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Víctor Elías

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Víctor Elías, vivir la música en un lugar privilegiado

De la pequeña pantalla a los escenarios de toda España sin pestañear. Víctor Elías ha pasado de ser ese niño travieso que nos enamoró en “Los Serrano” a ser ese joven virtuoso y canalla en los teclados de los artistas nacionales e internacionales, consiguiendo composiciones increíbles que no temen a nada. En un piano, dándole a las teclas y proyectando un mundo interior apoteósico que arropa tu lado más íntimo, así está ahora un artista que ha sabido reinventarse y vivir su propio sueño.

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por ÁLEX DELGADO / fotografías UNO MODELS

La pequeña pantalla atrapa y en muchas ocasiones se suele considerar que todos esos personajes famosos o actores que pasaron por ella durante su juventud y que ahora no están en ella son juguetes rotos. Esto no es así, hay miles de condicionantes que pueden interceder en este tipo de sucesos y en algunos casos es la propia pericia de los actores la que hace que se las ingenien para triunfar en otro sector. Este es el caso de Víctor Elías, que le conocimos como el niño risueño y travieso que nos encandiló en el papel de Guille en “Los Serrano”.

Su papel en la mítica serie de Telecinco que duró más de ocho temporadas y 147 capítulos hizo que más allá de conocer al personaje que interpretaba, pudiéramos ver la inquietud de un adolescente que demostraba que tenía un mundo interior muy especial que necesitaba ser descubierto. Y no era para menos, su esencia estaba en la ficción, pero también en una sociedad que le necesitaba por su honestidad y talento.

En muchas ocasiones se suele concebir que los actores o interpretes “solo sirven para ponerse delante de la cámara” y no es así. La vocación interpretativa de Víctor Elías va más allá de actuar e interpretar un papel. La pasión por el mundo de la música hizo que se formase en piano desde pequeño, cursando grado medio en el Centro de Música Creativa de música moderna en Malasaña, una profesión que terminó de matizar y dedicarse como técnico de sonido. En un lugar privilegiado, creando y guiando, ahora el artista se dedica a un mundo único y que realmente permite dejar libre la imaginación, tanto suya como la de los que están a su alrededor.

Víctor Elías sigue en los escenarios, haciendo todo eso que más le gusta y es hacer feliz a cualquier persona que le acompaña. Eso me pasó en el #3Tour donde el madrileño se encargó de las teclas de la gira de Nerea Rodríguez, Ricky Merino y Raoul Vázquez. Es difícil que un piano transmita tanta verdad y emoción en un concierto, pero sus solos, junto a la pasión y el amor que le dedicaba hizo que fuese una de las veladas más bonitas en mucho tiempo.

Desde que tiene uso de razón la música ha estado en su vida y lejos de la posible fama que le podía traer su participación en “Los Serrano”, al joven artista no le ha preocupado para quien trabajaba. Es de esas personas que no tiene grandes expectativas, que no se queda de brazos cruzados esperando la llamada. Es más, él hace la llamada y es de los que llama hasta conseguirlo, algo que no le preocupa. La música puede venir de los más conocidos pasando por los más pequeños que están comenzando. Por ello, Víctor Elías ha estado trabajando con Sofía Ellar, Pablo López, Ana Guerra, Ruth Lorenzo, Lucia Gil, Angy o Dani Fernández, pasando por Taburete, Nora Norman, Calum, Cirilo, Manolo García o Münik entre muchos otros.

El virtuosismo de Víctor Elías se ha visto en “La Llamada” y recientemente en el concierto benéfico que se celebró en el WiZink Center el pasado 8 de marzo “Mujeres cantan a Rocío Jurado” donde fue el director musical. Quienes lo han visto y disfrutado saben que su método de trabajo es infalible, y junto a su profesionalidad ha logrado hacerse un hueco en una industria musical que pedía a gritos tener a alguien con la pasión y visión del madrileño. Las jóvenes promesas vienen pisando fuerte, no les importa cómo conseguirlo, se arremangan y hacen magia con sus manos. Eso sucede con Víctor Elías, que ha confirmado que su vocación está encima de los escenarios creando un universo único que te transporta a lugares inimaginables.

LALI ESPÓSITO & MIGUEL ÁNGEL MÚÑOZ

Nueva gala de los Premios PLATINO del Cine y el Audiovisual Iberoamericano.

por MIKEL MONTERO / fotografías cedidas por Zenit Comunicación

os intérpretes Miguel Ángel Mu-

Lñoz y Lali Espósito serán los encargados de conducir la gala de los Premios PLATINO del Cine y el Audiovisual Iberoamericano. Así, los galardones comienzan su puesta de largo de cara a su celebración en Madrid, ciudad que de nuevo acogerá la IX Edición de los reconocimientos a la mejor producción audiovisual de la industria de habla hispana y portuguesa, cuyas nominaciones se anunciarán próximamente.

