U.N. Periódico No. 88

Page 1

5

Nación

Armas, tan sólo un poder del paramilitarismo.

6

Debate

Agro y propiedad intelectual en el TLC. ¿Está dicha la última palabra?

Educación 16 Aprender a producir

conocimiento, un esfuerzo que “paga”.

18

Sociedad

Incesto padre-hija, el tema vedado del maltrato infantil.

Página web: http//unperiodico.unal.edu.co Correo electrónico: unperiodico_bog@unal.edu.co Bogotá D.C. No. 88, domingo 26 de febrero de 2006

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

Aunque el gobierno se declaró satisfecho por terminar el 2005 con

la mayor lucha contra la inflexibilidad del mercado laboral.

una tasa de desempleo que bordea el 10%, esa cifra es apenas equivalente a la que se tenía en 1990, cuando se emprendió Guillermo Flórez P.

Aunque la economía colombiana creció, lo hizo menos que la mayoría de los países vecinos, excepto Bolivia; a pesar de la metas para reducir el desempleo, lo que se ha creado

La vara frágil con que se miden los

indicadores sociales

son puestos de trabajo precario; y no obstante los reportes sobre la disminución de la pobreza, la inconsistencia en la metodología usada para medirla, lleva a la sospecha sobre la imparcialidad de las cifras. UN Periódico presenta una serie de tres artículos sobre desempleo, pobreza y crecimiento económico preparada por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional. ÁG

P 2

Ley forestal, concesión a la pobreza

Quien habla de blasfemia habla de poder

Por la heterogeneidad del bosque natural tropical, sus potencialidades madereras son inciertas. Por eso, explotar comercialmente sus recursos traería más costos en términos sociales, económicos y ambientales, que no explotarlo.

El conflicto por la publicación de las caricaturas del profeta Mahoma no está tan conectado a la religión como a la política. Tanto el Islam como Occidente aprovechan estas “olas” para mantener apoyo y control sobre sus pueblos, dice el ensayo.

8

12


2

Economía Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia

En diciembre pasado se cumplieron 15 años de la aprobación de la Ley 50/90, la reforma laboral más ambiciosa de la historia colombiana, enmarcada en un proceso dirigido a preparar al país para el cambio del modelo y la apertura económica. Para estimular la discusión de dicha reforma se hicieron promesas bajo el argumento de que al reducir la inflexibilidad del mercado laboral la tasa de desempleo llegaría a los niveles internacionales, alrededor de 5%. Pero se ha demostrado todo lo contrario; por esta razón las acciones del presente Gobierno deben enmarcarse en la perspectiva histórica promovida por el esfuerzo reformista. El gobierno Uribe se declaró satisfecho por terminar el año 2005 con una tasa de desempleo cercana al 10%. Las declaraciones son optimistas y varios funcionarios señalaron que al ritmo en que desciende el desempleo podríamos ver en el próximo cuatrienio la tan anhelada tasa de 5%. Los gobiernos tienen el derecho a ser optimistas y a presentar un mapa de sus proyecciones, pero no deben jugar con las expectativas de los gobernados haciéndoles creer en promesas difíciles de cumplir. Ningún funcionario le ha dicho al país que esa tasa de 10% es apenas equivalente a la que se tenía en 1990, cuando se aprobó la Ley 50. Tampoco han manifestado los mecanismos artificiosos con que se está reduciendo la tasa. Esta tasa es un sencillo indicador económico que se construye como resultado de

Reducir del 10% al 5% la tasa de desempleo en Colombia en el próximo cuatrienio, es una promesa más que temeraria. Especialmente porque, a pesar de los anuncios mediáticos sobre la mejoría

del mercado laboral, las cifras apenas se asemejan a las de principios de los años noventa, cuando se anunció la mayor reforma para crear masivamente puestos de trabajo.

La calidad del empleo en Colombia se sigue deteriorando, mientras

que se generaron, corresponden al subempleo.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Notimex. Tatiana Muñoz. AFP

Artificios que

“mejoraron” el empleo Estar en edad de trabajar no quiere decir estar dispuesto ni disponible para hacerlo. La PET se distribuye en dos grandes grupos de personas: los inactivos y los activos. Se considera inactiva a toda persona en edad de trabajar que no está dispuesta ni disponible para hacerlo porque tiene otras prioridades o que se encuentra en una situación que

manera cíclica, reduciéndose en los buenos momentos de la economía o aumentando en los malos años. El Dane ha hecho ajustes en las series históricas y la tasa del último año es consistente con estos últimos. En la serie antigua, la menor tasa de desempleo se consiguió en 1994, con

El índice de desempleo de 2005 corresponde al mejor año del siglo XXI, sin embargo, se encuentra más de tres puntos por encima del mejor momento anterior, lo cual quiere decir que la estructura económica no responde de la misma manera al estímulo de crecimiento económico. la relación entre el número de desempleados y la población económicamente activa (desocupados/PEA). Para calcularla es importante tener proyecciones de población por rangos de edad, lo cual permite estimar la población en edad de trabajar (PET), es decir, que se exceptúan los menores de 12 años en las áreas urbanas y de 10 años en la zona rural. Sin contar las áreas selváticas y aisladas de los antiguos Territorios Nacionales, el Dane estimó para el tercer trimestre de 2005 una población de 44.6 millones de habitantes, de los cuales 34.2 millones se encontraban, técnicamente, en edad de trabajar, es decir, el 76,7% de la población colombiana.

el 73,8% de los nuevos puestos

lo aleja del trabajo, lo que sucede con las mujeres dedicadas a los oficios del hogar, los estudiantes, las personas de la tercera edad, los discapacitados y los rentistas. El resto de la población se presume en una situación económicamente activa porque trabaja o está buscando trabajo, cumpliendo los requisitos de estar dispuesto y disponible para hacerlo. Según el Dane, para el mismo trimestre de 2005, habían 20.58 millones de personas en la PEA, de las cuales 18.22 estaban ocupadas y 2.36 millones desocupadas.

Trabajo precario, personas inactivas Históricamente, la tasa de desempleo se comporta de

7,4% en el total nacional, y un promedio de 8,3% para el quinquenio 1991-1995. Después del ajuste, la menor tasa siguió siendo la de 1994, pero fue de 7,1%, mientras el promedio del quinquenio se ajustó alrededor de 8%. Los años de 1993 a 1995 fueron los de mejor desempeño económico reciente, con tasas de incremento del PIB entre 5,1% y 5,7% (véase gráfico), es decir, que las menores tasas de desempleo se encuentran en los mejores años de la economía. El índice de desempleo de 2005 corresponde al mejor año del siglo XXI, sin embargo, se encuentra más de tres puntos por encima del mejor momento anterior, lo cual quiere decir que la estructura económica no responde de la misma manera al estímulo de crecimiento económico. Para el tercer trimestre de 2005, la tasa de desempleo fue de 11,5%, calculada como la relación entre los 2.36 millones de desocupados y 20.58 de personas activas. Para bajar esa tasa se necesita reducir el número de desocupados sin modificar el de personas activas, es decir, creando nuevos puestos de trabajo. Mientras mayor sea el número de puestos de trabajo nuevos, mayor será, la disminución en el número de desocupados, de tal manera que lo importante sea el volumen y no la calidad del mismo, lo que explica el auge del subempleo.

Como la población no es estática y sigue creciendo, también es posible bajar la tasa haciendo otro tipo de ajustes en los cálculos preliminares, particularmente declarando a las personas inactivas por simple procedimiento. Todos estos mecanismos se han aplicado en Colombia en los tres últimos años, sin embargo, estamos muy lejos de la solución del problema y se está ocultando su verdadera magnitud. A diferencia del informe del Dane, estas son las razones que sustentan la disminución de la tasa de desempleo: Se crearon nuevos puestos de trabajo precario. Entre el tercer trimestre de 2004 y el mismo de 2005, se ocuparon 563.056 personas más, para llegar a un total de 18,216.572. Los ocupados se diferencian de quienes están plenamente ocupados y los que se consideran subempleados, estos últimos se asimilan a quienes desempeñan un trabajo precario, ya sea porque están contratados parcialmente o porque reciben un ingreso inferior al esperado. Para el mismo periodo, el Dane señala que el subempleo se incrementó en 415.472 personas, lo que decir que el 73,8% de los nuevos ocupados lo hicieron de manera parcial o con bajos ingresos, mientras la ocupación de calidad se sigue sacrificando. A esta situación contribuye la definición de ocupado: aquella persona que trabajó al menos una hora a la semana. Por supuesto, el Gobierno se siente satisfecho, pero lo que está propiciando es un cambio al trabajo por horas. Más personas se fueron a la inactividad. Comparando los mismos trimestres, el reporte del Dane señala que en el periodo la PET aumentó en 703.511 personas, de las cuales 383.918 fueron declaradas inactivas (54,6%) y 319.592 activas (45,4%). Siguiendo los parámetros normales, debería esperarse que, como este es un proceso de sumas y restas de personas de diferentes edades, una porción equivalente a la tasa global de participación (TGP), actualmente en 60,1%, fuera declarada activa. Este Gobierno ha bajado la TGP en dos puntos los dos últimos años utilizando tres argumentos: a) declarando inactivas a las mujeres, de todas las edades, que se cansaron de buscar trabajo, con ello las amas de casa volvieron a ser las más numerosas; b) declarando inactivas a las personas maduras que, por su edad, ya no encuentran trabajo; y c) contabilizando los cursos cortos del Sena como procesos de retención escolar.


Economía

En los informes del CID1 hemos insistido en que la trampa de pobreza únicamente puede romperse si la sociedad colombiana avanza en la agenda distributiva. Desgraciadamente, vamos en la dirección contraria. En los últimos diez años se ha agudizado la concentración de la riqueza (tierra, capital, ingreso, acciones, etc.). En lugar de llamar la atención sobre la necesidad de mejorar la distribución del ingreso para que la lucha contra la pobreza sea exitosa, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) parece estar más preocupado por maquillar las cifras. Así, el 18 de enero, El Tiempo presentó unos datos sobre la evolución de la pobreza que no son compatibles con la dinámica de las variables macroeconómicas y, sobre todo, que despierta dudas sobre la consistencia metodológica. Esta falta de rigor lleva a sospechar sobre la imparcialidad de las cifras. Vamos a referirnos a la inconsistencia metodológica en un aspecto específico: la imputación de ingresos. La estimación de los ingresos tiene consecuencias muy significativas en la cuantificación del número de pobres. Por eso, el problema de las cifras del DNP está en la forma como se hace la imputación de los ingresos, que busca corregir, primero, la omisión y la subdeclaración de ingresos y, segundo, la cuantificación de los ingresos atribuibles a la propiedad de la vivienda. La corrección a la omisión se realiza teniendo como marco general los modelos de capital humano, que buscan hacer explícita la relación entre los salarios y sus determinantes (años de educación, experiencia, etc.). Si la persona no informa su ingreso, es posible calcularlo a través de las variables que lo determinan. El ingreso estimado depende, entonces, de las variables independientes seleccionadas, de su periodicidad, de la función matemática y de la técnica econométrica. La combinación de estos factores, que siempre depende de principios normativos, conduce a mediciones muy heterogéneas. Como los resultados que se obtienen con cada procedimiento son distintos, la selección del valor que se considere más apropiado siempre es ambigua. Además de la omisión, en el caso de las encuestas de hogares hay que corregir dos tipos de subreportes que son permanentes y sistemáticos. Por un lado, se presenta el de cada individuo: a medida que el ingreso sube, aumenta la posibilidad de subreporte. Y por otro lado, hay una subdeclaración que podríamos llamar “macro”: la suma de los ingresos de los hogares es inferior al ingreso agregado que resulta de la contabilidad nacional. Para hacer compatible el ingreso agregado de las encuestas de hogares con el monto global resultante de cuentas nacionales, es necesario incrementar las encuestas de hogares.

Aunque se ha tratado como un asunto menor, la metodología con

3

que el Departamento Nacional de Planeación corrige la subdeclaración de los ingresos de las familias, genera sospecha sobre los índices de pobreza en Colombia.

Imputando ingresos para que haya

menos pobres

Estimaciones confusas

La otra corrección importante es al ingreso de la propiedad de la vivienda. Para realizar este ejercicio es clave precisar la forma como se estima el valor de un arriendo potencial. La familia que ya ha pagado su vivienda, puede disponer de un ingreso equivalente al monto del arriendo que tendría que pagar en caso de que no tuviera vivienda propia. La operacionalización de este principio general se dificulta porque numerosos hogares no han terminado de pagar la vivienda, y la información disponible es muy incompleta. Como estos vacíos pueden llenarse de muchas maneras, dependiendo del método empleado y del criterio normativo, el rango de valores posibles es muy amplio. El monto de la imputación total (omisión más subdeclaración más arriendo potencial) depende de criterios normativos. El DNP evalúa la pertinencia del resultado en función de intereses complejos. Entre ellos, la defensa política de la administración Uribe. Reconociendo de antemano que cualquier ejercicio de imputación incorpora aspectos normativos, las estimaciones presentadas por el DNP son censurables porque los criterios de valoración no son los mismos en todos los años. Hay un sesgo favorable a la administración Uribe. El rigor metodológico exige consistencia intertemporal, y este principio fundamental no se está cumpliendo. Las modalidades de medición son tan variadas que las cifras obtenidas satisfacen un amplio rango de opciones valorativas. Desgraciadamente, el debate público sobre la metodología de cálculo no ha tenido difusión. La filigrana de la estimación no se conoce y esta falta de transparencia no permite saber de qué manera se han ido introduciendo criterios valorativos. Durante el periodo 1996-2005, el margen de diferencia entre los ingresos imputados y los ingresos originales fue, en promedio, de 35%. Este espacio tan amplio deja un margen holgado para la introducción de principios normativos, y para inclinar la balanza de la pobreza hacia el lado que se juzgue más conveniente.

Durante 1996-2005, el margen de diferencia entre los ingresos imputados y los originales es, en promedio, de 35%. Este espacio tan amplio deja un margen para inclinar la balanza de la pobreza hacia el lado que más se juzgue conveniente.

Una caja negra Entre 1996 y 2001, la diferencia promedio al comparar los ingresos calculados sin ninguna imputación y después de aplicar las imputaciones realizadas por el DNP, alcanzó los $2,4 billones. Entre 2002 y 2005 casi se duplica, llegando a $5,4 billones. En este último periodo la diferencia creció 123,4% y la distancia entre las dos curvas (gráfica 1) se ha ido ampliando a lo largo del tiempo, especialmente a partir de 2002.

Diferencia entre el ingreso original y el ingreso imputado No hay ninguna razón clara para que la brecha se

haya ampliado de manera tan considerable a partir de 2002. La mayor imputación eleva artificialmente los ingresos y reduce la incidencia de la pobreza. La ampliación de la brecha es, por lo menos, sospechosa. La brecha ha aumentado en unos $3 billones. La distancia es más evidente en el sector rural. Entre 2002 y 2005 la brecha creció 159%. Mientras mayor sea el valor imputado, menor es el número de pobres (cuadro 1). Las diferencias en el número de pobres son altas. Por ejemplo, en 2001, la brecha fue de 4,889.660 personas, mientras que en 2005, de 7,697.030. Sin realizar imputación de ingresos, entre 2001 y 2005, la incidencia de la pobreza baja de 0,73 a 0,68. La reducción

es de cinco puntos. Y con los criterios de imputación del DNP, la disminución es de 10 puntos, pasa de 0,61 a 0,51. El nivel de la pobreza y su variación a lo largo del tiempo son muy sensibles al método de imputación. Y en el DNP estos procedimientos son una caja negra. No han sido sometidos al debate público, y mientras este ejercicio democrático no se realice, las cifras publicadas son sospechosas.

Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID), 2004, Bien-Estar: Macroeconomía y Pobreza. Informe de Coyuntura 2003, CID, Universidad Nacional, CGR, Bogotá. 1

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia


4

Economía El crecimiento de la economía colombiana pudo haber sido mucho mejor si se hubiese aprovechado las dinámicas positivas de los socios

comerciales de Colombia. Pero al igual que la pobreza y el desempleo, en este caso los indicadores no dejan de ser brumosos.

El crecimiento es insuficiente,

concentrado e insostenible Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia

El crecimiento de los últimos cinco años tiene tres características: a) es insuficiente; b) es concentrado; y c) es insostenible. Para que la dinámica de la economía pueda mantenerse en el mediano plazo, es necesario modificar estas condiciones.

Estados Unidos el producto subió 4,4%. Y los países que son socios comerciales de Colombia crecieron a una tasa de 4,9%. Destacamos la dinámica de Venezuela (17,3%), China (9,5%), Argentina (8,8%), Ecuador (6,3%), Chile (5,9%), Brasil (5,1%), Perú (5,1%) y México (4,4%). En el contexto latinoamericano, Colombia creció menos que el resto de países, a excepción de Bolivia (véase gráfica 2). Nuestros vecinos crecieron 5% en promedio.

Crecimiento del PIB (1995-2004)

Gráfica 1

6% 4% 2% 0% -2% -4% -6%

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Fuente: Dane

La economía colombiana ha crecido pero lo ha hecho a un ritmo moderado. Los resultados podrían haber sido mejores. Y con esta afirmación no pretendemos desconocer el ciclo ascendente que se está presentando. Pero sí queremos insistir en que el contexto internacional y las condiciones de la economía nacional, han sido propicias para que el crecimiento fuera mayor. Estas oportunidades no se aprovecharon debidamente, y por ello los logros finalmente obtenidos son mediocres. Entre los hechos que contribuyeron al crecimiento están la reactivación de la demanda externa, el aumento del precio de los bienes básicos, la puesta en práctica de una política monetaria expansiva, la disminución de las tasas de interés, el aumento de la cartera bancaria y la ampliación del gasto público. En los últimos tres años la emisión primaria ha sido de $7.2 billones y la inflación no ha aumentado. No obstante, la reticencia inicial del gobierno, el keynesianismo, ha permeado decisiones importantes de la política económica, ya que se ha buscado estimular la economía por el lado de la demanda. La actividad económica, expresada como la dinámica del PIB, presenta una tendencia ascendente desde 1999 (véase gráfica 1). Este proceso favorable no es suficiente. Hay factores muy positivos que la economía nacional no ha aprovechado de manera adecuada. El año pasado el contexto internacional fue muy propicio al crecimiento. En

Así, en términos relativos, la dinámica colombiana ha sido mediocre. No hay razón, entonces, para que el Gobierno presente los resultados como un triunfo contundente de la política económica. Los hechos no dan pie para ser tan optimistas, porque la evolución de la actividad económica del país habría podido ser mejor.

Concentración, un mal insostenible El crecimiento de la economía colombiana ha sido inequitativo. Las ganancias de las empresas aumentaron, el precio de las acciones en la bolsa se duplicó, la concentración de la tierra se incrementó. Mientras tanto, el empleo apenas sí crece por encima de la población, y los costos laborales han disminuido en términos reales. Colombia tiene una distribución del ingreso altamente des-

igual. En Latinoamérica, los países que tienen la peor distribución del ingreso, con los datos según el valor del Gini, son Brasil (0,591) y Colombia (0,576). Les siguen Chile (0,571), Panamá (0,564), Nicaragua (0,551). En el África la concentración es peor que en Latinoamérica. Mencionamos algunos países africanos: Namibia (0,707), Lesoto (0,632), Bostwana (0,630), Sierra Leona (0,629), República Centroafricana (0,613), Zimbawe (0,568). Las naciones con mejor distribución del ingreso son Dinamarca (0,247), Noruega (0,25), Corea (0,30). La concentración del ingreso en China (0,447) y en Hong Kong (0,434) se ubica en un rango medio. En medio de este panorama, la ubicación de Colombia es realmente negativa. La alta concentración del ingreso es un mal intrínseco. Las sociedades liberales siempre la han criticado, porque se ha considerado que la repartición de la riqueza favorece el consumo, la producción, la inversión y el empleo. Sin redistribución, estas perspectivas favorables no se consolidan. Así, el patrón de crecimiento en Colombia no es sostenible: los elevados precios de las exportaciones pueden caer en cualquier momento; los intercambios con Venezuela alcanzaron niveles que difícilmente pueden conservarse; el crecimiento no ha sido homogéneo. La mayor dinámica se presenta en actividades que en Colombia tienen baja productividad, como la intermediación financiera, el comercio, la construcción, la minería y el gasto militar. El repunte de la minería se explica, fundamentalmente, por el mayor valor de los bienes básicos, y no tanto porque se haya presentado un aumento de las cantidades exportadas. La apertura económica no ha transformado la estructura productiva nacional a favor de una industria más competitiva, y mientras este propósito no se consiga, la dinámica de la economía no puede ser sostenible.

