36 minute read

Premios

Next Article
Ser o no ser

Ser o no ser

EL CINE QUE HA TRIUNFADO

Con la entrega de los Premios Oscar, ha concluido una temporada de galardones que no ha brillado como en otras ocasiones y que deja, además, una sensación agridulce. Sobre todo porque en este tramo final no se ha hablado tanto de cine como debería. Bien: estas líneas van a hacerlo. Repasamos aquí las películas que han sonado en estos últimos meses en todo el mundo.

Advertisement

Fue en nuestra madrugada del 28 de marzo cuando se celebró la última ceremonia de los Premios Oscar, que suele dar por concluida la temporada de premios, esa que reconoce lo mejor de los últimos meses del panorama cinematográfico. De esta gran noche de Hollywood puede concluirse que estos galardones, y también todos los anteriores, han dejado una sensación agridulce. Una sensación de que aquello que se ha alzado con el título de “lo mejor del año” no ha brillado tanto como en otras ocasiones. Ha sido una cosecha, más bien, descafeinada, sin grandes estrellas. Pese a este sentimiento generalizado, hay claras vencedoras. También ciertos títulos que no han pasado de ser las promesas de la temporada.

Hay que empezar por hablar de ‘CODA: Los sonidos del silencio’, porque no solo ha sido la película que se alzó con el Oscar en la categoría de mejor película, sino que ha sido también el ejemplo de cómo determinadas historias van calando en el público. Hace unos meses, parecía incuestionable que ‘El poder del perro’, dirigida y guionizada por Jane Campion, iba a ser la gran película de 2021. Poco a poco, sin embargo, ‘CODA: Los sonidos del silencio’, que no es sino un remake de la francesa ‘La familia Bélier’, se fue haciendo un hueco. Y así llegó a los Oscar: con todo a su favor. Emocional, sencilla en sus formas, fácil de ver, la película escrita y dirigida por Siân Heder se sintió de alguna manera la gran triunfadora de la noche. Troy Kotsur, además, se llevó el galardón a mejor actor de reparto, y también el cariño de toda esta gente.

Con permiso de ‘CODA: Los sonidos del silencio’, que se llevó sobre todo esa victoria emocional, ‘Dune’ fue la gran protagonista de las categorías técnicas: mejor fotografía, mejores efectos visuales, mejor montaje, mejor sonido, mejor banda sonora y mejor diseño de producción. La película de Denis Villeneuve

“ DE LA GRAN NOCHE DE HOLLYWOOD PUEDE CONCLUIRSE QUE LOS GALARDONES HAN DEJADO UNA SENSACIÓN AGRIDULCE ”

terminó la noche como la más premiada. Curiosamente, Villeneuve no estaba siquiera nominado en la categoría de mejor dirección.

Fue en esta categoría donde ‘El poder del perro’ tuvo algo que decir. Jane Campion, que adaptó la novela homónima de Thomas Savage, levantó a sus 67 años y tras su segunda nominación, el Oscar a mejor dirección. No se llevó, sin embargo, el de mejor guion adaptado, que recayó en ‘CODA’, para sorpresa de muchos, pues no deja de ser una adaptación de otro guion pensado para la gran pantalla, mientras que el valor de Campion fue adaptar una novela al lenguaje cinematográfico. Con respecto a mejor guion original, ‘Belfast’, la cinta de Kenneth Branagh, fue la vencedora. Con 7 nominaciones, este Oscar fue el único que el cineasta, natural de Irlanda del Norte, se llevó a casa.

Otros nombres protagonistas. Will Smith, que tras una temporada arrasando en la categoría de mejor actor no dio la sorpresa (al menos en este aspecto). Venció a sus contrincantes y obtuvo el primer Oscar de su carrera por su papel en ‘El método Williams’. Premio discutido: tanto Benedict Cumberbatch, por ‘El poder del perro’, como Andrew Garfield, por ‘Tick Tick... Boom!’, no se quedaron lejos de arrebatárselo. Jessica Chastain se hizo con el galardón en la categoría de mejor actriz protagonista por ‘Los ojos de Tammy Faye’, una película que no ha gustado pero que sí ha ofrecido un papel que encanta a la Academia. Drama biográfico en el que la actriz queda mimetizada con la persona a la que representa. Dicen por ahí que a punto estuvo Penélope Cruz, por ‘Madres paralelas’, de llevárselo. No pudo ser.

No hubo sorpresas en la categoría de mejor película de animación: ‘Encanto’ ha monopolizado premios y conversaciones desde enero. También los tarareos de la gente, pues esta película es lo que es en buena medida gracias a las canciones de un Lin-Manuel Miranda que, sin embargo, no se llevó a casa el Oscar a mejor canción original. ‘Dos Oruguitas’ perdió su particular batalla contra ‘No Time To Die’, la canción que Billie Eilish desarrolló para la vigesimoquinta película de James Bond. Lo cierto es que las canciones del agente 007 son las que suelen llevarse los premios.

Por lo demás, ‘Drive my car’ fue escogida como la mejor película extranjera, ‘Summer of Soul’ como el mejor documental, ‘The Long Goodbye’ como el mejor cortometraje y una alegría: ‘El limpiaparabrisas’, del español Alberto Mielgo, fue elegido como mejor cortometraje de animación. Este fue el año, además, en que los Oscar estrenaban categoría: la favorita del público. Los seguidores de Zack Snyder llevaron ‘Army of the Dead’ a la victoria en esta categoría extraña en la que competían ‘Cenicienta’, ‘Minamata’, ‘Spider-Man: No Way Home’ y ‘Tick, Tick... Boom!’.

