UN Periodico No. 132

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11 Salud

Genes de colombianos: ¿más propensos al alcoholismo?

12 Ciencia

Software para identificar enfermedades graves en la piel

13 Ciencia

22 Ciudad

Microalgas, otra opción para producir biocombustibles

Sobrepoblación urbana: un colapso anunciado

http://www.unperiodico.unal.edu.co • un_periodico@unal.edu.co Bogotá D.C. No. 132, domingo 11 de abril de 2010

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

En Colombia los medicamentos de mayor peso en los recobros al Fosyga cuestan entre 10% y 70% más que en países vecinos.

Verdades a medias sobre medicamentos

en la Emergencia Social

Con los decretos de Emergencia Social, el país asiste a un carrusel de corrupción en el que captan mucho dinero las EPS, las IPS y las industrias comercializadoras de medicamentos monopólicos de alto costo, poco dinero algunos médicos y la cuenta la pagan los ciudadanos.

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Internacional

Cooperación internacional horizontal: una opción para América Latina

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

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Cultivos de maíz, caña de azúcar, remolacha, sorgo y trigo, entre

oportunidades para producir biocombustibles.

Farid Badrán Robayo,

Internacionalista U. del Rosario

Mucho se ha dicho y hecho en materia de cooperación internacional tradicional, es decir, aquella por la cual un Estado con recursos e infraestructura suficientes presta asistencia en diversas áreas a un país que, de otra manera, no podría conjurar por sí solo las falencias estructurales que están siendo atendidas. En esta lógica de la cooperación encontramos ejemplos clásicos como los actos humanitarios realizados en África para frenar la inanición, las asistencias técnicas para procurar seguridad alimentaria o las campañas internacionales de salud y prevención de enfermedades. En otro nivel, hay ejemplos de cooperación internacional que pasan del mero asistencialismo de emergencia para concentrarse en esquemas de más largo plazo conducentes a lograr resultados estructurales. Allí encontramos programas que día a día se van haciendo más comunes, tal es el caso de las becas académicas para adelantar estudios superiores, otorgadas a personas de países en vías de desarrollo, con el fin de que posteriormente apliquen lo aprendido en pos del progreso de su país. De igual manera, existen las agendas de cooperación científica y técnica que buscan mejorar la apropiación y generación de conocimiento en los países necesitados para remodelar y renovar todo su aparato productivo. Es justamente en este último punto donde se está identificando el potencial latinoamericano, no solo para recibir ayuda, sino también para prodigarla, dado que el subcontinente centro y suramericano está a medio camino en la carrera del desarrollo.

otra diversidad de fuentes renovables, les permiten a Colombia y a Brasil tener grandes

Las afinidades culturales y la necesidad común de salir adelante son motivos que pueden fortalecer la insípida unidad latinoamericana. Razones que lo justifican La mayoría de los Estados latinoamericanos se encuentran en una condición por la cual no son sujeto prioritario de cooperación internacional, si se comparan con regiones como la del Medio Oriente y la mayoría del continente africano. Sin embargo, tampoco se encuentran en una posición realmente cómoda para dejar de requerir la ayuda y asistencia necesarias para solucionar los serios problemas estructurales que padecen casi todos. No obstante y desde la mitad del siglo pasado, se han venido estableciendo en varios Estados de América Latina entidades encargadas de llevar a cabo y potenciar las oportunidades existentes en innovación, ciencia y tecnología. Estas tres variables son el factor diferencial que a niveles correctamente implementados han sacado a naciones enteras del ostracismo y/o del atraso. Ejemplos históricos y contemporáneos de ello nos los dan países como República Checa, Corea del Sur, Japón, India y China. De hecho y en el contexto de la Guerra Fría, fue el factor tecnológico potenciado a revoluciones muy altas el que le dio a Estados Unidos una supremacía estratégica y operativa sobre la URSS de entonces, la que siguió apostando por el desarrollo de industria pesada. Pero volviendo a nuestro caso,

Latinoamérica se encuentra en un punto medio en el que no solo se hace depositario de la eventual ayuda que llegue a requerir, sino que también se puede convertir en donante de esa cooperación con sus pares regionales. A eso se le llama cooperación horizontal por cuanto todos se encuentran en el mismo nivel promedio de capacidades y desarrollo. Pero si todos los países tienen serios problemas interiores, ¿cómo pueden cooperar? La clave está en las ventajas comparativas y en las posibilidades propias de cada Estado. De este modo, si sabemos de sobra que Chile tiene fuertes ventajas en la producción vinícola y de cobre, o si sabemos que el desarrollo científico general en Argentina es de alto nivel; si tenemos conocimiento de las técnicas especializadas en la floricultura ecuatoriana, o si nos percatamos de las grandes oportunidades existentes en biocombustibles en Brasil y Colombia, ¿no podríamos articular estrategias regionales para apropiar y generar ese conocimiento?

La diáspora latina: otra fuente de desarrollo en la cooperación Por otra parte, la fuerza laborar latinoamericana está incrementando constantemente su nivel de especialización y experticia en diferentes áreas del saber. La investigación, las ciencias exactas, las humanidades e

inclusive las ciencias políticas son los actuales sujetos de estudio de los profesionales de nuestros días, quienes muchas veces y debido a la falta de escenarios laborales en sus lugares de origen terminan emigrando o quedándose en los países de estudio para perpetuar la ya conocida fuga de cerebros. Implementar espacios laborales en los que toda la diáspora latinoamericana empiece a actuar como generadora y apropiadora de conocimiento es a la postre una forma más de cooperación internacional de índole horizontal por cuanto son latinoamericanos trabajando por Latinoamérica. Actualmente la región dispone de algunas plataformas sobre las cuales puede soportar un proyecto de cooperación horizontal de gran envergadura. El Proyecto de Integración Mesoamérica (antes Plan Puebla Panamá) está concebido como un escenario de cooperación para el desarrollo en varios ejes de acción que sin embargo no ha tenido el impacto que podría. Por otra parte, las mesas políticas regionales como la OEA, el Foro de San Pablo (para quienes no les guste la OEA) e inclusive la Unasur pueden eventualmente constituirse en soportes para sortear las estrategias de integración dadas a través de acciones concretas de cooperación. Más allá de la demagogia política contrariada que tiene a los Estados latinoamericanos sumidos en una desunión inaudita en tiempos de bloques y alianzas, lo que vale la pena ver son las capacidades subutilizadas en todos los aspectos: recursos naturales, clima, recurso humano cada vez más especializado, y escenarios de acción listos para ser explorados y explotados en pos de un desarrollo compartido y mancomunado que todos sus actores necesitan y en el que todos tomen parte activa.

Director: Carlos Alberto Patiño Villa

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Coordinación periodística: Carolina Lancheros Ruiz Coordinación editorial: Nelly Mendivelso Rodríguez Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal � Egberto Bermúdez � Paul Bromberg � Alexis de Greiff � Fabián Sanabria Concepto gráfico y diagramación: Ricardo González Angulo Corrección de estilo: Verónica Barreto Riveros Traductor: Ernesto Camacho Ocampo Fotografía: Víctor Manuel Holguín � Andrés Felipe Castaño Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas de UN Periódico

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Internacional

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Cifras de la reaseguradora Munich Re muestran que cerca de 220.000 personas, incluidas las del terremoto de Sichuan1, en China, murieron en el 2008 a causa de desastres naturales. Las pérdidas globales ascendieron a US$200.000 millones, de los cuales US$45.000 no estaban asegurados. En el 2009, cerca de 230 millones de personas se afectaron por unas 200 catástrofes, con un saldo de 16 mil muertos, mientras en lo corrido del 2010 dos terremotos han sacudido a América Latina. El saldo: centenares de víctimas, grandes pérdidas económicas, nuevas realidades políticas, solidaridad, aprendizajes renovados y la evidente fragilidad del hombre ante la naturaleza.

Chile y Haití,

Ya en el 2008, a Haití los huracanes Fay, Gustav, Hanna e Ike, y luego el ascenso vertiginoso del precio de los alimentos causado por la crisis económica mundial entre el 2007 y el 2008, le habían vapuleado, frenando una tímida recuperación económica y social. El resultado: numerosos damnifica- su Gobierno –principalmente por terminado. En el futuro, y previendos y tensión entre la población. parte de Estados Unidos, Canadá do los acontecimientos derivados En Chile, a comienzos de ma- y Francia, y recientemente por los por el cambio climático, el número yo del 2008, la explosión del volcán países del ALBA– en la toma de de personas que ante desastres naChaitén había azotado al pueblo posiciones en el escenario geoes- turales se verán obligadas a migrar de Cipreses. Además de pérdidas tratégico de la región. Esta realidad forzadamente desde múltiples lueconómicas, hubo desplazamien- no estuvo ausente en el momento gares, incluso mediando fronteto definitivo de comunidades típi- trágico. Fue parte de ella. ras, será incalculable. Lo grave es camente rurales. que el instrumento legal no ofrece Este país austral, con un desasólido respaldo para su acogida, Instrumentos de acción rrollo económico apreciable, tiene y deja espacio a la arbitrariedad parte de su territorio asentado en Debido a los acontecimientos sobre personas en condiciones de un área de actividad sísmica y volcatastróficos que en el 2005 azota- vulnerabilidad extrema5. cánica, que le ha dado origen a una Una cuarta herramienta orienron el sur de Asia, las inundaciocultura sistemática de prevención, nes en Europa y los huracanes en ta la forma de operación de las normas de construcción y organiel Caribe, los Estados miembros de organizaciones especializadas en zación para una respuesta institula ONU se comprometieron a que “acción humanitaria”, regidas por cional ante desastres. En Haití, dusus gobiernos tomaran medidas modelos marcados por cambios rante el 2008, el economista Paul Collier había avisado en un informe2 presentado al Secretario General de la ONU sobre los adecuados fundamentos económicos que le ofrecían buenas oportunidades a este país, y que debían tener la ayuda de la comunidad internacional. Los terremotos de Haití y Chile en el 2010, así como la seguidilla de acontecimientos, coinciden en la tardanza que hubo en el reconocimiento de daños y la existencia de responsabilidades por el incumplimiento de normas de construcción3. También son similares las condiciones anímicas de la población inmediatamente después de la tragedia (lo revela la sucesión de imágenes de prensa que rayan en la agresión, violaciones a la intimidad y el dolor humano), la destrucción de Soldados de la ONU supervisaban la distribución de comida en suburbios como el infraestructura esencial y la de Pétionville, en Haití. andanada de ayuda como respuesta al drama. El elevado número de víc- para reducir el riesgo de desastres teóricos, políticos y operativos timas en Haití (que quizá nun- ambientales. Para ello, adoptaron experimentados al prestar ayuda ca se termine de establecer) fue los lineamientos del Marco de Ac- internacional. “Este ‘nuevo humaagravado por la precaria situación ción de Hyogo, con el fin de re- nitarismo’, ‘humanitarismo orieneconómica y social de la pobla- ducir las vulnerabilidades. Ese es tado a objetivos’ o ‘ayuda humación. En Chile, el subestimar una un primer instrumento de acción nitaria desarrollista’ no pierde su advertencia de tsunami le agregó frente al tema. carácter hegemónico, puesto que una fracción importante de damEl segundo se refiere a las es asumido por la mayor parte de nificados a la tragedia. En síntesis, directrices de Oslo, complemen- los gobiernos donantes, las agenresponsabilidades con resorte en tadas por las de OCHA 4, que cias multilaterales y buena parla política potenciaron la pérdida reglamentan, limitan y orientan te de las ONG”6. Los modelos de de vidas humanas en estos even- la participación de fuerzas mi- atención de emergencias y catástos naturales. litares en las respuestas huma- trofes están guiados por las lógicas A las diferencias debe sumarse nitarias, cuya participación, se del continuum y/o el contiguum, la consolidación del Estado chileno prevé, siempre ha de estar bajo según el caso y la experiencia en en la atención del siniestro, y no mandato civil. ese campo. así en el caso haitiano donde su Con un enorme peso en las Un tercer mecanismo –que Gobierno colapsó en la catástrofe. requiere ser perfeccionado– es la decisiones, están las circunstanAquí se derivan análisis geopolíti- Convención de Ginebra de 1951. cias políticas, económicas y socos que, mencionados brevemente, En ella se define como refugiado al ciales de la región, país o zona de muestran cómo Haití, por su fra- perseguido por razones políticas, la tragedia, y más recientemente gilidad social y política, es un país de raza, nacionalidad, religión o afloran también las comerciales de hecho sujeto de influencias sobre pertenencia a un grupo social de- la reconstrucción.

AFP

paralelo inevitable A manera de conclusión Los dos casos repasados cuestionan la agenda internacional de los Estados y sociedades. En primer lugar, la migración forzada desde la capital haitiana, apenas días después del terremoto, al igual que las imágenes de la celosamente custodiada frontera de República Dominicana, dejan un interrogante en la ausente definición de “refugiado ambiental” y su acogida. En segundo lugar, la predominante atención de la catástrofe humanitaria en la isla por militares portando armas y en representación de un país y bandera extranjeros, situación que pasado el tiempo se torna en nada banal7, y las voces que, desde numerosos lugares, la señalan como inconveniente por no privilegiar la presencia y el accionar de la misión de la ONU para la estabilización del país (Minustah), cuestionan la conveniencia de anteponer la geopolítica sobre la acción de la sociedad civil en la atención de desastres humanitarios. Un elemento adicional delatado por estas dos tragedias es que la precariedad y fragmentación de la sociedad elevan notoriamente la vulnerabilidad, y las de orden político pueden convertirse en lastre para los sobrevivientes. Finalmente, la prevención inserta en la cultura e institucionalidad le ha facilitado a Chile atender a sus damnificados y resarcir la catástrofe, no obstante la pregunta de los chilenos sobre su sentido de respuesta solidaria, quizá venida a menos en medio de su éxito económico.

1 Según el servicio de Supervisión Financiera de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas, en el 2008 la financiación de respuesta a desastres naturales es 804 millones de dólares, equivalente al 10% de la financiación humanitaria total. 2 Informe citado por Alfredo Langa Herrero, en www.iecah.org 3 Rey M., Francisco. En: www.iecah.org 4 Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. 5 En: www.migracionesforzadas.org y www.nrc.no 6 Pérez de A., Karlos. La vinculación ayuda humanitaria–cooperación al desarrollo: objetivos, puesta en práctica y críticas, Bilbao: Hegoa, 2002. 7 Los medios de información publicaron declaraciones de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, en donde afirmaba a finales de enero del 2010 que las fuerzas de ese país se quedarían en Haití “hoy, mañana y previsiblemente en el futuro”.

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Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional de Colombia

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Luis Alejandro Fernández,


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La universidad del siglo XXI

y la pertinencia social

Llevar la universidad a las regiones es

comprometerla con los procesos de transformación de la sociedad.

La transformación de fondo que exigen problemas como la pobreza, el desempleo, la inequidad en salud y vivienda, la corrupción y la violencia, entre otros males que nos aquejan, requiere que al sistema económico del país no le de miedo invertir en educación de calidad y en ciencia. Colombia debe aumentar su participación en investigación del 0,2% del PIB al 2% en el 2014. Jaime Restrepo Cuartas,

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Representante a la Cámara Ponente y autor de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación

Si quisiéramos hablar en abstracto y con un sentimiento eminentemente académico, como suele ocurrir en los claustros plagados de disquisiciones teóricas, diríamos que la universidad colombiana requiere ser como alguna otra de las que hoy en día son reconocidas como las mejores del mundo, o sea una universidad de alta calidad, acreditada en estándares internacionales, formadora de profesionales idóneos, forjada en la investigación y con amplio reconocimiento. Todo esto facilitaría la movilidad internacional entre alumnos y profesores y nos haría ciudadanos del mundo. Pero la validez de estas definiciones la da su pertinencia social; valga decir su capacidad para incidir en la transformación de las condiciones sociales que tiene Colombia. La calidad, entonces, deberá ser relativa a un lugar determinado, un tiempo específico y unas circunstancias definidas. Lo que quiere decir que la calidad debe estar más cerca de la eficacia que de la eficiencia, porque nada ganamos con lograr ser muy eficientes si no ayudamos a resolver los males que nos aquejan. De ahí que, al elaborar estándares, estos deberán ser relativos a las particularidades sobre las cuales busquemos un proceso de cambio en el menor tiempo posible. Colombia tiene una precaria situación social, con un crecimien-

to económico bajo y oscilante (7,8% en el 2007 y 0,4% en el 2009), lo que no permite abordar con éxito la solución de sus males: una pobreza del 46%, un desempleo del 14%, gran inequidad en temas de educación, salud, vivienda y recreación, y altos índices de corrupción y de violencia. Recordemos que Colombia ocupa el puesto 70 entre 180 países en corrupción en todos los ámbitos. Corregir estos problemas demanda tiempo, habida cuenta de su cronicidad.

