Torneo de poesía

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A DOS DE TRES POEMAS TORNEO DE POESÍA “ADVERSARIO EN EL CUADRILÁTERO”



Por Hortensia Carrasco Santos

Esta no es la historia de aquellos enfrentamientos como los de Quevedo y Góngora, donde ambos poetas utilizaban la poesía para lanzarse indirectas e insultos. Es la historia de un proyecto que representó una oportunidad para aquellos hacedores de versos deseosos de exponer en voz alta su trabajo poético, sin tener que agredir a nadie. En 1999 se dieron los primeros atisbos de una expresión cultural que hizo que la poesía fuera leída desde un ring, con la creación de la revista Ad Versario, proyecto hecho en conjunto entre Lucio Velázquez, Mario Ramírez, Adriana Tafoya y Andrés Cisneros, cuya idea principal era reunir poesía y ajedrez.


Fue en 2007, cuando Adriana Tafoya y Andrés Cisneros, poetas y editores, deciden poner en marcha un certamen de poesía distinto a los que conocemos, en donde los participantes envían sus poemas y hay un jurado que se mantiene anónimo hasta el día de los resultados. Tafoya y Cisneros crean el Torneo de Poesía Adversario en el Cuadrilátero, donde los poetas en el momento entregan sus textos y hay un jurado presencial que decide quien merece ganar. Además, como lo manifiestan en la Antología de poetas sobre el cuadrilátero, editada por ellos, no es sólo un juego, no es una representación, no es un circo, está hecho para poner en alto la poesía como género importante, no sólo para formar lectores, sino para crear criterios. Por ello se convierte en una competición donde los concursantes constatan que no habrá lugar a situaciones de fraude, pues el jurado emite su veredicto frente a los participantes y el público que asiste al torneo: “Es una competición donde la poesía toma una modalidad deportiva; los poetas se enfrentan en un versus y son calificados por un jurado profesional. Se desarrolla sobre un cuadrilátero donde los participantes contienden de dos a tres rounds, con un máximo de tres minutos por asalto, con la regulación de un réferi que hace valer el reglamento de la justa.” A lo largo de 9 años, tiempo en el que se ha desarrollado el torneo, han participado alrededor de 360 poetas, sin contar a los que se inscriben pero no son elegidos para subirse al ring, con lo cual la cifra asciende a más de dos mil poetas que han intentado obtener un lugar en la contienda. Es decir, cuando Adriana Tafoya, a través de la editorial Versodestierro y de la cual ella es directora, lanza la convocatoria, hay más de 300 participantes inscritos, a los cuales se les informa que un consejo editorial elegirá sólo a 40 poetas, quienes a su vez tendrán que acudir a una fase clasificatoria, en la cual serán elegidos 16. De ese modo comienzan las otras fases, es decir, los 16 poetas electos, pasan a los octavos de final donde quedarán 8 poetas, quienes pasaran a los cuartos de final, en esa fase 4 serán los que pasen a la semifinal y la final.


En cada una de las fases hay jurados distintos, de entre los que destacan Raúl Renán, Max Rojas, Roberto López Moreno y Norma Bazúa. Nunca se repiten, lo cual permite que la competición sea limpia. En total, son 14 los jueces los que califican: tres en la clasificatoria, tres en octavos de final, tres en cuartos de final y cinco en la semifinal y final.

UNA FORMA DE ACERCAR AL LECTOR “Aficionados que viven la intensidad del verso libre, amantes de la poesía”, son las palabras que indican que el Torneo está por iniciar. El público, de pie o sentado, sabe que no será una máscara la que brille, sino un verso, una metáfora o una palabra. Y si, en este torneo, algo fundamental es el público que se da cita y que escucha atento para de ese modo elegir a un favorito. Las lugares sede donde se ha congregado el público han sido diversos, desde el Foro Alicia, la plaza de la Aguilita, el centro cultural José Martí, la Feria del Libro en el Zócalo, el Centro Cultural España y, más recientemente, la explanada del Palacio de Bellas Artes. Esta iniciativa se realiza al aire libre porque de ese modo se logra que exista una conexión entre la poesía y la gente, la cual se da cuenta que la literatura es parte de su vivir cotidiano y que no necesariamente debe ser asimilada en un cuarto silencioso. Sin embargo, Adriana Tafoya, considera que el Torneo de Poesía puede realizarse con o sin público y su función primera no es representar el enfrentamiento de dos poetas, sino que es en sí mismo el enfrentamiento de ellos. De hecho en la Antología de Poetas sobre el Cuadrilátero, Alejandro L. López escribe: “Esta fusión me parece un gran acierto para la posible difusión de la cultura, y en específico de la poesía, pues es difícil llevar un elemento de calidad intelectual