Así fueron los Oscar y estas son las películas de las que se han hablado en los últimos meses. Y ahora... ¿qué? Ahora a por la próxima temporada de premios. Ya hay nombres sonando, ya hay expectativas, ya hay, incluso, favoritos. Queda mucho por delante, desde luego, pero el cine no descansa, así que nosotros tampoco podemos hacerlo.

EL CINE QUE CALA EN EL PÚBLICO

Ruby es la única persona oyente de una familia de sordos. Es una CODA, Child of Deaf Adult, hija de adultos sordos. A sus 17 años, Ruby trabaja por la mañana con su familia antes de ir a clase, pero necesita algo más. Así que con el deseo de encontrar nuevas aficiones, decide unirse al coro de su instituto, donde además de descubrir su pasión y su talento por el canto, empieza a sentirse atraída por uno de sus compañeros. Ruby tiene que enfrentarse, entonces, a una complicada decisión: sus estudios o su familia. Este, el de ‘CODA: Los sonidos del silencio’, es el cine que hoy cala en el público.

11 M, cuando la lucha por el poder oculta la realidad

LO SUCEDIDO EL JUEVES 11 DE MARZO DE 2004 EN MADRID SERÁ SIEMPRE RECORDADO por ÁLEX DELGADO / fotografías ©Netflix

No hay miedo ni temores cuando pensamos que el poder y los intereses de los alto cargos pueden influir negativamente en el transcurso de los sucesos. Los atentados terroristas de Atocha del 11 de marzo, hicieron que la gran mayoría de la población se replantease el discurso que estaban recibiendo desde las instituciones públicas y sin pensar en las posibles consecuencias. Desde ese momento, se ha trabajado en muchos aspectos a la vez para pueda garantizar una mínima estabilidad. La lucha antiterrorista es uno de los principales objetivos en los que ha estado trabajando la sociedad occidental.

Poco a poco las plataformas se van adentrándose en un mundo desconocido que es el de los documentales. Cada persona y suceso tiene su historia y la historia jamás contada. Y esto es lo que se suele conseguir en los documentales de Netflix o Amazon. Este es el caso de “11M” un proyecto de la plataforma americana que ha logrado mostrarnos una realidad desconocida o que nos intentaron tapar donde la lucha por el poder y el ego jugó con los sentimientos de las personas y las víctimas. No han tenido miedo a darle voz a los que supuestamente deberían tenerla y que a la vez fue tapada por muchas personas que no les interesaba escucharles por sus intereses personales y profesionales en un momento donde las elecciones generales podían perjudicarles gravemente.

Hablar del 11 M es hablar de uno de los atentados terroristas más terroríficos que se recuerdan en Europa. En ellos llegaron a fallecer 192 personas en un día aterrador donde más de 2000 personas resultados fallecidas. Relacionado directamente con el grupo terrorista ETA por parte del gobierno estatal, mientras que por parte de los cuerpos de policía que se encargaban de la investigación lo relacionaban con Al Qaeda, se puso en jaque todo lo sucedido y un discurso que tenía muchas debilidades ante una población que necesitaba conocer la verdad.

Para hacer este documental, no han

tenido miedo y han apostado por darles voz a todos los miembros que formaron parte de ese terrible suceso, aunque algunos altos cargos políticos por los motivos que sean decidieron no formar parte de este proyecto. Los que si participaron han sido los abogados, periodistas que vivieron el suceso, testimonios de algunos heridos o bien familiares de las víctimas. De este modo, conseguían el equilibrio perfecto donde el lado humano y el político se juntaban y permitían al espectador poder reflexionar sobre todo aquello que sucedió.

En “11 M” te permite ver como la ciudadanía suele sacar el lado más solidario y bondadoso de la desgracia. Con personas tirando sábanas o mantas para que se puedan tratar a las víctimas o heridos. La población se unió ante la violencia del poder político, generando una inseguridad social en la que no había ningún tipo de justificación. Ante esa situación, la población no tuvo miedo y salió a mostrar su lado más cercano, ayudando a bomberos, policías y familias que estaban desoladas ante la atrocidad que se vivió.

El ego, el interés y las intenciones políticas y personales eran necesarios para mantener el cargo político a toda costa. Este es el punto en el que se centran especialmente en el documental, donde desmontan una por una cada una de las mentiras que habían narrado desde el Partido Popular. No les interesaba indicar que era un atentado terrorista de Al Qaeda y era mejor decir que era todo de ETA.

En el documental “11M” no dudan en desvelar esos secretos documentales que han estado encima de la mesa desde el inicio, pero que intentaron taparlos o esconderlos. No fue una caza del culpable, fue una búsqueda del argumentario que mejor se podía adaptar a nuestros intereses. Tanto es así, que no les importaba jugar con el dolor de las víctimas y sus familiares. Era un discurso vacío sin sentido cuando desde organismos internacionales indicaban que iba a ser posible que se sucediera ese tipo de suceso.

