Jorge Humberto Chávez

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JORGE HUMBERTO CHÁVEZ. Ciudad Juárez, 1959. Poeta. Autor de De 5 a 7 pm, Fonapas Nuevo León, 1980; La Otra Cara del Vidrio, Praxis-Dosfilos, 1984; Nunca Será la Medianoche, Premiá Editora, 1987; La Lluvia desde el Puente, Boldó i Climent Editores, 1991; El Libro de los Poemas, Dosfilos Editores, 1996; Bar Papillón, UNAM, 1999, y Sociedad de la Mano Fría, 2000, y Ángel, Mantis Editores, 2009. También ha publicado en el extranjero los títulos The City and the Endless Journey, Personal Anthology 1980-2000, University of Texas at San Antonio, EE.UU., 2003; Bar Papillon et le Poeme Triste, Écrite des Forges, Quebec, 2004, y Angelo, Sentieri Meridiani Edizione, Italia, 2011. Mención en el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1981. Premio Nacional de Poesía INBA Colima 1982, otorgado por Alí Chumacero, Víctor Sandoval, Jaime Labastida, Juan Bañuelos y Carlos Montemayor. Premio de Poesía Salvador Gallardo Dávalos 1982. Fundador y Coordinador del Encuentro Nacional de Escritores de Tierra Adentro, del 2001 al 2007. Fundador del Festival Internacional Chihuahua en Ciudad Juárez y del Encuentro Internacional de Escritores Literatura en el Bravo. En 2013 se publicará Ciudad Negra, Antología de Poetas de Ciudad Juárez 1980-2011, de la que es compilador. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes con el libro Te diría que fuéramos al Río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto, de próxima aparición en el Fondo de Cultura Económica.


EL POEMA MODESTO PARA GUILLAUME APOLLINAIRE “Ni porque hemos crecido tanto que muchos podrían confundir nuestros ojos con estrellas”. Guillaume Apollinaire: Poema leído en la boda de André Salmon, 13 de julio de 1909. Creció tanto el viejo Apollinaire que alguna gente llegó a confundir sus ojos con estrellas Un mar separa a los hombres de los hombres un mar de tiempo o de agua sin embargo sabemos que Apollinaire llevó su vida más o menos como la de todos: probó la terrible juventud y conoció la poesía amó a algunas mujeres: a Ana, por ejemplo la hermosa Ana perdida para siempre Nosotros somos: existe un país mexicano en América hay en su cielo un norte inconmovible y vasto aquí nos lleva el mundo en su girar errante lo mismo que a Guillaume en París a principios del siglo una mañana de abril ante el rostro de María en una tienda de cuadros Aquí negados al saludo cordial de la aventura vemos cómo el tiempo se retira en la suma de su acumulación inexorable región fantasma en la que nada parece ocurrir y aún así los hijos se van tornando diferentes hay quien tiene dolor pero nadie lo sabe alguno siempre ama está dejando de amar el universo es siempre medido por alguien, es pensado El soldado Guillelmus Kostrowitzky llegó a su habitación en un hotel de Nimes allí encontró a Luisa hablaron de los heridos los obuses las bengalas la retuvo en su cama siete días de diciembre Desde este lugar sencillo ofrendaremos a la historia el fracaso o el triunfo de unas vidas aquí es el mundo donde poso mis pies da principio la historia donde habla mi voz es un vértigo el tiempo el mundo acaba y comienza precisamente aquí


Crecemos es nuestro nombrar la certeza y la duda así penetramos el misterio que es así buscamos la respuesta en la entraña difícil de lo vivo El día de Pascua de 1915 el segundo artillero Guillaume de Kostrowitzky salía para el frente del norte conocía a Magdalena en un cruce de trenes Día con día asistimos a una sorda batalla que nos trepana la razón los sentidos y como este artillero en los combates del 15 en la línea del norte forjando la poesía resueltamente heridos libramos esta guerra Amó a algunas mujeres que lo amaron que no Ana María Lou Jaqueline la linda pelirroja olvidó y fue olvidado

Magdalena

Crecemos ya nuestro caminar siembra en los suelos una trepidación premonitoria nuestra cara es el centro de un perpetuo relámpago ya nuestros altos ojos iluminan la noche

