AMÉRICA LATINA: UN PANORAMA OPTIMISTA - Victoria Budic

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AMÉRICA LATINA: UN PANORAMA OPTIMISTA Por Victoria Budic Este ensayo pretende exponer las ventajas y potencialidades de América Latina para lograr una inserción y recuperación regional en el actual contexto mundial y la oportunidad de Argentina, dentro de la región, de liderar ese proceso.

Una historia sombría A lo largo de las décadas, la opinión general sobre América Latina y sus posibilidades de una inserción global exitosa, han sido poco optimistas. Con la teoría de la dependencia1, fue Raúl Prebisch quien instauró en los años 40 el comienzo de un debate centro-periferia que abriría el camino a muchas teorías sobre el desarrollo latinoamericano. Según esta teoría América Latina contiene fallas estructurales que impiden su pleno desarrollo, y realzan el papel periférico y de subordinación de producción de materias primas y alimentos hacia los países industrializados, artífices de esa dependencia. En este diseño desigual del comercio mundial los países de América Latina proveen a los países centrales de sus recursos naturales y su mano de obra barata para que estos puedan mantener una producción industrial de alto valor agregado. A mediados de la primera década del siglo XXI, dos estudios se encargaron de acentuar la visión negativa sobre América Latina, exponiendo las desventajas y fallas de la región para lograr una influencia e inserción exitosas en el mundo. El estudio del Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos (CNI), titulado “El mapa del futuro global”, augura un panorama mundial para el 2020 en el que Estados Unidos seguirá siendo la primera potencia mundial, seguido de los países asiáticos quienes concentrarán el mayor porcentaje del comercio mundial.

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Prebisch, Raúl. “El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas” (1949). Posteriormente conocido como el Manifiesto de la CEPAL.


Un informe titulado “América Latina en 2020”, preparado para el estudio del CNI, sostiene además que a diferencia de los países asiáticos, "casi ningún país latinoamericano podrá invertir sus escasos recursos en proyectos importantes de investigación y desarrollo, que permita una capacidad exportadora como la de los países asiáticos”.2 Este panorama sombrío se debe entre otras razones a que la región latinoamericana “estará dividida internamente, jaqueada por la ineficiencia de sus gobiernos, amenazada por la criminalidad, y sujeta al creciente peligro de que surjan nuevos líderes carismáticos populistas, históricamente comunes en la región, que explotarían a su beneficio la preocupación de la sociedad por la brecha entre ricos y pobres”.3 El segundo estudio, escrito por Rolf Linkohr, presidente de la delegación del Parlamento Europeo para Sudamérica, afirma que “la influencia de América Latina está decreciendo, la participación de la región en el comercio y la economía mundiales es pequeña” y agrega que “es sorprendente que a pesar de todos los cambios que han ocurrido en el mundo, poco ha cambiado en este panorama algo deprimente del continente”.4 Como se puede evidenciar, muchos se han encargado de resaltar las características negativas y ya conocidas por todos de América Latina: pobreza, distribución desigual de la riqueza, inseguridad, narcotráfico, criminalidad, populismo, corrupción. La lista podría continuar, pero el objetivo de este ensayo es resaltar aquellas ventajas y potencialidades que la región puede aprovechar en un contexto actual de incertidumbre mundial para lograr una inserción exitosa.

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Oppenheimer, Andrés. “Cuentos Chinos: el engaño de Washington, la mentira populista y la esperanza de América Latina”. Buenos Aires, 2005. 3 Ibid 4

Ibid


El mundo con rumbo incierto A fin de exponer una visión optimista de América Latina, es pertinente presentar el contexto mundial en el cual se encuentra sumergida la región, para tener un panorama amplio de la situación. Sin dudas estamos presenciando un cambio en el sistema internacional, dentro de un orden no polar con los centros de poder más distribuidos, que podría definirse como un período de inestabilidad. La globalización, que ha traído numerosos beneficios ampliando fronteras y conectando al mundo, también ha generado un descontento, sobre todo en los países desarrollados, que se evidencia con las recientes manifestaciones de dichas poblaciones tanto en el caso del Brexit, como en la victoria de Trump. Estamos ante un mundo que tiene cada vez menos que ver con ideologías, y cada vez más con identidades religiosas y étnicas, donde la apertura, el libre comercio y la inmigración se han vuelto enemigos de los países centrales, que sumergidos en una crisis de terrorismo y refugiados, revisan y reflexionan sobre los efectos de esta globalización. El cambio de humor en la población ha llevado a la búsqueda de nuevas alternativas alejadas de la política tradicional como demuestra la reciente victoria del “outsider” Donald Trump en Estados Unidos, así como a la irrupción de nuevos partidos políticos europeos más nacionalistas, tal el caso de Le Pen en Francia. En Alemania, más de la mitad de la población alemana rechaza la política de recepción de refugiados llevada a cabo por Angela Merkel, quien deberá revisar el control de fronteras para las próximas elecciones. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea fue sin dudas la mayor manifestación del descontento que han traído las políticas de apertura e integración. El Brexit implica una reflexión y una revisión sobre el trabajo conjunto, y la incertidumbre sobre el destino de la Unión Europea se verá afectada por la implementación del mecanismo de salida. La expansión del estado islámico es otro fenómeno que contribuye al contexto de la incertidumbre mundial. El incremento en los atentados y las nuevas estrategias y métodos


