no puede decidir su futuro ni trabajar sobre visiones que eviten la repetición del horror y sanar las heridas. En Argentina, por ejemplo, la sociedad respondió enérgicamente luego de que se conocieran los resultados del informe final de la comisión de la verdad. Gracias a ello se anularon las leyes de punto final, se llevaron a juicio a algunos responsables de crímenes atroces y se diseñó un importante programa de reparaciones. 3. Hay que sacrificar la justicia para conseguir la paz. Falso. Lo que demuestra la práctica es que sacrificar la justicia tiene el efecto contrario: profundiza la guerra. La historia de Colombia está
fundamental para curar las heridas producidas por
plagada de decenas de amnistías, perdones generales e indultos indiscriminados que no solo fueron ilegales (impunidad de jure) sino que sirvieron para consolidar la creencia de que la justicia es incapaz de actuar como un control social efectivo, y que los crímenes atroces no reciben castigo. Los camboyanos, hacia el fin de la guerra voraz que destruyó el país, tomaron la determinación de “perdonar y olvidar” argumentando que aquello hacía parte de sus tradiciones culturales y que lo contrario no sería más que una imposición de Occidente. Sin embargo, el tiempo probó que sin un análisis de fondo les resultaba imposible continuar. El sacrificar la justicia favoreció la aparición de poderosas redes de delincuencia común, especialmente de tráfico de humanos, algunas de ellas formadas a partir de las desmovilizaciones de combatientes. Entendiendo que los principios de verdad, justicia y reparación son universales, de lo que se desprende una obligación erga omnes que no es derogable en el caso de los crímenes más graves, apenas una década después han tomado la determinación de apelar a fórmulas radicales de justicia (la formación de un Tribunal Especial para el caso en conjunción con la instauración de una Comisión de la Verdad, entre otros), para poner fin a la impunidad que solo ha agravado la ruina material y humana dejada por la guerra.
Archivo.
Pero es importante recordar que la cárcel no es la única forma de hacer justicia; no puede confundirse la justicia con la imposición de una pena privativa de la libertad. Existen fórmulas de reparación directa, que pueden ser beneficiosas para la reconciliación y la reinserción de excombatientes a la civilidad, sin los efectos nocivos que estos procesos han dejado en otros países. 4. La Corte Penal Internacional está metiéndose en asuntos que no le competen. Falso. La Corte tiene jurisdicción sobre el caso colombiano a partir de la ratificación del estatuto de Roma en 2002. Aunque dicha jurisdicción es complementaria, un mal acuerdo o una solución que pueda amenazar con dejar impunes los crímenes más graves o que no contemple mecanismos efectivos para reparar a las víctimas, le otorgaría la jurisdicción automática e igualmente podría abrir los senderos para la aplicación del principio de jurisdicción universal. Existe un total malentendido de la salvaguarda de la Corte Penal. Primero, el artículo 120 del Estatuto de Roma establece: “No se podrán hacer reservas a este estatuto”. El impedimento de los siete años está relacionado con el artículo 124, que permite la apertura de un compás de espera para facilitar las negociaciones. Sin embargo, aquello no presentaría un inconveniente mayor, por
Es importante perder el miedo a considerar fórmulas audaces o mecanismos para resolver el conflicto de manera integral. En este tema, Colombia podría convertirse en pionero de la puesta en marcha de alternativas para lo que hoy se conoce como “las nuevas guerras” o conflictos
Cuando la violencia se ha extendido por un periodo demasiado amplio, las sociedades empiezan a desarrollar un cierto “acostumbramiento” producto de su necesidad de adaptarse, y aceptan la atrocidad y el horror como un fenómeno social igual a otros. armados no convencionales, cuyos alcances superan los de los mecanismos disponibles por cuanto traen consigo serios dilemas en términos legales, sociales, económicos y culturales. El debate es extenso. Habiendo sido una guerra cruel y brutal, que ha destruido el tejido social profundamente, las soluciones deben situarse a la altura del reto de consolidar una paz justa y sostenible, por la que se haga responsable la Nación entera.
■ Domingo 10 de abril de 2005
Natalia Springer*
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Educación
La UN demanda artículo del Plan Nacional de Desarrollo
■ Domingo 10 de abril de 2005
La Universidad Nacional de Colombia, a través del rector, Marco Palacios, demandó ante la Corte Constitucional el artículo 84 de la Ley 812 de 2003, mediante el cual el Congreso de la República aprobó y adoptó el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno del Presidente Uribe, por considerar que dicha norma desconoce lo consagrado en los artículos 69, 150, 158 y 339 de la Constitución de 1991. Dicho artículo señala: “Artículo 84. Recursos a las universidades públicas. Se mantendrán los aportes totales de la Nación al conjunto de Universidades Estatales de acuerdo con los artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992. A partir de la vigencia de la presente ley, se concertará y acordará con los Rectores de las Universidades Públicas, Nacionales y Territoriales los criterios y el procedimiento de una redistribución, basada en indicadores de gestión, de un porcentaje del total de las transferencias. Dicho porcentaje no podrá exceder el doce por ciento (12%). El porcentaje restante se distribuirá conservando el esquema vigente”. De acuerdo con la demanda, radicada ante el alto tribunal el pasado 28 de febrero, este artículo vulnera
La UN pidió replantear la iniciativa de Colciencias de redefinir las áreas de los programas nacionales de Ciencia y Tecnología, por considerar que los cambios propuestos no resuelven los problemas de falta de recursos, además de no estar debidamente justificados y desconocer los logros evidentes de los actuales programas. En el último Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se adelantó una discusión sobre la política propuesta por Colciencias, para reestructurar los Programas Nacionales de Ciencia y Tecnología, a través de los cuales se financian los proyectos de los grupos de investigación del país. La propuesta de Colciencias aparece en el contexto de una drástica reducción de los recursos presupuestales para la investigación que, por ejemplo, en el área de Ciencias Básicas significaron llegar en 2004 al 26% de lo que el país invertía en el periodo 1991-1994, al pasar de cerca de 22 mil millones a 6 mil millones de pesos. Interpretando a la comunidad de investigadores del país, el rector de la Universidad Nacional de Colombia, profesor Marco Palacios, expuso sus preocupaciones frente a la propuesta de Colciencias. La iniciativa, consistente en reemplazar las actuales áreas: energía y minería, educación, industria, cien-
de forma manifiesta y desproporcionada la autonomía universitaria, desconoce la reserva legal que tiene la regulación del servicio público de educación, además de carecer de unidad de materia en relación con el resto del articulado de la ley. Frente a la autonomía universitaria, consagrada como principio constitucional en el artículo 69 de la Carta Política, y ratificada mediante las sentencias T-492 de 1992, C-299 de 1994 y C-220 de 1997, ésta es vulnerada al desconocerse que mediante la norma, las universidades son titulares de una importante garantía que la Carta Política quiso brindarles para proteger el ejercicio de su misión: la autonomía, efectivamente garantizada por los derechos que asisten a las universidades para autodeterminarse. La Corte Constitucional, además, ha reiterado en copiosa jurisprudencia que la autonomía se predica en dos escenarios: el académico y el administrativo, directamente relacionados; señalando que cualquier intervención del legislador es limitada en la medida que lo contrario podría implicar la vulneración de este trascendental principio.
La vulneración del principio de autonomía, se hace evidente en la medida que dicho principio consiste precisamente en la capacidad que el Constituyente quiso dar a las universidades para que ellas se autodeterminaran y no fueran objeto de interferencia por los poderes del Estado. En el caso de la ley del Plan del Presidente Uribe se considera que ella transgrede esta garantía, por tres razones fundamentales, que son expuestas en el texto de la demanda. En primer lugar, porque se desconoce el margen de acción con que se quiso dotar a las universidades para que ellas manejaran sus recursos, margen que constituye elemento indispensable para el desarrollo efectivo de la función que les ha sido confiada. El Plan limitó desproporcionadamente la autonomía, porque la gestión de programas y recursos de estas instituciones ya no atenderá las políticas propias, definidas en el plan de desarrollo de cada universidad, sino que dependerá en última instancia, de las decisiones unilaterales del Ejecutivo, lo cual es a todas luces irrazonable a la luz de la Constitución Política de 1991.
Si bien el fin perseguido puede ser el establecer mecanismos de rendición de cuentas para las Universidades, promover un mejor desempeño de las mismas a través de la aplicación de indicadores de gestión, estimular que el servicio público de educación que prestan obedezca a criterios de eficiencia, eficacia, calidad y racionalidad en el gasto, lo cierto es que cualquiera de las interpretaciones que se de al artículo 84 del Plan, resulta nefasta: un consenso resulta irrealizable, una votación que favorezca a la mayoría terminaría por anular la voz de las universidades que no estén de acuerdo con la forma en que se maneje la redistribución y, en últimas, podría dejar en manos del Ejecutivo la decisión final, si las universidades no llegan a un acuerdo, lo que arrebataría a las universidades la posibilidad real de autodeterminarse y devolvería al ejecutivo la potestad discrecional que la Constitución de 1991 y la Ley 30 de 1992 le revocaron. En segundo lugar, y en virtud de que la autonomía no implica que las universidades sean ruedas sueltas en
Reparos a cambios en programas nacionales de
ciencia y tecnología cias sociales, medio ambiente, ciencias básicas, ciencias agropecuarias, ciencias del mar, ciencias de la salud y biotecnología, por un conjunto de nuevas áreas de ciencia y tecnología e innovación: de la materia y la energía; de la vida; del ser humano y su entorno; de sociedad, cultura e instituciones; para la competitividad empresarial; de la gestión de conocimiento, información y nuevas tecnologías. El rector argumentó que la justificación para las nuevas áreas no es clara; es decir, la necesidad de agrupar los campos del conocimiento de esa forma y el denominarlos así no es evidente. Es una conformación de áreas que no corresponde a líneas de pensamiento o disciplinas que han funcionado por muchos años, sino por el con-
trario, bajo el discurso de la transdisciplinariedad se eliminan dichas disciplinas. De acuerdo con el profesor Palacios, la propuesta de nuevas áreas temáticas de Colciencias no está sustentada: “Es una creación artificial que no responde a un diagnóstico, sino que es tan sólo el resultado de un ejercicio intelectual novedoso”.
Algunos ejemplos 1. Áreas muy importantes para el país deberían estar claramente delimitadas y conservarse, como es el caso de las ciencias básicas, ciencias de la salud, ciencias agropecuarias y educación, sin que por esto dejen de ser aplicadas o interdisciplinarias. 2. No es claro cómo, por un lado se justifica la inter-
disciplinariedad para abarcar y aplicar mejor el conocimiento, pero dentro de cada área temática se definen subtemas que limitan y no permiten un mínimo de flexibilidad. 3. La competitividad empresarial no es en verdad un área temática, sino más bien representa los productos o el tipo de productos que se pueden obtener a partir de proyectos de investigación en diferentes áreas del conocimiento. 4. Si todas se llaman “Área Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de...” no es clara la necesidad del área temática sobre Gestión de Conocimiento, Información y Nuevas Tecnologías”. La innovación es un resultado del éxito de lo que se propone, pero no en todos los casos la investiga-
el engranaje institucional del Estado, se debe aclarar que la violación de este principio también se hace manifiesta, si se tiene en cuenta que estas instituciones cuentan con dispositivos de control adecuados, como los consejos superiores universitarios, órganos de decisión en los que, además, tienen asiento representantes del gobierno nacional y en los que es posible debatir las líneas de acción que seguirán las universidades, respetando la autonomía que debe caracterizarlas. Finalmente, en la demanda se acusa al Plan de violar la autonomía universitaria en tanto resta campo de maniobrabilidad a estas instituciones, porque se habla de una concertación indeterminada (pues el legislador se limitó a mencionarla, sin establecer siquiera un interlocutor directo), ya que ello constituye una limitación irrazonable al principio de autonomía universitaria, toda vez que implica que las universidades no se autogobiernan, ni se autodeterminan, sino que deben entrar a negociar, sin parámetros claros, los criterios de acción, que les permitan asegurar sus recursos.
ción debe llevarse al extremo de obtener un producto inmediato. Si se está pensando en estrategias de largo plazo, es importante anotar que la conformación de los Consejos lleva a la desaparición de las ciencias básicas en cualquier área del conocimiento, ya que la menor proporción de académicos formados en una disciplina, quienes por estar trabajando en ella tienen la visión a futuro de lo que se necesita, los convierte en Consejos coyunturales que responden a necesidades inmediatas, creando con esto una gran inestabilidad. Finalmente, en la propuesta de Colciencias, no se describen concretamente los pasos a seguir para su puesta en marcha, de tal forma que se asegure el enfoque interdisciplinario y su éxito. Si la propuesta pretende dar solución al problema financiero de la investigación, este tipo de enfoque no contribuye a crear un plan estratégico que corresponda a las necesidades del país; por el contrario, mezcla demasiadas cosas que no permiten establecer prioridades para la distribución de los pocos recursos con los que se cuenta. Gracias al debate planteado por el rector de la Universidad Nacional, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología decidió aplazar la aprobación de la política propuesta por Colciencias en espera de su replanteamiento.
