Editorial Sin lugar a dudas el mes de marzo será inolvidable para los rockeros cubanos pues tuvimos la suerte de ver “en vivo y a todo color” a la banda más legendaria de todos los tiempos, THE ROLLING STONES. Desborde de pura adrenalina, gritos, llantos de emoción, desmayos, saltos de alegría, miles de celulares y cámaras “captando” para siempre aquel momento inolvidable fueron las demostraciones de todos los que asistimos a este súper mega concierto ofrecido por las MAJESTADES SATANICAS del rock. En poco más de dos horas tuvimos la suerte, los allí presentes, de ver en acción la mejor demostración de rock de todos los tiempos. Con una energía sin igual, LOS ROLLING STONES pusieron a cantar y a tararear a un público que jamás soñó en ver en vivo a “los dioses del rock and roll”. Nada más bastó una voz que anunciaba la salida al escenario de MICK JAGGER, KEITH RICHARDS, CHARLIE WATSS y RONNIE WOOD para que aquel escenario vibrara por todo lo alto. Al ritmo de temas clásicos como GIMME SHELTER, PAINT IT, BLACK; ANGIE, JUMPIN´ JACK FLASH, BROWN SUGAR, YOU CAN´T ALWAYS GET WHAT YOU WANT, STAR ME UP, y el legendario SATISFACTION, todos los allí presentes (incluyéndome), por dos inolvidables horas, parecíamos que estábamos en otro planeta o fuera de cuba. ¡Fueron sin lugar a dudas las dos mejores horas de nuestras vidas! Como dijera el propio MICK JAGGER: “Los tiempos están cambiando” y es verdad, pues ya es hora de que CUBA se convierta en un escenario más para que las grandes y legendarias bandas de rock nos visiten. Es por eso que he preparado esta edición súper especial, donde reflejo, a través de fotos y artículos, aquella inolvidable noche, y aunque las fotos muestren todo lo allí vivido, solo quienes estuvieron allí presentes pudieron “sentir” en la piel la magnífica presentación de THE ROLLING STONES o sus MAJESTADES SATÁNICAS.
Metal por tus Venas Edición, Diseño y Realización: Alejandro Pérez Zerquera. Contactos: Alejandro Pérez Zerquera. Lacret 411 apto 4 e/ D’Strampes y Figueroa, Santos Suarez, 10 de Octubre, La Habana, Cuba C.P: 10500 E-mail: ale666@nauta.cu Cualquier sugerencia, comentario u opinión pueden escribir al correo anterior. Para recibir el boletín solo debes enviar tu e-mail para añadirlo a la lista de distribución. Busca las ediciones anteriores en: http://www.issuu.com/alejandropz https://www.issuu.com/alejandro7775
Los Rolling Stones a su llegada a La Habana el jueves 24 de marzo de 2016
Desde bien temprano en la mañana, miles eran los fanáticos que se acercaban a los alrededores de los terrenos de la Ciudad Deportiva esperando con ansias que llegara finalmente la hora del inolvidable concierto. Hubo gente de todas partes. Junto a grupos de cubanos de varias generaciones que se reunieron en las aceras a la espera de la apertura del lugar, hubo varios grupos de latinos, norteamericanos y europeos. Hubieron casas de campaña y hamacas, carteles, camisetas con el famoso logo de la banda británica, tatuajes, rock and roll que salió desde algún celular, banderas, euforia. Estas son las fotos de aquel memorable día.
“Ustedes están en talla” Mick Jagger
“Ladys and Gentlemans, The Rolling Stones”, anunciaba asi una voz el inicio del inolvidable concierto de Los Rolling Stones en las áreas de la Ciudad Deportiva, en La Habana. Al ritmo de Jumpin' jack flash aparecian así, ante un público lleno de adrenalina y deseosos de ver en “vivo y a todo color” a las Majestades Satánicas, Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood. Entre llantos, gritos de emoción, desmayos, máximo derroche de adrenalina jamás visto, personas saltando como queriendo tocar el cielo, y millones de cámaras y celulares “grabando para siempre” este inigualable concierto, los cubanos de diversas generaciones, junto a miles de personas de otros países, vivimos juntos una noche “para nunca olvidar”. Luego de más de 40 años soñando con ver en vivo a los “Dioses del Rock and Roll”, estas son las fotos de aquella inolvidable noche que, sin lugar a dudas, marcará un antes y un después en la historia del rock en Cuba.
"Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra. Pienso que finalmente los tiempos están cambiando" Mick Jagger.