como éste a las grandes masas y esto se debe al elemento popular que le da el formato de lucha.” Aquí es importante puntualizar que, de acuerdo con los creadores de esta iniciativa, el torneo propone cuatro planos de exposición que son el espectador, el jurado, la opinión pública y el poeta como exponente y opositor, en los cuales se desarrollan los enfrentamientos y que en primera instancia rompen la regla general de los torneos y vuelven al evento plural, es decir, los participantes no son elegidos por unas pocas personas y el Torneo de Poesía se realiza en plazas públicas y no en lugares cerrados.

TORNEO Y HOMENAJE A lo largo de los 9 Torneos de Poesía Adversario en el Cuadrilátero, han resultado ganadores 32 poetas. De cada torneo ha surgido un primero, segundo y tercer lugar, lo cual también ha dejado como huella importante la edición de su obra y eso permite que el trabajo poético de los ganadores tenga una mayor difusión, pues el formato de libro de bolsillo, hace posible que el lector lo adquiera y se lleve a casa una obra de calidad. Un aspecto fundamental del torneo es que en cada emisión se rinde homenaje a algún poeta, es decir, se dedica la justa deportiva intelectual a un escritor cuya trayectoria poética es poco reconocida, por ello los escritores homenajeados han sido: Leopoldo Ayala, Norma Bazúa, Max Rojas, Enrique González Rojo, Roberto López Moreno, Saúl Ibargoyen, Josué Mirlo y Raúl Renán. Es en el Torneo de Poesía 2015, cuando se le rinde homenaje al poeta y maestro Raúl Renán. En este reciente episodio, los participantes se caracterizaron por ser en su mayoría jóvenes, situación que de ningún modo hizo demeritar la poesía, sino al contrario, lo admirable es cómo la juventud se está tomando en serio la poesía y la escribe con la visión de crear arte y también verla como un ejercicio intelectual.


Con la idea de que subirse al ring es reconocer al otro, es como la editorial Versodestierro, pretende que los poetas participantes tomen en cuenta que siempre habrá otro poeta creador de mejores versos. Desde el inicio de esta competición 2015, los poetas involucrados sabían que su trabajo poético era fundamental para llegar a la final y obtener uno de los primeros lugares, pero también dieron muestra de una preparación de lectura en voz alta, pues casi todos leyeron sus poemas haciendo de la lectura una forma de resaltar sus versos. Por ello, quienes se dieron cita en todas las fases que conforman el torneo, pudieron escuchar y disfrutar de la poesía joven escrita por Alus Jota, Adriana Dorantes, Rocío Gil Peña y Xicoténcatl Servín, poetas dispuestos no solo a ganar sino a ofrecer al público una poesía capaz de quedarse en su memoria. Adriana Tafoya, coordinadora de este concepto cultural, dice que “con este Torneo celebramos nueve años de hacer de la poesía un deporte intelectual, lo cual, nos convierte en pioneros y al mismo tiempo en un clásico de la batalla por las letras en México que es el amor por la poesía, y el profundo respeto al trabajo de los poetas.” A continuación, va una muestra de los ganadores del 2015, cuyo enfrentamiento se llevó a cabo en diciembre, teniendo como jurado a los poetas Kenia Cano, Gerardo Escalante (ganador del segundo lugar en el torneo 2014), Grissel G. Estrada, Marcos Merino y Daniel Mir.

Primer lugar: Alus J Sirena póstuma A luna A) En los últimos metros que recorrí bajo el agua tu espina dorsal era un camino olvidado

cerré los ojos


las huellas de mis manos se habían borrado de tus riñones me di con las rocas estilita fui sobre tu fálica vida como una estrella enterrada en la playa esperando una pareja con suerte me sequé fui al otro lado de la duna donde se recoge el agua con cubetas la misma que destruye casas donde no se percibe lo seco sino lo derruido donde el lodo es para los cerdos y las manías sexuales nos comprometen al lodo aquí llegué a la luz

rodeado de polvo

con los pies desnudos

y una cazuela de viejos amantes mi esposa llamó del fondo

había cocinado un buitre para la cena

un buitre que desplumado y hervido es tan tierno como un ángel lloré por mi historia sacudí mi espalda y cogí unas plumas para abrigar a los niños B) Padre si al amanecer no he vuelto/ cierra la puerta del alma que una vieja basurera recoja mis plumas/ que el helado se derrita fuera de la nevera deja entrar al gato antes del invierno si no vuelvo dile que es libre/ que sueñe con peces como los que me comen con kilómetros y kilómetros de arena que no divisaré cierra la puerta para que no entré el frío