Gracias a este tipo de documentales se le rinden homenaje a ese tipo de personas que han formado parte de nuestro día a día y que han estado olvidados por unas instituciones que únicamente se acuerdan de ellas en los actos públicos conmemorativos. No hay que tener miedo en relatar una realidad que ha afectado a tantas personas que han visto sus vidas perecer o cambiar radicalmente ate la impasibilidad de las personas que se encargaban de lo más importante: poderles dejar vivir en paz y con un mínimo de seguridad. Es el fiel reflejo de un conjunto de sucesos que nos pueden afectar a diario y que no podemos luchar para evitarlo teniendo el enemigo en casa y en las instituciones.

“Pretende ofrecer una mirada renovada con dosis del mamarrachismo propio, pero se queda en el intento”

Las grandes plataformas de contenido audiovisual cuentan con el factor de poder jugar con los espectadores y generar un tipo de contenido de calidad que toque todas las áreas posibles. Las nuevas tendencias de consumo ha permitido que muchas ficciones rocen límites y terminen sorprendiendo con un contenido variado sin perder la esencial. Esto es lo que sucede con “Érase una vez… pero ya no”, una serie que ha llegado en el último mes a Netflix y que ha marcado nuevos estereotipos gracias a su inclusión y adaptación a los nuevos tiempos con las rupturas de los estilos o temáticas más explotadas en los últimos años. A la hora de hablar de “Érase una vez… pero ya no”, nos encontramos con una ficción en la que es imposible definirla sin encasillarla. Se trata de un cuento que rompe con el típico final feliz convertido con un musical que no llega a cabaretero, pero que no se queda en un quiero y no puedo. Es un divertido cuento propio de Disney españolizado y con unos toques de humor un tanto arcaicos, que intentan adaptarlos a los nuevos tiempos con un lenguaje inclusivo que no pasa desapercibido para la audiencia. La serie ha sido producida por Noc Noc Cinema y su sinopsis se centra en contar la historia de amor que era prohibido entre dos amantes de la aristocracia que se vieron obligados a separarse hace

siglos y que tenían que reencontrase si quieren liberar al pueblo de un hechizo que ellos mismos crearon. Muy bonito y fantasioso todo, pero no. Pretende ofrecer una mirada renovada con dosis del mamarrachismo propio “La casa de las flores” y es que para ser del mismo director, Manolo Caro, se queda en el intento y a la vez te deja frio. Es un humor españolizado casposo que no te termina de convencer, hay escenas que no tienen sentido, pero por suerte son pocas. Es posible que esta serie se haya hecho corriendo y con el crono de entrega jugando a su contra. No se entiende que en muchos casos hayan tenido que recurrir al tópico del desnudo cuando se podían salvar con otras alternativas. Es una ficción que es posible que pretenda que cualquier suceso tenga cabida y no es posible. Comenzando con la historia del cuento, que es extremadamente vacía, como si se contase a un niño pequeño y que no termina de convencer. Por su parte, es cierto que se salva principalmente por grandes actores, como pueden ser Itziar Castro, Mariola Fuentes, Asier Etxeandia o Rossy de Palma, que gracias a sus tablas sorprenden con algunos giros inesperados enganchando a un espectador que piensa continuamente que son 6 episodios de 30 minutos. Peor suerte corren los dos grandes protagonistas: Nia Correira y Sebastián Yatra. En el caso de la cantante española quizás peca de su inexperiencia en la ficción y delante de la cámara. En ocasiones se le nota demasiado impostada y tensa, pero cuando canta y entra en acción el lado musical puede brillar. Por su parte, el artista colombiano recurre a los desnudos y a enseñar torso por una exigencia de un guion que no hay por dónde cogerlo. Quizás, el principal problema es que han querido ha-

cer un “Rocky Horror Picture Show” descafeinado y a la española que se queda en un quiero y no puedo. No se entiende que lo vendan como una comedia musical y no tengan canciones propias. Se supone que iba a ser una serie que rompe con los cánones, pero apuestan por un tipo de personajes que cumplen con unos estereotipos muy marcados y quien diga que no miente. No puedes pretender que una serie sea reivindicativa centrándote únicamente en el mensaje inclusivo. No es todo malo, es una serie que pasa rápido y que en el fondo te ayuda a desconectar del fin de semana. Está claro que no pasará a la historia ni será recordada, pero no es el desastre absoluto.

MADRES

Una nueva E RA

Desde la pasada temporada hasta esta cuarta que vamos a poder disfrutar a partir del 8 de abril en Prime Video, ha pasado un año. 365 días desde que la doctora Olivia Zavala decidió abandonar la planta de pediatría del Hospital Los Arcos. Y lo hizo convencida de no poder seguir manteniendo ese exceso de emocionalidad que exige el trato con las madres y agotada tras las dificultades de sus últimos casos médicos. Ahora la veremos preparándose de nuevo el MIR y acceder a la especialidad de cirugía general, un destino muy alejado de pediatría. Volver a empezar no es fácil. Y mucho menos si te conviertes en una estudiante más que debe dejarse enseñar por Blanca Robledo y a la que se le exige responder ante la autoridad... aunque esta resulte ser un hueso duro de roer. Una nueva era para Olivia y para el resto de residentes… ¡Descubre a alguno de ellos en las siguientes páginas!