Ciudad
Saber para gobernar Escuela de Urbanismo, Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia.
la ciudad
Describir y comprender las dinámicas urbanas es una demanda
cada vez más creciente a partir de la descentralización. ¿Cómo administrarla eficaz y legítimamente?, es la siguiente pregunta, que justifica la creación del Instituto de Estudios Urbanos con un enfoque multidisciplinario. El nuevo Instituto de Estudios Urbanos, aprobado por el Consejo Superior de la Universidad Nacional, se sumará a otras iniciativas que vienen adelantando profesores y estudiantes de la Universidad en Bogotá, Medellín y Manizales. Y lo hará de manera contundente: nueve plazas adicionales de profesores, en las áreas de economía urbana, demografía, historia, derecho urbano, gobierno, políticas públicas urbanas y vivienda, además de las que se esperan en antropología, sociología, ciencia política, economía, historia y geografía. Como proyecto de conocimiento, el esfuerzo por caracterizar, describir o “comprender” la distribución espacial de las sociedades y las adaptaciones económicas, políticas y culturales a lo urbano, en el marco del Estado o de la globalización, no necesita mayor justificación. Pero a este argumento general se suma otra consideración importante en el derrotero que le ha propuesto la UN al Instituto: la descentralización política ha multiplicado la demanda por conocimiento de las dinámicas urbanas. Gobiernos y aspirantes a gobernar lo reclaman. Se han catapultado las disciplinas relacionadas con el ejercicio de gobierno, en el espectro tan amplio de obligaciones y atribuciones de las administraciones locales. Programas de corto y mediano aliento han florecido en las universidades, muchos de ellos por cierto, concentrados excesivamente en la descripción de las normas, como si gobernar fuera solamente aplicar la ley. Uno de los fenómenos paradójicos que vive Colombia es una evidente apertura democrática, en un contexto de intenso reto al monopolio estatal de las armas, la fiscalidad y la justicia. Ésta se manifiesta en que proyectos políticos de izquierda se volvieron relevantes en la contienda electoral subnacional (está por verse si nacional), y esperan pasar de pensar en lo que significa el Estado, a pensar en lo que significa el gobierno y cómo gobernar con metas viables en un Estado de Derecho. La sociedad manifiesta actualmente un consenso mucho más amplio sobre la democracia y sus instituciones de gobierno que hace dos décadas. Arriesgándome en el pantanoso tema de la cultura política, afirmo que es posible que en alguna forma el exagerado espíritu crítico
El acelerado y continuo crecimiento de las ciudades exigen
miradas más complejas que permitan Guillermo Flórez. abordar lo urbano desde diferentes áreas del conocimiento. En eso trabajará el IEU. de la universidad pública, del cual comenzamos a desprendernos, pueda ser tan vestigio de la Guerra Fría, como lo es el ex ministro Fernando Londoño. Todas las universidades en Colombia tienen que hacer convivir la teoría crítica con teoría que sea útil para gobernar en el contexto de las instituciones democráticas. Para que una teoría sea útil no es necesario que esté directamente realizada sobre las políticas públicas. En términos coloquiales, basta con que sean evaluaciones juiciosas de nuestras realidades urbanas. Bajo estas consideraciones, se ha propuesto que el IEU tenga también como tareas la evaluación y el seguimiento de las políticas urbanas y regionales, y de políticas locales en municipios específicos, así como fortalecimiento del diálogo entre académicos y tomadores de
decisiones en todas las ramas del poder público.
Dilemas de especialización ¿Cuál es la disciplina con más “patentes de invención” en el tema urbano? El mismo objeto de trabajo se mira desde nombres distintos: urbanismo, estudios urbano-regionales, gestión urbana, ciencias regionales, etcétera. El IEU tomó el de “estudios urbanos” para resumir su orientación. No deja por fuera ninguna de las disciplinas que abordan el objeto de trabajo, ni siquiera la dimensión de región; pero al mismo tiempo concentra la atención sobre las dinámicas propias de aquella forma de población que en términos generales se denota con el genérico “ciudad”. Cada una de las disciplinas y subdisciplinas que ha
abordado la ciudad durante décadas tiene claros sus métodos, aunque explore nuevos, y sus categorías, aunque haya escuelas. Pero, claro está, cada una se vuelve insuficiente cuando se pretende entender “el todo”. Algunos estudiosos del tema urbano han propuesto abandonar el método analítico, el cartesiano “divide y vencerás”. Con ello, creo, se abandona el gran logro que da inicio a la ciencia moderna, cuando a partir de Galileo se cambia el estudio del movimiento en todas sus formas por estudiar el movimiento de partículas en el espacio físico, como la caída de los cuerpos y el movimiento de los planetas. Bajo la pretensión de integralidad, vigente, en el siglo XV se volvió necesario explicar por qué el número de cuerpos celestes conocidos en ese entonces (siete) era igual al número de
orificios que tenemos en la cara. “Tamaña coincidencia –se decía– no podía ser un azar”. Un caso extremo de los riesgos de buscar una teoría del mundo. En el caso de las realidades complejas, como la ciudad, puede también llegarse a un punto a partir del cual las preguntas comiencen a ser confusas. El éxito del método analítico cartesiano, a pesar de sus excesos y falsas promesas, aún no termina, no importa cuántos clarines hayan diagnosticado su esterilidad. En cambio, intentar “entender” (¿y qué será entender?) gigantescos “todos” (el mundo, la sociedad) en una sucesión relativamente corta de razonamientos abstractos, no ha producido mucho. Es imposible conseguir la mirada integral del “ser y el devenir” de la ciudad sin acudir a los enfoques de disciplinas (sociología, geografía, economía, demografía y otras) que desde el acervo de datos cuidadosamente obtenidos y procesados han dado lugar a subdisciplinas que dialogan entre sí y que incluso nutren políticas públicas. El diseño del Instituto, de sus tareas e indicadores de logro, es definitivamente clásico: un diálogo de varios paradigmas que han sido fértiles en los rangos de su conceptualización, y que en nuestro medio tienen mucho qué desarrollar, cada uno desde sus fortalezas. Quienes tenemos nuestro nicho natural en la academia pero hemos tenido que gobernar, sabemos que el país no está sobrediagnosticado, sino sobremaldiagnosticado; que aunque nuestras instituciones y proyectos
Es imposible conseguir la mirada integral del “ser y el devenir” de la ciudad sin acudir a los enfoques de disciplinas (sociología, geografía, economía, demografía) que, incluso, nutren políticas públicas. no están vacíos de academia (mírese no más las fuentes de la Ley 388), su operación, las dificultades para implementar, las respuestas de los entornos social, económico y político, no son objeto de seguimiento en los detalles y en el tiempo para mejorar su eficacia y legitimidad. Nuestra prédica de lo práctico en el siglo XIX fue fundamentalmente teórica; nuestro pragmatismo en el siglo XX quedó restringido al atajo. Espero que en su marcha el nuevo Instituto de Estudios Urbanos analice estas lecciones, haga su tarea y no se rinda ante la inmensidad de la misma.
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Paul Bromberg*
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Entrevista
En Bogotá existen 1.800 tipos
espacio privado.
de tejidos urbanos, a diferencia de ciudades como Barcelona, que tiene dos, lo que hace más compleja la relación entre el espacio público y el
Espacio para
Fotos Archivo.
público ambulante Sandra Gómez Galindo
■ Domingo 10 de abril de 2005
Unimedios
En las ciudades colombianas, lo mismo que en muchas otras del mundo, se observan formas de ocupación o apropiación del espacio público, algunas reguladas por normas y otras de hecho e ilegales, que benefician exclusivamente a ciertas empresas o individuos y de las cuales se derivan beneficios económicos, unas veces compartidos por el Estado y los particulares y, en varios casos, solamente por uno u otro. Las ventas callejeras son el ejemplo que más se pone en discusión, sean ambulantes o estacionarias, de las cuales se subraya su ilegalidad, impacto sobre la congestión peatonal, aspecto antiestético y también el efecto sobre la competencia entre establecimientos comerciales. UN Periódico: En Bogotá existen cerca de cien mil personas en la calle viviendo de la economía informal, ¿cuál es su justo lugar sin detrimento de la integridad del espacio público? Fernando Montenegro: Partamos de precisar lo que significa el espacio público para una ciudad. Para mí es su ética, la manera como se comportan los ciudadanos en lo público. Además, creo que debe ser entendido como una condición de la ciudad, que tiene dificultades por su uso incorrecto, y no como un problema. El espacio público
A propósito del debate que en las últimas administraciones se ha generado en torno al lugar de
los vendedores ambulantes en el espacio público, UN Periódico habló con el arquitecto Fernando Montenegro y la propuesta de solución contenida en su “Plan Maestro de Espacio Público de Bogotá”, que de ser implementado por la administración, terminaría con el problema de forma definitiva.
debe mirarse, por un lado, desde su conformación física y desde la noción de modernización de la ciudad y, por otro, desde la utilidad de ese espacio público como parte del desarrollo de la ciudad. Los vendedores ambulantes no son en sí mismos un problema, son un elemento más dentro del espacio público, que tienen una condición fundamental dentro de la economía de Bogotá. UNP: Entonces, ¿la economía informal no es una consecuencia del desempleo sino parte del desarrollo de una ciudad? FM: Una aseveración perversa es que los vendedores ambulantes son un problema de la economía, o sea que el desempleo estimula la economía informal. Lo que nosotros encontramos es que los vendedores van creciendo en la medida en que la economía mejora, porque hay más gente que compra y más dinero circulante. Aunque en parte la gente se va a ven-
der a la calle porque no tiene empleo, lo más cierto es que es una forma de vincularse al movimiento económico de una ciudad. La prueba está en que ellos venden productos como gaseosas, dulces, confecciones. El 95% de ese mercado proviene de la industria formal, y eso no es clandestino, no es pirata, no es terrible. UN: ¿Cuáles son los procesos urbanísticos que propone el plan maestro frente al tema de los vendedores ambulantes? FM: Tiene dos componentes básicos: a) actualizar y modernizar las zonas centrales, aumentando y equilibrando el espacio peatonal, lo mismo que la infraestructura de servicios públicos, así como la estructuración de un número de proyectos inmobiliarios; b) construir un conjunto de espacios análogo al sistema vial, que permita la ampliación de las áreas de ventas, la cantidad de vitrinas y la ocupación de los centros de manzana, en
una espacialidad consecuente con las características morfológicas del centro de la ciudad y las demandas de las actividades que allí se generan en la actualidad. UN: ¿Cómo se pueden visualizar organizadamente esas áreas de ventas? FM: A través de cuatro modelos: “pasajes comerciales”, que son corredores peatonales transversales de propiedad comunal, con actividades de ventas callejeras en su interior, estacionamientos y plazas de comida; “plazoletas comerciales adyacentes al espacio público”, similares al anterior pero en espacios abiertos; “patios y espacios comerciales centros de manzana”, en pasajes o portales, ya no transversales al interior de la manzana sino en el centro; y “plazas viales”, dedicadas a ventas complementarias ubicadas en los separadores centrales de algunas vías. UNP: Pero usted habla de una desigualdad entre la modernización del uso del
espacio público y su condición urbana. FM: Sí, los vendedores ambulantes se localizan donde hay más flujos de gente. Los vemos sobre todo en las zonas más antiguas de la ciudad: La Catedral, La Capuchina, Las Nieves, San Victorino, Santa Inés, el Restrepo, el 7 de Agosto, Chapinero, Las Ferias, y un copioso número de barrios residenciales que se volvieron zonas centrales y que es donde, comparativamente con otros lugares de la ciudad, hay menos proporción de espacio peatonal hay. Dado que fueron construidos para un tipo de actividad que ya no existe, hoy requieren de amplias zonas de circulación, encuentro e interacción para responder a las nuevas demandas, que por su dinámica actual se encuentran en contradicción con su condición urbana cerrada y concluida. Lo que está sucediendo es que las zonas centrales de la ciudad no se modernizaron, pero la demanda de ventas y de compras sí, y se volvió muy intensa. El problema de los vendedores ambulantes no siempre es culpa de ellos. La ciudad no ha pedido modernizar el centro, lo cual influye en el desorden que existe. Además, la tendencia es imaginar zonas peatonales libres de comercio informal, que ni siquiera en los centros comerciaes privados se presenta, todo lo contrario, en ellos se aprovecha como un plus comercial.
