Aurin Amilcar Vicente Meneses.
Nació en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, el 10 de Diciembre de 1988. Comenzó a escribir canciones con sus grupos de rock, durante la prepa; y terminó escribiendo poesía. Actualmente participa en el taller de creación literaria dirigido por el cuentista y narrador Miguel Tonhatiu, en la Ciudad de México. Ha participado en el segundo y tercer “Tour de Poetas Jóvenes del Istmo”, en la “Feria del Libro Juchitán (2011 y 2012)”, y en el Sexto Encuentro Nacional de Literatura Al Sur de la Palabra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 2012. Ha publicado en diarios y revistas de la región del Istmo de Tehuantepec. Como saxofonista ha formado parte de las agrupaciones “Juchilangos”, y “Los K-bulas”. También colaborado con músicos y poetas como Natalia Toledo, Héctor Díaz, David Haro y Germán Bringas. Actualmente cuenta con dos poemarios inéditos: “Eutanasia y Euterpe”, y “Orígenes”.
CINCODESEPTIEMBRE* Un comité cuelga medallas (que más tarde empeñarán sus hijos): “La tercera generación de combatientes” Políticos y vacas pastan en la explanada, cagan y mugen, aplauden y abrazan. De La Séptima* viene una marcha, traen marmotas*, pitu nisiaba*, caballos, estandarte y pancartas —aún no suena el rock de la cárcel— Una señorita pitona vestida en cacacola entona La Zandunga y baila —es un vómito de risa— El megáfono aclama: “¡No al Wolmart!” pero su ropa de manta es maquilada en Chihuahua, en una empresa china, importada a Oaxaca, y revendida en la esquina. Pronto sabrán de La Odisea y ni siquiera tendrán que leer… OSCURECE Todos bailan en la explanada; se tocan, se repelen, se disparan, nadie muere, sólo el día. MIENTRASDUERMEN Las medallas brillan, deberían ver el cielo resplandeciente de La Ventosa*, Las aguas fosforescentes del río*. El perfume de caucho de Biahuidó*.
Para entonces habrán llegado lejos, recordarán una canción, una imagen graciosa, un mal rato, una buena cogida y un pacto: “¡No al wolmart, sí a nuestros cuerpos, sí a la música, sí a la protesta, no al wolmart, no a la mierda en el río, no al caucho ardiente, no al viento maníqueo, sí al sueño, no al simulacro, sí al duelo, no al dueño, sí a la flor, no a la piedra…!” El grito caerá pesado, como cañón de infantería extranjera, de imperio venido a menos. Alguna medalla se enredaría en el camino. Una o dos medallas, una o dos. *Cincodeseptiembre. Por alusión la fecha en que se libró la batalla contra el ejército francés por parte de los juchitecos en 1866. *La Séptima. Barrio bravo y emblemático de Juchitán. La mayoría de su población se dedica a la pesca y la artesanía. Actualmente goza de “mala reputación” debido al aumento de violencia y nexos con el narco. *Marmota. Figuras de papel maché de aproximadamente dos metros de altura que generalmente representan a un hombre o a una mujer que cargan algunos hombres durante los recorridos previos a la fiesta, llamados “calenda”. *Pitu Nisiaba. Ensamble de música “tradicional” de flauta y tambor del Istmo. *La Ventosa. Pueblo cercano a Juchitán en que se ha instalado el megraproyecto eólico. *…río. Por alusión al “Río de Los Perros”, que atraviesa Juchitán. *Biahuidó. [Biahui=en didxazá, “zapote”. Dó’=en didxazá, “Sagrado”. Biahui + Dó= Zapote Sagrado] Especie de frutal, poco dulce y pulposo, Zapote Negro. Alusión a la zona arqueológica de la “Laguna Biahuidó”.
Energías Renovables Merece nuestra atención la brisa maquinal. Decía la iluminada que “las voces engendran voces”, pero hemos terminado sordos de lectores y escribas. Es que pensar en voz alta un dinero menos, un dinero más, un terreno perdido, un terreno abonado, agobia. Basta mirar a los cabecillas vociferantes y democrados arrojarse harina con los dientes. La Juventud, sumergida en mamadas y besos, cristales, armas y modelos, firmará papeles que desconoce, tan pronto la discordia silencie el fuego de su pecho con estructuras de cemento blando, como de mierda en la cabeza. Alguno morirá con los ojos abiertos, el menos afortunado contará para vivirlo. Una mortaja de luz, como de alumbrado público, nos dará la imagen de otro tiempo… “Más escuela y menos droga, menos familia y más sexo, más dinero y menos apego. Aferrados a cuevas en un tercer o cuarto piso (con algo de suerte), y el zapoteco como lengua franca.
