Ciudades y posconflicto

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CIUDADES Y POSCONFLICTO: EL TEJIDO SOCIAL Denise Elizabeth Velázquez1

Las ciudades son escenario de profundos cambios, son dinámicas y tienen un gran potencial de resiliencia. Según el reporte de ONU HABITAT 2016 “Urbanización y desarrollo”, el 54% de la población mundial vive en áreas urbanas, y el 80% del PBI mundial es representado por las ciudades.

Es cierto que brindan grandes oportunidades, integran alianzas, y que el nivel subnacional participa con mayor intensidad en el plano internacional. Pero, en un mundo convulsionado en el cual todos los días el avance de los conflictos armados se hace presente, en un mundo que parece haber perdido la piedad y que no logra encauzarse hacia una paz global fuerte y duradera, existen ciudades que hoy toman un papel fundamental: el de sobrevivientes. Éstas cargan sobre sus espaldas el desafío de pasar de la teoría a la práctica de la resiliencia y transitar su propia metamorfosis. Son ciudades que bajo el ojo vigilante de la comunidad internacional, intentan volver a humanizarse.

Las urbes del posconflicto enfrentan grandes desafíos y como plantea Angélica Alba Cuéllar2 existen dos retos fundamentales: la recuperación económica y el riesgo del resurgimiento del conflicto. En este aspecto es importante considerar que el escenario que 1

Maestrando en Diplomacia y Política Exterior de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES). Licenciada en Administración de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Analista de agronegocios en el sector privado. 2

Internacionalista de la Universidad del Rosario y Magíster en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos de la Universidad Externado de Colombia.


se presenta al dejar las armas e intentar iniciar el camino de la paz, se encuentra lleno de obstáculos y cambios profundos. Es un camino de constante sanación, resurgimiento, y proactividad. No tiene pasos claros, ya que cada individuo, como cada comunidad varía en su esencia, y las ciudades son entes complejos, que pueden convertirse en limitadores de oportunidades si no cuentan con estructuras sólidas para albergar e integrar a quienes se desmovilizan. Las urbes, finalmente, están compuestas por personas que perciben el contexto desde el cristal de sus experiencias, y es así que existirán tantas visiones como personas. Sin embargo, es primordial construir una visión de comunidad resiliente, para poder transformar un proceso de posconflicto en una verdadera ruta de integración, que permita reconstruir el país desde las comunidades. Cuándo un conflicto armado se prolonga en tiempo, y de cierta forma se normaliza en el inconsciente colectivo de la población (nacional y internacional), la representación de la sociedad comienza a transmutarse, y una vez que esto sucede no es posible reconstruir la imagen original. Alfred Korzybski3 creó el slogan “el mapa no es el territorio”, y la idea central que convoca este pensamiento, refiere a que cada individuo tiene una percepción del mundo, distinta y limitada. Simplemente alcanzamos una apreciación de la realidad, pero no la realidad absoluta. Fernando Chaparro4 plantea que “el tejido social de una comunidad no se puede reconstruir ni fortalecer, si no se satisfacen las necesidades humanas básicas.” Este pensamiento entraña varias facetas de la problemática, ya que las ciudades del posconflicto han sufrido serios golpes en su economía, política, cohesión social, entre otros.

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Psicólogo y lingüista de origen polaco Vicerrector académico de la Universidad Central de Colombia, Sociólogo de la Universidad de Lovaina, Magíster en Sociología Rural y Ph.D. en Sociología Industrial y Organizacional de la Universidad de Princeton 4


Es entonces que cuando hablamos de posconflicto no podemos simplemente pensarlo como “el período de tiempo que sigue a la superación total o parcial de los conflictos armados”. Debemos entenderlo como un camino complejo y cambiante, que implica comprender las problemáticas sociales, económicas, culturales, de género, políticas, etc., de la comunidad existente, de los desplazados que regresan a su territorio o eligen retornar a una ciudad por considerar que alcanzarán una mejor calidad de vida, y el aspecto aún más crítico, por las percepciones sociales, la reintegración de los desmovilizados en esa comunidad, que vive en un día a día de intentar cubrir sus necesidades básicas. Este equilibrio tenso entre el vivir y sobrevivir del ciudadano del común, que es una realidad mayoritaria y no un ejemplo aislado, genera un escenario en el cual es necesario ver a esa comunidad en conjunto y aplicar políticas públicas y privadas, locales, regionales e internacionales, para poder transformar estructuralmente las condiciones de vida, sin distinciones.

Angélica Alba Cuéllar plantea que:

“Los costos del fracaso en la construcción de la paz son muy altos en todos los ámbitos; en muchos casos la violencia emerge con mayor virulencia que en la etapa previa, afectando sustancialmente las débiles estructuras políticas, económicas y sociales existentes, y las sociedades entran en lo que se ha calificado como <desarrollo en reversa>, que contribuye a su vez a alimentar mayores conflictos, violencia y empobrecimiento” (El papel de la comunidad internacional en escenarios de posconflicto.)

La precedente reflexión invita a comprender que caminamos sobre un terreno endeble que requiere de unión real y práctica. No es admisible dar tratamiento a las ciudades del posconflicto como a cualquier ciudad que intenta mejorar su calidad de vida, desarrollarse e


integrarse al mundo, porque debido a las características de sus vivencias, al resquebrajamiento de su tejido social, las dinámicas y sesgos con los que conviven sus habitantes, son ciudades que renacen luego de un profundo quiebre.

Este es el escenario que se nos presenta. Ciudades, que a diferencia de las grandes urbes que el mundo reconoce como el futuro del desarrollo, se encuentran sostenidas sobre bases con profundas grietas, y les ha tocado convertirse en protagonistas del más complejo de los estadíos de la “guerra”, la reconstrucción de la paz en un suelo frágil y su propia metamorfosis.

Referencias ❖ Angulo Amaya, María Camila; Ortiz Riomalo, Andrés Mauricio; Pantoja Barrios, Sebastián Análisis de las percepciones de los colombianos sobre el proceso de paz y el posconflicto desde una perspectiva de género ❖ Chaparro, Fernando El Desafío del Postconflicto: ¿Cómo se puede reconstruir el Tejido Social de comunidades urbanas y rurales del país? ❖ Cuéllar, Angélica Alba. El papel de la Comunidad internacional en escenarios de postconflicto ❖ ONU-Habitat Urbanización y Desarrollo ❖ Quinta

Gira

de

Cooperación

Técnica

Sur-Sur,

Mayo

2015,

D.C.Reintegración: Reconciliación y Desarrollo desde los Territorios

Bogotá


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