Entrevista
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La gente no se va a vender a la calle porque no tiene empleo, sino como una forma de vincularse al movimiento económico de una ciudad. La prueba está en que venden productos de la industria formal: gaseosas, dulces, confecciones. Imaginar las zonas peatonales libres
de comercio informal es como haber pretendido desaparecer los Guillermo Flórez. carros cuando las calles fueron insuficientes para su tránsito. los a una economía formal, porque son parte del sistema económico de la ciudad. En la calle se venden más dulces Colombina que en el centro comercial; en los semáforos, más tarjetas de Comcel que en todas las tiendas de Bogotá. Es parte del mercado de la calle y de lo que nos hace más ricos. UNP: ¿Cómo reciben la propuesta los empresarios y los sindicatos de vendedores informales? FM: Los empresarios han empezado a comprender y a tener una mirada más lógica y más consciente. Para los vendedores sigue siendo problema de conquista de un lugar, y piensan en una solución inmediata. Por eso, el plan prevé ubicaciones temporales. UNP: ¿En cuánto tiempo se podría disfrutar de una ciudad distinta? FM: Ahora está en manos del Alcalde para que lo expida o no. Si se pone en marcha ahora mismo, en cinco años se podría solucionar el problema; la regularización y la modernización del comercio sería una maravilla para Bogotá, con un Centro recuperado, con un comercio más organizado, con más seguridad. Si las ventas callejeras, sean éstas ambulantes o esta-
cionarias, existen en mayor o menor grado en las ciudades, el propósito no debe ser erradicarlas del todo, lo que es un imposible social, económico y cultural, sino organizarlas y hacerlas manejables al armonizar su existencia con el ejercicio de derechos ciudadanos como la recreación, movilidad, información y cultura. Una anécdota como reflexión. El tema de los vendedores ropavejeros de la Plaza
España, afincados a lo largo de la calle 10, era la ocupación de espacio público más antigua de Bogotá. Hace dos años, un ahorro programado de mil pesos diarios –toda una fortuna para ellos– les permitió adquirir un lote y con el apoyo del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y la Alcaldía, se convocó un concurso de arquitectura para hacer un centro comercial. Un domingo entregaron la Plaza y se trasladaron con la
ayuda de dos bachilleres al lote mientras terminaban el centro comercial. Gané el concurso y el centro comercial no es otra cosa que una calle, un espacio público diseñado para entronizarlos a la ciudad sin choques. Si usted va caminando en diagonal por el lugar, sin darse cuenta está por dentro del centro comercial. Es una estructura muy urbana que, entre otras cosas, debe estar por inaugurarse.
■ Domingo 10 de abril de 2005
UNP: Entonces, ¿cómo engranar de una manera “ética”, como usted dice, esta economía informal al espacio público? FM: El planteamiento es buscar más soluciones a los peatones y a las ventas callejeras como parte de la economía. No es cambiarlos de esquina, es construir inteligentemente elementos como los que la ciudad construyó cuando necesitó más espacio para vehículos o más transporte. Por esto, se propone crear una red análoga de espacio público donde las ventas callejeras funcionen, pero no en cualquier parte. Si alguien va comprar un dulce, lo compra por donde camina, esto quiere decir espacios de circulación como calles o pasajes, donde ellos se ubiquen y no estorben. La ciudad debe construir posibilidades para este tipo de comercio, pues modernización no significa acabar con las cosas esenciales. UNP: Además del ordenamiento físico, ¿qué hacer con el abuso del espacio público? FM: La noción del mendigo que alquila un metro cuadrado, no usufructúa un espacio físico, en realidad lo que alquila es una cantidad de contactos con personas que circulan por ese lugar; es decir, el aprovechamiento del espacio público para un logro económico. La solución a eso que se llama “abusivo” es reglamentarlo. Cuando el señor vende manzanas importadas de Chile, quienes se enriquecen son los chilenos que exportan manzanas y los distribuidores que mercadean ese producto. El vendedor ambulante es el que menos gana. En ese ordenamiento hay que armar un marco regulador que le permita a la ciudad disponer equitativamente del uso del espacio público. Con Transmilenio, por ejemplo, se construyó un espacio público para que un sistema de transporte funcionara. Diseñemos, entonces, un sistema de ventas callejeras correcto para alquilárselo a los vendedores de la calle; es esencialmente lo mismo. Ambos operan en el espacio público, y si la ciudad paga por modernizar el transporte, también puede pagar por modernizar el comercio. UNP: ¿Por qué el debate en torno a los vendedores tiene tantas resistencias? FM: Primero que todo, la resistencia tiene su origen en un problema político. Yo siento que el manejo de Bogotá en las últimas alcaldías se ha vuelto más técnico, más dinámico, pero que en los distintos eventos de cada una ha sido incompleto. Los procesos de modernización de Peñalosa no riñen con los pedagógicos de Antanas. Son complementarios. Garzón plantea una equidad en el manejo de la ciudad y eso no niega que la ciudad se siga modernizando. Las troncales que se construyeron con Mockus y Garzón son mucho mejores que las que se adelantaron con Peñalosa. Como técnico en el manejo de la ciudad, creo que en lugar de batir “a bolillo” a los vendedores callejeros, hay que incorporar-
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Universidad
El antiguo claustro colonial del Co
haber sido ocupado por más de dos siglos como cu académica original como sede cultural de la Unive
La sobriedad de la arquitectura colonial de
la Santa Fe de Bogotá del siglo XVI es uno de los atractivos del claustro ubicado en el centro histórico de la Capital.
Juanita Barbosa* * Profesora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Facultad de Artes y asesora de la Rectoría de la Universidad Nacional de Colombia.
El antiguo claustro del Colegio Universitario de los Agustinos, situado en el centro histórico de Bogotá en la carrera 8ª con calle 7ª, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares desde 1971, pasará a ser propiedad de la Universidad Nacional de Colombia. Su construcción en la primera mitad del siglo XVIII, respondió a la necesidad de la Comunidad Agustina de destinar una edificación para desarrollar la labor educadora que llevó adelante como parte de su misión al establecerse en la ciudad. La Orden de San Agustín había llegado a Bogotá proveniente de Lima, en la segunda mitad del siglo XVI y se localizó en terrenos al sur del entonces río Manzanares –después río San Agustín–, donde inició la construcción de su iglesia y del convento adyacente, hoy desaparecido. El conjunto conventual de los Agustinos ocupaba una amplia área de terreno que se extendió hasta la ribera norte del río, con la construcción del Colegio Universitario de San Miguel.
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El Colegio Universitario había recibido la autorización para educar “en Teología y Filosofía a miembros de la Comunidad de Agustinos u otros eclesiásticos”, y su labor había iniciado en 1697 con el nombre de Colegio de San Nicolás de Mira, en el claustro conventual adyacente a la Iglesia
de San Agustín. Su rápido crecimiento llevó a pensar en la necesidad de independizar la tarea educadora de la vida del convento y por iniciativa del Provincial, Fray Gregorio Agustín Salgado, director del Colegio, se comenzó la obra del claustro que durante 40 años sería la sede de la institución. La obra del claustro para el Colegio Universitario aprovechó parte de la casa existente en el lugar, que había sido levantada anteriormente en un piso y sufrido diversas modificaciones, principalmente a causa del cambio de propietarios, hasta convertirse en una “casa alta y baja”, es decir, de dos pisos, con frente a la Plazuela de San Agustín y paralela a la orilla del río. Actualmente, la edificación tiene menor área que cuando fue construida y su maravilloso claustro, aún conservado, está conformado por dos niveles de columnas en piedra que soportan arcos en ladrillo pañetado y limitan las amplías galerías que rodean el gran patio central. Sus espacios conservan, a pesar de algunas adiciones desafortunadas, la sobriedad característica de la arquitectura colonial. Sus cubiertas en teja de barro se mimetizan en el paisaje del centro histórico de Bogotá y sus austeras fachadas, acordes con el espíritu de la comunidad que alguna vez lo habitó, cuentan con una sucesión rítmica de ventanas rectangulares que se interrumpe solamente para dar lugar a la portada de ingreso, cuya forma y localización fue modificada como parte de las obras que se adelantaron en la última década.
San Ag El gran patio enmarcado por arcos sostenidos en
la sensación de tranquilidad en la edificación.
columnas de piedra y las amplias galerias brindan
testigo ex de la histor
Universidad
olegio de los Agustinos, después de
uartel militar y museo, recupera su vocación ersidad Nacional en el centro histórico de Bogotá.
gustín,
Patrimonio cultural El destino educativo que tuvo el claustro desde que se pensó su construcción, cambió radicalmente cuando un visitador de la Orden, venido desde España por sugerencia del Rey, consideró que los costos de mantenimiento del Colegio no se justificaban y en consecuencia, se clausuró y la edificación pasó de manos de los Agustinos al gobierno colonial, que lo cedió a la guarnición militar de Santa Fe. Su uso castrense persistió incluso después de la Independencia, durante todo el siglo XIX, hasta que después de ser el cuartel del Batallón Guardia Presidencial en el siglo XX, fue entregado en comodato a la asociación que crearía el Museo de Artes y Tradiciones Populares. Evidentemente, el claustro del Colegio Universitario de los Agustinos a lo largo de su historia tuvo que ser objeto de muchas adecuaciones arquitectónicas, derivadas tanto de las necesidades de su uso como de las reparaciones que hubo de asumir a causa del paso del tiempo o de hechos importantes que lo afectaron gravemente, como la Batalla de San Agustín en 1862, cuando las fuerzas conservadoras atacaron la ciudad defendida por el ejercito liberal, o los desórdenes ocurridos después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948. La Iglesia de San Agustín, testigo excepcional de la historia del país, como el claustro que fuera el Colegio Universitario, ocupan un lugar que pone de presente la tarea que cumplieron las órdenes religiosas y cómo influyeron en la cultura colombiana; además, las características de su arquitectura y su inserción en el trazado colonial constituyen, seguramente, una referencia del desarrollo urbano de Bogotá. Estos valores culturales son un patrimonio para los colombianos y fundamentaron en 1975 la declaratoria de los dos monumentos en la categoría de Bien de Interés Cultural de la Nación, para garantizar su conservación y permitir que puedan ser admirados y comprendidos por los habitantes y los visitantes de la ciudad. Cuando la Universidad Nacional finalice los trámites legales que le acrediten definitivamente su propiedad, el
antiguo claustro del Colegio de los Agustinos recuperará el objeto de la función para la que fue construido: la educación, y permitirá establecer un enclave cultural de la institución en el corazón histórico de Bogotá, que seguramente será destinado a acoger eventos representativos relacionados con su labor de extensión universitaria y con la promoción de sus museos. Además del claustro, la Universidad Nacional obtuvo el Instituto Jorge Eliécer Gaitán dedicado a mantener viva la memoria de uno de los grandes dirigentes del siglo XX colombiano, localizado en dos manzanas de Santa Teresita, barrio que en los años cuarenta se caracterizó por sus casas señoriales, muchas de ellas aún conservadas, y la Hemeroteca Nacional que forma parte del campus de la Ciudad Universitaria. La recuperación de los lotes y edificios que pertenecieron a la Universidad Nacional, forma parte de su proyecto de innovación académica e institucional, en la búsqueda de sentar una fuerte presencia en la ciudad, que le permita afirmar su clara intención de abrirse a ella. Sin duda, el antiguo claustro del Colegio Universitario de los Agustinos y el Observatorio Astronómico Nacional, propiedad de la institución que forma parte del patrimonio cultural de la Nación, son dos monumentos absolutamente representativos del periodo colonial y de la productividad derivada del avance del conocimiento, que permiten a la Universidad Nacional afirmar con pie fuerte su presencia en el centro histórico de la ciudad capital.
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Además del claustro, la Universidad Nacional obtuvo el Instituto Jorge Eliécer Gaitán dedicado a mantener viva la memoria de uno de los grandes dirigentes del siglo XX colombiano.
xcepcional ria del país
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Fotos Guillermo Flórez.
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Reseña
Reaparece la
Revista UN www.revista.unal.edu.co es el sitio donde antiguos y nuevos lectores encontrarán a partir de este mes la publicación, que inaugura su quinta era. En formato digital intenta capturar lo mejor del conocimiento de esta época.
Tomás Martín* Margarita Valencia**
■ Domingo 10 de abril de 2005
*Editor de la Revista **Directora Unibiblos
Con seis décadas de historia y trece años después de su última edición impresa, en este mes de abril reaparece la Revista de la Universidad Nacional, en formato digital, con el mismo espíritu que fue creada en 1944 por el entonces rector de la UN, Gerardo Molina. Dos modificaciones importantes caracterizan la quinta etapa de la publicación que, de acuerdo con su fundador y primer director, buscaba �presentarle periódicamente a la opinión letrada una reseña de sus trabajos, un cuadro de las conclusiones a que van llegando sus investigadores y una síntesis del pensamiento de los hombres ilustres sobre las cuestiones colectivas�: su edición en línea y la ampliación ambiciosa de su público objetivo. Con esta última se pretende llegar a tres audiencias diferentes: la comunidad académica local –lectora privilegiada de todas las etapas de la revista–; el público especializado internacional, al cual en la actualidad solo se tiene acceso con revistas técnicas de circulación restringida que plantean un diálogo excluyente y a puerta cerrada; y el público en general, con especial énfasis en los egresados de la universidad. Aunque en sus inicios se trató de una revista académica para académicos, que identificó a su lector objetivo en �la opinión letrada�, como lo señalaba el editorial del primer número que circuló en octubre de 1944, el renacer en línea de la Revista Universidad Nacional hará énfasis en las propias palabras de Gerardo Molina, quien en su momento evidenció la necesidad de una la publicación para “hacer cultura en función de la sociedad y al servicio del pueblo”, con contenidos que estuvieran en estrecho contacto con los problemas del momento. En 1953 se inicia la segunda época de la revista, convertida en Órgano Trimestral de la Institución pero paradójicamente divorciada de la actividad científica y humanística de la Universidad. Aunque parece inclinarse más hacia las humanidades que hacia las ciencias, no existe una tendencia editorial definida y en ella se publican los más diversos textos, de manera que al lado de discur-
sos moralistas y homenajes a personalidades de la vida nacional, aparecen artículos de Alfonso Reyes o Rafael Alberti. Tras un largo silencio, que se extiende desde 1956 hasta 1968, aparece la Revista de la Dirección de Divulgación Cultural, que se publicó ininterrumpidamente durante once años, en los cuales la Universidad tuvo otros tantos rectores y la Revista, tres directores, que lograron publicar 18 números. Eugenio Barney, Hjalmar de Greiff y Fernando Garavito le dieron una orientación francamente humanista, como es evidente en la planilla de colaboradores: Marta Traba, Nicolás Suescún, Germán Colmenares, Danilo Cruz Vélez, Ernesto Guhl, José Lorite Mena y Jaime García Maffla, entre otros. Las contribuciones del exterior son muy escasas, pero sobresalen firmas como las de Claude Lévi-Strauss y Ernst Cassirer. La cuarta y más extensa época empieza en 1985. El nombramiento de Rubén Sierra como director de la publicación –al frente de la cual permanece hasta 1988– delata un sesgo más pronunciado hacia las ciencias sociales y humanas. En su artículo “La Revista de la Universidad Nacional o la tradición de la ruptura”, Claudia Cadena asegura: “A partir de la tercera época y sobre todo en esta última, se pierde casi por completo lo que le imprimía a la revista una identidad inobjetable: la relación que mantenía con la universidad”1. El mismo Rubén Sierra explica: “En ese momento, no tenía sentido publicar una revista como la de Gerardo Molina, porque cada facultad tenía su propia publicación. Por eso se creó una de cultura general donde hicieron presencia las ciencias y la literatura, con una clara tendencia a la filosofía y las letras”. Y añade: “Se trataba de buscar un lenguaje que dejara lo formal académico, y fuera legible, universal, que llevara el conocimiento al público para que la revista sirviera de puente entre la academia y la sociedad”. Hoy, la decisión de revivir la publicación en formato digital se sustenta en las múltiples ventajas que una revista en línea (vs. una impresa) ofrece a la comunidad académica local e internacional: más visibilidad, mayor cobertura y la posibilidad de establecer vínculos inmediatos entre lectores y autores y, por ende, de enriquecer y fortalecer la discusión.