"¡Gracias Cuba por el increíble e inolvidable show!" The Rolling Stones
Satisfaction, el mito, la isla y el rock and roll Cientos de miles de espectadores abarrotaron la Ciudad Deportiva capitalina para presenciar el derroche de energía y buena música que regaló la legendaria banda británica. Por: Michel Hernández (publicado en Granma el 27 de marzo)
La multitud grita como una bestia hambrienta. Grita con vehemencia. Sin contención. Grita hasta que los pulmones se revientan, piden auxilio o se quedan sin una gota de aire. Es un grito que ha esperado mucho tiempo para cristalizarse, para alcanzar el volumen máximo y que ahora, en una sola noche, es el sonido que llega al escenario desde abajo, desde el fondo, desde una esquina, desde las entrañas de un país - porque aquí estuvo Cuba entera - que pide Rolling Stones, que pide rock and roll, que pide a sus majestades satánicas que salgan de una maldita vez al escenario, para devorarlas, para sentir el golpe brutal de sus canciones en el estómago, para que algunos volvieran a caminar por el Vedado o por cuanto pueblo cubano exista con Satisfaction, Star me up o Brown Sugar comiéndoles la cabeza, y sintiendo a plenitud el rock and roll como un destino posible, como una forma de vida. Mick Jagger conoce lo que sucede allá afuera. Escucha desde su camerino, a pocos metros del escenario, los reclamos furibundos, las ansias de miles que no pueden esperar otro segundo para tener delante a unos músicos que nunca soñaron con ver en directo y que ahora llegaron para sentar pautas, para de un golpe situarse desde Cuba en la cima del mundo - donde, por cierto han permanecido durante más de cuatro décadas - , y para recuperar más de 50 años en la distancia emocional de sus seguidores cubanos. Jagger, de 72 años, aterriza en el escenario como una fuerza de la naturaleza, se echa al
público en el bolsillo saludando con dos o tres frases en español y ataca con Jumping Jack Flash, uno los caballos de batalla del repertorio. Los Rolling Stones, con más de 50 años de carrera, son uno ases en jugar con los símbolos. Con los pronósticos que, por ejemplo, debido a su infatigable proyección escénica ubicarían a Jagger a estas alturas en una casa de Londres cuidando de sus nietos. Jagger sabe que es una excepción en la especie humana, y hace alarde de ello. Corre de un lado a otro, mueve las caderas como si quisiera que volaran en mil pedazos y canta como si tuviera en la garganta el motor de la Motown. Keith Richards es un maldito demonio. Se burla de todo - hasta de sus 72 años - con una sonrisa a veces irónica, a veces de una rara alegría juvenil. Toca la guitarra con una destreza increíble, se permite los mismos lucimientos con que despegó hace 50 años de una manera imaginable, y canta algunos de los blues de cuyo sonido la banda bebió hasta emborracharse. Keith sabe que todo apunta a que ya no debía estar ahí. Que su imagen solo debía perdurar en una estatua en algún lugar del mundo rockero para que le rindieran culto tras una vida de excesos. Por si fuera poco, todavía agarra la guitarra como si fuera una (otra) mujer y se agacha sin dificultad hasta tocar el piso. Es una explosión. Un golpe a la dictadura del tiempo, de los años, con el que demuestra sus dotes de sobreviviente a esa época en la que el rock se vivía de forma acelerada y brutal. Uno no cree los años que Charlie Watts tiene en el cuerpo hasta que levanta los ojos y lo ve dándole duro a las baquetas, como si fuera un escritor beat golpeando las teclas de una vieja máquina de escribir. Charlie es un tipo hierático. La vida, para él, parece que solo funciona si está detrás de una batería. Sus movimientos los ha practicado hasta el mínimo detalle. Su ejecución se rodea con una solemnidad que no le interesa romper en ningún momento. Su maestría sobresale por encima de todo y su concentración es extrema. Charlie rehúye del protagonismo. Por ejemplo, el día antes se le notó algo sorprendido cuando una fan quiso robarle una foto a solas durante una recepción. Su apego a la discreción se percibe además cuando Jagger lo presenta y lo invita al frente. Charlie lanza al público la sonrisa que corresponde en estos casos y regresa rápidamente a la batería para que la maquinaria no se detenga. Y no lo hace. Resulta más que evidente que Ronnie, de 68 años, es otro de los que disfruta la noche al máximo. Casi tanto como Jagger o Keith. Se monta su propio espectáculo, acompaña a Jagger en su intrepidez y dispara los riff con una pericia absoluta. Los Rolling hacen el mismo espectáculo que han presentado en su gira latinoamericana. Todo funciona con una exactitud descomunal. De otro planeta. El repertorio es el mismo con el que han conquistado a la región, pero ellos saben que lo que sucede allá abajo es muy diferente a lo que ha ocurrido en el resto de los países. Cada canción, cada movimiento salvaje de la banda, cada expresión, conlleva el placer de lo rompedor, de quien sabe que está abriendo un mundo nuevo con canciones que le corren por la sangre al público desde hace décadas, pero que ahora cobran una connotación especial. No importa si son Brown Sugar, Sympathy For The Devil o It´s only rock and roll (but I like it). No importa si las pantallas son gigantes o el espectáculo es algo majestuoso que jamás se haya visto en Cuba. Lo realmente significativo es que ahí, sobre la hierba, hay una legión de cubanos conscientes de que los Rolling