J JORDI creando Disfrutar

Jordi Coll dará vida a Luigi en esta cuarta temporada de ‘Madres’. Un proyecto con el cual ha disfrutado muchísimo en todo ese proceso de construcción de personaje, cuando uno va creando y descubriendo...

Luigi está en último año de residencia. O lo que es lo mismo, es un R5. Así que llevar unos cinco años de guardias y cirugías por el Hospital Los Arcos le ha otorgado el privilegio de conocer las entrañas del hospital. Con un carácter extrovertido, ingenioso y, en ocasiones, embaucador y una gran capacidad de liderazgo, cualquiera querría ser como Luigi. Pero no es oro todo lo que reluce y hay ciertas emociones oscuras que irán tomando peso a lo largo de los capítulos para mostrarnos a un personaje que, en ocasiones, no sabe pedir ayuda, pero sí exigir para cubrir unas necesidades que lo encadenarán.

Luigi recibirá a un nuevo grupo de MIR. Un nuevo año marcado por aquello que todos tememos: tocar techo y caer en el abismo. La última oportunidad de levantarse. Una última oportunidad de volver a ser él, de poder seguir vivo.

lo primero que tiene que haber es el trabajo, la preparación, la formación”

Camisa, de Polo Club.

MEW Magazine (MW): ¿Qué parte de ti que desconocías encontraste gracias a tu oficio?

Jordi Coll: Mogollón. Muchas...no lo sé (Risas). Cosas más frágiles, cosas más divertidas, el payaso que llevo dentro, por ejemplo.

MW: Que haya continuidad dentro del oficio cuánto depende de la suerte y cuánto del trabajo que haga uno.

Jordi Coll: El trabajo que haga uno siempre lo primero. Eso sí que el factor suerte a veces sí que se da, como en todos los gremios. Pero lo primero que tiene que haber es el trabajo, la preparación, la formación y todo esto. Que luego tienes una potra que no te la crees, pues oye bienvenida sea.

MW: ¿Qué te da el teatro que el audiovisual no te da?

Jordi Coll: A nivel personal me lleva a cómo empecé. A las primeras clases, a ese no saber absolutamente nada, a ese vacío de...¿qué estoy haciendo con mi vida? (Risas). Es algo que te atrae irremediablemente y que no puedes dejar de hacer.

Estos días he tenido la suerte de hacer una función que desde hacía un año no hacía y me hacía teatro encima ya (Risas). Ha sido maravilloso y luego te sirve mucho cuando estás delante de la cámara el haber estado delante del público.

MW: Hablando de personajes, ¿qué suele ser lo más sencillo para ti? ¿Dar la bienvenida a un personaje, su construcción? ¿O ese momento de la despedida?

Jordi Coll: La bienvenida porque el proceso de investigación siempre es muy interesante. Pasas por muchos puntos para ver por dónde llevar al personaje. Lees el guión una y otra vez para analizarlo. Es el más sencillo porque motiva más y siempre que hay motivación las cosas salen bastante solas.

MW: ¿Cómo llega ‘Madres’ a tus manos?

Jordi Coll: por el curioso y fascinante mundo de los ‘self-tapes’ (Risas). Un email en un momento en el que aun estábamos medio encerrados, puse a dormir a mis hijos y me puse a grabar (Risas). Un casting que cuando vi el personaje pensé que podría caerme... Es un personaje que luego, tras el casting, evolucionó mucho. Pero en ese momento ya había algo que me gustaba mucho. Y tuve la suerte de que confiaran en mí para hacer a Luigi.

Lo que respiras en un hospital, cuando bajas de una planta a otra, son mundos completamente distintos "

MW: ¿De dónde partes tú para construirlo? ¿Lo recuerdas?

Jordi Coll: De no saber absotamente nada y eso, a veces, es maravilloso. Me tuve que poner a buscar todo, porque no tenía experiencias de primera mano. Descubrí muchas cosas que no conocía.

MW: ¿Fue fácil empatizar?

Jordi Coll: Sí porque le pasan cosas... Pobre chaval.

MW: ¿Resultó fácil la convivencia con el personaje?

Jordi Coll: Sí, porque tiene como muchos frentes abiertos y eso es muy divertido. Tiene muchos planos que algunos se entrelazan y otros no y eso es muy divertido porque no sabes cada secuencia desde dónde la vas a hacer.

Es uno de los personas con los que más he disfrutado. He disfrutado haciéndolo, creándolo. Ha sido una maravilla.

MW: Luigi tiene una adicción y no sé si ha llegado a ese punto porque tras una pérdida ha decidido autodestruirse...algo tan metafórico como he perdido mi hogar y ya no tengo a donde volver y prefiero perderme...

Jordi Coll: Habría una parte de esto que sí, pero eso estaba planteado de inicio y al final se deja abierto porque puede ser que cuando nos ocurren cosas nuestros puntos flacos se agudicen y quizá esos puntos flacos ya estaban ahí, simplemente, hay una escalada enorme en un tiempo. Quizá no venía de nuevo...

Cazadora y jersey, de Calvin Klein. Pantalón, de Polo Club. Calzado, de Mango.

MOTIVACIÓN

MW: Cuando el personaje de uno toma decisiones un tanto controvertidas, en algún momento, durante su preparación, ¿lo juzga?, aunque sea durante unos segundos...