La dupla recogerá el testigo de la actriz colombo-española Juana Acosta y el intérprete mexicano Luis Gerardo Méndez, los maestros de ceremonias de la VIII Edición de los Premios PLATINO. Acosta y Méndez condujeron una gala que celebró la vuelta a la presencialidad, retomando el espíritu de unión de las regiones iberoamericanas en una noche que coronó a la cinta colombiana El olvido que seremos como mejor película iberoamericana y a la serie española Patria como mejor miniserie o teleserie de ficción o documental, además de homenajear al mexicano Diego Luna con el Premio PLATINO de Honor por su apuesta por el audiovisual iberoamericano.

De esta manera, Muñoz y Espósito se unen a la nómina de grandes estrellas del audiovisual que han conducido la gran celebración del audiovisual de habla hispana y portuguesa. Los dos actores toman el relevo a los ya citados Acosta y Méndez en una labor que han desempeñado en anteriores ediciones destacadas personalidades de la cultura iberoamericana como Adal Ramones, Alessandra Rosaldo, Carlos Latre, Cecilia Suárez, Eugenio Derbez, Imanol Arias, Juan Carlos Arciniegas, Májida Issa, Natalia Oreiro, Omar Chaparro o Santiago Segura.

Miguel Ángel Muñoz cuenta con una trayectoria de más de 27 años en cine, teatro y televisión. Debutó con tan solo diez años en la gran pantalla con El palomo cojo, de Jaime de Armiñan, junto a actores de la talla de Francisco Rabal y Carmen Maura. En televisión, el intérprete se ha convertido en una apuesta segura de éxito con títulos como Compañeros, Un paso adelante, El síndrome de Ulises o Sin identidad, además de trabajar en destacadas producciones como Capadocia, serie de HBO nominada a tres premios Emmy, Presunto culpable, galardonada en el Festival Internacional de Shanghai, o Sequía, reciente coproducción hispanoportuguesa emitida en TVE.

Muñoz ha colaborado con directores de la talla de José Luis Garci, que contó con él para El crack cero, Borja Cobeaga, siendo parte del reparto de No controles, Isabel Coixet, reputada cineasta con la que participó en Proyecto tiempo, o Javier Fesser, realizador con el que trabajó en la película episódica Al final todos mueren. El actor también ha cruzado el charco para actuar en Hollywood junto a estrellas como Sharon Stone o Andy García, sus compañeros de reparto en What about love, o bajo las órdenes del actor y director Rob Schneider en Daddy Daughter Trip. En 100 días con la Tata, su debut como director (que le valió el reconocimiento como director revelación y la medalla Platino Educa de la Solidaridad (No ficción) en las Medallas CEC), realizó un emotivo acercamiento a su “Tata”, la mujer que le cuidó de niño con quien pasó el confinamiento, consiguiendo numerosos reconocimientos como el Premio Forqué a la Mejor Película Documental por su retrato de la vejez. Esta película narra la historia de amor entre Miguel Ángel Muñoz y su Tata. Tiene pendiente el estreno de la película En otro lugar, dirigida por Jesús del Cerro, y de la obra El síndrome del copiloto, de Vanessa Montfort, que se interpretará en abril en los madrileños Teatros del Canal.

Por su parte, Lali Espósito comenzó su carrera artística en 2003 con diferentes telenovelas como Rincón de Luz, Floricienta o Esperanza mía. En Casi Ángeles, la actriz comenzó a despuntar, iniciando también su carrera como cantante como integrante del grupo musical Teen Angels con algunos de sus compañeros de reparto y luego continuando con su carrera solista con la que ha lanzado 4 álbumes en estudio y nuevas canciones en estos meses. Fue protagonista en la telenovela Cuando me sonríes, y ha participado en otros títulos televisivos como El Host, Sandro de América, Chiquititas sin fin o Solamente vos. Entre sus últimas interpretaciones destaca su papel como Wendy en Sky Rojo, exitosa serie hispanohablante de Álex Pina para

Netflix que ya rueda su tercera temporada.

En la gran pantalla, ha seguido creciendo como intérprete con papeles muy diferentes en películas como Acusada, estrenada en 2018, protagonizada por la argentina junto a Leonardo Sbaraglia, dirigida por Gonzalo Tobal, que fue nominada para competir por el León de Oro del Festival de Cine de Venecia. También ha trabajado en otros proyectos como Permitidos, Me casé con un boludo, A los 40 o La pelea de mi vida. Además, la artista argentina se ha destacado como cantante solista, dando buena muestra en la gala de los VI Premios PLATINO celebrada en 2019 subiéndose al escenario de Riviera Maya para interpretar algunos de sus temas más populares, como Cien grados, Sin querer queriendo o Caliente.

