DELITOS COMUNES EN LA POSGUERRA
Después de sufrir una atroz guerra civil, los años centrales del siglo XX fueron muy difíciles para nuestros compatriotas. Decía Franco en el discurso del desfile de la Victoria, 19 de mayo de 1939: se acabaron los días fáciles y frívolos en que solo se vivía para el presente. En esa época de tanta escasez no es de extrañar que el hambre y la necesidad tentaran a algunos españoles a la comisión de hurtos y estafas, por lo general de poca monta. Tal es el caso de una vecina de Almadén, si bien natural de Alamillo, viuda y con cuatro hijos, que hurtó ropa tendida a secar en una huerta próxima al pueblo. Aunque su hija Guadalupe envió una instancia al Juzgado, solicitando la libertad de su querida madre, esta cumplió un año de condena en la prisión de mujeres de Ciudad Real.
Otro caso similar es el de un minero jubilado de Almadén, que fue encarcelado en 1944 por contrabando de mercurio. Este metal tenía en esa época un elevado valor y hubo por entonces varios mineros y guardas encausados por la Delegación de Hacienda. Como nuestro vecino no pudo pagar la multa de 1.904,40 pts que se le impuso, fue condenado a 385 días de privación de libertad. Durante su estancia en prisión solicitó por cinco veces un certificado de su permanencia en la cárcel a fin de que su esposa pudiera cobrar su pensión de jubilación, pero no recibió contestación. Menos mal que solo cumplió la mitad de la pena impuesta y a finales de marzo de 1945 fue puesto en libertad.
La consulta de los expedientes procesales de esta época muestra también algunos casos de estafadores y ladrones reincidentes que acumularon un amplio historial delictivo, que a veces se extiende a lo largo de varias décadas:
Manuel Cantero, natural de Benacazón (Sevilla), era un cuatrero del siglo XX, que entre 1931 y 1949 fue condenado en ocho ocasiones por robo de ganado. El primer delito por el que fue sentenciado lo cometió en la feria de Chillón, cuando haciéndose pasar por tratante de ganado robó 34 vacas. Por entonces, año 1931, ya tenía 28 años y residía en Ciudad Real con su mujer y sus dos