La investigación, bastión social Para abordar nuestros males con éxito, es de gran importancia que la universidad ponga de su parte. Al sistema económico no le debe dar temor modificar el modelo productivo a partir de la investigación, lo cual exige que esta concluya, ofrezca resultados y se aplique a la solución de los problemas nacionales. No investigar solo para publicar o para engrandecer el ego de los científicos, sino para transformar, para agregar valor, para generar progreso; crear y transformar la industria y ayudar a confeccionar modelos que contribuyan a la solución de los problemas sociales. En ese sentido, se debe incrementar la participación del país en investigación, del 0,2% del PIB –que fue la cifra del año 2009– al 2% en el 2014, para acercarnos a lo que invierten países como Brasil (1,2%) y Chile (1%) en América Latina, o a Estados Unidos (2,7%) y los países europeos,

que destinan entre 2,5% y 5% en la actualidad. Es usual que seamos puntuales en las soluciones sin ir al fondo de nuestra cruda realidad: combatimos la violencia cuando es necesario hacerlo, entregamos subsidios para mitigar el hambre, hacemos obras de infraestructura para disminuir el desempleo que llega en el 2010 a la cifra del 14% y abordamos las coberturas en salud y educación, sin incidir en los temas de calidad. Así, logramos presentar estadísticas significativas que conmueven a más de uno, como aquellas que certifican que estamos en un 90% de cobertura en salud o en un 100% de cobertura en educación básica primaria. Pero, ¿qué tal si la educación se orienta hacia el logro de resultados? Mejorar la capacidad cerebral de los niños con una alimentación completa y balanceada es una tarea ineludible y a la vez certera, y lo podemos lograr en 10 años si aplicamos ya la Ley 1295 de 2009 sobre Atención Integral a la Primera Infancia. Hacer de la investigación un aporte de la ciencia a la realidad es tarea inmediata, y para ello debemos romper paradigmas. Llevar la universidad a las regiones es comprometerla con los procesos de transformación, siempre y cuando los programas sean pertinentes y estén acompañados de todas las funciones esenciales de la institución, incluidas la investigación y la extensión. Las universidades deben transitar los nuevos modelos pedagógicos que privilegian la discusión

racional y no beber tanto de la memorización. Deben acentuar las prácticas profesionales desde los primeros años, los talleres y las discusiones en las que el profesor y el alumno jueguen un papel protagónico. En últimas, asentarse en el contacto con los problemas sociales, dejar de ser teórica, combinar la juventud con la experiencia y emplear la cátedra para llevar la academia a quienes experimentan en la sociedad a partir de su práctica profesional. Es necesario acreditar la universidad y sus programas en alta calidad, con estándares que midan los resultados y nos permitan verla activa, incidiendo en las soluciones, transformadora y adaptada a la realidad. Tan solo hay 15 universidades con acreditación institucional (de las 112 existentes) y 774 programas acreditados en alta calidad (de los más de 6.000 que hay actualmente); esto hay que continuarlo y acelerarlo. Así mismo, se debe reformar el artículo 86 de la Ley 30 para garantizar una adecuada financiación y evitar que la universidad se estanque en sus procesos. La internacionalización se establece cuando hay alumnos extranjeros en nuestras instituciones y cuando los profesores circulan por las del mundo. Mejores coberturas, claro, pero con equidad y similar calidad. No más discusiones sobre la universidad aislada del medio social y económico, sobre la ciencia en sí misma, desadaptada de una realidad que se torna cada vez más sofocante y anacrónica.

Foto cortesía Leonardo Eljach, Grupo Genética de Poblaciones e Identificación UN.

Nación


Nación

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A los candidatos presidenciales

no les importa el medioambiente del país

Como es tradicional en época electoral, en Colombia los candidatos a la Presidencia le restan importancia al tema ambiental en sus propuestas de gobierno. ¿Será que no es relevante y resulta más fácil improvisarlo en el camino? ¿Cómo se puede organizar con ligereza tan esencial cartera ministerial, que por cierto antes de ligarse a la Vivienda y al Desarrollo Territorial estaba bien posicionada y tenía asignados recursos significativos? ¿No será mejor girar hacia un Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible?

Junto a Brasil, China, Indonesia, Ecuador, Perú, México, India, Venezuela y Bolivia, Colombia comparte la categoría de país megadiverso, pues posee más del 10% de la diversidad biológica del mundo. Es la segunda nación más rica en especies de mariposas, con 3.274 (de las cuales 350 son únicas de Colombia y 10 están amenazadas); el primero en aves, con 1.885 (142 exclusivas y 160 amenazadas); el segundo en anfibios, con 763 (367 únicas de nuestro territorio y 48 amenazadas); el tercero en reptiles, con 524 especies (97 exclusivas y 38 amenazadas), y el cuarto en mamíferos, con 479 (28 exclusivas y 75 amenazadas). En invertebrados marinos hay 280 especies de esponjas, 584 decápodos, 91 isópodos y 50 stomatopoda, y sin embargo 40 de ellos se encuentran amenazados. Existen 2.500 especies de peces marinos, 39 categorizadas bajo algún grado de amenaza, y 2.227 de peces dulceacuícolas –ubicando al país en el cuarto lugar–, pero con 44 de estas amenazadas. Los musgos también abundan, de ellos hay 939 especies, de las cuales 46 están amenazadas. De hepáticas hay 840, y 51 amenazadas. Las plantas nos ponen en el segundo lugar, con 41.000, aunque con 1.152 especies amenazadas. El territorio colombiano tiene las dos terceras partes de sus ecosistemas en las regiones Pacífica, Amazonía y Orinoquía. El resto, intervenidos o transformados con una alta densidad poblacional, se ubican en las regiones Andina y Caribe. Entre 1900 y 1962, las cifras de deforestación llegaron a seis millones de hectáreas, entre 1963 y 1998, a once millones quinientas mil, y la pérdida de cobertura boscosa llegó al 36%.

restación, la actividad agrícola, la urbanización, el comercio ilegal, la extracción maderera, la contaminación, la minería, la destrucción de humedales y zonas de páramo, la erosión, los desastres naturales, el comercio internacional de pieles, la ampliación de la frontera agrícola, la cosecha indiscriminada y el desarrollo de proyectos de infraestructura. El Instituto Alexander von Humboldt registra en su página web que entre los años 1998 y 2004 se decomisaron 52.744 reptiles, 2.254 aves y 364 mamíferos, entre otros. También, que la mitad de los páramos del planeta se encuentran en Colombia, representan el 1,7% del territorio nacional y aportan agua a por lo menos el 70% de nuestra población. En estos ecosistemas se usa la leña como combustible y para hacer cercas, la desecación de turberas (humedales) para la agricultura, las plantas nativas y forrajeras para la ganadería, los pastos para hacer techos de casas y la flora nativa como ornamental.

Esto deberían saberlo los candidatos presidenciales La biodiversidad es probablemente el patrimonio más importante que hay en Colombia. En ese sentido, el Gobierno nacional debería tener una política de Estado que le permitiera al país ser el líder mundial en este tema y convertir-

se en referente internacional. Así, quizá los demás gobiernos dejarían de vernos únicamente como un país de narcotráfico, paramilitarismo, guerrilla y violación a los derechos humanos. El pasado mes de marzo concluyó en Cali la Novena reunión del grupo de trabajo de la negociación del régimen internacional sobre acceso y distribución de beneficios. Asistieron 192 países y más de 500 delegados de gobiernos que ratificaron el Convenio de Diversidad Biológica, en el que se pactaron aspectos relacionados con los recursos genéticos y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización. Siendo así, ¿por qué el tema ambiental está completamente por fuera de las agendas de los candidatos a la Presidencia? Es claro que estamos frente a una crisis por el deterioro medioambiental ocasionado por factores como el cambio climático global, la destrucción de ecosistemas, la extinción de especies, el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación del agua, el suelo y el aire, y por enfermedades emergentes que afectan todas las formas de vida. Toda la humanidad está amenazada y las poblaciones más necesitadas son las más vulnerables a los desastres naturales. Esta crisis ambiental, sin lugar a dudas genera inseguridad social, fragilidad económica, desplazamientos humanos y conflictos por

el acceso a los recursos. Ignorar el imperativo ecológico agravaría los problemas sociales y las inequidades nacionales y mundiales. El tema suscita interrogantes y reclama respuestas que vayan más allá del desacuerdo político, pues se convierte en una causa común que requiere reorientar políticas públicas, ubicar lo ambiental en el centro de la acción pública y reemplazar el modelo de desarrollo insostenible que existe por uno sostenible.

Respondan las preguntas

Entre las principales causas se encuentran el cambio climático global, la introducción de especies, la alteración de los hábitats, la pesca comercial sin control, la pesquería industrial de altamar, la sobreexplotación, la fragmentación de las poblaciones, la defo-

Fotos cortesía Julio Betancur

Por qué se ha perdido la biodiversidad

Señores candidatos, ¿qué harían ustedes para detener la devastación de los páramos y de los humedales?, ¿permitirán que continúe la minería en zonas conservadas del territorio nacional?, ¿dejarán que prime el interés económico y comercial sobre la importancia de declaratoria de nuevas áreas protegidas? Tal es el caso de Bahía Málaga, en donde se pretende crear un megapuerto sin tener en cuenta lineamientos con los documentos de política portuaria y logística del país (Plan Integral de Ordenamiento Portuario 2008, Conpes 3611 de Expansión Portuaria 2009–2011, Política Nacional de Productividad y Competitividad – Conpes 3527 y Política Nacional Logística – Conpes 3547). Y siguen las preguntas: ¿apoyarán la construcción de la carretera del Darién y Nuquí, así se afecten los ecosistemas naturales del país que de por sí están altamente amenazados?, ¿le presentarán al Parlamento Andino una propuesta que modifique la Decisión Andina 391 de 1996, que tiene en mora el proceso de contrato de acceso a recursos genéticos para proyectos de investigación con fines no comerciales?, ¿desde su gobierno, agilizarán el procedimiento de consulta previa a las comunidades étnicas para que los proyectos de investigación relacionados con el conocimiento, conservación y uso de la biodiversidad se puedan llevar a cabo? Hay cerca de 1.200 científicos colombianos de prestigiosas universidades e institutos de investigación pasando por este “lento” trámite. Por último, ¿qué porcentaje del PIB destinarán para apoyar la financiación de proyectos de investigación?

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Instituto de Ciencias Naturales Facultad de Ciencias Universidad Nacional de Colombia

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M. Gonzalo Andrade-C.,


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Bicentenario Historiador Profesor U. de la Florida

Casi todo historiador que haya estudiado la Revolución en Marcha ha hecho ver los paralelos con otros movimientos reformistas del periodo entre la Gran Depresión económica y la Segunda Guerra Mundial; desde la Revolución Mexicana (entonces en su etapa más radical bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas) y el Nuevo Trato del segundo Roosevelt en Estados Unidos, hasta las agendas de los gobiernos de frente popular en Francia y España. Incluso, podrían mencionarse las reformas sociales introducidas en Cuba por el primer gobierno de Batista, con el apoyo de los comunistas cubanos cuyos herederos actuales por razones obvias pasan por alto semejante alianza. Naturalmente, el parecido entre medidas adoptadas en países diferentes no constituye prueba de influencia directa o de imitación, aunque a veces así ocurre, por ejemplo cuando se adoptan bajo el patrocinio de misiones extranjeras como las militares chilena y después norteamericana, en el caso colombiano. Se trata de respuestas independientes a problemas similares, tomadas dentro de un clima de ideas y hasta de experimentación internacional. Esto último lo ejemplifica claramente la Revolución en Marcha, que nunca buscó ni recibió una misión mexicana, digamos, para colaborar en el diseño de su ley de reforma agraria. Mucho menos hubo para ningún propósito asesoramiento soviético, por más que voceros furibundos de oposición tildaban de peligrosamente marxista el programa de López Pumarejo.

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Revolución en el agro La reforma agraria de 1936, cuyos efectos prácticos son todavía materia de debate, tenía en efecto muy poco en común con la mexicana o con la de la República española, salvo en terminología y en el loable propósito de mejorar las condiciones de vida del campesinado. El meollo de las otras dos reformas consistía en la expropiación de grandes propiedades privadas para su redistribución, mientras que la colombiana preveía, a lo sumo, la extinción de dominio particular sobre tierras dejadas sin uso productivo, pero únicamente al final de un tiempo prudencial; solo entonces se convertirían en tierras nacionales sujetas a redistribución, aunque en el ínterin campesinos sin título propio, pero ocupantes de hecho y de buena fe de propiedades privadas, podrían después de cinco años reclamarlas para sí. Se dieron también otros pasos tendientes a favorecer al campesinado, pero en realidad más eficaz había sido la política de la anterior administración, Olaya, de compra y parcelización de haciendas en regiones de serio conflicto agrario. Por la modestia de sus medidas, la Revolución en Marcha distaba mucho de merecer la designación de “revolucionaria” en el campo colombiano. Moderada también, aunque de mayor eficacia, fue la reforma laboral de la administración López, que además demostró mayor afinidad con la de otros regímenes progresistas y de izquierda del decenio. Al igual que éstos, dio apoyo decidido a los trabajadores una

La Revolución en Marcha en el contexto internacional

En el aniversario número 50 de la muerte de Alfonso López Pumarejo, artífice de la “revolución” colombiana, vale la pena precisar semejanzas y diferencias de su movimiento reformista con otros ocurridos en el mundo.

El proyecto de renovación educativa impulsado por Alfonso López Pumarejo se coronó con la construcción de la Ciudad Universitaria en las afueras de Bogotá, cuya ubicación se volvió cada vez más central.

vez sindicalizados en sus conflictos con empleadores. El gobierno de Alfonso López fue notoriamente parco en declarar la ilegalidad de huelgas, aun en el sector de servicios públicos, y en el papel de mediador se inclinó casi siempre a favor de los obreros. Mas no se destacó por la adopción de nuevas garantías y prestaciones legales a favor de la clase obrera. Un intento de establecer el salario mínimo, por ejemplo, expiró en el Congreso. De hecho, el primer gobierno de la República Liberal había promulgado un mayor número de prestaciones sociales, sin decir nada de lo que hizo en esta área la Revolución Mexicana o el Nuevo Trato norteamericano. La Revolución en Marcha adquirió así, en política laboral, un perfil particular, que enfatizó la intervención en conflictos más que en una nueva legislación.

Revolución en la educación En el campo educativo se dio una reforma universitaria que tuvo como antecedente el movimiento de cambio presentado en la Universidad de Córdoba, Argentina, en 1918 y que rápidamente repercutió en casi toda América Latina. Pero no fue sino hasta 1935 que en Colombia se ensayó una seria reforma de la Universidad Nacional, que no llegó al punto de autonomía bajo cogobierno de profesores, estudiantes y ex alumnos que se había propuesto en Córdoba. Sin embargo, trajo una modernización importante. El Gobierno nacional conservó un papel relevante en el manejo universitario, pero se consolidaron bajo una administración universitaria central las tres facultades –Derecho, Medicina e Ingeniería– que antes funcionaban como entidades inconexas; se introdujeron nuevas materias,

como economía y medicina veterinaria, y también profesores de dedicación completa, preferentemente de ideas acordes con las últimas corrientes intelectuales europeas (con las que estaba bien familiarizado el mismo López, a pesar de no haber tenido formación universitaria). El proyecto de renovación se coronó con la construcción de la actual ciudad universitaria situada en las afueras de Bogotá, cuya ubicación, como pronosticó el presidente, se volvería cada vez más central. Detractores del gobierno no vacilaron en describir las innovaciones universitarias como cabeza de puente para nocivas ideas ateas y marxistas, más aún cuando fueron contratados profesores de formación europea, incluso republicanos españoles. A este respecto, la modernización universitaria dio lugar a los mismos temores que suscitó la reforma constitucional de 1936, en relación con la eliminación del requisito que señalaba que toda educación pública se impartiese de acuerdo con las doctrinas de la Iglesia Católica Romana. La controversia religiosa tuvo raíces autóctonas en las luchas decimonónicas entre liberales y clericales que se habían creído feliz y prematuramente superadas, aun cuando los graves conflictos religiosos de la misma década de 1930 en México y la República española contribuyeron al estado de alarma entre católicos colombianos. No es nada claro hasta qué punto cambió el contenido verdadero de la instrucción pública en Colombia en los niveles primario y secundario: presumiblemente se dio a lo sumo una relativa secularización de la educación impartida en ciertos planteles. Mientras tanto, las graves deficiencias de cobertura educativa se superaban solo en mínima parte.

Revolución social La ampliación de la esfera de acción del Estado en lo económico y social fue otro aporte de la reforma constitucional. De un lado, se autorizó al Gobierno para ejercer mayor control de las actividades económicas y, de otro, se estableció el principio de la “función social” de la propiedad, facultándolo para expropiar posesiones privadas en aras del “interés social” e intervenir con el objeto de dar al trabajador una “justa protección”. Mientras tanto, una reforma fiscal no solo había hecho más progresivo el impuesto a la renta, sino que produjo mayores recaudos, potencialmente disponibles para obras sociales. Se trataba de una tendencia casi universal de los años 1930, abarcando desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha de la gama política, usada como respuesta a la reciente crisis económica mundial. Semejantes artículos insertos en el texto constitucional se constituyeron en un compromiso a favor de otro manejo de la economía, pero también de mejores condiciones para aquellos que el mismo López caracterizó como “vasta clase económica miserable que no lee, que no escribe, que no se viste, que no se calza, que apenas come, que permanece al margen de la vida nacional”. Con contadas excepciones, los miembros de dicha clase seguían siendo miserables al final de la Revolución en Marcha, pero en el discurso político colombiano habían adquirido un mayor protagonismo. Al respecto, este movimiento reformista, en realidad no muy revolucionario, se convirtió en punto de referencia obligado –igual que el Nuevo Trato en Estados Unidos o el régimen cardenista en México– que marcó un hito en la historia colombiana.

Archivo UN

David Bushnell,


Patrimonio

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El MAP se vincula a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia. Fotos cortesía Sonia Blanco

Salas interactivas, pantallas touchscreen (táctiles) y lenticulares (que dan la sensación de tridimensionalidad) hacen parte del novedoso Museo Arqueológico de Palmira (MAP), una iniciativa de la Fundación Ecoparque Llanogrande que contó con el aporte científico del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, entre otras instituciones. Las piezas fueron donadas por habitantes de Palmira, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh) –otorgadas en custodia– y por arqueólogos que las hallaron durante sus excavaciones. Los visitantes de este atractivo turístico, académico y cultural podrán ver y aprender sobre los indígenas que habitaron el valle geográfico del río Cauca hace varios siglos. Y es que a esta zona corresponden sitios arqueológicos de gran importancia como el de Malagana –en el corregimiento de El Bolo–, reconocido como el principal del país y uno de los que más ha sufrido el impacto de los guaqueros, ya que a comienzos de 1990 lo despojaron casi en su totalidad. Tumbas, cerámica de todas las formas y tamaños, oro y otra gran cantidad de elementos suntuosos no escaparon a la ambición de los saqueadores. “Estos elementos, vendidos de manera ilegal, hoy reposan en colecciones privadas y en diferentes museos alrededor del mundo”, dice José Eduardo Vidal, del Departamento de Museografía del Museo Nacional de Colombia.