Crecimiento del PIB en Latinoamérica (2004)

Gráfica 2

Bolivia Colombia México Costa Rica Perú Brasil Chile Ecuador Argentina Uruguay Venezuela

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

Fuente: Cepal

Los derechos de los niños: debates, realidades y perspectivas

Con este título, el Observatorio sobre Infancia, adscrito al Centro de Estudios Sociales (CES) de la Universidad Nacional, inaugurará el próximo 18 de marzo la cátedra semestral Manuel Ancízar, a las 10:00 de la mañana en el Auditorio “León de Greiff”. A lo largo de 13 sesiones se revisarán temas como el marco general de los derechos; el contexto político, económico y social y su impacto sobre la calidad de vida de niños y niñas; los derechos a la protección contra la violencia, el conflicto armado y toda forma de explotación; los derechos a la participación, a un desarrollo integral, a la salud y la nutrición; las políticas y acciones de protección; la familia, la crianza y el respeto a los derechos; el monitoreo y seguimiento a la situación de los derechos y las perspectivas futuras respecto al cumplimiento de los mismos. En las últimas décadas las naciones del mundo lograron avanzar en la construcción de consensos éticos, jurídicos y políticos sobre el bienestar de la niñez, plasmados en la Convención de los Derechos del Niño de 1989 así como en otros acuerdos y pactos internacionales, cuyos principios fueron incorporados a nuestra Constitución Política de 1991. Por su amplitud y profundidad, la Convención de los Derechos del Niño es sin duda uno de los acuerdos internacionales más importantes del siglo XX; su firma y rápida ratificación por casi todos los países del mundo generó la esperanza de que ahora sí la humanidad iba a poner los ojos en sus nuevas generaciones y a corregir el error histórico de preocuparse centralmente por el desarrollo económico y el bienestar adulto. Dieciséis años después, periodo en el cual se han firmado convenios y tratados para desarrollar los principios de la Convención, la realización de los derechos de los niños sigue siendo un derrotero a seguir en la búsqueda de sociedades más justas, incluyentes y, por tanto, con mejores perspectivas de futuro. En este contexto, la Cátedra Manuel Ancízar se propone acercar el conocimiento especializado sobre la niñez y sus derechos a la comunidad universitaria y a personas que trabajan con y por la infancia o tienen un interés particular en el tema. Pretende dar elementos teóricos sobre los derechos de los niños, su situación actual, las perspectivas futuras y los nuevos debates en torno al tema. La Cátedra contará con invitados nacionales y extranjeros, así como con un grupo de docentes de la Universidad Nacional, encabezados por el grupo del Observatorio sobre Infancia, que lleva más de siete años trabajando en la temática. De esta manera, la Universidad Nacional reafirma su compromiso de avanzar en la comprensión de problemas prioritarios de la sociedad colombiana; en este caso la realidad de un sector de la población especialmente vulnerable a la exclusión social, la pobreza, la violencia, el conflicto armado y otras duras realidades que vive el país.


Nación

Integrantes desmovilizados del

una misa en Medellín.

5

Bloque Cacique Nutibara de las Auc cantan por la paz al inicio de AFP

El poder William Ramírez Tobón

Profesor Titular de la Universidad Nacional de Colombia.

A finales del año anterior, Editorial Planeta y la Fundación Seguridad y Democracia publicaron el libro El poder paramilitar, conjunto de ensayos elaborados por seis especialistas en el fenómeno paramilitar en Colombia. Los diagnósticos y recomendaciones de la obra parecen alcanzar plena vigencia si se tiene en cuenta que el número de desmovilizados (hoy pasa de 20.000 mientras en ese momento llegaba a 5.000) coincide con una ley de Justicia y Paz que todavía no funciona, y con una campaña electoral para la Presidencia de la República y cuerpos colegiados en la que varios líderes desmovilizados o, peor aún, en armas, definen candidatos y presionan a los electores. A lo cual se suma un agudo contraste: las fracturas de la opinión pública y las indefiniciones y contradicciones de las instituciones públicas y privadas frente a la paz, por un lado, y el vigor y coherencia de las exigencias de las Auc y de las Farc respecto de sus propios intereses, por el otro. Es claro que nuestro país se enfrenta a graves dilemas. ¿Cómo hacer la paz, por ejemplo, sin deshacer la sustancia normativa legal y las tradiciones institucionales de nuestra democracia? ¿De qué manera responder a un conflicto político armado entre el orden constitucional y las insurgencias cuando éstas están contaminadas por múltiples formas de delincuencia común? Tal vez la primera consideración sería la de que en el proceso de paz con las Auc, el Gobierno asumió, de entrada, los costos de sentarse con una organización dotada de estrategias de dominio en las que alternan ideas políticas con propósitos de enriquecimiento personal y de grupo, con tácticas terroristas para la reducción del enemigo, y con un aparato de guerra alimentado por el combustible del narcotráfico, la extorsión, el

En el respaldo deliberado de las comunidades, el

paramilitarismo tiene una de sus cartas de poder, como lo demuestra el saludo de estos lugareños a alias “Don Berna” durante su ingreso a la Gerardo Gómez. AFP. Cárcel de Máxima Seguridad en Itagüí.

Las Autodefensas Unidas de Colombia se mueven entre dos poderes, unos ilegales y otros

“amparados legalmente”, gracias a liderazgos e influencias locales. Esta dicotomía induce a la pregunta de cuál clase de paz se está gestando en el país. robo, el secuestro y el tráfico de armas. Es decir, le abrió interlocución oficial a un tipo de guerra cuya desactivación ya no podía ser el resultado de una victoria bélica sino de una transacción militar, política, económica y ética entre las partes, y cuya novedad parecía provenir de las ambiguas fronteras entre las delincuencias común y política. Asumidas tales particularidades, al Estado sólo le quedaba definir las fórmulas para una negociación que por sus características específicas debía hacerse con prescindencia de algunos condicionamientos éticos y políticos convencionales, pero sin que ello implicara el quebrantamiento de su soberanía sobre el territorio nacional y sus pobladores. Una perspectiva bastante compleja y desalentadora si se tienen en cuenta el esquivo apoyo ofrecido por la opinión pública al comienzo de las conversaciones, y las equivocadas reacciones del Gobierno al protegerse bajo un equívoco manto de confidencialidad, más furtivo y “autodisculpante” que discreto. Esto contribuyó a alentar la desconfianza ciudadana hasta el punto de suponer la existencia de una peligrosa improvisación por parte del Ejecutivo o, en el peor de los casos, un oculto juego de connivencias y cálculos ilegítimos entre los dos antagonistas.

¿Qué clase de paz se gesta? Ahora que el apoyo público ha aumentado hasta lograr una mayoría considerable, y la desconfianza respecto de las acciones gubernamentales ha cedido, el proceso de paz ha sido sometido a otro tipo de trabas y desinformaciones. Una de ellas tiene que ver con

el hecho de que el ideal de convivencia no ha logrado la altura de un valor realmente nacional, y otra que la paz no ha logrado el sentido de un proyecto de Estado por encima de las contingencias propias de un estilo y un cuatrienio de gobierno determinado. La convivencia y la paz han terminado convertidas en recursos para modelar personalidades de cara a los cálculos electorales de líderes y organizaciones políticas, o en simple moneda de tráfico ideológico para la circulación de anacrónicos intereses doctrinarios de derecha e izquierda. Lo anterior hace cada vez más importante pero también más difícil la tarea de comprometer a sectores de la sociedad que por sus específicos aportes e intereses respecto de la paz (económicos, sociales, políticos), puedan hacer una evaluación y seguimiento de la paz con las Autodefensas y su significado e impactos frente a los actuales contactos con el Eln y las futuras negociaciones con las Farc. Mientras tanto, las principales reservas públicas a ciertas formas y alcances de la desmovilización y la reinserción de los paramilitares se mantienen dentro de la pregunta sobre qué tipo de paz saldrá al final de las negociaciones. Un interrogante crucial si se tiene en cuenta que la dejación de armas representa solo parte de una estructura de poder –muy especial como es el de las Auc– que no se desmantela con el acto escénico del desarme y que, por el contrario, puede servir para enmascararlo y aun aumentar sus posibilidades delictivas. En efecto, la clase de poder acumulado por las Autodefensas no depende solamente de sus armas de fuego sino de

las estructuras de dependencia que pudo imponerle a las comunidades de base, gracias al trabajo de contención de la guerrilla y a algunas intervenciones en obras públicas descuidadas por el Gobierno. Esto es muy importante porque de aquí se derivan unos poderes e influencias que no son automáticamente ilegales, distintos a aquellos otros contrarios a la ley y que deben ser

amparados legalmente luego de la desmovilización y reinserción de los individuos a través de la ley de Justicia y Paz, serían aquellos derivados de sus liderazgos e influencias en las comunidades gracias a los logros alcanzados en tareas de sustitución del Estado por la ausencia o indolencia de éste en el cumplimiento de sus deberes públicos. La duda más recurrente en estos momentos es si el Gobierno puede asegurar una reinserción con la debida reparación a las víctimas y la suficiente presencia institucional en las comunidades para inhibir la reaparición de sistemas coactivos al mar-

La dejación de armas por parte de las Auc representa solo parte de una estructura de poder, que no se desmantela con el acto escénico del desarme y que, por el contrario, puede servir para aumentar sus posibilidades delictivas.

desmontados de inmediato. Estos últimos son todos aquellos derivados de la fuerza de las armas pero que van más allá de éstas al conformar una economía de guerra según un sistema articulado de formas delincuenciales: narcotráfico, usurpación de tierras y propiedades, creación de redes de extorsión, corrupción e intimidación, tráfico de armas, entre las principales. En cuanto a los primeros, o sea los poderes

gen de la ley, vengan éstos de los desmovilizados o de un retorno de la guerrilla. Todo depende de las fortalezas represivas institucionales y de los márgenes de gobernabilidad del Estado para disuadir a quienes, dentro de las Auc, parecen estar apostando a que el Gobierno no sería capaz de romper las negociaciones y estropear tres años de esfuerzos reales y de exhibicionismo político en el empeño de mostrar hacia adentro y hacia afuera que puede hacer tanto la guerra como la paz. Una inequívoca señal en tal sentido tendría la virtud de mostrarnos a todos que la paz es un verdadero proyecto de Estado, muy por encima de cálculos de corto o mediano plazo hechos por quienes se resisten a aceptar que una política representativa del conjunto de la sociedad trasciende afinidades y divergencias particulares y se convierte en una convocatoria del deber ciudadano.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

paramilitar


6

Debate

Propiedad intelectual

Violar sin infringir:

TLC un pacto de beneficio unilateral Luis Guillermo Restrepo

Químico farmacéutico de la Universidad de Antioquia

La negociación del Tratado de Libre Comercio entre Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos ha dado mucho de qué hablar, especialmente en algunas mesas consideradas críticas, como la de propiedad intelectual. Este es quizá uno de los temas más profundos y asombrosos que, tal vez, por ser menos comprensibles ni siquiera han sido sacados a la luz pública, y que se negocia en la mesa de solución de controversias que, al menos nominalmente, es el único punto que queda allí por acordar. La historia de la negociación de este punto es un ejemplo de la forma peculiar en que nuestro país afronta

¿Qué es el mecanismo de solución de controversias? En pocas palabras, es el pasaporte para violar los acuerdos pactados alegando

desventajas comerciales. Un “detalle”que los países industrializados se han abstenido de aceptar en acuerdos económicos, pero que en Colombia está pasando de agache. activación del mecanismo de solución de controversias a partir de las “violaciones sin infracción” en relación con el capítulo de propiedad intelectual. Las violaciones sin infracción son situaciones en las cuales una de las partes puede alegar que la otra ha anulado o menoscabado las ventajas que esperaba obtener de acuerdo con lo pactado en un capítulo determinado del acuerdo, aun cuando las medidas que se hayan tomado no constituyan una infracción o violación directa a sus disposiciones. La posibilidad de entablar disputas por violaciones

■ Domingo 26 de febrero de 2006

La medida se ha convertido en un bumerán que le permitirá a Estados Unidos mantener una espada de Damocles sobre las decisiones que tome Colombia, especialmente en el sector farmacéutico y la salud. temas trascendentales y de cómo Estados Unidos logra vencer las resistencias e imponer sus aspiraciones. Para comprender el asunto de la propiedad intelectual es necesario tener en mente que el procedimiento de solución de diferencias, que es más rápido y automático por estar menos expuesto a ser bloqueado, constituye una de las características que diferencian a la Organización Mundial del Comercio (creada en 1994) de su antecesor, el acuerdo general sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (Gatt por sus iniciales en inglés creado en 1947 junto con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial). Sin embargo, algunos puntos de este mecanismo han resultado bastante difíciles de acordar, al punto de que aún quedan temas pendientes por resolver, a pesar de que se han fijado plazos para definirlos al menos en dos oportunidades. En la Declaración Ministerial de Hong Kong, realizada en diciembre de 2005 simplemente se toma nota del avance de las negociaciones, pero no se establece ningún otro plazo perentorio. Uno de los puntos que han impedido que se llegue a un acuerdo sobre el tema en la OMC es la posibilidad de la

sin infracción resulta de gran interés para los países menos desarrollados en temas como el acceso a mercados, dado que en los países industrializados existen prácticas como los subsidios internos a la agricultura que anulan o menoscaban las ventajas esperadas al firmar tratados de

libre comercio. En virtud de esos subsidios no se logra un acceso real al mercado aunque se eliminen las barreras arancelarias, debido a que los subsidios interfieren con los precios manteniéndolos artificialmente bajos e impidiendo así la competencia.

Asegurar medidas de desprotección Estados Unidos lidera una posición, según la cual las denominadas violaciones sin infracción deben aplicarse al acuerdo en relación con los Aspectos de Derechos de Propiedad Intelectual (Adpic) relacionados con el Comercio. Esta propuesta no ha sido acogida en el seno de la OMC debido a que la mayoría de los miembros comparten serias preocupaciones al respecto. Hay que recordar que las disposiciones para las cuales en principio se definió el mecanismo, tienen que ver con el acceso a mercados, que no es el objeto de las normas de protección de la propiedad intelectual, las cuales pretenden establecer unos mínimos de protección, pero sin la obligación de tener mayores niveles. Los derechos y obligaciones están consignados expresamente en el texto del acuerdo; y la posibilidad de aplicar el mecanismo de solución de controversias a te-

El desconocimiento de aspectos legales del Tratado, que

mas relativos a propiedad intelectual puede abrir paso al abuso y a que no se apliquen flexibilidades necesarias para proteger la salud pública o la seguridad alimentaria por temor de los países a interpretaciones de las contrapartes que desearían mayores niveles de protección. Estas preocupaciones se explican en un documento enviado el 4 de octubre de 2002 al Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio por la Misión Permanente del Perú en nombre de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, Egipto, India, Kenya, Malasia, Pakistán, Perú, Sri Lanka y Venezuela, como parte de la discusión del tema en el seno de la Organización Mundial del Comercio (IP/C/W/385). De acuerdo con ese documento, la propuesta para el Consejo de los Adpic era que se recomendara a la Quinta Conferencia Ministerial, que determinara que las infracciones sin violación son inaplicables al Acuerdo sobre los Adpic. Sin que este debate haya sido saldado en el escenario de la OMC, Perú ha sido el primero en acordar con Estados Unidos en diciembre de 2005 la medida en contra del documento que él mismo presentó en representación

de varios países, entre los que se encontraban Colombia y Ecuador, sus otros dos socios en la negociación del TLC con ese país. En el caso colombiano, el Gobierno (el mismo que apoyó el documento en mención hace poco más de tres años en la OMC), sostiene que la aplicación de las violaciones sin infracción no es problemática para nuestro país, a pesar de que los argumentos de ese entonces siguen siendo igualmente válidos. En otras palabras, una medida que se consideraba importante para garantizar el acceso real a los mercados y prevenir los abusos de los países industrializados, se ha convertido en un bumerán que ahora le permitirá a Estados Unidos mantener una espada de Damocles sobre las decisiones que tome Colombia, especialmente en aspectos relacionados con el sector farmacéutico y el sistema general de seguridad social en salud. Porque siempre existirá la posibilidad de que se interpreten como una anulación o menoscabo de ventajas obtenidas en un capítulo de propiedad intelectual que solo contiene medidas hechas a su conveniencia. En definitiva, la ley se le aplica al de menores posibilidades.

podrían determinar el curso final de las negociaciones, serían aprovechados por los negociadores estadounidenses en desmedro del sistema de salud colombiano. Rodrigo Arangua. AFP


Debate Profesor Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia y del Programa de Maestría en Economía de la Pontificia Universidad Javeriana.

Buena parte de la discusión pública sobre las consecuencias que el TLC puede tener para la agricultura abunda en generalizaciones y escasea en los detalles técnicos y los datos para soportar las afirmaciones. El recurso de la generalización no necesariamente es ingenuo, pues responde a la lógica de los argumentos, bien sea ideológica a favor o en contra de la liberalización del comercio internacional, o bien para la defensa no explícita –aunque legítima– de intereses económicos particulares. Muy pocos se han detenido a examinar las implicaciones sociales del statu quo de las reglas de juego y de los incentivos que orientan a los empresarios del agro en sus decisiones de uso de recursos productivos; y son menos los que argumentan con respaldo en datos técnicos –aunque sí abunda la retórica– acerca de cómo se distribuyen los costos y los beneficios de mantener la actual estructura productiva del campo, y cómo se distribuirían los costos y beneficios de su mayor exposición a la competencia. Según la Encuesta Continua de Hogares que realiza el Dane, en el cuarto trimestre de 2004 en el sector rural había 4.82 millones de personas ocupadas. De este total, 3.04 millones (63,1%) estaban ocupadas en actividades agrícolas y, el resto, 1.77 millones (36,9%), en actividades no agrícolas (comercio, servicios, transporte, etc.). Por su parte, la producción agropecuaria daba ocupación a 3.91 millones de personas (21,7% del total de ocupados en el país), de las cuales 3.09 millones correspondían a personas que vivían en el campo y 821 mil a residentes en cabeceras municipales. Estos datos no dejan duda sobre lo fundamental del sector agropecuario en la dinámica del empleo en Colombia y, de paso, destacan la importancia de las actividades no agrícolas para el empleo de la población rural. ¿Y cómo contribuyen las diferentes actividades productivas al empleo que genera el sector agropecuario? En 2004, el sector agropecuario generó el equivalente a 3.13 millones de empleos permanentes en aproximadamente 34 millones de hectáreas. Los cultivos de cereales, oleaginosas y algodón en conjunto aportaron el 8,4% del total, o sea, el equivalente a 265,5 miles de empleos permanentes. En este grupo están representados todos los cultivos que se muestran no competitivos en Colombia y, por ello, “perdedores” potenciales en el TLC. En contraste, el grupo de papa y hortalizas, uno de los potencialmente ganadores en el TLC, genera 6,9% del empleo agropecuario total, aunque solo utiliza 296 mil hectáreas, frente a 1.46 millones de hectáreas que se utilizan en cereales y oleaginosas.