EL POEMA LLAMADO AMERICA “Kathy, estoy perdido- le dije a pesar de saber que ella dormíaestoy vacío y me duele y no sé por qué” Simon y Garfunkel: América Las mujeres pasean en las bulliciosas avenidas los hombres las miran pasar todos tenemos una historia nacemos los unos lejos de los otros nacemos en tiempos diferentes y de distintos modos la ciudad nos cobija y nos permite crecer


y encontrarnos en sus calles un día cuando un hombre descubre a una mujer conoce un mundo cuando una mujer conoce a un hombre descubre una historia nueva el hombre con su casa a cuestas se muda al corazón de la mujer que ama la ama con su pasado con sus libros remotos ama con sus abismos y sus cúpulas poco a poco la puebla explora su misterio y en ese conocer los rasgos se disuelven el misterio se anula se torna gris el amor la sorpresa en desgaste tú deseas que perdure pero ahora es volátil quieres navegar otra vez pero no hay puerto al que puedas dirigirte tienes deseos de volar y sabes que no hay sitio en el que puedas posarte cruzo las avenidas contemplo insensible la autopista el avance de los autos hacia ningún lugar aquí en el luminoso y vivo norte de América entre puentes que salvan aguas sucias e inmóviles edificios de negros espejos erguidos contra el cielo no me hagas caso por favor este es uno de mis días malos la verdad es que hombres y mujeres pasean llevando un corazón que la derrota /enriquece no es detenible el amor en su ciclo de rostros veo gravitar la luna sobre el paraje abierto es bella la ciudad

EL POEMA TRISTE

Uno. Bhopal, India, 1985.

en 1985 tuvimos un mal año en Bhopal las mujeres en las cocinas hervían potes con verduras los niños jugaban a descubrir la lombriz de tierra a hacer diques y minúsculos puertos en las charcas los hombres


en reunión discutían sus asuntos trabajaban en los talleres empacaban la fruta golpeaban los metales no era posible un día más hermoso en Bhopal porque el cielo era benéfico y azul y las nubes semejaban palacios de nieve en las alturas pero de pronto una sombra cubrió las casas los patios los pequeños pórticos una sombra invisible se posó con la suavidad del pájaro sobre las cocinas ahumadas y las espaldas de los niños que en la charca botaban con sus manos fragilísimos buques cargados /de venenos y sobre el discurrir de los hombres graves una sombra cayó así marcó su paso la nube de la muerte: invisible esto ocurrió así en noviembre de 1985 la muerte fue aleve en Bhopal fue luminosa (De El Libro de los Poemas, 1996)

MOSCA En algún momento y por alguna fisura entre tú y yo entró esta mosca en nuestras vidas. Habíamos decidido no hacer nada: días como pesados folios agregábanse unos a unos sobre ambos, fija la mirada en el techo sin decir palabra, inmóviles las manos, nulo el respirar (Tanto perdimos que todo adelgazó ante nosotros: la alfombra, el aire, nuestros huesos; ni siquiera quedó la compasión del uno para el otro: mírate nada más, qué pena) No recuerdo ya cuántas semanas pasaron desde que en el techo encontré el punto preciso de la nada. Y quedé ahí, fijo, y en nada te recuerdo, y hasta olvidé que antes te llamaba por tu nombre;


es más: no sabía que estuvieras aquí En eso fue el zumbido. Te sentí respirar. Y en el perfecto blanco del raso de la alcoba la vi pasar volando ESE HOMBRE LLAMADO RAFAEL AVILA Tarde o temprano acabaremos juntando humanidad en una caja de metal de 1.85 por 0.70, ajenos al pasar de los autos, de los astros bien dispuestos a la germinación mientras las grises vidas de otros muchos tornan a el aire irrespirable quien observe tu rostro sabrá que eres más bello que una miss destellando en sus basuras, y siempre que alguien descorche una pasión ahondara en tu misterio (que seis varones de tu talla levanten tu cuerpo del morir y que pesado te hallen, porque la poesía se mide en kilos y pesar en la vida de los otros es la vida y porque ocurre igual con el amor) y lo develará: vivir, beber, amar son una cosa sola

APIA, A 10 668M sobre el Pacífico en un avión de Qantas A esta altura es imposible saber quién ama a quién allá abajo o si alguien espera lo improbable o lo inútil; difícil estar más lejos que hoy, ajeno a la calle de tus pasos o al viento que cruza por tu cara.


