EL PROCÉS CATALÁN, LA DIVISIÓN EN EUROPA Por: Roberto Viesca El ser humano parte de una identificación socio-cultural inherentemente establecida de un todo que constriñe su vida y sus relaciones hacia el exterior a partir de simbolismos, abstracciones con la otredad y, sobre todo, de su pertenencia a un lugar o territorio definido. Contradiciendo los no-lugares de Marc Augé, aquí, los sí lugares funcionan como una relación natural y simbiótica entre el Hombre y la Naturaleza, es decir, la conciencia de procedencia del lugar que le permite “ser” al ser mismo. Es así, como esta relación es simplemente necesaria y humana. Por tanto, lo que vino a terminar con esta relación fue el Estado- nación. Desde su fundación en la Paz de Westfalia, su referencia ha sido la centralización cultural, lingüística e identitaria por vía de la “violencia” institucional. El Estado es necesario sí, pero el ánimo de establecer fronteras territoriales para abrir paso a laissez faire-laissez passer (capitalismo) demeritó la necesidad humana de conservar su esencia y transferirla a la esencia centralista. Europa es un claro ejemplo de esto. Para el objetivo de éste artículo1, nos centraremos en la cuestió catalana que divide a España entre contrarios y adeptos al proceso independentista de Cataluña. El separatismo catalán responde más a una cuestión identitaria que a una política o ideológica; de un lado, existe una burguesía catalana y sus gobernantes que acomodan sus intereses de acuerdo a lo que dicte el Partido Popular (PP) o Convergència i Unió (CiU) y por el otro, una “unidad española” disfrazada de falangista franquista y centralista. El 1-O muestra una práctica desintegradora de la democracia y que las mayorías no siempre es lo conveniente al curso político y social de un país como lo ha sido el Brexit en Reino Unido. Asimismo, muestra una España que fracasa en el sentimiento integrador social dadas las particularidades de su historia y en la forma como construyó su Estado- nación desde la Reconquista en 1492. De ahí empieza el problema de “lo español”, de no haber logrado una unidad real en la identidad hispana y más bien, esa unidad se consolidó por medio del unilateralismo militar castellano a la fuerza desde la Guerra de Sucesión, que puso en el trono a los Borbones. La Diada o Día de Cataluña (se celebra cada 11 de septiembre) es ese hecho que supuso la 1
Esta posición no es contraria ni afirmativa al procés, más bien, se tratará de ser lo más objetivo que se pueda aun así cuando el autor analiza desde fuera el suceso, por tanto, no existen ánimos ni de ofender ni tender a una ideología.