Una revista que entiende, siguiendo a Matthew Arnold, que la labor de “los grandes hombres de cultura (...) es hacer prevalecer, llevar de un extremo a otro de la sociedad, el mejor de los conocimientos, las mejores ideas de su tiempo; (...) despojar al conocimiento de todo aquello que es discordante, tosco, difícil, abstracto, profesional, exclusivo�. Imbuidos de ese espíritu, los editores incluyeron secciones de filosofía, letras y arte; derecho, ciencias políticas y económicas; ciencias físicas y matemáticas; medicina, psicología y educación, y matemáticas e ingeniería. El �mejor conocimiento� de la época se publicaba bajo los auspicios de cuatro palabras claves: ciencia, tecnología, investigación y modernización. Así se pretende en la sección central de la revista,
�UN habla�, donde se divulgará lo más reciente de la publicación universitaria en cinco grandes áreas: Ciencias Exactas, Ciencias de la Vida, Ciencias Sociales y Humanas, Derecho, Artes y Arquitectura. De la misma manera, la edición en línea de la Revista busca, a través de la sección �El estado de la Cuestión�, abrir �boquetes� de tráfico informativo de doble vía que permitan establecer un diálogo fluido en ambas direcciones, de tal forma que especialistas se pronuncien sobre el estado actual de diversas disciplinas, temas o problemas. Con el nuevo formato de la publicación en línea se abre la posibilidad de poner a disposición de los lectores (a partir del segundo número) una base de datos y un siste-
ma de búsqueda que espera reunir y dar acceso a todas las publicaciones periódicas de la Universidad: ediciones de los últimos años, tablas de contenido, autores, resúmenes y palabras claves. Habrá también (como en 1944) reseñas de libros académicos realizadas por especialistas, y una sección sobre la oferta cultural de la Universidad. Desde este mes de abril la comunidad universitaria tendrá nuevas herramientas para cumplir un viejo anhelo: que la Universidad Nacional esté en el mundo y que el mundo tenga cabida en la Universidad Nacional.
1
Claudia Cadena, “Revista de la Universidad Nacional o la tradición de la ruptura”, en: Boletín cultura y bibliográfico, No. 23, vol. XXVII, 1990.
Feria
Lanzamientos especiales
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Presentación del poeta argentino Noé Jitrik en el marco de los Viernes de poesía que históricamente realiza el Departamento de Literatura. Viernes 22 de abril. Auditorio Porfirio Barba Jacob. 6:00 p.m.
Revista de Trabajo Social No. 6 Esta edición convocó académicos de Colombia, España, México y Canadá, que presentan diversas lecturas sobre las nuevas dinámicas sociales en los ámbitos rural y urbano, en el escenario de la mundialización económica y social.
Con programación, información y lanzamiento
Miércoles 27 de abril. Auditorio León de Greiff de Corferias.
de revistas y libros, la Universidad Nacional participa en la vitrina bibliográfica anual más grande de Colombia.
5:00 p.m.
Miradas a la Universidad
Feria del Libro Con el doble de área al de años anteriores, 190 m2, la Universidad Nacional de Colombia hace parte de la XVIII versión de la Feria Internacional del Libro, que empieza el 20 de abril. En el segundo piso del pabellón 3, stand 102, el Alma máter albergará lo más reciente de su producción intelectual en todas las áreas. La Facultad de Ciencias, por ejemplo, tendrá disponibles para la fecha, las últimas ediciones de la Revista Colombiana de Química, Caldasia –que se ocupa de botánica, zoología, ecología y áreas afines de la región neotropical con énfasis en Colombia–, la Revista Colombiana de Estadística, el Boletín de Matemáticas, la Revista Colombiana de Ciencias Químico-Farmacéuticas, Momento (temas de las ciencias físicas), y Acta Biológica Colombiana. También, la serie Notas de clase –colección reconocida entre los maestros de todo el país–, y cuatro nuevos libros: Bioquímica ruminal, Física experimental II, Álgebra lineal (con aplicaciones en estadística) y Ecología de poblaciones. Otras novedades bibliográficas de la Facultad de Ciencias son: Estrategias adaptativas de plantas del páramo y del bosque altoandino en la cordillera Oriental de Colombia (recopilado por María Argenis Bonilla), el
cuarto volumen de Colombia, diversidad biótica, dedicado al Chocó y a la Costa Pacífica y editado por Orlando Rangel, el tercer volumen de Insectos de Colombia y el Manual de Probabilidad, de Liliana Blanco. La Revista Colombiana de Biotecnología, saldrá junto al libro Biotecnología para no biotecnólogos, que recoge las memorias de la Cátedra Manuel Ancízar, dedicada a los recursos genéticos y temas como bioseguridad, normas éticas y legales, y su percepción social. La Red de Estudios de Espacio y Territorio (RET) tiene tres títulos: Nuevos enfoques del desarrollo territorial: Colombia en una perspectiva latinoamericana, del economista Édgard Moncayo, un estudio con perspectiva regional que vuelve a ganar importancia en la mirada al desarrollo; Colombia y Panamá: la metamorfosis de la nación en el siglo XX (editado por Bonilla y Montañez), que examina las causas, el proceso y las consecuencias de la separación de Panamá a un siglo de haberse consumado; y Dimensiones territoriales de la guerra y de la paz, colección de ensayos que arroja nuevas luces sobre viejos interrogantes del conflicto colombiano. La colección CES de la Facultad de Ciencias Huma-
nas ofrece otros puntos de vista a los estudiosos del fenómeno colombiano y latinoamericano: por una parte está la compilación de Jaime Arocha, Utopía para los excluidos. El multiculturalismo en África y América Latina, y por otra, el estudio antropológico de Fabián Sanabria, La virgen se sigue apareciendo. En el área de economía, se destaca Integración regional. Fronteras y globalización, compilación de Carlos Martínez. Lo acompañan los números más recientes de las revistas Cuadernos de Economía e Innovar, de la Escuela de Administración de Empresas y Contaduría. La Facultad de Artes presentará dos publicaciones a los buscadores de nuevas lecturas: Arte en los noventa, una colección de cinco libros a todo color y con textos de primer orden, sobre las artes plásticas, el cine y la televisión, el diseño industrial y el diseño gráfico, la música y la arquitectura. Reúne ensayos significativos como “Arte y globalización”, de Ana María Guasch; “El museo: memoria y virtualidad”, de Jaime Rubio y José Carvalho, entre otros. El colorido de este volumen, contrasta con la austeridad de los libros de pequeño formato que configuran la Colección sin condición. La División de Divulgación Académica y Cultural
hace un par de años se ha encargado de la edición de una colección de poesía y literatura colombiana, a la cual suma en esta oportunidad dos nuevos títulos: La poesía es un viaje, de Robinson Quintero, y Estuario, de Carlos Obregón. También presentará Rawls contra Rawls y Relativismo y racionalidad, de la serie de filosofía ¡Sapere aude! No menos importante, es la oferta a la comunidad docente del país, con los 27 títulos de la Colección Sede, que reúne, desde 2001, lo más significativo de la producción académica, que abarca temas de medicina, fisioterapia, antropología, historia, literatura, medicina veterinaria y otras áreas del conocimiento. La Universidad Nacional no solo exhibirá su producción bibliográfica reciente. UN radio, 98.5 FM, transmitirá especiales todos los días desde la feria. UN Periódico, el medio de comunicación más leído de la Universidad, tendrá un espacio selecto; y Divulgación, abrirá un espacio de atención permanente al público que desee información sobre las múltiples actividades que se desarrollan en la Ciudad Blanca. Por otra parte, se exhibirán los trabajos de Diseño Gráfico, y las revistas de la UN.
Miércoles 27 de abril. Auditorio León de Greiff de Corferias. 6:15 p.m.
Novedades de la Universidad La Facultad de Ciencias Humanas lanzará Relativismo y racionalidad, Estudios de filosofía y Rawls contra Rawls. La Facultad de Artes presentará Arte en los 90, Colección sin condición, Ensayos, Historia y teoría del arte. Al igual, la Colección de la Sede presentará 30 nuevos títulos. Jueves 28 de abril. Auditorio Madre Josefa del Castillo. 5:00 p.m.
Colección de poesía Pretende llevar la poesía de destacados autores colombianos. Son libros en tres líneas editoriales: obra reunida, para autores vivos; libro recobrado, de reconocidos poetas que no se encuentran con facilidad en nuestro medio; libro inédito, para autores contemporáneos con propuestas literarias nuevas. En la XVIII versión de la feria se presentarán Los trabajos perdidos, de Álvaro Mutis; Agresión de las formas contra el ángel, de Héctor Rojas Herazo (libros recobrados); Seis libros y uno menos, de Álvaro Rodríguez Torres (obra reunida); Sanguinas, de Fernando Herrera Gómez, Las hipótesis de nadie, de Juan Manuel Roca premio nacional de poesía Ministerio de Cultura 2004, y Lecciones de fagot, de Fernando Linero (libros inéditos). Viernes 29 de abril. Auditorio Tomás Carrasquilla. 5:00 p.m.
■ Domingo 10 de abril de 2005
La Universidad en la
Colección de crónicas que reúne descripciones y recuerdos que distintos escritores tienen de la UN. Ilustradas con grabados de Rembrandt, este primer número cuenta con la pluma de Evelio José Rosero, Juan Manuel Roca, Ricardo Silva, Piedad Bonnett, Carlos José Reyes, Santiago Mutis y Luis Fernando Afanador.
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Informe
La Universidad Nacional presenta indicadores en docencia e investigación, que muestran un crecimiento importante en su gestión académica y administrativa durante el año 2004.
UN crecimiento
constante Nelson Nieto Borda
Unimedios
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Más cupos y graduados Un total de 40.451 estudiantes de pregrado se matriculó en 2004 en los 98 programas curriculares que ofrece la Universidad, 2% más que en 2003, teniendo en cuenta los programas de convenios intersedes. Esto quiere decir que se abrieron 777 nuevos cupos: las áreas afines a ingeniería, arquitectura y urbanismo1 fueron las que más ingresos registraron. En relación con los posgrados, en 2004, se matricularon 3.855 en los 205 programas ofrecidos, presentando un incremento del 11% con respecto al mismo periodo en 2003, al aumentar su capacidad en 370 plazas. Al discriminar las cifras se puede constatar que las maestrías –en las que se incluyen las especialidades médico-quirúrgicas que la Oficina de Planeación asimila a maestrías–, ocupan el 71% de las matrículas en los posgrados, y de paso se elevaron en 13% frente a 2003. Un movimiento significativo se presenta también en los doctorados, que en 2004 crecieron 38% frente a 2003 y 107% respecto a 2002, indicadores que ponderan el liderazgo de la UN en el máximo grado de formación, pues a ella le corresponde el 33% del total nacional, según datos consolidados por Colciencias (véase gráfico 1).
Archivo.
Una planta docente con mejor formación académica, el crecimiento de los grupos de investigación reconocidos por Colciencias y la consolidación de la política de internacionalización de la UN, ratifican el interés por ajustar sus objetivos misionales a las nuevas demandas de la educación pública en Colombia. Al revisar la gestión de 2004 se observó lo siguiente:
de manera leve, las cifras de graduaciones crecieron considerablemente.
Gráficos fuente: Oficina Nacional de Planeación (Febrero de 2005)
Si bien la tasa de estudiantes matriculados aumentó
Durante 2004, la Universidad graduó más de 5.400 estudiantes de pregrado, mejorando en 30% las cifras captadas en 2003 (véase gráfico 2). Situación no muy distinta en el caso de las especializaciones y las maestrías, que lograron formar a 1.194 profesionales, en un ascenso del 20% con respecto a la vigencia anterior.