Palmira estrenará museo arqueológico

Piezas cerámicas y en oro, utensilios de cocina y caza elaborados por los indígenas 500 años antes de Cristo, integran la muestra del nuevo Museo Arqueológico de Palmira. Un espacio cultural y educativo que reúne la investigación realizada por arqueólogos en el valle del río Cauca. A pesar de la pérdida de piezas importantes, se lograron identificar datos clave. Para la arqueóloga Sonia Blanco, estudiante de la Maestría en Antropología de la UN y funcionaria del Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca (Inciva), “Malagana puso en evidencia que este territorio estuvo habitado al menos cinco o seis siglos antes de Cristo, desvirtuando tesis que hasta el momento señalaban que había sido una gran laguna, inhabitable en épocas anteriores al siglo XII”. Este saqueo despertó gran interés en la zona, y por consiguiente la normalización de las actividades que generan impactos sobre el patrimonio arqueológico como las intervenciones de ingeniería. “Esta norma nos permitió excavar el cementerio más grande del sur occidente colombiano, en el barrio Coronado de Palmira”, describió Sonia Blanco. “Estuvimos en campo 18 meses, encontramos 160 tumbas y gracias a estudios de laboratorio descubrimos las condiciones de vida, de enfermedad y de muerte de la comunidad que habitó. Esta información se encuentra plasmada en el MAP”, dijo la arqueóloga.

¿Cómo fue la vida de estos indígenas? “Los hallazgos en la ciudad de Palmira demuestran que la región estuvo ocupada en toda su extensión, tanto cerca del río Cauca como en la terraza de origen pleistocénico donde se encuentra el casco urbano, e igualmente en las colinas de Canta Claro y La Buitrera. Por lo tanto, no solo existió Malagana, sino varias tribus que con el paso de los años sufrieron cambios en el ámbito político, religioso y social. Ello hizo posible que Malagana se convirtiera en centro de encuentro y poder”, señala el profesor José Vicente Rodríguez, coordinador del Laboratorio de Antropología Física de la UN y uno de los científicos que más ha estudiado la zona. Vestigios de caracoles marinos, carbón mineral y esmeraldas de los andes orientales, cuarzos, sal y plumas de otras regiones permiten determinar que se trataba de una sociedad que se mantenía en permanente contacto con el Pacífico, la región del Magdalena, la Cordillera Central y la región Caribe.

Según el profesor Rodríguez, “estos indígenas aprovecharon los suelos e institucionalizaron el chamanismo. Combinaron la agricultura, la pesca, la caza, la recolección, la orfebrería, la elaboración de artefactos líticos, la molienda y el comercio plasmado en los canasteros, que portaban un cesto en la espalda mientras caminaban por las regiones”.

Desvirtuado el canibalismo El canibalismo y el constante estado de guerra de la población prehispánica del Valle del Cauca que narraron los cronistas no parece tener muchos rastros. “Encontramos un solo caso de agresión en más de 200 cuerpos. Constatamos que las condiciones de vida de las mujeres eran mejores que las de los hombres, los entierros eran muy majestuosos y organizados, lo cual dista de una población bárbara”, detalló el profesor. Los resultados de esta intensa investigación, así como las piezas y elementos rescatados pueden apreciarse en el MAP, sitio que recupera la memoria histórica, la identidad y el sentido de pertenencia de los palmiranos.

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Unimedios

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Laura Marcela Fuertes Sánchez,


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Salud Unimedios

El consumo de alimentos poco saludables y sus efectos perjudiciales en el organismo despierta cada vez más el interés sobre la relación que existe entre nutrición y salud. Uno de los elementos más estudiados ha sido la grasa de origen animal. Según los nutricionistas, es nociva para el hombre, ya que su alto contenido de colesterol y ácidos grasos trans o saturados aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. En el caso puntual de la leche de animales rumiantes, se encuentran más de 400 clases de dichas sustancias. Sin embargo, hay una particular denominada ácido linoleico conjugado (ALC), que ha resultado bastante beneficiosa para la salud del hombre. A finales de los años setenta, el científico Michael Pariza, director del Instituto de Investigación de Alimentos de la Universidad de Wisconsin–Madison, descubrió las propiedades anticancerígenas de este compuesto. A través del tiempo, mediante experimentos in vitro e in vivo, en los que se han usado especies como conejos, ratas, ratones, pollos de engorde y cerdos, el ácido linoleico conjugado ha demostrado más efectos benéficos como inhibición de la carcinogénesis en el cáncer de mama, de colon, de próstata y gástrico. Así mismo, se ha evidenciado que ayuda a reducir los niveles de colesterol nocivo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL) en la sangre, reduce la acumulación de grasa en el cuerpo, tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios, aumenta la respuesta del sistema inmune, y aumenta la mineralización ósea y el efecto antidiabético. A pesar de que el ALC se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza, en la mayoría de alimentos de origen vegetal y animal sus concentraciones son muy bajas. En la leche alcanza 5,5 miligramos grasa, mientras en la carne de los bovinos 4,3 miligramos grasa, porcentaje similar al que se encuentra en ovejas, cabras y búfalos. Por eso, la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA), de la Universidad Nacional, junto con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, adelantaron una investigación que busca aumentar los niveles de dicho compuesto en la leche nacional.

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Investigación de la UN “Según la literatura, cuando los animales consumen pasturas frescas tienen niveles más altos de ácido linoleico que aquellos que se alimentan en confinamiento. Nuestro primer análisis consistió en determinar las concentraciones de estas sustancias en la leche colombiana y determinar las ventajas comparativas de su producción –realizada en pastoreo– frente a la de Europa y Estados Unidos, que es en confinamiento”, aseguró Juan Carulla, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN. Para el estudio tomaron muestras de varias fincas de la Sabana de Bogotá, con las cuales comprobaron que, en promedio, la leche nacional contiene entre 2,5 y 3 veces más cantidad de ALC que la de aquellos países que mantienen sus

Con la adición de harina de arroz a la alimentación de los bovinos, entre otras estrategias,

investigadores buscan aumentar los niveles de ácido linoleico conjugado en la leche. Esta sustancia ayuda a prevenir cáncer de mama, próstata y estómago. La manipulación de la dieta de los animales es uno de los factores que ha permitido el aumento del ácido linoleico conjugado en la leche.

Leche

Fotos Víctor Manuel Holguín/Unimedios

Francisco Tafur,

para prevenir cáncer animales en confinamiento. “Sin embargo, evidenciamos que no era uniforme la concentración. Es decir, que había variaciones entre una finca y otra”, señaló Carulla. A partir de estos resultados, la UN emprendió tres estudios más: el primero busca caracterizar la leche del país con el propósito de determinar nichos por el tipo de pastos y de ganado que presente mayor cantidad de ácido linoleico; el segundo, generar herramientas de manejo de la alimentación de los bovinos, para incrementar este compuesto en la producción lechera, y el tercero, liderado por el ICTA, intenta la transformación y producción de alimentos ricos en ALC. “Hasta el momento los hallazgos son promisorios. En cifras, si el promedio de concentración de ALC en Estados Unidos y Europa es de alrededor de 5 miligramos por gramo de grasa, aquí tenemos entre 22 y 25 miligramos por gramo de grasa. Una diferencia considerablemente alta”, afirmó Carulla. Según el profesor, los valores más altos se han encontrado en Antioquia y Ubaté (Cundinamarca) principales zonas lecheras del país.

En cuanto al manejo de la alimentación, los investigadores han encontrado que, al adicionarle a la dieta del animal subproductos locales ricos en ácidos grasos insaturados, como la llamada harina de arroz, se mejoran las concentraciones de ALC. Gracias a que con la harina de arroz se han logrado aumentar las concentraciones de ácido linoleico en la leche hasta en un 30 por ciento, la meta de la UN y el Ministerio de Agricultura es estimular la industria para comercializar productos ricos en ALC y entrar a competir en el mercado de los alimentos funcionales que tienen efectos sobre la salud. El proyecto está aliado con una empresa nacional de lácteos y busca crear un mercado que beneficie a los pequeños productores que aumenten los niveles del ácido graso en sus hatos lecheros. “Desde el punto de vista del

mercado externo, también habría oportunidades, ya que el país cuenta actualmente con un excedente de leche. Podría vislumbrarse la posibilidad de que el mercado internacional pague un valor diferencial sobre leches que contengan más de este compuesto. Así, seríamos competidores fuertes de países que trabajan con animales en pastoreo como Nueva Zelanda, Argentina, Chile y Uruguay”, agregó el especialista. El Decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN advierte que el camino para producir leche más nutritiva en el país está cada vez más definido. “Colombia tiene ventajas competitivas frente a otros países que no se han introducido en el potencial mercado internacional de la leche, producto que, con la adición de ALC, adquiriría un mayor valor agregado”, concluyó.


Salud

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Verdades a medias sobre medicamentos en la Emergencia Social Departamento de Farmacia Universidad Nacional de Colombia

Sobre los medicamentos hay muchas verdades a medias que se han utilizado para favorecer a terceros, en un Gobierno que parece haber renunciado a su papel de poder público, para convertirse en árbitro de diferentes intereses comerciales. Para empezar, es cierto que el costo de los medicamentos no POS ha crecido enormemente en los últimos años. Pero no es tan real que ese crecimiento haya sido abrupto, impredecible o sobreviviente como para justificar la declaratoria de emergencia. Basta ver los porcentajes de crecimiento, año por año, del valor de los recobros al Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), en donde los últimos años no son los más “disparados” (ver gráfico). Realmente, los “años maravillosos” en los que los recobros crecieron entre 6 y 10 veces más en un solo año fueron 2003 y 2004. Pero a lo que realmente asistimos, y esta es la verdad a medias más protuberante de la emergencia, es a un carrusel de corrupción en el que captan mucho dinero los intermediarios institucionales (las EPS y las IPS) y las industrias comercializadoras de medicamentos monopólicos de alto costo, poco dinero algunos médicos debidamente seleccionados y todos los ciudadanos contribuimos a pagar la cuenta. Al parecer nadie cometió delito alguno. Digamos que asistimos a un carrusel de enriquecimiento lícito, gracias a una actitud permisiva y complaciente del regulador, que no actuó en defensa del interés público y que cuando la crisis estalló, asumió el papel de mediador, de amigable componedor, de intermediario. Cualquier cosa, menos autoridad.

El porqué del mucho Captaron mucho dinero los intermediarios del mercado institucional porque, como lo hizo público El Tiempo (11/03/2010), a partir de un estudio presentado por la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro) y que fue utilizado por el Gobierno como uno de los motivos de la declaración de la Emergencia Social, se registraron recobros por el doble, el triple y más del valor de venta del laboratorio. Dinero legal, o al menos no ilegal, en la medida en que el Gobierno había

1400,00% 1200,00% 1000,00% 800,00% 600,00% 400,00% 200,00% RECOBROS

0,00%

TUTELAS TOTAL

-200,00% 2000-2001 2001-2002

2002-2003

2003-2004

2004-2005

2005-2006

2006-2007

2007-2008

2008-2009

Fuente: Fosyga

determinado una libertad de precios, tanto para productores como para comercializadores, siguiendo la convicción de los productores de que “el mercado” era capaz de mantener el control. Captaron mucho dinero los afiliados a Afidro, a través de dos mecanismos que han tenido menos publicidad: 1) En el marco de una libertad de precios, subieron los suyos a niveles muy superiores comparados con los de la región, gracias a la concesión heredada de la negociación del Tratado de Libre Comercio, y al legado académico del estudio de Fedesarrollo–Fundación Santa Fe (financiado por la Corporación Andina de Fomento y ordenado por el Ministerio de Comercio, para contrarrestar los estudios presentados por la OMS, la OPS y la Fundación Ifarma–Misión Salud) y del estudio de Econometría (financiado directamente por la industria). 2) Mediante el apoyo a médicos, a grupos médicos y a asociaciones científicas, se promovió el uso creciente de medicamentos de alto costo y alta rentabilidad, llegando incluso a prácticas contrarias a la ética como el pago directo por receta de ciertos productos, o por la inclusión de pacientes en protocolos de investigación clínica de dudosa pertinencia clínica pero de alto interés promocional. Esto se complementó con oficinas de apoyo legal para tutelas, y con el financiamiento de grupos de pacientes que reclamaron la superioridad de los medicamentos originales sobre los genéricos, y solicitaron la inclusión en el POS de medicamentos de cuestionable utilidad farmacológica. Como resultado de esa combinación de “todos ganamos”, tenemos productos que sin ventajas reales sobre productos antiguos

fueron objeto de un “uso masivo” con costos enormes para el sistema. Es el caso del Esomeprazol, un antiulceroso que no es mejor que el Omeprazol, pero que vale muchísimo más y gusta muchísimo más a los médicos y a los pacientes.

Los medicamentos más caros del mundo Con respecto a los precios, es verdad que los medicamentos en Colombia están entre los más caros del mundo, incluso superan a los de Estados Unidos, Inglaterra o Alemania. Así lo reveló un estudio realizado por Health Action International (HAI) en 93 países sobre el precio de Cipro®, producto de Bayer. Un análisis realizado por el diario El Tiempo (24/02/2010) mostró que en el país los medicamentos de mayor peso en los recobros al Fosyga cuestan entre 10% y 70% más que en países vecinos. En el caso de Kaletra, medicamento esencial en el tratamiento para el VIH, el Gobierno informó que se ha logrado un ahorro de USD$11 millones, gracias a la emergencia. La verdad es que este ahorro es el resultado de la solicitud de licencia obligatoria sobre la patente del producto presentada hace dos años por organizaciones de la Sociedad Civil, y que presionó una reducción en el precio, que no fue acatada por Abbott, el laboratorio fabricante. Recientemente, el Cardenal Pedro Rubiano señaló que las patentes y la protección de datos facilitan los monopolios que se traducen en precios altos, y sugirió al Gobierno utilizar las licencias obligatorias, las importaciones paralelas y suprimir la protección de datos de prueba para bajar los gastos, en lugar de recurrir a los ahorros de las familias.

Lo que también es verdad, y que no ha dicho el Gobierno, es que no se necesitaba en absoluto de una emergencia para corregir semejante comportamiento irresponsable. Con una circular de la Comisión Nacional de Política de Precios de Medicamentos, se habría podido corregir el daño causado por el régimen de libertad introducido con otra circular, la número 04 del 2006. No habría sido necesario recurrir a medidas, de todas maneras saludables pero inadecuadas e incompletas, como las multas a los márgenes excesivos, el control de precios a productos monopólicos y el régimen de sanciones. Resulta molesto observar la manera en la que el Gobierno carga la responsabilidad a los actores más débiles, los médicos, en la medida en que por su perfil individualista no se agrupan con facilidad (la Emergencia parece haber logrado una cohesión médica muy inusual) y los pacientes quienes serán encarcelados si “venden” un medicamento suministrado por el sistema, y deberán contribuir a pagar la cuenta con su patrimonio. La declaración de emergencia difícilmente soportará el examen de constitucionalidad. De otro lado, para modificar la actual política de precios, habría bastado una circular de la Comisión de Precios, no una emergencia; de igual manera, conceder licencias obligatorias solo requiere la decisión política. Para frenar la corrupción apenas se necesita independencia y compromiso. Bajo el análisis que permite este contexto, con emergencia o sin emergencia el Sector Salud exige una reforma profunda, que incluye la revisión de la política de precios y de la protección a la propiedad intelectual. En el año 2009, el senador Jorge Ballesteros presentó un proyecto de ley (128 de 2009, senado) que se ocupa de estos temas con propuestas que merecen un análisis serio. Incluye la abolición de las patentes y de la protección de los datos con exclusividad; prohíbe el uso de marcas de fantasía para los medicamentos, que solamente tienen por objeto diferenciar los productos y subir los costos; restringe la publicidad farmacéutica especialmente en medios masivos de comunicación, y limita las relaciones entre la industria y los médicos. Finalmente, propone un mecanismo de gastos compartidos entre aseguradores y el Fosyga, con el objetivo de eliminar los incentivos perversos al sobreuso de medicamentos de alto costo y alta rentabilidad.

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José Julián López Gutiérrez Francisco Rossi,

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Con los decretos de Emergencia Social, el país asiste a un carrusel de corrupción en el que captan mucho dinero las EPS, las IPS y las industrias comercializadoras de medicamentos monopólicos de alto costo, poco dinero algunos médicos y la cuenta la pagan los ciudadanos.


10 Salud Unimedios

Las muertes constituyen un factor trascendental en el contexto social, no solo por el dolor que causan, sino por el impacto que pueden tener en el desarrollo de un país. La longevidad se convierte así en un aspecto determinante que permite diagnosticar las condiciones de bienestar en que vive la población y el atraso de la nación entera. Mientras en algunos países la gente suele morir anciana (después de los 65 años), en otros no se alcanza a cruzar esta frontera de la vejez. Colombia no escapa de una mala calificación en su expectativa de vida. Según los resultados de un estudio del profesor Javier Eslava Schmalbach, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, los colombianos viven en promedio 10 años menos que los japoneses, quienes tienen una esperanza de vida de 84 años. Los datos no serían alarmantes si se consideran las diferencias de desarrollo entre los dos países; sin embargo, la preocupación surge al percatarse de que en Colombia, dependiendo de la región, el departamento que se habite y el periodo que se elija, la esperanza de vida de los habitantes presenta diferencias hasta de 20 años con respecto a la de Japón. Según el investigador Eslava, los datos del estudio se basan en un subregistro detectado en el Censo del 2005, en el cual el número de muertos reportados por el DANE no coincidió con las cifras de mortalidad obtenidas a partir de los certificados de defunción. Al comparar la expectativa de vida de los colombianos con la de los chilenos, quienes registran la mayor longevidad en Sudamérica y su esperanza de vida se iguala a la de los norteamericanos, se observa una distancia de aproximadamente 7 años.