llegaron a tiempo para hacerse cargo de ellos y entregarles, en una noche, todo el rock and roll que habían esperado durante tanto tiempo. Además, con este concierto, los Stones también estaban saldando una deuda con sus orígenes, cuando no habían divisado su potencial en el negocio de la música y hacían suyo el rock and roll como una música salvaje que contenía toda la rebeldía de una juventud iconoclasta y rebelde. No llovió, no se extendió durante más de 72 horas, pero algunos incluso se aventuraron a asegurar que esta noche Cuba tuvo su propio Festival de Woodstock salvando las distancias, claro está. En la multitud, calculada en 1 300 000 personas según el equipo de los Stones, habían hippies, punks cubanos, rockers, metaleros, jóvenes, turistas, padres con sus hijos, y familias enteras con bebés corriendo sobre la hierba. Había también banderas cubanas, argentinas, alemanas, estadounidenses, mexicanas, británicas… Jagger entre tanto miraba a la distancia y le aseguraba a los cubanos que estaban “en talla” mientras le agradecía a la Isla por toda la música que ha regalado al mundo. Nunca en La Habana se había visto tanta gente con la lengua suelta. Esa lengua libidinosa, que vio la luz por primera vez en el disco Stickyfingers y que luego se convirtió en el logo del grupo, salía lo mismo de las pantallas que de las camisetas de los miles de hinchas que gritaban desde cualquier rincón de la Ciudad Deportiva. Un reclamo que alcanzó una frenética actividad cuando Mick Jagger, tras compartir escenario con el coro Entrevoces, de la maestra Digna Guerra, lanzó: “están preparados” y todos sabían lo que les venía encima. El líder Stone, secundado por los hirientes acordes de Keith, disparó Satisfaction y se escuchó inmediatamente el estremecedor sonido de miles de almas en plena ebullición que trataban de alargar este momento lo más posible porque sabían que seguramente jamás se repetiría en sus vidas Y Jagger, como viejo lobo que es, extendió este clásico durante casi diez minutos para que sus fans alcanzaran toda la satisfacción que habían ido a buscar en un concierto que fue más que rock and roll.
Otras celebridades acompañaron a The Rolling Stones
Cuba sigue siendo lugar de atracción para las celebridades del mundo del espectáculo. En este caso, en el concierto histórico en La Habana de The Rolling Stones, dejaron verse en los terrenos de la Ciudad Deportiva otras celebridades como Richard Gere y Naomi Campbell.
Richard Gere y su novia en el concierto de The Rolling Stones en La Habana.
Naomi Campbell en el Concierto de The Rolling Stones en La Habana.
Ante el concierto de los Rolling Stones: Cuba, un escenario para el rock and roll Faltan apenas dos días para el concierto de los Rolling Stones y los fans de la banda llegan a la capital desde todas partes del país y del mundo. Por: Michel Hernández (publicado en Granma el 22 de marzo)
Street Preachers durante su concierto en Cuba. Foto: Tomada de www.express.co.uk Faltan apenas dos días para el concierto de los Rolling Stones y los fans de la banda llegan a la capital desde todas partes del país y del mundo. Entre los seguidores más célebres de la alineación británica que han viajado a la Isla para ser parte de la historia, está el alemán Ulrich Schroeder quien, ataviado con sombrero de copa y camisa negra con imágenes de los Rolling Stones, aterrizó en el aeropuerto internacional José Martí. Este veterano rockero, de 66 años, fundó en Luechow, en el sur de Hamburgo, el primer museo dedicado exclusivamente a la escudería de Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts. Si bien la Ciudad Deportiva abrirá las puertas el viernes a partir de las 2:00 p.m. se espera que los fans lleguen desde bien temprano a la instalación. Porque, se sabe, este show trasciende los límites de una simple presentación y los asistentes - sobre todo los que cruzaron la frontera de los 50 años - saben que agenciándose un lugar en la Ciudad Deportiva podrán actualizar varias décadas en su memoria afectiva, ponerse al día con sus héroes del rock and roll y, con el tiempo, tendrán el privilegio de decir “yo estuve ahí”. Los Stones mostrarán lo que es evidente. En Cuba el rock and roll pasa revista a miles de seguidores de todas las generaciones, tanto en su vertiente más clásica como en las tendencias más radicales del metal que pegan con una fuerza enorme en el underground local. Los Rolling reunirán posiblemente a un millón de personas, pero anteriormente La Habana ha sido testigo de otros grandes conciertos de rock and roll que también han tenido a músicos británicos como protagonistas.
