ÂżCĂłmo hago para llegar al bajo?
“En la medida en que las pérdidas del pasado nos motivan y damos significado a nuestra experiencia presente, estamos obligad*s a memorizar (nosotr*s nunca olvidaremos), pero estamos igualmente obligad*s a superar el pasado, a escapar de su legado (“nosotr*s nunca más volveremos ahí”). Para grupos constituidos por la injuria histórica, el desafío es comprometerse con el pasado sin llegar a ser destruidos por éste. Por momentos, pareciera que lo mejor sería seguir adelante [..] Pero son los dolorosos aspectos del pasado los que tienden a permanecer con nosotr*s y el deseo de olvidar puede ser, en sí mismo, un síntoma del acecho. heather love, sintiendose rezagad*(introducción)
¿Como hago para llegar al bajo? además de ser un interrogante común entre l*s usuari*s del subte violeta o de l*s resident*s de zonas aledañas a un río, un puerto, o una barranca, son las esquirlas de una idea que nació durante una vuelta eterna en el 132 de Carabobo. Tomó la forma que está ante tus bellos ojos durante una gran luna nueva (una noche leí en internet que precisamente esa luna nueva iba a ser transformadora, trasmutadora, un nuevo comienzo, etc, etc, etc. algo asi como un solplo de aire fresco, como los que ilustraban en los mapas antiguos) a principios de diciembre de 2018.
Todas las fotos de este zine son en 35mm, sacadas por quien les escribe (menos la de la contratapa, esa la saco juli), con múltiples plásticas y/o metálicas cámaras, con diversos rollos, con herramientas tales como rollos intervenidos, largas exposiciones, deprivación de sueño, etc.
parte i: en tren
Las almas conurbanas habitamos los transportes públicos día a día. "Vivimos lejos" y nuestra cotidianidad viajante está orquestada por las demoras, cancelaciones, contratiempos, empujones, encontronazos, desafíos a las leyes del tiempo, espacio y fisica. Aquel pequeño y gran mundo de viajar para llegar a ciertos lugares nos acerca a los actores efimeros de la vida sin coche (y sin saber andar en bici aún). En un tren aprendí a defenderme pegandole rodillazos a los pajeros con la chomba azul del colegio, mas tarde aprendí sobre combinaciones y recorridos gracias a las personas que estaban igual de perdidas que yo, o cuando ocurre la urgencia de que te presten fuego para hacer mas amena la espera, si, para el quinto cigarro de la espera y la ansiedarks que te provoca toda la situacion del ser urbano. Próxima estación: Moreno, final del recorrido
Si estás cerca de una terminal de trenes, cualquiera sea, te encontrarás antes de que te des cuenta con un chipá/chipita/chipacito como le dicen en porteñoland en tu mano. Seguramente estará frío y sólido, como la determinacion, como los grandes y nuevos pasos
parte ii: en subte -olvĂdala, mejor olvĂdala-
te sacaba fotos en el subte, siempre salían oscuras, borrosas, desenfocadas en ese momento yo era tan pero tan osada que no miraba ni un tutorial ni le preguntaba a nadie como se hacian las cosas o cómo se agarraba la cámara, no sabia qué es un fotómetro nada mis medias estaban siempre rotas y tenía las uñas sucias con compost, era todo tan fertil y podía sacarle fotos a la gente de frente creía que no sabía nada, pero en ese momento tenía todas las respuestas
un dia leí por ahí que el equilibrio reside en el movimiento, ¿por qué hasta lo abstracto tiene que residir en algun lado, como un buen ciudadan*? ¿quién te dijo que estoy buscando el balance mientras me muevo? movimiento/altura/velocidad, lo leés así y parece un machete para un examen de física pero no, tan sólo es el top 3 de mis miedos
nos enamoramos de lugares, de trayectos, de los carteles oxidados de las calles, de las seĂąaleticas provisorias, de las seĂąales debiles e inexistentes, de las escaleras que solo estan ahi para que podamos besarnos imposible que no nos enamoremos de los sitios que habitamos de la mano
parte iii en bondi o a pata
La primera vez que me emborrachĂŠ con amigas, cruzamos todas juntas de la mano un puente que iba por arriba de la autopista del oeste, era dolores prats si no me falla la etilĂca memoria. Todo, pero todo se movia, tal es asi que los autos parecian estrellas fugaces que serpenteaban debajo de nuestras plataformas de yute. Desde esa noche nunca mĂĄs pude cruzar sola un puente de autopista, es ese terror que me teje cinco nudos marineros en la boca del estomago. las agujas de crochet del miedo tambien aparecen cuando bajo una escalera mecanica, miento, ni la bajo, me paralizan. Estoy segura que las escaleras fijas no van a traicionar a mi zona de confort, no van a agarrarme los cordones y llevarme sin escalas al vacio material subterraneo
si hay cortes, desvios o fallas técnicas espacio/temporales en los transportes, pueden usarse otras formas para llegar, más convencionales. -es una pena que la proyección astral todavia no sea un derecho(todavia hay diálogo con lo marcial y el orden establecido?) D:
La energia para la producción y el maquetado de este fotozine ha sido posible gracias a la gastronomia de la(s) periferias porteñas: chicharron, tortlla y chipa chip; mención especial a los mates bien amargos, las causalidades del presente y las redes afectivas/amistosas/amorosas/lúdicas/sabias que me encendieron el fueguito de la autopublicación. Buenos Aires, Argentina Diciembre 2018.
si no puedo trasmutar mis laberintos mediante la producción de imágenes en capas enrolladas fotosensibles compuestas por haluros de plata, no es mi revolución
vos también tenes al caos dentro tuvo *emoji (h)*
instagram.com/micalea.ailin chaoscilator.tumblr.com