Jordi Coll: Sí, sí, sí porque para empezar muchas veces te entra algo de vergüenza cuando ves lo que tienes que hacer. Y tienes que ver cómo preparate para que te salga de una forma orgánica y natural. Sí, suele pasar, sin querer... Uno de los primeros filtros siempre son nuestros juicios de valor, pero para eso está la técnica para analizar el texto, las relaciones...

MW: Dejado a un lado su adicción, ¿cuál es el mayor defecto de Luigi?

Jordi Coll: Le cuesta mucho pedir ayuda de verdad.

MW: ¿Y su mayor virtud?

Jordi Coll: Curiosamente que no tiene ningún tipo de reparo en pedir. En el mismo verbo tiene el blanco y negro. Le cuesta pedir cosas esenciales y exigir no le cuesta nada.

MW: ¿Jordi sería amigo de Luigi?

Jordi Coll: No lo creo (Risas).

MW: Y si Jordi se hubiese tropezado con Luigi al inicio de temporada y al final, ¿qué consejo le hubiese dado en cada momento?

Jordi Coll: Si me hubiese tropezado con él seguro que era porque me iba a operar y entonces al ser mi cirujano (Risas), le hubiera hecho la pelota mogollón (Risas). Ahora en serio...a principio de temporada le hubiese dicho que pidiera ayuda, que no escapara.

Al final de temporada...¡venga hombre! ¡Ya te lo dije el primer día colega! (Risas) ¿Lo ves? Le diría que está siendo muy valiente.

MW: ¿Cómo resumes esta cuarta temporada de ‘Madres’?

Jordi Coll: ¿En general? Una jodida locura (Risas). Una locura entera. Pasa todo lo que te puedas imaginar y mucho más. Es frenética. Como un hospital que en cada planta es un mundo.

Frenesí, descontrol.

Lo que respiras en un hospital, cuando bajas de una planta a otra, son mundos completamente distintos. Toda la vida en un mismo edificio. Por eso hacer tramas de hospitales siempre funcionan.

MW: ¿Te gusta el arco que has vivido con Luigi?

Jordi Coll: Sí. Bastante intenso (Risas), pero me ha gustado mucho, ha sido muy divertido de hacer.

Luigi camina en la cuerda floja que se genera cuando las decisiones que tomamos van en contra más que a favor. Jordi Coll camina junto a su personaje de forma honesta y directa, para contar la verdad, para mostrar una realidad que nos rodea de forma inconmensurable.

nu ri aherrero Nuria Herrero retoma a Berta tras su paso por ‘Besos al aire’. Y su personaje vuelve tras haber estado en la primera línea de contención dentro del Hospital Los Arcos. Berta es una luchadora desde

el mismo instante en el que llegó a Madrid del pueblo. Porque lo hizo con una mano delante, otra detrás y con el título de técnico de enfermería recién salido del horno. El coronavirus quiso que la destinaran al Hospital Los Arcos y ella lo dio todo en los momentos más difíciles de la pandemia. Dentro de las nuevas tramas de ‘Madres’ la veremos como técnico de enfermería en el área de cirugía general. Y le tocará lidiar

con los MIR a quien Berta los tiene muy calados. Y este año, además, se enfrentará a un grupo tan diverso como desesperante. Especialmente por Gabriel, un enigmático aspirante a médico cuya ambición les enfrenta cada dos por tres. Hablamos con Nuria de este personaje que tantas alegrías le ha dado y del oficio, tan complejo como apasionante.

Chaqueta, de Calvin Klein Jeans. Blusa, de &Other Stories. Patanlón y calzado, de Bershka.

“CREO QUE LA MAYOR VIRTUD Y EL MAYOR DEFECTO ES QUE AYUDA MUCHÍSIMO”

MEW Magazine (MW): ¿Qué parte de ti que desconocías has descubierto gracias a tu oficio?

Nuria Herrero: Buah…pues creo que lo que más he descubierto es la capacidad de sobreponerte. Es verdad que yo de pequeña no pensaba que iba a ser actriz, mi camino iba por otros lados más tradicionales digamos. Y lo que me daba miedo de la profesión era no tener algo estable, fijo.

De repente, ves que te lanzas y que te tienes que hacer si o sí. Eso va saliendo y es algo que vas descubriendo.

La vida es improvisar y dejarte llevar.

MW: ¿Se aprende a vivir entre la paciencia y la incertidumbre?

Nuria Herrero: Antes lo llevaba muchísimo peor. Además, soy muy impaciente y muy impulsiva. Y es lo peor para esta profesión.

Poco a poco te vas haciendo a ello.

MW: ¿Cómo se van llevando esos ‘no’?

Nuria Herrero: Pues pasa igual. A los 18 años en un casting te decían que ‘no’ y era un drama, ahora ya entiendes la industria y cómo funciona todo.

MW: ¿Cómo llega ‘Madres’?

Nuria Herrero: Pues fue muy bonita y muy especial. Yo hice una serie ‘Besos al aire’, que el personaje de Berta estaba ahí. Y al poco tiempo de emitirse me llamaron de la productora para que el personaje de Berta entrara en ‘Madres’ porque era el mismo hospital.

Yo amo a Berta. A Berta la adoro. Fue un regalo.

MW: Cuando una lleva a Berta hasta ‘Madres’, en cierta medida, ¿se sigue redescubriendo al personaje?