Manic Street Preachers llegaron a Cuba en el 2001 para ofrecer un concierto en el teatro Karl Marx. La banda, con guitarras afiladas, una proyección escénica vinculada al punk y letras de alto contenido político, despachó los temas de su disco Know your enemy. Entre los títulos que incluyeron los galeses estuvo Baby Elián, con el que pidieron el regreso de Elián a Cuba cuando estaba retenido en la Florida. Un año más tarde, Asian Dub Foundation encendió el Salón Rosado de la Tropical con su enérgica fusión de reggue, drum and bass, y rock and roll. La alineación, formada en Inglaterra en 1993 por músicos de origen asiático, tocó para más de 5 000 personas los temas de sus discos Rafi’s Revenge (1998) y Community Music (2000). Todavía se recuerda en el underground la energía que desprendieron durante su debut en la capital. Incluso la banda ha declarado en par de oportunidades a este redactor su interés en repetir su periplo por Cuba. La historia recoge el festival HavanaJam como el principal diálogo cultural establecido entre Estados Unidos y Cuba después del triunfo de la Revolución. La cita, celebrada en 1979, reunió en el teatro Karl Marx a estrellas como Billy Joel, Weather Report, Rita Coolidge, Kris Kristofferson, Stephen Stills, La Fania All Stars, y los cubanos Irakere, Pablo Milanés, Frank Emilio, Elena Burke, La Aragón, Tata Güines y Sara González, entre otros. El cartel también lo integró el guitarrista inglés John McLaughlin, uno de los músicos más influyentes en el mundo de la guitarra eléctrica, que se presentó con el Trio of Doom, formado además por el bajista Jaco Pastorius y el baterista Tony Williams. El ex tecladista de Yes, Rick Wakeman, es otro de los músicos británicos de rock que ha pasado por los escenarios locales. El famoso instrumentista, quien viajó con su proyecto N.E.R.E (New English Rock Ensemble) ofreció dos conciertos en La Habana donde rindió honores a su paso por Yes y al trabajo que ha llevado adelante tras su salida de la aclamada alineación de rock sinfónico. Aparte de los conciertos de bandas británicas, si mencionamos los shows más explosivos de rock and roll que se han organizado en la Isla, la historia también nos remite a las presentaciones de Audioslave (2005), Sepultura (2008) y The Dead Daisies (2015), un concierto del que ya hemos hablado en otras ediciones. Audioslave, formada por ex integrantes de Rage Against the Machine y Soundgarden, tocó en La Habana cuando se encontraban en la cresta de la ola de su carrera y se convirtió en el primer grupo estadounidense en subir a un escenario al aire libre en Cuba. La alineación convocó a cerca de 50 000 personas en la Tribuna Antimperialista con un espectáculo contundente en el que parecía que el líder de Soundgarden, Chris Cornell y los músicos de Rage Against the Machine habían estado juntos toda la vida. Sepultura no fue menos. En principio existían algunas reticencias en la escena metalera porque la banda brasileña venía a Cuba sin dos de sus fundadores, Igor y Max Cavalera, pero cuando el vocalista Derrick Green salió a “comerse” la Tribuna no hubo ni asomo de rechazo. La banda fue fiel a su legado y le dieron Sepultura a miles de metaleros que le reclamaban a voz en cuello temas como Roots Bloody Roots y Territory.
Los Rolling son una escuela de rock y es la banda en activo más importante que puede subir a cualquier escenario del mundo. Apenas quedan 48 horas para su primer concierto en la Isla y ya los fans de los Stones caminan por las calles de La Habana para ser testigos de un concierto lleno de simbolismo que pasará a la historia no solo de los Rolling, sino también de Cuba y del rock and roll.