de ejercer terror, posicionan al terrorismo como uno de los mayores problemas globales sin consenso a resolver. En el plano económico, en términos generales el comercio internacional está perdiendo potencia y la economía no crece. Los últimos estudios del FMI afirman que hay un mundo desarrollado que crece poco, alrededor de un 2%, un mundo emergente que crece sobre el 4%, y en términos generales el crecimiento es algo más que el 3%. El FMI sintetiza la descripción de la economía mundial como: “Demasiado lento por demasiado tiempo, con excepciones como China e India”. Además sostiene que “la receta que se daba a todos los países, que la solución para el crecimiento era vía exportación de manufacturas, en un comercio en expansión con cada vez más demanda, quizá ya no sirva más”.5

América Latina: una visión optimista Dentro de un contexto internacional, incierto tanto en un plano político como económico, la región latinoamericana cuenta con enormes ventajas y potencialidades que se pueden resumir en las siguientes:

1) Ubicación geográfica 2) Zona de paz 3) No proliferación nuclear 4) Democracia 5) Recursos naturales 6) Seguridad alimentaria 7) Bloques regionales

En primer lugar, es la realidad geográfica la que le ha permitido a América Latina mantenerse alejada históricamente de las guerras y conflictos que predominan en el resto 5

“Conectar el Mercosur con el comercio global: el camino para revitalizar el bloque” (La Nación, diciembre de 2016)


del mundo. La lejanía ha llevado a que la región se consolide como una zona de paz, transformando esta realidad en un gran activo actualmente en donde predominan las guerras de religión y el terrorismo, sobre todo en Medio Oriente y Europa. Los terribles sucesos que se viven hoy el mundo como la expansión del estado islámico, el terrorismo y la crisis de refugiados, ratifican que en América Latina, los conflictos son apenas “folclóricos”, y los pocos que quedan están en una etapa de finalización como así lo demuestra la firma de la paz en Colombia. El tercer aspecto a destacar es la continuidad que ha demostrado la región en la política de no proliferación nuclear. El Tratado de Tlatelolco transformó a América Latina y el Caribe en una Zona Libre de Armas Nucleares, y fue una iniciativa que brindó claras señales al mundo del espíritu de cooperación de la región, que fue seguida por otras regiones del mundo como África y el Sudeste Asiático. Asimismo, todos los países de América Latina adoptaron los compromisos y controles internacionales en materia nuclear adhiriendo al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Con la creación de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC), Argentina y Brasil renunciaron conjuntamente al desarrollo, posesión y uso de armas nucleares, demostrando un compromiso con el uso exclusivamente pacífico de la energía nuclear como pilar central de una relación estratégica y una vocación regional de paz que sirve de ejemplo y fuente de inspiración para otras regiones del mundo, donde la presencia de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva es todavía una realidad.6 Un cuarto punto, es la consolidación de la democracia en la región latinoamericana que “refleja un cambio pronunciado de cultura política más proclive a la concertación y la negociación, donde las frustraciones parecen canalizarse más dentro del sistema político democrático que a través de su ruptura”.7 Este factor demuestra ser esencial a la hora de

6

“Brasil y Argentina: 20 años de cooperación estratégica en el área nuclear” (2011). Cancillería

Argentina. 7 Peña, Felix. “Momentos y perspectivas” (2003).


entablar acuerdos y negociaciones con el resto del Mundo, quienes privilegian la estabilidad. Otro elemento fundamental a resaltar, es la realidad latinoamericana como fuente de recursos naturales indispensables para el desarrollo mundial actual y futuro como el agua, los alimentos, la energía y la minería. Existe una idea generalizada sobre la posesión de recursos naturales como un factor desencadenante de las guerras en el futuro. En este sentido, América Latina es una región muy diversa con un potencial de desarrollo económico a largo plazo invalorable. De este punto se desprende el concepto de seguridad alimentaria y la producción de alimentos inteligentes como un valor estratégico de la región para el sistema internacional, en particular para las demandas de los países con escasez de alimentos y con gran crecimiento poblacional como Asia y África. En este sentido, el Mercosur debería flexibilizarse para promover el comercio regional y consolidar su base exportadora de productos primaros y agro alimentos ya que concentra más del 30% de la producción de alimentos del Mundo. Asimismo, la región latinoamericana cuenta con la enorme ventaja de poseer alianzas internas como la Alianza del Pacífico y el Mercosur, que son el primer paso para lograr una inserción mundial. La integración interna debe funcionar como plataforma de despegue hacia otros mercados, como por ejemplo el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea que podría generar un mercado de más de 750 millones de personas.8

Recuperación regional en un mundo conflictivo Dentro de este contexto internacional y con las enormes ventajas ya expuestas, la región latinoamericana cuenta con un número de desafíos para lograr una inserción provechosa y exitosa.