Los cultivos “perdedores” del TLC son importantes en área dedicada, pero poco

significativos en generación de empleo. Lo que no sucedería con los más pequeños, cuyo potencial compensaría de lejos las actuales ineficiencias que mantienen aquellos.

La agricultura en el TLC:

un balance probable

Los cultivos de cereales, oleaginosas

y algodón en conjunto aportaron 8,4% del total del empleo en el agro, mientras el grupo de papa y hortalizas generó 6,9%, lo que relativamente hace menos eficientes a los primeros si se tiene en cuenta la tecnología y la cantidad de hectáreas que utiliza. Alejandra Brun. AFP. En los cultivos permanentes, en los cuales Colombia tiene sus más sólidas ventajas comparativas agrícolas, y cuya producción debe crecer gracias a la mayor libertad de comercio, se ubica el 54% del empleo agropecuario. El 30% restante corresponde a la ganadería y las demás actividades pecuarias, en las que nuestro país también tiene ventajas comparativas. Las cifras anteriores no confirman la idea de que el TLC representa una amenaza para el empleo en el sector agropecuario. Los cultivos amenazados son importantes en área, pero poco significativos en generación de empleo. Por el contrario, el desarrollo de un crecimiento agroexportador sí tendría un fuerte impacto positivo en el empleo. El efecto sobre el empleo de una probable reducción de 50% en la superficie dedicada a cereales y oleaginosas (lo que equivale más o menos a 730 mil hectáreas), se compensa mediante la reconversión de solo 162

mil de esas hectáreas hacia cultivos de exportación.

Protección a la ineficiencia ¿Quiénes pagan y cómo se paga la protección a la agricultura no competitiva?

sorgo y soya, a partir de un modelo de equilibrio general para la economía colombiana arroja algunas conclusiones al respecto. Entre 1997 y 2003 el maíz industrial registró un precio doméstico promedio que fue 80% más alto que el

nivel que habría si no existiera esa protección. Estas cifras muestran cómo la protección a la ineficiencia empeora la seguridad alimentaria, sobre todo de los más pobres. El mismo estudio revela que los costos sociales de la protección comercial al maíz industrial, el sorgo y la soya superan ampliamente a los beneficios que provienen de la producción marginal inducida por la protección. En efecto, la protección otorgada hace posible la producción de un valor agregado equivalente a US $42 millones en los cultivos de maíz industrial, sorgo y soya, pero al mismo tiempo los consumidores sacrifican un consumo de productos pecuarios e industriales equivalente a US $145 millones. Desde el punto de vista del empleo también se registra un costo social apreciable que se refleja en el sacrificio de un número significativo de empleos tanto en el sector pecuario como en el sector industrial y de servicios. Solo en el sector agropecuario los empleos sacrificados ascienden a 6.650 empleos directos permanentes, que corresponden a la diferencia entre los 11.840 que crea la protección en los cultivos de materias primas y los 18.488 que se sacrifican gracias a los mayores costos de producción en las actividades de la producción pecuaria. En síntesis, por la forma como se subsidia a los sectores no competitivos de la agricultura colombiana, vía protección comercial para elevar los precios, es en los consumidores y especialmente en los más pobres, en quienes recae el costo de la protección actual los cultivos ineficientes. Y dado el alto contenido de empleo de los sectores agrícolas en los que el país tiene ventajas comparativas, entre los sectores potencialmente ganadores en un TLC se encuentran los trabajadores rurales y urba-

7

Por la forma como se subsidia a los sectores no competitivos de la agricultura, vía protección comercial para elevar los precios, es en los consumidores y especialmente en los más pobres, en quienes recae el costo de los cultivos ineficientes. El subsector no competitivo de la agricultura colombiana no aporta significativamente al empleo pero sí es importante para el costo de vida de la población más pobre del país y para su seguridad alimentaria. Un estudio hecho en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica) sobre el impacto de un eventual desmonte de la protección arancelaria y no arancelaria a los cultivos de maíz amarillo,

promedio de referencia internacional, mientras que el sorgo y la soya fueron, a su vez 56,5% y 47% más caros. Estos altos precios de las materias primas esenciales para la producción pecuaria intensiva se traducen en sobreprecios del pollo, los huevos y la carne de cerdo entre 14% y 22%. Y, en consecuencia, en una reducción del consumo de esos bienes entre 15% y 27%, con relación al

nos, por mayores y mejores oportunidades de empleo y por menores precios a los bienes de alimentación. Sin embargo, es claro que los beneficios en empleo y en ampliación de las oportunidades de producción no dependen solo el marco que ofrezca el TLC y de la fortaleza de nuestras ventajas comparativas. Son indispensables ciertas reformas institucionales (¿la agenda interna?) que, por una parte, corrijan las ineficiencias que caracterizan la forma como funcionan los mercados de tierra, financiamiento y tecnología en el sector rural y, por otra parte, que generen un mayor compromiso del Estado con la asignación del presupuesto a la provisión de los bienes públicos que requiere el desarrollo de los territorios rurales (carreteras, tecnología y capital humano) antes que a engordar los subsidios privados a grupos poderosos de interés en el sector.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Álvaro Balcázar V.


8

Coyuntura Desde que se conoció el proyecto de ley general forestal,

sectores preocupados por la conservación y preservación de la biodiversidad alertaron que ésta constituye la estocada final al bosque nativo.

Explotar el bosque

Ley Forestal

J. Orlando Rangel-Ch.

Grupo Biodiversidad y Conservación, Instituto de Ciencias Naturales, Facultad de Ciencias. Universidad Nacional de Colombia.

Recientemente el Presidente de la República aceptó cuestionamientos del sector ambiental y se objetaron varios artículos del texto aprobado a finales del año anterior. Como es frecuente en buena parte de los documentos oficiales, el texto presenta imprecisiones, malas definiciones y generalizaciones que demuestran la deficiente asesoría técnica en la mayoría de los asuntos tratados.

natural es más costoso que conservarlo

Cerca de doce especies de árboles, con distribución desde las selvas amazónicas del Perú hasta Chiapas al sur de México, caracterizan el bosque lluvioso tropical. Las culturas precolombinas las conocieron, manejaron y basaron buena parte de su desarrollo en su incorporación a la cadena productiva, por ejemplo la madera de las ceibas, los frutos y hojas de los lecheros y ramones (especies de Brosimum) y la madera y las fibras de los robles (Terminalia amazonica-Dialium guianense). En algunos casos, su utilización produjo cambios en los sistemas ecológicos como se ha comprobado en localidades de la Sierra Nevada de Santa Marta; sin embar-

Si se desea preservar el bosque natural, debería erradicarse del texto el tema de las concesiones, cuya aplicabilidad está directamente relacionada con el avance de la deforestación en el país al menos en los últimos 30 años.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Un aspecto fundamental que se ignoró fue el estado actual de los bosques y selvas sin mayor grado de intervención por el hombre (prístinos): ¿cuánto nos queda y por qué es equivocado plantear una explotación que producirá réditos inmediatos, pero miseria y pobreza en el futuro?

go, la recuperación del bosque en ningún caso fue un evento imposible ni requirió de grandes inversiones para involucrarlo de nuevo en la cadena productiva, como por el contrario acontece actualmente. La paleoecología de nuestros bosques de montaña muestra la fascinante his-

A pesar de ser considerado uno de los países con

su riqueza forestal.

toria de auge y declinación de las formaciones vegetales por causas naturales y en los últimos milenios por la acción del hombre. La pérdida de cobertura boscosa hasta 1998 se estimaba en 30%-35% de las 60 ó 70 millones de hectáreas de extensión original del bosque nativo, solamente nos quedarían 30 ó 40 millones con aceptable grado de conservación. Desde hace más de 30 años se ha insistido a las entidades implicadas en el conocimiento, uso y preservación de la biodiversidad en Colombia, en la urgencia de apoyar la realización del mapa de vegetación del país con información actualizada sobre su composición florística, distribución y estado de conservación. El mapa más fidedigno sobre la extensión de bosques y selvas en Colombia data del siglo XIX y fue realizado por el naturalista y general de la república Vergara y Velasco. Debido a la poca atención que se han prestado a estos ruegos, se siguen produciendo acciones estatales que no tienen asidero académico como los planes de desarrollo forestal, sin contar con un auténtico inventario del recurso, y ahora una Ley Forestal. La Ley aplica indiscriminadamente el término bosque, olvidando que es un genérico que agrupa un variado número de combinaciones

ecológicas, y que en Colombia, el país con mayor diversidad del globo, alcanza su máxima expresión. Por ejemplo, al hablar de “bosque de guandal” se están citando a seis o siete formaciones vegetales con diferentes especies dominantes, cada una con composición florística definida y una ecología particular. Así, no sería apropiado incluir toda esta variedad como una sola entidad y ejecutar, por ejemplo, un artículo de la ley que diga: “Autorizar una concesión de 5.000 hectáreas de guandal en el Pacífico”. ¿Sobre cuál base de conocimiento se puede exigir el cumplimiento de una autorización de este tipo? La diversidad de bosques en Colombia, según la revisión bibliográfica de hace 10 años, adelantada por la Universidad Nacional de Colombia, arrojó una cifra cercana a 500 tipos de bosque, de los cuales en su mayoría aún no conocemos factores críticos –como densidad poblacional y capacidad de renovación–, que permitan pensar en una explotación y manejo continuo. Quizá en dos o tres años se logrará consolidar información en torno a la densidad poblacional de los remanentes boscosos en la región cordillerana de Colombia.

¿Cuánto valen nuestros bosques? El ministro de Agricultura se refirió hace unos días

mayor biodiversidad en el mundo, Colombia no cuenta con un inventario actualizado de

a las bondades de la Ley; de su argumentación bastante gaseosa, se resalta lo referente al “vuelo forestal”, como una aproximación a diferentes escalas para saber lo que se tiene en una plantación forestal (obviamente aplicable a un bosque sembrado). Cuando se conoce la densidad de siembra como en los bosques homogéneos de tierras templadas de Canadá, Estados Unidos o aún Chile (país visitado en 2005 por algunos congresistas y la viceministra de ambiente para mirar el tema forestal), dominados por una o dos especies óptimas para la industria maderera, con sensores remotos se puede estimar el número de árboles y el estado de la plantación. Cosa diferente es aplicar este alcance a los bosques tropicales, en los cuales la dominancia no corresponde a las especies apetecidas por los industriales de la madera. Los bosques amazónicos y los del Chocó central muestran una heterogeneidad ecológica y espacial, limitantes críticos para una explotación no planificada, donde sería casi imposible acercarse mediante el “vuelo forestal” a un estimativo del valor en pesos de una hectárea en la mayoría de nuestros bosques naturales. La ley garantiza –según el ministro– el derecho comercial de los bosques sembrados por cualquier persona y así realmente se impulsaría la reforestación, vieja aspiración de los interesados en la protección-recuperación de los espacios naturales degradados. Sin embargo, el giro que asume al afirmar que “la ley endurece la prohibición para no tumbar el bosque natural en aras de cualquier otro tipo de aprovechamiento agropecuario diferente al forestal”, es realmente simplista y, por qué no, marrullero. Si se desea preservar el bosque natural, debería erradicarse del texto el tema de las concesiones, cuya aplicabilidad está directamente relacionada con el avance de la deforestación en el país al menos en los últimos treinta años. En este orden de ideas, cabría preguntarse: ¿La finalidad de nuestros bosques naturales es la madera? El bosque natural no es una fuente de recursos cuyas potencialidades y manejo adecuado rinda mayores beneficios que su desaparición al transformarlo en madera. Renglones relacionados con las plantas ornamentales, medicinales, comestibles, productoras de fibra, colorantes y productos farmacéuticos reclaman programas de investigación (auspiciados


Coyuntura

por el Gobierno) que vayan desde lo básico, como los inventarios, hasta lo aplicado; es decir la incorporación de estas fuentes en la cadena productiva.

Una ley inconveniente Es desacertado poner en práctica la ley aprobada, por las siguientes consideraciones: 1. La superficie actual con oferta maderera es muy baja para permitir el desarrollo forestal. Entonces, ¿sobre cuáles bosques nativos se aplicarán las concesiones? Esta razón amerita que se active el principio de precaución del convenio de diversidad biológica ratificado por el Gobierno Nacional mediante la Ley 165 de 1996. 2. La mayoría del articulado está enfocado al aprovechamiento maderero del bosque natural. Luego de más de 30 años de experimentar con las concesiones madereras, ¿tenemos evaluaciones del proceso? Los monitoreos que debieron realizarse, demuestran que en sitios transformados no hubo una recuperación con bosque secundario ¿En cuántas hectáreas se realizaron procesos de restauración de tal manera que podamos valorar la efectividad de una norma de hace 30 años y con ello no repetir errores? La respuesta será cero o no se tiene información, no se recuperó el bosque, ni se realizaron procesos de monitoreo. Basta realizar un sobrevuelo por el Magdalena Medio en la zona de Campo Capote y otros experimentos forestales y ver el grado de transformación del territorio con sus calveros y su considerable superficie potrerizada. En escala temporal reciente, ¿conocemos de la suerte de miles de hectáreas a reforestar que se formularon como meta el actual Gobierno?

3. El Gobierno no tiene documentación fiable ni representativa del estado actual de conservación de los bosques naturales. Se alude en la ley a la Amazonia y al Chocó biogeográfico. De un 5% de los estimativos de deforestación en el Chocó biogeográfico hace diez años, se ha pasado a un 40%, según lo consigna un estudio realizado por el Instituto de Ciencias Naturales en 2004. Buena parte de su variedad de bosques desapareció por las políticas que promovieron el asentamiento de camaroneras, cultivo de palma africana, ganadería y potrerización, en desmedro de la protección y conservación de la vegetación nativa. Si se hubiesen revisado las estadísticas de la expoliación maderera del Chocó desde la década del treinta, cuando las multinacionales de la madera acabaron con extensas formaciones de cativo (Prioria copaifera) y de aspavé (Anacardium excelsum) en el Darién colombiano, hasta las épocas recientes en que los bosques de guandal han sido reducidos a menos de 20% de su extensión original, se entenderían las razones por las que nativos y colonos han volcado sus expectativas hacia la explotación de otras especies no dominantes del bosque, incrementando así la pérdida del valor intrínseco de la biodiversidad chocoana (véanse las estadísticas de exportación maderera por el puerto de Ríosucio, Chocó de 1998). Promover usos adicionales a lo poco que queda, definitivamente es agotar la existencia del bosque nativo chocoano. 4. La ley no toca puntos sensibles como convocar a los académicos y a los grupos de investigación, con el fin de levantar un inventario forestal –similar al ejercicio que realizó el gobierno mexicano cuando convocó a bió-

la vida del bosque tropical y en la preservación, a largo plazo, del equilibrio vital para múltiples especies. logos, botánicos, ingenieros forestales, agrónomos, edafólogos–, cuyas estadísticas y productos cartográficos sirvan de insumo para las actividades que impliquen el uso de la biodiversidad. 5. Si la Ley desea promover el desarrollo sostenible, es inconcebible que se vulnere el derecho colectivo de los colombianos a disfrutar de un ambiente sano, como reza la Constitución Política. La explotación y el agotamiento de nuestros bosques naturales indudablemente incidirán en el descenso de calidad de vida. 6. La Ley hace gala de ambigüedades como dar prioridad al manejo sostenible de los bosques naturales, cuando debería conservarlos. Debido a la escasísima superficie cubierta con bosques naturales, éstos deberían excluirse de todo tipo de usos, al tiempo que se fomenta la reforestación, restauración y recuperación de tierras ganaderas muy degradadas, en las cuales los procesos de explotación agropecuaria tradicional no son rentables. 7. El artículo cuatro es significativo del espíritu oportunista y de inequidad de la ley; se desea explotar el bosque natural para lo cual el Ministerio de Agricultura liderará y supervisará el asunto, delegando de esta manera al Ministerio de Ambiente funciones de recuperación, con lo cual acepta que solamente la protección de bosques frágiles y restauración de ecosistemas degradados sería competencia del último.

bosque natural. La mayor extensión de bosques naturales existente se ubica en zonas protegidas, reservas indígenas o en áreas especiales y deberían ser objeto de planes de estudio y evaluación de los potenciales de utilización. En sectores geográficos, cuyas formaciones vegetales tengan condiciones ideales para una explotación comercial racional, se deben adelantar estudios para documentar la producción. Tales podrían ser los casos de los bosques de guandal, de robles de tierras bajas y de robles de media montaña. Para ello, el apoyo a la elaboración del mapa y la memoria

detallada de las formaciones vegetales de Colombia, con la participación de instituciones académicas con capacidad e información, requiere ser una política nacional. Es conveniente respetar la capacidad de decisión de cada entidad. No es aceptable que el Ministerio de Agricultura siga pensando solamente en beneficios directos y réditos inmediatos, mientras que la mayoría de los colombianos deseamos un Ministerio de Ambiente, académica y científicamente fuerte y organizado, que vele única y exclusivamente por el bien más preciado de los colombianos: su biodiversidad.

El bosque natural no es una fuente de recursos cuyas potencialidades y manejo adecuados rinda mayores beneficios que su desaparición al transformarlo en madera.

Algunas recomendaciones Si se desea impulsar el desarrollo del sector forestal en Colombia, la ley debería encausarse hacia las plantaciones forestales generadas y manejadas por el hombre y no aludir a la explotación del

El espíritu ambiguo de

la Ley perjudicaría el desarrollo sostenible de amplios sectores de población. Teresita Chavarría. AFP

■ Domingo 26 de febrero de 2006

La Ley desconoce aspectos ecológicos que inciden directamente en

9


10

Análisis

En las próximas reuniones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Irán estará en el

centro de la agenda. Mientras los países miembros del organismo discutirán estrategias para el control al crecimiento de armas nucleares en el país asiático, éste reivindica ese desarrollo como un derecho nacional.

La resurrección

del

El supremo líder de Irán, el

ayatolá Ali Khamenei.

Carlos Alberto Patiño Villa

Profesor Ciencia Política e investigador del Iepri de la Universidad Nacional de Colombia.

Entre las muchas convicciones que se han ido desvaneciendo a lo largo de los primeros años del siglo XXI, figura la referida a la idea de que los fantasmas nucleares eran cosa del pasado, y que al desaparecer la competencia soviético-norteamericana, se disolvía cualquier riesgo de una conflagración nuclear que afectara gravemente a una o varias sociedades sobre la Tierra. Pero a medida que han transcurrido las décadas de 1990 y 2000, las armas nucleares y las tecnologías que las

Atta Kenare. AFP.

las que surgieron en el contexto de la Segunda Guerra Mundial: prestigio, defensa por motivos reales o percibidos de amenazas, y aumento en su capacidad de negociación, presión e influencia internacional. Desde un punto de vista militar y estratégico más estricto, una de las motivaciones que más impulsa la obtención de material nuclear está asociada a la invulnerabilidad que este tipo de armamentos otorga, generando un tratamiento especial por parte de aquellos Estados que ya lo tienen, y un respeto condescendiente por parte de quienes carecen del mismo. La decisión de tener armamentos nucleares se hace a un precio no razonable: a la vez que se amenaza al enemigo con una

fantasma nuclear

tos, Irán, Irak (hasta la guerra de 2003), Corea del Norte, Corea del Sur, e incluso Japón, según algunos congresistas norteamericanos, se encuentren en el esfuerzo de conseguir armamentos nucleares. De esta forma, y sumados países como Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China, se calcula que en el mundo actual existen unas 30.000 bombas nucleares, cuyos efectos bélicos pueden aumentar con lo que se consideran las otras tecnologías de armas de destrucción masiva (ADM): radiológicas, químicas y biológicas. Algunos expertos han señalado dos elementos que

permiten la difusión de esta tecnología nuclear: de una parte sucede que un país con un desarrollo investigativo más o menos sostenido, y con instituciones dedicadas a la formación científica altamente eficiente, pueden emprender programas de producción de energía desde fuentes nucleares. Pero de otra parte, la manipulación del conocimiento atómico tiene un fuerte carácter de ambigüedad, pues el “átomo de la paz”, el de la energía y el “átomo militar”, el de las armas, son “siameses”, es decir, la distancia es sólo ética, y se puede acortar rápidamente con una decisión política.

