“LA GRAN ESTAFA FINANCIERA”

“LA GRAN ESTAFA FINANCIERA”

Autora: Abud, Emeli Mail: emeli_abud@hotmail.com

Desde 1852, Wells Fargo se caracterizó dentro de EE. UU como una de las industrias más grandes de todo el territorio. Comenzando con una simple sede en California, ten iendo como objetivo brindar servicios y correo express, logró la expansión llegando a tener 6.650 sucursales.

Si bien, esta compañía financiera se encuentra posicionada como una de los cuatro bancos líderes de América del Norte y uno de los terceros por capitalización bursátil, su reputación hasta el día de hoy está en constante cuestionamiento por el escándalo de fraude en el que estuvo involucrado.

Para comprender la causa y el origen de su éxito, debemos remontarnos a la Crisis de Wall Street o bien llamada Crisis de las hipotecas Subprime en 2008. A raíz de la baja de los intereses y, en consecuencia, a esto, la expansión de los Créditos Hipotecarios, los 8.000 bancos involucrados en esta operación, se vieron desfavorecidos cuando el Banco de inversión Lehmans Brothers se declaró en bancarrota por la pérdida de sus activos. Las acciones dentro de la bolsa se desplomaron, llevando a Estados Unidos a un colapso en su Economía. Solo una de las industrias financieras envueltas en esta operación, consiguió que el impacto y el pago de las liquidaciones fuera menor y ella fue Wells Fargo. De esta manera fue percibida como una institución segura y de confianza, captando mayor número de clientes y nuevos negocios.

Considerada como una empresa líder en su rubro, su política de contratación y su código de ética al que debían adaptarse sus nuevos empleados era riguroso y estricto. Pero una vez dentro, los banqueros percibieron que había varias fallas y violaciones en su modus operandi.

Con extensas capacitaciones y altos objetivos de ventas de productos del día, la presión que aportaban las gerencias a reportar, conducía a que se iniciara esta gran estafa.

Wells Fargo ideó una práctica denominada Venta cruzada que consistía en tratar de vender varios productos a un consumidor final. Su detallado proceso desembocaba en que si el cliente se acercaba para obtener una tarjeta de crédito, el oficial lograba persuadirlo de manera tal , que saliera de la institución con el mayor número de productos posibles. Este método llevó que el Banco demostrara dentro de sus reportes un crecimiento excesivo de sus ganancias mensuales, y por consiguiente al crecimiento de sus inversiones.

Posicionada como una de las entidades más valiosas del momento y siendo atractiva a la vista

de los accionistas, debían mantener su status en los mercados. Es aquí, cuando comienza la presión en su staff: sus objetivos de ventas por día eran irrisorios, y teniendo en cuenta el número de habitantes de algunas localidades donde se encontraban las sucursales, era prácticamente imposible vender más productos de los que ya se habían otorgado.

Las acciones correctivas y amenazas constantes aplicadas a los empleados en el caso de no cumplir y alentados por sus mandos superiores a lograr el presupuesto máximo haciendo lo que sea necesario, inducían a cometer lo que hoy en día fue la estafa más grande dentro del mundo financiero.

Los banqueros de Wells comenzaban por los productos más sencillos: La solicitud de tarjetas de créditos a clientes pre aprobados utilizando información del contacto que se encontraba en base, así como también de tarjetas de débito para sus cuentas. El alta de pólizas seguros sin consentimiento, también fue un método utilizado y en las que quedaron involucradas dos empresas: Prudential Financial y Assurant (quienes más tarde levantaron cargos por daños y perjuicios). Pero la acción que llevó a que se revelara en un futuro las maniobras fraudulentas de la institución fue la apertura de cajas de ahorro y cuentas corrientes. Iniciando por la cartera de clientes y siguiendo con personas que no calificaban para ser ingresadas en el sistema financiero, los empleados realizaban las aperturas bajo distintos seudónimos y algunas hasta implicaban un movimiento de dinero entre ellas para mantenerse activas. Esta operación fue posible gracias a una técnica denominada pinning que consistía en establecer un Pin de cuatro dígitos 0000 y posibilitaba a los banqueros a tener control sobre sus cajas y hasta inscribir a los clientes en un programa denominado Banca en línea.