Quizá duermas o veas la tv o estés sintiendo el amor de alguien o inmersa en un vacío tan grande como éste en el que voy igual que un pájaro perdido entre los astros, inevitablemente acercándome a ti. Hoy te hablé por teléfono. Parecías estar en Apia, en la tierra, justo a diez mil seiscientos sesenta y ocho metros, exactamente como todos los que ahí abajo habitan: negada, eludida, en ese lugar donde nadie conoce mi nombre, ni qué o quién soy, ni qué estoy haciendo aquí tan alto, tan arriba ARBOL Abandonado en la calle Michigan 101-16. Para Armando Arenas Solo ahí, convertido en el centro de la noche más larga, y a él agregados días sin número, lleno él de horas sin destino y densos minutos como esperas; solo en el nudo oscuro está él; sus ramas son descensos de tiempo, es su tronco una tenaz supervivencia sin testigos, es su raíz una vana ofrenda al mundo: nadie ha venido a mojar sus tierras ávidas, nadie para en su sombra, nadie lo verá secarse y caer en el siguiente invierno. Sauce, animal de alargadas lágrimas, metáfora de llanto o lluvia, vara sin fronda que plantó mi mano (Del libro Ángel, 2009) EN ESTE MOMENTO PRECISO ALGUIEN LLEGA En este momento preciso alguien llega llama con suaves nudillos a todo lo que en mí hay de memorable


yo creo escuchar y eso para un profesor de escuela es ya bastante qué decir a los que ocurren para brillar un momento ante mi oscuridad los que tocan a todas las puertas y les abren algún día fuimos fuertes y grandes y magníficos alguna vez cruzamos límites y apuestas donde todo estaba perdido sin remedio ahora todo es absoluto y en el más común de los lugares habita el mundo toda una mínima comarca la huella que nuestros pies no precisaron nunca los amigos que no están por soledad o cansancio las mujeres que fui y amé tocan la puerta nada puede salvarse nada debe salvarse la tarde se desploma sobre unicornios y colinas suena un día lejano y es tarde en la ciudad abro la puerta tras la que espera siempre él YO LE HUBIERA LEIDO ESTE POEMA “Yo le hubiera leído este poema. Otros leyó, no míos. Hoy es sombra entre sombras. Filo de luz: el alba. Leve viento: zarpamos. Silenciosas caían las hojas de los arces.” Li Po los lugares se instalan en el tiempo sin aviso nombres de calles nombres de ciudades fechas mientras te unge la noche más larga del otoño asumo esta hoja en blanco crónica de lo perdido irremediable el reloj de la torre nos da el minuto exacto y es tarde ya en avenida 16 los almacenes cierran sus puertas de vidrio mientras se deja oír un fonograma de campanas yo te hubiera leído esta escasa miseria bitácora de las cambiantes mareas relación de las búsquedas prohibidas nos da cabida un noviembre perfecto y es tiempo de periódicos y llamadas telefónicas el amor aguarda en una esquina oscuro y omnipresente pasajero cada uno en su perspectiva redime a las ciudades rozamos nuestros brazos al caminar al lado de gente cuyo rostro no sabe que andamos envejecidos pasos que cada uno habita una máscara perfecta dejamos atrás la ruina los carcomidos dinteles del acontecer las grises fotografías que hoy nos han alcanzado irrevocables en las calles las últimas banderas están en franca picada y convalecen las jóvenes abandonan sus puestos de trabajo contando viejos sueños por venir anuncian una ciudad tirada al abandono las manos en los bolsillos los alientos noviembre amarillo y circular: hay frío en los cuerpos que suceden borrosos en el atardecer


la evocación tiene mil caras: su pezuña ha caído percusión tenaz que derriba el panorama de este día recuento de los perfiles que forman el desastre: el horizonte levanta solas calles y recortes ascendentes de autopistas paisajes donde la soledad se descubre en la superficie herrumbrada de un espejo repetición para la nostalgia y el fervor de los amantes de tierra el agua el aire los amantes de todos los hoteles de paso todos los parques las alamedas los cafés los sitios donde se identifican los cuerpos que ofician el amor más difícil mientras miras cómo se desmoronan edificios enteros catedrales quizá transcurra sin nosotros la historia y todo esté perfecto y sea el fin vivimos la era de las desconstrucciones asistimos al acto de lo muerto reinventándose pero persiste la ciudad que somos humo que hiere la mirada trepidación de ruidos en fuga por las calles tardes con todo el peso de los siglos sobre los mansos hombros del que mira somos nosotros la ciudad con todos los muertos que han sido y que transitan aún por los pasillo del sueño en la avanzada noche de las cocinas las recámaras con nuestros vivos fijos en el colmado error de continuar hacia adelante con todo nuestro lenguaje desmantelado y revivido claro de luna corazón oso siniestro sueño de los dormidos orilla y tempestad amante sin tiempo tierno león de bruma ojo de estrella deforme amor vencido amor vencido amor deforme amor chato amor círculo a donde vienen a incendiarse los trajes aquellos que se acercan a la hoguera picota de los que sólo abren puertas los que no saben cubrir su retirada la pobre gente llega a su habitación y se tira en los brazos de su menestra y su recuerdo la avenida 16 está sin duda sola y agoniza el reloj de la torre marca horas impasibles donde un abrazo guarda un grito una sentencia ahora yo soy la ciudad y tú el viaje interminable con nosotros sin nosotros se escribe ya la historia