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Diversos hasta en la esperanza de vivir Aunque la media de años de vida de los habitantes en el país ha tenido leves mejorías, durante la última década las brechas por regiones son inmensas. “Es como si japoneses (que viven más de 80 años) y marroquíes (africanos que no sobrepasan la expectativa de los 63) habitaran un mismo territorio. En el 2006 se evidenció que en zonas como Chocó pocos individuos alcanzaban a superar los 62 años, mientras en Atlántico y Bogotá la expectativa de la mayoría oscilaba entre 11 y 13 años más. El análisis halló que las zonas que registran mayor longevidad son Bogotá, San Andrés y Santander. Los departamentos de menor supervivencia en su población son Amazonía, Caquetá, Casanare y Chocó, este último con los peores resultados. El profesor Eslava señala que los estudios sobre longevidad son una forma de medir el grado de desarrollo de un país. “En naciones avanzadas las personas viven más porque tienen cómo prevenir la mortalidad temprana evitable, e invierten más recursos en ello”, dijo el director de la investigación. Agregó que en países como Colombia, y en particular en departamentos como Chocó, con condiciones pobres de desarrollo, las personas mueren por infecciones que podrían tratarse con

Colombianos

viven veinte años menos que japoneses

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

Magda Páez Torres,

Según un estudio de la Universidad de Harvard, una

persona con mayor nivel educativo tiene más esperanza de vida.

La inequidad en salud que sufren los habitantes de algunos departamentos del país afecta su expectativa de vida. Chocó y La Guajira son los más vulnerables. antibióticos, por ausencia de diagnósticos oportunos y por la falta de promoción de estilos de vida saludables. Evidentemente, este es un problema ligado a la inequidad en el acceso y la calidad de la atención en salud. “Si el Sistema Nacional de Salud tuviera cobertura en todos los departamentos, uno esperaría que la expectativa de vida fuera similar en cualquier lugar del territorio nacional. Veinte años de diferencia con Japón en la posibilidad de vida de los habitantes es un dato que debe llamar la atención”, afirmó Eslava. Los hallazgos también muestran que los hombres viven menos. Las estimaciones para el 2006 revelaron que, mientras una mujer en el Chocó podía alcanzar los 66,2 años de edad, un hombre llegaba solo hasta los 58.

Un problema de mal nutrición En un estudio previo realizado en varios departamentos del país, el profesor Eslava había advertido sobre la relación que existe entre inequidad en salud y menor expectativa de vida. A esta conclusión llegó luego de medir variables en la población como bajo peso y mortalidad en menores de cinco años,

y mortalidad de niños y adultos por malaria, que en 1998 tuvo valores de hasta 60 por 100 habitantes para niños, y 24 por 100 mil habitantes para la población general del Chocó. También se analizó el número de partos atendidos por personal especializado, con cifras de 47% para Vaupés, en el 2004. El estado de desnutrición, equivalente al bajo peso en menores de 5 años, es uno de los aspectos más críticos evidenciados por el estudio. En 1998, el departamento con peores resultados fue Córdoba, con un alarmante 11,9% de desnutrición. Entre el 2000 y el 2005, este porcentaje aumentó de manera extrema a un 15% en La Guajira. El valor mínimo de desnutrición para todo el país fue cercano al 2%, lo que evidencia la diferencia de las cifras en un mismo territorio. Además de los departamentos se evaluaron tres de las principales ciudades del país: Bucaramanga, Bogotá y Medellín. Esta última fue la de peor comportamiento, con un 0,16 PI (π) (en este caso 1 π equivale al total de inequidad), mientras que Bogotá y Bucaramanga tuvieron un 0,14 PI (π). Ahí vuelve a coincidir la desigualdad con la baja expectativa de vida, pues Antioquia es una de las zonas donde se vive menos.

Estas cifras son directamente proporcionales al progreso de un país, ya que si el 48 por ciento de sus habitantes, que equivale a la población productiva, deja de aportar económicamente 10 años, el proceso de desarrollo se verá afectado. En Colombia se estima que hay 18 millones de ocupados. Una persona produciría el equivalente a 60 millones de pesos en 10 años. Por tanto, la productividad perdida en la población de ocupados, por vivir 10 años menos, podría equivaler a 1.080 billones de pesos, lo que equivaldría a sostener el sistema de salud por 40 años, teniendo en cuenta la inversión actual anual, estimada en 27 billones de pesos. Sin embargo, más allá de las cuentas económicas, hay un alto costo social que se está pagando, especialmente por problemas de salud pública en los que pesan factores como la falta de agua potable en zonas como Chocó, la pobreza y la dificultad de acceso y atención de calidad en caso de enfermedades. Más allá del deseo de morir de viejo, el tema de la expectativa de vida manifiesta las condiciones de un país en el que las desigualdades se ven representadas hasta en la oportunidad de vivir más o menos tiempo.


Salud

Sorpresa genética En el análisis, los investigadores determinaron que no había relación entre las variantes de los genes estudiados y la predisposición al consumo problemático de alcohol. Sin embargo, se llevaron una sorpresa: el total de la población estudiada, tanto alcohólicos como aquellos que no tenían problemas con el licor, presentó solamente el alelo 1 del gen ALDH2. La población no registra el alelo 2, la variante reportada como protectora.

Los genes del alcoholismo

La ONU estima que cerca del 40% de la población mundial consume alcohol en forma ocasional, abusiva

tiva. Porcentaje 15 veces mayor que el de todas las sustancias ilegales juntas.

o adic-

Los colombianos estarían más expuestos a generar adicción por el alcohol. Una variante en los genes podría ser la responsable de esta característica, según un estudio genético realizado por científicos de la Universidad Nacional de Colombia y el Centro de Investigación sobre Alcohol de la Universidad de Indiana, E.U.

Dicho gen se expresa con náuseas, mareo, calor excesivo y enrojecimiento, lo que popularmente se conoce como “resaca”. Esta manifestación del cuerpo conlleva a que la persona rechace el trago o evite consumirlo a menudo. El 40% de la población asiática tiene el gen ALDH2 (alelo 2), por eso, explican los genetistas, su cuerpo es más lento para metabolizar el alcohol, lo que hace que acumulen acetaldehído (un compuesto altamente tóxico para el organismo), que aparece luego del consumo de alcohol. Ello les ocasiona el síndrome acetaldehído, por lo que presentan enrojecimiento facial, moderado dolor de cabeza, náuseas, vómito, inconsciencia y hasta convulsiones, síntomas que finalmente llevan a una aversión al alcohol. En la población colombiana analizada en el estudio, el no encontrar el alelo protector ALDH2*2 lanzó una primera conclusión: dichos individuos estarían en mayor riesgo de engancharse en una adicción al alcohol, porque lo toleran en grandes cantidades. “El problema es que eso los conlleva a tomar más y más”, explicó Claudia Méndez, integrante del grupo y autora de la tesis de Maestría en Genética Humana que originó este proyecto. Las preguntas que ahora intenta resolver el grupo de investigación son: ¿por qué, si se encontró que la población colombiana no porta el alelo 2 del gen ALDH2, muchos colombianos no toleran el licor, y otros, aun sintiendo la popular

“resaca”, que en los chinos genera aversión al trago, siguen tomando? “Por ahora hemos mirado el metabolismo del alcohol, ahora queremos caracterizar alelos de receptores cerebrales a los que el licor se une directamente. Estos cambios podrían estar alterando las vías de recompensa y gratificación, que son las que producen placer cuando hacemos algo que nos gusta. Su modificación podría predisponer con mayor facilidad al consumo de alcohol en unas personas más que en otras”, concluye Mauricio Rey, coinvestigador y docente de la Maestría en Genética Humana de la UN.

A toda máquina para no emborracharse Cuando uno ingiere alcohol (etanol), que de por sí es carcinogénico, el cuerpo lo absorbe y lo lleva al estómago. Ahí aparece la primera enzima, denominada Alcohol Deshidrogenasa ADH, que metaboliza solo una pequeña parte (entre 5% y 10%) del alcohol que tomamos, y deja un residuo muy tóxico para el hígado, llamado Acetaldehído, que en exceso produce los signos de intoxicación que conocemos como “guayabo”. Una vez pasa al hígado, que metaboliza el otro 90%, el alcohol se enfrenta a la enzima Aldehído Deshidrogenasa ALDH, “Cuando el consumo se realiza en altas cantidades y de manera frecuente, aparece una tercera enzima, la Citocromo (CYP2E1), que se activa en el

cuerpo para tratar de transformar el alcohol mucho más rápido, pero produce radicales libres, un residuo tan letal como el Acetaldehído”, afirma Méndez. Si el cuerpo es sometido constantemente al consumo de alcohol, aparece en el panorama del metabolismo una variante de la enzima Aldehído Deshidrogenasa ALDH2, que tiene la capacidad de actuar rápidamente sobre el Acetaldehído para convertirlo en Acetato. El acetato puede llegar a ser carcinogénico, pero es menos tóxico y puede ser involucrado en otros ciclos fisiológicos para sacarlo más rápido del cuerpo por otras vías metabólicas (como la orina).

El alcohol no es un juego Dentro de los países no desarrollados, Latinoamérica y el Caribe ocupan el primer puesto en consumo per cápita de alcohol, a lo que se le adjudica alrededor de 300 mil muertes anuales, de las cuales tres cuartas partes son de hombres, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2005). Adicionalmente, un estudio realizado por el programa presidencial Rumbos, en siete de las más grandes capitales del país, reveló que en Colombia 1 de cada 4 adolescentes ya se encuentra en problemas relacionados con el consumo de alcohol. De hecho, vergonzosamente se perfiló como el país latinoamericano en el que se inicia el consumo a más temprana edad: 10 años.

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¿Qué sería de la Feria de Cali sin aguardiente, del Carnaval de Barranquilla sin ron, o del Festival Vallenato Francisco El Hombre en La Guajira sin un buen whisky?, para un guajiro que no se pierde esta última celebración, sería el caos, “pues faltaría el ingrediente secreto de la gozadera”. Más allá de cualquier apreciación sobre el tema, lo cierto es que, a punta de festejos y otras excusas más, el pueblo colombiano se acostumbró al trago, tanto así que ocupa el tercer puesto como consumidor de alcohol en América Latina, después de Chile y Brasil, con un gasto promedio de 500 mil pesos anuales por habitante. Pero, ¿de dónde surge esta “cultura” del trago que lleva a grupos de personas de varias zonas del país a tomar durante tres y hasta cuatro días seguidos, como si el alcohol no hiciera mella en su organismo? El grupo Genética de las Adicciones del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Colombia parece tener la respuesta, y aunque aún el tema es motivo de estudios más profundos, halló que, en la composición genética de la población colombiana, podría estar alguna clave del incesante “gustillo” por el alcohol. Resultados parciales de laboratorio señalan que la población colombiana no porta un gen reconocido mundialmente como protector contra el alcohol, encargado de inducir al organismo a reaccionar en su contra. A este diagnóstico llegó el grupo luego de evaluar a 291 personas, 141 con problemas de alcohol y las 150 restantes, sin esta condición, como grupo control. De la primera categoría, 65 asistían a fundaciones de desintoxicación en Bogotá, los otros 76 fueron incluidos debido al puntaje que obtuvieron en el cuestionario Audit (Alcohol Use Disorders Identification Test) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que los clasificó como consumidores en riesgo. A los 291 participantes les fue tomada una muestra de sangre para analizar la forma de los alelos de cuatro genes que intervienen en el proceso de eliminación del alcohol, bien sea por la orina, la sudoración o la respiración, entre otros procesos fisiológicos. Estos son: Alcohol Deshidrogenasa 2 (ADH2), Alcohol Deshidrogenasa 3 (ADH3), Aldehído Deshidrogenasa 2 (ALDH2) y la Citocromo p4502E1 (CYP2E1). El objetivo era analizar la asociación de estos con la propensión al alcoholismo. Pero, ¿qué son los alelos? En las poblaciones del mundo, los genes tienen diferentes formas que se llaman alelos, responsables de los rasgos heredados. Por ejemplo, el color de los ojos. Cada ser humano tiene dos alelos por cada gen, uno heredado de su madre y el otro de su padre.

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Unimedios

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

Patricia Barrera Silva,

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12 Ciencia Unimedios

Si usted es de aquellas personas que le prestan poca atención a alergias que, sin razón aparente, brotan de vez en cuando en su cuerpo porque cree que se deben a algún alimento que su organismo no asimiló, o quizá trata de ignorar la inflamación de sus músculos porque podrá atenuarla con reposo, es mejor que considere poner el cuidado de su salud en manos de un experto. El lupus, la esclerodermia y la dermatomitosis no dan espera y, mientras más rápido se diagnostiquen, menores serán sus consecuencias, pues ninguna de estas patologías tiene cura. En Colombia, aproximadamente 220.000 personas, principalmente mujeres, padecen de lupus, enfermedad que afecta el tejido conectivo que sirve de sostén y unión de otros tejidos y órganos. Se caracteriza por la inflamación y el salpullido –con forma de mariposa– que aparece sobre todo en la piel del rostro, pero puede llegar a afectar el corazón, los pulmones, los riñones y el sistema nervioso. La dermatomitosis es una infección contagiosa que presenta síntomas como alergia e inflamación de los músculos. Comúnmente la padecen menores entre los cinco y los quince años, lo cual se conoce como dermatomitosis juvenil. Se cree que se debe a una infección viral de los músculos o a un problema con el sistema inmune. Por otra parte, la acumulación de colágeno (proteína natural) produce la esclerodermia, que conlleva a la rigidez e inflamación de los dedos y las articulaciones. También afecta la piel, los músculos y órganos internos. Este problema suele presentarse más a menudo en las mujeres en edades comprendidas entre los 30 y 50 años. Según el demartólogo Felipe Jaramillo Ayerbe, “se trata de enfermedades vasculares del tejido conectivo, autoinmunes y reumatológicas, que afectan los vasos sanguíneos a nivel de los pliegues ungüeales (de las uñas). Aunque no son muy comunes, son crónicas y difíciles de detectar, por lo que el paciente debe ser auscultado constantemente”.

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La capilaroscopía Una de las técnicas empleadas para el estudio de estas enfermedades es la capilaroscopía del tejido conectivo, que permite observar la relación entre la inflamación conjuntiva (de las membranas) y la presencia de nudos en los capilares, gracias al aumento óptico de lentes (dermatoscopio). Fue descubierta hace unos 200 años por un físico italiano, y desde entonces varios investigadores le apostaron a su perfeccionamiento, pero solo hasta 1973 tomó fuerza gracias a que apareció en publicaciones científicas. Para Juan Carlos Riaño Rojas, docente e investigador del Grupo de Desarrollo de Nuevos Materiales de la UN en Manizales, “pocas técnicas diagnósticas combinan las características de la capilaroscopía: no es invasiva –el examen no genera dolor en el paciente–, tiene alta sensibilidad, óptima especificidad, es de bajo costo y le permite al especialista interpretar fácilmente los resultados”. Por eso, Riaño y su grupo de investigadores, entre los que se encuentran Flavio Prieto y Édgar Sán-

Software para identificar enfermedades graves en la piel

Fotos Andrés Almeida/Unimedios

Ángela María Betancurt Jaramillo,

Lupus, esclerodermia o dermatomitosis, entre otras enfermedades de la piel, podrán diagnosticarse en

tan solo seis minutos usando imágenes capilaroscópicas, una técnica rigurosa y no invasiva desarrollada por expertos de Manizales.

chez, le dieron hoy un nuevo matiz a la técnica: desarrollaron un software que caracteriza y clasifica imágenes digitales de capilares en normales y anormales, de forma rápida y sencilla, detectando en minutos la enfermedad que afecta al paciente. Esta innovación la realizaron con el apoyo de médicos especialistas de la Universidad de Caldas, dirigidos por el dermatólogo Jaramillo Ayerbe.

Clic, clic, clic El primer paso de la investigación fue la toma de muestras, que consistió en la fotografía de los dedos de más de 200 personas de la capital caldense, algunas con los padecimientos de interés en el estudio (lupus, esclerodermia y dermatomitosis). Posterior a ello, se desarrolló el protocolo de adquisición de imágenes, que consta de una etapa de preprocesamiento (en la que se realzan los capilares sanguíneos a través de técnicas de color) y otra de segmentación (en la que se recorta la imagen y solo queda el área que interesa analizar). La idea es medir, en cada segmento capilar, las características que propor-

cionan información para clasificar anomalías: ancho, alto, perímetros, áreas, curvaturas y tortuosidad (cambios abruptos en el borde del capilar), entre otros. “Una vez la imagen está en blanco y negro, el programa empieza a determinar sus características (aproximadamente 106), que son las que le permiten al especialista diferenciar patrones clínicos: la cantidad de zonas blancas que tiene la imagen, las más amplias, las curvadas o avasculares (dónde debería haber un capilar y no está), etc. Con estos datos, el dermatólogo puede determinar el tipo de enfermedad que tiene el paciente”, asegura el profesor Riaño. Para agilizar la entrega del resultado, el software permite emplear la técnica de reducción de dimensionalidad de características a través de la optimización por búsqueda en líneas, con la cual se obtienen las características más relevantes de cada patología.

Con un solo dedo Para practicar este examen, se emplea un microscopio al que se le adapta una cámara fotográfica de alta resolución, que toma las imá-

genes de la parte superior de la cutícula (zona periugüeal) de los dedos anular y corazón del paciente. Para un mejor diagnóstico, es recomendable no haber cortado la cutícula por lo menos 15 días antes del análisis, con el fin de no maltratar el área y evitar que se contraigan o se oculten los capilares, o que se produzcan hemorragias que alteren los resultados. El siguiente paso que debe dar el dermatólogo es descargar las fotos en el computador, oprimir un botón para que el programa empiece a procesar el respectivo análisis y, en un tiempo récord de 6 minutos, obtener los resultados que evidencian la enfermedad que tiene el porcentaje más alto. Las imágenes capilaroscópicas se convierten así en un método diagnóstico eficaz. Y aunque el proyecto se encuentra en su última fase, los investigadores siguen alimentando la base de datos del software, pues para comercializar un programa en el área de la medicina es necesario tener un número alto de pacientes estudiados. Basados en esta plataforma, proyectan el diseño de una herramienta tecnológica que ayude a identificar el cáncer de piel.