La Dirección Nacional de Investigación (Dinain) formalizó el Comité de Ética en la Investigación que le permitirá a la Universidad cumplir con la legislación en investigaciones en el campo de la salud humana y en la experimentación con animales. También organizó la evaluación de las necesidades bibliográficas de los investigadores en cuanto a revistas, y espera adquirir las bases de datos Science Direct y JSTOR. Un logro adicional fueron los resultados obtenidos por los estudiantes de último semestre en los Exámenes de Calidad de la Educación Superior (Ecaes). De 29 programas de pregrado evaluados en la prueba, 126 estudiantes (28%) –de un total de 457 seleccionados– alcanzaron calificaciones sobresalientes.
Docencia más especializada El año pasado, el cuerpo docente de la UN aumentó su nivel de formación en doctorado y maestría en 12% y 4% respectivamente. De manera contraria, el número de profesores con título de especialización decreció en 3%, y los demás, con título de pregrado, en 28%. Las variaciones en este aspecto también pudieron obedecer al relevo generacional y al proceso de actualización académica, entre otras razones. Así, el 18% de la población docente cuenta con título de pregrado, 24% con especialización, 41% con maestría y 17% con doctorado. Al ser contrastada en el contexto nacional, esta información mejora su potencial, ya que la Universidad representa el “18% de los profesores con doctorado de todo el país y el 36% de las universidades estatales (…), mientras en maestría concentra el 10% del total nacional” (véase gráfico 3), de acuerdo con los
documentos de la Oficina Nacional de Planeación.
La investigación crece La producción y transmisión de conocimiento es otro de los indicadores con resultados positivos, ya que de 101 grupos de investigación reconocidos por Colciencias en 2003 creció en 121% (véase gráfico 4). Es decir, en 2004 la cifra ascendió a 224, lo que representa el 15,57% de una selección de 1.445 incluidos en el Sistema Universitario Estatal (SUE). En dicho sistema, la institución participa con un 40% de las revistas indexadas de las universidades estatales que publican artículos de profesores investigadores; también, en términos de calidad y esfuerzo, se editan libros derivados de investigaciones, que le otorgan respectivamente 5.952,1 y 524 puntos de productividad académica. Por otra parte, la Vicerrectoría General creó el Sistema Nacional de Laboratorios de Investigación, que pretende adelantar actividades de desarrollo y diagnóstico de equipos, diseñar una política de prestación de servicios, definir los criterios de certificación y acreditación, establecer programas de mantenimiento y reposición de equipos e invertir en infraestructura.
Relaciones de frontera La Oficina de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales (ORI), luego de un periodo de reorganización concentró sus esfuerzos en cinco líneas estratégicas de trabajo: 1. Fortalecimiento de la gestión y la divulgación internacional, en el que se inscribe el sitio web (http://www.unal. edu.co/ori/), que publica lo concerniente a la internacionalización y permite la descarga del boletín de noticias Orion-line. Esta línea ha permitido mejorar los canales de
información e interacción con las sedes de la Universidad y los demás miembros de la comunidad de forma personalizada y virtual. 2. Promoción de cátedras internacionales, disponibles para ser tomadas por estudiantes de manera electiva. 3. Dinamización de convenios, en 2004 se suscribieron 76 nuevos convenios para un total de 471, de los cuales 18 se efectuaron con instituciones del exterior. De los 174 convenios internacionales, la ORI dio prioridad a 30 por la alta demanda, por su carácter geoestratégico y por la posibilidad de reactivar los contactos educativos. 4. La estructuración y el fortalecimiento de las políticas internas permitieron la movilidad de estudiantes y profesores: 42 estudiantes salieron y 45 entraron al país, mientras 66 docentes salieron y 29 entraron; además de los desplazamientos ocasionados por los programas de movilidad existentes en otras dependencias y facultades de la UN. e) La cooperación en la investigación científica y tecnológica, donde se desarrollan acciones para la identificación y promoción de proyectos prioritarios de la Universidad, movilización de recursos, apropiación de herramientas, participación en espacios claves, y capacitación.
Informe
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Sistema Nacional de Laboratorios
Los 400 mil volúmenes con los que cuenta la Biblioteca Central ahora
podrán ser consultados hasta las 10 de la noche.
Guillermo Flórez.
Los laboratorios y el sistema de informática de la Universidad
Nacional implementan nuevas tecnologías para el cumplimiento de sus funciones, mientras la programadora de televisión gana reconocimientos por parte de la Unesco.
Desarrollo
Integral
17025, ejemplo de excelencia para la realización de pruebas y ensayos en el sector eléctrico.
La Dirección de Informática avanza - Unificación y centralización de los servicios telemáticos: correo electrónico, calendario, portal, ftp, páginas web. - Aumento en la capacidad del correo en más de 150%, y en el uso de cuentas de correo institucionales en más de 600%. - Mejoramiento en la administración y ampliación de la infraestructura tecnológica de los centros de cómputo. - Apoyo a la consolidación de los sistemas de información: SIA, SARA, QUIPÚ, HERMES, SIJUN. - Mejoramiento y ampliación de todas las redes locales (LAN), los canales de comunicación de las sedes (red WAN) y acceso a Internet. Aumento de los anchos de banda en más de 200%. - Adquisición y legalización para todas las sedes del software Antivirus, bases de datos Oracle, software de Microsoft, Macromedia, SPSS, Corel y Autodesk. - Puesta en marcha de la Mesa de Ayuda de Informáti-
ca y atención a más de 23.000 llamadas de solicitudes de servicio y mantenimiento de equipos. - Atención diaria a más de 6.500 llamadas por parte del personal del conmutador. - Apoyo a proyectos como Educación Virtual, Telemedicina, Alex, Biliotecas (Aleph). - Transmisión por videoconferencia de más de 340 eventos; lo que representó ahorros por más de 600 millones de pesos en costos de transporte y viáticos. - Conformación de la Red Universitaria Metropolitana de Bogotá (Rumbo), con otras 15 universidades, requisito para conformar la Red Nacional y luego conectarnos a Internet. - Implementación del servicio de voz sobre IP entre todas las sedes, lo que ha ahorrado gastos sustanciales de telefonía de larga distancia. - Implementación de redes inalámbricas –WiFi– en varios sitios de la Sede Bogotá. - Optimización del uso de Internet mediante la autenticación obligatoria. - Alistamiento de un nuevo servicio para ofrecer sitios web a más de 2.000 docentes de la Sede Bogotá.
- Apoyo técnico a todas las sedes. Gestión de nuevos cargos para la Dirección Nacional de Informática y Comunicaciones. - Planeación estratégica en informática y comunicaciones para toda la Universidad. - Participación activa en el Centro de Investigación en Telecomunicaciones (Cintel). - Emisión de centenas de conceptos técnicos y asesorías para compra y arrendamiento de equipos, adquisición y desarrollo de software y bases de datos, contratación de personal técnico e instalación de puntos de cableado.
En la UN: televisión instruida Enseñar no es cosa fácil, menos cuando la intención es hacerlo a través de la pantalla chica. Un programa en la televisión que hable de ciencia hecha en Colombia o sobre tolerancia, creen algunos, siempre provocará bostezos. Sin embargo, la Programadora de Televisión de la Universidad Nacional (UN Televisión), a punta de reflexión, disciplina y creación se encuentra validando una nueva propuesta de produc-
ción de televisión educativa que en poco tiempo dejará ver buenos frutos. Dos de sus proyectos en curso han recibido este año galardones internacionales. Banderas en Marte, un magazín para jóvenes bogotanos de estratos populares dedicado a la formación ciudadana, fue recientemente seleccionado para participar en la muestra de televisión pública más prestigiosa del mundo, International Public Television Screening Conference (Input). A este evento asisten más de mil participantes calificados de más de 60 países. En su primera fase, Banderas en Marte fue un proyecto financiado por el Instituto para la Investigación y el Desarrollo Pedagógico (Idep) y fue diseñado y producido por UN Televisión. El otro caso es Mente Nueva, un magazín audiovisual consagrado a promover la apropiación social de la ciencia y la tecnología nacional en jóvenes. Junto a Banderas en Marte, en días recientes fueron seleccionados por la Unesco en su convocatoria “Se buscan: buenas ideas y mejores prácticas para promover la producción y difusión de contenidos locales en América Latina”. Esta distinción les concede el derecho a participar en un taller ofrecido por esta organización y la Universidad de Guadalajara (México), con el fin de analizar modelos de comunicación de la región y consolidar propuestas. Obtener estos reconocimientos no es fácil. Se necesita producir televisión con alto contenido educativo, que demuestre capacidad de enseñar y entretener al mismo tiempo. Para lograrlo no existen reglas, manuales o fórmulas probadas, pero para ello UN Televisión ha encontrado y validado su propio modelo de producción.
■ Domingo 10 de abril de 2005
La Universidad Nacional de Colombia posee un patrimonio científico y tecnológico con laboratorios y equipos en casi todas las disciplinas. En octubre de 2004, la presente administración formalizó el Sistema Nacional de Laboratorios, con una dirección a nivel nacional y direcciones en cada una de las siete sedes de la Universidad. El proyecto no se limita simplemente a “equipos” como dispositivos aislados, sino que asume un concepto integral de laboratorios en donde se tienen en cuenta las necesidades de dotación, mantenimiento, adecuaciones físicas, personal, acreditación, entre otras. Solamente en la Sede Bogotá, se cuenta con más de 12.000 equipos distribuidos en 464 laboratorios, localizados principalmente en las facultades de Ciencias e Ingeniería, en donde se desarrollan investigaciones con componente experimental y donde se soportan programas de maestrías y doctorados. Atendiendo las necesidades de los laboratorios, se realizó mantenimiento a cerca de 500 equipos y se han adquirido más de 630 nuevos en las sedes Manizales y Bogotá. Estos laboratorios conforman una red nacional de 20 laboratorios en las sedes Bogotá, Medellín, Manizales y Arauca con equipos de alto nivel científico y tecnológico, entre los que se pueden contar tres microscopios electrónicos, equipos de microscopía óptica, de prototipado rápido para fabricar modelos físicos de diseño por computador, un espectrómetro de resonancia magnética nuclear y otro de fotoelectrones de rayos X (equipo único en el país y en la región Andina), etcétera. Con ellos se brindan servicios a la academia y a la industria, como los del Laboratorio de Prototipado Rápido, al sector de los plásticos; los del Laboratorio de Resonancia Magnética Nuclear, al sector petrolero; y los de los Laboratorios de Microscopía Electrónica, al sector de los materiales en la industria de la minería, cementos, plásticos, etc. En gestión de calidad, el Laboratorio de Ensayos Eléctricos Industriales (Labe) de la Facultad de Ingeniería, fue acreditado en julio de 2004 bajo la norma NTC ISO/IEC
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Ciencia
La creación del Observatorio Astronómico Nacional fue
iniciativa del sabio José Clestino Mutis, primero que se construyó en el continente americano.
En 1965 se integraron las instancias responsables del desarrollo
de las ciencias básicas en la Universidad, conformándose en Bogotá la Facultad de Ciencias, hoy líder nacional en la formación de programas de doctorado.
Sinergia y
consolidación científica César Moreno* David Rubio*
profesores, la tercera parte de ellos son doctores y los demás, salvo contadas excepciones, tienen nivel de maestría. Es relevante anotar que el 59% son profesores de dedicación exclusiva, situación favorable para que los docentes puedan dedicarse a la investigación. En el último año se otorgaron 24 comisiones de estudio de tiempo completo a profesores jóvenes que adelantan estudios de ese nivel. Así se ha seguido una de las recomendaciones centrales de la Misión de ciencia, educación y desarrollo en la década del 90.
■ Domingo 10 de abril de 2005
* Programa de Comunicación, Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia.
Si bien la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Sede Bogotá cumple cuatro décadas de trayectoria, los antecedentes de algunas de las dependencias que fueron integradas en su creación, bajo la rectoría de Félix Patiño, se remontan a la Expedición Botánica dirigida por José Celestino Mutis en 1783. Hoy, por ejemplo, forman parte de la Facultad el Instituto de Ciencias Naturales, depositario de ejemplares botánicos colectados por el propio Mutis, y el Observatorio Astronómico Nacional, creado en 1803. Los departamentos de Biología, Estadística, Farmacia, Física, Geociencias, Matemáticas y Química, también son instancias administrativas de la Facultad. Todas ellas son responsables de siete pregrados, siete especializaciones, quince maestrías y seis doctorados; en la actualidad se encuentra en estudio la propuesta del doctorado en Geociencias. De esta manera, la Facultad genera el más alto nivel de formación en bien de la consolidación de comunidades académicas nacionales en contacto con redes internacionales de creación y aplicación del conocimiento científico. En la reforma Patiño, “cada departamento entró a desarrollarse en profundidad, dentro del marco de la Facultad de Ciencias con el apoyo de ella. Para ese desarrollo, con los posgrados como meta, cada departamento tuvo una interiorización para alcanzar el nivel de doctorado, tanto en sus docentes como en sus programas curriculares”, afirman los profesores Jorge
Extensión
La Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia Sede
marzo de 1965.