Nuria Herrero: Sí. Porque para empezar en ‘Besos al aire’ el contexto era la pandemia y aquí se tiene que enfrentar a un grupo de residentes. Lo que se descubre con Berta es la jerarquía que existe y el trato.

MW: ¿La mayor virtud y el mayor defecto de Berta?

Nuria Herrero: Creo que es lo mismo. Creo que la mayor virtud y el mayor defecto es que ayuda muchísimo que es algo fabuloso, pero se le vuelve en contra porque se olvida un poco de ella. Es un arma de doble filo.

MW: ¿Fue fácil encontrar su movimiento corporal? Porque cuando vemos a Berta en escena siempre la vemos como muy echada para adelante, como dejando clara su presencia, su fuerza.

Nuria Herrero: Creo que Berta es como una tía muy ligera, muy fresca, y lo que tiene que transmitir es como casi animar a la gente…que es cierto que va muy en mí. Creo que me lo dices tú y ahora caigo porque no me había dado cuenta de ello.

MW: ¿Qué le ocurre con esos MIR que llegan?

Nuria Herrero: Llegan los nuevos y sobre todo con uno, con Gabriel, residente de cardiología que entra como avasallando, aunque luego se de cuenta que Berta le puede salvar en muchas ocasiones. Tanto a nivel personal como profesional. Porque al final todo funciona gracias a una cadena.

MW: ¿Crees que, como pacientes, a lo mejor, también erramos en el mismo concepto?

Nuria Herrero: Sí. De hecho, con el personaje de Berta he tenido mucho feedback

con el personal de los técnicos auxiliares que me escriben agradeciendo la visibilidad que se da a su trabajo. Porque es una cara que no se muestra mucho.

MW: ¿Qué encuentra en Gabriel?

Nuria Herrero: Sigo sin saberlo (Risas). ¿Por qué te vas a por Gabriel?

Creo que Berta tiene un poco de rayos X y es capaz de ver más allá. Berta tiene esa capacidad de ver que ahí hay algo que Gabriel le quiere intentar colar. Ella quiere investigar qué ocurre, quitarle esa coraza, ablandarlo un poco.

MW: ¿Ha sido fácil convivir con Berta?

Nuria Herrero: Mucho. Berta me encanta. Me haría todas las temporadas. Me siento muy identificada con ella. Es un personaje al que le tengo tanto cariño…no me ha costado nada. La trama me encantaba y todo fluía.

MW: Si fueses amiga de Berta, ¿qué consejo le daría en el primer capítulo y qué consejo en el último?

Nuria Herrero: En el primer capítulo le diría que se cuidara mucho más. Ponte límites. Y en el último capítulo le daría la enhorabuena por haber sido tan valiente.

MW: Sabiendo que en esta temporada cuatro hay un gran cambio en ‘Madres’, ¿qué impactará más en el público?

Nuria Herrero: Creo que lo bonito de esta temporada es que se va a contar la historia del personal sanitario. Con tramas mucho más jóvenes que va a atraer otro tipo de público. Tiene mucha frescura.

MW: ¿Te gusta tu viaje profesional? Los personajes que han ido llegando a ti…

Nuria Herrero: La verdad es que sí, mucho. He tenido personajes maravillosos y a veces pienso en dónde estarían en la actualidad…

Hay algunos que se te quedan más marcados que otros y sé que Berta será uno de ellos.

MW: ¿Cómo es ser amiga de Nuria?

Nuria Herrero: Creo que tengo muy buenas amigas, me gusta cuidarlas. Y me siento muy cuidada y querida por ellas. Yo sería amiga de Nuria, creo (Risas).

Como Berta, que es gran amiga hasta de aquellos que no quieren ser sus amigos. Leal y fiel a sus principios, este personaje te enamorará desde que vuelvas a descubrirla en esta cuarta temporada de ‘Madres’.

BERTA IMPULSIVIDAD

CONEXIÓN CON HONES TIDAD -

Almu es la kamikaze, la amiga que siempre está ahí cuando todos los demás desaparecen.

Belén Écija da vida a Almu en la cuarta temporada de ‘Ma-

dres’. Almu es un personaje que nunca pierde la sonrisa, amante de la vida, de la gente y una apasionada de unos buenos tacones, aunque no sean los más apropiados para las largas noches de hospital. Aunque podemos caer en el error de pensar que Almu ha tenido una vida fácil, no siempre fue así: creció en una familia de clase media y se pagó los estudios de medicina poniendo copas los fines de semana. Y en verano, más de lo mismo. Currando a destajo poniendo copas a guiris para permitirse dar rienda suelta a su vocación: ser médico.

fotografía ANA MÁRKEZ texto y entrevista P. GUERGUÉ estilismo YURENA GUERRA muah LETICIA PERILLÁN localización HOTEL ATOCHA TAPESTRY

MEW Magazine (MW): ¿Qué parte de ti que desconocías descubriste gracias a la interpretación?

Belén Écija: Descubrí que conectaba con mi verdad, con mi parte más vulnerable. La interpretación me ha ayudado como a hacer terapia.