Ciencia

Producto sostenible Rubén Darío Godoy, investigador del Departamento de Ingeniería Química, se embarcó con el profesor Montenegro en la empresa de abrirle paso al biocombustible de microalgas. El camino lo ve expedito debido a los cambios que se están dando en el mercado. “A partir del 2015, la Comunidad Económica Europea restringirá el uso de biocombustibles que contengan aceite de palma y no provengan de sembrados sostenibles. Hoy en muchas regiones del mundo se talan miles de hectáreas de bosques para darle cabida a esta planta tropical”, explica Godoy. El ingeniero afirma que la ventaja de las microalgas es que no requieren de grandes extensiones de tierra, como sí ocurre con la palma de aceite. Por tanto, no compite con los terrenos cultivables o con las reservas naturales, disminuidas o sacrificadas por tal siembra. Una hectárea cultivada con algas produce la misma cantidad de aceite que 10 hectáreas de palma, explica el profesor Montenegro. Además, según se comprobó en los estanques experimentales de la estación La Terraza, en las afueras de Villavicencio (Meta), las algas tienen una productividad mayor por su rápido crecimiento. Mientras un árbol de palma produce aceite a los cinco años de haber sido sembrado, los cultivos de microalgas se renuevan cada semana, lo que permite tener una producción permanente. Esto ocurre por su eficiente fotosíntesis, en la que se alimentan de luz solar y utilizan dicha energía para crecer aceleradamente. “En Colombia, Ecuador y Venezuela hay condiciones perfectas para cultivar algas: existe luz durante 12 horas al día, lo que no ocurre en las naciones europeas. El clima es estable y, además, hay agua en abundancia, tanto dulce

Microalgas,

otra opción para producir

biocombustible

Colombia podría convertir las microalgas en un renglón importante de la economía. Un estudio científico de la UN halló, en cuatro tipos de estos organismos acuáticos, compuestos químicos y cualidades en su crecimiento que favorecerían la producción de biocombustibles a bajo precio.

ocuparse por generar energías alternativas. Países como España y Estados Unidos ya fijan sus ojos en nuestro país. Aquí hay personas interesaCO das en participar en la iniciaLa energía solar es indispensable tiva. Falta un impulso desde para hacer crecer las algas. el nivel estatal”. CO O Según datos del Programa Nacional de Biodiésel, del Tubo que suministra oxígeno La cercanía de industrias y cantidades de CO 100% de la energía que se productoras de CO beneficia a los fotobiorreactores. consume en Colombia, solo el 23,8% es renovable. La estructura energética del país se compone así: 47,61%, peDisco dentado que agita el agua para evitar tróleo; 23,71%, gas natural; la sedimentación de las microalgas. Microalgas 13,09%, energía hidroeléctrica; 8,60%, bagazo y leña, y 4,89%, carbón. Estanque productor de microalgas (fotobiorreactor) En el mundo, la producción de aceites con potencial Se agrega una solución que ayude a precipitar energético se concentra en la las algas en el fondo, puede ser sulfato de aluminio. palma con 28%. Le sigue la soya, 24%; semillas de colza, 12%; semillas de girasol, 7%; Las algas se retiran, se secan y comienza sebos y grasas, 6%; algodón el proceso de extracción de aceites con ayuda Algas viables para biocombustibles: de solventes especiales. y maní cada uno con 3%, y Chlorella y Botryococcus (agua dulce) El material queda listo para producir biodiésel. Isochrysis y Nanochloropsis (agua salada). otros productos, 17%. Es en esos productos en los que las microalgas tienen Infografía Unimedios espacio. De hecho, naciones como Japón llevan la delancomo salada. Los Llanos Orienta- cen las microalgas. tera. “En nuestro país el mercado les y el mar Caribe, particularmenSe sabe que las cuatro espe- está asegurado debido a que tote La Guajira, son sitios en los que cies analizadas son capaces de dos los combustibles diésel deben hay potencial”, sostiene el biólogo producir grandes cantidades de mezclarse con 5% de biocombustiexperto en algas. aceite, ahora la meta es escalar ble. A mediano plazo el porcentaje Como si fuera poco, además el proyecto. Es ahí donde juega subirá a 10% y hasta 20%”, explica de ayudar a producir biocombus- un papel fundamental el profesor Godoy. tible sostenible, las algas reciclan Rubén Darío Godoy. El reto es hacer que el bioel CO2 del ambiente de forma muy El ingeniero químico expli- combustible de microalgas se eficiente y lo transforman en oxí- ca que el método para obtener el acerque a la rentabilidad del aceigeno, tanto así que los cultivos de aceite es relativamente fácil. “Para te de palma. Es necesario invertir estos curiosos cuerpos acuáticos el proceso de extracción se nece- dinero para mejorar la técnica de se desarrollan mejor si tienen cer- sita un solvente que permita des- producción en fotobiorreactores. ca fábricas que produzcan dióxido prender los lípidos de las algas. Lo Colombia cultiva algas desde hace de carbono constante. ideal, y ese es el siguiente paso, es algún tiempo, pero para alimentar encontrar esta sustancia para que camarones. “Las algas pueden converpueda ser parte del biocombustiEl reto ble, esto con el fin de que salga, de tirse en un renglón económico Los investigadores Montene- una vez, un producto terminado, muy importante para el país y no solo como biocombustible”, dice gro y Godoy, junto al estudiante sin más procesos” (ver infografía). Godoy enfatiza en que la difi- convencido el profesor Montede maestría Luis Miguel Serrano, tienen determinadas las condicio- cultad es la consecución de recur- negro. Todo está dado: luz y agua nes aptas para el desarrollo de las sos para avanzar en el proyecto. en abundancia, una temperatura algas. En el momento evalúan la “No contamos con apoyo de los idónea y el conocimiento base calidad de los aceites que produ- entes nacionales que deben pre- para empezar. Producción de algas

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Las algas son únicas en el mundo viviente. No están clasificadas como plantas, a pesar de que formen tupidas y verdosas selvas acuáticas. Son extremadamente simples a nivel celular, pero hoy son uno de los organismos más promisorios para la compleja vida del ser humano. Según los expertos, a mediano plazo podrían, literalmente, ayudar a mover a Colombia, pues son ricas en lípidos, base de los compuestos aceitosos que son la materia prima para producir biocombustibles. Por eso se perfilan como oportunidad rentable para elaborar biodiésel. En el Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia, el profesor Luis Carlos Montenegro lleva años sumergiéndose en los encantos de las microalgas. No es para menos, ya que este ser vivo se estudia por su rico contenido en aceites omega –apreciados en la alimentación–, por ser útiles para fármacos y por su gran capacidad de consumir dióxido de carbono (CO2). En su propósito de hallar algas colombianas capaces de producir biocombustibles, los investigadores se concentraron desde hace dos años en las microalgas de los géneros Chlorella y Botryococcus para agua dulce, y Nanochloropsis e Isochrysis para agua salada.

Estas son las especies de algas que ensayan los científicos de la UN como oportunidad rentable para obtener biodiésel.

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Unimedios

Archivo particular

Carlos Andrey Patiño Guzmán,

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14 Medioambiente

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cional para las energías alternativas, teniendo en cuenta que la hidroenergía también es limpia y más económica de producir?

En el caso de Colombia, se estima que las emisiones de CO2 que causa un kilovatio/hora están alrededor de 0,3 y 0,6 kilogramos. Lo anterior teniendo en cuenta que es un país “limpio” ya que su energía eléctrica se produce en más de un 60% gracias al agua (cifra que varía por algunos fenómenos como El Niño), lo que hace que las emisiones nacionales sean muy bajas, contrario a lo que ocurre en países como Estados Unidos que generan más del 60% de su energía con carbón mineral. Al no existir grandes cantidades de CO2 para reducir en el país, se disuelve la espuma de beneficios económicos por certificados que recibiría cualquier proyecto MDL. Así, queda abierta la discusión sobre si el territorio continental colombiano es lugar fértil o no para proponer proyectos de reducción de emisiones “como negocio” o, por el contrario, podría funcionar en la isla de San Andrés, cuya energía proviene de generadores diésel. Jepírachi costó 28 millones de dólares y, según Del Río Duque, se tenían grandes expectativas eco-

nómicas con los certificados, pero nunca se cumplieron. No obstante, el “sello verde” o imagen ambientalista que genera para una empresa contar con un proyecto de estos en su portafolio de servicios crea gran publicidad y credibilidad, aspectos atractivos ante clientes, proveedores e inversionistas internacionales.

¡Cuidado con los vientos de La Guajira! Aunque el departamento es abrazado por regímenes de corrientes que superan los diez metros por segundo (en Alemania, inclusive a alturas mayores, con dificultad se alcanzan los 8 m/s), los vientos de La Guajira arrastran consigo gran cantidad de arena que frecuentemente se convierte en tormentas. Según González, esto puede llegar a ser un verdadero dolor de cabeza para las empresas que operen parques eólicos en la zona. “Este régimen de viento tiende a parecerse a una ‘lija’, altamente perjudicial para los aerogeneradores que están hechos en fibra de vidrio y pueden terminar averiados constantemen-

100% 90% 80%

Menores

70% 60%

Cogeneración

50%

Carbón

40%

Gas

30%

Hidráulica

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Oct-09

Sep-09

Ago-09

Jul-09

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Este reporte anual de la UPME refleja cómo en enero del 2009 más del 80% de la energía que se producía en el país era hidráulica. Un año después, en

enero del 2010, disminuyó al 43% debido al fenómeno de El Niño.

te”, indicó el experto. “Si estas tormentas de arena no son previstas, aumentarían los costos de operación del proyecto”. Vale la pena recordar que los aerogeneradores, ensayados por lo regular en laboratorios de prueba en Dinamarca, están hechos para regímenes de vientos generalmente uniformes y no tan cambiantes como los que se presentan en el trópico.

Dos nuevos parques eólicos Según Luis Fernando Rico, gerente general de Isagén, esta compañía adelanta la fase inicial de estudios de un parque eólico que estaría ubicado muy cerca a Jepírachi, y cuya capacidad, en primera instancia, sería de 31,5 MW. Aun con un número mínimo de aerogeneradores (Jepírachi tiene 15), dicho parque requeriría una inversión aproximada de USD$ 60.000.000, lo que contribuiría con una reducción de emisión de gases de efecto invernadero cercana a 40.000 toneladas anuales equivalentes de CO2. En la isla de San Andrés, la empresa Sopesa proyecta instalar un sistema eólico con una capacidad de 7,5 MW. Ya se iniciaron los procesos de medición de los vientos y alrededor de cinco aerogeneradores serían ubicados en una longitud de un kilómetro durante los próximos tres años. Definitivamente la gran ganadora con este aparente auge de parques eólicos es la diversificación energética en Colombia. La experiencia ha demostrado, por ejemplo, que ante fenómenos como El Niño no es bueno depender en un porcentaje tan alto de una fuente inestable como la hidráulica que, sin ningún inconveniente, podría ser complementada con más energía proveniente de alternativas limpias como el viento.

Imaginechina

Seis años después de instalado el primer parque eólico en el país se vislumbran dos nuevos proyectos similares. Pero, ¿qué tan fértil es el territorio na-

May-09

Detrás de dichos certificados se estableció un “negocio” que comenzó con la propuesta brasilera, formulada en la reunión del Protocolo de Kioto, sobre cómo podrían participar los países del llamado “tercer mundo” en el proceso de reducción de emisiones de CO2. Así, a través de proyectos de sustitución de combustibles como carbón por gas natural (con menos emisiones en su proceso de combustión), o parques eólicos, entre otros, se gestiona el certificado que expide la junta ejecutiva del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de Naciones Unidas. Posteriormente, este “título” se comercializa con las empresas que han adquirido compromisos de reducción de emisiones en países desarrollados. Parece fácil pero no es así, pues el estímulo económico que se le reconoce a cada iniciativa depende del número de toneladas de CO2 que reduzca el país que tiene el proyecto de sustitución. ¿Y qué pasa si en ese país no hay mucho CO2 para reducir? ¿Le entra poca plata a la iniciativa?

¿vale la pena para Colombia?

Abr-09

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El comercio del CO2

Energía eólica

Mar-09

El boom de la energía producida a partir del viento nació en Europa a principios de los años 80 y actualmente, según la Asociación Mundial de Energía Eólica, países como Estados Unidos, Alemania, China y España tienen la mayor capacidad de producción energética a través de generadores eléctricos movidos por turbinas que acciona el viento (conocidos como aerogeneradores). En el panorama aparece también Dinamarca, país destacado como potencia ya que cerca del 20% de la energía total que produce es eólica. Jepírachi, en La Guajira, es el único parque eólico en Colombia, empezó a operar en abril del 2004 y a 2010 cuenta con una capacidad de generación eléctrica de 19,5 megavatios, que representan el 0,15% del potencial nacional. Según Walter Del Río Duque, coordinador de este parque que pertenece a las Empresas Públicas de Medellín (EPM), en septiembre del año pasado Jepírachi batió su propio récord de generación de energía, pues aumentó su productividad en un 30%, mientras en octubre la acrecentó en un 60%. “Esto coincidió con la disminución del nivel de los embalses de las centrales hidráulicas. Si, por ejemplo, en lugar de 15 máquinas el parque hubiese tenido 300, el país no hubiera recurrido con tanta urgencia a las fuentes térmicas”, indicó Del Río. El coordinador hizo especial énfasis en la necesidad nacional de crear una ley marco para incentivar a los agentes generadores de energías alternativas, como ya la tienen EE. UU., Alemania e incluso países de Centroamérica. Fabio González, catedrático del Departamento de Física de la Universidad Nacional, respalda esta posición: “El Estado debería pagar más alto el kilovatio/hora producido con el viento que el generado a partir de hidroeléctricas. Esto con el fin de hacer más rentables los parques eólicos, ya que el dinero que reciben estos proyectos por certificados de reducción de emisiones de CO2 no es suficiente para mitigar el impacto económico de una inversión tan grande”.

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Unimedios

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Luis Miguel Palacio,


Medioambiente

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Repoblación de animales marinos afecta especies nativas

En el Caribe colombiano se están sacando animales marinos de un sitio para repoblar otro donde hay escasez. Una investigación demuestra

que el traslado indiscriminado de especies foráneas, sin estudios previos, afecta seriamente la salud de las nativas y la conservación de su legado genético.

en Islas del Rosario?”. Es algo que inquieta a biólogos como Edna Márquez. En el caso del caracol pala, lo grave es que tanto en Islas del Rosario como en el sur del archipiélago las densidades han disminuido notablemente. En estos sitios hay más explotación comercial de los moluscos. Por el contrario, la población está más robustecida en la frontera norte del mar Caribe colombiano. Las diferencias físicas también son evidentes. Estudios morfométricos (forma y medida) sobre el pargo L. synagris evidencian variaciones entre grupos de La Guajira y Santa Marta. En caracol pala, utilizando morfometría geométrica (medida tridimensional), se hallaron disparidades en la conformación de la concha entre poblaciones de San Bernardo (Bolívar) y otras continentales y del archipiélago.

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

El ejemplo puede sonar extravagante, pero expone bien la situación: “Si se redujera la población raizal de San Andrés y se decidiera repoblar la isla con población antioqueña, ¿este archipiélago sería el mismo? La respuesta es no, sin importar que ambos pueblos sean colombianos”, dice la bióloga Edna Márquez, del Grupo de Biotecnología Animal de la UN en Medellín. Lo mismo sucede con las especies del mar Caribe colombiano. Así como los grupos humanos adquieren ciertas características luego de años y años de asentarse en un lugar, los animales adquieren particularidades genéticas que, según Márquez, poco se tienen en cuenta a la hora de planear la repoblación de especies en sitios donde han empezado a escasear. “Analizamos tres especies: la damisela Planes incipientes Si no se aplican los principios de ordenación de recursos genéticos, será imposible que bicolor (Stegastes parlos esfuerzos de producción y conservación de especies marinas puedan obtener buenos titus), el pargo (Pagrus Desde los años 70 resultados a largo plazo. pagrus) y el caracol en el país existen regupala (Strombus gigas laciones para la captuLinnaeus). Este último ra del caracol pala. Hay tiene un gran problema de con- nativos” sean mayores que los de en el sur existe una reserva gené- épocas de vedas oficiales para reservación porque las densidades la especie local, lo que conllevaría tica que se extiende por Albur- cuperar las poblaciones. Sin emdisminuyeron considerablemente a una dura competencia por la ali- querque, Cayo Bolívar y probable- bargo, la ley permite capturar peces en el archipiélago de San Andrés, mentación y el territorio. mente la isla de San Andrés; otra, o caracoles por debajo del tamaño Providencia y Santa Catalina, así Otro efecto devastador podría muy sólida y distinta, se halla en adulto, con la creencia de que ya alcomo en la región del Caribe con- ser la llegada de enfermedades Providencia, Quitasueño, Ronca- canzaron la madurez sexual. “Que tinental. Por eso, las poblaciones infecciosas o parasitarias. En el dor y Serrana, y una más está cerca la norma lo permita es un contraestán más expuestas a la endo- caracol pala, el parásito Coccidio de Jamaica, en los cayos de Bajo sentido”, dice Márquez. gamia y a la pérdida de variación apicomplexa se ha relacionado Alicia, Bajo Nuevo y Serranilla. Los biólogos de la UN encongenética”, dice la bióloga. “Es necesario aclarar que cada traron que el tamaño de los animacon la baja reproducción. Si un orEn la investigación se estudia- ganismo como este se extendiera reserva tiene varias poblaciones les no siempre es sinónimo de que ron las similitudes genéticas entre entre las poblaciones, las afectaría distantes entre sí. En esos casos, puedan reproducirse. “La ausencia comunidades localizadas en dinotablemente, pues la mayoría no se pueden relocalizar especies de- de adultos que dejen sus gametos versos puntos de la geografía mabido a que sus características son acaba con la fuente de diversidad está lista para combatirlo. rítima. El caso del caracol pala es “Se podría asimilar con lo que muy similares. Pero traer un ca- que sostiene la comunidad. La pescrítico, ya que, para mejorar las le pasó a los indígenas de América. racol del stock genético ubicado ca ilegal es un asunto que se sale densidades en los bancos, se tomó cerca de Jamaica y mezclarlo con la medida de relocalizar pobla- Sus cuerpos no estaban prepara- el de la isla de San Andrés no es de las manos de los organismos de control”, enfatiza la bióloga. ciones. Según la científica, estas dos para contrarrestar las enfer- conveniente”. Es por eso que la Corporamedades que trajeron los eurodisposiciones traen más perjuicios Sucede igual con las reservas ción Autónoma Regional de San peos. Por eso millones de nativos que beneficios, pues se desconode peces y caracoles del litoral Andrés (Coralina), la Secretaría de cen los patrones de su variación murieron”, expone la científica. Caribe. La de los moluscos en los Agricultura y Pesca Departamental genética. alrededores de las Islas del RoConexiones genéticas Por ejemplo, se corre el riesgo sario, en Cartagena, se relaciona y el Instituto de Investigaciones de ‘contaminar’ las reservas de camás con una existente en el sur Marinas y Costeras (Invemar) deEl estudio halló que, contrario del archipiélago de San Andrés, cidieron hacer repoblación de peda región marina por la introducción indeseada e incontrolada de a lo que se pensaba, el pez pargo y en cambio, no tiene nada que ver ces trasladando individuos de un genes a una población. Esto puede el caracol pala no tienen una po- con la que hay en el archipiélago sitio a otro, al ver que las vedas no alterar los ecosistemas y, en algu- blación homogénea en zonas que de San Bernardo, ubicado en el cumplen el objetivo. Ahora, datos como los de la nos casos, contribuir a la extinción se supone debería existir conexión mismo golfo de Morrosquillo, sode reservas naturales. Cuando se genética. Es el caso del archipié- bre las costas del departamento de UN podrán ayudar a la relocalización de peces, pero teniendo en trabaja sobre la conservación, esta lago de San Andrés. Los caracoles Bolívar. situación puede evitarse. pala que se encuentran en el norte “¿Por qué los caracoles del sur cuenta elementos más profundos La bióloga Edna Márquez dice son diferentes a los que se hallan del archipiélago no se parecen ge- y respetando las comunidades naque puede ocurrir que los des- en el sur. néticamente a los del norte, pero tivas de peces y caracoles. El benecendientes (genotipos) de los “no La investigadora explica que sí tienen relación con los hallados ficio es de doble vía.