Sin embargo, una de las características más complicadas del siglo XXI es que el material nuclear se ha diseminado por diversos territorios, y se ha convertido en la obsesión de diferentes grupos terroristas y grupos armados ilegales. Esta expansión se produjo con base en tres hechos: el desmantelamiento del ejército de la llamada Alemania Oriental, a partir de la reunificación de 1989; la disolución de la Unión Soviética en más de una decena de Estados, trayendo como consecuencia que gran parte de los arsenales quedaran en manos de varios de los nuevos Estados, sin responsabi-

■ Domingo 26 de febrero de 2006

El conocimiento atómico tiene un fuerte carácter de ambigüedad, pues el “átomo de la paz”, el de la energía y el “átomo militar”, el de las armas, son “siameses”, es decir, la distancia es solo ética, y se puede acortar con una decisión política. soportan han experimentado una gran difusión, a la vez que los tratados internacionales de control de energía nuclear y producción de material bélico atómico han perdido fuerza y capacidad vinculante. De hecho se ha experimentado aumento en el número de países que poseen capacidad para desplegar misiles, bombas y lanzaderas nucleares, con miras a su uso inmediato, superando a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, quienes desde 1960 conforman una especie de club nuclear, ampliado por la fuerza desde la década del ochenta, con la aparición del poder nuclear de Israel, India y Pakistán. Las razones para poseer armamentos nucleares siguen siendo las mismas por

destrucción total o casi total de sus grandes áreas urbanas e industriales, con cantidad ilimitada de bajas civiles y militares, es posible que esa misma destructividad sea vivida en el propio terreno. A pesar de ello, los beneficios militares de tener armas nucleares son mayores, desde el punto de vista de aquellos Estados que están dispuestos a emprender grandes aventuras internacionales, o asentar posiciones definitivas en política internacional y defensa de sus intereses.

Seguridad mundial Las razones mencionadas explican por qué, al parecer, en diferentes momen-

El presidente iraní Mahmud Ahmedinejad (centro)

y Gholamreza Aghazadeh (izquierda), jefe de la Organización de Energía Nuclear de Irán, en su visita a la planta de Natanz, confirmaron que ese país había reasumido el enriquecimiento de uranio limitado. STR. AFP.


Análisis

Liderazgo iraní Uno de los hechos que han puesto de nuevo el tema nuclear en la agenda internacional de 2006, como una prioridad con grandes implicaciones internacionales, es el liderazgo político, internacional e incluso militar, al que aspira el nuevo presidente de Irán, Mahmud Ahmedinejad, elegido a finales de 2005. A diferencia de su antecesor, se ha alejado de las políticas conciliadoras y ha reivindi-

cado el derecho de poseer tecnología nuclear. Irán es un país clave en el contexto de Asia Central, pues tiene un gran ascendente sobre Siria, siendo su principal aliado económico y político; a la vez mantiene influencia sobre Líbano, tanto en ciertos partidos políticos como sobre organizaciones armadas como Hezbolá, y algunos otros grupos árabes, especialmente los pro chiítas. Igualmente mantiene una relación permanente con grupos palestinos contrarios a Israel, y abastece y dirige a diversos grupos chiítas en Afganistán e Irak. Además, sostiene un pulso constante con Rusia, por el control de amplias zonas del Caspio y del Caucaso. En suma, Irán es un poder clave para el control de la región, y cada vez más, desempeñará un papel central para la pacificación o para el escalamiento de la violencia en Irak y Afganistán. El Irán contemporáneo construye su imagen de potencia de Asia Central sobre éxitos evidentes, aunque no menos discutibles, de la revolución de 1979, de una parte. De otro lado, Irán es el centro del mundo chiíta dentro del Islam, y siente que tiene un papel en el conjunto de las revoluciones islamistas que han venido modificando el mapa geopolítico de Medio Oriente y Asia. De hecho, Irán es hoy el producto de una revolución teocrática que pudo centralizar el poder político con relativa facilidad, sobrevivió a la Guerra Sagrada iniciada por Sadam Hussein en 1980, y ha logrado construir una recuperación económica basada en la explotación de hidrocarburos, y el desarrollo de tecnologías informacionales y productivas. En esta dirección, Irán no es solo un país más de Asia Central, sino la pieza fundamental para definir su futuro.

“El ejército iraní es hoy el más leal, eficiente

Nazeat 6, fabricados en Irán

De esta manera, cuando Irán ha comenzado el 2006 desafiando a la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea), desoyendo las demandas de la Unión Europea, desafiando la posición de los Estados Unidos, y desconociendo las ofertas de Rusia, su socio y rival, ha dado lugar a encender las alarmas de la seguridad internacional, provocando además que se exija que las sanciones a Irán por recomenzar su programa nuclear de manera ilegal, sean acompañadas de acciones certeras. El programa nuclear iraní tiene como presentación ser de uso y finalidad civil, cuya planta más importante construye Rusia, en Busher, bajo el acuerdo de que Rusia entregará el material necesario para producir la energía, que luego será devuelto a su origen ruso, y así garantizar que el material no será utilizado para enriquecer uranio con fines militares. La tensión está en uno de sus máximos puntos, luego que los miembros del Consejo de Seguridad parecen haber llegado a un consenso para tratar el asunto, a lo que Irán ha respondido con amenazas y discursos directos contra la política exterior norteamericana y varios de sus socios europeos. Por otra parte, Irán ha roto los sellos de seguridad impuestos por la Agencia Internacional de Energía Atómica, en la central nuclear de Natanz; en los discursos pronunciados por Ahmedinejad en la celebración del 27 aniversario de la revolución islámica, dejó en claro que Irán considera el acceso a la energía nuclear y sus usos, como un derecho nacional. En este proceso, representa un papel clave el que en 2002 el presidente Bush hubiese definido a Irán como uno de los miembros del “eje del mal”, lo

que simbólicamente pesa en el contexto islamista radical. Ahmedinejad, en una actitud hostil y de liderazgo del islamismo radical, disputándole a Osama Bin Laden gran parte del escenario musulmán mundial, ha generado una radicalización contra Israel, resucitando la aspiración enterrada por la mayoría de los países árabes de expulsarlo al mediterráneo, lo que además ha marcado el discurso de victoria de Hamas. Adicionalmente el presidente iraní ha convocado a los intelectuales para rescribir la historia, a la vez que poner de

19 de enero de 2006, en las instalaciones estratégicas de Brest, en donde recordó que Francia utilizará su capacidad nuclear contra grupos terroristas, estados enemigos, grandes, medianos o pequeños, con medios absolutos o modestos para la guerra, que atentan contra Francia o sus intereses. En algunos círculos de la política y la estrategia internacional parece existir la sospecha de que veremos en 2006 una serie de discursos y actitudes de las potencias nucleares, encaminadas a asegurarse el derecho a la

11

Irán ha roto los sellos de seguridad impuestos por la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea), en la central nuclear de Natanz, y el presidente Ahmedineyad dejó en claro que su país considera el acceso a la energía nuclear y sus usos, como un derecho nacional. Arsenal nuclear estatal a principios del siglo XXI País No. de cabezas Firmante TNP EE.UU. 10.400 sí Rusia 8.240 sí China 410 sí Francia 340 sí Reino Unido 200 sí Israel 200 no India 60 no Pakistán 30 no Corea Norte 1a3 no Corea del Sur ¿? ¿?

manifiesto que el Irán contemporáneo, producto de la islamización y del imperio safávida, no tiene vínculos con la antigua Persia ni con las religiones zoroástricas. Pero esta posición de Irán no ha quedado en el vacío, y al parecer se ha acompañado de una reacción francesa poco usual en el tema de la disuasión nuclear, emprendida en el discurso del Presidente Jacques Chirac, el

disuasión, acompañado de ejercicios militares y la realización de nuevas pruebas, que permitan demostrar el estado actual de la tecnología y la capacidad militar. En conclusión, ante el inmanejable panorama de inseguridad de ADM, y en especial de armas nucleares, sumando amenazas terroristas y dejando de lado las aspiraciones idealistas de control de armamentos con el Tratado de No Proliferación, se debe decir que Irán no solo aspira a un lugar destacado en Asia Central, sino que desea ser uno de los incontestados poderes nucleares de hoy. Este artículo se escribe en el contexto de los actividades de investigación, realizadas dentro del Grupo de Estudios Internacionales, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional de Colombia.

y que busca paz en la región”, dijo el presidente Ahmedinejad en el Día del Ejército, cuando se mostraron los misiles tierra-aire Atta Kenare. AFP.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

lidades ni capacidades para responder por los mismos; y la aparición de grupos de traficantes especializados en materiales militares, más allá de las armas convencionales, y que en muchos casos han creado economías de escala, uniendo el tráfico ilegal de drogas, de inmigrantes, de servicios sexuales y otros. Algunos expertos norteamericanos a finales de la década del ochenta abordaron la pregunta de si los grupos terroristas podrían fabricar explosivos nucleares, y la respuesta en aquel momento fue que sí. Para comienzos del siglo XXI, con el desmantelamiento de algunos de los grandes Estados del siglo anterior, la pérdida de importantes arsenales y la venta ilegal de secretos nucleares como la realizada por la red internacional dirigida por Abdul Qadeer Khan, el creador del programa nuclear pakistaní, varios grupos terroristas internacionales se han concentrado en la creación de armas nucleares, especialmente, a la vez que en la producción de ADM genéricas. De esta manera, el siglo XXI no camina sobre el deseo de la seguridad internacional como se imaginó en la coyuntura 1991-1992, sino sobre la resurrección del fantasma nuclear ampliado, descontrolado y sin responsables claros para contenerlo.


12

Internacional Fred Halliday

Profesor de relaciones internacionales en la London School of Economics, experto en asuntos del Medio Oriente. Autor de varios libros, entre ellos El Medio Oriente en las relaciones internacionales: poder, política e ideología (2005) y Cien mitos sobre el Medio Oriente (2005).

Hace 17 años, en febrero de 1989, acusándolo de “blasfemia”, el líder iraní, el ayatolá Jomeini, pronunció su notoria fatwa (condena religiosa) contra el escritor Salman Rushdie por su libro Los versos satánicos, hecho que obligó al autor a esconderse durante varios años y que llevó a la muerte a dos personas involucradas en la traducción y difusión del libro. Las protestas generalizadas contra el libro de Rushdie en el Medio Oriente y el sureste asiático son un exacto antecedente de las que se produjeron en torno a las caricaturas del Profeta, publicadas en el periódico derechista danés, Jyllands-Posten. La reacción de por lo menos un líder islámico, el jeque Fadlallah del Hezbollah en el Líbano, fue

En la medida en acciones como las caricaturas perjudican las relaciones entre los musulmanes y los no musulmanes, y en que alimentan los reclamos de hostilidad occidental hacia el Islam, estas ideas tienen cierto asidero en la realidad. la de afirmar que si Rushdie hubiera sido muerto, no se habrían repetido estos hechos. Este comentario es importante porque aclara el hecho de que en el fondo de estas disputas en torno a lo que llaman “blasfemia” hay cuestiones tanto de poder y autoridad, como también emocionales. No es por nada que algunos de los más famosos juicios en la historia de Occidente –los de Sócrates, Galileo, Spinoza, el de Jesús mismo– giraron en torno a esta acusación. Quien habla de blasfemia, habla de poder.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Un hecho transnacional La controversia sobre las caricaturas danesas es el tercer incidente moderno en despertar una indignación panislámica; antes del de Rushdie, se produjo el movimiento de protesta que estalló en 1969 tras el intento de ataque a la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén por un incendiario australiano. Estos tres incidentes fueron, en primera instancia, ejemplos dramáticos de un proceso “transnacional”, una vinculación de hechos en muchos países diferentes como resultado de un even-

to local en pequeña escala que se convierte en una noticia mundial rodeada de un sinnúmero de significados, versiones y emociones colectivas. No puede haber un ejemplo más claro del poder y alcance tanto de los medios internacionales como de los grupos políticos y religiosos con una agenda transnacional. Al mismo tiempo muestran –también el asunto de las caricaturas danesas– dos de los límites así como la potencialidad de lo que se considera ahora “transnacional” o “global”. En primer lugar, el énfasis de buena parte de la literatura sobre la “sociedad civil global” que se ha producido en la última década está llena de una especie de optimismo liberal anunciando el derrumbe de las barreras entre los pueblos, el aumento de la interacción entre las comunidades y las instituciones no gubernamentales de todo el mundo, y una disminución del poder del estado para invadir los espacios de la sociedad civil. Todo esto se puede basar en una cantidad de indicios, pero la difusión de las ideas liberales y de las ONG –en relación, por ejemplo, con el medio ambiente, los derechos de las mujeres o la migración– está contrarrestada por la difusión de ideas y organizaciones iliberales, a menudo fomentadas por la intervención de comunidades extremistas: grupos religiosos conservadores (el Opus Dei, hindúes chauvinistas, judíos ortodoxos, islamistas conservadores), activistas antifeministas o cuerpos vinculados con corrientes militaristas nacionalistas. De modo que la “sociedad civil global” no es una garantía de libertad o de defensa de los derechos: igual que cualquier sociedad doméstica específica puede ser un campo de conflictos en torno a los valores, el poder, las mentiras y su manipulación, tanto más cuanto que los grupos iliberales aprovechan la libertad de acceso a los medios y al Internet. En segundo lugar, lo “transnacional” también está limitado por un factor común a los incidentes de al-Aqsa, Rushdie y las caricaturas: incluso si estos movimientos de protesta son iniciados por grupos independientes no estatales, no perduran como tales. Los estados no son estúpidos o indolentes; se adaptan, reaccionan y buscan el control de las masas enardecidas. En esta forma, en muy corto tiempo las protestas musulmanas transnacionales y más o menos autónomas contra las caricaturas se multiplicaron (en parte, es cierto, a la activa aceptación de los estados en la Organización de la Conferencia Islámica de diciembre de 2005). Los estados del Medio Oriente y de otras regiones se involucraron en la protesta, denunciando a Dinamarca, a la Unión Europea, a “Occidente” y a todo lo que pudieron abarcar con esto; y retiraron embajadores o amenazaron con boicoteos oficiales. El mismo intento de apropiación de los estados fue claro en el caso de

“La retórica histórica y teológica en torno a la disputa sobre las caricaturas de Mahoma esconde su

mensaje central: la creación de un campo político global moderno y unificado”, sostiene Fred Halliday.

Más que un problema de fervor religioso, la

historia de la reacción musulmana contra actos que considera sacrílegos se apoya en el activismo político facilitado por los medios. Afpilan Garzone. AFP.

La blasfemia y

el poder

Rushdie; la intervención de Jomeini sólo se produjo después de una fuerte campaña de los musulmanes de Inglaterra (que incluyó la quema del libro en la ciudad inglesa de Bradford), y de las muer-

tes de algunos manifestantes en Islamabad y Cachemira. La fatwa contra Rushdie no fue un juicio legal de la clase que especifica la ley islámica con ese término puesto que, entre otras cosas, nunca in-

dicó cuáles eran las páginas ofensivas del libro; pero esto no evitó que se convirtiera en una política que afectó por muchos años las relaciones entre Irán y Europa.

Laurence Saubadu. AFP.


Internacional La verdadera división

Francis Nalier. AFP.

El ayatolá Jomeini condenó a Salman Rushdie por kofr, el término genérico para la incredulidad o negación del Islam, y del cual se deriva la palabra kafir. A los musulmanes que rechazan su religión se les acusa de ihad (literalmente “digresión”, y por tanto

negación de la existencia de Dios) o de “herejía” (aunque técnicamente, no puede haber “herejía” en una religión sin papado o una ortodoxia teológica equivalente). A los politeístas preislámicos se les condena por shirk (la adoración de más

13

La actitud musulmana de indignarse por las caricaturas “blasfemas” de Mahoma, se basa en una falsa analogía cultural: para el Islam, Mahoma es sólo un ser humano, y prohíbe –por ser una blasfemia– sostener que es (como sostienen los cristianos sobre Jesús) un ser divino.

Política y religión parecen juntarse nuevamente

en los intersticios de la sociedad civil global.

de un dios lo cual niega el énfasis islámico en la unidad de Dios); a menudo se aplica este término a los cristianos por creer en la Santa Trinidad, y a los chiítas por la adoración de sus santos Alí y Husein. Su origen en la palabra para “compartir” permite que también la usen, sin mayor criterio verbal, para referirse a los comunistas, lo cual le permitió a los talibanes sostener que el profeta Mahoma había matado “comunistas”, y que sus seguidores debían castigar en la misma forma

¿Es posible difamar o insultar a alguien que murió hace 1.374 años, cuando

la memoria del Profeta o los musulmanes de hoy, imponer en la tradición islámica el concepto extraño de blasfemia. Pero que tal imposición ocurra y que se extienda con tanta rapidez, en el contexto de una “sociedad civil global”, vital pero contradictoria, demuestra lo unificadas que se están volviendo las políticas y las diferentes visiones del mundo. Publicado por la Universidad Nacional de Colombia con propósitos pedagógicos y bajo licencia académica de openDemocracy. Traducción de Nicolás Suescún.

la teología que lo aloja no considera la blasfemia?

Adek Berry. AFP.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

blasfemia, las consecuencias pueden ser muy problemáticas. En segundo lugar, la doctrina religiosa nos revela una importante diferencia en el concepto mismo de “blasfemia”. En el Nuevo Testamento griego blaptein (“causar daño”) y pheme (“decir”) se combinan para formar la acusación contra Jesús a partir de que sostenía ser hijo de Dios. Este concepto occidental de blasfemia (tanto teológico como legal) implica un insulto contra el ser divino: Dios padre, o Jesús, su hijo. Esto contrasta con la actitud musulmana de indignarse por las caricaturas “blasfemas” de Mahoma, que se basa en una falsa analogía cultural: para el Islam, Mahoma es sólo un ser humano, y prohíbe –por ser una blasfemia– sostener que es (como sostienen los cristianos sobre Jesús) un ser divino. En este sentido, el Islam no tiene en realidad un concepto de blasfemia. Lo que sí tiene –expresado, claro, en el idioma árabe– es otro conjunto de términos que, sin distinción alguna, son traducidos como “blasfemia”.

Jean Ayissi. AFP.