Arias de Greiff y Clara Helena Sánchez en un texto próximo a ser publicado, sobre la creación de la Facultad. Al respecto, el decano de la Facultad, Moisés Wasserman, dice que con ello “somos no sólo cronológica sino cuantitativa y cualitativamente líderes de los doctorados en el país”.
Proyección nacional El impacto de la Facultad en el país se materializa, además de la acción directa de sus egresados en el ámbito educativo y el sector productivo, en “una de las actividades apoyadas con mayor entusiasmo: impartir programas de posgrado en otras universidades del Estado”, asegura la vicedecana Académica, Carolina Spinel. La Facultad hace presencia en Santa Marta con el Centro de Investigaciones Marinas (Cecimar); en Villavicencio, con la Estación de Biología Tropical “Roberto Franco”, y en Villa de Leyva, a través del Museo Paleontológico. El Museo de la Ciencia y el Juego cubre diversas zonas del país con salas y exposiciones itinerantes. El Museo de Historia Natural tiene su sede en el
edificio del Instituto de Ciencias Naturales y dispone de algunas de sus exhibiciones para consulta en Internet.
Investigación La actividad investigativa de la Facultad se ha erigido como fundamental frente al reto planteado por la sociedad científica nacional y regional (Latinoamérica y el Caribe), mostrándose como evidencia de ello que Colciencias reconoció a 49 de sus grupos de investigación, la cuarta parte de los grupos reconocidos de la Universidad. Durante 2004, en la Facultad se adelantaron 267 proyectos de investigación, de los cuales 120 contaron con financiación externa de algún tipo. Se publicaron también 210 artículos científicos, algunos de ellos en las 11 revistas seriadas de la Facultad y cerca de la mitad en publicaciones indexadas internacionales. “Publicar los trabajos de los profesores en forma de textos de diferente presentación y que estén tanto al alcance de los estudiantes como del público en general, ha sido otro de los notables logros del esfuerzo editorial de la Facultad”, asegura el pro-
Bogotá fue fundada el 26 de
Fotos Guillermo Flórez.
fesor Jorge Brieva, quien se desempeña como coordinador de publicaciones. Se han producido cerca de 30 notas y guías de clase y casi 50 textos de diversa índole, que buscan contribuir al mejor desarrollo de la dinámica de trabajo en las aulas. La organización y participación en eventos de carácter científico es labor crucial de los docentes, esfuerzo que apoya la Facultad permanentemente como líder nacional en la consolidación de la comunidad científica y la necesaria movilidad de los investigadores.
Docencia La Facultad presta servicios docentes a cerca de 25.000 estudiantes de la sede Bogotá cada semestre. Otra labor importante de los profesores es la dirección de trabajos de grado, de especialización y tesis de maestría o doctorado. Para sostener los compromisos docentes e investigativos de la Facultad ha sido definitiva su planta de profesores, que en comparación con otras en el ámbito regional puede ser calificada como muy sólida, contando en 2004 con un número activo de 450
Una de las actividades más importantes de extensión corresponde a los cursos libres en áreas como matemáticas, física, química (básica y orgánica), biología y ciencias geológicas, para estudiantes de educación media y jóvenes bachilleres que quieran o necesitan nivelar sus conocimientos en estas áreas para el buen desempeño en sus estudios superiores. Los departamentos abren también cursos de educación continuada orientados a actualizar profesionales. Otras actividades adelantadas en el área de extensión pueden sintetizarse en asesorías (57 en el último año) para los sectores sanitario, ambiental, financiero e industrial, que se canalizan mediante “la gran cantidad de contratos con el sector público y privado, que necesitan de la experiencia y del conocimiento que está atesorado en la Facultad para ser usado con fines de carácter productivo o informativo”, en palabras del profesor Wasserman. La Universidad en general y la Facultad en particular han hecho grandes esfuerzos para el desarrollo de la ciencia en nuestro país. Al respecto concluye el decano de la Facultad: “La inversión en desarrollo científico debe ser la máxima prioridad en una sociedad que quiera mantenerse en la ola global de crecimiento económico y social, lo cual exige decisión, imaginación y generosidad”.
Ciencia Calcular la medida exacta
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de radiaciones ionizantes para tratar diferentes tipos de cáncer, es la compleja tarea encomendada a los físicos médicos que trabajan en una especialidad de las ciencias de la salud conocida como dosimetría clínica.
y tanque de agua, instrumentos para el proceso de medición dosimetríca.
Muestra de la aplicación de
una terapia de radiación intensa y modulada.
Fotos Guillermo Flórez.
Dosis precisas contra
el cáncer Yino Castellanos Unimedios
El haz de radiación ionizante ha atravesado los tejidos del paciente para eliminar las células cancerígenas que proliferan desordenadamente en su cuerpo. Esto es posible dada la naturaleza de tales radiaciones de mínima longitud de onda y alta frecuencia, “capaces de penetrar el órgano afectado, con dosis previamente cuantificadas”, explica la profesora María Cristina Plazas, directora del grupo de Física Médica de la Universidad Nacional. Este tipo de radiación, descubierta en 1896 por el Premio Nobel de Física, Henri Antoine Becquerel, se diferencia de otras, como la luz visible o las ondas de radio, porque al entrar en contacto con la materia producen iones, esto es, átomos o grupos de átomos, que han adquirido carga eléctrica. La profesora Plazas afirma: “La radiación puede llegar directamente al núcleo de la célula, o de forma indirecta a través de las moléculas de agua del propio cuerpo, en un fenómeno físico conocido como radiólisis. En los dos casos el fin es terapéutico”. El trabajo es coordinado con los profesionales de la radioncología, quienes prescriben las dosis que consideran apropiadas, teniendo
en cuenta criterios como la radiosensibilidad. En esta medida, la doctora Rosalba Ospino, coordinadora del grupo de Radioterapia y Física Médica del Instituto Nacional de Cancerología, señala que existen tumores altamente sensibles, otros de rango medio y algunos con baja radiosensibilidad. “Entre los primeros –dice la profesional– están los que afectan órganos germinales, ovarios y testículos, mientras los epitelios están en rango medio, y los sarcomas son poco sensibles a las emisiones”. En todo caso, en Colombia se emplean básicamente electrones capaces de penetrar hasta cuatro centímetros el cuerpo, mientras los fotones alcanzan hasta 15, y son utilizados, entre otros, contra el cáncer de próstata. Ahora bien, el suministro de la medida exacta de las dosis de radiación prescrita por el radioncólogo, ya sea para terapia paliativa (en el caso de que el cáncer haya hecho metástasis) o curativa (cuando la enfermedad está localizada), presupone un compromiso ético con el paciente y con el equipo médico encargado del tratamiento. Es entonces cuando los profesionales, especializados en Física Médica, contribuyen al proceso con la aplicación de los principios de la ciencia dosimétrica.
En esta medida, la profesora Plazas afirma: “Los físicos médicos somos los farmaceutas de la radiación”, y en consecuencia, para garantizar la dosis exacta al médico oncólogo, ésta se debe cuantificar; este proceso aprovecha la ionización (carga eléctrica) de un medio como el aire, en una cavidad, para luego verificar la cantidad de radiación que dicho medio está absorbiendo a partir del uso de un detector tipo cámara, frecuente en dosimetría clínica. Luego, el dispositivo con el medio ionizado, al pasar por un campo cargado con electrones, emite señales eléctricas proporcionales a la cantidad de ionización que se ha generado en esa cavidad. El dispositivo es introducido en un maniquí que simula el cuerpo humano, y el análisis de dicha proporción permite caracterizar el comportamiento de la radiación, y obtener las dosis absolutas avaladas por el Organismo Internacional de Energía Atómica. Los resultados se registran en un sistema de planeación dosimétrico, que con la ayuda de un computador procesa las imágenes tomográficas o de resonancia magnética. Cada paciente es analizado individualmente, y los datos, en relación con el comportamiento del haz de radiación en profundidad se
Trabajo interdisciplinario Desde la alianza estratégica concertada en 1986 entre la Universidad Nacional y su grupo de Física Médica, con el Instituto Nacional de Cancerología (INC), las actividades científicas, académicas y sociales promovidas por las dos instituciones han servido para conscientizar a un grupo cada vez más amplio de profesionales sobre la importancia de observar rigurosamente los principios dosimétricos. La cooperación se ha cristalizado, entre otros convenios, con la preparación de estudiantes que pueden aprovechar, para sus prácticas médicas, tanto las fuentes radiactivas del INC, tipo Cobalto60, como los aceleradores lineales de electrones, capaces de producir energías muy altas, necesarias en los tratamientos del cáncer de esófago o de cuello uterino. “La formación de especialistas en el manejo de las radiaciones ionizantes es una necesidad de primer orden, pues también son utilizadas en tareas de diagnóstico, y tanto en este ítem como en el terapéutico, es necesario saber cuánta radiación está recibiendo el paciente”, complementa la profesora Plazas. A este respecto, los profesionales en medicina nuclear utilizan estas radiaciones a partir de la incorporación al paciente, vía oral o venosa, de un material radioactivo asociado a un fármaco para realizar diagnósticos por imágenes, como gamagrafías hepáticas u óseas. En este caso los detectores de radiación son los llamados de centelleo, pues emiten luz, cuando
la radiación ionizante incide en el órgano. Llama la atención el creciente número de trabajos de tesis y proyectos interinstitucionales que la Universidad ha gestionado con entidades locales como la Universidad de Córdoba, que redundan en la cualificación de los dosímetros, y en la evaluación permanente de las condiciones en la que se presta el servicio. Esta labor abona el terreno para la implementación en el país de las tecnologías más recientes en el mundo médico, como la dosimetría in vivo, que busca adecuar el tipo de detectores al tiempo real; mientras el paciente está siendo tratado, se cuantifica la dosis que él está recibiendo.
El suministro de la medida exacta de las dosis de radiación presupone un compromiso ético con el paciente y con el equipo médico, en lo cual contribuye la física médica con la aplicación de la ciencia dosimétrica. De esta manera, tanto el Instituto –que hoy trata el 20% de los pacientes enfermos de cáncer, segunda causa de mortalidad en el país después de las afecciones cardiovasculares– como la Universidad Nacional, que prepara el programa de maestría en Física Médica, y por supuesto los usuarios, se seguirán beneficiando de la cooperación intelectual y profesional de los médicos y los colegas de Einstein.
■ Domingo 10 de abril de 2005
Fuente de Cobalto60,
ingresan con la ayuda de un programa especial en el disco duro. En otras palabras, por un lado se procesan las imágenes y por el otro la información personal del paciente, en un sistema de planeación dosimétrico que determina la dosis.
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Literatura
Archivo.
Paul Auster.
Francisco Montaña Ibáñez*
■ Domingo 10 de abril de 2005
* Director Nacional de Divulgación Cultural de la Universidad Nacional de Colombia.