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“Los beneficios que puede generar el acuerdo UE-Mercosur” (El Economista, Noviembre 2016).


El principal desafío es lograr un sistema latinoamericano basado en la cooperación. Es necesario en primer lugar fortalecer la integración interna mejorando los acuerdos existentes para luego salir al mundo como bloque con una estrategia de inserción conjunta que permita sentarse a negociar con los grandes par a par, teniendo en claro los objetivos estratégicos e intereses de la región. Para lograr una estrategia de inserción exitosa es primordial la identificación de activos, es decir, saber qué es lo que se quiere para después poder negociar. En segundo lugar, se requiere de capacidad organizativa y creatividad para que los países de América Latina puedan encontrar aquellos puntos de convergencia en la diversidad y desarrollar temas a escala de la región. Un buen inicio es lograr una base de acuerdos sectoriales, verificando sector por sector, aquellos en los cuales haya potencialidades para trabajar juntos como por ejemplo el sector automotriz o el sector de alimentos inteligentes. Sin embargo, la infraestructura es una condición fundamental para lograr competitividad y la facilitación del comercio. Otro gran desafío para que la inserción sea provechosa es consolidar lo iniciado y profundizar los acuerdos celebrados para extenderlos gradualmente. Reflotar el Mercosur y extender los lazos con la Alianza del Pacífico son pasos necesarios para fortalecer la “interdependencia de la contigüidad”9.

Sobre el Mercosur en particular, “supone

transformarlo en una eficaz unión para la producción y la competitividad sistemática, utilizando técnicas de integración de mercados compatibles”.10

Argentina líder regional Dentro del desafío de recuperación regional en un mundo conflictivo, Argentina cuenta con el espacio para lograr una reinserción “inteligente” y posicionarse como líder de la región.

9

Peña, Felix. “Reflexiones sobre el Mercosur y su futuro” (2002). Ibid

10


Una inserción “inteligente” significa mantener una estrategia de apertura al mundo estableciendo relaciones con todos los países, maximizando los beneficios y oportunidades. Sin embargo, para insertarse en el mundo, lo primero y fundamental es fortalecer el vínculo con los países vecinos para salir a negociar como bloque con intereses similares. En este sentido, Argentina podría aprovechar el traspaso de la presidencia pro tempore del Mercosur para tomar una actitud proactiva que consolide al bloque como una alianza para la modernización y la institucionalización con reglas claras, que le devuelva la credibilidad para así lograr una inserción competitiva en todos los mercados mundiales. En este proceso son fundamentales el comercio, las exportaciones y la inversión. Argentina debe desarrollar sus potencialidades como la agroindustria, su principal ventaja comparativa, y enfocarse en la producción de alimentos para ofrecer sus productos a las regiones con mayor demanda como Asia y África. Esto brindaría la puerta de entrada para productos agroindustriales de mayor grado de elaboración, lo que permitiría además impulsar una modernización de la estructura productiva y desarrollar el potencial de otros sectores como proveedor de bienes y servicios. En este sentido, además de una transformación productiva, Argentina requiere de una organización productiva que le permita sacar provecho de cada región y provincia para así proyectarse al Mundo. Asimismo, una de las funciones que podría desarrollar en este nuevo contexto es como suministro de tecnología intermedia, incentivando un desarrollo progresivo de cooperación económica y técnica con el resto de los países de América Latina, para potenciar el desarrollo de bienes de capital y una industrialización intermedia. Argentina posee todas las cualidades para posicionarse como líder de la región cumpliendo una función de moderador y facilitando la creación de puentes para una interdependencia administrable que sirva como plataforma para el despegue de la región.


Conclusión Este ensayo ha tratado de destacar algunos aspectos de la realidad regional latinoamericana con el objetivo de modificar una percepción generalizada sobre América Latina, y enfocarse en sus potencialidades y ventajas para lograr una recuperación regional en un mundo caótico, con Argentina como líder de esa reinserción en el mundo. Un elemento esencial para lograr este objetivo es la continuidad en las políticas democráticas y de apertura de los países de toda la región con el fin de impulsar un proceso que se mantenga en el tiempo, más allá de los gobiernos de turno. De esta forma, América Latina podría recobrar la credibilidad y consolidarse como un bloque sólido con estrategias y políticas conjuntas a largo plazo.


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