Aunque estas disputas revelan los límites así como el poder de lo transnacional, también ponen de relieve la opinión que polariza los dos sistemas de valores: la prohibición de hacer retratos del profeta Mahoma, y la tradición occidental de la libertad de expresión, la sátira y la crítica de la religión. En la medida en que perjudican las relaciones entre los musulmanes y los no musulmanes en algunos países europeos, y en que alimentan los reclamos de hostilidad occidental hacia el Islam, estas ideas tienen cierto asidero en la realidad. Pero al mirar más de cerca el asunto, la realidad es más compleja. Un punto clave es que el debate no es entre un ideal (occidental) de libertad de expresión absoluta y una negación (musulmana) de esa libertad. Solo unos pocos libertarios occidentales realmente creen en una libertad de expresión absoluta. Existen, con razón, leyes contra el odio racial y la incitación a la violencia; y también principios operativos de respeto que sustentan el ejercicio de aquello que se define estrictamente como derechos legales; nadie, por ejemplo, abriría un McDonald’s al lado de un templo hindú, o pondría una venta de carne de cerdo junto a una mezquita o una sinagoga. También hay ciertas consideraciones de prudencia y de cordura política que constriñen lo que uno dice (el manuscrito de mi libro Cien mitos sobre el Medio Oriente –en el que pongo en tela de juicio muchas ideas aceptadas sobre la religión, la historia y la política de esta región–, contenía varios mitos que, dada la coyuntura actual, excluí del libro después de hacer consultas al respecto). No se trata, entonces, de dos conceptos absolutos. Es más una cuestión de grado, ya que se deben establecer ciertos límites dentro de un conjunto de aspiraciones compartidas a la verdad, la decencia, el respeto y la prudencia. Esta clase de debate se da dentro de las culturas y las religiones, y no entre ellas. Si comprendemos esto, se vuelve posible registrar una división cultural en la cual sí hay una ausencia real de valores compartidos: no entre el Islam y Occidente, sino entre los reclamos de autoridad y exclusión religiosa de un lado, y la apertura secular del otro. Al considerar la dimensión religiosa, surgen dos importantes puntos. En primer lugar, es obvio que los textos y las tradiciones de todas las principales religiones violan los códigos modernos seculares que establecen las leyes y normas de la guerra, plasmados en nuestro tiempo por las Convenciones de Ginebra, los acuerdos internacionales de derecho de las Naciones Unidas y otros documentos. Negar, además, las exigencias de estas doctrinas religiosas constituye una blasfemia, desde la perspectiva de la fe. Son pocos los que aluden a este punto, pero si las sociedades se permiten legitimar la censura con base en la

a los chiítas tal como habían perseguido a los restos del régimen pro soviético de Afganistán. Estas consideraciones sugieren que la actual ola de protestas contra las caricaturas danesas no está tan conectada a la religión como a la política, al control y dirección de las comunidades musulmanas en Occidente, y al deseo de los estados de mantener el apoyo de sus pueblos. Esto no es para restarle importancia al sentido común y al respeto racionales frente a los sentimientos de los muchos millones de musulmanes, a menudo víctimas de insultos y de opiniones discriminatorias, de las cuales los dibujos daneses se han convertido en un pararrayos internacional, sin que importe mucho la forma como atrajeron la atención de las masas musulmanas. Son estas las que cuentan, así como los creyentes de otras religiones. No es posible insultar o difamar a alguien que murió hace 1.374 años; y no es de ayuda para la fe,


14

Política En su último libro Partidos políticos y Congreso. Élites políticas y mayorías parlamentarias en Colombia en la década de los noventa, el Grupo de Investigación en Partidos de la Universidad Nacional se preocupa por descifrar cuál es el sistema de partidos que está configurándose en Colombia. Aquí algunas conclusiones. David Roll

Profesor en el Departamento de Ciencia Política y director del Grupo de Investigación de Partidos Universidad Nacional.

Mucho se ha dicho y escrito recientemente sobre cómo se va a transformar el sistema de partidos en Colombia a partir de la Reforma Constitucional electoral de 2003 y de las próximas elecciones para Congreso y presidenciales. En la mayoría de esos análisis los autores asumen la tarea de intentar prever lo que sucederá en el inmediato futuro, estudiando las coaliciones; pero como éstas cambian día a día, cualquier predicción tiene una vida útil muy corta. En lugar de pretender una nueva cábala de resultados electorales a partir de acontecimientos, el Grupo de Investigación de Partidos Políticos prefiere contestar a dos preguntas básicas, quizá menos arriesgadas pero probablemente más trascendentales para entender el pasado, presente y futuro de la política colombiana: ¿Qué sistema de partidos hemos tenido hasta ahora?; ¿qué sistema de partidos se va a configurar a mediano plazo?

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Lo que tuvimos Respecto de la primera pregunta, ya podemos hablar de sistemas de partidos medianamente definidos en la historia de Colombia, por lo menos hasta 1991, cada colectividad con uno o dos protagonistas definidos y una forma identificable aunque a veces variable de actitud de los partidos opositores. Pero también se concluyó que la situación no ha sido tan clara en los últimos 15 años, incluso sin considerar el difícil tema de las relaciones entre los presidentes y sus partidos. Estas son las distintas opciones de análisis para intentar caracterizar el sistema de partidos que hemos tenido desde 1991 y que muy seguramente va a cambiar en los próximos años: Sistema bipartidista: a primera vista, con una comprobación mecánica de las mayorías en el Congreso, éste caracteriza el sistema de partidos en Colombia después de la Constitución de 1991, pues la mayoría de las curules siguieron perteneciendo a miembros liberales y conservadores, de 1994 en adelante. Sistema de partido predominante: si se analizan en detalle los resultados electorales desde 1991, se observará cómo el partido liberal ha sido dueño en casi todo el periodo de más de la mitad de las curules parlamentarias, siendo el conservador solo el mayor de los minoritarios. Sistema multipartidista: esta percepción surge del simple hecho de que partidos diferentes al liberal y al conservador aumentaron su participación en el Congreso, hasta alcanzar en las últimas elecciones un número igual de curules que los tradicionales.

El sistema de partidos, más allá de la coyuntura electoral Sistema bipartidista fragmentado: a pesar de la contundencia de la gráfica 3, lo cierto es que si se suman liberales y conservadores que se presentaron por terceros partidos al Congreso, en el fondo siguen siendo liberales y conservadores. Nos encontramos entonces con un bipartidismo persistente pero fragmentado en el interior de cada colectividad (véase gráfica 1). Sistema bipartidista con predominio liberal, en crisis y en transición: este parece ser el escenario más acertado, puesto que el sistema sigue siendo bipartidista (liberalconservador), dado que la mayoría de las tercerías son rojiazules. En su bipartidismo, el sistema tiene un claro predominio liberal, dígase lo que se diga, que no alcanza a constituirse en sistema de partido predominante dados los permanentes pactos entre ambas colectividades. Ese bipartidismo está en crisis porque, sobre todo en los últimos 15 años, no hay cohesión partidaria en ninguno de los dos partidos: ni para proponer leyes de común acuerdo ni al momento de tomar decisiones, salvo en coyunturas muy especiales. Está en transición porque internamente los partidos han venido transformándose hace algunos años. Ha sido un trabajo silencioso pero efectivo, que preparó el terreno para la reforma electoral de 2003, orientada a crear justamente partidos fuertes, disciplinados y con claridad ideológica.

Lo que tendremos Lo que aparece ante la opinión pública como graves divisiones dentro de la derecha y de la izquierda colombiana no son más que los movimientos tectónicos de un sistema de partidos que por fin se está normalizando, tras siglo y medio de atipicidad disfuncional. Es arriesgado adivinar qué pasará en las próximas elecciones o incluso en las siguientes, pero sin querer hacer futurología política, puede preverse un escenario multipartidista parecido al siguiente en tres o cuatro legislaturas más: Aunque el presidente insiste en sus cartas a Carlos Holguín, en que es un liberal de la base, es muy probable (y deseable) que ambos hagan parte en el futuro de un mismo partido de derecha, una especie de Partido Popular (como el de España), pero a la colombiana, o por lo menos de un mismo bloque de partidos, definidos ideológicamente en un centroderechismo que admita miembros moderados y menos moderados. Allí estarían cómodamente Vargas Lleras,

Juan Manuel Santos, Luis Guillermo Vélez y todos los conservadores no vergonzantes. Éste competirá electoralmente con un gran partido de izquierda, o un bloque de partidos de centroizquierda. De él seguramente hará parte un Partido Liberal, sin terratenientes, que oscilará entre la socialdemocracia y la tercera vía, aunque muchos lo seguirán tildando de neoliberal encubierto, por el historial político de algunos de sus líderes, o por su timidez a la hora de asumir actitudes progresistas en determinados temas. Dicho partido, ocasionalmente, establecerá alianzas con los más moderados de centro-derecha, pero la mayor parte del tiempo estará aliado con un partido formado por los políticos de izquierda moderada y ex liberales que se consideraron más a la izquierda que su propio partido. Entre ellos seguramente estarán los garzones, Piedad Córdoba, María Emma Mejía, e incluso Navarro. Un partido de izquierda más lejano del centro, establecerá alianzas frecuentes con la izquierda moderada, y ocasionales con el Partido Liberal, pero mantendrá esa actitud crítica propia de la izquierda tradicional, menos dispuesta a ceder en ciertos asuntos. En él tendrían cabida incluso los eventuales desmovilizados de un acuerdo de paz con las guerrillas. Tal proyección puede parecer más un producto del deseo que del análisis, pues ese escenario es ideal en términos de gobernabilidad. Pero lo cierto es que el proceso de reconstitución del sistema de partidos ya ha comenzado a gestarse en los últimos años en diferentes momentos, veamos algunos: • Cuando se aliaron el oficialismo liberal, el Polo Democrático y el Frente Social en contra de tres asuntos claves: el referendo, la reelección y el candidato uribista a la Alcaldía de Bogotá. • Cuando salieron del Partido Liberal, por varios motivos, líderes más cercanos a un pensamiento de derecha, y crearon sus propios partidos. • Cuando el partido conservador reconoció que Uribe era su norte en términos ideológicos y lo apoyó sin pudores en adelante. • Cuando el Polo Democrático comenzó a escindirse en dos grupos, uno más cercano a los liberales progresistas y otro más purista, lo que generó la renuncia por unos días de Navarro a la consulta de candidatos presidenciales, dando lugar al rumor de que podía llegar a crearse un partido nuevo de izquierda con moderados y ex liberales.


Jurídica

Hasta dónde se puede prevenir el

Docente Departamento de Sociología e integrante del grupo de investigación “Trabajo, empresa y sociedad”.

En los últimos años, fenómenos psicosociales del mundo del trabajo como acoso sexual, estrés, adicción al trabajo, burn out (síndrome de agotamiento emocional y desánimo frente al trabajo), han sido tratados con frecuencia en revistas y periódicos. Estos artículos casi siempre hacen referencia a casos europeos, por lo que podría suponerse que deben decir poco a los lectores de un país con altas cifras de subempleo e informalidad y notorios retrocesos en la calidad del empleo y la remuneración. Sin embargo, como se expresa en la exposición de motivos de la Ley 1010 de 2006 sobre acoso laboral y otros hostigamientos en las relaciones de trabajo, tales temáticas despiertan la sensibilidad suficiente para ser considerado un problema social. El interés por el acoso psicológico en el trabajo tiene su génesis en los países escandinavos. En escenarios en que las regulaciones y los avances del Estado-bienestar garantizaban un aceptable nivel salarial y calidad en las condiciones de trabajo, distintos estudios llamaron la atención sobre modalidades disimuladas de maltrato moral, ofensas encubiertas y veladas humillaciones por parte de directivos y/o compañeros de trabajo hacia algunos empleados. Se definió como mobbing la situación en que cualquier miembro de una organización es objeto de formas de violencia sistemáticamente aplicadas, y ante la cual se creó una legislación para dar garantías, medir el impacto negativo, jubilar e indemnizar a los afectados por el perjuicio psicológico, a veces irreversible que se creaba.

Prevención a la colombiana La norma colombiana define el acoso en el trabajo especificando modalidades de agresión física, maltrato, humillación, persecución, discriminación y entorpecimiento, así como un conjunto de 14 conductas. Aunque se exhibe cierto grado de conciencia sobre las realidades nacionales del abuso de autoridad, en espacios de poder empresarial desmedido la principal motivación legislativa es la prevención, corrección y conciliación, antes que configurar el acoso como delito; por ello se contempla un buen número de manifestaciones de imposición abusiva, amenaza, negación de derechos, descalificación humillante, etc. El proyecto inicial pretendía proteger tanto a trabajadores estables como a contratistas

acoso laboral

La condición temporal de los contratos en

desmesuradas a los trabajadores.

las organizaciones públicas y privadas, ha hecho posible exigencias

El comportamiento de las empresas colombianas frente a los controles legales y su manejo de la autoridad, así como los nuevos roles de trabajo asignados a los empleados colombianos, ponen en duda la efectiva prevención de los hostigamientos en los ambientes laborales. y prestadores de servicios, sin embargo, la reciente sanción presidencial solo incluyó a los primeros, dejando facultados a inspectores de trabajo, de policía, defensores del pueblo y personeros municipales para aplicar procedimientos preventivos y sanciones administrativas y disciplinarias. Prevenir o evitar el hostigamiento psicológico en el trabajo parece importante en todo sentido y la ley llama la atención sobre ello. No obstante, además de las objeciones técnicas que puedan plantearse sobre la aplicabilidad de la norma y la efectiva actuación de inspectores y entidades de riesgos profesionales, los siguientes rasgos de las organizaciones colombianas y el talante típico de su autoridad, motivan muchas reservas sobre los efectos favorables de la norma: - La posibilidad de cambios reales debe contar con cierta tendencia históricamente demostrada de empresarios y directivos a eludir o quebrantar abierta o disimuladamente las normas, aprovechando sus vacíos o la inoperancia de los controles legales, del mismo modo que a traicionar o distorsionar el espíritu de las mismas o el sentido de instituciones sociales. Tres breves ejemplos: el uso del trabajo temporal durante los años ochenta, en duraciones y modalidades que hasta en la reforma laboral de 1990 estuvieron manifiestamente prohibidas; el empleo de condiciones

discriminatorias para sindicalizados y los pactos colectivos como estrategias para debilitar a los sindicatos independientes e instituir una seudonegociación con una representación manejada por la gerencia; la transformación de las organizaciones cooperativas de trabajo solidario y autogestionario en simples bolsas de subcontratistas de bajo costo. - En las condiciones de contratación flexible, con predominio de la vinculación a término fijo y el fácil despido, la vulnerabilidad y debilidad de amplios sectores de trabajadores frente a sus patronos, especialmente en momentos tan adversos del mercado laboral como el actual, no favorecería la presentación de denuncias. La típica lentitud e ineficiencia de la justicia laboral obrarían en el mismo sentido. - Desde los años noventa, las compañías han emprendido significativos cambios en las prácticas organizativas y la gestión del trabajo, transformando los roles de trabajo y las formas de autoridad. Se aplican tanto las estrategias que convocan la creatividad y la participación de los empleados, como las que se basan en la intimidación, intensificación del trabajo y recorte salarial. Lo anterior genera complejas relaciones de trabajo, organizaciones “planas”, en donde las manifestaciones continuas de acoso ya no se pueden ubicar en un individuo que actúa

como superior jerárquico, sino que se han transferido a instancias como indicadores de eficiencia; metas de producción; proyectos autodirigidos de equipos de trabajo; responsabilidades individualizadas que cada vez trascienden más los límites usuales de la jornada y el espacio de trabajo. A continuación dos ejemplos extraídos de observaciones y análisis en compañías industriales. 1. En contextos en los que la condición de temporal se ha hecho permanente por la posibilidad de renovación continua del contrato, la evaluación del cumplimiento de metas determina la renovación del vínculo laboral. Este mecanismo hace posibles niveles de exigencia desmedidos y situaciones en que el empleado en función de satisfacer criterios tácitos y ser bien calificado, evita pedir permisos para asuntos personales, familiares, o aun de salud. La incertidumbre sobre la continuidad del contrato, es un elemento de coacción que se aplica también a trabajadores de cooperativas de trabajo asociado y significa lo que algunos analistas llamaron el “terror del mercado” en función del disciplinamiento de la fuerza laboral. 2. Las dinámicas de trabajo en que equipos autodirigidos realizan las tareas, respondiendo a metas, evaluaciones e incentivos colectivos, implican también autorrestricción de los permisos; del mismo modo que presio-

nes y exigencias por encima del nivel normal; requerimientos de pluricompetencia y elevada disponibilidad hacia las tareas. Todo lo cual fomenta presión y complejas situaciones en que el líder

En las condiciones de vinculación a término fijo y fácil despido, la vulnerabilidad de los trabajadores frente a sus patronos, no favorecería la presentación de denuncias. o el grupo ejercen hostigamiento y maltrato sobre algunos de los integrantes. En síntesis, en la empresa colombiana se experimentan muchas formas de acoso laboral, como parte de las duras realidades, tanto del trabajo precario tradicional, como de las nuevas formas de organización del trabajo. Sin embargo, es poco probable que esta situación mejore con la nueva ley, dado que sus mecanismos de prevención y corrección parecen más concebidos para las formas de autoridad personalizada y jerárquica, y por tanto una limitada aprehensión de las situaciones más sutiles y negativas del fenómeno.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Edgar Augusto Valero

15


16

Educación Con un efectivo sistema de becas, la Universidad Nacional está asegurando que la investigación tenga el tiempo y el rigor que amerita la producción de conocimiento. Recursos económicos, suficientes y oportunos, permiten que los estudiantes con mejores promedios en maestrías y doctorados, puedan, incluso, costearse viajes de estudio al exterior.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Paula Grisales Unimedios

Quien fuma diariamente una cajetilla y media de cigarrillos, al final del año tiene en su cuerpo los residuos que le dejaría la exposición a 300 radiografías de tórax, debido a la presencia de Polonio 210 en los cigarrillos, elemento radioactivo altamente contaminante por su emisión de partículas alfa. Una investigación que empieza a formularse en la Maestría en Física de la Sede Medellín se propone averiguar, a través de muestras de orina, el grado de contaminación por Polonio en mineros y fumadores. La sociedad y la academia esperan que Nancy Puerta termine pronto su investigación, pues en el país los estudios sobre protección radiológica ambiental son casi nulos. Este trabajo lo adelanta gracias al programa “Becas para estudiantes sobresalientes de posgrado”. “Para mí ha sido un honor y también un sacrificio, por el esfuerzo que conlleva acceder a ella”; su promedio de 4,8 habla por sí solo. Como ella, son muchos los estudiantes con excelencia académica que no habrían podido continuar su paso hacia el posgrado sin estas becas. Hasta el momento, 293 estudiantes se han beneficiado del programa, que funciona desde el segundo semestre de 2004 como una versión mejorada de su antecesor, “Académicos en formación”, que tenía menor cubrimiento e inversión. “Yo soy microbióloga de la Javeriana y, comparando con universidades privadas donde también dan apoyo, no hay ningún programa como éste”, asegura Yih Wen Fung, taiwanesa becaria de la Maestría en Microbiología. La afirmación no es gratuita, pues la beca cubre el 50% de los derechos académicos, y para asegurarse de que sus estudiantes se dediquen exclusivamente a la investigación en vez de distraerse trabajando para obtener el dinero de su subsistencia, la Universidad les paga el sostenimiento. Así, el semestre pasado llegó, mes a mes, $1’526.000 (cuatro salarios mínimos legales vigentes –smlv–) a la cuenta bancaria de los estudiantes de maestría, y $1’907.500 a la de los de doctorado (cinco smlv). “La puntualidad es clave, se les paga por mes adelantado y no por mes vencido, lo que asegura que el estudiante tenga la confianza de que va a dedicarse a su estudio plenamente durante seis meses”, enfatiza Lisímaco Parra, vicerrector Académico de la Universidad Nacional. Es probable que ninguna universidad en Colombia tenga un programa de becas tan ambicioso. El año pasado la Universidad invirtió $2.755 millones en promover a sus estudiantes más brillantes, y se calcula que para 2006 el costo del programa ascenderá a $4.800 millones, cuando se sostendrán 250 becas al

Inmersa en la Filosofía, Laura

Gómez dedica diez horas al día para escudriñar la obra de Aristóteles y así conocer mejor la responsabilidad moral en el pensamiento antiguo. Guillermo Flórez P. / Leonardo Cuéllar

Aprender a hacer ciencia, una vocación que “paga”

mismo tiempo, cifra tope del programa; 30% de ellas para doctorado y 70% de maestría. En adelante, se otorgarán las becas que vayan quedando libres. “El sostenimiento mensual ha significado poder dedicarme realmente a investigar todo el tiempo, mientras los compañeros que tienen que trabajar y al mismo tiempo investigar, avanzan muy lento y los resultados no son

iguales. Por otra parte, permite comprar todo el material bibliográfico necesario”, asegura Laura Liliana Gómez, quien a los 23 años va en la mitad de su Doctorado en Filosofía. Su promedio de 4,7 le ha permitido prorrogar cada semestre la beca y ahorrar para ir a la Universidad Autónoma de México a trabajar con Ricardo Salles, especialista en la responsabilidad moral en la filosofía antigua y

Yih Wen Fung hizo su propio cultivo de shiitake (Lentinula

sus relaciones con la filosofía moderna, su tema de tesis. Entre los requisitos para concursar está, además de tener promedios por encima de 4,0, ser menor de 28 años. “Queremos estimular la formación de investigadores jóvenes, requisito que pudo haber sido polémico, pero que consideramos apropiado; hoy, los posgrados no son el final de una vida académica, sino su comienzo. Y nuestra idea es enviar ese mensaje: hay que doctorarse joven”, explica el Vicerrector Académico. De la misma opinión es Mauricio Orozco, ingeniero electrónico de 25 años y estudiante doctoral de la Sede Manizales. En su vida académica las becas han desempeñado un importante papel, pues ha gozado de ellas en el pregrado, la maestría y el doctorado. Para él estos últimos deben verse cada vez más como empleos en investigación en lugar de programas de formación que los interesados deban pagar por su cuenta. “Los programas de becas y de apoyo a estudios de posgrado son una actividad estratégica que nuestro país debe ampliar y fortalecer. El desarrollo está estrechamente vinculado con la cantidad –y por supuesto ca-

edodes) –hongo generalmente traído del exterior– para averiguar si el producido en el país tiene las mismas propiedades anticancerígenas y si Guillermo Flórez P. potencia o reprime el sistema inmune.

lidad– de personas dedicadas a actividades científicas”.

