NOMASTIQUE#1 -- SU/REALISMO

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* finalmente, tras décadas, ella ha mutado en una hermosa y humeante pipa.

μ ε n u μ α pamphletarium


El inofensivo surrealismo por Oswaldo Tr ujillo

Hubo una época en la que citar a Bretón no era de buen

gusto. La misma en la que los bigotes de Dalí no valían millones de dólares, porque los gringos no sabían de su valor, y porque aquel muchacho huesudo y lampiño no se preocupa por mercaderías de ningún estilo. En ese tiempo, el surrealismo nunca se erigió como un movimiento para llenar los escaparates de las lujosas galerías parisinas y ni siquiera se gestó como una fraternidad para escandalizar señoritos de la Liga de la decencia. Surgió del sencillo encuentro de espíritus inquietos, har tos de respirar los insípidos perfumes de la burguesía tibia, cómoda, hipócrita . Todo esto es una visión idealizada, sí; pero quizá no sea injusto idealizar al más idealista de todos los Ismos: el surrealismo no se contentó con renovar el ar te, quiso cambiar el mundo entero. Porque, vuelto a pensar, el ‘suprarrealismo” (traducción más apegada del francés surrealisme) no deseaba estar por debajo de ninguna realidad, sino envolver al mundo con su elegante cobija nocturna , arrasándolo todo a su paso, tanto lo real como lo imaginario. Hoy esa visión compar tida es el único vínculo que conservan ar tistas tan disímiles como Buñuel, Lorca, Magritte, Harp, Cocteau o Aragón. Hubo quien pintó pipas sin pipas y cor tó ojos con navajas como nubes, hubo quien escribió sobre incestos y opios , hubo quien esculpió muñecas sin cuerpo, e incluso existió quien despistado por la política terminó en la cárcel pagando una factura inexplicable. Pero todos compar tieron la firme intención de provocar, de conmocionar, de revolucionar.



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Esa era la meta surrealista: soñar para cambiar el mundo, soñar hasta delirar. Pero los sueños son una materia algo viscosa y huidiza , por eso cuando Dalí fue llamado a cuentas por Bretón para explicar por qué había pintado a Hitler, se defendió diciendo que él simplemente lo había soñado y que en realidad ese acto era más surrealista que todos esos manifiestos llenos de deseos inofensivos, de revólveres sin pólvora. Esa voluntad de cambiar al mundo hoy puede parecernos un ingenuo pecado de soberbia. El alojamiento de sus obras y su alto valor en peceras inofensivas de burgueses tibios, cómodos e hipócritas, los parangona al Ché warholiano en el pecho de los millonarios de moda, a la revolución mexicana en los muros de Palacio Nacional. El régimen, la realidad, todo lo traga, todo lo devora. De cualquier forma, que el diccionario reconozca “lo surrealista” como algo “ desconcer tante, onírico, chocante” quizá nos aliente a pensar en su única reivindicación y venganza. Valgan estas proyecciones como ayuda a la

El Inofensivo Sur realismo. Oswaldo Tr ujillo

Este idealismo revolucionario único, también explica la impor tancia que para el movimiento tuvieron los sueños : el sueño de un hombre debe irrumpir en el ar te para transformar su vida y la de los demás. (¿y los de una mujer? Irrumpen y transforman , es cier to, aunque las trabas machistas de la época me impidan hablar de “ellas surrealistas” salvo las esposas de “ellos surrealistas” y benditas cuentagotas excepciones como Remedios Varo y Leonora Carrington).


memoria: el surrealismo, el hoy inofensivo surrealismo, no logrĂł cambiar el mundo pero sigue, a pesar de todo, cambiando nuestra manera de concebirlo, nuestra manera de disfrutarlo y, sobre todo, de soĂąarlo. Îź


Collage

por Lorenza Fr anco Rolón

surrealista

Este texto fue realizado mediante el proceso siguiente: digitalizar frases inscritas en libros de surrealistas sobre el surrealismo; ordenarlas en la sucesión del párrafo de manera arbitraria mediante la función [seleccionar y mover con el cursor] sin interevenir las frases; disponer el texto ensamblado con interlineado de 1/5 e inscribir letras entre ellas/ aún a pesar de la frase misma (total o parcialmente [delete-conjugar-derivar])/