Con más de 1,5 millones de cuentas y un promedio de 500.000 tarjetas otorgadas sin consentimiento, comenzaron las llamadas de las empresas de cobranzas a los clientes para el pago de las tarifas y comisiones que devengaba de estos productos.

Algunos de sus empleados, inquebrantables en su ética, llevaron las pruebas de las transacciones inusuales a los sectores de Investigación de Código de ética, Recursos humanos y Gerentes de distritos, quienes ignoraron las denuncias realizadas y finalizando con el despido de los banqueros, alegando que la acción radicaba en el hecho de que no cumplían con sus objetivos de ventas.

El actuar de la institución, consiguió que los ex empleados formaran agrupaciones que se manifestaban en las oficinas centrales y lograron captar la atención del L.A Times ,que a través de una nota periodística , dejaron expuestas las maniobras fraudulentas y el trato hostil al que se enfrentaban día a día. Los comentarios de este famoso diario levantaron las sospechas del fiscal de Distrito de Los Ángeles, quien empezó a recolectar documentación pública en las Oficinas de protección financiera del Consumidor y se encontró con más de un millón de quejas y denuncias a nombre de Wells Fargo. Recolectadas las pruebas necesarias, con más de miles de llamados y correos de clientes que se ofrecían a brindar testimonio de su experiencia, comenzó la demanda de mayor escándalo Nacional.

Si bien, Wells Fargo intentó que la Fiscalía de Los Ángeles, no elevará el caso hacia la Corte Federal y que trascendiera más de los debido, sus esfuerzos fueron en vano cuando a la demanda se sumó La Oficina de control de la Moneda de Estados Unidos. Estos tres Organismos Reguladores, anunciaron una multa inicial de $185 millones de dólares por actividad ilegal que fueron destinados de la siguiente manera: La Oficina de Protección Financiera del Consumidor recibió $ 100 millones, el Fiscal de la Ciudad de Los Ángeles recibió $ 50 millones y la Oficina del Contralor de la Moneda recibió los últimos $ 35 millones.

Para una Entidad financiera del calibre de Wells Fargo, el valor de la multa era insignificante, por lo que, una vez saldado el pago, se enfocaron directo en reconstruir su imagen y recuperar la confianza de los consumidores. Alegando que las consecuencias que estaban atravesando eran solamente por un sector de manzanas podridas que no se adaptaron a las normas éticas y la práctica de buena fe, llevaron a cabo el despido de 5.300 empleados involucrados en los procesos de fraude y se lanzaron nuevamente al mercado como una Entidad leal y de buenos valores para desarrollar una carrera profesional. Aunque el caso tomó una cobertura mediática importante en los días siguientes, sus acciones en la bolsa no sufrieron caídas, por lo que seguía siendo una empresa atractiva para los inversionistas.

El caso de Wells Fargo tomó un giro importante en septiembre de 2016, cuando el Congreso llamó a John Stumpf, CEO, a testificar. En la audiencia, la senadora Elizabeth Warren cuestionó con efusividad el mal manejo de la situación, demostrando que los despidos solo fueron establecidos para los bajos mandos, mientras que los sectores responsables del cumplimiento de las leyes, reguladores, ejecutivos responsables y gerentes, seguían

perteneciendo a la entidad sin ningún tipo de sanción, dejando así expuesto que las prácticas de ventas cruzadas si proporcionaban mayores ganancias que beneficiaban el crecimiento del banco cruzando las barreras de la legalidad y del que todos eran conscientes. El presidente del comité, Richard Shelby cuestionó a Stumpf sobre si tenía un plan de contingencia para el recupero de los activos otorgados a los ejecutivos y cómo ayudaría la institución a los millones de clientes perjudicados, pero los argumentos del CEO no fueron los suficientemente fuertes para convencer a los Congresistas, quien contaban con una mayoría de pruebas en su contra y solicitaban su renuncia, el rechazo de los bonos de g anancia a su nombre y la apertura de investigación criminal por parte del Departamento de Justicia y la Comisión de seguridad y cambio.