Viajes hacia la perfección La beca para estudiantes sobresalientes es tan buena que algunos, como Laura Liliana y Mauricio, ahorraron para viajar al exterior y trabajar al lado de las autoridades académicas que son artífices del conocimiento de punta en sus disciplinas. Actualmente Mauricio, quien adelanta su Doctorado en Ingeniería Automática, está realizando una pasantía en la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos), donde trabaja con Robert P.W. Duin, uno de los investigadores que desarrolló la metodología con la que está haciendo más confiable el sistema de identificación de rostros, con aplicaciones en seguridad y monitoreo. A su regreso, Mauricio retomará sus cursos en Circuitos Digitales II y Procesamiento Digital de Señales, pues como retribución, los estudiantes deben dictar ocho horas semanales de clases. “Una de las ventajas más grandes es que este programa es la puerta para entrar al mundo de la docencia”, dice la microbióloga Yih Wen. Y agrega: “Eso es hoja de vida, experiencia, adquirir el hábito de estar actualizado, además ayuda en la habilidad de expresarse, lo que es benéfico porque uno de los objetivos de hacer un posgrado es poder transmitir el conocimiento, no solo ser profesional”. Así, el programa “Becas para estudiantes sobresalientes de posgrado” permite que los jóvenes con vocación investigativa se hagan docentes en el mismo recinto donde se formaron. Este es un compromiso de la Nacional con la sociedad que busca premiar la excelencia de sus estudiantes al tiempo que promueve a los científicos y docentes que, en breve, asumirán las riendas investigativas del país.


Universidad

17

“La Reforma Académica se debe discutir

en una universidad abierta, sin bloqueos y con respeto a la diversidad de posturas”

Anascas y Óscar pretenden incidir en la cultura de participación en la UN y

promover el respeto a la diversidad de posturas.

Guillermo Flórez P. / Leonardo Cuéllar

“Quiero Estudiar”: Este año la Universidad Nacional retomó actividades el 16 de enero. Sin embargo, durante 10 días los bloqueos le tomaron la delantera a las entregas y exámenes finales. Fueron comunes las asambleas y discusiones, las marchas y carnavales de protesta, las votaciones en distintos foros y concentraciones en la plaza central, las caras largas de quienes se devolvían aburridos a la casa y las menos largas de quienes se dedicaron al ocio. En síntesis, el año empezó como terminó el anterior. Pero algunos estudiantes, profesores y trabajadores se unieron para expresar por toda la universidad, entre doble signo de admiración, negrilla y letra de 72 puntos, su mensaje: “Quiero Estudiar”. Este es un proyecto que pretende incidir en la cultura de participación en la Universidad. Hace apenas dos meses iniciaron actividades y reciben a diario vinculaciones en http://quieroestudiar.blogspot.com, donde exponen sus propuestas y ya registran más de 3.000 visitas, al igual que firmas de apoyo con nombre, número de cédula y departamento o programa al que pertenece. Anascas del Río, estudiante de Ciencia Política, Alejandro Rosas López, profesor de Filosofía y Óscar Cañón, estudiante de Medicina, son los líderes de Quiero Estudiar, fenómeno sin precedentes en la historia reciente de la Universidad Nacional. En entrevista con UN Periódico hablan de lo que han hecho y las dificultades que han encontrado. UNP: ¿Qué es el proyecto Quiero Estudiar? Alejandro Rosas López: Es una iniciativa de varios grupos de profesores y es-

hacia otra forma de participación en la Nacional tudiantes de la Universidad Nacional Sede Bogotá en respuesta a los bloqueos de noviembre de 2005, que unos impusieron sobre otros (pocos o muchos, no importa). El derecho a opinar en contra, a favor, o de manera indiferente sobre las reformas, no da a nadie derecho a imponer a otros sus opiniones con actos de fuerza. UNP: ¿Por qué lo denominan proyecto y no movimiento, o grupo? ARL: Porque no había toma de posición sobre los contenidos de las reformas, sólo un desacuerdo básico común con los métodos de protesta que usan la fuerza. De esta manera se podía cobijar a muchos grupos distintos al interior del proyecto. UNP: ¿Cuáles son los objetivos de Quiero Estudiar? Anascas del Río: El proyecto se creó pensando en los conflictos que se presentan en la Universidad y los mecanismos de solución. Queremos trascender la coyuntura de la Reforma y generar nuevos modos de discusión, porque el bloqueo o el paro y los mecanismos tradicionales pueden modificarse, ser más eficientes. Trascender la coyuntura significa que como universidad debemos aprender a manejar y resolver problemas complejos. Si tantas décadas de pedrea y capucha no han servido, ¿qué podemos hacer? Óscar Cañón: Creemos que es vital que la Universidad continué sus funciones de docencia, investigación y extensión. Para ello es necesario que se pueda circular

libremente dentro del campus. Rechazamos el bloqueo y buscamos encausar ese rechazo por vías no violentas. UNP: ¿Cómo van a lograrlo? OC: El apoyo psicológico es nuestra principal acción. El sencillo hecho de mostrarle a la gente que quiere estudiar que no están locos, que hay más personas que piensan como ellos y estamos dispuestos a apoyarlos, ya ha generado grandes cambios en las dinámicas de la crisis y en el imaginario colectivo. ADR: Tratamos de mostrarle a la gente que existen nuevas formas de participación y discusión. Es difícil romper con la tradición de oponerse con vías de hecho o de fuerza; a cambio proponemos utilizar canales de discusión abierta dentro de un clima de normalidad académica. También queremos ver cómo han funcionado los claustros y colegiaturas, cuáles han sido las fallas, depronto organizar mejor los mecanismos de participación, con mesas de trabajo y delegados que puedan exponer ideas claras y representativas. UNP: ¿Cuál es la importancia de sus acciones frente a la coyuntura actual? ARL: Quiero Estudiar ha servido para unir las fuerzas de los que estamos contra formas de protesta que desestabilicen la institución. No estamos contra el derecho a disentir o protestar, ni tampoco es malo que algún grupo quiera volver al poder. Pero hay que respetar las reglas de juego o la institución se vuelve inviable.

OC: ¡Los edificios están abiertos! La modernidad ha desdibujado cada vez más la línea entre causa y efecto. Nunca sabremos qué tan determinante ha sido nuestra labor, pero hemos trabajado muy duro en esa dirección. Además, la idea de censura al bloqueo es cada vez más fuerte en la comunidad. Y por primera vez se ha logrado mostrar que existe una gran pluralidad en la Universidad, que no toda la comunidad está de acuerdo con los métodos “tradicionales” de participación. ADR: No se puede resumir la academia a solo entrar a clase. No es que estemos a favor o en contra de la Reforma, o que solo nos importe una nota y pasar el semestre, pero diferimos con la metodología del movimiento, sus formas de acción que perjudican a mucha gente, incluido el movimiento mismo, porque la información se parcializa. El bloqueo bloquea las ideas y la discusión. Si la gente viene a estudiar al menos puede enterarse de lo que está pasando, tomar en consecuencia una posición y adoptar un canal para su expresión. UNP: ¿Cuáles son las principales dificultades que han enfrentado? ARL: Bloqueos, apatía y desinformación, en particular respecto de la Reforma Académica. ADR: Personalmente es difícil enfrentar la concepción maniquea de algunos compañeros: como si estar en contra de los mecanismos tradicionales implicara estar a favor de la Reforma, ser

“facho” y uribista. Ya hemos recibido amenazas, pues hay sectores externos a la universidad que tienen intereses alrededor del paro. Me mandaron un correo, que le llegó primero a Óscar, con fotos de muertos, me imagino que sacadas de una página informativa. También me han hecho comentarios como “siga con eso y usted verá”.

Como Universidad debemos aprender a manejar y resolver problemas complejos. Si tantas décadas de pedrea y capucha no han servido, ¿qué podemos hacer?

UNP: ¿Por qué es una propuesta novedosa y necesaria? OC: Es novedosa porque si bien siempre ha existido cierto grado de oposición al bloqueo, nunca se había realizado una estrategia conjunta a nivel de Sede. Es una invitación a dejar la crítica inútil y adoptar actitudes productivas, con respeto a la pluralidad. ARL: Es necesario cambiar la cultura dentro de la Universidad, hay que comprender que los desacuerdos deben manejarse respetando unas reglas de juego, válidas para todos.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Javier Riveros Unimedios


18

Sociedad El abuso sexual que cometen los padres biológicos contra sus hijos configura uno de los delitos que altera las leyes fundamentales de la cultura y la sociedad. Su silencio esconde patologías propias de las familias incestuosas que lo

ocultan: una madre que no escucha, unos hijos que dudan de su propia inocencia y un padre que, antes de verse victimario, se siente víctima. La historia de vida de un agresor, así lo refleja. Equipo periodístico Unimedios

“Entonces la mayor dijo a la menor; nuestro padre es viejo y no queda varón en la tierra que entre a nosotras, ni generación para conservar, ven, acostémonos con él. Aquella noche dieron de beber vino a su progenitor, y la mayor durmió con él... Pero éste no sintió, ni cuando se acostó su hija, ni cuando se levantó”. Tan ínfima como relata el libro del Génesis la responsabilidad de Lot en este acto incestuoso, siente Antonio su culpa frente al abuso sexual de sus dos hijas menores. Convencido de “haber sido víctima de la seducción”, este hombre, que recién purgó una pena de cuatro años en la cárcel, aprovechó el poder que le otorgaban la confianza y la dependencia afectiva de las pequeñas, para cometer uno de los delitos más frecuentes dentro del núcleo familiar, pero oculto para nuestra sociedad: el incesto padre-hija. En Colombia, al año se registran cerca de 14.434 casos de abuso sexual contra menores de edad entre 4 y 13

■ Domingo 26 de febrero de 2006

En el ámbito jurídico se eliminó el incesto como delito, pues anteriormente era desistible y la condena irrisoria; se intentaba proteger la armonía familiar sobre la integridad, libertad y formación sexual de los niños. años, de los cuales cerca del 10% corresponde a padres biológicos contra sus hijas, siendo así uno de los más altos porcentajes de la variedad de agresores conocidos y desconocidos (padrastros, tíos, hermanos, abuelos, primos, vecinos, entre otros). ¿Son criminales, psicópatas, o por el contrario, la mayoría de padres que abusan de sus hijas son intelectual y mentalmente normales? Si bien no existe una estimación concluyente, y hay más interrogantes que respuestas sobre el tema, un acercamiento al fenómeno le permitió a dos psicólogas de la Universidad Nacional, establecer factores de riesgo, que en algunos casos podrían asociarse a esta conducta, como son: un ciclo de violencia y/o abuso sexual intrafamiliar de generación en generación, que engendra víctimas y forma agresores. Nada justifica el maltrato a un menor, como señalan las profesionales Liliana Forero y Esperanza González,

Qué pasa por la cabeza de quien transgrede el

último tabú

sin embargo, conocer la dinámica de quien se atreve a transgredir el último tabú, y las variables de orden social y psicológico que influirían en su comportamiento “delictivo”, resulta indispensable para aproximarse a la raíz del problema.

Un delito imperdonable Aunque algunas formas de incesto son tabú en todas las sociedades, el grado en el cual quedan prohibidas las relaciones sexuales, varía considerablemente según las culturas y los periodos de la historia. Se sabe por ejemplo, que los egipcios se casaban con sus hermanas para honrar a Isis; Atila desposó a su hija Ecsa siguiendo las costumbres de su pueblo; y para no ir tan lejos, esta práctica se descubrió a finales del si-

glo XIX entre los indios cucuc de Chile, los Incas y los Caribes, según citas de Engels; mientras que en las leyendas precolombinas, Bochica y su hijo son los antepasados de los muiscas. Actualmente en nuestro sistema occidental, el incesto padre-hija se lee como un “delito imperdonable” que altera la dinámica familiar. Por eso conseguir el testimonio de Antonio fue complicado, pues “casi ningún abusador lo admite”, explica Liliana Forero: “para ellos resulta conveniente negarlo debido al horror que provoca, y aprovechan la incredulidad que nuestra sociedad le otorga a los infantes, para poner en entredicho su declaración”. Luego de buscar infructuosamente presos dispuestos a contar su historia, sin temor a ser apaleados por

los otros –pues en la cárcel más vale ser homicida que delincuente sexual– apareció el expediente de Antonio en un Juzgado Penal. El hombre estaba en prisión, “ansioso de ser escuchado”. Hallarlo entre los otros fue más sencillo para las psicólogas, pues gozaba de cierta fama: “¿buscan a don Antonio, el buena gente?”. En efecto, “como buen abusador, apareció encantador”, dice Liliana, argumentando una conducta típica de estas personas. Había nacido en una vereda de Quindío. Su memoria lo remitía a una infancia violenta y llena de carencias. “Como la escuela quedaba lejos de la casa nunca pude asistir. De mi papá recuerdo que era agricultor... nos pegaba duro, pero mi mamá siempre nos daba más fuerte. Quedé huérfano desde pe-

queño, la violencia nos dejó sin papá. Los bandoleros a veces llegaban a la pieza donde dormíamos todos para sacar a mi mamá y a mis hermanas del pelo, se las llevaban y a lo mejor las violaban, no sé... Al poco tiempo mamá consiguió un tipo que no hacía sino pegarme; me ‘encendía a plan’ con una peinilla, por eso me volé de la casa”. El que Antonio y su familia compartieran un mismo lecho es importante para el análisis. “Desde la experiencia clínica se conoce que este tipo de hacinamiento, llamado colecho, no posibilita la privacidad y por ende los niños presencian las relaciones sexuales de sus padres, facilitándose consecuencias como la excitación y el placer que provoca en el infante ser testigo de esta escena”. Si bien no todas las víctimas de abusos y maltratos llegan a ser abusadores sexuales dentro o fuera de su familia, pues no se puede hablar de una causa-efecto, en casos como los de Antonio, la vivencia de una experiencia traumática en la infancia es un factor de riesgo para convertirse en agresor. “A la casa fue a vivir un tío con su esposa. A esa señora yo le tenía mucho miedo. No me gustaba que me dejaran solo con ella, pues agarraba a besarlo a uno, a bajarle los pantalones; se acaballaba encima y lo tallaba a uno en el pene. También me lo cogía con la mano y se lo metía en la vagina. Cómo yo tenía seis años, pues era lógico que me desgarrara. Todo lo hizo a las malas, a violarlo a uno; por eso, siempre que me acuerdo de eso siento ira, mucho rencor”. Al no elaborar esas experiencias las trasmiten a sus víctimas a través del acto incestuoso, y el círculo vicioso se va prolongando en la familia durante diversas generaciones. “La relación con mis hijas era bien cuando estaban pequeñas. El cambio fue cuando comenzaron a crecer y echar senos. Empecé a salir con ellas, incluso me daban como celos cuando Mariluz, la mayor, tenía un novio o un amigo, a veces no la dejaba salir. Más bien yo le hacía invitaciones a fiestas, a comer, le daba regalos, pero no como hija sino como novia. En ocasiones ella se me sentaba en las piernas, yo la acariciaba, le echaba el brazo y se me iba la mano por ahí”. De acuerdo con Nelson Rivera, profesional de la Fundación Renacer, entidad que a partir de un programa de apoyo terapéutico busca apoyar a menores que han sido víctima de abuso sexual, la experiencia de atender cerca de 120 niñas al año, un 10% agredidas por sus propios padres, le permite afirmar que casi siempre estas historias comienzan hacia los 8 ó 9 años, cuando las niñas toda-


vía no tienen una conciencia muy clara de su sexualidad. “Hay casos en que el abuso ha sido un solo episodio dramático y violento, y otras en las que es una situación reiterada y confusa para la niña, pues recibe el afecto de su padre, sin advertir que éste lo transforma en seducción. En este caso los abusadores inventan juegos ‘inocentes’ que involucran paulatinamente el cuerpo, buscan momentos íntimos, las llenan de regalos, comparten momentos como el baño, disfrazados de expresiones naturales entre padre e hija, hasta llegar a un contacto sexual propiamente dicho, en donde la penetración es el último paso”, agrega el terapista. En su relato, Antonio hace algunas precisiones: “Puede que haya tocado a mis hijas cuando eran pequeñas, pero no sentía nada raro. Cuando crecieron era distinto. La primera vez que estuve con Mariluz ella tenía trece años, nos fuimos para una laguna y ahí le dije que íbamos a hacer la relación sexual. Dijo no, pero charlamos como media hora, y vino el manoseo y pasó la vaina. Era como mi novia. Claro que a veces se comportaba como una hija: me mostraba las tareas, me decía que fuera a las reuniones del colegio...”. Las declaraciones de su esposa e hijas, inscritas en el expediente, señalan que a Mariluz su padre comenzó a abusarla desde los cinco años y consumó el acto cuando la niña tenía diez. La historia la repitió con Ana María, la segunda hija.

Dis-culpas Estudios criminológicos sobre el delito de violación describen a los padres inces-

tuosos como los que niegan totalmente la responsabilidad del hecho o la deforman, adjudicando sus acciones a la ebriedad o a la provocación de la víctima. Aquí no hay lugar para que las necesidades de la niña sean reconocidas. “No creo que Mariluz haya sido ingenua, estaba en bachillerato y tenía clases sobre sexualidad. Además ella se me sentaba en las piernas y se dejaba acariciar... Tuvimos relaciones porque ella también quería. Hay error de los dos y no debí pagar yo solo...”. “Ana María también quiso, pero era distinto. Yo le bajaba los pantalones y la rozaba con el pene en la vagina pero no fue abuso, no la penetraba”. Otro argumento para evadir responsabilidades es lo que Antonio llama “un impulso”. “Algo me empujaba, era como un impulso... como una perturbación de la mente... si no satisfacía esa vaina sentía que la cabeza se me estallaba. Acostándome con mis hijas me pasaba”. Mientras en el imaginario de algunos el incesto ocurre con aquiescencia de la menor, es sabido por el psicoanálisis que en la infancia existe un proceso de exploración natural, en donde los niños ponen a prueba sus sentimientos e impulsos sexuales con las personas por quienes sienten afecto y confianza. Mariluz, confusa por su papel en esta experiencia traumática, que más bien intenta olvidar, señala: “No sé cómo lo hubiera podido evitar. No sé que falló en mí, a veces uno actúa inconscientemente”. “El problema es que el padre abusador manipula esos sentimientos y los lleva

Los niños generan situaciones inocentes de amor, que

a los terrenos de lo prohibido. De ahí que sea el único responsable, pues es quien debe poner los límites”, explica Nelson Rivera.