Hay que erradicar el pudor del pensamiento / el más profano de los alientos contenidos / la sarna metódica y repetitiva que niega el porvenir / y no se atreve a desvelarlo / practicar la infalibilidad del pensamiento con respecto a uno mismo / hacernos girar los ojos alocadamente / en revelaciones délficas donde se alumbren los caminos / de la descomposición de la costumbre / hay que asumir la responsabilidad de hacer hablar al pensamiento / portar el desenfreno en las sienes a pesar de la velocidad / del vértigo/ las náuseas / asumir que la velocidad del pensamiento no es superior a la de la palabra / e imaginar los anuncios para el infierno / incendiar que se incendien los tejidos del pasado / sin derrotas pírricas/ sin nostalgias cómodas / asumir que el poeta trabaja/ pero no es asalariado / garantizar que el amor a un pensamiento disuelva el dilema de la posibilidad / asumir que nuestros cálidos países son los corazones / que ahí podremos reivindicar el suicidio / tomar el revólver / leer la consigna que ser erige bajo las pestañas: / lanzaos a los caminos / ver que en ella se desenvuelve un pergamino / hay una cláusula indeleble: / también hay que creer que es posible que la imaginación esté a punto de recuperar sus derechos / dice / porque en esos caminos / en el matorral de la prehistoria / buscamos el árbol totémico de los objetos / porque sólo ahí podremos tirar la primera piedra / y decir / abandonadlo todo / dar la vida por una idea: / no hay idea que no integre su súplica por subsistir / permanecer/ sobrevivir / hay que darle vida a todas como el niño cuando aprende a hablar / por la estética fonética de develar los mundos / en la infancia las palabras son bocas que con sus labios parlotean la música orgásmica / y en esa lengua podemos babear nuestro silencio como un medio de tachar la guerra / de frenarla / brinquemos a la alfombra volante / escribamos un verso que al leerlo dirá / y todo el resto es literatura / leamos en ella el discurso de un diputado ultraconservador / volemos con los párpados que maginifican los objetos / y hagamos con ellos documentos orales / todo esto para penetrar en el corazón de las cosas obsoletas; / andemos el tapis roulant para intensificar la


expresión / y hagamos del pensamiento parlante una práctica de pases mágicos del despertar / la justicia hecha de oropeles píticos / de délficas intravenosas sanguinolentas y exquisitas / cual alegres terroristas sentimentales / lloremos entonces cuando descubramos / que la vigilia es un fenómeno de interferencia / de todo posible atrevimiento / deletreemos d i c t a d u r a d e l e s p í r i t u / y tomemos el poder del entusiasmo / tatuemos en nuestro antebrazo “estamos en vísperas de una revolución de la que usted puede participar” con letras cursivas / quememos nuestras pieles / descubramos nuestros huesos / hagamos destrucción de toda partícula que pueda que pueda crearse / y sobre todo / por dignidad / cuestión de estilo / portemos con la dignidad de una falsa ingenuidad / el odio a lo maravilloso /



Ilustración: Lucía Pr udencio Núñez. Espera su libro “Se hinca y mueve la cabeza y está cantando” próximamente en μεnuμα


por Alí Cuevas

Pirofanía Ya

las sombras se acercan bailan a tu alrededor

Lampadredomia prometeica de cuerpo a cuerpo Crepitar prolijo exhalando luz Vaho que abrasa el aire y Transmuta la masa cósmica Estalla en oscilar simbiótico Miríada de estrellas proliferadas Abrasa

el rito infinito

Los sitios abstrusos

Hasta llegar al empíreo El ritmo de lo caótico es éxtasis

Delirante grita Derramando devora

purifica Brotan hogueras de las pupilas En una ráfaga desafiante de ascesis

Y el dualismo del el azar se con-funde

Con lo irracional en movimiento

Multiplicidad con que se forjan los sentidos

Dentro y fuera de la piel.


poemaparaincomodar por Oswaldo Tr ujillo ab e za s y n a l gas C

Mis hermanos no son Ellos,

porque nosotros venimos del mono, y ellos van, vienen de dios, con dios, hacia su dios. Fieles a nuestro olfato,

besamos, morimos, fornicamos, mordemos, amamos, danzamos, de frente en los ojos, siempre en los ojos. Porque sí, sin recompensa prometida

sin cielo que nos espere, sola la tierra, madre, nuestra tierra. Ellos Hijos de otra madre,

no son nuestros hermanos. Ni el Ladrón vaticano violador de niños, ni el Escritor gringo feudal de indios, ni el Ar tista posmoderno proxeneta de tribus, ni el Intelectual solapador de imperios, ni Joligud, cerdo cosificador de mujeres

descerebradas, desalmadas, hueras.

No son mis hermanas sus mentiras, Sus dones y doradas leyes que pregonan: Yo soy hombre, blanco, todopoderoso, Mujeres, niños, mestizos:

Sírvanme, félenme, envídienme

occidente me per tenece

oriente, sur y nor te, siguen y obedecen.

Ilustr ación Lucía Pr udencio Núñez

de una virgen frígida, invisible, muda,


Pero no han podido doblegarnos, ni al griego tan rojo del yugo turco, ni al judío errante de tan sobajado,

–no hablo del blanco, idiota , or todoxoni al musulmán arisco de tan soslayado,

-no hablo del blanco, fundamental , idiotani al sudaca trepador, astuto, reptante, ni al negro har to, tenaz, enorme, ni al indio obscuro, prieto, hermoso, ni al gitano pionero, libre, solidario,

ni a todas ellas a quienes su retórica y su gramática no me deja incluir sino como excepción de género,

corajudas, sabias, bellas.

ni su espíritu voraz , de capital , de enferma competencia , ni su odio ni sus abusos y violaciones han podido doblegarnos.