Los Premios PLATINO del Cine Iberoamericano, promovidos por EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales), con FIPCA (Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales) y la intensa colaboración de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, dos instituciones cuya apuesta por la atracción de rodajes al territorio madrileño, espacio ideal para todo tipo de producciones de cine y televisión, se refleja en una intensa actividad especialmente beneficiosa para el sector audiovisual. Los PLATINO también cuentan con el apoyo de la Organización Mundial del Turismo y las Academias e Institutos de Cine iberoamericanos, y aúnan a los grandes talentos de las industrias de los 23 países iberoamericanos para ensalzar a las producciones y a los creadores más destacados de cada año con veintidós galardones y un Premio PLATINO de Honor.

Trabajan desde su primera edición en 2014 en la difusión del cine iberoamericano, para que los éxitos que se consiguen en los festivales más prestigiosos se traduzcan también en excelentes resultados en las salas comerciales y que nuestro cine tenga la distribución que se merece.

Katrin vankova

RESACAS EMOCIONALES

Katrin Vankova es una joven actriz que llegó a Catalunya a la edad de 5 años. Ya ha despuntado tanto en el teatro como en el cine o en destacadas series de televisión. “ Creo que a nivel personal me ha dado la posibilidad de experimentar experiencias y situaciones que quizá si no fuera actriz no las hubiera vivido”. De hecho, el pasado verano rodó en Londres para la serie ‘Alex Rider’ (de ocho capítulos), de Sony Pictures Television. Y hace un par de sema-

inspirar

ser libre

nas estrenó fuera de nuestras fronteras ‘The Unbearable Weight of Massive Talent’, una producción de Hollywood dirigida por Tom Gormican, protagonizada por Nicolas Cage y Pedro Pascal, y donde interpreta a ‘María’.

Hablamos con Katrin del oficio, de lo que le ha dado, de lo que le divierte, de la parte más glamurosa y de la parte más indie. De dónde se encuentra más conectada con ella misma y hacia dónde no quiere ir.

MEW Magazine (MW): ¿Qué te ha dado, a nivel personal, tu oficio?

Katrin Vankova: Creo que a nivel personal me ha dado la posibilidad de experimentar experiencias y situaciones que quizá si no fuera actriz no las hubiera vivido, como conocer gente, viajar, ponerme en situaciones muy ‘random’ que de por sí, sola, no lo haría.

MW: Cuando llega un nuevo personaje, ¿es más sencillo o más complejo de lo que creemos encontrar un movimiento corporal específico?

Katrin Vankova: Yo lo busco mucho a través de pasar mucho tiempo con el personaje. Me gusta salir a la calle e imaginarme cómo este personaje se movería, cómo reaccionaría... También analizo a nivel energético del personaje cuáles son sus puntos más débiles o fuertes. Y eso ya te ayuda a crear el movimiento corporal, por ejemplo, a través de la música.

Es fácil, lo que pasa es que cuando nos llega un personaje tendemos mucho a banalizarlo. Ponerlo en un cliché aunque haya muchos matices y detalles que están ahí, pero cuesta buscarlos.

MW: Siempre me dicen compis tuyos de profesión que nunca hay que juzgar a un personaje, pero, ¿es tan sencillo como decirlo?

Katrin Vankova: Creo que a mí me cuesta mucho juzgar, pero sí que me he encontrado con personajes que me ha costado más defenderlos. Hay algunos que no te sale defender porque no haría eso pero tienes que sobreponerte a tu pensamiento.

De todos los personajes se aprende y lo guay es poder empatizar con todos ellos. No hay blancos y negros, hay muchas maneras de conectar.

MW: ¿Es más fácil iniciar la construcción de un personaje o soltarlo?

Katrin Vankova: A mí me cuesta más despedirme, lo paso fatal. Me entran unas resacas emocionales...no sé quién soy, no sé dónde estoy... Sobre todo en los rodajes más largos o más intensos.

Es más rara la sensación de dejar el personaje.

MW: ¿Ha habido algún personaje que hayas arrastrado en días posteriores a dejar el proyecto?

Katrin Vankova: Sí, me acuerdo de la película ‘This is the win’. Es una película que hicimos junto a mi amiga y compañera Laia Manzanares que es la historia real de dos adolescentes que tienen trastornos alimenticios y fue muy heavy. Fue una historia muy profunda y cuando finalizamos estuve como dos semanas que sentía aun ese personaje. Era raro... Había una parte de mí que no quería dejarlo porque había aprendido mucho de la historia.