MW: ¿El oficio puede llegar a sanar heridas? Hay compañeros que me comentan que uno puede identificar heridas con un personaje, pero nunca sanar con él…

Belén Écija: Si caes en malas manos o si entiendes la interpretación desde un punto de sufrimiento no tiene ningún tipo de sentido. En realidad, te dedicas a esto para disfrutar y para hacer lo que te gusta, pero es cierto que hay mucha gente que se queda en la parte esa de sufrir.

A la interpretación hay que buscarle el gusto y el placer.

MW: ¿Lo más complejo del oficio?

Belén Écija: Tengo memoria selectiva (Risas), entonces hay textos que creo que tengo que estudiar el triple, por ciertos vocabularios que no estoy acostumbrada a usar… Si es algo cotidiano no me cuesta.

‘‘EN PORTADA

DESCUBRÍ QUE CONECTABA CON MI VERDAD, CON MI PARTE MÁS VULNERABLE

94 ABRIL 2022 · MW ‘‘

Intenta crear a su alrededor a seres independientes ‘‘

MW: Siempre me comentan que cuando una está en escena y enfrente tiene a una compañera o compañero que está fluyendo en la misma energía, una no suele ser consciente del texto y que va saliendo de forma natural…

Belén Écija: Claro… Ese es nuestro reto, llegar a sentir el texto de verdad. Es más importante la persona que tienes enfrente que tú misma.

Se nota mucho cuando estás en ti y no estás siendo generosa. Lo puedes falsear durante un tiempo, pero, al final, se te ve el plumero.

MW: ¿Lo más difícil de un casting?

Belén Écija: El casting en sí. Sobre todo, el previo. La espera, estar esperando. Porque cuando ya estás haciendo el casting, ya estás con tu personaje.

MW: ¿Qué es lo más sencillo para ti? ¿Esa documentación cuando llega un nuevo personaje o decir adiós al proyecto?

Belén Écija: El principio es más sencillo, luego le has cogido cariño al personaje y es más complicado.

Hay personajes que si no se asemejan a ti cuesta cogerles cariño. A mí con el personaje de ‘Madres’ me costó al principio entenderla, no juzgarla. Pero cuando ya la has hecho tuya es difícil.

MW: Hay quienes dependiendo del personaje aseguran que han llegado a sufrir un duelo tras despedirse de un personaje…

Belén Écija: Sí, totalmente. Y ya no solo por tu personaje sino también por todos los compañeros con los que has estado, el ambiente que se ha creado, los pequeños detalles… Creas vínculos que se rompen.

MW: ¿Has notado con algún personaje que tras terminar el rodaje hayas estado arrastrando ciertos dejes, ciertas frases?

Belén Écija: Sí, yo creo que con Almu, por ejemplo, eran más gestos, el movimiento corporal. Mientras que con el personaje de ‘La Valla’ yo arrastré un poco la pena.

MW: ¿Cómo llega ‘Madres’ a tus manos?

Belén Écija: Me acuerdo que estaba justo montándome en un avión. Llevaba dos años sin tener verano por trabajo y me fui en enero a Egipto y estaba justo a punto de entrar en el avión y me llamaron.

Había hecho la prueba previamente pero ya había hecho más pruebas con Rosa Estévez estaba tranquila, pero sin expectativas. Además, cuando creamos una expectativa es cuando no salen las cosas (Risas).

Me hizo muchísima ilusión porque no me lo esperaba.

MW: ¿Recuerdas desde qué punto iniciaste la construcción de Almu? ¿Algún punto de su personalidad? ¿El movimiento corporal?

Belén Écija: Yo creo que soy segura, pero mi seguridad parte desde otro lado. Y Almudena era como que iba pisando fuerte y sin tener ningún

Yo soy muy exigente conmigo misma y Almu partía desde ese punto de no ser exigente con una misma. Trabajé mucho la mirada.

MW: ¿Fue fácil empatizar con ella?

Belén Écija: No (Risas). Yo soy muy leal y ella tiene muchas faltas de lealtad que ya se verán. Responsabilidad cero con su trabajo, responsabilidad cero con las relaciones…y a mí eso me costaba.

MW: ¿La mayor virtud de Almu?

Belén Écija: La empatía. Ella no es segura aplastando a los demás, lo que quiere es que los demás se contagien de esa seguridad. Intenta crear a su alrededor a seres independientes.

MW: Almu es un personaje que va evolucionando progresivamente, sobre todo en su interacción con el resto de personajes. Es una de esas amigas kamikazes que siempre gusta tener porque cuando ‘Cañizares’ pide ayuda, ella no duda, frente a otros que hacen un exceso de preguntas y cuestionamientos…

Belén Écija: Sí, sí, es verdad que es muy a la práctica. No tiene ningún tipo de razonamiento, ella va.

MW: ¿Qué encuentra ella en Nico?

Belén Écija: Necesidad, ver la oportunidad en alguien. Almu ha estado tanto tiempo jodida que ve a alguien a quien admira y que le puede ayudar y es a lo que se aferra. Es su manera de sobrevivir.

Almu conoció a Nico en el penúltimo verano antes de su etapa MIR. Nico es el propietario de un emporio farmacéutico que se colgó por ella. Hasta tal punto de que cuando las meteduras de pata comienzan a asomarse en su etapa profesional, Nico lo tapa todo gracias a sus excelentes contactos con la dirección del hospital.

MW: Al final, ¿Almu encuentra un grupo de amigos?

Belén Écija: Sí, de hecho, creo que ella no juzga a nadie y a ella la juzgan mucho por lo que piensan que es.