Poco tiempo después John Stumpf presentó su renuncia y fue reemplazado por el Director de Operaciones Timothy Sloan, quien estuvo en la mira del Comité de Senadoras, ya que se encontraba estrechamente ligado en el periodo de fraude. Su mandato se topó con las nuevas disposiciones por parte de la Oficina de Contralor de la Moneda que hizo hincapié en una supervisión más estricta y junto con el Sistema federal de Reservas, restringieron cualquier crecimiento adicional hasta que se decidiera quién iba a tomar definitivamente la posición de CEO dentro de la organización.

Los costos de las multas impuestas fueron de $ 100 millones por prácticas ilegales generalizadas de apertura de cuentas no autorizadas. La orden también requería que Wells Fargo pagara aproximadamente $ 2.5 millones en reembolsos a los clientes y contratara a un consultor independiente para revisar sus procedimientos.

La institución incurrió en costos adicionales tales como: -$ 6.1 millones en reembolsos de clientes debido a tarifas y cargos inapropiados -$ 142 millones en compensación al cliente debido a un acuerdo de demanda colectiva - Acuerdo de $ 480 millones para una demanda colectiva de accionistas - Acuerdo de $ 575 millones de procuradores generales en 50 estados por una combinación de apertura de cuentas no autorizadas y cargos por seguros de automóvil e hipotecas innecesarios.

Luego de las acciones tomadas por el Comité, varios reguladores se sumaron a las demandas.

Los fiscales de Nueva York, San Francisco y Carolina del Norte, así como también La

Comisión de Bolsa de valores abrieron sus propias Investigaciones sobre el fraude contra Wells Fargo.

El estado de California, que tomaba a la Entidad como casa de bolsa del Estado, retiró inmediatamente al banco de esta función y suspendió sus inversiones hacia la misma durante dos años, velando por el bienestar de los ciudadanos. Siguiendo esta línea, se sumó al listado Chicago que eliminó sus inversiones por $25 millones e introdujo además la prohibición de realizar negocios en un periodo de tiempo similar al impuesto por California.

Otras ciudades y municipios que han reemplazado o intentan reemplazar a Wells Fargo incluyen a Filadelfia, que usa el banco para procesar la nómina, y el estado de Illinois.

Seattle también terminó su relación con el banco.

La organización experimentó una disminución de la rentabilidad en el primer trimestre de 2017, después de que se conoció la noticia del escándalo. Los pagos a bufetes de abogados y otros asesores externos dieron lugar a un aumento de los gastos sumados a las multas ya saldadas. Después de que se informaran los informes de ganancias, el banco anunció que cerraría más de 400 de sus aproximadamente 6000 sucursales para fines de 2018.

Además de las multas que tuvo que afrontar Wells Fargo para resarcir a sus empleados expuestos, recurrieron a un plan de reincorporación. Las Entidades financieras plasman a través de un documento denominado U5 el motivo del despido, dejando un registro de cualquier mala conducta o conducta poco ética.

El banco emitió documentos difamatorios U5 a los banqueros que, de buena fe, simplemente informaron los actos ilícitos a nivel sucursal, incriminándolos como cómplices en la creación de cuentas no deseadas. No existe un proceso regulatorio para apelar un U5 difamatorio, excepto para presentar una demanda contra la corporación emisora. Esta mancha en el registro personal, tuvo un desenlace poco satisfactorio para los ex empleados que estuvieron extensos períodos de tiempo sin ser contratados nuevamente por otras instituciones.

Wells Fargo creó un grupo interno especial para volver a contratar a todos aquellos que habían dejado el banco pero que no estaban implicados en el escándalo. En abril de 2017, Timothy Sloan declaró que el banco volvería a contratar a unos 1000 empleados que habían sido despedidos injustamente o que habían renunciado en protesta por fraude. Sloan enfatizó que los que serán recontratados no serán los que hayan participado en la creación de cuentas

falsas.

Los escándalos a finales de 2017 no cesaron. Una nueva demanda se adhirió por parte de la Reserva India perteneciente a los límites de los Estado de Arizona, Utah y Nuevo México denominada “Navajo Nación”, quienes fueron engañados aprovechando su impedimento por la barrera idiomática, les indicaron que no podían cobrar sus cheques sin apertura de productos como caja de ahorro y cuenta corrientes.

De la mano de Timothy Sloan, la entidad trato de recuperar su imagen lanzando varias campañas de marketing para enfatizar el compromiso de la compañía por reestablecer sus políticas, sus procesos de operación más seguro y transparente, el cuidado de sus empleados con respecto a las presiones por ventas y así, volver a captar la atención de los clientes existentes y potenciales. Pero este tipo de estrategias nuevamente se vieron opacadas al salir a la luz una nueva multa del Departamento de justicia por un valor de 2.100 millones de dólares por declarar ingresos erróneos de Prestatarios para el otorgamiento de Hipotecas, que luego se volvían incobrables.

Los esfuerzos de este nuevo CEO fueron en vano y Wells Fargo no pudo reivindicarse ante sus accionistas y el país. Las primeras investigaciones fueron una base inicial para que distintos reguladores y empresas relacionadas con el banco iniciaran sus denuncias. Además de ello, El Comité de Servicios financieros, hizo un marcado hincapié en restringir el crecimiento adicional de la empresa en la bolsa y remarcó la disconformidad del liderazgo de Timothy Sloan, ya que estaba estrechamente ligado con el Fraude, lo que provocó la renuncia del mismo a finales de 2019.

En la actualidad, esta Entidad financiera sigue estando en la mira, controlada por cada uno de sus movimientos y operaciones. A medida que transcurre el tiempo, salen a la luz más fraudes relacionados con Wells Fargo, lo que lleva a la apertura de nuevas investigaciones que se anexan a las causas y el Juicio sigue prolongándose más de lo debido. Las últimas noticias indican que el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores llegaron a un acuerdo con el banco en febrero de 2020 por una multa total de 3 mil millones de dólares para abordar las violaciones penales y civiles. Cabe destacar que esta multa solo abarca el escándalo de la apertura de cuentas falsas, pero posiblemente puede enfrentar cargos individuales por el maltrato de los ex empleados. Con este acuerdo de enjuiciamiento diferido,

las autoridades aceptaron no enjuiciar a Wells Fargo por un periodo de 3 años, siempre y cuando, la empresa siga ciertas condiciones, incluyendo su cooperación con investigaciones gubernamentales a futuro.

En octubre pasado, se designó como nuevo CEO a Charlie Scharf, quien hasta el día de hoy lucha con la dura tarea de limpiar la empresa y reforzar los controles internos, aplicando las nuevas medidas impuestas por la justicia. Bajo el lema de tolerancia cero contra el comportamiento fraudulento, las últimas disposiciones tomadas por este líder y el nuevo Jefe de Recursos Humanos, David Galloreese, fueron las de despedir a más de 100 empleados que realizaron declaraciones falsas para adquirir fondos para ayuda de Coronavirus. Aunque estas acciones ilícitas fueron personales y no involucran a los clientes, la entidad aún no puede despegarse de las acciones fraudulentas y de las miradas de los reguladores que también reforzaron sus controles.

Wells Fargo lucha con seguir manteniéndose tanto en la vista de los inversionistas, como en el negocio financiero, como empresa líder. A pesar de esta situación y el engaño, esta organización sigue teniendo una cartera amplia de clientes y el pueblo americano continúa confiando en mantener los ahorros de toda la vida dentro de esta institución.

En el transcurso del año con los conocimientos adquiridos, mi atención se situó en tomar este caso de ejemplo ya que abarcan varios puntos centrales y esenciales de la Diplomatura.

Además de la experiencia personal, trabajando en una entidad financiera, teniendo contacto estrecho de las operatorias y reguladores internos, es interesante destacar las maniobras fraudulentas que sostuvieron y sin consecuencias en un periodo extenso de tiempo. Como el poder y control que poseen los altos mandos, pueden llegar a encubrir toda una sociedad qu e se mantiene a través de las estafas.

Anteriormente, aclare que hay varios tópicos importantes de este caso que pueden observarse, iniciando por uno de los que detonó el caso de Wells Fargo y es el código de Ética.