El papel de la madre “Tenía miedo al abandono de mi esposo, por eso no le creía a mi hija cuando me lo contaba. Temía a la soledad y a la incapacidad de mantener mi hogar sin él. Por eso hice que Mariluz desistiera del delito de incesto y le rebajaran la pena a mi marido”. De acuerdo con Esperanza González, el papel que cumple la figura materna a veces “facilita” la frecuencia del abuso contra los niños. Algunas de estas mujeres suelen ser demasiado dependientes de sus maridos y parecen dispuestas a pagar emocionalmente un elevado precio con el fin de permanecer junto a ellos, incluso de sacrificar a la hija víctima, antes de mandar a la cárcel al agresor. Ana María, la hija menor de Antonio, así lo ve hoy: “Culpo en algo a mi mamá, pues se aferró a ese amor por él. Cambió las hijas por el marido... si hubiera pensado en nosotras lo habría alejado desde el comienzo, pero en ese momento nosotras no existíamos, no vio nuestro dolor y esperó a que nosotras actuáramos”. Si la esposa delata la relación incestuosa, es debido a una precipitación producto de la rabia u otros motivos, y no precisamente a una objeción sobre lo que ocurre. “Nos sorprende que algunas madres dicen ignorar el abuso, pese a ser reiterativo y llevarse a cabo en su propia casa. Por supuesto, un abusador manipula o chantajea a la menor para que guarde silencio; sin embargo, las niñas que atendemos relatan

cómo advertían a su madre emitiendo señales: algunas se volvían agresivas, otras se aislaban, no querían compartir con su padre, pero para la mamá solo eran caprichos”, complementa Rivera. En algunos casos la conducta de la madre es ambigua: “Aparentemente no se da cuenta y cuando se entera no le cree a su hija”. ¡Su padre, eso es imposible! Ante la incredulidad la niña termina adaptándose a la situación o asumiendo conductas autoagresivas, como si al hacerse daño castigara a su padre por lo que le hizo, y a su madre por no creerle. Otras mujeres no pueden imaginar cómo sus maridos, hombres perfectamente normales, respetables y buenos padres puedan ser agresores invisibles. La idea les causa horror, pero cuando obtienen la prueba irrefutable del incesto apoyan a su hija, a veces se sienten culpables y por lo general son las que van a denunciar. Otro grupo lo constituyen las “cómplices directas”, partícipes en el abuso junto a su cónyuge. En casos extremos son las que empujan a sus hijas a dejar que su padre haga sexualmente lo que quiera con ellas. Algunas participan en el abuso. Habría que estudiar el papel de la madre con detenimiento, pues muchas veces viven sometidas a la violencia de sus maridos, repitiendo la secuencia de “niñas maltratadas” experimentada durante la infancia; abuso sexual por parte de algún familiar, maltrato físico y psicológico. “El 90% de los casos que atendí, así lo confirman”, dice Liliana. La mayoría aprendió que el afecto se da a través del maltrato, por eso ven “natural” lo que ocurre con sus hijas.

los padres incestuosos transforman en actos abusivos.

La suerte de Mariluz deja entrever esa cadena de violencia. “A lo último sentía pesar por ella, como un vacío, pues me contaron que se fue a vivir con un ‘man’ que la maltrataba. Se fue a sufrir por culpa mía. Me enteré que la veían vuelta nada y la familia de él le había quitado su hijo”, dice Antonio. No se ve así, pero el abuso sexual intrafamiliar está presente en todas las capas sociales. Se detecta más en las familias de bajos recursos, quizá por el prejuicio que conlleva mayor vigilancia sobre ellas, y por ende a una mayor denuncia, pero, la práctica clínica demuestra que los niños de familias más pudientes no se libran de este mal, solo que el secreto está mejor guardado. En el ámbito jurídico se eliminó el incesto como delito, pues anteriormente era desistible y la condena irrisoria; se intentaba proteger la armonía familiar sobre la integridad, libertad y formación sexual de los niños. Actualmente se introdujo como agravante que el abuso sexual sea cometido por un familiar, y peor aun por el padre biológico, cuyo deber fundamental es proteger a sus hijos. Con este avance jurídico la pena aumenta de una tercera parte a la mitad. Mientras avanza la legislación, y algunas entidades aúnan esfuerzos para hacer visible este delito, inaceptable desde cualquier punto de vista, es importante que la ayuda se encamine al bienestar del menor. “Los abusadores difícilmente dejarán de serlo, mientras una atención oportuna a las víctimas, evitará tener futuros agresores, o como en algunos casos, niñas víctimas de explotación sexual comercial”, puntualizan las investigadoras.

19

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Sociedad


20

Medio ambiente Gracias a un trabajo multidisciplinario del Idea (Sede Manizales), hoy América

Latina y el Caribe cuentan con innovadoras herramientas para estimar el riesgo de desastres. Un sistema de indicadores que de entrada pone en evidencia la urgente necesidad de incluir la reducción y la transferencia de riesgos en los planes de desarrollo de los países.

Sandra Gómez Unimedios

Durante los últimos 30 años, huracanes, terremotos, erupciones volcánicas y grandes inundaciones han causado notables pérdidas físicas en América Latina y el Caribe. Miles de personas mueren y millones son afectadas cada año a causa de estos desastres extremos. Por otra parte, desastres de menor escala, como deslizamientos e inundaciones recurrentes, que si bien no son muy relevantes por sus efectos en la macroeconomía de un país, localmente sí perjudican los medios de sustento de los más pobres, perpetuando su condición. Aunque son claros los beneficios sociales y económicos que traería la adopción de medidas de mitigación en políticas y prácticas de desarrollo para disminuir la vulnerabilidad frente a los peligros naturales, la falta de información cuantificable, oportuna, pero sobre todo, dirigida a los tomadores de decisiones, que no son expertos en gestión de riesgos de desastre, ha hecho difícil la tarea. Por lo anterior, el Instituto de Estudios Ambientales (Idea) de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), coordinó y desarrolló el proyecto “Indicadores de riesgo de desastre y de gestión de riesgos”. Un sistema basado en datos de 12 países de América Latina y el Caribe, agrupados en cuatro aspectos que reflejan la vulnerabilidad y el desempeño de cada país en materia de gestión de riesgos: índice de déficit por desastre (riesgo macroeconómico), índice de desastres locales (riesgo social y ambiental), índice de vulnerabilidad prevalente (factores directos e indirectos que combinados generan un patrón de riesgo) y el índice de gestión de riesgos (capacidad institucional para la prevención y respuesta).

El riesgo,una construcción social

■ Domingo 26 de febrero de 2006

El riesgo de desastre no solo depende de la posibilidad de que se presenten eventos o fenómenos naturales intensos, también deben existir condiciones de vulnerabilidad que convierten di-

IDEA Que un fenómeno natrural intenso se

sociales en áreas propensas.

chos fenómenos en desastre. “Por ejemplo, cuando se presentó el terremoto en el Eje Cafetero, ocurrió casi simultáneamente a otro con una intensidad similar en Seattle; mientras en Colombia los resultados fueron catastróficos, en Canadá los efectos fueron casi inadvertidos. La diferencia la establece el grado de vulnerabilidad. Cuando el desarrollo urbano se realiza en áreas propensas, como asentamientos humanos en zonas de laderas susceptibles de deslizamiento, en áreas inundables, o cuando se edifican viviendas que no cumplen con las normas sismorresistentes, por ejemplo, se está construyendo el desastre futuro, el riesgo”, apunta el director técnico del programa Omar Darío Cardona Arboleda. Para hacer prevención es necesario evidenciar el riesgo. Por eso uno de los objetivos de este sistema de indicadores es suministrar una herramienta eficaz para medir la vulnerabilidad de los países ante fenómenos naturales y su capacidad de gestión de riesgos. Para ello, y con la asesoría de un nutrido grupo de expertos internacionales, se diseñó y aplicó un sistema de indicadores compuestos de tal manera que el índice de déficit por desastre refleja el im-

contra el desastre

convierta en dasastre depende del grado de vulnerabilidad, el cual se relaciona con desarrollos

pacto de desastres extremos en términos fiscales; el índice de desastres locales captura el impacto de eventos menores, y los índices de vulnerabilidad prevalente y de gestión de riesgo se obtienen como resultado de la agregación de indicadores cuantitativos y cualitativos respectivamente, todos elaborados con una técnica multiatributo. Diseñado con un enfoque multidiscipli-

nar y de fácil interpretación, este sistema se convierte en un referente útil para que los

encargados en distintas áreas sepan hacia dónde orientar las políticas sociales, culturales y económicas para el desarrollo sostenible de un país o una región en lo que tiene que ver con la reducción de los desastres naturales. Algunas de las conclusiones del informe de aplicación del sistema, que puede ser consultado en su totalidad en: htp//idea.unalmzl. edu.co, evidencian que en la región existen niveles significativos de riesgo, aparentemente invisibles para los individuos, los tomadores de decisiones y la sociedad en general. En general, los países del grupo evaluado que presentan las condiciones de mayor riesgo relativo y menor desempeño en la gestión de riesgos son República Dominicana, El Salvador, Ecuador y Guatemala. Les siguen en un nivel intermedio Colombia y Perú. Finalmente, Costa Rica, Chile y México presentan niveles bajos de riesgo relativo y un buen desempeño en la gestión de riesgos. Así mismo, en promedio, el desempeño de la gestión de riesgo en la región es apenas algo más que incipiente. Esto indica que todavía hace falta un esfuerzo importante en todos los países, incluso en los que más han avanzado. Los mayores logros se

presentan en la identificación del riesgo y el manejo de desastres, pero los avances en reducción de riesgo, protección financiera y organización institucional son aún muy precarios. Para entender la situación a la luz de estos indicadores en el caso del índice de déficit por desastre, por ejemplo, un índice mayor a 1,0 significa incapacidad económica del país para enfrentar desastres extremos, aun cuando aumentara al máximo su deuda (ver tablas). Con excepción de Costa Rica (CRI), todos los países presentan un (IDD) mayor que 1,0, siendo la situación más crítica la de Colombia con un índice de 5,4 ante una pérdida esperada de US $20,2 millones. El índice de gestión de riesgos es la primera técnica sistemática robusta que se ha desarrollado en el mundo y, gracias a este trabajo, ahora se propone un programa permanente que busca facilitar su aplicación y empezar un proceso de monitoreo y evaluación en los países. Esto ratifica el reconocimiento internacional del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, como líder en el tema de gestión del riesgo desastres.


Medio ambiente

21

Murciélagos esparcen excelente fertilizador

hay competencia para que crezca la planta. Nelly Mendivelso Unimedios

Las estalactitas y las estalagmitas están mutiladas pero “no hacen falta”, pues estas figuras que la naturaleza ha formado durante millones de años, fueron reemplazadas por repisas de madera rústica. Una galería hace las veces de bar, mientras el piso cavernícola es la pista de baile. Por los “incómodos” murciélagos no hay que preocuparse, pues la mayoría emigró, y quien a bien lo considere puede escribir en las paredes, pues “no hay nada mejor que dejar la huella en el lugar”. Todo está acondicionado para que los turistas que arriban de Villa de Leyva a visitar las cuevas de Santa Sofía en Boyacá, se encuentren con La Cuevoteca, algo así como la versión de una discoteca dentro del sistema subterráneo, que el deseo de diversión, ha ido acabando. A tal diagnóstico poco alentador llegó el grupo de Geomorfología y Procesos Fluviales del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional, como parte de los resultados presentados en el II Seminario Colombiano de Espeleología, luego de explorar esta profunda cavidad, labrada en roca caliza, hace más de 30 millones de años. La popular Cuevoteca se esconde en la finca de unos campesinos que la adaptaron para deleitar a foráneos, y como muchos, ignoran el daño ocasionado a la conformación inicial del lugar, así como a la fauna y la flora, incómodas para los propósitos turísticos de algunos. De esta forma quedará registrado en el catálogo que adelanta la Asociación Colombiana de Espeleología (Espeleocol) “en un esfuerzo por unir conocimiento interdisciplinario en torno a

que pueden defecar en pleno vuelo. Las semillas que dispersan caen en zonas abiertas, donde no

En las cavernas, famosas y temidas por albergar “terroríficos vampiros”, fluye una

energía vital que la acción antrópica está agotando. Sin embargo, murciélagos y guácharos excretan un abono orgánico que fertiliza los campos y regenera los bosques. las cuevas y cavernas, que en el país pueden ser más de mil”, asegura el geólogo Gustavo Rodríguez, uno de los investigadores del grupo que promueve la conservación de los ecosistemas subterráneos como patrimonio nacional. El inventario avanza a pasos agigantados, y aunque tardará algunos años en consolidarse, lo cierto es que la expedición científica con docentes y estudiantes ha incursionado en sistemas subterráneos de Antioquia, Santander, Tolima, Huila, Boyacá y Cundinamarca. El fin es leer en esos espacios la composición de sus rocas, los rastros que dejaron nuestros antepasados, y recientemente, la energía que fluye dentro de cada caverna, originada por especies singulares, de las que poco se ha hablado.

Refugio de vida En un ambiente cavernario, rociado por la penumbra, en donde el silencio ensordece y la humedad abriga, no falta la presencia de los animales catalogados como repugnantes: los murciélagos. Se les asocia con vampiros o monstruos, pero pocos saben sobre su papel fundamental como dispersores de semillas que regeneran los bosques. Los murciélagos son mamíferos diversos y abundantes. Según el ecólogo Gabriel Sánchez de la Universidad Javeriana, “Colombia, después de Indonesia, es el segundo país con mayor diversidad de murciélagos, pues cuenta

con 178 especies de las 950 registradas en el mundo”. Los “chupasangre” son minoría. Tan sólo son tres especies, clasificadas como hematófagas, las que extraen sangre de otros mamíferos o de aves. La mala fama atribuida no ha impedido que la ciencia estudie su sangre como anticoagulante y anestésico en cirugías de corazón abierto y otras que requieren este efecto. En las cavernas colombianas hay murciélagos come frutas o frugívoros, cuyo papel es preponderante en la regeneración y conservación de la selva, pues defecan durante el vuelo dispersando las semillas que consumen. También hay murciélagos engullidores de insectos o insectívoros que controlan plagas en los cultivos agrícolas; los nectarívoros succionan el néctar de las flores; y recientemente se han hallado carnívoros, que se alimentan de otros murciélagos, ratones, pájaros, culebras, anfibios, entre otros animales, que buscan las cuevas como albergue ocasional. Estos lugares míticos han sido también refugio de los guácharos, aves cavernícolas por excelencia que se alimentan de frutos y palmas. Según la bióloga Janeth Muñoz del Instituto de Ciencias Naturales, “se caracterizan por ser las principales regeneradoras de bosques primarios, secundarios y agrosistemas”. El mejor ejemplo de su acción ocurre en la cueva

Los Guácharos, ubicada en el Huila: “Algunas de estas aves van a buscar alimento a la región de Putumayo y luego vuelven a la cueva, entre tanto esparcen las semillas colectadas por donde pasan. Una acción que beneficia al ecosistema y de paso al ser humano”. Para la investigadora, las guayabas y plantas de yarumo que crecen en algunas fincas de campesinos boyacenses, sin que ellos las hayan sembrado, no aparecen de la nada sino gracias a la labor migratoria de estos mamíferos (incluidos los murciélagos nectarívoros y frugívoros). Ello ha permitido a los granjeros surtir con frutos las plazas de mercado, y obtener algunos pesos extra.

¿Cómo fluye la energía? El aporte de las aves y murciélagos no para allí, pues durante el proceso normal de digestión eliminan parte de estos alimentos a través de sus excretas. Grandes cúmulos de guano se convierten en oferta alimenticia que atrae otra fauna: escarabajos, grillos, arañas y escorpiones, entre otros bichos, que junto con hongos y bacterias tienen la misión de descomponer el excremento al que los científicos hallaron propiedades fertilizantes de gran efectividad, por los altos contenidos de nitrógeno, sodio y potasio. Las concentraciones de guano depositadas en las cuevas y cavernas provienen

en su mayoría de los guácharos y los murciélagos, pero los investigadores hallaron en estos ecosistemas subterráneos la presencia ocasional de mamíferos silvestres como felinos y dantas que entran y salen dejando excretas de igual modo válidas como abono. La propuesta es sacar el guano y utilizarlo en los sistemas agrícolas a cambio de fertilizantes químicos. “Si un campesino cuida su gruta, empezando por evitar que los espeleotemas, principal refugio de los murciélagos, sean mutilados, y en vez de

Los murciélagos tienen un papel preponderante en la regeneración y conservación de la selva, pues defecan durante el vuelo dispersando las semillas que consumen. espantar la fauna por considerarla dañina, no interfiere en su ciclo de vida, obtendría cantidades significativas de guano que podría vender al sector agrícola. Con ello se beneficiaría él, el ecosistema y el suelo”. Esta propuesta ya está haciendo curso entre los campesinos de Boyacá, quienes han comenzado a tomar conciencia sobre la importancia de preservar los laberintos subterráneos que tienen en sus fincas, tesoros ancestrales que merecen mejor suerte que la Cuevoteca, objeto de una industria turística mal planificada.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Los murciélagos frugívoros son de las pocas especies de animales voladores


22

Literatura Fabio Jurado Valencia

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Profesor Departamento de Literatura de la Universidad Nacional de Colombia.

En 1930 aparecen publicados, de manera dispersa, los primeros poemas de Aurelio Arturo, en revistas nacionales y suplementos literarios. Un año después comienzan a llamar la atención con la publicación, en el suplemento Lecturas Dominicales, de El Tiempo, de una selección de los poemas escritos hasta 1931. Aurelio Arturo tenía por entonces 25 años, ya vivía en Bogotá, y sus versos iniciaban el camino de la cautivación entre los lectores y escritores de su tiempo. Seguramente presintieron que era el comienzo de una obra que avizoraba muchos libros, pero como bien lo ha mostrado la historia, el poeta no es aquél que cada año entrega un libro sino el que reconoce que unos cuantos poemas son suficientes para nombrar lo que la experiencia interior lo obliga. Aurelio Arturo escribió sólo 32 poemas y éstos fueron necesarios para constituirse en un hito en la historia de la poesía colombiana. Después de José Asunción Silva, y luego de la pausa que señalaran Barba Jacob y León de Greiff, es indudable que la poesía de Aurelio Arturo reinaugura el género, pues propone una poética que se constituye en referente de la innovación y abre el horizonte para una literatura que paulatinamente se hará más genuina en Colombia. Aurelio Arturo logra darle cierre a la retórica ampulosa que hasta entonces había prevalecido en la mayoría de los poetas colombianos. En la poesía de Aurelio Arturo, no se trata de evasiones ni de invenciones artificiales sino de la geografía rural hablándonos con la fuerza de la sinestesia, traducida magistralmente en las palabras del escritor. Cómo alguien, que crece en una cotidianidad de verdes “de todos los colores”, puede detallar la singularidad de la geografía y sentir algo distinto de lo que perciben quienes se mueven alrededor suyo; no hay otro modo de entenderlo si no es, como sabía hacerlo Aurelio Arturo, desde la aprehensión de las literaturas universales, que nos prepara para leer el mundo de manera distinta a como lo hacen los no iniciados en el arte de la poesía. Aurelio Arturo nos presenta la lectura que realiza de la geografía y de la casa, de la provincia de nieblas y de vientos, que es inefable por sí misma: los territorios del sur de Colombia, en Nariño. Por esos tonos y el tratamiento fresco y reposado de los temas, porque nos detiene para repensar sobre el sonido y el sentido de la poesía, por la fuerza de la innovación estética en el verso, hemos de considerar la obra de Aurelio Arturo como el punto de partida de la poesía del siglo XX en Colombia; por eso, un puñado de sus poemas abre la antología de poesía colombiana que la Universidad Nacional Autónoma de México publicará este año. Como bien lo ha señalado William Ospina, “los poemas de Arturo son siempre algo intenso, complejo, rico y coherente, que no parece resul-

Aurelio Arturo

Punto de partida

de la

poesía colombiana en el siglo XX

tado del mero ingenio humano, de la industria humana, sino ser prolongación de los tejidos de la naturaleza; algo armonioso como una música y más consistente que un axioma; algo inexplicable y vivo que se parece a los helechos y a los pájaros” (cfr. Aurelio Arturo, Bogotá, Pro-

cultura, 1990). Con la obra de Aurelio Arturo descubrimos que la poesía también narra, nos instala en el evento, esto es, en la vida; la poesía, para Aurelio Arturo, no es un mero juego de palabras o un libre albedrío del lenguaje, es el modo de interpelar nuestras conciencias y nuestra ética.