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Unimedios

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Carlos Andrey Patiño Guzmán,


16 Medioambiente David Andrés Calle,

Unimedios

Tradicionalmente, el almacenamiento de residuos industriales, incluidos los peligrosos, ha sido un problema no solo por su toxicidad sino por lo dispendioso de su acopio. Un reactor o biopila aireada, diseñada por investigadores de la UN en Medellín, cambiará esta historia. Se trata de un sistema de degradación de materia orgánica (como residuos vegetales), que aprovecha las corrientes de aire por la diferencia de temperatura para aumentar el nivel de oxígeno en la degradación, en un proceso que facilitan tubos de ventilación. El ingeniero químico Edison Alexánder Agudelo, estudiante de la Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo de la UN en Medellín, explicó que, “en un compostaje, la degradación de la materia orgánica presente en los residuos de comida puede demorar entre uno y dos meses. Con la biopila se reduciría este tiempo”, agregó. El prototipo, con sello UN, está listo para su aplicación industrial. Compañías de abonos orgánicos, aceites y cerveza, entre otras, podrán aprovechar esta tecnología para generar residuos más amigables con el medioambiente. “La máquina trata cualquier tipo de residuo industrial orgánico y disminuye su toxicidad. Ello permite que sean reutilizados en rellenos sanitarios, escombreras y como mejoradores de suelos”, destacó Santiago Alonso Cardona Gallo, docente de la Escuela de Geociencias de la Facultad de Minas. El reactor es novedoso porque aprovecha los cambios de la temperatura para ampliar el flujo de aire en la pila. Ello le permite aumentar los niveles de oxígeno que estimulan a los microorganismos para que puedan degradar con más rapidez la materia orgánica de residuos peligrosos y no peligrosos. De esta manera, “se disminuiría la contaminación de fuentes de agua por causa de los desechos, al tiempo que se dispondría de un abono”, explica el investigador Cardona.

Reactor

para desechos industriales Fábricas como la cervecera, de abonos y aceites, entre otras grandes contribuyentes de la contaminación ambiental, tendrán a su disposición un reactor para tratar todos sus residuos, inclusive los más peligrosos.

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Luis Aníbal Sepúlveda, gerente del Proyecto de Gestión de Residuos Peligrosos con Énfasis en Tratamiento Térmico y Disposición Final en Relleno de Seguridad, de la Cámara Colombiana de Infraestructura, explicó que en Colombia se generan cerca de 30 mil toneladas diarias de residuos ordinarios, provenientes de las residencias, el comercio, las instituciones y las industrias. Por ejemplo, tan solo el Valle de Aburrá produce aproximadamente 15 mil toneladas de escombros al día, y ciudades como Bogotá, unas 50 mil. Las cifras son más alarmantes si se tiene en cuenta que el país genera 500 mil toneladas de residuos hospitalarios y peligrosos al año, es decir, 1.350 toneladas por día”, agregó. Aunque son menos que los ordinarios, no significa que el problema sea menor. Por eso, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial estableció en el Decreto 4741 del 2005 el manejo, contabilidad, tratamiento y disposición de residuos peligrosos. En la normativa se obliga a las industrias a reportar las cantidades de residuos que generan,

Fotos archivo particular

Solución para la industria

La biopila aireada es un sistema de degradación de materia orgánica o de compostaje que

tes de aire para aumentar el nivel de oxígeno en la degradación.

sus características y lo que hacen con ellos. Por ejemplo, incinerar la tierra contaminada con aceite dieléctrico, generada por los transformadores eléctricos, demanda una inversión de 1.700 pesos por kilo. Según Sepúlveda, los tratamientos convencionales de incineración, neutralización y disposición de un relleno de seguridad que realizan las industrias pueden costar hasta 3 mil pesos por kilo. Eso quiere decir que una tonelada cuesta 3 millones de pesos, y hay empresas que generan, por mes, hasta 5 toneladas de algún tipo de residuo peligroso. “El reactor de la UN permitirá que los suelos contaminados con sustancias de este tipo se recuperen rápidamente, a partir de una tecnología más barata y efectiva, si se comparan los costos de trans-

porte y disposición en un relleno de seguridad”, resaltó.

Los residuos industriales Estudios de Minambiente revelan que en Colombia se generan alrededor de 389 mil toneladas anuales de desechos con características nocivas, inflamables, tóxicas o patógenas, en su mayoría por la actividad de la industria, sobre todo química. Yuan Kuan, ingeniero químico del Centro Nacional de Producción Más Limpia, explicó que “un 35% de estos residuos son subproductos de industrias de resinas, pinturas, plásticos y derivados del petróleo”. El experto señala la poca claridad que hay en el país sobre la disposición final de residuos. “La mayoría terminan en rellenos sa-

aprovecha las corrien-

nitarios, pero no se está haciendo ningún tipo de acción para asegurar ese proceso final”, puntualizó. “Colombia cuenta con un relleno de seguridad ubicado en Cundinamarca, y algunas ciudades principales tienen hornos incineradores de residuos industriales. Sin embargo, podría afirmarse que la mayoría de desechos apenas se están estudiando para conocer sus características, composición y peligrosidad. Lo que se busca es hacer una valoración de su potencial, viabilidad ambiental y cómo evitarlos”. Yuan Kuan, defensor de la producción limpia, avaló el reactor de la UN, pues según explica, “hacer una incineración no controlada es más peligroso que el residuo en sí, ya que se generan compuestos contaminantes tóxicos que, incluso, pueden ser cancerígenos”.


Medioambiente

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“Colombia debería liderar defensa de biodiversidad en Latinoamérica”

Sebastián Winkler, presidente mundial de Cuenta Atrás 2010 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), le dijo a UN Periódico por qué ha fracasado la lucha para proteger la biodiversidad en el planeta y criticó la falta de liderazgo de Latinoamérica para defender su potencial biológico. Luis Miguel Palacio,

sin embargo, no hay protagonismo mayoritario de la región en el tema y se está desaprovechando la coyuntura, dice el presidente de Cuenta Atrás. suenan como si fueran un compromiso voluntario que además es muy suave. Son solo declaraciones de buena intención de los gobiernos que no conducen a nada. Hay que aceptar que la lucha por la pérdida de biodiversidad no es tan conocida como el Protocolo de Kioto, por ejemplo, que cuenta con mecanismos financieros específicos que mueven acciones concretas. UNP: ¿Cómo se le ponen dientes a estas metas? S. W.: Primero, dándole más importancia a los ministerios del Medio Ambiente, pues son tratados como “los niños pobres entre los demás ministerios”. En realidad, son los jovencitos de las instituciones gubernamentales, pues generalmente tienen 20 ó 30 años en casi todos los países. En segundo lugar, se debe desmitificar aquello de que la biodiversidad es un asunto solo de medioambiente, pues también incluye a otros ministerios como Hacienda y Agricultura, con los que se deben crear estrategias conjuntas para generar políticas efectivas. UNP: ¿A qué se refiere con aquello de una crisis silenciosa? S. W.: La crisis de la biodiversidad es un hecho, sus efectos prometen ser devastadores. Es silenciosa porque la gente no la siente tan bruscamente como el calor o el frío que provoca el cambio climático, pero las cifras no mienten. La Lista Roja de la UICN, que muestra el estado de los organismos vivos en el planeta, dice que actualmente existen 44.000 especies en peligro. Eso significa que

están amenazados 1 de 8 pájaros, 1 de 4 mamíferos y 1 de 3 anfibios, etc. Es realmente alarmante. Por otro lado, la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, que contó con la participación de casi 1.400 científicos de todo el mundo, arrojó que las consecuencias de las transformaciones del entorno, en el 2005, dejaron dos tercios de nuestros ecosistemas amenazados. Esto es mucho más alarmante porque son esos medios los que nos proveen servicios vitales como el agua. UNP: ¿Qué es lo más peligroso de esta crisis? S. W.: Cuando una especie desaparece, lo hace para siempre. La evolución de la naturaleza nos ha ofrecido información genética que la humanidad ha utilizado como inspiración para crear alta tecnología, como base para el descubrimiento de medicamentos que han cambiado la calidad de vida de los humanos, y como impulso para el desarrollo económico de algunos países. El peligro de perder todo ese conocimiento genético significa perder todo lo anterior también: eso es lo más grave. UNP: ¿Cuáles son los retos urgentes? S. W.: Se debería trabajar lo más pronto posible en la prohibición de la pesca de arrastre y crear una red global de áreas protegidas marinas en lo que respecta a los océanos. Es necesario establecer un fondo para la conservación de las selvas tropicales, en el cual se pague un rubro a los agricultores para cuidar dichas zonas. Es tiempo de pensar en ne-

gociar un sistema pos–Kioto, diferente al protocolo anterior, que funcione y frene de forma efectiva el cambio climático, que tira por la borda cualquier inversión económica que se haga para proteger el planeta. UNP: ¿Cuál es el enemigo número uno de la biodiversidad? S. W.: Sin duda, el violento modelo económico actual del planeta que desemboca principalmente en la fragmentación del hábitat, representado en nuevas carreteras y edificios. UNP: ¿Qué relación hay entre gobernabilidad internacional y biodiversidad? S. W.: Tenemos nuevos países que representan las economías emergentes, como India, Brasil y China. No coincidencialmente son territorios megadiversos. Lo anterior muestra que hay una convergencia entre economía y biodiversidad en medio, no de un G8, sino de un G20, una oportunidad inmensa para generar un cambio en el mundo. De los 17 países megadiversos, 6 son de Latinoamérica (Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela), y aquí el problema es que no veo un protagonismo mayoritario de la región, están desaprovechando esta coyuntura. UNP: ¿Qué debería hacer Latinoamérica? S. W.: Volver a la conciencia sobre la propiedad ética de la biodiversidad, postulado que se firmó en el CDB, en el 92, en Río de Janeiro. Debido a su posición geográfica, su potencial y riqueza, Colombia debería asumir este liderazgo a nivel internacional.

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UN Periódico: ¿Por qué los acuerdos para proteger la biodiversidad no han generado el impacto esperado? Sebastián Winkler: Porque las metas de biodiversidad no tienen compromisos económicos que estimulen un gran impacto social; les faltan los dientes y lo grave es que

Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela hacen parte de los 17 países megadiversos del mundo;

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Tres décadas después de que los científicos norteamericanos Thomas Lovejoy y Edward Wilson pusieran en boga el término “biodiversidad”, definido como la riqueza y variedad de organismos en la Tierra, hoy el tema álgido es la pérdida de los mismos y lo poco efectivos que han sido los mecanismos internacionales para contrarrestar su desaparición. En 1992 había surgido el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (Brasil), convirtiéndose históricamente en el primer esfuerzo mundial para la protección de la biodiversidad, ratificado por 192 países. Posteriormente se celebró la Cumbre de Johannesburgo (Sudáfrica) en el 2002, donde quedó sentada la intención de reducir significativamente la pérdida de biodiversidad durante los siguientes ocho años. Pues bien… llegó el 2010 y aunque se dice que el 11% de la superficie del planeta está resguardada, según la lista de áreas protegidas de Naciones Unidas, “los esfuerzos que se iniciaron con el CDB no han tenido resultados específicos. La UICN reconoce que las metas fueron muy débiles y temas como la globalización y el cambio climático hicieron que la banca internacional volcara su atención hacia ellos, dejando rezagada la biodiversidad”, aseguró el biólogo Luis Guillermo Baptiste, profesor asociado de la Universidad Javeriana. Entretanto, el Estudio Económico de los Ecosistemas y la Biodiversidad, que analiza el impacto global de esta pérdida en las finanzas del planeta, ha revelado que en 50 años el Producto Nacional Bruto mundial podría verse reducido en un 7%, si se continúa con el ritmo actual. Cuenta Atrás de la UICN reúne cerca de mil organizaciones gubernamentales y no gubernamentales alrededor del mundo para frenar la desaparición de biodiversidad, teniendo como meta principal el 2010. En una visita a Colombia, organizada por el Instituto Alexander von Humboldt, Sebastián Winkler, presidente de Cuenta Atrás, hizo duras críticas a la forma en que los Estados han abordado el tema y propuso soluciones prácticas que conducirían a que sea efectiva cualquier meta trazada en pro de la diversidad biológica.

Andrés Felipe Castaño/Unimedios

Unimedios


18 Agro

Una avispa:

“insecticida” contra la dañina mosca blanca

Los agricultores de Regaderos, corregimiento del Valle del Cauca, tienen entre sus cultivos el remedio para sus males. Se trata de Amitus fuscipennis, una avispa que visita las plantas de hortalizas para tomar su azúcar y controla durante su paso a la mosca blanca, insecto que ocasiona graves perjuicios ambientales, económicos y sociales en la zona.

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Regaderos está ubicado en el municipio El Cerrito, lugar donde abundan los cultivos de pequeños agricultores, especialmente de hortalizas como fríjol y habichuela, y por ende algunos insectos que buscan perjudicarlos. Esto motivó a un grupo de investigadores de la UN en Palmira a realizar un inventario de las plantas que rodean los sembrados y a estudiar los controladores biológicos que las visitan (otros insectos), con el fin de definir la posibilidad de implementar un procedimiento alternativo al de la fumigación. Al introducir el enemigo natural de los insectos plaga en el ecosistema, se sustituye o complementa el uso de insecticidas. A esto se le llama control biológico, que además resuelve inconvenientes presentes en las técnicas de fumigación, como el incremento de problemas ambientales y la ineficiencia económica, ocasionada por su bajo impacto en las plagas que busca combatir. El caso se ilustra con la aspersión aérea. Estudios realizados en el Centro Integrado de Gestión y Control Social en California (Estados Unidos) determinaron que más del 40% de los plaguicidas que se aplican caen fuera del área objetivo, 15% fuera del cultivo y 41% lejos del insecto, que, a través de su sistema respiratorio y digestivo, absorbe menos del 1% del total aplicado. Además, señala que apenas el 0,03% de los insecticidas usados es aspirado por las plagas que atacan las plantaciones de fríjol, y 0,02% por los que devastan el cacao. El problema radica en que “hoy las plagas han desarrollado resistencia a muchos plaguicidas, situación que el agricultor resuelve aumentando la dosis y generando mayor gasto”, dice Luis Miguel Hernández, estudiante de último semestre de Ingeniería Agronómica e integrante del grupo investigador que estuvo en zona rural de El Cerrito. Es el caso de la especie Trialeurodes vaporariorum, o mosca blanca, una plaga que regularmente coloniza ecosistemas por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar, como los de Regaderos, se ha evidenciado su resistencia a insecticidas compuestos por metamidofos y cipermetrina, comunes en el mercado y utilizados con frecuencia por los agricultores. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) confirmó que más de 520 insectos y cerca de 110 malezas son resistentes a plaguicidas, fungicidas o herbicidas.

La nueva estrategia Si una avispa de la especie Amitus fuscipennis, común en zonas montañosas del Valle del Cauca, pone un huevo dentro de la mosca blanca cuando está en estado de ninfa (previo a su adultez), la mata, cumpliendo la función de parasitoide o agente controlador. Aunque el efecto mortal no se visualiza de manera inmediata, como sí ocurre con un insecticida, los agricultores deben pensar en la disminución de costos y los beneficios medioambientales. La investigación determinó que el agente controlador, la avispa, está presente en el 30% de las plantas cercanas a los cultivos, o dentro de estos. Además, el 20% de dichos insectos se encontró en estado adulto, por lo que identifi-

car las plantas y sus características se convirtió en una tarea vital para implementar una estrategia de control natural.

El azúcar, gran atractivo Los investigadores visitaron los cultivos una vez por semana, durante un año, y delimitaron un área al azar para recoger muestras de plantas que estaban adentro del sembradío y otras a 3 metros de distancia. En el herbario de la UN en Palmira las clasificaron según la familia, el género y la especie. Algunas de las especies encontradas fueron: Citharexylum kunthianum (palo blanco), Iresine difusa (pluma), Austroeupatorium inulifolium (salvia amarga) y Delostoma integrifolium (guayacán morado).