The Dead Daisies orgullosos por concierto de los Rolling Stones en Cuba La banda ofreció dos conciertos en La Habana en febrero del 2015 en el Maxim Rock, sede de la Agencia Cubana de Rock, y en el Salón Rosado de la Tropical Por: Michel Hernández (publicado en Granma el 22 de marzo)
The Dead Daisies junto Marco Mendoza (centro) flanqueado por Bernard Fowler y Darryl Jones, de los Rolling Stones; Richard Fortus y Dizzy Reed, de Guns N’ Roses; John Corabi, de MötleyCrüe; Brian Tich, de Whitnestake y OzzyOsbourne, y David Lowy, de Red Phoenix. La banda The Dead Daisies quiere repetir su viaje a Cuba a finales de este año y está “muy orgullosa” de haber llamado la atención de otros grupos famosos como los propios Rolling Stones, dice Marco Mendoza, el bajista de la superbanda estadounidense, en entrevista telefónica con Granma desde la ciudad estadounidense de Los Ángeles. “Estamos muy orgullosos por haber llamado la atención de grupos famosos como los propios Rolling Stones, que se dieron cuenta del evento y se animaron a tocar en Cuba”, comenta el legendario músico estadounidense de origen mexicano, quien integra
La banda ofreció dos conciertos en La Habana en febrero del 2015 en el Maxim Rock, sede de la Agencia Cubana de Rock, y en el Salón Rosado de la Tropical, donde compartieron escenario con Beatrix López, David Blanco y Roberto Perdomo, entre otros músicos. “Fueron muy saludables las colaboraciones con los músicos cubanos de rock. Son artistas llenos de pasión y talento. Nos gustó mucho grabar con ellos”, dice Mendoza. El cantante Bernard Fowler y el bajista Darryl Jones, como se dijo, alternan sus compromisos con los Rolling Stones con el trabajo en Dead Daisies. Ambos músicos aseguraron en La Habana que conversarían con Jagger y Keith Richards sobre sus experiencias en Cuba y los animarían a viajar a la Isla con los Rolling. “Bernard habló con ellos sobre la posibilidad de una presentación en Cuba y se fue organizando la idea. Estamos muy emocionados por el concierto que ofrecerán finalmente los Rolling. Son músicos muy humildes y profesionales. Será un momento increíble para los cubanos que motivará la visita de otros grandes grupos”, comenta. Nacido en 1963 en la ciudad de California, el bajista asegura que Dead Daisies espera regresar a Cuba próximamente junto a otros pesos pesados del rock como Kiss o Whitesnake. “Hemos estado girando con DefLeppard, Kiss y Whitnestake y nos gustaría ir con ellos a Cuba. Esa idea la estamos pensando con fuerza y esperamos concretarla antes de fin de año. DeffLeppard y Kiss siempre nos preguntan qué tienen que hacer para tocar en Cuba”, indica. Durante su visita la banda grabó dos temas de su segundo álbum publicado en el 2015 bajo el nombre Revolución. “El disco lo comenzamos a grabar en Cuba. Nos motivaron la pasión de la gente y su cultura. No hay duda que este disco fue inspirado por el viaje a Cuba. Por otro lado, sentimos que la industria de la música está en un mal momento y quisimos llevar a cabo nuestra propia revolución”. The Dead Daisies acaba de terminar la grabación de su tercer álbum que debe salir entre agosto y septiembre. “Acabamos de grabar un nuevo disco. No tiene título aun pero tenemos muchas canciones. La verdad es que Dead Daisies sigue junta como banda porque tenemos la intención de crecer como artistas y músicos. Nos vamos a mantener durante mucho tiempo y seguir adelante tocando nuestra música y ofreciendo conciertos en todo el mundo”, asegura Mendoza.
¿Quién pagó el “megashow” de los Rolling Stones en La Habana? Con un costo estimado en $7 millones de dólares y un montaje para el que hubo que desplazar 62 contenedores, un Boeing 747 y 350 personas, The Rolling Stones ofrecieron un magnifico y esplendoroso concierto en La Habana el pasado viernes 25 de marzo. Los costos de este concierto fueron pagados por la Fundashon Bob Intenshon, una organización benéfica radicada en la isla de Curazao, antiguas Antillas Holandesas creada por el filántropo Gregory Elias, cuyas obras caritativas se desarrollan principalmente en la propia isla.