MW: Si Belén fuera amiga de esa Almu, ¿qué consejo le daría en el primer capítulo y qué consejo en el último?

Belén Écija: En el primero, que se quite los tacones (Risas). Que se baje de la parra. Y, en el último capítulo, que vale mucho como para tener que acercarse a alguien por su valía o nivel económico. Ella lo puede conseguir sola.

MW: ¿Te gusta el arco que has vivido con Almu?

Belén Écija: Sí, mucho. El arco ha sido muy bonito. Ha sido un gusto poder tener un feedback con los guionistas.

Almu es de esos personajes que el espectador va abrazando capítulo a capítulo cuando comienzan a desaparecer las corazas de la sociedad impone. Belén Écija se divirtió dando vida a esta alocada Almu y el público podrá divertirse de la misma manera. Un viaje hacia lo que verdaderamente somos, sin intermediarios que nos resten luz.

‘SER O NO SER’ O LAS EMOCIONES BIEN NARRADAS

UNA GRAN HISTORIA PARA DEGUSTAR LENTAMENTE.

por P. GUERGUE fotografías Playz

Playz, el canal digital de contenido joven de RTVE, acaba de estrenar ‘Ser o no ser’, una comedia dramática juvenil protagonizada por un adolescente trans y ambientada en una clase de bachillerato escénico. Producida por RTVE en colaboración con Big Bang Media (THE MEDIAPRO STUDIO), sus seis capítulos, de 25 minutos cada uno, ya están disponibles en RTVE Play.

Creada y escrita por Coral Cruz, y dirigida por Marta Pahissa, ‘Ser o no ser’ cuenta la historia de Joel, un chico trans de 16 años, que comienza el bachillerato escénico en un nuevo instituto donde nadie lo conoce. Hace unos meses que está transitando y, con el ‘passing’ que tiene, puede presentarse a sus compañeros tal y como siempre se ha visto. Sin embargo, la ocultación de su proceso de transición entrará en conflicto con la exigencia de su profesora de teatro, quien pide a sus alumnos que se quiten todas las máscaras que llevan puestas para poder meterse en la piel de sus personajes. Transitamos junto a Joel por su miedo a no ser aceptado y también de perder el interés de Ona, una compañera de clase, de la que se ha enamorado a primera vista.

La serie aborda el tema sin ningún tipo de prejuicio, contando con el asesoramiento profesional de dos miembros del colectivo trans: el sociólogo Miquel Missé y el educador Damian

’Ser o no ser’ muestra que no depende del tiempo que se tenga para contar la historia sino de la sensibilidad que se maneje para relatar los hechos y favorecer a los personajes. Capítulos intensos, honestos y directos donde todo tiene sentido. Con un protagonista que nos ayuda a entender que para ser lo primero que hay que hacer es abrazarse a uno mismo.

Díaz. Una historia que decide narrar dicha transición con una red de apoyo que abraza la esperanza, destacando lo importante de tener una familia que se una a ti y a unos amigos que se conviertan en tu raíz cuando has perdido el norte.

‘Ser o no ser’ se presenta como una serie naturalista que aborda sin prejuicios un tema de gran actualidad y arroja luz sobre las vivencias de un colectivo desconocido para muchos o mal entendido por otros. Pretende ser una serie transformadora, que dé visibilidad y naturalice con frescura y humor la cada vez mayor gama de identidades y expresiones de género de los jóvenes de hoy en día.

Coral Cruz y Marta Pahissa nos ofrecen un corazón al que tomamos la decisión de cuidar y llenar de ternura para que pueda realizar su enfrentamiento con el miedo de forma adulta y cargada de aprendizaje. Una historia, la de Joel, que nos enseña que podemos postergar el tiempo todo lo que queramos aunque la decisión final sea ineludible, para, finalmente, entender que solo podemos salvaguardar la parte que no repercute en el otro, por mucho pavor que sintamos, por muchas dudas que nos invadan. Joel es un tipo que lo puede ‘tener todo’ y que, al mismo tiempo, puede perderlo todo por no ser, por eludir el presente dejando un gran protagonismo a un futuro que todavía no conoce. Porque el mañana tiende a encerrarnos en una burbuja que, a pesar de lo que muchas veces creemos, no nos beneficia.

El joven actor trans Ander Puig da vida al personaje en uno de los primeros trabajos de su carrera. Le acompañan un elenco juvenil de nuevos valores en el que despuntan Júlia Gibert, Berta Galo o Lion, a los que se suman Enzo Oliver, Nil Carbonell, Eduard Torres y Anna Bernal. Junto a ellos, destaca la presencia de la actriz Anna Alarcón, como la madre del protagonista, y de la veterana Emma Vilarasau, que regresa ante la cámara después de casi una década dedicada exclusivamente al teatro, en el papel de Carmen, la profesora de interpretación.

Los tres primeros episodios de la ficción pudieron verse en exclusiva en el marco del Festival de Málaga el pasado viernes 25 de marzo en un emotivo pase para público y prensa que contó con la presencia de Coral Cruz, creadora y guionista, Marta Pahissa, directora, y parte de su elenco principal como Ander Puig, Júlia Gibert, Berta Galo, Lion Armas, Eduard Torres y Enzo Oliver.

This article is from: