Desde los comienzos de la civilización, allá donde los hombres comenzaron a organizarse en sociedad, es posible encontrar manifestaciones incipientes de la práctica de lavado de dinero. Tal es el caso de la usura . Según la primera acepción del Diccionario de la Real Academia Española, la usura consiste en el interés que se cobra por el dinero en el contrato de préstamo; o puede definirse como el precio por el uso del capital. Todo ello sin perjuicio de que actualmente se utilice dicho término para calificar a la práctica de prestar dinero con intereses excesivos.
A principios del siglo XX el lavado de activos fue perfeccionado, hasta llegar a ser hoy, un flagelo en las economías mundiales. No es en vano recordar que la palabra "lavado" tiene origen en los Estados Unidos en la década del veinte, época en que las mafias norteamericanas crearon una red de lavanderías para ocultar el origen espurio del dinero que alcanzaban con sus actividades criminales...