Comida orgánica, agua tratada y muebles de cartón; serán envueltos en celofán biodegradable, —como la gasolina—. Pediremos permiso para construir y para derribar. El menor movimiento de bloques igualará colores. El pueblo tendrá una frágil máscara de ojos azules, mesura y sofisticación serán sus caderas o sus barbas. A las afueras. Grotescos edificios, manos rudas, carcajadas y pasteles, hamacas, roedores, plantas agrestes y promiscuos infértiles matrimoniados; iniciarán un éxodo ineludible a la ciudad, a ensamblar piezas de metal, para un mundo mejor. En la fábrica, a orillas del periférico. Una cortina de humo les recordará un origen incierto, más bien confuso. Pero qué más da, sólo es otro viaje, como cuando hubo que ir al norte a cortar fresas, o al sur a cortar caña. Morirán en las mejores condiciones. La tristeza habrá sido confundida con la risotada. —Cáncer—, dirán los doctores. El motor, las alas y la base llegarán al pueblo montados en una bestial máquina ecológica. Manos de lija erguirán el coloso. El cuerpo desechable se convertirá en urna de sal. No habrá fosas comunes, ni urnas individuales. Esto es democracia vegetal, Bio-democracia”. Así ha quedado escrito en ceniza el grito de lo que viene naciendo. Sabrá el tiempo las voces, y las veces que fueron. Ciclo, serpiente, energía.
Indígena Este camino lleva a la ciudad y no conduce con cuidado. Todo es rápido, hermético, bilingüe. ¿Qué pues de los ancianos? -Pioneros de una nación inconclusa-. Indígena la beca, indígena provincia hecha a mano Indígena redención para líderes y castradores
No hay amarres para mí; no tengo hijos ni deudas, nací pobre de espíritu, enfermo de días Todo lo puedo, aquí afuera soy otro; si hay que matar, mato si hay que morir, muero Pero no esperen los de mi pueblo, y no esperen demasiado, que yo regrese feliz y radiante, como todos los indígenas exitosos; estoy demasiado ocupado domesticando ciudadanos. *
Indígena en cualquier parte; poderoso, nuevo, apalabrado indígena. Yo soy etnónimo de Binnifashion* y me río de sus costumbres forzadas Con un dedo puedo viajar a otra parte, tengo amigos que me esperan con un trabajo sencillo y palabras nuevas
Binnifashion (neologismo de mi creación). [Binni= gente, grupo, sociedad. Fashion= (a la) moda. Binni + Fashion =Pequeñoburgués].
Muxhe* ¿Ya no te acuerdas de mí? Soy yo, el que iniciaste al fuego “Tú me olvidaste, cabrón, pero chúpale, bebamos de la misma botella, al cabo conozco tu saliva” ¿O eras la señora gorda que me vestía de pequeño? “Ni un gramo de grasa tenía, ¡todavía no me salían chichis!” Quimera bicéfala, madrepadre, dos caras tienes: una bebe, la otra arrulla. Al menos preséntame a tu amiga, la de las nalgas paradas… ¿que no le gusto? pues qué apretada Pero a lo nuestro, bebamos y comamos gente: “Esa de allá es bien puta” ¿Qué hiciste de mí; un poeta, un macho, un puto?
“No mi amor, no digas eso, no le hagas caso a ella, yo te quería; te bañaba, te peinaba” Ven acá, dame un abrazo y no me arruines la noche, bien sé quién eres “Yo te quiero, corazón, no le hagas caso a esa, ella también abusó de ti” Bebamos, chupemos, bebamos… *Muxhe. En Didxazá (zapoteco); “homosexual” que encarna roles femeninos y que anteriormente “iniciaba” a los jóvenes en el sexo. También se le encargaba el cuidado de los niños, fungiendo el papel de “nana”.