A MIS AMIGOS porque orinaban la arena que nunca fue tocada por las olas porque veían pasar a las mujeres y estiraban sus tímidos dedos al contacto porque un buen día se afeitaban para llevar a sus niños de paseo porque vaciaban botellas oscuras hasta el amanecer porque se masturbaban azules en el atrio en la corte en el colegio porque se la partían de veras porque salieron a ser bendecidos por la lluvia porque eran animales nocturnos y nunca fueron tocados por la luz


porque se dejaron la barba y el otro día los encontró desnudos gritando a la ciudad qué diablos porque escribían poemas dolorosos poemas que dolían poemas con el más puro dolor porque luego tenían que regresar y era tarde porque tenían que cerrar sus puertas (Del libro Nunca Será la Medianoche, 1987)

EL SABADO Para ir al mercado es necesario predisponer al corazón. No cualquiera lo logra, sólo los llamados por la divinidad tenemos el orgullo de saber cuando un aguacate está en el punto exacto para comprarse y ser guardado en la alacena, o por qué es necesario que un melón resista una y mil pruebas antes de aceptarse. Por eso en el segundo y cuarto sábados del mes voy por la provisión y los periódicos, y de regreso a casa, el espíritu amable, confortado mi ánimo, el alma en su lugar, me dispongo a leer o a discurrir con mis amigos como una aportación a la cultura de nuestro tiempo, para bien de la crítica especializada en letras y de la literatura universal. INICIO Rosa Isela Ramírez, nacida en la ciudad de Chihuahua en 1958, llevada por su madre a los desiertos de Ojinaga, de Cuchillo, domiciliada en Ciudad Juárez en el segundo nivel de unos tristísimos apartamentos , protegida de una pandilla de drogados y bebedores de cerveza, aparecida por azar el último viernes de agosto de hace 11 años en la esquina que forman las calles Francisco Villa y 16, y también por el azar destinada desde ese día hasta hoy a mi felicidad y a su desgracia.


QUEVEDO Hace ya cuatro siglos que nadie ve a este hombre como nosotros firme en su trabajo “vencido por la edad” Ahora su polvo frágil desemboca de nuevo sobre la misma ciénaga y el paisaje de cerros y de ríos que una vez admiró lo circundan en su cambio Quizá un poco más viejos los hombres un poco más pulidos los suelos que su paso en su tiempo cruzó todo un poco más tarde pero un igual afán de estar entre nosotros el mismo miedo a morir a abandonar al árbol y a la nube para siempre la luna (Del libro La Lluvia desde el Puente, 1991) EXEQUIAS “ El hombre triste está más cerca de la muerte” Alí Chumacero, en conversación. Para Luis y para Marco. En febrero de 2006, en México, abrí con mis dedos la caja de mi pecho e hice a un lado músculos y huesos para que pudieras ver mi corazón leso, apedreado, mordido por dientes inciviles, baleado Hoy te pienso desde la ventana de este avión que parte en 2 al país igual que tú ahora que has decidido herir al huracán en su centro porque en este amanecer el astro de tu ánimo arde errabundo y solo en no sé qué bares o botellas o asomado a qué noche explicando por qué son las cosas así, por qué importa reunir las palabras en versa No sé si habrás bajado del todo a la tiniebla tiniebla porque esta mañana salió el sol esplendiendo en la Ciudad de México y una brisa amable nos subrayó la frente tu voz ya debe estar diciendo las palabras y convoca a la luz a que haga su trabajo el padre ya pone la mano sobre la cabeza del hijo para darle paz al interior del negro corazón el amor retira un abrazo de la muerte para colocarlo /en tu cintura y la palabra balbuceada por alguien es clave para que el alma inicie su remiendo