No cabe duda que la mayor compensación que alcanza el poeta con su trabajo se encuentra en los efectos que su obra produce en los escritores contemporáneos y en los posteriores. De la lectura de una obra que nos conmueve, algo se interioriza como imagen perenne, sea

Radio 98.5 fm

Programación

00:00

01:00

LUNES

MARTES

MIERCOLES

NUEVAS TENDENCIAS

GRANDES CONCIERTOS

NUEVAS TENDENCIAS

voluntaria o involuntariamente. Así, los poetas que convergerán en la revista Mito (1955-1962) recrearán de nuevo la geografía y la noche pero adicionarán el contraste entre el amor y la muerte; también nos narrarán a través del verso, como lo hiciera Arturo. Álvaro Mutis, Rogelio Echavarría, Gaitán Durán, Cote Lamus y Charry Lara son los poetas que logran instalarse en ese recorrido iniciado por Aurelio Arturo, es decir, son consecuentes estéticamente con la búsqueda de un lenguaje para decirnos sin estereotipos, y con el recurso polivalente del símbolo, lo que es el mundo. Pero cada uno es una propuesta, no hay repetición ni simulación, si bien ninguna obra completa es perfecta.

JUEVES GRANDES CONCIERTOS

VIERNES NUEVAS TENDENCIAS

SÁBADO DOMINGO

01:00

EKLEKTIK

02:00

02:00

JAZZ... LA HORA (retransmisión) 03:00

MAPAMUNDI PODIUM NEERLANDÉS

BARROCO

PODIUM NEERLANDÉS

PODIUM MÚSICA DE LAS RELIGIONES NEERLANDÉS

MUNDO POP RADIO FRANCIA INTERNACIONAL

04:00

04:00

05:00

06:00

07:00

UNISALUD AL AIRE: UN HÁBITO SALUDABLE

TIEMPO DE CANTO

RFI NOTICIAS

RFI NOTICIAS

RADIO NEDERLAND (NOTICIAS)

HOJAS AGRARIAS

RADIO FRANCIA INTERNACIONAL (NOTICIAS)

ZONA BARAÚNDA

HOJAS AGRARIAS MUSICA DE LAS RELIGIONES

UN ANÁLISIS

08:00

TODAS Y TODOS RAI

SELECCIONES DE JAZZ AGENDA LA NACIONAL CULTURAL

09:00

REVISTA LA NACIONAL CULTURAL

MINISTERIO EDUCACION

TIEMPO DE CANTO

10:00

04:00

BARROCO

TRANSITOS Y TRANSICIONES

BLANCO Y NEGRO

POR LAS VENAS DEL CARIBE

MAGACINE

05:00

06:00

07:00

08:00

09:00

MÚSICA DEL MUNDO

OTRAS LATITUDES

TINTOS Y TINTAS

CULTOS Y CREENCIAS

TIEMPO DE CONCIERTO

RADIO FRANCIA

AULA ABIERTA

TIEMPO DE CAMARA

OÍDOS CONTEMPORÁNEOS CANTIDAD HECHIZADA JAZZ AMERICA

MUNDO DE SONIDOS LA CHIVA VIRTUAL

SIGLO XX

EL COLOQUIO MOMENTO MUSICAL UNISALUD AL AIRE: UN HÁBITO SALUDABLE

ROCK DE VINILO DE HISTORIAS Y LUGARES LECTURAS DIAGNÓSTICO

ONDA CUÁNTICA VOCES MILENARIAS HIPÓTESIS MINISTERIO EDUCACION

PSICOSIS

OBSERVATORIO ELECTORAL

RIOS DE BABILONIA GENTE DE COLORES NUEVAS LETRAS MIN EDUCACION

GIRO EN U

ESTACIÓN TEATRO

JAZZ... LA HORA 10:00

11:00

TANGO GOTAN

BOLEROS DEL RECUERDO

BLUES

LA ÚLTIMA HORA 12:00

MIN EDUCACION

BANDERAS EN MARTE

TRAVESÍA POR LAS MÚSICAS COLOMBIANAS 02:00

AULA ABIERTA

TIEMPO DE CÁMARA RADIO FRANCIA

D.C. DISTRITO CULTURAL

01:00

CRUCE DE PALABRAS

TIEMPO DE CONCIERTO

AULA ABIERTA

LA ORQUESTA SINFONICA EN EL MUNDO

HISTORIAS DEL ROCK

LABORATORIO DEL ROCK

ROCKOCO URBE NATIVA LA RESISTENCIA INDUSTRIA DIGITAL

DISTRITO GOTICO

CON LA MATANCERA

POR LAS VENAS DEL CARIBE CAMINANDO POR LAS SENDAS AFRO CUBANAS

DEBÁTES ECONÓMICOS

BRASIL MUSICAL MÚSICA COLOMBIANA MUSICA IBEROLATINO AMERICANA MAPAMUNDI

LA HORA DEL BLUES

KINGSTON

EURO ROCK

JAZZ... LA HORA

ROCKÓPOLIS

CÁTEDRA MANUEL ANCÍZAR

DEROCKANDO AFRO BEAT

07:00

08:00

09:00

10:00

11:00

12:00

01:00

02:00

03:00

04:00

05:00

06:00

MUSIKEIDOS

SOUL TO SOUL

06:00

MNEMOSINE

EXPRESO ESCOLAR

11:00

RADIO FRANCIA

05:00

OIDOS CONTEMPORÁNEOS

CURSO DE IDIOMAS

03:00

03:00

SIGLO XX

SIGLO XX

12:00

00:00

LA FILARMÓNICA EN SU CASA

07:00

08:00

09:00

10:00

11:00

12:00


Ciencia

El universo de los

23

números flexibles Las aplicaciones de las denominadas lógicas difusas abarcan diversos espacios de trabajo intelectual. Desde el control de complejos sistemas dinámicos hasta la toma de decisiones, su uso permite plantear y resolver problemas que presentan altos grados de incertidumbre. Yino Castellanos Camacho Unimedios

El efecto de un determinado proyecto sobre el paisaje no

pueden aportar información más correcta. ser definido en términos de blanco y negro, pues la vida está llena de grises”.

Difusas, no confusas A partir de las aplicaciones de las técnicas difusas se puede encontrar soluciones a problemas de control industrial, predicción de series de tiempo, estrategias de mantenimiento predictivo, metodologías de archivo, búsqueda de bases de datos, e incluso tomas de decisiones. Su éxito, según el profesor Duarte, radica en “la sencillez conceptual de los sistemas basados en esta lógica, su facilidad para adaptarse a casos particulares con pocas variaciones de parámetros, su habilidad para combinar en forma unificada datos numéricos con expresiones lingüísticas, y el no requerir de algoritmos (conjunto de instrucciones o pasos para ejecutar una acción) muy sofisticados para su implementación”. Aunque pareciera muy específico su campo de aplicación, con las técnicas difusas es posible hallar, por ejemplo, una estimación de la conveniencia o no de realizar un negocio cuando la información no es exacta. Así, una persona que tiene el proyecto de comprar un auto y no ha precisado su costo, ni el capital con el que cuenta, sino que tiene, “más o menos tanto”, debe calcular a partir de datos no precisos lo que puede invertir, y en consecuencia seleccionar un carro, que quizás no era el más conveniente para él.

puede ser valorado numéricamente. En tal caso las expresiones lingüísticas

En un sistema difuso, en cambio, por su flexibilidad, se pueden hacer modelos sobre información incierta que le arrojen un estimativo aproximado que oriente. “No un número exacto, sino una aproximación que sugiera la decisión correcta. Esta es otra área de aplicación de lógicas difusas”, agrega Cristian Martínez, ingeniero de la Universidad Nacional, interesado en el desarrollo de estas técnicas. Así mismo, al clasificar personas siguiendo el criterio de su estatura se pueden observar casos que contradicen la evidencia, pues si se establecieran tres grupos: bajo, mediano y alto, donde una persona es considerada alta a partir de los 1,80 metros, quien mida 1,79 metros sería mediana, cuando las diferencias de altura entre las dos son apenas perceptibles. Ante este tipo de clasificaciones rígidas, los conjuntos difusos ofrecen la posibilidad de modelar con mayor coherencia la información.

Desarrollos en el aula En la Universidad Nacional, desde principios de los años noventa, se ha trabajado con estas técnicas y otras, como los algoritmos genéticos, y las redes neuronales, agrupadas bajo el nombre de computación flexible. Varios docentes han participado con proyectos reconocidos por la comunidad académica y económica como los profesores Gustavo Pérez y Juan Martínez, quienes diseñaron

Guillermo Flórez P.

un sistema para negociar con mayor efectividad en la Bolsa de Energía de Bogotá. Así mismo, el ingeniero Pedro Nel Martínez realizó un trabajo de optimización del mantenimiento preventivo para una industria de plásticos que condujo a una reducción en los costos de mantenimiento del 40% anual, asegurando de paso la aplicación del programa.

tas ya no se dan en la misma forma o en algunos casos no es posible dividir los números”, afirma. Así el “universo de los números flexibles” se presenta como un conjunto de herramientas capaces de incorporar a la rigurosidad matemática tanto las veleidades de la subjetividad humana como la riqueza de su

El concepto funciona para “reconocer que no todo puede ser definido en términos de blanco y negro, pues la vida está llena de grises”.

Estos trabajos y otros de evaluación de impacto ambiental, como el presentado por el profesor Duarte, tuvieron en la aritmética difusa un insumo clave para su desarrollo. A este respecto el investigador señala que es la misma aritmética de las cuatro operaciones básicas, pero sobre información con incertidumbre y con algunas consecuencias teóricas interesantes: “Entre otras, las res-

lenguaje para, por ejemplo, evaluar el impacto de un proyecto urbanístico sobre el paisaje, algo que no obedece a predicciones numéricas, y que puede ser procesado gracias al uso de programas como Unfuzzy, diseñado en la Universidad Nacional por el profesor Duarte con el ánimo de iluminar, así sea parcialmente, la zonas grises inherentes al conocimiento humano.

■ Domingo 26 de febrero de 2006

A diferencia del papa Pío IX, quien en el I Concilio Vaticano declarara la infalibilidad papal, las demás personas debemos resignarnos a la incertidumbre que cotidianamente afecta nuestras decisiones. El viejo principio de “errar es humano” parece la regla, ya que la información que usualmente poseemos sobre determinado asunto que nos avoque a decidir, suele ser incompleta, cargada de subjetividad o procesada erróneamente. Ante esta humana situación, el desarrollo de la lógica hizo su aporte en la configuración de un orden mental y científico que permitió organizar la información de una manera tal, que a partir de parámetros de clasificación determinados, y siguiendo reglas de inferencia lógica, el pensamiento pudiera afinar su manera de proceder. De esta manera surgieron las nociones tanto de conjunto concreto (una colección bien definida de elementos, cuya frontera es exacta) como de las llamadas lógicas bivaluadas (cada proposición debe ser falsa o verdadera). Relacionando los dos conceptos, tenemos grupos rígidamente formados que no dejan duda; se es o no casado, se está o no matriculado en determinado programa de estudios, tal persona pertenece o no al grupo de los seres vivos. Sin embargo, dada la riqueza del lenguaje, y la multiplicidad de situaciones que no se pueden definir en términos de es o no es, pronto se vio la necesidad de crear técnicas que permitieran dilucidar problemas allí donde la formación de los conjuntos y los valores de verdad de una inferencia lógica obedecieran, no a designaciones exactas, sino flexibles; lógicas que permitieran aproximar respuestas a preguntas como el semestre que cursa un estudiante que, inscrito en cuarto nivel, toma clases de tercero y de quinto. Surgirían entonces, a mediados de los sesenta, los trabajos del matemático Lofthi Zadeh y con éstos, el concepto de lógicas difusas, que pronto se incorporó al lenguaje científico. Óscar Duarte, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional, y quien ha participado en numerosos proyectos basados en la aplicación de esta disciplina, prefiere el término técnicas difusas. Para este docente, el concepto funciona para “reconocer que no todo puede


24

Investigación Las respuestas positivas de un grupo de infantes estimulados por la lectura compartida desde los seis meses,

muestran los beneficios intelectuales y afectivos que se pueden obtener. Una investigación entre Fundalectura y la Universidad Nacional así lo comprobó, con lo cual se avanza en la propuesta de una política pública de lectura para la primera infancia. María Claudia Rojas R. Unimedios

■ Domingo 26 de febrero de 2006

Entre una torre de sonajeros, muñecos de felpa, juegos didácticos de colores y carros de luces, con frecuencia Mateo prefiere Chigüiro y el baño, el libro de Ivar Da Coll que guarda entre la caja de juguetes, y ha “leído” con su mamá desde los cinco meses. Ya sabe que el simpático animalito no entra en la tina sin su pelota azul, como tampoco muchas veces él lo hace sin que su primer libro lo acompañe al parque, a sentarse en la bacinilla, a cambiarse el pañal o a comer compota. “En medio de tantos juguetes, el libro se ha convertido en uno de sus predilectos”, dice su progenitora, Adriana Patricia Correa. Simón tiene 15 meses y está refutando las creencias de su mamá. Ella, desconfiada, le apostó a la propuesta de que “los bebés sí pueden leer”. Por supuesto, Simón no decodifica la letras, pero pasa las páginas en un sentido específico, abraza y chupa el libro, le pide a su mamá que le lea, señala las ilustraciones e intenta vocalizar. “Estos son comportamientos inconfundibles de un mayor desarrollo, que en el futuro le representará mayor probabilidad de tener éxito escolar, capacidades de lenguaje y razonamiento, y hasta de socializar de manera asertiva”, señala Rita Flórez, coordinadora del grupo Cognición y Lenguaje en la Infancia, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Prácticamente desde los primeros meses, como la familia de Simón, 170 hoga-

La lectura compartida en

Los bebés sí pueden leer

res en Medellín y Bogotá, les cantaron retahílas y rondas; luego, cuando gatearon, jugaban con la voz y los gestos para darle vida a los personajes de una historia, y, desde que empezaron a caminar, establecieron un ritual de lectura antes de dormir. Al seguir éstas y muchas otras instrucciones, estaban iniciando la difícil tarea de probar que los fundamentos de la lectura se anclan en la primera infancia. Así se unieron al programa de Fundalectura “Los bebés sí pueden leer”, que busca estimular la lectura compartida a través de los padres, quienes al mismo tiempo se vincularon a una investigación longitudinal (de largo tiempo), para evaluar estrategias concretas a la hora de acceder temprano y significativamente a la lectura, en un proceso que no esté ligado a la escuela. “Se sabe que las primeras lecturas que hace el bebé son del cuerpo, la mirada, la voz”, señala la investigadora Rita Flórez, quien junto con la profesora María Cristina Torrado conduce el equipo humano encargado de observar cuáles factores influyen en el éxito de leer desde

etapas tempranas y cómo se configura la respuesta de los niños en su desarrollo. Los coetáneos de Simón ya tienen entre 18 y 24 meses, y el esfuerzo es gratificante: “Mateo, en comparación con un vecino de la misma edad, tiene más gestos, palabras y recursos para identificar distintos objetos; es notoria la diferencia”, dice Diana Janeth Sánchez, mamá del pequeño. Un ejemplo que empieza a corroborar la teoría según la cual el 50% del desarrollo intelectual y afectivo ocurre entre la concepción y los cuatro años de edad, y que la lectura contribuye de manera definitiva. “Queremos probar en nuestro contexto si esa experiencia es real, y los resultados de nuestra investigación convertirlos en argumentos válidos para crear políticas públicas”, advierte Carmen Barvo, directora de Fundalectura.

Dos lecciones El estudio, en el que participaron psicólogos, terapistas del lenguaje y bibliotecólogos, midió las diferencias entre dos grupos de familias y bebés; el primero solo recibió una “bolsa portalecturas”

con materiales –algunos con instrucciones, otros con recomendaciones– para leer con el bebé (grupo 1). El segundo grupo recibió la bolsa y participó en talleres de orientación en las bibliotecas administradas por Colsubsidio en Bogotá y Comfenalco Antioquia en Medellín (grupo 2). Una encuesta al ingreso del programa, en torno a las características de la familia y las prácticas de lectura; otra de seguimiento, sobre la evolución del niño; y el diseño de una guía de observación a través de visitas domiciliarias, permitieron reportar emociones, reacciones e iniciativas diferentes entre los dos grupos, independientemente del desarrollo esperado entre los 6 y los 15 meses. El comportamiento de los bebés en el grupo 2 fue más cercano al libro: “lo comprobamos en la mirada sostenida en el cuento, el señalamiento de ilustraciones, la doble direccionalidad –el niño mira el libro y mira al adulto–, y la atención conjunta; es decir padre e hijo se fijaban en un elemento externo, el libro”, concluye el psicólogo Nicolás Arias. También se encontró que en los niños del grupo 2 sólo

la primera infancia tiene efectos en el éxito escolar futuro y, en nuestro contexto, contribuiría a reducir los índices Fotografía cortesía: Claudia Rodríguez. de violencia intrafamiliar, por los lazos afectivos que crea.

Fredy León

aparecen emociones de aprobación: atención máxima, carcajada, curiosidad, deseo de manipular, entusiasmo, interés y tranquilidad, mientras en el grupo 1 se reporta tanto aprobación como desaprobación: atención, deseo de manipular, entusiasmo, risa, curiosidad, como también pasividad, inquietud, desinterés, rechazo, dispersión, excitación y sueño. Según las observaciones, ambos grupos tienden a pedir o tomar el mismo libro leído en veces anteriores, aunque los bebés del grupo 2 activan la lectura por iniciativa propia. “La mayoría mira, señala y pronuncia sílabas ante elementos del libro sin que el adulto le haya invitado a verlos”, argumenta la bibliotecóloga Carolina Navarrete. Acciones como besar imágenes, mostrar el libro a los padres, aplaudir, reírse, explorar diferentes cuentos, gritar, intentar el paso de páginas y mover las manos al ver animales, hacen la gran diferencia entre quienes trabajaron el material “por instrumentos” y quienes prefirieron complementar su labor con una orientación constante en las bibliotecas. A pesar de que los bebés del grupo 1 expresan algunas de las conductas mencionadas, también observan solos, imitan y hacen relaciones ajenas al libro, lo arrojan al suelo y se cansan.

Leyendo afectos El objetivo del programa y de la investigación son los niños, pero ha habido impacto en los padres. “Muchas campañas de lectura se dirigen a la escuela y a las bibliotecas, sin considerar a los papás, primer nicho de acercamiento con los libros. Al principio los adultos mostraron escepticismo, y poco a poco lo transformaron en una actitud de descubrimiento frente a su hijo y al libro”, cuenta Claudia Rodríguez, coordinadora de Programas de Lectura de Fundalectura. Como se trata de hacer seguimiento a los niños hasta cuando ingresen al preescolar, la segunda etapa de la investigación cotejará grupos de infantes que no tuvieron ningún contacto con el programa de lectura (grupo control) y el impacto en quienes sí lo hicieron. La idea es medir las respuestas a mediano plazo y consolidar datos sobre cómo han evolucionado las experiencias positivas frente a la lectura. Por el momento, las evidencias muestran al libro como un juego de miradas, sonrisas y gestos, en el cual no es necesario pedir qué se comprendió, pues basta con un “gorjeo” para comprobar que los bebés sí pueden leer.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.