Los códigos de ética son esenciales para todas las compañías ya que contienen los principios que definen los estándares del comportamiento específico que deben acatar todos los empleados. Por lo general no contiene todas las normas implícitas, porque se sobreentiende que toda persona que llega a un grado de profesionalidad, posee cierta formación y criterio de lo que se debe o no se debe hacer durante su desempeño. Unificar y fortalecer las prácticas, es uno de sus objetivos principales, así como también fomentar la cultura, transparencia y

determinar un marco de legalidad de la operatoria. Si bien, cada compañía posee su manual, todos se manejan en un marco de características universales: Pertinentes, realistas equilibrados y revisables.

Continuando con los argumentos del caso expuesto, Wells Fargo se caracterizaba por ser una empresa sumamente estricta en este aspecto. Le otorgaban a sus nuevos Oficiales una capacitación y entrenamiento de sus prácticas y valores, acorde a su imagen dentro del mercado financiero como Entidad líder.

Varios empleados actuaron de acuerdo a su ética, pero se enfrentaron a la realidad de que no fueron respaldados por la compañía al elevar las denuncias de las opera ciones f raudulentas que se manejaban hacia los sectores de RRHH y de cumplimiento quienes hicieron oídos sordos. Fueron hasta mal vistos por sus superiores y maltratados.

Si bien, las conductas y los códigos son unas de las situaciones más simples para analizar, comienzo por este tema ya que es clave destacar la importancia de los valores de los empleados quienes son las primeras líneas de contacto que pueden detectar de ra íz cualquier tipo de operación ilegal o bien, no llegar a cometer prácticas ilícitas.

Wells Fargo tenía una doble moral, por una parte, exigía a toda persona que deseaba pertenecer a la organización ciertos estándares y seriedad, pero, por otro lado, las pre siones psicológicas que ejercían en los Banqueros de sucursales por las ventas, llegaban a un punto de quebrantar hasta a la persona más fiel a sus principios.

En la actualidad, dentro las organizaciones es importante tener canales de comunicación como lo son las “líneas de ética” que sean anónimas, que transmitan la confianza suficiente a los empleados para realizar todo tipo de denuncias y que o peren de una manera individual, para tomar los casos de forma objetiva, logrando así ejecutar las sanciones correspondientes.

No solamente la cultura y valores que mostraba “desde afuera” fueron ignorados, sino que una gran cantidad de sectores fueron violados, uno de ellos el Sector de Cumplimiento.

La Formación del comité, dirigido por los Oficiales de cumplimiento es una de las piezas claves para la Prevención de Lavado de activos y reporte de operaciones sospechosas. Este sector está compuesto por profesionales encargados de analizar las señales de alerta para identificar comportamientos inusuales de los clientes o identificar tipologías de Lavado de Activos o Financiación del terrorismo, participan en la revisión de procesos y procedimientos para el correcto funcionamiento de los sistemas de control, realizan un seguimiento de la

gestión del área comercial

y la preparación de los reportes externos a las Unidades

correspondientes a cada país, de acuerdo con los plazos establecidos.

Las Entidades financieras de EEUU, de la mano de sus Oficiales de cumplimiento, deben reportar al organismo denominado FinCen (Red de Control de Delitos Financieros). Es una oficina del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que recopila y analiza información sobre transacciones financieras para combatir el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y otros delitos financieros nacionales e internacionales. Su misión es salvaguardar el sistema financiero del uso ilícito, combatir el lavado de dinero y promover la seguridad nacional. FinCen actúa como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de EE. UU. Y es una de las 147 UIF que forman el Grupo Egmont de Unidades de Inteligencia Financiera.

Además de ello, deben acatar las regulaciones como USA Patriot act. Esta ley federal tiene como objetivo unir y fortalecer América otorgando las herramientas apropiadas para combatir e impedir el terrorismo ampliando la capacidad de control del Estado, capacitando a las agencias de seguridad estadounidenses y dotarlas de mayor poder de vigilancia de los delitos del terrorismo.

Si bien estos organismos son algunos de los principales a los que deben reportar las Empresas del país, a lo largo del trabajo se citó que la participación clave dentro de la investigación fueron La Oficina de contralor de La moneda, La oficina de Protección financiera del Consumidor y La comisión de bolsa de valores.