Pero no hay dolor, ni destino, ni lágrimas no hay machacado corazón ni hay heridas no hay un país de tristes si lloran los hombres su tránsito incidente por el mundo sin hallar redención es que nunca te vieron caminar por la calle o no diste tu mano o tu boca no dijo AUSTIN, DIC 31 DE 2010. 1. Buscando The Little Longhorn Bar El que se toma una foto por los programas públicos de la ciudad al verse en ella se reconoce como un hombre hay hombres y mujeres que nadie ve y lo peor es que ellos lo saben: nadie /los ve y ellos lo saben el Programa de Fotografías para los Ciudadanos Comunes de Austin permite capturar los rostros de esas personas en las que nunca ponemos los ojos y esto ocurre porque la ciudad vive de prisa y nosotros estamos en tal ritmo que a pesar de creer en la polis y en la importancia de todos por igual acabamos por no ver a los demás, quizá del mismo modo en que a veces caminamos por calles enteras pensando que en los hoteles y las casas no hay alguien despierto y hasta llegamos a creer sin culpa que ya no hay nadie en la ciudad de Austin y que a eso se debe que nadie nos ve 2. Martha Harding, mesera. De mesa en mesa, entre acordes y cantos, Martha sirve vino blanco y cerveza en el Little Longhorn Bar de Barnet St. dice que sirve tragos desde que ella se acuerda en los bares de Austin y pienso que quizá lo hacía en 1979 cuando yo muy joven soñaba en viajar desde Juarez City y venir a infiltrarme en la clase de J. L. Borges sería mucho decir que Martha Harding le sirvió una copa a Borges pero seguro lo hizo con alguno de sus muchos discípulos como ahora lo hace conmigo, y eso es todo lo que tengo en común con el viejo profesor argentino nunca pude venir a Austin con Borges pero mi consuelo es que llegué al fin qué pobre es el consuelo del corazón cuando el hubiera es todo su remedio 3. Tengas de sobra en el 2011. A mis tres hijos.


Una botella de vino, y una mesa en que poner la botella, y una casa para poner /la mesa frutas y panes, que son alimento de ángeles, y asado para tu sencilla parte de /humanidad aquí en la fiesta de año nuevo de Austin está Samia, la egipcia, y de Ciudad Juárez vinieron Deimy Yolanda, Natalia Isela y Jorge H. Chávez Ramírez para ellos paz en sus atormentados ánimos y para sus países un nuevo corazón bocas y ojos alegres porque los oscuros de ver y decir están más cerca de /la muerte otro Dios para todos, menos amigo del lujo y de la usura, más cercano y más simple la mano infalible de un buen amor que al tocar tu cabeza dé calor y calma en esas noches densas y azules sin estrellas, ni cobijo, ni esperanza HAY QUE SER DURO Definitivamente hay que ser duro en el amor hay que administrar la caricia y el beso hay que negar siempre el amor Apelemos al vacío del sentido: ni una voz Hagamos el elogio del cuerpo y de los sexos Vayamos contra el compromiso, la lealtad, la renuncia, la ternura y otras pendejadas que no valen madre (a veces, muy de noche advierto la suavidad de tu rostro dormido o toco apenas la punta de tus senos o descorro la sábana para observarte en las posiciones del dormir Entonces me levanto y escribo este poema como una oración inversa un conjuro en contra de la fascinación y todo tiene un comienzo nuevo) Hay que inventarse una dura coraza contra los daños del amor y más si ya sabemos que no sirve de nada que no tardará la mordida del otro y que en cualquier momento tendremos que salir corriendo (Poemas no coleccionados).


INDICE El poema modesto para Guillaume Apollinaire………………………………………………………………..1 El poema llamado América………………………………………………………………………………………………2 El poema triste. Uno. Bhopal, India, 1985………………………………………………………………………..3 Mosca………………………………………………………………………………………………………………………………4 Ese hombre llamado Rafael Ávila……………………………………………………………………………………..5 Apia, a 10 668 m………………………………………………………………………………………………………………6 Árbol………………………………………………………………………………………………………………………………..7 En este momento preciso alguien llega…………………………………………………………………………….8 Yo le hubiera leído este poema………………………………………………………………………………………..9 A mis amigos…………………………………………………………………………………………………………………..10 El sábado………………………………………………………………………………………………………………………..11 Inicio……………………………………………………………………………………………………………………………….12 Quevedo…………………………………………………………………………………………………………………………13 Exequias………………………………………………………………………………………………………………………….14 Austin, dic. 31 de 2010…………………………………………………………………………………………………….15 1. Buscando The Little Longhorn Bar. 2. Martha Harding. 3. Tengas de sobra para el 2011. Hay que ser duro……………………………………………………………………………………………………………..16 FINIS Colofón: Poemas de Octubre 2011 de Jorge Humberto Chávez es una edición de The Mano Fría Society, de Ciudad Juárez, Chihuahua, México, realizada especialmente para el Encuentro Internacional de Escritores de Monterrey y para el Festival Internacional de Poetas del Mundo Latino Ciudad de México-Morelia. Impreso en Tres Delfines Artes Gráficas, Justo Corro 205-A, tel. (444) 839 0327, |San Luis Potosí, S.L.P, en octubre de 2011. Cuidaron la edición Raúl Cortés Vega y el autor. Se tiraron 200 ejemplares.


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