MW: Laia Manzanares me comentó un día que hagan lo que hagan sus personajes ella siempre los defiende a muerte... Katrin Vankova: Total... Al final es lo

que hacemos todos en la vida real, ¿no? Si tienes hambre, vas a comer. Si estás triste, estás triste. Es actuar sin pensar más allá de lo que es, así es más sencillo. Nos lo complicamos demasiado, creo.

MW: ¿Ha habido algún personaje en el que te haya costado entrar más de la cuenta?

Katrin Vankova: Sí, pero fue por muchos factores. No me gustaba como vestía ese personaje y los diálogos eran horribles... Era una serie, no voy a decir más (Risas).

Me gusta ir más allá con un personaje, pero con este era imposible. Era todo muy cuadrado y yo soy cero cuadrara. Me hizo reflexionar mucho. Al final de cada personaje aprendes algo... Los personajes que me llegan, normalmente, tienen que ver con el momento de vida en el que estoy. Es curioso.

MW: En las semanas de rodaje, ¿cómo se consigue equilibrar la energía del personaje con la energía que tiene una misma?

Katrin Vankova: Con silencio. A mí me pasa que en las semanas de rodaje estoy como loca. Suelo avisar a mis amigos, familia, pareja... Me gusta mucho tener ese espacio para tener al personaje y al llegar a casa tener mucho silencio para conectarme conmigo.

MW: Estrenas nuevo largometraje y me gustaría saber si ese

EMOCIONAR

MW: ¿Te ha ocurrido alguna vez eso de estar en casa, preparar con el guión el personaje de alguna forma, llegar ante el director y que te desmonte toda tu idea?

Katrin Vankova: Siempre (Risas). Normalmente me pasa eso con directores/as que dejan mucho el proyecto a la magia del momento. Porque primero piensan una cosa y luego lo cambian... Aunque luego el resultado sea guay.

MW: A veces, quizá, todo sea cuestión de dejar que en una escena sean los actores quienes fluyan...

Katrin Vankova: Creo que el factor es la confianza y el saber pillar la esencia de cada departamento porque todos suman y hacen que la historia crezca y florezca. Los proyectos que más me gustan son con directores de los que sé qué esperan de mí y qué les puedo ofrecer yo.

Se crea un lenguaje invisible.

MW: Cuando el personaje está lo más alejado de ti, ¿es cuando más te diviertes?

Katrin Vankova: Sí. Y donde más libre me siento porque no me juzgo a mí misma. Y cuanto más mayor te haces es horrible porque tiendes a juzgarte más.

MW: ¿Qué defecto y qué virtud has descubierto, gracias a un personaje, sobre ti?

Katrin Vankova: Virtud creo que bailar... Donde puedo usar más mi cuerpo con un personaje, ahí, me crezco. Siento como un chute. Y defecto...aprendí mucho con la peli que he comentado antes porque creo que es un problema que nos toca mucho y lo he visto mucho a mi alrededor, el tema del físico y más en esta profesión que estás expuesto todo el tiempo.

vértigo es importante mantenerlas pase el tiempo que pase...

Katrin Vankova: No sé si vértigo, creo que son más como costillas y me encanta sentirlas. Ha sido una experiencia muy chula y con gente muy guay. Y me gusta ver el resultado, compartirlo con mi gente. Al final, para eso se hace, ¿no?

Me lo tomo de forma muy profesional, intento no vincularme de forma personal.

MW: ¿Qué ha tenido este proyecto de especial para ti?

Katrin Vankova: Me acuerdo que me hizo reflexionar mucho sobre dónde estoy y dónde quiero estar. Es un proyecto grande, con gente de una dimensión grande y que ves que todo lo que rodea a eso es muy grande también. Está muy guay un ratito.

Me lo tomo como un juego. Está muy guay saber dónde están tus raíces y dónde está tu gente. Todo es muy efímero.

MW: ¿Dónde quieres estar?

Katrin Vankova: Tengo muchas ganas de ir a Nueva York. Me gustaría tener un piso ahí e ir haciendo viajes y pasar tres meses allí y el resto del año aquí.

Me gusta estar cerca del mar y de aquí a unos años me gustaría poder estar en proyectos que hagan sentir cosas e inspirar a la gente. Proyectos de gran dimensión o proyectos chiquititos que a veces estos últimos son los más gustosos. Ser libre.

“Ser libre”, quizá todo se resuma en eso. En poder ser quienes queramos ser sin tener que dar un exceso de explicaciones.

Chaqueta, de Calvin Klein. Pantalón, de Polo Club. Calzado, de Dr. Martens. Collar, de Joys.

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