La Oficina del Contralor de la Moneda es parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. La misión de la Oficina es regular y supervisar todos los bancos nacionales y cooperativas de ahorro federales y asi como las sucursales federales de bancos extranjeros, con el fin de asegurar que su funcionamiento sea seguro y cumpla con la ley. Sus funciones principales son autorizar, reglamentar y supervisar a más de 2,500 bancos nacionales y sus filiales de operación, asegurar un sistema bancario nacional seguro, estable, y competitivo que brinda apoyo a los ciudadanos, a las comunidades, y a la economía de los Estad os Unidos. Cuenta con un sistema de llamados y contacto directo con los consumidores para que puedan elevar las quejas y asesorarlas en el proceso de denuncia.

Por otro lado, la oficina de Protección financiera del consumidor, como su nombre lo indica, es responsable de la regulación y correcto funcionamiento de los mercados de los productos y servicios financieros para los consumidores en Estados Unidos.

A su vez, Wells Fargo poseía un poder importante dentro de California. Gracias a su amplio abanico de inversiones, esta institución fue tomada como Casa de bolsa del Estado, lo que llevó a que La Comisión de bolsa de valores tuviera intervención en el proceso para proteger los mercados financieros perjudicados por los procesos fraudulentos de esta Entidad y debido a esto, eliminarlo ya que no cumplía con las responsabilidades básicas de acatar las leyes federales de los valores y sus regulaciones.

Realizada estas breves descripciones, toca analizar varios puntos que llaman la atención de este caso: cómo fue posible que Wells Fargo evadiera y sorteara por un extenso periodo de tiempo, todo tipo de regulación y leyes, tanto internas como externas.

El operar fraudulento de la entidad financiera, llegó de una manera tan sigilosa que fue difícil detectarlo por los sectores de control. Si bien, la finalidad de las ventas cruzadas no era originar estafas, las ambiciones desmedidas de los altos man dos por el exceso de poder, llevaron a que se convirtiera en una táctica encubierta para abarcar por completo el negocio financiero. La apertura de cuentas a clientes de la cartera con movimientos de montos muy bajos o los productos a clientes inexistentes, no generaban alertas inusuales dentro del Sector de Compliance, por lo que no despertaban sospechas.

Siendo los gerentes de sucursal y Managers, cómplices de esta red, los reportes elevados al sector de Riesgo operacional tampoco otorgaban indicios de las malas prácticas. Si bien era inusual el crecimiento de la cartera en tan corto tiempo y en comparación, las denuncias de algunos clientes por aperturas sin consentimiento eran mínimas, no generaban grandes riesgos para este Banco en su auge de expansión y el despertar del interés de varios inversionistas.

Vuelvo a destacar el importante protagonismo que tuvo en todo este proceso el actuar de las los Oficiales de sucursal, quienes fueron los primeros en detectar y elevar los casos que se llevaban a cabo, aunque pagaron las consecuencias de ello.

En casos de esta magnitud en donde toda la Organización es cómplice de las operaciones fraudulentas, en donde se corrompen sectores como los de Cumplimiento y Recursos humanos, son los reguladores nacionales quienes tendrán la potestad para poder iniciar las investigaciones.

Lamentablemente los ex empleados no contaban con las pruebas exactas para llevar a cabo una denuncia de gran magnitud a los organismos gubernamentales, tampoco contaban con información fehaciente de que en distintas sucursales de varios Estados ocurría la misma situación. Sus casos elevados a la justicia, por despidos injustificados no tomaron relevancia suficiente y fueron encubiertos, fallando a favor de esta gran corporación.

Guiándose sólo por sus inversiones y su gran crecimiento dentro del país, enfocando su visión solo en acaparar el negocio financiero, Wells Fargo no tuvo en cuenta que los actores principales que lo hicieron llegar hasta lo más alto, sus clientes y empleados de sucursal, fueran los que revelaran esta enorme red de fraudes.

Es una gran ironía que una de las empresas que posee como lema cuidar al cliente y ofrecer el mejor servicio sea quien llevó a cabo la mayor estafa financiera a todo el territorio de Estado s Unidos.

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