Ya es hora. Hoy su tiempo cae, colapsa, retumba, porque su dios se ha ido,

y callan con su dios

hacia su dios. Ya es hora de que nos escuchen: para reclamar con nuestra madre lo que es nuestro, lo que es suyo, y ellos tendrán que escucharnos.

Callarse y escucharnos.

Poema par a incomodar cabezas y nalgas. Oswaldo Tr ujillo

Ni con todas sus intelligentsias


nomastique recomienda: Aimée à jamais. Ghérasim Luca Una ola de sueños, Une vague de rêves, Louis Aragon El campesino de París, Le paysan de Paris, Louis Aragon Aniceto o el Panorama, novela, Louis Aragon Los pasos perdidos, André Breton “Fata Morgana”, poema, André Breton Nadja, André Bretón Onirocritique, Guillaume Apollinaire Opio, Cocteau. Le rêveur parmi les murailles, Pierre Reverdy De l’intelligence, De la inteligencia, Hyppolite Tayne Ubu Rey, Alfred Jarry Cine: Buñuel,(todo salvo las películas “mejicanas”) Cocteau (todo)Viva la muer te, Fernando Arrabal. Ernst en el Munal, no se la pierda. (proximamente) Pintura y Plástica: Duchamp: dados, di Chirico, Francis Picabia, Marx Ernst, Man Ray, René Magritte.

Revistas: Littérature, Nord-Sud


reseñas de nuestracartelera surrealista El Viaje a la Luna

(Georges Melies, Francia, 1902, 14 min.) Las verdades de la ciencia, antes de ser verdades, son siempre puro surrealismo. Basada en obras de Verne y H. G. Wells, este filme explora las orillas de uno de los anhelos más primitivos y abusivos del homre: un viaje, una nave y una naturaleza que conquistar que, afor tunadamente, a veces, tiene otros planes.

El Globo Rojo

(Albert Lamorisse, Francia, 1957, 34 min.) El globo rojo nos invita a un recorrido por el París de los años cincuenta de la mano de un niño acompañado de su globo rojo –¿o sería más preciso decir: de un globo rojo acompañado de su niño?–. Alber t Lamorisse recorre con la cámara recovecos de la zona alguna vez anárquica de Ménilmontant para confirmar, con sutileza, que la herramienta anárquica más poderosa es la imaginación.

La Fórmula Secreta

(Rubén Gámez, México, 1965, 34 min.) Ustedes dirán que es pura necedad la nuestra, que es un desatino proyectar películas del México de los despojos y los injustos, del hambre y la malasuer te que ni prendida en llamas, cuantimás en el pleno bicentenario de los ladrones presidentes, las modelos y los héroes inventados. Pero no le echaremos nudo ciego a este asunto: alguien tendrá que oírnos, alguien y algunos más.


Orfeo

(Jean Cocteau, Francia, 1949, 95 min.) “En el filme, Orfeo no es el gran sacerdote que fue. Es un célebre poeta cuya celebridad irrita aquello que ha convenido llamar la vanguardia. La vanguardia, por tanto, jugará en el filme el papel del par tido de las Bacantes de la fábula. Las Bacantes no serán más que un club de mujeres del cual Eurídice era una criada antes de que Orfeo la desposara. Él le prohibirá frecuentarlas. Ella lo desobedecerá: Aglaonice, reina de las Bacantes, ha conservado una gran influencia sobre ella.” (J. Cocteau)

El año pasado en Marienbad

(Alan Resnais, Francia, 1961, 94 min.) El año pasado en Marienbad es la historia de un hombre, una mujer y un reloj. Alain Resnais obsesionado por la geometría imposible de la memoria traza círculos, cuadrados y hasta rombos con esos tres elementos. Un hombre persigue a una mujer eternamente, durante un futuro añejo que sucedió uno de estos años pretéritos por venir en Marienbad. ¿La alcanzará? , ¿Se encontrarán? El tiempo es representado como un círculo, el final es también un comienzo, el comienzo es también un final. Dura lección para quien se empeña en creer que el tiempo es una línea, hija de un fidedigno minutero.

Un Perro Andaluz

(Luis Buñuel y Salvador Dalí, Francia, 1929, 17 min.) Allá en los mil novecientos treintas, el afeitado señorito Dalí y el tosco jazzista Buñuel se juntaron para confeccionar una obra maestra del surrealismo, un clásico de la historia del cine. Un filme sin reglas, donde los ojos no sirven sólo para ver ni las navajas sirven sólo para afeitar.


audiorama del parque viernes hundido 7 p.m.

entrada libre

presentan

ciclo de cine surrealista

los hundidos

cartelera 10.09.2010 el viaje a la luna g. melies 1902

el globo rojo a. lamorisse 1956

24.09.2010 orfeo j. cocteau 1949 el a;o pasado en marienbad a. resnais 1961

08.10.2010

la fórmula secreta r. gámez 22.10.2010 1964

un perro andaluz l. buñuel 1964

+charlas +cada viernes se proyectará material audiovisual sorpresa

http://menumamedia.net/loshundidos


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