El auto sacramental del día de Corpus Christi de 1579 en el pueblo de Gines (Sevilla). Los Fugger o Fúcares, como se dice en español, son aquellos banqueros alemanes que ayudaron a Carlos I a ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en dura competencia con Francisco I. La fortuna de los Fúcares había comenzado un siglo antes, cuando su familia había trasladado su negocio de telares del pueblo de Graben a la ciudad de Ausburgo, ambas localidades alemanas. Allí, sus descendientes varones se convirtieron en miembros de los más respetados gremios de tejedores y comerciantes, y contrajeron matrimonio con las hijas de las mejores familias burguesas. Cuando Jakob Fugger tomó la dirección de la empresa a comienzos del siglo XVI, encauzó las actividades del negocio por otras vías, convirtiéndose en propietario de las ricas minas de plata del Tirol y de las de cobre de Hungría, hasta lograr el control total del importante mercado del cobre de Venecia. Por otro lado, Jakob Fugger profundizó sus conocimientos mercantiles y comenzó a otorgar grandes préstamos a nobles y reyes. También el Papa era cliente de los Fúcares, pues estos, como buenos católicos, se pusieron de su parte ante la rebelión de Lutero. Gracias a su apoyo económico, Carlos I de España se convirtió en V de Alemania, pues los príncipes electores recibieron mucho dinero a cambio de sus votos. Si Francisco I de Francia, el oponente de Carlos I, hubiera logrado más fondos que el heredero de los Habsburgo, los honorables electores del Sacro Imperio Romano Germánico no habrían dudado en entregarle la corona imperial. Como el emperador Carlos no tenía suficiente dinero para pagar su deuda1, arrendó a Jakob Fugger los maestrazgos de las tres grandes órdenes de caballería2 y la explotación del mercurio de las minas de Almadén. Este arrendamiento permaneció en manos de los Fúcares durante más de un siglo, hasta que a mediados del XVII hubieron de abandonar España, ya que los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV nunca devolvieron la mayor parte de los préstamos concedidos. Para manejar sus negocios en las diversas naciones europeas, los Fúcares disponían de los factores, quienes vivían en los lugares donde aquellos tenían negocios bursátiles y crediticios. En España disponían de factores en Madrid, Valladolid, Sevilla y Almagro, del cual dependía el administrador de las minas de Almadén. Todos los agentes de los 1
La deuda ascendía, intereses moratorios incluidos, a 600.000 florines renanos de oro.
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Santiago, Alcántara y Calatrava.