Si alguna vez la historia de las artes y de la perspectiva sobre ellas se escindió por la aparición de la mirada del transeúnte, pareciera ser que en los últimos años el traslado físico del cuerpo procura alcanzar una nueva dimensión: la huida. Esto, efectivamente viene siendo objeto de diversas narraciones que recorren la literatura y el cine del siglo XX y seguramente de las artes narrativas de la modernidad, empezando por el tan nombrado en estos días, hidalgo Alonso Quijano. Se trata de individuos saturados por la identidad que les permite el mundo en el que viven, que se lanzan a lo otro, sea cual sea la idea de lo otro que se pueda encontrar. Esta alternativa ha tenido brillantes exponentes en el cine. Es fácil recordar muy a propósito El pasajero de Michelangelo Antonioni, Terciopelo azul de David Lynch, e incluso podría mirarse dentro de esta categoría el reflexivo cine del sueco Ingmar Bergman, haciendo muy breve la lista. Son pues seres humanos volteados, que en su revés buscan, huyen de lo que son, de lo que han conseguido, de los otros, e inútil y trágicamente de sí mismos. Y en efecto eso es lo que aparece de manera particular en esta novela La música del azar del norteamericano Paul Auster. Aunque pareciera ser un tema recurrente en sus libros, en éste, Jim Nashe, literalmente, se lanza hacia fuera de sí mismo. Y ese camino lo recorre en un auto nuevo, un “Saab” rojo, que circula por la carreteras de los Estados Unidos durante algo más de un año, confirmando que la velocidad era la esencia, el goce de sentarse y lanzarse hacia
La música del azar
La huida, como nueva dimensión del cuerpo, es el concepto en el cual se centra la novela de Paul Auster, La música del azar. Este escritor norteamericano describe, con sencillez, un mundo regido también por el azar, los bruscos cambios de rumbo, las decisiones que cambian una vida de golpe y la búsqueda de un camino. delante a través del espacio, que en movimiento y sólo en el perpetuo no detenerse, podría encontrarse sino la paz, sí la quietud. Así es como esta huida de su feliz empleo de bombero –que ha podido realizar con placer y orgullo–, de su hija a quien teóricamente ama, de su familia, y de lo que podría llamarse su espacio vital, se convierte poco a poco en un viaje de encuentro si no con sí mismo, sí con su destino. Particularmente, en esto consiste la tragedia del personaje, en que al alejarse se acerca, se despoja, se limpia. Y esta suerte de limpieza que todo lo soporta, esta suerte de estoicismo para el que nada importa, ni el sacrificio mismo, estado de ánimo en que se encuentra sumergido el personaje, es lo que Auster explota con maestría. Nos sumergimos así en una intensa y viva narración a través de la cual vamos descubriendo el inverosímil mundo que se hace posible cuando Jim Nashe se desata. Dos jugadores de lotería que al cabo de los años ganan el gran gordo, 20 millones de dólares y se dedican a usarlos como mejor les parece. Por supuesto, se hacen cada vez
más ricos y sus gustos son cada vez más complicados: “Cultivamos nuestros intereses, nuestras pasiones, el jardín de nuestras mentes (…) Si no hay pasión en tu vida no vale la pena vivir”. Así, uno de ellos dedica sus mejores esfuerzos a construir la Ciudad del Mundo que es al mismo tiempo su autobiografía y la utopía de su propia vida, “un lugar donde el pasado y el futuro se juntan”, donde se ha representado a sí mismo desde niño, hasta el momento en que compra con su compañero el tiquete ganador de la lotería, donde “el mal sigue existiendo, pero los poderes que gobiernan la ciudad
han encontrado la manera de transformar ese mal nuevamente en bien”, un lugar, además tautológico pues su creador piensa representarse a sí mismo realizando la representación. “Si hiciera la maqueta de la maqueta, teóricamente tendría que hacer otra maqueta aún más pequeña, una maqueta de la maqueta de la maqueta” y así pasar por la encrucijada de la representación en la modernidad. Su compañero, se dedica a los objetos antiguos y además de una colección demencial de objetos, su pasión (y su dinero) lo llevan a comprar un castillo irlandés del siglo XV, desmontarlo piedra a piedra y llevarlo en buque hasta “nuestra finquita en los montes de Pensilvania”. Y es contra ellos que Nashe y Jackpot (premio gordo), a quien conoce “el tercer día del décimo tercer mes”, tendrán que enfrentar sus caminos en una de las mejores partidas de naipes escritas en los últimos tiempos. Magistralmente, la paradoja planteada del personaje que se aleja, se adelgaza, se simplifica y se acrisola moralmente (y se radicaliza por supuesto), concluye con un increíble sometimiento, doloroso e increíble, como si
sólo en la sumisión, en el control exterior del tiempo, el ser humano pudiera encontrar sosiego, quietud; sometimiento que por su brutalidad termina en la única rebelión aún posible frente al marasmo y el desastre que se levanta sin cesar. Lejos de ser una novela intelectual, como posiblemente pareciera, se trata al contrario, de una historia apasionante, escrita con simpleza y que sin la menor duda, atrapará a los lectores amantes de las novelas policíacas. Auster, este particular y cada vez más mítico escritor contemporáneo, combina en una prosa sólida y transparente dos elementos presentes en su formación: la intelectualidad francesa, ese refinamiento racional que lleva a la delicadeza del análisis y también seguramente a la encrucijada que esa finura revela en el mundo contemporáneo, característica tal vez adquirida durante los años que vivió en París trabajando como negro literario (vendía historias para que fueran publicadas a nombre de un autor reconocido y taquillero); y por otra parte, el dominio claro de la técnica narrativa que lo pone al lado de grandes escritores coterráneos suyos, como Dos Passos y Caldwell, por no ahondar en la comparación, y que le permite acelerar y detener el ritmo, trazar elipsis, líneas abiertas, miradas a ninguna parte que le dan al lector la curiosa sensación de que el texto se construye bajo su mirada, asunto del todo imposible dada la exactitud y solidez de la estructura de esta novela. Por último, falta decir que se trata de una buena traducción, que consigue atravesar los neologismos peninsulares (el Saab no es un carro sino un coche, y una prostituta dice: “El gordo me soltó una pasta por esto y yo vine aquí pensando que iba a follarme a los dos”) y transmite un ambiente continuo y sólido a un ritmo de vértigo.
Cine
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Cine para
caminantes Ignacio Prieto,
El primer largometraje del joven director cesarense
Ciro Guerra, La sombra del caminante, se estrenó el pasado viernes en simultánea nacional, después de un cuidadoso trabajo de realización que ha sido reconocido en diversos festivales cinematográficos alrededor del mundo. Equipo periodístico Unimedios
La figura de “Mañe”, acogida
Fotos Archivo.
Ciro Guerra, director
de La Sombra del caminante. conflicto en el alma de los habitantes de una ciudad como Bogotá, centro de recepción de las historias de los hombres y mujeres, que sobreviven a pesar de la tragedia. “Mañe”, el protagonista de la cinta, interpretado por el experimentado actor de teatro, César Badillo, hace de la solidaridad del silletero –Ignacio Prieto– un respiro frente al clima enrarecido que se cuela en la vida cotidiana de los personajes. El mismo clima que dejó a Bogotá vestida como una novia gris para la película, gracias al trabajo de Cristina Gallego, directora de arte, quien no duda en afirmar que el tema de la cinta es la amistad. Y amigos leales no le faltaron desde el principio a es-
por la ciudad gris y envolvente.
ta producción, que impactó favorablemente en distintos escenarios privilegiados para la promoción del séptimo arte en el mundo. Primero fue Ciudad Lunar, la productora de los estudiantes de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Nacional, luego se unió Tucán Producciones, empresa dirigida por Jaime Osorio, reconocido hombre de cine, y pieza fundamental en la tarea de realización y promoción de La sombra del caminante. Finalmente estuvieron los premios obtenidos, como el de la sección “en construcción”, del festival de San Sebastián, que supuso el apoyo financiero definitivo para la terminación de la película. Amigos que permitieron que un público masivo hiciera parte de este proyecto. Hoy, cuando la tenue silueta del silletero ocupa discretamente un lugar al lado de los afiches promocionales de las superproducciones de Hollywood, la respuesta de Ciro Guerra a una pregunta formulada por la agencia de noticias AP, confirma el espíritu de la cinta: “El dinero que no teníamos fue reemplazado con amor y libertad”.
■ Domingo 10 de abril de 2005
Más de tres años de paciente espera, entre revisión de guiones, realización en video, y establecimiento de contactos con productores interesados en acoger la propuesta audiovisual de un realizador –que no pasaba de los 23 años–, culminaron este fin de semana, cuando la pantallas gigantes de la salas del circuito comercial fueron iluminadas con el sentimiento en claro oscuro que transmiten los personajes de la cinta La sombra del caminante, concebidos por el talento de Ciro Guerra; un egresado de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Colombia, preocupado por retratar “la gente que vive en el corazón de un país en guerra. Gente cuyas historias se entrecruzan en las calles de una ciudad caótica y convulsionada”. Inspirado en la figura de un silletero, que por $500 cargaba con el peso de hombres y de mujeres en su natal Río de Oro (Cesar), Guerra escribió el guión de una película visualizada en la urbe. Metáfora intimista de las huellas que ha dejado la situación de
interpreta al silletero, personaje inspirado en las vivencias del director Ciro Guerra.
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Sociedad Paula Andrea Grisales Naranjo Unimedios
Nunca como en la Colombia decimonónica, eructar, bostezar, rascarse la cabeza o los oídos fue tan grave. Ni hablar de llevar a cabo el refrán de “el pollo y el marrano se cogen con la mano”; ejecutar tales acciones en público significaba ser tenido por poco más que un animal salvaje y, en todo caso, hacerse acreedor del repudio general. Este retrato sobre la forma en que se vivían las buenas costumbres en aquella época fue analizado por Claudia Vanegas, quien después de estudiar cómo el sociólogo e historiador alemán Norbert Elías encontró en los manuales de urbanidad el proceso civilizador de Europa, ella –por aquellos días estudiante de Historia– se preguntó si a través de esos libros se había dado un proceso criollo similar y, de ser así, cómo había sido. Ella cuenta que después de La Independencia, el país quiso entrar en el selecto grupo de los países civilizados y se propuso importar la modernidad de Europa. Para los gobernantes de la época, difundir los buenos modales era una vía expedita para alcanzar el primer mundo, refinado y glamuroso, aunque la tarea de construir un Estado-Nación obviamente iba más allá de interiorizar unas reglas de comportamiento. En este contexto empezó el auge de los manuales de urbanidad que contenían la valiosa información que borraría de los colombianos cualquier rastro de “barbarie”. Algunos fueron escritos en el país, otros traídos del exterior, explica la historiadora. Claudia Vanegas, en su trabajo de pregrado, averiguó cómo éstos educaron, moralizaron y civilizaron a varias generaciones durante el siglo XIX.
■ Domingo 10 de abril de 2005
Los modales fueron también un rasgo de distinción social que configuró claves para pertenecer o no a la cofradía de los “educados”. Y era en espacios como la mesa, las reuniones, la iglesia y la calle donde se ponía a prueba la urbanidad.
Fueron 22 manuales de urbanidad publicados en el siglo XIX los que encontró en sus pesquisas, pero estudió a fondo cinco, cuyos nombres son bastante ilustrativos: dos extranjeros: Principios de urbanidad, de Pío del Castillo (1845) y Educación de la infancia. Lecciones de moral, virtud y urbanidad para el uso de las escuelas primarias de la provincia de Bogotá, de autor anónimo; y tres nacionales: Breves nociones de
En la calle y en la iglesia se
expresaba el respeto hacia las personas con mayor jerarquía social
La cofradía de
los civilizados Hacer propio un signo de distinción que
incluyera a los colombianos en la esfera de la civilización y de la modernidad fue la promesa con la que se ofrecieron los manuales de urbanidad en Colombia. urbanidad, extractadas de varios autores, y dispuestas en formas de catecismo, para la enseñanza de las señoritas del Colejio de la Merced de Bogotá, de Rufino Cuervo (1833); Lecciones de urbanidad, acomodadas a las costumbres colombianas, de José Manuel Marroquín (1866); y Elementos de educación: o sea moral, higiene, urbanidad y economía doméstica, para uso de escuelas y familias, de Lucio Milciades Chaves (1896). Después de mirarlos detenidamente, Claudia Vanegas centró su atención en el modelo de hombre y de mujer que, a través de la prensa, las escuelas y los colegios, se pretendía implantar en el país. Más allá de formar ciudadanos “bien educados” tuvieron una justificación política.
Roles platónicos “Habla sin presunción, porque hay hombres injustos y la presencia de una mujer docta hiere su orgullo: compadece pues su flaqueza, y a fuerza de modestia harás que perdonen tu ciencia si la tuvieres”, esto recomendaba Educación de la infancia a las mujeres instruidas, quienes debían evitar brillar por su talento para no ofender a los varones. Según las conclusiones de Claudia Vanegas, el modelo que reproducían los manuales era el de la mujer excelente ama de casa, madre, esposa e hija. “Ellas debían cuidar cada una de sus palabras y de sus mo-
vimientos, pues de su buen comportamiento dependía su reputación”. El hombre debía ser culto, un “verdadero caballero”, con excelente presentación personal, trabajador, buen conversador y respetuoso. Esta demarcación de roles describe a un hombre protagonista de la esfera pública mientras a la mujer se le suscribió a la privada. Además de fortalecer el sistema educativo y refinar las costumbres, los dirigentes cumplían otro objetivo con los manuales: garantizar el statu quo. La historiadora explica que al prescribir y homogenizar el comportamiento de hombres y de mujeres, siempre asociado a la moral católica, el gobierno quiso asegurarse del respeto hacia las instituciones y la legitimación de su poder político. “Para materializar el sueño de un país con futuro brillante, las esperanzas estaban puestas en formar hombres instruidos y virtuosos”.
Los peligros de ser espontáneo Cada manual de urbanidad tiene su estilo de redacción, los había a manera de catecismo, con fábulas e incluso en verso, para facilitar la memorización. Pero para estar a tono con el modelo de ciudadano civilizado no bastaba con aprender las reglas, había que interiorizarlas para que parecieran innatas. Los modales fueron también un rasgo de distinción
social que configuró claves para pertenecer o no a la cofradía de los “educados”. Y era en espacios como la mesa, las reuniones, la iglesia y la calle donde se ponía a prueba la urbanidad. “ ...comerá como persona bien educada quien no olvidare que todos pueden tenerle asco”, advierte Marroquín, en Lecciones de urbanidad, sobre el comportamiento en la mesa, uno de los lugares donde las reglas de urbanidad son más detalladas y precisas. “Allí, las personas no están simplemente cumpliendo una función vital, sino que demuestran sus conocimientos en esta materia”, asegura Claudia Vanegas. Otros lugares de socialización con normas detalladas fueron las visitas, reuniones, tertulias y bailes. Era preciso tener mucho cuidado al sonarse, escupir, estornudar y hasta había que hacer lo posible para no bostezar. “Se pretendía enseñar a disciplinar el cuerpo, a controlar los impulsos naturales, a disimular sentimientos como aburrimiento, desagrado, vergüenza, placer, miedo e inseguridad”, comenta. Cometer alguna imprudencia podía significar la pérdida de la estima, arriesgar el prestigio propio y el de la familia. Durante la mayor parte del siglo XIX, el Estado estuvo asociado a la iglesia, y estar bien educado fue sinónimo de ser buen cristiano. Esta aleación fue considerada indisociable para formar sanos y dóciles ciudadanos.