Ninfa parasitada

Adulto emergiendo

Amitus fuscipennis hembra

Lo curioso es que los agricultores consideran que estas plantas son malezas e ignoran que, dentro de ellas, habita el remedio contra los efectos nocivos que la mosca blanca ocasiona en sus cultivos, según advierte el estudiante de Ingeniería Agronómica. Así, se está desaprovechando un potencial natural, al alcance de los agricultores. Según la docente María del Rosario Manzano, directora de la investigación en la que también participa su colega Joel Tupac Otero, “la razón por la cual las avispas permanecen en estas plantas radica en las estructuras productoras de azúcar que poseen, de las que, aparentemente, se alimentan”. La plena comprobación de esta hipótesis está en proceso de análisis, pues ya se extrajo azúcar del tracto digestivo de las avispas, por medio de un proceso denominado HPLC (Cromatografía Líquida de Alta Eficacia), para compararlo con el de la planta. Lo que ya se comprobó fue la presencia de vegetación que hace posible que las avispas ejerzan el control biológico de la mosca blanca. También se sentaron las bases de una nueva investigación que intenta determinar la distancia de dispersión de la avispa con respecto al cultivo, con el fin de hacer recomendaciones a los agricultores sobre el lugar en el que deben mantener las plantas, dijo la docente Manzano. Agregó que se trata de un control biológico con dos efectos: por un lado, de conservación porque mantiene la planta para que el parasitoide pueda alimentarse. Por otro, de manipulación del hábitat, ya que se podrían sembrar las plantas a una distancia conveniente para garantizar la presencia de la avispa. Infortunadamente, prácticas como la aplicación de herbicidas eliminan este valioso recurso vegetal. Los nuevos retos para el grupo investigador son la intervención en la comunidad, complementada con un trabajo de concientización, quizá con el apoyo de disciplinas de las ciencias sociales e instituciones del Estado.

Amitus fuscipennis macho

Fotos archivo particular

Luis Fernando Riascos Escobar,


Agro

Panela, dulce

programa nacional Después del café, la panela y su agroindustria ocupan el segundo renglón generador de empleo en el país, y el quinto en extensión de cultivo. Aún así, su desarrollo tecnológico es incipiente. La Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) se unieron para fortalecer el sector.

Estrategia prospectiva Después del proceso de socialización del proyecto y de su articulación con los expertos de la cadena productiva, se identificaron 11 demandas tecnológicas que quedaron definidas para cuatro áreas estratégicas de desarrollo tecnológico. 1. Manejo sanitario y fitosanitario: se definieron acciones que se enmarcan en el manejo del cultivo frente a las plagas y enfermedades que afectan su sostenimiento y rendimiento. Una es la transferencia de prácticas de manejo de las causas, agentes y síntomas de las enfermedades de la caña (hormiga loca, Paratrechina fulva y Diatraea saccharalis) y su incidencia en las zonas de cultivo. Otra acción es la implementación y seguimiento de protocolos y medidas preventivas del manejo integrado de plagas y enfermedades en la caña panelera. 2. Calidad e innovación de insumos y productos: se enfoca a mejorar y desarrollar nuevos productos e insumos para incrementar la productividad. Es decir, el aprovechamiento de los residuos y la obtención de subproductos como cachaza, ripio y aguas residuales, disminución de contaminantes, manejo de los combustibles y manejo y control de vinazas para compostaje. Así mismo, la implementación de manejo de residuos en trapiches, principalmente melazas, para diversificar el manejo de subproductos. 3. El manejo integral, que incluye las buenas prácticas en cada uno de los pasos del cultivo, desde la siembra hasta la cosecha, se

El bagazo es uno de los principales subproductos de la agroindustria panelera. Es

molienda en los trapiches y reutilizado como combustible. enfoca en el diseño del sistema de aseguramiento de la calidad para garantizar la trazabilidad, estandarización del proceso y certificación de productos. 4. Manejo poscosecha y transformación: en esta área se integran las demandas relacionadas con el manejo poscosecha de la caña y todas las etapas concernientes al proceso productivo de la fabricación de panela. Prevé el diseño de protocolos de producción y de la normatividad de calidad en la panela pulverizada para crear nuevos productos en el área de alimentos, cosméticos, panadería y repostería, dulcería y alimentación animal, entre otras. Así mismo, diversificar líneas de producción en productos de valor agregado y diferenciado para incrementar el portafolio de la cadena productiva.

Hallazgos en cada una de las regiones Los expertos se centraron en cuatro zonas paneleras: Antioquia, Cundinamarca, Hoya del Río Suárez (Boyacá y Santander) y Valle del Cauca, por tener el 61% de la participación en la producción nacional. Santander es el mayor productor de panela con el 22%, y Cundinamarca el departamento con mayores áreas cultivadas con

el 18% del total nacional. La metodología utilizada emplea el concepto de cadena productiva, es decir, el conjunto de actores y unidades que se relacionan para producir, procesar, almacenar, distribuir y comercializar los insumos y los productos de origen agropecuario o agroforestal. El estudio evidenció que los medianos transformadores (agroindustria) de la región de la Hoya del Río Suárez presentan diferencias notorias en los costos de producción, principalmente en insumos y jornales de la mano de obra, debido a sus características culturales y la variedad en los procesos. Los pequeños y medianos transformadores de caña de Cundinamarca, una de las regiones con mayor incidencia del producto en la franja de edulcorantes, se asocian para acceder a créditos de mejoramiento tecnológico. Esta zona presenta un comportamiento tradicional en las tendencias de consumo por la poca iniciativa de diversificar el producto. En Antioquia se desarrollan sistemas asociativos y productivos enfocados a mejorar el rendimiento en panelas tradicionales y su valor agregado: la panela pulverizada. Las grandes empresas productoras en Valle del Cauca se caracterizan por elaborar productos de

eliminado durante la etapa de

alto valor agregado como panelas en bloque y pulverizadas, teniendo una gran demanda no solo regional sino también en mercados externos como Estados Unidos y España.

India el primer productor y Brasil el primer cultivador Brasil es el principal productor de azúcar en el mundo con un área cultivada de 6.711.779 hectáreas en el 2007, un equivalente al 42,73%. Por su parte, India es el primer productor de panela, concentrando el 86% de la producción mundial para el periodo 1998–2002, mientras que Colombia se ubica en el segundo lugar con el 13,9%. Colombia es el primer consumidor per cápita de panela en el mundo; sin embargo, este consumo ha decaído en la última década, pasando de 35 kilogramos por habitante en el 2002, a un promedio anual de 19 kilogramos por habitante en el 2007. El segundo lugar en consumo lo ocupa India, con un promedio de 6 kilogramos por habitante, según la FAO, en el 2008. El ministro de Agricultura, Andrés Fernández Acosta, afirmó que, “el objetivo es mejorar la eficiencia de los procesos, desarrollar productos innovadores y alcanzar nuevos nichos de mercado”.

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¿Quién no ha saboreado una tasa de aguapanela con queso, almojábana, amasijos, o con limón para “atenuar”, según las abuelas, una gripa? Dependiendo de la región, este producto se emplea en la alimentación o como “remedio” por sus propiedades medicinales (afecciones bronquiales y cicatrizantes). Según estadísticas del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), en el 2004 la producción de panela contribuyó con el 4,1% del valor total de la agricultura y con el 1,9% de la actividad agropecuaria nacional. Se estima que en Colombia existen cerca de 70 mil unidades agrícolas que la procesan, y 15 mil trapiches en los que se elabora junto a la miel de caña. Ingenieros, agrónomos y economistas de la Universidad Nacional, reunidos en el grupo BioGestión, junto al MADR, desarrollaron una agenda de investigación que busca fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología Agropecuaria, a través del proyecto Transición de la Agricultura –financiado con recursos del Banco Mundial–, en el cual la cadena productiva de la panela desempeña un papel fundamental. El ingeniero Óscar Castellanos Domínguez, director de BioGestión, afirmó que este instrumento le facilita al Gobierno expedir las políticas nacionales del sector. “El estudio incluye el seguimiento al proceso de mejoramiento de la extracción y adecuación del jugo de caña, y el aprovechamiento de los residuos de la actividad panelera para la obtención de subproductos con valor agregado”, explicó.

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Unimedios

Fotos archivo particular

Elizabeth Vera Martínez,

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20 Educación

Unimedios

El Ministerio de Educación Nacional concluye su gestión con cifras poco contundentes en cobertura. La calidad parece no haber formado parte de la política nacional y la educación superior fue la menos favorecida.

Uno de los retos en educación es avanzar en ciencia y tecnología, así

como formar más doctores.

Política de educación “se raja” en calidad Magda Páez Torres,

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Durante los últimos 8 años, en Colombia se ha hablado de una “revolución educativa”, como política bandera del Ministerio de Educación. Sin embargo, al analizar el alcance de este concepto, es claro que el proceso revolucionario en esta materia no se ha dado. Si bien la cifra de cobertura se ha ampliado, el déficit en calidad aún es notorio. La educación superior, según afirmó el rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, ha sido una de las más descuidadas en esta política. “A la universidad se le ha mantenido con un presupuesto siempre en angustias, el Gobierno se ha abstenido de mirar la cobertura en posgrados y no hay un solo programa específico de apoyo a doctorados”, señaló. Aunque uno de los “logros” destacados por el Ministerio es el crecimiento en la cobertura, incluyendo la de educación universitaria, esta no ha sido tan contundente como parece, ya que al revisar las cifras desde 1935 hasta el 2001, con base en un estudio del profesor Luis Enrique Orozco, de la Universidad de los Andes, se encuentra un promedio de 8,87% de crecimiento en matrículas,

mientras entre el 2001 y el 2008 el número promedio es del 6%, es decir, estuvo por debajo de la media de los años anteriores. Entre el 2001 y el 2003 se presentó uno de los mayores crecimientos. Sin embargo, apenas arrancaba este Gobierno, lo que, por ende, no responde a sus políticas. “Si ello se entiende por aumento en cobertura, es claro que no ha habido tal revolución educativa”, expresó Orozco.

Descuido de la educación superior Para Danilo Vivas, presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE) y rector de la Universidad del Cauca, se tiene un país deficitario en educación superior. “Solo el 35% de los colombianos aptos para estudiar en este nivel lo puede hacer, lo cual nos pone en desventaja frente a otros países de igual o menor desarrollo que el nuestro”, señaló. Colombia está en el promedio de cobertura de América Latina, mientras países como Argentina, Chile y Brasil superan el 45% y el 50%. Ello sin mirar a Europa y Estados Unidos, donde las coberturas van más allá del 70%. “De tal manera se reafirman las desigualdades en las que nos encontramos como

países y economías”, afirmó Vivas. El rector Wasserman señala que, hace un par de años, Colombia pasó a la media de América Latina no porque hubiera dado un salto cuantitativo, sino porque el censo arrojó una población menor a la calculada. Por tanto, los datos de cobertura se dispararon automáticamente. “En todo caso, la media de América Latina no es buena. Deberíamos ser líderes en cobertura por nuestro tamaño, tradición y potencial”, dijo. Orozco señala otro aspecto: el Gobierno siempre muestra la tasa de cobertura bruta (correspondiente a todos los estudiantes matriculados) y no la de cobertura neta (relacionada con aquellos que están matriculados y tienen la edad adecuada para cursar el programa). En el 2007, la bruta era de 32,48% para Colombia, mientras la neta se ubicaba en 19,25%, con una notoria inferioridad. “La política del Gobierno ha sido muy descuidada con la educación superior. Si se ha logrado un aumento de cobertura, con calidades básicas mínimas, se debe a un gran esfuerzo de las universidades, pero no es consecuencia de la política”, enfatizó el profesor Wasserman. Con el mismo rubro, éstas instituciones han logrado ampliar el

acceso de estudiantes de pocos recursos, comentó Vivas. Entre el 2002 y el 2009 las instituciones de educación superior (IES) públicas aportaron 263.473 cupos nuevos. El tema de cobertura tiene un problema adicional: la deserción estudiantil, que si bien ha disminuido en algunos puntos, sigue siendo alta. Actualmente es cercana al 47%. “Con un criterio muy simplista, podría decirse que la capacidad de la educación en el país se doblaría eliminando este fenómeno. Una deserción del 50% significa que se está desperdiciando el otro 50% de la capacidad. Ante eso hay que mejorar la selección de las personas que ingresan a las universidades, articular de manera óptima la educación secundaria y superior, y adelantar una labor de consejería con el estudiante, particularmente el más vulnerable”, afirmó el rector de Los Andes, Carlos Angulo.

En deuda con la calidad Más allá de la discusión sobre el impacto de la cobertura alcanzada, hay un tema fundamental que los expertos de la academia reclaman en la política de educación colombiana: la calidad. Como afirmó Orozco, democratizar cobertura sin, paralelamente, generalizar calidad, es populismo, y no hay


Educación

Asignaturas pendientes

Aunque en los últimos años se ha hablado de una revolución educativa, los esfuerzos han estado más

concentrados en la cobertura que en la calidad. Presupuesto “en angustias”

Uno de los asuntos que pone en “crisis” a las universidades públicas del país es el poco presupuesto con que cuentan, a pesar del acrecentamiento de la labor de formación que desarrollan. “Han logrado invertir, crecer en educación, en posgrados y en cobertura gracias a sus propios esfuerzos, ya que, desde 1997, su presupuesto está totalmente congelado, independiente de que algunas hayan recibido un aporte especial en ese periodo”, dijo el rector Wasserman. “Las IES han logrado importantes avances con recursos pro-

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

La universidad colombiana tiene, entre otros retos, el de verse y compararse en el mundo, conversar con las necesidades de la sociedad y asumir el papel de desarrollo científico y tecnológico, así como de creación cultural, señala el rector Wasserman. Por eso, considera que, para lograr un avance en calidad, es clave fortalecer la enseñanza en áreas como las matemáticas, pues los estudiantes llegan con deficiencias a la universidad. “Entre el 75% y el 80% de los que ingresan necesitan nivelación”, comentó. Por otra parte, el Estado invierte muy poco en ciencia y tecnología, lo que le resta impulso al tema en el país. El profesor Orozco habla de las cifras: “El gasto en investigación y desarrollo del PIB todavía es de 0,53%, sumado a que en el 2007, por cada millón de habitantes, Colombia tenía solo 2,2 doctores, mientras Brasil contaba con 53, México con 18 y Chile con 15. Hay poca investigación, inversión y doctores”. Afirma que, pese a aprobarse la Ley de Ciencia y Tecnología, esta todavía no cuenta con el dinero necesario. “No se han visto los recursos, y aunque la Ley es un buen instrumento, el rubro no llega al 1%”. El Rector de Los Andes sostiene que se requieren recursos adicionales y emprender contactos entre la industria y la universidad que faciliten la actividad investigativa. “En la medida en que el país y las instituciones desarrollen programas doctorales de calidad, la investigación mejorará sustancialmente, tal como ocurre en las grandes universidades del mundo, en

pios: la cobertura en pregrados se duplicó, en algunos posgrados se quintuplicó y realizan entre el 85% y el 90% de la investigación del país. Entretanto, pasaron de tener, en 1997, entre el 5% y el 10% de recursos propios al 30% y 50%, actualmente, variando de universidad a universidad”, agregó. Para el presidente del SUE, Danilo Vivas, la universidad pública ha tenido que negarse a recibir entre el 30% y el 50% de los estudiantes, porque su capacidad no le permite atenderlos. “Para ofrecer una mayor cobertura se ha llegado a saturar la capacidad instalada, a desarrollar más investigación y a atender más políticas de cualificación de profesores”, afirmó Vivas. Frente a este panorama, el profesor Wasserman señala que es evidente la política de desconfianza y de desinterés que tiene el Ministerio frente a la educación superior. “Durante años, el dogma de ciertos organismos internacionales era el de concentrarse en la educación básica y media para definir una mejora en la equidad. Hace un par de años ese dogma se rebatió por los mismos organismos internacionales: ahora es la Universidad”, señaló. En palabras de Vivas, es necesario definir un Índice de Precios al Consumidor (IPC) para la educación superior del país, que contenga la autorización de los recursos que garanticen mayor estabilidad a las universidades en el largo plazo. “La idea es que refleje los costos reales de la educación superior en el país y, con base en ello, se haga el aumento periódico”, expresó. Actualmente se discute una posible reforma de la Ley 30 de 1992, en parte para analizar el problema de presupuesto. “Estoy prevenido frente a esta transformación, pues uno sabe lo que entra, pero es difícil saber lo que sale. Sugeriría analizar una aplicación diferente para ver si mejora la situación”, recomendó el rector de Los Andes. Con este panorama en la educación superior del país culminan 8 años de un solo Gobierno con el mismo ministro. Periodo en el que la llamada “revolución educativa” no sale bien calificada. El nuevo Gobierno –con su jefe de cartera en materia educativa– recibe un país deficitario en calidad, cuya deuda está a la espera de saldarse.

La calidad es uno de los temas que debe reforzarse en la política de educación del país. Los

estudiantes llegan a la universidad con falencias en matemáticas y lenguaje.

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las que hay continuidad”, señaló. El profesor Wasserman insistió en la necesidad de que la próxima política establezca entre sus puntos de trabajo la formación doctoral. “El Gobierno se ha abstenido de mirar la cobertura en posgrados, de gran incidencia en la competitividad de un país. Este es un tema de poco interés en la política de educación nacional, por eso no hay un solo programa gubernamental de apoyo a los doctorados”, sostuvo.

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“El procedimiento formal se ha cumplido, pero no sabemos qué pasa con estos resultados. Se quedan en la caja fuerte del MEN y del CNA”, indicó Orozco. Agregó que la sola existencia del sistema no implica que haya criterio para hablar de una política eficaz. “La aplicación de los dos modelos muestra si hay calidad. De igual manera ocurre con los resultados de los Ecaes, no trascienden la aplicación de la prueba. Tenemos los instrumentos pero no se ha medido su impacto”, comentó el investigador.

