ARGENTINA PRESIDE EL G20: EL ROL DE MACRI COMO ANFITRIÓN INTERNACIONAL
Por: Florencia Delle Piane
Argentina asumió formalmente la presidencia del G20 a fines de noviembre en el acto realizado en el Centro Cultural Néstor Kirchner. Allí, el actual presidente de nuestra república, fue el principal orador para hablar de los ejes que se llevaran a cabo dentro del proceso iniciado en esa fecha y duraran 365 días hasta la próxima reunión en noviembre de 2018. Nuestro país será anfitrión de más de 50 reuniones, donde se estima que participaran más de 20 mil personas, entre autoridades de los Estados participantes, Organismos Internacionales, Organismos No Gubernamentales y otros invitados de importancia internacional.
Por lo que estará bajo la lupa nuestro despliegue logístico y de seguridad para dicho evento, como su contenido y la conducción llevada a cabo por Mauricio Macri en dicha reunión de líderes internacionales de países tales como; Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE.UU, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. El foro culmina con la cumbre de jefes de Estado y Gobierno en Buenos Aires tras tres días de agudas reuniones en 10 ciudades de la República Argentina que serán cedes, como Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, Bariloche, Salta, Jujuy, Puerto Iguazú y Ushuaia.
En estas reuniones se trataran dos canales de debate que son ejes del G20, uno de ellos es el desarrollo, el comercio, el empleo, la agricultura, la energía, la seguridad alimentaria y la política anticorrupción, y el otro eje es la Economía y las finanzas. Mauricio Macri asume la presidencia del G20 con la posibilidad de fijar una agenda de temas prioritarios, teniendo como temas de preponderancia a la desigualdad social, la guerra comercial y el cambio climático, por ende tiene 360 días para obtener resultados en la agenda del G20, a nivel regional e internacional, es en este ámbito donde se terminara de interpelar la capacidad política del presidente. Las miradas de los observadores sobre el presidente Argentino, se enfocaran en sus habilidades de incentivo al dialogo para con las potencias mundiales, como así también la búsqueda de equilibrio con las necesidades de la región. También se observara su rol como anfitrión en calidad de seguridad y logística de la misma durante el periodo que se lleve a cabo. Se estima sin embargo que la agenda global estará protagonizada por la puja comercial entre China y Estados Unidos, la desocupación y el aumento de la pobreza a nivel mundial, como así también se expondrá sobre el cambio climático en la que Francia y Alemania son aliados, los ataques terroristas y la crisis de migración, pese a los tenues avances internacionales ante estos últimos dos problemas mundiales. El encuentro de envergadura global siembra para el destino de Macri dos escenarios bien marcados; configurar su imagen internacional o convertir el G20
en un suceso extravagante para los líderes mundiales. Pese a la obvia observación de los líderes mundiales más poderosos, con quienes coincide en el libre comercio a ultranza, Macri tampoco podrá desatender los intereses regionales de aquellos países que conforman el Mercosur, como así también de México y Chile, los cuales tienen consenso regional que no deberán estar ausentes de los países, bloques geopolíticos y organismos multilaterales. Luego de la charla inaugural en el Centro Néstor Kirchner, el primero de Diciembre se llevo a cabo la primer reunión formal de funcionarios del G20 el primero de enero en Llao Llao con la presencia de los representantes de las 20 economías más importantes del mundo, allí el presidente Macri expresó que propondrá una agenda sobre el “futuro del trabajo, la infraestructura para el desarrollo y la seguridad alimentaria”. Sabemos que la política internacional es anárquica y que el poder de la súper estructura pone sus propias regla en una época de juego internacional tan inhóspito. Por ello, se sabe que en noviembre de 2018 deberá Macri enfrentar las propuestas e intenciones de bloques geopolíticos y desplegar su tolerancia a la puja de intereses, los conocidos lobbies políticos de pasillo, ya que todos desean un párrafo en el documento final, y se espera que haya un cambio de forma y modo en el que el documento no se siga cocinando en el juego de Estados Unidos, China, Reino Unido, Alemania y Francia, o al menos que ingresen otros debates en los temas de agenda del G20.