Desde pequeñas, las
niñas van apropiándose de su rol como amas de casa a través de los juegos. De hecho, la joven historiadora pudo identificar para los siete pecados capitales una contrapartida que los rebatía desde los modales. Hoy, esa conexión entre urbanidad, política y religión ya no es tan importante, aunque no es lo único que ha cambiado: después de 200 años, muchas de estas reglas, por obsoletas, causarían risa. Sin embargo, la idea de “ser educado” permanece; las últimas generaciones de colombianos todavía recuerdan cómo en el colegio les enseñaron modales con el clásico manual de Carreño. Aunque los modales ya no son la promesa de encontrar la modernidad, permiten hacer más cordiales las relaciones interpersonales.
Tecnología
La harina de mango es
un polvo fino homogéneo de color amarillo-crema y el sabor característico de la fruta.
23
Fotos Carlos Vladimir Vidal y Óscar Fernando Torres.
La harina de mangos hilacha y chancleto podría ser utilizada por la industria nacional para
la elaboración de sopas, galletas y yogures. La propuesta le permitirá a los fruticultores encontrar alternativas que mitiguen las pérdidas de producción del fruto por falta de comercialización.
Mangos:
más que fruta contienen poco almidón.
Diana Manrique Horta
Unimedios
Chancleto, bola, hilacha y manzano son los nombres de algunas de las variedades de mango criollo que podrían jugar un papel trascendental en el desarrollo frutícola del país, pues a su fascinante aroma y delicioso sabor se añaden novedosas propuestas para su transformación que hacen de éste un producto con proyección para la industria nacional. Junto a las pulpas, mermeladas y néctares que actualmente se consiguen en el mercado, la harina de mango es considerada, dentro de los procesos de industrialización, una de las alternativas más favorables, dado el amplio rango de usos para la elaboración de sopas, productos de panadería y lácteos, entre otros, así como por su calidad nutricional y larga vida en anaquel, cercana a los 90 días. Así lo comprendieron Carlos Vladimir Vidal y Óscar Fernando Torres egresados de la carrera de Ingeniería Química de la Universidad Nacional, quienes obtuvieron harina de mangos hilacha y chancleto en el Laboratorio de Vegetales del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (Icta), del Alma máter. La propuesta de los ingenieros químicos, apoyada por expertos del Instituto, abre posibilidades de comercialización e industrialización del mango criollo, que representa alrededor del 65% de la producción de la fruta en el país. A pesar de esa abundancia, no es precisamente el más apetecido para la exportación en fresco. De otra parte, debido al inadecuado manejo de poscosecha presenta ele-
los maduros
vadas pérdidas, afectando de manera negativa el sector frutícola nacional. “Se calcula que las pérdidas en mango superan el 30% de la producción”, anota Jesús Antonio Galvis, actual director del Icta, quien participó a comienzos de la década del 90 en la realización de uno de los pocos estudios adelantados por la UN y Colciencias, en torno a las frutas y hortalizas de alto consumo en el mercado. Tal situación ha motivado al Icta a emprender una serie de investigaciones que han permitido impactar positivamente el sector de las frutas y hortalizas, presentándole métodos de conservación y transformación que podrían disminuir las pérdidas. Así mismo, las investigaciones han producido un conocimiento más profundo de las variedades criollas de mango.
El paso a seguir fue determinar el grado de madurez ideal del mango para su procesamiento. “Al inicio de la maduración, el fruto presenta una alto contenido de almidón y de ácidos, pero el contenido de azúcares es bajo; por el contrario, cuando están sobremaduros el contenido de azúcares aumenta, mientras el de ácidos es muy bajo; ambos extremos hacen que el mango sea poco apetecido”, explica el profesor Galvis. De allí que los mangos “pintones” fueran los elegi-
Comparada con las harinas tradicionales, la de mango es comercialmente más atractiva, porque conserva sus características sensoriales y por su procesamiento sin aditivos químicos.
Obtención de la harina Uno de los aportes del Icta ha sido la caracterización físicoquímica y fisiológica de cerca de 15 variedades de mangos criollos y mejorados de los existentes en Colombia, cuyos resultados sirvieron para que, Vidal y Torres, evaluaran cuáles tenían las mejores características para su industrialización. Las variedades seleccionadas fueron el mango chancleto e hilacha por su sabor, color y contenido de fibra. Teniendo en cuenta que su producción se concentra en los departamentos de Cundinamarca y Tolima, la cercanía con los centros de consumo y la industria en Bogotá podría representar una gran ventaja para los fruticultores.
Otro aspecto clave fue la temperatura de deshidratación, ya que cuando es muy alta, el fruto tiende a “caramelizarse” durante el proceso de secado, formando una especie de costra en la superficie que se convierte en una barrera tanto para la transferencia de calor y masa, lo cual dificulta el proceso y puede alterar la calidad final del producto. La harina obtenida presenta una óptima calidad química y microbiológica; es decir, no se encontraron mi-
Pulpa seca lista
para procesar.
dos, pues poseen 60% de coloración amarilla y 40% verde, o sea mate pálido. “En ese momento el producto ha alcanzado el balance azúcar-ácido que le otorgan su excelente sabor que se conserva durante el procesamiento”, añaden los ingenieros químicos.
croorganismos que afectaran la salud humana. “Además comparada con las harinas tradicionales, la de mango, es comercialmente más atractiva, no sólo porque conserva sus características sensoriales, sino por su procesamiento sin aditivos químicos”, añade Vidal. Igualmente, se buscaron aplicaciones de uso industrial de la harina. Una de ellas es su utilización en la elaboración de galletas. Los investigadores est ablecieron que la mejor mezcla se obtiene con un 30% de harina de mango y un 70% de harina de trigo para darle consistencia al producto y mantener el sabor de la fruta.
Consumo a favor Aunque el mango es considerado alimento de
consumo del mango procesado en épocas en que la fruta fresca no se consigue. Es allí donde los mangos criollos colombianos jugarían un papel trascendental por su alto contenido nutricional y por ser una materia prima más barata. “Como en el mercado nacional esta fruta no tiene mayor peso, los productores no concentran sus esfuerzos en abonos y fungicidas lo que los hace mangos casi orgánicos, utilizados más para alimentar animales”, destaca el profesor Galvis. Un panorama del que no se escapan muchas de las frutas que se producen en el país, razón por la cual propuestas como la del Icta se convierten en alternativa que muestran a los fruticultores un panorama más competitivo respecto a sus promisorios cultivos.
■ Domingo 10 de abril de 2005
Los frutos se seleccionan verdes, pues
grandes propiedades nutricionales por su alto contenido de vitamina A, B y C y fibra, así como de medicinales pues es expectorante, antioxidante y esencial para minimizar problemas del corazón y depresión, su consumo en fresco, en el mundo, es todavía bajo. Según cifras de la Organización de la Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO) el consumo per cápita de esta fruta es cercano a 3,42%. Sin embargo, durante los últimos años el consumo de mango presenta una tendencia creciente en los mercados internacionales, especialmente el de los Estados Unidos, lo que representaría una perspectiva favorable tanto por el incremento en la oferta como en el aumento del número de hectáreas cultivadas, pero también en el ofrecimiento de productos novedosos que permitirían el
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Medio ambiente Importante recurso natural La vigencia de la guadua como invaluable recurso natural se debe a las múltiples bondades que posee. Conservacionista: función protectora de cauces. Ecológica: retención del agua en las épocas de lluvias para devolverla en forma regulada a los cauces, aun en las épocas de sequía. Económica: solución ante la demanda de especies maderables productoras de pulpa y en el campo de la construcción. Cultural: conocida y usada desde la época precolombina hasta nuestros días.
Unimedios Palmira Las diferencias en el color, el ancho de las rayas y la forma del entrenudo de los guaduales que bordean la cuenca hidrográfica del río Cauca, fueron las características morfológicas que le permitieron a la ingeniera agrónoma de la Universidad Nacional Sede Palmira, Carmen Tulia Potosí, identificar la diversidad de la especie angustifolia Kunth, una de las guaduas más utilizadas por los campesinos de la región, y por tanto en alto riesgo de extinción. “Las 14 formas descubiertas se convierten en una ventaja para la subsistencia de la especie a través del tiempo, ya que incrementan su uso potencial”, de acuerdo con la investigadora, quien adelantó su estudio bajo la supervisión del ingeniero agrónomo Franco Alirio Vallejo y en asocio con la Corporación Autónoma Regional del Cauca (Carc). Rayada frecuente, rayada ancha, rayada escasa, verde alta, macho, amarilla playón, convexa, curvada, irregular y hembra, son los nombres con los cuales bautizaron a los nuevos biotipos, en cuya ubicación geográfica fue fundamental la colaboración de la comunidad caucana y los técnicos operativos y guardabosques de la Carc. La diversidad genética se analizó mediante la técni-
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La expansión de cultivos agrícolas con buena retribución económica como la caña panelera y el café, ocasionan el reemplazo de grandes extensiones de suelo donde prevalecen guaduales naturales y plantados. ca molecular Radp (pilomorfismo en los fragmentos de ADN amplificados al azar), con la asesoría de expertos del Instituto Alexander von Humbolt, hallándose mayor diferencia en 11 de los 14 biotipos de guadua. Según Franco Alirio Vallejo, “el análisis genético
La guadua es un material
básico para edificar viviendas.
Archivo Sede Palmira.
Guadua...
¡No hay sólo una!
Paisajista: efecto purificador y embellecedor del entorno natural. Artesanal y arquitectónico: por su resistencia, versatilidad, facilidad de manipulación, calidades físico-mecánicas, durabilidad y efecto climatizado, la guadua es un insustituible material de construcción de viviendas de toda clase y nivel social. Agroindustrial: alimentos, producción de alcohol, fabricación de papel, laminados, aglomerados, palillos, muebles, elaboración de pisos, instrumentos musicales, artesanías y productos empresariales.
Catorce formas distintas de una especie de guadua fueron descubiertas en
la cuenca hidrográfica del río Cauca. El hallazgo garantiza la subsistencia de la especie y permite proyectar alternativas de uso.
Dos de los biotipos hallados, el
de culmos y el de entrenudos, sugieren su utilidad en la construcción.
confirmó que la especie guadua angustifolia posee una alta variabilidad, al igual que el índice de estructura genética, por tanto se concluye que existe diversidad en la especie en mención, al menos en la cuenca del río Cauca en el departamento del Cauca”. De acuerdo con el color del entrenudo, se encontraron cinco grupos con sus respectivos biotipos clasificados así: guaduas de entrenudos verdes, guaduas de entrenudos verdes con rayas amarillas, guaduas de entrenudos verdes con rayas negras y verdes, guaduas de entrenudos amarillos, y guaduas de entrenudos amarillos con rayas verdes. La característica forma del entrenudo definió tres biotipos: convexo, curvado e irregular.
Mucho uso, poca conservación La guadua es un recurso importante en la economía campesina del departamento del Cauca. Es uno de los materiales básicos para construcción de viviendas, infraestructura relacionada con
proyectos de especies menores, corrales, cercos, puentes, obras de restauración y conservación de suelos, entre otros usos. A pesar de su importancia, con frecuencia las franjas o vegas de ríos, pobladas de guaduales, son deforestadas con fines de explotación agrícola convencional. Por ejemplo, la expansión de cultivos agrícolas con buena retribución económica para los habitantes de la región, como la caña panelera y el café, ocasionan el reemplazo de grandes extensiones de suelo donde prevalecen guaduales naturales y plantados, proceso también causado por la ganadería. Las dos actividades han generado a lo largo de muchos años la fragmentación y reducción de las poblaciones de la planta, a pequeños guaduales aislados que son aprovechados masivamente, sin que se desarrollen programas de fomento, conservación y estudios de diversidad.
Futuro prometedor El conocimiento de la diversidad en guadua per-
mitirá establecer la existencia de biotipos en riesgo de extinción, su localización y número de individuos en la cuenca. Así mismo, la ubicación e identificación de biotipos de guadua generarán un valor agregado a la especie en cuanto a riqueza de germoplasma y, por ende, a los productos que se elaboren o deriven de cada uno de los 14 biotipos identificados. La alta diversidad encontrada en guadua es favorable para la subsistencia de la especie. “Al ser diferentes, algunas guaduas o guaduales pueden ser más tolerantes que otros al ataque de plagas y enfermedades. La variabilidad encontrada incrementa las alternativas de uso potencial”, explicó el ingeniero Leyder Javier Díaz, de la Carc y asesor de la investigación. Las características de cada biotipo pueden sugerir una utilidad específica según criterios ambientales y la preferencia de agricultores, constructores y artesanos en cada uno de los diferentes municipios. Por ejemplo, las guaduas con culmos y entrenudos derechos serán las
requeridas para la construcción, mientras que las curvadas e irregulares podrían usarse en reforestación, recuperación de suelos, conservación de fuentes de agua y elaboración de artesanías. Las guaduas rayadas, por su belleza sin igual, podrían emplearse como primera opción en planes de ornamentación, aunque hay reportes del empleo de ellas en construcciones menores, con muy buenos resultados de resistencia y duración. Desde el punto de vista de la investigación se proyecta un inmenso panorama en la búsqueda de alternativas de manejo y aprovechamiento de cada biotipo, además del uso potencial y oferta estratégica a favor de la conservación ex situ e in situ de esta diversidad. El trabajo podrá ser modelo para estimar la diversidad en otras especies de importancia económica en la cuenca del río Cauca en el departamento del Cauca. Empieza entonces la búsqueda de las bondades y el uso potencial de estos biotipos de guadua.