Archivo particular

indicadores que muestren un mejoramiento en este último punto. Para el profesor Angulo, uno de los retos es la acreditación, ya que, según datos del Ministerio de Educación Nacional, de 79 universidades que hay en el país solo 17 están acreditadas. Señaló además la necesidad de formar docentes con altas calidades académicas y contar con instalaciones dignas para la actividad educativa. Roque González, ex rector de la Universidad Surcolombiana, precisa que, aunque la universidad ha hecho esfuerzos por su propia cuenta, es necesario el apoyo gubernamental para reforzar aspectos que van desde la infraestructura hasta la idoneidad en la formación. En su opinión, de nada sirve continuar formando más “proletariado académico”. “Una ‘revolución’ se da no solo en cobertura, sino en calidad, y para ello se requieren recursos, pues no se pueden tener programas excelentes sin capacidad de financiación”, sostiene González. En cuanto a la acreditación y los Ecaes, instrumentos que el Gobierno ha dispuesto para medir la calidad de la educación superior, el Rector de la Universidad Nacional advierte sobre la importancia de diferenciar entre objetivos e indicadores. Aunque estos instrumentos son importantes, considera que no se deben convertir en la única meta, pues se corre el riesgo de olvidar los fines fundamentales. Las evaluaciones hechas a través de los procesos de acreditación que adelantan la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad (Conaces) y el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), son una incógnita para Orozco. “No se sabe qué pasa con los resultados”, por eso se pregunta: “¿Para qué se hacen esas acreditaciones y cuál es la utilidad de la información que producen si no se mide su impacto en la calidad?”. Entre los parámetros contemplados por el Consejo y la Comisión se encuentra la revisión de la existencia de un proyecto educativo institucional, de una estructura académica relevante y de una política de educación universitaria, entre otros. Los pares rinden un informe sobre estos temas.

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22 Ciudad

Sobrepoblación urbana:

Archivo particular

un colapso anunciado

Municipios aledaños a Bogotá como Funza, Mosquera y Facatativá han

Francisco Tafur,

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Unimedios

El desplazamiento forzado en Colombia tiene rostro femenino. Durante el último quinquenio, las mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años, en promedio, han tenido que soportar el dramático peso de responder solas por su hogar y lejos de su sitio de origen. Según la profesora Nubia Ruiz, asociada al Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia, con doctorado en Demografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (España), la mujer es la protagonista principal de la migración interna en Colombia, pues cuando ocurre el desplazamiento forzado abandona el municipio que habita, generalmente con sus hijos, sin compañía de un hombre. Al menos así lo hacen en promedio cinco o seis mujeres. Este es uno de los resultados de un estudio sobre demografía urbana realizado por la profesora Ruiz en más de 70 municipios del país, durante los últimos 5 años. Al indagar las causas del desplazamiento, encontró que obedece a factores como el conflicto armado y a que muchos, ante la necesidad económica, se vinculan en actividades ilegales. “Al indagar por qué las mujeres se fueron acompañadas de sus hijos, pero no de sus varones, hallamos un alto índice de mortalidad masculina entre los 15 y los 49 años”, asegura la docente. Dos razones principales explican dicha situación. En primer lugar, el desplazamiento se da en distintas direcciones. La mujer sale a las zonas periféricas de las grandes ciudades en busca de trabajo y sustento para sus hijos, mientras el hombre termina en áreas de conflicto formando parte de grupos irregulares o laborando en áreas de producción cocalera.

presentado un incremento poblacional del 47% promedio anual.

El crecimiento desmedido de la población en municipios aledaños a las grandes ciudades y un aumento significativo de mujeres desplazadas que buscan oportunidades para trabajar y poder mantener a sus hijos, son algunos de los resultados del más reciente estudio sociodemográfico del país realizado por la Universidad Nacional. Según la investigadora, “al correlacionar la ausencia masculina con la alta tasa de su mortalidad, encontramos que la exposición del hombre a la muerte se da no solo en el momento en el que tiene que salir de su lugar de origen, sino incluso después. Por ejemplo, el joven llega a la gran ciudad a formar grupos de riesgo, como ocurre en Medellín con el recrudecimiento de la violencia juvenil en las grandes comunas”, destaca la docente del IEU de la UN.

Mujer cabeza de familia Ante la ausencia de la figura masculina, sobre la mujer recae la responsabilidad de criar a los hijos y responder, si es el caso, por los adultos mayores de la familia. Así, llega a las zonas urbanas a constituir hogares con alto riesgo de pobreza. “Por cada mujer en edad productiva que emigra del campo a la ciudad hay en promedio cinco niños, y con ella llegan por lo menos dos o tres adultos mayores a su cargo. Eso significa un impacto muy fuerte en términos del desarrollo urbano”, señala la profesora Nubia Ruiz. Tal es el caso de Úrsula Martínez, una mujer desplazada de 27 años, proveniente del departamento de Córdoba, que arribó al municipio de Funza (Cundinamarca) hace más de tres años. Tiene a su cargo tres hijos y no sabe nada de su compañero sentimental des-

de que salió de su pueblo. “Al principio tenía ganas de llegar a Bogotá, pero unas compañeras de viaje me recomendaron Funza, porque era más fácil encontrar trabajo. Aquí se necesita mucho la mano de obra barata en sectores como el de la floristería. Aunque apenas gano lo mínimo para sobrevivir, sé que en Bogotá las condiciones serían más difíciles”, dice la mujer. De tal manera, en las ciudades intermedias y en los municipios periféricos de las grandes ciudades se está presentado un crecimiento desmedido de la población. El costo de habitar en Bogotá, Medellín o Cali significa para la comunidad migrante un esfuerzo mayor. La saturación del territorio urbano y la ausencia de espacios disponibles para ellos son factores determinantes para que tomen la decisión de llegar a estas zonas. “Municipios aledaños a Bogotá, como Funza, Mosquera y Facatativá, se han convertido en espacios importantes para la recepción de la población desplazada. Resultan más económicos para habitar y facilitan el acceso a la capital. Allí pueden desempeñarse laboralmente en la informalidad, o en algunos niveles de la formalidad, que no les exigen pagar una renta alta ni servicios públicos al costo de la gran ciudad. También les permiten ubicar a sus hijos en la escuela sin ma-

yores costos, como el de transporte”, afirma la profesora de la UN.

Consecuencias Según la especialista, las consecuencias del desplazamiento forzado en Colombia son nefastas. “Una de las peores es la incapacidad de absorción de empleo de la industria nacional. Actualmente, la tasa de desempleo urbano es cercana al 15%, pero el subempleo, entendido como el desempleo que se encuentra en el volumen de población que se vuelca hacia la gran ciudad y hacia las áreas periféricas, sobrepasa el 48%. Un porcentaje importante de mano de obra que llega a demandar servicios y puestos de trabajo, que la industria incipiente es incapaz de absorber”, destaca Ruiz. Entretanto, en Funza, Mosquera y Facatativá se ha presentado un crecimiento del 47% anual en estos últimos cinco años. Para la investigadora, es una cifra escandalosa: “Se trata de una tasa que desborda cualquier posibilidad de desarrollo. Si salimos por la Calle 80 nos damos cuenta de que Funza y Mosquera están casi pegados a Bogotá, es decir, que el límite físico espacial está prácticamente borrado”. Así, uno de los principales retos que enfrenta el país es el proceso de vuelco de la población sobre las áreas urbanas. Hecho que se evidencia en que el 77% de la población esté viviendo en las llamadas cabeceras municipales y las grandes ciudades. La mayoría habita en municipios cuya población oscila entre 100.000 y 500.000, pero que aumentan cada vez más debido a que son los mayores receptores de población desplazada. De seguir así, las ciudades se van a volver insostenibles. Los sistemas de servicios, salud y vivienda van a colapsar. Incluso el acceso a elementos mínimos de supervivencia, como el agua, se verán en riesgo, concluye el estudio.


Reseñas

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Relatividad especial: problemas selectos Autor: Juan Manuel Tejeiro Facultad de Ciencias Universidad Nacional de Colombia Dentro de las teorías que se relacionan con las ciencias básicas y aplicadas, la de la relatividad especial es una de las más aprovechadas en la investigación y la innovación en estas áreas; sin embargo, raras veces se implementan textos dedicados a la utilidad de esta teoría de manera didáctica. En ese contexto, Juan Manuel Tejeiro Sarmien-

to presenta su libro Relatividad especial: problemas selectos, con el ánimo de afianzar la teoría, por medio del planteamiento y la resolución de problemas sobre la aplicación de la misma, en el que desarrolla diferentes contenidos: cinemática relativista, efecto Doppler, dinámica relativista, tensores y electrodinámica. Este texto está dirigido a estudiantes y docentes de ciencias básicas y aplicadas y a todos los interesados en la aprehensión de la teoría especial de la relatividad y su aplicación en distintos campos de la física y la matemática.

Juzgamiento del Presidente de la República por responsabilidad punitiva y política Autor: Gonzalo Torres Zuleta Doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales Universidad Nacional de Colombia Este texto es un estudio orientado a la técnica jurídica, que resalta la importancia de la Enmienda Constitucional de 1910 –trasladada íntegramente a la Carta de 1991– en materia de responsabilidad penal y disciplinaria, de la cual debe dar cuenta el Presidente de la República ante el Congreso, y del estudio minucioso de las disposiciones constitucionales y legales que para el caso orientan el

ejercicio de la función jurisdiccional del Estado excepcionalmente por el órgano legislativo. El autor se detiene en el examen de controvertidos temas como el carácter político del juicio y de la indignidad por mala conducta, sobre las personas del proceso, el fuero presidencial, las tareas en estas materias por parte del Procurador y sobre la posibilidad de recurrir a la sentencia, tanto del Senado como de la Corte Suprema de Justicia cuando ésta juzga al Presidente por delitos oficiales (al igual que a los congresistas), sin necesidad de reformas constitucionales.

Perfiles del mal en la historia de Colombia Autor: Ángela Uribe Botero Facultad de Ciencias Humanas Universidad Nacional de Colombia En este libro se identifican ocho episodios de la historia colombiana que tuvieron lugar entre los primeros años de la Conquista y mediados del siglo XX. A la luz de cada uno de esos episodios se indaga por la posibilidad de destacar el contenido moral de las relaciones entre los protagonistas de aquellos. La descripción de la historia colombiana realizada en términos morales busca fortalecer la posibilidad de atender al vínculo entre los hechos del pasado y del presente.

Querer saber lo que ocurrió durante más de cinco siglos en Colombia, desde este punto de vista, exige responder a una serie de preguntas más filosóficas que históricas. ¿Puede un conjunto de hechos pasados ser juzgado con criterios de moralidad sin que se incurra en un anacronismo? ¿Cómo destacar condiciones de moralidad para acciones sobre las cuales la historia no propone un juicio porque ellas no son evidentemente malas? ¿Cómo dar cuenta de la distancia entre la perspectiva de las víctimas y la perspectiva de los victimarios, en torno a aquello que cada una considera malo?

Colombia, definido muchas veces como país megadiverso y pluricultural, debe en buena medida estos calificativos a su posición geográfica que le permite compartir fronteras con 12 Estados, conectividad que ocurre principalmente en el mar Caribe, el cual representa cerca del 30% del territorio colombiano. No obstante este potencial, el país aún no ha definido una política coherente y acorde con las realidades actuales, a través de la cual pueda entender y afrontar los diferentes retos y problemáticas que experimentan las zonas limítrofes tanto desde su perspectiva local como transnacional, y que a la vez sea una herramienta útil en la resolución definitiva de su delimitación fronteriza. El diseño de una política fronteriza pasa por reconocer la gran complejidad que implica el abordaje de este tema, el cual involucra variables

ambientales, culturales, económicas y políticas, que son susceptibles de derivar en conflictos a diferentes escalas de tiempo y espacio. La misma noción de frontera abarca múltiples dimensiones, desde la clásica asociada a la conformación jurídica y administrativa de un Estado, hasta aquellas que delimitan regiones económicas, biogeográficas, dominios lingüísticos o fenómenos culturales que pueden representar divisiones en los Estados a nivel interestatal. En esta perspectiva, la Universidad Nacional en el Caribe, en su objetivo de fortalecer su dimensión nacional a través de acciones concretas, realizó dos foros de discusión académica que aparecen en Cuadernos del Caribe N° 12. El primero, “Fronteras en el Caribe: la disputa colombo–nicaragüense por San Andrés, Providencia y Santa Catalina”. El segundo, “Miradas insulares al diferendo colombo–nicaragüense”. Las ponencias correspondientes a cada debate aparecen en esta edición.

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La disputa colombo–nicaragüense por San Andrés, Providencia y Santa Catalina Universidad Nacional de Colombia en el Caribe

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Cuadernos del Caribe N° 12


24 Arte Luis Miguel Palacio,

Sin duda, la guitarra es un instrumento complejo y ecléctico que, a través de su misteriosa aparición en la historia, ha prestado su alma para acompañar desde trovadores hasta aristócratas como Luis XIV. El tiempo la hizo bohemia, pero también contestataria y de gran refinamiento como la sutileza impresa en las interpretaciones de esta artista bogotana. Luego de graduarse como la primera guitarrista clásica del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional en 1991, Irene Gómez viajó a Francia para estudiar en el Conservatorio de París XV y después en el Conservatorio Claude Debussy, en la ciudad Saint Germain en Laye, donde su potencial y talento fueron reconocidos con la Medalla de Oro en Guitarra, la Medalla de Oro en Música de Cámara y el Primer Premio de Perfeccionamiento, durante un concurso con interpretación de complejos repertorios que incluían desde Saturnal de Maurice Ohana, hasta Soliloque de Henry Sauguet. Los recitales entre amigos que habían comenzado en Bogotá se trasladaron a diferentes auditorios en ciudades europeas como Metz, Basilea y Roma. Un tiempo después, la artista congregaba amantes de la guitarra clásica en el New–York Historical Society, en el Thedore Roosevelt House, en Saint Peter Church y en Eastfield College en Dallas (Texas), donde la crítica especializada internacional comenzaba a ponerla en sus inspiradoras líneas.

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La crítica Como si fuera un oráculo del mundo del arte, el musicólogo Otto de Greiff en su columna “Comentarios musicales”, del diario El Tiempo (septiembre de 1991), había resaltado el exigente repertorio interpretado con maestría por la joven guitarrista, recién egresada del Conservatorio de la Nacional. A la postre, sería la reconocida revista norteamericana Soundboard donde el crítico Jim McCutcheon expresara, sin ninguna economía en sus elogios, el talento de la colombiana: “Desde las primeras notas del CD inaugural de Irene Gómez nos queda claro que se trata de una artista capaz de ofrecer interpretaciones refrescantes y originales”, escribió. “Gómez es una creativa y expresiva guitarrista totalmente libre de las interpretaciones convencionales. Definitivamente hay que escucharla”, puntualizó. Por su parte, Steve Marsh, de la publicación británica Classical Guitar Magazine, opinó a propósito de su producción musical: “Es preciso destacar el mérito de Irene, quien es capaz de darle un nuevo aire –con una interpretación estimulante– a los Preludios del compositor brasileño Heitor Villa–Lobos”. El primer disco de Irene se tituló Sunset Guitar (guitarra para un atardecer), que fue lanzado en el año 2000 e incluyó obras del repertorio tradicional de la guitarra clásica como La catedral de Agustín Barrios. A éste le siguieron En los Bosques (2004), Imágenes (2006) y su más reciente álbum Estudios y fantasías (2010), en el cual la artista abre el repertorio con Fernando Sor, su compositor favorito, pasando por el italiano Mateo Carcassi, el cubano Leo Brouwer,

Víctor Manuel Holguín/Unimedios

Unimedios

Irene Gómez,

la primera dama de la guitarra clásica

En un país eminentemente de cuerdas tradicionales, la guitarra clásica con su repertorio estilizado proveniente de grandes maestros encontró en Irene Gómez la pionera de un movimiento que va en crecimiento. La artista presenta su nuevo CD Estudios y fantasías para guitarra. hasta llegar al mítico Francisco Tárrega, músico del que guarda grandes influencias.

La escuela Refiriéndose brevemente a la historia del instrumento, la gestora cultural María Estella Fernández explica que “la variedad que en la Edad Media se designaba como ‘guitarra’, y posteriormente ‘vihuela’, llegó a constituir en la Península Ibérica la guitarra actual, después de un largo periodo de evolución que se inició con la presencia de los árabes, quienes la conocían desde tiempos remotos del mismo modo que los habitantes de la India, Persia y otros pueblos orientales”. No en vano nacieron en España grandes artistas de este instrumento como Francisco Tárrega (1852–1909), considerado como el Sarasate de la guitarra (haciendo mención a Pablo Sarasate, uno de los mejores violinistas de la historia), cuya influencia y obra se ha convertido en materia obligada para los estudiantes de conservatorio. Después de Tárrega, hubo un gran periodo en que el instrumento quedó sumido en un agujero oscuro de anonimato y rezagado a

causa de la importancia que tomaban el piano y las grandes manifestaciones orquestales. Su relevancia sería retomada con la llegada del músico Andrés Segovia, quien recuperó la obra de los compositores del siglo XVI, comenzando con él un interés renovado en la guitarra, que luego se reflejó en personajes como Regino Sáinz de la Maza y Emilio Pujol. Las influencias de Irene Gómez se remontan al siglo XIX, justamente con Tárrega, quien fue maestro de Pujol y éste de Alberto Ponce, quien posteriormente fuera docente en Francia del guitarrista Ramiro Isaza, músico también de la Universidad Nacional. Al regresar al país, Isaza abrió la brecha para hacer escuela creando la Cátedra de Guitarra en el Conservatorio de Música de la UN en 1989. Irene no solo fue su primera alumna graduada, sino el punto de partida para la inclusión en Colombia de un estilo clásico en medio de un ambiente de instrumentos de cuerda, con una vasta tradición de música popular que ha dejado un gran legado cultural en diferentes regiones del territorio nacional. “Mis influencias son una mezcla en la que predomina la búsqueda de

un sonido con belleza, profundidad y expresión”, indicó Gómez. Para 1991, el Conservatorio de Música de la UN contaba con cuatro estudiantes de guitarra, actualmente son alrededor de 30 y, según Irene, este crecimiento viene dándose en los últimos diez años con un impacto positivo, ya que la formación de guitarristas clásicos ha contribuido a mejorar el arte y la cultura del país. Este interés ha permitido crear la Semana de la Guitarra del Banco de la República y el Encuentro Internacional de Guitarra, promovido por Compensar. Bernardo Hoyos, director de la emisora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, dice que la guitarra nunca desaparecerá y considera que en ningún momento de la historia colombiana han existido tantos guitarristas como en este. Lo que más atrae de la ejecución de Irene Gómez es que no se anda con afanes. Se toma tiempo para respirar y abraza su caja de madera. Cuando la yema de sus dedos arropan con su piel las cuerdas de la guitarra, quien la admira se da cuenta de que no lo hace para impresionar, sino para deleitar los oídos con un sonido depurado y expresivo.


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