el tan mencionado frío que mis manos no sienten/ que rompe mis orejas y me niega el rostro llámale a la abuela para despistar/ la ausencia pesa menos cuando no se menciona Padre si hay algo que no haya dicho ni lo imagines tengo un vocabulario de marinero que llora sus dolores/ sabes lo mal que suena/ que huele que destruye el semblante entre una letra y otra no le vayas a rezar a dios/ está ocupado le dejé un mensaje en el buzón esta mañana/ antes de salir el sol/ cuando me despedía de media luna no me vengas con reproches/ no me vengas a visitar a ninguna parte si un tarareo suena una vez en boca del vecino/ evita romperle la cara desayuna cereal/ bebe a tus horas deja que el niño despierte hasta muy tarde y antes de dormir cántale la canción de las sirenas

Segundo lugar: Adriana Dorantes Oración II 1. un relámpago breve 2. el aleteo de una mariposa que no altera el otro lado del mundo 3. el miasma en que me retuerzo 4. huesos dobles pudriéndose en el suelo 5. insectos mordiendo el melancólico silencio


6. la placenta de tu madre que bebo para que no nazcas 7. tu latido lento que me hace gritar hasta la sordera 8. tu nombre iluminado 9. ojos vivos devorados por hormigas gigantescas 10. Can Cerbero esperando en las puertas del cielo Mi noche está enferma de buscar tus manos. Espero tu fantasma entre las sombras porque el leve incendio que dibuja la aurora es suficiente para enloquecerme. 1. otro relámpago 2. todo el hielo de mi voz posado en tus entrañas 3. tu madre sangrando el calor de tus posibles pasos 4. tu nombre asesinado Lo que sí sé de cierto: No hay salvación para el alma que alumbra sus huellas con estrellas muertas.

El reino

Quisiera decir que fui engendrada por el olvido, que mis pasos son apenas murmullos, que mis ojos no sienten y no buscan, que puedo vivir pensando en la salvación y en amaneceres de esperanza.

Quisiera haber nacido antes de la melancolía.

Mi patria se nutre de recuerdos y fracasos. Mi tierra escupe laberintos de sangre en sus altas paredes


y del cielo llueven seres condenados a andar caminos infinitos.

El reino que iza por mí su bandera gime a diario entre la niebla; yo pertenezco a las cavernas, a las heridas cíclicas, a los absurdos.

Yo, gigante desollada, soy hija de la nostalgia perpetua.

En la frente un estigma, en los pies los pasos sin propósito.

Yo tengo patria en el reino del dolor; todas las penas de mi tierra se alzan en mi espalda, todos los muros se adhieren a mis huesos quebradizos y levanto desiertos dolientes para libarlos al rey de la miseria.

La saciedad de su esqueleto nos nutre un día más, el reino adormece en su recompensa.

Tercer lugar: Rocío Gil I La niebla colapsó en el lapso errante entre el origen de la vida y la vida misma. Aquella ráfaga fugaz de amaneceres muertos


y temporalidades sin cuerda giraba aleatoriamente sin tocar nada a su paso, entonces alguien encendió un cigarro y los acordes de la noche comenzaron su marcha; el destello de oscuridad cegaba el clamor de los cuerpos mientras las palabras volaban como cuchillos silbantes anunciando el poder de la lengua: fue cuando Perseo encontró el camino hacia el minotauro: lo halló casi muerto, roído por moscas que se alimentaban de soledad; se dio cuenta de que eran el mismo y salió triunfante con el espejo roto. Afuera había transcurrido una eternidad enigmática, y los laberintos parecieron compatibles al supurar el humo de sus bocas. El vacío se nublaba con los cantos olvidados que giraban alrededor de las cienes marchitas; de la sala sin fondo emanaban gritos furiosos que se mezclaban con el nuevo y dulce sabor a destierro. Al atravesar el umbral una pintura llena de otoños penetró sus sentidos: una hoja cayó a sus pies al instante que tiraba el espejo de sus entrañas;


observó las posibles pinceladas de una escena acabada; pero no era otoño ni existía algún cuadro que pintar: algo colapsaba a su alrededor, humo nuevo, desconocido y familiar giraba llevándose el aliento previo; alguien encendió otro cigarro y un nuevo espejo habitó el laberinto.


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